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Heraldo de Soria l Domingo, 11 de mayo de 2014 l 29 ECONOMÍA España vislumbra la salida de la crisis sin cambios en su actual modelo productivo Competencia investiga los anuncios y cartas de las eléctricas Ninguna reforma de los últimos Gobiernos potencia la industria o la I+D como principales motores de la economía El peso del turismo sigue siendo fundamental en la economía española. En la foto, Alicante. MANUEL LORENZO/EFE MADRID. Nadie duda de que el principal pecado de la economía española ha sido depender exce- sivamente de la construcción y del turismo de sol y playa. Un pro- blema no abordado por los suce- sivos Gobiernos, a pesar de sus promesas sempiternas de un cam- bio en el modelo productivo del país para ganar competitividad en un mundo cada vez más globali- zado. Con la crisis, las declaracio- nes en dicho sentido se multipli- caron, al tiempo que se aprobaron leyes y reformas enfocadas, en teoría, a paliar ese defecto. Pero ¿se ha avanzado algo? Desde 2008, los distintos presidentes y minis- tros han lanzado mensajes gran- dilocuentes sobre la nueva estruc- tura productiva basada en la inno- vación, el desarrollo y el empren- dimiento. Sin embargo, los datos ponen esa versión en duda. En 2007, en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria, la construc- ción representaba el 21,9% del PIB. En 2013 solo aportaba el 10,5%. Según los expertos, el des- plome de uno de los pilares de la economía del país hace más ur- gente un cambio del modelo. «Necesitamos más peso de la in- dustria en la estructura producti- va», afirma Eugenio Recio, profe- sor emérito de Esade. Sin embar- go, la aportación de este sector en la economía española lleva des- cendiendo paulatinamente las úl- timas décadas. Si en los años 80 representaba un 30% del PIB, en 2012 apenas suponía un 15,9%, se- gún datos del INE. Pero si se des- cuenta la energía –como hace Eu- rostat– la cifra se desploma hasta el 13,3% del PIB, cuando la media de la UE está en el 18%. Así, el ob- jetivo marcado por Bruselas del 20% es una quimera. Y no solo eso. Durante la crisis, entre 2008 y 2012, el sector industrial en Es- paña se ha reducido un 30% al perder más de un millón de traba- jadores en ese periodo, siendo el tercer país de la UE con un des- censo mayor de la actividad solo por detrás de Grecia y Chipre. Una reducción que contrasta con el peso de la industria en paí- ses como Alemania, donde un ter- cio del PIB proviene de ese sector. Algo impensable en España hoy, pero que era real hace tres déca- das. Ningún Gobierno, ni antes ni durante la crisis, ha dado pasos concretos hacia una reindustriali- zación del país. La vicepresiden- ta Soraya Sáenz de Santamaría anunció esta semana la aproba- ción en mayo de un plan de reac- tivación económica y de apoyo a la industria, el mismo día que los grandes empresarios reclamaban a Rajoy más apoyo a la reindus- trialización de España. A falta de conocer el contenido del plan, los precedentes no son halagüeños. Uno de los intentos con mayor eco para cambiar el modelo pro- ductivo español se produjo en 2011 con la Ley de Economía Sos- tenible. Fue entonces cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero volvió a recurrir al cam- bio de modelo como mejor vacu- na para futuras crisis. El propio presidente socialista calificó su iniciativa como una «profunda re- forma transversal de múltiples as- pectos que rigen la actividad eco- nómica y que supone un nuevo paso en la modernización de la economía española». Entre sus objetivos destacaban la simplifi- cación administrativa, la forma- ción de los trabajadores y el im- pulso a la actividad investigadora, entre otras cosas. Sin inversión en I+D+i Otro de los pilares del tantas ve- ces pronosticado cambio de mo- delo es el del impulso a la investi- gación, el desarrollo y la innova- ción. Sin embargo, a pesar de re- petir esta idea como un mantra, en la práctica la política seguida desde la crisis por todos los go- biernos ha sido la de reducir la fi- nanciación. Así, España destinó en 2013 el 1,3% de su