83
El arte mudéjar

El arte mudéjar

Embed Size (px)

Citation preview

El arte mudéjar

El término mudéjar es acuñado por José Amador de los Ríos en su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1859.

Se trata de una expresión singular y única, por la especial trayectoria de la cultura islámica en la península Ibérica.

Síntesis de lo cristiano y la herencia musulmana, función de la especial historia de la península ibérica.

«El mudéjar no corresponde, pues, en sentido estricto ni a la historia del arte musulmán ni a la del arte occidental cristiano, ya que es un eslabón de enlace entre ambas; es un fenómeno singular de la historia del arte español.»G. M. Borrás Gualis, El Arte mudéjar

El mudéjar es un estilo artístico que unos historiadores ven como un epígono del arte islámico y otros como un periodo del arte cristiano en el que aparece la decoración islámica.Sin embargo, el arte mudéjar es una nueva realidad artística, ni islámico ni cristiano, sino un producto del “maridaje” «de lo musulmán y lo cristiano», como dijo Amador de los Ríos.

Mudéjar es precisamente el arte realizado en la España cristiana a partir del siglo XII, bien por mano de obra musulmana o bien por cristianos seducidos por la belleza del arte islámico y que perdura hasta el siglo XVI e –incluso- se expande a Hispanoamérica y tiene un renacer en el siglo XIX en el neomudéjar.

Edificio neomudéjar de Correos en Zaragoza

La palabra mudéjar procede del árabe mudayyan (aquél a quien se le ha permitido quedarse) y se aplica a los musulmanes a los que, tras la reconquista, se les permite permanecer en territorio cristiano conservando su religión y un status jurídico propio.

El arte mudéjar es una nueva realidad artística separada por completo del arte hispanomusulmán que nace como consecuencia de la convivencia de dos culturas en la España medieval.

Son obras anónimas de albañiles mudéjares o moriscos e incluso de albañiles cristianos que admiraban el arte árabe.

La capitulación de Toledo ante Alfonso VI de Castilla (1085) y la toma de Zaragoza por Alfonso I el Batallador (1118) son el inicio de una situación nueva para los cristianos, que ocupan estos grandes núcleos urbanos aunque sin potencial para repoblarlos.

Ante esta dificultad, se autoriza a la población musulmana vencida a permanecer en estos territorios bajo dominio cristiano conservando su propia religión, lengua y organización jurídica siempre que paguen un tributo.

A partir de estas conquistas se ponen en contacto los dos pueblos, musulmanes y cristianos.

Algunos de los factores que explican la expansión de este estilo en la Península son:

• La fascinación de los conquistadores cristianos con las obras de arte (mezquitas, alcázares…) de las ciudades conquistadas.

• La pervivencia de monumentos en tierras cristianas

• La decadencia de la influencia del gótico francés en el siglo XIV en gran parte de España.

• A partir del siglo XIII, la influencia del exterior fue sustituida por una cada vez más pujante arquitectura mudéjar.

• La necesidad de realizar construcciones con materiales más baratos que la piedra en un contexto de crisis (siglo XIV).

• La existencia de alarifes formados en la tradición musulmana capaces de adaptarse a las exigencias de los nuevos señores (la maestría de los alarifes mudéjares)

Los alarifes son maestros en la utilización del ladrillo y tardan muy poco tiempo en hacer sus construcciones.

• Emplean materiales blandos y baratos como ladrillo, yeso y barro vidriado, no utiliza grandes sillares sino albañilería.

• Se sustituye la bóveda por techumbre plana o armaduras.

• Tanto los elementos estructurales de la obra como los puramente ornamentales tengan un claro sabor islámico... aunque estemos dentro de un templo cristiano.

La arquitectura mudéjar fue un fiel reflejo de lo que en aquellos siglos medievales era la península ibérica: una enorme mezcla de tradiciones, de culturas y de religiones, de maneras de entender la vida y de comprender el mundo.

No es un estilo artístico unitario: posee características peculiares en cada región, entre las que destacan el mudéjar toledano, el leonés, el aragonés y el andaluz.

