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Historia Economica Argentina
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HISTORIA ECONÓMICA ARGENTINA
Nos alegra darte la
bienvenida al Seminario “Historia
Económica Argentina”. Hemos
elaborado esta propuesta para trabajar
conjuntamente en la adquisición de
nuevas herramientas para la reflexión
y la participación política. Esperamos,
te resulte de utilidad. Creemos que es
útil y necesario conocer distintos
aspectos de la historia que hacen a la
comprensión crítica del presente y una
actuación situada.
El Modelo Agroexportador
La historia económica argentina
del siglo XX comienza sustentada sobre
los pilares de la teoría del comercio
internacional, debido principalmente a
dos razones:
sus condiciones naturales y
las características de su elite
gobernante.
Hacia fines del siglo XIX Argentina
se reconoce en el mercado mundial
como uno de los principales
productores de materias primas y
alimentos (carnes y trigo), que son
exportados a una Europa que avanza en
su proceso de industrialización.
Este modelo económico,
basado en la producción de bienes
derivados del agro con destino a los
mercados mundiales, se reconoce como
el modelo agroexportador.
En otras palabras, países
productores de materias primas y
alimentos como Argentina, Australia y
EEUU se complementan
comercialmente con los países europeos
que elaboran productos
manufacturados y que además generan
capitales excedentes (los que
2
comienzan a dirigirse hacia los países
agroexportadores en busca de una
mayor rentabilidad). Así, estos últimos
intercambian materias primas y
alimentos por productos elaborados,
mientras que los países industrializados
de Europa hacen lo inverso, vendiendo
manufacturas y demandando materias
primas y alimentos.
En Argentina, el modelo
agroexportador se implementó
apoyándose sobre diversos factores:
La incorporación, hacia finales
del siglo XIX (vía campañas
militares de desalojo de
comunidades indígenas en la
Patagonia), de millones de
hectáreas a la producción,
además del alambrado de
campos;
La llegada, en ese mismo tiempo,
de la primer corriente de
millones de inmigrantes desde
Europa, como consecuencia de la
mala situación económica, el
desempleo, el hambre y la
búsqueda de un mejor porvenir.
Entre 1881 y 1914 migraron al
país 4.200.000 personas,
principalmente desde Italia y España.
Te proporcionamos un
documento en el que podrás
interiorizarse acerca de la inmigración
argentina
LA GRAN INMIGRACIÓN
El desarrollo del sistema
ferroviario, que vincula los
centros de producción de
carnes, granos y materias
primas y los centros de
consumo con los puertos
desde donde se exportan e
3
importan productos
manufacturados, alimentos y
materias primas y al mismo
tiempo sirve como
transporte de mano de obra.
El desarrollo del sistema
ferroviario es posible debido al aporte
de capitales británicos y durante el
período comprendido entre 1890 y 1914
la red ferroviaria se extiende, pasando
desde 9.400 a 34.000 kilómetros de
vías férreas;
Con relación a la
exportación de carne, cabe
destacar que a fines del siglo
XIX el ganado se exportaba
en pie (vivo), para luego
comenzar a desarrollarse la
producción de carne salada y
seca en establecimientos
fabriles, de escasa inversión
y poco tecnológicos, que
logra colocar importantes
cantidades de carne en
mercados externos y
generan una significativa
cantidad de empleos. Ya a
principios del siglo XX las
exportaciones de carne
serán congeladas y
posteriormente
refrigeradas.
La existencia desde el
Estado de medidas
conducentes a la protección
de la producción local de
caña de azúcar en Tucumán,
Salta y Jujuy, o la
producción de vino en
Mendoza y San Juan, a
partir de tarifas aduaneras a
la importación de estos
productos.
Te sugerimos visualizar un
documento en el que se anuncia la
4
Nacionalización de los Ferrocarriles
Argentinos, ya unos años más adelante
Nacionalización de los Ferrocarriles
El modelo agroexportador
genera ingentes beneficios para los
terratenientes y mantiene a la
población en general inmersa en la
pobreza y sin posibilidad de acceso a la
propiedad de la tierra.
Los trabajadores, en particular,
perciben bajos salarios por extensas
jornadas laborales, en condiciones
precarias de actividad y sin la
protección de leyes laborales,
inexistentes aún en el país.
En 1914 se desencadena la 1º
Guerra Mundial, provocando un fuerte
cimbronazo en la economía argentina,
cuya actividad dependía en gran medida
de las exportaciones y se genera una
drástica disminución de éstas. Al
tiempo, también se reducen las
importaciones de productos
terminados.
Este resultado provoca un
importante crecimiento del desempleo
(hacia 1917 alcanza al 20% de la
población económicamente activa), una
caída en los salarios y un fuerte
desabastecimiento de productos
manufacturados en el mercado interno,
derivando en un fuerte incremento de
precios y, en consecuencia, en una gran
pérdida del poder adquisitivo de la
población.
La recuperación económica
deviene con la finalización de la
guerra, cuando se produce, tanto un
crecimiento en los volúmenes
exportados como en los precios de la
producción involucrada. Como
consecuencia de esta situación, se
reactiva la demanda de mano de obra
en las zonas rurales. No obstante, las
condiciones laborales y los salarios no
mejoran y se produce una gran cantidad
de conflictos (huelgas) que fortalecen
5
la organización sindical de sus
trabajadores1.
Hipólito Yrigoyen, durante su
primera presidencia, será el primer
mandatario que intercederá a favor de
los trabajadores, si bien será sólo en lo
que refiere a cuestiones menores, ya
que en los reclamos de mayor amplitud
y profundidad se advierte como
metodología, la represión del pueblo
trabajador.
El punto máximo de conflicto del
movimiento obrero de la época se
producirá en la Semana Trágica2,
1 En ese entonces, el presidente de la Nación
era Hipólito Yrigoyen de la UCR, vencedor en
las elecciones presidenciales de 1916 que se
realizaron conforme a la Ley Sáenz Peña de
1912 que promovía el voto masculino,
obligatorio, secreto y universal (quedando
aún excluidas las mujeres, a las que recién
en 1947 con la sanción de la Ley de Sufragio
Femenino se les permitiría votar).
2La Semana Trágica transcurre desde el 7 al
14 de enero de 1919.
cuando en los talleres metalúrgicos
Vasena, los trabajadores inician una
huelga por jornada laboral de 8 horas,
aumento de salarios, pago de horas
extras y reincorporación de los
trabajadores despedidos en virtud a su
actividad gremial, conflicto que
devendrá en la muerte de 4
trabajadores y una treintena de
heridos. Durante los días siguientes la
represión policial continuó hasta que
finalmente, tras un acuerdo de
Yrigoyen y la empresa Vasena, los
trabajadores consiguieron ser
escuchados en muchas de sus
demandas.
Durante la Semana Trágica se
produjeron entre 800 y 1500 muertos
(según la fuente de información que se
utilice) y constituye una de las
represiones más sangrientas de la
historia. Durante ese año, se registran
cerca de 50 huelgas, que afectan a
diversos sectores de actividad
(portuarios, metalúrgicos, aserraderos,
trabajadores rurales, etc.) y que están
6
diseminados por varios puntos del país
(Santa Fe, Chaco, Corrientes, Salta,
Tucumán, Córdoba y Buenos Aires). En
la mayor parte de los casos, los
conflictos se resuelven vía represión y
en algunos pocos casos se obtienen
respuestas favorables a las demandas
de los trabajadores.
Te proporcionamos un
documental en el que podrás
interiorizarte en los hechos de la
Semana Trágica
La SemanaTrágica
No obstante, con los primeros
legisladores del Partido Socialista que
accedieron al Congreso de la Nación y
con la presión popular del movimiento
obrero (en fase de creciente
organización) se consiguen mejoras
laborales para los trabajadores con
carácter de ley.
Concretamente, se convierten
determinados derechos de los
trabajadores en leyes y como
resultado se elaboran las primeras
leyes de descanso dominical, la
regulación del trabajo femenino e
infantil (licencia por maternidad) y la
ley de accidentes de trabajo. Al mismo
tiempo, como consecuencias de las
demandas sindicales se consigue en
algunas industrias una reducción de la
jornada laboral a 8 horas (pese a que
este derecho se convierte en Ley
Nacional en 1929).
En 1921, se produce una huelga
de los trabajadores rurales de las
estancias ovejeras de Santa Cruz,
quienes se organizan para exigir
mejores condiciones laborales,
recibiendo por parte de la policía una
feroz represión, que, en lugar de
debilitar la protesta la intensifica.
Yrigoyen envía al Teniente Coronel
Héctor Varela a intermediar en el
7
conflicto. Los obreros aceptan el
diálogo y se muestran conformes con
las mejoras en las condiciones laborales
acordadas. Sin embargo, los patrones
rompen el pacto y no otorgan las
mejoras negociadas y en agosto de 1921
vuelve a estallar el conflicto.