PIB a I+D+i. Una cantidad inferior a la de paí- ses como Irlanda (1,72%) o Portu- gal (1,5%), al mismo nivel de Hun- gría y, por supuesto, a años luz de la dotación de Finlandia (3,55%), Suecia (3,41%) Alemania (2,92%) o Francia (2,26%). Y lejos de la media comunitaria del 2%. «Para lograr un cambio en el modelo productivo es imprescin- dible la inversión en I+D+i», ase- gura Alain Cuenca, director de Economía Pública de Funcas. En su opinión, para poder competir con otras economías es necesario invertir en «capital humano y en valor añadido» de la mano de la innovación. Sin embargo, la reali- dad es la contraria. Según un es- tudio de la EAE Business School recientemente publicado, la in- versión pública y privada en I+D+i en España cayó un 7% desde 2008. Pero esta disminución no se produce solo en el ámbito públi- co. En 2012 –últimos datos dispo- nibles– descendió un 4,1% la in- versión en innovación por la em- presa privada, según el INE. Ante este panorama, los científicos han alertado del gran riesgo que supo- ne para la competitividad del país la caída de la dotación en I+D. D. VALERA La CNMC considera que esos mensajes pueden inducir a confu- sión a los consumidores MADRID. La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) investiga los anuncios y comunicaciones de las compañías eléctricas a los consumidores so- bre los nuevos precios de la luz por entender que pueden inducir a confusión y a la adopción de de- cisiones en base a información «equívoca». Competencia explicó ayer en un comunicado que las comuni- caciones de las principales co- mercializadoras en relación a las opciones de suministro del con- sumidor doméstico pueden ser contrarias al artículo 3 de la Ley de Defensa de la Competencia (falseamiento de la libre compe- tencia por actos desleales). En particular, «dichas comunicacio- nes o anuncios podrían ser equí- vocos, con el fin de inducir a los consumidores a adoptar decisio- nes poco meditadas», señala. En los últimos días comerciali- zadoras como Endesa o Gas Natu- ral y otros distribuidores han en- viado cartas a sus clientes o pu- blicado anuncios donde «quieren informar sobre las nuevas moda- lidades del precio de la electrici- dad». Una información que la CNMC entiende que puede indu- cir al cliente a irse al mercado li- bre y no seguir encuadrado en el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Desde Competencia se advierte de que el consumidor debe elegir a qué tarifa apuntarse teniendo toda la información. Uno de los datos que no se incluye en la comunica- ción de las eléctricas es que el pre- cio del kilovatio solo fija un 35% de la factura de la luz –el resto son costes fijos, peajes ya definidos e impuestos–. Por tanto, la incerti- dumbre contra la que advierten al cliente si este se mantiene en el precio voluntario queda circuns- crita a ese porcentaje del 35%, una volatilidad que, además, queda di- luída porque los picos y valles del precio se aplanan al compensarse a lo largo de los dos meses del pe- riodo de facturación. A. ESTRADA LOS MERCADOS EL SANEAMIENTO DE LA BANCA, CLAVE Después de seis años de re- cortes, ajustes y reformas, la percepción de España en los mercados es distinta. Los tiempos de la prima de riesgo disparada hasta el nivel de los 600 puntos parecen lejanos. Las últimas subastas del Teso- ro son un buen termómetro para mostrar cómo la presión sobre la deuda española se ha relajado considerablemente. Los datos moderados de crecimiento del PIB –un 0,4% en el primer trimestre del año–, el aumento de las expor- taciones o la reducción del dé- ficit público son otros ejem- plos que demuestran este cambio de tendencia. Pero, ¿qué reformas han permitido respirar a la economía españo- la? La mayoría de los expertos coinciden en señalar los cam- bios en el sistema financiero y en la legislación laboral como claves para esa tenue recupe- ración. «Estas dos leyes han influido y contribuido a cam- biar el ambiente exterior, a ba- jar la prima de riesgo y a la posibilidad de que las entida- des financieras concedan cré- ditos», asegura Eugenio Recio, de Esade. D. V.