Esta diversidad de los focos mudéjares se explica por los diferentes momentos en que se produce la conquista cristiana de Al-Andalus: el arte islámico había alcanzado diferente desarrollo en cada territorio conquistado, y hubo influencias recíprocas durante la conquista.

Se utilizan tipologías muy diversas, siendo frecuente que en la arquitectura palatina se adopten modelos de tradición hispanomusulmana (califa, taifa y almohade), mientras que en la arquitectura religiosa se empleen modelos cristianos (románicos y góticos) asociados a elementos de inspiración islámica como las armaduras de madera, los repertorios ornamentales o la estructura de las torres campanarios

• Utiliza materiales baratos (ladrillo, yeso, madera) revestidos con estuco, madera y cerámica vidriada para disimular ese material barato.

• Recoge formas arabizantes decorativas ( lacería, motivos geométricos, vegetales, modillones de rollo, bóvedas califales, arcos ciegos, mocárabes, artesonados en madera…..)

• Prefieren el pilar a la columna, aunque ésta no desaparece, de fuste liso.

• Usan mucho la torre-campanario muy altas, cuadradas o poligonales Influencia de los alminares almohades)

• Arco: herradura, apuntado, tri/penta/hepta/polilobulado, mixtilíneos, entrecruzados, típicos de Al Andalus

CARACTERÍSTICAS:

CARACTERÍSTICAS:• Horror vacuii (densidad

ornamental)• Desmaterialización

arquitectónica:• Efectos lumínicos,

juegos de luz y sombra.• Tipologías decorativas

islámicas• Arcos ciegos,

esquinillas, baquetones, cerámica vidriada

• Esquemas compositivos islámicos

• Estamos ante una expresión plástica nueva y singular; un arte en gran medida funcional.

• Sus formas artísticas están dominadas por la importancia de los elementos decorativos, a menudo repetitivos, ocupando toda la superficie ornamental

• Esos elementos son: los paños de arquillos entrecruzados (sebka), composiciones geométricas con lacerías y estrellas, cerámica vidriada, elementos vegetales estilizados, e incluso motivos cristianos.

• El arte mudéjar se sirve del repertorio decorativo hispanomusulmán.

El uso del ladrillo, la mampostería, la argamasa, el yeso, la madera y la cerámica constituyen los fundamentos de la nueva arquitectura.

Se trata de materiales de honda tradición hispanomusulmana, mucho más económicos, que comportan una mayor rapidez de ejecución, una abundancia y un menor costo en cuanto a mano de obra.

El ladrillo es el material más importante del arte mudéjar y se utiliza tanto en el aspecto estructural como ornamental, complementándolo con el uso de techumbres de madera, yeserías y cerámica vidriada.

Muros de ladrillo y yeso, arcos de herradura, techumbres de madera, suelos de azulejos, etc. se combinaron así con los sucesivos lenguajes arquitectónicos occidentales, para dejar su peculiar lección de convivencia y aprendizaje mutuo.

Adaptación de las viejas fórmulas constructivas musulmanas a los nuevos usos cristianos, como sucedió con las torres-campanario, que imitaban alminares, dio lugar a originales edificios donde el Románico y el Gótico se fundieron con la herencia islámica.

Las techumbres de madera constituyen una nota diferenciadora de la arquitectura mudéjar y se utilizan en todo tipo de construcciones, ya sean civiles o religiosas.

Pueden agruparse en varias tipologías, siendo las más habituales:

• El alfarje, que se usa para cubrir techos planos.

• La cubierta a dos aguas o de par y nudillo, que se caracteriza por su forma trapezoidal.

Los carpinteros mudéjares, herederos de la fecunda tradición artesanal andalusí, nos han dejado magníficos ejemplos de su pericia. Por ejemplo, las bellas muestras de mobiliario, especialmente puertas decoradas con lacerías, conservadas en diversos puntos de nuestra geografía.

Es en las techumbres policromadas donde la carpintería mudéjar alcanzó la mejor expresión de sus conocimientos.La larga serie existente de alfarjes [techumbre plana de madera labrada y ornamentada] y la diversa tipología de armaduras a dos aguas o en forma de artesa invertida, además de aligerar sustancialmente el peso de la cubierta, permitieron plasmar amplios programas iconográficos pintados, que sintetizaban lo mejor de la pintura gótica con los típicos motivos abstractos y geométricos propios de la estética musulmana.