Yrigoyen considera que se trata
de una subversión armada y vuelve a
enviar al Teniente Coronel Varela al
mando del Ejército. Éste reprime,
encarcela y tortura y ejecuta a más de
2100 obreros (de los cuales 1500
resultan muertos). Quienes quedan en
libertad, reciben una quita del 50% del
sueldo que percibían antes del
conflicto.
Hacia 1922, los conflictos
laborales se reducen y el movimiento
obrero implementa un cambio en la
estrategia para efectuar sus reclamos,
abandonando la confrontación para
intentar la construcción de canales
de negociación bajo el amparo del
Estado.
Este mismo año resulta electo
como presidente de la Nación Marcelo
T. de Alvear. Durante su presidencia se
observa una morigeración de los
conflictos laborales. Se impulsa una ley
sobre la jubilación para maestros
primarios y se crea la empresa
petrolera del Estado, Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (YPF). Se nombra
como director al General Enrique
Mosconi, militar e ingeniero y en 1925
se construye la Refinería La Plata, que
en ese entonces se convierte en una de
las más grandes en términos de
capacidad.
Durante la presidencia de
Alvear, y por recomendación de
Mosconi, se plantea la posibilidad de
nacionalizar el petróleo y monopolizar
su producción bajo control del Estado,
lo que se transforma en el eje de la
campaña presidencial de Yrigoyen para
8
las elecciones de 1928, de la que
resultará vencedor.
Al respecto Mosconi plantea
un control integral del Estado sobre el
petróleo para competir contra las
empresas privadas: “…no queda otro
camino que el monopolio del Estado
pero en forma integral, es decir, en
todas las actividades de esta industria:
la producción, la elaboración, el
transporte y el comercio [...] sin
monopolio del petróleo es difícil, diré
más, es imposible para un organismo del
Estado vencer en la lucha comercial a
las organizaciones del capital privado…”
La Década Infame
El jueves “negro” del 24 de
octubre de 1929 estalla en el mundo
entero ante la crisis financiera y
bursátil en la Bolsa de Nueva York,
que dará lugar a la crisis más larga, de
mayor profundidad y de mayor alcance
mundial del siglo XX.
El mecanismo por el cual se
origina la caída de Wall Street deviene
del excesivo apalancamiento que
auspician los comisionistas de bolsa, en
un contexto de creciente subas de
precios de las acciones y de demanda
ilimitada por parte del público.
El inversor utiliza las acciones
en garantía con comisionistas de bolsa,
los cuales otorgan con esas garantías
más crédito a los ahorristas para que
compren más acciones.
Este mecanismo llega a tomar
una gran amplitud y velocidad, pero
cuando el mercado de valores comienza
a caer, los comisionistas reclaman a los
inversores la reposición de las
garantías, cuestión que se torna
imposible para estos últimos,
produciéndose las ejecuciones y venta
masiva de acciones provenientes del
9
abusivo apalancamiento anterior, con la
caída sin límites del mercado de
valores.
Las empresas industriales y
comerciales que financian las compras
de máquinas, equipos y construcciones
con emisión de acciones, dejan de
hacerlo, provocando un verdadero
efecto dominó sobre toda la actividad
económica y el empleo. Esta situación
se produce primeramente en EEUU
para luego extenderse en mayor o
menor medida hacia el resto de las
economías del mundo.
El impacto de la crisis
en la economía argentina no es menor:
el país vive un momento de esplendor,
su PBI lo ubica como la sexta economía
más grande del mundo y con un alto
nivel de comercio exterior. La crisis
financiera internacional golpea
fuertemente sobre su actividad.
Como hemos visto, el mundo
soporta una caída drástica del comercio
internacional. Las exportaciones
argentinas caen un 36% mientras que
las importaciones lo hacen en un 24%.
Se genera una significativa caída en la
recaudación tributaria, proveniente en
su mayoría de los impuestos a las
exportaciones e importaciones (tasas
aduaneras).
El Estado decide, pese a los
menores ingresos, mantener sus niveles
de gastos para evitar perder apoyo
popular, y al mismo tiempo continúa
cumpliendo con el pago de la deuda
externa, pese a los comportamientos
generalizados del resto de naciones,
que ante la gravedad de la situación
interrumpen los servicios de sus
deudas. Se genera entonces una caída
de las reservas en oro (único medio
para saldar deudas con el extranjero)
que deriva en una devaluación y
desencadena el problema de la
inflación.
10
Te proporcionamos un
documental en el que podrás
interiorizarte acerca de la Década
Infame
Década Infame
La crisis castiga fuertemente a
la economía real: los productores
rurales (arrendatarios, pequeños y/o
medianos propietarios) quiebran y las
industrias registran faltantes de
insumos provenientes de importaciones,
vitales para la producción, generando
menores niveles de actividad y el
despido masivo de trabajadores.
Concretamente, la desocupación
alcanza al 28% de la población urbana y
al 44% de la población rural. Se inicia
entonces un proceso migratorio interno
desde el campo a la ciudad, lo que
originó el surgimiento de las “villas”.
También se registra un fuerte aumento
de la pobreza, las enfermedades y la
delincuencia.
Sobre este escenario se
genera un círculo vicioso, donde los
trabajadores pierden capacidad de
consumir ya sea porque pierden sus
empleos o porque el aumento de los
precios (inflación) erosiona el poder
adquisitivo del salario, mientras que las
industrias y los arrendatarios rurales
pierden su capacidad de vender y se
ven imposibilitados de pagar las deudas
bancarias, provocando entonces una
crisis bancaria y, en muchos casos la
quiebra de las empresas
En este contexto, el 6 de
septiembre de 1930 se produce el
primer golpe de Estado liderado por
José Félix Uriburu, que derroca al
presidente Hipólito Yrigoyen poniendo
fin a un período de 14 años de gobierno
de la UCR.
Uriburu inicia en 1930 la Década
Infame, caracterizada por elecciones
fraudulentas, que se suceden unas a
11
otras: en las primeras (noviembre de
1931) se prohíbe al radicalismo,
resultando ganadora la fórmula
integrada por Agustín P. Justo y Julio
Argentino Roca (hijo), manteniéndose
en el poder desde 1932 hasta 1938.
Posteriormente, también en elecciones
fraudulentas resulta electo Roberto M.
Ortiz (1938-1942).
Durante este período se
superponen económicamente, el llamado
modelo agroexportador con la ISI,
modelo de industrialización por
sustitución de importaciones. Este
último se extenderá en continuo, con
diferentes variaciones, hasta 1975.
Ambos modelos se desarrollan
entonces de forma independiente, sin
coordinación y presentando frentes de
conflicto entre sí.
Por un lado, el sector
agroexportador se desarrolla
orientado hacia el comercio
internacional, con muy bajo empleo de
tecnología y mano de obra (y en
condiciones precarias) y se cimienta
sobre las pautas de la economía liberal
clásica.
Por el otro lado, el sector
industrial se direcciona hacia el
mercado interno, con el objetivo de
sustituir las importaciones de
productos manufacturados que con la
crisis habían comenzado a escasear y
tiene lugar de acuerdo con los
preceptos de una economía con activa
participación del Estado. La demanda
de mano de obra asalariada es dinámica
y se desarrollan relaciones laborales
colectivas entre los trabajadores y los
empresarios.
Este proceso de
industrialización por sustitución de
importaciones tendrá su eje en
empresas estatales con fuerte
influencia militar o estratégica, tales
como Fabricaciones Militares, YPF,
Altos Hornos Zapla y una numerosa
cantidad de PYMES de capital nacional.
12
En 1933, se nombra como
ministro de economía a Raúl Prebisch,
quien ante la gravedad de la crisis
iniciada en 1929 implementa una
serie de medidas, entre las que se
destacan el control del tipo de cambio,
la regulación de las importaciones
(incentivando unas y desalentando
otras) y la fijación de la tasa de
interés bancario (mediante el control
de la cantidad de dinero circulante).
Además, se crean el Banco Central de
la República Argentina (en 1935) y las
juntas reguladores de carne, granos,
algodón, industria lechera y vino,
organismos públicos que intervienen en
los mercados de estos productos con
facultades para controlar la
producción, comercialización, fijar
precios y almacenar la producción,
limitarla y/o destruir stock, pese a que
originalmente su función era asegurar
un precio mínimo de compra a los
productores rurales.
Paradójicamente durante el año
1933 se firma el Pacto Roca-Runciman
entre Argentina y Gran Bretaña, en un
intento de conservar la plaza de Gran
Bretaña para los productos argentinos,
fundamentalmente la carne. Este pacto
surge ante las medidas proteccionistas
implementadas por Gran Bretaña y para
contrarrestar la creación del
Comonwealth, que era un área
preferencial de comercio internacional
entre éste país y Australia, Canadá y
Nueva Zelanda.
