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2º IV Centenario de la muerte de Cervantes C.E.I.P. José Ortega y Gasset Nombre: «Don Alonso Quijano». En un lugar de La Mancha, hace mucho tiempo, vivió un niño llamado Alonso Quijano, que, leyendo y soñando llegó a ser el famoso Don Quijote de La Mancha. Alonso y sus hermanos se levantaban temprano y desayunaban pan con aceite y azúcar. A nuestro protagonista le gustaba jugar con su abuelo a ser caballeros y escu- char los cuentos que su abuela le contaba antes de dormir. Alonso fue a la escuela y le enseñaron a leer, a escribir, a sumar, a restar y a multiplicar. Su maestro le contaba muchas historias y leyendas. Por la tarde, jugaba con sus amigos en la calle con el aro, con zancos, al salto de la mula, a la gallinita ciega, con una cometa, a la silla de la reina, a la comba y, sobre todo, al juego de caballos y caballeros. Unos niños hacían de caballos y otros se subían encima y hacían de caballeros. El que derribaba al contrario, ganaba. A Alonso le encantaba hacer de caballero y pensaba: «Algún día seré un caba- llero andante.....». Mientras jugaban, reían, gritaban y hacían muuuucho ruido. Un día, una señora gritó desde la ventana: - ¡Agua vaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!. Y empapó a todos los niños. - ¡Señora, hay que mirar antes de tirar agua sucia por la ventana!, protestó Alonso. Otra de sus aficiones era leer historias de caballeros, y después de leerlas, pensaba: «De mayor, cuando sea caballero, tendré mi dama.........». Y sus sueños se cumplieron........................

Lecturas Don Quijote

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2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

«Don Alonso Quijano».En un lugar de La Mancha, hace mucho tiempo, vivió un niño llamado Alonso

Quijano, que, leyendo y soñando llegó a ser el famoso Don Quijote de La Mancha.Alonso y sus hermanos se levantaban temprano y desayunaban pan con aceite y

azúcar.A nuestro protagonista le gustaba jugar con su abuelo a ser caballeros y escu-

char los cuentos que su abuela le contaba antes de dormir.Alonso fue a la escuela y le enseñaron a leer, a escribir, a sumar, a restar y a

multiplicar. Su maestro le contaba muchas historias y leyendas.Por la tarde, jugaba con sus amigos en la calle con el aro, con zancos, al salto

de la mula, a la gallinita ciega, con una cometa, a la silla de la reina, a la comba y,sobre todo, al juego de caballos y caballeros. Unos niños hacían de caballos y otrosse subían encima y hacían de caballeros. El que derribaba al contrario, ganaba.

A Alonso le encantaba hacer de caballero y pensaba: «Algún día seré un caba-

llero andante.....».

Mientras jugaban, reían, gritaban y hacían muuuucho ruido.

Un día, una señora gritó desde la ventana:

- ¡Agua vaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!.

Y empapó a todos los niños.

- ¡Señora, hay que mirar antes de tirar agua sucia por la ventana!, protestó

Alonso.

Otra de sus aficiones era leer historias de caballeros, y después de leerlas,

pensaba: «De mayor, cuando sea caballero, tendré mi dama.........».

Y sus sueños se cumplieron........................

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

«Alonso Quijano».En un lugar de La Mancha, vivió un niño llamado Alonso

Quijano, que llegó a ser el famoso Don Quijote. Le gustaba jugar con su abuelo a ser caballeros y escuchar los

cuentos que su abuela le contaba. En la escuela aprendió a leer, aescribir, a sumar y a restar. Su maestro le contaba historias. Por latarde, jugaba con sus amigos con el aro, al salto de la mula, a lagallinita ciega, con una cometa, a la silla de la reina, a la comba yal juego de caballos y caballeros. Unos niños hacían de caballos yotros, de caballeros. A Alonso le encantaba hacer de caballero ypensaba: «Algún día seré un caballero andante.....».

Mientras jugaban hacían muuuucho ruido. Un día, una señoragritó desde la ventana: - ¡Agua vaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!.

Y empapó a todos los niños.Leía muchas historias de caballeros y pensaba: «De mayor,

cuando sea caballero, tendré mi dama.........».

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

«Don Quijote de La Mancha».«El conocimiento y locura de Don Quijote».

En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no quiero acordar-me, vivía un hidalgo caballero con lanza, escudo, caballo flaco y galgocorredor.Tenía cincuenta años. Era fuerte, delgado, madrugador y caza-dor.

Pasaba mucho tiempo leyendo libros de caballería. Le gusta-ban tanto que vendió parte de sus tierras para comprar más libros.

