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Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Sociología
Prof. Irama La Rosa
LAS POLÍTICAS PUBLICAS NACIONALES DE INCLUSIÓN
SOCIAL EN EL ÁREA CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA: PLAN
NACIONAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN
2005-2030. REFLEXIONES Y APORTES PARA EL LOGRO
DE UNA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO.
Autor: Mario Camacho
Tutora: Irama La Rosa
Trabajo que se presenta para optar al grado de Sociólogo.
Caracas, noviembre 2008.
RECONOCIMIENTOS.
Me gustaría que estas primeras frases de la presente investigación sean
para dejar constancia de mi agradecimiento a la Universidad Central de
Venezuela y especialmente, a la Escuela de Sociología.
Con especial agrado quiero expresar mi gratitud a la profesora Irama La
Rosa por su amistad y por estar presente con sus comentarios y
sugerencias en un momento tan importante de mi vida académica.
A Edixela Burgos y Adriana García, por la ayuda ofrecida en su taller. En
ese espacio nació la idea que se transformaría en esta tesis.
Por supuesto, estoy muy agradecido con todas las personas que
contribuyeron con sus opiniones a desarrollar esta investigación.
Asimismo, quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todas las
personas que directa o indirectamente influyeron y contribuyeron en este
trabajo.
RESUMEN.
La investigación: Las Políticas Públicas Nacionales de Inclusión Social en
el Área Científico-Tecnológica: Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación 2005-2030. Reflexiones y Aportes para el Logro de una
Sociedad del Conocimiento. Es un proyecto que se manifiesta a partir de
una profunda reflexión sobre las implicaciones de la ciencia y la
tecnología en la sociedad venezolana, en la que se considera
especialmente las directrices, análisis, recomendaciones y metas
propuestas en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
2005-2030 (PNCTI 2005-2030).
En el PNCTI, se resume la dirección en la cual será encaminada la
ciencia y la tecnología en Venezuela desde el año 2005 hasta el año
2030. En consecuencia, resulta menester realizar revisiones periódicas a
los logros alcanzados en materia científico-tecnológica para así,
permanecer fieles a la propuesta expresada en el documento.
En este sentido, en el presente trabajo se desarrollaron 4 categorías
claves: 1) Políticas científico-tecnológicas 2) Plan Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación 2005-2030 3) Inclusión social y 4) Sociedad del
Conocimiento. A partir de dichas categorías, se elaboró una serie de
lecturas sistemáticas y enfoques teóricos pertinentes a esta investigación.
La estrategia de investigación se centró en la revisión de documentos
formales como libros y tesis relacionadas al tema de investigación que,
ilustran las acciones realizadas y los resultados obtenidos en el ámbito
señalado. La revisión de la documentación partió del análisis histórico de
las gestiones en ciencia y tecnología realizadas en el país, lo que permitió
conocer el estado del arte del ámbito científico-tecnológico en Venezuela.
Desde el punto de vista metodológico, se perfiló la entrevista a
profundidad como herramienta principal y el análisis de contenido como,
herramienta de interpretación de los resultados de la investigación.
Las entrevistas fueron realizadas a personas que se han desempeñado
como actores relevantes en la construcción de políticas científico-
tecnológicas, tomando en cuenta, aquellos provenientes del ámbito
estrictamente científico y aquellos considerados como “no expertos” que,
a fin de cuentas son los beneficiarios de la propuesta aquí analizada.
Para finalizar, si bien el presente trabajo se orienta a satisfacer un objetivo
académico, también pretende contribuir a la formación de políticas
científico-tecnológicas, mediante el desarrollo de propuestas que arrojan
algunas conclusiones para afinar y ayudar a mantener vigentes, las metas
estratégicas del PNCTI.
INDICE GENERAL
Pág.
INTRODUCCIÓN. 1
CAPITULO I. POLÍTICAS PÚBLICAS DE CIENCIA Y TECNO-
LOGÍA EN VENEZUELA. 6
1.1. CONCEPTO DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVA-
CIÓN. 7
1.2. ANTECEDENTES DEL PLAN NACIONAL DE CIENCIA,
TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN. 10
1.2.1. Inicios de la gestión científico-tecnológica en
Venezuela. 11
1.2.2. El CONICIT. 15
1.2.3. Creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.
20
1.2.4. El FONACIT.
21
CAPITULO II. PLAN NACIONAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E
INNOVACIÓN 2005-2030 Y SU CONTEXTO. 25
2.1. NUEVAS ORIENTACIONES DEL ESTADO Y DE LAS
POLÍTICAS PÚBLICAS EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA. 26
2.2. CAMBIOS EN LA CIENCIA Y EL PARADIGMA CIEN-
TÍFICO. 27
2.3. CONCEPCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS. 32
2.3.1. Nuevas orientaciones del Estado y de las políticas
públicas en ciencia y tecnología en América
Latina. 33
2.3.2. Nuevas orientaciones del Estado y de las políticas
públicas en ciencia y tecnología en Venezuela. 34
2.3.2.1. Marco legislativo en ciencia y tecnología.
Ley Orgánica de ciencia y tecnología. 35
2.4. SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO O SOCIEDAD DE LA
INFORMACIÓN. 37
2.4.1. Sociedad de la información. 38
2.4.2. Sociedad del conocimiento. 39
2.4.3. Debates en curso: ¿sociedad de la información o
sociedad del conocimiento? 42
2.4.4. Formulaciones alternas en debate. 44
2.5. DESCRIPCIÓN DEL PLAN NACIONAL DE CIENCIA,
TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN 2005-2030.
45
2.5.1. Compromiso social de la ciencia y la tecnología en
Venezuela. 50
2.6. CONCEPTOS BASE DEL PLAN NACIONAL DE CIENCIA,
TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN 2005-2030.
51
2.6.1. Políticas científicas y tecnológicas en Venezuela. 51
2.6.2. Inclusión social y sus variantes en el Plan Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030. 54
2.6.3. Participación pública en las políticas científico
tecnológicas. 57
CAPITULO III. CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS. 62
3.1. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN. 63
3.1.1. Objetivo general. 63
3.1.2. Objetivos específicos. 63
3.2. DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO. 64
3.3. JUSTIFICACIÓN. 67
3.4. PROPUESTA METODOLÓGICA. 69
3.4.1. Enfoque de la investigación. 69
3.4.2. Tipo de estudio. 71
3.5. TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN. 71
3.6. MÉTODO DE INTERPRETACIÓN DE LA INFORMACIÓN. 73
3.7. PROCESO DE SELECCIÓN DE LOS INFORMANTES. 73
3.7.1. Contacto con los informantes. 76
3.8. DESCRIPCIÓN DE LOS INDICADORES EMPLEADOS
PARA EVALUAR LAS POLÍTICAS PUBLICAS DE INCLU-
SIÓN SOCIAL CONTENIDAS EN EL PNCTI 2005-2030. 77
3.8.1. Procedimiento para la construcción de indicadores. 78
3.8.2. Categorías, subcategorías e indicadores. 80
3.8.2.1. Políticas de inclusión anteriores a la propuesta
de cultura científica inclusiva. 80
3.8.2.2. Alcances prácticos de las políticas de
inclusión social expresadas en el PNCTI. 80
3.8.2.3. Visión prospectiva de las políticas actuales
de inclusión en ciencia y tecnología. 82
CAPITULO IV. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LOS RESUL-
TADOS. 83
4.1. POLÍTICAS DE INCLUSIÓN ANTERIORES A LA PRO-
PUESTA DE CULTURA CIENTÍFICA INCLUSIVA.
84
4.1.1. Debilidades y fortalezas de las políticas de inclusión
en ciencia y tecnología anteriores a la propuesta de
cultura científica inclusiva. . 85
4.2. ALCANCES PRÁCTICOS DE LAS POLÍTICAS DE
INCLUSIÓN EXPRESADAS EN EL PNCTI. 91
4.2.1. Viabilidad del tránsito a una cultura científica
inclusiva. 91
4.2.2. Viabilidad de las metas estratégicas de inclusión
social del PNCTI.
104
4.2.3. Contribución o limitación de la inclusión de grupos
no científicos en la ciencia y la tecnología. 112
4.3. VISIÓN PROSPECTIVA DE LAS POLÍTICAS ACTUALES DE
INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA. 123
4.3.1. Reflexiones a futuro sobre las políticas actuales de
inclusión en ciencia y tecnología. 123
CONCLUSIONES. 131
1. CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN. 131
1.1. Resultado del análisis de información. . 132
1.1.1. Debilidades y fortalezas de las políticas de
Inclusión en ciencia y tecnología anteriores a la
propuesta de cultura científica inclusiva. 133
1.1.2. Viabilidad del tránsito a la cultura científica
inclusiva.
135
1.1.3. Viabilidad de las metas estratégicas de inclusión
social del PNCTI. 136
1.1.4. Contribución o limitación de la inclusión de grupos
no científicos en la ciencia y la tecnología. 137
1.1.5. Reflexiones a futuro sobre las políticas actuales de
inclusión en ciencia y tecnología. 139
1.2. Recomendaciones. 140
2. REFLEXIONES FINALES. 143
BIBLIOGRAFÍA. 145
ANEXOS. 152
ÍNDICE DE TABLAS.
Nº TABLA. Pág.
TABLA Nº 1. Selección de informantes según tipo de actividad científica.
75
TABLA Nº 2. Criterios para la clasificación de la información.
79
TABLA Nº 3. Tablas síntesis. Debilidades y fortalezas de las políticas
de inclusión en ciencia y tecnología anteriores a la propuesta
de cultura científica inclusiva. 89
TABLA Nº 4. Tabla síntesis. Viabilidad del tránsito a la cultura
científica inclusiva. 101
TABLA Nº 5. Tabla síntesis. Viabilidad de las metas estratégicas de
inclusión social del PNCTI. 110
TABLA Nº 6. Tabla síntesis. Contribución o limitación de la inclusión
de grupos no científicos en la ciencia y la tecnología. 120
TABLA Nº 7. Tabla síntesis. Reflexiones a futuro sobre las políticas
actuales de inclusión en ciencia y tecnología. 128
ÍNDICE DE FIGURAS.
Nº FIGURA. Pág.
FIGURA Nº 1. Desarrollo político-institucional de la ciencia y la
tecnología en Venezuela. 1960-2004. 23
FIGURA Nº 2. ¿Qué es cultura científica? 28
FIGURA Nº 3. Hacia una nueva cultura científica y tecnológica. 31
FIGURA Nº 4. Formulación, seguimiento y evaluación del PNCTI
2005-2030. 49
INTRODUCCIÓN
Cuando se inicia el proceso de construcción de los nuevos lineamientos
científico-tecnológicos de Venezuela expresados en el Plan Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030: Construyendo un futuro
sustentable (PNCTI), éstos son pensados con una visión de largo plazo,
en los cuales, se espera insertar a Venezuela totalmente en la sociedad
del conocimiento, mediante diferentes estrategias de promoción del
conocimiento científico-tecnológico.
En vista de que el espacio temporal en la que se enmarcan las acciones
científico-tecnológicas que se llevarán a cabo para alcanzar la visión
deseada es amplio, resulta pertinente realizar consideraciones periódicas
de los logros alcanzados y los que faltan por alcanzar.
De esta primera aproximación, se desprende la inquietud por conocer
hasta qué punto son viables las metas estratégicas planteadas en el Plan
Nacional 2005-2030, en cuanto a la inclusión de la ciudadanía en las
políticas científico-tecnológicas.
La investigación se define como exploratoria y de carácter cualitativo.
Dado que su contenido será obtenido a través de entrevistas a personas
involucradas en la formulación, gestión y práctica social de las políticas
públicas en ciencia y tecnología. Se tuvo la certeza de introducir el
enfoque cualitativo para complementar la revisión bibliográfica de la
investigación, ya que permitió obtener un rango bastante abierto de
posibilidades en las respuestas de los informantes, para resolver las
principales interrogantes de la investigación y así, enriquecer los aportes
con variadas opiniones.
De acuerdo a lo anterior, la investigación se enmarca dentro del perfil
específico ofrecido por la Escuela de Sociología de la Universidad Central
de Venezuela (UCV), porque se utilizó una cantidad significativa de ejes
teóricos e instrumentales utilizados en la formación impartida en la
sociología. Por otro lado, la evolución progresiva de la investigación
supuso asumir una posición de futuro analista y sociólogo, debido a que
se rescatan ideas que pueden ser consideradas como aportes o
revisiones de políticas públicas en el área de ciencia, tecnología e
innovación.
En sintonía con lo expresado, el objetivo general de esta tesis fue:
Analizar la viabilidad y alcance de las políticas de inclusión social
contempladas en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
2005-2030 para el logro de una sociedad del conocimiento. Mientras que,
los objetivos específicos fueron los siguientes:
1) Analizar las opiniones de informantes claves en el área científico-
tecnológica, específicamente, conocedores de las políticas de inclusión
social contempladas en el PNCTI 2005-2030 para determinar los alcances
prácticos del mismo.
2) Elaborar recomendaciones desde una perspectiva sociológica con base
en los aportes realizados por los expertos y participantes, en la
construcción de las políticas de inclusión contempladas del PNCTI 2005-
2030.
En cuanto a la organización del presente trabajo, éste se estructura en
cuatro capítulos, dividido en diversas secciones para desarrollar
contenidos específicos y enlazar los contenidos de la investigación de
manera coherente. De forma sintética, los capítulos se describen de la
siguiente manera:
En el primer capítulo, se presenta históricamente los rasgos emblemáticos
de las políticas y los cambios que se han producido en el ámbito de la
ciencia, la tecnología y la innovación en Venezuela y su relación con el
desarrollo social del país. En este capítulo, se ha seguido un criterio
cronológico que describe brevemente los antecedentes históricos de la
política científica y tecnológica venezolana durante el siglo XX hasta
nuestros días, así como los principales hitos producidos en esta materia.
También comprende, las características de antiguas gestiones científico-
tecnológicas y los modos de gestión social del conocimiento en esta
materia, las definiciones básicas de ciencia, tecnología e innovación; y los
aportes fundamentales dentro del ámbito de las políticas públicas
nacionales en ciencia y tecnología.
En el capítulo II, se señalan los avances concretos en este ámbito del
conocimiento, resumidos en el PNCTI, la reciente legislación para la
ciencia, la tecnología y la innovación y, por último, las políticas que hacen
posible estos nuevos lineamientos. Igualmente, se exponen algunos
conceptos claves estrechamente vinculados a la nueva visión social de la
ciencia y tecnología que se intenta implantar con el PNCTI. Estos
conceptos son: sociedad de la información y sociedad del conocimiento,
inclusión social y finalmente, Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación 2005-2030, con la finalidad de mostrar el viraje hacia la nueva
visión emergente de la ciencia y la tecnología con respecto a la sociedad
y los términos para desarrollar este cambio paradigmático.
El tercer capítulo, introduce los lineamientos metodológicos en los que se
basa esta investigación, es decir: los objetivos de investigación, la
delimitación del problema de estudio, la justificación de la ciencia y la
tecnología como objeto de estudio, el enfoque de la investigación, el tipo
estudio, los instrumentos de recolección de datos, el instrumento de
análisis de datos y los indicadores para operacionalizar la información
recolectada.
El cuarto capítulo, tiene como finalidad ofrecer la presentación de las
ideas más importantes extraídas de las opiniones recolectadas durante el
proceso de investigación y por otro lado, el análisis e interpretación
detallada de dicha información.
Finalmente, se exponen las conclusiones finales de la tesis, considerando
el cumplimiento de los objetivos planteados y los hallazgos obtenidos.
Este apartado, está dedicado a establecer los resultados de la
investigación, cerrando con unas conclusiones generales que resumen
sus principales contenidos para finalizar con recomendaciones basadas
en los hallazgos de esta investigación con la intención de ofrecer aportes
para dinamizar el debate y participación necesaria que requiere la
consecución de la visión compartida expresada en el Plan Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030.
CAPÍTULO I. POLÍTICAS PÚBLICAS DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN
VENEZUELA.
En el presente capítulo, se pretende responder a ciertas interrogantes
sobre las políticas públicas históricamente desarrolladas en Venezuela en
materia científico-tecnológica, utilizando enfoques conceptuales que
permitan fortalecer y entender los planteamientos recientes.
La siguiente sección, se refiere de una manera muy sucinta a las
complejas relaciones existentes entre ciencia y tecnología y el papel
desempeñado por las relaciones de estas.
1.1. CONCEPTOS DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN.
Para facilitar la comprensión de la presente investigación, es importante
poner de relieve la diferencia entre las prácticas científicas de las
prácticas técnicas y, para comprender este desplazamiento conceptual.
Primeramente, hay que notar que la concepción más habitual de las
relaciones entre ciencia, tecnología, innovación y la sociedad supone, por
un lado, que la ciencia debe entenderse como una actividad avalorativa
cuya finalidad es la obtención de la verdad de las cosas y crear nuevas
tecnologías para la sociedad. Esta concepción clásica de la ciencia,
expone un conocimiento sistemático, verificable y además, legitimado
socialmente que “consiste en una lógica del conocimiento (prácticas y
discurso articulados a redes semióticas precisas) que se desparrama por
todos los tejidos sociales (cultura, escuela, opinión pública, etc.)
conformando un sistema de reglas, un cuerpo de parámetros de validez,
unos criterios de legitimación de saberes, unas pautas de aplicabilidad
(tecnología)”. 1
Esta visión tradicional de la ciencia y la tecnología, concibe ambos
conceptos como actividades cuya meta es la eficacia instrumental con
fines sociales, políticos o económicos. En otras palabras, la ciencia estaría
encargada de generar conocimientos y tecnologías universalmente
válidos. En efecto, la ciencia comenzaría todo el proceso que luego
transita por la tecnología y culmina en la innovación. Con este
planteamiento parecería que toda tecnología surge de la ciencia, y que un
proceso en diferente orden no se produce.
No obstante, cabe recordar que la ciencia se edificó sobre la base de la
tecnología, y no a la inversa. Para empezar, “la tecnología comprende los
instrumentos o métodos para alcanzar ciertos objetivos concretos de
producción, pero de producción en su sentido más amplio: no solo de
bienes sino de servicios de tipo cultural, político o institucional de
infraestructura”. 2
Entonces, ésta puede caracterizarse como la capacidad de producción
mediada por un conjunto de conocimientos o procedimientos
1 Lanz, 2006 a: pág. 50
2 Varsawsky, 2006; Pág.17
(provenientes de la ciencia o no) que sirven para la fabricación de bienes
y servicios.
La tecnología, por tanto, se diferencia del conocimiento científico, pues
mientras que la ciencia se configura con independencia de sus
posibilidades de aplicación productiva, la tecnología adquiere existencia
real en su empleo productivo.
“El estudio de la historia humana muestra que la tecnología es más antigua que la ciencia y ha tenido sobre el avance de ésta mayor influencia que la ejercida por los adelantos científicos en las innovaciones tecnológicas. En efecto, durante los primeros dos siglos de su desarrollo, la ciencia aprendió mucho de la tecnología y relativamente fue muy poco lo que a cambio pudo enseñarle. Es en las últimas décadas del siglo XVIII, al iniciarse la Revolución Industrial, cuando el impacto de la ciencia sobre la tecnología empieza a tener importancia decisiva.
Y en el transcurso de nuestro siglo, el desarrollo del conocimiento científico y el desenvolvimiento de las realizaciones tecnológicas suceden muy vinculados, a través de una influencia recíproca entre la tecnología y la ciencia. En estas condiciones, la investigación tecnológica adquiere alto valor y significación”. 3
En el presente siglo, las relaciones entre ciencia y tecnología han sido
afectadas por una revolución todavía más importante, la sucedida cuando
la ciencia moderna impactó la tecnología en el siglo XVIII. El método
científico, sus instrumentos y sus técnicas fueron dirigidas al
descubrimiento de leyes que configuraron al campo industrial, lo opuesto
a lo ocurrido desde la antigüedad a la modernidad.
Ahora, la tecnología se fundamenta crecientemente en la ciencia, creando
una ciencia entendida como conocimientos sistemáticos dotados de
3 Quintero, 1978; Pág.15
fundamentación teórica que produce un conjunto de conocimientos y
saberes operativos o de experimentación práctica.
Por otro lado, la innovación sí es producto de la ciencia y tecnología. La
innovación es entendida en el Plan Nacional como: la “capacidad de
transformación de conocimientos genéricos en específicos a partir de sus
stocks (conjunto de conocimientos rutinas y habilidades tecnológicas y
organizativas) de competencias y de su acumulación dinámica, lo que
involucra aprendizajes formales y no formales, tanto de tipo codificado
como tácito”. 4
En resumen, el conocimiento tecnológico ha precedido en muchos casos
al científico y no es solo un apéndice de la ciencia, sino que constituye un
conglomerado de conocimientos en sí mismo. Por tanto, la relación entre
ciencia y técnica presenta un enriquecimiento mutuo, recíproco entre
ambos conocimientos.
1.2. ANTECEDENTES DEL PLAN NACIONAL DE CIENCIA,
TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN.
El presente apartado examina a grandes rasgos la evolución histórica de
la ciencia y la tecnología en Venezuela y, más recientemente, la creación
de los distintos organismos rectores de las políticas de esta área.
111111 INICIOS DE LA GESTIÓN CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA
EN VENEZUELA.
La actividad científica venezolana antes de 1936, fue limitada y es en el
transcurso de la segunda mitad del siglo XX, cuando la actividad científica
y tecnológica venezolana contribuye con el desarrollo del país, 4 PNCTI, 2005: pág. 99
especialmente, con las políticas de salud dirigidas a resolver las
enfermedades endémicas que azotaban Venezuela.
Las acciones del Estado venezolano que caracterizaron las políticas
públicas desde los años treinta, estuvieron marcadas básicamente por un
proceso de modernización de Venezuela que había estado condicionado
a experimentar cambios sólo en algunos espacios. En un principio, las
acciones del Estado estuvieron dirigidas, a la transformación del medio
natural y rural, explotación de riquezas naturales y a la erradicación de
enfermedades.
“Las transformaciones que se produjeron en la sociedad venezolana entre 1936 y 1958 fueron múltiples, complejas y profundas. Los cambios en el modelo político se orientaron a estructurar una sociedad que se abrió paso, penosamente, hacia la conformación de espacios sociales de tipo democrático, luego de más de un cuarto de siglo bajo una rígida dictadura”. 5
A consecuencia de este proceso renovador, hubo un crecimiento de los
actores científicos y profesionales que, permitió la creación de
instituciones especialmente establecidas para la producción científica.
“Tres aspectos centrales marcaron el desarrollo de la actividad científica en el período 1936-1958. El primero fue el crecimiento y complejización del Estado, producto de las tareas para modernizar el país, luego de la dictadura de Juan Vicente Gómez. La acción estatal tuvo un efecto institucionalizador que ofreció los espacios y los recursos económicos y profesionales para iniciar actividades científicas y, a la vez, incrementó y diversificó la docencia universitaria de pregrado y postgrado”. 6
En los primeros años de desarrollo científico en Venezuela, la mayor parte
de los recursos fueron destinados a la medicina y salud pública. Así una
5 Vessuri, 1992; pág. 9
6 Idem, pág. 9
considerable porción de los trabajos científicos de la época estuvieron
relacionados a la medicina.
Las campañas sanitarias y de salud pública, tanto preventivas como
curativas, promovieron la investigación y desarrollo de investigadores que,
con el tiempo originaron la comunidad científica venezolana
contemporánea. De allí, la importancia de la medicina en la comunidad
científica venezolana actual.
Particularmente, la lucha contra las enfermedades como tuberculosis,
malaria y paludismo, aumentaron la confianza en la ciencia venezolana al
reducir el número de defunciones provocadas por estas enfermedades,
que a pesar de ser antiguas en el país, en las nuevas condiciones
científicas se planteaban como de fácil solución.
