126
I |]ll ilU illl lllil lllt ltilt llil u UNAM 211059 FGPYI

Armand Mattelart - La Mundialización de la Comunicación

  • Upload
    fx

  • View
    682

  • Download
    93

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Armand Mattelart - La Mundialización de la Comunicación

Citation preview

I |]ll ilU illl lllil lllt ltilt llil uUNAM 211059

FGPYI

'l'ítrrlo orí¡¡irral: l-a tnttndialisation de la cr:tnr¿unicatk¡nl)Lrblicrclo cn francés por Presses Universitaires de France, París

'l'r'rrclr¡cciírn dc Orlando Carrcño

( lLrbierta de Mario Eskenazi

Ilsta obra ha sido publicada con la ayuda del Ministerio Francés de Cultura

,s* #/dd5#pqüt4 bffi{ffi("px{/#65

rAcu[TAD D[ clrt{,qltlpoLmcASY $0clAt'kb

Qucclarr rigurrrsanrcnte prohibidas, sin la auto¡iz¿ciirn cscrita de los titula¡es del copttright.bajolassa¡rcioncs cstablccirlas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio oproccclimicnto, comgrrcndidos la rcprografía y el tratanriento informático, y la distribución de ejemplatesdc ella urcdiantc alc¡uilcr o préstano públicos.

A 1996 by Presses Universitaires de France, París

O de la traducción, Orlando CarreñoO 1998 de toclas las ediciones en castellano

Ediciones Paidós Ibérica, S. A.,Av. Diagonal, 662-664 - 08014 Barcelonawww.paidos.com

ISBN: 978"84'4% -0493 -4

Depósito legal B-28.508 / 2007

Impreso en Hurope, S- L.,Lima. I bis - 080J0 Barcelona

Imprcso en España - Printerl in Spain

}¡ACTONALDE

nEXlc0

Sumario

CP

fntroducción

1. Las redes de la universalizaciúnEl <<torrente>> de la IlustraciónLos puestos avanzados del libre cambioI-a construcción de la potencia mundialLas ütopías de la comunícación universal

2, LaÍábrica cultural .

La industria de la informaciónHacia la industrialización de la culturaLa necesaria interdependencia

El poder de la propaganda .

La gestión de la opinión de masasEl irresistible ascenso de Estados UnidosLa internacionalización de las ondas

211059

7

910L3

L923

2929))38

4f4t"45

52

LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

4. La geopolítica bipolar de las tecnologíasConquistar los corazones y las mentes .

Conquistar el espacio.Integrar el Tercer Mundo.

5. La transnaci onalización y la mzón geoecon ómicaHacia el fin del monopolio interestatalCorrelación de fuerzas y mediaciones nacionales.El despertar de las conciencias planetarias.<<Pensar globalmente, actuaÍ localmente>>

6. La globalizaciilnzlas redesde la economía posnacionalEl capitalismo mundial integradoLa búsqueda del mercado único de imágenesAcerca de la guerra global

7. La hactura: por una crítica del globalismo 105

Un nuevo mapa de las desigualdades 1,06

Las fronteras de la monocultura. 110

El movimiento social II9

Conclusión I25

Bibliografía 127

555557(¡l

6565687280

85B'92

101

Inmoducción

o¡Cónzo se tacan los pueblos! ¡Cómo se acortan las

distancias! Y el acercamiento es el conaienzo de la fra-ternidad... En poco tíempo el hombre reconerá la Tie-rra conxo los dioses de Homero recorrían el cíelo, en trespasos. Unos años más y el hilo eléctrico de la concordiarodeará el globo y abrazará al rnundo, (Victor Hugo,t849).

Las redes de comunicación en tiempo real están configurandoel modo de organizacíón del planeta. Lo que se ha convenido endenominar'mundializació n/ globalización -la primera palabra se

declina en todas las lenguas latinas, y la segunda es de origen an-glosajón- corre parejo con la fluidez de intercambios y flujos in-materiales transnacionales. Este pequeño libro se propone inscri-bir esta nueva fase de la apertura al mundo, en la historia de las

formas sociales que ha asumido el proceso de internacionaliza-ción con el transcurso del tiempo. La generulización de la inter-conexión de las economías y las sociedades constituye, en efecto,el resultado de un movimiento hacia la integración mundial queha comenzado en vísperas del siglo xIx. Los dispositivos de co-municación, al ampliar progresivamente el ámbito de circulaciónde las personas y bienes materiales y simbólicos, han acelerado laincorporación de las sociedades particulares en unos conjuntoscadavez más vastos, y no han cesado de desplazar las fronteras fí-sicas, intelectuales y mentales.

LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

Han sido numerosos las actores públicos y privados que hancontribuido attazarlatopografra de las redes y de los sistemas a

escala mundial. Lo hicieron invocando unos ideales y movidospor los más diversos intereses; el universalisrno de una civlliza-ción predestinada, el ecumenismo de la religión, la interdepen-dencia de las naciones impuesta por la seguridad común, el prag-matismo de la empresa, el imperativo categórico de la divisióninternacional del rabajo, o la lucha común de los oprimidos. Eluniverso de las redes, eje esencial del progreso, también se haadueñado de las utopías;

Las redes de comunicación, eterna promesa, simbolizan unmundo mejor, por su catácter solidario. Ya fuese con las carrete-ras, luego con el ferrocarril; o ahora con las <<autopistas de la in-formación>>, esta fe ha venido reciclándose con el sucederse de lasgeneraciones tecnológicas. Las redes, por otra parte, siempre hanestado en el centro de las luchas por el dominio del mundo.

La homogeneizacíón de las sociedades es algo inherente alaunificación del campo económico. Su fragmentación constituyesu corolario. Esto se debe a que aumenta el desfase enúela raz6nmercantil y las culturas; entre un sistema tecnocientífico, que estágeneruIizándose, y el deseo de afirmación de la idenddad. La dis-torsión hace que aparczca como un enigma el resultado de la mar-cha de la humanidad hacia la integración.

Reanudar la genealogía del espacio internacional constituyeunatatea estratégica; tanto más cuanto que las nuevas denomina-ciones mundializac i6n/ glob alización resultan tentadoras y pue-den llegar a deslumbrar. Por ello es conveniente el empleo de laduda metódica a este respecto, rechazando laidea de la a-topíasocial de las palabras que designen el mundo, para poder identi-ficar el lugar del que hablan sus creadores y quienes las llevan a lapúctica. Puesto que estos términos se han difundido en todo elmundo, antes incluso de que se haya establecido su definicióncomo instrumento de análisis. Su vertiginosa y pujante ascensión,marcada por las crisis bursátiles y ecológicas, las expedicionesmilitares, los grandes espectáculos deportivos y otros aconteci-mientos transmitidos por <<mundo visión>>, presenta, como rever-so, el olvido de la historia. Existe, por consiguiente, el gran riesgode que se acreciente la dificultad de distinguir lo que correspondea las quimeras y lo que es propio de las realidades, en un campode representaciones que se muesÚa ya ampliamente abierto a lasmítologías.

1. Las redes de Ia univercalizaciín

La internacionalización de la comunicación es el fruto de dosuniversalismos: la Ilustración y el liberalismo. unas veces .; ,;;:sición, y otras en convergencia, son dos proyecto, d. ao"rtr'u._ción de un_ espacio mundial sin trabas q,r. b,rr.un su concreción.Por un lado,.las <<grandes repúblicas democráticas> de la ñi;revolucionaria; por otro, la <<república mercantil

"niu".rut" JJi,

economía clásica.La comunicación internacional surge con el nacionalismo mo-

derno, para el que el territorio constitriye.l f"",lu-.ni;;t;;b er anía y de_una comunid ad imaginaria. Siguien<io .l r'..otrurÁpor !a Revolución Francesa, se multiplicaian los Estaá;;;.ór"estaforma particular de organización que ya se halaba.n

"-bri¿-en el Tratado de \íestfalia (le+g), q"" p"á fin al orden re;tá;;;;el Papado y el-Sacro Imperio Romano ilermánico, y q"" d? -Á"_ra muy simbólica desplaza el latín de su posiciór, É"g.-A.ri.u,iu_voreciendo el francés como-lingua frarca. A lo largo a"et .igt"

"i" ;.extenderá un sistema de relaciónes que enlaza.rtur.r,r"uá, entída-des nacionales sobre la base de unas normas de derech; ;;;;J;por las mismas. Las fronteras exreriores y las division., "d;ñi;;:tivas internas de los Estados-nación deján de tener una geometríavariable y configuran el marco narural áe la revolucio" i"¿"tttd

10 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

Se establecerá un orden de la producción regido por la división in-ternacional del trabajo, estrechamente imbricado en la construc-ción de un espacio interestatal. La lengua francesa ratlhcatá, en1802, el proyecto de esta nueva economía política mundial con laincorporación del anglicís mo internatictna l.

El <<torrente>r de la Ilustración

Liberación de los fluios

La invención de la comunicación como ideal tuvo lugar alamparo de las ideas de la modernidad y de la perfectibilidad delas sociedades humanas. Es producto de la creencia en el por-venir.

La Ilusúación preparó el nacimiento de aquélla al preconizarel intercambio como creador de valores. Los ingenieros de Pontset Chaussées (Puentes y Caminos) del Antiguo Régimen, que figu-ran entre los primeros que formalizaron una problemática delacomunicación asociada ala organización de un espacio nacional ya la construcción de un mercado interior, la llevarian a cabo alaplicarla a la construcción de carreteras y canales. Considerabanque con la construcción de puentes y eltrazado de carreteras esta-ban materializandolos designios delarazón. Entendían que al do,minar la <<mala naturaleza>>,lainacional,la que separa a los hom-bres impidiéndoles ayudarse entre sí, hacían tríunfar la <<buena

nafixaleza>>,la racional, aquella que une, vincula y asegura la flui-dez de los flujos de circulación de personas y mercancías.

La <libre comunicación del pensamiento y de las opiniones>>,erigida como principio de los Derechos Humanos, se propagarásalvando las fronteras. Denis Diderot (17 B -I7 84) increpa al cen-sor escribiendo en su Lettre sur le comtnerce de la librairie, redac-tadahacia 1763: <<Ptoteja, señor, todas sus fronteras con solda-dos, ármelos con bayonetas para que rechacen todos los librospeligrosos que se presenten; pero esos libros, disculpe la expre-sión, pasarán entre sus piernas y saltarán por encima de sus cabe-zas llegando hasta nosotros>.

La pandoja de la Ilustración es que los autores dela Encyclo-pédie, para hacer ver los beneficios de la libertad de circulaciónde las ideas y de las mercancías, no dudarán en referirse a la Chi-na del despotismo ilustrado. Así, Voltaire (1694-1778) desraca el

I,AS I{HDI]S DT'] I-A UNIVERSAI-IZACION l1

papel que desempeñaban las gacetas publicadas por la corte cle

Pekín en la gestión de los asuntos públicos. Quesnay (1694

1774), el primer teórico de los flujos de la riqueza, se apoya en laperfección de las carreteras y los canales en el imperío chino para

legitimar la máxima de la escuela fisiocrática: Laissezfaire, laissez

passer.

Reuolución en la lengua

La Francia de 1789 se propuso llevar a la práctica la idea delpoder creador del intercambio. Ha construido su unidad y su

identidad nacional -al mismo tiempo que se forió una identidaduniversal* con la universalización de las relaciones jurídicas y lacirculación del dinero, de los bienes y de las personas.

<<Una nación, una ley, un solo idioma.> Sería suprimida la ba-

rrera lingüística que separaba a quienes por su condición eran los

únicos .ápu."t de comptender con claridad lo que tenían que de-

cirse, de la masa, de los que eran considerados incapaces de co-

municarse entre sí. Con ello, la política revolucionaria de unifica-ción de la lengua se proponía reducir las dif'erencias y romper labarrera <le los particularismos heredados de la feudalidad y de las

monarquías absolutas. EI déspota. manifestaba Bertrand Barére

en 1794, ante el Comité de Salut Publíc, <<tenía necesidad de ais-

lar a los pueblos, de separar los países, de dividir los distintos in-tereses, áe impeclir las comunicaciones, de poner fin ala simulta-neidad de las ideas y la identidad de los movimientos>. La unidadlingüística liberarálas fuerzas del ..torrente de la Ilustración>>, ha-

ciendo de cada impresor un <<maestro público cle lengua y de le-

gislacióo>.Para liberalizar los intercambios, no sólo era necesario <<ani-

quilar los dialectos y universalizar el uso de la lengua francesa>r(titulo del informe escrito por el abad Grégoire, en junio de 1794),

sino también <<efectuar una revolución en la misma lengua>. Con-dorcet, por su parte, ya hacía tiempo que había imaginado una

<lengua universalrr, que tendría la cefieza de la geometría, siendo

producto de la <aplicación de los métodos matemáticos a nuevos

ób¡"torrr. La política lingüística de los revolucionarios tiene la ob-sesión de un modelo de <<lengua universal>>: la lengua de los signos.

El lenguaje de los sordomudos, inventado por el abad de I'Epée(I17 6) y perfeccionado por el abad Sicard, despertará entusiasmo

en muchos de ellos.

t2 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

Comunicaciórc medían te sigrcos

La invención del telégrafo óptico, rcalizada por los hermanosChappe, se integra en esa búsqueda de una..lengua de los signos>>.Este sistema se basa en un principio lingüístico: a mayor núm.rode signos con que se cuente, menos signos harán falta pafa trans-,mitir una información, y tanto más rápida será ésta. En la inaugu-ración de la primeralíneatelegráfica, en 1794, Barére declara: <<Es

un medio que tiende a consolidar la unidad de la República, por launión íntima e inmediata que proporciona a todas las partei. Lospueblos modernos, mediante la imprent a, la p ólv or a, la brujula y lalengua de los signos telegráficos, han hecho d.rupat...r loi mayo-res obstáculos que se oponían a la civlización de los hombreso.Surgieron numerosas especulaciones acerca de los posíbles usos ci-viles de esta técnica. Diferentes pensadores revoluiionarios consi-deraban que bastaría con multiplicar las líneas y hacer libre su len-guaje codificado para permitir a rodos los ciudadanos de Francia<<comunicar sus informaciones y sus voluntades>>. De este modo sepodrían reproducir, a escala de todo el territorio nacional, las con-diciones del ágora gúegay, al mismo riempo, saltaba hecha peda-zos la objeción deJean-Jacques Rousseau con respecto a la p-osibi-lidad de <<grandes repúblicas democráticas>>.

Muy pronto, pues, la técnica de comunica ción a larga distan-cia fue considerada g rante de una democracia renovadá.

Es cosa sabida lo que ocurrió a este respecto. El régimen de excep-ción, que le había asignado una función militar y que había deoetaáoel control de los códigos, se convirtió en norma.'Lá <dengua de los sig-nos telegráficos>> fue durante mucho tiempo r.rn r..."ó de Estadó.Sólo quince años después de la invención de1 telégrafo eléctrico (1817)comienza a autorizarse el uso de este medio por parte del público. Eisocialismo utópico compensará esta limitación impuesta en la realidada la expresión de los ciudadanos otorgando a las técnicas de comuni-cación un papel esencial en la construcción imaginaria de la ciudad co-munitaria. Chades Fourier (1772-1837) se anticipa a la implantacióndel telégrafo eléctrico y considerando que el lenguaje de los signosconstituye la base de la <unidad universal>, inventa la <<transmiiiónmtágica>>, que pone en contacto Londres y la India, unidas a travésdel planeta Mercurio, en menos de cuatro horas.

La red de telégrafo óptico se construye en forma de estrella, apartir de la capitaT, del mismo modo que todas las grandes redes quese establecerán posteriormente, y al igtal que la led de cameteiasque la ha precedido. Dicha red se utllilaúp-ara comunicarse con lasgrandes fortalezas de las fronteras y .ostut y con las grandes ciuda-

I,AS ITIJDES DE LA UNIVERSALIZACION IJ

des. Durante el Imperio se extiende hasta Venecia, Amsterdam yMaguncia. Perderá esta dimensión internacional con la caída de Na-poieón Bonaparte.

Normalizaciórc

Comunicarse supone establecer una norma, suprimir el azat.

Las medidas de seguridad adoptadas por el Estado francés conrespecto al telégrafo óptico frenan la dinámica de íntercambiosque había sido preconizada como ideal para la comunicación.Pero hay otras medidas que contribuyen a impulsarla y al esta-

blecimiento de un marco de normas intercambiables que haganposible la comunicación <<universaln. Ésta es la función de la uni-formizaci1ndel cálculo de medidas, fundamento de las transaccio-nes comerciales y base catastral de la fiscalidad. Con la adopcióndel sistema métrico de pesos y medidas desaparece la multiplici-dad de patrones de medida característicos de los usos y costum-bres locales. La nueva unidad, estable, se integra en el mundosimbólico de la comunicación. En la Convención Nacional, en

1792, el astrónomo Joseph de Lalande presenta el metro como<<un nuevo vínculo de fraternidad general para los pueblos que loadopten>>. El abad Grégoire va más lejos y lo saluda como símbo'lo de la unidad nacional y <verdad beneficiosa que ha de conver-

tirse en un nuevo vínculo enffe las naciones y una de las más úti-les conquistas de la igualdaó. En 1875, se incorpora el metro a

las referencias internacionales, pese a la resistencia del imperiobritánico. La.universalízaciín del sistema métrico da lugar a la di-visión decimal de la moneda. Este principio de fraccionamientomonetario, decretado en 1795, es llevado poco después a Estados

Unidos.

Los puestos avanzados del libre cambio

La diuisión iruternacional del trabajo

Para Adam Smith (1723 -1190),fundador de la economía clá-

sica, el comerciante es el ciudadano del mundo. El mercado cos-

mopolita ferminarávenciendo las fuerzas hostiles que oponen las

.ra.lon.r entre sí, y acabará con las viejas <<sociedades militares>>'

La <república mercantil universal>>, que representa una gata;ntía

de enténdímiento entre pueblos y naciones, aspfta a unir a todo

t4 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

el género humano en una comunidad económíca compuesta porc,onsumidores. a quienes los productores ofrecen sus productos.Estos se obtienen de unos competidores al menor precio y en lamayor cantidad posible, y con la mejor calidad.En I776, el eco-nomista escocés, en su obra sobre las causas de la riqueza de lasnaciones, plantea que el individualismo y la libre competencia, enun mercado único regido por la división internacional del traba-jo, constituyen la piedra angular de su régimen universal. La co-municación está en función de la división del trabajo. Siendoaquélla indispensable parapoder gestionar de la mejor maneralaseparación de las tareas enla fábúca, también lo es para la orga-nización del taller mundial.

La máxima <<producir es mover>, tan apreciada por StuartMill (1806-1871), establece el horizonte comunicativo de la eco-nomía política liberal de la segunda mitad del siglo xrx. La regla delibre cambio debe regir tanto la inforrración como los mediosde transporte. El principio del libre flujo de la informacíón se des-prende del de la libre circulación de mercancías y mano de obra.Stuart Mill desarrolla este punto más específicamente en su Prin-ciples of Political Economy, de 1848, donde denuncia las tasas queobstaculizan los flujos de información encareciendo los anunciospublicitarios, los diarios y los servicios de correos.

Al luchar por la abolición de los <<impuestos sobre el saber>>, con-siderados obstáculos para una prensa libre,la filosofía política del li-beralismo aparece como un verdadero ideal emancipador. Preconi-zabala seculanzaciónde la sociedad, establecía la libertad individualcomo eje de las instituciones, y se proponía limitar el poder arbitra-rio del Estado. AI convertirse el libre cambio en verdadero artículode fe, el liberalismo económico desürtúa estos tres componentes yconsagra, de hecho, el determinismo de los intercambios comercia-les. Se produce el surgimiento de la market mentality, según la ex-presión del historiador de la economía Karl Polanyi, el nacimientode una <<nueva sociedad>>, en la que los mecanismos del mercado se

difunden en el conjunto del cuerpo social.El desarrollo de las redes técnicas en la segunda mitad del si-

glo xrx continúa el movimiento de integración económica mun,dial que se inicia en el viraje del siglo xvrr, con la expansión de laCompañía Holandesa de las Indias Orientales (1602), que tiene elmonopolio de las especias. En un mundo que parece todaviaabrir posibilidades infinitas de exploración y de explotación, lasredes se integran en el nuevo reparto del planeta que redistribu-ye las economías nacionales.

I,AS REDES DE LA UNIVERSALIZACION

lil primer espach unl.ficado de los flujos

El telégrafo eléctrico cancela la hipoteca de la seguridad inte-rior, que había impedido que se desarrollaran los usos públicos ycomerciales del telégrafo óptico. Da lugar a acuerdos bilateralesde libre transnrisión. Se firma un primer trata<fo entre Prusia yAustria, a finales de la década de 1840, con ocasión del proyectode enlace telegráfico entre Berlín y Viena. Poco después se pro-ducirá un agrupamiento regional, la Unión Telegráfica Austro-Alemana, y \a fftma de una convención entre Bélgic a, Francia yPrusia. En este ámbito, como en los del ferrocarril y correos, lafutura Alemania destaca como pionera en los proyectos de unifi-cación de redes. Formada por un mosaico de territorios, la unifica-ción de los mismos mediante las técnicas de comunicación cons-tituye un avance de lo que será su unificación política.

La vocación transnacional del telégrafo originó la creación, en1865, de una institución específica: la Unión Telegráfica Internacio-nal. Esta otganización rompe con las formas de acuerdo que esta-

ban en vigor entre Estados soberanos. Los congresos diplomáticos,iniciados en 1815, que se presentaban como un embrión de sistemapolítico regular y muitilateral, lo que hacían realmente era expresarel dominio del Concert européen en las relaciones internacionales.En cambio, la Unión Telegráfica Internacional se abre al conjuntode la <<comunidad de naciones soberanas>r. Esta organización, des-tinada a resolver unos problemas que no quedan ceñidos a las fron-teras estatales, prefigura en este aspecto la otganización internacio-nal moderna. Su misión consistía en establecer procedimientos,normas, escalas aúfanas colrunes para los Estados asociados, ycontabilizar los flujos telegráficos. Las decisiones tomadas ibanacompañadas de garantías, bien al contrario de 1o que ocurría conacuerdos intergubernamentales de otro tipo. Las funciones ejecuti-vas correspondían a un secretariado, o buró internacional, que ac-

tuaba bajo la responsabilidad de expertos e ingenieros, y no de di-plomáticos de profesión.

La Unión General de Correos (1874) adoptará poco más tardeesta fórmula de buró, tomando cuatro años después el nomb¡e deUnión Postal Universal. Hará1o mismo 1a Comisión Internacionaide Pesos y Medidas (I87 5) , que marca la afirmación del sistema mé-tr:ico. Igualmente, la Convención parala Regiamentación Interna-cional de las Rutas Marítímas (1879), la Unión Internacional panlaProtección de la Propiedad Industrial (1881), la Unión Internacio-

5

T6 LA MUNDIAI,IZACIóN DE LA COMUNICACIóN

nal para la Protección de Ias Obras Literarias y Artísticas (188ó),y, asimismo, ia Convención para los Transportes Internacionalespor Femocarrii (1890). Esta fórmula de buró se aplicará en los másvariados ámbitos de la vida social y económica, y en una situacióndonde los proyectos de armonización son numerosos. Según el his-toriador alemán \ü/erner Sombart, se firmaron 17 acuerdos de coo-peración intergubernamental de este tipo entre los años 1850 y1870. Y se firmarán 20 entre 1870 y 1880 y31 entre 1880 y 1890. Lacifra es de 61 en el último decenio. Y se eleva a 108 en el primer de-cenio del siglo xx. Paralelamente a esa armonización destinada afa'cilitar los intercambios internacionales, comienza, a p^rtif del pe-

núltimo decenio del siglo xIX, una normalización en el marco de las

empresas más avanzaáas, que quieren trabajar con piezas que pue-dan intercambiarse. La gran demanda existente, como consecuenciade las necesidades de la Primera Guerra Mundial, junto con la esca-

sa oferta de trabajadores cualificados, contribuirá a estimular esteproceso.

Hacia 7870,Ia cifn anual de transmisiones telegráficas asciendea unos l0 millones. Hacía el cambio de siglo, pasan a ser más del do'ble, y los flujos transfronteras representan una quinta parte de di-chos intercambios. El telégrafo ha modificado profundamente el es-

tatuto económico de la información y los métodos de recogida, deprocesamiento y codificación. También fuerza al especulador a bus-car nuevos procedimientos de intervención en ios mercados. Inte-grará, asimismo, las zonas más apartadas de Europa en el procesoeconómico. En vísperas de la Primera Guera Mundial -señala Som-bart-, cadamañana,las cotizaciones de la Bolsa del trigo de Berlín se

anunciaban al público en todos los pueblos de Siberia.La libenlízación de las líneas internacionales dio origen al pri-

mer espacio eléctrico unificado. Se rata de una iniciativa que con-trasta con la actitud proteccionista que tienen los propios Estadosfirmantes cuando se trata de liberar de obstáculos los fluios de mer'cancías, así como de la aplicación al pie de la lera iiberal de lps tra-tados de comercio inspirados en la doctina del libre cambio, doctrí-na que había sido adoptada por Inglaterra en la década de 1840, ypor sus competidores europeos en la de 1860. Puede decirse que laconvergencia es un hecho en materia de redes telegráficas; pero noocurre así, en modo aiguno, con respecto al nivel de integracíón eco-nómica. En el mismo año en que se crea la Unión Telegráfica, Fran-cia fkma un acuerdo de unión monetaria -la Unión Latina, con Bél-gica, Suiza e ItaIia*, con respecto al franco germinal. En 1867, elgobierno francés convocó una conferencia internacional -al margende la Exposición Universal de París- en la que propuso a todos lospaíses del mundo que se alinearan con esa ..moneda único>. Pro-puesta que no tuvo éxito.

LAS REDES DE LA UNIVERSALIZACION

El tren, símbolo del Estado-naciórc ircdustrial

El primer ferrocarril digno de este nombre apareció en Ingla-terra, en 1830. En el continente, la construcción de redes ferro-viarias alcanzará su apogeo en la década de 1870.

El tren representa, ante todo, el elemento emblemático delprogreso de la revolución industrial en el espacio del Estado-na-ción. Transcurre más de medio siglo desde la inauguración de laprimera línea ferroviaria y \a constitución de la Conferencia In-ternacional de Ferrocarriles. En cuanto alanorma de separaciónentre raíles, la mayor parte de los países europeos adopta, para supropio territorio, la norma del británico Stephenson, el inventorde la locomotora. España y Rusia optan por renunciar a esta nor-ma, por razones de defensa nacional.

La norma de separación entre raíles queda rota no sólo en las co-lonias, sino también en los Estados soberanos dependientes. Cadapotencia, casi incluso cada constructor, sigue una norma diferente.El modelo de implantación de los ferrocarriles, orientada exclusiva-mente a las necesidades de las metrópolis, es el de <<vía de penetra-ción>>, en función de los imperativos del comercio y de los recursosnaturales. Esto se lleva a cabo de forma caricaturesca en las coloniasde África, donde se establece el ferrocamil en el último cuarro de si-glo. Esta tenitoríalizacíón excéntrica también se produce en grandespaíses que son independientes políticamente, pero dependientes enel plano económico. Es el caso de Brasil, donde al igual que en orrospaíses del Cono Sur, la presencia de intereses británicos -y también,en segundo lugar, franceses- es determinante. A finales del siglo xrxhay al menos cinco redes independientes, con autonomía, desplega-das en forma de abanico centrado en un puerto y abierto hacia subinterland de minas y plantaciones. Este tipo de construcción orien-tadahacia el exterior fue la que también prevaieció en la zona geo-política denominada el <Mediterráneo norteamericano>> (el Caribey América Central). Los contratos leoninos parala concesión de lí-neas de telégrafo, de transporte marítimo y de femocarriles, que fue-ron arrancados en los años 1880- 1890 a las oligarquías locales por lasgrandes compañías de plantaciones, como la United Fruit -adelan-tada de los grupos agroalimentarios modernos-, guardan estrecharelación con la formación del concepto de <república bananera>r. Elembrollo en materia de ferrocarriles aTcanza su punto culminante enel imperio de China, a finales del siglo, donde las vías que partían delos puertos y de las concesiones se construían con arreglo a cinco es-tándares diferentes de construcción: el ruso, ei japonés, el anglonor-teamericano, el alemán y el franco-belga.

U

18 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

El tiempo mundial de los gestores

- .La organizaciín de los ferrocarriles precede a la instauraciónde la hora universal. La regulación del tráfico exigíalaadopción deuna hora nacional, y con el fin de solucionar el problema de ladispersión producida por las horas locales, los fÉrrocarriles bri-tánicos establecieron su. <<hora legaL> con arreglo al tiempo delmeridiano de Greenwich. La comunidad inteÁacional tómó ladecisión, en 1884, de sincronizar las diferentes horas nacionales,y eligió la hora de Greenwich como punro de referencia pa.z cal-cular el trrmpo_universal. Países como Francia (que hubiu pro-puesto la hora del meridiano del Observatoire de Farís), Españay_ Brasil, entendiendo que la decisión tomada significaba un avaldado ala potencia victoriana, no aceptarían dicña decisión hasta19II.

_ Las compañías de ferrocarriles aportan otros dos elementos debase para la constucción de esa raóionalidad del capitalismo mo-derno a escala mundial. Las empresas femoviarias (i tambíén, encierta medida, las compañías de telégrafos) representan las primerasgrandes empresas modernas. Por ello, tenían mayor n"cesidad qrreotro tipo de empresas de innovar en el terreno orginizativo,pnru po_der gestionar los flu]'os conrinuos de bienes, de Jervicios v.áe infor-mación a gran escala. Se convierten, así, en daboratorios>> ie métodosde gestión modernos. Son las que inventan el managerial capitarism(capitalismo de gestión), recogiendo los términos dJAfredthand-ler, historiador de la empresa, quien sitúa en ese punto el nacimien_to de las compañías <multidiviiionarias>>, esto es-, las primeras queemplean un gran número de ejecutivos en las funcionl, d..oordi_nación, vígiiancia y evaluación de las actividades de varias unidadesde explotación dispersas territorialmente. por otro lado. la cons_tucción de ferrocarriles a lo largo del mundo, que hace necesario re-currir a préstamos extranieros, impulsa la internacionalización de losmercados financieros, y conduce á la dirección de las empresas porparte del capital-financiero. La mayor parte de los capitales ."poiru-dos a lo largo-del siglo xrx sirvieion, efectivamentÉ, paru la'.orrs_trucción de redes ferroviarias, puerros, canales y otros eauipamientospúblicos. En cuanro a las minás, plantaciones y

"mpresasind.rst.iu_les, captatán-apenas un tercio de ese conjunto de inversiones. La pa.-te restante, finalmente, conesponderá a establecimientos comeicia,les, bancarios_y de otro tipo. Los bancos comercíales, que relegan aun segundo plano a la altabanca, tejen en todo el *,r.io sus i"desde agencias.

I.AS ITEDES DE I,A UNIVEITSAI-IZACION

La construcción de la potencia mundial

El cable submarino y la pax britannica

El imperio británico es, en el siglo xrx, el nuevo polo econír-mico y financiero hacia el que convergen los grandes flujos de ri-quezas y de la comunicación a distancia. Londres se convierte enel centro de una <<economía-rnundo>> en el sentido que le da elhistoriador Fernand Braudel. Un centro a partir del cual se orga-nizan y distribuyen jerárquicamente las otras potencias, las zonasintermedias y las regiones periféricas. El cable submarino pro-porciona una muestra sobradamente elocuente de la hegemoníavictoriana.

El primer cable submarino fue inaugurado en 1851. Unía Calais,Douv¡es y París con el mercado financiero de Londres. Quince añosmás tarde, después de ffes intentos infructuosos, se instala el primercable transatlántico. Una línea directa, tendida entre Malta y Ale-janáría, permitía a Londres la comunicación directa con la India.En la década de 1870 se extiende la red británica en Asia del Su-deste, en Australia, China, las Anti-llas y América del Sur. El cableadode África tendrá lugar algo más tarde, a finaies de los años ochenta,y en los comienzos de la década de 1890. Lo que podría considerar-se el último eslabón de la red mundial británica, el Transpacífico, se

termina en 1902. En esta fecha, el sistema de cableado del imperiobritánico representa los dos tercios del conjunto de la red mundial.En cuanto a su flota de ba¡cos cableros, es diez veces más impor-tante que la francesa. Considerándolo desde un punto de vista geo'estratégico, el hecho de que -a diferencia de Francia, donde el cablees gestionado por el Estado- el cable submarino británico perte-nezca a compañías privadas no cambia las cosas, ya que hay quetener en cuenta los estrechos lazos entre la lógica comercial y la di-plomática. La expansión de las compañías privadas recibió el res-paldo del Almirantazgo británico y contó con la competencia de losservicios cartográficos. Esa expansión se apoyaba en el control delas materias primas (cobre y caucho), lafuerza financiera, el domi-nio del proceso tecnológico del cableado (fabricación, tendido yexplotación), a lo que se añaáia la supremacía de la Navy y de lasgrandes navieras de buques de vapor que estaban radicadas en Lon-dres. El sistema británico constituye un intermediari<l obligadopara las comunicaciones oficiales de los otros gobiernos. Se tiene,así, que cuando estalla la crisis de Fachoda, con el enfrentamientoentre el plan de expansión del imperio colonial francés, del Oestehacia el Este, y el del imperio británico (este úitimo, de Norte a

L9

20 LA MUNDIALIZACIóN DE LA CoMUNICACIóN

Sur), París ha de comunicarse con el Sudan y el jefe de la expedi-ción francesa, a través de los enlaces controlados por su rival.

-

Los primeros signos de oposición a Ia hegemonía británica seproducen enla década de 1890. El Posr Office se había negado a au-torizar el paso por su territorio de un cable transatlántico alemán.Berlín decidió entonces emplearse a fondo para controlar el conjun-to del proceso tecnológico, desde el constructor hasta el operador.El Kaiser inauguró, en 1900, el primer cableado Emden-NuevaYork, pasando por las Azores, y dos años más rarde inauguraría unsegundo.

Estados Unidos tiende, en 1901, su primer cable a través del Pa-cífico, uniendo San Francisco por Honolulú y Guam a Manila. Esta-dos Unidos había arrebatado cinco años antes las islas Filipinas a unimperio español moribundo.

El reparto de frecuencias

Guglielmo Marconi abrió en I90l laera de las radiocomuni-caciones transatlánticas logrando que la letra J atravesara el océa-no. La Nar,y, el \X/ar Office y el Pcist Office son los que prímerose interesan por las patentes del ingeniero italiano. La firma bri-tánica Marconi Co. adquiere su propiedad en exclusiva, hechoque marca el comienzo del intento británico de gatantizat unmarco institucional paru \a internacionalización de esta nuevatecnología que se inspira en el mismo esquema que el vigentepara el cable submarino. Pero se interpone Alemania, que cuentacon patentes de las empresas Siemens y AEG y que funda Tele-funken, en 1903, para su explotación. Alemania impulsa la cele-bración de dos conferencias internacíonales que tienen lugar enBerlín, en 1903 y 1906. La tesis inglesa sobre la necesidad de im-poner un solo tipo de apatato parala transmisión de señales seencuentra en minoría; queda abierta la libre competencia en elseno de un club muy restringido de propietarios de patentes, conuna tecnología que tendrá un uso militar hasta el fin de la PrimeraGuerra Mundial. La conferencia de 1906 había creado la UniónRadiotelegráfica Internacional. Ésta regula la cuestión de las in-terferencias y sienta las bases de un orden desigual de la comuni-cación mundial. Las potencias marítimas, principales utilizadorasde estas tecnologías, imponen \a rcgla de carácter imperial de<<primer llegado, primer servido>. Bastaba con que un país notifi-case a la Unión su propósiro de utilizar una longitud de ondapara que la obtuviera. Esta regla condujo a poco menos que una

I,AS REDES DE LA UNIVERSALIZACION

lnonopolización del espectro radiofónico mundial por parte deuna minoría. Constituye también una muestra del <<intercambiodesiguab> en el campo de las comunicaciones; un desfase entre lossistemas productivos que ha ido aumentando con el desarrollocientífico y técnico. La diferencia en 1800 del producto nacionalbruto, por persona, entre el Norte y el Sur era insignificante. Alfinal del período de los imperios (1875-1914), la diferencia pasa a

ser de tfes a uno.

Ya en los primeros años del siglo xx, los círculos socialistas

-con toda su variedad de tendencias* trataban de definir lanatura-leza áe esta lógica del valor de intercambio que caracteriza el áe-samollo desigual. Acuñarían el concepto de <imperialismo>>. En elcentro de sus análisis se situaba la formación de los grandes cártelesy trusts destinados a organizar el mercado, es decir, a limitar una com-petencia que Adam Smith quería que fuese libre. Los principaleseran los cárteles de la industria electrotécnica, los trusts dei secto¡energético, y las compañías de ferrocarriles, en alianza con la side-rurgia.

En la Conferencia de Berlín de 1906,la regulación internacio-nal del teléfono, patentado por Edison en 1876 y regido medianteacuerdos bilaterales, parece ptesentar menos retos que la concer-niente a las radiocomunicaciones. Cabe señalar que la internacio-nalización de esta red todavía tiene un alcance limitado. La prime-ra transmisión de París hacia Bruselas tuvo lugar en 1887. De Paríshacia Londres, se realizó tres años más tarde. El teléfono no alcan-zaráuna dimensión realmente mundial hasta septiembre de 1956,con la puesta en servicio del primer cable telefónico submarinoransatlántico, poco antes del lanzamiento del primer satélite arti-ficial.

l.a guerra y la geopolítica

Ha existido una estrecha relación entre el desarrollo de lastccnologías de la comunicación y los conflictos que estallaron enla segunda mitad del siglo xrx. Durante la guerra de Crimea(1853-1856) se hizo el tendido del primer cable a través del MarNegro; también se establecieron líneas telegráficas directas, tantocn el terreno de operaciones como entre los Estados Mayores ylos gobiernos de Londres y París. La invasión de México por suvecino del Norte (formulándose por primera vez, de manera ex-

1rlícita, la doctrina expansionistadelManifestDestiny) pone de re-

2l

22 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

lieve, ya en 1846, la utílidad del teléfono eléctrico en cuanro aoperaciones militares y transmisión de información. La guerra deSecesión (1861-1865) es la que proporciona a los esrraregas mili-tares la más rica información sobre la utllización del <cabailo dehierro>> y de las líneas telegráficas. Fueron muchos los ejércitos-en primer lugar, el prusiano- que se inspiraron en aquella gue-ffa para sus proyectos de logística -ese arte de mover los ejércí-tos-, y que crearon <<tropas de comunicacióru>. Antes del estalli-do de la Primera Guerra Mundial se producen dos guerras: laguerra de los Boers (L899-L902) y la guerra ruso-japones a (1904-1905); donde se confirma, en el caso de la primera, el peso deci-sivo del tren y del telégrafo y, en la segunda, el papel que desem-peñan las radiocomunicaciones. No tardará Inglaterra en extraerlas enseñanzas de este conflicto, declarando la tadiotelegrafiamonopolio estatal, con la atribución al Almirantazgo del deiechode fiscalización.

