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Material completo de la asignatura de Introducción a la Argumentación Jurídica Semestre A2017 Apuntes – Néstor Toro Hinostroza Diapositivas de la asignatura Lecturas complementarias Ejercicios

Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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Material completo de la asignatura de

Introducción a la Argumentación Jurídica

Semestre A2017

Apuntes – Néstor Toro Hinostroza Diapositivas de la asignatura Lecturas complementarias

Ejercicios

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APUNTES

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Memorias.- Introducción a la Argumentación Jurídica

III Ciclo – A2017 - Néstor Toro Hinostroza-

Memorias.- Introducción a la Argumentación Jurídica

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DE GUAYAQUIL INTRODUCCIÓN A LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA – DRA. MARENA BRIONES

NÉSTOR TORO HINOSTROZA NOCIONES PRELIMINARES (1era clase)

La lógica se suele confundir con la razón, sin embargo, su uso cotidiano como iguales, no debe seguir siendo la regla general; la lógica es una disciplina que tiene varias extensiones, es decir, varias propuestas teóricas para estudiar las argumentaciones. Generalmente, se piensa que la lógica, se refiere a la lógica clásica (final o deductiva), pero en realidad la lógica va mucho más allá de eso.

El Derecho está hecho fundamental y esencialmente de argumentaciones.

Miguel Reale hablaba de la tridimensionalidad del Derecho, las cuales son dimensiones fenómeno jurídicas; esta tridimensionalidad está compuesta de tres elementos:

1. Elementos fácticos.- pues todo en derecho parte de un hecho social 2. Elemento normativo.- pues el Derecho básicamente se traduce en normas, sin embargo,

no significa que el Derecho es igual a normas 3. Elemento axiológico o valorativo.- se traduce en valores; generalmente en este punto se

estudia el ideal de la justicia

El Derecho está íntimamente a la ética, vista como moral, respecto de los cuestionamientos íntimos de saber qué está bien y qué está mal, pero esta relación derecho-ética, responde a solamente preguntas, con el Constitucionalismo esta relación se ha fortalecido, debido a la compaginación de las vertientes iusnaturalistas y iuspositivistas. Por otro lado, el Derecho también está relacionado a la política.

En sí, por lo tanto, argumentar es usar la razón; pero toda argumentación está compuesta de procesos cognitivos y procesos lingüísticos.

Para el proceso cognitivo se utilizará el siguiente ejemplo: Pedro mató a Juan, el hecho de decir que lo mató constituye una creencia, es decir, el juez ha llegado a establecer que eso sucedió a través de las pruebas presentadas; sin embargo, como es una creencia, aquello está sujeto a equivocaciones, ya que es con base en los aportes de otras personas.

Para el proceso lingüístico, en cambio, se sostiene que la argumentación necesita siempre de un lenguaje, no necesariamente oral, puede ser escrito o por medio de imágenes que nosotros traducimos en palabras.

Por ende, se descubre la argumentación a través de estructuras invisibles, la cual se manifiesta en el proceso o relación de inferencia, en el que existen al menos dos afirmaciones (afirmación: enunciado sobre algo), que tienen una conexión entre sí, de tal manera que una afirmación sostiene la otra; si no existen al menos dos afirmaciones, evidentemente no existe una argumentación. Las argumentaciones, entonces, se componen de al menos dos afirmaciones, una para la razón y otra para la conclusión, siempre podrá haber más de una afirmación, pero nunca más de una conclusión. Si se cumplen todas estas reglas existe una argumentación, pues se manifiesta una relación de inferencia y eso constituye una pretensión de argumentar.

Veamos el siguiente ejemplo:

Llegué tarde porque había mucho tráfico

En este caso, no hay argumentación, es verdad que existen dos premisas, pero no existe la relación de inferencia, puesto que no siempre las razones son argumentos; en el ejemplo, lo que se pretende no es más que justificar o explicar el porqué de haber llegado tarde.

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Si hay mucho tráfico, llegaré tarde

Hay mucho tráfico, llegaré tarde

En estos dos ejemplos sí existe argumentación, pues existe también una relación de inferencia.

Tarea.- Investigar acerca del fenómeno del conocimiento en la condición humana, ¿de qué manera el cerebro influye en la construcción de nuestro conocimiento?, ¿a qué llamamos conocimiento?

CONOCIENDO EL CONOCER (2da clase)

NIVELES DEL CONOCIMIENTO

El primer nivel del conocimiento es básicamente sensorial, basándose principalmente en el estímulo externo, el cual tiene una respuesta sensorial, a esto se le denomina percepción sensorial.

De esto se dice entonces que el fenómeno cognitivo tiene una dimensión biológica, la cual radica en el cerebro, órgano que entra en contacto con el mundo por los sentidos y aquello crea la razón, que permite que existan abstracciones.

Continuando con el fenómeno cognitivo, también hay que tener en cuenta que no solamente cuenta con una dimensión biológica, sino también psicológica, emocional y social. Y de todo este fenómeno cognitivo, también es cierto que al existir una base biológica, además existe una base mental, que se encuentra en la mente, siendo el cerebro únicamente algo orgánico.

El conocente es el hombre o sujeto, mientras que el conocido es el objeto a conocer (mundo/realidad); sin embargo, en el proceso cognoscitivo el hombre también puede ser sujeto y objeto a la vez.

En el fenómeno cognitivo, el sujeto aprehende el mundo a través de los sentidos y la razón. Ejemplo: La realidad no tiene color, lo que vemos es solamente la refracción de la luz encima de los objetos.

La hermenéutica es la disciplina o técnica de la interpretación y se dice que los hombres siempre ven al mundo según su interpretación.

(3era Clase)

Cerebro Mente

Conocimiento

Sujeto o conocente

Objeto o conocido

Conocimiento

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Tarea: Leer el primer capítulo de “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” de Edgar Morín

Básicamente lo que sostiene Edgar Morín es que la humanidad debería modificar el paradigma con el que pensamos.

Nuestra forma de pensar es lineal, esquemática, con tendencia a lo simple; sin tener en cuenta que el conocimiento es complejo y que por ello deberíamos generar destrezas para pensar en complejidad. Ejemplo: No se ha podido encontrar cómo se conocen las mecánicas clásicas y cuánticas, ambas existen y tienen sus propias leyes, por lo que eso las hace distintas, pero aún no se sabe cómo terminan combinándose. (Las cosas diversas que no se sabe cómo se encuentran).

Todos deberíamos tener algún tipo de conocimiento sobre el conocimiento (experiencia cognitiva), pues nada de lo que somos, sabemos, hacemos, sentimos, está desconectado sobre la facultad cognitiva (opinión de la cátedra).

Somos capaces de conocer, pero eso que llamamos conocimiento es un proceso cognitivo (opinión de la cátedra).

¿QUÉ ES CONOCER?

Para responder esa pregunta debemos centrarnos en el YO, el cual también se denomina como sujeto conocente y que no por eso dejamos de ser parte del mundo conocido; pero a ese YO hay que entenderlo como la conciencia de nosotros mismos, y dicha conciencia no debe ser vista desde la óptica del bien y del mal, sino de la de estar conscientes (saber lo que se está haciendo), es decir, de estar en contacto con el mundo exterior y con nosotros mismos.

Recordemos que para conocer se necesita la interrelación entre el cerebro, el yo y la mente, y que todo esto está inserto en el mundo.

Nada de lo que somos fuera posible sin el cerebro.

Pensar que el cerebro y la mente son iguales significaría que los sentimientos, emociones, etcétera, son solo fenómenos físicos y no es así.

El conocimiento es una condición biológica y psíquica, pero este conocimiento también está sujeto a límites biológicos, pues estamos determinados para conocer el mundo o realidad de una determinada manera; pero no estamos determinados a conocer todo de todo.

RELACIÓN SUJETO CONOCENTE – OBJETO CONOCIDO

Existen tres tendencias respecto de la relación que existe entre el sujeto conocente y el objeto conocido:

1. Tendencia objetiva.- El mundo es un ámbito exterior y el conocimiento es algo que realizamos a partir del mundo exterior; lo que quiere decir es: lo que nuestro cerebro percibe a través de los sentidos tiene un correlato con el mundo exterior.

2. Tendencia subjetiva.- El mundo es interior y dependiente de la experiencia del sujeto, se da a través de estímulos que reconstruyen una imagen del mundo exterior.

3. Tendencia ecléctica.- Sí hay un mundo exterior, pero no tal como lo percibimos, nosotros lo armamos; el cerebro rearma las cosas, pero sí existen como tales en el mundo externo.

CONOCIMIENTO FIABLE Y OBJETIVO

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Es evidente que deberíamos tener seguridad de que lo que conocemos es; desde los tiempos de Grecia nos hemos venido preguntando si es posible tener un conocimiento fiable y objetivo del mundo, para ello se han dado varias corrientes de conocimiento, entre ellas:

1. Dogmatismo.- Es tener fe absoluta en la capacidad racional, es decir, es nuestra razón la que nos permite conocer.

2. Escepticismo.- Es la duda acerca de fiabilidad y objetividad del conocimiento, es el lado opuesto al dogmatismo. En esta tendencia siempre habrá un terreno lleno de dudas:

a. Radical.- La duda siempre estará b. Moderado.- Trata de apaciguar la duda

3. Criticismo.- Consiste en poder ser críticos, rechaza la tendencia de no creer o de creer ciegamente.

4. Racionalismo.- Es tener fe en la razón, pues solo la razón nos lleva a la verdad. 5. Intelectualismo.- Sostiene que el conocimiento es posible gracias a la razón y las

experiencias.

Los epistemólogos han propuesto los siguientes postulados del conocimiento, además de los anteriores:

1. Empirismo.- Se basa en que el conocimiento debe darse a través de la observación directa y “neutral”, es decir, la experiencia, la cual puede ser interna (percepciones) y externa (sentidos).

2. Positivismo lógico.- El derecho se sirvió de este postulado por mucho tiempo y consiste en que el conocimiento se da por la observación, pero este puede ser interpretado de diferentes maneras, según las técnicas y métodos de investigación, puesto que las experiencias se verifican y se comprueban.

3. Pragmatismo.- Encuentra su sustento en que el conocimiento debe ser a través de la práctica en la resolución de problemas, es una corriente muy utilitaria.

4. Materialismo dialéctico.- La materia es sustrato de la realidad, por medio de conciencia; el conocimiento es posible por la materialidad; y los investigadores son personajes históricos.

Continuando con los niveles de conocimiento…

Los niveles de conocimiento pueden entenderse de manera:

1. Sensible.- Se da a través de los sentidos, creando un conocimiento particular, pues es propio de cada sujeto. De todo esto, hay que tener en cuenta que no hay nada más subjetivo que el dolor, este dolor tiene un base biológica (cerebro), pero también es subjetivo (mente), pues nadie siente de igual modo el mismo estímulo de dolor.

Todo lo que ocurre en tu cerebro, ocurre en tu mente; todo lo que ocurre en tu mente, tiene correlato con tu cerebro.

2. Conceptual.- Es la elaboración de conceptos, su representación es invisible e inmaterial. Ejemplo: El bebé que dice la palabra “teta”, lo que hace es relacionar la palabra con la realidad, mas no elabora conceptos. Cuando la palabra (que no es nada más que un símbolo) sirve no para relacionar la forma (en el ejemplo: teta con la forma de la teta), sino para utilizarla, ahí se empieza a elaborar concepto.

3. Holístico.- Los seres humanos nos vamos haciendo, vamos conociendo y percibiendo estímulos, creando experiencias y razonamientos; conocemos y

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producimos conocimiento por lo que hemos ido acumulando en el tiempo. El sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una información acerca del mismo y al verificar que existe coherencia o adecuación entre el objeto y la representación interna correspondiente, es entonces cuando se dice que se está en posesión de un conocimiento.

MULTIDIMENSIONALIDAD DEL CONOCIMIENTO

- Dimensión biológica - Dimensión psíquica - Dimensión emocional - Dimensión individual - Dimensión social - Dimensión empírica - Dimensión ética - Dimensión racional

ANÁLISIS A LA LECTURA DE LOS SIETE SABERES NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO DE EDGAR MORÍN (4ta Clase)

Todo conocimiento corre el riesgo de caer en errores e ilusiones; las percepciones son a su vez traducciones y reconstrucciones cerebrales, a partir de conocimiento que hemos ido adquiriendo producto de estímulos o signos captados por los sentidos.

La actividad racional es aquella que va dirigida al control del entorno, de la práctica, de la cultura, del control del prójimo, al control cerebral. La racionalidad lo corrige todo, por tanto, es el mejor remedio al error y la ilusión, pero hay que conocer lo siguiente:

- Racionalidad.- Es abierta porque permite la construcción de un conocimiento, que puede someterse a comprobación.

- Racionalización.- Es el pensamiento lógico perfecto, cerrado por naturaleza, ya que se basa en bases falsas, no acepta verificación.

Acerca de las cegueras paradigmáticas puede decirse que consiste en que las ideas deben ser adecuadas correctamente al discurso a pronunciar, seleccionando aquellas que son pertinentes en determinadas circunstancias.

Por otro lado, está el imprinting y la normalización, es aquel sello que se marca en la naturaleza del hombre y que dependiendo de su continuidad, puede convertirse en algo normal.

La noología, finalmente, quiere decir que las ideas no solamente son ideas, sino que también son seres mentales con vida y poder propio, lo cual nos hace entender prácticamente que podemos cegarnos y dejarnos llevar por las ideas, lo cual sí ha sucedido a través de la historia. Es por ello que el hombre es capaz de morir y matar por algún dios o creencia.

LAS CREENCIAS Y LOS RIESGOS DEL CONOCIMIENTO (5ta Clase)

La creencia es describir algo como que es algo. Puede decirse “Dios existe” y también “creo en Dios”, ambos enunciados contiene la expresión de una creencia y tales se asumen como conocimiento; sin embargo, ontológicamente, Dios es un objeto ideal, ya que no hay con qué contrastarlo.

Todo aquello que se relaciona al lenguaje supone una relación cognitiva; los números y las figuras geométricas, no existen fuera del hombre, es decir, fuera de la mente.

Las ideas son aquellas que permiten el accionar sobre la realidad.

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Damasio, neurólogo, es aquel que estudia acerca de la relación entre cerebro y consciencia y establece que entre el cerebro y la mente, está el YO, el cual conoce de una consciencia, pero también de una autoconsciencia del mundo donde se desarrolla y de nosotros mismos.

La experiencia cognitiva es una experiencia humana, no seríamos lo que somos si no estuviéramos dotados de capacidad cognitiva, la cual es inigualable con otras especies animales.

Hay que tener en cuenta que el conocimiento no es un espejo del mundo.

El ser humano aprehende a través de sentidos y aprehendemos lo que humanamente nos conviene; por ello es que el conocimiento se dice que es una traducción/reconstrucción cerebral (con bases biológicas), que crea conocimiento a través de estímulos y signos, codificados por el lenguaje; esta traducción/reconstrucción sería, por lo tanto, una palabra, una idea o una teoría mediada por el lenguaje.

Dentro del conocimiento, siempre habrá riesgo de error e ilusión; por ejemplo, el error de percepción sería el creer que vimos algo y no fue así; pero también un error intelectual, el cual es la organización lógica de pensamientos, es por la que a través de nuestra memoria selectiva rellenamos vacíos.

En las cegueras paradigmáticas es necesario estar atentos y conscientes, ya que a pesar de que los seres humanos necesitamos de paradigmas, estos no deben ser estáticos, sino que deben dar paso a conocimientos nuevos.

En cuanto al imprinting cultural, esto es referirse a la idea del conformismo con aquello que ya viene con nosotros, y la normalización como aquello que elimina lo que haya de discutirse.

En la noología y la posesión, es necesario decir que las ideas pueden poseernos, puede recaer en el fanatismo (ideología es un concepto aparte); la noología son creencias fuertes. En este campo de estudio, al menos Morín, sostiene que las ideas son seres mentales y que la sociedad domestica al individuo con ideas; de igual manera, este autor propone que las ideas son paradójicas, ya que la única forma de combatir las ideas es con otras ideas.

CAMPOS DE LA REALIDAD

Existen objetos reales e ideales, estos últimos que existen solamente en la mente.

De los objetos reales, pueden salir los naturales (que no crea el hombre, pero que existen) y los culturales (que los crea el hombre y por eso existen).

Aquí el lenguaje es muy importante, ya que nos permite sacar lo que está en nuestra mente y cerebro.

Véanse los siguientes ejemplos:

1. El árbol se ha caído 2. La silla se ha roto 3. Hay números primos 4. El conocimiento es un red

En todos los casos, estos son creencias, son los campos diferentes de la realidad; esos enunciados que son susceptibles de conocimiento no están hechos de la misma materia, por eso la ontología se dedica a estudiar de qué están hechos los objetos.

Analicemos el primer ejemplo: el árbol se ha caído; el enunciado sostiene que se cayó, pero ¿cómo saber si eso es verdadero o falso?, si es que hay un hecho que corresponda a lo que el enunciado afirma, ese enunciado tiene creencia, es decir, es algo que doy por

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conocimiento; en este caso, el hecho físico que corrobora o que corresponde con lo que el enunciado afirma.

Ahora el segundo ejemplo: la silla se ha roto; la afirmación de que el objeto silla está roto, merece verificar si es falso o verdadero, de la misma manera que el ejemplo anterior, ya que son objetos reales (natural en el primer caso, cultural en el segundo) y tienen existencia física. Hay que tener presente que los objetos no son ni verdaderos ni falsos, simplemente existen o no en la realidad o mente, lo que afirmamos sobre esos objetos es lo que podemos determinar ya sea como verdadero o falso.

Tercer ejemplo: hay números primos; en los objetos ideales no nos referimos a dimensión real; en este caso solo podemos decir que es verdadero o falso a través de la teoría matemática y por lo tanto, en el mundo matemático esto es verdadero; los hechos no han corroborado que sea verdadero o falso, sino la teoría.

Finalmente, el cuarto enunciado: el conocimiento es una red; metafóricamente puede ser verdadero, ya que no lo puedo demostrar con hechos ni con teorías.

No hay una sola teoría de la verdad. La teoría de la verdad por consenso es la más admitida, ya que la verdad se alcanza en el diálogo, deliberación y consenso.

La noción de verdad depende de en qué campo se la esté utilizando.

Respecto de lo inesperado, siempre debemos estar preparados para conocimientos que incluso creemos que no tendremos; ya que nuestro conocimiento está basado en certidumbres, no verdades.

PERO… ¿CUÁNDO HAY CONOCIMIENTO?

Nos acercamos más al conocimiento científico, el cual propone a través de su propuesta tripartita, métodos para saber si algo está o no fundamentado.

Se lo hace de la siguiente manera:

Se afirma que un S (sujetoNicolás) conoce que (sabe que) P (otro Susan) cuando…

1. S cree que P (creencia). Ejemplo: Barcelona ganó el partido de ayer ante Emelec. (Supongamos que esto es verdadero)

2. P es verdadero (la creencia es verdadera). Ejemplo: Efectivamente, Barcelona ganó el partido de ayer ante Emelec. (En este caso es el hecho el que permite que el enunciado sea verdadero, es decir, el hecho de que Barcelona sí jugó ayer y sí ganó ayer).

3. S debería estar justificado para creer P. Ejemplo: Nicolás y Susan hicieron una apuesta en la que Nicolás apostó por Barcelona y como este ganó, lo llama para informarle del triunfo de su equipo, pero… el partido que estaba viendo no era el que debía verse, sino uno del año anterior en el que también jugó Barcelona contra Emelec y también ganó Barcelona. Es decir, en este requisito la creencia es verdadera, pero puede sostenerse que no está justificado porque aunque Nicolás estaba creído que estaba viendo el partido, no lo era (creencia sin soporte); pero también puede sostenerse que sí está justificado, porque Nicolás creyó que sí lo vio.

Tarea para la sexta clase: Leer el segundo capítulo de “Los siete saberes necesarios para la educación del futuro” de Edgar Morín

Tarea para la séptima clase: Leer el segundo y tercer capítulo de “Las preguntas de la vida” de Fernando Sabater

ANÁLISIS AL CAPÍTULO SEGUNDO DEL TEXTO DE EDGAR MORIN (6ta Clase)

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- Contexto.- Es la situación donde se desarrollan los hechos, todo conocimiento es contextualizado

- Global.- Toda información se nutre o se forma en un todo - Multidimensional.- Toda información tiene más de una dimensión - Complejo.- Reconocer que todo está interconectado, es decir, la parte con el todo,

ya que entre estas existe interdependencia, retroalimentación; la complejidad va también porque se refiere a lo que está tejido junto

Tarea para la séptima clase: Leer el segundo y tercer capítulo de “Las preguntas de la vida” de Fernando Sabater

LA VERDAD (7ma Clase)

La verdad tiene diversos campos y es por eso que, al haber distintos campos de la verdad, existen diversos campos del conocimiento.

Para la verdad nunca hay que llegar al extremo del dogmatismo, pues este es cerrado, se encierra en sí mismo, tiene a la razón como guía suprema; ni tampoco hay que llegar al escepticismo total, es decir, dudar de todo; lo idóneo es llegar a un punto intermedio, hay que estar alertas en caer en dogmatismos, con algo de escepticismo.

TEORÍA DE LA VERDAD

No todas las verdades son del mismo género, hay que saber de qué concepto de verdad se está hablando.

Ejemplos:

- Ella es la verdadera tía de Daniel - Es verdad, Miriam fue ayer al doctor - ¡Caramba, tienes un tigrillo de verdad en tu casa!

En todos esos casos, a pesar de que puede remplazarse las palabras verdadera y verdad, por otras que dieran a pensar el mismo significado que buscamos para los enunciados, la palabra verdad está alejada de cualquier sinónimo que se le ponga. Los objetos no son verdaderos ni falsos, los objetos simplemente son o no son.

En los siguientes ejemplos se ve lo siguiente:

- La gravedad no es una fuerza, es una deformación del espacio – tiempo: es una verdad teórica, solo se puede comprobar que el enunciado es verdadero, a través de la teoría

- La justicia es irracional: es una verdad que se comprueba a través de la filosofía moral

- 20:5= 4 : es una verdad con exactitud, esta es aplicable a ciertos campos científicos, como las matemáticas

- La noticia cayó como un jarro de agua fría: es una verdad metafórica

El conocimiento se lo reconoce como el nexo entre lo conocido y lo real; la realidad, en cambio, incumbe al problema de la identidad y su adecuada manifestación; el lenguaje, por otra parte, es la veracidad y atañe tanto a la lógica como al campo práctico, es lo que posibilita y da sentido a las cosas. Estos tres elementos son parte de un conocimiento complejo.

Retomemos ejemplos acerca de la propuesta tripartita del conocimiento

Dios existe

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S cree que P.- Dios existe

P es verdadero.- ¿Hecho?

S está justificado para creer P.- ¿Razones?

¿Conoce que Dios existe?

El vino es bueno para la salud

S cree que P.- El vino es bueno para la salud

P es verdadero.- ¿Hechos?

S está justificado para creer P.- ¿Razones?

¿Conoce que el vino es bueno para la salud?

TIPOS DE VERDADES

- Correspondencia.- Un enunciado es verdadero siempre que exista un hecho que se corresponda con lo que el enunciado afirma; existe una relación entre el lenguaje y la referencia extralingüística; son los estados mentales con objetos externos. Aquí los hechos son situaciones que se definen en las afirmaciones de los enunciados.

- Coherencia (no contradicción).- Es un sistema lógico formal, existe una relación entre proposiciones, hay también una coherencia semántica y lógica.

- Pragmáticas.- Las verdades y acciones son en función de que la verdad sirva para la práctica; algo es verdadero cuando sirve para algo, es decir, utilidad práctica.

- Intersubjetivas.- Es el intercambio o interacción de subjetividades; se logra un conocimiento a través de supuestos que se proponen y que se aceptan o se niegan a través del consenso.

LA VERDAD, LO VEROSÍMIL, LA CERTEZA Y LA PROBABILIDAD

La verdad es determinada unívocamente por la realidad del evento que representa, es decir, el hecho.

Lo verosímil es lo que usualmente sucede; es verosímil cuando corresponde a lo que normalmente ocurre. Puede ser verosímil, pero falso. Ejemplo: La profesora es puntual, entonces el estudiante X llega tres minutos tarde y se topa con el estudiante Y, este le dice a X que la profesora ya llegó, pero era mentira. Es verosímil porque la profesora es puntual, pero era falso que ella no había llegado.

La certeza es un estado subjetivo y corresponde a un grado alto de conocimiento del sujeto. Se puede tener certeza de lo verosímil y de lo falso también. Ejemplo: Supersticiones.

La probabilidad es la justificación que se atribuye a un enunciado; todo puede ser probable, pero no verosímil e incluso falso. Ejemplo: En un examen de ADN, el resultado arroja que Pedro tiene una probabilidad de 99.99 % de ser hijo de Juan, el otro 0.01 % hace que esto no sea una verdad, sino una probabilidad.

Veamos los siguientes ejemplos:

El juez acaba de entrar a su despacho

- Son las 10:40 y el juez llega a las 10 (esto es verosímil) - El juez no ha llegado (es falso) - El juez ha entrado hace un par de minutos (esto es verdadero)

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- En ese juzgado debe llevarse a cabo una audiencia a las 10:30; el vehículo del juez está en el estacionamiento de la institución (esto es una probabilidad)

Las creencias son verídicas cuando son resultados de un proceso idóneo para el descubrimiento de la verdad. Está justificado por razones que permiten ser consideradas finalmente como verdad.

Tarea de tutoría para la próxima clase: Llevar una creencia para desarrollarla como tutoría. “Yo creo en…”

TEMA DE TUTORÍA (8va Clase)

Escoger una creencia: El nacionalismo es la solución política para América Latina (tema personal)

UNIDAD #2.- EL LENGUAJE (9na Clase)

El lenguaje tiene distintas dimensiones:

- Dimensión biológica/neuronal - Dimensión simbólica.- Va ligada directamente al pensamiento; el hombre debe ser

capaz de alejarse del pensamiento concreto y desarrollar el pensamiento abstracto. El hombre debe ser capaz de dar significado a las cosas y por lo tanto, de categorizar al mundo (ver más adelante).

- Dimensión social.- El desarrollo del lenguaje nos hace seres sociales; va directamente ligada a las nociones de lengua, habla y lenguaje.

o Lenguaje.- Es la capacidad biológica, básicamente, universal que posibilita que lleguemos a dominar una lengua.

o Lengua.- Es el idioma o dialecto en sí; es el sistema de signos lingüísticos sujetos a diversas reglas, por ejemplo: reglas sintácticas, semánticas, ortográficas, de puntuación, fonéticas, de uso, gramaticales.

o Habla.- Es el uso individual o particular que cada uno hace de una lengua (acto de habla).

- Dimensión cultural.- Va ligada a la dimensión social y simbólica; puesto que, eso a lo que llamamos lenguaje es una mezcla entre la biología y la cultura.

- Dimensión individual.- En razón de que cada uno de nosotros hace un uso particular del lenguaje.

ANÁLISIS AL DOCUMENTAL: DEL GRITO AL HABLA

En el momento en que el sonido se independiza del objeto y otros entienden a qué se refiere, se empieza a conceptualizar.

La idea de la categorización es una idea fundamental, ya que las palabras son símbolos que están en el lugar de la cosa que representan; esta categorización es la clasificación del mundo, a través de las palabras; la mayor cantidad de palabras que se refieren a estos se denominan palabras generales o de clase, por ejemplo: perro, carrera.

Estas palabras generales o de clase, que existen en esto de la categorización, se da a través de dos funciones:

o Denotativa.- Objetos a los que la palabra se refiere; los objetos que puedo nombrar cuando uso esa palabra; es la extensión de toda la palabra.

o Connotativa.- Conjunto de propiedades comunes a esos objetos que hacen que un objeto esté comprendido en esa palabra.

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LOS CONCEPTOS Y LAS DEFINICIONES (10ma Clase)

Los conceptos son la primera operación lógica que los humanos somos capaces de hacer, es una operación de abstracción; los conceptos los aprendemos mientras aprendemos a hablar.

Las definiciones pueden ser lexicográficas, es decir, que describan cosas; existen también definiciones estipulativas, las cuales estipulan cómo deben usarse las palabras; y, definiciones normativas, que vienen dadas por la ley gracias a la creación dada por una institución.

ZONAS DE UNA PALABRA

Claridad.- Lo que la palabra designa Oscuridad.- Lo que no hay dentro de la palabra Zona de penumbra.- Es la duda en cuanto si la palabra comprende ese objeto o no

TESIS CENTRALES DEL LENGUAJE HUMANO (11ra Clase)

Locke establecía que el lenguaje era un código, los cuales son signos externos sensibles que se constituyen como señales sensibles de las ideas y esto se traduce en palabra; esto es una tesis superada.

Hume, por otro lado, sostenía que el lenguaje era un código compartido y no un código solamente, esto es un acuerdo o convención que viene dado por convenciones humanas en función del interés común.

Von Humboldt dice que el lenguaje es la forma pensamiento, y estos dos son inseparables; el lenguaje, por lo tanto, es la constitución de concepto y tipos de representación mental.

¿LA CAPACIDAD DE REPRESENTACIÓN DEL MUNDO CORRESPONDE A LA MENTE O AL LENGUAJE?

Yo pienso lo que quiero significar, cojo las palabras para que signifiquen lo que yo quiero que signifiquen, pero mi intención de significar tiene el límite del lenguaje, ya que los signos lingüísticos también tienen un significado.