Don Alonso Quijano, que así se llamaba el hidalgo, le cogiótanto gusto a la lectura de aquellos libros que se pasaba los días y lasnoches leyendo. Y así, de poco dormir y mucho leer, se le secó el cerebroy se volvió loco.

La cabeza se le llenó de aquellas fantasías que llegó a convertir-se él mismo en un caballero andante e ir por los caminos, con sus armasy a caballo, en busca de aventuras.

A su caballo le puso de nombre Rocinante y se buscó un nom-bre para él mismo: Don Quijote de La Mancha.

También buscó a un escudero que le acompañara en sus aventu-ras. Era un vecino suyo que aceptó porque Don Alonso Quijano le prome-tió muchas cosas, entre ellas la que más le gustó fue la de una isla que élmismo conquistaría y le nombraría gobernador. Le puso de nombre San-cho Panza.

Ya sólo le faltaba buscar a una dama de quien enamorarse. Pen-sando y pensando, se acordó de una mujer de un pueblo llamado Tobosoque a él le gustaba, era Dulcinea del Toboso.

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

«Don Quijote de La Mancha».En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre

no quiero acordarme, vivía un hidalgo caballerocon lanza, escudo, caballo flaco y galgo corredor.

Le gustaba mucho leer libros de caballería.Se pasaba los días y las noches leyendo. Y así, depoco dormir y mucho leer, se le secó el cerebro y sevolvió loco.

A su caballo le puso de nombre Rocinantey se buscó un nombre para él mismo:

Don Quijote de La Mancha.Su escudero era Sancho Panza.Su amada era Dulcinea del Toboso.

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

«Don Quijote de La Mancha».«Cómo se armó caballero Don Quijote».

Don Quijote llamó al ventero, se puso de rodillas y le dijo:- Concededme el don de armarme caballero. Esta noche velaré

las armas en la capilla de este castillo.El ventero, al darse cuenta de la locura de Don Quijote, le dijo

que sí.Como no había capilla, tuvo que velar las armas junto al pozo.El ventero contó a todos la locura del hidalgo.Al cabo de un rato, un arriero se acercó al pozo y Don Quijote le

dijo:- ¡Oh, tú, quien quiera que seas, atrevido caballero!. No toques

esas armas, o te mataré por tu atrevimiento.El arriero no le hizo caso y Don Quijote lo atacó y luego, siguió

vigilando sus armas. Más tarde se acercó otro arriero y de nuevo la em-prendió a golpes con él.

Enfadada, la gente de la venta apedreó a Don Quijote.Por fin intervino el ventero para que lo dejaran en paz y decidió

nombrarlo caballero.Cogió un libro de cuentas, le pidió que se arrodillara y fingiendo

la lectura y dándole un golpe con la espada, le nombró caballero.Dos mozas le ayudaron a ponerse la armadura y terminó la

ceremonia.El ventero lo despidió sin cobrarle nada.

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Ortega y GassetNombre:

En la posada, Don Quijote velósus armas junto al pozo.

El ventero nombró caballero a DonQuijote dándole un golpe con la espada.

«Se armó caballero».

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

«El regreso de Don Quijote a su casa y la quemade libros».

Después de la pelea con los mercaderes, viendo que no podíalevantarse, se acordó de uno de sus libros y empezó a recitarlo en alto.

Por suerte para Don Quijote, pasó por allí un labrador de su pue-blo que al verlo, lo ayudó a levantarse y lo subió en su burro. Luego cargólas armas sobre Rocinante y los llevó al pueblo. Por el camino Don Quijoteseguí recitando.

Mientras, el ama, la sobrina, el cura y el barbero Maese Nicolás,amigos de Don Quijote, estaban preocupados por él.

- ¿Dónde estará mi señor?. ¡Malditos sean estos libros que lo hanvuelto loco!, decía el ama.

- Eso digo yo, dijo el cura. Esos libros serán quemados.El labrador llevó a Don Quijote a casa. Al oírlos todos salieron a

abrazarle.- ¡No me toquéis!. Vengo herido. Me caí de mi caballo cuando

luchaba con diez gigantes. Llevadme a la cama y llamad a un hechiceroque me cure, dijo Don Quijote.

El labrador contó a todos lo que había pasado y entonces deci-dieron que, sin duda, lo mejor era quemar todos los libros de caballería.

Bajaron al corral, encendieron una hoguera y los quemaron todos,pensando que así acabaría la locura de su amigo.

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Ortega y GassetNombre:

Un labrador llevó a su casa a Don Quijotey a Rocinante.

El ama, la sobrina, el cura y el barberoestaban preocupados por él.

- ¿Dónde estará mi señor?. ¡Malditos seanestos libros que lo han vuelto loco!, decía el ama.