El control de los complejos geocomunicarivos originatá tensio-nes, tanto de orden nacional como internacional. En China, el mo-vimiento paru eI rescate y nacionalización de los femocarriles, queexigía que se construyeran líneas ferroviarias hacia las capitales deprovincia, converge con la insurrección republicana de \ü7uhan,produciéndose la caída, en 1911, de un imperio milenario. En elmarco de la <Cuestión de Oriente>>, el imperio otomano habíaotorgado al imperio alemán la concesión del cableado enrre Cons-t^nza y Constantinopla, así como la concesión de la línea de ferro-carril hacia Bagdad (y, a más largo plazo, hasta el Golfo Pérsico).Estos hechos suscitaron tensiones en los imperios rivales. Ingla-terra y Francia vieron en ello una materialización del proyectoexpansionista del pangermanismo, tratando de aplicar la divisaDrang nach Osten con la consolidación de sus posiciones en una re-gión abierta hacia los campos petrolíferos. Contarrestar al impe-rio británico mediante el rodeo del Canal de Suez constiruye ;naconstante en las esrategias de expansión ferroviari ahacíael Orien-te. Esto es algo que subyace en el proyecto pangermánico y que setiene presente en la construcción del Transiberiano. Los trabajosdel enlace Moscú-Vladivosrok (S.156 km), que comienzan en 1d91y finalizan en 1903, abren una puerta al Extremo Oriente y pro-porcionan a1 imperio zarista unas posiciones estratégicas de ia ma-yor importancia.

En este contexto de pangermanismo, Friedrich Ratzel publica,en 1897, el primer ftatado de geopolítica, ritulado Politiscbe Geo-gfaphie, que sienta las bases de una <<ciencia del espacio>>, avancede una ciencia de las redes. Las redes <<vilalizan>> el territorio. El

I-AS ITEDES DE LA UNIVERSALIZACIóN

autor había comprendido su importancia, confrontándose, en pri-mer lugar, sobre el terreno, con el espacio norteamericano en ple-no dinamismo. Este texto teórico establece el concepto de <poten-cia mundial> y aborda la dimensión espacial de las relacionesinternacionales bajo un ángulo planetario. Cabe señalar también laaparición de una ideología de corte biológico: la <<ideología espa-

cialista>>, con sus nociones de <<espacios de vida> o de <fronterasnaturales>r, base de legitimidad para muchos expansionismos futu-ros: esto es, el espacio vital considerado como expresión de las le-yes del territorio animal, justificandcl la grena, ias conquistas y iasinvasiones.

Las utopías de Ia comunicación universal

La asociaciórc urciuersa l

En la primera mitad del siglo xIX se consolida en Francia unaconcepción redentora de la comupicación en el ámbito interna-cional. <<Enlazar el universo>> y <<Todo por el vapor y la electrici-dad>> son consignas de los discípulos del filósofo francés Claude-Henri de Saint-Simon (1760-1825).

Frente a la visión economicista de la división internacional delftabajo propuesta por Adam Smith, a la que se acusa de aumentarla diferencia entre ricos y pobres, Saint-Simon expone al principiode la década de 1820 la utopía de la <<Asociación universal desde

el punto de vista de la industria>>, con la explotación del globo te-rrestre por parte de .<hombres asociados>>, que ttabaiarían movi-dos por un impulso común en la rcalización de un obietivo co-

mún. E1 planeta -según Saint'Simon- debe ser <<administrado>>

por los industriales como una <<gran sociedad de industria>>, y no<<gobernado>> por un Estado que lo tutele. Este axioma funda el<<saber positivo> en la gestión de los hombres. En este proyecto dereestructuración, la red se convierte en la figura emblemática de lanueva organ ización social.

Esta teoría reorganizadora debe permitir que la sociedad con-temporánea salga de la dobie crisis en la que se debate. La primerade ellas se prolonga desde 1789 y tiene su origen en el..saber negati-von de la Iiustración y sus desvíos revolucionarios. La actitud críticasería legítima en lo concerniente a socavar el viejo orden; pero la ac-

titud crítica se convirtió en antiproductiva para la creación de unnuevo orden social y para asegurar el <paso clel sistema feudal y teo-

23

24 LA MUNDIALIZACIóN DE LA CoMUNICACIóN

lógico al sistema industrial y científico>>. La segunda crisis se produ-ce por la existencia de una <<Europa desorganizada>> que no consiguereconstituir un <<sistema de paz internacional>>, que perdió con el finde la unidad del mundo cristiano.

Eldeterminismct de las redes

Saint-Simon fue partidario de la red de carrereras y un ad-mirador de la ingeniería de Caminos y Puentes. Habían trans-currido siete años desde su muerte, en 1832, cuando su discí-pulo Michel Chevalier (1306-1879) formula una concepcióndeterminista de las redes de <<civilización circulante>>. Pór en-tonces, el ferrocarril y la locomotora distan mucho de haber re-velado todo su potencial en cuanto a la estructuración del espa-cio. Hay que tener en cuenta que tan sólo hacía dos años queInglaterra había establecido la primera línea de ferrocarril dig-na de este nombre. Las autoridades francesas, por su parte, so-pesan y calculan las ventajas de esa invención. Hasta 1842 no sevota en ParísLa ley que creala red nacional. Chevalier se consi-deraú un visionario.

Chevalier, al igual qlle su maesuo, considera que las <<redes es-pirituales>>, o de crédito financiero, y las <<redes materiales>>, o decomunicación, ejercen una función de cohesión del gran cuerpoconstituido por el organismo social. Piensa que las redes ferrovia-rias, articulándose con las redes marítimas y la comunica ción alargadistancia, serán los vectores de la Asociación Universal. Entendien-do ésta como una asociación que ha de comenzar con la formación deun <<Sistema Meditemáneo>>, cuyos ingenieros y obreros llegan a lamisma al readaptarse el ejército a las tareas civiles. Forma dé reem-plazamiento de la religión (del latín religare,..unir>>), la comunica-ción tiene la función, como aquélla, de <<unir>> a los miembros desu-nidos de una comunidad oculta y sacar de su entumecimiento alas civilizaciones adormecidas, desde Grecia al Asia Menor, desdeEspaña hasta Rusia. La solución consiste en <<situar ante ellas losejemplos de un movimiento extraordinario, para impulsarlas con elespectáculo de una prodigiosa velocidad, invitándolas a seguír la co-miente que circulará hasta su puerra>>. Para Chevalier, Ia cuestión dela democracia constituye una verdadera variable dependiente deldesarrollo técnico e industrial, y no representa una cuestión centralen su preocupación por el ordenamiento del mundo. Esto no obs-ta, en modo alguno, para que repita como una cantinela: la comuni-cación reduce las distancias no sólo de un punto a otro, sino también

I-AS REDES DE LA I'NIVERSALIZACION

entre las clases sociales. La mejora de las comunicaciones ecluivale,por consiguiente, a <<actuar por la igualdad y ia democracia>.

Con la disolución de la Iglesia sansimoniana y la desaparición deias amplias perspectivas del período de la militancia, la coruiente san-simoniana se limitará a expresar, con anticipación, un pensamientode gestión, simbolizando la mentalidad empresarial de la segunda n-ri-

tad del sigio xrx. La ideología redentora de las redes, creadoras de unvínculo universal, Iegitima el positivismo administrativo.

Los nuevos empresarios inspirados por esta docrina industria-lista sientan las bases del espacio internacional cubierto de redes,con la creación de compañías de ferrocariles y líneas marítimas, conla fundación de instituciones de crédito y el establecimiento de ca-nales transoceánicos.

l-a <<internacionalidad> de las redes sociales

Quienes se sintieron decepcionados por el sansimonismo y se

nantuvieron fieles a la aspiración a una sociedad más justa, vis-umbrada por Saint-Simon, se alejarían de la concepción tecnicis-:a de la red, considerada como determinante de una nueva socie-lad. Muchos de ellos se unieron a los precursores del socialismo,

truienes depositaban sus esperanzas en las redes sociales, para po-ler <<entrelazar el universo>>. También se identificarán muchosron las palabras de Pierre-Joseph Proudhon (1809'1864), en sutbn Reformas que deben efectuarse en la explotación de los fe-"rocarriles (1885), donde critica a los que confunden el <<movi-

niento mercantiL> con el <<movimiento intelecuaL>: <<Lo que hace:ircular las ideas, cono se dice, no son los coches, sino los escri-:ores; es la discusión política,la prensa libre... Se ha triplicadola:xtensión de los ferrocarriles en Francia, pero no observamos

true desde entonces haya circulado la menor idea>>.

La noción de internacionaii.lad, que aparece en 184), en el mar-co de un pensamiento cenffado en la red social, surge con los escri-tos de una pionera del feminismo, Flora Tristan (1803-1844), quiense encuentra también en el cruce de culturas, ya que es hija de mac{refrancesa y de padre peruano. Su proyecto de Unión Obrera tienecomo base el <<nuevo principio del internacionalismor> (una nociónque también figurará, cinco años después, enelManífiesto Comunis-ta deMarx y Engels). En el índice del proyecto de la Unión Obreraaparece en primer lugar este título: <<Acerca de los intereses genera-les, es decir, de los intereses internacionales europeos y de todo elnrundo>r. El <cosmopolitismo democrático> se convierte en una con-

25

26 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

signa de numerosos movimienros que, llevando las ideas ala prácti_ca, crean su propia prcnsa, cuentan muchas veces con sus propioscbansonniers (cancioneros) ,-y viajan por todos los caminos purá ai_fundir sus ideales de ..confiaternidado y de <<solidaridad átr. la,naciones y los individuos>>. La Primera Internacional de ros Trabaja-dores se funda en 1864, en Londres. En sus Estatutos ,e le", ..Laemancipación del trabajo no es un problema local, o nacional, sinosocial, se extiende a todos los países en los que existe la sociedaá mo-derna y requiere para su soluiión la coopÉración teórica y prácticade los países mis avanzados [...]. Se fundala Asociación pu.u .r.ur *punto cental de comunicación y de cooperación

"ntré lu, socieda,

des obreras de los difere¡tes paíies que tienen ios mismos ob¡.tiuor,la cooperación mutua, el p.ogreso y i, completu liberación ¿é f, .i.-se obrera>>. La Primera Internacional es disuelta diez años -e, ,rJ..El pensamiento uníversalista sufre una crisis como consecuencia detres fracas.os: la guerra franco-prusíana, que sitúa en un primer pla_no eJ patriotismo; el aplastamiento de la Comuna de par?s, qu. iru.ia derrora de la minoría de <<internacionalistas>> y de su divisa: olabandera de la Comuna es_la de la repúbiica universalrr; firrnlÁ.nt ,las concepciones acerca, del aparato estatal y sobre l"; ;b;;ñ;medios de acción, que hacen enfrentarse eárre sí a los difer.nte,integrantes del movimiento obrero. Estas divergencias van a serlas .que pronto establezcan el mapa de las grañdes federacione,sindicales y de sus alianzas internaóional.r. Añres d. ,u diroi;;i;;,se produce en el seno de la Primera Internacional ,rn .rrfr.rrtu-i"njto entre do.s concepciones del Estado con respecto a la idea áe<<servicio público> en su aplicacíón ala gesrión de las redes de fe-rrocarriles.

El novelista.E^uSé¡e Sue (1804-1875), simpatizante del primersansimonismo, difunde en sus novelas-folletín, Lntre 1gl0 y 1SZS suutopía de reforma social y de reconciliación pacífica .n,r. lt, ,i-, uIos pobres. Los relaros de esre antiguo cirujano d" l, M;;i", _;;íinfluido en sus comienzos por la esiuela inglesa ¿"

"ou"ln g¿ri.r, í,por su principal representante, Ann Radclifie- populmiran".rn ,ru"'_

vo.género, que constituye un precedente de la ..rlt.r.u de masas y dela industria cultural; y que representa también una de las primerasexpresiones de la literatura por entregas que iogra franquear lasftonteras. En cuanro a JuLo Grne, .onIig,r. lu populuriduj u t.uuá.de las hazañas de los héroes prometeicos del piog.eso, que pone enescena, entre 1860 y 1906, en las redes de vapor y electricidaá que sevan entetejiendo en e1 globo rerráqueo. Con lo que prolonga lás ge-nerosas aspiraciones de los primeros socialistas ,_r1ópi.or.

I-AS ITI'DI]S DE I-A TJNIVTJIISAI-IZACIóN 27

Las Expos ícion cs U n íu ersa lcs

Las grandes Extrrosicíones Universales han sido aconteci-nrientos qr-re aficionaron a los seguiclores de Saint-Simon y quccontribuyeron a la formación del imaginario comunicativo. Iis-tos grandes ceremoniales intcrnacionales harán de París -queorganizó cinco de estas exposiciones- <la capital cultural del si-glo xrx>>. En estos <<recintos pacíficos del progreso>>, donde seexponían los productos de la economía de los distintos países,fueron creadas numerosas organizaciones internacionales, tantode los gobiernos corro no gubernamentales, que celebrarían suscongresos sobre los más diversos temas en ese amplio marco. Ex-posiciones e invenciones técnicas se entrelazaban y respaldabanen la propagación de las ideas de lapaz y de la unión entre lospueblos: <<Todos los hombres son bermanos>>. Con cada genera-ción tecnológica, y bajo la égida dc Ia civilización occidental, se

tiene ocasión de poner de relieve los grandes temas de la con-cordia general y de la reconciliación con respecto a los antagonis-mos sociales. De modo muy simbólico, la primera ExposiciónUniversal, celebrada en el Crystal Palace de Londres, en 1851,inaugura el prirner cable submarino internacional, entre Douvresy Calais. Y en la de París que finaliza el siglo, en 1900, se asisreal triunfo del cine.

Con cl cine, lamitología rle ia comunicación universal entra en iaera de la irnagen. Esta representará otro de los sinbolos del fin de lasdesigr-raldades enne las clases, los grupos y las naciones. <Las imáge-nes en movin-riento -escribía el nor,elista Jack London (1876-1916)en la revista Paramr¡unt Magazinc, de fcbrero de 1915- demiban lasbarretas de la pobreza y del errtorno que obstaculizaban las sendashacia la eclucación, y difundcn el saber er-r un lenguaje que todo elmundo puede comprender. El trabajador que sólo cuenta con unpobre vocabulario es un igual del sabio[...]. La educación universales el mensaje. Conternplad, horrorizaclos, las escenas de guerra, y osconvertiréis en heraidos de la paz[...]. Con este l.edio mágico, losextremos de la socíeclad dan un paso, accrcándose, cn un ínevitablereequilibrio cle la condición humana.

I.us nuauas Arcudias de ltt clectricírJdd

l-a cncrgía eléctrica había nutrido los imaginarios de la comu-nicirc'itin antc¡s, incluso, de que comenzasen sus aplicaciones in-

28 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

dustriales y en el hogar. En 1852, una obra en inglés, Tbe SilentReuolutiorc, plantea la armonía social de la humanidad sobre labase de una <<red perfecta de filamentos eléctricos>>.

__ A fínales del siglo xrx, el anarquisra y gelgrafo ruso, pedroKropotkin (1842 I92I), y el sociólogo escócéi Patrick Geddes(1864 1932), críticos acerbos de los efectos destrucrivos de la in-dustrialización, proclaman que la electricidad representa el pun-to de partida de la era neotécnica.

A la concepción liberal de la división del trabajo, que levantamuros entre grupos, clases, pueblos y naciones, y a la intérpretaciónneodarwinista de la_ historia como competenéia vital, Kropotkinopone la historia de las formas sucesivas áe la <ayuda mutua y reciproc?, la historia de la progresiva integración dé lo, g.rrpos É.rma-nos. Este es, en su opinión, el único parámetro parlpiáer juzgaracerca de la evolución de nuestro planeta hacia una comunid"admundial. La enetgía eléctrica sería lá forma de entroncar offa vezcon el curso histórico de la lógica comrmitaria que mueve a ios sereshumanos a ser solidarios ent.é sí. Esta n.r.rru

"tupu de la historia de

la humanidad incidirá en las esrrecheces de la eia paleotécnica, ca-ractetizada por la mecánica, las concentracion., y io, imperios, ha-ciendo emerger una sociedad horizontal y ransp;rente. Hu siáo elmodelo industrial el que ha impedido el desarrolio de las potenciari-dades liberadoras de la electiiidad. Desconcenrrar v descentariza-ción: la nueva energía abre la edad de la reconciliación entre ra ciu-dad y el campo, el tabajo y el ocio, el cerebro y las manos. Estacorrierrte de pensamiento, con su contribuci6n alaplanificación re-gional, ejercerá influencia durante mucho tiempo en las utopías delurbanismo.

Existe un marcado contraste entre el discurso utópico sobrelas promesas de un mundo mejor, alcanzado por la mediaciónde las técnicas, y la realidad de las luchas por^el conrrol de losequipos e instrumentos de la comunicación; así como por la he-gemonía con respecto a normas y sistemas. En los albores de laera neotécnica, en 1881, se celebró en París la primer4 exposicióninternacional de la electricidad. Los delegadós de las pbtenciasposeedoras de las patentes ligadas a esta invención se reunieronen el marco de este acontecimiento, para decidir acerca de Iaadopción de unidades de medida universales, como el amperio,el voltio, etc. A diferencia de 1o que sucedía en las Expori.ion.,Universales, ningún Estado soberano de la periferia séúa invíta-do a esta reunión en la cumbre.

La fábúca cultutal

El siglo xx inventa Ias neus y el ideal de la instantaneidad deinformación. Las grandes agencias de prensa son creadas entret0 y 1850. Los grandes grupos de prensa se constituyen a pa?de I87 5 . Aparecen los primeros géneros escritos de la produc-

cultural de masas. Antes incluso de que estalle la PrimeraMundial, las industrias cinematogúÍica y de la música

ran su gran capacidadpanla exportación.

industria de la información

agentes de la news value

'.Las agencias de prensa se encuentran en el centro del sistema

rndial de noticias, con sus estructuras de recogida y difusión deVan tejiendo sus redes de corresponsales en todo

i0 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

cl tnundo, y también intervienen en los proyectos de cableadosubmarino.

La agencia l{avas, que precede a la Agence France-Presse(AIrP) fue funclada en 1835. La agencia alemana Wolff lo será en1849. En cuaoto a7a agenciabútánica Reuter, nace en 1851. Ha-vas clesarrolla una actividad en la que combina noticias e infor-macioncs publicitarias. Reuter concede un interés especial a susscrvici<rs de información económica. Las agencias norteameri-canas Associated Press (AP) y United Press (UP) aparecen en 1848y 1L)07, respectivamente. Unicamente las tres agencias europeastenían envergadura internacional. Por medio de un tratado, en1B70, con el que establecen alianzas, las tres grandes agencias se

distribuyen el mundo en forma de <<territorios> o zonas de in-fluencia. Se produce la aparición de un mercado de la informa-ción concebido a escaia mundial y con arreglo a unos interesesgeopolíticos. Cada una de las agencias se compromete a no dis-tribuir informaciones en los <<temitorios>> de las otras dos. Reuterse reserva el conjunto del imperio británico, Holanda y sus colo-nias, Australia, las Indias Orientales y el Extremo Oriente. A laagencia Havas le corresponden Francia ,Italia, España, Portugal,el Levante, Indochina y América Latina. La agencia \íolff cen-tra su actividad en la Europa central y septentrional (unos mer-cados que pierde al final de la guerra mundial de 1914 a 1918).Con respecto a diversos territorios y zonas, como en el caso delimperio otomano y de Egipto, se estableció un acuerdo de ex'plotación conjunta. Otros países -como fue el caso de EstadosUnidos- son declarados <<neutrales>>. Esta organización oligopó-lica rcfuetza, por otra parte, el monopolio de cada una de lasgrandes agencias en su propio mercado nacional. La regla de loscárteles y de los <<territorios>> se mantendrá durante más de me-dio siglo.

La implantación de las agencias de plensa norteamericanas a es-

caia mundial se produjo con retraso, pero ello no es óbice para queel modelo de prensa de Estados Unidos ejerza gran influencia en laevolución de la prensa francesa. Esto ocurre en un período realmen-te cruciai, cuando los diarios, en una situación favorable gracias a laley de libertad de prensa de 1881, tratan de hacerse con un mercadopopular. En 1881, se crea un diario en iengua inglesa, eI MorningNews, en París" En 1884, aparece Le Matin, que se inspira en dichaexperiencia, y que cuenta con un equipo de periodistas entre los quefiguran no pocos ingleses y norteamericanos. Poco más tarde, elNetu York Herald Ianza una edicíón europea en la capital francesa.

I A I'AI}ITIC.A CUI,'TURAL

list() va a producir un fuertc impacto en los cliarios parisinos y enlrr rr¡¡encia Havas, que siguen favoreciendo las noticias políticas ytlilrkulziticas, consideradas c1e mayor rango dentro de la profesión¡rt'r'iodística. Se ven enfrentados a un moclclo periodístico que cialrr lrrioritlad ala netus ualtre, al hunzan interest. Es una infbrmaciónlripida, concisa corro ulr mensaje telegráfico, úti1, que corre tr¿s lossuccsos. Según Michael Palmer, historiaclor de los medios cle cornu-rricación, la noción cle <<ar¡ericanización>> tiene su origen en este pri-nrcr cncucntro con cl modelo prof-esional norteamericano. Esta no-t'irin prende también en el ámbito del entrerenimiento. Se puedet'itar, a este respecto, la llegada de Buffalo Bill y su abigarrada com-¡rrrñía de <pieies rojas>>, con ocasión de la Exposición Universal deIut39. La prensa parisina compara dos tipos de entretenimiento: elrlc la comediante Sarah Bernhardt, y e1 de Buflilo Bill, apodado<Napoleón de la praderar; eI dc Corneille, y el de las cabalgadas fan-t iisticas.

El año 1898 es decisivo para la legitimación de la info¡maciór-r in-lcrnacional. En este año tienen lugar tres acontecimientos que revis-tclr uu gr:an <intcrés humanor>: Irachoda, el asunto Drcyfus y el de-scmbarco <lelos ntarines en la isla de Cuba. Con el fin c{e provocar laguerra en la isla de Cuba, una cie las últimas posesiones de un impe-lio español moribundo ¡r enfrentado con una rebelión de los auróc-tonos, la prelrsa sensacionalista de William Randofuh l{earst (r'erda-clcro cloble de| Citlzen Kant: intnortalizaclo más tarde por OlsonWelles) desencadena un¿l enorme campana dc intoxicación que tie-luc su correspondencia en las manifestaciones cle la calie. Se ven imá-gcnes de la miseria y e1 hambre de las mujeres y de unos niños de unaclclgadez esquelética. Todos encemados por el ejército español encanpos de reagrupamiento, los reconcentradrtr, para evitar toclo tiporlc contacto con los insurrectos. Son imzígcncs e informaciones conlas que se busca actuar sobre los sentimientos y preparar la coartacla

l)ara una intervención irrpería1 de nuevci tipo, puesto qlre no sería decarácter clásicamente colonialista. Hay una anécdota que resumebien Io singular de la sítuación. I{earst envía a La lJabana a un re-portero y al célebre dibujante Frederic Remington. Éste telcgrafía a sujcf'e, desde la capital cubana: <<Nada especial. Todo está ranquilo.No habrá gucrra. Quisiera regresaD>. Flearst le contcsta: <<Propor-cione dibujos, yo proporcionaré la glrerra>>. AI proclucirsc la Prime-ra Guerra Muncliai, el E,stado Mayor: francés apoyará sll argumenta-ción sobrc este caso de escuela para legitimar la censura en períodocle guerra.

f,as írlti-nas décadas, que fueron decisivas con respecto a la re-lrrcirin oucr"ra-información, tanrbién 1o han sido en cuanto ala in-lolnraciírn financiera. En 18ti8, se publica en Londres el prinrcr

31

32 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACION

número del Financial Times, unos cien años después del lanza-

miento del Times, el decano de los diarios modernos' En 1889,

aparece en Nueva York el \X/all Street lourrcal.

La inforwa ción c.rl ra légt ca

Las prin-reras plataformas de observación y de-análisis del

*"r.udó internacional van siendo establecidas paralelamente al

desarrollo de las informaciones de prensa. En 1899, la agencia

norteamericana J. \ü/alter Thompson, arquetipo de la agencia de

publicidad tnod.rnu, fundada,ttot c,rutetta años antes, instala

Ln Londres una oficina de asesoramiento para los empresarios

europeos que quieran exportar a Estados Unidos' En 1888, esta

ug.n.iu t aUia puUticado la primera guía bilíngüe (en.francés

e"inglés) para introducir a los europeos- en los meandros del

-erJudo ie la prensa de Estados Unidos. También creó en

su sede central .rn d.pu.tumento para América Latina.LafllialdeJ. \)lalter Thompson en Londres no hará sus primeras cam-

punu, ".,ropeas

de firmas norteamericanas hasta la década de

t920.

Las empresas de información comercial (su actividad, ai comien-

,o, ," ..ntüba, sobre todo, en informaciones sobre 1os créditos y so-

bre la solvencia de las empresas) se crean, en Inglaterra, en la déca-

da de 1810. En Nueva York, en 1840' Finalmente, en Francia son

creadas en 7851 , unos tres años después que en Alemania' En víspe-

ras de la Primera Guerra Mundial, Berlín alberga una de las más im-

portantes empresas mundiales de información estratégica' Esta- so-

ii.dud.,uce d" la fusión, en 1887, de la sociedad \7. Schimmelpfeng

y de ia Bradstreet Co. En el año 1890, esta nueva empresa -que tra-

l>aja tanto en ia realización de ficheros sístemáticos de empresas, en

base a estadísticas públicas, como en operaciones de espionaje in-

dustrial- tiene 106 trabajadores' Más tarde, en I9Il, cuenta ya con

2.400; y el número cle sus filiaies ha pasado áe 15 a 100' Esta con-

cepcióÁ de la información esuatégicu, tomada de 1os métodos del

Estado Mayor del imperio alemán, se extendió al cuerpo consular,

que fue completamente reestructurado.' La legitiÁación de la información económica en la Ft'ropa del si-

glo xrx há finalizado un largo camino. Se confirmaba la hipótesis del

ñistoriador norteamericano David Landes, según la cuai uno de los

factores del avance de las <<sociedades occídentaies>> en el proceso de

industrialízación consistía en 1a <<pasión por aprender de los demáso'

No hay que perder de vista que innovación es palabra que rima con

^ t,Atilil(.A (:ul.'t'UrtAt.

rnrt¡r( i(;r), y que la reahzación de espionaje inclustríal se halla prc'\('rt('ir kr lru'¡¡o cle la historia mode¡na de Europa. Tanto más cuan-tn (lu(', ir cstc respecto,los países espiados contaban con adelantosrr,r,l,r ,l<'srlcñab1es en ámbitos esenciales de la técnica. Dc ahí, por,'¡,'lr¡tl,r, cl proceso de importaciones de China (la manivela, la pól-r',,rrr .k'cailón, el compás, el papel y, mLry probablementc, la im-

¡rrt.rrlir).

llccir ln industrialización de la cultura

I t,r ¡1,:trcros precetlentes dc la cultura de tttasas

l,ir literatura por entrellas, o <<literatura industrjaL>, según lalrtronrinación ernpleada entonces, toria su forma definitiva en

lir¡r¡rt'irr a partir de la década de 1810 a 1840. Las normas dei gé-

l('r'o se sitúan en el cruce de tradiciones de literatura popular|('r'l('r)ccicntes a países con culturas tan diferentes como Inglate-'r'rr y Iispaña. La novela-folletín constituye la primera fórmula.x¡rortable de una cultura destinada a un amplio público, y se

'orrvic'rte en el eje de una verdadera <<interuacional del senti-rriclllo>>. Será muy traducida. En muchos paíscs se imita su fór-rrrrlir rrratriz, adaptándola a las propias mentalidades. La afirma''ion tlc estc género literario va unida a la historia de la prensa,lclrirlo a que nace de ésta, como medio para aumentar las tira-l¡rs. Lo mismo que sucedió con la publicidad y otro género pio-rt'trr: cl cómic.

Lrrropa ha legado el género melodramático a la cultura indus-t¡irrlizada. Estados Unjclos, a su vez, ha dado el cómic. Este tipo,lc lristorietas aparece en los suplementos dominicales de los dialios, cn el último tercio del siglo, y en e1 marco de una lucha en-

;'¡r'nizacla entre los magnates de la prensa de Nueva York: Josephl'ulitzcr y \X/illiam Randolph Hearst. Los cómics cotnienzan a ad-

,¡rririr sus rasgos característicos hacia 1895. División del trabajo y

r.st irnclarización van ala par con la intern acionalización. Esta ú1-

inr¿r sc ve asegurada mediante un elemento innovaclor: el sltndi-z/r', intermediario todopoderoso. Éste es propietario en e*il.,si-y¡r c[c los derechos de autor, y puede modificar los diálogos y

.'s('ogcr a otros autotes. La existencia de prácticas de este tipo,,¡rrr.: c<rnlieren los derechos de copyrígól solamcnte al productor,,'x¡rlican la negativa rotunda de Estados Unidos a altiliarse a Ia

))

I A lrABU.lCA CjUr.TrrrtAI_ J5

rlócadas dcl siglo xv'1. Esta trrseuclociencia pretenclía estabrccer unart'lació'c¡riri la <supt'rficic viribr.;y "r; quc etir oeurr:l Jc in'isi-r)rc'>>' ctc()nrrJl ('orrcsp()rcrcrt'i:ls cril'c (.r rostr\r ),ra pcrsolrarida.r,csrabJecer. .rnu, ."tr.,..rn.ios dc.*pr,esiüJr¿ f ., irr#;;;;.r.;clificación psicolírgica a parrir dd ;";;;-J;ron rugar a excesos. Esr.sc produjo cuando la antL.opoiogía crirrinal ,. ,oijo¿;i;;;;ñ;;ción, en el último cuarto cJc slgio, y poró u .rt"bl.ccr los <<Derfilcs>,,-lt.l ..ho¡rbrc Jclincucnrc,,. Tóplfci

"r.riL,;r* """ñ;; ; ,;il:;::.t ico prr.rron ir orio ecerca Jcl eirr plc,, ¿", ¡ r,,¡"gir, *.á fi :;;';,í;,..,i;zrJorrs J.nJr.ahorJa cl pcligro.l" l,

"rqu",nnrizrciólr ¡ tle Iir sir'piificación.

,\it ¡ t t 1J r t c 1 t tt rí gc t t t, r L. n m ( ) u i / /t / (, n I u

Edison dio a conocer.el fonógr:afo en lg7] . Crxr el canrbio desiglo, cl disco cle 7g rev.lrcio,r"r.r*iiry. al cilindro. corr 1o.,,,"s,' lanza cle,lnir ivamcnre,r la t,,arr,.¡u'Jír.;*;;;i;;. É""i;;; i::Ircr rnanos Lumiere proyc(.r¿rn un prínrcr,',;;:'ñ;;;'rrr"íí;"1]ri:¡as lo?99'af rca y cinernatográlica. gue logralr de irrrrecJiaro una(nt))el)slon lnterlracional.

Pathé Fréres invierte en ra incr.stria de ia música ya clescrel697 .La sociedad briránic,r The GramofLn. Cor_,.,purv v U "f*nlana Deutsche Grarnophon sc constiruyen en 1g98. La norte_¿rnrericana Victor Talkin-g Machine ,. furr.lu "" f qOf . Al'rñ"siguiente se lleva a cabo lá primera grobu;irr,., .un ."rulru.t ,u,risfacrorio, realizacla por Eriric' cñrr;¡" esre mismo canran,tt: de ópcra es el irrimer dir.o qu. ,uf.ru il .ifru cle un millón cje(',lr'mptarcs. grabarlo cn Milán, en 1904. Este disco, ul .r.,ru, .i.céano, permite establecer un virculo .nr.. lo, "_i;;;;;ir;"lli* u la madre parria: tralla..I-as coíi-ií", fonográficas con_rilr)an ya cn los prl¡rcros añ-os del siglo xx con una Áplia recl deilgentes iocales. La col¡fañía The'Cranrutr }ror" (i.,. tt;;:¡rla'tada en el mcrcaclo eruopeo,

"rboru urr'ripo de inclustria cul_tu¡al de inrercses dive'sificador,

" in*ü-.n 190g, una fábricacn Calcuta y Llnos estudios .,, Bornbrf qu"

"rtrrorrun l.racia elAfrica oriental.

La difusión del cirrematógrafo se procluce con tal rapidez queen muchos países cle Amér[a Latina ,. lnno.. esra técnica alj]].1^T1^ri:T,f" :u.:'., Europa v Esra<lcx únt,l.* S. ni_*'p"ü"curas en palses tan diver.sos como Egipto, México, Brasil, Cir;n,o la India. Pero incjuso en esre. úldm?;"ñ: que conseguirá pocotlcspués recuperar su mercado i;;;; i.onr.rrirr" en uno clc l.rs

1

)4 LA MI.]NDIALIZACIóN DE I-A COMUNICACION

Unión Internacional <le Berna pamla protección de las obras li-

terarías y artísticas, ratificadaen 1386 por tan sólo diez Estados'

i;;;;ir';tiglo más tarcle, E'stados Unidos t"glilá noníen{o ¡r1tela..le juicio cl conccpto de "derccho moral' dcl autor' plcdríl

;;;ri;t'¡" lu Co'ueniión cle Berna, de la que Victor Hurgo fue

uno de los primeros inicíadores'*'El;;#* .rvndicate, el International News Sen¡ice' lo crea

H"orri cn 1909. Esta agencia vendía a la prensa' además-de sus

.o-iit,l.t ¿..".ho, d-e .eprod"cción y de traducción.de muy

clivc rsos materiales : artículos, reportaj es,_ jue gos o c^ru_clgf amas'

El gr.,po Hearst funcló un segundo syndicate en lc)1)' el Ktng

Feature, que se .ottu"ttita "í "l -ái importante dístribuidor

*;;;i;i cle cómics. P;; t; parte, la agerrcia de prensa United

Press crea en 192') un ,vn'li'at': el United Feature' ll primer

;;;.;; ^lrl")^ rl-.i.ndo internacional es elfamilv stríp' de

C"árg" McManus, propietario de King Feature' tsringing -Upf';rtt;r. Els -ry significativo que se trate de un producto diri-

sido a un amplio público familíar y que ponga en escena a una

F;il;. Ñ;''.i;;;;" temática -o'ui, qt'" tt efectúa en detri-

;;;; d" t;ros productos de entontt', -"ttot estandarizados

;-;;;"t .orrforÁirtus, representa uno de los primeros denomi-

il;;;.-oÁu"., udízad'os para llegar a un público internacio-

nal heterogéneo.

Los historiadores clel cómic han destacado que mucho antes Je

que nacieran los cómics había surgido en Europa "ltl t:'-S:,11

rración mediante imágenes, de secuencias grátrcas b[ sulzo r(odot-

pt-,. iopff"t G7 99 Isí6),,lo""1istu, dramatuigo y dibujante',cor-rtinuó

iriruil.i¿" de la caricatr-, ra, enlaque había destacado Inglate*a en

el siglo xvIII y a .;i;;;;; i"i *'"' Tgnffel inició a finaies de la dé-

cada'de 182d un nuevo género' Ias "histo-rias en estampas> que tu-

;;;;;á, áa ^"r.., ^¿emás

de la_s ediciones originales en fran-

.¿t,l"ti"t ediciones en otras lenguas'-Las tiradas fueron cortas' con

un .ir.,rito ,le disffibuci¿'-t modáto' Estos rasgos <ie lo que fue esta

prehistoria de ios cómics no revisten un gran interes desde e1 angu'

iá ¿" tu internacionalización. pero sí 10 tienen 1as cuesriones que

i¿;pff", planteó -" t.tf"-o. a l¿ tipología o catacterización de sus

""Áo"ui"t v sobre su individualtzacíón mediante unos rasgos per-

il;;;;;¿úi,; los clil'erenciaran' Por otra parre' estas son cu.estiones

a las cue tarnbién ,. .nft"'-t"tt los maestros de la novela-folletín de

;;;;il E; i^U¡¿. qtre Balzac' en su Comédie humainc' v Sue'en

t r- r" uy r) e, ",

ct e P d; ¡ s: ;; Ásp{ al :n m odeios de person-aj es v aza<lc¡s

pái h'fi.iog,,,o*onin, !u.," hulluba muy en boga desde ias últímas

t6

tnás grandes productores mundiales, la progresiva construcciónclc un mercado internacional del filme ñará retroceder las pro-ducciones locales.

r.A MrJNDrAt.¡zRcróN DE LA coMUNlcaclóN

que otros países, tales como Inglaterra y Alemania, noque otros países, ta.les como Inglaterra y Alemania, no tengan más alternativa que iimitarse a la distibución y, sobre todo, a la explotaplota-

La firma Pathé, sociedad embiemática de las empresas inrerna-cionales anteriores a la Primera Guerra Mundial, hatía abierto su-cursales, en 1,904, en Nueva York, Moscú y Bruselas. Seis años mástarde lo hace en Berlín, Viena, San Petersburgo, Amsterdam, Barce-lona, Milán, Londres, Budapest, Estambui, Calcuta, Varsovia y Ríode Janeiro. La sociedad francesa produce y distribuye peÍcúlas ycontrola todas sus ramificaciones: desde la compra de salás de cine ála fabricación y venta de aparatos cinematográficos y películas. Conanterioridad a 1914,las productoras francesas naihe y Gaumontmantienen una sólida posición de monopolio de hecho; lo que hace

ción. Las películas debían imporrarse de Francia, con po.r, e"cep-ciones. Venían detrás de Francia, alejadas, Dinamarcae Iulia, quetenían dos sociedades de producción de cierta importancia. En És-tados Unidos, donde habíaftacasado un inrento dá unificación hori-,anta,l y vertical, el hecho más importante, en el período que prece-de ala Primera Guerra Mundial, es la creación-de Hollywoód. Lafurura capital de] cine norreamericano, que se había separádo de LosAngeles en 1911, fue creada gracias a la guerra de patentes (1909-l9I4) , por independientes que se negaban a p^gar lás [cencias; quetenían no poco interés en alejarse de Nueva York y establecerse-enun lugar situado cerca de una frontera, para poner a salvo sus equi-pos en caso de embargo. La imagen en movimiento, tal como en elcaso del cómic, medio icónico, puso de relieve que era un poderosoinstrumento para amalgarnar los sectores de población formados poremigrantes. La Primera Guerra Mundial impulsará el cine nolte-americano fuera de sus fronteras nacionales.

