La Paz

La Paz se entiende como una situación de conformidad con los semejantes, es sinónimo de plenitud y bienestar, se relaciona con todo lo que hace que la vida valga la pena vivirla. Es entonces un fruto de la justicia y del ejercicio de la verdadera libertad.

Se puede decir que la paz empieza desde la casa en el seno del hogar, incluso a lo interno de cada ser porque quien no alcanza el nivel de paz interior no puede irradiarla ante los demás. Su expansión en la comunidad, en los espacios laborales y en todos los ámbitos de la vida humana irá generando la paz mundial y planetaria que si es posible siempre y cuando se cultive la tolerancia, se practique el respeto y se preserve tanto la libertad como la justicia.

Una persona pacifica es la que se siente responsable y protagonista de un presente y un futuro mejor, entiende que la paz no es solo ausencia de guerra sino que es una acción constante en la vida diaria. No es quien no hace nada para cambiar su entorno, por el contrario se inquieta y busca promover por todos los medios los beneficios de la justicia y la verdad.

En otro orden de ideas si nos remontamos a la vida de Jesús y a los relatos tal cual aparecen escritos se puede observar que tuvo una vida tan noble, en un entorno tranquilo, quizás represente un ambiente de paz al andar por el mundo con su vida laboriosa y común trabajo artesanal de carpintería. Cabe destacar que muchos estudiosos de su vida solo señalan los tres años de vida pública en eventos, discursos, predicación.

No obstante en su vida habitual fue capaz de trabajar, organizar su equipo y fue observador de tanta barbarie e hipocresía de maestros que enseñaban paz, amor, religión totalmente alejados de la autenticidad y verdadera fe. Mientras él predicó con sencillez, verdad y justicia en la experiencia, con lo cual nos enseñó que con solo vivir se predique siendo auténticos instrumentos de paz.

Así pues nosotros en esta realidad social tan agitada signada por la tecnología, la ciencia, innovación, poderes, el ego, la burocracia… si en realidad soñamos con señalar nuestra huella histórica y marcar nuestro paso por la vida debemos partir de grandes hechos, del éxito, del gran sentimiento por las acciones que realizamos, para convertir nuestra vida en patrimonio debemos sentir esa pasión por la existencia, seguir un ideal apasionante, un camino recto y ante tantas adversidades elegir siempre el camino de la paz.

Y así sin ser experta en el tema de la Biblia y de la paz. Solamente como curiosidad algunos extractos de líneas donde la paz se muestra como acción y camino en palabras de la Biblia:

“felices los que trabajan por la paz porque serán reconocidos como hijos de DIOS”, “vete en Paz y no vuelvas a pecar”, “Mi paz les dejo, mi paz les doy” “La Paz en Pentecostés” Cuando saluden digan “la paz esté con ustedes”,

“soportándonos unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu por el vínculo de la paz”, La comunión con Dios es manantial de serenidad, de alegría, de tranquilidad, es como entrar en un oasis de luz y de amor"

Todas esas líneas señalan la importancia del sano equilibrio y armonía con la naturaleza, con los semejantes, aceptando las diferencias, practicando el respeto para poder guiarnos hasta la paz mundial.

Nuestros países están subscritos a convenios y documentos de paz, vale la pena citar la Resolución de la ONU Número 53/243 elaborada el 6 de octubre de 1999 donde se reconoce que "la paz no es

solo la ausencia de conflictos" además se hace un llamado a todos los (individuos, grupos, asociaciones, comunidades educativas, empresas e instituciones) a llevar a su actividad cotidiana un compromiso consistente basado en el respeto por todas las vidas, el rechazo a la violencia, la generosidad, el entendimiento, la preservación ambiental y la solidaridad.” Ver en línea: http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_de_la_paz

Culmino la idea con un pensamiento de un gran activista de la Paz y la No violencia:

“No hay camino para la paz. La paz es el camino” Mahatma Ghandi

Sanare, septiembre de 2014