Sin dilación, los científicos surgidos en este contexto empiezan a
organizarse en asociaciones científicas. Los primeros promotores de la
ciencia fueron los integrantes de la AsoVAC (Asociación Venezolana para
el Avance de la Ciencia) y la Fundación Luis Roche.
El objetivo de la AsoVAC fue atraer personas asociadas a la ciencia que
impulsaran y difundieran el desarrollo de sus investigaciones a causa de
la falta de esfuerzos mancomunados en la creación científica. De suerte
que, surge la necesidad de crear una institución que reuniese el producto
de los distintos expertos y expertas en diversas áreas científicas.
Paralelamente, en 1954, se crea la FUNDAVAC (Fundación Venezolana
para el Avance de la Ciencia). Esta asociación recogía a empresarios
industriales e intelectuales organizados para la difusión de la ciencia y la
tecnología en el país.
Asimismo, en este periodo se termina la construcción de la Ciudad
Universitaria y la Universidad de los Andes, fundando escuelas orientadas
a la ciencia aplicada, tal como: la Escuela de Ingeniería, la Escuela de
Medicina, la Escuela de Geología; y en Humanidades y Ciencias Sociales,
surgen escuelas como: Sociología, Antropología, Historia, Psicología, etc.
“La ciencia moderna en Venezuela creció fundamentalmente en las universidades, que partir de 1958 fueron organizadas para estimular la actividad investigación. La evolución de la investigación científica universitaria, especialmente durante los años sesenta, estuvo trascendentemente asociada a una instancia institucional dentro de la universidad: el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CDCH) de la Universidad Central de Venezuela (UCV)”. 7
“Es a partir de la década de los cincuenta cuando se descentralizan las
instituciones científicas con la creación de la Facultad de Ciencias de la
UCV, en 1958 y del IVIC, en 1959. Con estas dos instituciones se
esperaba garantizar una educación científica de nivel internacional
además de institucionalizar la investigación del país” 8
En este contexto, fue creado el IVIC, por investigadores venezolanos y
extranjeros, destacando entre ellos Marcel Roche. Así, recae en ellos la
responsabilidad de reproducir y difundir el conocimiento científico en
Venezuela.
No obstante, no es hasta el año 1967 cuando se creó el Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), organismo
encargado de coordinar y financiar los proyectos científico-tecnológicos
del país. A pesar de que hubo instituciones encargadas de difundir la
ciencia, no existían mecanismos concretos para articular
7 Vessuri, 1992; pág. 22.8 Idem, pág. 20
institucionalmente muchas de las políticas públicas que marcaron el
quehacer científico y tecnológico del país por más de treinta años.
“En las últimas décadas del desarrollo científico y tecnológico venezolano se ha observado importantes cambios en materia de la puesta en práctica de las políticas del sector. Esta afirmación se soporta en hechos como los siguientes:
1. Hasta 1967, la actividad científica y tecnológica no contaba con mecanismos, instrumentos gubernamentales que orientaran su desarrollo. Los lineamientos eran aquellos surgidos en el seno de las distintas agrupaciones de la comunidad científica, donde jugaba papel relevante la Asociación para el Avance de la Ciencia (AsoVAC).
2. Los mecanismos e instrumentos existentes, eran los reglamentos jurídicos y administrativos internos de las instituciones y centros de investigación vigentes para ese momento, tales como: los elaborados por los Consejos de Desarrollo Científicos y Humanísticos de las universidades, la reglamentación del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y otros mecanismos legales para la regulación de la actividad de investigación y desarrollo en ministerios e institutos autónomos“ 9
1.2.2. EL CONICIT.
”El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas fue
creado por ley promulgada en gaceta oficial número 28.382 de fecha 27
de julio de 1967, como instituto autónomo, con el objetivo de promover y
consolidar el desarrollo de las actividades científicas y tecnológicas en
Venezuela y ser asesor en esta materia a otros organismos del Ejecutivo
Nacional”. 10
“El Conicit inició su actividad desde 1969 y su plataforma jurídica y administrativa estuvo orientada a cumplir labores de
9 Ossot, 1986; Pág. 2
10 Genatios, La Fuente; 2004: Pág. 68
asesor a la Presidencia de la República y ejecutar acciones de promoción y fomento a la ciencia y la tecnología. Acciones que se concentraron básicamente en la subvención de proyectos de investigación, la formación de recursos humanos a través del sistema de becas de postgrado prioritariamente en el exterior y a la formación del sistema nacional de postgrado; así como también la promoción de las actividades de divulgación y difusión de la ciencia“. 11
En el momento que el CONICIT comenzó a funcionar, la planificación
toma un papel significativo para el carácter científico de los planes
estatales en la materia. En este marco institucional, se elaboraron varios
planes y distintas iniciativas de interés para apuntalar el desarrollo
económico del país a través de la ciencia y la tecnología.
Así, se comienza a realizar la primera consulta a científicos y tecnólogos
en función de sistematizar el desarrollo político del país en materia
científico-técnica, que terminó en El Primer Plan de Ciencia y Tecnología
de 1976.
En este Primer Plan de Ciencia y Tecnología, aparecen los lineamientos
políticos de planificación inicial centrados en el desarrollo tecnológico
endógeno, adquisición de tecnologías para la transferencia tecnológica
bajo la condición de adaptarlas con acciones tendientes a desarrollar de
innovación local, entre otros asuntos.
Este plan se distinguió por: la búsqueda de incrementar la infraestructura
interna en aquellos sectores que, por características particulares del país
se consideraban estratégicos; y vincular el proceso de construcción de
infraestructura para los centros de investigación local en aquellos sectores
en los cuales era necesaria la importación de tecnología, con el objeto de
alcanzar a mediano plazo la absorción de los elementos para la
innovación.
11 Ossot, 1986; Pág. 3
En los años ochental, Venezuela se inserta en un modelo de Estado de
libre mercado en el cual emerge con gran fuerza la idea de la supremacía
del mercado sobre políticas intervencionista del Estado:
“Es ilustrativo que las políticas sociales en Venezuela durante estos años están cargadas de un claro intento de privatización. Se alega el mismo discurso retórico del desgaste del modelo de Estado paternalista-rentista, y la necesidad de la disminución del gasto público y del aparato estatal. Sin embargo, es un discurso contradictorio, toda vez que no le asigna ningún peso al desarrollo científico-tecnológico del país, lo cual se evidencia por los constantes recortes de presupuesto, incluso el destinado a promover el mencionado desarrollo científico-tecnológico”. 12
De tal suerte que, el Segundo Plan Nacional de Ciencia y Tecnología de
1986-1988, le otorgó gran importancia a la unión del sector ciencia con el
sector industrial.
“Con el Plan de Acción de Ciencia y Tecnología 1986-1988, se pretende
superar esta deficiencia, a través del modelo de planificación estratégica
situacional, lo cual permite que el plan sea lo suficientemente sensible
como para lograr un proceso continuo de perfeccionamiento y
reformulación a partir de la realimentación de los resultados parciales
obtenidos y la introducción de los correctivos necesarios“. 13
En este plan, las implicaciones derivadas de la ciencia y la tecnología se
enmarcaron, igual que en el plan anterior, en la idea de que la tecnología
es consecuencia directa de la investigación aplicada.
12 PNCTI, 2005: pág. 28
13 Ossot, 1986; pág.1
Más tarde, el CONICIT, es reconocido formalmente con la Ley del
CONICIT. En términos generales, la Ley del CONICIT tenía como objetivo
el desarrollo gradual del sistema científico tecnológico nacional y la
responsabilidad de articular este desarrollo:
“Esta ley no sólo ratifica la personalidad jurídica del instituto, su adscripción al Ministerio de la Secretaría de la Presidencia y el goce de prerrogativas y privilegios conferidos por el Fisco Nacional, sino que lo convierte de un organismo básicamente asesor a un instrumento fundamental del desarrollo nacional y regional. Esta ley de 1984, amplió el ámbito de competencias del CONICIT y le atribuyó nuevas funciones: la coordinación de los entes que realizan actividades de ciencia y tecnología, la responsabilidad de establecer las relaciones necesarias con los encargados de la planificación nacional y regional del desarrollo tecnológico y la promoción de la investigación en diversas regiones del país, atendiendo a sus necesidades recursos particulares”. 14
Por otro lado, se confiere al CONICIT mayor peso en materia de
coordinación, planificación, evaluación y seguimiento de las acciones
instrumentadas para el desarrollo del sector. Asimismo, logra integrar
mayor representación de actores sociales como los sectores productivos
de bienes y servicios; Particularmente, en materia de planificación, la ley
confiere el CONICIT, conjuntamente con CORDIPLAN, la responsabilidad
de formular, hacer seguimiento y evaluar los planes nacionales de ciencia
tecnología.
En 1995, el CONICIT define una nueva misión y los lineamientos que le
permiten redimensionar su actuación como ente rector de las políticas de
ciencia y tecnología del país en sintonía con las nuevas características de
su entorno.
14 Genatios, La Fuente; 2004: Pág. 68
De estas premisas, surge una nueva política pública para desarrollar la
ciencia y la tecnología en Venezuela, esta estrategia fue conocida como:
Las Agendas del CONICIT.
Las Agendas de Innovación propuestas por el CONICIT, sirvieron para el
diseño y formulación de instrumentos con el fin de viabilizar políticas
públicas en ciencia y tecnología orientadas a satisfacer la demanda de
conocimientos, recursos y tecnologías, tanto en la ciudadanía como en el
sector productivo. También, es conocido que las agendas fueron el
resultado de una autoevaluación acerca del papel del CONICIT en un
contexto de transformaciones que suponía repensar el rol del
conocimiento y del Estado.
Pero el proyecto de las agendas, no logró revertir la disolución del
CONICIT que, a pesar de sus renovaciones desde los inicios de los
años noventa.
“El aumento de la demanda de financiamiento en actividades de ciencia y tecnología, puso en evidencia los problemas de funcionamiento del antiguo Conicit. A pesar de que esta institución gozaba de un prestigio bien merecido, por disponer de mecanismos transparentes y confiables en la adjudicación de los fondos concursables a través de mecanismos de evaluación externa por pares de reconocido prestigio a nivel internacional, la burocracia interna hacía que los tiempo transcurridos entre la recepción de una solicitud y la adjudicación de la primera remesa de fondos, ascendiera, en promedio, a 11 meses “. 15
Con la creación del Ministerio de Ciencia y tecnología (MCT) en agosto de
1999, las agendas planteadas en ciencia y tecnología se vieron
repotenciadas. El MCT continuó, algunas de las agendas iniciadas por el
CONICIT y creó otras para incorporar otros actores de la sociedad a las
políticas científico-tecnológicas.
15 Genatios, La Fuente; 2004: Pág. 72
1.2.3. CREACIÓN DEL MINISTERIO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
A finales de los años noventa, con la puesta en práctica de los principios
filosóficos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(CRBV), promulgada el año 1999 y la redefinición del rol de la Ciencia y la
Tecnología para el desarrollo económico y social del país, se creó en ese
mismo año el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT). De hecho, dentro
de este nuevo esquema se formuló una primera versión del Plan Nacional
de Ciencia y Tecnología (2001-2007), que trató de organizar las
propuestas del MCT en lo referente a su gestión y de los organismos
adscritos a este.
Por otra parte, las funciones del MCT se presentan con mayor claridad en
la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) que, define
las capacidades del MCT, en cuanto ente rector y decisor. En el artículo
20, se señala lo siguiente:
“El Ministerio de Ciencia y Tecnología es el órgano rector en materia de ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones y actuará como coordinador y articulador del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, en las acciones de desarrollo científico y tecnológico, con los organismos de la Administración Pública Nacional”. 16
En el año 2001, dada la necesidad de incorporar mecanismos más
inclusivos con la participación de actores no tradicionales en la definición
de visiones compartidas a largo plazo, se comienza a manejar la idea de
formular un proyecto con enfoque prospectivo para el Plan Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030.
16 LOCTI, 2005: pág. 5
Bajo esta coyuntura, emerge el FONACIT, ente encargado de administrar
los recursos de la ciencia y la tecnología en Venezuela.
1.2.4. EL FONACIT.
Con la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología en agosto de 1999,
con la función primordial de consolidar el Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación (SNCTI) y proveer los recursos necesarios para
la creación, circulación y utilización del conocimiento en la sociedad, se
crean organismos autónomos especializados en diferentes funciones
administrativas en el área de ciencia y tecnología, como es el caso del
FONACIT.
“Con la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación aprobada en 2001, el antiguo CONICIT desaparece. Sus funciones de organismo rector pasa al Ministerio de Ciencia y Tecnología, ente al que se le asigna la competencia de ejercer la rectoría del SNCTI y se establece un fondo que permite ejecutar las políticas definidas desde el MCT. Este fondo es el Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, FONACIT, que se constituye como órgano ejecutor financiero a nivel nacional”. 17
De hecho, las competencias del FONACIT, se expresan claramente
las siguientes líneas:
“El Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, (FONACIT), es un instituto autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio e independiente del Fisco Nacional, adscrito al Ministerio de Ciencia y Tecnología y gozará de las prerrogativas, privilegios y exenciones de orden procesal, civil y tributario conferidos por la normativa aplicable a la República”. 18
17 Genatios, La Fuente; 2004: Pág. 26
18 LOCTI, 2005: pág. 13
En cuanto a sus atribuciones, el FONACIT, adquiere las obligaciones de:
fijar los procedimientos para la asignación de recursos a los programas y
proyectos nacionales y regionales relacionados a la ciencia y a la
tecnología; realizar el seguimiento y control de los proyectos financiados;
divulgar las oportunidades de financiamiento para programas y proyectos
de ciencia, tecnología e innovación; informar al Ministerio de Ciencia y
Tecnología sobre oportunidades y fuentes potenciales de financiamiento;
controlar el registro de los financiamientos otorgados; coordinar las
actividades de los entes adscritos al MCT, entre otras funciones.
FIGURA Nº 1. DESARROLLO POLÍTICO-INSTITUCIONAL DE LA
CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA EN VENEZUELA. 1960-2004.
Fuente: Ministerio del Poder Popular para la Ciencia y Tecnología
(2005) Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030.
Para finalizar, lo primero que cabe resaltar del Ministerio de Ciencia y
Tecnología y el FONACIT, es su novedad en la institucionalidad
venezolana, ya que nunca antes la ciencia y la tecnología habían sido
consideradas materias con la relevancia política suficiente como para
otorgarles un ministerio específico y tal cantidad de entes adscritos.
Por consiguiente, la primera consecuencia de la creación del MCT y el
FONACIT, es precisamente la constatación de la importancia que la
ciencia y la tecnología adquiere en la agenda política actual, ya sea como
variable de crecimiento económico, de competitividad internacional o de
mejora del bienestar social.
En el primer capítulo, se introdujeron los temas centrales sobre el
desarrollo de la ciencia y la tecnología durante el siglo XX. El objeto del
presente capítulo consiste en precisar algunos conceptos que surgen
constantemente cuando se tocan temas de ciencia y tecnología.
Más adelante, se matizará el alcance de los mismos y se aludirá a los
fundamentos teóricos en que descansan. De igual modo, se aludirá a
cuestiones generales que surgen con frecuencia cuando se estudian
determinados aspectos del hecho científico-tecnológico.
2.1. NUEVAS ORIENTACIONES DEL ESTADO Y DE LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
Los inicios de las gestiones de políticas públicas científico-tecnológicas
estuvieron marcadas por la brecha entre saber cotidiano, sentido común y
la reflexión científica.
La diferencia establecida entre estos saberes ha sido universalmente
definida: el “saber cotidiano no es sistemático, es superficial, es
espontáneo, no tiene método propio, carece de cánones de validación,
sentido común. El saber científico es la forma o procedimiento para
obtener el conocimiento certero. Se basa en un procedimiento metódico
con pretensión de validez, utilizando la reflexión sistemática, los
razonamientos lógicos y respondiendo a una búsqueda intencionada” 19
Fundamentado en las afirmaciones anteriores, el redimensionamiento de
los actores científicos venezolanos, ha orientado la promoción de un
nuevo tipo de gestión que privilegie a la sociedad con todos los
conocimientos intrínsecos que ella conlleva.
19 Ander-Egg, 2001; pág. 46
2.2. CAMBIOS EN LA CIENCIA Y EL PARADIGMA CIENTÍFICO.
La ciencia desde un paradigma tradicional, ha sintetizado y reproducido
conocimientos “legítimos e incuestionables” a través de sus prácticas
sociales. En otras palabras, la estructura de las disciplinas científicas han
definido históricamente qué es lo científico y qué no lo es; establecen
también las pautas de las cuales son los problemas relevantes, como se
deben abordar, etc.
FIGURA Nº 2. ¿QUÉ ES CULTURA CIENTÍFICA?
Fuente: La Rosa, Irama y Cruces, José Miguel (2007) 2do Estudio de Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología en Venezuela 2006.
Con base en la teoría de la ciencia expresada por Thomas Kuhn sobre los
paradigmas científicos, se proporciona categorías como ciencia normal
que, es entendida como la práctica científica, en la cual, la mayoría de los
científicos prestaría su atención a cierto modelo de ciencia con métodos
bien delimitados debido a la legitimidad que goza y le permite
desarrollarse de manera acrítica. Y es el paradigma, según esta teoría, la
que otorga el poder para interpretar la realidad, establece un acuerdo
sobre qué temas de estudio se deben tratar, sus soluciones y los métodos
específicos a utilizar. Eso es actuar como científico normal.
“La ciencia normal es un sistema de creencias, procedimientos,
convenciones, maneras de conocer, modos de enseñar y formas de
gestionar el conocimiento que pertenecen a una cultura, que son
constitutivas de las relaciones de dominación que prevalece en este tipo
de sociedades”. 20
El cuestionamiento a la forma cómo se ha definido la naturaleza de la
ciencia en función a divisiones jerárquicas, alto grado de especialización y
diferenciación de la ciudadanía, ha producido un conocimiento experto
monopolizado por unas minorías intelectuales, científicas y tecnológicas.
Y esta posición de la ciencia, ha sido caracterizada por rasgos
aislacionistas, desarticulados y desapegados a aportes sociales
concretos:
“Los científicos que tienden al aislamiento, a la contemplación de la ciencia como un fin en sí mismo, que requiere recursos sin que sus resultados estén necesariamente en función del desarrollo económico y social, crean grupos artificiales no identificados entre sí: los productores de conocimientos y los investigadores propiamente dichos.
Lo recomendable al echar las bases de una política científica es conciliar las gestiones de ambos para asegurar que la ciencia sea de calidad y contribuya a la satisfacción de necesidades biológicas y sociales de los grupos humanos”. 21
Es justamente la impresión de que la ciencia es un fin en sí mismo, el
paradigma del cual busca desprenderse la nueva propuesta de ciencia y
tecnología inclusiva. A pesar que:
“La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo del que pueda surgir una nueva tradición de ciencia normal, está lejos de ser un proceso de acumulación, al que se llegue por medio de una articulación o una ampliación del antiguo paradigma. Es más bien una reconstrucción del campo, a partir de nuevos fundamentos, reconstrucción que cambia algunas de las generalizaciones teóricas más elementales del campo, así
20 Lanz, 2006 a: pág. 51
21 Quintero,1987: pág. 10
como también muchos de los métodos y aplicaciones del paradigma”. 22
Hasta hace poco tiempo, la ciencia y la técnica eran vistas como
conocimientos neutros e indiscutibles. Pero la búsqueda de soluciones
surgidas del contexto de integración transdisciplinaria y de otros saberes
en la ciencia y la tecnología ha devenido en una nueva concepción de
ciencia divorciada del enfoque tradicional:
“No hay saber universal, ninguno lo es, todos son de algún modo particulares y relativos a las condiciones en que son producidos. Por eso, el diálogo y la colaboración entre diversas formas de saber son imprescindibles. En algunos casos, tal vez encontremos que resultan complementarios, pero en otros podría estar en conflicto. La colaboración intercultural en la producción de conocimiento no es una panacea y si hay conflictos, más vale verlos, analizarlos y encontrar formas de encararlos”. 23
En la actualidad, el conocimiento científico y técnico no se produce con
exclusividad en las universidades sino también en otros centros de
estudio e incluso, en espacios públicos.
22 Kuhn, 1971: Pág 139
23 Lanz, 2006 b: pág. 68
FIGURA Nº 3. HACIA UNA NUEVA CULTURA CIENTÍFICA Y
TECNOLÓGICA.
Fuente: Ministerio del Poder Popular Para Ciencia y Tecnología
(2005) Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030.
2.3. CONCEPCIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS.
El enfoque más aceptado de políticas públicas durante el siglo pasado se
cimentaba en la creencia de que las acciones sociales deben ser
emprendidas por la autoría del Estado, o por lo menos, como resultado de
su actividad.
“El concepto tradicional de política pública asigna un papel demasiado
central al Estado. Como si las autoridades político-administrativas tuvieran
una posición excluyente en el tratamiento de los problemas públicos o de
las problemáticas colectivas en la sociedad o en un sector de ella”. 24
Siguiendo la idea anterior, no es sustituible el papel del Estado como
garante de las políticas y su marco institucional pero tampoco debe ser el
único actor involucrado. La participación del sector público en diversos
aspectos del proceso de desarrollo de una política pública resulta de gran
importancia:
“Diremos que una política pública corresponde a cursos de acciones, flujos de información relacionada con un objetivo público definido en forma democrática; que son desarrollados por el sector público y, frecuentemente, con la participación de la comunidad y el sector privado. Una política pública de calidad incluirá orientaciones o contenidos, instrumentos o mecanismo, definiciones con modificaciones institucionales, y la previsión de sus resultados”. 25
Vista de esta perspectiva, el concepto ampliado de políticas públicas
incluye diferentes actores, a todos los involucrados directa o
indirectamente en el bien común. Es una manera integral de enfocar los
24 Lahera, 2002: pág. 14
25 Idem, pág. 16
objetivos ciudadanos en la incorporación al proceso de discusión, diseño,
gestión y evaluación de las políticas públicas.
Esta concepción abre la posibilidad a diferentes personas o grupos para
influir, formular, hacerse presentes, ejecutar o evaluar la agenda pública,
con el objeto de mejorar los servicios públicos, permitir un mejor acceso a
la información de la ciudadanía y aumentar su interés en los asuntos
competentes a todos. El fundamento de esta idea es el principio de que
en la agenda social todos podemos generar o refinar ideas en base a las
necesidades planteadas por aquellos que manifiestan alguna propuesta.
La inclusión de otros actores en las políticas públicas permite una
distribución más equitativa del poder y proporciona una mayor visibilidad a
las demandas y opiniones de los diferentes grupos sociales.
2.3.1. NUEVAS ORIENTACIONES DEL ESTADO Y DE LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN AMÉRICA LATINA.
La concepción de la política científico-tecnológica en América Latina se ha
modificado en atención a los cambios socio-económicos y modelos de
desarrollo que han variado considerablemente en los últimos veinte años.
La manera de concebir la ciencia y la tecnología con el desarrollo cambia,
así como el objeto de atención.
Desde luego, el contexto socio-histórico y socio-político que ha
experimentado cada una de las sociedades latinoamericanas supone que
la instrumentación de nuevas orientaciones de desarrollo se realicen de
acuerdo a un contexto particular.
En referencia a la unión de ciencia y tecnología con el desarrollo de los
países latinoamericanos, Sánchez Rose, expone lo siguiente:
“En los años cincuenta se trataba de promover la investigación científica; en los sesenta, el énfasis se colocó en la calificación de los recursos humanos, la información científica y tecnológica y de transferencia de tecnología. En la década de los setenta, se comenzó a manejar el enfoque de sistemas en la política científica y tecnológica, orientando la atención al estudio de la innovación y los factores que la posibilitan como son de ingeniería, de diseño y la consultar en el desarrollo tecnológico. En los años ochenta, la atención giro en torno a la gestión tecnológica de las empresas. Por su parte, la emergencia de los nuevos paradigmas en la década de los noventa, obligaron nuevamente a cambiar la concepción de desarrollo y el papel que juega la ciencia y la tecnología“. 26
Hoy en día, las discusiones al interno de la ciencia y la tecnología en
América Latina están dirigidas a la popularización de la misma para
incorporar nuevas ideas a este ámbito del conocimiento.