La esencia de los públicos

, . La llegad a de \a prensa dirigida a amplios secrores de la po-blación establece el marco de un debate iobre el surgímiento deuna democraciabasada en la opinión pública. Con ello, reapare-cen los estereotipos de una tradición conservadora que ha nácidoen oposición a la Revolución Francesa. El recuerdo inquietan-te de aquella explosión revolucionaria, asociado a la violencia co-lectiva desencadenada por unas multitudes excitadas, dio lugara una representación del colectivo considerado como .,pop.r1u-

I.A I'ÁITRICA CULTURAI,37

t'l¡.>. Esta ima¡¡en, que se reproduce en cada sublevación, movi_'it''ro huelguístico o ,naníFesra.ión u¡or.nru. r. r-'"

"iri. i.rprl,l;r.'r cn el úlrimo decenío .J.i;;i;;;po,. ta ..psicología cl.. lrrsr ¡r ur.hedumbres>>.

l,)sra aproximación a un fenómeno colectivo, relacionada c.rrl, rs ¡' r'q5up¡sstos cle t" r"rr"f rf "gír".¡*i"', p."ril;;;li.; i,i.r'rr¡rción de las masas en h ;ida;;bt;;;r, arreglo a crirerios crc¡'sit'rpatología social.,e, influye é" "i ¿"ür,. sobre los .<efecros,,

'lt'l rlesarrollo de ras riberraáes J. o;;, y <le asociación. Las,ln('vas formas de reunión y,,J. ugi"pu.ión upur..en así comt_r¡uil('r)azas para el ordcn establecidJy r..onui.rt"n "n

,inonin-'á,,lc <r-egresiones cu*ural"rrr. iu -"Jri*i ". puede a*uar más(l'. como un ser sonámbuio, hipnotizado, ,lu.irru,1o, .;;;;;i('()lrfagio, impulsivo, crédulo . iiru.ionul. Érr" .r, pár'.,.J_;i;; l,lrrsíción de Gustave Le Bon Asql_llitj en su psychoktgie desftwlc:s (1895).l)ara otros. la mulrirud consrituye un Ienómeno tJcl pasado; yrrrDsídcran que el público tlo, pubií-Ji'..pr.r"n,un el lenómeno

r lt,l f rrtu ro. La sociedad csr a ría ;; J; ;;;',;;! ¿;"iii¿, .; ilil;r,rirr¡rcrponiéndose con arreglo a Ia división ,.ligloru, i, ;;;;;i;;,t'sli'tica, política; .r, .orpo.u.iones, en ,..ror, en partidos. En sur.'(.rrentro con la intern acionalizacíór,, .r*, nuevas modalidadesrlt' ugrupamienro social. h"r;;;;;;;;i.^ y; ;;#ffiT;.sr'r'i ro Gabriel Tarde ( J g4 l- r 904 ).en L: up"i, ioo ct ltt r. u rc( I 90I ),.l ¡rcriodismo cs una .rbornba ,rfirr"r" í'imp.l.nr. dc informa_('r()lres propagadas por rodos.los pr"ir, ¿"f 'glrb.;.;;';;;;;_

tr,irirr, cl que algunos grandes ¿irr¡Jt ..r.1 il*"i " ti"oi:,::'^irl¡¡rrnas grandes revisras, renga, ya un públícá';;,lii;ff'il;lrrrkr el mundo hace prever la lormación tlt\)r.rrdl,ttementeitúernacionales>>. eput2l/cos..esencialy

lin.vísperas de Ia pri'era Guerra Mun.ial, el debate sobre la'rrrrrraleza

tJel público, ¿sí corlo ,otrr. io ql," constiruye su coro_lir'r.' s5.1s,ss' cl poder de persuasión ,J. la-prenra s,bre ros recto-rt's,.csrá dominado po. .,nu ten,lencia j.Jomnudo jifuri."i.rl,rr,¡ltin ésta, la proyección parte,i"_pl J" ,n ce,ntro tutelar que,rlx)ne su visión del mundo a las disrinras periferias. Erl I; .l;_,l;r.1, ..1 obrero romá como ,nod.lo ri üurgr.t, en cl campo. elr ;rrrr¡rcsino riere como pu'ro de ,..Lr.n.iu ll ;b-r;;.. L;:i'í,nnll

I r r i r r tc rn acio nal, p ar,a.ónn... c..ál v a ; r;; ; f"rr..,' ür'*.j;;:;i(rr('ros desarrolladas> han.,le mirar *i.f..riUf"Á.",.;;.;;,rr¡rrt'llrrs naciones que han ol.*rudo,rr,'ilio rrirr.t de <civiliza_r r<in,'. l..r iJr.a tjc unn influcrrcio

"n r.,rtít|, Jn¡.,.,

", (.()nsustrurci:rl

l

I,A MTINDIAI,]ZACIóN DE LA COMUNICACIONl8

a la ideología del progreso lineal y continuo' E's la que asienta la

noción dominante de civilización'

La prensa ruisionera

La prensa misionera católica' que constituve un importante pun-

to de encucntro at '"pi"t""1ttio"i' int"tt-t'cionales' seguía desarro-

llando sus redes. Francia, tthija primogénita rle la Iglesiu' constituye

el eie centrai "n ","

7Áúito' 'n"

I szz tt tt"' "rt !l?:li*l::::t:t:

Ánroirt Je la prop'tgation de la foi' que cucnta con la aprooaclon (re

la correspondi.n,. tong'"gucián 'áoun''.Se tratr de una publica-

ción bimestraf, p."^""T¿t""" amplísimotistema de recogida de do-

nativos v limosnas q;t.-vii;';t;mpañando' a Ia Iglesia católica v ro-

iffi;"i "i."-tirJ'ii'*;"1;1;;;ablecicia por el Papa tras la

caída de Napoleón: ttCut"tit la Tierra con una red de misiones>>' Los

Annales, ul comien'oltig""" f" iradición -iniciada en el siglo xvrr

ili,il''i.;;i;;;;;i¿;-il'""'-'on'i'tente en la publicación de

cartas de -irion".ol'io' Á'nnales aparecen semanalmente' a partir

de 1868, con un n"tuo titttlo, Les Missirtns catbollques' yri"^11'!:,1:

a la evolución que experimerrta el periodismo insertando cada vez

más informaci"""';;i;;;-ttut" it "glorioso avance del apostola-

d.;. ;:;;;;bli.u.i¿"-Jt Lvon' raducida a numerosas ienguas' se

convierte "n

..,n -oJ"ío puti iot ottot países '1el

mundo católico' In-

mediatamente d.tp";i; i; P'i-"'u Ó"""u Mundial el número de

revistas de misionerl"s ."áil..r-"r.rende a rnás de 400, publicadas

en diversos idiomas'"' ;;;;l^t ,^ Á' t^ prensa confesional contrasta con la doctrina

oficial del Vaticano t""*ti"¡' J" libcrtad. de expr-esión' La lglesia

il il;; q". iluUi" p""tto l' Encvcktpédie en el Inclice' se opon-

drá un siglo más t;;it;j;;;t1ndítuti¿tt de los católicos liberales

f*rl."rur-.n favor de la libertad de prensa'

La necesaria interdePendencia

El mutado como gigantesca contpañía de seguros

El siglo xlx consagra la idea tle la.cotnunicación como <<agen-

t" .¡uiliiudor>>. Las üd"t dt comunicaciótr hilvanan una reprc-

;;.tót;;i Árrndo totsi<lerado como un-<<vasto organisn:?-:i

;i ;r" las partes eslárt relacionaclas cntre sí' La noclon blolnorlr-

ca <le <<inter¿.p",l+ntilul;;;"¡" de la imagen de la interde-

A T.'ABRICA CULTURAL

rendencia de las células- reafirma la impresión generalizada detna interconexión de individuos y sociedades. El término <<inter-

¡acionalización>> sería también aceptado a finales de siglo. Pri-nero, lo fue en la lengua inglesa; posteriormente, en las lenguasltinas, que lo toman de aquélla.

Esta dependencia que vincula a todos y al conjunto, tanto en elespacio como en el tiempo, y esta interrelación orgánica muestranla vía hacia un nuevo tipo de organización social que garantice laseguridad universal y en que los riesgos sean compartidos por to-dos. La nación y el planeta se convierten en una especie de gigan-tesca sociedad de seguros mutuos, administrada por los Estados,con un funcionamiento basado en la reciprocidad, y donde aqué-llos deben calcular los riesgos y determinar las cuotas que debepagar cada parte. Este principio proviene de la aplicación del cál-culo de probabilidades a la administracíón de los asuntos públicos,y da lugar a la impulsión, en el marco del Estado-nación, del Esta-do-providencia y de su régimen de seguros sociales. Este principioprepara también -en el campo de las relaciones internacionales- ladoctrina que establecerá, con el fin de la Primera Guerra Mundial,la legitimidad del primer sistema internacional de solidaridad y re-ciprocidad calculadas, el prímer sistema encargado de garantizar \amutua segllridad: la Sociedad de Naciones y la Oficina Internacio-nal del Trabajo.

,a uruiformízación del planeta,algo perteneciente a la cierccia ficciórl?

La idea de que la interdependencia de las naciones conducelexorablemente al mundo hacia su unificación cultural artancaon el cambio de siglo. Es el debate que plantea George Her-rert Iü/ells (1566-1946) en su ensayo Anticipations, haciéndoset siguiente pregunta: ¿qué lengua serála que prevalezca en elsrcer milenio, en Europa y en el mundo? Y con la lengua, es-,acio supremo donde se define la identidad cultural, ¿qué cul-ura se impondrá? Se trata, sin duda, de una cuestión candente.irancia, cuyo idioma había sido la lingua franca de las relacio-,es internacionales desde había más de 250 años, asiste al hechole que el pedestal de su predomínio lingüístico se resquebrajante los embates de otras lenguas. Para afrontar esta <{ucha dar-riniana>> por la consecución de la hegemonía lingüística, Fran-ía ctea, en 1881, la Alliance Frangaise, <<asociación nacional

39

40 I,A MIJNI)IAI,IZA(:IC)N DT I-A COMUNICACIóN

panlapropagación de la lengua francesa en las colonias y en elextraniero>>.

\flells no comparte en modo alguno la opinión de quienes danpor sentado que ia lengua inglesa vaya a alcanzar la supremacía.Considera que en el año 2000 serán dos o tres las lenguas que pue-dan <<aspirar al dominio del mundor>. Pero la lucha principal tendríalugar entre el francés y el inglés. El francés cuenta con importantesbazas para poder vencer a su directo rival. De enffada, en Europa,donde el tercer milenio se iniciará con el logro dei sueño de una con-federación europea, ya vislumbrada a comienzos del siglo xrx por fi-lósofos como Saint-Simon. Quien reine sobre el continente que al-berga la <<civilización universal>>, kradiará en todo el mundo. Lalengua francesa debería adquirir mayor importancia por el hecho deque el público interesado por su cultura <rebasa con mucho las fron-teras de su sistema político>>. ¿Acaso no constituye laventaja princi-pal del francés el que las obras publicadas en Francia son de alto ni-vel científico, filosófico y literario? La situación es muy diferente enlos países de lengua inglesa, y, sobre todo, en Inglaterra, donde pre-dominan unas <<novelas adaptadas a la mentalidad de las mujeres, ode los niños y de los hombres de negocios superocupados; unas his-torias destinadas a sosegar antes que a estimular la reflexión, y queson los únicos libros provechosos para el editor y para e7 autor>>. Amenos que se produzca un <<renacimiento culturaln y un cambio deactitud de <<1a reducida clase que monopoliza la dirección de los ne-gocios, incapaz de comprender el alcance político del asunto de lalenguat, el inglés no podrá desplazar al francés de su posición. Essobradamente conocido lo que sucedió a este respecto con el desa-mollo de la industrialización de la cultura.

Sin embargo -según \ü/ells-, todas esas fuerzas que actúan en

contra del <<mantenimiento de los sistemas sociales locales>> y queconducen al mundo hacia la adopción de una o de dos <denguas

agrupadoras>, lo que \X/ells deduce de la extrapolación de las reali-dades de entonces (el panamericanismo, el panlatinismo, el panger-manismo, el paneslavismo), no suponen necesariamente la homoge-neizaciín. Porque <<cuanto más grande sea el organismo social, máscomplejas y diversas serán sus partes, más intrincados y variados se-

rán los juegos combinados de la cultura, los cruces>>. En el año 2000,la multiplicación de las formas más variadas de la comunicación -losmedios impresos, los contactos, los viajes, los transportes- empuja-rán al mundo a establecer un <<compromiso bilingüe>>, mediante elcual cada comunidad hará uso de una lengua con vocación universaly delapropia,limitada ésta a su ámbito particular.

i. EI poder de la prop aganda

La Primera Guema Mundial ha conferido sus cartas de noble_,.t ala ptopaganda.La paz la consagra a su vez como un métodoJe gobierno. En el período situado éntre las dos guerras mundia-ies, Ia ambición hegemónica de Estados Unidoi origina

"n lo,

creadores europeos los primeros temores con respectJ a la cultu_ra comercial. Al acercarse el segundo conflicto mundial, las estra-regias propagandísticas son_las que. marcan la tónica en el proce_

'o de internacionalizaciín de la radio.

La gestión de Ia opinión de masas

Una guerra de iruformación

La guerra de 1914--1918 ha sido la primera guerra total, ytuvo como una norma fundamental lo que para unos .ra ..morri-lnación de las conciencias>>, y qrr" purá oüo, ..u simplemente

42 LA MTJNDIALIZACIói\ DE I-A COMUNICACIóN

<<lavado de cerebros>> o <<manipulación>>. Fue un conflicto a es-cala mundial que clesbordaría el marco propio de las operacio-nes militares, convirtiéndose en una guerra planteada iambiénen los campos político, económico e idéológic-o. Los beligerantescrearon organismos oficiales de propaganda y de censura. Elmás activo de todos en la acción exterior fue la Crewe Housebritánica. Trabajaron en esre organismo periodistas como lordNorthc]iffc, propietario tlel Times, y novelistas como G. H.\X/ells y Ruclyard Kipling. Londres era el cenrro emisor de las no-ticias y referencia técnica en cuanto a información al mundo so-bre la guerra. El gobierno de Estados Unidos creó el Commimeeon Pul¡lic Information, o Comité Creel (tomando el nombre,Creel, del periodista que lo presidía). Edward Bernays (1892-1995), futuro fundador de la industria de relaciones públicas,daría sus primeros pasos en este comité. La cantidad á. ,.r-o-res, de informaciones manipuladas, de temas falseados que sehacían circular era directamente proporcional a ia severidad delos mecanismos de censura.

Francía no iba a Ia zaga en cuanto a la apiicación de la censura enel plano inremo, y ia Primera Guerra Munáial hace ver a este país elretraso en_que se encllentfa su cuefpo diplomático con respecto a los<inedios de acción intelectual en el exffanjero>>, según la expresiónentonces en boga. Se creó una <<Casa de la Prensa> donde éstabanasociados periodistas y edítores y que contaba con corresponsales enlas sedes diplomáticas. En la primávera de 1918 se añadé un coniitéespecial, constituido bajola dirección del Ministerio de Insrruccióny Bellas Artes, cuyo objetivo era el de orienrar la <<propaganda a¡tís-tica en ei extranjero>>. Figuraba en .1icho comité, éntre olros mie--bros, la cáman sindical delaalta costura.

En I9l7 , tras la importante derrota de Verdún, el alto mando delKaiser propondrá la creación de la UFA (Universum F-ilm AG). Lasautoridades militares alemanas, de común acuerdo con bancos ygrandes empresas, reagrupan las dispersas empresas dei sector y fun-dan una sociedad cuyo campo de aitividades abarca todos ios <sec-tores del cine, así como la producción y el comercio de toda activi-dad relacionada con la industria del cine y 1a imagen luminosa>>. Nosólo se trataba de utllizar prioritariarnenie los mécanismos creadospara.fines pr:opagandísticos, sino también de proporcionar al paísuna industria cinematográfica que fuese capaz de ásegrlrarle

"1 ion-

tol de su mercado interno, dominado por firmur extránjeras. El go-bierno había promuigado en febrero áe 191ó varias disposicioiescon. respecto a ia importación de filmes, quedando sujela ésta enadelante a una autorización especial. Un añó más tarde Áe suspende

II. PODER Dts LA PITOPAGANDA 43

incluso toda importación de filmes. Será la primera vez enla historiaque un país se opone a la doctrina del iibre cambio en base a una in-dustria cultural.

La UFA se convierte en la primera empresa cinematográfica delmundo que logra una integración vertical de sus actividades. ElReich inventa los conceptos de <cines del frentet,, <<tropas cinemato-gráficas>> y <oficiales del cinet>. Pero no habrá tiempo suficiente para

la movilización de todos los recursos y medios de este proyecto, quc

había sido concebido a una escala enorme y excesivamente militari-zado. Los estrategas alemanes, tras la firma del armisticio, estimaronque ia eficacia dela propaganda aliadahabía representado uno de

los factores decisivos en su deirota.

'.a reuelación de la propaganda

Fue tal el peso que tuvo la propaganda en el desenlace del:onflicto mundial, tal como pudieron constatar los dos campos

ntagonistas, que llegó a adquirir la reputación de ser todopo-lerosa. Los publicistás y politicólogos fundadores de la escuela

Iorteamericana de sociología de los medios extrapolarían en

us discursos encomiásticos esta experiencia de tiempos de gue-'ra a un tiempo de paz. Se forja la idea de que la democracia ya

ro podía prescindir de esas técnicas modernas de <gestión invi-ribli de la Gran Sociedad>>, tanto en el interior como en el exte-'ior del ámbito del Estado-nación. Quienes fueron los primeros:specialistas en <<relaciones internacionales>> estimaron que' €nrdilante, la diplomacia tendría que contar más con la <<psicolo-

¡ía de masas>> que con las <<ofensivas de simpatía> y los <<acuer-

los secretos>>.

El norteamericano \ü/alter Lippmann (1889-197 4) publica en

1922 Public Opinion. Esta obra, que se convertirá en un texto de

:eferencia en las escuelas de periodismo de las universidades nor-:eamericanas, extfae del comportamiento de los medios de co-

nunicación durante la guerra y en la inmediata posguerra una

)rimera teoría de la opinión pública en su relación con la paz in-.

:ernacional. Basándole ett sns experiencias como capitán en el

:rente de la propaganda y como consejero de la delegación norte-rmericana e., la Cóttf"rencia de TaPaz,elabora una primera refle-rión sobre Ia naturaleza de la informaci6n y sobre los estereoti-)os que impiden el entendimiento entre los gobernantes y los

¡ueblos, Lippmann ha puesto a prueba con anterioridad esta teo-

ría en ..A Tést of the Ñewsrr, r.ttt lutgo artículo pubiicado en for-

44 I,A MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

ma de informe de 42 páginas, en un suplemento de Neu Repu-blic, de14 de agosto de 1920. Lippmanrhabía escriro este rrata-jo en colaboración con su compatriota Chades Merz, también pe-riodista y ex oficial. En é1 se analizala forma en que el New yorkTimel fue construyendo en el período entre I9l1 y 1920la ima-gen del <<peligro rojo>>. Los dos autores llegan a considerar que setrataba de una campaña sistemática de desinformación del [úbI-co norteamericano.

En todo caso, el Deparramento de Justicia y el FBI se apoya-rán en parecidos clichés para desencadenar la prirnera ,<ciza' debrujas>> contra los <<agentes y conspiradores de Moscú>>: los <<ro-jos>>. Esta desemboca, en 1927, en la ejecución de los inmigran-tes italianos Sacco y Yanzetti, que pasaron a ser símbolo J..tnerror judicial originado por la presión de una opinión públicasobreexcitada-

_ Ese mismo año, Harold Lasswell (I902-I97B) publicó un li-bro que funda la sociología funcionalísta de los meáios de comu-nicación: Propaganda Techrciques in tbe \Mr,¡rld\f,/ar. Tal como in-dica el título, es la Primera Guerra Mundial la que le facilita loselementos de reflexión. La observación aguda del politicólogopone de relíeve la importancia de la propaganda, que tiene elaura de una muy probada eficacia.

¿AIta cwltura o marketing?

Nada más firmarse el armisticio , \a Casa Blanca suprime elComité Creel. No tendrá en cuenta las enseñanzur q,r. hu pro-porcíonado la guerra y bloquea rodo inrenro de prolóngar én elextranjero la labor de información oficial. El desencadenamientode la propagandanaziprovocará un brutal despertar de las con-ciencias.

_ El gobierno británico creó el Markedng Board con el objetivode-promocionar los producros del impeiio británico (Buy British). Un departamento del Servicio <Publicidad y Educación>pasó- a_ encargarse de la producción cinematog ráfica. El responsa-ble del mísmo, John Grierson, escocés (1598-1972), había hechola guerra en un dragaminas, yendo luego a Estados Unidos, dondeestudió la producción de los prímeroi filmes de Robert Flahertyy los comienzos de la industria de relaciones públicas. Griersonpuso en marcha, en su departamento, un verdadero vivero de laescuela de documentales británica, y buscó la colaboración de

BI, PODER DE LA PROPAGANDA

cineastas extranjeros. Fue también el artífice intelectual del pro-yecto de creación del British Council y de su red de centros cul-iurales, en lo que representaba un vasto plan de acción ,<patalaproyección de Inglaterra>>, y efl el cual figuraba en lugar destaca-

do la propaganda cinematográfica.En cuanto aFtancia, no toma nota ni del auge de las técnicas

audiovisuales ni del papel estratégico de la información y la pro-paganda. Sigue confia da enlavocación universal de la cultura delSiglo de las Luces por 1o que sigue aplicando las líneas maestras

de su política de <<relaciones culturales internacionales>>. Conven'cida de que la proyección exterior se mide a través dela capta'ción de las élites de los países elegidos, multiplica las misiones

universitarias de educación en el extranjero.

F'.1irresistible ascenso de Estados Unidos

El pedestal del poder de las comunicaciones

En el curso de la Primera Guerra Mundial se perfeccionaronlas técnicas de codificación y descodificación de los mensajes se-

cretos, y se mejoraron los equipos telegráficos y telefónicos. Laguerra mundial vendría a confirmar, sobre todo, el importantepapel de las radiocomunicaciones y el predominio de Gran Bre-

lañ,a en esta industria.Inmediatamente después de la guerra, la Navy norteameri-

cana se propuso contrarrestar esa posición dominante, basán-dose en la defensa de sus intereses estratégicos como nación.A instancias suyas, un consorcio adquiere, en I9I9, la sociedadAmerican Marconi, filial local de British Marconi. Integran el

consorcio las grandes compañías de equipos eléctricos y teleco-municaciones, General Electric, ATT y Westinghouse, a las que

se incorporaúlalJnited Fruit. Esta operación dio lugar alacreación de una firma especializada en técnicas de radiocomu-nicación: la RCA (Radio Corporation of America). Esta socie-dad se dedicó, a paftir de 1926, a poner en marcha la prime-ra red radiofónica de Estados Unidos (la NBC). Simbolizandoel firme ascenso de Estados Unidos en el ámbito de las redesmundiales de comunicaci6n a distancia, la International Tele-graph er Telephone (ITT), hacia 1930,logra anebatar a laséompañías británicas el monopolio de las comunicaciones a lar-ga distancia en América del Sur, un monopolio que aquéllas

45

,J

46 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

mantenían desde la realización del tendido de los primeros ca-bles submarinos.

La oportunidad del acercamiento industrial bajo la direcciónde los militares es algo que ya puede observarse en las relacionesinternacionales a finales de la década de 1920. Por entonces, Ia in-tegración de las distintas técnicas de transmisión a distancia cons'tituye el eje central de los debates sobre la regulación de las redes

internacionales. La Unión Telegráfica y la Unión Radiotelegráficase fusionaron en l9)2, creándose la Unión Interuacional de Tele-ccrmunicaciones. Aparece por primera vez, oficialmente, el térmi-no <<telecomunicación>>, inventado por un ingeniero francés a

comienzos de siglo. También, por primera vez, sale el término <<in-

formacióo> de la esfera específica del periodismo (y d" los proce-sos judiciales), convirtiéndose en unidad de medida en una teoríaestadística de la señal que abrirá lavía al código binario.

El espectro de Hollywood

En 1919, el90 7. de los filmes proyectados en los cines europeosprovenían de Estados Unidos. La supremacia de las compañíasfrancesas no era ya más que un recuerdo. La compañía Pathé ex-perimenta un retroceso en Nueva York, con una considerable re-ducción de su activid ad, y la primera sociedad francesa, con pér-didas en los mercados exteriores y en el mercado interior, nuncapodrá rehacerse enteramente del impacto producido por la gue-

rra mundial. F,n 1927 cambió su nombre por el de Kodak-Pathé.Lallegada del cine sonoro, en el marco de una recesión económi-ca general, acentuó la crisis de la industria francesa.

Las sociedades norteamericanas ocuparían todos los merca-dos que quedaron vacíos a caüsa de la guerra. Contaban aquéllascon una baza de gran import ancia, aI poder amortizat el preciode coste de los filmes en su mercado interior y en el de los países

más próximos -este último, más reducido*. De este modo, la dis-tribución en el extranjero, considerada como <<beneficio suple'mentario>>, podía plantearse con una gran flexibilidad de preciosde exportación. Esto resultaba más hacedero por el hecho de quela industria cinematográfica norteam ericana estaba estructuradaen torno a cinco compañías principales (Paramount, Metro-Gol-dwyn-Mayer, 20th Century Fox, \farner, RKO), y disponía desus formas propias de concertación cuando lo que estaba en jue-go era la consolidación de sus cuotas de mercado en el extranje-

l1l. l¡()l)lalt l)li I A l)l{()1,/\(;ANl)A

r'(). (,on I<ls Jilnlcs, corlcuz¿rrhr.r a llcgar los ¡rlirrrt.r'os lrrr<ltrclos.lt'r'ivaclos clc éstos. lin prirlrcr lugar, las plocluccirlncs clc Waltl)isrrcy. Ya en 1910, a Llnos tres ¿rños de su n¿rcimicnto, Micl<cyM<rrrsc se instala en el Petit Parisierc con una historieta diaria, y cnl'))) ya contará con su Journal.

La industria cinematográfica alemana era la única que se intcrlro-nía en e1 avance de los productores norteamericanos. Con la llegaclaclel sonido,la lucha entre las dos grandes potencias cinematográficmssc planteó más en el terreno de 1as patentes que con respecto a lospropios fiimes. En 1930, las compañías alemanas y norrearnericanasfrirmaron un acuerdo en París por el que se repartían e1 mercadomundial, que estructuraron en dos zonas de influencia. Los benefi-cios de la explotación de los aparatos sonoros correspondían única-mente a los grupos financieros de las partes firmantes del contrato.Este acuerdo era colno una copia del establecido en 1907 por lasgrandes empresas de la industria elecrotécnica mundial, destinado a

limitar la competencia en un sector de gran concentración.Aquel acuerdo sobre equipos apenas hizo mella en el poder de

Hollywood. Con respecto a la producción de filmes, la lucha contra lacompetencia de las grandes compañías norteamericanas seguía siendouna lucha desigual. En un número creciente de países se consideró laadopción de medidas de protección de sus mercados, para permitirque sus firmas pudiesen desamollar una producción propia. La Alema,nia de la República de \X/eimar renovó la decisión imperiai de limitarla entrada de pelícuias norteamericanas. En este corto período, ffas laguerra mundial, se produjo un gran florecimiento de las artes y de lasletras. Los estudios de Neubabelsberg, de la UFA, acogen a intelectua-les y artistas de todo el mundo. Se innova también en Alemania, en eseperíodo, en el ámbito del fotoperiodismo, con la aparición de un nue-vo género: el de las grandes revistas de actualidad con ilust¡aciones. Lacrisis financiera de 1927 obligó a 1a industria cinematográfica alemanaa transigir conlas majors norteamericanas. E1 acuerdo Parufamet esti-puló que las compañías de Estados Unidos aceptaban contribuir a laproducción alemana, con la condición de que se elevase la cuota de pe-lículas norteamericanas autorizadas en el mercado alemán. Se dará laparaáoja de que los grandes realizadores del cine alemán van a prose-guir el desarrolio de su actividad en Hollywood. La llegada del nazismoal poder, en 1933, y su contol total sobre la UFA, dos años más tarde,haría que numerosos realizadores alemanes se viesen empujados al exilio. Igualmente, el control de la prensa por parte del nuevo régimenhará emigrar también a muchos fotógrafos que habían contribuido a lapublicación de grandes revistas de actualidad. Este género, creado enAlemania, y que influyó, en L928, en la revista f¡ancesa Vzr, es el que vaa adoptar la revista Lífe, fundaáa en 1936.

lt

I

48 f-A MIINDIALIZACION DE LA COMUNICACION

Francia optó también por una política de protección de su mer'cado cinematográfico, primer acto de una larga tradición nacional.

El decreto Herriot, de 1928, {iiaba una cuota anual kmitada a 120

filmes norteamericanos, una cifra que representabala producciónmedia anual de Francia. En Gran Bretaña, la ley obligó a los due-

ños de las salas de cine a proyectar un 30 oA de largometrajes na-

cionales y un 25 7o de cortometrajes. A partir de entonces, las ma-

fors fueron esquivando la política de cuotas mediante estímulos ala producciórlocal o intensificando las coproducciones. Se be-

tr"fi.iubun de una definición de <filme nacional>> que dejaba muya menudo un gran margen de actuación. Por eiemplo, la ley in-glesa consid"rábu .omo nacional un filme que fuera producidopor una compañía norteamericana, con rcalizadot, guioni-sta y ac-

iores norteameficanos, siempre que una parte determinada de loscostes de trabalo correspondiese a técnicos británicos.

La conquista del mercado internacional del cine por parte de

las compañias de Estados Unídos, así como sus alegatos en favordel libre cambio en este terreno, tienen su equivalente con respec-

to alaprensa. Las agencias de prensa norteamericanas se aprove-

charon del debilitamiento de las posiciones de sus competidoresen el curso de la guerra. Éste fue en particular el caso de la UnitedPress lnternational (UPI), que aprovechó la ocasión paÍa vincu-larse a los diarios de América Lafina, una zona geogtáfica que ha-

bía sido asignada alaagencia francesa Havas en 1870. La UPI, al

tratar de penetrar en un país dado, tenía Taventajade disponer de

una información plural, diferente de la que era transmitidabajolas condiciones de la censura. En 1910, la Associated Press (AP) yla UPI rompen definitivamente el dominio del cártel europeo in-vocando r.tt n,r"uo princípio estratégico de internacionalizaciínque deslegitimalaid,eade territorios protegidos. El acceso alain'formación debe ser libre en todo el mundo.

La priruera ola publicítaría

La guerra convirtió a Estados Unidos, nación solicitante de

créditoi, en el país acreedor del mundo. A finales de los años

veinte, la economía fordista desplazó al capital británico de mu-chas de sus posiciones foráneas; el dólar sustituyó a la libra ester-

lina como moneda fundamental. Nacía una nueva economía-

mundo, con su centro en Nueva York. Con la curva ascendente

de las inversiones de las sociedades norteamericanas en el extran-

iL PODEIT DE LA PROPAGANDA 4C)

",e : f yl c rec i en do j a

?i::?:' :;ü;l ;ffi x3: :'i,ffn :''T .1,:rublicidad, que Pasara

mercial.

En 1927 ,General Motors' empresa fabricante de automóvilcs'

invitó a l. \ü/alter Th:tpt;;; ;'i'"t"n'u'lu en todo el mundo v l

lil,":';il";i;;¡llq:i[J,:ii:f,i$$ta'J:f i:::ry¡:f ii:iii;'X;ig¿r1;T:::ff#'"-"ü'" l.' i n gresos p ubli cira rios' cn

Estados unidos' l' t:;;;;;;iVi 1'" extendiendo progresivamen-

te sus filiales' Ab'ió"iiiiJ;l'n An.'bttt' v'en Madrid' cn 1927 ' At

año sisuiente' to r-,utt'ifbuñ; il;lr; En le2e' en Montreal' Bom-

bay, Sáo Pu'lo' e";l; Ai;;:E';;'olmo v cooenhague' En 1e]0'

lo hizo "n Ru"'u"u'iki;i;;:;i 5;r' En.Torónto v Río de Janei-

ro. en 19] l' Tras éit"t^f fut"tors' se'converrirán en clientes suyos

em'resas .on'o h'u',"'j't"":xtl^f,'fellogq's,' Ford' RcA y chese-

bróught-Pond' U""' ffi")' *a..la de lücCann-Erickson' que ac-

tuaba al servicio oti'"ui""'il'"'t"o' " ""'bl"ció en París y Lon-

dres, en 1e27 v t:'n';';t;;;il l" rt¡19 en Berlín' El escritor Blaise

cendrars. "" i"";i;i;;;i;;i";;blicrda!' la celebra al conside-

rarla un "u"" ou"'''-iáu ui inté'nutionalismo' o poliglotismo"'

A p a ne, de u nu o 9

o'" fii"'i*' u'i i¡ " i'l: l.' ;,H'ni,1"Ti5lo*t"j

rn'"r.udo internacional ninguna agencla d(

cuanto a Francia' ;ll; #i:üi; J"l op'"*oecto" Fue eu Nueva

York donde tl t'*¿- ¿" la.primera agentiá moderna' Publicis' e

inventor d" lu pubiilüJ*¿itiátit^^""n Ftancia' dio sus primeros

Dasos, en ios años veinte' En cse tie'rnpo"en una América que ln-

ue^tu lu noción dt:;;;t l"'tttt^¿t" y los primetot "ti:il:::temáticosdt-""uülu-inJutttiudelmarketinevaconvlrtlendoseen un órgano dt bl::'i" i^'"i'itti"gi"s,fordistai de gestión de em-

presa y dtl toniuiüi" '"lution"' sociales' a través de Ia incorpora-

ción de Ias masas;i;:;"d'¡ d" to¡t-11t naciente' Tras las socre-

dades filiales ¿" pJliiiá'¿ se instal¿ron en París y Londres' en la

sesunda 'ni'u¿ ¿JiJ'';;;;;";' las primeras sociedades de estu-

diós de ..,tu¿o u"iJ'ond"ot de opinión La p'uerra 'letuvo esta

primera ola' en "J;;^l;;i; naciones en suerra' Por otra parte'

oroseguiría t" ".p"1;;; J" i" 'g*ti" '*'t?u*"titanas'

El obieti-

vo principal d" éÍt;";;;.ii'J¡tu'Lutlnu' donde se combinaban dos

ventaias: i' t'y* ;;;;it io' pui*t latinoanrericanos habían opta-

do por tu otg'ni*!i;n""tf..[] ¿" sus medios de comunicación y'

,demás, "t toni*iá dt la región' representaba un espacio preteren-

teparatu'inu"t'i"ni"i"t'"pi"lnortearnericanoenelperíodoen-t re l e ] 0 v 1 e t 0 :i"'; ;; ;;i i'

-".'i 1 il *;":i ffi1á:3: J ::#:::J" inu"ttion"s directas provenlentes oe I

ten hacia Et'"P;';;;ft[ttin"s ra<]iofónicos' o radionouelas' y iue-

5r) LA MLJNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

golas telenouelas, tuvieron sus comienzos bajo la tutela de agenciasy anunciantes exftanjer-os; mucho antes de que los produciores yrealizadores de los- diversos países latinoameiicanor r. np.opiÁÁde las mismas dándoles una forma aurónoma.

-Pero ya antes de que fuese declarada la guerra, se habían pues_to los cimientos de una organización corpoiativa de arcance mun-dial. En 1924, se produjo un acercami"nto .rrtr. la asociación deagencias de publicidad británicas y su homóloga de Estados Uni-dos. En 1938, se creó en Nueva York la Internátional AdvertisingAssociation (IAA), primera organizaci1nde defensa de ros interelses profesionales de los ffes _componentes de esta industría (agen-cias, anunciantes, soportes). uno de sus objetivos era er de moiari-zar la actividad publicitaria mediante el acatamiento del <códigointernacional de prácticas publicitarias>>. Esre código de conduc"rahabía sido elaborado en 1937 por 7a cámara Interñacional de co-mercio, 11 Cu9, a su vez, fue creada justo después de la primeraGuerra Mundial por los d ligentes de grandes empresas europeasy norteamericanas, con el fin de participar en la formación de unnuevo orden económico mundial. Este codigo deontológico profe_sional propaga las ideas de autorregulación y autodisciófiná _o,r"se oponían a las de control por medio de medidas ro-uiu, poriu,autoridades públicas-, unas ideas que inician su penetración en elmercado internacional. con estas ideas llega tu-bié.r otra idea queestablece unlazo entre la democracia ylldewocratic marketplice:la libenad de expresión de los ciudadánot y la <libertad .J. .*pr.-sión comerciaL>, esto es, la libertad paralalibre circulación de Áer-cancías. Estos argumentos son utilizados por las rnajors, unidas enlal4otion Picture Fxport Association (MPEA), qué tienen .l pro-pósito de romper tas barreras proteccionistur qtr" se oponen'a lacirculación de sus filmes.

¿Americaruizacíón o crisis de ciuilizacióru?

La enúada de las redes financieras de Estados Unidos y de losproductos de la cultura de entertainment en los mercados euro-peos se percibe en distintos medios artísticos e intelectualescomo una agresión contra una tradición que se asienta enla altacultura. Esta cultura que G. H. \X/ells corrsideraba, un cuarto desiglo antes, como la mé¡or guruntía de perpetuación .1. h fr.r""-cia francesa en el extranjero. Las nociónei cle <<america ni)ación>>

IiI" I)ODIiI{ DE I-A PROPAGANDA 51

y_de <<americanismo>> fustigarán en adelante un peligro que clesdeel exterior amenaza al espirítu europeo. Maq.rinis-o, á"",o.ru_cia gregaria, nivelación por abajo, adoctrilramíento,'materialis_mo. un conjunto de acusaciones que tratan de deslindar los retosde esta confrontación con la

"jungla norteameric ana>> y su cultoal poder del dinero. <La america nizacíónnos inunila -cia'ra LLri-gi.Pirandelio, premio Nobel de Literatur a en I9)4-. yo creo qucallá se ha encendido un nuevo faro de Ia civrlizaci6". H di"¿;;que circula en el mundo es norteamericano, y tras este dinero flu-ye el mundo de la vida y de la cultura.>"El filósofo AntonioGramsci rompe con esta concepción de las relaciones entre Eu_ropa y el Nuevo Mundo caracierizada por la defensa de la altacultura, intuyendo que con la creciente legitimación del fordismoy su propósito de racionalización de la próducción industrial, lle-gan cambios que desbordan el marco de la reorganización áe laempresa, y que conciernen al conjunto de los mecanismos de re-gulación sociai.

