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CONFERENCIA DE:
LOS DOCE TRABAJOS DE HERACLES
POR :
MIGUEL V. F.
4º EPO
El padre de Heracles
El padre de Heracles es Zeus que gobernaba a los dioses del monte olimpo.
Era el Rey de los Dioses que mandaba en el universo.
La madre de Heracles
La madre de Heracles es Alcmena que era una mujer mortal. Destacaba por su gran belleza.
Nacimiento de Heracles
Alcmena se casa con Anfitrión pero no podían tener relaciones sexuales hasta que él llevara a cabo la venganza de los hermanos de ella. Por eso, él se va a la guerra contra los Telebeos.
Durante la ausencia de Anfitrión, Zeus se hace pasar por él y convence a Alcmena para que tenga amores con él. Ella creyendo que era su marido y que la venganza ya había sido realizada, acepta y se une al dios, en una noche que él alarga para estar más tiempo con ella.
Nacimiento de Heracles
Al día siguiente, regresa su marido y también se une sexualmente a su esposa.
Nacimiento de Heracles
Estando juntos, Anfitrión cuenta a Alcmena lo ocurrido en la guerra y ella le dice que ya se lo ha contado la noche anterior, que habían pasado juntos, por lo que Anfitrión se pone muy celoso.
Alcmena concibe así a dos hijos, uno de Zeus y otro de su marido.
Nacimiento de Heracles
El día del nacimiento resonó un trueno en Tebas con furioso estrépito, y otros muchos presagios anunciaron la gloria del hijo del dueño y señor del Olimpo.
Alcmena dio a luz dos mellizos: Ificles, que era mortal y Heracles, que era un semidiós.
Nacimiento de Heracles
HeraclesIficles
Nacimiento de HeraclesUna versión del origen de la Vía láctea o Camino de Santiago, es que Zeus engañó a Hera para diera el pecho a Heracles. Al descubrir ella quien era, lo apartó de su pecho y un chorro de su leche formó la mancha que cruza el cielo y que puede verse en él desde entonces.
Anfitrión para saber cuál de los dos era su hijo, puso dos serpientes en la cuna de los mellizos. El terror se apoderó de Ificles, pero Heracles mató a las serpientes y mostró que era el hijo de Zeus.
Infancia de Heracles
Hera,la mujer de Zeus, movida por los celos, quiso matar a Heracles enviando contra él a dos dragones para que le despedazasen. El niño, sin el menor espanto, los trituró.
Juventud de HeraclesHeracles fue educado por los mejores maestros
Autólico le enseño a luchar y la conducción de carros
Eurito, el manejo del arco.
Lino a tocar al son de la lira
Eumolpo, el canto.Cástor y Pólux, la gimnasia.
Juventud de HeraclesY el centauro Quirón, la astronomía y medicina.
Juventud de Heracles
Un día se encontró con dos hermosas mujeres: Deber Placer.
Mientras estudiaba con Quirón, Heracles tuvo que decidir a qué se iba a dedicar en su vida.
Tras dudar un instante, Heracles siguió a Deber.
Juventud de Heracles
Al escoger al Deber como su guía, Heracles se convirtió en el campeón más valiente de su época.
Juventud de HeraclesMató a gigantes
a fieras salvajes
Y siempre ayudaba a los oprimidos.
Dioses y hombres le aclamaban por sus actos y recibió numerosos regalos de los dioses.
Juventud de HeraclesAtenea le dio una armadura de uno de sus templos Hermes, una
resistente espada
Apolo, afiladas flechas que nunca erraban su blanco
Hefesto, un escudo
Primer matrimonioAsí armado, acudió en ayuda de Tebas, amenazada por un cruel invasor que le exigía tributos.
Gracias a Heracles, Tebas obtuvo la victoria y Creonte, rey de la ciudad, le ofreció a su hija Mégara como esposa.
Primer matrimonio
Hera no olvidó su odio hacia Heracles y finalmente le envió una terrible locura, en la que el propio héroe arrojó a sus hijos y a su mujer al fuego.
Heracles formó con Mégara un matri-monio feliz, del que nacieron tres hijos.
Cuando pasó su locura y vio lo que había hecho, quedó destrozado por la pena y lloraba sin consuelo.