Es dable tener en cuenta que actualmente la relación que debe tenerse en cuenta es entre el lenguaje y el mundo, mas ya no la que puede existir entre lenguaje – mundo – pensamiento.

Por ello también se dice que el lenguaje es un vehículo en el que se constituye el pensamiento compartido; es aquello que pone en circulación lo que queremos significar; este vehículo pasa de una generación a otra en la humanidad, son pensamientos comunes de todos los hombres.

Wittgenstein manejaba la teoría de que el lenguaje es una forma de vida, pues a través de él hacemos cosas; este mismo autor dice que el significado de una palabra es su uso en el lenguaje.

Finalmente, se llega al giro lingüístico, el cual es un fenómeno histórico que puso al lenguaje frente a distintas disciplinas, en su aspecto de reflexión teórica.

En el siguiente ejemplo:

PROHIBIDO SUBIR CON ANIMALES

Parecería una norma, pero no lo es; ya que la norma es una entidad abstracta, son los signos lingüísticos los que ayudan a visibilizar o significar la norma. El ejemplo es apenas un enunciado normativo porque pertenece a un ordenamiento jurídico.

Von Wright dice que la norma debe contener un núcleo normativo, el cual está formado por tres elementos:

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Carácter.- ¿Cómo se declara?, puede ser o Obligatorio o Prohibido o Permitido

Contenido.- ¿Qué se declara?, puede ser o Actos.- prender un cigarrillo o Actividades.- Fumar el cigarrillo prendido

Condición de aplicación.- Lo que tiene que cumplirse para que surja la oportunidad de acatar la norma, puede ser

o Categórica.- Cuando no tienen otra condición de aplicación que tenga que darse

o Hipotética.- Cuando hay más de una condición de aplicación; ejemplo: las excepciones en los enunciados normativos, a esto se denomina sobre inclusión, es decir, un enunciado que incluye más de lo que debería incluir.

Tarea.- Leer el capítulo seis del libro “Mente, Lenguaje y Sociedad” de John Searle, titulado “Cómo funciona el lenguaje”.

Respecto de este apartado del libro enviado, en dos semestres anteriores la profesora facilitó este cuestionario, lo adjunto:

GUÍA DE CUESTIONES PARA TRABAJAR Y AUTOEVALUARSE

1. ¿Cada vez que sucede qué, estamos frente a lo que Searle denomina un ¨acto de habla¨? Siempre que estamos ante un acto ilocucionario y perlocucionario.

2. ¿Sería correcto afirmar que, mientras el ¨acto ilocucionario¨ constituye la unidad mínima completa de comunicación lingüística, el ¨acto perlocucionario¨ está más allá de la comunicación lingüística? Sí, puesto que el acto ilucucionario parte de la intención, mientras que los percolucionarios puede como no serlo.

3. ¿Cuál (solo una lo es) de las siguientes afirmaciones es verdadera?

a. Los ¨actos ilocucionarios¨ son esencialmente intencionales y los ¨actos perlocucionarios¨, en cambio, pueden ser o no ser intencionales.

b. El tipo de acto de habla no depende de la fuerza ilocucionaria que tenga el acto de habla en cuestión.

c. Dos tipos diferentes de acto de habla jamás podrían tener un mismo contenido proposicional.

4. ¿Con qué otras dos nociones, centrales en la comunicación, está ligada la noción de ¨acto ilocucionario¨? Contenido del acto ilocucionario (lo que se quiere significar) y fuerza ilocutiva (es el tipo de acto ilocucionario que el hablante realiza al emitir un enunciado).

5. Caracterice, distinguiéndolas entre sí, las nociones de ¨significado de la frase (o de la palabra)¨ y ¨significado de la expresión (o del hablante)¨. Significado de una frase (de la palabra).- está determinado por los significados de las palabras y de la estructura sintáctica de esas palabras en la frase; significado de la expresión (o del hablante).- depende de las intenciones del hablante, esto es, uno no puede decir cualquier cosa y querer significar con ello cualquier cosa.

6. ¿Por qué, en opinión de Searle, el ¨significado del hablante¨ es la fuente primaria de significado lingüístico? Porque el significado lingüístico de las frases funciona de tal modo que permite a los hablantes del lenguaje utilizar frases para significar algo en sus expresiones.

7. ¿Qué es el ¨significado¨ según Searle? Es una forma de intencionalidad derivada.

Page 16: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

8. ¿En qué consisten la ¨intención de significar¨ y la ¨intención de comunicar¨? La intención de significar supone una doble intención de parte del hablante: la intención de decir algo (efectuar la expresión) y la intención de significar lo que se quiere decir (que la expresión tenga condiciones de verdad). La intención de comunicar supone la intención de producir comprensión: que la intención de significar del hablante sea captada; que se reconozca su intención de proferir una frase con significado convencional y que se reconozca que la está emitiendo porque tiene la intención de significar lo que dice.

9. ¿Qué es el ¨propósito ilocucionario¨ de un acto de habla? Es la noción de cómo se considera una expresión en la medida en que es determinada por las normas constitutivas de los actos de habla.

10. ¿Qué otras dos nociones acompañan a la noción de ¨propósito ilocucionario¨? Función de status y teoría de intencionalidad.

11. Caracterice cada ¨propósito ilocucionario¨ identificado por Searle, en relación con la noción de ¨dirección de ajuste¨. Propósito ilocucionario afirmativo: palabramundo; propósito ilocucionario directivo: mundopalabra; propósito ilocucionario compromisorio: mundo palabra (a la); propósito ilocucionario expresivo: dirección de ajuste nula; propósito ilocucionario declarativo: mundopalabra (modificamos el mundo) y palabra mundo (lo representamos como modificado)

12. ¿Qué papel desempeña la ¨intencionalidad¨ en el lenguaje? (La noción de ¨intencionalidad¨ de Searle, que alude a que algunos estados mentales tienen contenido, versan sobre algo)

13. ¿Qué es lo que Searle sostiene respecto del lenguaje cuando afirma que de él dependen instituciones como el dinero, el gobierno, la propiedad privada, el matrimonio, los juegos, por ejemplo? No podemos crear un estado de cosas en el mundo con solo pensarlo; pero, con el lenguaje sí es posible crear una realidad institucional; el lenguaje es también un hecho institucional; pero, a diferencia de otros hechos institucionales, su existencia no depende de otras instituciones.

ENUNCIADOS VALORATIVOS, INCOHERENCIAS SEMÁNTICAS (12da Clase)

No hubo mayormente explicación o datos susceptibles de tomar nota.

Primer grupo de tutoría (13era clase) segundo grupo de tutoría (14ta clase) tercer grupo de tutoría (15ta clase) cuarto grupo de tutoría (16ta clase)

FIN DEL PRIMER PARCIAL

SEGUNDO PARCIAL

Quinto grupo de tutoría (17ma clase) sexto grupo de tutoría (18va clase) séptimo grupo de tutoría (19na clase)

RETROALIMENTACIÓN ACERCA DEL LENGUAJE (20ma Clase)

El lenguaje es arbitrario, es decir, no hay relación de esencia entre las palabras y las cosas que la palabra designa; de igual manera, el lenguaje es convencional, esto es, en sentido figurado o simbólico, las palabras surgen dentro de la historia y de la humanidad, pero no porque lleven intrínseca la esencia o características de la cosa que designa.

Las palabras son símbolos, es decir, están en el lugar de las cosas que designan o las cosas que conllevan. Ejemplo: Los lentes están sobre la mesa (las palabras sirven para referirse a la cosa, mas no que la cosa sea realmente esa palabra; las palabras solamente ocupan el lugar de la cosa que se designa).

Page 17: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Otro ejemplo: la palabra SOL sirve para representar ☼.

DE LAS PALABRAS GENERALES O DE CLASE

Sirven, en lo fundamental, para significar el mundo. No hay que olvidar la triada de relación entre lenguaje – pensamiento – mundo (realidad).

Tampoco hay que olvidar que las palabras generales o de clase cumplen con una doble función, que simultáneamente es una sola, estas son:

1. Función denotativa.- Se hace énfasis en la extensión del concepto, pues nos permite referirnos a todo lo que palabra designa, esto es todos y cada uno de los objetos que puedo nombrar con esa palabra. Ejemplo: lápiz (lápiz de carbón, lápiz metálico, lápiz labial).

2. Función connotativa.- Aquí, en cambio, es la intensión (no intención) del concepto, siendo el conjunto de rasgos, propiedades, características de ese concepto.

Ejemplo: Profesional: Denotativamente hablando puede ser un médico, abogado, ebanista; y connotativamente hablando me refiero a la persona que ejerce una profesión (oficio, empleo, profesión), es decir, una persona que cumpla con ese rasgo, propiedad o característica del concepto que se ha dado.

Ahora bien, en las palabras generales o de clase existen también zonas, que son:

1. Zona de claridad.- Aquí va todo lo que incluye la palabra general o de clase, en cuanto a su concepto.

2. Zona de oscuridad.- Todo lo que no incluye el concepto de esa palabra general o de clase.

3. Zona de penumbra.- Es la zona en la que dudamos acerca de si ese objeto forma parte de la palabra o si a ese objeto podemos aplicarle la palabra. Por ejemplo: ¿Por qué al lápiz labial se lo considera lápiz? ¿Realmente debería decírsele lápiz? ¿Qué función tiene el lápiz para que al labial se le incluya esa palabra?

El jurista Hart decía que el lenguaje es una textura abierta y que además, el lenguaje es potencialmente vago (de vaguedad).

Veamos lo siguiente:

Son cuatro letras que conforman la palabra “MESA” y ahí hay un significado. Entonces se desprenden los siguientes conceptos:

1. Significante.- La unión de símbolos lingüísticos que sirven como vehículo para transportar a un significado.

2. Significado.- Es lo que contiene el significante, el resultado de la unión de los significantes.

3. Concepto.- Es una operación de abstracción, es la idea de lo que tiene que esa palabra significar, es lo que se aprenden en sociedad; el concepto aparece gracias al significado.

4. Referente.- Es la ubicación física, la simbolización de algo del mundo, en otras palabras, es el pedazo de realidad.

M E S A

Significante

Significado

Page 18: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

5. Definición.- Es la descripción del uso de una palabra.

Tarea: Leer el capítulo “Sobre los lenguajes naturales” del libro “Notas sobre Derecho y Lenguaje” de Genaro Carrió.

Respecto de este apartado del libro enviado, en dos semestres anteriores la profesora facilitó este cuestionario, lo adjunto:

GUÍA DE CUESTIONES PARA TRABAJAR Y AUTOEVALUARSE

1. ¿Qué aspecto del ¨acto verbal¨ suscita la primera perplejidad en la comunicación de las dos que menciona Carrió? Suscita acerca de la naturaleza

2. ¿Qué uso del lenguaje predomina en cada una de las expresiones siguientes?

a. ¡Te mereces un gran aplauso! Uso expresivo del lenguaje b. La tía Josefina se fue a vivir en Uruguay en 1999. Uso descriptivo del

lenguaje c. ¡Limpia bien tu cuarto! Uso directivo del lenguaje d. Certifico que esta copia es igual a su original. Uso operativo del lenguaje

3. ¿De las expresiones proferidas en qué uso del lenguaje es posible predicar su verdad o su falsedad? En la expresión: “La tía Josefina se fue a vivir en Uruguay en 1999.”.

4. ¿Por qué no es posible hacerlo de las expresiones proferidas en otros usos del lenguaje? Porque en el primer caso: “¡Te mereces un gran aplauso” al ser un uso expresivo del lenguaje, lo que se busca no es describir o informar, sino más bien exteriorizar un sentimiento; en el tercer caso: “¡Limpia bien tu cuarto!”, apenas podemos cuestionarnos si aquella orden es justa o injusta para quien la recibe, mas no si es o no verdadera; en el cuarto caso: “Certifico que esta copia es igual a su original.”, lo que se está haciendo apenas es ofreciendo una característica especial de la cosa sobre la cual se está hablando y por ello no es asimilable a otros usos del lenguaje.

5. ¿A qué llama Carrió la ¨fuerza de una expresión¨? A tales reglas que relacionan ciertos giros y expresiones con situaciones sociales o interindividuales típicas, que determinan con claridad, en la mayoría de los casos, qué clase de acto verbal es el que se ha ejecutado.

SIGNIFICANTE

SIGNIFICADO CONCEPTO

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6. ¿Es la forma gramatical de una expresión indicador inequívoco de la fuerza con la que ella ha sido proferida? Imagine ejemplos. No lo es, ya que, por ejemplo, no siempre las órdenes se dan en modo imperativo, de tal manera que puedo decir: “mañana llevarás esta carta al correo”, y es el contexto y la situación las que llevan implícito el sentido de ser una orden, muy a su pesar de que la oración esté redactada en modo indicativo.

7. ¿En qué consiste el ¨significado emotivo¨ de las palabras? Imagine ejemplos. Consiste en

8. ¿En qué consiste el ¨significado descriptivo¨ de las palabras? Imagine ejemplos.

9. ¿Qué es una ¨definición persuasiva¨? Encuentre un ejemplo. Cuando intentamos redefinir el significado de un término o expresión procurando mantener intacto su valor emotivo. Ejemplo: A dice que el “verdadero significado” de “enseñanza libre” es “régimen de enseñanza liberado de todo dogmatismo”; y B le dice que el “verdadero significado” de “enseñanza libre” es “régimen de enseñanza que acuerda a los padres el derecho de educar a sus hijos en la fe de sus mayores si así lo desean”.

10. ¿De qué están, ¨en parte no desdeñable¨ según Carrió, contaminadas las disputas entre juristas? De falta de claridad en cuanto a cómo deben tomarse ciertos enunciados que típicamente aparecen en la teoría jurídica.

LA AMBIGÜEDAD, LA VAGUEDAD Y LA CARGA EMOTIVA (21ra Clase)

Por las razones vistas antes, el lenguaje común es el que hablamos normalmente, suele llamarse también lenguaje natural; pero este siempre tendrá que enfrentar, básicamente, tres problemas: ambigüedad, vaguedad y carga emotiva.

Si el derecho está hecho de lenguaje natural, la lengua jurídica, el derecho –en su dimensión lingüística– no podrá eludir esos problemas y esto está relacionado con la interpretación jurídica.

AMBIGÜEDAD

En cuanto a la ambigüedad, aquello es la duda respecto de a cuál de los posibles significados es con el que el hablante ha dicho lo que ha dicho, es decir, el enunciado puede entenderse de A-B o C manera.

Es decir, hay ambigüedad cuando frente a lo que alguien ha dicho tenemos duda.

Veamos el ejemplo:

Dale vuelta a la copa

El decir: Dale vuelta es una construcción lingüística con ambigüedad, pero tal es producida por la construcción sintáctica.

o Ambigüedad sintáctica.- Los posibles significados se dan debido a la construcción sintáctica. Puede darse por: El uso de la “o”.- esta a su vez puede ser:

Incluyente.- Cuando tanto puede ser la cosa o la otra. Ejemplo: que pasen los hombres o las mujeres. Si fuese excluyente querría decir que solo pasan en orden según el sexo. Si fuese incluyente pueden ser los dos sexos indistintamente. Otro ejemplo: Para resolver asuntos de niños y niñas, los órganos jurisdiccionales deberán aplicar el principio de interés del menor o el principio de equidad.

Excluyente.- Cuando es una de las cosas, aquí no está claro que puedan ser una de las dos cosas, sino que queda a elección cuál de las cosas elegir.

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Puede que no haya ambigüedad.- El ejemplo siguiente: o apruebas o te vas. En este caso las o han sido usadas en sentido excluyente (es lo uno o es lo otro, está claro que es una de las dos cosas) y precisamente por ello no hay ambigüedad, es más, la reiteración de la o hace ver que es una opción o la otra, a esto se denomina juicio disyuntivo, veamos el mismo ejemplo pero con la suposición de que en efecto aprobó (o apruebas…): “aprobé, entonces no me voy”, en este caso he afirmado uno de los disyuntos (o apruebas) y he negado el otro (o te vas), esto solo es posible en una disyunción excluyente.

El decir: copa (en el mismo ejemplo) se reconoce que es una cosa con más de un significado en la misma palabra y por lo tanto, aquí se da el problema que la plurisignificación pueda producir; a esa plurisignificación se la conoce como ambigüedad semántica.

o Ambigüedad semántica.- Puede suscitar ambigüedad semántica por las siguientes razones: Por el uso metafórico del lenguaje.- Es decir, si se debe entender

una palabra en ese uso o en su sentido literal. Ejemplo: Ricardo es excelente para andar por las ramas; puede entenderse a aquello como que Ricardo es excelente para escurrirse o evadir un tema, o que Ricardo es excelente para subir árboles.

Por la ambigüedad proceso/producto.- Sirve para describir la actividad como el producto. Ejemplo: A Violeta le encanta la cocina. Al término cocina, se le puede dar la siguiente traducción dentro de la oración, como si: A Violeta le encanta la actividad de cocinar (como actividad); a Violeta le encanta la habitación de la cocina (como lugar); a Violeta le encanta la cocina Mabe (como artefacto); a Violeta le encanta cómo cocina María (como resultado). Revisemos otro ejemplo: Me encanta esa pintura. Al término pintura, se le puede dar la siguiente traducción dentro de la oración, como si: Me encanta dedicarme a la pintura (como actividad); me encana la pintura roja (como color); me encanta la pintura de Boticelli (como arte).

VAGUEDAD (22da Clase)

Este problema del lenguaje va contra el alcance o campo de aplicación de los conceptos, a diferencia de la ambigüedad que va contra los términos.

En la vaguedad no es que no conocemos el significado de la palabra o expresión; es que no hay un límite preciso de ese término en cuanto a su concepto, es decir, no existe un conjunto de reglas que limite ese concepto (vaguedad combinatoria).

o Vaguedad gradual.- Apunta a hasta dónde abarca el concepto. Ejemplo: alto (ya que a veces la altura se considera a partir del promedio de una estatura en determinadas sociedades o culturas). Libro, pues ¿cuántas páginas debería tener para llamarse libro y no folleto?

o Vaguedad combinatoria.- Aquí no se establece un conjunto preciso de propiedades que deben tener los objetos

Puede ser que existan conceptos vagos que a su vez sean palabras plurisignificativas y recaigan sobre la ambigüedad semántica.

EL CASO DE LA PALABRA: DERECHO

La palabra “derecho” es una palabra plurisignificativa (ambigüedad semántica), ya que en el mundo jurídico, suele dársele los siguientes significados:

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o Como derecho positivo, es decir, escrito, siendo así algo objetivo o Como facultad, es decir, algo subjetivo o Como ciencia o Como justicia

También se ha considerado a la palabra derecho como:

o Legislación o Jurisprudencia o Doctrina o Principios o Instituciones o Práctica jurídica

Y de esta manera se diría que adolece también de vaguedad combinatoria, pues además de las consideraciones ya establecidas, también se ha dicho que el concepto de derecho tiene en común lo siguiente:

o Que rige el comportamiento humano social o Que rige dentro de un territorio determinado o La búsqueda de la justicia o La búsqueda del bien común o Que tiene que ver con normas, que a su vez son:

Generales.- Pero esto no es tan cierto, ya que la sentencia judicial es norma para las partes y por lo tanto, aquí sería una norma particular

Heterónomas.- Tampoco es tan cierto, ya que, por ejemplo, la costumbre nace de uno mismo

Coercitivas.- Mucho menos cierto, ya que, por ejemplo, la definición de la institución del matrimonio apenas enuncia lo que se debe entender por ello

De todo esto puede decirse que no todo derecho es norma, esta no es su característica única, por ello existen normas morales, sociales, etc.; además que hay otros sistemas normativos, que por ejemplo, no rigen en un territorio determinado o no están vinculados al Estado, de esta manera tenemos al Derecho Internacional, Derecho Canónico, etc.

Hasta ahora no disponemos ni tampoco hay unanimidad en cuanto al concepto de derecho. El Derecho no es justicia, pues hay sistemas jurídicos injustos, pero siguen siendo derecho.

En el Derecho encontramos vaguedad combinatoria, ambigüedad semántica y además carga emotiva.

Hart, en su libro “Concepto de Derecho”, hablando de estos temas, también apunta en sus reflexiones de que el lenguaje natural o común siempre era potencialmente vago (no se refiere a un concepto, sino a la generalidad del lenguaje) y que este tenía una textura abierta (esto es algo así como suspenso, algo que puede aparecer y nos preguntamos si lo podemos llamar así o no porque no conocemos si el concepto lo abarca).

Recordemos que las palabras están en el lugar del objeto que representan, la intención de significar traslada nuestra intención en las palabras y estas van a la cosa (lenguaje como vehículo).

Al decir textura abierta nos referimos a una “vaguedad intensional” y generalmente no está en el diccionario.

También ocurre que hay palabras o puede darse el caso que hayan palabras que se escriben o se pronuncian igual; de esta manera existen: palabras homónimas (se escriben y se pronuncian igual), palabras homógrafas (si solo se escriben igual) y

Page 22: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

palabras homófonas (si solo se pronuncian igual). Usualmente la homonimia no es fuente de ambigüedad.

CARGA EMOTIVA

En la ambigüedad nos movíamos en el significado descriptivo de las palabras (el significado del diccionario); toda definición etimológica no es otra cosa que el uso que las palabras tienen comúnmente.

En la comunicación, culturalmente, solemos atribuirles a ciertas palabras un significado emotivo; hay palabras a las que culturalmente les hemos añadido o agregado un sentido positivo o negativo, los cuales no son propios de estas.

El significado emotivo es cuando a las palabras que escuchamos, les atribuimos o les vinculamos un sentido negativo o positivo.

La carga emotiva es un problema porque la puedo estar usando (la palabra) en un sentido descriptivo y esa emotividad perturba, ya que esa positividad o negatividad deforman el significado de la palabra.

Veamos el siguiente ejemplo:

o Culo.- Es una palabra con significados descriptivos, pero aquí la carga emotiva, al menos en esta comunidad lingüística, hace que se le dé una carga emotiva negativa.

EJERCICIOS PRÁCTICOS DE AMBIGÜEDAD, VAGUEDAD Y CARGA EMOTIVA

1. ¡Qué amplia la falda! se encuentra una vaguedad gradual en la palabra amplia y una ambigüedad semántica en la palabra “falda”.

2. No has escrito bien la clave se encuentra una ambigüedad semántica en la palabra “clave”.

3. La ministra se pronunció contra el uso del tabaco en el Congreso existe una ambigüedad sintáctica, ya que dudamos de su la ministra se pronunció estando dentro o fuera del Congreso, en contra del uso del tabaco.

4. No te pierdas el documentar: te encantará el banco que verás allí existe ambigüedad semántica en la palabra “banco”.

5. “Las actividades prácticas deben ser evaluadas y supervisadas por el profesor, el personal técnico docente y los ayudantes de cátedra y de investigación” podría considerar una vaguedad combinatoria en los términos “actividades prácticas”; pero además, existe una ambigüedad sintáctica producida por las “y”, ya que podemos cuestionar si todo ese personal debe evaluar, además también habría que ver si todo ese personal existe.

6. Se permite viajar con un abrigo o un bolso y un paraguas aquí el problema es de una ambigüedad sintáctica producida por la “o”, ya que no se sabe si está en sentido incluyente o excluyente.

7. Esa es una organización en la que las decisiones se toman democráticamente se trata de una vaguedad combinatoria además de carga emotiva en la palabra “democráticamente”.

8. Adriana es una excelente artista En la palabra “excelente” se trata de una vaguedad gradual, mientras que en la palabra “artista” no conocemos si aquella acepción va hacia el artesano, la pintura, la actividad, por lo tanto, es una vaguedad combinatoria.

9. Estimular, en las carreras, perspectivas y saberes genuinamente interculturales existe vaguedad en la palabra “saberes”, mientras que en la palabra “genuinamente” se trataría de una vaguedad gradual, además en la parte “perspectivas y saberes genuinamente interculturales” se trataría de una vaguedad combinatoria.

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10. En consecuencia, cualquier juez…solo si tiene duda razonable y motivada de que una norma jurídica es contraria a la Constitución…suspenderá la tramitación de la causa. Se habla de una vaguedad combinatoria en las palabras “razonable y motivada”, ya que no sabemos qué características de esa duda debe haber para que sea tanto razonable como motivada.

11. Esta ley no regula la información u opinión que de modo personal se emita a través de internet (…) Existe vaguedad combinatoria en “que de modo personal”.

12. Queda prohibida la venta y distribución de material pornográfico audiovisual o impreso a niños y adolescentes menores de 18 años La vaguedad combinatoria se da en el término “distribución”, mientras que también existe vaguedad combinatoria en “material pornográfico”.

13. La guerrilla salió victoriosa del conflicto armado. En el término “guerrilla”, lo que existe es una carga emotiva, ya que dentro de las acepciones guerrilla es solamente una técnica o estrategia militar.

14. ¡No hay derecho…qué injusticia! Aquí existe una carga emotiva desfavorable en el término “derecho” ligado directamente al término “injusticia”.

EJERCICIOS EN CLASE DE VAGUEDAD, AMBIGÜEDAD, CARGA EMOTIVA (23ra Clase)

UNIDAD #3.- PARA DAR CUENTA DE LA ACTIVIDAD DE ARGUMENTAR (24ta Clase)

¿QUÉ ES ARGUMENTAR?

El intentar identificar una mayor precisión de argumentar, ya conlleva la actividad de argumentar.

1. Siempre o toda argumentación está hecha de afirmaciones. Las afirmaciones también pueden estar hechas de tipos de actos de habla afirmativos; pero cuando se trata de argumentar se habla de afirmaciones sobre actitudes en particular:

a. Están hechas de enunciados que dicen algo. Toda argumentación va a tener al menos dos argumentaciones:

i. Razón/Premisa ii. Conclusión

b. Esto supone que una argumentación puede tener solo una premisa o más de dos premisas; si no hay conclusión, no hay argumentación, si hay algo que está desempeñando el papel de conclusión es porque una afirmación.

2. Es una actividad 3. Siempre implica una actividad que se realiza con el lenguaje (proceso lingüístico) 4. La clasificación más aceptada de los tipos de argumentación es: argumentaciones

deductivas y no deductivas

LO DEDUCTIVO Y LO NO DEDUCTIVO

Respecto de lo no deductivo, se tiene que hay una vasta clasificación, pero que generalmente se la enlista como: inducción general, analogía, abducción, razonamiento probabilístico. Por ejemplo:

Afirmación Premisa

Conclusión Premisa

Proceso argumentativoEstructuras inferenciales e invisibles

Page 24: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

o Pedro ha estado enfermo en los últimos días o Pedro no se ha cuidado bien o Pedro tuvo la inoportuna idea de salir a correr o Pedro se desmayó

Puede decirse que: Probablemente Pedro se desmayó porque no estaba cuidado y salió a correr.

Esto no es deductivo.

Ahora bien, bajo una forma deductiva podría decirse:

o Si Pedro sale a correr, se desmayará Pedro salió a correr Pedro se desmayará

Si A entonces B = silogismo hipotético mixto en modus ponens

Lo que afirmo es que si sucede A, sucede B (se afirma la condición [Si Pedro sale a correr])

o Si alguien hiere a otro (Si A = condición/supuesto de hecho), será sancionado con 5 a 10 años de prisión (consecuencia jurídica) Silogismo hipotético mixto, es un juicio hipotético

o No se debe herir a otro Juicio categórico o Cada vez que hiera a otro, será sancionado

Cada vez que A, entonces B premisa normativa X hirió a Z premisa fáctica Z debe ser sancionado

Subsunción porque la premisa mayor encaja en el supuesto de hecho que prevé la norma.

LAS RACIONALIDADES

Racionalidad teórica.- Se despliega cuando razones o argumentos sirven para asegurar de que algo tiene suficiente sustento. Aquí la pregunta que se hace es: ¿qué creer? De igual manera, en este tipo de racionalidad se da la formación de creencias, es decir, ¿qué aceptar como verdadero, verosímil, adecuado?, se buscan razones para creer. Por ejemplo:

o Una herida de este tipo solo pudo haber sido hecha o con un bisturí o con un escalpelo

o Fue hecha con un escalpelo o Entonces, no fue hecha con un bisturí

Es un argumento deductivo porque da el 100 % de certeza Se trata de un silogismo disyuntivo excluyente, también llamado

alternancia. El razonamiento deductivo se caracteriza por las premisas o razones

que ofrecen el 100 % de fundamento para la conclusión; por esa razón, la conclusión ya está contenida en alguna de las premisas; todo esto tiene que ver con la condición de necesariedad que caracterizan los razonamientos deductivos. Si responde a una forma deductiva y tengo A y B como premisas y son deductivas, significa que necesariamente concluiré C.

Las ballenas son peces Falso A Los peces son mamíferos Falso B Las ballenas son mamíferos Verdadero C

o Son juicios categóricos

Page 25: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

o En los razonamientos deductivos lo clave es la forma, tanto es así que puede haber una conclusión verdadera con base en afirmaciones falsas.

o Racionalidad práctica.- Se trata de lo que guía, en este caso, la acción y la pregunta será: ¿qué hacer?, esto responde a preguntas éticas, morales, morales, jurídicas, y tratan de guiar el actuar de una forma u otra. Normalmente, cuando es de decidir una postura se hace con base en fines o valores. Son buenas razones para actuar. Ejemplo: Valores: Prometí estudiar; entonces, debo estudiar.

Afirmación implícita las premisas deben cumplirse Fines: Si estudio, podré sacar buenas notas y si saco buenas notas,

tendré más y mejores aportes para un posgrado en el extranjero. Debo estudiar.

