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El estilo literario refleja la vida trágica del autor Horacio Quiroga.
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LA MUERTE SÍMBOLO O MOTIVACIÓN EN HORACIO QUIROGA
Andrada, María Cristina.
“Especialización Postítulo en Enseñanza de la Lengua y la Literatura”
IFDC Villa Mercedes
San Luis, 28 de noviembre 2013
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“La tendencia fatal de nuestro siglo me arrastran procurar apartarme de la corriente.
Siento una especie de placer en mis sufrimientos, en mis tristezas, y aún desearía
padecer más, para encontrar en el fondo de mi escepticismo una realidad que se
destaque poderosa, con el tinte de dolor que nos sofoca, del gran dolor eterno”
Horacio Quiroga
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El 31 de diciembre de 1878, en Salto de Agua, Uruguay nace Horacio Silvestre
Quiroga Forteza, hijo de Prudencio Quiroga (vicecónsul argentino) y de Pastora Forteza. La
vida de Quiroga siempre estuvo colmada de punto finales que significan muerte.
Cuando Horacio Quiroga estaba por cumplir un año de edad, su padre don Prudencio
Quiroga sufre un accidente mortal al bajarse de una lancha. Portaba una escopeta que se
disparó al trabarse en una parte de su embarcación. “…A la vuelta de una excursión
Prudencio Quiroga muere al engancharse la escopeta cuando descendía de la lancha.”
La ausencia del padre obligó al niño Quiroga a crear un nexo poderoso con la figura
materna, con ella y bajo su dirección se desarrollará hasta los trece años, pues en 1891
tendrá un nuevo protector en el hogar. La madre de Quiroga se casa con Ausencio Barcos.
La familia se traslada a Montevideo, y ahí Quiroga cursa sus estudios de secundaria, se
aficiona por la lectura, principalmente por los cuentos de (Edgar Allan Poe , 2000), quién
sería según confesión del mismo Quiroga su favorito.
Quiroga estuvo inscrito en el colegio Nacional de Montevideo. Por estos tiempos Quiroga
pasaba días enteros en el taller de maquinaria y en la carpintería de Macia, ahí, el hijo de
éste le da las primeras conversaciones intelectuales. Quiroga se declara como “franco y
vehemente soldado del materialismo filosófico” Revista de Salto (Quiroga, 1899)
Quiroga admira a Leopoldo Lugones, (Lugones, 2013) a quien conocería a raíz de una
publicación llamada Oda a la desnudez (Lugones, "Las Montañas de Oro", 1919),
publicación que causaría una gran sensación no sólo en Quiroga, sino en todo el grupo de
Los tres mosqueteros (Alberto J. Brignole & Brignole, 1896). Quiroga conoció a Lugones
personalmente en 1898, a partir de esa fecha mantendrán una estrecha relación de amistad e
intelectual. Para estas fechas Quiroga ya se ha desprendido lo suficiente del nexo familiar,
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sin librarse naturalmente de la gran impresión que le causaría el suicidio de su padrastro.
Don Ausencio Barcos después de sufrir un derrame cerebral quedó semiparalitico, la
derrota moral y física lo llevaron a tomar esa amarga decisión. Esta muerte colaborará en la
vida de Quiroga para allanar su sentimiento y lo compromete a los dramas imprevistos y
mortales que tanto significarían en su vida y en su obra literaria.
Quiroga se estrena en el periodismo literario con el seudónimo de Guillermo Eynarrdt.
(Este seudónimo utilizado por Quiroga es tomado del personaje de una película llamada “El
mal del siglo”). Posteriormente en un concurso de poesía utilizará otro seudónimo Aquilino
Delagoa, tomado de un escritor portugués. Quiroga utilizó otros, menos importante,
seudónimos.
Las desgracias siguen rondando los actos de Quiroga, cierto día de 1902, estando de visita
en casa de su amigo Federico Fernando, quien se preparaba mental y físicamente para
sostener un duelo de honor, Quiroga le mostraba el manejo de un arma de fuego, cuando
esta se le disparó accidentalmente, y el proyectil segó la vida de su amigo. Los incidentes
judiciales, de los que logra salir bien, agrega aún más cargas a su apesadumbrada
conciencia, y con esto incidente, termina el círculo literario que mantenía con sus amigos
por aquellos tiempos.
A raíz de la muerte de su amigo Federico Ferrando, viaja a Buenos Aires, y con la ayuda de
su cuñado entra a trabajar como catedrático en el Colegio Nacional de Buenos Aires.
La vida sentimental de Quiroga se alterna con difíciles enamoramientos. A los 31 años se
desposa con Ana María Cires, una alumna suya, se va a radicar a San Ignacio Misiones, se
acerca el sitio de su destierro, futuro en la vida. De la unión de ese matrimonio nacen dos
hijos; Darío y Eglé, escribe por esas fechas “Historia de un amor turbio” (1908). En 1911
nace su hija Eglé y en 1912 su hijo Darío, en 1915 su esposa se suicida.