A través de este pacto, Gran
Bretaña se compromete a no imponer
ninguna restricción a las importaciones
de carne enfriada argentina que
implicará una cantidad inferior a la
importada en el trimestre del año
terminado el 30 de junio de 1932
siempre que su precio fuera menor al
de los demás productores mundiales.
Además, establece que sólo el 15% de
la carne importada por Gran Bretaña
puede provenir de frigoríficos de
capitales de propiedad argentina, lo que
beneficia a los frigoríficos de
13
propiedad británica que monopolizan el
mercado.
Argentina, en tanto, se
compromete a destinar la totalidad de
las libras esterlinas obtenidas por la
venta de productos argentinos a envíos
corrientes de Argentina al Reino Unido
o como deducción del pago de los
servicios de la deuda pública externa
argentina (lo que asegura que el
gobierno argentino continuará pagando
la deuda pública pese a que, como
consecuencia de la gravedad de la
crisis, había una cesación general en los
pagos de la deuda pública). De esta
forma, la totalidad de las divisas
provenientes del comercio bilateral se
deben gastar en Gran Bretaña y, aún
más, los beneficios de las empresas
británicas podrían remitirse libremente
a su país de origen.
Finalmente cabe destacar que se
le otorga el monopolio del transporte a
Gran Bretaña, se garantiza el
mantenimiento de las tarifas del
servicio ferroviario en manos
británicas, se exige que el transporte
sea en barcos británicos y se le
reconocen aranceles preferenciales a
los productos británicos
(fundamentalmente, carbón, productos
textiles y para los ferrocarriles).
Como es lógico, este tratado
es duramente cuestionado localmente,
ya que el mismo no resulta realmente
conveniente para Argentina, sino sólo
para los intereses de los grandes
ganaderos invernadores dedicados al
comercio de carne enfriada y para los
frigoríficos propiedad de capitales
extranjeros, quienes monopolizan el
mercado e imponen los precios a los
pequeños productores
La Economía Peronista
El 4 de junio de 1943 se produce un
nuevo golpe de estado que pone fin a
la “década Infame”. En primera
instancia asume el poder el General
14
Pedro Pablo Ramírez y luego el General
Edelmiro José Farrell.
El Coronel Juan Domingo Perón
asume en la Secretaría de Trabajo e
impulsa medidas de protección social
como el estatuto del peón rural en
defensa de los salarios y estabilidad de
los peones y demás condiciones de
trabajo y de remuneraciones como los
salarios mínimos, los descansos
obligatorios, alojamiento en buenas
condiciones de higiene, buena
alimentación, provisión de ropa de
trabajo, asistencia médico-
farmacéutica y vacaciones pagas, entre
otras cuestiones. Sumado a esto, apoyó
el rol de los sindicatos (convenios
colectivos de trabajo), obligó a la
rebaja del precio de los
arrendamientos y la suspensión de los
desalojos debido a que la tierra no
debía ser un bien de renta sino ser un
medio para generar trabajo y propició
la inclusión de más de 2.000.000 de
trabajadores al régimen jubilatorio.
Te proporcionamos un
material audiovisual en el que se aborda
la aprobación, por parte de la
Legislatura Nacional de un nuevo
Estatuto del peón Rural en 2012
Nuevo Estatuto del Peón Rural
Estas medidas le dieron a Perón
un impulso político importante y asume
al mismo tiempo como Vicepresidente
de la Nación y Ministro de Guerra
(conservando al mismo tiempo el cargo
de Secretario de Trabajo).
En 1945, como consecuencia del
crecimiento de su imagen política, sus
detractores le pidieron la renuncia de
Perón a Farrel quien el 9 de octubre de
1945, le solicita, el abandono de todos
sus cargos y lo encarcela en la Isla
Martín García.
Los trabajadores se movilizaron
para exigir la vuelta a la política de
Perón, y el 17 de octubre de 1945 una
multitud se aglutinó en la plaza de mayo
para pedir por Perón y a Farrell no le
15
quedó más opción que dar marcha atrás
y volver a darle la responsabilidad en
todos sus cargos.
En 1946 Perón triunfa en las
elecciones presidenciales. En ese
entonces, la economía argentina poseía
una gran cantidad de reservas en el
BCRA ya que durante los años de la
Segunda Guerra Mundial, las
exportaciones se había incrementado
significativamente y las importaciones
se habían reducido por el desarrollo de
la política de industrialización por
sustitución de importaciones.
Durante el Gobierno de Perón
la política económica se desarrolla en
base a planes quinquenales, bajo los
tres postulados básicos del peronismo:
Soberanía Política
Independencia Económica
Justicia Social
El primer plan quinquenal (1947-
1951) persiguió el pleno empleo, el
aumento del salario real, la defensa del
poder adquisitivo del salario, el
crecimiento del mercado interno y una
distribución del ingreso más igualitaria.
De acuerdo a la propaganda
oficial durante el primer plan
quinquenal peronista se centralizó el
régimen bancario con el fin de darle
impulso a la industria, permitiendo que
ésta creciera a través del
otorgamiento de créditos; hubo un
fuerte incremento del nivel de vida
como consecuencia del incremento de
los salarios reales y de las mejoras en
las condiciones de trabajo y de las
medidas de estímulo al consumo
familiar. Además, se nacionalizaron los
servicios ferroviarios, se modificó la
política migratoria lo que devino en una
nueva oleada inmigratoria. Finalmente,
se desarrolló una política de incesante
búsqueda de la justicia social y se
brindó apoyo a las empresas de
capitales nacionales frente a la
competencia de las filiales de las
empresas multinacionales para evitar el
16
envío de utilidades a sus países y se
creó un sistema nacional de ciencia y
tecnología vinculado a los procesos
productivos.
Concretamente, los resultados
del plan quinquenal (1947-1951)
fueron los siguientes:
Se construyeron 217.000
viviendas destinadas a familias
obreras;
se inauguraron 8000 escuelas
Se crearon 4300 centros de
salud.
Se incrementaron los salarios un
40 por ciento;
Creció el Producto Bruto
Interno un 8% anual; y
Se disparó el consumo interno
(impulsado por la compra de
cocinas, heladeras y radios)
En la ejecución del Plan
Quinquenal fue crucial el Instituto
Argentino de Promoción e
Intercambio (IAPI) que centralizaba
el comercio exterior.
Entre las funciones del IAPI,
vinculadas al comercio internacional, se
destacaban el financiamiento de
exportaciones a los países europeos y
la importación directa de bienes de
capital o insumos industriales para
luego venderlos a precio subsidiado en
el mercado interno. Sin embargo,
también ejecutaba políticas de
subsidios a ciertos productos de
consumo masivo y participó en el
financiamiento de la adquisición de los
ferrocarriles y al mismo tiempo,
permitió redistribuir las ganancias
extraordinarias que se generaban en el
campo para dirigirlas hacia la industria.
Pese al éxito del plan quinquenal,
en el año 1949 la economía
experimentó los primeros problemas
debido al incremento de la inflación y a
la drástica reducción de las reservas
internacionales producto de la merma
en el ingreso de divisas.
17
Dicha caída en la generación de
reservas se produjo, principalmente,
por la implementación del Plan Marshall
por parte de EEUU.
El Plan Marshall brindaba apoyo
económico a los países aliados de EEUU
mediante el envío de alimentos
(donaciones) lo que repercutió
inmediatamente sobre las
exportaciones argentinas y
consecuentemente sobre el ingreso de
divisas. Posteriormente, se produjeron
2 años de sequías que afectaron la
producción agropecuaria, las
exportaciones y al mercado interno que
sufrió desabastecimiento e incremento
de precios.
En 1953, se lanza el segundo
plan quinquenal que perseguía el
afianzamiento del desarrollo
industrial, fundamentalmente a través
del desarrollo de la industria pesada y
el autoabastecimiento de combustible,
pero queda trunco en 1955, cuando se
produce un golpe de estado que
derroca al Gobierno de Perón.
El Gobierno de Frondizi
El golpe de Estado de 1955 fue
realizado por la autodenominada
Revolución Libertadora con el General
Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio
Aramburu al mando.
Arturo Frondizi gana las
elecciones de 1958 y se erige en el
nuevo presidente de la República
Argentina. Durante su gobierno le
imprimió al país una impronta
desarrollista con la industria como pilar
básico. Frondizi impulsó el
desarrollismo industrial,
fundamentalmente, la industria pesada
y la instalación de empresas
multinacionales.
Se puede considerar que
durante su gestión, se implementó una
segunda etapa en el proceso de
industrialización por sustitución de
18
importaciones ya que las ramas más
estimuladas fueron la automotriz,
petrolera, gasífera, petroquímica,
química, la metalúrgica y las de
maquinarias eléctricas y no eléctricas.
