LUIS ALFREDO BAQUERO HERRERA

presenta la siguiente reflexión.

Válida para el contexto colombiano.

Los deseos de las personas en este sistema sociocultural son:

...SALUD, AMOR, FELICIDAD… PROGRESO… PROGRESO…

Para lograr estos objetivos se busca afanosamente el dinero

En este proceso resultan personas supremamente ricas, otras menos ricas,

algunas pobres… muy pobres, pero todas en el mismo plan.

Algunos logran la riqueza con trampas y acciones ilegales, eso es detestable.

Se hace referencia a la generación de riqueza material y espiritual (léase riqueza ética, intelectual… no

mística). Es decir a la búsqueda de comodidades materiales al tiempo que se lleva una vida digna.

Pero... qué es lo que marca la diferencia entre estas personas ricas y pobres...

Al estudiar la conducta de las personas que logran riqueza material sin detrimento de la riqueza espiritual, se descubre que la mayor parte de ellas practican las siguientes reglas:

1• La ética como principio básico...

2• El orden y la limpieza...

3• La integridad...

4• La puntualidad...

5• La responsabilidad...

9• Amor por el trabajo...

6• El deseo de superación...

7• Respeto a las leyes y reglamentos

8• Respeto por el derecho de los demás

9• Esfuerzo por la economía y acometimiento.

¿NECESITAMOS DE MÁS LEYES?

No sería suficiente cumplir y hacer cumplir estas simples reglas?

Las personas pobres se sienten incómodas con estas reglas en su vida diaria. Hay muchas

personas pobres no porque falten recursos o porque la naturaleza haya sido cruel con ellas.

... Es simplemente la Actitud, la esencia cultural.

Falta carácter y reciedumbre para cumplir estas normas básicas del funcionamiento de una sociedad para alcanzar no sólo la riqueza

material sino espiritual.

Infortunadamente, padecemos una esencia cultural que configura

mentalmente a los individuos en condiciones contrarias a estas

sencillas leyes.

Esta esencia cultural se caracteriza por la existencia de los siguientes

elementos adversos:

1. Dogmatismo: elemento reflejado en la intolerancia tenaz en lo religioso, en lo ideológico y en lo concerniente a la diversidad expresiva del pensamiento; por consiguiente, la tendencia en la vida individual y colectiva a ejercer un fanatismo contumaz que dirime los conflictos a través de la violencia física y simbólica.

Etc.

2. Aversión al trabajo manual e intelectual: este elemento conlleva a la

concepción del trabajo como una obligación, una imposición, no se vive en

tanto medio para el enriquecimiento espiritual y material de los individuos y la sociedad, sino como un fatalismo. De ahí proviene la ley del mínimo esfuerzo y del

inmediatismo.

3. Aversión, disgusto por el

conocimiento este elemento implica una actitud humana lánguida, pobre, en términos de curiosidad, asombro y

pasión por el conocimiento. Las actividades cotidianas se realizan irreflexivamente sin pensar si hay

formas más eficientes. Esto genera el fatalismo tan común: antes de

empezar lo único que se vislumbra es el fracaso.

4. No importa ser sino parecer, este es el elemento que genera una actitud de simulación; se gasta mucha energía

tratando de aparentar, de mostrar a otros lo que realmente no somos.

5. El activismo irreflexivo y la improvisación constante en las

actividades privadas y públicas. No hay la disciplina de la programación anticipada y bien pensada. Algunos

sobre la marcha van inventando acciones y llegan al emprendimiento de actividades sólo por mostrar, sin tener claridad para qué sirven o si

vale la pena ejecutarlas.

6. Doble moral e irrespeto por el diferente. Este elemento implica que

una cosa es el discurso y otra la práctica, no hay coherencia entre el

decir y el hacer. Se actúa en beneficio propio sin importar el detrimento de

otros.

7. La persistencia de una actitud heterónoma

Dependiente. Este elemento implica que los individuos no aprenden a gobernarse a sí mismos. Hay una tendencia que es compulsiva en entregar

la responsabilidad del manejo de la vida individual y colectiva a otros: a un pastor, a un partido, a culturas diferentes. Ante los errores

siempre se buscan culpables externos a cambio de analizar la culpa propia.

Cuanto más empeño pongamos en nuestros actos y cambiemos nuestra actitud, puede

significar la entrada personal y de la familia en la senda del progreso y bienestar.

Hay que generar una esencia cultural distinta que facilite adoptar las reglas

señaladas, las cuales animan al individuo en cada proceso de cambio que emprende, en cada meta que alcanza y sobre todo, en la

vida que lleva.

OJO VIVO

Si por casualidad padece alguno de los siete elementos culturales adversos mencionados empiece a quitárselo

desde hoy mismo, ellos son el cáncer de cualquier iniciativa o actividad que

usted quiera emprender