Tjn r9)0, sigmund Freud examina en su obra El marestar cle raciuilización las <<causas de desilusión>> y subraya el carácter aÁbi-valente del <<recienre dominio dei tiempo y del espacio". S.;lu'_teaba sobre todo interrogantes con respecto a la sígnifica.i¿" á.\a fotografía y del disco, en tanto que <<materializactnes de la fa,cultad concedida al hombre de actrdarse, es <Jecir, d. lu m"*oriu. <El hombre --escribía- se ha convertido en una especie dedios protético, dios sin duda admirable si reviste to.lo, *, orgu-nos auxiliares, pero éstos no han crecido con él y l" p.o,l,r..nmuchas veces no pocas molesdas. [...] El lejano d.u""¡r ror; +--tará, en este campo de la civilizacjón, nuevos y considerabl", pro_gresos, m-uy probablemenre de una imporfancia imposiblá cleprer/er; ellos acentuarán siempre ios rasg's divinos dál hombre.[...] Pero no queremos olvidar, en modo alguno, que por seme_jante_que sea a un dios, el hombre de hoy nose siente ieliz.,

El período entre las dos guerras *undiul", se inicia con la vi-sión apocalíptica dei <<ocaso de c)ccidente>>, por parte del alemánOswald Spengler. Y se cierra con la reflexió; de paul Vuléry so_bre la <crisis del espíritu>>. Para el escritor francés, .tt, .rrr'ir-t.confunde con la de la ide-ntidad europea y la de la universalidad,y no,era ocasionada por factores exteriores. La causano era otráque la pérdida del <capital cultural>>, o la escasez de esos hom_bres que <<sabían leer; virtud que se ha perclido>, de esos lro,rrúr.,que <<sabían oír e incluso escucharrr, que <sabían ver, releer, vol-ver a escuchar, v ver de nuevo>.

I

52 I-A MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

La internaci onalizaci1n de las ondas

, . T 'a llegad a de

'a radio fortalece ras estrategias de internaciona-

Y::l:: !" la, propasandu gub..ná.;;;;. i{; ; ;;;; ;; ;,mas teJos que los orros en este terreno. Es la Unión Sovietica, queinicia en 1929 unas emisiones fijas en alemány en francés. U; H;más tarde, comenzaránsus emiáiones en inglá th;iil¿;.¡;;;;:l:.9: t lósica prolongación de una

"rrrur.ii, á.;ñ;;;ild"Ia revolución que ya había sido formulada én !921,^en,rn do.,_,_

i:.1^: ljctamático denominado <<Tesis sobre la orgun ruááÁ"yla estructura de los partidos comunistas>>, .o., o.uiión del IIicongreso de la Internacionar comunista. ta creación del Komin-tern, con una estructuru cen*ahzada mundiar, permite r."* i^bases de una formidable red d. ..;;;;;i;ación internacional>>,con losparridos hermanos como relevos y punros ¿ "pó;.8;ll3r., :t-^U::a

do -p a rtido rco r sanizó,, ugá.iu d. ;;;;;, ;";romo eI nombre de agencia Tass.La Iglesia romuná puso también en pie, en I9i. I, un instru_

mento en varios idiomas: Radio Vaticano-. Ahora Ui"r, i, ¿i"á*i-ca rcal de la interna cionalización ndiofónicapro.ed. d. Á1"_;nia.El poder nazi estableció el concepto d. ..jr.r*;r¿;É;._-un tema. gue se repite en Man Kampf_ y Io

"plicO "n ,, poííri."

exterior' En l93i fue inaugurada ra estácián de onda .rn, á. L"lsen, en los alrededores de Bedín, con emisiones hacia lur;;;rosas comunidades alem¿nas en países extranjeros. Tumbi¿n eÁi-tía en inglés, hacia Estados unidos. Tan sólo tres años más tarcre.en los Juegos. plímp-i99s. de Berlín, iláÁr^, i1^" r^i*¿"¿ í.;":saila pata emitir en 28 idiomas. En 1935, el fascismo _r;rJi;;;no muestra la misma precocidad .n .r_,urrto ala utiliiiÁá;;;-i,r¡{io

;on fines de proielitismo, *.di;;;;;;s e*isiones en árabeg,lgrgu.t a AÍrica y al F.xtremo Oriente. En la guerra civil esoa_nota, rnrcrada en l9J6.la util.izaciín por parre d"e los dos .u_Jo,de Ia radio con emisiones en ídiomat !"iáni"rot deió ver er oaoerestratégico de esre nuevo medio de propagánda.

L¿ primera respuesra a las emisiin", á?r¿" n"¿ín se produjoen 7934. El canciller socialcristiano de Ausria, nng.bJi D"fi_fuss, demetó -poc9 anres de qu. f*r;;rirr¿rp"rir, *rir_1",interferencias en el espectro iadiofónico. fu so.i"dud i. ñ;.i;:_l::

despte,go una gran acrividad para conseguir que los disrintospatses de la comunidad internacional se unieran en <<pactos deno agresión radiofónico -la primera convención t, ii'irr.r, ."l936,la mayor parte de sus m^iembror_, f.ro sus esfuerzos resul_

.,¡

riT, I-\,1'I'I\ UX Lla !'KU},AGANDA 53

tarán inútiles. En este ámbito, al igual que en muchos otros, la So_ciedad de Naciones no logrará iáponerse como <<rriburrui d. l,opinión público (court of public opiniorc), o <<conciencia del mun-do>>, según expresión de, quien fuá uno J" ,,r, ini'ráo..r, ;i ;;;sidente norteamericano tüTilson (paradójicamente, su país toÁarápartido por el aislacionismo-n9gánd9se'a formar prri" ¿.

"qr¿"lla). La unión Inrernacional de-Radiodifusión, ,i"udu ," tgái,tampoco tuvo gran eficacia. Esta organi zación, con influenciápreponderante de Alemania, fue la úÁica institucíón internacio-l3l qy9 no suspendió sus actividades duranre lu S.g""Ju-C;".ruMundial.

La uttTización de la rudio panla propaganda dio lugat a agi-tación y tensiones,lo que no impidió el ietorno de ideiogías áela comunicación de ,utárter salvador. En !934,Lewis Mtínford(I 89 5 - 199 0), historiador norreamericano de la té cnicaf d; il;;dad, muy lúcido, por otra parte, con respecto d ;rt.".i;i¿<<adoctrinamiento de mutu> d" esta técnicá, prolo.rsu lu, "t.-á.de Kropotkil y d. Geddes. Imaginaba Mumford i;r'p;rrbiliJ;:des de una diferente urilización*de las redes ¿. ,"¿ioJir*iJ",convertidas en modo de volver a enlazar con el ágora de h; p":queñas ciudades de la antigua Grecia.

Gran Bretaña y Estados Unidos tardaron en calibrar la im_portancia estratégica de las redes de propaganda del Estado na_cional-socialista.LaBBC creó en 193b un sérvicio.n l."gru ui;-mana, difundido en esFariol y portugués en América Laíina. LaBBC, por orra pa*e. desempedará ui papel de catalizaÁ;;;"1;lucha conrra las potencias del Eje; y con sus emisiones en 2J len_guas,diferentes representaú un iontrapeso para el pod.ll á"aquéllas. I aCasaBlanca, también en 19i8, ileva a.uUó t"morrl,lización de las redes privadas de radiodifusión de Estudo, úni-dos, para neutralizar la creciente influencia de Alemania en lospaíses de América Latina, donde existían importantes colonias deinmigrantes alemanes, muy acrivas en la difusión de la ideologiádel régimen de Hitler. Las-producciones de \)Valt Disnef h;;:vistas Time y Lfe y el Reader's Digest siguen la estela dr'lu ,uu"uantifascista. El Reader's Digest, fun¿uaá en 1922, es una de lasprimeras publicaciones periódicas que, a parrir de t940,publicaediciones en lenguas extianjeras; .r-.ri" caso preciso,

"í árpunoly,en portugués, con el fin de contrarrestar la aición de las poten_cias del Eje en América Latina. En cuanro a Time,,u, pri*.r,r.,edic¡e¡"r regionales en inglés van dirigidas tambiÉn u l;, ;r;r;;sudamericanos.

J4 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

. \X/ashington tomó el 1e.levo, en 1942, de las comp añías priva_

das de radiodifusión. Lo hizo .on tu.rJ.i¿" ¿..,rru.uJio-.ili;,Voice of Arnerica. Se en-comendO la propaganda en .l ;;;;;;;a. dos organisrnos: el office of \rX/ar lif.,.l"i¡r" (ósri; ;.;l#Í:. 1. l, p'oq,s,ll.abierta bu;rl p;o;;;;;;;), ; á"diil.¿-;;Jtrategtc bervrce (OSS), competente en materia d. op.rucione,

:?:jT:-^"-, !r,1rro gropwráo). Lor;.'* organismos de pro-paganda, a diferencia de lo ocurrido en la primára Cr.rru ltfrr_dial. donde se había contado ,.br¿1;; ;n periodistas y escri-tores, hacen el reclutamiento de ros que uun u ,., sus especiaristasen*e profesionales de agencias d. p"Ul.iaá;,.Iu;il;tfr:cas, sociólogos, psi cólogo, y untrofólogo, á"1 ;ñ;;;;5#;"1^o;

Lu mayor parre de los pioneros d" iu ,oliulogí, f;;.i;;;li;;,oe ros medros de comunicación harán su aprendlzajede las reali-dades internacionales en este terreno d. lu'propugundu.

4. Lageopolítica bipolar de las tecnologías

La situación de guerra fría prolonga la concepción de la co-

municación,"lutio"ndu'Jo"'ü ítp"'inda' Detármina ta orien-

tación cle los model"' i" il;i;,i''""tid+" los sistemas de satélite'

El eie Norte-S"' '"sulti-#ili;;¡;"; el eie Este-oeste' Atraerse

a los países del Tercer lnunio pasa.a ser uno de los principales re-

tos en el enfrentamte";; t;;il; dos sistemas políiicos' E" li l:

cha contra .l ,rrbd"ru.iiio, iu ..*unicación se convierte en st-

.ráni-o de modernización'

Conquistar los corazones y las mentes

Al terminar la guerra' la 9SS se convierte en Ia CIA (Central

Intelligence Agency)' La O\íI' a su vez' pasa a ser el Office of In-

ternational Into'tut'oJqile' f'nalmtl-te' en 1951' se convierte en

la uS lnformu,ion n!ffi'¿Ü;lAi'Vu'híng'on' que va :'::Pradio oficial Voice oiuÁm-ári*, airpondrá de dos emisoras de ra-

56 I,A MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

dio clandestinas: RadioTree Europe (1950), que emite hacia lospaíses detEste v Radio Libertv nds,.'álisíaá ^l; ü;il¡;#:rica' Las dos rádios r".ro" .í"u¿;-;¿;'ii"^"ciación de Ia cIA.Cuentan con emigrant", a. to, pui;*eüú;;;;ffi;;#"'_

rencíándose así de Voice,.guyo-s ir"ri.airi", son norteamericanos.Stalin acepta , en r944;ra'Iiq,liariiá" a.iio,,'irrr.rn a cambio delapoyo de Estados Unidos.y de l"gl;;;;; susriruye el himno dela Intern¿cional por ," t i-"á fr"-g,o;;áí,:" que le glorifica. EIlono impide que Radio Moscú,ig" áii,;"ái."dá;;-p";;;#;Estado-partido hacia .l .rtrunjZro.

-"^*i1T los posicione, ,obr.la regulación de los flujos inter_nacronales que se oponía-n en reñídá enfrentamíenro. po, .rnraf o,,9l prFlipie d"7;; ; ¡h; ;i ;;'ü;);n, tomadode la doc_trina liberal de libre iir."ia.i¿n d.'ú'r lá'riunrías, rarificado norel C on gres o, y eleva d o

^ l^, ;; ;;rí^á";o*i,'l ;fi .üH,iY 6:lpartamenro de Estado norteamericurro, q* to i*1";:;;-iñ;,

entre los obietivos de guerra. p"r;;;; l;il,ia posición del Krem-lin, atento u -unt"n.ra sus ciudadrno, up*ar¿os de los mediosde comunicación occiden,rÉ, ñ;;;tlíáo r,r, imperativos deseguridad inrerna con palabras ;,ir"r;;;;;;omo <<sobera nía na-cion ab>. Et Kremtin con si dera b a ; ñ;;;; t ir;.;;i, i;; i. l;;ondas inrernacionales consriruía ";;;i;j;;."cia de una porenciaextranjera en los asuntos internos d.,in prtud."";;;;.;;;;

concepción de <agresión ideológica, q,r. r*un.ub" d;i;;;i;:ción, se compleméntaba con.la í"ráprÉr*r_ión de la Unión So_viética como <<fortaleza sitiad,a>>

La Unión Internacional de Telecomunicacíones (UIT) se unió,como <(organismo récnico>> -a semejanza de Ia unión p..ia ü"iu.i-sal-, aJ nuévo sistema d" 1., Nr;;;;r'u"iür. ü, polémicas con res_pecto a

'a utilización del e_spe_ctro rrai.f¿"'." ," ilr;;;il;;;üma¡co de esta institución.,La conferen.i" á. Áü*i. city; cerebradaen 1947, ratificó el <<derecho ¿. ,"t"¡o.iáJáe,rtillrución> en mate-ria de repato de frecuenciar,.q".;; h;;JjJJaop,uao por las po_tencias navales a comienzos-dÉ sigro. it;.* d. rr'uriá,i s.üziüque legitimaba Ia interferen.i, ,i.iE-¿rü;;;ü" de los estados delas emisiones desde el ex

p ues H Jeb a" ;.,u,u. lTl[!i#: #:Tffi[ T##.Til*l;lj ff :taTa caída det muro de Bertin. V;1.;;;;jrJ, ,ut¿lit.r, jugando ados barajas, penalizan lu "r.r.hu á"]ár";ir;;;, ex*anjeras y blo_quegn ei desa*ollo de la industria .t"iú.;;;municaciones.

En ambos lados del telón de ,...", ir, ,lr.i., J. ...lbi v a.manipulación se convirtieron "" ,rnu-r,r"r,!-á.".ur".1r_os que se

I.A (;I'OPOI,íTICA I]IPOLAIi DF] LAS']'ECNOI,O(}I^S 51

usaban para desciffar los hcchos y llcstos ,k'1,rr,lv(.'ts,tti0. ( ,ittlrt t ittrt

f,r r" aónrid"ra corrpromctirl<l cn trr¿r lrrrtrrlla l)()r' lil <<('()t].(lrtistit ,1,'

io, aoruron", y las mentes,, dc acue l'tlt' coll l¿t cxl).1 ('sitttr tlt l,s ¡'r¡',ioirg:ntt ruoírk rr. A co¡¡ienzos dc 195),la soci.l.gírr ltrr.rt irrtrrtlis

ta de.-edlos de comunicació' norteamericana t'cc.l.l.ct' l,r ittt¡',.'l

tancia de lo quc está en juego y abre un nuevo campo clt't',sltt,li.

Jenominado áfi.iul-.r-rr.',.comunicación internacional>>. Sc lrlrttrlt':r

ron hipótesis car^ctetiz^das por el maniqueísmo, hipótes.is quc l)r'(,)

."diun "n

muchos casos de investigadores que durante la Seguntltr

Cu"r., trl"n¿ial habían actuado cómo expertos en guerra psicolti-

gica en la OSS y la OWL Al.gunos de ellos volvieron a actlrar conro

lc,nseieros permanentes de la Voice of America' o acompañaron a

l^ t.ápur.torteam"ricanas en la guerra de.Corea (1950-1951)' E'ste

l;; ;i'.;;., principalmente, de \iiilbur Schra'rm, futuro fundador

del célebre Instituie of communication Research de la universidad

á. Strnfo.d. \X/ilbur Schramm fue también coautor, en 19) 1, de una

obra titulada The Reds Take the Cíty, qte rata del papel que juga-

ron las oper.aciones psicológicas en la toma de Seú1 por las tropas co-

munistas.-gn el Este, los teóricos de1 Estado-particlo catalogaron.de una

u", pá.-ioárt a los autores ,1e la "agreiión

ideológico. reaiizando

un, u-rlgu,r-ta del coniunto de los medios occidentales' denominán-

dolos de mo.io genérico .,medios de propaganda burgueses>' Pero

la pluralidad língliística de las emisiones soviétic.as hacia el extranje-

;ip";;6p1., Radio Moscú difundió hacia África, en r9l0' 2)5

t tru, ,"Áunáles en quince lenguas; en tanto que la Voice of A'reri-

ca difundía 110, en iua*o l"r,g,,,s) no compénsaba la unifor'ridad

<Je su lenguaje esrereoripado. Los medios de cotnunicación soviéti-

;;r;;;;?";más aleiadás con respecto a las realidades cotidianas de

sus'au¿iencías, dejaion de ser eféctivos -en opinión de los propios

consejeros de USIA-, salvo para los convencidos de sien-rpre'

Conquistar el esPacio

E I com p le I o tni lit ar' in tJu s tria I

Para la Unión soviética la obligación de defendefse de la

,.uÁ"Áir" exterior>> ha sido, desde su nacimiento, uno de los

principales argumentos de- legitimación del régimen, y. también

""" ,1. lo, motor", centrales de su economía' En cambio' para

Ertuclo, Unidos representaba una novedad que fraía consigo la

guerra fría.

5'{ I-A MTJNDIAI,IZACIóN DIJ LA COMUNI(.ACIóN

E'sta nueva situación se vio instituc ionarizad,a en 1941, medianteel NattonaIStcurity.Acr. Esre decreto proforciono.l rur.o l.;;i;;.permiría manrener la rnovilización esfeclal .le lo, a¡o, J";;;;.;;,pidiendo una des.movílización que,rri.rn

"ir;.rg; á;;,?;;;; ;i.recesión de los años rreinra. El iecreio eiiminaüa, ""

i; o;;;; l^barreras enrre Io privado y lo publico. l; ;;"ll;l; n-'iri"i,'1, ¡"".ritgación aplicadrr y la investigación básica, ro, ruÉo*Lo¡o;ilr;;;;r:,y tos ccntros de enseñanza e invesrigaciórr universiraríos. Se prosi_guen de este modo las experiencias dá sinergia, q"" Iru¡inn prJbiJnsu valor en el curso de ra3egunda Guerra Mundi¡, v irrüáí.árá.,cido al logro, por ejemplo,'áe sistemas brlrrti.o, .í b;.";;;;;il,calculadoras clectrónicas. las que ,.pr.r.nirn in ;;;;;;;""il;ó;en eJ s ucede rse in fo rm á rico. El' Estaáo

"r rr¿o rlr¡á"n ;; ; ;;;;;;

ticipación masiva.en los gastos de investigación y,Jesa*oll;;Ji;,compañías elecrrónicas y aeroespaciales. motor", d. lr, ,".noLoir.de la información y de la comunicació,,. U" í;;;;;";;;;;t.i;;ción es que, cn Ir)30. eJ,p.orcenraje asigrrado ; "l;;.üffi?;5.ral a la invcsrigación públrcu.y prrrdr ..fr.r.nrrbu ," i; %;;l;;tr¿s que en 1947 ascendió al 56"a. Las iógicas d.l ."r.""tu-i.nroplanetario sirúan en un segundo ptu"o tor"unaliri, d"i;;;;;;Ja cibernérica, Norbert \X/i'ener. q'ui.;. .; )94g, proferizaba que elpróximo advenimienro de la ..sociedad'd. iu i"fá.u:ru.iá"1, ;;;.,;"taria una garantía de no rerorno alabarbarie ¿.1á iñ;a, é;;;;Mundial.

La aportación de-fondos del pentágono _renovad a en cadaetapa de las guerras de Asia- desempeñ? ,r, pup.l ¿".irir.

""1,invención del primer ordenador dá transisroér, p". f".r. -j.

IBM, en 1959. Las subvencione, ororguJu, permitíeron, sobretodo, el establecimiento de las primeras'r.d;,I;.;;;;ü;concebidasal principio en el mu.co d" urru.rt...hr.;;i;;;i;;entre necesidades militares y producción indus*id- E; ú;-"ñ*cincuenra se creó, a petición ie la Air Force, f, ,.¿ á. Jáf*r"conrinenral SAGE (Senri_automatic Ground É"rirá"*.ü'grrásistema, uniendo cada ordenador a una,.d d;;;;;il^;ü;ü;las. *ayectori as de los vu elos, y .rn;¿;;;á; io,lo, lor'ord.i;;;del sistema por reléfono, reprÁentaba el inicio a. r" trunrrlirrJn J.datos en tiempo real: la_<<teleinformáúca>. Otra uplicu.ió" qr.nos acercaba al fin de siglo se inició en 195g, con d p;*;r;r¿;:periencias de unión entre ordenadores de centros áe investinr-ción que rrabajaban p_ara elDeparramenr" ¿" ó"f*rr';;;;._

' ncano. En 1968, en el mismo-marco, se instaló lu prl..* ,.á-d.transmisión de datos: ARPANET (Advanced R.'r.;;.h-p;;Agency Network), que unía lo, ..nt.o, ,1.;n;i;;;;;il¿";:

A (i I()r,()r.l'r'rcA Ilt t'( )t.Att l)li l.AS'l'li(.N()1.(x; I As

¡idades y enlazaba tambíén a estas últimas por satélíte, con Lon-lres y las regiones del Pacífico, vía Hawai. Este sistema, concebi-lo en el marco de la seguridad nacional, partía de ia idea de esta-rlecer una red de ordenadores organizada de tai forma que el

:nvío de los datos digitaies pudiera efectuarse por varias vías di-erentes y que, en caso de posible destrucción de uno o variosrentros informáticos, el conjunto no resultase demasiado afecta-lo. En los años noventa, este sistema servirá como principal refe-:encia para Internet, la red de redes mundial.

'ntelsat

El Sputnik, prímer satélite artificial, lanzado por la Unión So-

ñética en 1957 , abre un nuevo frente en la guerra [ría:7a carreta:spacial. El presidente Eisenhower hace frente al desafío y funda:l año siguiente la NASA (National Aeronautics and Space Aóni-riStration), cuyo objetivo principal es la conquista de la l,una, pero.ambién establece un sistema mundial de comunicaciones. En1962, el satélite Telstar conecta Europa con Estados Unidos.in 1965 , Early Bird se pone en órbita. Es el primer satélite geoes-

acionario de telecomunicación comerciai de la red internacíonalle satélites Intelsat o lnternational Telecommunications Satellitelonsortium.

Este consorcio es la forma institucional -aprobada por el

Songreso* que la NASA y la industria aeroespacial norteameri-rana proponen, a partir de 1964, a los <<países del mundo libre>>,

rara asociarlos en la utilízación de un sistema de comunicaciónrundial. El dominio de Intelsat por parte de Estados Unidos es,

il principio, absoluto. lntelsat era administrada por una socíedadrrivada de carácter específico: la Comsat, en la que cuatro empre-;as gigantes se repartían el 45'% de las acciones. Estas empresas:ran: ATT, ITT, RCA y GTE (General Telephone & Eiectronics).La ofra parte se dividía entre una gran cantidad de pequeños ac-

:ionistas y otras i6l sociedades de la industria de la comunica-:ión norteamericana. Figuraban en su consejo de administración,ldemás de los representantes de los accionistas, tres delegados deaC,asaBlanca. Por otra parte, Estados Unidos tenialapropiedadlel60 "1' de lntelsat (cuota que había sido fijada en función de lattllización efectiva que hacía este país de lntelsat). Gran Bretaña,Francia y Alemania Federal disponían del20 "A;y el resto se di-¿idía entre diversos países industrializados. hio había ningún país

5()

¡

60 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

del Tercer Mundo entre los socios del consorcio. En cambio, In-telsat, fiel a ia doctrina del Estado-providencia internacional, ofre-cía a los países en desarrollo unafarlfareducida cuyo coste era cu-bierto por los países industrializados.

En 1965,la Unión Soviética propuso a sus asociados del cam-po socialista el acceso a su propio sistema: el Intercosmos. Y seisaños después, ia Unión Soviética creará el Intersputnik, un orga-nismo de carácter comercial.

La carrera espacial como gran episodio de otra nueva fronte-ra durará poco más de diez años. El período de distensiónhizosurgir los proyectos de acoplamiento de las naves espaciales (So-ywil. La industria espacial norteamericana inicia su reconversiónimpulsando las aplicaciones que resulten útiles a corto plazo. ElPentágono no disminuyó sus inversiones en satélites

"rpíu, pero

el grueso del presupuesto de la NASA se desrinará en adelanie allanzamiento de satélites de comunicaciones, de obseruación me-teorológica, de ayuda alanavegación aérea y maútima, y de ob-servación de recursos naturales. La NASA hace el lanzamiento,en julio de I972, del primer sarélite civil de observación de la Tie-rra, eI ERTS-1 (Earth Ressources Technology Satellite), denomi-nado más tarde Landsat-1.

Los dirigentes de la Unión Soviética, en cambio, no se plan-tean el que se obtengan aplicaciones civiles de sus sistemas mili-tares. El sistema de poder soviético, basado en la retención de lainformación, continúa marcado por la lógica prioritaria y exclusi-va de la política de defensa. El compiejo industrial souiérico fuecapaz de inventar, en l94l , el célebre Kalachnikctf, el arma quehan utilizado los guerrilleros de todo el mundo; pero fue inca$azde imaginar el transistor, un objeto que se popularizó en la se-gunda mitad de los años cincuenta, y que ha cambiado la vida co-tidiana y la geopolítica. Con el fin de que sus ciudadanos nopudieran escuchar las emisiones extranjeras, la Unión Soviéticapromovió la escucha colectiva y fabricó receptores de radio queno podían captar las radios del exteríor.

La conquista del espacio tuvo durante mucho tiempo a EstadosUnidos y la Unión Soviética como írnicos proragonistas. Europa noconseguirá conffarrestar 1a industria norteamerícana de lanzaderas ysatélites de telecomunicaciones hasta los años ochenta. La reacciónnorteamericana no se hizo esperar. El presidente Ronald Reagandesreglamentó el sistema intergubernamental Intelsat haciéndoloentrar en competencia directa con los satélites privados, y suprimió

LA GEOPOLíTICA BIPOLAR DE LAS TECNOLOGÍAS

lr,il

rl

I

6I

la cláusula que concedía tarifas reducidas a los países del Tercer

Mundo que utilizaban Intelsat. En otros ámbitos de aplicación de 1a

tecnología espacial podrían citarse los lanzamientos con éxito de los

primeros satélites civiles de observación de la Tierra (Spot-1, Spot-2,

Spot-3), que se realizaron entre 1986 y 1993' En el terreno militarexistía una dependencia de los satélites de servicios de información

norteamericanos -como los satélites Keyhole y Lacrosse-, que se

mantiene entre 1os años setenta y ochenta. Esta dependencia se puso

de manifiesto de modo especial en la guerra del Golfo, entre 1990 y

199I,y enBosnia. No habrá un comienzo de solución hasta1,995,fe-

cha de ianzamiento del primer satélite espía del programa Helios,que representaba ei primer eslabón de un proyecto de red espacial

europea de información esratégica' Por otra parte, el club de las po-

tencias espaciaies se había ensanchado con ia enhada de China y la

India. Los imperativos del par economía global/seguridad global

han acelerado la puesta en órbita de sistemas de localización. El Pen-

tágono ha lanzaáo ún proyecto faraónico de satélites espías. La

Unión Europea ha puesto en marcha Galileo, un sistema de uso ex-

clusivamente civil, para gran perjuicio de los partidarios de una Eu'

ropa de la Defensa.

lntegrar el Tercer Mundo

Comwnicacíón púrd el desarrollo

En 1949, el presidente Harry Truman proclama la prioridadde la lucha contra el <<subdesarrollo>> en un discurso sobre el es-

tado de la Unión conocido como <<Punto Cuatro>>. Antes de la Se-

gunda Guerra Mundial, el concepto de <<desarrollo>> se entendíavinculado principalmente al grado de <<cultura>> y de <civi4za

ción>> que álrun ábuun país dado. Pero la noción de <<desarrollo,>

pasa atener una connotación económica e impulsa un vasto pro-gtama de movilización de esfuerzos y de la opinión pública en

torno a los grandes desequilibrios existentes, que amenazan con<<hacede el juego al comunismo internacionab>' El programa se

inicia en los años cincuenta, en zonas muy sensibles del OrienteMedio, donde se perfilan intentos de nacionalizaciín de los po-

zos petrolíferos. Este programa será aplicado a América Latinaenli década siguiente. Estados Unidos ofrece a sus vecinos del

Sur -para opott.tt. a la revolución castrista- la <<Alianza para el

progreso>>, una <<revolución en la libertaó>.

'l

I

(i LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

Ltrs s.ciólogos de las universidades norteamericanas utiriza-r'.n Ias ex¡:eriencias obtenidas durante su participación en opera-ciones psicológicas en- ultramar, en el periodo de guerra, y las delos progresos del marketing industriai, purue"tralpolar ÍÁ tipa-tesis. Se definió el problema del desarrollo como .r'pro..ro d.difusión de la <<innovación>. El objetivo de las esrrarejiu, de p"r-suasión consistía en <<hacer evolucionan> las actitudeJ de las^po_blaciones que vivían en situación de <<subdesarrollo>>,

"r,o .r, ?ru-

cerlas pasar de una cultura y una sociedad llamadas tradicionalesa una culturay una sociedad denominadas modernas. El tópicode la <<occidentalización>> resumiría el conjunto de las cualidádespropias de la <<actitud moclerna> y de los i<gustos cosmopolitas>>.

Se caiculaban índices de modernización mediante el cruce deporcental'es de alfabetización, de industrialización, de wbanización yde utilización de los medios; se trazaban culvas y se estabrecían tipJ-logías de modernización que situaba n a cadapa?s del Tercer tlt,rndoen la escala quellevaría ilcrecimiento dela rénta per capita. Esta re-jilla de lectura ha dominado duranre cerca de un .,rá.ro de siglola.concepcíón de las relaciones Norte-Sur. Corespondía, sin duáa,a la mentalidad existente. se trataba de un planteamiento centrar enias políticas gubernamentales de ayuda al desarrollo, y qr. i*p..grru-ba los planteamienros de las Naciónes Unidas. fa UñÉSCOipJ. r"parte' se apresuró a traducir a varias lenguas los textos fundaméntalesde esta sociología instrumental, y sus fuicionarios establecieron unoscatálogos_de<<estándares mínimos>>. para salir del subdesa*ollo, pararealtzar el <.despegue>>, un país debía contar, por cada ci"n haú;tan-tes,.con: 10 ejemplares de periódicos,5 aparatoi de radio,2 relevísores,y 2 butacas de salas de cine. Los medios ie comunicación, vectores dá<<comportamientos modernos>>, eran vistos como los agentes innova-dores. Mensajeros de la. <<revolución de las expectativls crecientes>r,propagan ios modelos de consumo y de aspiraiiones que simbolizanlas. sociedades que ya se encuentran"en l, átrpu superior de lu euolr-ción. Esta creencia, sin fallas, en un progreso exponenciai y en el ca-rácter modernizador de los medios de comunicación repre.sentaba lapuesta al día de ias viejas concepciones etnocéntricas deias teorías di-fusionistas del siglo xrx. El <<primitivo> pasó a ser el <<subdesarrona-do>>; no <¡uedándole a éste oira opción que la de imitar los mocielosde sus mayores. Esta concepción impregnaría el uso de los mediosaudiovisuales, utilizados para 7a..raciónalización>, de las actitudes delos campesinos (adopción de técnicas, abonos) y de los comporta_mientos de las mujeres de las capas populares .or, ."rp..to ,1 .Lntrolde nacimientos. Las autoridades locales ia retoman, eimpulsan expe_riencias de udlización de satélites paralaeducación

"n puír", d" g.un

extensión rerritorial, como la India y Brasil. un caso singular fue Jl de

LA GEOPOLíTICA BIPOLAR DE LAS TECNOI'OGíAS 6]

la dictadura brasileña, que se negó a condnu.ar las carnpañas de alftr-"U.t¿..iá"

v de moviiización misiva que había emprendido cl Légi-

Á"t "tt*iá. -al que había democado-, recurriendo' en los años sc-

;;;;, -;l;;

.sf"ci^lirta, de ingeniería educativa de Stanfortl 1,rr.^

;;; ;;^;.iu unu "ri-.ra e"xperiencia en.la zona,más pobrc tlcl

Nordeste. Por otra parte, el régíÁen tlictatorial brasileño privaría dc

;;;;J;;;ib";.iu ut "*itio

o a lí chndestinidad a sus propios sociírlo-

gos, pedagogos Y antropólogos'

Insurrecciones

La Conferen cía aftoasiática de Bandung (Indonesia)' celebra-

da en abril de 1955, marcael comienzo del movimiento de países

no alin.ados. Tres años antes, Alfred Sauvy y_el antropólogo

ó.o.g", Balandier habían dado el nombre de Tercer Mutrdo a

*.i"?."t1t";unto de países del mundo en referencia explícíta al

itrt ¿iit ¿rlierío.lo prerrevoiucionario en la Francia del Anti-

""" n¿-iÁ"". lu ,udif se convirtió en un instrumento de lucha

il; ;ñ J" ro, -r"i-ientos de liberación nacional. La radio'-at it"".i¿a, La Voix des Arabes, dio comienzo a sus emisiones-""1gsj,.or,

él ,égi-en egipcio del coronel Nasser. Emitía desde

El Cairo, y pasó i ser el po',uuo' de la revolución panárabe' En

Tgl,y^'i"ix de 1'Algérie Combattante, emitida desde Túnez' es

áíí"r¿i¿, "" Árgai^. Las auroridades francesas respondieron

;;;" i',t".f"rá.iu sistemática de sus emisiones y la prohibi

;i¿; ¿ venta de receptores de radio y de pílas' Dos años más tar-

á;;"; D5l,laRadió Rebelde de los guerrilleros castristas co-

Áánouráa emitir, poriniciativu pt"o"ul del Che Guevara' desde

las zonas liberadas de la Sierra Maestra'

Laguerra de Argelia proporcionó-numerosas enseñanzas con

*tl*i. "

f.t. mediás de'comunicación' Los,especíalístas f1"l::ses en contralnsurrección comprendieron el papel que.' en ade-

irtt", l¡r" a desempeñar los medios en cuanto a la legitimación

;;'i;;;bt"*o, d".r' movimiento insurreccional ante la opinión

ó,iUit." internacional. Dichos especialistas se sintieron muy doli-

¡;;;;; i" acruación cle ¿iferentás medios de comunicación de la

-"ti.ptfi francesa y de la prensa internacional durante la guerra

á" atg"tio, y los acúsaron áe hacerle el juego al.enemigo'. r r,poÁteriormente, a lo largo de otfa guefra antiinsurrecctona[, la

guerra de Vietnam, ,-rrr-",J'o' to"'";étot del Pentágono emplea-

iá"1ut"bi¿n este tipo de argumentos' A pesar de las cuantiosas

64 I,A MTINI)IAI,IZACIC)N DI' LA COMTJNICACIóN

inversiones rcalizadas en operaciones psicológicas, abiertas oclandestinas, y en otras campañas de <pacificacióno, las estrate-gias de propaganda no lograron hacer Ce contrapeso respecto alos movimientos de opinión pública. Ésta fue, en todo iaso, laconstatación que hizo_ el geopolítico Samuel P. Huntington en1975, año dela caída de Saigón, al tiempo que acusaba dé modoespecial ala nueva fuente de poder conJtituida por los netuorks,Los news magazines, el\f,/asbintgton Post y ellleuyork Times.Ha-ciendo uoa extrapolación de las enseñanzas de este período deguerra, Huntington condena la libertad de tono de los mediosde comunicación, y considera que ésta constituye una de las cau-sas de la crisis y de la ingobernabilidad de las áemocracias occi-dentales. Estas palabras, por otra parte, figuraban en el título delinforme escrito por Huntington, jünto con el francés Michel Cro-z-ier y eljaponés Joji \üatanuki, parala Comisión Trilateral. Ésta,folmalapor un <<grupo de ciudádanos privados>>, fue fundada en

4.lio de L97,3 por iniciativa de David Rockefeller, presidente delChase Manhattan Bank, y estaba consrituida por *á, de doscien-tas personalidades de tres zonas geográficas: América del Norte,Europa occidental y Japón. La tarea que se impuso fue la de ela-borar soluciones para salir de la crisis.

La transnacionalización y la mz6n geoeconómica

La representación geopolítica del mundo que mantuvo la gue_wa fya dio lugar al desdibujamienro de las légicas geoeconámi-cas. La fuerua de estructuración del espacio mrindial"por parte deéstas comenzará a res'ltar evidente a lo largo de los años setenta,Fl nuevo sujeto histórico, el <<Tercer Mun?or, con su critica alo¡den internacional de la economia y de la comunica ción, haúyer las múltiples prolongaciones dei intercambio desiguaÍ, LosEstados-nación europeos iniciaron a su vez una reaccién contrala amenaza de desestabilización de sus políticas culturales y tec-nológicas por parte de las sociedades multinacionales.

Hacia el fin del monopolio interestaral

: DT tipos de procesos empujaron a que se tuvieran en cuentalas redes de interacciones y áe transacciones no estatales como

66 I,A MI]NI)IAI,IZACI(iN DIi I,A (,OMT,]NICAClóN

agentes de integración mundial. Por un lado, la elaboración depolíticas industriales en el marco de la integración regional, y, enprimer lugar, en la Comunidad Europea. Por otra paiie, l, oposi-ción de las grandes compañías exrranjeras u qr. los países delTercer Mundo llevaran a cabo la nacionahzacién de los sectorese.stratégicos de su economía. Un caso extremo vendría a ponedode relieve: la estrategia de cerco económico e ideológico a que f,_,esometido el régimen socialista del presidente chiléno SaivadorAllende, entre 1970 y 1973, por una alianza objetiva de las fuer-zas de oposición y fueruas armadas del país, sociedades multi-nacionales (como la_International Telegraph ec Telephone), ylos servicios de inteligencia del gobierño de Estadoi Unidos.En los meses siguienres al golpe de estado militar, esta colusiónpasó a ser pública, por las confesiones de sus protagonistas en loshearings, o audiciones, que tuvieron lugar anie lasiomisiones adboc del Senado norteamericano.

_ El esquema de análisis del proceso hacialainregración mun-dial se ha ampliado progresivamente a los actores y-a las interac-ciones no estatales, transnacionales y transgubernamentales. Conlas redes de comunicación en el primer plano de esta reformula-ción. Falta nombrar a los nuevos actorei. Al estar relacionada lapresencia de las empresas manufactureras en el extranjero conel desarrollo de sus flujos de exportación, las nocione, á" ...--presa internacional>> y de <<intern acionalización>> parecían resul-tar suficientes para designar la expansión de eias sociedadesfuera de su país de origen. Pero en los años sesenta, esas nocio-nes son- ya inadecuadas para tratar de unos actores a los quenutren los flujos de inversiones y de implantaciones en el éx-tranjero. Fue entonces cuando naciólanoción de <<empresa mul-tinacional>>.