En el campo de la argumentación, que es vasto, la historia empieza con la lógica clásica (actual deductiva), esta fue el paradigma de la mejor argumentación.

La lógica formal deductiva ya no es la única forma de argumentar.

Cuando se habla de lógica formal deductiva, la forma puede ser calificada de válida o inválida; lo que interesa es la forma válida, no el contenido (lo verdadero o lo falso de los enunciados). A través de la prueba de la verdad, lo único que puede garantizar una forma deductiva es que si las premisas son verdaderas, no habrá duda de que la conclusión sea verdadera, pero es lo único que garantiza siempre que la forma sea válida. Ejemplo:

o Una herida de este tipo solo pudo haber sido hecha con un bisturí o con un escalpelo A diferencia del ejemplo anterior, si borro la primera “o” y la

siguiente es incluyente, solo me quedará negar No escalpelo Sí bisturí Se trata, por lo tanto, de un silogismo deductivo incluyente,

cuya estructura es negar uno de los disyuntos para poder afirmar la verdad del otro.

Toda argumentación tiene tres dimensiones o ámbitos:

o Forma: Deductiva Lógica formal deductiva No deductiva

o Material: contenido, significa algo lingüísticamente razones o Pragmática: contenido extralingüístico de las argumentaciones

Retórica.- Comunicación personal Dialéctica.- Interacción argumentativa

La forma de una argumentación puede responder a una forma deductiva válida aunque su contenido sea inconsistente.

CONTEXTOS DE DESCUBRIMIENTO Y DE JUSTIFICACIÓN

En cuanto al contexto de descubrimiento se toman en cuenta las razones explicativas, es el proceso por el que se llega a… Son argumentos que justifican, de acuerdo a inferencias, explicaciones sobre algo. Ejemplo: Fleming descubrió la penicilina por accidente.

Por otro lado, el contexto de justificación es un proceso de argumentación, de fundamentación, son razones para justificar la corrección o aceptabilidad de algo. Tiene dos vertientes:

Page 26: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

o Externa.- ¿esas razones son buenas razones?, apunta a las premisas bien seleccionadas.

o Interna.- Es un proceso inferencial

La Teoría de la Argumentación tiene su auge en las últimas décadas del Siglo XX, se discute de lo que puede ser considerado como argumento.

ESCUELAS Y LIBROS DE ARGUMENTACIÓN

Tópica y Jurisprudencia – Viehweg Tratado de argumentación – Perelman y Olbrechts Los usos de la argumentación – Toulmin Falacias – Hamblin Escuela de la lógica clásica y lógica estándar de la Collegium

Logicum de España La escuela de la lógica informal y pensamiento crítico de EE. UU.

y Canadá Escuela de la pragma – dialética de Amsterdam Escuela del análisis del discurso de Francia

PERO, EN FIN, ¿QUÉ ES ARGUMENTAR?

o Ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusión o Tejer historias y razones para dar cuenta y razón de algo a alguien, o de

algo ante alguien o Es una actividad que consiste en dar razones a favor o en contra de una

determinada tesis que se trata de sostener o Es justificar, fundamentar una determinada tesis o Es un tipo especial de acto de habla, pues no es menester explícito del

lenguaje o Es algo pragmático, pues se caracteriza por la pretensión del hablante de

llevar a cabo de finalidad o Es un entramado interno que establece secuencias y vinculaciones ilativos

entre razones y conclusiones o Un problema que presupone una actividad lingüística dirigida a encontrar,

proponer, justificar una solución, una respuesta a dicho problema. o Es una actividad racional

EJERCICIO EN CLASE DE LA LECTURA: EUTANASIA, AL FILO DE LA LEY. (25ta Clase)

MÁS ACERCA DE LOS ARGUMENTOS (26ta Clase)

La argumentación es un proceso y es un resultado; siempre vamos a poder estar refiriéndonos a un conjunto de enunciados que hacen una argumentación.

Las argumentaciones no son falsas ni verdaderas, son los enunciados los que apenas pueden ser válidos o inválidos, y que pueden funcionar como premisas o como conclusión; siempre que hay conclusión estamos frente a una argumentación. Una argumentación no puede tener dos conclusiones.

Las argumentaciones, si se mira la forma (lógica formal deductiva), será válida o inválida; las no deductivas, en cambio, se referirán al contenido, pudiendo ser correctas o incorrectas y a su vez válidas o no válidas.

Todos los libros de Saramago que he comprado me han encantado Acabo de comprar “El ensayo sobre la ceguera” de Saramago Seguramente, me encantará No es una conclusión absoluta, porque puede ser que

lo lea y no me encante Las premisas anteriores apenas ofrecen parte del fundamento

Page 27: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

LO DEDUCTIVO

Apunta a la forma, es decir, el carácter de deducibilidad de una argumentación, en donde lo que depende básicamente es la forma.

Las premisas ofrecen el 100 % de fundamento y la conclusión es absolutamente concluyente, es decir, que con las premisas expuestas no puede haber ninguna otra conclusión más que esa.

La única garantía que dar es si ambas premisas son verdaderas, eminentemente la conclusión será verdadera. Y además, puede añadirse cualquier premisa relacionada y no cambiará la conclusión.

o Si estudio, apruebo el examen o Si apruebo, podré irme de viaje o Si estudio, poder irme de viaje o Si viajo, visitaré a María

CONCEPCIONES DE LA ARGUMENTACIÓN

o Concepción formal.- Es la estructura y la forma de las argumentaciones, ve la validez e invalidez

o Concepción material.- Es la materialidad de las razones, se refiere a la consistencia de las premisas, si son buenas o no para la conclusión

o Concepción pragmática.- Recae sobre la persuasión, defensa y ataque de una tesis

En Derecho se aplican los razonamientos subsumibles.

En los argumentos deductivos se pretende que la verdad garantice la verdad de la conclusión, a esto se denomina validez deductiva, por ejemplo:

o Si las premisas son verdaderas, la conclusión NO puede ser falsa: Premisa 1.- Si llueve, se moja la calle Verdadero Premisa 2.- Se mojó la calle Verdadero Conclusión.- Llovió Verdadero Pero esto puede que sea falso,

ya que las calles pueden mojarse no solo por la lluvia, por lo tanto se ve aquí la prueba de la verdad.

Lo que sí podría decirse es que: “probablemente llovió”, pero aquella conclusión sería no deductiva.

Si se tiene:

o Verdadero + Verdadero = Verdadero o Falso + Verdadero = Verdadero/Falso o Falso + Falso = Verdadero/Falso

Aunque la forma no sea válida, la conclusión no garantiza una verdad; es decir, aunque las premisas sean inválidas, pero la conclusión es válida, esto es solamente la forma, pero no garantiza la verdad. La verdad se garantiza si las premisas son verdaderas, generalmente. Por ejemplo:

o Todo A es B o Todo B es C o Todo A es C

De igual manera:

o Todo A es B o Todo C es A o Todo C es B

Estos ya son juicios categóricos.

Page 28: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Ahora bien, el modus ponens se da cuando se afirma el antecedente para afirmar el consecuente (Si A, B); mientras que, el modus tolens, se da cuando se niega el consecuente para negar el antecedente (Si ¬A, ¬B).

Ejemplos:

o Si Pedro viene, iremos al cine Modus ponens (Si A, entonces B) o Si no viene Pedro, no iremos al cine Modus tolens (Si ¬A, entonces ¬B)

Otro ejemplo:

o Si alguien mata, será sancionado con prisión Si es verdadero o X mató a Y Si es verdadero / falso (forma), pero puede que

materialmente no sea verdadero o falso o Entonces X será sancionada con prisión Esto es verdad

Otro más:

o Ningún héroe es cobarde o Algunos soldados son cobardes o Por lo tanto, algunos soldados no son héroes

En conclusión, puede decirse que:

El argumento deductivo pretende que la verdad de las premisas garantice la verdad de la conclusión

Si se da lo anterior, existe validez deductiva Si las premisas son verdaderas, la conclusión jamás será falsa. El argumento deductivo consiste en tres proposiciones categóricas, de las cuales

solo dos la constituyen o Estándar: cuando las premisas y conclusión son categóricas y arregladas en

orden

SILOGISMO HIPOTÉTICO

Tiene la forma: Si A es B

Puede ser mixto y este a su vez, puede ser en modus ponens o en modus tolens, es decir: Si A, entonces B

El silogismo hipotético está formado de antecedente y consecuente.

También existe un silogismo hipotético puro, cuando solamente está formado por condiciones:

Si el primer nativo es político, entonces miente Si miente, entonces niega ser político Por lo tanto, si el primer nativo es político, entonces niega que es

un político

Ejemplo de silogismo hipotético mixto en modus ponens:

Si el segundo nativo dice la verdad, entonces solamente un nativo es político

El segundo nativo dice la verdad Categórico Por lo tanto, solamente un nativo es político

MODUS PONENS

Se dice también como poner poniendo, puede ser:

Forma válida.- afirma el antecedente, para afirmar el consecuente. Si ambas son ciertas, la conclusión también lo será: Si encontramos el libro, podremos hacer un buen

Page 29: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

trabajo/Encontramos el libro que necesitamos/Podremos hacer un buen trabajo.

Forma inválida.- afirma el consecuente, para afirma el antecedente: Si X obró en legítima defensa, su acción está justificada/La acción de Pedro fue en legítima defensa/Entonces, Pedro obró en legítima defensa.

MODUS TOLLENS

Se dice también como quitar quitando, puede ser:

Forma válida.- negar el consecuente para negar el antecedente, si una implicación es cierta y falso su consecuente, será falso el antecedente: Si la leve sombra que aparece en la radiografía es para preocuparse, debe haber una masa palpable donde lo sugieren los rayos X./No hay masa palpable/Entonces, la leve sombra en la radiografía no es razón para preocuparse.

Forma inválida.- negar el antecedente para negar el consecuente: Si X dispuso de los fondos escolares, entonces X es culpable de disposición arbitraria / X no dispuso de los fondos escolares / Entonces, X no es culpable de disposición arbitraria.

SILOGISMO DISYUNTIVO

Conoce de la forma: A o B

Parte de premisas disyuntivas, para esto hay que recordar que la disyunción puede ser:

Incluyente.- Uno de los enunciados o incluso ambos son verdaderos; una es disyunta y otra lo niega, se infiere que el otro es verdadero

Excluyente (alternancia).- aquí la o es excluyente, en donde uno de los disyuntos es verdadero y el otro es falso; solo uno puede ser verdadero; a diferencia del incluyente donde uno o ambos pueden serlo, aquí solo uno lo será (verdadero). Ejemplo: David está en París o Ámsterdam / Está en París / No está en Ámsterdam

Lo que se plantea son dos disyuntos o dos alternancias; lleva el uso de la o en sentido incluyente o excluyente, ejemplos:

O cara o cruz Excluyente Este libro es para abogados o filósofos Es para abogados Puede ser también para filósofos

O bien Fido se fue de la casa o fue atropellado por un carro

Fido no se fue de la casa Fido se fue de la casa

Entonces, Fido fue atropellado por un carro

Entonces, Fido no fue atropellado por un carro

Ejemplos:

Tengo dos posibilidades: o acusarte o pasar por tu cómplice excluyente

Page 30: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Hacemos la reconversión industrial o no la hacemos excluyente

Mi pueblo está en Tungurahua o en Napo incluyente

LO NO DEDUCTIVO

ANALOGÍA

Suelen llamarse también como razonamientos inductivos, aquí el mayor grado descansa en cuán buena es la analogía, pues hay que compensar y asimilar casos que son asimilables. Ejemplo:

La gente lleva su coche a arreglar y a revisar cada pocos meses sin rechistar. ¿Por qué no prodigan los mismos cuidados a sus propios cuerpos?

o La gente sabe que tiene que llevar su coche a la revisión de forma regular

o Los cuerpos de las personas son similares a los coches

o Por lo tanto, la gente también debería acudir a un chequeo y una revisión de forma regular

ABDUCCIÓN

Aquí se llega a la conclusión a través de la conjetura y se razona sobre las hipótesis.

En este tipo de razonamientos o de argumentos, lo que existen son tres partes:

1. Hechos y evidencias 2. Conjetura.- Hipotetizar sobre los hechos (no conduce de forma

absoluta) 3. Conclusión

Por ejemplo:

Hay señales de herradura a igual distancia, el polvo del camino está barrido a la derecha y a la izquierda a tres pies y medio de centro del camino, y hay hojas de los árboles caídas. Si hubiera pasado un caballo de galope perfecto, con una cola de tres pies y medio y una altura de cinco pies, habría huellas de herradura a igual distancia, encontraríamos el polvo barrido a derecha e izquierda a tres pies y medio del camino y hojas de los árboles caídas; luego ha pasado un caballo de estas características.

Hechos y evidencias.- Hay señales de herradura a igual distancia, el polvo del camino está barrido a la derecha y a la izquierda a tres pies y medio de centro del camino, y hay hojas de los árboles caídas.

Conjetura.- Si hubiera pasado un caballo de galope perfecto, con una cola de tres pies y medio y una altura de cinco pies, habría huellas de herradura a igual distancia, encontraríamos el polvo barrido a derecha e izquierda a tres pies y medio del camino y hojas de los árboles caídas.

Conclusión.- luego ha pasado un caballo de estas características.

RAZONAMIENTO PROBABILÍSTICO

Aquí la probabilidad es en el sentido de estadística, donde se trata de asegurar resultados técnicos o científicos y se da seguridad de algo, a pesar de que no es una respuesta absoluta. Se razona sobre la incertidumbre. Ejemplo:

Page 31: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

“Supongamos una mujer de 35 años que se presenta con síntomas de disuria. Las probabilidades de que tenga una infección urinaria son del 55%. La sensibilidad de la prueba de la tirilla positiva para nitritos o estearasa de los leucocitos es del 90%. La especificidad de esta prueba es del 60%. Con esta información podemos calcular la probabilidad de que la mujer tiene una infección urinaria utilizando el siguiente cálculo matemático: De 1000 mujeres, el 55% o sea 550 tendrán una infección de las vías urinarias y 450 mujeres no la tendrán. De las 550 mujeres con la enfermedad, hay 495 verdaderos positivos (sensibilidad 550×90%) y de las 450 mujeres sin la enfermedad, hay 270 verdaderos positivos (especificidad 450×60%). Completando la tabla, el número de falsos negativos es 550−495 = 55 y el número de falsos positivos es 450−270 = 180.”

Leer “Si de argumentar se trata” de Luis Vega Reñón y “El Derecho como argumentación” de Atienza.

EJERCICIOS EN CLASE (Clase 27ma, 28va, 29na, 30ma, 31ra)

FIN DEL SEGUNDO PARCIAL

FIN DEL SEMESTRE

Page 32: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

DIAPOSITIVAS

Page 33: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

UNIDAD 1: CONOCIENDO EL CONOCER

Introducción a la Teoría de la Argumentación Jurídica

Docente: Marena Briones Velasteguí

Page 34: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

CONOCIMIENTO

CREENCIAS

MUNDO (REALIDAD)

output

input

Un punto central de partida

Docente: Marena Briones Velasteguí 2

Page 35: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Pero…¿qué es ¨conocer¨?

Docente: Marena Briones Velasteguí 3

cerebro mente

cuerpo

Page 36: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Pero…¿qué es ¨conocer¨?

Docente: Marena Briones Velasteguí 4

cerebro mente

cuerpo

Page 37: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

En el cerebro están…

Nuestras experiencias

Nuestros recuerdos

Nuestras emociones

Nuestras ideas

Nuestra conciencia

Nuestra racionalidad

Nuestros pensamientos

Docente: Marena Briones Velasteguí 5

Page 38: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

¿Cómo comprender…?

¿Qué es un pensamiento?

¿Qué es la imaginación?

Docente: Marena Briones Velasteguí 6

Page 39: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

¿Cómo comprender…?

¿Cómo funciona la memoria?

¿Qué es la muerte cerebral?

Docente: Marena Briones Velasteguí 7

Page 40: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Pero, además…

Docente: Marena Briones Velasteguí 8

Page 41: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 9

¿Qué es la ¨realidad¨?

¿Un universo independiente de las percepciones y representaciones que nos hacemos de él?

¿Un producto de operaciones racionales que pueden o no involucrar la experiencia sensible?

Page 42: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 10

¿Cómo es la relación sujeto cognoscente-objeto conocido?

Dos ángulos: ¿Es posible liberar al mundo de las influencias de la subjetividad? ¿Es posible sacar al sujeto de las determinaciones estructurales del

mundo?

Tres propuestas: Visión objetivista: el mundo es un ámbito exterior y autónomo; el

conocimiento es una acción que realiza un sujeto en un mundo dado y ¨objetivo¨.

Visión subjetivista: el mundo es un ámbito interior y dependiente de la experiencia del sujeto; la significación (conocimiento) es un proceso por medio del cual se ¨construye¨ la realidad.

Tanto nuestras prácticas como el mundo se constituyen mutuamente a partir de una peculiar forma de relación cuya naturaleza es simbólica y material al mismo tiempo.

Page 43: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 11

¿Es posible un conocimiento fiable y objetivo?

Dogmatismo: confianza total en la razón humana le hace suponer la absoluta posibilidad de que el sujeto aprehenda el objeto. Se basa en dogmas, en creencias inapelables. Para el dogmático, los conocimientos son ¨verdades¨ eternas, inmutables.

Escepticismo: el sujeto no puede aprehender el objeto. La razón no tiene capacidad para establecer verdades concluyentes. Su método es la duda sistemática.

Page 44: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 12

¿Es posible un conocimiento fiable y objetivo?

Criticismo: postura intermedia entre el dogmatismo y el escepticismo. El conocimiento ¨verdadero¨ es posible examinando críticamente sus fundamentos, sus hipótesis; pero, junto a esa confianza general, coloca la desconfianza hacia cada conocimiento particular.

Racionalismo: la causa principal del conocimiento está en el pensamiento, en la razón. El conocimiento es real cuando la razón establece que una cosa es como es. Solo la razón conduce a la verdad.

Intelectualismo: Razón y experiencia intervienen en la formación del conocimiento. Nada existe en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos. Es una posición intermedia entre el empirismo y el racionalismo.

Page 45: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 13

¿Cuál es la fuente o el origen del conocimiento?

¿La razón? Racionalismo: un conocimiento solo es realmente tal cuando posee necesidad lógica y

validez universal. La razón es ¨una facultad capaz –al menos en parte- de establecer o captar las

relaciones que hacen que las cosas dependan unas de otras, y estén constituidas de una determinada forma y no de otra¨ (Savater citando a Leibniz).

Algunos racionalistas: Descartes, Spinoza, Leibniz.

¿La experiencia? Empirismo: la conciencia cognoscente no obtiene sus conceptos de la razón, sino

exclusivamente de la experiencia (externa o interna). Algunos empiristas: Bacon y Locke.

Entre el racionalismo y el empirismo: Apriorismo: el conocimiento posee algunos elementos a priori que son independientes

de la experiencia. Un apriorista: Kant. Intelectualismo: el elemento racional se deriva del empírico. Intelectualistas:

Aristóteles, Santo Tomás de Aquino.

Page 46: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 14

Modelos de producción de conocimientos

Empirismo: El conocimiento se produce a través de la observación directa y

neutral de la realidad. La conciencia obtiene conocimiento exclusivamente de la

experiencia. El investigador depende totalmente de la experiencia, tanto

interna (percepciones) como externa (sentidos). Positivismo lógico:

El conocimiento se obtiene a través de la observación, que puede ser interpretada de maneras diferentes según los métodos y técnicas de investigación.

La experiencia debe ser verificada, comprobada. Son los métodos empíricos de la ciencia los que permiten

decidir cuestiones de hecho. Solo son ciencias las ciencias naturales.

Page 47: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 15

Modelos de producción de conocimientos

Pragmatismo: El conocimiento se produce a través de problemas prácticos. La finalidad de la ciencia es resolver problemas prácticos. El conocimiento surge de la acción humana. Solo se concibe la investigación con fines utilitarios. La verdad de una doctrina se juzga en atención a sus fines

prácticos. Materialismo dialéctico:

La materia es el sustrato de toda realidad, por encima de la conciencia y del espíritu.

El conocimiento del mundo es posible en su materialidad. En la esfera de la ciencia, el conocimiento no puede

considerarse como acabado. El investigador es un sujeto histórico, situado. Interpreta los

hechos y los fenómenos.

Page 48: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Niveles de conocimiento…

Sensible: captar un objeto por medio de los sentidos; es un conocimiento singular.

Conceptual: representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales.

Holístico: captación de un objeto dentro de un amplio contexto, como elemento de una totalidad, sin estructuras o límites definidos. Ej: cuando un científico vislumbra una hipótesis, la experiencia estética.

Docente: Marena Briones Velasteguí 16

Page 49: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

¨Multidimensionalidad¨ del conocimiento

Dimensión biológica

Dimensión psíquica

Dimensión emocional

Dimensión individual

Dimensión social

Dimensión empírica

Dimensión ética

Dimensión racional…

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Page 50: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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Riesgos del conocimiento…

Un conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior.

Todas las percepciones son a la vez traducciones y reconstrucciones cerebrales, a partir de estímulos o signos captados y codificados por los sentidos (E. Morin).

El conocimiento en forma de palabra, de idea, de teoría, es el fruto de una traducción/reconstrucción mediada por el lenguaje y el pensamiento (E. Morin).

Page 51: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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Riesgos del conocimiento…

Riesgo del error y de la ilusión: Errores de percepción:

Ningún dispositivo cerebral permite distinguir la alucinación de la percepción, el sueño de la vigilia, lo imaginado de lo real, lo subjetivo de lo objetivo (E. Morin).

Errores intelectuales:

Forma parte de la lógica organizadora de cualquier sistema de ideas el hecho de resistir a la información que no conviene o que no se puede integrar (E. Morin).

Page 52: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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Riesgos del conocimiento…

Errores de la razón:

Lo que permite la distinción entre vigilia y sueño, imaginario y real, subjetivo y objetivo, es la actividad racional de la mente que apela al control del entorno, de la práctica, de la cultura, del prójimo y al cerebral.

Pero, la racionalidad también lleva en su seno una posibilidad de error y de ilusión cuando se pervierte en racionalización.

(E. Morin)

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Docente: Marena Briones Velasteguí 21

Riesgos del conocimiento…

Las cegueras paradigmáticas:

El juego de la verdad y del error se juega también a fondo en la zona invisible de los paradigmas (E. Morin).

El imprinting y la normalización: Imprinting cultural: huella matricial que inscribe

a fondo el conformismo.

Normalización: elimina lo que hay que discutirse.

(E. Morin)

Page 54: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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Riesgos del conocimiento…

La noología: posesión. Las creencias y las ideas no solo son productos de la

mente, también son seres mentales que tienen vida y poder. Pueden poseernos.

Las sociedades domestican a los individuos por los mitos y las ideas, las cuales a su vez domestican las sociedades y los individuos, pero los individuos podrían recíprocamente domesticar sus ideas al mismo tiempo que podrían controlar la sociedad que los controla.

Paradoja ineludible: debemos llevar una lucha crucial contra las ideas, pero no podemos hacerlo más que con ayuda de las ideas.

(E. Morin)

Page 55: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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Riesgos del conocimiento…

Lo inesperado: Lo nuevo brota sin cesar; nunca podemos predecir

cómo se presentará, pero debemos contar con su llegada. Y, cuando llegue, habrá que ser capaz de revisar nuestras teorías e ideas (E. Morin).

La incertidumbre del conocimiento: Debemos comprender que hay condiciones bio-

antropológicas (aptitudes del cerebro/mente humano), condiciones socio-culturales (la cultura abierta que permite los diálogos e intercambios de ideas) y condiciones noológicas (las teorías abiertas) que permiten verdaderos interrogantes, esto es, interrogantes fundamentales sobre el mundo, sobre el hombre y sobre el conocimiento mismo (E. Morin).

Page 56: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 24

¿Podemos estar seguros de que ¨sabemos¨ algo?

¨La evidencia es algo complejo y ramificado, con frecuencia confuso, ambiguo, y puede llevar a conclusiones erróneas. Piénsese en la controversia sobre ese meteorito descubierto en la Antártica, que habría venido desde Marte hace unos 4 billones de años, y que contendría lo que posiblemente serían bacterias fosilizadas. Algunos científicos espaciales piensan que esto es evidencia de vida bacterial en Marte; otros piensan que los restos de bacterias pudieron darse mientras el meteorito estaba en la Antártica; y aún otros creen que lo que parece restos bacterianos fosilizados pudieran meramente ser productos de los instrumentos. ¿Cómo saben que la emisión de estos gases al hervir indican que el meteorito proviene de Marte, que el meteorito tiene una antigüedad de 4 billones de años, y que esa es la apariencia de los fragmentos de bacterias fosilizadas? Como las entradas de un crucigrama, las razones se ramifican en todas direcciones.¨ (Susan Haack, ¨Esperando una respuesta¨, Cuaderno Neuropsicología, Volumen 3, No. 1, mayo 2009)

Page 57: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 25

¿Cómo se sabe…

que el meteorito llegó desde Marte? que el meteorito llegó (desde Marte)

hace unos 4 billones de años? que lo que el meteorito contiene podría

ser bacterias fosilizadas?

Page 58: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 26

¿Cómo se sabe que es verdad…

que el meteorito llegó desde Marte? que la emisión de gases al hervir lo indica?

que el meteorito llegó (desde Marte) hace unos 4 billones de años?

que esa es la antigüedad del meteorito?

que lo que contiene podría ser bacterias fosilizadas?

que las bacterias fosilizadas tienen esa apariencia?

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Docente: Marena Briones Velasteguí 27

¿Cuándo hay ¨conocimiento¨?

Una propuesta: visión tripartita del conocimiento

Un sujeto S conoce que P cuando:

S cree que p (creencia) Barcelona ganó el partido de ayer contra Emelec.

P es verdadera (la creencia es verdadera) Efectivamente Barcelona ganó el partido de ayer contra

Emelec.

S está justificado para creer p S vio el partido en cuestión hasta su final.

Page 60: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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¿Verdad o verdadero?

Solemos decir…

Ella es la verdadera tía de Daniel.

Es verdad, Miriam fue ayer al doctor.

!Caramba, tienes un tigrillo de verdad en tu casa!

¿Son los ¨objetos¨ falsos o verdaderos?

Page 61: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 29

Campos de verdad…

La gravedad ¨no es una fuerza, sino una deformación del espacio-tiempo¨.

La justicia es una aspiración irracional.

20 : 5 = 4

La noticia les cayó como un jarro de agua fría.

La cima está a 1.000 metros de altura.

Page 62: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 30

El problema de la verdad…

Carácterísticas del conocimiento.

Adquisición del conocimiento.

Fundamentación del conocimiento.

Limitaciones de la fundamentación del conocimiento.

Page 63: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 31

Problema asociado a tres grandes planos…

Conocimiento: atañe a los nexos entre lo conocido y lo real.

Realidad: incumbe al problema de la identidad y a su adecuada manifestación.

Lenguaje: como veracidad y atañe tanto a la lógica como al campo práctico.

Page 64: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Una teoría de la verdad…

Concepto de verdad.

Criterios de verdad.

Tipos de verdad.

Campos de la verdad.

Dimensiones de la verdad.

Lugar en el conjunto de la filosofía del conocimiento.

Docente: Marena Briones Velasteguí 32

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Docente: Marena Briones Velasteguí 33

Algunas teorías de la verdad…

Teorías de la verdad como correspondencia:

Relación de concordancia entre el lenguaje y su referente extralingüístico / la mente, juicio o pensamiento con las cosas, hechos o realidad.

Vincula estados mentales con objetos externos; supone una realidad externa (objetiva) que se refleja en el conocimiento.

Una proposición es verdadera siempre que exista un hecho que se corresponda con ella.

Pero…¿qué es un hecho?

Page 66: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 34

Algunas teorías de la verdad… Teorías de la coherencia (no contradicción):

La verdad de una proposición se establece a partir de la relación de esa proposición con otras proposiciones del sistema.

El lugar de la verdad es el sistema.

Coherencia semántica / consistencia lógica.

Si la realidad no es algo fijo y terminado, no tiene sentido definir la verdad como correspondencia con los hechos.

¿La coherencia es solo coherencia semántica / consistencia lógica?

Page 67: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 35

Algunas teorías de la verdad… Teorías pragmáticas de la verdad:

Relación entre verdad y acción.

Importancia de la verdad para la práctica.

Relevancia de la práctica en la definición de verdad.

Varios derroteros de práctica: Relacionada con la actividad científica.

Relacionada con el conocimiento en general.

Significa fundamentalmente realidad histórica.

Otras orientaciones: El rendimiento práctico es una característica que acompaña a la verdad

y sirve para identificarla.

Una idea verdadera es una idea que tiene utilidad práctica.

Page 68: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 36

Algunas teorías de la verdad… Teorías intersubjetivas de la verdad:

Idea de partida: todo conocimiento (toda verdad, por lo tanto) parte de una acción comunicativa en la que se comparten algunos supuestos y se llega a un acuerdo o no sobre algún hecho o alguna tesis.

El conocimiento está mediado por el lenguaje.

La validez intersubjetiva y las condiciones que la hacen posible.

Dos ámbitos predominantes: Ética discursiva de Apel y Habermas (Teoría consensual de la verdad).

Constructivismo de Lorenz, Lorenzen y Kamlah (Teoría dialógica de la verdad).

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Docente: Marena Briones Velasteguí 37

Verdad / verosimilitud / certeza / probabilidad

La verdad ¨está determinada unívocamente por la realidad del evento que representa¨ (MTaruffo).