2.3.2. NUEVAS ORIENTACIONES DEL ESTADO Y DE LAS POLÍTICAS
PÚBLICAS EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA EN VENEZUELA.
Al igual que en el resto de Latinoamérica, la ciencia y tecnología en
Venezuela ha dirigido sus esfuerzos a renovar la visión que tiene frente a
la ciudadanía. Un ejemplo claro del nacimiento de nuevas propuestas
científico-tecnológicas y la desvinculación del Estado con las viejas
políticas tradicionales:
"Las políticas públicas en ciencia y tecnología deben buscar incrementar su contribución al desarrollo de nuestros países, y como estímulo al proceso de gestión basado en el uso y desarrollo del conocimiento. Para ello, deben estar centradas en los siguientes lineamientos:
• Atención a las demandas de calidad de vida. • Fortalecimiento del talento humano y del conocimiento.
26 Sánchez, 2002; Pág. 34
• Estímulo y fortalecimiento del sector productivo.• Desarrollo de redes y capacidades asociativas.• Desarrollo del consenso y participación de las políticas públicas.• Incremento del uso del conocimiento de la gestión pública, como activa participación ciudadana.• Desarrollo de las tecnologías de información y comunicación, incremento de su impacto y de su potencialidad” 27
Así, las políticas públicas en ciencia y tecnología a partir de esta visión,
están fundamentadas en la atención de las necesidades de la población,
tanto el punto de vista social, político, económico, entre otros.
2.3.2.1. MARCO LEGISLATIVO EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA: LEY
ORGÁNICA DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
Para abordar este tema, es necesario recordar que estas políticas
específicas científico-técnicas responden a lo establecido en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en su
artículo 110, donde se hace explícito que:
“El Estado reconocerá el interés público de la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones y los servicios de información necesarios por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo económico, social y político del país, así como para la seguridad y soberanía nacional. Para el fomento y desarrollo de esas actividades, el Estado destinará recursos suficientes y creará el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología de acuerdo con la ley”. 28
Para dar cumplimiento a estos lineamientos con rango constitucional, se
creó la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología (LOCTI, 2001).
27 Genatios, La Fuente; 2004: pág. 8
28 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 2000; pág. 102- 103.
“La ley de Ciencia, Tecnología e Innovación, en adelante LOCTI, constituye un instrumento jurídico inédito en nuestra historia republicana, que busca reducir las crónicas distancias que han existido entre los generadores de ciencia y tecnología en nuestro país, y las demandas que las empresas, públicas y privadas tienen en esa materia, buscando de esta manera conformar un verdadero sector de ciencia y tecnología en el que, respetando las peculiaridades presentes en cada uno de estos actores, vale decir, las empresas, los proveedores de soluciones científico-tecnológicas y el Estado, se propicien espacios de concertación, de intercambio productivo, en aras de su consolidación y crecimiento de las partes involucradas”. 29
Este instrumento legislativo responde a una demanda del medio científico
nacional y a la voluntad política del Estado de impulsar y apoyar las
actividades de ciencia, tecnología e innovación, como instrumento para
desarrollo económico y social. En respuesta, esta ley fue impulsada por el
MCT en el marco de un amplio proceso de consulta, en la cual participó el
sector académico, de investigación, el sector productivo y la sociedad, a
través de encuestas y consultas vía Internet y foros de discusión en las
ciudades más importantes del país.
De acuerdo sus funciones, la LOCTI tiene por objeto:
“Desarrollar los principios orientadores que en materia de ciencia, tecnología e innovación y sus aplicaciones, establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, organizar el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, definir los lineamientos que orientarán las políticas y estrategias para la actividad científica, tecnológica, de innovación y sus aplicaciones, con la implantación de mecanismos institucionales y operativos para la promoción, estímulo y fomento de la investigación científica, la apropiación social del conocimiento y la transferencia e innovación tecnológica, a fin de fomentar la capacidad para la generación, uso y circulación del conocimiento y de impulsar el desarrollo nacional”. 30
29 Documento en línea. Véase: (http://www.oncti.gob.vetitularesarticulos_locti_jmc.pdf ) 30 LOCTI, 2005: pág. 1
La LOCTI, también define que el ente rector de la política de Estado en
materia de ciencia, tecnología e innovación es el MCT y sus institutos
adscritos, instituciones y centro de investigación y desarrollo que brinden
apoyo en el área de ciencia, tecnología e innovación. Otro espacio que se
inscribe dentro de la LOCTI, es el Plan Nacional de Ciencia Tecnología e
Innovación 2005-2030, donde se precisa las líneas de acción,
investigación y desarrollo para las mejoras sociales y de cooperación
científico-tecnológica.
2.4. SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO O SOCIEDAD DE LA
INFORMACIÓN.
El contenido de estos conceptos emerge de los usos en un contexto
social dado, que a su vez influyen en las percepciones y expectativas ya
que cada término lleva consigo un pasado y un sentido (o sentidos), con
su respectivo bagaje ideológico.
Era de esperarse, entonces, que cualquier término que se quiera emplear
para designar la sociedad en la que vivimos, o a la cual aspiramos, sea
objeto de una disputa de sentidos, tras la que se enfrentan diferentes
proyectos de sociedad.
En el marco de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información
(CMSI), hay dos términos que han ocupado el escenario: sociedad de la
información y sociedad del conocimiento.
2.4.1. SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN.
En la últimas décadas, el concepto de sociedad de la información se ha
consagrado como el término hegemónico por el bautizo que recibió en las
políticas oficiales de los países más desarrollados, además de la
coronación que significó honrarlo con una Cumbre Mundial.
Los antecedentes del término, sin embargo, datan de décadas anteriores.
En 1973, el sociólogo estadounidense Daniel Bell introdujo la noción de la
“sociedad de la información” en su libro El Advenimiento de la Sociedad
Post-industrial 31, donde formula que el eje principal de ésta será el
conocimiento teórico y advierte que los servicios basados en el
conocimiento habrán de convertirse en la estructura central de la nueva
economía y de una sociedad apuntalada en la información.
Esta expresión reaparece con fuerza en los años 90, en el contexto del
desarrollo de Internet y de las tecnologías de información y comunicación
(TIC). La revolución informática dio inicio a un nuevo paradigma tecno-
económico caracterizado por conjugar actividades productivas y nuevo
modo de generar y difundir conocimiento científico y tecnológico, donde la
producción depende del conocimiento, no de materias primas como
capital de trabajo humano.
A partir de 1995, se incluye en la agenda de las reuniones del G7 (luego
G8) y se adopta en los Estados Unidos, así como por varias agencias de
las Naciones Unidas y por el Banco Mundial. En este contexto, el término
de sociedad de la información, se desarrolla de la mano de la
globalización, cuya meta ha sido instaurar un mercado mundial abierto y
“autorregulado”.
31 Bell, 1992: pág. 25
2.4.2. SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La noción de sociedad del conocimiento (knowledge society) surgió hacia
finales de los años 90 y es empleada, particularmente, en medios
académicos, como alternativa al término sociedad de la información.
La UNESCO (Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de
las Naciones Unidas) ha adoptado el término sociedad del conocimiento,.
Esta concepción más integral va más allá de lo económico y,. por
ejemplo, Abdul Waheed Khan (subdirector general de la UNESCO para la
Comunicación y la Información), escribe:
“La sociedad de la Información es la piedra angular de las sociedades del conocimiento. El concepto de sociedad de la información, a mi parecer, está relacionado con la idea de la innovación tecnológica, mientras que el concepto de sociedades del conocimiento incluye una dimensión de transformación social, cultural, económica, política e institucional, así como una perspectiva más pluralista y desarrolladora. El concepto de sociedades del conocimiento es preferible al de la sociedad de la información, ya que expresa mejor la complejidad y el dinamismo de los cambios que se están dando. El conocimiento en cuestión no sólo es importante para el crecimiento económico sino también para empoderar y desarrollar todos los sectores de la sociedad”. 32
Otro concepto de sociedad del conocimiento que define claramente su
contenido es el siguiente:
“La sociedad del conocimiento es una expresión que sirve para destacar las tendencias más recientes en las formas de organización social y productiva. Éstas revelan un creciente uso de la información y el conocimiento en la toma de
32 Documento en línea. Véase:
(http://portal.unesco./en/ev.phpURL_ID&URL_DO=DO=11958_TOPIC&URL_SECTION=
201.html )
decisiones, en la producción de bienes y servicios, en la formulación de estrategias empresariales en el diseño y ejecución de las políticas económicas, industriales y tecnológicas”. 33
Al respecto, la sociedad del conocimiento supone la desmaterialización
del proceso productivo, llevando a este del campo de la materia prima,
fuerza de trabajo y energía, a un intensivo trabajo sobre la información y
conocimiento.
Básicamente, la preferencia del capital intelectual en la sociedad
contemporánea modifica la forma de organizar, gestionar y difundir el
conocimiento, lo cual, ha transformado las prácticas y modos
institucionales en que se genera y difunde la ciencia y la tecnología. Esta
característica de la producción moderna hace indispensable la inversión
en capital humano, incluso desplazando la dotación de recursos
naturales.
Bajo este modo de proceder, la inversión en capacidades humanas para
la generación de conocimientos se traduce en mejores usos de los
recursos inmateriales y materia prima. Para ilustrar este punto, en el caso
venezolano, insertando al país por completo en la sociedad del
conocimiento nos movilizaríamos de la explotación y exportación de
recursos naturales, particularmente petróleo, para también generar valor
agregado a la materia prima.
“Sin embargo, bajo el espejismo de la Venezuela rentista no se entendió una cosa sencilla: que la posibilidad real de garantizar en el futuro tasas sostenidas de crecimiento económico y bienestar social depende de la cantidad y la calidad del capital humano disponible. No se entendió que los recursos humanos calificados eran emisores y portadores de la capacidad
33 Álvarez, Rodríguez, 1998: pág. 12
tecnológica, de la capacidad innovadora y creadora de la sociedad”. 34
Vale mencionar que, esta apropiación de las tecnologías supone la
incorporación de conocimientos autóctonos para la actividad innovativa.
“La sociedad del conocimiento implica potenciar la capacidad tecnológica
combinando formas tradicionales y modernas que estimulen la creación
científica y que hagan viable el desarrollo humano sostenible”. 35
A fin de cuentas, la sociedad del conocimiento en Venezuela supondría la
tenencia de recursos humanos calificados para la asimilación de las
tecnologías foráneas con el fin de innovar y lograr satisfacer consumo
interno.
2.4.3. DEBATES EN CURSO: ¿SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN O
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO?
Aunque buena parte del mundo le ha dado poca importancia a este
aspecto, muchas organizaciones civiles le consideran un aspecto clave,
pues allí se disputa y confrontan dos proyectos de sociedad. En efecto,
estos dos enfoques se pueden resumir de la siguiente manera:
El primer enfoque, sociedad de la información, consta de paradigma de
desarrollo que asigna a la tecnología un rol causal en el ordenamiento
social, siendo esta el motor de la economía. El segundo enfoque, afirma
que el desarrollo humano se alcanza mediante el predominio de la
información, comunicación y conocimiento en la economía dentro de otras
actividades humanas. En este enfoque, la tecnología no es neutra ya que
su desarrollo es orientado por diversos intereses.
34 Álvarez, Rodríguez, 1998: pág. 26
35 Lanz, 2006 a: pág. 140
2.4.4. FORMULACIONES ALTERNAS EN DEBATE.
Dado el predominio adquirido por el término sociedad de la información,
las formulaciones alternativas tienden a tomarla como referente para
demarcarse. Una primera objeción tiene que ver con la palabra sociedad
en singular, como si se tratara de una sociedad mundial uniforme. Se
propone como alternativa hablar de “sociedades” de la información o del
conocimiento.
En cuanto al concepto de información, Antonio Pasquali aportó un
argumento que tuvo gran eco en la comunidad intelectual:
“Informar connota por lo esencial mensajes unidireccionales causativos y ordenadores con tendencia a modificar el comportamiento de un receptor pasivo; Comunicar, es la interrelación de mensajes relacionales, dialogales y socializantes entre interlocutores igualmente habilitados para una libre y simultánea recepción/emisión. Si la Información tiende a disociar y jerarquizar los polos de la relación, la comunicación tiende a asociarlos; sólo la Comunicación puede dar nacimiento a estructuras sociales”. 36
En torno al concepto alterno, sociedad del conocimiento, quienes lo
defienden consideran que evoca una visión más integral y un proceso
esencialmente humano. Otros, sin embargo, la objetan por la asociación
con el concepto dominante, que reduce el conocimiento a su función
económica (la noción, por ejemplo, del knowledge management en las
empresas, que apunta esencialmente a cómo recabar y sacar provecho
de los conocimientos de sus empleados); o que valora solamente el tipo
de conocimiento supuestamente objetivo, científico y digitalizable en
desmedro de aquellos que no lo son.
36 Documento en línea. Véase:
(http://movimientos.org/foro_comunicacion/ponencia.phtml)
Finalmente, se plantea en la presente investigación que, más allá de
debatir lo apropiado de tal o cual término, lo fundamental es impugnar y
deslegitimar cualquier término o definición que refuerce una concepción
tecnocéntrica de la sociedad. Así que, la noción de que cualquier
referencia a “sociedades” debe hacerse en plural, reconociendo la
heterogeneidad y diversidad de las sociedades humanas.
2.5. DESCRIPCIÓN DEL PLAN NACIONAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA
E INNOVACIÓN 2005-2030.
En los últimos años, ha ido creciendo, tanto en círculos académicos como
en diferentes grupos sociales, el interés por las cuestiones relacionadas
con el impacto de la ciencia y la tecnología, así como por las posibles
actuaciones del sector público en su promoción y fomento.
“A mediados del año 2002, el MCT, como organismo rector de la política pública y de la configuración del SNCTI, se comenzó a plantear la necesidad de incorporar mecanismos más inclusivos en la formulación de dicha política, con la participación de actores no tradicionales en esa definición de visiones compartidas de largo plazo”. 37
Paulatinamente, en vista del crecimiento institucional en materia de
ciencia y tecnología, especialmente, la del MCT y la mejora en la
articulación de los organismos adscritos al SNCTI, se formula una primera
versión del Plan Nacional, que abarcaría desde el año 2001 hasta el año
2007. Este fue un primer acercamiento a lineamientos nacionales para
fortalecer el sistema de ciencia y tecnología nacional.
De esta experiencia, nace el actual PNCTI 2005-2030, que adopta las
siguientes funciones:
37 PNCTI, 2005. pág. 109
“El Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación establecerá lineamientos para la formulación y ejecución de los proyectos del área de ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones que les corresponde emprender a los Estados y municipios con los recursos del situado constitucional y demás aportes previstos en leyes especiales”. 38
El documento representa el resultado de la participación de diferentes
actores sociales como universidades, investigadores, empresas,
instituciones gubernamentales y ciudadanas que, estuvieron dispuestos a
participar en la elaboración de propuestas nacionales en el área de
ciencia y tecnología para gestar un programa direccional de estas
políticas. Además que, el PNCTI está estructurado en áreas prioritarias, e
incluye modalidades de participación, instrumentos de financiación, así
como mecanismos de seguimiento, evaluación y gestión novedosos.
En cuanto a la participación, el PNCTI supone la participación activa de
distintos actores y expertos en diferentes ramas del conocimiento que
asumieron como propuesta: los problemas nacionales, regionales,
directrices estratégicas del plan de desarrollo económico y social. Una de
las características principales de este plan visto como una política pública,
es que “ha sido y será un proceso de construcción democrático en la que
han formado y formarán parte, tanto expertos como miembros de la
sociedad, altamente motivados a participar en la creación de una cultura
científica, innovativa y tecnológica en Venezuela”. 39
Otra de las ideas que mueve este proceso, se sustenta en la creación de
un nuevo conocimiento científico, con nuevos actores y retomando los
saberes tradicionales que habían sido excluidos por el mismo sistema en
el que estamos inmersos. Por medio de este plan, se busca vincular la
38 LOCTI, 2005: pág. 13
39 PNCTI, 2005, Pág. 9
transdisciplinariedad al quehacer científico y tecnológico para fortalecer
las políticas públicas.
Todo lo antes expuesto, está enmarcado dentro políticas de desarrollo
endógeno sustentable, definida en el informe del PNCTI, como “la
utilización de recursos productivos propios, la incorporación del progreso
científico y técnico, bajo principios sociales y ambientales que garanticen
su impacto positivo, permanencia y mejoramiento en el tiempo”. 40
El desarrollo endógeno propuesto en el PNCTI busca “crear conciencia de
que Venezuela solo puede desarrollarse mediante el esfuerzo de su
pueblo, por lo tanto la asistencia extranjera, aún la que suceda en
supuestas condiciones óptimas para el país, ha de tomarse como paliativo
y no como solución”. 41
De allí, la importancia de la participación de todos los sectores nacionales
en la creación de políticas públicas en ciencia y tecnología. Para
contrarrestar la dependencia tecnológica que históricamente ha
caracterizado a Venezuela e iniciar el proceso apropiación del know-how,
de transferencia tecnológica y por último, generación de tecnología
autónoma para satisfacer las necesidades sociales del país.
40 Idem, Pág. 9941 Quintero, 1978; Pág.16
FIGURA Nº 4. FORMULACIÓN, SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DEL PNCTI 2005-2030
Fuente: Ministerio del Poder Popular Para Ciencia y Tecnología (2005) Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030.
En síntesis, el PNCTI desarrollado por el MCT, expresa varias vertientes
del cambio hacia la sociedad del conocimiento: el redimensionamiento del
Estado para enfocarse en organizar, orientar y conciliar intereses; y la
adopción de un nuevo enfoque sobre la ciencia y la tecnología que se
sustenta en modificaciones institucionales continuas.
Ya nadie parece dudar que la ciencia y la tecnología jueguen un papel
importante en la actualidad, muchos consideran que su poder se
encuentra incorporado de forma natural e inadvertida sobre los modos de
vida contemporáneos. Y es en este sentido donde debe trabajarse, en la
creación de planes estratégicos “que faciliten las construcciones de
nuevas realidades para la ciencia y tecnología en Venezuela”. 42
2.5.1. COMPROMISO SOCIAL DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA EN
VENEZUELA.
La legitimidad de la ciencia y la tecnología se fundamenta, hoy por hoy,
en un criterio de utilidad pública, se habla entonces de ciencia pertinente,
orientada a incrementar la calidad de vida y problemas apremiantes.
De manera genérica, el Rigoberto Lanz expone que las metas sociales
esperadas en cuanto a la apropiación de las ciencias por parte de la
ciudadanía son:
“La democratización de la ciencia plantea tres grandes metas:
1. La ampliación del conjunto de seres humanos que se benefician directamente de los avances de la investigación científica y tecnológica, la cual debiera privilegiar los problemas de la población afectada por la pobreza;
42 PNCTI, 2005; pág. 9
2. La expansión del acceso a la ciencia, entendida como un componente central de la cultura;
3. El control social de la ciencia y la tecnología y su orientación a partir de opciones morales y políticas colectivas y explícitas. Todo ello enfatiza la importancia de la educación y de la popularización de la ciencia y la tecnología para el conjunto de la sociedad”. 43
2.6. CONCEPTOS BASES DEL PLAN NACIONAL DE CIENCIA,
TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN 2005-2030.
2.6.1. POLÍTICAS CIENTÍFICAS Y TECNOLÓGICAS EN VENEZUELA.
Los procesos científicos y tecnológicos se han convertido en asuntos
políticos de primer orden en las sociedades contemporáneas, por
supuesto, incluyendo a Venezuela. Por consiguiente, se está presentando
un proceso de renovación en el área que re-define las concepciones del
pasado en la materia.
“La constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 y la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT), el mismo año, exponen claramente, por primera vez en el país, la intención política del Estado Venezolano de valorar y utilizar la ciencia, la tecnología y la innovación como motores para el desarrollo económico y social. Las nuevas políticas ponen en relevancia la intención de ingresar en la llamada sociedad del conocimiento y de adaptarse a los nuevos paradigmas mundiales de la organización y producción, con criterios de equidad social, en el marco de la globalización.
Esto pone sobre el tapete por primera vez a nivel de políticas explícitas de gobierno la necesidad de fomentar una cultura de innovación, y de asegurar el ambiente propicio para desarrollarla, con el fin de aumentar la calidad y competitividad de las empresas del sector productivo nacional y de mejorar el nivel de calidad de vida de la población”. 44
43 Lanz, 2006 a: pág. 140-141.
44 Genatios, La Fuente; 2004: Pág. 205
Para distinguir las políticas científico-tecnológicas actuales de las
precedentes, se puede decir que definían el progreso y el desarrollo como
una concepción lineal. O sea, como una emulación de modelos de
desarrollo foráneos en detrimento del desarrollo de nuestras propias
capacidades.
“Para la ciencia como el desarrollo en general, no debemos aceptar las teorías unilineales seguidistas. Nuestra ciencia es subdesarrollada, sí, pero no porque no haya alcanzado el nivel norteamericano, sino porque es insuficiente para ayudarnos a construir la sociedad que deseamos. Si esa sociedad deseada es parecida a la norteamericana –sí, nuestro Proyecto Nacional o estilo de desarrollo es vivir como ellos- entonces sí, necesitaremos la misma ciencia que ellos, con modificaciones menores. Pero si queremos otro tipo de sociedad, surge una pregunta crucial: ¿será una ayuda o un estorbo para construirla, ese tipo de ciencia del hemisferio norte? ¿No hará falta una ciencia diferente?”. 45
En la actualidad, no cabe esperar que la aplicación mecánica de las
experiencias desarrolladas por otros países y en distintos momentos,
aporte iguales resultados. Sólo cabe extraer la enseñanza que atañen a lo
propio de cada proceso innovativo y crear las condiciones para que se
maximice la secuencia de contribuciones entre los diversos agentes del
sistema, respetando las formas más adecuadas en las que estos agentes
puedan interactuar dadas las características propias, sus tradiciones y
cultura.
45 Varsawsky, 2006; pág.7
Otra característica que distinguió las políticas científico-tecnológicas
nacionales es el encuadramiento entre ciertas categorías. Sánchez Rose,
expone las características de las políticas en este sentido:
“La política científica tradicional presenta los siguientes rasgos:
- Estatista: una política que deja el grueso del desarrollo científico-tecnológico al Estado. El planteamiento parte de una concepción unívoca según la cual, el financiamiento público de la actividad científica debe generar resultados útiles y dirigidos a la resolución de problemas sociales.
- Cientificista: se parte de la premisa de que la innovación tecnológica es fundamentalmente un hecho científico. Se generó una relación entre científicos y el Estado y excluía la participación de cualquier otro actor.
- Ofertista: política dirigida a crear conocimiento en los laboratorios y centro de investigaciones bajo el supuesto de que éstos serían automáticamente absorbidos por las empresas o distintos sectores de la sociedad.
- Sectorial: es una política concebida desde la lógica del sector, como un compartimiento estanco de la actividad pública, independiente de los demás sectores y cuyos asuntos debían ser tratados de manera separada. La política en la materia era tratada desde el sector, pare el sector y por el propio sector.