CastigoUn día una voz le dijo que para pagar por su crimen debía ir al templo de Apolo en Delfos y obedecer lo que el oráculo le mandara.
A la mañana siguiente Heracles partió hacia Delfos. Salió descalzo y fue pisando las rocas más afiladas. Le costó días llegar al templo, que estaba en lo alto de un empinado acantilado.
CastigoEl oráculo determinó que debía servir a su primo Euristeo y debía honrarle mediante el cumplimiento de doce fatigosos trabajos.
Heracles dejó a un lado su orgullo y, humildemente, se dispuso a servir a Euristeo.
Primer trabajo: El León de Nemea.El rey Euristeo era muy cobarde. Todo le daba miedo, cada vez que sentía el peligro cerca, corría a esconderse en su tinaja de bronce que tenía en los sótanos de su palacio.
Cuando Heracles llegó a Micenas, Euristeo se echó a temblar porque creía que su primo le iba a quitar el trono. Sin embargo, Heracles se arrodilló ante él y le dijo: Quiero ponerme a tu servicio para purgar mi crimen.
Primer trabajo: El León de Nemea.Euristeo siempre consideró a Heracles como su rival, así que era una suerte tenerlo como esclavo.
Pensaba que lo podría eliminar si le encargaba un trabajo difícil en el que muriera.
Después de pensarlo durante días, al fin le dijo a Heracles: quiero que mates a un león salvaje que hay en Nemea que mata a pastores y rebaños. Tienes que acabar con él y traerme su piel como prueba de tu hazaña.
Primer trabajo: El León de Nemea.Euristeo pensó que su primo no volvería nunca con vida, pero Heracles se fue tranquilo.
Cuando llegó se escondió tras unas piedras y esperó al león. Al alba apareció el león que iba manchado de sangre pues había estado toda la noche matando pastores y ovejas.
Heracles le tiró una lanza, pero le rebotó en el pecho como si hubiera dado en una roca.
Primer trabajo: El León de Nemea.
Después lo acometió con su maza, haciéndolo retrocederhasta su cueva.
Allí lo agarró con sus manos y lo estranguló.
Autor: Zurbarán, Francisco deTítulo: Lucha de Hércules con el león de NemeaAño: 1634
Como su piel era muy dura, usó una de las garras del león para despellejarlo.
Primer trabajo: El León de Nemea.
Como era tan pesada, pensó ponérsela encima usando la cabeza a modo de casco.
Así se presentó delante de Euristeo y éste pensó que era un león cayéndose desmallado del susto.
Segundo trabajo: la hidra de Lerna.
La hidra de Lerna es una especie de dragón de nueve cabezas con forma de serpiente.
Vive en un lago pantanoso de Lerna.
Come ganado, al que primero asusta y después les clava sus grandes y poderosos colmillos.
El segundo trabajo que Euristeo mandó a Heracles fue matar a la hidra de Lerna.
Su aliento era mortal, envenenaba las aguas, secaba los campos y provocaba la muerte de quienes lo respiraban.
Segundo trabajo: la hidra de Lerna.Heracles partió hacia Lerna acompañado de su sobrino Yolao.
Cuando llegaron, Heracles se adentró en la laguna disparando sus flechas a la hidra sin conseguir matarla.
La hidra enfureció y se dirigió hacia Heracles. Éste contuvo la respiración para no morir envenenado por su aliento y empezó a cortar cabezas, pero volvían a crecer más fuertes y grandes en el mismo lugar.
Segundo trabajo: la hidra de Lerna.
Autor: Zurbarán, Francisco deTítulo: Lucha de Hércules con la Hidra de LernaAño: 1634
Entonces llamó a su sobrino Yolao y le pidió que encendiera una antorcha y quemara la herida cuando él cortara la cabeza.
Así continuaron hasta cortar las nueve cabezas. Al terminar la enterraron en la orilla de la laguna. Antes de enterrarla Heracles mojó la punta de sus flechas en la sangre de la hidra, siendo así mortales.
Cuando Heracles volvió a Micenas, Euristeo no le dio el trabajo por válido porque le había ayudado su sobrino Yolao.
Tercer trabajo: la cierva dorada de Cerinia.