Un enunciado verdadero se corresponde con la realidad empírica.

La verosimilitud, en un sentido básico, corresponde a lo que usualmente sucede (MTaruffo).

Un enunciado es verosímil cuando corresponde a lo que normalmente ocurre. Un enunciado puede ser verosímil, pero falso.

La certeza es un estado subjetivo y corresponde a un grado alto de convencimiento del sujeto (MTaruffo).

La probabilidad ¨es función de la justificación que se atribuye a un enunciado, sobre la base de elementos cognoscitivos disponibles¨ (MTaruffo).

Un enunciado puede ser probable, pero no verosímil e incluso falso.

Page 70: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Docente: Marena Briones Velasteguí 38

Según Taruffo…

¨Una creencia es verídica cuando es el resultado de un procedimiento idóneo para el descubrimiento de la verdad, es decir, de un método truth-acquiring o, en todo caso, cuando está justificada por razones que permiten considerarla fundadamente como verdadera.¨

Las creencias justificadas son las que

pueden ayudar a alcanzar la verdad.

Page 71: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Bibliografía

Docente: Marena Briones Velasteguí 39

Dancy, J. (2007). Introducción a la Epistemología contemporánea. Madrid: Tecnos. Goñi-Sáez, F. y Tirapu-Ustárroz, J. (2016). El problema mente-cerebro (I):

fundamentos ontoepistemológicos. Rev Neurol 2016; 63: 130-9. Frapolli, M.J. y Nicolás, J.A. (eds.) (2015). Teorías contemporáneas de la verdad. Haack, S. (2009). Esperando una respuesta. Cuaderno Neuropsicología, Volumen 3,

No. 1. Haack, S. (2012). Toda la verdad y nada más que la verdad. Doxa 35 (571-587).

Madrid: Marcial Pons. Morin, E. (2003). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro.

Ecuador: Editorial Santillana. Savater, F. (1999). Yo adentro, yo afuera. En Las preguntas de la vida (71-89).

Barcelona: Editorial Ariel S.A. Searle, J. (1995). La construcción de la realidad social. Barcelona: Paidós. Searle, J. (2004). La percepción. En La Mente: Una breve introducción (321-340).

Colombia: Editorial Norma. Taruffo, M. (2010). Simplemente la verdad. Barcelona: Marcial Pons. Tirapu-Ustárroz, J. Goñi-Sáez, F. (2016). El problema mente-cerebro (II): sobre la

conciencia. Rev Neurol 2016; 63: 176-85.

Page 72: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Material multimedia

Docente: Marena Briones Velasteguí 40

Video The ultimate brain map, publicado el 20 de julio de 2016. Visto en http://www.nature.com/nature/videoarchive/brain-map/index/html

Video La ciencia de la mente (El estudio del cerebro), subido el 26 de julio de 2007. Video de introducción del programa Redes-TVE, capítulo 441, El siglo de la ciencia de la mente.

Video Mapping the Brain. Publicado el 08 de abril de 2014, Nat Geo (National Geographic Live).

Video Do we see reality as it is?. Expositor: Donald Hoffman. Publicado en junio de 2015 en TEDTalks.

Video A new way to explain the explanation. Expositor: David Deutsch. Publicado en octubre de 2009 en TEDTalks.

Filme Matrix (1999). Directores: Lana y Lilly Wachowski.

Page 73: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

UNIDAD 2: HABLANDO

SOBRE EL LENGUAJE

Introducción a la Argumentación Jurídica

Docente: Marena Briones Velasteguí

Page 74: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

2

Está en todo. Invertimos una parte considerable

de nuestro tiempo en hablar, escribir, leer,

escuchar...

Gracias a él nos relacionamos / nos

¨comunicamos¨ / ¨hacemos cosas¨

Lenguaje – mente – realidad

Gracias a él podemos referirnos al pasado, al

futuro, a lo real y a lo irreal…

Miles de lenguas, dialectos, formas de habla.

De una riqueza creativa extraordinaria.Marena Briones Velasteguí

Un hecho humano fundamental…

Page 75: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

3

Un hecho humano fantástico…

Condiciones y capacidad biológicas para

aprender y usar una lengua.

Corpus sistémico con coherencia interna:

conjunto estructurado de signos distintivos,

que depende de las relaciones de los

elementos que lo forman y vincula una serie

de sonidos con una serie de ideas.

Arbitrario-convencional: no hay relación

necesaria entre sonidos / signos y objetos.

Marena Briones Velasteguí

Page 76: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Locke (como un código)

¨Aun cuando el hombre tenga una gran variedad de pensamientos,

y tales que de ellos otros hombres, así como él mismo, pueden

recibir provecho y gusto, sin embargo, esos pensamientos están

alojados dentro de su pecho, invisibles y escondidos de la mirada

de los otros hombres, y, por otra parte, no pueden manifestarse por

sí solos. Y como el consuelo y el beneficio de la sociedad no podía

obtenerse sin comunicación de ideas, fue necesario que el hombre

encontrara unos signos externos sensibles, por los cuales esas

ideas invisibles de que están hechos sus pensamientos pudieran

darse a conocer a otros hombres […] Resulta, pues, que el uso de

las palabras consiste en que sean señales sensibles de las ideas; y

las ideas que se significan con las palabras son su propia e

inmediata significación (Locke, 1956, III.2.i).¨

Marena Briones Velasteguí 4

Page 77: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Hume (...un código compartido)

¨Dos hombres que empujan los remos de un bote lo hacen por un

acuerdo o convención, aunque nunca se hallan dado ninguna

promesa el uno al otro. Ni tampoco deriva de convenciones

humanas la regla relativa a la estabilidad de las posesiones, la

cual emerge gradualmente y adquiere fuerza a través de una

lenta progresión y por la experiencia repetida de las

inconveniencias de transgredirla. Por el contrario, esta

experiencia nos reafirma todavía más en que el sentimiento de

interés ha llegado a ser común a todos los individuos y nos hace

confiar en la futura regularidad de su conducta. Y es sobre esta

expectactiva que nuestra moderación y abstinencia se funda. De

modo semejante se establecen gradualmente las lenguas por

medio de convenciones humanas (Hume, 1978, 490).¨

Marena Briones Velasteguí 5

Page 78: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

von Humboldt (el lenguaje como

¨formador del pensamiento¨)…

¨[e]l lenguaje es el órgano formador del pensamiento¨(Humboldt, Sobre la diversidad de la estructura del

lenguaje humano y su influencia en el desarrollo de la

humanidad)

¨pensamiento y lenguaje son, por lo tanto, inseparables

el uno del otro¨ (ídem).

¨El lenguaje posibilita la constitución tanto de conceptos

como de otros tipos de representación mental al

imponer una determinada forma sobre la materia con la

que se hace la mente individual en su relación con el

mundo en torno.¨ (Acero, Introducción.)

Marena Briones Velasteguí 6

Page 79: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Una pregunta central...

¿La capacidad de

representación del mundo

corresponde a la mente o

corresponde al lenguaje?

Marena Briones Velasteguí 7

Page 80: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Código, no; vehículo…

¨vehículo en el que se constituye el

pensamiento compartido¨ (Acero,

Introducción).

¨la Humanidad [tiene] un tesoro común

de pensamientos, que transmite de una

generación a otra¨ (Frege, Estudios

sobre semántica)

Marena Briones Velasteguí 8

Page 81: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Frege y Husserl…

¨rechazaron frontalmente la tesis de que los

contenidos de la actividad psicológica, subjetivos y

privados, fuesen comunicables y, por ello, la moneda

que pasa de mano en mano en el intercambio

lingüístico.¨ (Acero)

Un cambio ¨de prioridades¨: ¨abordar el estudio de

las relaciones P-L a través del estudio de las

relaciones L-R¨. (Acero)

Marena Briones Velasteguí 9

Page 82: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Wittgenstein (el lenguaje como

herramienta)…

¨Para una gran clase de casos –aunque no para

todos- en los que empleamos la palabra ¨significado,

se la puede definir así: el significado de una palabra es

su uso en el lenguaje (Wittgenstein, 1953, 43).¨

¨Pero a esto añadió que la forma apropiada de

entender esos usos consiste en verlos entretejidos en

las formas de vida de sus protagonistas, en el entorno

formado por sus necesidades y sus objetivos.¨

Marena Briones Velasteguí 10

Page 83: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

11

Simbólico…

Los símbolos tienen una relación convencional (no natural, ni causal) con los objetos que representan.

Tienen la capacidad de evocar objetos y significados ausentes.

Palabras y números son los ejemplos más claros de símbolos.

Marena Briones Velasteguí

Page 84: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

12

Los símbolos…

¨…desde sus expresiones más elementales, lossímbolos implican una cierta categorización de loreal sin la cual no serían posibles.¨

¨Estimulan procesos de abstracción ycategorización que no serían posibles sin ellos.¨

¨…desempeñan un papel decisivo en laelaboración de los conceptos a los que remiten, loque otorga al lenguaje una función cognitiva básicade lo real.¨

Marena Briones Velasteguí

Page 85: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

13

Veámoslo así…

http://www.youtube.co

m/watch?v=cBt6E35e

4YE

Yo he ponido eso.

Casa fue se Juan a.

¡Oh!

¿Plata no es o

plátano es?

Marena Briones Velasteguí

Page 86: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

14

De la capacidad biológica a la

capacidad comunicativa…

Lenguaje Lengua Habla

Facultad común de

aprender y usar una

lengua

Sistema lingüístico de

signos y reglas

(fonéticas, sintácticas,

semánticas, de uso)

que un hablante

aprende y llega a

dominar para una

comunicación

adecuada.

Realización

concreta e

individual de una

lengua: uso de

una lengua.

Enunciación Enunciado

Producir un

enunciado

Producto de un

uso individual

de la lengua

Toda enunciación y, por

ende, todo enunciado se

producen en un contexto.

COMUNICACIÓN

Marena Briones Velasteguí

Page 87: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

15

Tener en cuenta que…

No hay una conexión necesaria entre la función ysu forma gramatical. Por ejemplo: ¿Tienes el Código Penal?

¡Sí que corres!

No hay una relación estricta entre la función y elcontenido del enunciado. Ejemplo de lenguajedesplazado: ¨Un niño malhumorado, a la hora de dormir, dice: Tengo

hambre, y su madre, que conoce sus caprichos, leresponde metiéndolo en la cama.¨ (Bloomfield, citado por Copi yCohen).

Marena Briones Velasteguí

Page 88: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

16

Tener en cuenta que…

No hay un método mecánico para distinguir ellenguaje informativo y argumentativo, del lenguajeque sirve a otras funciones. Esto requiere decuidado y demanda sensibilidad ante la flexibilidaddel lenguaje y la multiplicidad de sus usos. Porejemplo: A: ¿Cómo se ha comportado el niño?

B: La casa no se ha derrumbado todavía. (Tomado de ¿Qué es la pragmática?)

La guerra es la mayor plaga que puede afligir a lahumanidad; destruye la religión. Destruye los estados,destruye las familias. Cualquier flagelo es preferible a ella.(Tomado de Introducción a la lógica)

Marena Briones Velasteguí

Page 89: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

17

Tener en cuenta que…

Son incontables y diversas las cosas quepodemos hacer con el lenguaje:

Especular, confirmar, nombrar, hacer unabroma, narrar, fabular, imaginar, agradecer,ofender, traducir, interpretar, dar permiso,prohibir, desear, juzgar, valorar, proponer,complacer, enseñar, alegrar, entristecer,amar, odiar, reflexionar, indisponer,favorecer, halagar, magnificar,empequeñecer, aclarar, mentir, argumentar,pelear, acordar, etc., etc.

Marena Briones Velasteguí

Page 90: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

18

Procesos de significación /

semiótica…

A la sintaxis le interesan ¨las diversascombinaciones de signos que dan lugar acombinaciones de ellos que tienen la propiedad deestar bien formadas.¨

A la semántica le interesan ¨las relaciones de lossignos con aquello que constituye su interpretación,al margen de los contextos específicos en que lossignos son usados por los hablantes.¨

A la pragmática le interesan ¨los aspectoscontextuales relativos al uso de los signos¨.

Marena Briones Velasteguí

Page 91: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

19

Los actos de habla…

Son las acciones que realizamos

cuando, en situaciones normales de

habla, emitimos un enunciado (una

proferencia lingüística).

Searle menciona que también suele

denominárselos ¨actos de lenguaje¨ o

¨actos lingüísticos¨.

Marena Briones Velasteguí

Page 92: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

20

Los actos de habla…

Una distinción interesante:

El acto que realizamos cada vez que, en una situación normal dehablar, emitimos un enunciado, es un acto ilocucionario: ¨unidadmínima completa de comunicación lingüística humana¨ (Searle).

Estos actos tienen que ser realizados intencionalmente y son launidad de significación en la comunicación: ¨Cuando el hablantedice algo, y lo que dice significa algo, e intenta comunicar aquelloque significa a un hablante, si ha tenido éxito habrá realizado unacto ilocucionario (Searle).¨

Los efectos o las consecuencias que tales actos producen enquienes los escuchan son actos perlocucionarios.

Estos actos no tienen que ser realizados intencionalmente, peropueden ser realizados con intención.

Marena Briones Velasteguí

Page 93: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

21

Ejemplos…

El conductor del bus escolar ordena a los niñoshacer silencio (acto ilocucionario: ordenar) y, conese acto, logra que los niños se pongan a leer (actoperlocucionario no intencional: que los niños sepongan a leer).

Al ordenar (acto ilocucionario: ordenar) la madre asu hijo que haga las tareas, el hijo se pone a hacerlas tareas (acto perlocucionario intencional: que elhijo se ponga a hacer las tareas).

Marena Briones Velasteguí

Page 94: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

22

Los actos de habla…

Otra distinción interesante

El contenido de un acto de habla (contenido

proposicional de un estado intencional) es lo que

se quiere significar cuando se dice algo a otro.

El tipo de acto de habla (tipo de estado

intencional) es el tipo de acto ilocucionario que el

hablante realiza al emitir un enunciado. Equivale

a la fuerza ilocutiva.

Marena Briones Velasteguí

Page 95: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

23

Enunciado, contenido y fuerza

ilocutiva…

Enunciado Contenido

proposicional

Fuerza

ilocutiva

¿Me prestas el

borrador?

Me prestarás

el borrador.

Pregunta

¡Préstame el

borrador!

Me prestarás

el borrador.

Orden

Por favor,

préstame el

borrador

Me prestarás

el borrador.

Petición

Marena Briones Velasteguí

Page 96: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

24

El significado (en sentido

lingüístico)…

¨El lenguaje se relaciona con la realidad en

virtud del significado, pero el significado es

la propiedad que convierte las meras

expresiones en actos ilocucionarios.¨(Searle)

¨…la mente impone intencionalidad a

sonidos y marcas, confiriéndoles de ese

modo significados y, al hacerlo,

relacionándolos con la realidad.¨ (Searle)

Marena Briones Velasteguí

Page 97: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

25

El significado (en sentido

lingüístico)…

Otra distinción interesante (Searle): El significado de una frase está determinado

por los significados de las palabras y de laestructura sintáctica de esas palabras en lafrase.

El significado del hablante (o significado de laexpresión de la frase) depende, dentro deciertos límites, de las intenciones del hablante.Dentro de ciertos límites, porque ¨uno no puededecir cualquier cosa y querer significar con ellocualquier cosa¨.

Marena Briones Velasteguí

Page 98: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

26

Ejemplos…

El significado de una frase

• ¿Cómo se ha comportado el niño?

• La casa no se ha derrumbado todavía.

El significado del hablante (o significado de laexpresión de la frase)

• ¡Qué altas esas llamas!

• Si no pones atención, perderás la partida.

Marena Briones Velasteguí

Page 99: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

27

El significado (en sentido

lingüístico)…

¨…aunque el lenguaje limite elsignificado del hablante, el significadodel hablante sigue siendo la fuenteprimaria de significado lingüístico,porque el significado lingüístico de lasfrases funciona de tal modo que permitea los hablantes del lenguaje utilizarfrases para significar algo en susexpresiones.¨ (Searle)

Marena Briones Velasteguí

Page 100: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

28

El significado (en sentido

lingüístico)…

¨…el significado es una forma de intencionalidadderivada. La intencionalidad original o intrínseca delpensamiento de un hablante es transferida a laspalabras, frases, marcas, símbolos, etc. Si seexpresan con significado, esas palabras, frases,marcas y símbolos tienen entonces unaintencionalidad derivada de los pensamientos delhablante. No tienen tan solo significado lingüísticoconvencional sino también el significado que haquerido darles el hablante.¨ (Searle)

Marena Briones Velasteguí

Page 101: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

29

El significado (en sentido

lingüístico)…

Más distinciones interesantes (Searle): La intención de significar supone una doble

intención de parte del hablante: la intención dedecir algo (efectuar la expresión) y la intención designificar lo que se quiere decir (que la expresióntenga condiciones de verdad).

La intención de comunicar supone la intenciónde producir comprensión: que la intención designificar del hablante sea captada; que sereconozca su intención de proferir una frase consignificado convencional y que se reconozca quela está emitiendo porque tiene la intención designificar lo que dice.

Marena Briones Velasteguí

Page 102: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

30

Examinemos este diálogo…

Intención de significar e intención de comunicar

¿Cómo se ha comportado el niño hoy?

La casa no se ha derrumbado todavía.

Marena Briones Velasteguí

Page 103: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

31

La dirección de ajuste y los tipos

de actos de habla según Searle…

La relación de los estados intencionales conel mundo: Si el estado mental se ajusta a una realidad

existente independientemente, la dirección deajuste es ¨mente a mundo¨.

Cuando el objetivo es que la realidad se ajusteal contenido del estado intencional, la direcciónde ajuste es ¨mundo a mente¨.

Hay estados intencionales cuya direcciónde ajuste es nula: no tienen ni la intenciónde ajustarse a la realidad, ni la de que larealidad se ajuste a ellos.

Marena Briones Velasteguí

Page 104: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

32

Tipos de actos de habla y

dirección de ajuste…

Las afirmaciones, en tanto actos de hablacuyo propósito ilocucionario es presentar unaproposición como representación de un estadode cosas del mundo, tienen una dirección deajuste ¨palabra a mundo¨.

En los actos de habla directivos, como supropósito es ¨intentar que el oyente actúe detal modo que su conducta concuerde con elcontenido proposicional del acto de habladirectivo¨, la dirección de ajuste es del¨mundo a la palabra¨.

Marena Briones Velasteguí

Page 105: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

33

Tipos de actos de habla y

dirección de ajuste…

Los actos de habla de tipo

compromisorio, en tanto ¨constituyen

un compromiso por parte del hablante

de adoptar el tipo de acción

representado en el contenido

proposicional¨ (¨prometo que iré¨), la

dirección de ajuste es del ¨mundo a la

palabra¨.

Marena Briones Velasteguí

Page 106: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

34

Tipos de actos de habla y

dirección de ajuste…

En el tipo de acto de habla expresivo, cuyopropósito ilocucionario ¨es, simplemente, expresarla condición de sinceridad del acto de habla, ladirección de ajuste es nula.

Las declaraciones, en tanto tipo de actos de hablacuyo propósito ilocucionario ¨es producir unamodificación en el mundo representándolo como sihubiera sido modificado¨, hay una doble direcciónde ajuste: ¨mundo a palabra¨ (modificamos elmundo) y ¨palabra a mundo¨ (lo representamoscomo modificado).

Marena Briones Velasteguí

Page 107: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

35

¿Qué dirección de ajuste tendrían

los siguientes actos de habla?...

¨En la reflexión teórica contemporánea, el

problema del método jurídico es un asunto

de mucho interés¨

¡Si no te vistes pronto, me voy sola!

¨Instituyo a mi sobrina RCD heredera

universal de todos mis bienes…¨

Lo siento mucho.

¡Trabaja, no te distraigas!

Marena Briones Velasteguí

Page 108: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

36

Lenguaje-mundo institucional

(Searle)…

No podemos crear un estado de cosas

en el mundo con solo pensarlo; pero,

con el lenguaje sí es posible crear una

realidad institucional:

Un juez, en su fallo, dice: ¨declaro con

lugar la demanda y dispongo que XYZ

sea reintegrado a su trabajo¨.

Marena Briones Velasteguí

Page 109: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

37

Lenguaje-mundo institucional

(Searle)…

El lenguaje es también un hechoinstitucional; pero, a diferencia de otroshechos institucionales, su existencia nodepende de otras instituciones.

Es su intrínseca y característica capacidadde simbolización, la que hace posibleextender ampliamente las posibilidadesintencionales, así como atribuir función deestatus a otros objetos (representar a unobjeto como poseedor de ese estatus).

Marena Briones Velasteguí

Page 110: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

2

Problemas del lenguaje

natural: un punto de partida

Las palabras generales (o de clase).

Sirven para aludir a clases de objetos o hechos con propiedades comunes.

Cumplen una doble función: Denotan el conjunto de objetos o hechos a los

que se aplica la misma palabra por exhibir propiedades comunes (extensión).

Connotan las propiedades que deben reunir los objetos o hechos para ser parte de la clase que la palabra denota (intensión).

Marena Briones Velasteguí

Page 111: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

3

Problemas del lenguaje

natural: un punto de partida

Las palabras generales (o de clase)

tienen, entonces, un significado

denotativo y un significado connotativo.

Ejemplo: ¨profesional¨

Denota: médicos, ebanistas, abogados,

arquitectos, pintores, etc.

Connota: persona que ejerce una

profesión (oficio, facultad, empleo).

Marena Briones Velasteguí

Page 112: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

4

Problemas del lenguaje

natural: un punto de partida

Las palabras generales (o de clase)

clasifican la realidad mediante la selección

de propiedades relevantes comunes a

determinados objetos o hechos

(propiedades definitorias) y dejando de lado

otras analogías y las diferencias.

Ejemplo: animal / caballo / caballo de

montar / caballo de paso / caballo de carga /

caballo de agua…

Marena Briones Velasteguí

Page 113: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

5

Pero…¿cuál significado?

Ha estado deshojando pétalos de

margarita.

¡Qué amplia la falda!.

Sí que tiene destreza para andar por

las ramas.

No has escrito bien la clave.

Marena Briones Velasteguí

Page 114: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

6

Pero…¿cuál significado?

¡Cómo disfruta de la pintura!

Dale vuelta a la copa.

No te pierdas el documental: te

encantará el banco que verás allí.

Ciertamente ha pasado a mejor vida.

La ministra se pronunció contra el uso

del tabaco en el Congreso.

6 Marena Briones Velasteguí

Page 115: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

7

Pero… ¿con qué alcance?

Me parece que esto es un libro, no un folleto.

Genaro ha progresado en sus estudios.

Adriana es una excelente artista.

Esa es una organización en la que las decisiones se toman democráticamente.

Marena Briones Velasteguí

Page 116: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

8

Ambigüedad y vaguedad

La ambigüedad afecta a los términos.

La incertidumbre se produce porque la palabra o la oración, pueden entenderse con más de un significado.

Ambigüedad semántica: pluralidad significativa del término. La mera homonimia no es un problema de ambigüedad.

Ambigüedad sintáctica: equivocidad en la conexión sintáctica entre las palabras que integran la oración.

La vaguedad afecta a los conceptos.

La incertidumbre se produce, porque no se sabe bien dónde termina el campo de aplicación de la palabra (vaguedad gradual) o porque no se puede establecer un conjunto preciso de las propiedades que deben tener los objetos para aplicarles el término (vaguedad combinatoria).

Marena Briones Velasteguí

Page 117: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

9

Una vaguedad inevitable: ¨la

textura abierta del lenguaje¨

También llamada ¨vaguedad intensional¨ (Carnap).

Alude a la vaguedad potencial que caracteriza a las palabras.

Solemos presuponer que los criterios (propiedades definitorias del concepto) de aplicación de las palabras están totalmente determinados y que han quedado excluidos todos los que son irrelevantes; pero, el hecho, en palabras de Searle, es que ¨Sólo pueden reputarse excluidas como irrelevantes las propiedades o características posibles que han sido consideradas, pero no las que no lo han sido¨.

Marena Briones Velasteguí

Page 118: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

10

Una vaguedad inevitable: ¨la

textura abierta del lenguaje¨

Como no podemos prever todos los casos posibles, dice Searle, no disponemos de un criterio que sirva para incluir o excluir ¨todos los casos posibles¨.

Siempre cabe la posibilidad de que aparezca un objeto que escapa a las reglas de aplicación del concepto.

Veámoslo así:

¿Habrá firmado el documento?

Marena Briones Velasteguí

Page 119: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

11

Una vaguedad inevitable: ¨la

textura abierta del lenguaje¨

¨Imaginemos el caso de un científico que haya inventado una técnica para resucitar a los muertos, siempre que no haya transcurrido más de un día desde que hayan fallecido. Como no tiene a su alcance material humano suficiente para sus experimentos, recurre a su esposa, quien de buen grado, dada su confianza ciega en el marido, se presta a la experiencia. Pues bien, utilizando un gas letal el científico mata a su mujer; pero, después de varias horas de infructuosas tentativas, le devuelve la vida en las mismas condiciones que antes. Puesto que el médico cometió la acción de matar a su esposa, ¿lo condenaríamos en aplicación del art. 80 del Cód. Penal, que reprime con prisión perpetua el homicidio cometido contra el cónyuge?¨ (Carlos Nino)

Marena Briones Velasteguí

Page 120: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

12

Problemas del lenguaje

natural: la carga emotiva

Es la tendencia, surgida por el uso, que muchas palabras tienen de provocar reacciones emotivas en las personas, con independencia o más allá de lo que podemos denominar su significado descriptivo.

No se trata de aquellas palabras que sirven comúnmente para expresar o provocar emociones en los demás, tales como ¡bravo!, ¡viva!, ¡hurra!

Marena Briones Velasteguí

Page 121: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

13

Problemas del lenguaje

natural: la carga emotiva

La carga emotiva, que algunos denominan

también ¨significado emotivo¨, perjudica el

significado cognoscitivo de las palabras,

porque lo carga de vaguedad con el fin de

orientar positiva o negativamente las

emociones de otros.

Son comunes en el discurso político, en las

confrontaciones ideológicas, en los debates

sobre asuntos morales o religiosos. Marena Briones Velasteguí

Page 122: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

14

Ejercicios…

¨La guerrilla salió victoriosa del

conflicto armado.¨

¨¡No hay derecho…qué injusticia!¨

¨La hermana del entrenador es una

burócrata.¨

¨Yo soy firme; tú eres obstinado;

Él es un tonto cabeza dura.¨ (Bertrand Russell)

Marena Briones Velasteguí

Page 123: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Bibliografía Acero, J.J. (2012). Filosofía del lenguaje I. Semántica. Madrid: Editorial Trotta.

Versión en Scribd.

Acero, J.J., Bustos, E., y Quesada, D. (1982). Introducción a la filosofía del

lenguaje. Madrid: Ediciones Cátedra.

Austin, J. (1990). Cómo hacer cosas con las palabras. Barcelona: Ediciones

Paidós.

Carrió, G. (1972). Notas sobre Derecho y lenguaje (4ª ed.). Buenos Aires: Astrea.

Copi, I., y Cohen, C. (1995). Introducción a la lógica (1ª ed. en español). México

D.F.: Editorial Limusa.

Nino, C.S. (1973). Introducción al análisis del derecho (2ª ed. amp. y rev.).

Buenos Aires: Astrea.

Punset, E. (2004).Cara a cara con la vida, la mente y el Universo (pp. 217-240).

Barcelona: Destino.

Savater, F. (1999). Las preguntas de la vida. Barcelona: Editorial Ariel S.A.

Searle, J. (2001). Mente, lenguaje y sociedad. Madrid: Alianza Editorial.

Vega, L. y Olmos, P. (Ed.) (2011). Compendio de Lógica, Argumentación y

Retórica. Madrid: Editorial Trotta.

Marena Briones Velasteguí 15

Page 124: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Bibliografía Acero, J.J. (2012). Filosofía del lenguaje I. Semántica. Madrid: Editorial Trotta.

Versión en Scribd.

Acero, J.J., Bustos, E., y Quesada, D. (1982). Introducción a la filosofía del

lenguaje. Madrid: Ediciones Cátedra.

Austin, J. (1990). Cómo hacer cosas con las palabras. Barcelona: Ediciones

Paidós.

Carrió, G. (1972). Notas sobre Derecho y lenguaje (4ª ed.). Buenos Aires: Astrea.

Copi, I., y Cohen, C. (1995). Introducción a la lógica (1ª ed. en español). México

D.F.: Editorial Limusa.

Nino, C.S. (1973). Introducción al análisis del derecho (2ª ed. amp. y rev.).

Buenos Aires: Astrea.

Punset, E. (2004).Cara a cara con la vida, la mente y el Universo (pp. 217-240).

Barcelona: Destino.

Savater, F. (1999). Las preguntas de la vida. Barcelona: Editorial Ariel S.A.

Searle, J. (2001). Mente, lenguaje y sociedad. Madrid: Alianza Editorial.

Vega, L. y Olmos, P. (Ed.) (2011). Compendio de Lógica, Argumentación y

Retórica. Madrid: Editorial Trotta.Marena Briones Velasteguí 38

Page 125: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

UNIDAD 3:

PARA DAR CUENTA DE LA

ACTIVIDAD DE ARGUMENTAR

Introducción a la argumentación jurídica Marena Briones Velasteguí

Page 126: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

2

LA RACIONALIDAD…

Racionalidad teórica

(usada en la formación de

creencias: ¿qué creer?):

Respetados científicos han

dicho que los últimos

fósiles hallados en Kenia

sugieren que, con nuestro

antepasado ¨H. erectus¨,

coexistieron otras dos

especies homo.