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De sus cuatros grandes amores dos terminaron en matrimonio, pero fueron igual de
desgraciados. Los otros fueron experiencia de fatalismo, María Esther fue su pasión y su
amor imposible, los padres de la muchacha la alejaron de lo que a su vista no era
conveniente y termino siendo drogadicta. Mucho de los sentimientos que el cuentista
rumiaba aparecen reflejados en los cuentos: una estación de amor y las desdichadas, éste
último es una pieza teatral, única que se le conoce a Quiroga.
A los 47 años de edad Quiroga se enamoró perdidamente de una adolescente de 17 años de
edad llamada María, sin embargo, por más lucha que hizo no tuvo un nexo permanente con
ella. A los 49 años se casó con María Elena Bravo que tenía 20 años de edad y era amiga de
su hija Eglé. Con ella tuvo una hija, (María Elena) era el año de 1928. Ya había publicado
sus obras: Cuentos de la selva (1918), El Salvaje (1919), Las Sacrificadas (1920),
Anaconda (1921), El desierto (1924), Los desterrados (1926), al año siguiente del
nacimiento de su hija María Elena publicó “Pasado amor”.
En 1932 vuelve a San Ignacio Misiones para radicar ahí a causa de su trabajo. María Elena
Bravo no tolera ya esa familia, ese ambiente salvaje y abandona a su marido, sobre este
fracaso Quiroga escribe una carta a Ezequiel Martínez Estrada.
“Paréceme que hace mil años, cuando una mañana, casi de madrugada, mi mujer y mi hija
se fueron como los pájaros a un país más templado… se me ha comprendido poco…. No
solamente no me comprende a mí, si no a ninguno de la casta”
Luego cita a Dostoievski en su cuento Les possedes (Dostoievski, 1981)y dice:
“Una mujer se niega a unirse a un hombre como tú, como yo, vivir a tu lado. Aterroriza en
la contemplación de una monstruosa araña”.
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Esa pesadumbre explicada confidencialmente al amigo, en donde se siente como araña,
como un animalejo repugnante.
Horacio se queda en la soledad, en el contacto furiosamente buscado con la naturaleza,
alejado altaneramente de la vida citadina. Al poco tiempo, muy enfermo, se interna en un
hospital de Clínicas en Buenos Aires y el 29 de febrero de 1937 a los 57 años, se envenena
con cianuro al saber que padece de cáncer, dos años antes escribió su última obra titulada
Más Allá.
Su hija Eglé se suicida poco tiempo después poniendo fin a una serie de desgracias, de
sufrimientos y de predestinación que emanaron de Horacio Quiroga.
¿De donde surgen la temática y el estilo que hacen interesante la obra literaria de Quiroga?,
puede pasarse desapercibida una existencia agitada, constantemente en pugna? Y, ¿Por otro
lado, estando tan cerca un movimiento literario casi auténticamente latinoamericano como
es el Modernismo, y teniendo como preceptor a un escritor como Lugones escribirá
Quiroga en otro estilo, con otros matices que no fueran los que lo guiaron en sus círculos
literarios?
Todas estas reflexiones son dignas de tomarse en cuenta en el análisis de la obra y
especialmente de sus cuentos.
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TEMÁTICA Y ESTILO
En la obra de Quiroga se advierte como ya dije anteriormente la influencia de otros autores
literarios, sin embargo, se le atribuye elementos fundamentales en sus obras como
consecuencia de su estilo, según Noé Jitrik (Jitrik, 2013) la motivación de Quiroga
corresponde a cuatro elementos fundamentales y éstos son:
1. La experiencia, rasgo fundamentalísimo de la literatura contemporánea y
motivación de su estilo (este elemento atenúa a todos los demás);
2. La presencia de la actividad artística y humana como forma expresa de una
situación del hombre contemporáneo;
3. La sociedad como descubrimiento y aceptación de sus propios límites y la presencia
de la muerte como en la distancia habitual más importante que la más dificultosa
adecuación de la literatura.
Tomando en cuenta estos elementos, se puede decir que la obra de Quiroga se produce
paralelamente a los acontecimientos de su vida en un lapso que va del joven bohemio y
dandy hasta el hombre maduro, curtido y esforzado, por esa secuencia diríamos que de su
experiencia amorosa sale el tema para “Historia de amor turbio” escrita en 1908.