El tercer trabajo que Euristeo mandó a Heracles fue cazar a la cierva dorada de Cerinia.
La cierva de Cerinia, tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro, estaba consagrada a Artemisa ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar.
Euristeo le pidió capturar a la cierva para que Artemisa condenara a Heracles a muerte.
Tercer trabajo: la cierva dorada de Cerinia.
La cierva era muy veloz y no le fue fácil atraparla, Heracles persiguió a la cierva día y noche sin descanso durante un año.
Yendo hacia Micenas con la cierva a cuestas le salió al paso Artemisa, que le amenazó de muerte si la había herido. Heracles le prometió liberarla en cuanto la viera su primo Euristeo.
Aprovechando un momento en que el animal se detuvo a beber, Heracles inmovilizó sus patas delanteras utilizando una flecha que hizo pasar entre el tendón y el hueso sin derramar sangre. Una vez inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas.
Cuarto trabajo: el jabalí de Erimanto.
La cuarta tarea consistía en capturar un monstruoso jabalí que hacía estragos en las montañas de Erimanto.
De camino al monte Erimanto, Heracles cruzó por el país de los centauros, gobernados por el sabio Quirón, quién le había enseñado astronomía y medicina.
Obra del escultor Pascual Salaverri.Año: 1921
Cuarto trabajo: el jabalí de Erimanto.
Celebrando su reencuentro, los centauros bebieron demasiado vino. Al emborracharse atacaron a Heracles con grandes piedras y troncos.Para defenderse, Heracles lanzó sus flechas envenenadas con la sangre de la hidra. Una de las flechas se clavó en la rodilla de Quirón causándole una herida mortal. Heracles hizo todo lo posible por curar a su amigo, pero fue inútil.
Heracles enterró con grandes honores a Quirón y continuó su camino muy apenado por lo sucedido.
Cuarto trabajo: el jabalí de Erimanto.
Ya en las montañas, persiguió sin descanso al jabalí, lo condujo a una zona de nieve muy profunda.
Al llegar a Micenas con el jabalí vivo, el rey Euristeo corrió a esconderse en su tinaja de bronce, de la que no se atrevió a salir hasta que pasados unos días uno de sus esclavos le juró que Heracles había matado al jabalí.
Aprovechando el terreno y el agotamiento del animal, lo capturó y lo llevó vivo ante su primo.
Cuarto trabajo: el jabalí de Erimanto.
Autor: Zurbarán, Francisco deTítulo: Lucha de Hércules con el jabalí de ErimantoAño: 1634
Heracles y el Jabalí de Erimanto. Autor: Louis Tuaillon, 1904.
Autor: Anónimo (Copia Giambologna)Título: Hércules con el jabalí de ErimantoAño: Siglo XVIII
El jabalí de Erimanto en el Arte
Quinto trabajo: los establos del rey Augias.
El quinto trabajo consistió en limpiar los establos del rey Augias en un solo día.
Augias, rey de Elide, era el hombre que más ganado poseía en el mundo. Pero Augias no había limpiado jamás sus establos, los corrales y las tierras de alrededor estaban cubiertos de estiércol y las plagas se extendía por todo el reino.
Heracles no tuvo que preguntar dónde estaban los establos, los encontró pronto debido al olor que desprendían.
Quinto trabajo: los establo del rey Augias.
Heracles se presentó con la nariz tapada y le dijo al rey Augias que limpiaría los establos en un día.Entre risas el rey le prometió que si lo conseguía le entregaría la mitad de su reino.
Heracles ideó un plan: golpeó los muros de los corrales hasta abrir dos grandes agujeros. Luego recogió rocas y con ellas hizo una presa para desviar el cauce de los ríos Peneo y Alfeo que pasaban cerca. De esta manera el agua se precipitó en torrentes sobre los corrales y establos, limpiando de esta manera toda la suciedad.
Quinto trabajo: los establo del rey Augias.
Cuando todo estaba limpio, derribó la presa con un golpe de su maza para que los ríos volvieran a su cauce.
El rey Augias se negó a cumplir su promesa diciéndole que habían sido los dioses de los ríos los que habían hecho el trabajo.
Heracles le amenazó con reconstruir la presa para que el agua arrasara su casa, pero finalmente no lo hizo y regresó a Micenas para continuar con el siguiente trabajo.