- Individualista: se apoya en una visión corporativista del quehacer científico, como una actividad realizada por individuos e instituciones aisladas”. 46
La ciencia y la tecnología a partir de esta observación, estuvo a cargo de
un solo actor social a la vez, no hubo sincronía o simultaneidad entre los
actores de la ciencia. Como se explicó en el capítulo anterior, la nueva
46 Sánchez, 2002: pág. 34-35. Citando a Rafael Rengifo (1997) La Danza de las
Agendas: Política Pública e Innovación en Venezuela. ponencia presentada en el
congreso de sociología y antropología, UCV, Caracas.
visión de las políticas públicas incluye la articulación entre todos los
actores interesados en el bien público. Este es el principal avance
experimentado en el área de políticas públicas en Venezuela.
2.6.2. INCLUSIÓN SOCIAL Y SUS VARIANTES EN EL PLAN
NACIONAL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN 2005-2030.
En primer lugar, es de suma importancia recalcar que se ha producido un
abandono de la idea de integración a favor de la idea de inclusión.
La integración era asociada con la asimilación de un grupo o persona en
la sociedad, fundado en el hecho de situar a alguien en el lugar de
excluido. Mas el término, inclusión lleva implícito transformaciones en el
contexto y no la entrada de un grupo en un determinado sistema.
Actualmente, en Venezuela y otros países de América Latina, los
progresos sociales dirigidos a dichos grupos han provocado el
surgimiento de mayores iniciativas de inclusión. Se están generando
procesos de transformación respecto a las legislaciones internas para
legalizar y legitimar todos los esfuerzos de inclusión de una mayor gama
de grupos sociales en el sistema político-legislativo de los Estados.
De manera particular, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, marca el punto de quiebre con las anteriores políticas de
inclusión menos condescendientes con grupos minoritarios que habitan el
país. Asimismo, abren camino a un conjunto de lineamientos orientadores
para la conceptualización de las políticas sociales en Venezuela que
promuevan el éxito definitivo de los nuevos planteamientos para
conquistar la real aceptación e inclusión de las minorías en la vida social
de la nación.
Partiendo de la visión de la Constitución, se presenta a continuación uno
de los artículos que consagran la participación e inclusión como un
componente importante para el desarrollo social y económico del país:
ART 62:
“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas.
La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo y desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica”. 47
Se considera que la ciudadanía tiene el derecho de la participación en las
fases de elaboración de programas sociales y en los asuntos públicos en
general, sobre la base de un protagonismo que contribuya con el
desarrollo de condiciones favorables a la gestión pública.
La práctica de la participación en ciencia y tecnología es un asunto
complejo, el conocimiento científico concebido como la más alta verdad
objetiva y el desarrollo tecnológico juzgado como un proceso lineal,
evolutivo y acumulativo hacia un tipo determinado de progreso, ha
conformado un mundo científico donde los no especialistas en general,
los actores sociales portadores de otros valores, tendrían poco que decir
al respecto.
Sin embargo, a partir de los lineamientos expresados en el PNCTI,
fundamentalmente, en la premisa de la valoración de las capacidades
propias y la potenciación del desarrollo social, resumida en la frase
“desarrollo endógeno o desarrollo desde dentro”, la cual, considera muy 47 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 2000; pág. 60
conveniente la democratización de la ciencia para encaminar desarrollo
científico-técnico a un estadio más amplio de entendimiento.
“En este sentido, el desarrollo endógeno tiene la cualidad de ser uno de
los enfoques más completos para operativizar políticas públicas de
desarrollo, con base en principios y estrategias que valoran lo propio
desde lo pequeño hasta lo macro, pasando por la valoración de lo
comunitario y de lo culturalmente propio”. 48
Precisamente, según los supuestos básicos del enfoque de desarrollo
endógeno, éste integra otros actores al SNCTI donde el criterio de las
ventajas locales y el rol de las comunidades en la definición de sus
propias expectativas para alcanzar el desarrollo, es un eje básico de este
modelo.
De esta manera, uno de los objetivos estratégicos principales dentro del
aspecto social contemplado en el PNCTI 2005-2030, es definido así:
“Desarrollar una ciencia y tecnología para la inclusión social, donde los
actores de la sociedad venezolana sean sujetos de acción en la
formulación de políticas públicas en ciencia y tecnología y partícipes del
nuevo pensamiento científico que se gesta en el país”. 49
2.6.3. PARTICIPACIÓN PÚBLICA EN LAS POLÍTICAS CIENTÍFICO-
TECNOLÓGICAS.
Es muy frecuente en la actualidad reconocer la importancia que tiene el
cambio tecnológico en la vida social, el ritmo incontenible que detenta
48 PNCTI, 2005: pág. 77
49 Idem, pág.124
dicho cambio y la gran cantidad de recursos que se destina a este fin.
Esta coyuntura ha provocado que el cambio tecnológico surja como una
de las áreas prioritarias en las agendas políticas y de opinión pública en
Venezuela y el mundo.
En efecto, en los últimos años se ha podido apreciar un creciente interés
social sobre los problemas relacionados con políticas de ciencia y
tecnológica y, la participación pública en estas políticas es consecuencia
directa de este renovado interés. No obstante, la inclusión de nuevos
actores sociales y la coordinación de sus intereses en la participación
pública es una tarea compleja a causa de la enorme cantidad de
opiniones.
“La participación pública constituye un proceso de renegociación política
dirigida no tanto a limitar el desarrollo de la práctica científica y
tecnológica, como a establecer los actores que deben participar en las
decisiones de los objetivos políticos en ciencia y tecnología, así como
establecer a quien le compete la supervisión de su acatamiento“. 50
Por ello, es importante hacer hincapié en las diversas maneras de
participación en políticas científico-tecnológicas.
Las distintas formas como se expresa esta participación estriban en la
identificación de los actores que deben incluirse. Según López Cerezo, es
posible identificar concepciones como: instrumentales, normativas y
sustantivas.
PARTICIPACIÓN
INSTRUMENTAL.50 Sánchez, 2002; pág. 22. Citando a López Cerezo (1998) Participación pública en
política tecnológica. Problemas y perspectivas.
La participación pública constituye una garantía para evitar el conflicto
social y desconfianza hacia las instituciones. La participación para
prevenir la resistencia social puede satisfacerse a través de los
mecanismos de sondeo, como encuestas de opinión o audiencia pública.
PARTICIPACIÓN
NORMATIVA.
Los valores democráticos exigen la participación ciudadana en la toma de
decisiones por lo que se deben crear mecanismos que permitan
incorporar criterios adicionales a los técnicos. Esta modalidad identifica la
participación con opinión pública y en tal sentido, los actores sociales
deben tener la posibilidad de expresar su opinión a fin de conferirle
legitimidad al proceso de toma de decisiones. Un tipo de interferencia
externa aunque necesaria.
PARTICIPACIÓN
SUSTANTIVA.
Esta última concepción de la participación se basa en el argumento según
el cual el juicio de los no expertos es tan sensato, valioso y razonable
como el de los expertos. Esta modalidad concibe el conocimiento popular
como una fuente autorizada de información y perspectivas. La concesión
de la participación sustancial parte de suponer que los ciudadanos
afectados y el público en general, poseen información que los capacita
para emitir juicios fiables sobre problemas relacionados con la ciencia y la
tecnología. Esta concepción promueve mecanismo de participación más
activos, efectivos e igualitarios como son los paneles de ciudadanos o la
gestión negociada con poder decisorio.
A la luz de la última opinión sobre la participación, el soporte de la ciencia
depende en gran medida en la posibilidad de incorporar a las estructuras
existentes y combinar la tecnología con las tradiciones y culturas
prevalecientes en nuestras sociedades actuales. Ya que resulta más
provechoso el intercambio de saberes entre el conocimiento científico y el
conocimiento no científico.
“Las fronteras entre el mundo intelectual y su entorno se han vuelto borrosas a medida que la ciencia y la vida va combinando elementos cognitivos y no cognitivos en formas novedosas y creativas. La difusión de conocimientos se realiza través de intercambios en el contexto de aplicación, en lugar de ocurrir mediante la presentación de resultados en publicaciones científicas o en congresos profesionales”. 51
En correspondencia a lo anterior, el punto clave para acelerar este
intercambio de conocimientos y estimular la participación de otros
sectores en el campo científico, sería a través de la alfabetización
científico-tecnológica. Al fortalecer el conocimiento de los contenidos
científico-técnicos en los distintos niveles educativos, aumenta el grado de
cultura científico-tecnológica y se posibilita la integración de actitudes
favorables para la difusión de la ciencia y la tecnología.
Una propuesta que cabe acotar aquí, es la disposición de popularizar la
ciencia por medio de la educación, porque: “la popularización de la ciencia
comprendida en su función educativa puede también ser usada como
sinónimo de cultura científica. Ese caso puede encuadrarse en las
siguientes categorías:
1) Información científica práctica, ayuda a resolver problemas prácticos inmediatos.
51 Sánchez, 2002 pág. 16. Citando a Gibbons, Michael (1998) Pertinencia de la
educación superior en el siglo XXI.
2) Información científico cívica, que trata de aumentar la conciencia del ciudadano sobre cuestiones relacionadas al desarrollo científico y tecnológico para ampliar y mejorar la participación pública en decisiones relativas a aquellos temas (por ejemplo: la participación en el debate sobre la energía nuclear).
3) Información científica cultural, estimula la adquisición de más conocimiento científico visto como un atributo humano, en este caso encuentra apreciación principalmente en un grupo tradicional como la comunidad intelectual”. 52
52 Martínez y Flores; 1997: pág. 19
CAPÍTULO III. CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS.
En este capítulo, se vislumbran algunos elementos metodológicos del
presente estudio. Puntualmente, se describen los elementos
metodológicos de la investigación y los diferentes pasos que se han
seguido en la realización de la misma.
En primer lugar, se definen los objetivos de la investigación y, a
continuación, se describe la metodología utilizada, dentro de la cual se
especifica el objeto de estudio, el diseño de la investigación, el
instrumento de recogida de la información, el proceso de recogida de la
información, el procesamiento y análisis de la misma.
3.1. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
3.1.1. OBJETIVO GENERAL.
El presente trabajo de investigación tiene como objetivo general:
Analizar la viabilidad y alcance de las políticas de inclusión social
contempladas en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación 2005-2030 para el logro de una sociedad del
conocimiento.
3.1.2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
Analizar las opiniones de informantes claves en el área científico-
tecnológico, específicamente, conocedores de las políticas de
inclusión social contempladas en el PNCTI para determinar los
alcances prácticos de la misma.
Elaborar recomendaciones desde una perspectiva sociológica en
base a los aportes realizados por los expertos y participantes en la
construcción de las políticas de inclusión contempladas del PNCTI.
3.2. DELIMITACIÓN DEL OBJETO DE ESTUDIO.
El desarrollo científico-tecnológico recientemente incorporado a la gestión
pública ha modificado la vida pública y privada alrededor del mundo, así
como los procedimientos estatales relacionados a la gestión, promoción y
educación de la ciudadanía.
En América Latina, buena parte de los países ya han desarrollado
iniciativas y políticas públicas cónsonas con la inclusión de las masas en
las nuevas modalidades de gerencia social y en Venezuela, los diversos
cambios implementados en el Estado y la toma de consciencia al respecto
a la apreciación de la importancia de proporcionar mayor acceso a la
ciudadanía en las decisiones de la gestión pública, ha significado un paso
al frente para el acceso de la sociedad respecto a la gestión pública,
servicios a la ciudadanía, etc.
Por lo tanto, es preciso generar mecanismos para el funcionamiento e
inclusión de la población en el novedoso sistema de participación pública,
potenciar la aprehensión del conocimiento científico-tecnológico y uso de
las nuevas tecnologías por parte del grueso de la población.
De manera tal, la educación y participación relacionada al uso de la
ciencia y tecnología en Venezuela, coadyuvará a insertar al país dentro
de la sociedad del conocimiento, al reducir el atraso y analfabetismo
tecnológico y, fomentar la participación de la ciudadanía en los planes
sociales destinados para ellos.
Por consiguiente, emerge la importancia de las políticas públicas
nacionales en el área de la ciencia y tecnología, que persiguen como
objetivo básico la inclusión de Venezuela en la sociedad del conocimiento,
mediante el apoyo al conocimiento científico-tecnológico y la inserción de
los grupos excluidos. Así, es conveniente centrar el desarrollo de las
reflexiones en aspectos acotados: en las posibilidades que abren las
estrategias promovidas por el Estado para ampliar y fortalecer la inclusión
de actores no científicos en la creación, desarrollo y seguimiento de las
políticas públicas de ciencia y tecnología.
Esta demarcación del objeto de estudio de investigación, es soportada por
uno de los objetivos estratégicos del PNCTI:
“Desarrollar una ciencia y tecnología para la inclusión social donde los
actores de la sociedad venezolana sean sujetos de acción en la
formulación de políticas públicas en ciencia y tecnología y partícipes del
nuevo pensamiento científico que se gesta en el país” 53
Y en virtud a la posibilidad de evaluación y seguimiento abierto a la
ciudadanía para realizar aportes al Plan 2005-2030, esta investigación
busca contribuir a la consecución de la finalidad de dicho plan:
53 PNCTI, 2005: pág. 86
“El Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030 ha sido pensado como un proceso dinámico que no culmina con la presentación de un documento-libro de carácter estático e inmodificable.
La idea con este proceso de formulación participativa del Plan Nacional, es que los actores siempre lo sometan a revisión, evaluación y control para reformular políticas y alinear objetivos de acuerdo con los resultados que se vayan obteniendo con su ejecución”. 54
Por todo lo expuesto anteriormente, interesa destacar de manera
reflexiva ciertos aspectos del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación: Construyendo un Futuro Sustentable. Venezuela 2005-2030,
en pro de ayudar a la formulación de actualizaciones a la propuesta del
MCT, partiendo de las estrategias socializadoras de la ciencia y la
tecnología planteadas por el Estado en relación a la inclusión de nuevos
actores en la construcción de políticas públicas en la materia. Con la
finalidad de aportar una aproximación sobre la siguiente pregunta: ¿son
viables las políticas públicas de inclusión de actores no tradicionales en
las políticas de ciencia y tecnología en Venezuela basadas en los
preceptos contemplados en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación 2005-2030?
3.3. JUSTIFICACIÓN.
La investigación en el área científico-tecnológica en el contexto
venezolano, ha presentado una notable expansión, aunque mantiene un
amplio ámbito relativamente poco estudiado y un gran campo por
estudiar, recordemos que apenas desde el año 1999, se inicia el proceso
de creación de leyes y organismos públicos descentralizados con fines
científico-tecnológicos.
54 Idem: pág. 125
En todo caso, desarrollar un estudio de carácter reflexivo sobre el Plan
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030, resulta
novedoso y, podría servir de difusor de la propuesta del plan y, promotor
de una serie de revisiones críticas que podrían traducirse en el
desencadenamiento de nuevas ideas en pro de complementar el avance
actual del plan.
Adicionalmente, si se toma en cuenta que a partir de este plan saldrán
todas las políticas de ciencia y tecnología para los próximos veinticinco
años, es evidente que las revisiones que se realicen oportunamente al
plan podrían representar el logro exitoso de los objetivos estratégicos
trazados por el mismo y, así asegurar que los objetivos formulados
puedan llevarse a la práctica exitosamente.
Por otro lado, la elección de esta materia queda justificada si prestamos
atención al hecho de que en las sociedades occidentales actuales el
desarrollo en ciencia y tecnología representa uno de los recursos más
importantes de cara a la obtención de fines sociales. Además, debe
indicarse que una de las características realmente significativas de la
ciencia y la tecnología es que representan una de las manifestaciones
socialmente más poderosas y, por lo tanto, más relevantes desde el punto
de vista de la sociología.
El conocimiento científico-tecnológico desempeña un papel relevante en
relación con el devenir de las sociedades actuales. En consecuencia,
cabe pensar que el complejo ciencia y tecnología puede llegar a constituir
un muy pertinente objeto de estudio sociológico. De forma que, la
sociedad, estaría tan preñada de la ciencia y la tecnología como la ciencia
y la tecnología lo estarían de la sociedad.
Entre tanto, la perspectiva teórico-sociológica para interpretar el
contenido, descansa sobre los supuestos de la fenomenología
comprensiva aplicada por Alfred Shutz:
"Shutz va insistir en el estudio del proceso por cual se producen las idealizaciones y construcciones que los fenómenos sociales tienen para el investigador, permitiendo entrar en los valores y necesidades subjetivas de los actores, esto es, en principio, el mecanismo de la actividad mediante la cual, los seres humanos se comprenden unos a otros y a sí mismos". 55
Shutz adapta el concepto weberiano de verstehen (comprender) a su
sociología para definir su noción de acción social, gobernada por
significaciones subjetivas de los otros en función de sus intenciones y
propósitos:
“Como actores siempre interpretamos las situaciones sociales y nuestro mundo en función de nuestros objetivos específicos y en base a la experiencia motivadamente vivida. Shutz, como Weber, entiende los fenómenos sociales desde la perspectiva del actor. La realidad que debemos interpretar es lo que las personas perciben como importante, esto es, hay que comprender los motivos y las concepciones del mundo que orienta las acciones de la gente”. 56
Conforme a ésto, es fundamental entender el significado que el individuo
atribuye a las situaciones que se presentan en la cotidianidad, centrando
la atención sobre la definición que el mismo individuo da de la situación.
3.4. PROPUESTA METODOLÓGICA.
3.4.1. ENFOQUE DE LA INVESTIGACIÓN.
55 Rusque, 1999: pág. 38
56 Damiani, 2004: pág. 155
Dada la naturaleza de la presente investigación se utilizaron como
fundamentos los supuestos de la metodología cualitativa, los cuales
fungen como apoyo para el análisis del PNCTI y la propuesta de inclusión
social que se realizará.
En relación a esta metodología, Miguel Martínez Miguélez expone las
siguientes consideraciones:
“La teoría del conocimiento o filosofía de la ciencia en que se apoya la metodología cualitativa, rechaza el "modelo especular" (positivista), que considera al sujeto conocedor como un espejo y esencialmente pasivo, al estilo de una cámara fotográfica. Acepta, en cambio, el "modelo dialéctico", considerando que el conocimiento es el resultado de una dialéctica entre el sujeto (sus intereses, valores, creencias, etc.) y el objeto de estudio. No existirían, por consiguiente, conocimientos estrictamente "objetivos". Las ciencias humanas estudian un objeto que está configurado por sistemas complejos, donde cada parte se relaciona con todas las demás y a su vez con el todo”. 57
En fin, la metodología cualitativa, se comprende como el resultado de la
relación constructiva entre el investigador y su informante u “objeto de
estudio”, que en este caso no es tratado como cosa, sino como una
fuente de información modelada por la sociedad, lo cual supone el
alejamiento con la idea de objetividad.
Por otro lado, entre las características principales del paradigma
cualitativo se encuentran las siguientes:
“El marco teórico tiene una función teórico referencial, pues ubica el contexto de la investigación y permite contrastar nuestras opiniones con la de otros autores. Es por ello que debe mantenerse una lógica teórica, conceptual e interpretativa acorde a la realidad en estudio.
La orientación cualitativa parte de un área problemática amplia que puede tener internamente problemas entrelazados, que no son visibles sino luego de haber
57 Documento en línea. Véase: (http://prof.usb.ve/miguelm/proyectotesis.html )
realizado una investigación más profunda. Es por ello que no debe partirse de un solo problema.
No se formula una hipótesis de investigación, ya que el abanico de hipótesis es muy amplio, hay que dejar que en la misma investigación los datos se impongan y que de éstos emerja la mejor. Pese a ello, es imprescindible la delimitación de los objetivos, tanto generales como específicos porque delimitaran las estrategias y procedimientos metodológicos”. 58
3.4.2. TIPO DE ESTUDIO.
El tipo de investigación determina el alcance que tiene la misma con miras
a establecer la profundidad de la investigación y esta investigación en
particular, se define como de tipo exploratoria:
“Una investigación se puede catalogarse cómo exploratoria cuando su propósito es indagar acerca de una realidad poco estudiada. En estos casos el investigador, para familiarizarse con su objeto de estudio, debe realizar una exploración previa del mismo. Se trata de efectuar un acercamiento a fin de poder constatar sus características generales y constitutivas”. 59
Debido a que el tema de estudio seleccionado para la investigación no
presenta abundantes antecedentes (a pesar de que existe registro de
mesas de trabajo, discusiones e investigaciones relacionadas a la
temática), su alcance es limitado y ha sido diseñado como una muestra
general de las condiciones de la inclusión social en ciencia y tecnología
basada en el PNCTI y como un punto de partida para estudios de mayor
profundidad.
58 Documento en línea. Véase:
(http://www.avizora.com/publicaciones/monosavizora/especial_avizora_enfoques_metod
o1.ht ) 59 Ramírez, 2007; pág. 71
3.5. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN.
Para cumplir con los objetivos planteados en la investigación, la
información se obtendrá mediante un instrumento típico de los métodos
cualitativos, tal como lo es la entrevista.
La técnica de la entrevista es definida de la siguiente manera:
“En esencia consiste en una interacción entre dos personas, una de las
cuales -el investigador- formula determinadas preguntas relativas al tema
de investigación, mientras el otro -el investigado- proporciona verbalmente
o por escrito la información que le es solicitada”. 60
“La ventaja esencial de la entrevista reside en que los mismos actores sociales son quienes proporcionan con datos relativos a sus conductas, opiniones, deseos, actitudes y expectativas, cosa que por su misma naturaleza es casi imposible de observar desde fuera. Nadie mejor que la misma persona involucrada para hablarnos acerca de todo aquello que piensa y siente, de lo que ha experimentado o proyectado hacer”. 61
El tipo de entrevista utilizado en esta investigación es la entrevista semi-
estructurada o en profundidad, en virtud de que permite la formulación de
preguntas relacionadas al logro de los objetivos planteados de una
manera abierta, que estimula la creación de múltiples lecturas y
percepciones por parte de los informantes.
"En la perspectiva cualitativa a menudo se utilizan entrevistas semi-dirigidas o semi-estructuradas, como una guía de entrevista flexible, que contienen un número de preguntas generales que servirán de orientación. El entrevistador puede cambiar el orden de las preguntas, siempre que se cumpla con el objetivo de obtener la información". 62
60 Sabino, 1992; pág.14661 Idem; pág.15462 Rusque, 1999; pág. 184
Este tipo entrevista utiliza un guión flexible y dinámico, que contiene
preguntas generales que resultan similares a una conversación y no
necesariamente, a un intercambio formal de preguntas y respuestas, lo
cual, facilita en gran medida el proceso de recolección de formación. En
total, por medio de la aplicación de entrevistas semi-estructuradas se
pudo describir los alcances de las estrategias de inclusión en el PNCTI
desde múltiples perspectivas.
3.6. MÉTODO DE INTERPRETACIÓN DE LA INFORMACIÓN.
Posterior a la recolección de información por medio de la aplicación de
entrevistas a profundidad, se aplicó un análisis de contenido para
decodificar la información contenida en las opiniones obtenidas. Con este
método, se revisó analíticamente las respuestas aportadas por los
informantes para aportar recomendaciones precisas en los objetivos de
investigación.
En definitiva, por análisis de contenido se comprende el hecho de
descifrar la intencionalidad del discurso del informante por medio de un
análisis por categorías. A grandes rasgos, las citas siguientes resumen
sus principales características:
“El análisis de contenido lleva a suponer que el contenido está encerrado, guardado e incluso a veces oculto dentro de un continente (el documento físico, el texto registrado, etc.) y que analizando por dentro ese continente, se puede desvelar su contenido, su significado, o su sentido, de forma que una nueva interpretación tomando en cuenta los datos del análisis, permitiría un diagnóstico, es decir, un nuevo conocimiento (gnoscere, conocer) a través de su penetración intelectual (dia, en griego es un prefijo que significa a través de en el sentido de atravesar)”. 63
3.7. PROCESO DE SELECCIÓN DE LOS INFORMANTES.
63 Piñuel, 2006: pág. 2
Una vez establecidos los objetivos de la investigación, el tipo estudio, el
enfoque de investigación y el instrumento de recogida y análisis de la
información; se planificó el procedimiento de recogida de la información
siguiendo las instrucciones determinadas en los siguientes párrafos.