No me cabe, pues,

ninguna duda de que la

evolución no es un

fenómeno lineal.

Racionalidad práctica (usada como guía para la acción: ¿qué hacer?):

En el próximo feriado podríamos ir a la playa o a la montaña.

A Sonia no le gusta el sol, así que, si decidimos ir a la playa, ella no irá.

(Queremos que Sonia vaya con nosotros)

Entonces, iremos a la montaña.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 127: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

3

LA RACIONALIDAD…

Racionalidad teórica:

¿qué aceptar como

verdadero, verosímil,

adecuado? (razones para

creer):

Una herida de este tipo solo

pudo haber sido hecha o

con un bisturí o con un

escalpelo.

Fue hecha con un

escalpelo.

Entonces, no fue hecha con

un bisturí.

Racionalidad práctica: ¿qué asumir como fines?, ¿qué hacer en ciertas circunstancias? (razones para actuar):

Con arreglo a valores:

Prometí estudiar; entonces, debo estudiar.

Con arreglo a fines:

Si estudio, podré sacar buenas notas, y si saco buenas notas, tendré más y mejores oportunidades para hacer un postgrado en el exterior. Debo estudiar.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 128: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

4

Una distinción útil de partida…

De descubrimiento

Proceso (psicológico,

sociológico, etc.) por el

que se llegó a…

Razones explicativas; por

ejemplo: familiares,

laborales, religiosas…

Sobre este contexto

suelen trabajar sociólogos,

psicólogos, etc.

(Fleming descubrió la

penicilina por accidente)

De justificación Proceso de fundamentación…

Razones justificativas de corrección, aceptabilidad, razonabilidad de…

Dos vertientes:

Justificación interna: si de esas premisas se sigue esa conclusión.

Justificación externa: si las premisas han sido bien seleccionadas.

Es el contexto que les interesa a la Lógica y a los lógicos.

(cuestiones epistémicas y lógicas)

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 129: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

5

Si de argumentar se trata… (L. Vega Reñón)

La(s) teoría(s) de la argumentación:

Auge: últimas décadas del siglo XX.

Vasto campo de exploración y estudio.

Confluyen otras ciencias y disciplinas.

Ideas divergentes sobre lo que puede ser y valer como

argumento.

Distinciones y relaciones entre lógica interna de un

presunto argumento, eficacia argumentativa y poder de

convicción o resolución de un argumento.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 130: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

6

Si de argumentar se trata…

Libros: [Theodor Viehweg, Tópica y Jurisprudencia (1953).

Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca, Traité de l’argumentation. La Nouvelle rhétorique (1958).

Stephen Toulmin, The uses of argument (1958).

Charles Leonard Hamblin, Fallacies (1970).

Escuelas: Collegium Logicum (España): lógica clásica/estándar

Dos tendencias más o menos distantes (EEUU y Canadá): Lógica informal

Pensamiento crítico

Pragma-dialéctica (Amsterdam, van Eemeren y R. Grootendorst)

Análisis del discurso (Francia, J.C. Anscombre y O. Ducrot)

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 131: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

7

Argumentar es…

¨Ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusión.¨ [Anthony Weston (1987), Las claves de la argumentación, 10ª ed., Barcelona, Ariel, 2005]

Tejer historias y razones: Dar cuenta y razón de algo a alguien, en el

curso de una conversación en torno a una cuestión debatible o debatida.

Dar cuenta y razón de algo ante alguien, en el marco de un discurso más o menos institucionalizado.

[Luis Vega Reñón (2003), Si de argumentar se trata, 2ª ed., España, Montesinos, 2007]

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 132: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

8

Argumentar es…

¨En principio, argumentar o razonar es una

actividad que consiste en dar razones a favor

o en contra de una determinada tesis que se

trata de sostener o refutar.¨ [Manuel Atienza (2001), El sentido del Derecho, 2ª ed., 1ª reimp., Barcelona, Ariel, 203]

Dar razones o pruebas es justificar,

fundamentar, una determinada tesis, opinión,

creencia, acción…

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 133: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

9

Argumentar es…

Un tipo especial de ¨acto de habla¨: algo que hacemos con el lenguaje, aunque no siempre es menester usar explícitamente el lenguaje.

Algo esencialmente pragmático:

Un uso del lenguaje que se caracteriza por la pretensión del hablante de llevar a cabo una finalidad: que una de sus afirmaciones ¨se infiere¨, ¨se sigue¨, ¨recibe apoyo¨, ¨recibe justificación¨, ¨recibe fundamento¨, de otra u otras de sus afirmaciones.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 134: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

10

Argumentar es…

Una empresa discursiva cuyo entramado

interno establece secuencias y vinculaciones

ilativas entre razones aducidas y

conclusiones que se apoyan en ellas.

Secuencias y vinculaciones ilativas que

pueden seguir un curso lineal o presentarse

con aspecto más bien ramificado, con varias

líneas argumentativas..

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 135: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

11

Argumentar…

¨…presupone siempre un problema, una cuestión. El problema es lo que suscita la necesidad de argumentar, de enrolarse en una actividad lingüística dirigida precisamente a encontrar, proponer, justificar… una solución, una respuesta¨ para dicho problema. [Manuel Atienza, El Derecho como argumentación, Barcelona, Ariel, 2006]

En cualquier caso, es una actividad racional.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 136: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

12

¿Por qué y para qué argumentar?

Para analizar, indagar, qué opiniones son mejores que otras, qué razones son mejores que otras, cuán fundamentadas están o no están determinadas creencias, decisiones, etc.

Para establecer qué aceptar como verosímil, verdadero, adecuado; o para decidir qué hacer en ciertas circunstancias.

Para explicar, defender, demostrar, refutar, criticar, una posición, una creencia, una acción, etc.

Para persuadir o convencer a otros acerca de algo.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 137: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

13

Las argumentaciones…

Como tales, no son ni verdaderas ni falsas. Pueden ser válidas o inválidas (en el caso de las deductivas), correctas o incorrectas, más sólidas o menos sólidas (en el caso de las no deductivas).

Las que pueden ser falsas o verdaderas son las proposiciones que actúan como premisa y conclusión.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 138: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

14

Las argumentaciones…

Un argumento / una argumentación puede formar

parte de otro argumento / otra argumentación.

Hay argumentos / argumentaciones unilineales:

razones (premisas) se vinculan de manera

eslabonada para conducir a la conclusión, como en

el caso de los silogismos tradicionales. Ningún atleta es vegetariano

Los nadadores son atletas.

Entonces, ningún nadador es vegetariano.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 139: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

15

Las argumentaciones…

Hay argumentos / argumentaciones

convergentes: razones (premisas) confluyen de

modo independiente para conducir a la

conclusión.

Casi todos los anuncios que vemos

están diseñados para, de una

u otra forma, engañar al cliente.

Las letras que los anunciantes

no quieren que veamos

son muy pequeñas.

Los enunciados están

escritos en forma confusa.

Conclusión

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 140: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

16

Tres dimensiones de la argumentación…

Concepción formal:

Enfatiza la dimensión formal, estructural, de las argumentaciones. Se interesa por la validez o invalidez de los argumentos. Es la concepción característica de la lógica (formal-deductiva).

Concepción material:

Enfatiza la materialidad de las razones (premisas): ¿qué tan buenas razones son para lo que se aduce como conclusión? Aquí, lo que interesa es la consistencia material de las premisas.

Concepción pragmática:

Ve a la argumentación como interacción entre sujetos.

Aquí, la preocupación gira en torno a cómo persuadir a otro(s), cómo defender o atacar una tesis.

Dos vertientes: retórica y dialéctica.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 141: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

17

(In)corrección formal / (In)corrección

material Todas las arañas tienen diez

patas.

Todas las criaturas de diez

patas tienen alas.

Todas las arañas tienen alas.

Si Pedro obró en legítima

defensa, su acción estuvo

justificada.

La acción de Pedro estuvo

justificada.

Entonces, Pedro obró en

legítima defensa.

Si el padre no expresa su consentimiento, no es posible acceder a la inseminación artificial.

El padre no ha expresado su consentimiento.

No es posible acceder a la inseminación artificial.

Si el padre no expresa su consentimiento,..,

¿Fundamento?

El padre no ha expresado su consentimiento.

¿Fundamento?

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 142: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

18

LA CONCEPCIÓN FORMAL: LA

LÓGICA FORMAL (DEDUCTIVA)… Hay muchas y variadas clases de lógica.

La que aquí interesa sobre todo es la lógica proposicional, específicamente la formal-deductiva.

Que la lógica sea formal quiere decir: Que es general: se reconstruyen los argumentos con alguno de los esquema que ella ofrece.

Que es abstracta: solo le interesa la estructura de los argumentos.

Que es simbólica: representa mediante símbolos para evidenciar la estructura de los argumentos, como hacen los matemáticos.

La lógica formal (deductiva) sólo descubre, saca a la luz, la estructura de cómo razonamos. Lo que le interesa es el paso de la(s) premisa(s) a la conclusión, para comprobar que en ese paso no hay errores.

La lógica formal (deductiva) hace abstracción del significado de los enunciados y del contexto en el que han sido proferidos.

La lógica formal (deductiva) sirve para examinar la validez formal de los argumentos, incluidos los argumentos jurídicos. También sirve para estudiar la técnica legislativa.

La lógica formal (deductiva) –su leguaje formalizado- está incapacitada para reflejar la enorme riqueza del lenguaje natural. ¨Corrió una hora y se desmayó¨ vs ¨Se desmayó y corrió una hora¨

P & Q

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 143: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

19

LA LÓGICA DEDUCTIVA…

Es la base de la concepción formal de las

argumentaciones.

En un sentido básico, las inferencias deductivas

(válidas) se caracterizan porque, si sus respectivas

premisas fueren verdaderas, la conclusión

necesariamente sería verdadera.

Para determinar si entre dos proposiciones existe

ese relación de deducibilidad, no es el contenido lo

que le interesa a la lógica, sino la estructura de las

argumentaciones.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 144: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

20

Se pretende que la verdad de las

premisas garantice plenamente

la verdad de la conclusión.

Si efectivamente ocurre así,

entonces es posible hablar de

validez deductiva.

En los deductivos válidos (forma

válida) jamás podría darse el

caso de que, siendo verdaderas

las premisas, fuere falsa la

conclusión. ¿Por qué?

Todos los hombres son mortales. García Márquez es un hombre. Luego, García Márquez es mortal.

Todas las mujeres son rusas. Madonna es mujer. Por tanto, Madonna es rusa.

Todas las ballenas son peces. Todos los peces son mamíferos. Luego, todas las ballenas son mamíferos.

ARGUMENTOS DEDUCTIVOS…

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 145: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

21

Argumento deductivo que consiste en tres proposiciones categóricas que contienen exactamente tres términos, cada uno de los cuales sólo aparece en dos de las proposiciones que lo constituyen.

Es de forma estándar cuando sus premisas y conclusión son proposiciones categóricas y están arregladas en cierto orden específico.

Los términos mayor y menor de estos silogismos aparecen cada uno en una premisa diferente: premisa mayor y premisa menor. El término medio no aparece en la conclusión, pero sí en ambas premisas.

Ningún héroe es cobarde.

Algunos soldados son

cobardes.

Por lo tanto, algunos

soldados no son héroes.

Todas las proteínas son

compuestos orgánicos;

puesto que todas las

enzimas son proteínas,

todas las enzimas son

compuestos orgánicos.

SILOGISMO CATEGÓRICO…

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 146: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

22

La proposición disyuntiva (premisa) contiene dos proposiciones componentes, que son sus disyuntos.

En la disyunción inclusiva al menos uno de los disyuntos (cualquiera de ellos e incluso ambos) es verdadero.

Por eso, cuando tenemos una disyunción inclusiva como premisa, y la otra premisa niega o contradice uno de los disyuntos, podemos inferir válidamente que el otro disyunto es verdadero.

O bien Fido se fue de la casa o fue atropellado por un carro.

Fido no se fue de la casa.

Entonces, Fido fue atropellado por un carro.

No es igual a...

O bien Fido se fue de la casa o fue atropellado por un carro.

Fido se fue de la casa.

Entonces, Fido no fue atropellado por un carro.

SILOGISMO DISYUNTIVO (disyunción

inclusiva)…

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 147: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

23

La diferencia entre la disyunción y la alternancia (entre la disyunción inclusiva y la disyunción exclusiva) radica en que, en el primer caso, la ¨o¨ se utiliza en su sentido incluyente y, por tanto, al menos uno (cualquiera de ellos) de los disyuntos es (puede ser) verdadero; en cambio, en el segundo caso, la ¨o¨ se utiliza en su sentido excluyente y, por ende, solo una de las alternativas es (puede ser) verdadera y, siendo así, la otra sería falsa.

Ariel está en Viena o en Praga.

Está en Praga.

Entonces, no está en Viena.

Hoy, Ana se puso el sombrero de flores o el sombrero de frutas.

Se puso el de flores.

Entonces, no se puso el de frutas.

Salió cara o salió cruz.

No salió cruz.

Entonces, salió cara.

Tuvo que ser el martes o el jueves (sólo da consulta en esos días).

No fue el martes

Entonces, fue el jueves

ALTERNANCIA (disyunción

excluyente)…

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 148: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

24

Una proposición condicional contiene dos proposiciones constitutivas: la que sigue al si es el antecedente y la que sigue al entonces es el consecuente.

Al silogismo que contiene sólo proposiciones condicionales se lo llama silogismo hipotético puro.

Un silogismo que contiene una premisa condicional y una premisa categórica se llama silogismo hipotético mixto. Hay dos formas válidas: modus ponens y modus tollens.

Si el primer nativo es político, entonces miente.

Si miente, entonces niega ser político.

Por tanto, si el primer nativo es un político, entonces niega que es un político.

Si el segundo nativo dice la verdad, entonces solamente un nativo es político.

El segundo nativo dice la verdad.

Por lo tanto, solamente un nativo es político.

Si el prisionero tuerto vio dos sombreros rojos, entonces pudo haber dicho el color de su propio sombrero.

El prisionero tuerto no pudo decir el color de su propio sombrero.

Por lo tanto, el prisionero tuerto no vio dos sombreros rojos.

SILOGISMO HIPOTÉTICO…

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 149: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

25

Modus ponens (o poner poniendo)…

Si encontramos el libro que necesitamos, podremos hacer un buen trabajo.

Encontramos el libro que necesitamos.

Podremos hacer un buen trabajo.

Forma válida: afirmar el antecedente para afirmar el consecuente. Si la implicación es cierta y es cierto el antecedente, entonces es cierto el consecuente.

Si Pedro obró en legítima defensa, su acción estuvo justificada.

La acción de Pedro estuvo justificada.

Entonces, Pedro obró en legítima defensa.

Forma inválida: afirmar el consecuente para afirmar el antecedente.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 150: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

26

Modus tollens (o quitar quitando)…

Si la leve sombra que aparece en la radiografía es razón para preocuparse, debe haber una masa palpable donde lo sugieren los rayos X.

No hay masa palpable.

Entonces, la leve sombra en la radiografía no es razón para preocuparse.

Forma válida: negar el consecuente para negar el antecedente. Si una implicación es cierta y es falso su consecuente, entonces también es falso su antecedente.

Si Tobías dispuso de los fondos escolares, entonces Tobías es culpable de disposición arbitraria.

Tobías no dispuso de los fondos escolares.

Entonces, Tobías no es culpable de disposición arbitraria.

Forma inválida: negar el antecedente para negar el consecuente.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 151: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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ARGUMENTOS DEDUCTIVOS Y

ARGUMENTOS NO DEDUCTIVOS… Lo que distingue a los argumentos deductivos de

los no deductivos es que, en el caso de los primeros, sus premisas ofrecen todo el fundamento necesario para la conclusión, y, en el caso de los segundos, sus premisas solo ofrecen parte del fundamento.

Tanto unos como otros pueden estar integrados por premisas y conclusión particulares o por premisas y conclusión generales.

Solo de los deductivos se puede decir si son válidos o inválidos (formalmente); de los no deductivos, si son más o menos sólidos, más o menos consistentes.

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Page 152: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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ARGUMENTOS NO DEDUCTIVOS…

No pretenden apoyar la verdad de sus

conclusiones como consecuencias

necesarias de la verdad de sus premisas. Lo

que pretenden es apoyar sus conclusiones

como probables.

Algunos argumentos no deductivos son la

inducción general, la inducción probabilística,

la abducción, la analogía.

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 153: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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INDUCCIÓN GENERAL…

2 es la suma de dos primos. 4 también. 6 también. 8 también. 10 también. 12 también. ... 4816 también. Por tanto, 4818 seguramente es la suma de dos primos.

¨El derecho de las mujeres a votar fue ganado sólo después de una lucha. El derecho de las mujeres a asistir a los colegios secundarios y a la universidad fue ganado sólo después de una lucha. El derecho de la mujer a la igualdad de oportunidades fue ganado sólo después de una lucha […] Por lo tanto, todos los derechos de las mujeres son ganados sólo después de luchar.¨

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Page 154: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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ARGUMENTO POR ANALOGÍA…

¨La gente lleva su coche a arreglar y a revisar cada

pocos meses sin rechistar. ¿Y por qué no prodigan

los mismos cuidados a sus propios cuerpos?¨

¨La gente sabe que tiene que llevar su coche a la revisión

de forma regular (de otro modo, se pueden producir

problemas de mayor envergadura).

Los cuerpos de las personas son similares a los coches

(porque también los cuerpos humanos pueden desarrollar

problemas, si no se revisan de forma regular).

Por lo tanto, la gente también debería acudir a un chequeo

y una revisión de forma regular.¨ [tomado de Weston: Las claves de la argumentación]

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 155: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

31

ABDUCCIÓN (o razonar por

hipótesis)…

¨Hay señales de herradura a igual distancia, el polvo

del camino está barrido a la derecha y a la izquierda

a tres pies y medio de centro del camino, y hay

hojas de los árboles caídas. Si hubiera pasado un

caballo de galope perfecto, con una cola de tres

pies y medio y una altura de cinco pies, habría

huellas de herradura a igual distancia,

encontraríamos el polvo barrido a derecha e

izquierda a tres pies y medio del camino y hojas de

los árboles caídas; luego ha pasado un caballo de

estas características.¨ [Voltaire]

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 156: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

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PROBABILIDAD (o razonar en

contextos de incertidumbre)…

¨El cálculo de probabilidades es una rama de la

matemática pura que puede usarse para calcular las

probabilidades de hechos complejos a partir de las

probabilidades de sus componentes. Puede

considerarse un hecho complejo como una totalidad

de la cual son partes los hechos que la constituyen.¨

¨Por ejemplo, el evento complejo de extraer dos

espadas sucesivamente de un mazo de cartas es

un todo del cual sus partes son cada uno de los

eventos de sacar una espada cada vez.¨ (Tomado de Introducción a la lógica, de Irving Copi y Carl Cohen)

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 157: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

33

PROBABILIDAD: Un ejemplo más…

¨Supongamos una mujer de 35 años que se presenta con síntomas

de disuria. Las probabilidades de que tenga una infección urinaria

son del 55%. La sensibilidad de la prueba de la tirilla positiva para

nitritos o estearasa de los leucocitos es del 90%. La especificidad

de esta prueba es del 60%. Con esta información podemos calcular

la probabilidad de que la mujer tiene una infección urinaria

utilizando el siguiente cálculo matemático: De 1000 mujeres, el 55%

o sea 550 tendrán una infección de las vías urinarias y 450 mujeres

no la tendrán. De las 550 mujeres con la enfermedad, hay 495

verdaderos positivos (sensibilidad 550×90%) y de las 450 mujeres

sin la enfermedad, hay 270 verdaderos positivos (especificidad

450×60%). Completando la tabla, el número de falsos negativos es

550−495 = 55 y el número de falsos positivos es 450−270 = 180.¨

[Tomado de ¨Empleo del razonamiento probabilístico en la práctica médica¨ / Consultado

en: http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=62952

Marena Briones Velasteguí-Introducción a la argumentación jurídica

Page 158: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

LECTURAS

Page 159: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura

Los siete saberes

necesarios para la educación del futuro

Edgar Morin

Traducción de Mercedes Vallejo-Gómez, Profesora de la Universidad Pontificia Bolivariana

de Medellín-Colombia Con la contribución de Nelson Vallejo-Gómez

y Françoise Girard

Page 160: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

CAPÍTULO I

LAS CEGUERAS DEL CONOCIMIENTO : EL ERROR Y LA ILUSIÓN

Todo conoc imiento conl leva e l r iesgo del error y de la i lus ión. La

educac ión del futuro debe afrontar e l problema desde estos dos aspectos : error e i lus ión. E l mayor error ser ía subest imar e l problema del er ror ; la mayor i lus ión ser ía subest imar e l problema de la i lus ión. E l reconoc imiento de l error y de la i lus ión es tan d i f íc i l que e l error y la i lus ión no se reconocen en absoluto.

Error e i lus ión paras i tan la mente humana desde la apar ic ión del homo sapiens. Cuando cons ideramos e l pasado, inc luyendo e l rec iente, sent imos que ha sufr ido e l dominio de innumerables errores e i lus iones. Marx y Engels enunciaron justamente en La Ideología A lemana que los hombres s iempre han e laborado fa lsas concepc iones de e l los mismos, de lo que hacen, de lo que deben hacer , del mundo donde v iven. Pero n i Marx n i Engels escaparon a estos errores.

1. EL TALÓN DE AQUILES DEL CONOCIMIENTO

La educac ión debe mostrar que no hay conoc imiento que no esté, en a lgún grado, amenazado por e l error y por la i lus ión. La teor ía de la información muestra que hay un r iesgo de error bajo e l efecto de perturbac iones a leator ias o ru idos (noise), en cualquier t ransmis ión de información, en cualquier comunicac ión de mensajes.

Un conocimiento no es e l espejo de las cosas o del mundo exter ior . Todas las percepc iones son a la vez t raducc iones y reconstrucc iones cerebra les, a par t i r de est ímulos o s ignos captados y codi f i cados por los sent idos ; de ahí , es b ien sabido, los innumerables errores de percepc ión que s in embargo nos l legan de nuestro sent ido más f iab le, e l de la v is ión. A l error de percepc ión se agrega e l error inte lectual . E l conoc imiento en forma de palabra, de idea, de teor ía , es e l f ruto de una traducc ión/reconstrucc ión mediada por e l lenguaje y e l pensamiento y por ende conoce e l r iesgo de error . Este conocimiento en tanto que traducc ión y reconstrucc ión impl ica la interpretac ión, lo que introduce e l r iesgo de error a l inter ior de la subjet iv idad del conociente, de su v is ión del mundo, de sus pr inc ip ios de conoc imiento. De ahí prov ienen los innumerables errores de concepc ión y de ideas que sobrev ienen a pesar de nuestros contro les rac ionales. La proyecc ión de nuestros deseos o de nuestros miedos, las perturbac iones menta les que aportan nuestras emociones mult ip l ican los r iesgos de error .

Se podr ía creer en la pos ib i l idad de e l iminar e l r iesgo de error rechazando cualquier afect iv idad. De hecho, e l sent imiento, e l od io, e l amor y la amistad pueden enceguecernos ; pero también hay que dec i r que ya en e l mundo mamífero, y sobre todo en e l mundo humano, e l desarro l lo de la inte l igenc ia es inseparable del de la afect iv idad, es dec i r de la cur ios idad, de la pas ión, que son, a su vez, de la competenc ia de la invest igac ión f i losóf ica o c ient í f ica . La afect iv idad puede asf ix iar e l conoc imiento pero también puede forta lecer lo. Ex iste una re lac ión

5

Page 161: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

estrecha entre la inte l igenc ia y la afect iv idad : la facul tad de razonamiento puede ser d isminuida y hasta destru ida por un déf ic i t de emoción ; e l debi l i tamiento de la capac idad para reacc ionar emocionalmente puede l legar a ser la causa de comportamientos i r rac ionales.

As í pues, no hay un estado super ior de la razón que domine la emoción s ino un buc le inte l lect ↔ af fect ; y de c ierta manera la capacidad de emoción es ind ispensable para e l establec imiento de comportamientos rac ionales .

E l desarro l lo de l conoc imiento c ient í f ico es un medio poderoso de detecc ión de errores y de lucha contra las i lus iones. No obstante, los paradigmas que contro lan la c ienc ia pueden desarro l lar i lus iones y n inguna teor ía c ient í f ica está inmunizada para s iempre contra e l error . Además, e l conoc imiento c ient í f ico no puede tratar unicamente los problemas epistemológicos, f i losóf icos y ét icos.

La educación debe entonces dedicarse a la ident i f icac ión de los or ígenes de errores, de i lus iones y de cegueras .

1.1 Los errores mentales

Ningún d ispos i t ivo cerebra l permite d is t inguir la a luc inac ión de la percepc ión, e l sueño de la v ig i l ia , lo imaginar io de lo rea l , lo subjet ivo de lo objet ivo.

La importanc ia de l fantasma y de l imaginar io en e l ser humano es in imaginable ; dado que las v ías de entrada y de sa l ida de l s is tema neuro-cerebra l que conectan e l organismo con e l mundo exter ior representan só lo e l 2% de todo e l conjunto, mientras que e l 98% impl ica a l func ionamiento inter ior , se ha const i tu ido en un mundo s íqu ico re lat ivamente independiente donde se fermentan neces idades, sueños, deseos, ideas, imágenes, fantasmas, y este mundo se inf i l t ra en nuestra v is ión o concepc ión del mundo exter ior .

También ex iste en cada mente una pos ib i l idad de ment i ra a s í mismo (se l f -decept ion) que es fuente permanente de error y de i lus ión. E l egocentr i smo, la neces idad de auto- just i f i cac ión, la tendenc ia a proyectar sobre e l otro la causa del mal hacen que cada uno se mienta a s í mismo s in detectar esa ment i ra de la cual , no obstante, es e l autor .

Nuestra memor ia misma está sujeta a numerosas fuentes de error . Una memor ia no regenerada con la remembranza t iende a degradarse ; pero cada remembranza la puede adornar o desf igurar . Nuestra mente, de manera inconsc iente, t iende a se lecc ionar los recuerdos que nos convienen y a rechazar, inc luso a borrar , los desfavorables ; y cada uno puede a l l í adjudicarse un ro l adulador. También t iende a deformar los recuerdos por proyecc iones o confus iones inconsc ientes. Ex isten, a veces, fa lsos recuerdos con la persuac ión de haber los v iv ido y también recuerdos que rechazamos porque estamos persuadidos de no haber los v iv ido jamás. As í , la memor ia, fuente i r remplazable de verdad, puede estar sujeta a los errores y a las i lus iones.

6

Page 162: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

1.2 Los errores intelectuales

Nuestros s is temas de ideas ( teor ías , doctr inas, ideologías) no só lo están sujetos a l error s ino que también protegen los errores e i lus iones que están inscr i tos en e l los. Forma parte de la lóg ica organizadora de cualquier s is tema de ideas e l hecho de res ist i r a la información que no conviene o que no se puede integrar . Las teor ías res is ten a la agres ión de las teor ías enemigas o de los argumentos adversos. Aunque las teor ías c ient í f icas sean las únicas en aceptar la pos ib i l idad de ser refutadas, t ienden a mani festar esta res is tenc ia. En cuanto a las doctr inas, que son teor ías encerradas en s í mismas y absolutamente convencidas de su verdad, éstas son invulnerables a cualquier cr í t ica que denuncie sus errores.

1.3 Los errores de la razón

Lo que permite la d is t inc ión entre v ig i l ia y sueño, imaginar io y rea l , subjet ivo y objet ivo, es la act iv idad rac ional de la mente que apela a l contro l de l entorno (res is tenc ia f ís ica de l medio a l deseo y a l imaginar io) , a l contro l de la práct ica (act iv idad ver i f icadora), a l contro l de la cu l tura (referenc ia a l saber común), a l contro l de l prój imo (¿es que usted ve lo mismo que yo ?) , a l contro l cerebra l (memor ia , operac iones lóg icas) . Dicho de otra manera, es la rac ional idad la que corr ige.

La rac ional idad es e l mejor pret i l contra e l error y la i lus ión. Por una parte, es tá la rac ional idad construct iva que e labora teor ías coherentes ver i f i cando e l carácter lóg ico de la organizac ión teór ica, la compat ib i l idad entre las ideas que componen la teor ía, e l acuerdo entre sus af i rmaciones y los e lementos empír icos a los cuales se dedica : es ta rac iona l idad debe permanecer abierta a la d iscus ión para ev i tar que se vuelva a encerrar en una doctr ina y se convierta en rac ional izac ión ; por otra parte, está la rac ional idad cr í t ica que se ejerce part icu larmente sobre los errores e i lus iones de las creenc ias, doctr inas y teor ías. Pero la rac ional idad también l leva en su seno una pos ib i l idad de error y de i lus ión cuando se perv ierte en rac ional izac ión como se acaba de indicar . La rac ional izac ión se cree rac ional porque const i tuye un s is tema lóg ico perfecto basado en la deducc ión o la inducc ión ; pero e l la se funda sobre bases mut i ladas o fa lsas y se n iega a la d iscus ión de argumentos y a la ver i f icac ión empír ica. La rac ional izac ión es cerrada, la rac ional idad es abierta. La rac ional izac ión toma las mismas fuentes de la rac ional idad, pero const i tuye una de las fuentes de errores y de i lus iones más poderosa. De esta manera, una doctr ina que obedece a un modelo mecanic is ta y determin ista para cons iderar e l mundo no es rac ional s ino rac ional izadora. La verdadera rac ional idad, ab ierta por natura leza, d ia loga con una rea l idad que se le res is te. E l la opera un i r y venir incesante entre la instanc ia lóg ica y la instanc ia empír ica ; es e l f ruto del debate argumentado de las ideas y no la propiedad de un s is tema de ideas. Un rac ional ismo que ignora los seres, la subjet iv idad, la afect iv idad, la v ida es i r rac ional . La rac ional idad debe reconocer e l lado del afecto, de l amor, de l arrepent imiento. La verdadera rac ional idad conoce los l ími tes de la lóg ica, de l determin ismo, de l mecanismo ; sabe que la mente humana no podr ía ser omnisc iente, que la rea l idad comporta mister io ; e l la negoc ia con lo i r rac ional izado, lo oscuro, lo i r rac ional izab le ; no sólo es cr í t ica s ino

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autocr í t i ca. Se reconoce la verdadera rac iona l idad por la capac idad de reconocer sus insuf ic ienc ias.