La toma de conciencia del papel que jugaban esas empresasen la economía internacional modificaría lá situación. Lts ex-pertos de las Naciones Unidas encargados de estudiar las formasde regular las actividades de las firmas extranjeras, propusieronla sustitución del término <<multinacional>> por el á. .itrurrrnu-cional>>. La noción de <<multinacionales>> dál¡a a entender queeste tipo de empresas eran al mismo tiempo una suma de variasnacionalidades y de una nacionalidad deierminada en particu,lar..En suma, que estaban muy anaigadas en el país queias hos-pedaba. Con la elección de la denominación <<empresas rransna-cionales>>, dichos expertos se proponían destacaiuna diferenciade apreciación política. El nuevo sufijo subrayabala no coinci-

l,A 'r'RANSNACIoNALIZACTóN y ra n¡zóN c¡or¡coNó¡.tc,q 6l

rlcncia territorial y el modo de gestión centralizada de esas so-cicdades. Una sociedad rransnacio nal trata de conseguir la flexi-lrilidad necesaria *fuenre de eficacia* , y para ello se beneficia delas condiciones favorables (naturales, financieras, políticas y ju-rídicas) que existan en cada uno de los países que lás reciben. b,al contrario, ftata de eludir aquellas q,r" .riimu perjudícialespara sus intereses. La palabra <<multinacional> elimina e\ caúc-ter polémico de la expansión de estas nuevas unidades del capi-tal supranacional, al hacer de la economía mundial un *orui.ode economías locales. El término <<transnacional>> implica laexistencia de un movimiento tle conjunto hacia la integiación anivel mundial, y viene a significar que existe una fuenie virtualde conflictos entre los intereses de las macroempresas y los delos territorios en que éstas se asientan. Las Naiiones únidas,con conciencia claru de los retos planteados, crearon en 1974una Comisión sobre las sociedades transnacionales, vinculada alConsejo Económico y Social. También establecieron un Centrode Fktudios para trabajar sobre la misma cuestión, y que depen-día directamente del Secretariado. El objetivo eru .ia.o. Formu-Iado en el lenguaje administrativo, se trataba de <<facilitar la con-clusión de acuerdos internacionales eficaces con respecto a lasactividades de las sociedades transnacionales, con vistas a favo-recer su contribución a los objetivos nacionales de desarrollo yal crecimiento económico mundial, al tiempo que se controla-ban y eliminaban sus efectos negativos>>. Di.ho centro debíaproducir, asimismo, informes técnicos, tanto sobre las estrate,gias de las sociedades farmacéuticas y agroalimentarias, comosobre las redes publicitarias y los flujos de datos a través de lasfronteras.

l,os manuales de marketing internacional, pragmáticos y man-teniéndose al margen <1e la polémica conceprual, clasifican alas so-ciedades_que, realizan operaciones en el exftanjero con arreglo atres perfiles de actitudes, según su modo de enrrada en el merCado.Una sociedad se denomina <<etnocéntrica>> (o monocéntrica) cuan-do las filiales extranjeras están estrechamente vinculadas con Iaiclentidad nacional de la sede cenrral. La sociedad <<geocéntrica>> esla que tiene las empresas filiaies <muy integradas enla búsqueda deuna estrategia óptina en una perspectiva cosmopolita>>. La socie-dad <policénuica> cuenra con pocas filiales en ei extranjero, peroestán bíen integradas y dirigidas de modo descenr¡alizado. Estanomenclatura comprende, evidentemente, diversas modalidaclcsde transnacionalización que han evoiucionado con el tiempo y crr

/

6l.t LA MuNDIAI-IzAcIóN Du l-A coMtrNICA(lIoN

función de los sectores de actividad a los que pertenecen las res-pectivas empresas.

Las empresas transnacionales dei campo de la comunicaciónse encuentran entre las que más acusan la relación conflictiva en-

tre lo local, lo nacional y lo transnacional. Este tipo de sociedadesse han de desenvolver en el ámbito muy sensible de las identida-des específicas y tratan de esquivarlas, o bien de adaptarse a lastlismas, aprendiendo rápidamente a actuar como buenos adep-tos del darwinismo.

Correlación de fuerzas y mediaciones nacionales

La expansíón de las redes publícitarias

El Plan Marshall, t¡as la guerra mundial, permitió que unaEuropa devastada reanudase su crecimiento; pero fue tambiénel caballo de Troya de la <.americanización de la sociedad>.Abrió el camino para la modernización del equipamiento in-dustrial de los países afectados, contribuyendo a la reconstruc-ción de la sociedad. Como señala Luc Boltanski cn su libro so'bre los profesionales y técnicos, fue por esta blecha por la quepenetraron sistemas de valores, tecnologías sociales y modelosque habían tenido éxito en Estados Unidos. l:l ] !utnan enginee'ring y el m(tr¿agement acompañan la formaciíln de un determi-nado tipo de gestores.

La modernización de las estructuras pub[icitarias en la Euro-pa de la posguerra forma parte de las mutaciclncs estructuralesseñaladas. Las sucesivas fases en que fuc o1-rct'rindose ilustran so-bradamente acefca del proceso de transn4cionalización del mar-keting.

La publicidad, considerada al comicnzo s<ilo cotno una <<téc-

nica de modernización de los métoclos dc vcnta>>, se convefiirácon el transcurso del tiempo en el vector de la comercializaciónen el ámbito del modo de comunicaciírn; y, cn tanto tal, será unnúcleo central, en adelante, de la csÍcra pública. Sector privile-giado de la producción del <<acontccinricnto técnico>>, es decir,del que se crea apattir de artificios visualcs () sonoros, provocan-do una brusca alteración que rompc la coutinuidad de una infor-mación y avivala atención de las auclicncias, la publicidad es tam'bién el laboratorio de vanguarclia <lc la cultura de masas.

l.A'l'l{ANSNACI()NAl.lZA(:l()N Y l.A llAZ()N (;li()l ( ()N()l\ll( A (f)

La primera gran ola de internacionalización clc las agcncias .lcpublicidad en Europa -si no se consideran las redes creadas cluran-te la <gran depresión>>- comenzó en los años cincuenta, y alcanz<i su

punto más alto en Ia década siguiente, la década denominacl¿r clcl<desafío norteamericano>>, según el título de un best-séller f¿rnros<r

escrito entonces por Jean-Jacques Servan-Schreiber. Fue ésta utra

fase imperial, cuyos principales protagonistas llegaron de EstadosUnidos y seguían los flujos de inversiones directas de sus firmas in-dustriales. Esta llegada en tromba debilitó a las agencias de publici-dad locales en la mayor parte de los países donde se instalaron las fi-liales de Estados Unidos. Francia es el único país europeo que, pese

al aumento de la presencia norteamericana, ha logtado preservaruna parte mayoritaria de su mercado interior, consiguiéndolo gra-cias a sus dos grandes e históricas sociedades (Havas y Publicis). Lasfiliales de las agencias de Estados Unidos trabajal:an entonces, sobretodo, para clientes de su propia nacionalidad. En muchos países, yespecialmente en Francia, se las dejaba de lado con respecto a los pre-supuestos de pubiicidad de grandes empresas nacionalizadas e insti-tuciones públicas. La interacción entre las distintas filiales nacionalesresultaba escasa. Eran, por todas partes, centros de aprendizaje deunos conocimientos que solamente ellas poseían. Esta hegemoníamundial llevaría a que ei portavoz de las agencias norteamericanas,Age Aduertising, las caracterizase como <<diplomáticos oficiosos de 1a

nación>. Puesto que <<representaban el estilo de vida dei país de for-ma mucho más completa y realista que el Departamento de Estado olas embajadas>.

La segunda generación de redes internacionales se desarrolió enIos años setenta. En esta década, de consolidación de los mercadosnacionales de publicidad, las agencias locales -a11í donde subsistían-tratarían de crear dificultades a las redes norteamericanas, dispután-doles la misma clientela e iniciando una tímida internacionalizacíón.El desarrollo de los mercados interiores dio lugar a una nueva relaciónentre los profesionales locales y las agencias norteamericanas. Ade-más, los gobiernos dictarán en todas partes distintas medidas en con-tra de las agencias extranjeras, haciéndolo en nombre de la protec-ción del mercado laboral, de la lengua y cultura nacionales, e inclusode la moral. Las agencias norteamericanas reaccionaron ante 1o queconsideraban nuevas formas de nacionaiislno con propuestas deacuerdos de asociación con participación minoritaria, y contratandoa talentos locales. Reconocían, por supuesto, la existencia de <dife-rencias culturalesrr, que procuraban tener presentes. La coordina-ción entre filiales nacionales para la gestión del presupuesto de un¿r

empresa transnacional, ya fuera en el plano regional o en el mundial,constituía una excepción que confirmaba la regla de la yuxtaposi-ción de las agencias. Hasta que no se establezcan ias <redes globrt-les>>, en los años ochenta, no se perfilará un plan de conjunto. Iistrr

70 I,A MLINDIAI.,IZACIóN DE T,A CoMUNICACIóN

,r".::1, generación ya merece realmente las denominaciones de red yde actot- geoestratégico.

Una estrategia de resisterccia institucional: el cine francés

_, C?To compensa,ción a-la ayuda económica aportada por elPlan Marshall, se solicitó del gábierno francés q,r. ,,rurrirár"-l^restricciones ala entrada de filmes norteamericarror, ,.rrri..io_nes que esraban en vigor desde finales de los u¡", ,.i.rt".

-S; i;

-1.:n \X/ashington, en mayo de 7946, el acuerdo gil,gyi".r,a.sí llamado por los. apellidos del represenranre fr"nl¿i'iZoíBlum, y del secretario áe Estado nort.u-.rl.uno, Ju-", Éñ;;.Este acuerdo anuló las medidas del <iecreto Her.íot. Er;; á;cuotas de importación se estipularon cuotas ,1. ..pr"*i;;, ;servándose cuatro semanas, pbr cada trimestre, pára Ia Orou"._ción de filmes franceses. Se riataba realmenre ¡;;;;;ái;;;;claro retroceso con respecto a la anterior, p,r.rro que su aplica-ción significaba, en definitiva, un tiempo d'e pr"raif,

"ófd""teal3IoA;mientras que anres delu g.,áru," él"u.bu ui;ó;Á-.1^nueva cuora no permitía que el conjunto de las producciones ci_

19m_at9sráficas francesas pudiera liegar a tu, ütu, á. l*."E;lo46rF.ran1a

produjo 96 iilmesr al año sigr-ricnt., t, p.oáu..;Znse redu¡o a74. La crisis se extendió a divcisas r"a'as iel se*or vdejó.sin *abaio a acrores. realízadores y p.;;r;;;:r. A;;;;;:porla.prensa, esros últimos saren a ru.ári" pa'a r)rorestar v obli-gan ala Asamblea Nacional a replanrearr" i.r,, ,.l,r"J;;: /u,";;gociaciones con \X/ashington llevaron a slr n.,o.jifica.iiorr.J| i;mó un nuevo acuerdo, en septiembre de 194g, que poiru-u1 üuel sistema de cuoras de irnptrtaci¿n, c.,'',biná"iolá;;; ;;;;ldel tiempo- de <pantalla>>. se auroriia

"Á^ cnrrada ,rr;r;-;i

plí:.d. 186 filmes, de los que 121 poclrían trrrovenir ¿. Urtuáo,Unidos..El ligrpo de ..panialla> pai.i dc cuarro a cinco semanas.ro que srgnrtrcó un aur-ncnro que iba dcl ll al )8,,/n. La impor_tación de Filmes exrranieros, no n,.,rt"rr.ricarros, quedó suietua fuertes resrricciones. Él nú,r".o.rtnH..iJ" üd¿lü;;#';65 filmes. Esro dio lugar a fuerres prorestas ¿"i lo, proJ,r;;;;";!1i1ánicos

En 1948,las medidas a. pr"i"..iOn ," oÉo-páñr;;cte una verdadera esrrategia dc apoyo a la producción cinemato_gráfica. El Centre Nationaj de la Cinématágruphi. fCfVCl ."r,tituyó un eje del nuevo sisrema de apoyo. Uño á. for'JJ.;**;.esta institución era el de I'grar la ieinversión en ra prri".."iJ"

rW

r,A 'r'r{ANSNAcIoNAI.TzACIóN y l,r n¡zóN c¡c¡r:<-otóvtr-.r lI

nacional de r¡na parte de las recaudaciones obtenidas en Iiranciacon los filmes extranjeros.

Como resultaclo de esta doble estrategia proteccionista y dc

¡rroducción nacional, Francia será uno de los escasos países cle lit¡-ropa y del mundo que mantenga un cierto pluralismo en slrs pan,tallas. En Gran Bretaña, que tomó la posición opuesta, ha dcsa-parecido prácticamente la producción cinematográfica nacional.Si ha salvaguardado una industria del cine es porque desde hacctiempo sus más importantes clientes son los productores de fil-mes publicitarios. Cineastas británicos como Adrian Lyne, TonyScott, Allan Parker y Ridley Scott, que habían dado sus primerospasos filmando espots en su propio país, no tuvieron más reme-dio que emigrar a Caiifornia para poder hacer sus películas. Ita-lia, por su parte, con una política oficial de apoyo a la producciónhabía conseguido defender su cíne nacional; pero en los añosochenta asistirá impotente a su declive, bajo los efectos de la des-regulación y Ia privatización de su entorno audiovisual.

La ftcxíbiltdad Jc las rcuistas

La guerra mundial favorece un¿ mayor presencia de Tirne yNetuswcek en la esfera internacionai.En 1946, elTinze tendrá cator-ce ediciones, y el Newsaeek alcanzarálas cinco. Cabe señalar que to-das estas ediciones estaban hechas en ingiés. Só1o el Reader's Digestoptó por publicar sus ediciones en las lenguas de los diferentes paí-ses. Cornenzaron primero las ecliciones para América Latina, y si-guieron después ias ediciones para Francia, España y Portugal; a

continuación, las de Suecia y Finlandia, Esta pubiicación fue consi-derada du¡ante mucho tiempo como un modelo de producción edi-torial transnacional. En eI Reader's Digest se aprendería muy prontoa adaptar los contenidos a la diversidad de los ámbitos nacionales:con una hábil dosificación entre los artículos suminist¡ados por uncentro mundial de coordinación, con sede próxima a Nueva York,ias adaptaciones a 1os <<intereses y a la cultura local>>, y el materialproducido regional o localmente. Cuarenta años después de que fuc-se publicada la primera edición extanjera, circulaban más de trcinta millones de ejemplares, que eran publicados en una cuarenten¿r rlc.

ediciones en unos veinte idiomas. Durante cerca de un cuarto (lc si

glo, e\ T'ime, eI Newsweek y eI Reader's Dígest serán los únicos t¡rrt.crucen en forma significativa las fronteras.

Las revistas -entre las que las más famosas eran,9cicntl[rt' Aut,,rican, Cosnzctpolitan, Family, Circle, Playboy, Glamour, (,rxxl Ilott,'keeping- se internacionalizan a partir de los años scscnll. l,o ll;u rrr

/

72 LA MUNDIALIZACIóN DE LA CoMUNICACIóN

siguiendo el sistema de la franquicia. La sociedad propietaria de lacabecera cedía a un editor nacional el derecho de udlizar ese títulocon arreglo a unas condiciones muy precisas, mediante el pago de ro-yahies. Con esta fórmula, fruto de una reflexión de carácter estraté-gico sobre la relación entre lo <<nacional>> y 1o <<internacíonal>>, quienobtenía la franquicia pasaba a conectarse con una red, contandocon un knou-bou; común, un fondo común de artículos, una agen-da de direcciones de anunciantes, y, a veces, con sesiones de..cru-ce de ideas>> con los equipos editoriales de otras versiones localesde la publicación. Tenía lugar un proceso de geometría variable, ycada publicación encontrab_a, unas modalidades específicas de aso-ciación con la sede central. Esta mantenía el control sobre la cabece-ra y no dudaba en llamar al orden a su asociado. Un mismo título nose internacíonalizaba al mismo tiempo en todas partes. Existían pun-tos avanzados y puntos de retaguardia. En algunos países del TercerMundo se obtuvo el acceso incluso antes que en grandes países in-dustrializados (hay, por ejemplo, una diferencia de ocho años enrrelas primeras ediciones ladnoamericanas de Cosrnopolitan, publica-das en 1966, y las de su homólogo francés). Por otra parte, algunasrevistas no lograron implantarse en determinados países. En cuantoal objetivo hacia el que se dirigían las versiones locales de las matri-ces internacionales, éste era fundamentalmente la <<clase media>>,apunrando a su nive] superior.

En los años setenta,la constitucíón y la diversificación de unasbases nacionales de producción editorial llevó a que muchas publi-c¿ciones originarias de Estados Unidos tuviesen que competir conotras de géneros semejantes y concebidas localmente. Los gruposfranceses y alemanes comenzaron a ocupar posiciones en el mercadomundial a finales de dicho decenio. La revista E//e multiplicó susediciones en el extranjero apostando con éxito por la conquista delmercado norteamericano. El blanco hacia ei que siempre se apunta-ba era la <joven urbana occidental>>. La prensa financiera iniciaigualmente su penetración transnacíon al. El \V a I I S t r e e t J o u r n a I lan-zó en 197 6, en Hong Kong, una edición para Asia. El Financial Ti-mes publicí en 1979 una edición europea. Su competidor norteame-ricano le imitará cuaffo años más tarde.

El despertar de las conciencias planetarias

Por un nueuo orden mundialde la información y de la comunícación

Los años setenta representaron un giro hístórico en la aproxi-mación tanto de los mecanismos industriales que rigen la pro-

l,A'l'RANSNA(ll()NAl.l7./\(llillt-l r- l.¡ ttnZri¡.1 (ili()li( (lNti¡'ltt.rt 7\

dtrccicin dc la infbrmaciíln y clc la cr-rltura clc trtirstts, colllo tlc los

clcsequilibrios internacionales de los flujos y Ios intcrcarnlrios. lisla cdad de oro de la crítica.

Un primer foco surgió a partir del movimiento de los paíscs

no aline ados . La cuarta reunión cumbre de los países no alinca-dos, celebrada en Argel , en I973, puso las primeras piedras clc

la demanda de un <<nuevo orden mundial de la información y

de la comunicación>>. La plataforma central de realización delos debates fue la UNESCO, el organismo representativo de lacomunidad de las naciones en los campos de la cultura, la co-municación, la educación y la ciencia. Estos debates serían pa-

ralelos a los que, en el marco de la Asamblea General de las Na-ciones Unidas, llevó a cabo, desde 1974, el <<Grupo de los 77>(equivalente de los no alineados en el ámbito económico), convistas a conseguir la revisión del sistema internacional de inter-cambios comerciales y a sentar las bases de un <<Nuevo OrdenEconómíco>> (reforma de las instituciones monetarias, transfe-rencia real de recursos para financiar el desarrollo, acceso a los

mercados del Norte, transferencía de tecnolo gía).Una idea cen-

tral acompaña el proceso que se sigue en el campo de la comu-nicación: existe un <<imperialismo culturalrr, y la situación de<.dependencia cultural>> que éste origina no obedece a una ma-

nipulación o una suerte de complot, sino que se debe a un he-

cho estructural. Los efectos de la dominación forman parte de

las raíces del principio del intercambio desigual entre el centroy la periferia.

F,n 1969,la UNESCO, presidida por el francés Jean Maheu, con-vocó, a petición de sus miembros) una reunión de expertos en Mon-treal. El orden del día de la misma se ci{raba en establecer el estado

de la cuestión sobre lc,s conocimientos en Ia materia, y la propuesta de

unos ejes de investigación. Se planteaba como cuestión central en di-cha reunión el debate sobre la <<comunicación en sentido único>>,

que era la que caracteúzal:,alas relaciones entre los países en vías de

desarrollo con los otros. Una cuestíón que por su unilateralidad po-

dría <originar problemas en cuanto a la mutua comprensión entrelas naciones>>. F,n 7912, por iniciativa de la Unión Soviética, se so-

metió a la UNESCO, y luego a la Asamblea General de las NacionesUnidas, una propuesta de convenci ón parala regulación de las trans-misiones de los satélites de difusión directa (que no necesitan repe-

tidor terrestre). En la votación sobre el principio, Estados Unidosquedó solo ante el resto.

I

I

74 LA MUNDIALIZACIóN DE I-A COMLINICACIóN

El debate sobre el Nuevo Orden se inició con la crítica de la<<cobertura a menudo tendenciosa, incorrecta, no objetiva, e ina-daptada, rc?lizada,por las cuatro grandes agencias áe prensa delos países desarrollados, que monopolizan-ia difusión mundialde noticias>>. se apuntaba, sobre todo, hacialas agencias estadouni-denses, cuya parcialidad se puso de manifiesto,-de modo concre-to, con su actitud hacia el régimen de Salvador Allende, presi-dente de Chile. Con el tiempo, el debare se fue exrendi"náé u ,r,conjunto de cuestiones tan amplias como el reparto del espectrode frecuencias y la construcción de infraestructuras nacionales d.comunicación.En 1977, el nuevo director de la UNESCO, el se-negalés Amadou Mahtar M'Bow, encargó la confección de un in_forme a una comisión inrernacionalpaÁel esmdio de los proble,mas de la comunicación. Presidía eita comisión el irlandés seanMacBride_, premio Nobel y premio Lenin de lapaz. El informe fi,nal se- publicó en 1980. se rrara del primer áocumento oficiaremitido bajo los auspicios de un organísmo representativo de racomunidad inrernacional donde se plantea ün toda craridadla cuestión del desequilibrio de los flujos de informacior., á.agencias, de programas de televisión, de filmes y de otros pro_ductos culturales, así como de equípos.

La Conferencia General de la UNESCO, celebrada en Bel_grado, a finales de 1980, debatió ampliamente el Informe Mac_Bride. Existían numerosos factores que conducían a un calejónsin salida. Los Estados Unidos de Reagan, con gran intransigen_cia' trataron de imponer a roda cosra su docrriáa intangibre"delfree flow of lnformatlon. Por orra parte, los países del blóque co_munista borraron el rastro del debare, apoyándo la petición legí_tima del Sur de emancipación cultural, pará mejor reafirmar, p"orotro lado, su oposición atoda up"rtrrrui. sus slstemas d..ó-rr_nicación de masas. Paralas autoridades de los países der Este settataba de un momento verdaderamente crucial. Existía el fan_tasma del sarélite de recepción directa, junro con la rearidad pal-maria de un sistema de control social que pese a todas ras intáfe-rencias del espectro de radiodifusión no conseguía evitar lapenetración de los medios de comunicación transn*acionales. Lasradios y las televisiones occidentales -y pronto los videocasetes-,junto con la actividad de los movimientós de disidencía internos,llevaban a cabo un trabajo de zapa diario, haciendo relumbrarunos modelos de vida en abierta contradicción con la economíade penuria y_los eslóganes repetidos por la propa ganda del Esta_do-partido. Los países no alineados sumnbán il^"grunheteroge_

r.A'r'r{ANSNA(iroNAr.rzACróN y l¡ nnzóN c¡oncoNótrrcR 7J

ncidad tecnológica sus conradicciones políticas inrernas. Así, al-gunos regímenes acudieron a la tribuna internacional para desig-nar chivos expiatorios exteriores, utilizándolo como coartada conrespecto a sus propios compromisos y a las carencias cn cuanto a

libertad de expresión sufridas por sus periodistas y creadorcs.Pese a sus muchas limitaciones, estos debates constituyeron lirprimera llamada de alarma con respecro al intercambio desigualde imágenes y de informaciones. Estos debates -dejando de iadosu retórica, a veces virulenta- expresaban una puesta en cuestióndel moclelo de desarrollo, y, por consiguiente, de un tipo de rela-ción entre el Norte y el Sur, materializado en las estrategias moder-nizadoras a partir de los años cincuenta. Las críticas a los esquemasverticales de la comunicación dictados por el difusionismo plan-teaban la cuestión de la relación entre democracia y desarrollo, yla de comunicación y la participación de los interesados en supropio desarrolio. Dichos debates permitieron que saliera alaluzla memoria oculta de filósofos y pensadores del Tercer Mundoque defendían posiciones contrarias a la visión productivista y ra-cionalista del desarrollo. Considerada desde un punto de vistapuntual, la concepción filosófica del Nuevo Orden ha inspiradola creación de agencias de prensa nacionales, o de grupos de agen-cias regionales. Igualmente, ha inspirado la elaboración de politi-cas sectoriales -como las mencionadas anteriormente- dirigidas ala regulación de las agencias de publicidad extranjeras, así comolas destinadas al establecimiento de mercados reservados y depolíticas de cuotas en apoyo de la producción cinematográficanacional.

En 1985, Estados Uniclos, invocando una desviación hacia la<<politizaci6n>> de los problemas de comunicación, se retiró dela UNESCO, seguido rápidamente por Singapur y por la Ingla-terra de la señora Thatcher. Estados Unidos, haciendo el mismotipo de acusación, amenazí con hacer lo mismo con respecto a laUnión Internacional de Telecomunicaciones, encargada, desde1979, dela organización de la Conferencia Administrativa Mun-dial de la Radio (CAMR). Se invitará por primera vez alas I42 de-legaciones, con gran riesgo para Estados Unidos, a que cambie laregla del ,.derecho de prioridad de empleo>, en materia de re-parto de frecuencias, regla que había sido impuesta, a principiosde este siglo, por el reducido núcleo de grandes potencias ma-rítimas.

Las discusiones sobre el Nuevo Orden tuvieron un efecto clt'tom¿r de concíencia estratégica. Para las redes de defensa clc intr.

reses corporativos, como la International Advertising Association(IAA), o la Sociedad Interamericana de Propietarios de Prensa(SIP), qus desplegaron grandes esfuerzos en la actividad delobby, rcpresentarán el punto de partida de una reorganizacióninstítucional dirigida a hacer frente a un <<desafío>> que es con-siderado <<globab>, y en modo alguno coyuntural. Esto ocurriráigualmente con las organizaciones no gubernamentales que, plan-teándose el ir más allá delas declaraciones de principios de los es-tados, toman iniciativas al margen de los centros oficiales. Así su-cedió, por ejemplo, en el caso de las organizaciones de ONG que,de 1974 a I976,llevaún a cabo con éxito un boicot inrernacionala la sociedad Nestlé, para detener sus llamativas campañas de pu-blicidad y de promoción de sustituros de la leche materna enlospaíses del Tercer Mundo.

Europa. cl reucrstt da las políticas culturales

El segundo foco desde donde se formula una doctrina sobrelas consecuencias de la internacionalización de los productos cul-turales se encuentra en Europa, y Francia desempeña un papelesencial en la misma.

A finales de l97B,los ministros europeos responsables deCultura hablan explícitamente de <<industrias culturales, multina-cionales por naturaleza>>, y reconocen que los instrumentos de re-gulación jurídica establecidos por el Estado-nación no rienen elpeso suficiente para encauzarlas. La noción de <<industrias cultu-rales>> había hecho su entrada, poco antes, en los planteamientosdel Consejo de Europa por medio de experros del Ministerio deCultura francés. Esta noción traía consigo la constatación de unalucha desigual entre los objetivos de democrarización de los bie-nes culturales -política llevada a cabo por los poderes públicos-y el irresistible ascenso de otra forma de democratizaciónpor víasdel mercado, mediante los productos de la culrura de masás. Otraconstatación que se hizo fue la de los riesgos que suponía paru7aidentidad nacional la ruptura de las fronreras del Estado-nación.

En los años setenta no se establecerán vinculaciones entre lasllamadas de alarma Tanzadas desde el Sur y las adverrencias delos dirigentes culturales de Europa. Habúque esperar a los dosprimeros años de la presidencia socialista en Francia para que ungobierno europeo pase a defender claramente .rnu políti.u-capazde <<gatantizar a los países del Sur el medio de salvaguardai el

t.A'f t(ANSNA(.1()NAl.lZA(.|(jN Y l.A l{AZ()N (;1,()l( ()Nf )l\¡l( t\ /I

control dc sus urcdios dc cot'rtt¡tricaciitt-t y tl.: lt,s tltt'tlsrrics vt'lricuiados por los rnismos>> (clcl cliscurso dcl ltrcsitlclrtc lit'atrqoisMitterrand, en la rcunión cumbre de los siete paíscs tl:ís irrtltrs-trializados, celebrada en Versalles en junio de 1982). I-n la cotr-ferencia cumbrc Norte/Sur de Cancún (México, octuLrlc tlt'1981), el presidente francés afirmaúa que.<el mercado liblc rr<r

¡rermite otro crecimiento que el de las firmas multinacionalcs,que crean en el Tercer Mundo flujos de riqueza en un océancl clc

mtserla>>.

Parece quedar claro, a finales. de los años setenta, que las res-

puestas de las instituciones internacionales a los nuevos problemas

están muy por debajo de las expectativas de las diferentes partes.

Son pocos los proyectos de recomendaciones que se concluyen. Este

sería el caso, particularmente, del código de buena conducta de ias

empresas ffansnacionales, elaborado por la ONU. El avance en

cuanto a legitimidad de las políticas neoliberales, reacías a todo loque suponga control y reglamentación de las sociedades transnacio-nales por parte de las instancias públicas, confirma definitivamentesu futuro en los años ochenta. La comisión y el organismo encarga-

dos de establecer el marco regulador quedarán disueltos. Cuandolos debates concluyen con la adopción de un código para las delega-

ciones gubernamentales, corro en el caso del código de regulaciónde las campañas de marketing para 1a venta de sustitutos de la leche

materna, que había sido propuesto por la Organización Mundial de

la Salud, y votado unánimemente, con la excepción de Estados Uni'dos, se plantea entonces la cucstión de la inexistencia de una fuerzajurídica que pueda hacerlo valer. Por otra parte, las sociedades trans-

nacionales encontrarían pronto una réplica con la promulgación de

sus propios códigos de autorregulación.

Eldesafío telemático

Aquellos países del Tercer Mundo que han podido hacerlo, yque se 1o han propuesto, han seguido una verdadera política de

tiansferencia de tecnología. Esto ha sucedido, de modo particular,con respecto a Brasil y la India, países que emprendieron resuei-

tamente la vía de sustitución de las ímportaciones para poder do-

tarse de unas industrias informática y aeroesp acial, y también de

armamento. Han mantenido una limitación en las condicioncsde acceso a su propio mercado por parte de las grandes conrp¿-ñías extranjeras, al mismo tiempo que establecían alianzas cotlfirmas que aceptasen negociar la transferencia de su knotu-ltott',

7n LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

para logtar de este modo un progresivo avance en la indepen-dencia tecnológica nacional.

También los dirigentes de los grandes países industrialessienten preocupación por la cuestión de la soberanía nacional ensu relación con las nuevas tecnologías de la informacióny delacomunicación. Los gobiernos de Japón, Australia y Canadá en-cargaron informes a sus expertos para encontrarse preparados ypoder hacer frente al desafío. En Francia, el informe oficial so-bre la <informafizaciín de la sociedad>>, de Simon Nora y AlainMinc, presentado al presidente Giscard d'Estaing en 1978 -yque tendría una gran repercusión internacional-, aboga decidi-damente por una política de independencia nacional, mediantela reapropiación de las redes telemáticas. Este neologismo, tele-rnática, que aquéllos acuñ,an, pone de relieve la convergencia tec-nológica. Según Nora y Minc, la independencia se veía amenaza-da por el monopolio de la información de las bases de datos deuna sola potencia. <<El saber -prevenían- acabatá por ser mode-lado, como ha sucedido siempre, por la inform acióÁ almacenada.Dejar que sean otros, esto es, las bases de datos norteamericanas,quienes se encarguen de otganizat esta <<memoria colectiva>, con-tentándose con su utilización, equivale a acept^r una alienacióncultural. La constitución de bases de datos representa, por consi-guiente, un imperativo de soberanía.>> Los autores, tras la adver-tencia hecha, retomarán la visíón redentora de las redes, que ga-runtizaúan un reencuentro con la democracia de base. <<Lapalabtainformatizada y sus códigos -escriben- debe volver u .i.ar ,tnágora informacional que se extienda a las dimensiones de la na-ción moderna.>>

Una comisión, creada por Francia, sobre el flujo transnacionalde datos, prevenía: <<El reto principal consiste en la planificaciónterritorial a una escala mundial, y, sobre todo, en la ubicación delas actividades terciarias avanzadas: el cerebro del planeta>. Porotra parte, un informe sobre <<Relaciones culturales exteriores>>,encargado a Jacques Rigaud, entonces alto cargo del Estado, y fu,turo responsable de RTL (Radio-Tele Luxemburgo), pone de ma-nifiesto las carencias en cuanro a estraregias privadas y públicas delas industrias culturales f¡ancesas en el mercado internacional, yhace una crítica de una concepción histórica de la cultura y del sei-vicio público.

t"A't'ttANSNACIONAt.tZA(il()N y t.A ttAZ()N (;ti()ti( ()N()Ml(,A 7()

¿Hacia la <sociedad glctbab>?

La evaluación cle las coacciones transnacionalcs quc lrircculos expertos franceses no es necesariamente comparti<la l)()r l()-dos. Para muchos expertos, lo esencial no radica en ello. Pucstoque la transformación tecnológica ha venido a modificar las lor'-mas de ver el mundo. En 1968, el canadiense Marshall Mcluhany su colega Quentin Fiore, asentando sus análisis en la primeraguerra de la televisión en directo, la guerra de Vietnam, habianapostado por la imagen electrónica. Gracias ala capacidad de latelevisión de actuar sensorialmente sobre sus audiencias, la lle'gada de la <<aldea global> -la comunidad que vuelve a encon-trarse por medio de la pequeñ a pantalla- está reduciendo ente-ramente las amenazas de guerra, haciendo que disminuyan lasdiferencias entre militares y civiles, y <<haciendo progresar deci-didamente todos los territorios no industrializados, como China,la India y Áfrí.urr. Por el -mismo tiempo, Peter Drucker, teóricode la gestión de empresas, menos inclinado haciala utopía co,municacional, cree descubrir en la nueva fase de integración dela economía mundial la entrada defínitiva en la era del globalsbopping c€nter, y de la global factory, de la que da como modelolas redes de producción de IBM.

Zbigniew Brzezinski, norteamericano de origen polaco, futu-ro animador de la Comisión Trilateral y futuro consejero del pre-sidente Carter en el campo de la seguridad nacional, prefiere ha-blar de <<ciudad globaL>, ya que el individuo corre el riesgo de serintroducido en un entorno anónimo. En su obra sobre la <<revo-

lución tecnotrónica>>, publicada en 1969, pone de relieve la nue'va <<interdependencia>>, ocasionada por la <<revolución de las co-municaciones>>. Considera que la <<diplomacia de la cañonera>>cede el sitio a la <<diplomacia de las redes>>. La noción de impe-rialismo ya no resultaúaválida para explicar las relaciones quemantiene Estados Unidos con otros países. Y esto es así -señala-porque la superpotencia norteam ericana se ha convertido, al con-trario de la otra superpotencia, generadora de tedio y penuria, enla <<primera sociedad global de la historia>>. Estados Unidos, cen-tro de propagación de la revolución tecnotrónica, es la sociedad,-::-,';r¡!v4t !r

más comunilada,ya que el 65"A delas comunicaciones mundia-)k &.ú-,\-"l^- ^^*+^- A^ ^-+^^^í- E-+^ ^*-;^-^^^^^:^ J^ L^^L^ l^ ^^*--:^-*^ '"+)les parten de este país. Esta omnipresencia de hecho la convierteen la vanquardia de un <<modelo slobal de modernidaó>. en eidet lu rrattg.rurdia de un <<modelo globut de modernidadrr, en ejfflol{At' E

t t ''t -'' LIE gde esquema de comportamiento y de valores de alcance universal. Y en el crisol de esta globalidad, que trasciende las <<cuJturas

,tEXICO

2J.10 5IF!.CULIAD DE CIENCIAS';',ffiffiffiüJCP

tt0 I-A MIJNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

firmemente ar r aigadas>>, las <identidades nacionales específicas>>y las <religiones tradicionales, sólidamente establecidas>>, se estáelaborando una <<nueva conciencia planetaria>.

A finales de los años setenta, el Estado-nación se ve atacadopor los dos flancos. Se denuncia que es un ente demasiado gran-de para los pequeños problemas de la existencia. Pero también se

denuncia que se ha hecho demasiado pequeño para los grandesproblemas. El sociólogo norteamericano Daniel Bell, conocidopor sus trabajos sobre la <<sociedad postindustrial>>, expondrá es-

tos planteamientos a los participantes en las Jornadas <<Informá-tica y Sociedad>> que, siguiendo la estela del Informe Nora-Minc,tuvieron lugar en el otoño de 1979, en París. Las redes de infor-mación y de comunicación se convertirán en la panacea para es-

capar de este doble callejón sin salida.

<<Pensar globalmente, actuat localmente>>

Las causas planetarias

Las organizaciones no gubernamentales han irrumpido en elprimer plano de la escena internacional. Al principio minorita-rias, su número ha ido aumentando considerablemente, con unadiversificación de sus actores, redes y sedes.

El fenómeno de las organizaciones no gubernamentales comen-zó amanifestarse a partir de los años sesenta y setenta, partiendo detres ámbitos: los derechos del hombre, las esrategias de las multi-nacionales en el Tercer Mundo y la protección del medio ambiente.Fundamentalmente. estas asociaciones tuvieron su origen en los paí-ses anglosajones. Este es el caso de Amnesty International, que fuefundada en 196l por un grr,rpo de juristas, entre los que figuraba elirlandés Sean MacBride, y que se definía como una <<organizaciónmundial de defensa de los derechos humanos, independiente detodo gobierno y de toda ideologío>. La International Organizationof Consumers Unions (IOCU) fue creada en 1960 por asociacionesde consumidores de cinco países (Estados Unidos, Austria, ReinoUnido, Bélgica y Holanda). Más de L50 organizaciones, estableci-das en unos sesenta países, forman parte actualmente de la misma.Es'ta organización, que cuenta con ffes sedes regionales (La Haya,Montevideo y Penang), ha llevado a cabo numerosas campañas,como, por ejemplo, las rcalizadas contra las prácticas de marketingde las compañías agroalimentarias y farmacéuticas, contra los pesti-

* i;.

l.^'l'l{ANSN^(.1()Nr\llZA(.1()N Y l.r\ l(AZ()N (,1()l ( t}N()l\l11 A ¡i I

cidas y, cle nr¿tlrct¿t nrás gcttct'irl, c()ntril l()s lrc rjLricios ()(¿rsi()nir(l()spor el moclclo clc clcsarrollo cn vi¡¡or. (irccngrcacc n¿lci(i ct) Vrlncouver, en 197 1, cn la cstcla dc la oposiciírn a las prucbils t)u( l(.ru (.s

(norteamcricanas) y a la gucrra de Victnam. Ocho años nriÍs trrr',|t.correnzafían realmcnte sus c¿trpañas intcrnacionales a frrvol tli' lrr

<<paz verde> y contra los Estados o empresas que causabalt cl¿uios irlmedio ambiente.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG), quc fuerorr lrrs

inventoras de la fórmula "Think

globally; Act locallp, renuevan crltonces las formas cle intervención social. Mienras que la mayoría clclas organizaciones políticas y sindicales dudan aún con respecto a

entrar de ileno en ia cuestión de los r¡edios de comunicación. las or-ganizaciones no gubernam entales, car acteriz^(f

^s p or un a p rofesict -

nalicjad a toda prueba, estabieccn su propio dispositivo de comuni-cación, utilizan a fondo los medios y logran corvertir su calrsa cn unacontecimiento. Su fuerza consiste en la articulación de las accionescle base con las presiones ejercidas en las instancias gube rnamentalesy supranacionales. Sus recles disponen de la flexibilidad que rantoescasea en los grandes aparatos centrales, ya sean estatales o pfiva-dos. La utilización de las nuevas tecnologías para recoger, ¿rln-iace-

nar y analizar la ir-rformacíón no encierra secretos para ellas.