Este desarrollo industrial se
basó en el ingreso de inversiones
extranjeras directas, que se
incrementaron significativamente
(según estimaciones el crecimiento fue
superior al 800%), al mismo tiempo que
se duplicó la inversión interna,
lográndose así un gran mejora en el
equipamiento industrial y un incremento
en la capacidad productiva.
Veamos lo que ocurrió con las
distintas ramas de la industria.
En materia automotriz, se
estableció un Régimen de Promoción de
la Industria Automotriz y como
consecuencia se radicaron en el país las
siguientes empresas automotrices,
Dinborg, Citroën, Alcre, De Carlo,
Decaroli, Deutz Argentina, Dinarg,
Isard Argentina, Peugeot, Renault y
Siam Di Tella Automotores, Auto
Union, Autoar, Bambi y Goliath Hansa,
mientras que Fiat y General Motors
incrementaron sus plantas productivas.
En materia siderúrgica, en
1960 se inauguró (su construcción había
empezado en 1952, bajo el gobierno
peronista) un alto horno para la
producción de acero que ofrecía
trabajo a 12.000 personas.
Con respecto al petróleo, el
país era importador neto. Se diseñó una
política petrolera orientada a lograr el
autoabastecimiento petrolero, para lo
cual se ejecutaron importantes
inversiones en exploración y
producción. Cómo resultado, por
primera vez en la historia nuestro país
dejó de ser importador neto de
petróleo en 1962.
En tanto que, en materia
gasífera se construyó el gasoducto
Campo Durán que permitió el desarrollo
de la industria petroquímica.
19
Frondizi fue destituido por un
gobierno de facto, encabezado por
José María Guido. Al fin del gobierno
de Frondizi, la economía exhibía un alto
nivel de actividad, fundamentalmente
impulsado por el dinamismo industrial,
existía una incipiente inestabilidad en
el tipo de cambio, la tasa de inflación
se encontraba en bajos niveles y la
balanza comercial era deficitaria al
tiempo que las reservas mermaban.
La Década de los `60
Durante este período se
desarrolló la segunda etapa en el
proceso de industrialización por
sustitución de importaciones y se
extendió desde de finales de los
cincuenta hasta la mitad de la década
de los setenta.
Este auspicioso estado del
sector industrial coexistirá con
grandes problemas de inestabilidad,
generados por un preocupante cuadro
de inflación estructural principalmente
generada por la puja distributiva entre
salarios y retornos del capital.
En 1963, con el regreso de la
democracia, triunfa en las elecciones
Arturo H. Illia con apenas el 25% de
los sufragios obteniendo la primera
minoría ya que el peronismo votó en
blanco ante la proscripción de los
candidatos Solano Lima-Begnis,
representantes del Frente Nacional y
Popular.
La economía se encontraba en
recesión, con déficit presupuestario (y
deudas atrasadas con proveedores,
salarios impagos en la administración
pública), una considerable deuda
externa y tasas de desempleo y de
inflación crecientes.
El plan implementado para
superar esta situación consistió en
medidas orientadas a recuperar el
consumo para lo cual se implementaron
(vía negociaciones colectivas con los
sindicatos) aumentos salariales del
20
30%, acordados, y se elevó e indexó el
salario mínimo de acuerdo con el costo
de vida. Al mismo tiempo, se impusieron
controles de precios para evitar que el
impacto de estas medidas sobre los
costos, se trasladaran a los precios.
Los resultados del plan
económico de Illia fueron
satisfactorios, el PBI creció 10,3% en
1964 y 9,2% en 1965; la industria
registró aumentos del 18,9% en 1964 y
del 13,8% en 1965 y el sector
agropecuario aumentó al 7% y 5,9%, la
inversión en maquinarias y equipos
aumentó 20% aproximadamente en el
mismo período. La balanza comercial
mejoró ante el incremento de las agro-
exportaciones y también las reservas
del Banco Central.
Por otro lado, la tasa de
inflación anual se mantuvo en niveles
bajos y los salarios nominales
aumentaron (lo que derivó en un fuerte
incremento del salario real).También se
registró un incremento en los niveles
de empleo. Como consecuencia de estos
desempeños en los niveles de empleo y
de salarios, se produjo una mejora en la
distribución del ingreso.
Compartimos con vos un audio
en el que se analiza la presidencia del
Presidente Illia
La Presidencia de Illia
Sin embargo, en 1965 comienzan los
problemas,fundamentalmente políticos.
Por un lado, los sindicatos reclamaban
incrementos salariales y por otro, la
UIA estaba disconforme con el manejo
económico y en junio de 1966 un golpe
militar depuso a Illia.
El golpe de estado que derrocó a
Illia, se extendió entre 1966-1973.
En primera instancia, estuvo al mando
del General Juan Carlos Onganía
21
hasta 1970.Onganía diseño un
Programa de tres tiempos:
1. El tiempo económico;
2. El tiempo social; y
3. El tiempo político.
La idea era construir un gobierno
fuerte que fuera capaz de garantizar el
orden en términos políticos y
económicos, pero fundamentalmente en
el aspecto social. Con este orden, se
generaría un clima propicio para los
negocios y el ingreso de capitales que
contribuirían a la industrialización y el
desarrollo nacional.
Su Ministro de Economía,
Adalberto Krieger Vasena, diseñó un
plan al que denominó “La Gran
Transformación”de la economía
argentina hacia la economía de
mercado. Con el fin de mejorar la
eficiencia y la productividad, propuso la
liberalización comercial mediante la
promoción de la libre competencia y la
eliminación de la protección
arancelaria. Además, se propuso la
reestructuración de las empresas
estatales y la administración pública
para procurar un incremento en la
eficiencia.
Los principales beneficiarios de
“La Gran Transformación” de la
economía argentina fueron las grandes
empresas (principalmente industriales y
multinacionales). En tanto que el agro
pampeano fue perjudicado por la
devaluación de la moneda
(implementada para como un mecanismo
para contener la inflación) y por el
restablecimiento de las retenciones a
las exportaciones agropecuarias. La
supresión de medidas proteccionistas
perjudicó a productores regionales de
azúcar, yerba mate y té, entre otros.
“La Gran Transformación” de
la economía argentina significó el
primer paso hacia la apertura
comercial, y fue significativa ya que en
promedio los recargos a las
importaciones se redujeron del 119% al
22
60%, aunque la apertura no fue total
debido a que se mantuvieron numerosos
aranceles, principalmente los que
protegían de la competencia
internacional a los productos
metalúrgicos y forestales.
En cambio, frente al contexto
inflacionario, KriegerVasena no
ejecutó una política liberal. Su
programa anti-inflacionario proponía
la activa participación del Estado. El
mismo consistió en una devaluación del
40%, el congelamiento de los salarios,
el restablecimiento de las retenciones
a las exportaciones agropecuarias, una
reducción generalizada de aranceles, la
desaparición de la mayoría de los
controles sobre el mercado cambiario y
la autorización para la importación de
una amplia gama de mercaderías (hasta
ese entonces prohibidas).
Este plan anti-inflacionario
generó fuertes conflictos con el
movimiento obrero, que sufrió el
congelamiento de los salarios durante
varios años, la suspensión de las
negociaciones colectivas y violentas
represiones a las protestas.
El mayor conflicto, “El
Cordobazo” se produjo el 29 de mayo
de 1969 en la Ciudad de Córdoba donde
trabajadores y estudiantes
universitarios marcharon contra las
políticas de Onganía, lo que para
muchos significó el fin de Onganía y de
sus sueños de implementar una
dictadura duradera como la de Franco
en España.
Onganía es sucedido, en primer
lugar, a Roberto Marcelo
Levingston(1970-1971) y
posteriormente, a Alejandro Agustín
Lanusse (1971-1973). Lanusse convoca a
elecciones nacionales para el 11 de
marzo de 1973, donde triunfa el Frente
Justicialista de Liberación (FREJULI),
con la fórmula Héctor Cámpora y
23
Vicente Solano Lima, que contaba con el
aval de Perón.
El 20 de junio de 1973 Perón
retorna definitivamente al país (ya
había regresado el 17 de noviembre de
1972) y el 13 de julio de 1973,
Cámpora y Solano Lima renuncian
forzados por los sectores tradicionales
del peronismo con el consentimiento de
Perón.
La Fórmula Juan Domingo Perón
- María Estela Martínez de Perón
triunfa ampliamente en las elecciones
del 23 de septiembre de 1973. Perón
Fallece el 1º de Julio de 1974 y asume
la presidencia, María Estela Martínez
de Perón.