La rac ional idad no es una cual idad con la que están dotadas las mentes de los c ient í f icos y técnicos y de la cual están desprov istos los demás. Los sabios atomistas, rac ionales en su área de competenc ia y bajo la coacc ión del laborator io, pueden ser completamente i r rac ionales en pol í t ica o en su v ida pr ivada.

As í mismo, la rac ional idad no es una cual idad de la cual d ispondr ía en monopol io la c iv i l i zac ión occ identa l . Durante mucho t iempo, e l Occ idente europeo se creyó dueño de la rac ional idad, só lo ve ía errores, i lus iones y retrazos en las otras cu l turas y juzgaba cualquier cu l tura en la medida de sus resul tados tecnológicos. Ahora b ien, debemos saber que en toda soc iedad, comprendida la arca ica, hay rac ional idad tanto en la confecc ión de herramientas, estrategia para la caza, conoc imiento de las p lantas, de los animales, de l terreno como la hay en e l mito, la magia, la re l ig ión. En nuestras soc iedades occ identa les también hay presenc ia de mitos, de magia, de re l ig ión, inc luyendo e l mito de una razón prov idenc ia l e inc luyendo también una re l ig ión del progreso. Comenzamos a ser verdaderamente rac ionales cuando reconocemos la rac ional izac ión inc lu ida en nuestra rac iona l idad y cuando reconocemos nuestros propios mitos entre los cuales e l mito de nuestra razón todopoderosa y e l de l progreso garant izado.

Es necesar io entonces, reconocer en la educac ión para e l futuro un pr inc ip io de incert idumbre rac ional : s i no mant iene su v ig i lante autocr í t i ca, la rac ional idad arr iesga permanentemente a caer en la i lus ión rac ional izadora ; es dec i r que la verdadera rac ional idad no es so lamente teór ica n i cr í t i ca s ino también autocr í t ica.

1.4 Las cegueras paradigmáticas

El juego de la verdad y del error no só lo se juega en la ver i f i cac ión empír ica y la coherenc ia lóg ica de las teor ías ; también se juega a fondo en la zona inv is ib le de los paradigmas. Esto lo debe tener b ien en cuenta la educac ión.

Un paradigma puede ser def in ido por :

♦ La promoción/se lecc ión de los conceptos maestros de la inte l ig ib i l idad. As í , e l Orden en las concepciones determin istas, la Mater ia en las concepc iones mater ia l i s tas, e l Esp í r i tu en las concepc iones espi r i tua l is tas , la Estructura en las concepciones estructura l is tas son los conceptos maestros se lecc ionados/ se lecc ionantes que exc luyen o subord inan los conceptos que les son ant inómicos (e l desorden, e l esp í r i tu , la mater ia , e l acontec imiento) . De este modo, e l n ive l paradigmát ico es e l de l pr inc ip io de se lecc ión de las ideas que están integradas en e l d iscurso o en la teor ía o que son apartadas y rechazadas.

♦ La determinac ión de las operac iones lóg icas maestras. E l paradigma está ocul to bajo la lóg ica y se lecc iona las operac iones lóg icas que se vuelven a la vez preponderantes, pert inentes y ev identes bajo su imper io (exc lus ión- inc lus ión, d isyunc ión-conjunc ión, impl icac ión-negac ión). Es e l paradigma quien otorga e l pr iv i leg io a

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c iertas operac iones lóg icas a expensas de otras como la d isyunc ión, en detr imento de la conjunc ión ; es é l qu ien da va l idez y universa l idad a la lóg ica que ha e leg ido. Por eso mismo, da a los d iscursos y a las teor ías que contro la las caracter ís t icas de neces idad y verdad. Por su prescr ipc ión y su proscr ipc ión, e l paradigma funda e l ax ioma y se expresa en e l ax ioma (« todo fenómeno natura l obedece a l determin ismo », « todo fenómeno propiamente humano se def ine por opos ic ión a la natura leza ». . . ) .

As í pues, e l paradigma efectúa la se lecc ión y la determinac ión de la conceptual izac ión y de las operac iones lóg icas. Des igna las categor ías fundamenta les de la inte l ig ib i l idad y efectúa e l contro l de su empleo. Los ind iv iduos conocen, p iensan y actúan según los paradigmas inscr i tos cu l tura lmente en e l los.

Tomemos un ejemplo : Hay dos parad igmas opuestos concern ientes a la re lac ión hombre ↔ natura leza. E l pr imero inc luye lo humano en la natura leza y cualquier d iscurso que obedezca a este paradigma hace del hombre un ser natura l y reconoce la « natura leza humana ». E l segundo paradigma prescr ibe la d isyunc ión entre estos dos términos y determina lo que hay de espec í f i co en e l hombre por exc lus ión a la idea de natura leza. Estos dos paradigmas opuestos t ienen en común la obedienc ia de ambos a un paradigma aún más profundo que es e l paradigma de s impl i f icac ión, e l cual , ante cualquier complej idad conceptual , prescr ibe b ien sea la reducc ión (aquí de lo humano a lo natura l) o la d isyunc ión (aquí entre lo humano y lo natura l) . Uno y otro paradigma impiden concebir la unidual idad (natura l ↔ cu l tura l , cerebra l ↔ s íqu ica) de la rea l idad humana e impiden igualmente concebir la re lac ión a la vez de impl icac ión y de separac ión entre e l hombre y la natura leza. Só lo un paradigma complejo de impl icac ión/dist inc ión/conjunc ión permit i r ía ta l concepción ; pero ese aún no está inscr i to en la cu l tura c ient í f ica .

E l paradigma juega un ro l a l mismo t iempo subterráneo y soberano en cualquier teor ía, doctr ina o ideología . E l paradigma es inconsc iente pero i r r iga e l pensamiento consc iente, lo contro la y, en ese sent ido, es también sur-consc iente.

En resumen, e l paradigma instaura las re lac iones pr imordia les que const i tuyen los ax iomas, determina los conceptos, impone los d iscursos y/o las teor ías , organiza la organizac ión de los mismos y genera la generac ión o la regenerac ión.

Se debe evocar aquí e l « gran paradigma de Occ idente » formulado por Descartes e impuesto por los desarro l los de la h is tor ia europea desde e l s ig lo XVII . E l paradigma cartes iano separa a l sujeto de l objeto con una esfera propia para cada uno : la f i losof ía y la invest igac ión ref lex iva por un lado, la c ienc ia y la invest igac ión objet iva por e l otro. Esta d isoc iac ión atrav ieza e l universo de un extremo a l otro :

Sujeto / Objeto Alma / Cuerpo

Espíritu / Materia Calidad / Cantidad

Finalidad / Causalidad Sentimiento / Razón

Libertad/Determinismo Existencia/Esencia

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Se trata perfectamente de un paradigma : é l determina los Conceptos soberanos y prescr ibe la re lac ión lóg ica : la d isyunc ión. La no-obedienc ia a esta d isyunc ión só lo puede ser c landest ina, marginada, desv iada. Este paradigma determina una doble v is ión del mundo, en rea l idad, un desdoblamiento de l mismo mundo : por un lado, un mundo de objetos somet idos a observac iones, exper imentac iones, manipulac iones ; por e l otro, un mundo de sujetos p lanteándose problemas de ex istenc ia, de comunicac ión, de concienc ia, de dest ino. As í , un paradigma puede a l mismo t iempo d i luc idar y cegar, revelar y ocul tar . Es en su seno donde se encuentra escondido e l problema c lave del juego de la verdad y del error .

2. EL IMPRINTING Y LA NORMALIZACIÓN

A l determin ismo de los parad igmas y modelos expl icat ivos se asoc ia e l determin ismo de las convicc iones y creenc ias que, cuando re inan en una soc iedad, imponen a todos y a cada uno la fuerza imperat iva de lo sagrado, la fuerza normal izadora de l dogma, la fuerza prohib i t iva de l tabú. Las doctr inas e ideologías dominantes d isponen igualmente de la fuerza imperat iva que anunc ia la ev idenc ia a los convenc idos y la fuerza coherc i t iva que susc i ta e l miedo inhib idor en los otros.

E l poder imperat ivo y prohib i t ivo de los paradigmas, creenc ias of ic ia les, doctr inas re inantes, verdades establec idas determina los estereot ipos cogni t ivos, ideas rec ib idas s in examen, creenc ias estúpidas no d iscut idas, absurdos t r iunfantes, rechazos de ev idencias en nombre de la ev idenc ia y hace re inar bajo los c ie los conformismos cogni t ivos e inte lectua les.

Todas las determinac iones soc ia les-económicas-pol í t i cas (poder, jerarquía , d iv is ión de c lases, espec ia l izac ión y, en nuestros t iempos modernos, tecno-burocrat izac ión de l t rabajo) y todas las determinac iones cu l tura les convergen y se s inerg isan para encarce lar a l conoc imiento en un mult i -determin ismo de imperat ivos, normas, prohib ic iones, r ig ideces, b loqueos.

Bajo e l conformismo cogni t ivo hay mucho más que conformismo. Hay un impr int ing cu l tura l , huel la matr ic ia l que inscr ibe a fondo e l conformismo y hay una normal izac ión que e l imina lo que ha de d iscut i rse . E l impr int ing es un término que Konrad Lorentz propuso para dar cuenta de la marca s in retorno que imponen las pr imeras exper ienc ias de l joven animal (como en e l pajar i l lo que sa l iendo del huevo toma a l pr imer ser v iv iente a su a lcance como madre ; es lo que ya nos había contado Andersen a su manera en la h is tor ia de E l Pat i to Feo). E l impr int ing cu l tura l marca los humanos desde su nac imiento, pr imero con e l se l lo de la cu l tura fami l iar , luego con e l de la esco lar , y después con la univers idad o en e l desempeño profes ional .

As í , la se lecc ión soc io lóg ica y cu l tura l de las ideas raramente obedece a su verdad ; o, por e l contrar io, puede ser implacable con la búsqueda de verdad.

3. LA NOOLOGÍA : POSESIÓN

Marx dec ía justamente : « los productos del cerebro humano t ienen e l aspecto de seres independientes dotados con cuerpos par t icu lares en comunicac ión con los humanos y entre e l los ».

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Es más, las creenc ias y las ideas no só lo son productos de la mente, también son seres menta les que t ienen v ida y poder. De esta manera, e l las pueden poseernos.

Debemos ser b ien consc ientes que desde e l comienzo de la humanidad nac ió la noósfera -esfera de las cosas del esp í r i tu- con e l despl iegue de los mitos , de los d ioses ; la formidable sublevac ión de estos seres espi r i tua les impulsó y arrastró a l homo sapiens hac ia de l i r ios, masacres , crue ldades, adorac iones, éxtas is , sub l imidades desconocidas en e l mundo animal . Desde entonces, v iv imos en medio de una se lva de mi tos que enr iquecen las cu l turas.

Procedente por completo de nuestras a lmas y de nuestras mentes, la noósfera está en nosotros y nosotros estamos en la noósfera. Los mitos han tomado forma, cons istenc ia, rea l idad a par t i r de fantasmas formados por nuestros sueños y nuestras imaginac iones. Las ideas han tomado forma, cons istenc ia, rea l idad a part i r de los s ímbolos y de los pensamientos de nuestras inte l igenc ias. Mi tos e Ideas han vuel to a nosotros, nos han invadido, nos han dado emoción, amor, odio, éxtas is , furor . Los humanos poseídos son capaces de mor i r o de matar por un d ios , por una idea. Todavía a l comienzo del tercer mi len io, como los da imons de los Gr iegos y a veces como los demonios de l Evangel io , nuestros demonios « de ideas » nos arrastran, sumergen nuestra concienc ia, nos hacen inconsc ientes dándonos la i lus ión de ser h iper consc ientes.

Las soc iedades domest ican a los ind iv iduos por los mitos y las ideas, las cuales a su vez domest ican las soc iedades y los ind iv iduos, pero los ind iv iduos podr ían rec iprocamente domest icar sus ideas a l mismo t iempo que podr ían contro lar la soc iedad que los contro la . En e l juego tan complejo (complementar io-antagonista- inc ierto) de esc lav i tud-explotac ión-paras i t i smos mutuos entre las t res instanc ias ( ind iv iduo ↔ soc iedad ↔ noósfera) ta l vez haya lugar para una búsqueda s imbiót ica. No se t rata de n inguna manera de tener como ideal la reducc ión de las ideas a meros instrumentos y a hacer de e l los cosas . Las ideas ex isten por y para e l hombre, pero e l hombre ex is te también por y para las ideas ; nos podemos serv i r de e l las só lo s i sabemos también serv i r les . ¿No ser ía necesar io tomar conc iencia de nuestras enajenac iones para poder d ia logar con nuestras ideas, contro lar las tanto como e l las nos contro lan y apl icar les pruebas de verdad y de error ?

Una idea o una teor ía no deber ía ser pura y s implemente instrumenta l izada, n i imponer sus veredictos de manera autor i tar ia ; e l la deber ía re lat iv izarse y domest icarse. Una teor ía debe ayudar y or ientar las estrategias cogni t ivas conducidas por los sujetos humanos.

Nos es muy d i f íc i l d is t inguir e l momento de separac ión y de opos ic ión entre aquel lo que ha sa l ido de la misma fuente : la Ideal idad, modo de ex istenc ia necesar io a la Idea para t raduc i r lo rea l , y e l Ideal ismo, toma de poses ión de lo rea l por la idea ; la rac ional idad, d ispos i t ivo de d iá logo entre la idea y lo rea l ; y la rac ional izac ión que impide este mismo d iá logo. Igualmente, ex iste una gran d i f icu l tad para reconocer e l mito ocul to bajo e l label de c ienc ia o razón.

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Una vez más, vemos que e l pr inc ipa l obstáculo inte lectual para e l conoc imiento se encuentra en nuestro medio inte lectual de conocimiento. Lenin d i jo que los hechos eran inf lex ib les. E l no había v is to que la idea f i ja y la idea-fuerza, o sea las suyas, eran aún más inf lex ib les. E l mito y la ideología destruyen y devoran los hechos.

S in embargo, son las ideas las que nos permiten concebir las carenc ias y los pe l igros de la idea. De a l l í , la paradoja ine ludib le : debemos l levar una lucha crucial contra las ideas, pero no podemos hacerlo más que con la ayuda de las ideas. No debemos nunca dejar de mantener e l papel mediador de nuestras ideas y debemos impedir les su ident i f icac ión con lo rea l . Só lo debemos reconocer , como dignas de fe , las ideas que conl levan la idea de que lo rea l res is te a la idea. Esta es la tarea ind ispensable en la lucha contra la i lus ión.

4. LO INESPERADO…

Lo inesperado nos sorprende porque nos hemos insta lado con gran segur idad en nuestras teor ías, en nuestras ideas y, éstas no t ienen n inguna estructura para acoger lo nuevo. Lo nuevo brota s in cesar ; nunca podemos predec i r cómo se presentará, pero debemos contar con su l legada, es dec i r contar con lo inesperado (cf . Capí tu lo V Enfrentar las incert idumbres). Y, una vez sobrevenga lo inesperado, habrá que ser capaz de rev isar nuestras teor ías e ideas en vez de dejar entrar por la fuerza e l hecho nuevo en la teor ía la cua l es incapaz de acoger lo verdaderamente.

5. LA INCERTIDUMBRE DEL CONOCIMIENTO

¡Cuantas fuentes, causas de error y de i lus ión múlt ip les y renovadas s in cesar en todos los conocimientos !

Por eso la neces i tad para cualquier educac ión de despejar los grandes interrogantes sobre nuestra pos ib i l idad de conocer . Pract icar estas interrogac iones se const i tuye en ox ígeno para cua lqu ier empresa de conocimiento. As í como e l ox ígeno destru ía los seres v ivos pr imit ivos hasta que la v ida ut i l i zó este corruptor como des intox icante, igual la incer t idumbre que destruye e l conoc imiento s impl is ta, es e l des intox icante del conoc imiento complejo. De todas formas, e l conoc imiento queda como una aventura para la cua l la educac ión debe proveer los v iát icos ind ispensables.

E l conoc imiento del conoc imiento que conl leva la integrac ión del conociente en su conocimiento debe aparecer ante le educación como un pr inc ip io y una neces idad permanente.

Debemos comprender que hay condic iones b io-antropológicas ( las apt i tudes del cerebro ↔ mente humano), condic iones soc io-cul tura les ( la cu l tura abierta que permi te los d iá logos e intercambios de ideas) y condic iones noológicas ( las teor ías abiertas) que permiten « verdaderos » interrogantes, esto es, interrogantes fundamenta les sobre e l mundo, sobre e l hombre y sobre e l conoc imiento mismo.

Debemos comprender que, en la búsqueda de la verdad, las act iv idades auto-observadoras deben ser inseparables de las act iv idades

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observadoras, las autocr í t icas inseparables de las cr í t icas, los procesos ref lex ivos inseparables de los procesos de objet ivac ión.

Debemos aprender que la búsqueda de la verdad neces i ta la búsqueda y e laborac ión de meta-puntos de v is ta que permitan la ref lex ib idad, que conl leven espec ia lmente la in tegrac ión del observador-conceptual izador en la observac ión-concepc ión y la eco log izac ión de la observac ión-concepción en e l contexto menta l y cu l tura l que es e l suyo.

También podemos aprovechar e l enajenamiento que nos hacen exper imentar las ideas para dejarnos poseer justamente por las ideas de cr í t ica, de autocr í t ica , de apertura, de complej idad. Las ideas que argumento aquí no só lo las poseo, me poseen.

En genera l , debemos intentar jugar con la doble enajenac ión, la de las ideas por nuestra mente, la de nuestra mente por las ideas para lograr formas donde la esc lav i tud mutua mejorar ía la convivenc ia .

He aquí un problema c lave : instaurar la convivenc ia con nuestras ideas as í como con nuestros mitos.

La mente humana debe desconf iar de sus productos « de ideas » los cuales son a l mismo t iempo v i ta lmente necesar ios. Neces i tamos un contro l permanente para ev i tar idea l ismo y rac ional izac ión. Neces i tamos negociac iones y contro les mutuos entre nuestras mentes y nuestras ideas. Neces i tamos intercambios y comunicac iones entre las d i ferentes regiones de nuestra mente. Hay que tomar conciencia de l eso y de l se que hablan a t ravés de l yo, y hay que estar a lertas permanentemente para t ratar de detectar la ment i ra a s í mismo.

Neces i tamos c iv i l i zar nuestras teor ías, o sea una nueva generac ión de teor ías abiertas , rac ionales, cr í t i cas, ref lex ivas, autocr í t icas, aptas para auto-reformarnos.

Neces i tamos encontrar los meta-puntos de v ista sobre la noósfera, los cuales no pueden suceder más que con la ayuda de ideas complejas, en cooperac ión con nuestras mismas mentes buscando los meta-puntos de v is ta para auto-observarnos y concebi rnos.

Neces i tamos que se cr is ta l i ce y se radique un paradigma que permita e l conoc imiento complejo.

Las pos ib i l idades de error y de i lus ión son múlt ip les y permanentes : las que v ienen del exter ior cu l tura l y soc ia l inh iben la autonomía de l pensamiento y prohiben la búsqueda de verdad ; aquel las que v ienen del inter ior , encerradas a veces en e l seno de nuestros mejores medios de conoc imiento, hacen que los pensamientos se equivoquen entre e l los y sobre s í mismos.

¡ Cuantos sufr imientos y desor ientac iones se han causado por los errores y las i lus iones a lo largo de la h istor ia humana y de manera aterradora en e l s ig lo XX ! Igualmente, e l problema cogni t ivo t iene importanc ia antropológica, pol í t ica, soc ia l e h is tór ica. S i pudiera haber un progreso bás ico en e l s ig lo XXI ser ía que n i los hombres n i las mujeres s igu ieran s iendo juguetes inconsc ientes de sus ideas y de sus propias ment i ras. Es un deber importante de la educación armar a cada uno en e l combate v i ta l para la luc idez.

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CAPÍTULO II

LOS PRINCIPIOS DE UN CONOCIMIENTO PERTINENTE

1. DE LA PERTINENCIA EN EL CONOCIMIENTO

El conoc imiento de los problemas c laves de l mundo, de las informaciones c laves concern ientes a l mundo, por a leator io y d i f íc i l que sea, debe ser t ratado so pena de imperfecc ión cogni t iva, más aún cuando e l contexto actual de cualquier conoc imiento pol í t ico, económico, antropológico, ecológico. . . es e l mundo mismo. La era p lanetar ia neces i ta s i tuar todo en e l contexto y en la complej idad p lanetar ia . E l conoc imiento de l mundo, en tanto que mundo, se vuelve una neces idad inte lectua l y v i ta l a l mismo t iempo. Es e l problema universa l para todo c iudadano del nuevo mi len io : ¿ cómo lograr e l acceso a la información sobre e l mundo y cómo lograr la pos ib i l idad de art i cu lar la y organizar la ? ¿Cómo perc ib i r y concebir e l Contexto, lo Globa l ( la re lac ión todo/partes) , lo Mul t id imens ional , lo Complejo ? Para art icu lar y organizar los conoc imientos y as í reconocer y conocer los problemas del mundo, es necesar ia una reforma de pensamiento. Ahora b ien, esta reforma es paradigmát ica y no programát ica : es la pregunta fundamenta l para la educac ión ya que t iene que ver con nuestra apt i tud para organizar e l conocimiento.

A este problema universal está enfrentada la educac ión del futuro porque hay una inadecuac ión cada vez más ampl ia , profunda y grave por un lado entre nuestros saberes desunidos, d iv id idos, compart imentados y por e l ot ro, rea l idades o problemas cada vez más pol i d isc ip l inar ios , t ransversa les, mult id imens ionales, t ransnac iona les, g loba les, p lanetar ios.

En esta inadecuac ión dev ienen inv is ib les :

♦ El contexto ♦ Lo global ♦ Lo multidimensional ♦ Lo complejo

Para que un conoc imiento sea per t inente, la educac ión deberá entonces ev idenc iar :

1.1 El contexto

El conoc imiento de las informaciones o e lementos a is lados es insuf ic iente. Hay que ubicar las informaciones y los e lementos en su contexto para que adquieran sent ido. Para tener sent ido la pa labra neces i ta de l texto que es su propio contexto y e l texto neces i ta del contexto donde se enuncia. Por ejemplo, la pa labra « amor » cambia de sent ido en un contexto re l ig ioso y en uno profano ; y una dec larac ión de amor no t iene e l mismo sent ido de verdad s i está enunciada por un seductor o por un seduc ido.

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Claude Bast ien anota que « la evoluc ión cogni t iva no se d i r ige hac ia la e laborac ión de conoc imientos cada vez más abstractos, s ino por e l contrar io, hac ia su contextual izac ión » 1 la cual determina las condic iones de su inserc ión y los l ími tes de su va l idez. Bast ien agrega que « la contextual izac ión es una condic ión esencia l de la ef i cac ia (de l func ionamiento cogni t ivo) ».

1.2 Lo global ( las relaciones entre todo y partes)

Lo g lobal es más que e l contexto, es e l conjunto que cont iene partes d iversas l igadas de manera inter-retroact iva u organizac ional . De esa manera, una soc iedad es más que un contexto, es un todo organizador del cua l hacemos parte nosotros. E l P laneta T ierra es más que un contexto, es un todo a la vez organizador y desorganizador de l cual hacemos parte. E l todo t iene cual idades o propiedades que no se encontrar ían en las partes s i éstas se separaran las unas de las otras y c ier tas cual idades o propiedades de las partes pueden ser inh ib idas por las fuerzas que sa len del todo. Marce l Mauss dec ía : « Hay que recomponer e l todo » . Efect ivamente, hay que recomponer e l todo para conocer las partes.

De a l l í v iene la v i r tud cogni t iva de l pr inc ip io de Pasca l de l cual deberá insp i rarse la educac ión de l futuro : « todas las cosas s iendo causadas y causantes , ayudadas y ayudantes, mediatas e inmediatas y todas sostenidas por una unión natura l e insens ib le que l iga las más a le jadas y las más d i ferentes , creo impos ib le conocer las partes s in conocer e l todo y tampoco conocer e l todo s in conocer part icu larmente las partes » 2

Además, tanto en e l ser humano como en los demás seres v ivos, hay presenc ia de l todo a l inter ior de las partes : cada cé lu la cont iene la tota l idad del patr imonio genét ico de un organismo pol ice lu lar ; la soc iedad como un todo está presente en e l inter ior de cada indiv iduo en su lenguaje, su saber, sus obl igac iones, sus normas. As í mismo, como cada punto s ingular de un holograma cont iene la tota l idad de la información de lo que representa, cada cé lu la s ingular , cada ind iv iduo s ingular cont iene de manera holográmica e l todo del cual hace parte y que a l mismo t iempo hace par te de é l .

1.3 Lo multidimensional

Las unidades complejas, como e l ser humano o la soc iedad, son mult id imens ionales ; e l ser humano es a la vez b io lóg ico, s íqu ico, soc ia l , afect ivo, rac iona l . La soc iedad comporta d imensiones h is tór icas, económicas, soc io lóg icas, re l ig iosas. . . E l conoc imiento pert inente debe reconocer esta mul t id imens ional idad e incertar a l l í sus informaciones : se podr ía no so lamente a is lar una parte de l todo s ino las partes unas de otras ; la d imensión económica, por ejemplo, está en inter-retroacc iones permanentes con todas las otras d imens iones humanas ; es más, la economía conl leva en s í , de manera holográmica : neces idades, deseos, pas iones humanas, que sobrepasan los meros intereses económicos.

1 Claude Bastien Le décalage entre logique et connaissance, en Courrier du CNRS, N° 79 Ciencias cognitivas,

octubre de 1992. 2 Pascal, Pensamientos, texto producido por Léon Brunschwicg, ed. Garnier-Flammarion, París, 1976.

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1.4 Lo complejo

El conoc imiento pert inente debe enfrentar la complej idad. Complexus s igni f ica lo que está te j ido junto ; en efecto, hay complej idad cuando son inseparab les los e lementos d i ferentes que const i tuyen un todo (como e l económico, e l po l í t ico, e l soc io lóg ico, e l s ico lógico, e l afect ivo, e l mito lógico) y que ex iste un tej ido interdependiente, in teract ivo e inter-retroact ivo entre e l objeto de conocimiento y su contexto, las par tes y e l todo, e l todo y las partes , las partes entre e l las. Por esto, la complej idad es la unión entre la unidad y la mult ip l ic idad. Los desarro l los propios a nuestra era p lanetar ia nos enfrentan cada vez más y de manera cada vez más ine luctable a los desaf íos de la complej idad.

En consecuenc ia , la educación debe promover una « inte l igenc ia genera l » apta para refer i rse, de manera mul t id imens ional , a lo complejo, a l contexto en una concepc ión g lobal .

2. LA INTELIGENCIA GENERAL

La mente humana, como dec ía H. S imon, es un G.P.S. , « Genera l Problems Sett ing and Solv ing ». Contrar io a la opin ión d i fundida de que e l desarro l lo de las apt i tudes generales de la mente permite un mejor desarro l lo de las competenc ias part icu lares o espec ia l i zadas. Entre más poderosa sea la inte l igenc ia genera l más grande es su facul tad para t ratar problemas espec ia les. La comprens ión de e lementos part i cu lares neces i ta, as í , la act ivac ión de la inte l igenc ia genera l que opera y organiza la movi l i zac ión de los conoc imientos de conjunto en cada caso part icu lar .

E l conoc imiento, buscando su construcc ión en re lac ión con e l contexto, con lo g lobal , con lo complejo, debe movi l i zar lo que e l conoc iente sabe de l mundo. François Recanat i dec ía : « La comprens ión de los enunciados, le jos de reduc i rse a una mera y s imple decodi f icac ión, es un proceso no modular de interpretac ión que movi l i za la inte l igenc ia genera l y apela ampl iamente a l conoc imiento de l mundo ». De esta manera, ex iste corre lac ión entre la movi l i zac ión de los conoc imientos de conjunto y la act ivac ión de la inte l igenc ia genera l .

La educac ión debe favorecer la apt i tud natura l de la mente para hacer y reso lver preguntas esenc ia les y corre lat ivamente est imular e l empleo tota l de la inte l igenc ia genera l . Este empleo máximo neces i ta e l l ibre ejerc ic io de la facul tad más expandida y más v iva en la infanc ia y en la adolescenc ia : la cur ios idad, la cual , muy a menudo, es ext inguida por la instrucc ión, cuando se t rata por e l contrar io, de est imular la o, s i está dormida, de despertar la .