Los criterios de selección a tener en cuenta en la búsqueda de los
informantes fueron la actividad que desempeñan como actores de la
ciencia y la tecnología en Venezuela. Para precisar, la selección de los
informantes fue dividida en tres categorías: 1) Trabajadores populares de
la ciencia e innovadores populares 2) Investigadores y trabajadores de la
ciencia y 3) Planificadores de políticas públicas científico-tecnológicas.
TABLA Nº 1. SELECCIÓN DE INFORMANTES SEGÚN TIPO DE
ACTIVIDAD CIENTÍFICA.
IDENTIFICACIÓN. TIPO DE ACTIVIDAD
DESEMPEÑADA.TRABAJADORES E INNOVADORES
POPULARES.1. José Abreu “Chío”. Comité de Cultura del Consejo Comunal
“Las Terrazas del Barrio El 70.” Co-
responsable del proyecto “Astronomía en el
Barrio el 70” que ejecuta la organización
Red de la Calle.2. Esteban Reales. Premio Nacional a la Inventiva Popular
“Luis Zambrano” .3.Jamal Chaya. Innovador popular. Fundador de ASOVIN
(Asociación Venezolana de Inventores).INVESTIGADORES/AS Y
TRABAJADORES DE LA CIENCIA.1. Yosjuan Piña. Investigador-Coordinador de Red de la
Calle y Ávila TV.2. Ana castellanos. Tesista de maestría Estudios de la Ciencia
(IVIC).3. Pablo Camurri. Docente IUTRC y Coordinador del proyecto
“Astronomía en el Barrio El 70” Coordinador
Red de la Calle.PLANIFICADORES/AS DE POLÍTICAS
PUBLICAS CIENTIFICO-
TECNOLOGICAS.1. Grisel Romero. Directora de Planificación y Prospectiva
MPPCT.2. David Márquez. Planificador Fundacite Zulia.3. Ignacio Ávalos. Ex-presidente del CONICIT.
Fuente: Elaboración propia. Año 2008.
En las entrevistas a expertos familiarizados de una u otra manera con los
programas públicos y la situación nacional de la ciencia y la tecnología, se
obtuvo una serie de opiniones calificadas que fueron divididas en tres por
cada categoría señalada. Así, se alcanzó un número de nueve entrevistas
en total, tres entrevistas desde el punto de vista de los trabajadores
populares de la ciencia e innovadores populares, tres entrevistas desde la
visión de los investigadores trabajadores de la ciencia y la tecnología y
por último, tres entrevistas desde la percepción de los actores que
elaboran estas políticas.
3.7.1. CONTACTO CON LOS INFORMANTES.
Una vez delimitados los pasos para su selección y la cantidad de
informantes para la obtención de la información pertinente a esta tesis, se
realizó un contacto telefónico previo a la entrevista a manera de carta de
presentación del estudio y de solicitud de colaboración.
En el contacto telefónico, se ofrecía la posibilidad de aportar información o
para declinar la participación, si ese era el deseo de la persona
contactada.
Las entrevistas fueron realizadas a un ritmo promedio de dos entrevistas
por semana, ejecutando el intercambio de información con el/la experto/a
una semana después de ser contactado/a pidiéndole su colaboración para
responder el cuestionario. Finalmente, el cuestionario fue explicado
brevemente vía telefónica o enviado por correo electrónico para su
revisión previa.
Luego, las entrevistas se realizaron en una fecha preestablecida por el/la
informante y el investigador para formular las preguntas abiertas sin
limitar las respuestas y así, detectar opiniones y propuestas para
fortalecer el PNCTI en sus aspectos sociales, puntualmente, al referido a
la inclusión social de actores no tradicionales en la construcción de
conocimiento científico-tecnológico en Venezuela.
3.8. DESCRIPCIÓN DE LOS INDICADORES EMPLEADOS PARA
EVALUAR LAS POLÍTICAS PÚBLICAS DE INCLUSIÓN SOCIAL
CONTENIDAS EN EL PNCTI 2005-2030-
La evaluación de la información recolectada se estructuró con base en
tres categorías principales que, básicamente, manifiestan diversas
dimensiones temporales de las políticas públicas inclusivas de ciencia y
tecnología, debido a que han sido elaboradas en base a una división de
pasado, presente y perspectivas futuras de las políticas de inclusión
científico-tecnológicas en Venezuela.
Las categorías señaladas son:
1. Políticas de inclusión anteriores a la propuesta de cultura científica
inclusiva.
2. Alcances prácticos de las políticas de inclusión expresadas en el
PNCTI.
3. Visión prospectiva de las políticas actuales inclusión en ciencia y
tecnología.
Los aspectos asociados a las categorías, es decir, las subcategorías e
indicadores, se articulan estrechamente a las categorías, ya que las
explican como aspectos desagregados de las mismas que acotan el nivel
de información en diferentes espacios.
Por último, no es ocioso recordar que cada una de las categorías y
subcategorías fueron establecidas para construir un proceso de análisis
acorde con los objetivos de investigación.
3.8.1. PROCEDIMIENTO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE
INDICADORES.
A raíz de la premisa de fidelidad a los objetivos planteados para la
investigación, se procedió a construir indicadores con base en los
objetivos de la tesis. En definitiva, los indicadores para verificar los
alcances de las políticas públicas de inclusión social científico-tecnológica
establecidas en el PNCTI, se apoyó en el proceso de consulta a nueve
expertos en la materia provenientes de diferentes actividades
relacionadas a la ciencia y la tecnología.
En el análisis de las reflexiones solicitadas, se estructuró una serie de
elementos clasificatorios en torno al objetivo general de la investigación,
el cual recoge los componentes más importantes de los objetivos
planteados.
El objetivo general de la investigación, como ámbito general de análisis
fue desagregado en: categorías, subcategorías e indicadores.
A continuación se detalla un esquema indicadores para operativizar los
ámbitos de análisis:
TABLA Nº 2. CRITERIOS PARA LA CLASIFICACIÓN DE LA
INFORMACIÓN.
CATEGORÍAS. SUBCATEGORÍAS E
INDICADORES.
CRITERIOS PARA LA
CLASIFICACIÓN.1. POLÍTICAS DE
INCLUSIÓN ANTERIORES A
LA PROPUESTA DE
CULTURA CIENTÍFICA
INCLUSIVA.
Debilidades y fortalezas de
las políticas de inclusión
en ciencia y tecnología
anteriores a la propuesta
de cultura científica
inclusiva.
Frases y palabras claves del
discurso referidas a ventajas
y desventajas de las políticas
públicas de inclusión social en
ciencia tecnología
históricamente aplicadas en
Venezuela .2. ALCANCES PRÁCTICOS
DE LAS POLÍTICAS DE
INCLUSIÓN EXPRESADAS
EN EL PNCTI.
Viabilidad del tránsito a la
cultura científica inclusiva.
Expresiones relacionadas a
las posibilidades de hacer
operativo el paradigma
inclusivo propuesto en el
PNCTI.Viabilidad de las metas
estratégicas de inclusión
social del PNCTI.
Las frases o palabras claves
que aludan a las posibilidades
de éxito de las metas
estratégicas de inclusión
social expresadas en PNCTI.Contribución o limitación de
la inclusión de grupos no
científicos en la ciencia y la
tecnología.
Menciones a las ventajas o
desventajas de la inclusión de
actores no científicos en el
mundo de la ciencia y la
tecnología.3. VISIÓN PROSPECTIVA
DE LAS POLÍTICAS
ACTUALES DE INCLUSIÓN
EN CIENCIA Y
Reflexiones a futuro sobre
las políticas actuales de
inclusión en ciencia y
tecnología.
Descripciones a futuro o
visiones prospectivas de las
políticas de inclusión social de
ciencia y tecnología actuales.
TECNOLOGÍA.
Fuente: Elaboración propia. Año 2008.
3.8.2. CATEGORÍAS, SUBCATEGORIAS E INDICADORES:
Como se ha mencionado, el análisis de la información se realizó por
categorías, subcategorías indicadores.
Las categorías aluden a áreas temáticas generales mientras que las
subcategorías e indicadores, se refieren a asuntos puntuales de las
categorías. En las próximas líneas se explica las implicaciones de cada
categoría y sus divisiones internas.
3.8.2.1. POLÍTICAS DE INCLUSIÓN ANTERIORES A LA PROPUESTA
DE CULTURA CIENTÍFICA INCLUSIVA.
En el análisis de los alcances prácticos de las políticas de inclusión
expresadas en el PNCTI interesa distinguir las opiniones dirigidas a
reflexiones sobre las políticas públicas científico-tecnológicas, por cuanto
esta información permite medir la impronta de dichas políticas en las
prácticas sociales de hoy en día, según el interés que le confiere cada tipo
de actor científico.
Para ello, se procede a caracterizar la subcategoría: debilidades y
fortalezas de las políticas de inclusión en ciencia y tecnología anteriores a
la propuesta de cultura científica inclusiva, la cual pretende determinar en
términos de efectividad las prácticas científico-tecnológicas de inclusión
social llevadas a cabo en el pasado.
3.8.2.2. ALCANCES PRÁCTICOS DE LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓN
EXPRESADAS EN EL PNCTI.
Para el análisis de la categoría: las políticas de inclusión anteriores a la
propuesta de cultura científica inclusiva, se ha establecido como objetivo
explorar las diferencias, contribuciones o limitaciones, de los esfuerzos
antecesores a los nuevos lineamientos expresados en el Plan Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-2030 en sus aspectos de inclusión
social de actores no científicos en la ciencia.
Con el fin de desglosar esta categoría, se establecieron tres
subcategorías que describen el estado actual de las políticas inclusivas en
la materia científica.
La subcategoría perteneciente a la viabilidad del tránsito a la nueva
cultura científica inclusiva, conduce a señalar la probabilidad que tienen
las políticas públicas de inclusión social en ciencia y tecnología de
impactar en las prácticas científicas actuales.
A través de la subcategoría viabilidad de las metas estratégicas de
inclusión social del PNCTI, se persiguió como finalidad alcanzar
reflexiones sobre la sustentabilidad de las metas estratégicas
relacionadas a la inclusión social contempladas en el PNCTI. Estas metas
son básicamente dos: Incrementar en 50% en los próximos cinco años el
número de jóvenes que se interesan y matriculan en carreras científico-
tecnológicas hasta culminarlas y lograr 500% de incremento de
doctorandos en áreas prioritarias, en los primeros 5 años; luego 50%
anual hasta alcanzar la cifra de 12.000 investigadores en 10 años y
mantener el esfuerzo sostenido hasta alcanzar la meta de 1 investigador
por cada 1.000 habitantes de la población económicamente activa, en el
año 2030.
Con la presencia de la última subcategoría, contribución o limitación de la
inclusión de grupo no científicos en la ciencia y tecnología, se desea
hallar el aporte específico de sectores no tradicionales en el mundo de la
ciencia.
3.8.2.3. VISIÓN PROSPECTIVA DE LAS POLÍTICAS ACTUALES DE
INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
La tercera categoría, visión prospectiva de las políticas actuales de
inclusión en ciencia y tecnología, facilita la obtención de consideraciones
a futuro sobre las políticas de inclusión actores no científicos en ciencia y
tecnología, con el objeto de fijar opiniones de perspectivas futuras de las
políticas analizadas a partir del punto de vista de los/as expertos/as en el
área.
La subcategoría relativa a esta categoría, reflexiones a futuro sobre las
políticas actuales de inclusión en ciencia y tecnología, contempla las
consideraciones pertinentes por parte de los expertos y expertas
involucrados en la propagación de la ciencia y la tecnología acerca del
porvenir de las políticas actuales relacionadas a la inclusión de actores no
científicos en el sistema de la ciencia. Exactamente, con esta
subcategoría se establece si las políticas mentadas están encaminadas al
logro de los resultados esperados o si podrían estar encaminadas a
resultados adversos.
CAPÍTULO IV. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LOS
RESULTADOS.
En este capítulo se presenta, analiza e interpreta los resultados obtenidos
de acuerdo a la división en categorías descritas en el capítulo anterior. El
análisis gira alrededor de: las políticas de inclusión anteriores a la
propuesta de cultura científica inclusiva, los alcances prácticos de las
políticas de inclusión expresadas en el PNCTI y la visión prospectiva de
las políticas actuales de inclusión de ciencia y tecnología.
En resumen, esta evaluación o análisis tiene como propósito realizar
inferencias o un tipo de traducción que permite indagar más sobre el
rumbo en que están encaminadas las políticas inclusión en ciencia y
tecnología. De tal modo, las afirmaciones serán descodificadas para
apreciar su incidencia real sobre las políticas tratadas.
4.1. POLÍTICAS DE INCLUSIÓN ANTERIORES A LA PROPUESTA
DE CULTURA CIENTÍFICA INCLUSIVA.
Luego de delimitar los aspectos fundamentales del análisis, se trata de
mostrar la opinión de los expertos sobre el recorrido hecho por las
políticas de inclusión aplicadas en el pasado y sus similitudes con las
actuales.
En este proceso, los actores claves identifican los mecanismos de las
políticas anteriores a la nueva gestión del MCT para esbozar brevemente
los antecedentes que han hecho posible la actual administración.
4.1.1. DEBILIDADES Y FORTALEZAS DE LAS POLÍTICAS DE
INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA ANTERIORES A LA
PROPUESTA DE CULTURA CIENTÍFICA INCLUSIVA.
Esta es una de las temáticas dentro de las políticas públicas de inclusión
social en ciencia y tecnología que presenta mayor cantidad de detractores
en los diversos niveles de actores científicos y no científicos.
Para muchos, estas políticas han sido históricamente inexistentes. Para
otros, los esfuerzos para incluir diferentes actores en el SNCTI realizados
históricamente, han sido subvalorados por la actual gestión.
La mayoría de los expertos y expertas consultados destacan la poca
incidencia y el alto nivel de jerarquización y elitismo presente en la ciencia
históricamente en Venezuela y su influencia en la solución de problemas
sociales concretos.
Para dar inicio a la descripción, los trabajadores populares de la ciencia
describen las actividades que regían los asuntos públicos de inclusión
como inexistentes, o por lo menos, de efectos muy tenues:
“Ahora se están incluyendo a las comunidades, anteriormente no había eso, la ciencia era en los liceos, en los ministerios y más nada, pero no existía eso en las comunidades. Ahora se está viendo en las comunidades, que hay más interés pero es porque se están metiendo las comunidades con la ciencia” (José Abreu “Chío”).
Desde el punto de vista del los investigadores y trabajadores de la
ciencia, las políticas anteriores a la gestación del PNCTI tampoco
infundían mayor vigor a las mejoras de las condiciones sociales y
apropiación de la ciencia y tecnología. En ese sentido, el profesor Pablo
Camurri expone que lo que existía era gran cantidad de políticas
abstractas:
“…Para mí es eso, no había una política de inclusión social en la ciencia. Había alguna que otra cosa de popularización, pero muy limitado para las escuelas, de mucho presupuesto, escuelas que tenían sus laboratorios y algún profesor fuera de lo común que le interesaba algo más que el sueldo, que por cierto, no sé porque les interesaba tanto ya que no era tan interesante tampoco.
No había una política de inclusión real en la ciencia. Me parece que, con lo que se está proponiendo, se quiere que exista de verdad una inclusión del común de la gente, que no es el típico científico académico” (Pablo Camurri).
En otras palabras, las políticas de inclusión paradójicamente eran muy
excluyentes, según la versión aportada, y se ceñía sólo a ciertos ámbitos
sociales.
Aunque se incluían actores no científicos, las políticas públicas de
inclusión se decantaban por los sectores industriales:
“Se hablaba en un principio de la triple hélice, primeramente del triángulo de Sábato, no sé si lo has escuchado hablar, que eran los lineamientos de las políticas públicas: estaba el Estado, la interrelación con la industria, el sector privado y las universidades también. Pero el sector privado, de los tres vértices del triángulo, solamente se le daba preponderancia a la empresa privada y no se le daba preponderancia, en este vértice a las comunidades, a los pueblos indígenas, a los conocimientos que no están dentro de una institución pero que también son conocimientos válidos. Entonces esa tríada, era la manera de enfocar una política pública anteriormente, no solo
acá sino en muchos países de Latinoamérica también” (Yosjuan Piña).
Por otro lado, las consideraciones de los planificadores y planificadoras
de políticas públicas científico-tecnológicas se decantan por la idea de
que estas fueron un paso necesario para alcanzar el estado actual,
aunque con ciertas diferencias que caracterizan a cada gestión:
“Lo más importante del Plan Nacional de Ciencia y Tecnología se resume en dos aspectos. En dos cosas: primero una visión de largo plazo. Esa visión prospectiva al 2030 no había existido antes, siempre era quinquenal, muy ajustado al programa de gobierno, de gobiernos anteriores. Pero no es solamente eso, sino que no había política científica como tal, había política institucional. El CONICIT tuvo su política institucional y el Ministerio cuando nació tuvo su política institucional, pero no era la política de ciencia y tecnología que regía o que tenía que regir el sistema nacional, o sea, yo creo que esa es una de las fortalezas del Plan Nacional de Ciencia y Tecnología de ahora.” (Grisel Romero).
Si bien hay un predominio de detractores a las políticas de inclusión
históricamente aplicadas, es notable que también se señalen ciertas
virtudes y complejidades que éstas tuvieron en su tiempo:
“A mí me parece que eso es una verdad a medias (refiriéndose a la percepción de inexistencia de políticas de inclusión antes del PNCTI) es cierto que la historia del CONICIT durante los primeros 25 años de esa historia de 40 y pico de años, tenía un concepto muy cientificista, era un organismo creado para los investigadores, manejado por los investigadores y en función de los intereses de los investigadores. Eso fue verdad, pero en los últimos veinte años eso no fue así. En los últimos veinte años, el CONICIT empezó a jugar mucho más seriamente y con cierta eficacia la ampliación de los espacios sociales en la investigación, en la inclusión de otros actores sociales, en la inclusión de las agendas de investigación del país intereses distintos al de los investigadores. Siguieron vigentes los intereses de los investigadores pero además, empezaron a aflorar intereses, preguntas, demandas de la sociedad. Hubo varios programas, siempre con la idea de la pertinencia social,
con la idea de hacer una investigación útil para el país” (Ignacio Ávalos).
De acuerdo a ese testimonio, las políticas de inclusión gestadas en el
antiguo CONICIT, en un principio estuvieron destinadas sólo a una élite
intelectual, pero luego del proceso de “repensar el CONICIT”, (según la
visión de Ávalos que gestionó ese período) se dio un giro de 180 grados
hacia una nueva visión social de la ciencia y la tecnología que “fue causa
directa de las ideas que hoy se propagan en materia de inclusión
científico-tecnológica” (Ignacio Ávalos).
En ese punto se presentan algunas variaciones discursivas, respecto a
cómo los actores perciben históricamente la aplicación de las políticas de
inclusión en ciencia y tecnología, ya que en líneas generales, se apunta a
que estas políticas fueron ineficientes y excluyentes en la mayor parte del
período anterior al PNCTI, pero en sus últimas fases se procuró la
inclusión de otros actores e intereses ajenos a los científicos tradicionales.
TABLA Nº 3. TABLA SÍNTESIS. DEBILIDADES Y FORTALEZAS DE
LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA
ANTERIORES A LA PROPUESTA DE CULTURA CIENTÍFICA
INCLUSIVA.
TIPO DE ACTOR
CIENTÍFICO.
DEBILIDADES Y FORTALEZAS DE LAS POLÍTICAS
DE INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA
ANTERIORES A LA PROPUESTA DE CULTURA
CIENTÍFICA INCLUSIVA.Trabajadores populares de
la ciencia e innovadores
populares.
Desde la condición popular, los informantes dicen
que anteriormente, no había inclusión de las
comunidades en la ciencia y la tecnología. En el
mejor de los casos, la ciencia y la tecnología se
incluía únicamente en los liceos y ministerios.Investigadores/as y
trabajadores de la ciencia.
Las políticas públicas científico-tecnológicas de
inclusión, fueron ajenas a las comunidades y las
políticas existentes, tenían un ámbito de acción
bastante limitado.
En los casos que la ciencia y la tecnología estuvo
socialmente comprometida con actores no científicos,
hubo una predilección por la industria y empresa
privada.Planificadores/as de
políticas públicas científico-
tecnológicas.
Las políticas de inclusión en ciencia y tecnología
anteriores a la actual gestión del MPPCT, en buena
parte de su historia tuvieron ideas promotoras de
carácter cientificista pero en sus últimas etapas se
superaron estas deficiencias, acogiéndose otros
intereses distintos al de los científicos tradicionales.
Fuente: Elaboración propia. Año 2008.
4.2. ALCANCES PRÁCTICOS DE LAS POLÍTICAS DE INCLUSIÓN
EXPRESADAS EN EL PNCTI.
En los próximos párrafos, se plantea una breve descripción de la situación
presente de las políticas de inclusión en ciencia y tecnología separando
tres argumentos relacionados a las probabilidades de la consecución de
las políticas públicas aplicadas en el presente.
4.2.1. VIABILIDAD DEL TRÁNSITO A LA CULTURA CIENTÍFICA
INCLUSIVA.
La viabilidad de un cambio paradigmático en la ciencia y la tecnología se
comenta y se interpreta de forma global en base a los principales
resultados pertinentes a este apartado. Por tanto, se recogen los
comentarios que caracterizan las posibilidades de gestar una nueva
cultura científica en función del contexto en el que se insertan los nuevos
propósitos de popularizar la ciencia y la tecnología.
En ese sentido, llama la atención la presencia de una compleja red de
conjeturas referentes a la dependencia del tránsito hacia la nueva cultura
científica a ciertos requisitos que harían operativos estos cambios.
Por parte de los trabajadores populares de la ciencia e innovadores, se
señala que el paso a una ciencia de mayor inclusión descansa en
diferentes condiciones:
“Una de las debilidades que yo veo en la ciencia son los espacios. No se cuenta con espacios adecuados, acondicionados para dar a conocer qué es la ciencia. Principalmente en los barrios no hay espacios apropiados. Ni apropiados, ni no apropiados para impulsar a los chamos para que se involucren en la ciencia” (José Abreu “Chío”).
De acuerdo a esta opinión, una de las primeras observaciones para
viabilizar un cambio de cultura científica debe ser la creación y
habilitación de espacios para la difusión de la ciencia en las
comunidades. Otra observación que se hace al respecto, es sobre el uso
de los recursos para popularizar la ciencia por parte de las instituciones
del Estado que son desviados para otras actividades en detrimento de
obras de innovación popular:
“Lo positivo es que hoy en día, todos los que hemos tenido esa costumbre, esa necesidad por estar innovando, creando, inventando; desde el Presidente Chávez hacia abajo, tenemos una gran oportunidad de contar con el apoyo económico, con el apoyo de la publicidad, moral y todo aquello. Recuerda que, para que exista una verdadera revolución tiene que existir también una plataforma tecnológica y para que esa plataforma tecnológica exista, debe haber un apoyo de los entes gubernamentales y yo, particularmente, lo estoy recibiendo y desde luego, lo estoy utilizando cómo debe ser” (Esteban Reales).
“Desde el punto de vista de carencias, negativo. Es que no siempre esa política del Presidente está llegando a todos los sitios, por ejemplo, existen en algunos Estados los Fundacites. Esos Fundacites deberían ser, a mi forma de ver, unos
Ministerios de Ciencia y Tecnología locales, pero en esos Fundacites, especialmente el del Estado Carabobo que conozco bien, parece que ellos van por otro camino. Actualmente, en el Estado Carabobo hay más de ocho innovadores que tienen los recursos asignados, pero esos recursos los tienen para otros fines que no son la parte tecnológica. Esa es exactamente una de las carencias.