La crisis del petróleo de 1973
tendrá graves consecuencias para la
economía nacional, principalmente
producto de la disparada del precio del
crudo (Argentina era importador neto
en ese entonces) y de la reacción
proteccionista a la crisis de los países
europeos, que reducen sus compras de
productos nacionales.
De esta manera la reducción
de los ingresos por exportaciones se
produce sin mediar cambios en la
tendencia alcista de precios y salarios:
el Estado tiene un alto déficit fiscal y
se financia con emisión monetaria, la
cual finalmente devendrá en “el
Rodrigazo”.
“El Rodrigazo” fue un plan de
ajuste impulsado por el ministro de
Economía Celestino Rodriguez (en junio
de 1975), con el objetivo de “sincerar”
la economía.
Las medidas consistieron en:
• devaluación superior al 150% del peso
en relación al dólar comercial;
• incremento promedio de un 100% de
todos los servicios públicos y
transporte;
• aumento de hasta un 180% de los
combustibles; y
• aumento en un 45% los salarios.
Estas medidas dispararon la
inflación, licuaron gran parte de las
24
deudas de las empresas (las que
estaban en pesos), y disminuyeron
enormemente el poder de compra de
los trabajadores. Ante semejante
situación, la CGT intentó negociar con
el gobierno un mayor aumento de
salarios, que debido al desborde y
fuerte movilización de los
trabajadores, generarán el primer paro
contra un gobierno peronista.
Finalmente se acuerda un aumento en
promedio del 180% en los salarios, pero
que en gran parte se licúa por la
inflación.
La Dictadura Militar de 1976-
1983
En un contexto económico no
resuelto y en una sociedad
convulsionada políticamente, en marzo
de 1976 se produce el golpe de estado
que lleva al poder al general Jorge
Rafael Videla. A partir de entonces se
producirá la reorientación de las
políticas públicas del gobierno.
José Alfredo Martínez de Hoz,
a cargo de la cartera de Economía,
establecerá como objetivos
económicos, primeramente, la lucha
contra la inflación y luego la
(re)apertura de la economía al comercio
internacional, subordinando el
desarrollo industrial a estos objetivos.
La apertura a la competencia
externa tenía varias razones que la
sustentaban en el análisis que hacía el
gobierno de la coyuntura: generar un
ajuste de los precios vía competencia
externa, impulsar la mejora de la
competitividad de las empresas
argentinas (hasta ese momento
protegidas del mercado externo) y
equilibrar la balanza de pagos
incrementando el sesgo exportador del
país, primordialmente a partir de la
comercialización productos primarios.
25
El gobierno militar
(conformado por los sectores menos
nacionalistas de las fuerzas) quería
disciplinar los precios internos con
competencia extranjera, dejando en
segundo plano la cuestión del
crecimiento económico. Contaban con la
ventaja que les brindaban los mercados
internacionales de poder endeudarse y,
de esta manera, no solamente no se
ocuparon de solucionar el desequilibrio
presupuestario estructural existente
sino que contrajeron y acrecentaron de
forma indiscriminada una substancial
deuda externa.
Las ideas de Martínez de Hoz
iban emparentadas con lo que estaba
pasando en el mundo en ese momento.
En 1974 ya se vislumbraban
cambios en las ideas económicas
dominantes: se comenzaba a hacer un
fuerte cuestionamiento del Estado de
Bienestar y de las ideas keynesianas,
sustentando nuevas teorías económicas
que refutaban la capacidad del Estado
para hacer política económica, de
intervenir con éxito en el mercado,
otorgándole a la propia economía la
capacidad de ajustarse
automáticamente.
Las nuevas teorías se enfocaban
en los fenómenos monetarios que
repercutían sobre la balanza de pagos
de los países, teniendo como idea
central que los defasajes entre la
oferta y la demanda de dinero se
corregían, en una economía abierta, a
través del sector externo.
Martínez de Hoz, entonces,
implementó una política aperturista
gradual; los aranceles a las
importaciones fueron disminuyendo en
forma escalonada en el tiempo, de tal
modo que las empresas nacionales
pudieran ajustar sus costos a una nueva
realidad económica. Dejaban de existir
los mercados nacionales protegidos y
complementariamente se adoptaban
políticas de promoción a las
exportaciones.
26
No obstante, la política
económica iba detrás de la lucha
antiinflacionaria y el crecimiento de la
economía estaba en un segundo plano.
Esto implicaba un perjuicio para
las empresas nacionales, que debían
soportar la competencia externa
favorecida por un atraso cambiario. De
tal magnitud era este último que “en
1980 el ingreso per cápita argentino
medido en dólares igualaba al de
Austria, Finlandia o Italia, y se tomaba
prestado para gastar en línea con esa
ficción de riqueza”3.
La conjunción del atraso
cambiario con la rebaja de los
aranceles significó, de facto, la
clausura del antiguo paradigma de la
ISI.
Esta combinación de apertura
a los mercados externos, creciente
endeudamiento y apreciación cambiaria
3 (Gerchunoff y Llach, 2003:482).
llevó no sólo a incrementar el
desequilibrio fiscal estructural y la
vulnerabilidad externa, sino que agregó
a la ecuación un stock. de deuda
impagable.
1984-2001
El modelo de economía abierta
impuesto desde 1976 no termina con la
gestión del gobierno militar sino que
continúa (con ciertos matices) en el
gobierno de Raúl Alfonsín y se
profundiza durante los dos gobiernos
de Carlos Menem. Al igual que lo que
ocurre en toda la región, durante los
ochenta se debate en Argentina el rol
del Estado en la economía, y
comienzan, durante el gobierno
Alfonsín, las privatizaciones de algunas
empresas estatales secundarias.
En la misma época nuestro país
recibió la presión de los organismos
multilaterales de crédito,
principalmente el FMI (Fondo
Monetario Internacional) y el Banco
27
Mundial, quienes abogaban por la
estabilización de las variables
macroeconómicas de los países
deudores, con prioridad en asegurarse
los pagos de capital e intereses.
En la década del ´80 la economía
se caracterizó por sus altas tasas de
inflación, consecuencia de la emisión
monetaria utilizada para financiar los
déficits fiscales.
El 14 de junio de 1985 se
intentó implementar un plan de
estabilización, denominado Plan Austral
que se soportó en una devaluación
cambiaria, el compromiso de no
financiar el déficit con emisión, la
creación de una nueva moneda (el
austral), el aumento en la recaudación
por reducción del rezago fiscal y
adelantamientos de precios y salarios
para su posterior congelamiento.
La tasa de inflación disminuyó
fuertemente, pero se continuó con la
política monetaria expansiva que derivó
en el retorno de la indexación. En la
práctica, se cambió el congelamiento de
precios por un sistema administrado y
por una política de ajustes periódicos
en el tipo de cambio y las tarifas.
Este programa no funcionó
debido a que la inflación alta dejó
rastros en los comportamientos,
generando expectativas inflacionarias.
De esta manera se arribó a las
hiperinflaciones de 1989 y 1991
Luego del fracaso del gobierno
Alfonsín por lograr la estabilización, y
con una hiperinflación galopante,
llegará al poder en 1989
(anticipadamente) Menem, quien
adoptará un plan económico basado en
una férrea disciplina monetaria y una
apertura externa amplia y unilateral.
28
Los importantes logros de
estabilización de la economía (la
inflación prácticamente desaparece
durante los noventa), de
reordenamiento de las cuentas
nacionales y de modernización de
algunos sectores de la economía se van
a contraponer al grave deterioro de
gran parte de la industria argentina, el
crecimiento del endeudamiento externo
y de la tasa de desempleo.
En el año 1991 irrumpirá en el
gobierno el ministro de economía
Domingo Cavallo, quien recurrirá a la
paridad dólar-peso a través de la Ley
de Convertibilidad (según la Ley de
Convertibilidad del Austral Nº 23.928
sancionada el 27 de marzo de 1991)
para lograr la estabilización de la
economía. Este instrumento monetario
y cambiario, inspirado en el patrón oro
de principios del siglo XX, dejará al
Estado sin la posibilidad de utilizar con
libertad herramientas de tipo
monetarias y cambiarias, anclando la
emisión de moneda a la efectiva
tenencia de reservas en dólares y
congelando el tipo de cambio (paridad 1
peso igual 1 dólar).
En principio fue una medida
celebrada por los mercados y el público
en general, principalmente por la
eliminación del fantasma inflacionario,
que venía repercutiendo
cotidianamente en la vida de las
personas desde principios de los ’70 y
que había llegado en 1990 al 2314%
(dos mil trescientos catorce por
ciento) en el año.
Posteriormente la Convertibilidad
significará la causa de la peor
depresión económica de la historia
argentina.
