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Biol. Rosalba Amaya Luna
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APLICANDO EL MÉTODO CIENTÍFICO EN BIOLOGÍA1
1 Esta actividad forma parte del Manual de Actividades de Aprendizaje I Biología IV, 2007, México y fue tomada de Biggs A, Kapicka Ch, Lundgren L. 2000. Biología la dinámica de la vida. Mc Graw Hill. México. Págs. 26-
La bióloga Katharine
Payne de la
Universidad de
Cornell, hizo en el
zoológico de
Pórtland, Oregón,
una observación
importante sobre la
comunicación entre
los elefantes. Se encontraba de visita y de pronto
sintió una corriente de aire vibrando a su alrededor.
Esto le recordó el estruendo de un rayo, un sonido
que parece sentirse, más que escucharse. Payne lleva
17 años estudiando el llamado de las ballenas y sabe
que muchas de ellas emiten sonidos de tan baja
vibración que los humanos no podemos escuchar.
Cuando ella sintió las vibraciones, también noto que
la piel de la frente del elefante palpitaba, y sospecho
que esas vibraciones eran producidas por los
elefantes y que posiblemente ellos utilizan esos
sonidos para comunicarse. En otras palabras Payne
elaboró la hipótesis de que los elefantes se
comunican por medio de sonidos de baja frecuencia.
Ella utilizó el razonamiento inductivo
cuando elaboró su hipótesis sobre la comunicación
en los elefantes, así mismo aplicó algunas reglas
generales de la Física a su hipótesis sobre el sonido
en estos animales. Sabía que los humanos podemos
escuchar sonidos bajos que empiezan en 20 o 30
vibraciones por segundo, y que algunos animales
pueden producir sonidos de vibraciones aun más
bajas.
Además, sugirió que, sí los elefantes
producen sonidos de tono bajo para comunicarse con
otros elefantes, entonces debe haber una evidencia
que sugiera que los elefantes reaccionan a este tipo
de sonidos producidos por otros elefantes que se
encuentran lejos (razonamiento deductivo).
El siguiente paso en el razonamiento de
Payne fue diseñar un experimento en condiciones
controladas que le permitieran comprobar su
hipótesis.
En dicho experimento, la producción del
sonido de baja frecuencia era la variable
independiente, y el cambio que se observó en el
comportamiento de los elefantes fue la variable
dependiente. Para llevar a cabo el experimento,
Payne regresó al zoológico equipada con algunas
herramientas con capacidad de captar sonidos de
tonos bajos que le permitieron grabar los sonidos de
los elefantes, una grabadora y un micrófono.
Grabó varias horas lo que le pareció un
silencio entre los elefantes, al tiempo que hacia
anotaciones cuidadosas sobre los elefantes y su
comportamiento.
Los datos que Payne recolectó son
grabaciones y observaciones sobre el
comportamiento de los elefantes. La primera vez que
puso la cinta con la grabación, sólo escuchó un ruido
de fondo. En realidad ella no esperaba otra cosa,
porque tan solo escucho eso durante la grabación. Sin
embargo, cuando puso la cinta a mayor velocidad, de
manera aumentara la frecuencia de las ondas de
sonido, descubrió que había grabado cientos de
llamadas de elefantes.
A pesar de que Katharine Payne tiene ya los
datos de su experimento, aun no ha finalizado el
experimento científico, ella tuvo que comparar sus
resultados y conclusiones estudios realizados por
otros científicos en el mismo campo, buscó
literatura publicada relacionada con la
comunicación entre los elefantes. Empezó, también,
a pensar tros experimentos que podría llevar acabo, y
Biol. Rosalba Amaya Luna
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así viajo a Namibia, en el sureste de África donde
deambulan los elefantes libremente para comprobar
si los elefantes en la naturaleza producen los mismos
sonidos que los del zoológico.
Para verificar los datos originales obtenidos
en el zoológico de Pórtland, Payne y sus
colaboradores instalaron en Namibia un equipo
similar al que utilizó en Oregón. De esta forma,
podían observar la manera como los elefantes
escuchaban los sonidos y respondían a aquellos
hechos por otros elefantes. El grupo hizo varios
ensayos antes de reportar los resultados.
En este experimento Payne descubrió que las
hembras emiten ciertos sonidos para atraer a los
machos. Los machos dominantes, por su parte,
emiten sonidos para advertir a los otros machos que
se mantengan alejados de las hembras en celo.
En conclusión podemos ver que Payne
planteó la hipótesis de que los elefantes se
comunicaban por sonidos que se encontraban por
debajo del nivel auditivo de los humanos. Recolectó
información mientras observaba a los elefantes en
zoológicos. Esta información respaldaba su hipótesis.
Luego, viajo a África junto con su equipo de trabajo
para confirmar sus resultados en la naturaleza. Dado
que los datos nuevos, junto con los recogidos por
otros investigadores, respaldaban su hipótesis, esta se
convirtió en una teoría acerca de cómo se
comunicaban los elefantes.