Interior de la catedral de Teruel:armadura de la cubierta de la nave

central con forma de artesa invertida

Artesonados “apeinazados”: 4 “paños” trapezoidales inclinados, dejan en medio un poligonal

panel más grande, llamado “almazate” y puede ir policromado o trabajado en la propia madera con lacerías geométricas.

“Almazates” en Tordesillas (clarisas) Valladolid

Y en Toledo (catedral, sala capitular)

Las yeserías constituyen verdaderos tapices decorativos en los muros de palacios y capillas, fundiéndose motivos islámicos como la doble palma, el ataurique, lazos o estrellas con otros góticos que incluyen hojas de vid o roble.

En la decoración en yeso también tienen cabida temas figurados como animales, seres fantásticos o escenas cortesanas, e incluso la epigrafía.

Sinagoga del Tránsito, Toledo

Decoración Alcázar de Sevilla

• La utilización del yeso o aljez, ya de larga tradición en el arte musulmán, será uno de los caracteres más sobresalientes del arte mudéjar.

• El yeso, un material relativamente abundante, y por ello económico, sencillo de trabajar y, sobre todo, muy versátil, permitía su empleo tanto en suelos como en los enlucidos de muros.

• Fue en las labores de talla de celosías y estucos donde los maestros artesanos desarrollaron en todo su esplendor toda la rica panoplia de motivos de tradición andalusí, desde los lazos y estrellas a los frisos de mocárabes, las caligrafías o los motivos heráldicos.

Las yeserías

La cerámica vidriada (tanto en azulejos como en alicatado) cumple un doble papel ornamental y funcional al ser aplicada generalmente como zócalos o arrimaderos de palacios y capillas, conservándose también en algunas solerías.

Suelen distinguirse:

• El mudéjar cortesano representa la vertiente más uniforme de este proceso artístico y procede del patrocinio de la corte o los grandes señores territoriales, que se encargan de introducir los nuevos repertorios.

• El mudéjar popular o de pervivencia contempla aquellas manifestaciones populares que se desarrollan de forma más espontánea y en las que el sustrato local tiene una fuerte impronta, dando lugar a variedades regionales agrupadas bajo distintos focos: leonés, castellano viejo, toledano, aragonés, extremeño y andaluz.

Suelen distinguirse:

• El mudéjar cortesano auténtica moda importada del territorio español, todavía musulmán, realizada a veces por alarifes traídos de fuera, destacando la Sinagogas de Santa María la Blanca y la del Tránsito en Toledo, el Palacio Real de Tordesillas, la Capilla Real de la Mezquita de Córdoba y los Reales Alcázares de Sevilla.

• El mudéjar popular o de pervivencia, de manifestación del pueblo y pobre, que se desarrolla espontáneamente en las regiones reconquistadas derivadas de las tradiciones del arte musulmán, presentando unas variedades regionales, como el toledano, el leonés, el aragonés y el andaluz

El mudéjar cortesano:

Ofrece influencias y artistas importados por los monarcas o los grandes señores. Al conquistar las ciudades islámicas, estos monarcas cristianos quedan deslumbrados por sus palacios, instalándose en ellos y convirtiéndolos en sus propias residencias.

Tras la conquista de Toledo los cristianos utilizaron los alcázares como palacios y mezquitas como catedrales, destacando el papel de la monarquía que impulsa la mudejarización.

Alfonso VI tomó como vivienda la almunia de los reyes de Taifas, iniciando una costumbre que seguirán sus sucesores destacando Pedro I, bajo el reinado del cual se construyeron las fachadas de 3 residencias: Palacio de Tordesillas (Valladolid), Astudillo (Palencia) y Reales Alcázares (Sevilla) de gran influencia musulmana.

Astudillo

Reales Alcázares

El mudéjar cortesano:

A partir de 1340 Alfonso XI comienza la construcción del Palacio de Tordesillas (actual convento de Santa Clara), fiel reflejo de la tradición almohade, que después remodela Pedro I, y que se adorna en su fachada con el típico paño de sebka, y un hermoso patio con arcos lobulados.

