TINTOA Y

SUNUBALeer el cuento

Tintoa era un valiente y hermoso guerrero.

El cacique confiaba mucho en él, así que antes de partir a la guerra, confió a su más preciado guerrero el cuidado de su bella esposa; Sunuba

Una mirada; Tintoa y

Sunuba se enamoraron

Las personas del pueblo

comenzaron a sospechar e

iracundos por la actitud de los amantes, enviaron un

mensajero para informar al

cacique

Cuando los amantes

escucharon que el cacique regresaría

a casa, sospecharon que

ya él sabía y decidieron huir para evitar ser castigados

El dios Chaquén que ya sabía del comportamiento de los dos enamorados, los vio correr a toda prisa

por los cultivos de

maíz..

Y si el dios Chaquén no los encuentra… clic

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Sin más reparo y sintiendo que ellos se burlaban de las leyes decidió castigarlos.

Sunuba corría detrás de Tintoa, el dios Chaquén la vio primero y

la convirtió en un junco.

Tintoa al no sentir la mano de Sunuba, la buscó pero solo vio el junco, en ese instante el dios

Chaquén lo convirtió en un carrizo

Así sin un adiós; el dios Chaquén

separó a Tintoa y Sunuba hasta el

fin de los tiempos.

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Pero un fuerte viento sopló y estremeció los cultivos de

maíz. El dios Chaquén perdió de vista a Tintoa y Sunuba

Y los enamorados se perdieron entre las montañas de los andes y no se les volvió a ver jamás.

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Cuento adaptado sobre el mito del Dios Chaquén de la cultura muisca