Espana vislumbra la salida de la crisis sin cambios en el modelo productivo. Estudio SRC La Inversión en I+D+i, Heraldo de Soria

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Heraldo de Soria l Domingo, 11 de mayo de 2014 l 29

ECONOMÍAEspaña vislumbra la salida de la crisis sin cambios en su actual modelo productivo

Competencia investiga los anuncios y cartas de las eléctricas

Ninguna reforma de los últimos Gobiernos potencia la industria o la I+D como principales motores de la economía

El peso del turismo sigue siendo fundamental en la economía española. En la foto, Alicante. MANUEL LORENZO/EFE

MADRID. Nadie duda de que el principal pecado de la economía española ha sido depender exce-sivamente de la construcción y del turismo de sol y playa. Un pro-blema no abordado por los suce-sivos Gobiernos, a pesar de sus promesas sempiternas de un cam-bio en el modelo productivo del país para ganar competitividad en un mundo cada vez más globali-zado. Con la crisis, las declaracio-nes en dicho sentido se multipli-caron, al tiempo que se aprobaron leyes y reformas enfocadas, en teoría, a paliar ese defecto. Pero ¿se ha avanzado algo? Desde 2008, los distintos presidentes y minis-tros han lanzado mensajes gran-dilocuentes sobre la nueva estruc-tura productiva basada en la inno-vación, el desarrollo y el empren-dimiento. Sin embargo, los datos ponen esa versión en duda.

En 2007, en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria, la construc-ción representaba el 21,9% del PIB. En 2013 solo aportaba el 10,5%. Según los expertos, el des-plome de uno de los pilares de la economía del país hace más ur-gente un cambio del modelo. «Necesitamos más peso de la in-dustria en la estructura producti-va», afirma Eugenio Recio, profe-sor emérito de Esade. Sin embar-go, la aportación de este sector en la economía española lleva des-cendiendo paulatinamente las úl-timas décadas. Si en los años 80 representaba un 30% del PIB, en 2012 apenas suponía un 15,9%, se-gún datos del INE. Pero si se des-cuenta la energía –como hace Eu-rostat– la cifra se desploma hasta el 13,3% del PIB, cuando la media de la UE está en el 18%. Así, el ob-jetivo marcado por Bruselas del 20% es una quimera. Y no solo eso. Durante la crisis, entre 2008 y 2012, el sector industrial en Es-paña se ha reducido un 30% al perder más de un millón de traba-jadores en ese periodo, siendo el tercer país de la UE con un des-censo mayor de la actividad solo por detrás de Grecia y Chipre.

Una reducción que contrasta con el peso de la industria en paí-

ses como Alemania, donde un ter-cio del PIB proviene de ese sector. Algo impensable en España hoy, pero que era real hace tres déca-das. Ningún Gobierno, ni antes ni durante la crisis, ha dado pasos concretos hacia una reindustriali-zación del país. La vicepresiden-ta Soraya Sáenz de Santamaría

anunció esta semana la aproba-ción en mayo de un plan de reac-tivación económica y de apoyo a la industria, el mismo día que los grandes empresarios reclamaban a Rajoy más apoyo a la reindus-trialización de España. A falta de conocer el contenido del plan, los precedentes no son halagüeños.

Uno de los intentos con mayor eco para cambiar el modelo pro-ductivo español se produjo en 2011 con la Ley de Economía Sos-tenible. Fue entonces cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero volvió a recurrir al cam-bio de modelo como mejor vacu-na para futuras crisis. El propio

presidente socialista calificó su iniciativa como una «profunda re-forma transversal de múltiples as-pectos que rigen la actividad eco-nómica y que supone un nuevo paso en la modernización de la economía española». Entre sus objetivos destacaban la simplifi-cación administrativa, la forma-ción de los trabajadores y el im-pulso a la actividad investigadora, entre otras cosas.