El mudéjar cortesano:

El propio Pedro I emprende también la construcción de un palacio en el Alcázar de Sevilla entre 1364 y 1366, en el que se desarrolla la tradición formal almohade junto a una decoración vegetal de influencia gótica.

Portada de la Montería

El mudéjar cortesano:

Considerado como una de las obras más importantes de la arquitectura mudéjar, en él trabajan alarifes mudéjares procedentes de Toledo y Sevilla junto con artistas granadinos proporcionados por el sultán Muhammad V, al que influyó para la construcción del patio de Comares en la Alhambra.

El mudéjar cortesano:

Otras construcciones patrocinadas por reyes y nobles como son los oratorios o capillas privadas y las capillas funerarias que, incorporadas a palacios, monasterios, catedrales o iglesias, son un símbolo de religiosidad o responden a una necesidad de perpetuar la memoria de sus linajes.

• Capilla de la Asunción del Monasterio de las Huelgas (Burgos)

• Capilla Real de la Mezquita de Córdoba

El mudéjar cortesano:

Los reyes de Aragón acondicionaron la Aljafería de Zaragoza convirtiéndola en fuente de inspiración del mudéjar aragonés

El mudéjar cortesano:

Los grandes señores territoriales siguen en sus residencias y palacio la pauta marcada por la monarquía. De esta forma, durante los siglos XIV y XV, se reforman las antiguas fortalezas, construyen nuevos castillos y levantan en las ciudades sus palacios urbanos

Castillo de Coca

El mudéjar cortesano:

Castillo de Belmonte (Cuenca)

Palacios de los Ayala (actual convento de Santa Isabel de los Reyes), Toledo Palacio del Rey

don Pedro, en Toledo.

El mudéjar cortesano:

Palacio el Taller del Moro, Toledo

Casa de Mesa en Toledo.

El mudéjar cortesano:

Puertas y resto de muralla, en los que abunda el ladrillo, sobresaliendo la Puerta del Sol de Toledo.

El mudéjar cortesano:

Mención aparte merece la comunidad judía, cuyos medios económicos y situación privilegiada hacen posible que puedan acometer importantes encargos artísticos en los que adoptan las nuevas fórmulas mudéjares.

El mudéjar cortesano:

En el mudéjar, se suelen englobar las sinagogas, pues los judíos se sirvieron del arte musulmán. En su estructura se asemejan a los templos cristianos e islámicos. En su decoración comparten con las mezquitas la carencia de motivos figurativos humanos y grandes inscripciones sobre sus muros.

Sinagoga del Tránsito, Toledo

El mudéjar cortesano:

Se conservan tres sinagogas que incorporan las nuevas corrientes artísticas del momento al haber estado patrocinadas por miembros vinculados a las cortes de los distintos monarcas: • Santa María la Blanca

en Toledo • Del Tránsito en Toledo• Sinagoga de Córdoba.

El mudéjar cortesano:

Sinagoga de Santa María la Blanca

Es del siglo XIII, consta de 5 naves y tiene mucha influencia almohade

El mudéjar cortesano:

Sinagoga del Tránsito

Es del XIV, y presenta rica decoración de tipo granadino.

El mudéjar cortesano:

Sinagoga de Córdoba

Construida entre los años 1314 y 1315 . Se encuentra decorada con atauriques mudéjares. El muro que soporta la tribuna de las mujeres se abre con tres arcos ornamentados con yeserías de gran belleza

El mudéjar popular:

Frente a la arquitectura cortesana de influencia islámica, existe otra de carácter popular y eminentemente religiosa que toma como inspiración los modelos cristianos, bien sean románicos o góticos.

Camarna de Esteruelas, Madrid San Tirso, Sahagún, León

Esta inspiración cristiana ha hecho que algunos especialistas se refieran a estas construcciones como románico en ladrillo o gótico-mudéjar.

Este mudéjar popular o de pervivencia está asociado a zonas rurales o a barrios de las ciudades, lo que propicia la utilización de modelos locales que se repiten con frecuencia de forma invariable y determinan su escasa evolución, utilizando materiales baratos y mano de obra capacitada.