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Después de los acontecimientos que siguen al homicidio imprudencial que cometió a su
amigo Federico Ferrando, las emociones motivan la escritura de “Crimen del otro” y “Los
Perseguidos” las siguientes desgracias por pérdidas familiares y fracasos económicos, el
ambiente propio de ilusiones colman motivos a la imaginación y aparecen los Cuentos de
amor locura y muerte. El ambiente selvático, el conocimiento del estilo hindú-inglés
Rudyard Kipling y el propósito de señalar un hallazgo suyo y que titulará: El ambiente y
los tipos serán temas para las consecuentes publicaciones “El Salvaje”, “Los Desterrados”,
“Las Sacrificadas”, “Anaconda”, y por supuesto “Cuentos de la Selva”.
La soledad, el abandono de sus seres queridos más cercanos, ya por cansancio, hastío,
incomprensión, rechazo o lo que haya sido, se refleja en nuestros nuevos tópicos para
desarrollar literariamente: El Desierto, Los Desterrados, Pasado Amor y por epílogo una
percepción del gris obscuro incierto lleva a Quiroga a escribir su último cuento “Más allá”.
Como profesor de literatura y amante de la ciencia festiva (explico, no de la ciencia como
ejercicio científico, sino prueba de experimentación y creatividad), también quiso compartir
sus secretos de escritor cuentista, como lo hicieron Maupassant con sus admiradores a
través de sus reglas literarias, Flaubert con Maupassant, Rainer María Rilke con sus
consejos a un joven poeta.
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Quiroga influenciado por escritores europeos (Poe. Maupassant & Poe, 2013) designó el
Decálogo de Perfecto Cuentista:
I.- Cree en un maestro – Poe, Maupassant, Kipling, Chejov como el dios mismo.
II.- Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en dominarla. Cuando puedas
hacerlo lo conseguirás sin saberlo tú mismo.
III.- Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más
que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.
IV.- Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, si no en el ardor con que lo deseas.
Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
V.- No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra a dónde vas, en un cuento
bien logrado, las tres primeras líneas tienen la misma importancia que las tres últimas.
VI.- Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: “Desde el rio soplaba un viento
frio “, no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarlas. Una vez
dueño de tus palabras, no te preocupes por observar si son entre sí consonantes o asonantes.
VII.- No adjetivos sin necesidad, inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un
sustantivo débil, si hayas el que es preciso, el sólo tendrá un color incomparable. Pero hay
que hallarlo.
VIII.- Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra
cosa que el camino que les trazaste, no te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no
les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto
por una verdad absoluta aunque no lo sea.
IX.- No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz
entonces de revivirla tal cuál fue, has llegado en arte a la mitad del camino.
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X.- No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta
como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente que tus personajes de
los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida en el cuento.
Quiroga es un escritor motivado para escribir, busca los centros que le ayudan a depurar sus
escritos y publicarlos para convertirse en un escritor profesional, conoce las normas de
publicación, tales como los límites de la página, los relatos cortos pero suficientes, intensos:
se refiere a el mismo como un escritor dotado de cualidades natas para escribir, pues su
notoria actividad mental es el arte literario sin embargo no vive materialmente de esa
profesión, pues en su tiempo habría muerto a los siete días de iniciado en su vocación con
las entrañas roídas, aunque estamos ante una crítica al oficio de escritor, sin embargo, es
una confesión de vocación literaria.
La temática literaria surge de la observación tipológica del hombre mismo, proyectada
sobre los animales que protagonizan algunos cuentos; la estabilidad y la tranquilidad que
dan felicidad al hombre se conmueve con el sentimiento de culpa, las órdenes tiranas de la
naturaleza, las pulsiones de los seres vivos, la agresión del ambiente y la muerte, todos
estos son los temas que caen como rayo a la muerte del escritor. Quiroga transforma el
tema en narración extraordinaria, pero de una manera tan natural que hace sentir que es una
narración sencilla, ordinaria.
El nudo de la narración se va apareciendo con fuerzas, sin indicios en el principio ni
exageraciones en el corpus del cuento; transmite su asunto con simulada calma, pero le
causa al lector un terror vago, condensado en una explicación científica, objetiva del
fenómeno que cuenta. La tuberculosis, por ejemplo, es una terrorífica amenaza que puede
dejar idiota a toda la prole, científicamente está comprobada la secuela oligofrénica del
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mal, pero con la ley de las probabilidades no se justifica que se obstinadamente repetitiva
en cada uno de los hijos de la familia Mazzini, personajes centrales del cuento “La gallina
degollada” (Quiroga H. S., 1917), por eso el terror se apodera del lector, quien asume el
papel de protagonista debido a la apariencia simuladamente realista del relato. Después de
ese impacto el desenlace es inexplicable, pues es una cierta mezcla de coincidencia y
credulidad, que los cuatro idiotas, hijos de la familia Mazzini, reaccionaran
sincrónicamente en la muerte de su hermana. El relato (y los relatos) de Quiroga deja la
impresión de un miedo fluyente, de una intriga sin sujeto y sin fondo porque lo asume a
uno en lo desconocido.