Sexto trabajo: las aves dellago estínfalo.
Para el sexto trabajo Heracles tenía que matar a unos pájaros terribles del lago estínfalo, que tenían forma de serpiente, unos afilados colmillos y unas poderosísimas garras de bronce.
Se alimentaban de carne humana. Cuando veían a un hombre o vaca, lanzaban una lluvia de plumas, punti-agudas como flechas, que se clavaban en la carne se sus victimas.
Sexto trabajo: las aves dellago estínfalo.
Heracles partió de Micenas armado con su arco y su carcaj. Cuando llegó al píe del monte Cillene, se adentró en las aguas fangosas del estífalo a través de los juncos.Como los pájaros volaban muy espaciados, no conseguiría matarlos rápidamente.Entonces apareció Atenea, diosa de la sabiduría, que sabía que Heracles era el hijo preferido de Zeus y deseaba ayudarlo.
Sexto trabajo: las aves dellago estínfalo.
Le pidió que se subiera a la cima de un risco y agitara un sonajero forjado por Hefesto, que suena como el crujido de una gran llamarada.Heracles trepó a lo alto del risco y agitó el sonajero con energía. Las aves, espantadas, echaron a volar formando una gran bandada.
Entonces Heracles comenzó a disparar flechas matando a casi todas las aves. Solo una pequeña parte logró huir.
Heracles vigiló más de una semana pero no vio regresar a ninguna.Años después algunos marineros dijeron que las habían visto en la isla de Hares, en el mar negro.
Séptimo trabajo: el toro de creta.El séptimo trabajo lleva a Heracles a enfrentarse con el toro de Creta.
El toro era blanco como la nieve, había emergido de las aguas del mar. Minos, rey de Creta había prometido sacrificarlo en los altares de Poseidón, dios del mar, pero era tan magnífico que se negó a cumplir su promesa.
Poseidón se vengó haciendo enloquecer al toro, que pisoteaba las cosechas, echaba fuego por los ollares y embestía al que se cruzaba con él.
Séptimo trabajo: el toro de creta.Euristeo ordenó a Heracles que lo capturara y se lo trajera vivo.Era la primera vez que Heracles salía del Peloponeso. Cuando llegó a Creta, Minos, le dio una espléndida bienvenida y le ofreció su ejército para ayudarle.
Pero Heracles confiaba en su propia fuerza y rechazó la ayuda.Salió a buscar el toro llevando como arma unas simples cadenas de bronce.
Cuando lo encontró se enfrentó a él de cara y, cuando los cuernos estaban a punto de rozarle, salto sobre su grupa. Lo sujetó por los pitones y tiró hacia atrás hasta que lo derribó. Le ató las patas con las cadenas y se lo echó a la espalda.
Séptimo trabajo: el toro de creta.
Euristeo quería sacrificar al toro en el templo de Hera, pero Hera rechazaba todo lo que Heracles trajera de sus manos y soltó el toro en las llanura de Maratón, cerca de Atenas, donde siguió causando estragos hasta que el heroico Teseo consiguió darle muerte.
Heracles cargó el toro en el barco y volvió a Micenas.
Octavo trabajo: las yeguas salvajesde Diómedes.
En el octavo trabajo, Heracles tuvo que ir a las tierras de Tracia, donde reinaba el bárbaro Diómedes.
Diómedes había adiestrado a cuatro yeguas para que se alimentasen de los cadáveres de los guerreros muertos en los combates. Pero cuando no había guerra, Diómedes degollaba a sus huéspedes para alimentarlas. Heracles le pidió a su amigo
Abdero que le acompañara para que le ayudase.
Octavo trabajo: las yeguas salvajesde Diómedes.
Heracles y Abdero se alojaron en el palacio de Diómedes, que ordenó a sus guardias que les mataran al amanecer.Pero Heracles y Abdero, que no se fiaban del rey, despertaron antes y fueron a buscar a las yeguas a los establos. Estaban atadas con cadenas hierro a pesebres de cobre. Heracles rompió las cadenas con su espada para soltarlos. Los animales relincharon y despertaron al rey Diómedes.
Octavo trabajo: las yeguas salvajesde Diómedes.