El mudéjar popular se desarrolla a partir de los precedentes islámicos locales, sin la intervención de especialistas forasteros.

La parroquia urbana o rural, basada en la funcionalidad litúrgica y sin grandes pretensiones oficiales, es el mejor exponente para detallar las variantes geográficas del mudéjar popular

Iglesia de la Lugareja. Arévalo (Ávila). S. XIII.

El ladrillo va a ser el material más utilizado tanto en el aspecto constructivo (muros, pilares, arcos o voladizos) como en el decorativo (arquerías ciegas, frisos, paños ornamentales).

Su uso se complementa con el de la madera para las techumbres y las yeserías en su decoración interior, generalmente asociadas a sepulcros y capillas.

Iglesia de San Andrés (Olmo de la Guareña)

Este mudéjar popular tiene un marcado carácter local que determina la existencia de variantes regionales en las que, según el caso, pueden quedar más patentes las influencias románicas o góticas o las califales, taifas o almohades.

El mudéjar popular presenta características propias de cada foco regional

San Juan, Alba de Tormes

Torre de San Martín, Teruel

El Cristo de la Vega, Toledo

Foco mudéjar leonés y castellano viejo

Los más antiguos, con gran influencia del arte románico, sus edificios de ladrillo ofrecen una decoración con arcos ciegos de medio punto, juegos de recuadros con rehundimientos y frisos con dientes de sierra

Foco mudéjar leonés y castellano viejo

• Los alarifes siguen las tipologías cristianas tanto en planta como en alzado, utilizando pilares, arcos de medio punto, arcos ciegos exteriores y portadas con arquivoltas, con una progresión a la que se le llama abocinamiento.

• Materiales: El ladrillo (muros), barro prensado, la madera (armaduras de los techos) y el yeso (decoración), de influencia islámica.

• Portadas con arquivoltas enmarcadas en alfiz.• Decoraciones geométricas: Arquerías

dobladas, arcos polilobulados, recuadros ciegos, ladrillos esquinados y otras decoraciones geométricas.

• El ladrillo se utiliza con efecto decorativo y obliga a variar las proporciones de ábsides, muros y torres, siendo más pequeñas.

• Los muros inferiores tienen que ser más recios y sus torres más pequeñas.

Foco mudéjar leonés y castellano viejo

Este modelo se completa con la cubierta con bóveda de horno en los ábsides, los arcos de medio punto en las naves y las arquerías ciegas superpuestas que decoran los ábsides.

Junto a estas arquerías ciegas, siempre de medio punto en un primer momento aparecen también como motivos ornamentales los recuadros o rehundidos, las bandas de ladrillos dispuestas en vertical o a sardinel y los frisos de esquinillas o dientes de sierra.

San Lorenzo de Sahagún

San Andrés de Cuéllar

Iglesia de La Peregrina de Sahagún

Foco mudéjar leonés y castellano viejo

Iglesias de Sahagún: San Tirso y San Lorenzo

Foco mudéjar leonés y castellano viejo

Iglesias de San Esteban y San Martín de Cuéllar,

Foco mudéjar toledano

El punto originario y lugar donde se concentran las principales edificaciones es lógicamente Toledo, donde se conservan importantes precedentes islámicos (Cristo de la Luz)

Fachada noroeste y añadido ábside mudéja

Foco mudéjar toledano

La influencia de la Mezquita del Cristo de la Luz define el tipo de ábside toledano caracterizado por:

Basamento de mampostería y series de arquerías ciegas de ladrillo (arcos de medio punto doblados derivados del románico castellano y arcos de herradura apuntada trasdosados por lobulados siguiendo modelos locales).

Iglesia del Cristo de la Vega

Foco mudéjar toledano

En un primer momento se adopta la planta basilical de tres naves separadas por arcos de herradura sobre columnas reutilizadas, pilares o pilares con columnas adosadas. Así sucede en las Iglesias de San Sebastián, San Lucas, Santa Eulalia y San Román de Toledo.