En la mis ión de promover la inte l igenc ia genera l de los ind iv iduos, la educac ión de l futuro debe ut i l i zar los conoc imientos ex istentes , superar las ant inomias provocadas por e l progreso en los conoc imientos espec ia l i zados (cf . 2.1) a la vez que ident i f icar la fa lsa rac ional idad (cf . 3.3) .

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2.1 La antinomia

Progresos g igantescos en los conocimientos han s ido efectuados en e l marco de las espec ia l i zac iones d isc ip l inar ias en e l t ranscurso del s ig lo XX. Pero estos progresos están d ispersos , desunidos, debido justamente a esta espec ia l i zac ión que a menudo quebranta los contextos , las g lobal idades, las complej idades. Por esta razón, enormes obstáculos se han acumulado para impedir e l e jerc ic io de l conoc imiento pert inente en e l seno mismo de nuestros s is temas de enseñanza.

Estos s is temas operan la d isyunc ión entre las humanidades y las c ienc ias y la separac ión de las c ienc ias en d isc ip l inas h iper espec ia l i zadas concentradas en s í mismas.

Las rea l idades g lobales, complejas, se han quebrantado ; lo humano se ha d is locado ; su d imens ión b io lógica, inc luyendo e l cerebro, está encerrada en los departamentos b io lóg icos ; sus d imens iones s íqu ica, soc ia l , re l ig iosa, económica están re legadas y separadas las unas de las otras en los departamentos de c ienc ias humanas ; sus carácteres subjet ivos, ex istenc ia les, poét icos se encuentran acantonados en los departamentos de l i teratura y poes ía. La f i losof ía que es, por natura leza, una ref lex ión sobre todos los problemas humanos se vo lv ió a su vez un campo encerrado en s í mismo.

Los problemas fundamenta les y los problemas g lobales son evacuados de las c ienc ias d isc ip l inar ias. Só lo son proteg idos por la f i losof ía pero dejan de a l imentarse de los aportes de las c ienc ias.

En estas condic iones, las mentes formadas por las d isc ip l inas p ierden sus apt i tudes natura les para contextual izar los saberes tanto como para integrar los en sus conjuntos natura les . E l debi l i tamiento de la percepc ión de lo g lobal conduce a l debi l i tamiento de la responsabi l idad (cada uno t iende a responsabi l i zarse so lamente de su tarea espec ia l i zada) y a l debi l i tamiento de la so l idar idad (ya nadie s iente v ínculos con sus conciudadanos).

3. LOS PROBLEMAS ESENCIALES

3.1 Disyunción y especial ización cerrada

De hecho, la h iper espec ia l i zac ión 3 impide ver tanto lo g lobal (que f ragmenta en parce las) como lo esenc ia l (que d isuelve) ; impide inc lus ive, t ratar correctamente los problemas part icu lares que sólo pueden ser p lanteados y pensados en un contexto. Los problemas esenc ia les nunca son parce lados y los problemas g lobales son cada vez más esenc ia les . Mientras que la cu l tura genera l inc i ta a la búsqueda de la contextua l izac ión de cualquier información o de cualquier idea, la cu l tura c ient í f ica y técnica d isc ip l inar ia parce la , desune y compart imenta los saberes hac iendo cada vez más d i f íc i l su contextual izac ión.

A l mismo t iempo, la d iv is ión de las d isc ip l inas impos ib i l i ta coger « lo que está te j ido en conjunto », es dec i r , según e l sent ido or ig ina l del término, lo complejo.

3 Es decir la especialización que se encierra en sí misma sin permitir su integración en una problemática global

o una concepción de conjunto del objeto del cual no considera sino un aspecto o una parte.

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El conocimiento espec ia l izado es una forma part icu lar de abstracc ión. La espec ia l i zac ión « abs-trae », en otras pa labras, extrae un objeto de su contexto y de su conjunto, rechaza los lazos y las intercomunicac iones con su medio, lo inserta en un sector conceptual abstracto que es e l de la d isc ip l ina compart imentada cuyas f ronteras resquebrajan arb i t rar iamente la s is temic idad (re lac ión de una parte con e l todo) y la mult id imensional idad de los fenómenos ; conduce a una abstracc ión matemát ica que opera en s í misma una esc is ión con lo concreto, pr iv i leg iando todo cuanto es ca lcu lable y formal izable.

La economía, por ejemplo, que es la c ienc ia soc ia l matemat icamente más avanzada, es la c ienc ia soc ia l y humanamente más atrazada puesto que se ha abstra ído de las condic iones soc ia les, h is tór icas , po l í t icas , s ico lóg icas, eco lóg icas inseparables de las act iv idades económicas. Por eso sus expertos son cada vez más incapaces de interpretar las causas y consecuencias de las perturbac iones monetar ias y bursát i les , de prever y predec i r e l curso económico inc luso a cor to p lazo. E l er ror económico se convierte, entonces, en la pr imera consecuenc ia de la c ienc ia económica.

3.2 Reducción y disyunción

Hasta mediados del s ig lo XX, la mayor ía de las c ienc ias obedec ían a l pr inc ip io de reducc ión que d isminuye e l conoc imiento de un todo a l conoc imiento de sus partes , como s i la organizac ión de un todo no produjece cual idades o propiedades nuevas con re lac ión a las partes cons ideradas a is ladamente.

E l pr inc ip io de reducc ión conduce natura lmente a restr ing i r lo complejo a lo s imple. Apl i ca a las complej idades v ivas y humanas la lóg ica mecánica y determin ista de la máquina art i f i c ia l . También puede enceguecer y conduci r a la e l iminac ión de todo aquel lo que no sea cuant i f icab le n i medib le, supr imiendo as í lo humano de lo humano, es dec i r las pas iones, emociones, do lores y a legr ías. Igualmente, cuando obedece estr ic tamente a l postu lado determin ista, e l pr inc ip io de reducc ión ocul ta e l r iesgo, la novedad, la invenc ión.

Como nuestra educac ión nos ha enseñado a separar , compart imentar , a is lar y no a l igar los conoc imientos , e l conjunto de estos const i tuye un rompecabezas in inte l ig ib le. Las interacc iones, las retroacc iones, los contextos , las complej idades que se encuentran en e l no man’s land entre las d isc ip l inas se vuelven inv is ib les. Los grandes problemas humanos desaparecen para e l benef ic io de los problemas técnicos y part icu lares. La incapac idad de organizar e l saber d isperso y compart imentado conduce a la atrof ia de la d ispos ic ión menta l natura l para contextual i zar y g lobal izar .

La inte l igenc ia parce lada, compart imentada, mecanis ta , d isyunt iva, reducc ionis ta, rompe lo complejo del mundo en fragmentos separados , f racc iona los problemas, separa lo que esta unido, unid imensional iza lo mult id imensional . Es una inte l igenc ia miope que termina normalmente por enceguecerse. Destruye desde e l óvulo las pos ib i l idades de comprens ión y de ref lex ión ; reduce las oportunidades de un ju ic io correct ivo o de una v is ión a largo p lazo. Por e l lo, entre más mult id imensionales se vuelven los problemas más incapac idad hay de pensar su mult id imens ional idad ; más progresa la cr is is ; más progresa la incapac idad para pensar la cr is is ; entre más p lanetar ios se vuelven los problemas, más impensables son.

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Incapaz de proyectar e l contexto y e l complejo p lanetar io, la inte l igenc ia c iega se vuelve inconsc iente e i r responsable.

3.3 La falsa racionalidad

Dan Simmons supone en su tetra logía de c ienc ia f icc ión (en Hypér ion y su cont inuac ión) que un tecno-centro proveniente de la emancipac ión de las técnicas y dominado por las I .A. ( inte l igenc ias art i f i c ia les) , se esfuerza por contro lar a los humanos. E l problema de los humanos es e l de aprovechar las técnicas pero no de subord inarse a e l las .

Ahora b ien, estamos en v ía de una subord inac ión a las I .A. insta ladas profundamente en las mentes en forma de pensamiento tecnocrát ico ; este pensamiento, per t inente para todo lo re lac ionado con máquinas art i f ic ia les, es impert inente para comprender lo v ivo y lo humano, creyéndose además e l único rac ional .

De hecho, la fa lsa rac ional idad, es dec i r la rac ional izac ión abstracta y unid imens ional t r iunfa sobre las t ier ras 4. Por todas partes y durante decenas de años, so luc iones presuntamente rac ionales, suger idas por expertos convencidos de estar obrando en b ien de la razón y e l progreso, y de no encontrar más que superst ic iones en las costumbres y miedos de las poblac iones, han empobrec ido enr iqueciendo, han destru ido creando. Por todo e l p laneta, e l hecho de roturar y arrasar árboles en mi l lones de hectáreas contr ibuye a l desequi l ibr io h ídr ico y a la desert izac ión de las t ierras. S i no se regulan las ta las enceguec idas, éstas podr ían t ransfomar, por ejemplo, las fuentes t ropica les de l Ni lo en cursos de aguas secas las t res cuartas partes de l año y agotar la Amazonía. Los grandes monocul t ivos han e l iminado los pequeños pol icu l t ivos de subs istenc ia agravando la escacez y determinando e l éxodo rura l y los asentamientos urbanos. Como dice François Garczynsk i , « esa agr icu l tura crea des iertos en e l dob le sent ido del término -eros ión de los suelos y éxodo rura l ». La seudo-funcional idad que no t iene en cuenta neces idades no cuant i f icab les y no ident i f icab les ha mul t ip l icado los suburb ios y las c iudades nuevas convir t iéndolos rápidamente en lugares a is lados, aburr idos, suc ios , degradados, abandonados, despersona l izados y de del incuenc ia. Las obras maestras más monumenta les de esta rac ional idad tecno-burocrát ica han s ido rea l i zadas por la ex-URSS : a l l í , por e jemplo, se ha desv iado e l cauce de los r íos para i r r igar , inc luso en las horas más cá l idas, hectáreas s in árboles de cu l t ivos de a lgodón, lo que ha hecho subir a l sue lo la sa l de la t ierra, vo lat i l i zar las aguas subterráneas y desecar e l mar de Ara l . Las

4 Ha habido buenas intensiones en ese triunfo de la racionalidad, las cuales producen a largo plazo efectos

nocivos que contrarrestan, y hasta sobrepasan, los efectos benéficos. Así, La Revolución Verde promovida para conservar el Tercer Mundo ha incrementado considerablemente las fuentes alimenticias y ha permitido evitar de manera notable la escasez; sin embargo, se ha tenido que revisar la idea inicial, aparentemente racional pero de manera abstracta maximizante, de seleccionar y multiplicar sobre vastas superficies un solo genoma vegetal -el más productivo cuantitativamente-. Resulto que la ausencia de variedad genética permitía al agente patógeno, el cual no podía resistir este genoma, aniquilar toda una cocecha en la misma temporada. Entonces, ha habido que reestablecer una cierta variedad genética con el fin de optimizar los rendimientos y no de maximizarlos. Por otra parte, los derrames masivos de abonos que degradan los suelos, las irrigaciones que no tienen en cuenta el tipo de terreno provocando su erosión, la acumulación de pesticidas, destruyen la regulación entre las especies, eliminando lo últil al mismo tiempo que lo perjudicial, provocando incluso a veces la multiplicación desenfrenada de una especie nociva inmune a los pesticidas; además, las substancias toxicas contenidas en los pesticidas pasan a los alimentos y alteran la salud de los consumidores.

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degradaciones fueron más graves en la URSS que en e l Oeste debido a que en la URSS las tecno-burocrac ias no tuv ieron que sufr i r la reacc ión de los c iudadanos. Desafortunadamente, después de la ca ída del imper io, los d i r igentes de los nuevos Estados l lamaron a expertos l ibera les del Oeste que ignoran de manera del iberada que una economía compet i t iva de mercado neces i ta inst i tuc iones, leyes y reglas ; e incapaces de e laborar la ind ispensable estrategia compleja, que como ya lo había ind icado Maur ice A l la is -no obstante, economista l ibera l - impl icaba p lan i f icar la desplani f icac ión y programar la desprogramación, provocaron nuevos desastres.

De todo esto resul tan catást rofes humanas cuyas v íc t imas y consecuenc ias no son reconoc idas n i contabi l i zadas como lo son las v íc t imas de las catástrofes natura les .

As í , e l s ig lo XX ha v iv ido bajo e l re ino de una seudo-rac ional idad que ha presumido ser la única, pero que ha atrof iado la comprens ión, la ref lex ión y la v is ión a largo p lazo. Su insuf ic ienc ia para t ratar los problemas más graves ha const i tu ido uno de los problemas más graves para la humanidad.

De a l l í la paradoja : e l s ig lo XX ha produc ido progresos g igantescos en todos los campos del conoc imiento c ient í f i co, as í como en todos los campos de la técnica ; a l mismo t iempo, ha producido una nueva ceguera hac ia los problemas g lobales, fundamenta les y complejos , y esta ceguera ha generado innumerables errores e i lus iones comenzando por los de los c ient í f icos , técnicos y espec ia l is tas.

¿Por qué ? Porque se desconocen los pr inc ip ios mayores de un conoc imiento per t inente. La parce lac ión y la compart imentac ión de los saberes impide coger « lo que está tej ido en conjunto ».

¿No deber ía e l nuevo s ig lo superar e l contro l de la rac ional idad mut i lada y mut i lante con e l f in de que la mente humana pudiera contro lar la ?

Se trata de comprender un pensamiento que separa y que reduce junto con un pensamiento que d ist ingue y que re l iga. No se t rata de abandonar e l conocimiento de las partes por e l Conocimiento de las tota l idades n i e l anál is is por la s íntes is , hay que conjugar los. Ex is ten los desaf íos de la complej idad a los cuales los desarro l los propios de nuestra era p lanetar ia nos confrontan ine luctablemente.

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FERNANDO SAVATER

LAS PREGUNTAS DE LA VIDA

CÍRCULO de LECTORES Barcelona: Ariel

1999

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Las preguntas de la vida 12

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sino de la vida6». Lo que pretende señalar Spinoza, si no me equivoco, es que en la muerte no hay nada positivo que pensar. Cuando la muerte nos angustia es por algo negativo, por los goces de la vida que perderemos con ella en el caso de la muerte propia o porque nos deja sin las personas amadas si se trata de la muerte ajena; cuando la vemos con alivio (no resulta imposible considerar la muerte un bien en ciertos casos) es también por lo negativo, por los dolores y afanes de la vida que su llegada nos ahorrará. Sea temida o deseada, en sí misma la muerte es pura negación, reverso de la vida que por tanto de un modo u otro nos remite siempre a la vida misma, como el negativo de una fotografía está pidiendo siempre ser positivado para que lo veamos mejor. Así que la muerte sirve para hacernos pensar, pero no sobre la muerte sino sobre la vida. Como en un frontón impenetrable, el pensamiento despertado por la muerte rebota contra la muerte misma y vuelve para botar una y otra vez sobre la vida. Más allá de cerrar los ojos para no verla o dejarnos cegar estremecedoramente por la muerte, se nos ofrece la alternativa mortal de intentar comprender la vida. Pero ¿cómo podemos comprenderla? ¿Qué instrumento utilizaremos para ponernos a pensar sobre ella?

Da que pensar... ¿En qué sentido nos hace la muerte realmente humanos? ¿Hay algo más personal que la muerte?

¿No es pensar precisamente hacerse consciente de nuestra personal humanidad? ¿Sirve la muerte como paradigma de la necesidad, incluso de la necesidad lógica? ¿Son mortales los animales en el mismo sentido en que lo somos nosotros? ¿Por qué puede decirse que la muerte es intransferible? ¿En qué sentido la muerte es siempre inminente y no depende de la edad o las enfermedades? ¿Puede haber vinculación entre los sueños y la esperanza de inmortalidad? ¿Por qué dice Epicuro que no debemos temer a la muerte? ¿Y cómo apoya Lucrecio esa argumentación? ¿Logran efectivamente consolarnos o sólo buscan darnos serenidad? ¿Hay algo positivo que pensar en la muerte? ¿Por qué puede la muerte despertarnos a un pensamiento que se centrará después sobre la vida?

Capítulo Segundo

LAS VERDADES DE LA RAZÓN

La muerte, con su urgencia, ha despertado mi apetito de saber cosas sobre la vida. Quiero dar respuesta a mil preguntas sobre mí mismo, sobre los demás, sobre el mundo que nos rodea, sobre los otros seres vivos o inanimados, sobre cómo vivir mejor: me pregunto qué significa todo este lío en que me veo metido -un lío necesariamente mortal- y cómo me las puedo arreglar en él. Todas esas interrogaciones me asaltan una y otra vez; procuro sacudírmelas de encima, reírme de ellas, aturdirme para no pensar, pero vuelven con insistencia tras breves momentos de tregua. ¡Y menos mal que vuelven! Porque si no volviesen sería señal de que la noticia de mi muerte no ha servido más que para asustarme, de que ya estoy muerto en cierto sentido, de que no soy capaz más que de esconder la cabeza bajo las sábanas en lugar de utilizarla. Querer saber, querer pensar: eso equivale a querer estar verdaderamente vivo. Vivo frente a la muerte, no atontado y anestesiado esperándola.

Bien, tengo muchas preguntas sobre la vida. Pero hay una previa a todas ellas, fundamental: la de

cómo contestarlas aunque sea de modo parcial. La pregunta previa a todas es: ¿cómo contestaré a las preguntas que la vida me sugiere? Y si no puedo responderlas convincentemente, ¿cómo lograr entenderlas mejor? A veces entender mejor lo que uno pregunta ya es casi una respuesta. Pregunto lo que no sé, lo que aún no sé, lo que quizá nunca llegue a saber, incluso a veces ni siquiera sé del todo lo que pregunto. En una palabra, la primera de todas las preguntas que debo intentar responder es ésta: ¿cómo llegaré a saber lo que no sé? O quizá: ¿cómo puedo saber qué es lo que quiero saber?, ¿qué busco preguntando?, ¿de dónde puede venirme alguna respuesta más o menos válida?

Para empezar, la pregunta nunca puede nacer de la pura ignorancia. Si no supiera nada o no creyese al menos saber algo, ni siquiera podría hacer preguntas. Pregunto desde lo que sé o creo saber, porque me parece insuficiente y dudoso. Imaginemos que bajo mi cama existe sin que yo lo sepa un pozo lleno de raras maravillas: como no tengo ni idea de que haya tal escondrijo, es imposible que me pregunte jamás cuántas maravillas hay, en qué consisten ni por qué son tan maravillosas. En cambio puedo preguntarme de qué están hechas las sábanas de mi cama, cuántas almohadas tengo en ella, cómo se llama el carpintero que la fabricó, cuál es la postura más cómoda para descansar en ese lecho y quizá si debo compartirlo con alguien o mejor dormir solo. Soy capaz de plantearme estas cuestiones porque al menos parto de la base de que estoy en una cama, con sábanas, almohadas, etc. Incluso podría asaltarme también la duda de si estoy realmente en una cama y no en el interior de un cocodrilo gigante que me ha devorado mientras hacía la siesta. Todas estas dudas sobre si estoy en una cama o cómo es mi cama sólo son posibles porque al menos creo saber apro-

6 Ética, de B. Spinoza, parte IV, prop. LXVII.

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Las preguntas de la vida 13

............................................................................................................................................................................................. ximadamente lo que es una cama. Acerca de lo que no sé absolutamente nada (como el supuesto agujero lleno de maravillas bajo mi lecho) ni siquiera puedo dudar o hacer preguntas.

Así que debo empezar por someter a examen los conocimientos que ya creo tener. Y sobre ellos me puedo hacer al menos otras tres preguntas:

a) ¿cómo los he obtenido? (¿cómo he llegado a saber lo que sé o creo saber?);

b) ¿hasta qué punto estoy seguro de ellos?;

c) ¿cómo puedo ampliarlos, mejorarlos o, en su caso, sustituirlos por otros más fiables?

Hay cosas que sé porque me las han dicho otros. Mis padres me enseñaron, por ejemplo, que es bueno lavarse las manos antes de comer y que cuatro esquinitas tiene mi cama y cuatro angelitos que me la guardan. Aprendí que las canicas de cristal valen más que las de barro porque me lo dijeron los niños de mi clase en el patio de recreo. Un amigo muy ligón me reveló en la adolescencia que cuando te acercas a dos chicas hay que hablar primero con la más fea para que la guapa se vaya fijando en ti. Más tarde otro amigo, éste muy viajero, me informó de que el mejor restaurante de la mítica Nueva York se llama Four Seasons. Y hoy he leído en el periódico que el presidente ruso Yeltsin es muy aficionado al vodka. La mayoría de mis conocimientos provienen de fuentes semejantes a éstas.

Hay otras cosas que sé porque las he estudiado. De los borrosos recuerdos de la geografía de mi infancia tengo la noticia de que la capital de Honduras se llama asombrosamente Tegucigalpa. Mis someros estudios de geometría me convencieron de que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos mientras que las líneas paralelas sólo se juntan en el infinito. También creo recordar que la composición química del agua es H^O. Como aprendí francés de pequeño puedo decir «j´ai perdu ma plume dans le jardin de ma tante» para informar a un parisino de que he perdido mi pluma en el jardín de mi tía (cosa, por cierto, que nunca me ha pasado). Lástima no haber sido nunca demasiado estudioso porque podría haber obtenido muchos más conocimientos por el mismo método.

Pero también sé muchas cosas por experiencia propia. Así, he comprobado que el fuego quema y que el agua moja, por ejemplo. También puedo distinguir los diferentes colores del arco iris, de modo que cuando alguien dice «azul» yo me imagino cierto tono que a menudo he visto en el cielo o en el mar. He visitado la plaza de San Marcos, en Venecia, y por tanto creo firmemente que es notablemente mayor que la entrañable plaza de la Constitución de mi San Sebastián natal. Sé lo que es el dolor porque he tenido varios cólicos nefríticos, lo que es el sufrimiento porque he visto morir a mi padre y lo que es el placer porque una vez recibí un beso estupendo de una chica en cierta estación. Conozco el calor, el frío, el hambre, la sed y muchas emociones, para algunas de las cuales ni siquiera tengo nombre. También conservo experiencia de los cambios que produjo en mí el paso de la infancia a la edad adulta y de otros más alarmantes que voy padeciendo al envejecer. Por experiencia sé también que cuando estoy dormido tengo sueños, sueños que se parecen asombrosamente a las visiones y sensaciones que me asaltan diariamente durante la vigilia... De modo que la experiencia me ha enseñado que puedo sentir, padecer, gozar, sufrir, dormir y tal vez soñar.

Ahora bien, ¿hasta qué punto estoy seguro de cada una de esas cosas; que sé? Desde luego, no todas las creo con el mismo grado de certeza ni me parecen conocimientos igualmente fiables. Pensándolo bien, cualquiera de ellas puede suscitarme dudas. Creerme algo sólo porque otros me lo han dicho no es demasiado prudente. Podrían estar ellos mismos equivocados o querer engañarme: quizá mis padres me amaban demasiado para decirme siempre la verdad, quizá mi amigo viajero sabe poco de gastronomía o el ligón nunca fue un verdadero experto en psicología femenina... De las noticias que leo en los periódicos, para qué hablar; no hay más que comparar lo que se escribe en unos con lo que cuentan otros para ponerlo todo como poco en entredicho. Aunque ofrezcan mayores garantías, tampoco las materias de estudio son absolutamente fiables. Muchas cosas que estudié de joven hoy se explican de otra manera, las capitales de los países cambian de un día para otro (¿sigue siendo Tegucigalpa la capital de Honduras?) y las ciencias actuales descartan numerosas teorías de los siglos pasados: ¿quién puede asegurarme que lo hoy tenido por cierto no será también descartado mañana? Ni siquiera lo que yo mismo puedo experimentar es fuente segura de conocimiento: cuando introduzco un palo en el agua me parece verlo quebrarse bajo la superficie aunque el tacto desmiente tal impresión y casi juraría que el sol se mueve a lo largo del día o que no es mucho mayor que un balón de fútbol (¡si me tumbo en el suelo puedo taparlo con sólo alzar un pie!), mientras que la astronomía me da noticias muy distintas al respecto. Además también he sufrido a veces alucinaciones y espejismos, sobre todo después de haber bebido demasiado o estando muy cansado...

¿Quiere todo esto decir que nunca debo fiarme de lo que me dicen, de lo que estudio o de lo que experimento? De ningún modo. Pero parece imprescindible revisar de vez en cuando algunas cosas que creo saber, compararlas con otros de mis conocimientos, someterlas a examen crítico, debatirlas con otras

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Las preguntas de la vida 14

............................................................................................................................................................................................. personas que puedan ayudarme a entender mejor. En una palabra, buscar argumentos para asumirlas o refutarlas. A este ejercicio de buscar y sopesar argumentos antes de aceptar como bueno lo que creo saber es a lo que en términos generales se le suele llamar utilizar la razón. Desde luego, la razón no es algo simple, no es una especie de faro luminoso que tenemos en nuestro interior para alumbrar la realidad ni cosa parecida. Se parece más bien a un conjunto de hábitos deductivos, tanteos y cautelas, en parte dictados por la experiencia y en parte basados en las pautas de la lógica. La combinación de todos ellos constituye «una fa-cultad capaz -al menos en parte- de establecer o captar las relaciones que hacen que las cosas dependan unas de otras, y estén constituidas de una determinada forma y no de otra» (le plagio esta definición -modificándola a mi gusto- a un filósofo del siglo XVII, Leibniz). En ocasiones puedo alcanzar algunas certezas racionales que me servirán como criterio para fundar mis conocimientos: por ejemplo, que dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí o que algo no puede ser y no ser a la vez en un mismo respecto (una cosa puede ser blanca o negra, blanquinegra, gris, pero no al mismo tiempo totalmente blanca y totalmente negra). En muchos otros casos debo conformarme con establecer racionalmente lo más probable o verosímil: dados los numerosos testimonios que coinciden en afirmarlo, puedo aceptar que en Australia hay canguros; no parece insensato asumir que el aparato con que caliento las pizzas en mi cocina es un horno microondas y no una nave alienígena; puedo tener cierta confianza en que el portero de mi casa (que se llama Juan como ayer, tiene el mismo aspecto y la misma voz que ayer, me saluda como ayer, etc.) es efectivamente la misma persona que vi ayer en la portería. Aunque no espero que ningún acontecimiento altere mi creencia racional en los principios de la lógica o de la matemática, debo admitir en cambio -también por cautela racional- que en otros campos lo que hoy me resulta verosímil o aún probable siempre puede estar sujeto a revisión...

De modo que la razón no es algo que me cuentan los demás, ni el fruto de mis estudios o de mi experiencia, sino un procedimiento intelectual crítico que utilizo para organizar las noticias que recibo, los estudios que realizo o las experiencias que tengo, aceptando unas cosas (al menos provisionalmente, en espera de mejores argumentos) y descartando otras, intentando siempre vincular mis creencias entre sí con cierta armonía. Y lo primero que la razón intenta armonizar es mi punto de vista meramente personal o subjetivo con un punto de vista más objetivo o intersubjetivo, el punto de vista desde el que cualquier otro ser racional puede considerar la realidad. Si una creencia mía se apoya en argumentos racionales, no pueden ser racionales sólo para mí. Lo característico de la razón es que nunca es exclusivamente mi razón. De aquí proviene la esencial universalidad de la razón, en la que los grandes filósofos como Platón o Descartes siem-pre han insistido. Esa universalidad significa, primero, que la razón es universal en el sentido de que todos los hombres la poseen, incluso los que la usan peor (los más tontos, para entendernos), de modo que con atención y paciencia todos podríamos convenir en los mismos argumentos sobre algunas cuestiones; y segundo, que la fuerza de convicción de los razonamientos es comprensible para cualquiera, con tal de que se decida a seguir el método racional, de modo que la razón puede servir de árbitro para zanjar muchas disputas entre los hombres. Esa facultad (¿ese conjunto de facultades?) llamado razón es precisamente lo que todos los humanos tenemos en común y en ello se funda nuestra humanidad compartida. Por eso Sócrates previene al joven Fedón contra dejarse invadir por el odio a los razonamientos «como algunos llegan a odiar a los hombres. Porque no existe un mal mayor que caer presa de ese odio de los razonamientos» {Fedón, 890-9 ib). Detestar la razón es detestar a la humanidad, tanto a la propia como a la ajena, y enfrentarse a ella sin remedio como enemigo suicida...

El objetivo del método racional es establecer la verdad, es decir, la mayor concordancia posible entre lo que creemos y lo que efectivamente se da en la realidad de la que formamos parte. «Verdad» y «razón» comparten la misma vocación universalista, el mismo propósito de validez tanto para mí mismo como para el resto de mis semejantes, los humanos. Lo expresó concisamente muy bien Antonio Machado en estos versos:

Tu verdad, no: la Verdad. Y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela.