Los años ochenta son para la causa humanitaria los deI¿ cha-ritlt business y de la escalada mediática, en un contexto caractcri-zado por el retroceso del Estado-providencia y por el debilita-miento de ias políticas públicas de ayuda al desarrollo. Con el finde recoger fondos, díchas organizaciones recurren a la utilizaciónintensiva de los métodos de persuasión de la comunicación co-mercial, así como a diversas técnicas de tnailing. Tampoco dudanen utilizar los mismos ficheros que ias grandes compañías de ventapor correspondencia. La mentalidad empresarial pcnetrará tantoen las antiguas organizaciones humanitarias como en las nuevas.La consigna de la comunicación alcanzaría incluso ala organiza-ción fundadora de la ayuda humanitaria moderna, la Cruz Roja, a

la que se debe la noción jurídica de <<espacio humanitario Áeu-tral>>, ratificacia por la Convención de Ginebra, en 1864. El pre-cursor de las organizaciones para el desarrollo, ei CJxlam (OxfordCommittee for F'anrine Relief), fundado en 1942, realizala fusiónde sus clcpartamentos de marketing y corlunicación. También re-modela los 850 establecimientos de su cadena de disrribución clcpfoductos comprados sin intermecliarios a productores de paísesdel Tercer Mundo, adquiridos por el Oxfam Trading, y vcndidoscon esta denonlinación.

I

82 LA MTJNDIALIZACION DE I-A COMUNICACION

En estos mismos años ochenta, decenio por excelencia delmito de la comunicación, se asiste a una influencia creciente dela mentalidad empresarial, lo que suscita controversias. En Franciatiene lugar un debate aceÍca de las desviaciones debidas ala adop-ción de las lógicas mediáticas. Son muy numerosas las objecio-nes. Las puestas en escena de las secuelas de la indigencia y de lasmúltiples formas de la violencia danlugar a una particular visiónde la situación del mundo;la capacidad de emocionar al públicopor parte de aquéllas es la que dicta la elección de los temas y de loslugares de acción. Se efectuará la elección de situaciones de emer-gencia, en detrimento de las acciones alatgo plazo, y sin tener encuenta la responsabilización del donante desinteresado. El <<de-

ber de injerencia humanitaria>> opone a la complejidad de las so-luciones políticas una ecuación a un solo plazo, que cuenta conel mito de Ia proximidad al terreno, parámetro de la eficacia.

Los llamativos debates sobre las ayudas urgentes han oculta-do, sin embargo, otras rupturas más discretas que se produjeronen las relaciones entre sociedades civiles. Aparecerán nuevas for-mas de <<cooperación descentralizada>> y de redes de intercam-bios recíprocos de conocimientos, que se verán impulsadas poruna filosofía del desarrollo que pone en tela de juicio los términosdel intercambio. El modelo difusionista de comunicación persua-siva es sustituido por una reflexión sobre la <<democracia partici-pativa>> y sobre el papel que desempeñan los diversos medios decomunicación. En su estela nacerá , en 1983, extendiéndose a par-tir de Quebec, una asociación mundial que agrupa en red a losartífices de las radios comunitarias (AMARC). Esta verdaderaencrucijada de la radiodifusión agrupa a radios alternativas deNorteamérica, radios locales de Europa, radios rurales de África,radios populares de América Larína y de Asia y radios de movi-mientos sociales específicos, como el movimiento de mujeres.

¿Hacia una <<socied.ad ciuil internaciorcab>?

El balance (provisional) de la aportación que hacen las ONGal aggiornamento internacional ha de matizarse necesariamente.Su acción es ambivalente. Por una parte, sirven de coartada a losgobiernos y a las grandes instituciones financieras, como el Ban-co Mundial, que apoyan los proyectos de organizaciones de basede las ONG en los campos de la educación y la sanidad. Lo queconstituye una forma de enmienda I>aruta de sus políticas globa-

VIl,A'l l{ANSNA(,1()NAl.lZA(jl()N Y l.A ltAZ()N (;I()lr( ()N()l\ll( A fi]

les de austericlacl, que Íavorcccr-l las causas clc cxclrrsitirr. l)or otlrrlado, el modelo de las ONCI reprcsenta un aguijírn c¡uc, rlcbirl.r rr

la concepción que conlleva de la democracia en la vi<1¿ cotirliiurrry por los temas concretos de interés que abarca, hace ircnsal clt l,r

vacuidad de las fórmulas abstractas de ios discursos olicialcs so-bre la democracia. La organización de asambleas paralclas trl

margen de las conferencias intergubernamentales (en Río de.)a-neiro, en 1992, eL<foro globai>> sobre el medio ambiente y el de-sarrollo sostenido, y en Pekín, en 1992,la contracumbre sobre lasituación de las mujeres) lo prueba fehacientemente. Cabe seña-lar que el riesgo de celebracióri triunfalista acecha de maneraconstante a esta nueva forma de practicar el intercambio entre lospueblos.

Con toda su ambivalencia, el surgimiento de las redes deONG, con su diversidad de orígenes y de terrenos de acción,constituye un fenómeno muy importante de la segunda mitadclel siglo xx. Representan una aspiración a otro tipo de espacíomundial. Ahora bien, resultaría aventurado deducir de lo ante-rior que el mundo asiste ai advenimiento de una nueva <<socie-

dad civil internacionab>. La difusión de la concepción otganiza-tiva de las ONG representa también la extensión de una formade intervención social de tradición anglosajona, acorde con elempirismo reinante y propensa a hacer poco caso de la comple-jidad de las sociedades contemporáneas en lo que concierne alpoder/contrapoder.

Que la sociedad civil internacional sea factible sigue depen-diendo en gran parte de las correlaciones de fuenainternas en losEstados-naciones y de las presiones eiercidas desde estos territo-rios. Hasta que no se demuestre lo contrario, salvo que se acepteel mito del <fin del Estado>, al que tan bien se acomoda la <<re-

pública mercantil universal>>, el territorio nacional sigue siendo ellugar de construcción de la ciudadania. El lugar en que la socie-dad civil organizada, al mismo tiempo que golpea la concepciónjacobina del papel del poder estatal, puede recusar el movimien-to de abandono de compromisos por parte del Estado, que con-duce a la totalidad liberal. Replantearse esta articulación consti-tuye sin duda la mejor forma de oponerse al popuiismo y susformas nacionalistas, que se sirven de la representación simplistade un Estado abstracto y maléfico, contrastacla con una sociedadcivil idealizada, espacio libre de comunicación entre individuosplenamente soberanos.

,l

i

f

I

6. Laglobalización:las redes de la economía posnacional

Las lógicas transnacionales irnpugnan los fundamentos insti-tucionales de los sistemas de comunicación de los Estados-na-ción. Al conectarlos con las normas de redes planetarias, ,.rrrltuque el proceso de desregulación prefig"tu ;;;;r"fr"¿, -r:tacióndel modelo económico y social. Para referirse a esta fase deintegración mundial, iniciada en los años ochent", úL.;J;la noción de globaltzación. Tomada de la lengua inglesa -comolo fue tambiénla palabra <<internacionalizacióÁ>>, a finales del si-glo xx-, trata de abarcar el proceso de unificación del campoeconómico, y, por extrapolación, de diagnosticar la situación ge-neral del mundo.

El capitalismo mundial integrado

La uan guardia geofin a ncie:ra

I-os primeros pasos de la globali zaciónse dieron en la esferade los intercambios financieros. Los marcos de los sistemas na-cionales quedaron rotos. Los espacios financieros, antes regla-

u6 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

mentados, compartimentados, pasaron a integrarse en un mer_cado global, de total fluidez, .ómo .onr.cueñcia de la interco_nexión generalizada en tiempo real. Esta esfera financiera impri-mió su dinámica a una economía dominada por los movimíentosespeculativos de capitales que evolucionabán en una situaciónde recalentamienro p.rmunénte. con la acereración d. ht ;;i;i,dades especulativas, la función financiera cobró autonomía conrespecto a la economía denominada real, poniéndose por delan-te de la producción y la inversión industrüI. Los efecós del;;nor paso en falso se propagan por todo el mundo, prefigurandolas causas de crisis inherentes a la ausencia de mecanirlo, ,,r-pranacionales de regulaci6n.La geofinanzay sus espacios abs-tractos y desterritorializados, que constituyén el prir',.. sectorde la cibereconomía, en el que se ha rcaliLado rü i"r"gru.iJn,anuncian la dislocación general de la organ ización económicámundial con respecto al territorio sobre ell que se asienta la so-berunía nacional.

Las redes de información bursátiles y financieras, sistema logísti-co de las transacciones-comerciales, ," Éu., ,.orgu niíadoy hr;;ú;mado en imágenes los flujos monetarios mundia'ier. En f lS:, .t'g.upo DowJoneslanzó en Esrados Unidos la cadena The Vaú StieetJournal Television, para el contínente americano. y un año ¿"rp"J,estrena las emisiones de Asia Business News, con sede en Sing";;..Este grupo norteamericano implanta en 199)5 este tipo d. ,.iui.io,en Europa. Su rival, 7a agencia Reurers que también Éa entendido laimportancia de.la pequeña pantalla, con la adquisición de Visnews,ha llevado a cabo una vocación secular. Reuters Holding plc., quecotizaba en Bolsa desde 1984, obtendrá diez años más taráe e193'%de su volumen de negocios de la distríbución de rnfo.-u.i"" .áán¿-mica (mercado de cambios, operaciones a plazo,mercados de accio_nes). Esta agencia de prensa se convirtió, dL este modo, en la princi-pal proveedora de ios electronic traders. ¿podrá du*. u.uro'ño.imagen del perpetuum mobile de los flujos mediáticos a .rculu -úrr_dial que su coexistencia,en una misma émpresa, con to, n";*;nÁu_teriales del dinero virtual?

Una doctrina de Ia empresa

La globalización consiste, en primer lugar, en un modelo dege¡ti.ó1 de la empresa que, com_o respuesta a la creciente comple-jidad del entorno competitivo ,lleva'acabo la creación v fomáto

LA GLIBALTz.ACIóN: LAS REDES DE LA BCoNOtr'líR pOsNrr<'loN¡t' 87

de competencias a escala mundial, con el fin de naxirlrizar st¡s

benefici,cs y consolidar sus cuotas de mercado. T,a glollalizrrci<irr

es, .n ciertá modo, la forma de lectura propía de los especialistrrs

dé1 ,oonog*ne,t y delmarketing, Una consign a se alza sobre csta

lógica eripresarial' la integración. Esta última palabra tienc.lrr

.o'rrrrotu.ibn de una visión iibernética de 7a organización funci.-nal de las grandes unidades económicas. En inglés, el términcr

slobal ",

,iÁóni*o de bolistic. A diferencia de la palabra <<mun-

iirlización' v de sus formas en ias diversas lenguas latinas, que se

limitan a la áimensión geográfica del proceso, se trata de un tér-

mino que se refiere e*plí.itutrr".rre a una filosofía holístíca, esto

.r, u lu ideu de una ,lttidud totalizadoru o unidad sistémica' Una

"Ápr"ru global es una estructura otgá-ni.ca en,la que caóa patte

.leÉe serv-ir a la totalidad. Cualquier fallo en la <<interoperabili-

dacl>¡ entre las partes, cualquier obstáculo al libre intercambio de

los flujos, trae;l riesgo de colapsar el sistema. La comunicación

ha de mantencrse omniPresente.Integraciór-r de los espacios de diseño, de produc.ción y de co-

merciali"zación. Dos consecuencias importantes de ello son la im-

plicación plena del empleado, convertido en su propio empresa-

,io y ,., marketer, y la promoción del-consumidor al rango de

,..op.od.r.torr. Ah"ora bien, existe también -y sobre todo- la in-

tesración a escale, que anuncia un nuevo modo de relacionarse

.on "l "rpu.io

mundt. Las redes de información y de producción

sobre las que se apoya la organización de la circulación interna y

externa de una empresa global, convierten a ésta en una <<empre-

sa-recl>> o ...,np."ü retiiulan>. En el fordismo, a la distribuciónjerárquica de iureus y poderes en- la empresa' correspondía una

estratificación de es¡-,ac1os geográficos: lo local,lo nacional,,lo in-

ternacional, Y éstoi ,. ..pt.t.ttaban como partes sin relación

entre sí, compartimentadas. Mientras que la nueva concepción

relacional de ia empr.sa, y del mundo en el cual ésta opera (en

cuanto recl), supone una ínteracción entre los tres niveles. cual-ouier estraresia en el mercado mundializado debe ser al mismo

,i",r-rpo globai y local. Los teóricos japoneses del rnanagem-e.xt .ex'p."rán átu ini..o..ión permanente con el neologismo glocalíze,

que une <<globaL> y <<localn.^ El objeiivo de la doble integración, en los árnbitos interno-y

externo, hace indispensable q,r" t" recurra a las técnicas de la

gestión simbólica, llámense éstas <<cLlltura de empresa>> o <<mar-

ketinp.

88 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

E s t aru darización / s e gm e n ta ción

La globalización de los mercado's, de los sistemas producti-vos y de los sistemas tecnológicos se compagina con la segmen-tación. Esto es así, salvo que se acepte la ndical hipótesis, emiti-da en 1983, del director dela Business Haruard Reuiew, TheodorLevitt, de una <<estandarización universal>> y de su corolario, la<<homogeneización de las necesidades mundiales>>. Se trata delos dos términos de una relación dialéctica. La masificación al-terna con la desmasificación. Esta última contribuye, por otroIado, a que retrocedan los límites de la primera, a que se venzanlas resistencias ala <<esfandarización universab>. Incluso las em-presas etiquetadas como etnocéntricas aplican la receta: un posi-cionamiento en el marketíng mundial que deje un margen demaniobra a las filiales.

La aproximación unificada en el nivel estratégico se combinacon las modalidades tácticas de una autonomía que permita adap-tarse a las variaciones de ios contextos específicos. Por una parte,laadaptación de los instumentos de producción a las demandas parti-culares, gracias a las tecnologías flexibles, permite la producción de

series más reducidas, y, por consiguiente, su diferenciación; y permiteseguir su ciclo de vida, cada vez más corto. Por otra parte, los gesto-

res tienen en cuenta los .,frenos culturales> a los logros de la empre-sa; y no disocian la tendencia aIa globalización de sus condicionesde inserción nacionaies y locales. Los especialistas de la comunica-ción intercultural aplicada a la gestión de empresas han introducidoen su taxonomía la nocíón de <<mestizaje>>, para poner de reiieve lanecesidad de evitar el choque frontal entre culturas en el interior de

la empresa globai. Ei marketing y la publicidad segmentan los mer-cados y los objetivos, modulando 1as intervenciones con ameglo a las

diferentes escalas, para poder aprovechar mejor las posibilidades depenetración de las redes, de los productos y de los servicios. El in-cremento de la optimización de ia inversión publicitaria da lugar a

una selección cada vez más precisa de los blancos de los mensajes.Son ejeriplos de ello las aplicaciones de las nuevas tecnologías de laimagen virtual. Mediante un programa de manipulación de imáge-

nes se pueden sustituir a ia perfección los anuncios publicitarios pre-sentes en el recinto donde tiene lugar un acontecimiento deportivopor otros que sóio sean visibles por los telespectadores de un deter-minado país o región. La industria publicitaria, antes incluso de que

hayan sído promulgadas reglas de deontología al respecto, se pre-senta como terreno de experimentación de las nuevas tecnologías.l,l st'gurcntación del ámbito del consumo progresa a medida que se

w.

l.A (;t.()tIAt.lzAcr()N: l.AS Rlil)lts l)li l.A li(.()N()MlA l'()tiNA(ll()NAl. l{()

perfeccionan los bancos y bascs de datos y ()tr()s sistctrl¿s irrlirlrrl¿iti

cos de cartografía socioeconómica cle los obictivos. El cctt.rtcrcio clcc-rónico, eje de la <individualización de fflasas>>, ileva a rccollstrrril' l¡memoria de las compras que ha efectuado el consumidor e iclclltifi-ca¡ el momento en que éste, por un motivo u otro, ha dciado .lc se r'

fiel a un producto para pasarse a otro. E1 riesgo que corre el eslracitrprivado no ha pasado por alto a las autoridades que regulan la UnitirrEuropea. Desde 1998, ras seis años de negociaciones, una dircctivagatantiza a los ciudadanos de la Unión la posibilidad de ejercer un

derecho de control de las informaciones que les afecten. Además,ninguna empresa está autoriza(la a ffansferir los clatos individuales a

países donde esta regla no sea de obligado cumpliniento.

El nueuo estatuto de la funci(tn <comunicdción>

La multiplicación de riesgos en el proceso de transición haciael modelo de gestión global ha llevado a que la función <<comu-

nicación>> sea considerada un instrumento de la gestión estraté-gica.La exigencia de una gran transparencia ha transformado al

suieto empresa en un protagonista político directamente irnpli-cado en la gestión de asuntos públicos. Se ha profesionalizadolagestión simbólica de los diversos públicos efectuada por la em-presa y se han diversificado las profesiones dentro del mundo dela comunícación. La antigua función de <<relaciones públícas> se

ha ampliado, hasta el punto de que recibe el nombre de ,<asun-

tos públicos>>. Esta denominaciónyahabia sido adoptada por las

grandes fírmas del sector, en Estados Unidos, a fínales de losaños setenta, en un período en el que se vieron sometidas a ata-

ques desde todos los lados, un hecho que ponía claramente demanifiesto la entrada de la empresa en el terreno político-estra-tégico.

Reestructuraciones, fusiones, despidos masivos o décrutenzents(desenrolar) -según el eufemismo acuñado por las agencias france-sas de comunicación especializadas en la materia-, conflictos socia-les, catástrofes ecológicas (vertido de barriles con productos tóxicosen un río, naufragio de un buque supertanque, accidentes en centra-les nucleares, explosión de productos quírnicos), amenazas ter¡oristas,accidentes e incidentes de todo tipo. Una larga lista de causas de ten-

siones que exigen una respuesta inmediata. La comunicación de cri-sis, como se la denomina, trata de encontrar remedio a las mismasproponiendo técnicas preventivas de vigiiancia y de observación so-

cial, junto con instrumentos de diálogo y de negociación con el pcr-

90 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

sonal, los accionistas, los clientes, el gran púbJico, los legisladores ylos gobernantes. Este conjunto de situaciones límite, o <<grandes ries-gos tecnológicos>, según Ia denominación técnica, han obligado a laelnpresa a plantearse la gestión de crisis. La crisis no consiste sola-mente en el momento de máxima sensibilidad y cuando la empresadebe poner en marcha, con toda urgencia, una <célula de crisis>>,

movilizándose para contrarrestar el acontecimiento disfuncional queperturba sus relaciones intra o extranluros. En adelante, la crísis se

interioriza e inspira una forma continuada de organizar la empresa ysus mecanismos de comunicación en situación <<normal>.

El modelo de gestión de comunicación y de construcción dela corporate ímage se ha impuesto en la sociedad como únicomodo de comunicar. Se considera que la comunicación concebi-da de esta manera constituye una excelente tecnología de la ges-

tión social. Como ejemplo, bastaria con señalar la extensión delmodelo de comunicación de gestión hacia las instituciones esta-tales, las colectividades territoriales y las asociaciones humanita-rias. Todas ellas han redefinido su reiación con los ciudadanos yla sociedad civil recurriendo al know-bow y al imaginario delmarketing.

La i n t el t ge n cia ecrLn ó n¿ i ca

El marco cambiante e imprevisible de la globalización de losintercambios ha transformado el papel de la información econó-mica y de la observación tecnológica en cuanto a la definición dela estrategia de las empresas y de los actores públicos y no públi-cos. La misión de la competitiue intelligence consiste en contri-buir a la identificación de las amenazas competitivas exteriores.La reorientación, tras 7a caída del muro de Berlín, de los serviciosde inteligencia gubernamentales constituye una simple muestra dela creciente importancia de las operaciones de recogida e inter-pretación sistemática de todo dato susceptible de hacer compren-der los comportamientos de los actores privados y públicos. Losmanuales de inteligencia económica definen a ésta como el con-junto de acciones coordinadas de investigacíón, de procesamien-to, distribución y protección de la información útil para los actoreseconómicos, y obtenida legalmente. Pero, la verdad sea dicha, lasactividades clandestinas proporcionan muchas veces el preciadoeslabón que permite interpretar el conjunto de <<informacionesabiertas>> (jornadas, conferencias, publicaciones, bases de datos).

I,A GI,OBAI,IZACIóN: I.AS ItIiDHS DI] I,A T]CONOMíA POSNA(:IONAI' C)I

Así lo demuestran los intentos de corromper a altos funcionarios

oo. ourr" de agentes de la CIA, para penetrar en la estrategia

ffiü;;;*i^ de telecomunicaciones y del audiovisual, en

;i;;;;r" del GATT (Acuerdo General sobre Tarifas Aduane-

ras y Comercio).

La nueva versión del Código Penal francés' aplicable desde

gSl, tlbt^vula idea de que en tl tontt"to de competencia interna-

.íotrl-"*u.étbada, el "riÉsgo

de agresión es hoy en.día más econó-

mico que milítaro. Los t<ataques a los intereses tundamentales de Ia

;;;;;;;pt"td.., .,t udtiunt" "'los elementos esenciales del po-

,.*af científico y económico>' De ahí las recomendaciones de pru-

il;; ñ.;; unt d"rpue, dio el minístro.de Enseñanza Superior y

de Invesiigaci¿n' .n u.iu guía dirigida a los investigalo*t; I t:3

"J tÍ-

tulo Prorclción de la creación científíca y técnica y u.ulncrabthdad.de t'a

información, con obieto de evitar una <aproplacton llrclta 9",ilLll.ma.iones sobre asuntos sensibles"' El rostro oculto de Ia lndustrla

J"'iulnfo.*, cíón: icbelon un sistema de escuchas de todas las co-

;;;;;;i;""t "I".t-,,i.u' que, tras haber sido creado en el mayor

de los secretos en 1948 pot É'tudo' Unidos y sus cuatro socios (Aus-

,Áti^, Ci" ¿a, Gran Bretaña y Nueva Zelanda) ' con el fin de recopi-

Iu, l| ^a*i^u

cantidad de información militar sobre los países co-

Árrnirru., se convirtiá apattir de 1989 en un sistema de inteligencia

;;;;i;;t.bul' Ent." lot objetivos, empresas' pero también orga-

nizaciones ño gubernamentales contestatarias'

La legitimidad de los discursos de peritación

La centralidad que ha adquirido la empresa cambia la corre-

lación de fuerzas entre la investigación de carácter operativo o

administrativo y la que adopta un distanciamiento con respecto

ffi;ñá; ¿t;;&" (sin-que por.esto.se aísle en una torre de

*rtfifl.'iu*bién aquí,.,,Iu tuptutíón-de los viveros de materia

nris que permanecíán i,u,tu "nüntes

al margen de la-valoració¡

Zrpitulitt^, se juega la suerte de la integraci6n' La movúlzaclon de

las energías en tórno a la competitividad,empuja a los h¡sar1s

radicioñales de producción y de difusión del saber' como Ia unt-

u..ri¿u¿, al encüentro de lai necesidades de los actores econó-

;i.*. S¿ frodrr."n unas sinergias que hasta hace poco parecían

i-p""tuUl.t, tratando de pone"r la [eogtafía' la historia' la etno-

i.I". "i

oti-análisis,la sociologíal la [ngiiística al servicio.de

r.rnu -.iotu de los logros de las empresas' El problema no reslde

L)2 I-A MTJNDIAI-IZACIóN DI] I.A (]OMtJNI(,A(,I(iN

tanto en la aproximación como en las formas en que se procluccei intercambio. El peligro cle esrc sisterna-cle .""ir*".iá, i"i,investigación en las ciéncias humanas ,r.li.u .n-.J";;;;;;;';fuerz.a del empirismo,rMjgltras q". f, .frr. a.l;;q;.;;;';_ticr.dc clccisión, la World Bu.rin<',.tt f .Z^r,"pi"n* en ti.rminos dctotalidad, los <intelectuales.integra¿orr, _Jn expresión que pusc)de moda Umberto Eco en Io, -o, ,.r.ni", oponiéndolos a Ios<intelectual,x apocalípticos> o críticos* ,. u.r, limitad.s a ob_servaciones funcionales, hechas a petición .1. q"i;;JÉr".;.;;gan los trabajos, pero_ atomizadas y fr"ro .1. .frr"ri, .*-r",pecto a la mutación del rnodelo eéonórnico y social. Int"gr;,por una vasta red rransnacional de enseñan rL $¡a¡¡a-i;rii,;:da), de ciencias dc Ia gestión, cre best-séilers sobre eI reensinr:r:-r,.ing.empresarial o Ia sociedad de la rercera ola, ,1.;;;ir'i;:;;.'i"lobby y de organizaciones corporarivas, t^ c'trOri á)r,;;rr''¿;;munity se va constituyendo .orro nu"uu élite muntlial, sin Jeir.de introducir unas n,rciones pu.u .J.rigrr* ;i;;;r#;JJr.*';,para todos.

La búsqueda del mercado único de imágenes

Crupcts I redes de coruuníc¿tción

La creacíón de un mercado único cle imágenes constituve unreto en la bú.squeda de una culrura ,1.n"-inl,Ju ;bb;üil#se anunció el establecimiento de los grancles bld";;.;;;i;_J.tl_",1 grupos de comunicación y lur?;¡;;r, planerarias (comola CNN), o regionales (purum..i.u""r, p"rerr6.r, ;;;;i;;;;;o paneuropeas). se lanzaron en pos de lás <,univ.rráI", .ultrru_res>>'. La .terccra generación trc rc.Jes publicitarias, ras redes .re-noruirratlas globalcs, lavoreciclas por la intcgración de lu, .rrr.r,ciones Jc cornunicat.ión. les siguicro, lo, ,rion.r. .*p""¿l["i,al movimierto de interconexiin de los m"r.udás. ú;;Aü;axiornas de la búsqueda de un común clenorninado, -rr.ráiuf.,ta <<convergencia cultural de los consumidores>>, un p.oduao .1"los elemenros que ha hecho .ufu, iu-.uit"r, á. d;;;;;ltranscurso de los años, en el imaginario de consumidores ner-tenecienres a distintas cuhuras. Las indusrrir, .rfi"rlf.r;."E;tados Unidos,. <<soportes naturales d" urri*rrnlid; J";-;;;;;*siempre estableciendo excesivamenre los parámetros'dá il;ü"balidad,

&*__*.

LA GLOllAl.tZA(ll(-)N: l.As l(lil)lili l)li l.A li(.()N()Ml1\ l'()SNA(ll()NAl. r)t

La consffucci(in Llc estos grupos y redes de comunicación hizonecesaria una radical desregulación de los entornos comunicativosnacionales que afectó tanto a ios sistemas de carácter público comoa los regidos por criterios comerciales. Estos grupos y redes están es-

tablecidos generalmente en los grandes países postindustriales, peroexisten también otros agentes que han ocupado un plresto en el mer-cado audiovisual. Los dos eiernplos clásicos de elio son el grupo bra-sileño Globo (cuyo nombre corresponcle bien a su actividad) y el

grupo mexicano Televisa: sus series y telenovelas han desbordadoampliamente el marco geográf-ico de su propio continente. Igual-m.nt", han aparecido en distintos puntos del rnundo, mercados

emergentes y mercados secundarios del audiovisual. Pero el mayoracontecimiento lo representa, sin duda, la incorporación de las gran-

des zonas urbanas de China y de la India al espacio de los satélites de

comunicación, por mediación de los grupos globales, y la prolifera-ción, en la India, delas dish-wallahs c: antenas parabólicas de fabricación artesanal.

En los años ochenta se produio una primera ola de concentra-ciones, mediante aclquisiciones y fusiones. Le sucedió otra ola, en el

siguiente decenio, empujada por las promesas de la digitalización,simbolizada ésta por las autopistas de la información. Todo produc-to, una vez áigrtalizado, puede circular por diferentes canales. Laconvergencia se produio en Estados Unidos: entre opeladores de ca-

ble, estudios de cíne, compañías telefónicas y grupos de comunica-ción. Tras una primera etapa de desregulación de los sistemas au-

diovisuales, que suaviza, en 1982, el régimen de concentración de

cadenas y de estaciones, el Congreso norteamericano relanza e1 pro-ceso con la supresión de las fronterás entre industias del cable y delteléfono y entre ptoductores de programas (cine y televisión) y dis-

tribuidoras. Antes, 1as networks no estaban autorizadas, en efecto,para prod'.rcir sus programas de ficción de variedades. El objetivo de

ngrrrpur al mayor número posible de industrias de contenidos, con el

fin de proporcionar sus aportes a los centenares de cadenas prome-tidas a cada país, favoreció el acercamiento entre estudios cinema-togr:áficos y netuorkr (Disney y ABC), y también la megafusión de

grupos de comunicación (Time-Warner-Turner). La búsqueda de si-

.t"rgiu. industriales se precipitó a partir de 1998 con la apertura de

los sistemas púbiicos de telecomunicaciones alalógica competitiva,decidida por los grandes países industriales en la OrganizaciónMundial del Comercio (OMC). La megafusión de AOL con Time-\flarner ilustra este lazo entre los operadores de redes globales y los

productos de contenido.

Como signo clel movimiento de integración efectuado se asis-

te a la aparición de neologismos en el vocabulario técnico: aduer-

I

94 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

toríals (conrracción de aduertising y editoriars), irfomerciars (in-forwation y comm ercia[), ; ffi taii n en t (inforá a,tír" l r;; ;;,;;;rnent) y edutainment Tiene_lugar una hiúridación áe pA,uUru,que corresponde a una hibridación de ras tecnorogías ,Ieia infor-mación y de la comunicación a través de la informltica.

De la teleuisión sin fronteras a la excepciórc cultural

Si bien la mayor parte de los gobiernos no alineados ha abando_nado el terreno de la contestación, sumándose a ra lógica neoriberar,en cambio, la regulación de los flujos de producto! .;i;;;;;;-h;clado lugar en la Unión Europea a respuestas institucionales. Estaestrategia voluntarista partía de una constatación: el déficit .o-"r,cial de la Europa audiovisual, convertida .r, .l ,r.r.uáo ,rlr.r?más importante de las industrias estadounidenses del .ir,., lu ü"-vjslón-y el vídeo. Con el curso de los años, con el factor f;;;bi"de.la desregulación de los sisremas u,rdiourr,rulo t" i.i.rllori.rvídeo aumenturían el déficit europeo.

- {nrimer jalón de una estratégia común fue puesro en 1989.Irgs Doc-e aprueban el rexro final áe una directivá sobre lu telerri-sión sin fronteras cuyo proceso se había iniciacro .r".o u¡o, u"i.r.lin el articulo 4 se invitaba a los países miembros a que reservasenpara las produccioner .rrrop.ur^ (filmes de ficción i ¡;;;;_les).ia mayor parte del tiempo de_pantalla, ,rruáiuJrñ;;;;;;rcalizable>>. Cuatro años después llega un conjunto ¿. -.¿i¿u, ¿.r_tinadas a la esrrucruración de una indusrriu u"¿iouir"ái;;*;(Programa Media).

El debate. entre países comunitarios se hace munclial, en l9c)3,con motivo de las negociaciones con el GATT. fu .o*"n;l-i¿",que.ha sido conceptuada como <<servicio>> por este organismo,9¡ig$a un enfrenramienro enrre la Unión'E.rrop.o t-EJ;á;;Unidos. La tesis denominada de Ia <<excep.ión .,rit,rrirr, ;;;;:nizada p.or el gobierno francés, se opone a r¡na extensión de lasnormas liberales del comercio internacional a las pr"a".ñ".,audiovist'ales_ (de igual modo que la sanidacl, .l;ái;;;ú;;;;o la seguridad interna de un Estado). Son diversas las razones queexplican la magnitud del compromiso de Francia en esta culs-tión. Se.tiene, por. un lado, lal-arya tradición d" d.f."ru á.i.i*nacional, enraizada tanto e-n una concepción <ie t" lir"rr,-J.f<<autoD>, y del papel del poder público en este campo, como en latoma de conciencia en las numirosas organizaciones'profesiona-

LA GLOBALIZACIóN: LAS REDES DE LA ECONOMíA POSNACIONAL 95

les del sector. Todo ello en un país que produce anualmente unpromedio de 100 a I20laryometrajes, y que cuenta con 70.000puestos de trabajo en el sector. También cuenta el temor del Es-tado francés a que su entramado de <difusión de la cultura fran-cesa> pierda todavía más peso en Europa y en el mundo. Los pro-fesionales -de modo especial las organizaciones de autores,realizadores y productores- han estado en la vanguardia de estamovilización francesa. Sin embargo, no ha habido una toma deposición por parte de aquellos grupos de comunicación francesescon una dimensión europea o mundial, y opuestos, de hecho, auna política de cuotas. Cabe señalar que la defensa de la excep-ción cultural contaba con un precedente histórico. En las conver-saciones sobre el Acuerdo de Libre Cambio entre Estados Uni-dos y Canadá, el gobierno norteamericano hubo de conceder algobierno de Ottawa el derecho a proteger la identidad culruralcanadiense. El artículo 2.005, conocido como cláusula de <<exen-

ción cultural>>, comprendía el cine, la radiodifusión, las grabacio-nes sonoras y la edición.

La adopción de las normas de libre cambio propuestas por elGATT suponía la supresión de los diferentes dispositivos esta-blecidos por Europa, y por cada país europeo en particular, paraproteger un espacio audiovisual propio. De aceptar los plantea-mientos propuestos, estaban condenados a desaparecer, con eltiempo, y en nombre de la libertad de competencia en un merca-do libre, los fondos de apoyo al cine, tanto a nivel nacional comoal de la Unión Europea. También lo estaba la fljación de cuotasparalatransmisión de ficciones de origen europeo o nacional parala televisión.

El pulso con el GATT acabó en diciembre de 1993 con el re-conocimiento del principio de la excepción cultural. Fue saluda-do como una victoria, pero se úataba, sin duda, de una tregua.Hollywood, el Congreso norteamericano y la Casa Blanca habíanadoptado una actitud pragmática. Al mismo tiempo que consoli-daban sus mecanismos de lobby ante la Oryanización Mundialdel Comercio (OMC), sucesora del GATT, y ante los gobiernosnacionales, evitaron toda discusión de carácter <<filosófico>>.Apostaban por la compresión digital, que permitía multiplicar lascapacidades de transmisión de los satélites, con el desbordamien-to de los marcos nacionales.

No obstante, el estatus de las industrias culturales no puede re-d ucirse a la meru confrontación euroameric ana. I¡lan aumentado las

9(t LA MUNDIALIZACION DE LA COMT]NICACION

divisiones en el seno mismo de la Unión, a merced de los cambiosen el color político de los gobiernos. Si, a pesar de la alternancia,París continúa manteniendo el rumbo de la excepción, el gobier-no de Tony Blair no se muestra mucho más solícito que el de Mar-garet Thatcher a este respecto y laltalia de Silvio Bedusconi tam-poco. En cuanto al jefe del ejecutivo españolJosé Maúa Aznar, nodejó de repetir hasta su salida del gobierno en marzo áe 2004que <<1a excepción cultural era signo de una civlizaciínen declive>>.

De la excepción cwltural a la diuersidad cultural

A finales de 1999la Unión Europea sustituía el concepto de<<excepción culturab> por el de <<diversidad cultural>>, con el pre-texto, según algunos países miembros, de que el primero conno-tabauna posición defensiva. Otros, en cambio, vieron en esto unpaso atrás en el reconocímiento del estatus particular de la cultu-ra ante el librecambio. Paradójicamente, este cambio semánticono ha impedido que 7a idea de excepción se propague a otras la-titudes. Y esto ha ocurrido a pesar de la intensa presión ejercidapor la diplomacia estadounidense y la Motion Picture Export As-sociation of America (MPEA), que defiende los intereses de lasgrandes empresas de la industria cinematográfica, ante los paísesno pertenecientes a la Unión, tentados a adherirse al principio deexcepción. Es el caso, en particular, de AméricaLatina, que se

enfrentó al proyecto propuesto por \X/ashington que contempla-bala creaciín de un mercado único desde Alaska hasta Tierra delFuego y que pasaba por alto la cuestión del estatus de las indus-trias culturales. Como señala un informe elaborado en 2003 porel Convenio Andrés Bello, que sienta las bases de una políticacultural de integración para crear <<el espacio cultural latinoame-ricano>>: <<La excepción cultural es una de las batallas más impor-tantes qlre deberemos librar en poco tiempo. Es evidente que Es-tados Unidos va a hacer todo lo que esté en su mano para ponertrabas a su adopción, mediante tratados de librecambio de carác-ter bilateral o regionab>. O <<multilateral>>,ya que, a pesar del acuer-do de 1991 sobre la excepción cultural alcanzado por la Unión,no han cesado las presiones en el seno de la Organización Mun-dial del Comercio para que las negociaciones, iniciadas en2002 apropósito del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios(AGCS), abran una brecha en el frente de los países contrarios a

Iallberalización de los servicios culturales y audiovisuales.

t.A (.;r.()rlAr.lZA(jl(iN: t.AS rtliDlis l)li l.A lj(l()N()lvl íA l'()sNA(.1()NAl. 97

Sin retomar la expresión <<excepción cultural>>, Ia Uncsctt, cltrealidad, ha hecho suya la filosofía de la cultura clue la legitima al

adoptar en 2001 una Declaración Universal sobre la DiversidadCultural y al poner en marcha en 2003, para conferide ftrerza dcley, un proyecto de convención internacional sobre la protecciónde la diversidad cultural. El texto de este proyecto de convencíóndebe someterse al voto de las delegaciones gubernamentales en

otoño de 2005, durante la conferencia general de este organismointernacional. Esta convenciólr que legitima el principio de laspolíticas culturales sobrepasa ampliamente el estricto ámbito delos bienes y servicios audiovisuales, ya que su ámbito de aplica-ción se extiende al conjunto de las <<expresíones culturales>> cons-titutivas de la identidad cultural. Durante la fase de elaboraciónde la convención se ha visto resurgir, en los representantes de Es-

tados Unidos, los mismos argumentos sobre elfree flow of infor-mation que, a finales dela década de 1960, motivaron su negati-va a debatir sobre el reequilibrio de los flujos culturales y deinformación mundiales y que, a fin de cuentas, propiciaron su sa-

lida de la Unesco. Una ausencia que se prolongó diecisiete años,

ya que no decidieron volver a la instituciónhasta2002.La mavilización a favor de la excepción en la Unión Europea

y, después, de la diversidad a nivel mundial, resultó ser un bancode pruebas parala constitución de redes de apoyo que reunían a

representantes de los círculos artísticos y culturales. Así, en 1987

vieron la luz los Estados generales de la cultura en Francia, en elprimer caso; y en 2001, en el segundo caso, una Coalición mun'dial a instancias de Canadáy, en particular, de Quebec, formadapor coaliciones nacionales.