Abdero le ayudó a sacar las yeguas de los establos saliendo a toda prisa del palacio para subir al barco que tenían en la orilla del mar.Diómedes al verlos escapar mandó a sus guardias que los mataran.
Llegaron a orillas del mar con las yeguas, que eran muy veloces, sacando gran ventaja a Diómedes y sus hombres.
Una vez allí, pidió a Abdero que vigilara a las yeguas mientras él daba un merecido castigo a Diómedes.
Octavo trabajo: las yeguas salvajesde Diómedes.
Excavó un canal que quedó inundado por el agua del mar. A Diómedes y sus hombres no les dio tiempo a parar sus carros y cayeron al canal donde murieron ahogados.
Al volver comprobó horrorizado como las yeguas habían devorado a su amigo, por lo que furioso volvió al canal, cogió a Diómedes y lo arrojó a las yeguas para que lo devoraran.
Octavo trabajo: las yeguas salvajesde Diómedes.
Heracles ató las mandíbulas de las yeguas con fuertes sogas, las subió al barco y volvió a Micenas.
Cuando Euristeo vio a las yeguas carnívoras, empezó a llorar y se escondió en su tinaja de bronce de la que tardó seis días en salir.
Noveno trabajo: el cinturón de oro de Hipólita.
Euristeo tenía una hija, que al cumplir dieciocho años le pidió que le consiguiera el cinturón de oro de la reina Hipólita como regalo de cumpleaños.
Éste encargó a Heracles que fuera a Capadocia para conseguirlo.
Hipólita era la reina de las amazonas, que eran una raza de mujeres que se dedicaban a. la guerra y sus esposos cuidaban de la casa y de los hijos
Eran tan hábiles en la guerra, que habían derrotado a todas las tribus de los alrededores del mar Negro.
Noveno trabajo: el cinturón de oro de Hipólita.
Heracles acudió a Temiscia, capital de reino de Hipólita, en son de paz. La reina le ofreció un banquete quedando impresionada por la fuerza y la belleza de Heracles, por lo que le regaló el cinturón en señal de amistad.
Noveno trabajo: el cinturón de oro de Hipólita.
Sin embargo, Hera se irritó mucho al ver que a Heracles le estaban saliendo las cosas muy bien y le tendió una trampa.
Se disfrazó de amazona e hizo creer al resto de amazonas que Heracles quería raptar a Hipólita.
Éstas decidieron impedirlo atacando a los hombres de Heracles. Cuando éste se dio cuenta no esperó las explicaciones de Hipólita y la mató con su espada.
A pesar de haber ganado la batalla, volvieron a Micenas muy tristes, pues sabían que la reina había muerto de forma injusta.
Décimo trabajo: los bueyes del Rey Geriones.
Para el décimo trabajo, tuvo que esperar mucho tiempo, pues Euristeo dudaba sobre cual debía de ser.
Por fin un día le dijo que quería que le trajera los bueyes del rey Geriones.
Geriones era un gigante de tres torsos y tres cabezas que reinaba e Eritia, una isla en el Océano, en el límite occidental del mundo.
Décimo trabajo: los bueyes del Rey Geriones.
Heracles viajó hasta la isla en un galeón de oro que le prestó Apolo, díos del sol, pues las aguas de es mar hervían como la lava de un volcán.
Antes de llegar a su destino el galeón se detuvo porque una pared de roca no le dejaba paso. Heracles partió la roca por la mitad, formando el estrecho de Gibraltar.
Erigíó una alta columna de piedra en cada uno de los lados, llamadas “columnas de Hércules”.
Décimo trabajo: los bueyes del Rey Geriones.
Una vez en Eritia, Heracles tuvo que luchar contra el boyero Euritión, que vigilaba la manada de bueyes ayudado de su perro con dos cabezas, Ortro. Consiguió matarlos, pero un pastor avisó a Geriones de que le estaban robando la manada de bueyes.
Heracles se enfrentó al rey de tres cabezas lanzando una flecha que perforó, una tras otra, las tres cabezas del gigante. Cayó muerto y de su sangre brotó un cerezo silvestre.
Décimo trabajo: los bueyes del Rey Geriones.