El “Plan Cavallo” vendrá
acompañado con la alineación
incondicional a los preceptos del
Consenso de Washington, a partir de
29
los cuales el Estado abandonaba en
gran medida su influencia en la
economía, dejando la misma a los libres
arbitrios del mercado.
En el siguiente documento
podrás visualizar al ex ministro de
Economía exponiendo acerca del Plan de
Convertibilidad
Cavallo habla sobre el Plan de
Convertibilidad
Los preceptos del Consenso de
Washington responden a la corriente
de pensamiento neoliberal y se basan
en la minimización de la intervención
del Estado en la economía de manera
tal que se puedan desarrollar
libremente los mecanismos de
mercado: el Estado debe ser promotor
de los negocios del sector privado
asegurando estabilidad, un regulador
minimalista de los excesos del mercado
(por ejemplo, programas de alivio de la
pobreza y protección del
medioambiente), y un garante de la paz
social y de los derechos de la
propiedad.
Según la teoría planteada, la
economía se rige por el libre juego de
la oferta y la demanda mediante los
ajustes vía precio que equilibren
instantáneamente todos los mercados,
ya sea el mercado de bienes y servicios,
el mercado laboral o los mercados
financieros.
De esta forma, si existiera
exceso de demanda de bienes con
relación a la oferta disponible de los
mismos, la presión de la demanda por
conseguir estos bienes provocará
inmediatamente el incremento de
precios; esta situación inducirá por un
lado la retracción de la demanda y por
el otro el incremento de la oferta,
hasta el momento en que se
restablezca el equilibrio. En el caso
inverso, una situación de oferta
30
excedente de un bien en comparación
con su demanda provocará la caída de
su precio en el mercado.
Cabe destacar que para la teoría
económica clásica, los ajustes son
instantáneos y existe plena flexibilidad
de precios tanto a la baja como a la
suba.
En cuanto a la globalización, el
Consenso de Washington sostiene que
la misma provee ventajas significativas
en el largo plazo y que por ende las
economías de los países deben abrirse
al mundo no obstante los costos que
puedan ocasionarse en el corto plazo.
La apertura implica al comercio
internacional, al mercado de capitales y
a la inversión extranjera directa.
Finalmente, el consenso hace
referencia a la equidad distributiva y
menciona la “teoría del derrame”
según la cual los sectores de mayores
ingresos perciben en primer lugar los
productos del crecimiento y luego, se
produce un “derrame” hacia los
estratos más bajos. Con la teoría del
derrame se justifica la presencia de
“elites” prósperas que conducirán un
proceso de cascada de la riqueza desde
estos polos hasta las clases,
inicialmente, menos favorecidas por el
modelo.
A los fines prácticos, el
Consenso de Washington consistía en
un programa de receta única,
inicialmente pensado para América
Latina, pero que luego se generalizó
mundialmente (incluyendo también los
países del bloque comunista) para ser
implementado en todas aquellas
economías que debían experimentar
crecimiento económico.
John Williamson compiló las
conclusiones del encuentro que dio
origen al Consenso. Estas adoptaron la
forma de una receta de diez puntos
que los países de subdesarrollados
debían ejecutar para experimentar
crecimiento y desarrollo económico.
31
El compilado de John
Williamson se puede resumir en los
siguientes postulados:
1. Disciplina fiscal: se refiere a la
obligación de los países de mantener
equilibrados sus presupuestos fiscales.
Con los presupuestos balanceados se
eliminaban las fuentes de desequilibrios
macroeconómicos, principalmente las
crisis hiperinflacionarias porque se
evitaban financiar los déficits fiscales
vía emisión monetaria.
2. Reordenamiento de las prioridades
del gasto público: Se postula la
prioridad para redirigir el gasto público
de áreas menos productivas (como los
subsidios tanto a empresas ineficientes
como a las áreas económicamente
inviables) hacia otras con mayor
retorno económico y social como en
áreas de educación, salud y de inversión
pública (infraestructura).
3. Reforma Impositiva: se requiere que
la base tributaria sea amplia, mientras
que la tasa tributaria marginal sea
moderada.
4. Liberalización de las tasas de
interés: El mercado debe determinar
las tasas de interés para evitar
distorsiones en la asignación de
recursos.
5. Un tipo de cambio competitivo: se
debe lograr un tipo de cambio
competitivo, independientemente de
que se trate de un tipo de cambio fijo o
flexible. Se debe considerar que el
límite del tipo de cambio competitivo
está en las presiones inflacionarias que
se podrían generar. Se pretende de
esta forma que el tipo de cambio sea
favorable a las exportaciones y que el
equilibrio de la balanza de pagos se
alcance por una expansión de las
exportaciones antes que por la
protección de la industria nacional (o la
sustitución de importaciones).
6. Liberalización del comercio
internacional: el Estado debe abrir el
mercado doméstico al comercio
internacional, dejar de proteger la
32
producción nacional, ya sea vía
subsidios y transferencias o tipo de
cambio o aranceles aduaneros,
exponiéndola a la competencia
internacional.
7. Apertura a la entrada de
inversiones extranjeras directas: las
inversiones extranjeras directas
aportan el capital necesario para el
desarrollo, proveen capacitación y
know-how para la producción de bienes
y servicios tanto para el mercado
interno como para la exportación. Por
esta razón, se recomienda que la
inversión extranjera directa debe
recibir el mismo trato que la inversión
de capital nacional.
8. Privatización: las privatizaciones
responden a la creencia de que el
sector privado se desempeña más
eficientemente que el sector público.
Así, se recomienda la reducción del
Estado en la economía vía la
implementación de un proceso de
privatizaciones de las empresas
públicas. Se aconseja entonces
disminuir la presencia del “Estado
Empresario”.
9. Desregulación: la competencia es la
mejor forma de asignar los recursos.
Se plantea la conveniencia de la
desregulación de la economía como
forma de promover la competencia. En
concordancia con ello se manifiesta
avanzar en la desregulación de los
mercados, exceptuando aquellos
vinculados a los temas de seguridad,
protección ambiental, y una supervisión
prudencial del sistema financiero.
10. Garantía de los derechos de
propiedad: El establecimiento de
normas (reglas de juego) claras y
estables favorece la garantía de los
derechos de propiedad.
Resumiendo, se puede decir que
los postulados del Consenso de
Washington se enfocaron en políticas
macroeconómicas prudentes, de
orientación hacia afuera y de
capitalismo de libre mercado.
33
Se puede precisar en su
contenido dos falencias importantes:
a) Consiste en una receta única para
todos los países del mundo,
independientemente de las
características intrínsecas de cada
país.
b) Fue impuesto exógenamente.
Siguiendo la lógica del
“Consenso”, durante la administración
Menem se produjo la llamada
“Modernización del Estado”, proceso
por el cual se profundizaron las
privatizaciones de empresas públicas.
La privatización de las
principales empresas públicas fue
avalada por la Ley de Reforma del
Estado de 1989, lo que le permitió al
gobierno aliviar su situación financiera
mediante el ingreso de efectivo (el
financiamiento se encontraba entonces
restringido tanto interna como
externamente) y mejoró la relación con
los acreedores, a los que se aceptó
como forma de pago los títulos públicos
a valor nominal4. Finalmente, se mejoró
la situación fiscal al no tener que
soportar el déficit que arrastraban las
empresas privatizadas.
Es notorio que Argentina pactó
con el FMI la reforma del Estado,
exigiendo este último su realización de
manera presurosa, cuestión que
ignorará las mismas recomendaciones
en contrario del Banco Mundial, quien
manifiesta que una reforma de Estado
acelerada puede dar origen a una
corrupción generalizada.
Esta necesidad de acelerar la
reforma del Estado atentará contra la
eficiencia del proceso de
privatizaciones e incrementará los
riesgos de corrupción.
4 Los acreedores presionaban por la
realización de éste tipo de operatoria ya que
el valor de mercado de los títulos públicos
representaba el 14% de valor nominal.
34
Entre las distintas empresas
públicas que fueron privatizadas, ya sea
vía venta de activos o por concesión se
pueden mencionar: Empresa Nacional
de Telecomunicaciones (ENTEL),
Fabricaciones Militares, , Servicios
Eléctricos del Gran Buenos Aires
(SEGBA), Gas del Estado S.E., Agua y
Energía Eléctrica S.E., Correo
Argentino, Aerolíneas Argentinas,
bancos provinciales, Banco Hipotecario
Nacional, Caja de Ahorro, Petroquímica
Bahía Blanca y Petroquímica General
Mosconi, YPF, Sociedad Mixta
Siderurgia Argentina SOMISA y Altos
Hornos Zapla, concesiones ferroviarias,
centrales hidroeléctricas y térmicas de
producción de energía, concesión de
aeropuertos, concesiones aéreas, entre
otros.