- Eso digo yo, dijo el cura. Esos libros seránquemados.

Bajaron al corral, encendieron una hoguera ylos quemaron todos, pensando que así acabaría lalocura de su amigo.

«La quema de libros».

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:«La aventura de Don Quijote con los molinos de viento».

Una noche salieron del pueblo Don Quijote y Sancho Panza en busca de

aventuras.

El escudero iba su burro con sus alforjas y su bota y Don Quijote sobre

Rocinante con su lanza y su escudo.

Iban caminando cuando descubrieron unos molinos de viento y dijo Don

Quijote:

- Tenemos suerte. Ahí veo un buen puñado de malvados gigantes con

quienes pienso entrar en batalla y quitarles a todos la vida.

- ¿Gigantes?. ¿Qué gigantes?, preguntó Sancho Panza.

A lo que respondió su amo:

- Aquellos que ves allí, los de los brazos largos.

Sancho Panza le contestó:

- Mire, que aquellos no son gigantes sino molinos de viento; y lo que pare-

cen brazos, son las aspas que se mueven por el viento.

Pero a pesar de las advertencias de Sancho, Don Quijote seguí imaginan-do gigantes.

- Ya se ve que no sabes nada de aventuras. Esos son gigantes. Y si tienesmiedo, quítate de ahí y ponte a rezar que yo voy a entrar en batalla.

Y diciendo esto, le dio con las espuelas a Rocinante, se levantó viento ylas aspas empezaron a moverse.

Don Quijote arremetió contra el molino y el aspa le hizo la lanza pedazos yel caballero y el caballo acabaron rodando por el campo.

Sancho Panza acudió a socorrerle y le dijo:- ¡Válgame Dios!. ¿No le dije que no eran gigantes, sino molinos de vien-

to?.Ayudó a levantar a Don Quijote, lo subió a Rocinante y pasada la aventura,

siguieron su camino.

Pasaron la noche bajo unos árboles. El hidalgo no durmió pensando en

Dulcinea, pero Sancho que había comido y bebido mucho, durmió de un tirón.

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Ortega y GassetNombre:

Don Quijote dijo:- Veo unos gigantes.- ¿Qué gigantes?, preguntó Sancho Panza.- Aquellos de los brazos largos.- No son gigantes, son molinos de viento;

y lo que parecen brazos, son las aspas que semueven por el viento.

Don Quijote arremetió contra el molino, elaspa le hizo la lanza pedazos y el caballero y elcaballo acabaron rodando por el campo.

«La aventura de Don Quijote con losmolinos de viento».

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

«Cómo Don Quijote cayó enfermo, del testamento quehizo y de su muerte».

Por tristeza al verse vencido o porque así lo quiso el cielo, Don Quijote

enfermó. Era visitado por sus amigos y Sancho Panza, su escudero fiel no se separóde su cabecera.

Llamaron al médico y éste dijo que estaba muy enfermo y que su vidacorría peligro.

Don Quijote pidió que lo dejaran solo porque necesitaba dormir. Al desper-tar, llamó a su sobrina.

- ¿Qué quiere vuestra merced?, preguntó la moza.- Me siento, sobrina, a punto de muerte, respondió Don Quijote. Llama ,

hija, a mis amigos que quiero confesarme y hacer testamento.

Cuando llegaron todos, Don Quijote dijo:

- Tengo una buena noticia. Ya no soy Don Quijote de La Mancha, sino

Alonso Quijano. Ya odio todas las historias de caballería y he comprendido mi locura.

Todos sorprendidos, se dieron cuenta de que, a punto de morir, se hallaba

en su sano juicio.

El cura lo confesó y al salir de la habitación, dijo:

- De verdad se muere, y de verdad está cuerdo Alonso Quijano.

Al oírlo, ama, sobrina y Sancho se pusieron a llorar.

Don Quijote dijo a su amigo Sancho Panza:

- Perdóname amigo por haberte hecho parecer tan loco como yo, hacién-

dote creer en caballeros andantes.

Don Quijote pidió perdón a todos sus amigos por su locura, hizo testamentoy entrándole un desmayo, murió.

2ºIV Centenario de

la muerte de CervantesC.E.I.P. José

Ortega y GassetNombre:

Don Quijote se puso enfermo y dijo a todossus amigos:

- Tengo una buena noticia. Ya no soy DonQuijote de La Mancha, sino Alonso Quijano.

Dijo a su amigo Sancho Panza:- Perdóname amigo por haberte hecho parecer

tan loco como yo, haciéndote creer en caballerosandantes.

Don Quijote pidió perdón a todos sus amigospor su locura y murió.

«La muerte de Don Quijote».