Las autopístas de la información

41 problema de la dependencia de las industrias de la imagense suman pronto el de las nuevas redes de información y el de losservicios multimedia. Las redes digitales sacan de su enclave a laimagen -que ya no se limita a ser la que emiten las industrias delocio-, y la proyectan al núcleo central de la reorganización de losmodos de producción y de distribución de las sociedades huma-nas. Las grandes obras de infraestructuras telemáticas conciernenasimismo a la soberanía cultural, puesto que se tratanimás ni me-nos que de desarroilar úna industria lo sufícientemente fuertecomo para impedir que las nuevas redes y servicios se conviertan

I

98 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

en vectores de los programas fabricados por los gigantes del mul-timedia, de forma que no volviera a reproducirse la situación de-ficitaria de las industrias culturales. En este terreno se desarrollaoúa etapa del desacuerdo euronorteamericano.

El gobierno norteamericano anunció en febrero de 1993 elproyecto Gore (tomado del nombre del vicepresidente norteame-ricano: Albert Gore) de construcción delas superbigbways delainformación. A finales de este mismo año, el Libro Blanco, bajola dirección de Jacques Delors, presidente entonces de la UniónEuropea, marca el comienzo del proyecto europeo de autopistasde la información. Crecimiento, comperirividad y empleo son lastres palabras clave de este programa, que propone una moviliza,ción del conjunto del aparato industrial europeo. En mayo de 1994,un grupo compuesto por veinte grandes empresarios de la indus-tria, presidido por el comisario Martin Bangemann, presenta uninforme con el título Europa y la sociedad global de la información,que especifica el alcance estratégico y financiero del proyecto.

En previsión de los nuevos retos tecnológicos que trae consigo elgran aumento de los canales de difusión, se editó el Libro Verde so-bre las <<Opciones estratégicas para el reforzamiento de la industriade programas, en el contexto de la política audiovisual de la UniónEuropea>>. Su objetívo era el de establecer el marco reglamentario yuna base financíera válidapam superar la fragmentación de los mer-cados del audiovisual europeo, de modo que pudieran utilizarse me-jor las <potencialidades de la revolución digitaL>, que esraba convir-tiendo <el mercado europeo en el terreno principal de las luchas porel mercado mundial>>. Oro objetivo que se buscab a eta el de que ladiversidad cultural de los países miembros de la Unión Euiopea*que hasta hoy en día se ha visto considerada como un obstáculo-,se convirtiera en un elemento favorable. Se planteaba, con vistas alfuturo, y en estrecha relación con las preocupaciones expuestas en elLibro Blanco, la promesa de crear en cinco años de dos a cuatro mi-llones de fuestos de trabajo en Europa (que en el momento de pu-blicarse dicho informe tenía 18 millones de parados). Esta cifra quese hacía destellar en el documento oficial sería consider ada algo ilu-sorio por numerosos economistas. Por otra parte, el espectro de lacrisis va a situar en adelante la cuestión del empleo en el centro delas conroversias sobre la defensa de las identidades.

El grupo de países más industriahzados del mundo, el G-7, ce-lebró una cumbre en Bruselas, en febrero de 1995, sobre las nue-vas tecnologías de la información y la comunicación. Los Estados

LA GLOBALIZACIóN: LAS REDES DE LA ECONOMíA POSNACIONAL 99

Unidos estuvieron representados por su vicepresidente, quienpresentó un documenio .ot el título, muy explícit9, de Totyq-rd 3-Gtobal Infornaation Infrastructure: Tbe Promise of a Neu Worldlnformation Order. Los cuarenta y cinco dirigentes de empresas,

norteamericanos, europeos y japoneses, invitados por primera

vez a un encuentro de éste tipo, pusieron de relieve la necesidad

imperiosa de desregulación de los servicios de telecomunicacio-nei y de supresión de los monopolios públicos, con el fin d¡ a,ce-

lerai el desárrollo de las futuras arterias electrónicas' Las delibe-

raciones del G-7 y el Informe Bangemann coincidían en la idea

de que latniciativaprivada debía sér el <<motor de la sociedad de

la informacióu. Lá eliminación de <<todo obstáculo a la librecompetencia>> datíalugar, por consiguiente, y a corto plazo, alalibeialización de las redes telefónicas básicas.

A principios de julio de 1997 , el jefe de taCasa Blanca áaba a

.ono..t la perspectiva real de lo que llamaba el <<Far \íest de la

economía global" en un informe sobre el comercio electrónico'Una frase iubrayaba la centralidad del reto: <<Internet debería

convertirse en el vehículo comercial más eficiente de Estados Uni-dos para el próximo decenio>>. En este documento oficial, redac-

tado ba¡o lá dirección de Ira Magazíner, se lee: <<Los gobiernos

deben respetar Ianaturalezaúnica de este mediurn y aceptar que

la competáncia global y las elecciones del consumidor definen las

reglas del juego del mercado digitalizado>.

La <<libertad de expresión comerciab>

De la Unión Europea aI GATT, y de la Organizaciín Mundialdel Comercio al G-7. El nuevo marco global del pensamiento em-

presarial ha hecho deslizarse el centro de gravedad de las nego-

ciaciones internacionales acerca del flujo de datos inmaterialeshacia la cúpula del poder tecnopolítico. E¡t9 desplazamiento

oculta otro:-el desplaiamiento de la misma definición de <<liber-

tad de expresióru>. La libertad de expresión de los ciudadanos se

halla direitamente eR competencia con la <dibertad de expresión

comercial>>, presentada como un nuevo <<derecho humano>>. Se

asiste a ,rttu p"tttta.ente tensión entre la <<soberanía absoluta del

consumidor> y la voluntad de los ciudadanos, garantizadapor las

instancias democráticas. En torno a esta reivindicación de liber-tad de expresión comercial se han estructurado -entre otras- las

actividadés de los grupos de presión de las organizaciones inter-

100 LA MUNDIALIZACION DE LA COMT]NICACION

profesionales (anunciantes, agencias publicitarias y soportes pu-blicitarios) ya desde las primeras escaramuzas con respecto a latelevisión sín fronteras. Esta reivindicación, que se convirtió enun leitmotiu a medida que se sucedían los debates, trata de re-chazar los límites impuestos por la sociedad civil a que <<la esferapública sea puesta al servicio de fines publicitarios>>, como diríael filósofo alemán Jürgen Habermas.

Laidea central consiste en la necesidad de dejar actuar la librecompetencia, en un mercado libre, y entre individuos que son li-bres de elegir. Laidea se expresa más o menos en estos términos:<Dejad que las gentes miren lo que quieran. Dejadlas libres deque puedan apteciar. Tengamos confianza en su sentido común.Laúnica sanción aplicable a un producto cultural debe ser su fra-caso o su éxito en el mercado>>. De ahí a legitimar la subordina-ción cultural de determinados pueblos y culturas -lo que a fina-les de los años setenta se llamaba <<imperialismo cultural>>- nohay más que un paso; y este paso resulta más fácil de dar desde elmomento en que esta idea viene asociada a otra. La libertad deexpresíón comercial, nuevo eje de organizaciín del mundo, es in-disociable del viejo principio del free flow of information. Al rc-tomar este principio, la doctrina dela globalización legitima denuevo, en nombre de la fluidez de la era de la información, laconcepción estrictamente anglosajona del copyright, que confiereautomáticamente los derechos de autor únicamente al productor,y sigue desconociendo más que nunca 1o bien fundado del dere-cho moral del autor.

De la democracia a la <Global Democratic Marketplace>

Los discursos mesiánicos sobre las virtudes democráticas de latecnología, que enmascaran los intereses y objetivos de las luchaspor el control de la estructuración y los contenidos de las redes delconocimiento, han sido retomados por la geopolítica. AlbertGore, introductor de la iniciativa áelas superhigbways de la infor-mación, adopta los acentos de los profetas que le han precedidodesde finales del siglo xvrrr y presenta ala <<gran familia humana>su proyecto mundial de <<red de redes>>: Ia Global lrcformation In-frastructure. El vicepresidente norteamericáno, dirigiéndose a losdelegados de la Unión Internacional de Telecomunicaciones reu-nidos en Buenos Aires, en mafzo de 1994, manifestaba: <El obje-tivo es el de asegurar un servicio universal que sea accesible para

'ro¡&:¡l todos los miembros de nuestras sociedades, y que permita así una

especie de conversación global en la que cada persona que quierahacerlo pueda dar su opinión [...] La Global Informution Infras-tructure (GII) no será solamente una metáfara de la democraciaen funcionamiento, sino que impulsará, enla ptáctica, el funcio-namiento de la democracia, incrementando la participación delos ciudadanos en la toma de decisiones. También favorecerá lacapacidad de las naciones para la colaboración mutua. Yo veo enella una nueva edad ateniense de la democracia,fo{ada en los fo-ros que cree la GII>. Las redes, instrumento de desarrollo y desolidaridad, gestionadas por actores privados podrían, a juiciode Gore, permitir la solución de los grandes desequilibrios socia-les y económicos que inciden sobre el planeta.

Queda así cerrado el círculo. Hace poco más de dos siglos, elconcepto de comunicaciónhabía entrado en la modernidad pormedio de la carretera. La llegada de la edad posmoderna de lasredes inmateriales y de los flujos intangibles se produce bajo elsigno de lametáfora de la red de autopistas, como un eco de lamemoria colectiva de las grandes obras públicas que han irnpul-sado una nueva dinámica económica en Estados Unidos durantelos años cincuenta.

Acerca de la guerra global

En los años ochenta, la competencia en el terreno económicohará surgir las metáforas bélicas. Díversos tratados de marcage-

merut sehan inspirado en las obras de Sun Tse y de Kad von Clau-sewitz para mejor afrontar la <<guerra económica>>. Los enfrenta-mientos entre los ejércitos durante la guerra del Golfo ¡990-1991)sitúan en sus justos términos estos discursos mercantiles y permi-ten constatar mejor la permanencía de la lógica militar en un pa-norama comunicacional que la década anterior había llevado a

considerar bajola sola óptica de la geoeconomía. Lo ocurrido enesta situación límite levantó el velo que se tendía sobre las zonasopacas de los sistemas de inform ación, y que en tiempos de paz se

tienden a olvidar. Ha contribuido a ello la ideología de la trans-parencia, en que se apoya la <<sociedad de la comunicación>>.

La guerra del Golfo fue una guerra de la comunicación por dosrazones. Lo fue, en primer lugar, por las estrategias de informacióny de censura del Pentágono (constitución de núcleos de periodis-tas, muy seleccionados, que hacían su trabajo cle campo acompa-

*

ñados por un oficial -denominado Public Affairs Officer- que ele-gía y prepanba a los militares que iban a ser entrevistados, exami-naba las fotos, controlaba el rodaje televisivo, y revisaba los reporta-jes escritos, no dudando en lo más mínimo con respecto a supfimir,si fuera necesario, cualquier información considerada <<sensible>>, ya modificar la redacción de la misma) .La guerra del Golfo y, másconcretamente, la operaciónDesert Storm, desencadenada el 17 deenero de 1991, constituye en cierto modo la revancha de los esta-dos mayores. Los expertos en guerra psicológica habían extraídolas lecciones pertinentes de la guema de Vietnam. Durante la gue-rra de las Malvinas, en1982, el ejército británico actuó de la mismaforma al decretar el control riguroso de la información. En 198J,en la invasión de la isla de Grunada, el Pentágono también habíacerrado el paso al teatro de operaciones.

La guena del Golfo ha sido también la guerra de las tecnolo-gías de la información y de la comunicación,7a de los <<armamen-tos inteligentes>>. En el terreno de operaciones, y tras las <<accionesquirúrgicas> llevadas a cabo, se encuentran los misiles dirigidospor los propios ordenadores del avión, los satélites de reconoci-miento, los sistemas de mando sustituidos en todos los aviones decombate e incluso en las mismas armas y las redes neurálgicas.Por otro lado, en la retaguardia, la guerra del Golfo, con su logís-tica de intendencia, es el primer conflicto de grandes dimensio-nes donde se ponen en práctica los <<flujos tensos>>, experimen-tando los métodos de gestión de flujos puestos a punto por losfabricantes de automóviles japoneses. Con arreglo a la prácticadel <flujo tenso>>, el productor no almacena, o almacena en pocacantidad, aquello de lo que no está seguro que va a dar salida; yfabúca, en la medida de lo posible, solamente si existe un pedido.La informática permite la transmisión instantáne a dela orden depedido del distribuidor al productor, e incluso el hacerla llegardirectamente al eventual subcontratante.

La guena ha cambiado. Se ha convertido en una <<guerra glo-bal>>, como ha señalado Paul Virilio; y no tanto por extenderse atan distintos horizontes o por el gran radio de acción de los pro-yectiles, sino por la transferencia de las responsabilidades a laprogramación industrial y económica (Sboot and forget: <Disparay oluida").

Este conjunto de técnicas pone de relieve que antes de que lasemántica globalizadora alcanzase la notoriedad bajo la banderade la geofinanza, ya había cosechado éxitos en los estados mayo-res. El comunismo era el <<enemigo globaL>, y las tecnologías que

uil.wW,

v

I,A GI-OI]AT,IZACIóN: LAS REDI]S DE LA ECONOMíA POSNACIONAL 1O]

se utilizaban en la observación de este enemigo eran denomina-das <<globales>>. Éste era el caso, por ejemplo, del sistema GPS de

localización de una posición por satélite (Global Positioning Sys-

tem), en funcionamiento a partir de los años setenta. De éste ha

resultado una constelación de 24 satélites que permiten una vi-sión permanente de cualquier punto del globo, así como una tec-

nología digital que sirve para equipar al soldado del futuro. Este

soldado, gracias a su receptor GPS, podrá saber en todo momen-to dónde se encuentra. En la visera de su casco se proyecta unmapa donde se muestra su emplazamiento y el de sus compañe-

ros. En el cuartel general conocerán perfectamente sus posicio-nes y lo que están viendo, ya que emiten una señal radiofónicaIFF (IdenttfyíngFríerud c¡r Foe). Este soldado del futuro tendráreunidos en su visera todos los mandos de sus armas. Un teléme-

tro le dará la distancia a que se encuentra su blanco' Unos senso-

res biológicos transmitirán incluso a sus jefes los datos sobre su

estado fisiológico. Es el <soldado-sistema>>, último eslabón de

uua cadena informacional.El uso de las tecnologías inteligentes en la guerra de Kosovo

(1999) ahanzó la doctrina de la ,<guerra limpia>. Brusco fue en-

tonces el despertar de los estrategas al irrumpir el enemigo invisi-ble con los atentados del 11 de setiembre de 2001 contra el Pen-

tágono y el \X/orld Trade Center. Los sofisticados dispositivos de

telivigilancia planetaria no pudieron anticipar las operaciones te-

rroristas. Y se agrietó la creencia en la ..guerra limpía>> (cero

muertos en sus tropas), eje de la <<revolución en los asuntos mili-tares>>.

Otra sorpresa: el paisaie geomedíático ha cambiado desde la

guerra del Golfo. La cadena panárabe Al-Diazfta de Qatar logróémitir una versión diferente a la de la CNN de un conflicto con

resonancia global. Incluso, se convirtió en tribuna obligada para

los líderes de la coalición. Frente al deterioro de la imagen de su

país en la región, los expertos en relacioncs públicas de la Casa

Blan.u ¡proyectaron comprar espacios publicitarios en dicha te-

levisión para vender la marca <<Estados Unidos>lPor su parte, la guerra de Irak ha hundido definitivamente

la idea de gnerra aséptica y ha traído a la memoria la imagen de la

guerra sucia de los tiempos coloniales. Ha exhibido a la vista de

iodos el desconocimiento, incluso el desprecio, de los contextosculturales por parte de los centuriones. Finalmente, las estrate-

gias de n-ranipulación de las opiriones públicas han asestado unáu.o golp" a la credibilidad misma de los medios implicados, en

104 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

grados diversos, en el bando de la guerra y que se turnaban, sindisparar un solo tiro, con las mentiras de los gobiernos de Ia coa-lición para legitimar la intervenci6n.La imagen de una Américaportadora de los valores de un nuevo universalismo se ha resque-brajado.

fir

La fractura: por una crítica del globalismo

:lI

I

l

<<Nombrar mal las cosas representa aumentar las desgraciasdel mundo>> , decia Albert Camus, La globalizacién es ina deesas palabras engañosas que forma parte de las nociones insru-ment3les que, bajo el efecto de las lógicas mercantiles y a espal-das de los ciudadanos, se han adaptado hasta el punio de-ha-cerse indispensables para establecer la comunicación entreciudadanos de culturas muy diferentes., Este lenguaje funcionalrefleja un <<pensamiento único> y constituye un verdader o préti porter ideológico que disimula los desórdenes del nuevo or-den mundial. En otros términos, se pretende abordar la nuevacornplejidad del globo con una ecuación de primer grado. Hallegado eJrtonces el momento de distinguir enlre lo que corres-ponde a la mitología globalitaria y lo que incumb e ala rcalidadconcreta en esta fase de la integración internacional. En con-traste con la visión economicista de un mundo cohesionado porel libre cambio, se mues¡ra la fnctuta entre unos sistemas^so-ciales específicos y un carnpo económico unificado, entre unasculturas particulares y las fúerzas centralizadoras de la <<culturaglobalr'.

106 f-A MIINDIALIZACION DE LA COMUNICACION

Un nuevo mapa de las desigualdades

La <comunicación-ntundo>>: el tropismo de los fluios globales

La integración de las economías y de los sistemas de comuni-cación da lugar a la creación de nuevas disparidades entre los paí-

ses, o regiones, y entre los grupos sociales. El concepto de <<co-

municación'mundo> se propone dar cuenta de estas lógicas de

exclusión. Este concepfo, ala inversa de lo que hace creer la re-

presentación igualitarista y globalizante del planeta, permite ana-

lizar elsistema en proceso de mundialización sin fetichismos, esto

es, restituyéndole su concreción históríca. Fnlaza con la historiade los intercambios mundiales y sus diferentes flujos asimétricos.

Este concepto, vinculado alaidea de <<economía-mundo>>, forja-da por Fernand Braudel, pone de manifiesto que las redes, con su

imbricación en la división internacional del trabajo ietatquizan el

espacio y conducen a una polarizaciín cada vez mayot entre cen-

tros y periferias.Cr,atro cambios importantes han contribuido ala redistribu-

ción de las divisiones del espacio mundial: lafoma de posesión de

Estados Unidos como <<superpotencia solitario> (lonely superpo'

wer, segin la expresión de Samuel Huntington), que no deja de

promover su arquetipo de <.sociedad global>>; la construcciónáe los grandes bloques de librecambio económico en torno al

<<poder de \a tríada>> (Arnérica del Norte, Asia oriental y UniónEuropea); la división entre los países económicamente emergen-

tes (cón el incremento de poderío chino e indio) y los más pobres;y, por último, la retirada del Tercer Mundo en tanto que sujeto

de la historia. Pero si lalinea de separación entre Norte y Sur nobasta para poder comprender el sentido del planeta, actualmen'te, las desigualdades eitructurales que han venido sumándose a lolargo de los precedentes decenios se mantienen presentes, no se

han volatilizado. Lo que ha removido la representación maniqueadel mundo es el hecho de que el Norte ha descubierto los Sures

de su propio territorio, y que del mismo corazín del Sur han sur-gido Nortes que, a su vez, tienen también sus Sures.

Las nuevas formas de competencia oponen, por todas partes,

los territorios entre sí, y dan lugar a unos usos diferenciados de

éstos. Existen dos tendencias contradictorias, en plena acción,

con respecto ala organización del espacio económico y la luchapor una óptima utllización de los diferentes territorios. Por unaparte, un ptoceso de deslocalización'relocalizacióndirigido hacia

las zonas donde el coste de la mano de obra es ba¡o (procescl dcrotación relativamente rápido, a juzgar por Ias estrategias de ex-patriación rcalizadas por las compañías de Corea del Sur haciaChina, ohacia el Sudeste asiático, en los años noventa; lo quepuede ocasionar fisuras en el modelo de desarrollo nacional clelos <dragones>). Por otra parte, un proceso de metropolización clde concentración de las implantaciones en territorioi innovado-res_, dotados de competencias diversificadas, y con alto nivel tec-nológico. Las economías llamadas de aglomeiación vienen a aña-dirse a las economías a escala o con ventajas de productividadderivadas de la dimensión de la empresa; y a las economías degran envergadura, que se benefician de la diversificación de susactividades. La concentración en torno a polos y \a organizaciénde la economía mundial en redes de poló u poio -enletrimen-to de los espacios intermedios, peor dotadós y expuestos, porconsiguiente, a Ia marginahzación y a la desertificación- lGvaconsigo un_riesgo de dualización de la economía mundial y deuna geografía socíal de dos velocidades. Se trata de la <economíade archipiélago> (P. Veltz), o el tecruo-apartbeid global(R. petre-lla). En los cuatro punros cardinales del planetá, y en distintosniveles, con arreglo a los países y continentes, las niegaciudades-regiones, lugares nodales de los mercados y de las redes mundia-les, engendran unos tropismos que se insciiben en el mapa de laslíneas y flujos de telecomunicaciones. En Tailandi u, pui, émulode los cuatro <<dragones>>, Bangkok cuenta con el 68 % de todaslas líneas telefónicas disponibles en el país. En el polo que tienesu centro en Sáo Paulo, en Brasil, la acumulación de tecnologíasde la información y de la comunicación se aproxima a la del<<triángulo de oro>> eufopeo, y se sitúa, por otro lado, a años luzde la qu9 posee Recife. Todo ello, pese a que la megalópolis deSáo Paulo tiene también su propia periferia urbana cáracierizadapor 1a <<ruralización>>, un fenómeno típíco de las grandes ciuda-des latinoamericanas.

La comprobación de hechos de esre tipo se halla en la base de lasgeoestrategias de segmentación o de creación de <<comunidades deconsumo>> (co,nsuruption communities) por parte del marketing. Laindusmia publicitaria, estimando que las variables de estilos y Je ni-veles de vida son más imporranres que la proximidad geográiicay eIpertenecer a una tradición nacional, trata de formar vastas comuni-dades transnacionales de consumidores que tengan en común losmismos <<socioestilos>>, las mismas formas de consumo y de prácticas

I0u I,A MUNDIAI,IZACION DI] I,A (]OMI.JNI(]A(]ION

culturales. En cierto modo, estas tipologías de objetivos a través defronteras no hacen más que confirmar un desequilibrio estructural:la proliferación de los símbolos de la ubicuidad de la <.cultura glo-baLr, y la disminución de la proporción de los beneficiarios reales delas mercancías y del modo de vida que sus cliversos n-redios hacen es-

pejear.La reproducción de unas fuettes tendencias a la segregación en-

tre los conjuntos data rich ylos otros conjuntos,los data poor, repre-senta un riesgo que se señala hasta en los documentos más oficiales yque concierne tanto a la conexión con la infraesffuctura mundial dela informacíón corro a la elaboración de formas de almacenamientode info¡mación y datos propios. Ei rnapa de débitos internacionalesen gigabytes muestra la posición cenral de Estados Unidos, ademásde la escasa frecuencia de los flujos de intercambio con determina-dos países y continentes. En2004los débitos Estados Unidos-Europay Estados Unidos-Asia alcanzal¡an los 162 y 42 Gbps respectiva-mente. Los flujos Europa-Asia, I,2; y, en dirección Estados Unidos-Africa y Europa-Africa, 0,8 y 0,4.La escala del porcentaje de cone-xión por línea telefónica resulta igual de elocuente: va de uno porcada dos habitantes en los países de la Organización de Cooperacióny Desamollo Económico (OCDE) a uno por cada 200 en los países

menos avanzados. La diferencia es de tal envergadura que el G7, queIahabía ignorado durante la cumbre de 1995 sobre la sociedad gio-bal de la información, rectificó el tiro cinco años más tarde al incluir,en la cumbre de Okinawa, el concepto de..fractura numérica>> en su<<Carta sobre la Sociedad Global de la Información>. Y Ia OCDEsólo mide estadísticamente esta fractura desde 2001.

La s re¿lt's pa ra s t I a ria s

Los geopolíticos las llaman los ,.nuevos frentes planetarios deldesordenr>, los <<espacios de la sombra>>, los <<antimundosr>. Fren-tes del medio ambiente, circuitos de economía subterránea o in-formal, redes mafiosas y tráficos ilícitos (de narcóticos, de niños,de contrabando electrónico); frentes del integrismo, frentes desectas, flujos transnacionales de las diásporas y de los movimien-tos migratorios de trabajadores -sean éstos oficiales o clandesti-nos- hacia los países y regiones prósperas, frentes de los nuevosazotes, etc. Estos frentes dispares y estos universos paralelosconstituyen una muestra reveladora de las crisis, los conflictos ylos desequilibrios que afectan a nuestras sociedades en plena mu-tación, y que las amenazan con el riesgo permanente del colapsoy de la catástrofe. Algunos ejemplos bastarán para mostrar la

I,A IIITA(,'I'T]I{A: I)OII TJNA CIIi'flC]A DEL GLOBAI-ISMO 109

rnagnitud de las manifestaciones de estos frentes dispersos del<lesorden mundial y del mercado negro de la vida.

-Los especialistas de lo virtual consideran que la economía enproceso de desmaterialízación y Ia generuIización de ias ciberempre-sas, deslocalizadas,vírtualizadas, escapando del control fiscal y so-cial de los Esrados-nación, habituados a adminisrrar un temiiorio<.real>, favorecen la emergencia de <<paraísos fiscales virtuales>>, de<loterías virtuales>> y de <<cibercasinos>. La extraterritorialidad tam-bién abre nuevas rutas para el blanqueo de dinero.

-F.l sistema de vigilancia ecológica (Sivam), que pone en marchaBrasil en la región amazónica, cuenta con s.n.o.e, para satéiite, ra-dares fijos y móviles, monitores, receprores de pc,iicionamiento yaviones de vigilancia. Su función no es solamenr¿ Ia de pr.r".uu, élequilíbrio dei <pulmón del planeta>' y la biodiversidad. La funciónde este complejo clispositivo es también la de detectar los movimien-tos imegulares de tráfico aéreo y prevenir delitos como el narcotáfi-co y el contrabando.

*Con la prohibición de las anrenas parabólicas individuales, losgobiernos de Irán y Arabta Saudita quieren lograr que sus ciudada-nos estén,protegidos de toda expresión cultural que vaya confta elmensaje de los mollahs. Pero, en Teherán y oras grandes ciudadesdela República islámica, las anrenas parabólicas de1 ingenio han po-dido más que las_prohibiciones de los ayatolás. En Fráncia, la gianimplantación de las anfenas parabólicas entre la población inmigra-da procedente de países del Magreb hace remer j las autoridadeJ dealgunos ayuntamientos de las afueras de Pa¡ís que se produzca el fe-nómeno de una propaganda islamista incontrolable. Esto tiene tam-bién una influencia directa sobre la política de creación de una ca-dena de cable arabófona, destinada a no dejar el remeno libre alsatélite.

-Ante los crecientes fenómenos de exclusión y de incremento dela violencia por parre de los marginados, tiende a imponerse la lógi-ca de la seguridad en rodos los ámbitos: individual ó colectivo, na,cional o internacional. Este imperativo de seguridad tiene una inci-dencia directa sobre las formas que toma la inserción social de lasnuevas tecnologías de la información y la comunicación. Se tiene uníndice claro de ello en el desarrollo general del mercado de la elec-trónica para la seguridad.

-Todos los ejemplos que se exhibían pana ilusrar diversas face-tas dei desorden planerario han sido rebaJados por lo ocurrido el 1 1

de septiembre de 2001, que marca un salto en iás lógicas de ia segu,ridad. Con el peligro añadido de que se amplíe el concepto misÁode terrorismo hasta

^lcanzar toda forma de disidencia ctntraria al

modelo de globalización neoliberal, como lo han demostrado ciertas

110 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

rnsinuaciones contra los movimientos sociales globales, acusados dehacede el juego a la violencia. Así, en lugar de obt".t"r conclusionesacerca de las causas profundas del desorden planetario, se buscanchivos expiatorios.

Desde la caída del muro de Berlín, la doctrina esrrarégica es-tadounidense ha identificado con el término netrDar los riesgosque, supuestamente, representaban los nuevos enemigos del or-den mundial que hacían un uso estratégico de las redes. Incluíanen esta rúbrica, en desorden, tanto a los cárteles de la droga comoa grupos fundamentalistas, hackers o movimientos llamados <.ac-tivistas>>. Con los atentados del 11 de septiembre de 2001 y el sal-to dado enla global uar contfa las redes terroristas, la consignade la seguridad se ha transformado en obsesión. En territorio es-tadounidense, legislaciones como la Patriot Act autotizan desdeahora las escuchas telefónicas y los registros de ordenadores,mientras florecen los proyectos de crecimiento de los múltiplesficheros sobre individuos y colectivos en las bases de datos. Á ni-vel mundial, uno de los ejernplos del refuerzo de esra lógica de lavigilancia es el acuerdo, firmado en mayo de 2004 con lá presiónde Washington sobre las compañías aéreas, entre la Unión Euro-pea y Estados Unidos sobre la transferencia de los datos perso-nales de los pasajeros que viajen a las grandes ciudades estadou-nidenses. Y esto se hizo violando la directiva europea sobre laprotección de datos personales.

Las fronteras de la monocultura

Esquiuar la trampa

<<La humanidad se está instalando en la monocultura -escribíael anropólogo Claude Lévi-Strauss a principios de los añosochenta-. Se dispone a producir la civilización en masa como laremolacha. Su corriente no constará sino de este plato único.>> Undilema ha impregnado progresivamente las reflexiones sobre elfuturo de la cultura en el mundo ante el empuje de los universa-les simbólicos del consumo de masas y delas redes en tiernporeal. Hay quienes consideran que la instauración de un McMun-do resulta inevitable, por ser la monocultura la contrapartida dellibre cambio y de la formación de los bloques económicos. Enlas antípodas de esta representación colectiva, otros piensan que

I-A I.-IIACTL]IiA: POR UNA CIIíTICA DEl- GLOBAI-ISMO lll

no se plantea la homogeneización en un munclo cresgarracro ¡r,rr]as fracturas sociales y ecorrómicas, por las tensioncs naci.rr¿rlistas. Para estos últimos, es más br." ro lruerra santa crer irt(,,grismo la que se ha convertido en el sinbiilo ¿. r, ,ii.,r.rá,, ,l.rplaneta.

¿En quémedida estas,posiciones, situadas en los clos extremos,pueden explicar la compié;idad del fururo .1" lu .,rlturu, á;lrJ;;i_turas?- ¿,Cómo situar esta fase histórica de l¿r evoluci¿rn .t. nr"r,*,sociedades sin caer en la f¿cilidacr y en las rrampas de parabÁque son declinaciones sucesivas de ias nocioner á" n.-ág"u.rrr-ción, estandarización y masificación, que no han ."tuao-i" fr.rir-ferar?

Las uicisitudes de la <ra/dea ghtbal>

La historia se ha encargado de destacar en numerosas ocasio-nes los fallos de representáciones cenrra<las en la;C;;iJ;i;,que han nurrido el imaginario del gran público con respe.to al fu-turo de la comunidad humana, y [.,", "r,

lu rratpotrt)[d"l;r-;;presas, han consriruido un uivéro i'agotable irr" f.giri-", i;,grandes sagas de la conquisra del mercádo *undlul., Es cierro quc cl peso adquirido por el sístcma clc rrredios bahecho car¡biar raclicalmcntc las fornas de hacer ra guerra, asícolll. su puesta en escena; pero las transmisiones de los conflic-tos, realizadas en <<mundovisión>>, no han contrib.ri,lo,;;;;;alguno, a derribar el muro entre militares y civiles. L;, ;.Ji.globales tampoco han ayudado a los países .., vín, de clesarrolloa<<recupefaf su retraso>> con fespecto al núcleo que va en cabezadel mundo postindustrial.

El desembarco hu'ranitario en Somaria, la operación RcstoreLlope, entre IL)92 y 1994, cuya gran cober.rura por parre de los me_dios contrasta con la conspiración de silencio en torno ar reembarcovergonzante cle ias tropas y de sus hipersofisticados equipos, no cliola posibilidad a los ciudadanos, ni rampoco el cleseo, á"'hn.", .r-_biar las cosas. La cosrurlbre de ve¡ las áuras imágenes cle ra barbariehurrana, en Bosnia, Chechenia y Liberia, ha terminado embotandola atenció' de las audiencias. La humanidad sigue aguardando rarcalización de las profecías de Marshall Mcluhan y .tejack Londc,nsobre la revolución social y pacífica meclianre ra-imaien en movi-miento.

LL' LN 1VI U 1\ UIALI¿ALIUI\ T-'b Ll\ LUM U N TLACI()N

Sólo las grandes catástrofes naturales apocalípticas como el ma-remoto o tsunamí que arrasó varios países asiáticos a finales de 2004consiguen la convergencia de las imágenes en directo y un amebatode generosidad pública sin precedentes en Occidente. El recuerdobrutal de la precariedad de la condición humana y la compasión soli-daria, tanto como la mediación de la presencia de flujos masivos deturistas occidentales enla zona y las segundas intenciones políticasde la invocación a los valores del universalismo, se entremezclan paratejer el relato sobre el acontecimiento global. Las demagogias mediá-ticas, en estos períodos ffágicos, sobre la <<gran famlliahumana>>, vie-jo mito fustigado por Roland Barthes en sus Mitologías, conftastancon la parsimonia con que los telediarios muestran las fracturas delmundo y, de un modo más general, tratan lo <<internacional> en tiem-pos de rutina.

La multiplicación de los global euents -esos acontecimientos ia-tárticos que reúnen en torno a las mismas noticias, reportajes y pro-gramas a las audiencias nacionales y locales más diversas- no hamostrado ser necesariamente creadora de una mayor <comunidadmundi¿b>. Más bien se podría pensar io contrario al escuchar los co-mentarios de periodistas de distintos países, con ocasión de los gran-des encuentros deportivos mundiales. Todo elio nos aleja mucho delmito de la aldea global, dirigiéndonos hacia los recintos del chovi-nismo. Esto resulta preocupante, ya que la manera de presentar lascompeticiones deportivas se utiliza cadavez más como referencia,como modelo, en la forma de dar las ínformaciones sobre los con-flictos.

Se plantean también serias dudas con respecto a las nuevasversiones del mito del <fin de las ideologías> -que se presenra re-mozado ffas la caída del muro de Bedín-, ya que su argumenrocentral consiste en la globalización de la culturá de masás. Fran-cis Fukuyama lo retomó bajo la forma de mito del <fin de la his,toria>>, a finales de 1989. El que los transistores hayan pasado aser un gadget en China Popular, que Mozart sirva como fondomusical en los supermercados japoneses, o que la música de rockexpresara en Praga la revuelta contra una ideología estalinistaagotada, para Fukuyama, director adjunto del grupo estratégicodel Departamento de Estado norteamericano, Constituía irnaprueba irrefutable de la homogeneización democrática del mun-do bajo los auspicios del nuevo liberalismo. A partir de enronces,esta idea se ha enraizado en la retórica del libre cambio: la ex-pansión de la industría de productos de entertaintnent llevaúa

l.A trt{A(.'t'U t{A: l,( )l( l l NA (.lu'l'l( iA l)lil. ( ;1,( )llAl.lsivl( ) ilr

cousigo, automáticamente, la ]ibertacl civil y ¡rolítica. Algo :rsí

como si el estatuto de consumidor fuera equivalentc al clc ciucla-rlano.

La ret erritc¡ria lización

Desde el comienzo de la historia de los intercambios en cl

mundo, los modelos culturales e institucionales ttansmíti<1os porlas potencias hegemónicas han encontrado pueblos y culturasque se han resistido a la anexión, se han visto contaminados, se

han mimetizado, o han desaparecido. Los sincretismos han naci-do en estos crisoles culturales. Las etnias indias adaptaron, modi-fícándolas, las liturgias, los modos de representación o las leyesque les imponían los conquistadores de la Nueva España. Al uti-lizarlas cle modo diferente al previsto por sus dominadores, con-seguían hacedas escapar de quienes las habían impuesto. Esta re-

territorialización constituye un elemento central del mestizaje yde la voluntad barroca. Una de las aportaciones de Michel deCerteau ha consistido en mostrar en su obra Arts de faíre: E in-uention du quotídíen ese movimiento de incesante interacciónentre un sistema impuesto y sus usuarios, y en extrapolar dichaobservación a las prácticas subvertidoras de los dispositivos dis-ciplinarios desplegadas por el <<hombre común>> de hoy en día.

La mundialización/globalización es un componente de la cul-tura contemporánea, pero no es la única lógica capaz de modelarlos destinos de nuestro planeta. En los años ochenta surgíeron las

concepciones de la globalización financiera y de la estandariza-ción cultural. Hubo también en estos años una corriente de pen-

samiento que ponía de relieve los desfases entre las fuerzas cen-mípetas y aglomeradoras de la lógica mercantil y la pluralidadcultural, y que entendía la fragmentación y la globalización comouna parcja en tensión, donde tiene lugar la descomposición/re-composición de las identidades sociales y culturales. Se planteannuevas cuestíones. ¿-Cómo adquieren un sentido las conexiones a

las redes planetarias para las diferentes comunidades? ¿Cómo re-sisten a las mismas, se adaptan o sucumben? Estas cuestiones ya

se presentaban en las anticipaciones de H. G. \X/ells a comienzosdel siglo xx, cuando este autor ftataba de la hegemonía lingüísti-ca. Han surgido, por consiguiente, nuevos enfoques sobre losvínculos que se establecen entre 1o ..globab> y lo <.locaL>, querompen con la idea anterior de la fatalidad de la monocultura.