Durante esta etapa se consolida
el cambio operado a partir de Martínez
de Hoz: un país que había abandonado
una estrategia de valorización
productiva basada en el crecimiento de
la industria y en la realización del
mercado interno virando hacia una
estructura apoyada en la valorización
financiera del excedente y con fuerte
orientación al mercado externo.
Le proporcionamos un
documento en el que se anuncia la
privatización de las Empresas Públicas
Privatización de las Empresas
Públicas
En otras palabras, la economía
se apoyaba en los mercados financieros
y en los mercados externos, dejando de
lado la concepción de una matriz
productiva diversificada
primordialmente enfocada en el
mercado interno.
La concepción mencionada
estará plenamente sustentada en el
reducido horizonte temporal de
planificación al cual se hallarán
sometidos los actores económicos,
35
cuestión que no será revertida
completamente con la aparente
estabilidad que le otorgaba a la
economía argentina el Plan Cavallo.
La planificación empresarial a
corto plazo provoca la búsqueda de
rentabilidades ajustadas al corto plazo.
Estas últimas se encuentran en las
colocaciones financieras y no en las
inversiones de largo plazo en el sistema
productivo. Se producen en estos años
ingentes ingresos de capitales al país,
desafortunadamente en su gran
mayoría en la modalidad de inversiones
temporarias (en cartera), de libre
entrada y salida de los mercados y en
menor medida en activos fijos o IED
(Inversión Extranjera Directa)5.
5 Se habla de inversión extranjera directa
(IED) cuando un inversor radicado en un país
(el país de origen) adquiere un activo en otro
país (el país receptor) con la intención de
administrar ese activo. El elemento de
administración es lo que diferencia la IED de
una inversión de cartera en acciones,
obligaciones y demás instrumentos
financieros extranjeros.
La mencionada calidad de las
inversiones en la economía argentina
(de carácter especulativo) hacen que se
vuelva un mercado muy vulnerable a los
cambios de humor de los inversores
financieros (con tenencias de cartera),
lo que explica los fuertes cimbronazos
que vivió con las distintas crisis de
deuda de los países emergentes, la más
importante el Efecto Tequila en 1994
(Crisis mexicana), a la que siguieron en
1997 la “Crisis de los tigres
asiáticos” (soportada por Indonesia,
Corea y Tailandia), en 1998 la crisis
rusa, en 1999 la crisis del Brasil y
Turquía.
El constante deterioro de las
reservas y la imposibilidad de utilizar la
política monetaria para la estabilización
de la economía, debida al corset de la
Convertibilidad que fue defendido
políticamente por sus creadores hasta
el último momento, van a derivar en la
Crisis de Diciembre de 2001, con
(http://www.wto.int/spanish//news_s/pres96_s
/pr057_s.htm)
36
medidas restrictivas para particulares
y empresas al retiro de fondos de los
bancos, ya sea depósitos en cajas de
ahorro, cuentas corrientes o plazos
fijos (el “Corralito”).
El estallido del 19 de
diciembre de 2001 encuentra al país
con el mencionado “Corralito”, con 4,8
millones de desocupados,
representando a un 18,3% de la
población activa que, sumando a los
subocupados alcanzan al 34,6% de la
población activa. La deuda pública llega
a 132.000 millones de dólares. Los
datos de la industria no eran menores:
caídas del 11,6% en la industria, 18,1%
en la construcción, 27,5% en la
industria automotriz, etc.
Fernando De La Rua renuncia el
20 de diciembre, dando lugar a la
mayor crisis política desde la vuelta a
la democracia en 1983, sucediéndose en
pocos días cuatro presidentes, hasta la
asunción como presidente interino de
Eduardo Duhalde. El 24 de diciembre
de 2001 se declara la suspensión de
los pagos de la deuda pública.
Le proporcionamos un breve
análisis del momento en el que se
cumplieron 10 años desde el Corralito
Económico
A diez años del Corralito
La transición 2002-2003
La salida del Plan de
Convertibilidad a principios del 2002,
epílogo de la gran crisis de la economía
argentina, marca el fracaso de un
modelo y la posibilidad de recuperar el
potencial industrial del país; la
devaluación de la moneda y la
revalorización de “lo nacional”, serán
señales de estar en los albores de una
recuperación del tejido industrial
argentino, principalmente a partir del
37
mantenimiento de un tipo de cambio
alto.
Este cambio de paradigma será
sustentado además por una aparente
reformulación del interés nacional. A
partir de la salida de Menem del poder
(la asunción de Fernando De La Rúa
como presidente) se comienza a buscar
un cambio al modelo hacia afuera que
llevaba adelante el anterior mandatario.
Se consolida la visión de un país cada
vez más segmentado socialmente
(mayor desigualdad) y una tasa muy
alta de desempleo, una de las
consecuencias principales y más
notorias del definitivo
desmantelamiento del tejido industrial.
La administración Duhalde, con
Roberto Lavagna como Ministro de
Economía, logra estabilizar la economía
a pesar de la persistencia de la crisis
social.
Se deroga la Ley de
Convertibilidad, recuperando la
posibilidad de hacer política monetaria
y de tipo de cambio, lo cual permite la
posibilidad de mayores exportaciones
por un lado y una mejora relativa de los
costos locales para producir.
Modelo de Acumulación de Matriz
Productiva Diversificada con
Inclusión Social
En 2003 asume Néstor Kirchner
la presidencia, con la carga a cuestas
de una economía completamente
deprimida (en mayo de 2002 se llegó a
un pico de 21.5 % de desocupación) y la
cuestión de la deuda soberana
defaulteada. Tanto las medidas
inmediatas como aquellas de mayor
plazo estarán sustentadas en un “giro
de rosca” a la reformulación del interés
nacional.
Desde finales de la década del
´90 y hasta el año 2002 la Argentina
experimentó un proceso de destrucción
neta, explicado fundamentalmente por
la disminución de las empresas
industriales, pero también comerciales
38
que excedían al incremento en la
cantidad de empresas de servicios.
Con la reformulación del interés
nacional, desde 2003 se observa un
fuerte proceso de la creación de
empresas, producto de la renuncia a la
ley de convertibilidad y el
establecimiento de un dólar alto que
implica la posibilidad de recuperar el
dinamismo interno (tipo de cambio
favorable a la competitividad de
productos argentinos y barrera a la
entrada de productos importados), del
abandono de las políticas neoliberales
y como consecuencia de la aplicación
del nuevo modelo económico con una
activa y decidida participación del
Estado. En este contexto, la industria
lideró la recuperación, observándose
importantes inversiones destinadas a
ampliar la capacidad instalada para
poder evitar posibles cuellos de
botellas que impedirían incrementar la
producción.
La matriz productiva se basa
en un sector industrial diversificado
que experimentó un fuerte crecimiento
impulsado por la recuperación de la
demanda interna y del tipo de cambio
competitivo para exportar.
En tanto, que también es
importante la producción agropecuaria
y el desarrollo de industrias y servicios
asociados que resultó beneficiada por
los altos precios internacionales, un
tipo de cambio competitivo y la
expansión de la soja. También, se
encuentran los servicios y el comercio y
las economías regionales que crecieron
como resultado de la dinámica
económica.
Este fuerte incremento de la
producción manufacturera implicó un
cambio en la matriz productiva ya que
no sólo se comenzaron a recuperar
empresas que había sido devastadas
por la política de tipo de cambio
desfavorable para competir y la
39
liberalización (apertura) comercial.
Sino queademás se cambió el patrón
productivo que era fuertemente
agroexportador de materias primas. De
esta forma, el país comenzó a efectuar
manufacturassobre los productos
primarios, generando un importante
valor agregado en la producción
nacional.
Pero la política industrial no se
centró únicamente en el desarrollo de
sectores exportables sino que también
puso énfasis en el desarrollo de ramas
de producción que sustituyan
importaciones y en el desarrollo de
cadenas productivas que poseen
fuertes cuellos de botella sobre
ciertos insumos, piezas o componentes.
Dicha política significó tanto la
creación o recuperación de empresas
como su reconversión.
Específicamente, la política
industrial se basó en el tipo de cambio
competitivo, el impulso al crédito,
políticas antidumping, planes de apoyo
sectoriales y asociativos y programas
de actualización y capacitación laboral.
Dicha modificación en el patrón
productivo del país modificó la
estructura del mercado laboral, donde
la demanda provenía principalmente de
los servicios (sistema financiero y
comercio).
Actualmente, la industria es el
demandante de mano de obra más
dinámico, por lo que no sólo se crearon
más empleos sino con mejores
remuneraciones (tan es así, que el
salario promedio es el mayor de
América Latina).
Las medidas antes mencionadas fueron
acompañadas por políticas públicas
destinadas a incentivar la difusión de
los beneficios de la nueva matriz
productiva diversificada hacia todos los
sectores de la sociedad.