En su viaje de vuelta se enfrentó a múltiples peligros. En su paso por Italia luchó contra una tribu de indígenas y al gastar todas sus flechas requirió la ayuda de su padre, Zeus, quien mandó una lluvia de piedras.Más tarde se enfrentó al gigante Caco que le había robado dos bueyes.Luego, Hera le mandó una plaga de tábanos contra los bueyes. La manada enloquecida se lanzó al río Estrimón. Solo pudo salvar a una parte de los bueyes . Castigó al río lanzando rocas sobre sus aguas hasta convertirlo en un camino de piedras: ``la pasadera de Hércules.Al llegar a Micenas, Euristeo mandó sacrificar a los bueyes en el Altar de Hera. Para entonces, ya llevaba ocho años y un mes al servicio de Euristeo y le quedaban dos trabajos por hacer.
Undécimo trabajo: las manzanas de oro de las Hespérides
En este trabajo, Heracles tiene que robar las manzanas de oro del jardín de la Hespérides. Zeus le había entregado ese árbol a Hera como regalo de bodas. Lo custodiaba un dragón de cien cabezas, Ladón. Sólo las hijas del titán Atlas, las Hespérides, tres bellas ninfas, podían recoger sus frutos.
Heracles tuvo que buscar el jardín durante muchos meses. Finalmente, debe enfrentarse al dios marino Nereo para saber dónde localizar el jardín. Deberá ir a África, a las laderas del monte Atlas, en la provincia de Mauritania.
Undécimo trabajo: las manzanas de oro de las Hespéridas
Una vez allí, Heracles mató al dragón que vigilaba el árbol y pidió a Atlas que sus hijas le recogieran las manzanas. Para concederle el deseo, Atlas le pide a Heracles que sujete el mundo que lleva sobre sus espaldas, como castigo impuesto por Zeus.
Cuando le trae las manzanas, Heracles pretende irse, pero Atlas no quiere que deje de sujetar el mundo. Con una estratagema, Heracles devuelve tan pesada carga a Atlas y sale corriendo.
Undécimo trabajo: las manzanas de oro de las Hespéridas
Cuando vuelve al reino de Micenas entrega las manzanas a la diosa Atenea para agradecerle
la ayuda que le había prestado en su lucha contra las aves del Estínfalo. Atenea devuelve
las manzanas al jardín de las Hesperides porque la ley de Zeus prohibe que estén en
cualquier otro lugar.
Duodécimo trabajo: el can Cerbero del Hades.
Para el último trabajo, Euristeo le ordena a Heracles que viaje al Infierno, pensando que el que entra en el reino de los muerto ya no puede salir, para que le traiga el perro guardián del Hades, Cerbero.
Guiado por Hermes, llega a la cueva del cabo Ténaro, cerca de Esparta, donde se encuentra una de las entradas al Hades. En la entrada se encuentra al príncipe Meleagro, que vive atormentado por la culpa por haber matado a sus tíos en un ataque de furia. Meleagro le pide que a su vuelta visite a su hermana Deyanira.
Duodécimo trabajo: el can Cerbero del Hades.
Una vez en el infierno se encuentra con Hades, que reina en el mundo de los muertos junto a Perséfone, su esposa. Le explica la razon de su viaje y Hades le autoriza a llevarse a Cerbero, siempre y cuando logre atraparlo con sus propias manos y lo devuelva cuando lo vea Euristeo.
Llega a las orillas del Estigio dejando atrás a las tres Parcas (que manejan el hilo de la vida) y las tres Furias (que persiguen a los malhechores). Le pide a
Creonte, barquero del lago estigio, que le lleve al infierno.
Duodécimo trabajo: el can Cerbero del Hades.
Cerbero es un perro con tres cabezas, rezuma veneno por sus mandíbulas y tiene cola de escorpión. Ataca a Heracles pero este se defiende con su piel del león de Nemea y lo agarra por el cuello hasta que lo domina.
Cuando Euristeo ve a Cerbero, siente tanto miedo que se refugia en su tinaja durante muchas semanas.
Duodéciomo trabajo: el can Cerbero del Hades.
Heracles viaja de nuevo al Infierno para devolver a
Cerbero.
Duodécimo trabajo: el can Cerbero del Hades.
