“Conocimiento, su estructura y tipos de conocimientos.”

Nombre: Clotilde Rivera

Llegué muy cansada de la universidad, pues no es fácil trabajar y luego estudiar, pero a la

vez estaba alerta, pues hablamos de un tema que me despertó la curiosidad: ¿Cómo se

produce el conocimiento?

Esa discusión me puso a reflexionar, y caí en cuenta que los actos de la vida diaria,

aparentemente tan insustanciales, en realidad son conocimientos empíricos: que si para

trapear hay que hacerlo en una sola dirección para que quede bien, que si el té de canela

sirve para la gripe, y otras tantas cosas. Se abrió todo un mundo ante mí, pues comencé a

ver los actos diarios bajo otra perspectiva. El conocimiento científico lo puedo citar como

el adquirido en mis años de estudiante y en la universidad: que si para trabajar en

Matemáticas tuve que aprender primero los métodos y fórmulas, que en Sociales aprender a

estructurar el pensamiento, entre otras cosas.

Esto se logra mediante la estructuración del conocimiento, y encontré dos posturas

interesantísimas: por un lado Aristóteles plantea que los elementos del conocimiento son

concepto (primera forma del pensamiento), los juicios (conexiones entre conceptos), y los

razonamientos (unión o relación entre juicios). Por otro lado Immanuel Kant considera dos

elementos: A priori (se deriva de la facultad de conocer), como es el espacio, el tiempo, las

categorías y las ideas trascendentales. El otro elemento importante para Kant es A

posteriori (derivado del A priori), vienen de la experiencia sensorial y se conocen como

materia del conocimiento.

Nos pasamos la vida construyendo silogismos, elaborando premisas y llegando a

conclusiones, las cuales cuando son erradas nos llevan a reformular nuevas premisas y

recorrer nuevamente el camino de construcción de conocimiento.

Usamos el conocimiento racional cuando analizamos que la delincuencia en nuestro país

está causada por la corrupción, la falta de oportunidades, el desempleo y la pobreza,

mediante lo cual elaboramos un juicio de verdad relacionando al ladrón con la pobreza

extrema o la corrupción. Usamos el conocimiento sensorial cuando nos recorre un

estremecimiento de placer cuando olfateamos en el aire el delicioso aroma de nuestro plato

favorito, percibimos por ese olor característico que es nuestra madre que lo hace y

representamos la escena de cómo ella nos presenta ese plato y lo devoramos con fruición en

nuestra mente.

Lo importante aquí es que comprendemos que en el proceso de conocimiento

aprehendemos cual criminales el conocimiento, apresando la esencia del objeto, extrayendo

del fenómeno producido en él los datos necesarios para luego poder analizarla a nuestro

gusto e interiorizar su contenido.