Hay algunos Fundacites que podríamos decir son muy buenos: el Zulia, Anzoátegui pero el de Carabobo deja mucho que desear. El presidente pasado como el que tenemos ahorita en el Fundacite no da la talla para las metas de la nación” (Esteban Reales).
De igual manera, se destacan las trabas de la traducción de las políticas
de inclusión en apoyo concreto a la innovación popular y la
operativización de los proyectos populares a causa de la falta de
financiamiento:
“La propuesta gubernamental es de gran importancia si se aplica de manera correcta. Lamentablemente, no es así cuando se aplica. Porque según mi experiencia, el concepto está mal entendido por parte de los funcionarios que llevan a cabo esta política.
De un lado, se quiere convertir a los científicos en empresarios, financiando muy pocos proyectos de innovación y darles dinero a ellos para que desarrollen sus proyectos, en vez de dejar que los científicos e inventores se ocupen de investigar y conectarlos con el sector industrial y comercial para la producción final de los inventos. Del otro lado, se desprecia a los proyectos de inventores que actualmente son productivos y andan en búsqueda de nuevos proyectos y prueba esto que hay un sinfín de proyectos que reposan en los archivos del MCT, que no cuentan con el financiamiento y siempre vemos que el ministerio anda en búsqueda de más proyectos. Lo ideal sería financiar primero los que tienen y luego, si hay capacidad de financiamiento, se buscan más proyectos y digo esto porque hemos preguntado a altos funcionarios por qué no financian estos proyectos y ellos alegan que hay demasiados y ellos no tienen la capacidad para
atender a todos los proyectos. Esto se ve contradictorio” (Jamal Chaya).
Y en referencia al centralismo y burocratismo que, imprime lentitud a los
cambios tendientes a una cultura científica inclusiva, sobresale lo
siguiente:
“Claro que sí, hay que fomentar esta cultura pero con un concepto de profesionalismo y ampliar el frente científico y no dejar que el campo de desarrollo científico esté en mano de un puñado de funcionarios del MCT. Cada ministerio, cada gobernación, cada ente público o privado, debe tener su propia oficina de investigación y desarrollo científico independiente del MCT para acelerar el avance y enlazar los científicos con el sector productivo nacional para llevar a cabo este contexto científico-tecnológico” (Jamal Chaya).
El paso a la nueva cultura científica hasta ahora presenta, por lo menos
dos caras. Si bien, la inclusión de los innovadores ha tenido lugar,
también es cierto que el uso de los recursos asignados para la
popularización de la ciencia a veces es utilizado para otras actividades
científicas y buena parte de los proyectos populares, no son aprobados.
De la conversación con Yosjuan Piña, al momento de plantearle si le
parece posible el paso a una cultura científica mucho más comprometida
con la sociedad, respondió sobre la participación de otros saberes en la
ciencia:
“En términos de participación le da visibilidad, le da participación a un sector que históricamente estaba allí pero no tenía injerencia directa en la planificación de las políticas o en la formación de algún proyecto, por ejemplo, están las comunidades indígenas, los campesinos, el mismo saber de la gente, el saber técnico. No solamente se limita al sector privado productivo o universitario que también entra allí, sino que le da más cabida, actualmente le dan el nombre de diálogo de saberes, relación epistémica o relaciones epistémicas que evidentemente, siempre van a ser desiguales.
Eso suena como romántico, muy armónico, el diálogo de saberes, la horizontalidad de los saberes, las relaciones epistémicas pero si vamos a ciencia cierta, siempre va a existir la supremacía de un conocimiento sobre otro porque la ciencia ya está legitimada, la ciencia dice qué es verdad y qué no es verdad. Entonces, esos otros conocimientos entran en interacción, en diálogo pero siempre va a quedar alguno de ellos solapado, que suele ser el conocimiento popular y ese es mi punto de vista sobre el conocimiento científico, querámoslo o no. Entonces, es una visibilidad o una inclusión ficticia, una falsa inclusión. Pero es así, por lo menos se les está dando cabida” (Yosjuan Piña).
Entonces, el conocimiento científico, ya legitimado, le resulta complicado
tomar como un par a otra clase de saberes debido a una supremacía
implícita del conocimiento científico sobre todo conocimiento no científico.
“Una cosa es lo que se dice y otra cosa es sacar el paradigma de la cabeza a la gente. Es reconocer lo que la gente hace. Por ejemplo, si tú te gradúas de TSU y tú quieres seguir estudiando para ingeniería y tienes diez años trabajando en el área de telecomunicaciones, es un poco absurdo que te pongan a hacer un curso de fase I sobre qué es un MODEM, o si trabajaste en el área satelital que te pongan a aprender de nuevo cómo se calcula un enlace satelital. Entonces, viene un tipo que te da la clase, pone un examen y te raspa. Un tipo que nunca lo ha hecho, sabe la teoría pero no lo ha hecho, tu sí lo has hecho. Tú eres el que tiene que dar la clase, por eso se trata de reconocer saberes populares y prácticos” (Pablo Camurri).
Así, aunque existe una inclusión real de otros grupos en la ciencia y la
tecnología, es digno de atención que su inclusión completa aún no ha
tenido lugar:
“La inclusión de los saberes populares, el conocimiento popular y eso cómo te dije, lo veo súper difícil también porque el conocimiento científico está legitimado. Se puede matizar eso con diálogo de saberes, con relaciones epistémicas pero la verdad la van a tener las ciencias, duélale a quien le duela,
porque sí, a mí me duele. Se quemaron muchas brujas y después nos dimos cuenta que las brujas tenían muchas verdades.
Y lo mismo ocurre, hay un conocimiento válido que está allí, que se utiliza y que se explota. Es un recurso, asimismo, es un recurso que explotamos nosotros como científicos y reproducimos otro conocimiento y tiene mayor validez, el conocimiento que está dentro de la ciencia que el otro. Lamentablemente es así, querámoslo o no” (Yosjuan Piña).
Empero, a pesar de que hay conocimientos ya legitimados, se ha
propiciado un punto de encuentro entre la ciencia y otros saberes:
“Yo diría que, no tanto una ruptura paradigmática pero sí se está abriendo la ventana para romper esos paradigmas clásicos sobre la dinámica de la ciencia y la tecnología nacional en cuanto a la planificación. Con este nuevo Plan de Ciencia y Tecnología, se abre esa ventana para incluir otros saberes, para incluir otros conocimientos y otras perspectivas de hacer política” (Yosjuan Piña).
De tal manera que, el tránsito a la nueva cultura científica, efectivamente,
se ha iniciado, aunque la velocidad del cambio ha sido lenta para los
investigadores:
“Mira, la cultura científica como tal que se pueda alcanzar de aquí al 2030 es algo impredecible. Si bien estamos en un proceso cambiante, acelerado, que ya llevamos diez años en este proceso y muchos se preguntan, muchos nos preguntamos: bueno, ¿diez años y todavía nada? “(Ana Castellanos).
Más adelante, se destaca lo siguiente en cuanto la posibilidad de una
ruptura paradigmática:
“Evidentemente, en la actualidad hay como un vuelco, se escucha mucho de inclusión, se escucha mucho de participación, cosa que antes era invisibilizado. De repente, aquellos con poder económico, político inclusive, podrían tener
un mayor acceso a este tipo de políticas. Ahorita, es otra perspectiva, se trata de incluir a otros sectores, a otros actores con menores recursos, con otras demandas” (Ana Castellanos).
Entre las condiciones para solucionar esta problemática que bloquea el
tránsito a la nueva cultura científica, se distingue:
“Entonces, una de las cosas que se pretende con el Plan Nacional es que tu reviertas, precisamente, la percepción de la gente de la ciencia y la tecnología. Una percepción alejada de la ciencia y la tecnología, una sensación que lo científico es muy ajeno a mí, que tiene un nivel extremadamente elitesco, que tiene un nivel muy incomprensible para los ojos de cualquier ciudadano de a pie, como dicen por ahí” (Pablo Camurri).
Tomando en cuenta las sugerencias respecto a las políticas científico-
tecnológicas actuales, es de vital importancia cambiar la visión de la
ciencia como actividad divorciada de la ciudadanía, es decir, difundir el
conocimiento científico en todas las capas de la población porque el
conocimiento científico aún no es suficientemente palpable, como
expresan algunos de los indicadores de la II Encuesta Nacional de
Percepciones e Imaginarios de la Ciencia en Venezuela, en la que gran
parte de los consultados dicen no conocer a ningún científico venezolano.
Esa apreciación la sostiene también uno de nuestros entrevistados:
“Una vez le pregunté a un chamo en un taller de Astronomía ¿Quiénes creen ustedes que descubren los planetas y que los ven? Entonces, unos dijeron los científicos. Los científicos se dedican a la astronomía y yo les digo: ¿Cómo es un científico? Yo nunca he visto un científico, ¿ustedes han visto un científico? -les dije a los chamos- son chamitos, tienen de 8 a 12 años. Dicen: sí, yo una vez ví uno, tenía un casco, tenía un cable que sale por la cabeza y tenía un Cacho.
O sea, tienen una imagen del científico totalmente desvirtuada. Una cosa fantástica porque para ello es una cosa impalpable, inasible y nunca lo han visto, es algo que está por ahí” (Yosjuan Piña).
Igualmente, para asegurar el tránsito a la nueva cultura científica, las
observaciones y recomendaciones por parte de los planificadores y
planificadoras de políticas públicas son:
“Aún así sería viable ya que, el PNCTI tiene como metas para el 2030, que el conocimiento sea para todos, basándose en la concepción que la ciencia es cualquier conocimiento que se pueda transmitir y/o difundir” (David Márquez).
Las expectativas fundadas en la viabilidad del tránsito a la nueva cultura
científica expresada en el PNCTI, deberían cumplirse a cabalidad.
“No es solamente que los actores se involucren en la formulación de la política pública. Después que tú participaste, dijiste lo que tenías que decir ahora ¿como hacemos para que cuando esa política se aplique, realmente la gente se siente incluida? Pero además, debe valorar la ciencia y tecnología en función de la cotidianidad. Esos son los retos, no es solamente participar en la formulación de la política pública” (Grisel Romero).
De acuerdo con este planteamiento, la inclusión debe ser mucho más
profunda para lograr el efecto deseado sobre la cultura científica. Es
preciso propagar el valor de la ciencia y la tecnología en los espacios de
la cotidianidad y no sólo al momento de la planificación conceptual de las
políticas públicas.
Asimismo, se señala que aunque hay aspectos determinados e
imprescindibles para mejorar, es cierto que el paso la nueva cultura
científica podría tomar un tiempo indefinido:
“Por eso además, la política visualiza un accionar hasta el 2030, pensando que hay una cultura impregnada, calada en los huesos de los investigadores tradicionales que es muy difícil de romper. Esa cultura no se va a cambiar en corto plazo, tú tienes
que ir penetrando a ver de qué manera lo logramos” (Grisel Romero).
Otra opinión de importancia sobre este tópico, es la que sostiene Ávalos
cuando manifiesta que la cultura científica de hoy es una continuación de
las políticas planteadas en los últimos años del CONICIT, pero con una
institucionalidad de mayor fortaleza:
“En primer lugar, yo no creo que haya una ruptura paradigmática. Sí me parece que hay un logro en este gobierno. Este gobierno le da una expresión institucional a una orientación de la política que antes no había, la creación del Ministerio, la inclusión de otros actores sociales formalmente como protagonistas de las políticas científico-tecnológicas. Eso es cierto pero yo creo que esta expresión institucional es consecuencia de una evolución que venían dándose desde los últimos veinte años. El que tenga una buena expresión institucional me parece bueno, pero no es una ruptura paradigmática. No es que este gobierno descubrió la pertinencia social, no es que este gobierno descubrió un nuevo modelo.
A mí lo que me parece un logro de este gobierno es que le da una expresión institucional, entonces crea el Ministerio, crea la Ley de Ciencia y Tecnología, crea la LOCTI, con la parte del financiamiento, lo cual me parece muy positivo, ya que recoge y expresa en normas, en leyes, en criterios y en instituciones una evolución que ya venía dándose aquí” (Ignacio Ávalos).
“Es una cosa muy positiva y recoge cómo te digo, lo que se llama el nuevo modo de producción del conocimiento, la sociedad del conocimiento” (Ignacio Ávalos).
La actitud general, direcciona el discurso hacia ciertas condiciones que
aplican al paso a la nueva cultura científica. Para varios de los
entrevistados, el tránsito a la nueva cultura científica es viable, siempre y
cuando, se cumpla con ciertas condiciones, tales como: la creación de
espacios públicos en zonas populares para la difusión de la ciencia, el
buen uso de los recursos asignados para la popularización por parte de
ciertos organismos estatales, eliminación de las categorías jerárquicas
entre saberes no científicos y científicos, vigilar la inclusión de las
comunidades en la ciencia cotidiana y no sólo a su participación
conceptual, etcétera.
Mientras tanto, en la actualidad, la comunidad científica empieza a abrirse
a nuevas posibilidades de inclusión, pero no es posible afirmar que ya se
ha presentado un cambio paradigmático en la cultura científica.
TABLA Nº 4. TABLA SÍNTESIS. VIABILIDAD DEL TRÁNSITO A LA
CULTURA CIENTÍFICA INCLUSIVA.
TIPO DE ACTOR
CIENTÍFICO.
VIABILIDAD DEL TRÁNSITO A LA CULTURA
CIENTÍFICA INCLUSIVA.
Trabajadores populares
de la ciencia e
innovadores populares.
El movimiento sucesivo a una nueva cultura
científica depende de la creación de espacios
para la difusión de la ciencia en los barrios.
No hay espacios apropiados para involucrar a
las comunidades en la ciencia.
El apoyo económico por parte del Estado
dirigido a la innovación popular es efectivo en
algunos casos y en otros no. El uso de los
recursos asignados a la popularización de la
ciencia, debería ser canalizado para las
actividades que fueron destinadas y así,
asegurar que todos los proyectos populares
realmente se desarrollen.
Pocos proyectos de innovación popular
reciben financiamiento y son conectados con
el sector industrial y comercial.
La desburocratización y descentralización de
los entes representantes de la ciencia y la
tecnología en Venezuela aceleraría el avance
de la inclusión social de ciencia y tecnología.Investigadores/as y La participación de actores no tradicionales
trabajadores de la
ciencia.
en la ciencia y nuevos saberes sigue
supeditado a la supremacía de los científicos
y la ciencia. Entonces, es una horizontalidad
etérea.
El quiebre del paradigma científico tradicional
es difícil ya que no se reconocen los saberes
populares y prácticos a pesar de su
importancia.
La ciencia es un conocimiento legítimo que
nosotros mismos como investigadores
producimos, lo que es contrario a la ruptura
paradigmática de una nueva cultura científica.
Todavía no se puede hablar de una ruptura
paradigmática, pero se están abriendo
nuevas posibilidades para un cambio hacia la
inclusión de otros saberes. Ahora la
participación de las comunidades en la
ciencia y la tecnología se está haciendo
presente, ofreciendo oportunidades reales a
la concreción de la visión compartida del
PNCTI, para el logro de una nueva cultura
científica al 2030, sin embrago, el devenir
sigue siendo impredecible.
El tránsito hacia la nueva cultura científica
está limitado por la visión desdibujada sobre
la ciencia que posee la población.Planificadores/as de
políticas públicas
Es conveniente vigilar la aplicación de las
políticas públicas inclusivas, no solamente
científico-tecnológicas. como participación, sino con la valoración de
la ciencia inclusive en la cotidianeidad.
El logro de una nueva cultura científica no
tiene un camino determinado debido a la
oposición de una cultura científica tradicional.
La cultura científica que se promueve, forma
parte de tendencias ya perfiladas en
gestiones anteriores a la del PNCTI.
Fuente: Elaboración propia. Año 2008.
4.2.2. VIABILIDAD DE LAS METAS ESTRATÉGICAS DE INCLUSIÓN
SOCIAL DEL PNCTI.
La alternativa que representa el logro de las metas estratégicas de
inclusión social contempladas en el PNCTI, es planteada y revisada en
este apartado para determinar cómo se valora la ciencia y la tecnología
desde la perspectiva de los actores involucrados.
La única salvedad de este apartado es que no fue solicitada esta
información a los trabajadores comunitarios de la ciencia e innovadores
populares debido a que escapa de sus ámbitos de trabajo y no representa
una información valiosa para ellos, a diferencia de los investigadores y
planificadores y planificadoras que se encuentran directamente
involucrados con las metas mencionadas.
En el análisis de la viabilidad de las metas estratégicas de inclusión social
del PNCTI, interesa conocer cuál es la opinión de los actores sobre la
meta de incrementar el número de investigadores a, por lo menos 12.000
en los primeros 10 años del Plan.
También en este punto hay diversidad de criterios. Por ejemplo Camurri
plantea que:
“Para mí es cuestión de voluntad, lo de tener 12.000 investigadores o más. Eso depende de muchas cosas, todo es posible, todo es imposible también. ¿De qué depende? De la voluntad que se ponga” (Pablo Camurri).
“No sólo es posible 12.000, es posible mucho más. O sea, cuántos niños hay en la escuela. Si el uno por ciento de todos los chamos que están en la escuela deciden ser científicos, no te digo solo 12.000, habrá 1.000.200 o 120.000 al año. Entonces no me parece que sea nada difícil“ (Pablo Camurri).
Por otro lado, lo anterior se enlaza con la importancia que se le otorga a la
necesidad de articular diferentes instituciones estatales y autónomas para
apuntalar las políticas expresadas en el Plan desde una perspectiva de
inclusión y ruptura de una cultura fragmentada, ello, con la finalidad de
propiciar condiciones favorables dentro de todos los sectores,
organizaciones y actores involucrados dentro del Sistema Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación:
“Es viable siempre y cuando todos los actores que están relacionados a este sistema de ciencia y tecnología, se orienten a ello porque no podemos trabajar de forma aislada, entonces es lo que pasa muchas veces, ese escudo de la autonomía. Ese escudo de la autonomía de la universidad, ese escudo de la institución científica y ese escudo lo colocas y no permite darle la mano al otro pana que también está trabajando, darle la mano a la otra institución y ahí se rompe el sistema” (Yosjuan Piña).
Igualmente, se coloca de relieve la necesidad de evaluación constante
sobre los progresos de cada meta, se hace fuerte hincapié en el hecho de
revisar y considerar la evaluación y seguimiento de las políticas de
desarrollo científico-tecnológico para evitar en que sean abandonadas en
medio de su progresión:
“Si tú lo que quieres es tener un número, que se popularice, que se dé ciencia, se incluyan saberes, se incluyan personas y lo que quieres es el número, lo puedes lograr. Pero ¿por dentro qué está pasando? Yo te puedo dar un crédito de tanto, me voy, te lo dejo y dale. Se forma una cooperativa, se forma una organización y es un logro, pero ¿qué pasa con la trayectoria de esa cooperativa? ¿Se le está haciendo seguimiento? ¿Se le está haciendo evaluación? ¿Cómo se están destinando los recursos? ¿Cómo se están desenvolviendo las personas? “(Ana Castellanos).
“Hay muchas experiencias ricas pero hay debilidades todavía dentro del propio proceso. Hace falta un poquito más de evaluación, hace falta un poquito más de seguimiento. Si vemos esto en cifras: ¿cómo se mide la cultura científica? No sé, de verdad no sé cómo se mide. Pero si por lo menos se quiere llegar a un número de tanto por ciento que se estipula, de repente se podría lograr, se podría alcanzar” (Ana Castellanos).
El grupo de investigadores/as coincide en que, si bien las metas
planteadas parecen accesibles, no se puede descuidar el devenir de las
prácticas sociales que puedan cambiar las necesidades de la ciencia y la
tecnología, además de que el carácter vago del concepto cultura
científica y el hecho de definir metas en números pueden traer ciertos
inconvenientes.
“¿Cómo evaluamos eso? ¿Cómo evaluamos en realidad que la sociedad venezolana obtuvo una cultura científica? ¿De qué ciencia estamos hablando? ¿De qué cultura científica nos estamos refiriendo? Esta parte es como mucho más reflexiva, mucho más… Es una inferencia evidentemente. Infieres muchas cosas con los datos duros pero como el mismo proceso es tan cambiante. O sea, si se podrá lograr, en serio depende” (Ana Castellanos).
A partir del rol de planificador de políticas públicas, se insistió en los
aspectos conexos a las posibilidades de realizar las metas, la visión de
largo plazo del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2005-
2030 y a los cambios realizados a la definición de investigador:
“El Gobierno posee nuevas políticas de Estado que incentivan y motivan el logro de las metas propuestas por el PNCTI, y en específico la meta de los 12.000 investigadores. Se desarrollaron Planes ya en funcionamiento, como: el del PPI, Fundayacucho, Misión Ciencia, entre otros“ (David Márquez).
De parte de lo actores directamente involucrados en la actual gestión, los
esfuerzos realizados en los últimos años por parte del Estado en cuanto
la provisión de oportunidades de estudio e investigación ofrece
posibilidades razonables de esperar el cumplimiento de las metas
estratégicas del plan.
En contraposición, Ávalos cree que no es posible que pueda darse ese
aumento o el cumplimiento de las metas estratégicas del PNCTI, pese a
tener algunas cosas a favor, también dice que:
“A mí, en general me parece que el plan es muy interesante en el sentido de que pone el objetivo lejos y si tienes una brújula y, tú dices: bueno, este país en materia de ciencia y tecnología va para allá…Es un área donde el largo plazo es fundamental, donde los frutos no se ven inmediatamente, todo es paciencia y salivita. Entonces, que tú tengas un plan de 30 años me parece positivo. Ahora, allí hay unas metas absolutamente irrealizables, verbigracia la que mencionas de tener 12.000 científicos al 2010 porque eso depende cómo. Hasta ahora, tú no notas el aumento de los investigadores” (Ignacio Ávalos).
Romero indica que si se puede lograr esta meta, especialmente si se
“sincera” el criterio para definir quiénes son investigadores:
“Una de las cosas fundamentales que hay que hacer es definir que entendemos por investigador, cuando tu quites el velo de lo
que es un investigador, de acuerdo al Manual de Bogotá, que es así como la Biblia del investigador, te vas a dar la cuenta que tienes mucho más investigadores de lo que realmente tienes. Entonces, la cifra estimada por la UNESCO termina cayéndose. Claro, uno tiene que seguir por esos parámetros porque son los parámetros internacionales. Pero nosotros ya empezamos, empezamos a decir buenos nosotros tenemos un sub-registro de investigadores en el Programa de Promoción al Investigador. Hasta la fecha, nosotros consideramos que una vía de medir el investigador era el que estaba acreditado por el PPI, porque éste estaba acreditado, de alguna manera cumplía con los requisitos estandarizados internacionalmente. Pero en estos momentos decimos no, nosotros no vamos a partir de ese punto. Nosotros vamos a decir que todo aquel que en principio se considera investigador se registre en el PPI aunque después no se le acredite. Si yo parto del registro y no de la acreditación yo tengo casi 11.000 investigadores, entonces la cifra cambia y nos falta algo así como 0.2 para alcanzar el parámetro internacional. Que eso no es lo que dice la RICYT (Red Iberoamericana de Ciencia y Tecnología), no me importa. Eso lo que Venezuela considera que es un investigador. Es lo que tenemos. Que no están acreditados por el PPI, no importa. ¿Cómo comenzamos a romper nosotros esos esquemas?” (Grisel Romero).
De igual modo, el profesor Ignacio Ávalos resaltó aspectos conceptuales
para ubicar a los investigadores/as en Venezuela. Él es bastante enfático
cuando afirma, que efectivamente el aumento de los investigadores que
se muestra actualmente, es motivado al cambio de criterios para su
selección:
“Aquí ha habido un aumento de los investigadores porque se cambiaron los criterios para seleccionar los investigadores, si tú antes decías: un investigador debe tener estas piezas características, ahora tú dices este investigador debe tener siete características. Si tú bajas de 10 piezas a 7, bueno, entran algunos que antes no entraban.