Sin inversión en I+D+i Otro de los pilares del tantas ve-ces pronosticado cambio de mo-delo es el del impulso a la investi-gación, el desarrollo y la innova-ción. Sin embargo, a pesar de re-petir esta idea como un mantra, en la práctica la política seguida desde la crisis por todos los go-biernos ha sido la de reducir la fi-nanciación. Así, España destinó en 2013 el 1,3% de su PIB a I+D+i. Una cantidad inferior a la de paí-ses como Irlanda (1,72%) o Portu-gal (1,5%), al mismo nivel de Hun-gría y, por supuesto, a años luz de la dotación de Finlandia (3,55%), Suecia (3,41%) Alemania (2,92%) o Francia (2,26%). Y lejos de la media comunitaria del 2%.

«Para lograr un cambio en el modelo productivo es imprescin-dible la inversión en I+D+i», ase-gura Alain Cuenca, director de Economía Pública de Funcas. En su opinión, para poder competir con otras economías es necesario invertir en «capital humano y en valor añadido» de la mano de la innovación. Sin embargo, la reali-dad es la contraria. Según un es-tudio de la EAE Business School recientemente publicado, la in-versión pública y privada en I+D+i en España cayó un 7% desde 2008.

Pero esta disminución no se produce solo en el ámbito públi-co. En 2012 –últimos datos dispo-nibles– descendió un 4,1% la in-versión en innovación por la em-presa privada, según el INE. Ante este panorama, los científicos han alertado del gran riesgo que supo-ne para la competitividad del país la caída de la dotación en I+D.

D. VALERA

La CNMC considera que esos mensajes pueden inducir a confu-sión a los consumidores

MADRID. La Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) investiga los anuncios y comunicaciones de las compañías eléctricas a los consumidores so-bre los nuevos precios de la luz

por entender que pueden inducir a confusión y a la adopción de de-cisiones en base a información «equívoca».

Competencia explicó ayer en un comunicado que las comuni-caciones de las principales co-mercializadoras en relación a las opciones de suministro del con-sumidor doméstico pueden ser contrarias al artículo 3 de la Ley de Defensa de la Competencia (falseamiento de la libre compe-

tencia por actos desleales). En particular, «dichas comunicacio-nes o anuncios podrían ser equí-vocos, con el fin de inducir a los consumidores a adoptar decisio-nes poco meditadas», señala.

En los últimos días comerciali-zadoras como Endesa o Gas Natu-ral y otros distribuidores han en-viado cartas a sus clientes o pu-blicado anuncios donde «quieren informar sobre las nuevas moda-lidades del precio de la electrici-

dad». Una información que la CNMC entiende que puede indu-cir al cliente a irse al mercado li-bre y no seguir encuadrado en el Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC). Desde Competencia se advierte de que el consumidor debe elegir a qué tarifa apuntarse teniendo toda la información. Uno de los datos que no se incluye en la comunica-ción de las eléctricas es que el pre-cio del kilovatio solo fija un 35%

de la factura de la luz –el resto son costes fijos, peajes ya definidos e impuestos–. Por tanto, la incerti-dumbre contra la que advierten al cliente si este se mantiene en el precio voluntario queda circuns-crita a ese porcentaje del 35%, una volatilidad que, además, queda di-luída porque los picos y valles del precio se aplanan al compensarse a lo largo de los dos meses del pe-riodo de facturación.

A. ESTRADA

LOS MERCADOS

EL SANEAMIENTO DE LA BANCA, CLAVEDespués de seis años de re-cortes, ajustes y reformas, la percepción de España en los mercados es distinta. Los tiempos de la prima de riesgo disparada hasta el nivel de los 600 puntos parecen lejanos. Las últimas subastas del Teso-ro son un buen termómetro para mostrar cómo la presión sobre la deuda española se ha relajado considerablemente.

Los datos moderados de crecimiento del PIB –un 0,4% en el primer trimestre del año–, el aumento de las expor-taciones o la reducción del dé-ficit público son otros ejem-plos que demuestran este cambio de tendencia. Pero, ¿qué reformas han permitido respirar a la economía españo-la?

La mayoría de los expertos

coinciden en señalar los cam-bios en el sistema financiero y en la legislación laboral como claves para esa tenue recupe-ración. «Estas dos leyes han influido y contribuido a cam-biar el ambiente exterior, a ba-jar la prima de riesgo y a la posibilidad de que las entida-des financieras concedan cré-ditos», asegura Eugenio Recio, de Esade. D. V.