Utiliza los conceptos aristotélicos de la belleza en la construcción de la tragedia como
género superior de las bellas letras, el terror y la piedad”… pobres Mazzini! ¡Cuántas
desgracias juntas! ¡Cuidemos nosotros de esa desventura, puede sucedernos!...”
Volviendo al autor también aparece el sentimiento ¡Pobre Quiroga, cuanta muerte a su
alrededor!
El mayor aliciente que encuentra Quiroga para escribir, está en sus desgracias. Los
elementos patológicos presentes en la obra de Quiroga se hacen notorios como atmósfera
densa y peculiaridades “Los perseguidos” y la novela “Historia de un amor turbio”, la
patología secreta de la condición humana se muestra significativamente en la obra “Cuentos
de amor de locura y muerte” (Quiroga H. S., 1917)
Cuando Quiroga se dedica a labores de colonización en la selva de Misiones, el ambiente
salvaje se une a la concepción del mundo que él tenía, y al subir a abarrotado por dolorosas
experiencias, toda esta masa resultante se advierte en los cuentos siguientes: “El Salvaje”,
que está incluido en “Cuentos de la Selva”; y en los cuentos más significativos de
Anaconda de los que se encuentran: El Simún, El Yaciyatare,
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La mayoría de los cuentos de Quiroga tienen una relación con los temas psicológicos y de
fascinación mortal, tal es el caso del último de cuentos titulado Mas allá, mencionado
anteriormente, que presente estas características. Aunque éste haya sido la última
publicación de Quiroga y según los críticos fue la etapa de su decadencia literaria.
He mencionado anteriormente que Quiroga es un artista universal, ya por la simbología en
sus escritos y por la aceptación de influencias. Estas influencias a que me refiero fueron
producto de sus lecturas, de su relación con la literatura de la época o de su gran admiración
a escritores contemporáneos, que de alguna manera presentaron características muy
parecidas a su vida personal.
No hay que olvidar también que el ambiente y las vivencias propias fueron de gran
importancia para su producción literaria.
La naturaleza es ciega pero justa; los ataques sobre el campesino o el pescador (un
enjambre de abejas enfurecidas, un yacaré, un parásito hematófago, una serpiente, la
crecida, lo que fuese) son simplemente lances de un juego espantoso en el que el hombre
intenta arrancar a la naturaleza unos bienes o recursos (como intentó Quiroga en la vida
real) que ella se niega en redondo a soltar; una lucha desigual que suele terminar con la
derrota humana, la demencia, las muertes o, simplemente, con la desilusión.
Hipersensible y excitable, dado a amores imposibles, frustrado en sus empresas comerciales
pero aún así emocional y sumamente creativo, Quiroga abrevó en su propia vida trágica y
en la naturaleza a la que estudió y padeció, con su férrea voluntad de trabajador y su sutil
mirada de minucioso observador para construir una obra narrativa a la que la mayor parte
de los críticos consideraron (y aún consideran) «poéticamente autobiográfica».
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Tal vez en este «realismo interno» u «orgánico» de las piezas de Quiroga resida el
irresistible encanto que aún hoy ejercen sobre los lectores, que, sin darse cuenta, descubren
en sus páginas la verdadera naturaleza del escritor que, tal vez como muy pocos en la
literatura latinoamericana, fue capaz de susurrar sus propias palabras al oído, aunque a
veces el murmullo se transforme en un grito desesperado.
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Bibliografía Alberto J. Brignole, J. J., & Brignole, J. H. (28 de 11 de 1896). Los Tres Mosqueteros. Obtenido de
Wikipedia: http://letras-uruguay.espaciolatino.com/rela/horacio_quiroga1.htm
Dostoievski. (1981). Less Possedes. Francia: Paris, Librairie Plon.
Edgar Allan Poe . (2000). Narraciones Extraordinarias. En E. A. Poe, Narraciones Extraordinarias
(pág. 154 ). Biblioteca de la Literatura Universal.
Jitrik, N. (28 de 11 de 2013). Critica Literaria . (R. Contorno, Entrevistador)
Lugones, L. (1919). "Las Montañas de Oro". En L. Lugones, Las montañas de oro. Rio de la Plata:
Montevideo.
Lugones, L. (27 de 11 de 2013). Wikipedia. Obtenido de Wikipedia:
es.wikipedia.org/wiki/Leopoldo_Lugones
Poe. Maupassant, K. C., & Poe, M. K. (28 de 11 de 2013). Wikipedia . Obtenido de
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/quiroga/hq.htm
Quiroga, H. (1899). Revista de Salto.
Quiroga, H. S. (1917). Cuentos de Amor, Locura y Muerte. Buenos Aires: Editorial Ltda.
La muerte símbolo o motivación en Horacio Quiroga byAndrada María Cristina is licensed
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