En tal sentido, bajo su gestión y
posteriormente durante la presidencia
40
de Cristina Fernández de Kirchner se
tomaron medidas orientadas a la
justicia social entre las que se
destacan:
La recuperación de la
administración de los fondos
de jubilaciones y pensiones
(privatizados por la
administración Menem) que
significó el fin de un pésimo
negocio para el Estado que como
garante de que los jubilados
cobraran, al menos, el haber
mínimo tenía que poner dinero
debiendo recurrir al
financiamiento vía emisión de
bonos que compraban las AFJP
con el dinero de los aportantes
al sistema.
Con el Sistema Integrado
Previsional Argentina (SIPA) se elimina
la individualidad del sistema ya que con
el sistema anterior cada persona
aportaba a su propia cuenta de
capitalización y en función a los aportes
recibirían su jubilación lo que derivaría
en una gran desigualdad.
Así, se recupera el pacto
intergeneracional solidario donde las
generaciones de trabajadores activos
actuales financian las jubilaciones de
los trabajadores pasivos actuales.
Con el nuevo sistema, los aportes se
destinan íntegramente a las
jubilaciones (ya que no existen
comisiones), y además la ANSES puede
ejecutar políticas públicas de
inversiones para promover la economía
real, financiar políticas orientadas a la
justicia social como la AUH y el
programa Conectar Igualdad y/o
generación de empleo, entre los que se
destacan la construcción de viviendas,
caminos, plantas de generación de
energía eléctrica, agua, fondos para
financiar el consumo de autos y de
electrodomésticos, por medio de
mecanismos que le dan a esos fondos
rentabilidad significativamente mayor a
las que obtenían las AFJP.
41
El establecimiento, en 2009,
de la Asignación Universal por
Hijo, un seguro social que otorga
a trabajadores desocupados u
ocupados pero sin registrarse
formalmente un subsidio por
cada hijo menor de 18 años, que
posteriormente se extendió a
las embarazadas con la
asignación por embarazo y que
exige como contrapartida la
asistencia a la escuela de los
menores de 18 años y el
cumplimiento de los controles
sanitarios y los planes de
vacunación.
El diseño y ejecución de una
nueva política jubilatoria que
incluye una Ley de movilidad
jubilatoria la cual contempla dos
ajustes anuales en función a la
evolución de los salarios
privados y de los fondos de la
ANSES, la posibilidad del
beneficio jubilatorio anticipado,
la universalización de la pensión
no contributiva por la cual se
pueden jubilar las amas de casa
y se gestionaron significativas
Mejoras en las prestaciones del
PAMI.
La promoción de las paritarias
como método de discusión
salarial con el objeto de
incrementar el poder
adquisitivo del salario. En este
marco, el salario mínimo que era
en 2003 de $250 se elevó a
$2.300 en el 2011 (un
incremento del 820%). Del
mismo modo, las asignaciones
familiares desde el 2003 ($40)
aumentaron 575% hasta 2011
($270). Los salarios crecieron
391% desde el 2003 hasta la
fecha.
La búsqueda de recuperar la
cultura del trabajo (entendida
como los hábitos,
responsabilidades y demás
costumbres inherentes al
42
trabajo), que mejore la
empleabilidad de las personas,
cortando de esta manera el
círculo vicioso que desencadena
una profundización del deterioro
socioeconómico.
Es muy importante esta política ya
que desde la década del ´90, los altos
índices de desempleo y su naturaleza
estructural derivaron en una pérdida
de la cultura del trabajo.
El Estado, consciente de que
el trabajo es la forma de generar
inclusión social se planteó el desafío de
ejecutar programas de
reentrenamiento de trabajadores
desocupados, de generar puestos
genuinos de trabajo y al mismo tiempo
actuar activamente para evitar que
trabajadores pierdan sus fuentes de
empleo.
Compartimos con vos un
documento en el que se analiza
económicamente el gobierno de la
Presidenta Cristina Fernández de
Kirchner
La presidencia de Cristina Fernández
de Kirchner
El principal programa para generar
trabajo genuino es el “Programa
Argentina Trabaja: Ingreso Social
con Trabajo” que con una inversión
inicial de 1.500 millones de pesos
generó más de 125.000 nuevos puestos
de trabajo cooperativistas (dedicadas a
tareas comunitarias y de mejoramiento
o construcción de infraestructura
barrial) que cobran un salario mensual y
tienen acceso a capacitación específica
y/o podrán terminar sus estudios
formales.
En este contexto de crisis global, el
Estado tomó la decisión de implementar
un “Plan Recuperación Productiva
(REPRO)” con el fin de evitar que la
43
crisis externa repercuta sobre nuestro
país. Este programa brinda una
asignación de carácter no
remunerativo que ayuda a pagar el
salario a empresas que están en
problemas, para que no despidan a
sus trabajadores.
Entre los beneficiarios de REPRO
se encuentran 77.190 trabajadores
(durante la crisis financiera
internacional de 2009 ascendió a
143.653 trabajadores), pertenecientes
a 2769 establecimientos que
declararon tener su actividad en crisis,
de los cuales el 43,6% son empresas
pequeñas (de hasta diez empleados) y
el 33% empresas de entre 11 y 50
trabajadores.
La reforma de la Carta
Orgánica del Banco Central de
la República Argentina (BCRA),
en marzo de 2012. Con ésta
medida el BCRA podrá
reorientar crédito a partir del
plazo, tasas de interés y
comisiones que ofrece cada
banco en el país y de esta
forma, el sistema financiero
puede volver a constituirse en
un engranaje fundamental del
desarrollo económico y social,
impulsando la industrialización,
la sustitución de importaciones,
la promoción de exportaciones y
el estímulo a la inversión
productiva, que genere más y
mejor empleo y mayor
agregación de valor.
La recuperación de la
soberanía y control de un
instrumento fundamental para
el desarrollo económico de un
país como son los
hidrocarburos.
Para ello, se declaró de utilidad
pública y sujeto a expropiación el 51%
del patrimonio de YPF S.A. y Repsol
YPF Gas S.A.
Dicha medida se tomó debido a que
la política empresaria de REPSOL – YPF
priorizaba la maximización de
44
utilidades y contemplaba unos niveles
de inversiones, casi nulos, en
exploración, producción y refinación,
porque su objetivo no declarado era
llevar la empresa al vaciamiento,
favoreciendo inversiones de REPSOL en
otros lugares del mundo (Alaska, Brasil,
el Golfo de México, el Caribe, Argelia y
Libia). En consecuencia se produjeron
drásticas caídas de las reservas de gas
y petróleo y también en la producción
que podría limitar el crecimiento y
desarrollo económico y que exigió el
incremento de las importaciones de
estos productos, a precios
internacionales por los que el Estado
para mantener la política de precios de
la energía baratos para estimular la
producción y el consumo de los hogares
y familias, tuvo que destinar
importantes sumas de recursos a
subsidiar la energía que de otra forma
(léase, una política de REPSOL – YPF
responsable, sujeta la normativa legal y
comprometida con la República
Argentina y su pueblo) no debería
haber realizado y el Estado podría
estar destinando fondos públicos a
profundizar aún más las políticas
redistributivas en pos de lograr la
justicia social.
Para ello, a principios de 2005
comienza el proceso de
reestructuración de la deuda argentina,
logrando la administración de Néstor
Kirchner, una quita del 70 % en la
deuda defaulteada y desde fines de
2005 total independencia del Fondo
Monetario Internacional, al cancelar
con reservas del BCRA la totalidad de
la deuda con este ORGANISMO
Como resultado de las políticas
llevadas a cabo desde 2003 hasta la
fecha, la economía argentina mantiene
un crecimiento continuo de su producto
bruto, del orden del 7.8% promedio por
año, una tasa de desempleo menor al
10% desde el segundo trimestre de
45
2010 (actual: 6,7 %6) y la deuda pública
debidamente estructurada, operando la
mayoría de los vencimientos después de
20187
En el siguiente vínculo podrás
visualizar un discurso de la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner en
ocasión de la Reforma de la Carta
Orgánica del Banco Central
Reforma de la Carta Orgánica del
Banco Central
Para finalizar es posible señalar
que La administración de Cristina
Fernández de Kirchner continúa en la
actualidad enfrentando tres grandes
desafíos en la Argentina
contemporánea, cuestiones
establecidas como ejes del interés
nacional: la reindustrialización, el
6 Cuarto trimestre de 2011 (Fuente : INDEC)
7 Vencimientos de deuda en millones de
pesos: 2012-2017:312,902 ; 2018-
2089:357,950
desarrollo económico y la equidad
social.
Hemos llegado al final del
Seminario. Esperamos que, junto a los
demás módulos del Programa, te
resulte útil y se transforme en una
herramienta eficaz para comprender y
actuar sobre la realidad.