¿Cómo le explicaría García Martín a un lector que no se ha acercado antes a sus diarios con qué y con quién se va a encontrar en Línea roja?

Difícil me lo pones. ¿Cómo le explicarías a quien no conoce esa fruta a qué sabe una naranja? Yo creo que acabamos primero haciéndosela probar. Con mis diarios pasa lo mismo. Las simpatías y las anti-patías suelen establecer-se a primera vista. Que lea unas páginas y si le desagradan no pasa nada. Que pruebe otra cosa. Mis naranjas no son nada dulzonas.

Y a los que sí han leído al-guno de tus doce diarios1 anteriores ¿qué noveda-des les ofreces en este?

Creo que está más paten-te el miedo a envejecer. La línea roja del títu-lo son los sesenta años. Pero no todo son noveda-des, por fortuna. Como el río Duero del romance de Gerardo Diego, yo canto siempre el mismo verso peor con distinta agua.

¿Qué hay de íntimo en tu diario y qué de literatura?

En mi diario todo es intimidad y todo es literatura. Todo es verdad, hasta las mentiras.

¿Por qué eres tan fiel al diario después de tantos años? ¿Porque te ayuda a sobrellevar tu paradójica combinación de amante de la rutina con la de via-jero trepidante? ¿Porque siempre te gusta tener la última palabra?

Trepidante soy poco, rutinario menos de lo que me gustaría. Sigo fiel al diario porque sigue teniendo fieles lectores. Yo jamás escribiría sólo para mí mis-mo. Sería tiempo perdido. No tengo la costumbre de leerme.

Las entradas de tu diario pueden leerse cada se-mana en el periódico y enseguida se publican en

libro. Esa inmediatez te hace sospechoso de pertenecer a la «Po-licía Montada de los Diarios», como Tra-piello llama a los que critican los suyos por revisar, o incluso rees-cribir tiempo después lo originalmente escri-to (como hizo también Pla).

Mis diarios se publi-can a poco de escritos. Pero aunque se publi-caran cincuenta años después (y eso depen-de del interés de los lectores: a ningún edi-

tor le apetece perder dinero), yo no los reescribiría. La gracia que tienen para mí es reflejar el instante. Las memorias son otra cosa. En ellas se reelabora el pasado desde el presente, como en los diarios de X, tan admirables por otra parte.

¿De qué tipo de cosas nunca escribirías en tu dia-rio?

Pues de cosas falsas o aburridas, al menos delibera-damente•

ENTREVISTAS CON IMPRONTA [1] 20 de octubre de 2013

JOSÉ LUIS GARCÍA MARTÍNAUTOR DE LÍNEA ROJA

1 Días de 1989 (1989), Colección de días (1993), Dicho y hecho (1995), Todo al día (1997), Mentiras verdaderas (1999), Fuego amigo (2000), Dominio público (2003), Leña al fuego (2004), A decir verdad (2006), La vida misma (2007), Hotel Universo (2009), Para entregar en mano (2011).