Iglesia de San Sebastián

Foco mudéjar toledano

Las torres de las iglesias mudéjares toledanas siguen el esquema de los alminares islámicos: planta cuadrada con machón central, en torno al cual discurre la escalera sostenida por bóvedas en saledizo o por aproximación de hiladas.

Iglesia de Santo Tomé

Foco mudéjar toledano

Los exteriores responden a dos modelos: el más antiguo, realizado en mampostería encintada, con cuerpo superior de ladrillo y vanos de herradura doblados con alfiz como ocurre en Santiago del Arrabal, San Lucas y San Sebastián.

Santiago del Arrabal

Foco mudéjar toledano

Otro tipo, fechado en torno a finales del XIII, en el que el cuerpo superior se compone de una superposición de frisos de arquerías, como vemos en San Román, Santo Tomé o la iglesia parroquial de Illescas.

IllescasSan Román

Foco mudéjar aragonés

No sólo es el que presenta una personalidad más acusada dentro de la arquitectura religiosa, sino también el que mayor densidad monumental presenta, si bien se trata de obras relativamente tardías

Foco mudéjar aragonés

En cuanto a sus elementos ornamentales, el mudéjar aragonés recurre al modelo taifa de la Aljafería de Zaragoza y a las torres que siguen el modelo del alminar almohade.

Foco mudéjar aragonés

Este foco se define por el papel fundamental que desempeña el ladrillo frente a otros materiales, siendo poco habituales las techumbres de madera y las yeserías.

El uso prácticamente exclusivo del ladrillo determina que al aplicarse de forma ornamental se utilicen una gran variedad y riqueza de motivos

Foco mudéjar aragonés

La cerámica vidriada se convierte en un rasgo singular del mudéjar aragonés, utilizándose en un primer momento sólo en piezas aisladas como fustes cilíndricos, platos o azulejos; para a partir del XIV conformar amplios paños donde piezas de formas variadas, fabricadas a molde, rellenan las tramas geométricas de ladrillo.

Foco mudéjar aragonés

La arquitectura mudéjar aragonesa se caracteriza también por la asimilación de las estructuras del gótico levantino de finales del siglo XIII y XIV.

La Seo, Zaragoza

Foco mudéjar aragonés

La decoración es muy rica tanto en el interior como en el exterior; las paredes se recubren de franjas horizontales con variados temas geométricos y en ocasiones se utilizan cerámicas vidriadas polícromas.

Lo más interesante del mudéjar aragonés son las torres de las parroquias, que al estar situadas junto a las murallas son a la vez campanarios y puertas de acceso a la ciudad. Torre de San Martín, Teruel

Foco mudéjar aragonés

Las torres de las iglesias aragonesas tienen una clara inspiración almohade, siguiendo la tipología de la Giralda de Sevilla, parecen alminares musulmanes a los que se ha añadido un cuerpo de campanas.

Así sucede con las torres cuadradas de Ateca, San Martín y el Salvador en Teruel y la Magdalena de Zaragoza o los campanarios octogonales de San Pablo de Zaragoza o de Tauste, datados entre finales del siglo XIII y comienzos del XIV. Ateca

Foco mudéjar aragonés

TausteSan Pablo, ZaragozaLa Magdalena, Zaragoza

Foco andaluz

La influencia cristiana proviene de Córdoba y Sevilla, dando lugar a un tipo de iglesia basilical de tres naves sin crucero y con tres ábsides, completamente abovedada o con bóveda de crucería en el presbiterio y techumbre de madera en las naves, cubierta que se convierte en habitual en la etapa posterior.

En el testero occidental de los templos se añade una torre que sigue la disposición de los alminares almohades, tanto en su disposición interna como decoración exterior.

Omnium Sanctorum. Sevilla

Foco andaluz

En el momento de incorporarse a la Corona de Castilla la tradición hispanomusulmana de Córdoba era califal, la de Sevilla almohade y la de Granada nazarí. La piedra se utilizó en Córdoba, el ladrillo en Sevilla y Granada alzó sus edificios con cajones de mampostería y ladrillo revocados de cal.

El único material común es la madera que se ensamblan los alfarjes que techan las naves de los templos.