Entonces, ahorita hay más investigadores pero cambiaste la definición de investigadores, cambiaste los criterios para perfilar al investigador” (Ignacio Ávalos).
Pese a la disparidad de opiniones, lo que si se encuentra en común en los
discursos de planificadores y planificadoras e investigadores, es que las
metas estratégicas del plan parecen ser bastante asequibles si se
articulan las diferentes instituciones encargadas de gestionar y difundir la
ciencia y la tecnología, si se expande la información científico-tecnológica
entre toda la población joven del país y se realiza una evaluación
perenne de los proyectos elaborados.
En cuanto a la definición del investigador científico, es sumamente
llamativo el interés de formular indicadores nacionales o endógenos que
señalen los criterios para la definición de un científico, ya que esta norma
podría significar el logro de las metas estratégicas del plan e incluso, la
superación de dicha meta con creces.
TABLA Nº 5. TABLA SÍNTESIS. VIABILIDAD DE LAS METAS
ESTRATÉGICAS DE INCLUSIÓN SOCIAL DEL PNCTI.
TIPO DE ACTOR
CIENTÍFICO.
VIABILIDAD DE LAS METAS ESTRATÉGICAS
DE INCLUSIÓN SOCIAL DEL PNCTI.Investigadores/as y
trabajadores de la
ciencia.
Las metas estratégicas de inclusión
contenidas en el PNCTI son posibles si se
tiene suficiente voluntad política.
Las metas estratégicas de inclusión serán
viables, siempre y cuando, las instituciones
encargadas de la ciencia trabajen en
sincronía. Los trabajos institucionales
aislados ralentizan el progreso de la ciencia.
La evaluación y seguimiento es una
condición indispensable para una
aproximación exitosa al logro de estas
metas.
El hecho de medir la cultura científica en
base a un número específico de
investigadores o de jóvenes interesados en
el área es un indicador abstracto.Planificadores/as de
políticas públicas
científico-tecnológicas
Hay que definir como se conceptualiza al
investigador. Si sólo se mide por la
suscripción al PPI se limita a muchos
científicos que realizan investigaciones actual
mente.
El aumento en la cantidad de investigadores,
se debe a un proceso menos riguroso en su
selección, lo que produce mayor cantidad de
científicos.
La nueva política del Estado estimula el
acrecentamiento de estudiantes matriculados
en carreras científicas a través de Misión
Ciencia, Fundayacucho, entre otras políticas.
Fuente: Elaboración propia. Año 2008.
4.2.3. CONTRIBUCIÓN O LIMITACIÓN DE LA INCLUSIÓN DE GRUPOS
NO CIENTÍFICOS EN LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA.
En la presente sección, se trata de manera conjunta los beneficios y los
perjuicios de la consiguiente introducción de grupos no científicos dentro
del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación para divisar el
grado de aceptación de estos grupos y sus implicaciones prácticas en la
ciencia y la tecnología.
En primer lugar, los valores compartidos de la totalidad de los informantes
refuerzan el planteamiento base de romper con la idea de que la ciencia y
la tecnología es un asunto sólo de científicos, ya que ésta no solo
corresponde a ellos, todo lo contrario, es un asunto que involucra a todos
los ciudadanos y siempre ha involucrado actores no científicos:
“La ciencia se ha hecho eficaz, la ciencia se ha hecho fuerte por los conocimientos no científicos. Sólo que hay criterios de validación, hay criterios metodológicos que, la institucionalizan y separan el conocimiento científico de los no científicos”. (Yosjuan Piña).
Por supuesto que sí. Fíjate, tradicionalmente ha sido así. Como te dije en un principio, la ciencia se ha nutrido de otros saberes no científicos para ella ser ciencia. Hay quienes, como en el caso de la medicina, que se basaba en la botánica, en conocimientos indígenas y bueno, se legitima ella y los otros conocimientos no” (Ana Castellanos).
Por tanto, la ciencia y el conocimiento no científico se han nutrido
mutuamente, la diferencia no es en su función sino en los criterios
metodológicos que usa la ciencia para diferenciarse de otros saberes.
Pero en virtud de que los procesos representados por la ciencia están
igualmente presentes en la cotidianidad, no se puede hablar de dos tipos
de saberes excluyentes.
“Se generarían nuevos conocimientos sin tantos procesos complicados o científicos, esa sería una de las primeras contribuciones del plan. Si no se lleva a cabo una depuración de los nuevos conocimientos adquiridos, se generarían conceptos o políticas ya definidas en el ámbito científico, lo que generaría cierta redundancia en las nuevas definiciones obtenidas" (David Márquez).
En la actualidad, existe la posibilidad de que la ciencia y los
conocimientos no científicos se vean de frente, compartan espacios y
reflexiones que aportan mayores beneficios al conocimiento humano en
general. En fin, es mucho más benéfico aumentar el conocimiento desde
varios puntos de vista que desde un saber aislado:
“Yo creo y apostaría que hay más contribución que limitación. La contribución es que te abres a nuevos saberes, a nuevas visiones del mundo que las veías desde lejos. La relación investigadores-sujetos era como distante, ahora tienes la oportunidad, no digamos la oportunidad sino el espacio para que exista un diálogo, una interacción y sea recíproca y, va nutrir muchísimo más una investigación porque hay gente que en el día a día de ellos está allí y tu estas penetrando su día a día, tu estas penetrando su espacio. Así sea un campesino que siembra y un biólogo necesita conocer algunas propiedades para crear un fertilizante, un pesticida, cualquier cosa. El campesino está allí, en el día a día, conoce cuando es época para sembrar y cuando no, como se comporta esta planta y que no conozca a qué familia pertenece, su nombre científico y algunas propiedades porque nunca las ha visto por un microscopio pero conoce el comportamientos fáctico de la planta, por ejemplo. Y eso, es muy rico y el biólogo o la bióloga lo puede utilizar. Y el campesino puede utilizar aquellos conocimientos del biólogo o la bióloga, eso por poner un ejemplo” (Yosjuan Piña).
Los investigadores e investigadoras son enfáticos en el hecho de que,
básicamente, la ciencia y el conocimiento no científico son iguales a
pesar de que usen instrumentos y un lenguaje distinto. Incluso, se
evidenció que en algunos casos los conocimientos no científicos son los
que han proporcionado las condiciones para que la ciencia aumente su
producción de conocimiento:
“Eso no se debería ni preguntar a estas alturas. Nosotros tenemos aquí una pelea desde hace tiempo, nosotros no, algunos. Hay grupos transnacionales, internacionales, farmacéuticas que se la pasan metidos en el Amazonas tratando de averiguar qué es lo que saben los chamanes sobre X matica o Y bichito para hacer un medicamento que después viene en un frasquito muy bonito, como una marca que no dice hierbaverde, sino que dice salicilato de no sé que…entonces tú te tomas esa vaina y te curas de cáncer. El indio sabe eso desde hace 4000 años. Bueno, ya existe eso. Ya existe la inclusión de los saberes populares dentro de la ciencia formal, y no sólo existe, hacen negocio con eso. El detalle está en que no se le reconoce su estatus de científico” (Pablo Camurri).
“No entiendo muy bien a que se refiere con los grupos no científicos, entiendo muy bien que la ciencia es propiedad de todos y hay que tratar a los que practican la ciencia y la investigación como patrimonio intelectual nacional y tratarlos como a los deportistas por ejemplo, e inyectar los recursos necesarios para mantenerlos en un estado productivo pero no creo que todos pueden ser científicos. La ciencia es una profesión como cualquiera y todo científico productivo tiene derecho a vivir de su profesión, hasta ahora no he conocido a un inventor que vive de sus inventos todos hemos desarrollado nuestros prototipos con dinero propio y trabajamos duro para financiar nuestros proyectos, muchos que conozco han perdido la esperanza y ahora trabajan para sostenerse, algunos como yo seguimos luchando con todos los medios para el desarrollo tecnológico del país” (Jamal Chaya).
“Y finalmente, se debe considerar a los inventores y científicos aunque sean autodidactas y valorarlos según sus proyectos más no según sus títulos académicos” (Jamal Chaya).
En contraposición a una visión totalmente abierta e irrestricta a toda
forma de inclusión y a ciertos tipos de conocimiento, se muestra lo
siguiente:
“Me parece importante, siempre y cuando no sea `en vez de´, que la actividad científica no sea: en vez de los investigadores, en vez de los laboratorios. Será una política excelente si es `además de´. La literatura muestra que la innovación es fruto del esfuerzo complementario que viene desde actores sociales no científicos pasando por científicos. Si tu estudias la historia del innovación, te das cuenta que no es como se dijo en la época inicial del CONICIT, que es un esfuerzo inicial e indispensablemente de los investigadores que luego se convierten en un resultado útil. Esa fue una de las grandes mentiras teóricas. Ocurre así a veces, pero en general la innovación es la integración de esfuerzo, de complemento, de capacidades de diversos actores sociales” (Ignacio Ávalos).
En todo caso, puede haber grandes esfuerzos para la inclusión de
actores no científicos o no académicos en ciencia y tecnología, pero si
prima un conocimiento sobre otro (aunque sea el conocimiento no
científico) es una inclusión fingida, porque la inclusión supone
complementariedad de conocimientos, no supremacía de un grupo sobre
otro y por fortuna, la ciencia marcha en esta dirección:
“Cada día más la investigación es un hecho ubicuo, que no ocurre sólo a los laboratorios. Es más, en muchos casos no ocurre en los laboratorios. Es una cosa mucho más dialéctica, de relaciones de ida y de venida entre actores distintos que suman sus propias capacidades” (Ignacio Ávalos).
Estrechamente vinculado a las condiciones indispensables para incluir
nuevos conocimientos, se destaca la opinión de que es útil recurrir a
ciertos criterios para seleccionar qué tipo de saber resulta compatible con
el conocimiento científico. No se trata de la inclusión por la inclusión, sino
que también se procede bajo un proceso de profunda reflexión sobre cuál
conocimiento incluir:
“Lo que no puede ser que es que también se le de validez a la superchería o superstición. Otra cosa por lo que es bastante importante la popularización de la ciencia es para dejar de
perder tiempo con eso. ¿Cuándo es fe y cuándo superstición?” (Pablo Camurri).
“…Entonces, surge la pseudociencia, cosas metafísicas y cosas que están allí, y algunos las consideran y otros no, siempre han estado pero cuando se habla de reconocer otros saberes hasta qué punto lo van a reconocer como tal” (Yosjuan Piña).
De manera que, una inclusión ilimitada a cualquier tipo de conocimiento
resulta utópico, ya que en cuanto a las sugerencias presentadas, es
provechoso algún mecanismo de contraloría, una depuración sobre
ciertos tipos de conocimiento que no pueden ser adaptados en forma
alguna al método científico.
En otro orden de ideas, otra de las contribuciones más interesantes sobre
este punto, es la exhortación a la inclusión activa de las comunidades,
especialmente a los jóvenes, ya que basados en todo el potencial que
tiene nuestro país en talento no desarrollado se podría dar empuje a la
ciencia y tecnología por medio de divulgación del conocimiento científico
en espacios populares:
“No sé qué escritor, que científico dijo por allí que generalmente los inventores, los innovadores trabajaban para que después el grupo de ingenieros desarrollara. Yo pienso que hoy en día con la convicción que hay de que si se puede, hay toda posibilidad de que la contribución sea grande, aún más cuando en realidad el humano... aún más el pueblo venezolano que es inventor por naturaleza. Por lo menos, en los barrios de Caracas vemos cómo inventa la gente para hacer sus construcciones sin tener un estudio, nosotros vemos tantos talleres aquí en Venezuela y vamos a ver que esas personas han inventado herramientas y equipos y cosas para desarrollar su trabajo” (Esteban Reales).
Respecto al tema de jóvenes, ellos serían el motor de un cambio futuro
en la ciencia:
“Bueno, es importante que la información la tenga todo el mundo, tú nunca sabes dónde tienes un cerebro escondido por allí, tú no puedes estar seleccionando porque a ti te parece. Primero, si ese cerebro es brillante, y mucho más brillante que tú, puede que tu no lo reconozcas pero él a ti sí.
Entonces, tienes que dar las oportunidades, tienes que repartir la información, rápida, regalar, a todo el mundo, para que salgan los cerebros que te puedan ayudar de verdad en cosas importantes.
El genio debe estar allí, por algún lado, pero si no se entera, pasará de largo. A lo mejor se vuelve un narcotraficante que nunca pueden agarrar y llega a los sesenta años siendo narcotraficante porque es inteligentísimo. Pero quizás como narco no me es muy útil. En cambio si ese cerebro lo puedo utilizar para organizar políticas públicas, por ejemplo, ese tipo sería un líder” (Pablo Camurri).
Desde un punto de vista más general, el mecanismo de inclusión más
idóneo elaborado hasta la fecha sería por medio de la potenciación de los
consejos comunales, los cuales, serían los mediadores entre la población
y las políticas de ciencia y tecnología:
“Nosotros hemos dado en el clavo con el tema de fortalecer el poder popular a través de los consejos comunales. Yo creo que finalmente llegamos al llegadero. Y resulta que en este momento los consejos comunales son el espacio ideal para trabajar el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología porque ellos se han dado cuenta, y recientemente tuvimos una reunión con los consejos comunales del estado Aragua, y me quedé muy impresionada de ver cómo ellos, independientemente del plan, porque no se lo han leído, que se yo, no es que lo tienen manoseado. Ellos decían: nuestra comunidad tiene problemas y nosotros estamos formulando un proyecto integral, un proyecto integral donde la ciencia y tecnología es un pedacito de la problemática de la comunidad.
Entonces nosotros como consejo comunal nos hemos organizado y una de las cosas queremos resolver comunitariamente es el tema de la alfabetización tecnológica, por ejemplo, el tema de las redes de innovación productiva. Pero es un pedacito nada más, es decir, parte de nuestra
comunidad es productiva y genera mecanismo de innovación para mejorar los elementos de producción” (Grisel Romero).
“Ahora, una de las fortalezas que hay es la inclusión de los consejos comunales. Nosotros no podemos exigir si no estamos organizados y ahorita como estamos organizados, sí tenemos esas posibilidades, de poder decidir y exigir. Al poder tener organización podríamos buscar la manera de tener un espacio donde se puede divulgar qué es la ciencia y la tecnología. Esa es una de las fortalezas que yo veo, los consejos comunales” (José Abreu “Chío”).
El PNCTI involucró interdisciplinariedad y fue elaborado con un espíritu
inclusivo, no cienticifista y elitesco, que reconoce una posibilidad de una
gestión científico-tecnológica guiada por directrices propuestas desde las
necesidades de la ciudadanía, “una gestión desde abajo”.
“Eso me parece extraordinario, que la comunidad haya llegado a proponer, más que entender, a tener una posición con respecto a los proyectos que los consejos comunales van a hacer con un componente de ciencia y tecnología. O sea, eso es, eso es. Eso no se había hecho. Lo más enriquecedor es que ellos mismos llegan a esa conclusión, tu no tienes un científico atrás diciéndote que eso lo que tiene que hacer. Ellos han llegado a la conclusión con algún que otro proyecto del Ministerio de Ciencia y Tecnología o algún otro vínculo con gente del Ministerio que ha tenido un abordaje directo con las comunidades, han llegado a la conclusión de que ciencia y la tecnología es parte de la problemática de la comunidad y por lo tanto, hay aspectos de ciencia y tecnología en ese macroproyecto comunitario que la gente va a llegar a hacer. ¿Qué estimula eso? Que nosotros, al revés, desde esa percepción de la gente sobre ciencia y tecnología nos obliga nosotros como formuladores de política y rectores de la política ha redimensionar el plan, a redimensionar los proyectos que tenemos. Porque entonces los proyectos no deberían ser los mismos, nosotros tendríamos que cortar ese cordón umbilical que nosotros mismos generamos porque creemos que hay una debilidad del otro lado, pero resulta que ahora la fortaleza del otro lado nos está comiendo a nosotros, nos está exigiendo a nosotros que redefinamos las metas del plan nacional” (Grisel Romero).
Hasta ahora, la esencia de la inclusión de actores no científicos al interior
de la ciencia y la tecnología atraviesa el reconocimiento de los saberes
ancestrales y populares que, desde hace mucho tiempo han sido incluidos
en las prácticas científicas pero no se les ha reconocido sus aportes a la
ciencia. No obstante, en el tiempo presente se abren nuevas
oportunidades para dar voz a estos conocimientos mediante la gestión de
los consejos comunales que se desempeñan como puente entre las
políticas científicas y tecnológicas y la sociedad venezolana, que aportaría
mejoras al sistema científico con todas sus capacidades y potencialidades
para innovar.
TABLA Nº 6. TABLA SÍNTESIS. CONTRIBUCIÓN O LIMITACIÓN DE
LA INCLUSIÓN DE GRUPOS NO CIENTÍFICOS EN LA CIENCIA Y LA
TECNOLOGÍA.
TIPO DE ACTOR
CIENTÍFICO.
CONTRIBUCIÓN O LIMITACIÓN DE LA
INCLUSIÓN DE GRUPOS NO CIENTÍFICOS
EN LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA.Trabajadores populares de
la ciencia e innovadores
populares.
Los consejos comunales son la mayor
contribución que ofrecen los grupos no
científicos a la ciencia y la tecnología,
porque en esos espacios es donde las
comunidades deciden y exigen en base a
sus necesidades.
El pueblo venezolano tiene una gran
capacidad innovativa por naturaleza que ha
sido sub-valorada y ha vertido ese
conocimiento en actividades cotidianas.
El conocimiento científico es patrimonio de
todos, una división entre científicos y no
científicos no tiene sentido, más aún por el
hecho de que es una profesión que se
aprende con la práctica y no
necesariamente en base a títulos
académicos.Investigadores/as y
trabajadores de la ciencia.
Las ciencias se han convertido en lo que
son hoy gracias a los conocimientos no
científicos, que les han nutrido. A pesar de
que la ciencia se ha diferenciado de esos
conocimientos en base a su lenguaje y
métodos, las funciones muchas veces son
las mismas.
Ahora, existen espacios de encuentro entre
la ciencia y otros saberes para la creación
recíproca de conocimientos.
La apertura a nuevos conocimientos
también debe ser objeto de procesos de
selección para evitar la superstición y
conocimientos metafísicos dentro de la
ciencia.
La inclusión y dotación de oportunidades a
todos los jóvenes en la ciencia traería como
consecuencia directa el descubrimiento de
grandes talentos en el área de ciencia y
tecnología. Planificadores/as de
políticas públicas
científico-tecnológicas.
Es muy acertada la decisión de fortalecer el
poder comunal por medio de los consejos
comunales, ya que permite la difusión de
las políticas científico-tecnológicas
independientemente de un órgano
regulador.
A causa de los consejos comunales, el
proceso de formulación de las políticas
públicas se ha invertido, o sea, la
percepción de las comunidades sobre la
ciencia y la tecnología determina las
prioridades a investigar.
La inclusión de actores no científicos es de
mucho provecho para el mundo científico si
logran trabajar como aliados utilizando las
capacidades de cada conocimiento para
mejorar el resultado final.
Fuente: Elaboración propia. Año 2008.
4.3. VISIÓN PROSPECTIVA DE LAS POLÍTICAS ACTUALES DE
INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
Una vez realizada la presentación de los aportes de los expertos en
cuanto al pasado y presente de la política pública, inclusión de ciencia y
tecnología, se analiza el ámbito correspondiente al porvenir de estas
políticas.
4.3.1. REFLEXIONES A FUTURO SOBRE LAS POLÍTICAS ACTUALES
DE INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
En relación a las competencias de las políticas públicas de ciencia y
tecnología correspondientes a la inclusión social en el devenir histórico, la
percepción del futuro es bastante esperanzadora para algunos, que
propenden a juzgar el futuro de manera bastante favorable mientras que
otros, consideran que un futuro favorable en el área depende de
diferentes variables.
La impresión de los trabajadores populares de la ciencia y los
innovadores populares, diverge entre optimismo y recomendaciones para
disponer de nuevas alternativas mucho más efectivas:
“Así como yo lo estoy viendo en nuestra comunidad, tantos niños que se están involucrando en la ciencia, yo veo que vamos a tener muchos científicos dentro de nuestras comunidades. Porque cómo se está dando la ciencia aquí en los barrios, la ciencia divertida, de que los niños aprenden divirtiéndose, en un futuro cuando los tomen en serio vamos a tener una gran cantidad de científicos aquí en Venezuela, ese es el futuro que le veo” (José Abreu “Chío”).
En referencia a los proyectos adelantados por los innovadores populares
patrocinados por los programas del Estado, se hace la siguiente
acotación:
“El otro proyecto, es la casabera a gas. Ahí se logra que las enfermedades tradicionales heredadas de la producción del casabe en masa se eliminen en un 90% y que el casabe tenga la posibilidad de ser exportado limpiamente, porque el casabe que sale o hoy en día de Venezuela sale contaminado por la cantidad de partículas, cabellos. Bueno, todo lo que genera esa forma tan rudimentaria de cómo se está haciendo. Entonces, yo pienso que sí, que hay aportes importantes y que va a ser muy fructífero pues” (Esteban Reales).
“Yo tengo fe que lo vamos a lograr, teniendo en cuenta que, cuando se le asigna recursos a un proyecto esos recursos se canalicen a donde deben ir y no que sean desviados tipo cuarta república. Ahí el innovador también debería tener conciencia que es una oportunidad única que estamos ahorita obteniendo nosotros y debemos aprovecharla al máximo” (Esteban Reales).
A pesar de que se profesan ideas favorables hacia el futuro de estas
políticas, se señala también que es importante prestar atención y hacer
seguimiento a la utilización de los recursos, tanto al interior de las
instituciones que los asignan como el uso posterior de los beneficiarios.
Otro de los puntos para virar nuestra atención es extraer un mayor
provecho de las potencialidades populares en la ciencia, mediante la
creación de centros de investigación accesibles para todos los estratos de
la sociedad o la popularización de la ciencia se reduciría a espacios muy
acotados:
“Si se mantiene la visión actual es muy poco lo que se puede lograr pero si se toma en cuenta lo que mencioné anteriormente en la ampliación del frente científico-tecnológico, podremos acelerar el desarrollo tecnológico y lograr la independencia tecnológica del país porque en Venezuela tenemos un potencial muy importante de científicos e inventores que no está aprovechado por el Estado y esto es lamentable. El Estado debe construir un centro de investigación tecnológica cada vez que construye una cancha de deporte en cada barrio y que sea gestionada por los mismos habitantes del barrio porque ellos conocen las necesidades de la comunidad más que un funcionario en una oficina de un ministerio” (Jamal Chaya).
Por otra parte, los investigadores e investigadoras, colocan la situación
de las políticas de inclusión en torno a la dependencia en el cumplimiento
de ciertas condiciones previas para que en el futuro se acoplen
orientaciones sincronizadas entre las instituciones correspondientes,
como el cumplimiento efectivo de la entrega de financiamiento y la
creación de orientaciones no supeditadas al apoyo de entes
institucionales:
“Es viable, sí se puede cumplir. Si se logra trabajar no desarticulados, el sistema se desarticula muchas veces, otras veces funciona con mediana coherencia así esté desarticulado pero es viable siempre y cuando, cada uno de nosotros ejerza la responsabilidad que tenemos como investigadores, como Estado, como financistas, como empresa privada, como universidad; que la universidad no se convierta en esa fábrica de títulos y gente que salen sin compromiso por la investigación.