Cuando regresó a la Tierra, se sintió feliz por primera vez en muchos años…
Había acabado sus doce trabajos, se había purificado de
su crimen y volvía a tener la conciencia tranquila.
La muerte de HeraclesUn día Heracles viaja a Ecalia, donde reinaba Eurito, que le había enseñado a manejar el arco. Eurito estaba convencido de que nadie podía superale a él ni a sus hijos en el dominio del arma y había prometido entregar a su hija Yole en matrimonio.
Heracles aceptó el reto y ganó con facilidad, pero Eurito se negó a entregarle a su hija porque sabía que ya había matado a su primera esposa (Mégara)
Al sentirse engañado, Heracles sufrió un ataque de ira, cogió su espada e inició una batalla con Eurito y sus hijos.
Uno de los hijos de Eurito (Ifito) luchó junto a Heracles, pues consideraba tenía razón, pero como Heracles no lo sabía en la lucha salió despedido de una torre y murió al caer al suelo.
La muerte de HeraclesCuando recuperó la cordura, se dio cuenta que había muerto un inocente.
Desesperado, acudió al oráculo de Delfos para preguntar como podía purificarse del crimen.
Apolo dispuso que debía servir durante tres años a la reina Ónfale de Lidia en tierras africanas.
Esas tierras estaban llenas de ladrones y bestias salvajes, pero Heracles acabó con ellos con gran facilidad.
Ónfale quedó impresionada por la belleza y la fuerza de Heracles y lo convirtió en su amante, aunque lo trataba muy mal.
Por eso cuando pasaron los tres años, Heracles regresó a su tierra. Entonces recordó la promesa que le había hecho a Meleagro y acudió a visitar a Deyanira para decirle lo mucho que le echaba de menos su hermano.
La muerte de HeraclesDeyanira era una mujer tan guapa que Heracles se enamoró de ella y a los pocos días se casaron.
Durante un viaje, tuvieron que cruzar un río con mucho agua, y entonces el centauro Neso se ofreció a llevar a Deyanira a la otra orilla mientras Heracles lo atravesaba a nado.
Pero Neso se enamora de Deyanira y decide raptarla escapan-do al galope con ella. Entonces Heracles lanza una flecha enve-nenada de la hidra de lerna que hiere al centauro.
Agonizando, Neso le dice a Deyanira que recoja su sangre pues es un potente filtro de amor que le devolverá el cariño de Heracles si éste le abandona.
La muerte de HeraclesPasado un tiempo regresa a Ecalia para enfrentarse a Eurito pues no le perdona que no cumpliera su promesa.
Mata al rey, saquea la ciudad y toma cautiva a Yole.
Para celebrarlo, decide sacrificar una docena de bueyes en honor a Zeus y pensó que debía vestir una túnica nueva, para lo que manda a un mensajero a su casa para que se la traiga.
Deyanira piensa que la quiere para casarse con Yole y muy celosa, mancha con la sangre de Neso la túnica.
Pero Neso le había mentido ya que la sangre era un potente veneno mortal. En cuanto Heracles se puso la túnica se retorció de dolor y aunque intentó quitársela, a cada tirón que se daba se arrancaba la piel y para librarse del dolor se tiró al agua.
La muerte de HeraclesCuando Deyanira se entera de lo ocurrido, se tumba en su cama y se clava un puñal en el pecho.
Viendo que su muerte estaba cerca, pidió a su hijo Hilo que le llevase a hombros hasta la cima del monte Oeta.
Una vez allí ordenó que le hicieran una pira funeraria, se tumbó sobre ella cubierto con la piel del León de Nemea y le prendieron fuego.
Los dioses del monte olimpo le dieron una cálida bienvenida, incluso Hera, que le da a su hija Hebe (diosa de la juventud) en matrimonio,el cual duró toda la eternidad.
Heracles en el escudo de Andalucía
A los pies de Heracles, está
leyenda que resume la
aportación del Heracles
andaluz a la superación
mundial de las fuerzas de la
Vida:
El escudo está compuesto por la
figura de Heracles entre las dos columnas de
Heracles, que la tradición sitúa en el
estrecho de Gibraltar, expresión de la
fuerza eternamente joven del espíritu,
sujetando y domando a dos leones que
representan la fuerza de los instintos
animales.