Las construcciones religiosas si bien en planta y estructuras siguen modelos góticos, se enriquecen con labores de yeserías y techumbres de gran belleza.

Foco andaluz

Hay 3 centros regionales en el mudéjar andaluz: Córdoba, Sevilla y Granada. Las diferencias vienen por la base islámica local, el lenguaje gótico de los conquistadores cristianos, materiales de construcción y etnia de los artífices.

Al incorporarse a Castilla la tradición hispanomusulmana de Córdoba era califal, la de Sevilla almohade y la de Granada, Nazarí.

También había diversidad en las soluciones góticas de los castellanos. Cuando se conquista Andalucía occidental se llevaba el cisterciense burgalés y en Andalucía oriental, el flamígero.

Foco andaluz

La diferenciación entre los distintos centros proviene del material utilizado ya que Córdoba sigue la tradición califal y utiliza la piedra aparejada a soga y tizón, mientras en Sevilla se utiliza el ladrillo probablemente por influjo almohade.

La Magdalena, Córdoba

Santa Catalina, Sevilla

Foco andaluz

En Córdoba se construyen iglesias en el que se mezclan la tradición califal de construir con piedra y las estructuras góticas burgalesas. Son iglesias de tres naves, de arcos apuntados, con tres ábsides en la cabecera, tres portadas en los pies y tres rosetones de iluminación perforando la fachada. La forma de aparejar los sillares a soga y tizón, las estrellas concéntricas que forman los rosetones y la techumbre de madera pueden interpretarse como técnicas mudéjares, mientras que la huella de los canteros del norte se constata en los ábsides de tracería gótica. Ejemplos son las Parroquias de San Pablo y San Lorenzo de Córdoba.

Foco andaluz

En Sevilla se impone un patrón con fuertes acentos almohades (red de rombos) e influencias cistercienses, que penetró en Huelva y en el sur de Extremadura durante los siglos XIV y XV. Las iglesias sevillanas son de tres naves separadas con arcos apuntados, construidas en ladrillo, la torre, en el testero occidental también de ladrillo, se hace como una réplica de la Giralda, con abundante decoración de sebka.

Iglesia de Omnium Sanctorum.

Foco andaluz

Bóveda de San Andrés, Sevilla

Decoración de San Esteban, Sevilla

Iglesia de Santa Marina, Sevilla

Iglesia de Santiago, Vélez Blanco, Almería.

Destaca su artesonado de madera de la nave central, de par y nudillo, así como el prebiterio que fue realizado por el maestro de obras morisco Zunzunegui y una tribuna con celosías

Foco andaluz

En Granada el mudéjar se difunde en el siglo XV (debido a su tardía conquista), conjugándose en sus parroquias las técnicas de albañilería y carpintería nazarí con algunos elementos del gótico final, como los arcos diafragma, los cuales soportan la techumbre de madera a dos aguas. Los paramentos se hacen con cajones de mampostería y ladrillo, unidos con cal

Foco andaluz

Al grupo andaluz se puede incluir por características estructurales (aunque con ciertas influencias toledanas), el magnífico Claustro del Monasterio de Guadalupe (Cáceres), con arcos de herradura en la parte inferior, y tumidos en las arquerías superiores. En el centro del claustro destaca el original templete central, con estructura gótica, rematado con tres bolas metálicas (como en los alminares de las mezquitas), destacando los arcos apuntados de la parte inferior.

Fuentes:

http://aprendersociales.blogspot.com.es/2007/01/la-arquitectura-mudjar.html http://artetorreherberos.blogspot.com.es/2011/01/el-arte-mudejar-popular.html http://diccarte.blogspot.com.es/2013/03/arco-de-triunfo-artesonado.html http://es.slideshare.net/katiagelati/arte-mudjar-38151538?from_action=save http://es.slideshare.net/tomperez/arte-mudjar http://es.slideshare.net/virconil/arte-mudjar-11530024 http://historiadelartevirgendelujan.blogspot.com.es/2013_02_01_archive.html http://www.elergonomista.com/historia/habe10.htmlhttp://www.lapresentacion.com/linares/T9geo.htm