Sé que tenemos a veces una limitante bárbara que es el financiamiento y los recursos. Por parte del Estado hay muchas iniciativas aunque cojean de una pata y bueno, a veces no trabajas en las condiciones ideales para realizar su investigación, a veces tienes que esperar que llegue que el
financiamiento y mientras llega el financiamiento no es que te quedas sentado limándote las uñas, comiéndotelas, si no que tienes que trabajar con lo que tengas como hacemos con el proyecto de Astronomía en el Barrio El 70” (Yosjuan piña).
En la misma perspectiva, se resalta que el éxito futuro de las políticas de
inclusión científico-tecnológicas descansa en buena parte en el
argumento de proporcionar herramientas a las comunidades para
disminuir la dependencia de los organismos de control central:
“Que haya en realidad empoderamiento, que haya en realidad un resultado eficaz de la política. En ese sentido, posiblemente para el 2030 se pueda tener pero si esas debilidades se siguen acentuando de aquí en adelante lo veo difícil” (Ana Castellanos).
La visión de los planificadores y planificadoras de políticas públicas está
dirigida a un modo de proceder polarizado: una visión esperanzadora y
otra que, advierte la separación entre el discurso y los hechos.
“Desde el punto de vista de lo que significa la formación de capacidades para ciencia y tecnología, que es uno de los objetivos del Plan Nacional, de los objetivos estratégicos del Plan Nacional, yo creo que ahí se ha hecho un esfuerzo igualmente importante, creo que además coadyuvado por la LOCTI porque las empresas están igualmente invirtiendo en la formación de capacidades internas en su personal y nuestra propuesta de tener 40.000 investigadores más a finales del 2012, nos va a colocar en una posición bien importante en comparación al resto de los países, hay una inversión importante, por lo menos 2000 personas en este momento se están formando con recursos de Misión Ciencia, tanto maestrías como en doctorados. O sea, que eso se debe traducir en otra cosa” (Grisel Romero).
En cuanto a las contrariedades consideradas, es notoria la diferenciación
que se establece entre los hechos y los discursos:
“Es un discurso absolutamente grandilocuente, ambicioso, grandioso pero no sabemos recoger la basura. El desarrollo endógeno vinculado a la ciencia y tecnología es una de las grandes carencias, pero importan más que nunca, más que en la cuarta república” (Ignacio Ávalos).
“Si tú tienes un discurso y ya ha pasado un tiempo, tu vez los resultados y dices: yo no veo grandes esperanzas. A mí me parece mucho más el discurso que lo que se ha hecho con el discurso. Este discurso en líneas generales yo lo comparto pero me parece que las realizaciones, los modos, las mecánicas, las instituciones a través de las cuales esos discursos se han querido llevar a la práctica pues yo no creo que llegue muy lejos” (Ignacio Ávalos).
A propósito, asentados bajo la perspectiva de que un cambio en la cultura
científica venezolana dará frutos a largo plazo, no es fortuito que las
reflexiones de los/as expertos/as dirigidas hacia posibles éxitos futuros de
la inclusión social de nuevos actores en las políticas científico-
tecnológicas estén condicionadas por el buen manejo de la inversión del
Estado en ciencia y tecnología, el aumento progresivo del incentivo a
niños, niñas y jóvenes para generar los cimientos de una generación de
relevo, la creación de comisiones para el seguimiento y evaluación de los
progresos de las políticas de inclusión actuales, la consolidación del
trabajo mancomunado entre los organismos pertinentes a estas políticas y
un ajuste permanente entre los objetivos y de realidad para producir
conformidad con las expectativas.
TABLA Nº 7. TABLA SÍNTESIS. REFLEXIONES A FUTURO SOBRE
LAS POLÍTICAS ACTUALES DE INCLUSIÓN EN CIENCIA Y
TECNOLOGÍA.
TIPO DE ACTOR
CIENTÍFICO.
REFLEXIONES A FUTURO SOBRE LAS
POLÍTICAS ACTUALES DE INCLUSIÓN EN
CIENCIA Y TECNOLOGÍA.Trabajadores populares
de la ciencia e
innovadores populares.
De mantener el incentivo a los niños y niñas
respecto a la ciencia, podemos generar una
cantidad considerable de científicos en un
futuro cercano.
Existen muy buenos proyectos innovadores
capaces de mejorar la producción de bienes
para exportación, pero sólo podrían
asegurarle un mejor futuro a Venezuela en el
caso de que el financiamiento se canalice
debidamente y llegue a su destino.
Bajo la luz de las ideas que mueve a las
políticas de inclusión en ciencia y tecnología
actuales, difícilmente se logren los objetivos
planteados, pero si se amplía y se introduce
el conocimiento científico al interior de las
comunidades por medio de centros
investigación gestionados por la misma
comunidad y en base a sus necesidades, sí
es posible un cambio.Investigadores/as y
trabajadores de la
Si continúan las debilidades actuales (de
seguimiento y evaluación de las políticas
ciencia. públicas de inclusión) será difícil llevar a
buen término los esfuerzos promovidos por el
PNCTI.
Todos los objetivos planteados para el 2030
son viables, siempre y cuando, las
instituciones pertinentes a la materia trabajen
articulados para la consecución de los
objetivos del PNCTI.
Las relaciones Estado-investigador debe
reforzarse por medio del financiamiento a los
proyectos para agilizar la consecución de los
objetivos pretendidos.Planificadores/as de
políticas públicas
científico-tecnológicas.
Las fuertes inversiones en el desarrollo de
recursos humanos en ciencia y tecnología
deberían traducirse a futuro en grandes
progresos de la materia.
El discurso grandilocuente de las
instituciones encargadas de concertar las
políticas nacionales de ciencia-tecnología
hace difícil la correspondencia con la praxis
real.
Fuente: Elaboración propia. Año 2008.
CONCLUSIONES.
A continuación, se presenta un apartado donde se comenta los aspectos
más importantes de la discusión en torno a la inclusión de actores no
científicos en ciencia y tecnología, además de los aportes que se han
presentado en la investigación con el objeto de recapitular sobre los
mismos de manera sistemática y establecer resoluciones que
proporcionen una propuesta de líneas de acción útiles para sustentar el
funcionamiento adecuado de los supuestos del PNCTI.
Asimismo, se enumeran las proposiciones y reflexiones derivadas de la
investigación.
1. CUMPLIMIENTO DE LOS OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN.
El análisis de los objetivos de investigación incluye consideraciones
dispuestas por los actores participantes alrededor de los objetivos
(objetivo general y objetivos específicos) y un balance de sus propuestas
para la realización de recomendaciones que mantengan vigentes los
objetivos del PNCTI, así como la capacidad para incidir en la solución de
los problemas identificados.
Para ello, se clasificó la información pertinente que ofrecieron los actores
consultados a través de las categorías usadas en el análisis acerca de la
viabilidad de los planteamientos del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología
e Innovación 2005-2030. Como se mencionó, las conclusiones se dirigen
a realizar un balance de los objetivos planteados inicialmente:
Analizar la viabilidad y alcance de las políticas de inclusión
social contempladas en el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología
e Innovación 2005-2030 para el logro de una sociedad del
conocimiento.
Analizar las opiniones de informantes claves en el área
científico-tecnológica, específicamente conocedores de las
políticas de inclusión social contempladas en el PNCTI para
determinar los alcances prácticos de la misma.
Elaborar recomendaciones desde una perspectiva sociológica
en base a los aportes realizados por los expertos y participantes
en la construcción de las políticas de inclusión contempladas del
PNCTI.
Las implicaciones y los resultados del análisis se presentan a
continuación divididas en las categorías analizadas anteriormente para su
fácil lectura.
1.1. RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE INFORMACIÓN.
En principio, el hecho de estimar ciertas consideraciones que surgen ante
la naturaleza intrincada de un contexto social, político, institucional y
económico en el cual se desarrolla esta investigación, conduce a dirigir
las miradas al proceso de planificación abierto a actores no científicos que
se plantea como vía para dinamizar la estructura del SNCTI,
proporcionando nuevas posibilidades en los discursos.
De forma que, se persigue la exposición formal y comprensión de los
resultados de las tesis para emprender la construcción de breves aportes
que visibilicen los puntos críticos de los programas de inclusión social de
actores no científicos para posibilitar así, en caso de ser necesario, una
posible reorganización de las prioridades o problemas a solventar.
En efecto, las políticas públicas de inclusión social en ciencia y tecnología
han sido encaminadas al logro de los objetivos planteados en sus
lineamientos generales pero, en términos formales, se puede decir que
los resultados de las acciones actuales dependen de estimar
constantemente sus progresos y dirigir nuestro interés al mejoramiento de
las mismas, más aún si recordamos que el Plan Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación 2005-2030 nació bajo la intención de ser un plan
vivo que se nutre de contribuciones oportunas.
Entonces, a manera de reflexión, los aspectos concluyentes son los
siguientes:
1.1.1. DEBILIDADES Y FORTALEZAS DE LAS POLÍTICAS DE
INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA ANTERIORES A LA
PROPUESTA DE CULTURA CIENTÍFICA INCLUSIVA.
A partir de los comentarios de los expertos consultados acerca de las
políticas de inclusión de actores no científicos en la ciencia y la tecnología
empleadas históricamente, se determinó que excluían de manera
sistemática a gran parte de los actores de la población como es el caso
de las comunidades, que sin embargo asimilaban, en parte, mediante los
liceos. El mayor interés de las políticas primigenias estuvo centrado en la
propagación del conocimiento científico entre los investigadores y su
desarrollo intelectual.
Posteriormente, durante la última etapa del CONICIT se abren puertas a
políticas de inclusión, a un manejo no cientificista de la ciencia que incluía
intereses distintos al de los investigadores.
En total, la ciencia y la tecnología en Venezuela nace bajo un cientificismo
marcado hasta el viraje dado por el CONICIT a las políticas de inclusión
social que, posteriormente resultaría ser los antecedentes del PNCTI.
Las directrices nacionales de ciencia y tecnología experimentaron una
evolución durante el tiempo de vida del CONICIT, comenzaron siendo
organismo completamente excluyente de actores no científicos para luego
empezar a incluir paulatinamente otros actores sociales. Primero, fue el
sector industrial y privado y, en los últimos años de la existencia del
CONICIT, se dieron los primeros intentos de incluir a las comunidades y
población en general.
Esa experiencia, inaugura las políticas de inclusión social en ciencia y
tecnología que, serían absorbidas y replanteadas por el MCT para gestar
el moderno PNCTI.
Si bien, en el pasado organismos como el CONICIT aprendieron mediante
ensayo y error, sus políticas no pasan desapercibidas ya que fueron los
cimientos de los esfuerzos contemporáneos. De tal forma que no existe
una brecha tan marcada entre el pasado y el presente de la inclusión de
actores no científicos en ciencia y tecnología.
1.1.2. VIABILIDAD DEL TRÁNSITO A LA CULTURA CIENTÍFICA
INCLUSIVA.
El abandono del paradigma que mueve a la ciencia actualmente,
posiblemente pueda ser sustituido por uno más condescendiente con otro
tipo de saberes, pero esto depende en gran medida de los correctivos que
se tomen en la actualidad porque la ciencia es vista como un saber
desligado a los imaginarios de la ciudadanía.
Se presenta un reto a largo plazo que no tiene un final determinado
justamente por su carácter dependiente de múltiples variables que pone
en juego el logro de las metas planteadas.
Algunos mecanismos que facilitarían la inclusión de nuevos actores y el
quiebre del paradigma científico tradicional serían: la institución de la
ciencia en las barriadas populares, la vigilancia al buen uso de los
recursos asignados, la desburocratización y descentralización de los
organismos científico-tecnológicos, el reconocimiento dentro del ámbito
académico de saberes no científicos, entre otras.
Ciertos mecanismos como los mencionados, podrían engendrar, en
definitiva, el esperado devenir de la cultura científica.
“No se puede seguir presentando a los científico como virtuosos
pronombres (distantes y extraños que lograron cosas como mejorar la
fusión nuclear), cuando la gran mayoría de los estudiantes no tienen idea
de lo ello significa.”64
Un claro punto a favor, es la visión a largo plazo del PNCTI que coadyuva
al cumplimiento de esta transición.
En suma, todavía no se puede hablar de una ruptura paradigmática pero
durante el proceso recolección de información se determinó que se ha
abierto una puerta para este fin, lo que conduce a pensar que la tendencia
hacia una nueva cultura científica es favorable, mas es necesario
fortalecer las actividades planteadas para asegurar el resultado final.
1.1.3. VIABILIDAD DE LAS METAS ESTRATÉGICAS DE INCLUSIÓN
64 Martínez y Flores; 1997: Pág. 15
SOCIAL DEL PNCTI.
Las metas estratégicas de inclusión social contenidas en el PNCTI son
totalmente viables, sólo sería cuestión de voluntad política facilitar los
progresos de la materia.
En otras palabras, según los expertos basta con el trabajo sincronizado
entre las instituciones encargadas de ciencia y la tecnología en
Venezuela, ya que los trabajos aislados perjudican el proceso de
inclusión.
Las potenciales amenazas que podrían empañar la realización de estas
metas son: la falta de mecanismos de evaluación y seguimiento a los
progresos realizados por las políticas de inclusión hasta hoy. Ésta es una
debilidad que señalan varios informantes, la falta de seguimiento y
evaluación de las políticas científico-tecnológicas, produce que sólo se
evalúe los primeros pasos de los proyectos pero al tiempo, desaparezcan
los esfuerzos iniciales.
Las fortalezas que se poseen descansan en el número de jóvenes
estudiantes venezolanos, que exhiben un enorme potencial para el
desarrollo de la ciencia si son asimilados en carreras científico-
tecnológicas que, conjuntamente con políticas de Estado como Misión
Ciencia y Fundayacucho, podría superar las expectativas de las metas
planteadas en el plan.
Por tanto, la consecución de las metas estratégicas de inclusión del Plan
Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación 2005-2030, son totalmente
factibles, sin embargo, hay que cuidar ciertos aspectos que podrían hacer
la diferencia entre el logro efectivo de las metas o advertir algún percance.
1.1.4. CONTRIBUCIÓN O LIMITACIÓN DE LA INCLUSIÓN DE
GRUPOS NO CIENTÍFICOS EN LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA.
Ninguno de los expertos consultados duda de los beneficios de incluir
actores no científicos en las políticas de ciencia y tecnología.
Es notoria la advertencia de que la ciencia para madurar utilizó
conocimientos no científicos que fueron introducidos en un nuevo
lenguaje propios de las prácticas científicas y con procedimientos
sistemáticos, sin dar reconocimiento a su procedencia.
En tal sentido, el trabajo conjunto entre conocimiento científico y saberes
no científicos es completamente verosímil. Esta agrupación,
proporcionaría una mejora de los resultados finales de la investigación
científica por medio de una visión de mayor complejidad tomando muy en
cuenta los aportes de los no científicos que, al fin y al cabo, deben ser los
agasajados con beneficios por parte de los científicos.
Hoy en día existen espacios de encuentro entre la ciencia y otros saberes
para la creación recíproca de conocimientos. En adición a esto, se
observa una apertura a nuevas formas de conocimiento distintos a las
investigaciones tradicionales con la incorporación de consejos comunales
e innovadores populares.
La fuerza disponible para mejorar el desempeño de la ciencia y la
tecnología en Venezuela es enorme por la capacidad innovativa del
venezolano promedio para sortear las necesidades de la vida cotidiana.
El medio práctico para hacer funcional la inclusión de las comunidades en
la ciencia son los Consejos Comunales, los cuales se levantan como los
espacios para la decisión y creación de políticas comunitarias en base las
necesidades de todos. Esto, modifica totalmente la proveniencia de las
prioridades a investigar porque la propuesta surge de las propias
comunidades a los formuladores de políticas públicas.
Empero, merece atención especial las reservas de algunos informantes
en cuanto a la completa inclusión de otros saberes en el mundo de la
ciencia. Existen muchos saberes tradicionales que incluye las
supersticiones y creencias contrarias al razonamiento lógico que hacen
necesaria cierta contraloría sobre qué conocimientos deben ser
aceptados en el ámbito científico. Además, que la inclusión todavía es
parcial debido a la prevalencia, según algunos informantes, de exclusión a
causa de la falta de títulos académicos y falta de financiamiento.
En síntesis, sin duda alguna, la inclusión de otros grupos a la ciencia es
de interés para el mundo científico. Hay un gran potencial intrínseco a los
actores no científicos pero un reconocimiento real de estos grupos dentro
de la ciencia no ha sido todavía establecido.
1.1.5. REFLEXIONES A FUTURO SOBRE LAS POLÍTICAS ACTUALES
DE INCLUSIÓN EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA.
Las posibilidades futuras de inclusión social en ciencia y tecnología
dependen de varios factores que conjugados adecuadamente,
favorecerían el logro de todos los objetivos planteados en PNCTI.
En el porvenir de las políticas inclusión se visualiza, un persistente
problema de falta de seguimiento y evaluación de dichas políticas y la
falta de articulación entre los entes gubernamentales que no aseguran
mayor integración a futuro.
Con relación a este punto, se encontró que no se han generado
mecanismos de integración interinstitucional capaces de conferirle
sustentabilidad a largo plazo a las políticas.
Se señala también que las instituciones asociadas para el desarrollo de
los proyectos, asumen formas de participación puntuales y aportes
inconsistentes al Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Entre las fortalezas contamos con las fuertes inversiones en el desarrollo
de recursos humanos en ciencia y tecnología en el futuro, lo cual, debería
traducirse en el aumento del número de científicos.
Para concluir, el futuro de las políticas actuales de inclusión social en
ciencia y tecnología no son vislumbradas como claras. La inclusión de
actores no científicos en la ciencia y la tecnología depende de las
acciones presentes para disminuir los factores mencionados, por tanto,
es arriesgado predecir su materialización.
Desde el enfoque prospectivo, cualquier resultado en este momento es
posible: existen debilidades en algunas áreas y fortalezas en otras.
En total, las políticas de inclusión social consideradas en el PNCTI son
viables, a pesar de que la consecución de las mismas es observada como
difusa y están sujetas a las acciones que se tomen en la actualidad para
alcanzar el logro efectivo de las metas planteadas.
1.2. RECOMENDACIONES.
Se ofreció un conjunto básico de información para definir la situación,
esfuerzos y resultados en materia de inclusión social en ciencia y
tecnología en Venezuela desde el punto de referencia de los informantes.
Ahora, el producto obtenido fue una lista de prioridades o sugerencias
para resguardar la concreción de las metas de inclusión social planteadas
en el PNCTI.
A tal fin, se sugiere una serie de observaciones en base a los puntos
claves señalados por los expertos. Específicamente, los asuntos que
requieren mayor cuidado en la actualidad son:
• La creación de espacios para la difusión de la ciencia y la
tecnología en zonas populares. Varios informantes señalaron el
inmenso potencial de los jóvenes e innovadores populares y la
capacidad innovativa que posee Venezuela en general. Estas
cualidades podrían ser canalizadas hacia la ciencia y la tecnología
por medio de la creación de espacios comunales ocupados en la
materia, como “centros de investigación autogestionados”, los
cuales, serían administrados por una comisión dentro de los
Consejos Comunales y asesorados por el MPPCT.
• Propiciar un modelo educativo en ciencia y tecnología que se
enfoque más en los espacios socioculturales, de donde provienen
la mayoría de los valores y no solo en la educación formal. Esta
sugerencia podría formarse a través de campañas publicitarias que
propaguen el conocimiento científico entre la población, de manera
teórica por medios de comunicación social y de manera práctica,
con la ayuda de estudiantes de servicio comunitario de las
Universidades de Venezuela para las labores en las zonas
populares.
• La tarea de los estudiantes sería implementada como servicio
comunitario y estaría dirigida a ofrecer y fomentar charlas,
discusiones, experimentos, etc; En espacios habilitados como los
“centros de investigación autogestionados”.
• Una campaña de sensibilización más activa en torno a la ciencia y
tecnología reduciría la visión distante de la población respecto a la
ciencia, aunado al uso de material didáctico que implemente
técnicas lúdicas que faciliten o hagan asequibles estos
conocimientos considerados elitescos.
Así, se podría incentivar a los niños y jóvenes a decantarse por
este conocimiento que, si se valorara socialmente, produciría una
generación de relevo científica numerosa.
• Promover los saberes populares en el mundo científico por
intermedio de comisiones representantes de los Consejos
Comunales para hacer presentes las sugerencias y peticiones de
las comunidades en el área científico-técnica. Al crear una
representación popular activa se daría un paso al frente para
afrontar la supremacía del cientificismo tradicional y lograr un
trabajo mancomunado entre ambos sectores.
• La inclusión de comisiones permanentes de actores no científicos
sería de mucho provecho para el mundo científico, debido a que si
logran trabajar como aliados, utilizando las capacidades propias de
cada conocimiento mejoraría la complejidad de los resultados sin
afectar el carácter sistemático del conocimiento científico.
• Establecer comisiones de seguimiento y evaluación al interior de
los entes estatales competentes en ciencia y tecnología a favor de
la vigilancia de la correcta aplicación de las políticas públicas
inclusivas en todos sus momentos. También, para asegurar que el
financiamiento llegue a su destino y que los beneficiarios utilicen el
presupuesto asignado para las tareas programadas.
En fin, esta comisión se encargaría de mantener comunicación
permanente con los beneficiarios para evaluar los progresos del
proyecto y el desempeño institucional del ente patrocinador.
• Instar a la renovación de espacios de encuentro e intercambio de
conocimiento entre instituciones planificadoras de políticas públicas
científico-tecnológicas. Muchos expertos mencionan las dificultades
de coordinación que se presentan dentro de las instituciones
encargadas de la ciencia y la tecnología en Venezuela.
Por tanto, la generación de espacios de encuentro impulsaría la
comunicación entre los entes pertinentes al caso, propiciando una mayor
articulación y así, trabajar todos por un mismo fin. Un trabajo articulado
disminuiría la burocratización y el centralismo de los entes representantes
de la ciencia y la tecnología en Venezuela que, para diversos actores
consultados, ralentizan el proceso de financiamiento a los proyectos
sociales.
2. REFLEXIONES FINALES.
Para concluir este trabajo, se muestra con cierta brevedad algunas
cuestiones que pueden haber quedado abiertas o que pueden haber
surgido con arreglo a los resultados obtenidos.
Muchos reconocen que la viabilidad del plan es sostenible a largo plazo,
pero lo muestran como un primer paso a la inclusión de la sociedad y un
gran intento de difusión de la ciencia y la tecnología que sólo puede ser
mantenido con seguimiento y evaluación. La creciente demanda de
rendición de cuentas de las comunidades en función de los impactos de
las políticas públicas hace que el conocimiento científico deba enlazarse
con las demandas sociales para mantener su viabilidad.
A su vez, igualmente se da especial atención a las estrategias de
inclusión actuales que han dado voz a actores sociales que,
paradójicamente, no eran tomadas en cuenta anteriormente al momento
de planificar las políticas públicas.
Así que, el proceso de inclusión de actores no científicos dentro del
ámbito de la ciencia y tecnología ha logrado consolidarse
institucionalmente pero se manejan observaciones para su continuidad, lo
cual, por supuesto requiere un constante proceso de reflexión institucional
para afinar algunos mecanismos inclusivos de la sociedad en la ciencia y
la tecnología.
Ningún proyecto debería considerarse como un proceso acabado en su
formulación, todo lo contrario, un proceso de adecuación y ajuste
permanente es lo más prudente. Se requiere una estructura bastante
flexible que produzca la apropiación del nuevo modo de gestión social del
conocimiento.
Por último, debe tenerse en cuenta, que el conocimiento científico no le
pertenece solamente a los científicos, éste se construye en función de los
requerimientos que una sociedad demanda. Esto explica el porqué hay
que deslastrarse de esa posición de poder, de que los que tienen el
conocimiento son algunas élites. Desde esta perspectiva se espera que
los proyectos respondan a la demanda de conocimiento y evolución del
contexto de aplicación de la política inclusiva.
B I B L I O G R A F Í A
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