LI4 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

Por parte de los antropólogos se ha efectuado una crítica del dis-curso canónico sobre la relación entre los flujos culturales transna-cionales y las culturas específicas. En su opinión, la inrensificaciónde la circulación de los flujos culturales, la real existencia de una ten-dencia a Ia globalizaciín de la cultura, no conducen a la homogenei-zación del planeta, sino hacia un mundo de carácter cadavez másmestizado. Las nociones de hibridación y de mestizaje dan cuenta deestas combinaciones y reciclajes de los flujos culturales transnacio-nales por parte de las cuituras locales. En este sentido, el antropólo-go indio Arjun Appadurai considera que los insrrumentos de hómo-geneización (armamentos, técnicas de publicidad, hegemonía dealgunas lenguas, formas de vestir) que trae consigo Ia globalizacíónresultan, en la práctica, <<absorbidos en las economías políticas y cul-turales globales, viéndose proyectados en forma de diálogos herero-géneos de soberanía nacional, de libre empresa y de fundamentalis-mo) en los que el Estado tiene un papel cada vezmás delicado>. Si seproduce un exceso de apertura a los flujos globales, el Estado-nacióncorre el riesgo de una revuelta (el síndrome chino); si la apertura esescasa, el Estado queda marginado de la comunidad de naciones(como en el caso de Corea del Norte, el último régimen autárquicoen el mundo). Dicho antropólogo se aventura incluso a hablár de<<modernidad alternativa>> y de <explosión de modernidades,cultu-rales>>, que en Bombay, Tokio, Río deJaneiro, Hong Kong, o en LosAngeles, Nueva York, Londres y París, emergen y son testigos de lasmúltiples vías de acceso de las diversas idiosincrasias a lás nuevasformas de cosmopolitismo. Los nuevos conceptos desmitifican la no-ción de modernización en tanto que extrapolación unívoca de la ex-periencia euroamericana, que ha imperado en las referencias sobreel desfase desamollo-subdesarrollo hasta los años setenta. Tratantambién de mostrar que las culturas locales, lejos de desaparecer delmapa mundiai, se reformulan y rcalizan una mezcla de 1o <<moder-no>> y de la <tradición>>, elaborando de este modo las bases de suspropias industrias culturales y de su propio campo de creación artís-tica. Constituyen una muestra elocuente de ello fenómenos tan di-versos como la peneración de las telenovelas de la indusria televisi-va brasileña en ei mercado mundial, y la vitalidad de 1a creacíónartística en el ámbito dela danza en algunos países del Ñrica negra.Los persistentes estereotipos del miserabilismo impiden tomar c-on-ciencia de estos fenómenos. La npidez de adaptación de los paísesasiáticos y latinoamericanos a las tecnologías digitales, y los bénefi-cios que obtienen de las mismas con respecto a la competencia en elmercado mundial, y con respecto a la puesta eii red de proyectos so-ciales o de investigación científica, constiruyen hechos qr" pon"n e.tcuestión la imagen unívoca de esta parte mayoritaria del mundo.Ahora bien, y ello no se puede ocultar, estas nuevas fuentes de mo-dernidad coexisten -anverso y reverso de una misma realidad- con

r.A trItAC',I'UltA: POli UNA Cll{í'l'lcA DHl. ct-()l}Ál.lsM() ll5

un creciente proceso de empobrecimiento y cle exclusión de amplias

capas de la población. Las nuevas hipótesis con respecto a las rela-

ciónes interculturales indican que se ha iniciado en diversas partes

del mundo un proceso de revalorización de las culturas específicas,

1o que representu.tn, condición previa a la invención de un modelo

económico y social menos sometido a los exclusivos imperativos que

dicten los mercados exte¡iores.

[Jna antropología de la corttemporarceídad

La crisís de la ideología del progreso-modernidad se halla

también presente en los trabaios de los antropólogos de las-gran-

des socieáades industriales. Ha cambiado lamirada sobre el otro.

La crisis del sentido social (las significaciones establecidas y sim-

bolizadas de relación con el prójimo) se ha generalizado al con-junto del planeta. Cada individuo ha tomado conciencia de su

pertenencia a este último. Todos son de la misma época, pero en

él -ur.o de una pluralidad. ¿Cómo concebir conjuntamente esta

unidad del planela y esta diversidad de los mundos que lo com-ponen? Éttá .t la cuestión que subyace alanueva mirada antro-pológica con respecto a la complejidad del mundo. Alejándose de

ias sociedades y-de las culturas lejanas, <<exóticas>>, objeto-de es-

tudio de la antropolo gía clásica,el foco de interés se ha desplazado

haciala investigación sobre la actual contemporaneidad, como

respuesta ala aóelerución de la historia y a los cambios de escala,

al Átrechamiento del planeta y a la individtalizaciín de los desti-

nos y de las referencias. Mencionemos a Marc Augé' cuya-trayec-

toriá de investigación (de la etnología de las sociedades africanas

a la etnología dé Euro-Disney; acerca del metro' o de las megaló-

polis) es representativa de un procedimiento que tiene en cuenta^,rrru,

,..rrr.iras modalidades de simbolízación que actúan en el

conjunto del planetu. <<Estas modalidades hacen intervenir las

redés de información, que son los instrumentos por excelencia de

los dispositivos rituales ampliados, las elaboraciones particularesde los individuos más o *.nos integrados a estas redes, y todo un

conjunto de instituciones oficiales y oficiosas que se esfuerzanpor construir unas significacion es de compromiso entte las redes

y los individuos. Desáe este punto de vista, un profeta-curanderoafricano, un grupo de arquitectos que trabaian en un proyecto de

obras, o un equipo médico que se plantea su forma de interveniren diversos amtlientes, constituyen unas realídades de la misma

I

116 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICA(JIóN

natutaleza;> Concluye Marc Augé su análisis, pour une anthrr,tpo-l-o7ie de1 mondes contemporaircs (L994), señalando: <Adaptarse alos cambios de escala no consisre en dejar de privilegiar lá obser-vación de pequeñas unidades, sino en tener en cuent; los mundosque las atraviesan, que las desbordan, y que al actuar no cesan deconstituirlas y reconstituirlas>>.

. El antropólogo propone dos parejas de nociones para describirlos espacios y el rrundo contemporáneo: la pareja lugar/no lugar, yla pareja modernidad/sobremodirnidad. El iugai se ie simboÉadátriplemente: con arreglo a la identidad, lo relacional y lo histórico. Ellugar simboliza la relación de cada uno de los ocúpantes consigomismo, con los otros ocupantes, y con respecto a la historia comú"n.La multiplicación del ..no lugar> es una característica del mundocontemporáneo: espacios de circulación (autopistas, rutas aéreas),del consumo (hipermercados) y de la comunicación (teléfono, fax,televisión, redes). En estos no lugares se coexiste, se cohabita sin'viviijuntos. El estatuto del consumidor o del pasajero solitario represen_ta una relación contractual con la sociedad. E,stos no lugarei ernpí-ricos, que generan unas actitudes mentales y unos tipos dé rehcionescon el mundo, perrenecen a la <sobremodeinidad", áefinida por con-traste con la modernidad. Al presentarse como un <<punto cenffal,nudo de relaciones, de emisiones y de recepcion., * iu vasta reáque es hoy.el_planetao, la gran metrópolis aótual constiruye una en-crucijada_de los lugares de la modernidad y de los no lugares de lasobremodernidad.

El mérito de esta <<etnología propio> es el de suscirar un cues-tionamiento ndical delamiradaehocéntrica sobre los otros. De-bido. a este- desplazamiento, se hace posible un cambio de pers-pectivas: el centro visto desde la periferia, los <<Nortes'uirto,desde los <<Sures>>.

La teoría a prueba del libre cambio

El interés existenre por Ia singularidad de las culturas ha lle-vado a nuevas formas de consideiar los procesos de recepción in-dividual y colectiva de las mercancías óulturule, transná.ionalesen los diversos ámbitos que las consumen. A este respecto, hasido objeto.de especial interés la recepción de productá,

"-tl"-máticos de la globalización de los medios de cómunicación talescomo las series de televisión Dallas y Dinastía. Las reorías con-

l.A IrttAc',r'ul{A: l)()l{ Ll NA (iltil'l(iA Dlil. (il.()llALlsM() ltl

ductistas sobre los <<efectos>> unívocos de los programas de televi-sión han sído sustituidas por otras explicaciones que vuelven a

descubrir las mediaciones en la construcción del sentido y ponende manifiesto las lecturas diferenciadas con arreglo a que el des-

tinalario pertenezca a una u otra cultura.El reconocímiento de los <<medios>> (ámbitos) y de las <<media-

ciones>>, que tiende a genemlizarse, ha originado una renovaciónde las aproximaciones teóricas en cuanto al análisis de las relacio-nes entre las culturas. Hay quienes se apoyan en esta apertura para

decretar el fin de las relaciones de sujeción de unas culturas porparte de otras; y para saludar lallegada de un consumidor sobera-

no, nauegunte en el universo de la cultura global, sin más límite que

su libre albedrío. Al ser expulsadas las correlaciones de fuerzas ylas determinaciones socioeconómicas del campo del análisis cultu-ral, se desvanece toda posibilidad de comprensión política del

mundo y se instaura el hiperrelativismo cultural. De este modo, se

hace desempeñar a los nuevos conceptos el papel de pantalla, aso-

ciándolos a todo tipo de acomodos y compromisos con el orden so-

cial y productivo. Por consiguiente, si se quiere que estos nuevos

instrumentos conceptuales conserven su fuerza heurística, resulta

necesario utilizados con la vigilancia epistemológica que requiereun período en el que las ideas del libre cambio han logrado im-pregnar el conjunto del campo de las ciencias sociales. Los interro-gantes críticos por parte de algunos etnólogos ante la ualizaciónoperativa que pueda hacerse de sus aproximaciones a la contem-póraneidad ponen de relieve el estatuto ambiguo de estos cambios

de perspectiva en el análisis de lo cotidiano, de los usos, y de los

usuarios de los <{ugares>> y de los <<no lugares>>.

El énfasis que se pone en las mediaciones y en las interacciones

no debe hacer perder de vista el hecho de que la universalizacióncontemporánea de un sistema productivo y tecnológico está ca-

racterizada, más que nunca, por la desigualdad de los intercam-bios. Se debe señalar, por otra parte, que el amplio movimientoque lleva a los pueblos y a las naciones a reapropiarse de su histo-ria y de su cultura es muy ambivalente. Este movimiento puede

conducir, en efecto, a las extremas tentaciones del encerrarse en

su propia identidad: el retorno al tribalismo, a la pureza de Las

identidades etnoculturales y a múltiples formas de intolerancia ha-

cia el extranjero. ¿Todas estas formas radicales de exclusión delotro, no podrían ser también interpretadas como respuestas con-

fusas a las exclusiones propias de las lógicas segregacionistas de laglobalización de la economía?

118 LA MUNDIALIZACION DE LA COMUNICACION

¿Una guerra entre ciuilizaciones?

No existe ninguna parte del mundo que se halle al abrigo de ia ten-tación etnocultural que introduce la crisis, sutil o brutalmente, en lasprácticas y en las teorías. Han surgido nuevas concepciones maniqueasdel mundo con el fin de la guerra ftía, a patir de la idea de <<civiliza-

ción>>, interpretada como comunidad de historia, de lengua, de cultura,de tradición y, sobre todo, de religión. Introducen aquéllas la idea deque es necesario erigir .<fortalezasn para defenderse del otro. Puedenapreciarse sus consecuencias en las desviaciones de un determinadopensamiento geopolítico que, al extrapolar las enseñanzas de conflictoslocales que encierran una importante dímensión cultural, tales como lasguerras de Bosnia y del Cáucaso, convierten el sentimiento de pertene-cer a una civiizaciín en el principal móvil de las guerras del tercer mile-nio. Éste es el argumento q.,e desa..olla SamuefP. Huntington, quienconsidera que en adelante la guerra no tendrá como origen la economíay la ideología, sino la defensa de las .<fronteras de civilización>. Entien-de que seis o siete grandes civilizaciones se enfrentarán en un futuro: lás<<civilizaciones occidental, confuciana, japonesa, islámica, hinduista, es-

lavo-ortodoxa, latinoameric ana y, quizás, africana>>. Huntington ponesu mirada en las <<fronteras sangrientas del islam>, y ve en Ia alianza en-tre la citdización isiámica y la confuciana el nacimiento de polos .<po-

tencialmente hostiles al Oeste>>, <desafiando la potencia y los valores deOccidente>t. Huntington designa el <<nuevo enemigo global> y exhorta a

los países que integran la <<cívlhzaci6n occidentab> a que extraigan lasconsecuencias necesarias para su propia seguridad. La <polítíca globab>no sólo ha de estrechar los lazos entre los países y los grupos que de-fienden los mísmos valores e intereses, sino que debe reforzar el <<man-

tenimiento de la superioridad militar norteamericana en el Este y Su-doeste asiático>>.

Esta prospectiva culturalista y de seguridad no sólo deja de lado lasbases estructurales de la exclusión económica y social en el mundo, sinoque pasa por alto el hecho de que la amenaza, én una época de acentua-ción de las presiones internacionales sobre las realidades locales y na-cionales, no procede tanto de una guerra civil entre civilizaciones comodel enfrentamiento en el seno mismo de cada cultura, lugar nodal don-de se juega, en definitiva, la suerte de la dialéctica mundializaciín/fuag-mentación.

De especulación intelectual, la tesis maniquea del <choque de civili-zaciones>> pasó a ser, a consecuencia de los atentados del 11 de setiem-bre de 2001, un argumento l:arajado en el debate púbiico. Y si los go-bernantes de la coalición no dejaron de repetir que no se adherían a

dicha tesis, 1a visión de un enfrentamiento ineludible con el <<islamismo>,

nutrió las manifestaciones xenófobas contra las comunidades árabes.

LA IltAC',I',Ul{A: POI{ tiNA Ct{l'r'tCA I)til. (;t.()trAt.tsl\t()

El movimiento social

Bolsorces dc resistencia

La cuestión de la mundialización ha comenzado a inrercsar,en todas partes, a un número cadavezmayor de ciudadanos. Sírlouna visión mediocéntrica de la sociedad puede hacer creer que laconexión en un horizonte planetario se reduce a un seguimientocreciente de marcas, informaciones, programas y servidores in-formáticos transfronterizos.La conexión con el mundo consistetambién -y sobre todo- en la experiencía vivida. Se realiza aqué-lla a través de las repercusiones que produce la rnutación econó-mica y social que supone la integración de cada sociedad particu-lar en el espacio mundial. Esta transformación estructural resultamás interiorizadapor los individuos por el hecho de que les afec-ta directamente en cuanto a su derecho al trabajo, a la seguridadsocial, y a su derecho a beneficiarse de los servicios públicos. Enlos grandes países industriales hay cadavez más personas que es-tablecen una relación entre la situación en que viven y las deslo-calizaciones industriales, la competencia internacional y las deno-minadas obligaciones financieras. Y en los otros, son numerososlos países que han descubierto -muchas veces desde hace mástiempo- las leyes de la economía mundial a través de las políticasde austeridad y liberalización de los sectores esrrarégicos de laeconomía nacional; leyes impuestas por los programas de <<esta-

bilización macroeconómica>> y de <<reajuste estructural>> promovi-dos por las instituciones financieras internacionales, como condi-ción para la prolongación de su deuda exterior. Estas reformastratan de vaciar las sociedades nacionales de su contenido con Iaproposición de nuevos modelos <<estándar>> de instituciones (edu-cativas, comunicativas, sanitarias, urbanas, etc.), conformes a lalógica de la fluidez mercantil de la globalización. Frente a esreproyecto de economía generalizad4 las vías de la oposición sonerráticas. He aquí algunos índices de revueltas:

-Con ios pillajes esporádicos de los templos del consumo, losabandonados a su suerte de las grandes ciudades de América Lati¡a,plenamente integrados con los signos del universo del consumo perosin tener acceso a sus pfoductos, responden de forma salvaje a un ca-pitalismo que adopta formas cada vez más devastadoras. Apoteosisde la implosión social: la Argentina donde, a finales de 2001, las cla-ses medias pauperizadas y los sectores populares cortaron las carre-

L¿V LA M. U 1\ LJII\LI¿1\LIU,I\ U¿ LA L\JIVI U I\ ILALIUL\

terus (piqueteros), invadieron las calles, impusieron a los medios decomunicación un nuevo orden dei día y provocaronla caída del pre-sidente. Todos estos <<no lugares>> que son las cameteras y ios super-mercados se convirtieron en .<lugaresn.

-La guerrilia dei Estado de Chiapas, con el Ejércit o Zapatista deLiberación Nacional (EZLN), ai romper con los métodos de los mo-vimientos revolucionarios de los años sesenta, ha abierto en Méxicoun nuevo espacio de discusión con respecto al futuro de la identidadnacional, y ello cuando se está constituyendo una amplia zona de li-bre cambio con Estados Unidos y Canadá. Se ha señalado que se ra-ta dela primera rebelión armada que ha sabido unír hábilmente unaesüategia de comunicación nacional -acorde con el alto grado de<<alfa!>etizactón mediática>> de la sociedad mexicana- con la cone-xión transfronteras mediante la red Internet. Esta rebelión reviste unaspecto muy simbólico, ya que México fue conocido durante muchotiempo como el mejor alumno del Banco Mundial, hasta que se pro-dujo el estallido de una crisis financiera que estremeció los grandescentros bursátiles y llevó al país al borde de una explosión social. A ra-vés de esta rebelíón, se perfila una concepción de la resistencia con-tra el neoliberalismo a escala mundial. La noción de..bolsones de re-sistencia>> es aquí central. La multiplicación de estos bolsones queforman los excluidos,los rczagados, los ..desechablesr, expresa ladiversidad de los .<mundos de este mundo>>.

En Francia, las manifestaciones de un tenaz movimiento huel-guístico que movilizó, a finales de 1995, a los trabajadores de los di-versos sectores públicos (transportes, correos y telecomunícaciones,gas y elecricidad, enseñanza, hospitales) fueron vistas como la pri-mera revuelta de un país del grupo G-7 contra una mundializaciónteledirigida por los mercados financieros. El historiador británicoTheodore Zeldin escribía, <<en caliente>>, en el diaúo Le Figaro del 15

de diciembre: <<Lo que ocurre en Francia tiene un alcance univer-sal. [...] Las presiones que han dado origen a estas turbulencias estánimpulsadas por unas causas pianetarias.Ha llegado a su fín una épo'ca>>. Un signo de la ambigüedad de las revueltas contra la globalizaci6n, donde el margen entre el repliegue sobre la identidad y labúsqueda de una vía alternativa de acceso a lo <<universal>> resulta ne-cesariamente estrecho: en este movimiento reivindicativo, de caráctersindical, dirigido a redefinir los términos del contrato social, coexis-tieron unos nuevos procesos de adquisición de una identidad social,en el seno de organizaciones en plena recomposición, con unas prác-ticas corporativistas caducas.

LA I.-IiACTUII.A: POR UNA CRíTICA DHL GI-OBALISMO 12t

La cultura no es una mercancía

Para el movimienro social, los años de la globalización a ul-tranza supusieron una verdade n travesía por el desierto. La mo_vilizaciínmasiva en Seaftle, en pleno ,oru)ónde Estados Unidos,a finales de 1999, conrra la oMc y su proyecto ultraliberal mu.-có su despertar.Yaenme 1996 y 1998,1a intervención de una redffansnacional de organizaciones no gubernamentales conectadasa Internet había conseguido detener él proyecto que se debatía enla ocDE sobre la liberalización salvaje de ias invérsiones: er AMI(Acuerdo Multilateral sobre Inversiones); un acuerdo cuya adop_ción.hab:ía tenido por consecuencia la anulación de todá poriÉi-lidad de dictar políticas públicas, sobre todo con vistas u pror"g",la excepción o la diversidad cultural. Esros movimienrós co

" i-

guieron conectarse a la red de redes al tiempo que conserv aronramemoria de la lar ga acumulación de experiencias anteriores.

- Desde entonces, no sólo combinan'cibermouilizaciones y ma_

nifestaciones callejeras en sus nuevas formas de protesta i. ";-vergadura planetaria, sino que han creado sus própias instanciasde reflexión y discusión tobre ,.rs líneas de u.iió.r, a nivel mun-dial continental y nacional: los foros sociales inaugúrados en ene-ro de 2001 con la celebración del primer Foro solial Mundial dePorto Alegre (Brasil). La problemática de la comunicación se haincluido en el debate sobre la construcción de otra mundializa,ción. Aunque l¿ sociedad civil organizada en conjunto tarde enapoderarse de la cuestión de las industrias ..rlt.rráI.s, las indus-trias de la lengua y lallamada <sociedad de la információnrr, ,ec_tores del movimiento social van haciéndose oír poco , po.o á.rt"respecto. Las redes que defienden la prorección de la diversidadcultural, reunidas en Porto Alegre en lebrero de2002,adoptaronuna resolución que concluye en estos términos: <Más allá de laspropuestas relativas a la cultura, apelamos a la celebración de unaconferencia mundial pamladefinición de principior y -odulidr-des de gestión del conjunto de bienes .omur", die la ú,rmanidaJ,para,los que el.concepto de servicio público d"b.;;;;É;;;;:bre los mecanismos del mercado: educación, ,urridad, cultura,medio ambiente>. De los foros también surge Ia crcaciónj; M."dia Global \ü/atch, u Observarorio Inrernñional de Medios decomunicación, en 2003. Relevado por observatorios nacionales,que agrupan en su seno a representantes de periodistas y sus or_ganizaciones, investigadores y usuarios, esta rld internacíonal de-ne intención de <<erigirse como contrapeso ante ros excesos de to-

r22 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

dos los poderes; en primer lugar, los de los grandes grupos me-diáticos>>. Hablando claro: pretenden oponerse a la concentra-ción estimulada por las lógicas financieras y la homogeneizacióndel modo de úatar la información y su contenido. En estos forostambién convergen numerosas redes que han tomado parte acti-va en los múltiples debates abiertos en el seno de las grandes ins-tituciones internacionales sobre los usos de las tecnologías. Es elcaso, sobre todo, de CRIS, fundado en Norteamérica en torno ala campaña por los <<Derechos de Comunicación en la Sociedadde la Información>.

E I desfase técnica/ sociedad

Con la aceleración del progreso tecnológico no ha cesado deacentuarse el desfase técnica,/sociedad, que ha coincidido con laagravación de la asimemía mundial (y con la profundización de 1oque Freud llamaba ya el malestar dela c\vilización del hombreconvertido en <<dios protético>). Una de las tareas primordialesconsiste, sin duda, en reconciliar a los ciudadanos con un sistematécnico que hoy en día les es en gran pffte ajeno; y como preco-nizaba el filósofo y psiquiatra Felíx Guattari, poco anres de su fa-llecimiento, en 1992, se trata de <<inventar nuevos universos dereferencia con el fin de abrir el camino paravna reapropiación yuna resimbolización de la utilización de las herramienras de co-municación y de información, al margen de las trilladas fórmulasdel marketíng>. Pero no es menos necesario llevar la cuestión dela apropiación ciudadana más alládel dominio individual del ins-trumento multimedía, trasladándola allí donde se decide la arqui-tectura de los sistemas de comunicación. Porque si es cierto quesería exigir demasiado de la tecnología pedirle que salve el mun-do, no es menos cierto que la tecnología constituye un elementocrucial de la redefinición del contrato social y de las instrucionbs,tanto en el plano local y nacional como a escala mundial.

Urge tomar la medida de lo que el filósofo Bernard Stieglerdenomina el <<proceso global de exteriorización de la memoria>.En los sistemas de estructuración del sentido por medio de la di-gitalización de los conocimientos subyace un modelo geoculturalque podría imponer como criterio de la universalización unmodo particular de pensar y de sentir, una forma de <<organizarlamemoria colectivo>, tal como señalaban a finales de los años se-tenta Simon Nora y Alain Minc al diagnosticar la amenaza dela

I-A r,'RAC'rl.JRA: POlt uNA Cuí'l'ICA Dltl. (;1.()llAr.lsM() t2t

monopolización del .<almacenamiento de la información> por

our," i. un solo país. Con el desarrollo del ciberespacio global se

plurrt"u la cuestién de la modelizaciín del conocimiento por una

sociedad hegemónica, con el riesgo de rcalización de un recorte

selectivo .oñ r.rp".to a su propia memoria colectiva'

Ahí radica piecisamente el reto de los enfrentamientos entre

o.ou*o, de sóciedad que hemos presenciado en el seno de la

oCú-bt. Mundial de la Sociedad de la Información>>, organiza-

da oor la unión Internacional de Telecomunicaciones en Gine-

¡ru, "" diciembre de200),y enTúnez, a finales de 2005' Se ha

;*; " las organizaciones de la sociedad civil manifestar clara-

mente su opo"sición ante la pretensiónde los representantes del

,".ro, privado de erigirse "nh"ntot.t

de la sociedad de las redes,

ir*Ui¿" ante la obésión por la seguridad de Estados Unidos,

o". ,".rifi.u los ¿erechos óíui.ot en el altar de la lucha contra el

ó. ia mal>, y, finalmente, ante los- reparos que muestran los

"rá"¿", países"industrializados a replaniearse un régimen de la

ñr.pi.¿¿ intelectual que favorece ünilateralmente la patentabi-

ii¿"i ¿" los conocimientos; sobre rodo, de los códigos informáti-

cos y otro tiPo de softuare.

Conclusión

<La globalización significa que nunca más se tendrá que decirque se está afligido, manifestaba el periodista-y escritor'mexica-no Carlos Monsivais en 1994. Símbolo del proceso general dedespersonalizVciÍn y de desmat enalízacíón, la vinculación globalvacía el munds de sus actores sociales. Las grandes unidaJes dela economía mundial, afueruade considerarie sociedades de res-ponsabilidad ilimitada, de verse como gestoras de la totalidad so-cial, y de pretender regular el conjunó de los asuntos públicosconfiando en la autodisciplina del mercado, se han convértido ensociedades no responsabiüzadas. Su aspiracíén a lo <<universal>oculta, en realidad, una huida hacia adelante. Roland Barthes, alanalizt a finales de los años cincuenta ias mitologías de su tiem-po, se refería a la burguesía cbmo .<sociedad anónimo>. Hoy endía la etiqueta puede aplicarse alaWorld Business Class.

Las argumentaciones globalizadoras, que constituyen el nú-cleo duro del discurso sobre la sociedad de la información, nosólo desbordan ampliamenre la cuestión de las redes técnicas y el

126 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

círculo de las firmas mundiares. Encarnan una forma senerar dei!"d,3'los problemas de ta g.opotiiü yil;"-#Jii;fil;oe pelrg-ros que acechan al planeta. Esta manera de ver Ius .os^se guarda mucho de poner én rela de juilio .l;ri*;p;;;rrj*rl-vista del modelo de Jesarrollo d" l,

".o"o. ía mundializada.,, .fcajlando sus propias dudas,los ideóiágos de la slobalizaciónoenenden, como si tuera una verdad científica, unu Ju]idu d. o--cesos que disra mucho de esrar grabada"" ;;!lü;. ¿. üíri..En nombre del imperati"o .urJgJri.o g.oté.nico:fi"r".%r", ,.conmina a la socíedad u q.r. u..ft" los áesarregl", á.i.rr-r¿ i"derecho como si seúa",rá.d.

"kr;;;;;ü. S;;;;;;;ü;ciud adanos como hecho, .orrrrríruáo,

""", ¿".*i", ili;, Ar:l_?r..n

de su voz y que,_por ello, hacen ,átro..d., .l-;td;;rolerancra democrárica. s¿cando partido de ra angustia índiviJJy colectiva ante un mundo qu. hu trunrfor*ud""A r*¡".." i*privilegio, Ia globalización ie lu u .iuri;;lr;;.#;d"d .,enarbolada como argumenro de *t".iJu¿, p;;J;ülñ;;postura de distanciamiento crítico .or, ,.rp.ito d dr;;;;l;;acontecimientos.

. , A lo largo de toda su trayectoÍia,la internacio nahzaciÍn ha:19:::rli"fo y un riesgo.

-L.,is;"G;t más que nunca. Re-

lylri_r1iq,t un proyecro de cohesión del planera qu" t.uru el cam_

.?Tjl^.iil .?mo un produco ancllar de la economía generalizaJa

y de Ia market mentality, y-g-ue se remite a la gestión"morr.tu.iriupara esrfucturar la sociedad digirar. Es ilusoria ia ..r"h;i¿;-;ü;;i;que delega en pandora Ia reoíganizu.to" áJ;t;;"á'"iül;la sociedad de los ciudadunor .i á;-;;h; ui-uginu, orras vías ha-ciala integración supranacional, y ha.iu uru .orr.i.ncia planeta-ta que esté a la altura del reto de civilización q". ..prá."rr'.fmomenro hisrórico. F¡ente al realismo ¿" l".rráááñ;ffi;la_<repú6lica mercantil

"niu..rul", á.üJlirrir,irr. en que sólo labúsqueda de una interdepend ""i^ ,^[ur'á;lü;;; ü;iH;:comunidades humanas de ra obsesió; ¡;;ur ia""ti¿"J.,

""i-cas, y el abrir los rerrirorios menrares d. i, intor., ^".i1^'-iii^J^tanto por los nacíonalismos exclusivistas .o-o po, .t _rrá¿irl

mo de los. triángulos de oro del libr. .;;1i;_, *1r... G;Jü;sagre a ello la aspiración ala <<granr.pribli.r'd._..raii.r". -""

i

{

IjI

i

J

Bibliografía.

Appadurai, A., Modernity at Large: Cultural Dimensions of Glo'-

balization,Minneapolis, University of Minnesota Press, 1996.

Augé, M., Pour une antbropologie des mondes contemp-orains-,P.a'

iír, Arrbi.t, L994 (trad. cast.: Hacia ufta úntropología de los

mun dos contemporáneos, Barcelona, Gedisa, 1995).

Auriac, F. y R. Brunet (comps.), Espaces, jeux et enjeux,París,Fayard, L986.

Becerra, M., Sociedad de Ia información: proyecto, conuergencia,

diuergencia, Bogotá y Buenos Aires, Norma,2003.Bell, D.,

"Communícations Technology: for Better or for \Wor-

se>r, Haruard Business Reuíew, mayo-iunio de I979.

-, The Comircg of Post-Industrial Society, 3" ed., Nueva Yo1k,Basic Books , tggg (trad. cast.: El aduenimiento de la sociedad

p o s t- in dus nial, Madrid, Nianza, 2 00 1 )'

" Elaborada expresamente por el autor para la edición castellana. (N. del' e )

.- . .,.. ,-.. . .. .- ,^.-,--.,---.-.,:r,-..*r;,'*r**-"¡¡ty¡*lqsÁ-4*Set;i¡i;,@$.#],i,@

128 LA MUNDIALIzACIóN DE LA CoMUNICACIóN

Boltanski, L., Les cadres, formatioru d,un groupe social,parís,Mi-nuit,I9B2.

Boyd-Barr^etr: O. y M. palmer, Le trafic des nouuelles, parís, Mo_reau,1981.

Bra,u{4, ,F., !,o dynayiq.ye.du capitalisme, parís, Flammarion,

1992 (trad. cast.: La din¿ímica áel capztalisn;,ü;;;i,t Ail;;:za, I9B5).

Brol'na|-. y--o!ro,s, State of the tU/orld: 1995/19g6,\Washington, D.C., The \X/orldwatch Institute.

Brzezinski, 2., La era tecruotrónica,Buenos Aires, paidó s, I979.Bustamante, E. (comp.), Hacia uru nur)o-rut"*n mundiar de co-

municación: las industrias culturales en la era d.;Sit;¡,Ort r,Gedisa,2003.

Castells, M., La sociedad red, vol. 1, Maclrid, Alianza, !997 .Certeau, M. de, Arts de faire. L,inuerrri' ¿i qi"r¡)í"'r, parís,

10/18, 1980.Chandler, A.D., Tlte Visible Hard: The Marcagerial Reuolution inAmerican Business, Cambridge, Huruurj U"ir.rrir"

"irrárr.

1977 (trad' cast.: La rnano uisñre' ra reuoluctor-tli)i¡dri)de .la empresa n orteam ericana, Mad,nd,tvr.irt".iá á" ii^aií¡á

. y Asuntos Sociales, 19Sg).chesneaux, J., Moderrcité-Monde, parís, La Découverte, 19g9.Consell de l'Audiovisual de CatalinyaZ Írr.o* UAB, <XXV ui-

versario del Informe MacBride: iomunicación internacion,rl ,,políticas de comunica ción>>, euader;;dr¡ ¿Á¿:É;;;b*:;{21, enero-abú1de2005.

Cordellier, S- (comp.), La Mondialisation au_tJeli des mythes,pa_rís, La Découverte. 2000.

Crozier,M., S. Huntington yJ- \X/aranuki, Tbe Crisis ofDemocracy:\eport o, tbe Gouerna'birity of Demo*acies n íbe Tr¡roi"íatCommission, Nueva_york, ñ"i york úniverritv p..rr, igli.

Escuela de Ciencias de la Comunicación, iñC, Oik"rlr¡" y'rí,dadanía en la socieda4 fu.lq,rfrrio,rúr, CO.á"¡u 6;;.;;

_ na), Universidad Nacional de Córcloba , 2001 .

Fossaert, R., Le monde au 27e siécle,parís,,Fayañ, 199I.Fukuyama, F., <<The End of Historp>, ,"- fii prU't¡, ínt"r"rt, rr-

rano de 1989.Garnham, N., _C-apitallsm and Global Commuruicatioru: Global

Culture and tbe politia_of Information, iona..r, Sug r,"i;;ó".Garretón, M. A. (comp .), Ei espacio ,utirrnl kt¡r"";;;i;'r;;t;ses para aaa política cultural de i,tegració,,México, F";Jo;;Cultura Económica. 200i.

ll illl_t()GltAlrlA

Golding, P. y i'. Harris (comps'), llcl'tntl ('ulturul Irtt¡tcritrl.itrrt;

Gbbalizatír¡n, Cotnnzunicatic¡n and thc Nctu Inlcrnutittt¡¿tl Ordar, Londres, Sage, I 997.

Guattari, F., Chaosmt.t-re, París, Oalllée, l9()2.Huntington, S., <<The Clash of Civilizatíons>>, Forcign Affairs' vttl.

72, n" 3, verano de 1993.

Lancles, D., -I'be Prrnructhews IJnbound: Technical Cbangc and ln-

dustrial Deuek)pmant ín V/estern Europe, Londres, Cambrid-ge University Press, 1969.

Lévi'strauss , C.., La ragard ékigné, París, Plon' 19BJ (trad. cast.:

La nzírada alefacla, Madrid, Argos Vergata, 1985.

Levitt, T., <The Globalization of Markets>>, Haruard Business Re-

uicw, junio de 1981.

MacBricle, S.,LJn sr.tkt mttndo, urtces taoiltipl¿r, México, Fondo de

Cultura Económica, 1980.

Mattelart, A., La lnternacictnal publicitaria, Madríd, Fundesco,

1 990.

-, La u¡rnunicación-mundc.¡: histr,¡ria de las ideas y dc las estrúte-

gias,Madrid, Fundesco, 1994; México, Siglo XXI,1996.

-, Historia de la utopía planetaria, Barcelona, Paid6s, 1997 .

-, Historía de la sr,¡cíedad de la informaciítn, Barcelona, Paidós,

2000.

-, Diuersidatl cultural 1t rnundializacíí,¡2, Barceloua, Paidós, 2006.

Mattelart, A.y M. Mattelart, Hístotia de las tec'¡rías de la comuni-

cací(tn,Barcelona, Paidós, 1997'Mattelart, T.,Le Cbeual de Troíe audiouísuel:Le rideau de fer i

l'épreuuc des radios et téléuisic¡ns ttans.frontiérc-r, Grenoble,Presses Universítaires de Grenoble, 1995 '

- (conrp.), La Mc.¡rc¿líalisation des tnédias col'ttre la censure,París,De Boeck/IN4,2002.

McChesney, R. \ü., Corporate Media and tbe Tbreat to Demo'

crary, Nueva York, Seven Stories Press, 1997.

Miége, 8., L'in.forrnation-cr¡tntaunícation, objet de utnnaissúnce,

Grenoble, Presses Universitaires de Grenoble, 2004'Mcluhan, M. V Q. Fiore, V/ar dnd Peace ín the GlobalVillage,

Nueva York, Bantam, 1968.

Morley, D. y K. Robins, Spaces of ldentitlt: GlobalMedía, Electronic

Landscapes and Cultural Boundaries , Londres, Routledge, 1995 '

l\ora, S. y A. Minc, La iffinnatización de la socieda¿J, México,Fondo de Cultura Económica, 1981.

C)rtiz, R., A moderna tradigdo brasíleíra, Sáo Paulo, Brasilíense,

1 988.

| ,)')

&;1..

130 LA MUNDIALIZACIóN DE LA COMUNICACIóN

Palmer, f!., Des petíts journaux aLtx grandes (tgences,parís, Au_bier. 1983.Petrella, R., <Vers un techno-apartheid globab> , Maaiéres cle uc¡ir-

^ ,Le M_onde diplomatique, parís, n" lglmayo ¿" lgil.-"Rab.g¡', M. y o'os, Déieloppemrlnt ,ulíurrl'et montlialisatiorc de

l'écorcomie, Quebec, tniiitut euébelois d" R..h;;;il";;1;Culrure, 1994.

Ramonet, I., La tiranía de la comunicaciórc,MadÁd, Debate, 199g.Regourd, 5., La téleuision des européens, parís, LaDo.";;;;-

tion FranEaise,1992.Roach, C., <<Cultural Imperialism and Resistan ce>>, Media, Cultu_

re and Society, n" 2, 1997 .

Said, E., Culture and Imperialisru,Nuevayork, Alfred A. Knopf,1993 (trad. casf.: Cultura e imperialismr, Bur..lonu,-Á;;;i;lma,1996).

Sauvant,. K. l. I,Lavipour, F. G., Controllircg Multinatior¿al En_

^ ,t.:fpr,tg!, Boulder, Colo., \ü/estview press, 1976.Schiller, H., Communication ar¿d Cultural Doruircation, White^ .Plains, N. Y., M. E. Sharpe,1976.Schmucler, H., Memoria di la ,omunicación, Buenos Aires, Bi_

blos, 1997.Sombart, W ., L'ap9gée du capitalisme,parís,payof, 1931, vol. I.l1ergler, 8., La tecbrciqye 9t le temps, parís, Gafijée,,1994,vol. 1.T e I o s (r evista trimestral), Madrid, it""¿"r.L (p articularmár; i;

n"' 19, 47 y 49).Tremblay, G, y orros, 2001 Bogues: globalisme et pluralisme, 4_, _

vols., Québec, Presses de I'U]riverJÉLaval,2A03.Yázquez Montalbán, M. y orros, La aldea Babei, MerJios de comu_

__ _nicaciór¿ y relaciones norte-sur, Barcelona, Deriva, 1994.Veltz, P., Mondialisatio,, uilles et te*itoireí, parís, pr"rse, Urri_

versitaires de Paris, 1996 (trad. cast.: Mundializacíón, ,¡u,loii,y territorios: la economía del archipiélago, Barcelona, Ariel,1999).

Virilio, P., L'écran du désert, parís, Galilé e,I99l.Vitalis, A. y S. Proulx (comps.), Vers wne citoyenneté simulée: mé-

dias, réseaux et morcdialisation,Rennes, Apogée, 1999.Zal\o,R., Ecorcomía de la comunicaciórc y ,rituío, Madrid, Akal,

1988.