Buscar la verdad por medio del examen racional de nuestros conocimientos consiste en intentar aproximarnos más a lo real: ser racionalmente veraces debería equivaler a llegar a ser lo más realistas posible. Pero no todas las verdades son del mismo género porque la realidad abarca dimensiones muy diversas. Si por ejemplo le digo a mi novia «soy tu pichoncito del alma» y al amigo en el bar «soy ingeniero de caminos» puedo afirmar la verdad en ambos casos, aunque haya pocos pichones que hayan llegado a ingenieros. Las ciudades medievales solían tener en sus afueras una explanada llamada «campo de la verdad» donde se libraban los combates que dirimían agravios y litigios: se suponía que el ganador de la riña estaba en posesión de la verdad de acuerdo con el veredicto de la ordalía o juicio de Dios. Pues bien, una de las primeras misiones de la razón es delimitar los diversos campos de la verdad que se reparten la realidad de la que formamos parte. Consideremos por ejemplo el sol: de él podemos decir que es una estrella de mediana magnitud, un dios o el rey del firmamento. Cada una de estas afirmaciones responde a un campo distinto de verdad, la astronomía en el primer caso, la mitología en el segundo o la expresión poética en el tercero. Cada una en su campo, las tres afirmaciones sobre el sol son razonablemente verdaderas pero el engaño o ilusión proviene de mezclar los campos (dando la respuesta propia para un campo en otro campo distinto) o, aún

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Las preguntas de la vida 15

............................................................................................................................................................................................. peor, no distinguir los campos, creer que no hay más que un solo campo para todo tipo de verdades. Hace tiempo escuché a un catedrático de física explicar con la mejor voluntad divulgadora a unos periodistas la compleja teoría del big bang como origen físico del universo. Impaciente, uno de ellos le interrumpió: «De acuerdo, muy bien, pero... ¿existe o no existe el Dios creador?». He aquí un caso flagrante de confusión entre campos de verdad distintos, porque Dios no es un principio físico.

También los tipos de veracidad a que puede aspirarse varían según los campos de la realidad que se pretenden conocer. En matemáticas, por ejemplo, debemos exigir exactitud en los cálculos, mientras que el rigor en los razonamientos es todo lo que podemos esperar en cuestiones éticas o políticas (según indicó con tino Aristóteles al comienzo de su Ética para Nicómaco). Si nos movemos en la poesía tendremos que intentar alcanzar la expresividad emotiva (!aunque sea tan modesta como la de proclamarnos «pichoncitos» para nuestra amada!) o una verosimilitud bien fundada si intentamos comprender lo que ocurrió en un período histórico. Hay verdades meramente convencionales (como la de que el fuego haya de llamarse «fuego», «fire» o «feu») y otras que provienen de nuestras impresiones sensoriales (como la de que el fuego quema, se llame como se llame): muchas verdades convencionales cambiarán si nos mudamos de país, pero las otras no. A veces la fiabilidad necesaria y suficiente en un campo de verdad es imposible en otro, incluso es intelectualmente perjudicial exigirla allí. Después de todo, nuestra vida abarca formas de realidad muy distintas y la razón debe servirnos para pasar convenientemente de unas a otras.

Ortega y Gasset distinguió entre ideas y creencias: son ideas nuestras construcciones intelectuales -por ejemplo, la función fanerógama de ciertas plantas o la teoría de la relatividad-, mientras que constituyen nuestras creencias esas certezas que damos por descontadas hasta el punto de no pensar siquiera en ellas (por ejemplo que al cruzar nuestro portal saldremos a una calle conocida y no a un paisaje lunar o que el autobús que vemos de frente lleva otro par de ruedas en su parte posterior). Tenemos tales o cuales ideas, pero en cambio estamos en tales o cuales creencias. Quizá la extraña tarea de la filosofía sea cuestionar de vez en cuando nuestras creencias (¡de ahí la desazón que nos causan a menudo las preguntas filosóficas!) y tratar de sustituirlas por ideas argumentalmente sostenidas. Por eso Aristóteles dijo que el comienzo de la filosofía es el asombro, es decir la capacidad de maravillarnos ante lo que todos a nuestro alrededor consideran obvio y seguro. Sin embargo, incluso el más empecinado filósofo necesita para vivir cotidianamente apoyarse en útiles creencias de sentido común (¡lo cual no quiere decir que sean irrefutablemente verdaderas!) sin ponerlas constantemente en entredicho...

De acuerdo: la razón nos sirve para examinar nuestros supuestos conocimientos, rescatar de ellos la parte que tengan de verdad y a partir de esa base tantear hacia nuevas verdades. Pasamos así de unas creencias tradicionales, semiinadvertidas, a otras racionalmente contrastadas. Pero ¿y la creencia en la razón misma, a la que algunos han considerado «una vieja hembra engañadora», como Nietzsche decía de la gramática? ¿Y la creencia en la verdad? ¿No podrían ser también acaso ilusiones nada fiables y fuentes de otras ilusiones perniciosas? Muchos filósofos se han hecho estas preguntas: lejos de ser todos ellos decididos racionalistas, es decir creyentes en la eficacia de la razón, abundan los que han planteado serias dudas sobre ella y sobre la noción misma de verdad que pretende alcanzar. Algunos son escépticos, es decir que ponen en cuestión o niegan rotundamente la capacidad de la razón para establecer verdades concluyentes; otros son relativistas, o sea, creen que no hay verdades absolutas sino sólo relativas según la etnia, el sexo, la posición social o los intereses de cada cual y que por tanto ninguna forma universal de razón puede ser válida para todos; los hay también que desestiman la razón por su avance laborioso, lleno de errores y tanteos, para declararse partidarios de una forma de conocimiento superior, mucho más intuitiva o directa, que no deduce o concluye la verdad sino que la descubre por revelación o visión inmediata. Antes de ir más adelante debemos considerar sucintamente las objeciones de estos disidentes.

Empecemos por el escepticismo que pone en duda todos y cada uno de los conocimientos humanos; más aún, que duda incluso de la capacidad humana de llegar a tener algún conocimiento digno de ese nombre. ¿Por qué la razón no puede dar cuenta ni darse cuenta de cómo es la realidad? Supongamos que estamos oyendo una sinfonía de Beethoven y que, con papel y lápiz, intentamos dibujar la armonía que escuchamos. Pintaremos diversos trazos, quizá a modo de picos cuando la música es más intensa y líneas hacia abajo cuando se suaviza, círculos cuando nos envuelve de modo grato y dientes de sierra cuando nos desasosiega, florecitas para indicar que suena líricamente y botas militares al tronar la trompetería, etc. Después, muy satisfechos, consideraremos que en ese papel está la «verdad» de la sinfonía. Pero ¿habrá alguien capaz de enterarse realmente de lo que la sinfonía es sin otra ayuda que tales garabatos? Pues del mismo modo quizá la razón humana fracasa al intentar reproducir y captar la realidad, de cuyo registro está tan alejada como el dibujo de la música... Para el escéptico, todo supuesto conocimiento humano es cuando menos dudoso y a fin de cuentas nos descubre poco o nada de lo que pretendemos saber. No hay conocimiento verdaderamente seguro ni siquiera fiable cuando se lo examina a fondo.

La primera respuesta al escepticismo resulta obvia: ¿tiene el escéptico por segura y fiable al menos su

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Las preguntas de la vida 16

............................................................................................................................................................................................. creencia en el escepticismo? Quien dice «sólo sé que no sé nada», ¿no acepta al menos que conoce una verdad, la de su no saber? Si nada es verdad, ¿no resulta ser verdad al menos que nada es verdad? En una palabra, se le reprocha al escepticismo ser contradictorio consigo mismo: si es verdad que no conocemos la verdad, al menos ya conocemos una verdad... luego no es verdad que no conozcamos la verdad. (A esta objeción el escéptico podría responder que no duda de la verdad, sino de que podamos distinguirla siempre fiablemente de lo falso...) Otra contradicción: el escéptico puede dar buenos argumentos contra la posibilidad de conocimiento racional pero para ello necesita utilizar la razón argumentativa: tiene que razonar para convencernos (¡y convencerse a sí mismo!) de que razonar no sirve para nada. Por lo visto, ni siquiera se puede descartar la razón sin utilizarla. Tercera duda frente a la duda: podemos sostener que cada una de nuestras creencias concretas es falible (ayer creíamos que la Tierra era plana, hoy que es redonda y mañana... ¡quién sabe!) pero si nos equivocamos debe entenderse que podríamos acertar, porque si no hay posibilidad de acierto -es decir, de conocimiento verdadero, aunque todavía nunca se haya dado-, tampoco hay posibilidad de error. Lo peor del escepticismo no es que nos impida afirmar algo verdadero sino que incluso nos veda decir nada falso. Cuarta refutación, de lo más grosero: quien no cree en la verdad de ninguna de nuestras creencias no debería tener demasiado inconveniente en sentarse en la vía del tren a la espera del próximo expreso o saltar desde un séptimo piso, pues puede que el temor inspirado por tales conductas se base en simples malentendidos. Se trata de un golpe bajo, ya lo sé.

De todas formas, el escepticismo señala una cuestión muy inquietante: ¿cómo puede ser que conozcamos algo de la realidad, sea poco o mucho? Nosotros los humanos, con nuestros toscos medios sensoriales e intelectuales... ¿cómo podemos alcanzar lo que la realidad verdaderamente es? ¡Resulta chocante que un simple mamífero pueda poseer alguna clave para interpretar el universo! El físico Albert Einstein, quizá el científico más grande del siglo XX, comentó una vez: «Lo más incomprensible de la naturaleza es que nosotros podamos al menos en parte comprenderla». Y Einstein no dudaba de que la com-prendemos al menos en parte. ¿A qué se debe este milagro? ¿Será porque hay en nosotros una chispa divina, porque tenemos algo de dioses, aunque sea de serie Z? Pero quizá no sea nuestro parentesco con los dioses lo que nos permita conocer, sino nuestra pertenencia a aquello mismo que aspiramos a que sea conocido: somos capaces -al menos parcialmente- de comprender la realidad porque formamos parte de ella y estamos hechos de acuerdo a principios semejantes. Nuestros sentidos y nuestra mente son reales y por eso logran mejor o peor reflejar el resto de la realidad.

Quizá la respuesta más perspicaz dada hasta la fecha al problema del conocimiento la brindó Immanuel Kant a finales del siglo XVIII en su Crítica de la razón pura. Según Kant, lo que llamamos «conocimiento» es una combinación de cuanto aporta la realidad con las formas de nuestra sensibilidad y las categorías de nuestro entendimiento. No podemos captar las cosas en sí mismas sino sólo tal como las descubrimos por medio de nuestros sentidos y de la inteligencia que ordena los datos brindados por ellos. O sea, que no conocemos la realidad pura sino sólo cómo es lo real para nosotros. Nuestro conocimiento es verdadero pero no llega más que hasta donde lo permiten nuestras facultades. De aquello de lo que no recibimos información suficiente a través de los sentidos -que son los encargados de aportar la materia prima de nuestro conocimiento- no podemos saber realmente nada, y cuando la razón especula en el vacío sobre absolutos como Dios, el alma, el Universo, etc., se aturulla en contradicciones insalvables. El pensamiento es abstracto, o sea que procede a base de síntesis sucesivas a partir de nuestros datos sensoriales: sintetizamos todas las ciudades que conocemos para obtener el concepto «ciudad» o de las mil formas imaginables de sufrimiento llegamos a obtener la noción de «dolor», agrupando los rasgos intelectualmente relevantes de lo diverso. Pensar consiste luego en volver a descender desde la síntesis más lejana a los particulares datos concretos hasta los casos individuales y viceversa, sin perder nunca el contacto con lo experimentado ni limitarnos solamente a la abrumadora dispersión de sus anécdotas. Tal explicación está de alguna manera presente ya en Aristóteles y, sobre todo, en Locke. Desde luego, la respuesta de Kant es muchísimo más compleja de lo aquí esbozado, pero lo destacable de su esfuerzo genial es que intenta salvar a la vez los rece-los del escepticismo y la realidad efectiva de nuestros conocimientos tal como se manifiestan en la ciencia moderna, que para él representaba el gran Newton.

También el relativismo pone en cuestión que seamos alguna vez capaces de alcanzar la verdad por medio de razonamientos. Como ya ha quedado dicho, en la argumentación racional debe conciliarse el punto de vista subjetivo y personal con el objetivo o universal (siendo este último el punto de vista de cualquier otro ser humano que por así decir «mirase por encima de mi hombro» mientras estoy razonando). Pues bien, los relativistas opinan que tal cosa es imposible y que mis condicionamientos subjetivos siempre se imponen a cualquier pretensión de objetividad universal. A la hora de razonar., cada cual lo hace según su etnia, su sexo, su clase social, sus intereses económicos o políticos, incluso su carácter. Cada cultura tiene su lógica diferente y cada cual su forma de pensar idiosincrásica e intransferible. Por tanto hay tantas verdades como culturas, como sexos, como clases sociales, como intereses... ¡como caracteres individuales! Quienes no hablan de verdades sino de la verdad y sostienen la pertinencia de los versos de Antonio Machado que antes

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Las preguntas de la vida 17

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citábamos suelen ser considerados por los relativistas diversas cosas feas: etnocéntricos, logocéntricos, falocéntricos y en general concéntricos en torno a sí mismos; es decir gente despistada o abusona que toma su propio punto de vista por la perspectiva de la razón universal.

Resulta imposible (y sin duda indeseable) negar la importancia de nuestros condicionamientos socioculturales o psicológicos cuando nos ponemos a razonar pero... ¿puede asegurarse que invaliden totalmente el alcance universal de ciertas verdades alcanzadas a partir de ellos y a pesar de ellos? Los hallazgos científicos de la única mujer ganadora de dos premios Nobel, Madame Curie, ¿son válidos sólo para las madames y no también para los monsieurs? ¿Deben desconfiar los japoneses del siglo XX del valor que tenga para ellos la ley de gravitación descubierta por un inglés empelucado del siglo XVII llamado Newton? ¿Se equivocaron nuestros antepasados renacentistas europeos al cambiar la numeración romana, tan propia de su identidad cultural, por los mucho más operativos guarismos árabes? ¿Utilizaron una lógica y una observación experimental de la naturaleza muy distinta a la nuestra los indígenas peruanos que descubrieron las propiedades febrífugas de la quinina siglos antes que los europeos? ¿Invalida los análisis de Marx sobre el proletariado el hecho indudable de que él mismo perteneciese a la pequeña burguesía? ¿Debería Martín Luther King por ser negro haber renunciado a reclamar los derechos de ciudadanía iguales para todos establecidos por los padres fundadores de la constitución estadounidense, los cuales fueron blancos sin excepción? Por último: ¿es una verdad racional universal y objetiva la de que no existen o no pueden ser alcanzadas por los humanos las verdades universales racionalmente objetivas?

Parece evidente que el peso de los condicionamientos subjetivos varía grandemente según el «campo de la verdad» que en cada caso estemos considerando: si de lo que hablamos es de mitología, de gastronomía o de expresión poética, el peso de nuestra cultura o nuestra idiosincrasia personal es mucho más concluyente que cuando nos referimos a ciencias de la naturaleza o a los principios de la convivencia humana. En cualquier caso, también para determinar hasta qué punto nuestros conocimientos están teñidos de subjetivismo necesitamos un punto de vista objetivo desde el que compararlos unos con otros... ¡y todos con una cierta realidad más allá de ellos a la que se refieren! En fin, hasta para desconfiar de los criterios universales de razón y de verdad necesitamos algo así como una razón y una verdad que sirvan de criterio universal. Sin embargo, la aportación más valiosa del relativismo consiste en subrayar la imposibilidad de establecer una fuente última y absoluta de la que provenga todo conocimiento verdadero. Y ello no se debe a las insuficiencias accidentales de nuestra sabiduría que el progreso científico podría remediar, sino a la naturaleza misma de nuestra capacidad de conocer. Quizá por eso un teórico importante de nuestro siglo, Karl R. Popper, ha insistido en que no existe ningún criterio para establecer que se ha alcanzado la verdad, sin dejar al tiempo de conservar para la epistemología un criterio último y definitivo de verdad (la noción tarskiana7 de verdad). Lo único que está a nuestro alcance en la mayoría de los casos, según Popper, es descubrir los sucesivos errores que existen en nuestros planteamientos y purgarnos de ellos. De este modo, la tarea de la razón resultaría ser más bien negativa (señalar las múltiples equivocaciones e inconsistencias en nuestro saber) que afirmativa (establecer la autoridad definitiva de la que proviene toda verdad).

Seamos modestos: decir que algo «es verdad» significa que es «más verdad» que otras afirmaciones concurrentes sobre el mismo tema, aunque no represente la verdad absoluta. Por ejemplo, es «verdad» que Colón descubrió el continente americano a los europeos (aunque sin duda navegantes vikingos llegaron antes, pero sin dar la misma publicidad a su logro ni intentar la colonización) y es «verdad» que el vino de Rioja es un alimento más sano que el arsénico (aunque bebido en dosis excesivas también puede ser letal, mientras que pequeñas cantidades de arsénico se utilizan en la farmacopea para fabricar medicinas). Etcétera. Como resumió muy bien otro gran filósofo contemporáneo, George Santayana: «La posesión de la verdad absoluta no se halla tan sólo por accidente más allá de las mentes particulares; es incompatible con el estar vivo, porque excluye toda situación, órgano, interés o fecha de investigación particulares: la verdad absoluta no puede descubrirse justo porque no es una perspectiva»8. Pero que toda verdad que alcanzamos racionalmente responda a cierta perspectiva no la invalida como verdad, sino que sólo la identifica como «humana».

El último grupo de adversarios de la razón (o, más bien, del razonar argumentalmente) no lo son también de la verdad, como ocurría en los dos casos anteriores. Al contrario, éstos creen en la verdad, incluso en la Verdad con mayúscula, eterna, resplandeciente, sin nada que ver con las construcciones trabajosas que mediatizan el conocimiento humano: en una palabra, esta Verdad absoluta e indiscutible no nos debe nada. Tampoco piensan que puede llegar hasta ella por el laborioso y vacilante método racional sino que es una Verdad que se nos revela, bien sea porque nos la descubran algunos maestros sobrehumanos (dioses,

7 La propuesta por el lógico Alfred Tarski, según la cual -por ejemplo- «el enunciado "la nieve es blanca" es verdadero si y sólo si la nieve es blanca».

8 2. Los reinos del ser, de G. Santayana, Prefacio, trad. Francisco González Aramburo, México, Fondo de Cultura.

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Las preguntas de la vida 18

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ancestros inspirados, etcétera), porque se nos manifieste en alguna forma privilegiada de visión o porque sólo sea alcanzable a través de intuiciones no racionales, sentimientos, pasiones, etc. Es curioso que los partidarios de estos atajos sublimes hacia el conocimiento suelan fustigar el «orgullo» de los racionalistas (cuando precisamente la racionalidad se caracteriza por la humilde desconfianza de sí misma y de ahí sus tanteos, sus laboriosas deliberaciones, sus pruebas y contrapruebas) o ridiculicen su fe en «la omnipotencia de la razón», disparate irracional en el que jamás ha creído ningún racionalista en su sano juicio. Desde luego la Verdad así revelada -la Verdad visionaria- es irrefutable, porque cualquier intento de cuestionarla demuestra precisamen-te que el incrédulo carece de la iluminación requerida para su disfrute, bien sea por su impiedad ante los Maestros adecuados o por el embotamiento de las emociones necesarias para intuirla.

Y en ello mismo estriba sin embargo la principal objeción que puede hacérsele. Porque esta forma de acceso a la Verdad mayúscula es algo así como un privilegio de unos cuantos, que los menos afortunados sólo lograrían compartir indirectamente por obediencia intelectual ante los iniciados o quedando a la espera de una revelación semejante. Pero en ningún caso pueden repetir por sí mismos el camino del conocimiento, que se presenta como inefable y repentino. La Verdad así alcanzada debe ser aceptada en bloque, incuestionada, no sometida al proceso de dudas y objeciones que son fruto del ejercicio racional. El método de la razón en cambio es totalmente diferente. Para empezar, está abierto a cualquiera y no hace distingos entre las personas: en el diálogo Menón, Sócrates demuestra que también un joven esclavo sin instrucción ninguna puede llegar por sus propias deducciones a avanzar en el campo de la geometría. La razón no exige nada especial para funcionar, ni fe, ni preparación espiritual, ni pureza de alma o de sentimientos, ni perte-necer a un determinado linaje o a determinada etnia: sólo pide ser usada. La revelación elige a unos cuantos; la razón puede ser elegida por cualquiera, por todos. Es lo común de la condición humana. Se puede fingir una revelación sublime o una intuición emotiva pero no se puede fingir el ejercicio racional, porque cualquiera puede repetirlo con nosotros o en nuestro lugar: no hay conclusión racional si otro (cualquier otro con voluntad de razonar) no está facultado para seguir al menos nuestro razonamiento y compartirlo o señalar sus errores. Frente a tantos vehículos privados, supuestamente velocísimos pero que quizá no se mueven de donde están, la razón es un servicio público intelectual: un ómnibus.

En este sentido, la razón no sólo es un instrumento para conocer sino que tiene relevantes consecuencias políticas. El proceso de razonamiento -argumentos, datos, dudas, pruebas, contrapruebas, preguntas capciosas, refutaciones, etc.- está tomado del método que seguimos para discutir con nuestros semejantes los temas que nos interesan. Es decir, todo razonamiento es social porque reproduce el procedimiento de preguntas y respuestas que empleamos para el debate con los demás. Tal es precisamente el origen de la razón, si hemos de hacer caso a Giorgio Colli: «Muchas generaciones de dialécticos elaboraron en Grecia un sistema de la razón, del logos, como fenómeno vivo, concreto, puramente oral. Evidentemente, el carácter oral de la discusión es esencial en ella: una discusión escrita, traducida a obra literaria, como la que encontramos en Platón, es un pálido subrogado del fenómeno originario, ya sea porque carece de la más mínima inmediatez, de la presencia de los interlocutores, de la inflexión de sus voces, de la alusión de sus miradas, o bien porque describe una emulación pensada por un solo hombre y exclusivamente pensada, por lo que carece del arbitrio, de la novedad, de lo imprevisto, que pueden surgir únicamente del encuentro verbal de dos individuos de carne y hueso»9. Razonar no es algo que se aprende en soledad sino que se inventa al comunicarse y confrontarse con los semejantes: toda razón es fundamentalmente conversación. A veces los filósofos modernos parecen olvidar este aspecto esencial de la cuestión.

«Conversar» no es lo mismo que escuchar sermones o atender voces de mando. Sólo se conversa -sobre todo, sólo se discute- entre iguales. Por eso el hábito filosófico de razonar nace en Grecia junto con las instituciones políticas de la democracia. Nadie puede discutir con Asurbanipal o con Nerón, ni nadie puede conversar abiertamente en una sociedad en la que existen castas sociales inamovibles. Desde luego la Grecia clásica no fue una sociedad plenamente igualitaria (¿lo ha sido alguna, habrá alguna que lo sea alguna vez?) y las mujeres o los esclavos no tenían los mismos derechos de ciudadanía que los varones libres: pero en el Banquete platónico interviene Diotima como interlocutora y en Menón Sócrates ayuda a razonar al esclavo. Y es que razonar consecuentemente exige la universalidad humana de la razón, el no excluir a nadie del diálogo donde se argumenta. De modo que la razón fue por delante en Grecia de su propio sistema social y va siempre por delante de los sistemas sociales desiguales que conocemos, hacia la verdadera comunidad de todos los seres pensantes. A fin de cuentas, la disposición a filosofar consiste en decidirse a tratar a los demás como si fueran también filósofos: ofreciéndoles razones, escuchando las suyas y construyendo la verdad, siempre en tela de juicio, a partir del encuentro entre unas y otras.

9 El nacimiento de la filosofía, de G. Colli, Barcelona, Tusquets.

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Las preguntas de la vida 19

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Actualmente se ha extendido una versión que me parece errónea de la relación entre la capacidad de argumentación y la igualdad democrática. Se da por supuesto que cada cual tiene derecho a sus propias opiniones y que intentar buscar la verdad (no la tuya ni la mía) es una pretensión dogmática, casi totalitaria. En el fondo, no hay planteamiento más directamente antidemocrático que éste. La democracia se basa en el supuesto de que no hay hombres que nazcan para mandar ni otros nacen para obedecer, sino que todos nacemos con la capacidad de pensar y por tanto con el derecho político de intervenir en la gestión de la comunidad de la que formamos parte. Pero para que los ciudadanos puedan ser políticamente iguales es imprescindible que en cambio no todas sus opiniones lo sean: debe haber algún medio de jerarquizar las ideas en la sociedad no jerárquica, potenciando las más adecuadas y desechando las erróneas o dañinas. En una palabra, buscando la verdad. Tal es precisamente la misión de la razón cuyo uso todos compartimos (antaño las verdades sociales las establecían los dioses, la tradición, los soberanos absolutos, etcétera). En la sociedad democrática, las opiniones de cada cual no son fortalezas o castillos donde encerrarse como forma de autoafirmación personal: «tener» una opinión no es «tener» una propiedad que nadie tiene derecho a arrebatarnos. Ofrecemos nuestra opinión a los demás para que la debatan y en su caso la acepten o la refuten, no simplemente para que sepan «dónde estamos y quiénes somos». Y desde luego no todas las opiniones son igualmente válidas: valen más las que tienen mejores argumentos a su favor y las que mejor resisten la prueba de fuego del debate con las objeciones que se les plantean.

Si no queremos que sean los dioses o ciertos hombres privilegiados los que usurpen la autoridad social (es decir., quienes decidan cuál es la verdad que conviene a la comunidad) no queda otra alternativa que someternos a la autoridad de la razón como vía hacia la verdad. Pero la razón no está situada como un árbitro semidivino por encima de nosotros para zanjar nuestras disputas sino que funciona dentro de nosotros y entre nosotros. No sólo tenemos que ser capaces de ejercer la razón en nuestras argumentaciones sino también -y esto es muy importante y quizá aún más difícil- debemos desarrollar la capacidad de ser convencidos por las mejores razones, vengan de quien vengan. No acata la autoridad democrática de la razón quien sólo sabe manejarla a favor de sus tesis pero considera humillante ser persuadido por razones opuestas. No basta con ser racional, es decir, aplicar argumentos racionales a cosas o hechos, sino que resulta no menos imprescindible ser razonable, o sea acoger en nuestros razonamientos el peso argumental de otras subjetividades que también se expresan racionalmente. Desde la perspectiva racionalista, la verdad buscada es siempre resultado, no punto de partida: y esa búsqueda incluye la conversación entre iguales, la polémica, el debate, la controversia. No como afirmación de la propia subjetividad sino como vía para alcanzar una verdad objetiva a través de las múltiples subjetividades. Si sabemos argumentar pero no sabemos dejarnos persuadir hará falta un jefe, un Dios o un Gran Experto que finalmente decida qué es lo verdadero para todos. Probablemente tendremos que volver más adelante sobre esta cuestión de lo racional y lo razonable.

De momento, creo que basta lo dicho. Recapitulemos. Acosados por la muerte, debemos pensar la vida. Pensarla, es decir: conocerla mejor a ella, a cuanto contiene y a cuanto significa. Tenemos múltiples fuentes de conocimiento, pero todas han de pasar la criba crítica de la razón, que verifica, organiza y busca la coherencia en lo que sabemos... aunque sea provisionalmente. Pero la vida está llena de preguntas. ¿Por cuál empezar, tras habernos preguntado cómo responderlas? La primera de todas bien puede ser ésta: ¿quién soy yo? O quizá: ¿qué soy yo?

Da que pensar...

¿Cuál es la pregunta previa a las restantes preguntas de la vida? ¿De dónde nos viene lo que creemos saber? ¿Podemos estar medianamente seguros de tales conocimientos? ¿A qué llamamos razón? ¿Cuál es la relación entre la razón y la verdad? ¿Cuánto hay en la razón de subjetivo y cuánto de objetivo? ¿Se puede compartir la razón y la verdad con otros, quizá con todos? ¿Cuáles son los argumentos de los escépticos y cómo se les puede responder? ¿En qué consiste el relativismo? Si todo es relativo, ¿será el relativismo relativo también? ¿Podrá llegarse a la Verdad sin utilizar la razón, por fe o por intuición, quizá por una corazonada? ¿Por qué no puede haber una razón muda y qué tiene que ver «conversar» con «razonar»? ¿Tiene implicaciones políticas el método racional de llegar a la verdad? Para utilizar correctamente la razón ¿basta con ser racional o hay que ser también razonable? Puedo ser racional contra mi prójimo pero ¿puedo ser razonable contra los demás? ¿Consiste la democracia en el derecho a defender públicamente las propias opiniones o en la obligación de tenerlas a todas por igualmente válidas? ¿Es irracional o humillante dejarse convencer por los argumentos racionales?

Capítulo Tercero

YO ADENTRO, YO AFUERA

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Las preguntas de la vida 20

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Muy bien, razonemos cuanto queramos pero... ¿podemos estar realmente seguros de algo? Los escépticos de pura cepa vuelven a la carga sin darse por vencidos (después de todo, lo característico del buen escéptico es que nunca se da por vencido... ¡ni mucho menos por convencido!). En el capítulo anterior hemos intentado explicar cómo llegamos a sustentar racionalmente ciertas creencias, pero el escéptico radical -quizá escondido dentro de nosotros mismos- sigue gruñendo sus objeciones. Bueno, nos dice, de acuerdo, ustedes se conforman con saber por qué creen lo que creen; pero ¿pueden explicarme por qué no creen lo que no creen? ¿Y si fuésemos sólo cerebros flotando en un frasco de algún fluido nutritivo, a los que despiadados sabios marcianos someten a un experimento virtual? ¿Y si los extraterrestres nos estuvieran haciendo percibir un mundo que no existe, un mundo inventado por ellos para engañarnos con falsas concatenaciones causales, con falsos paisajes y falsas leyes aparentemente científicas? ¿Y si nos hubieran creado en su laboratorio hace cinco minutos, con los fingidos recuerdos de una vida anterior inexistente (como a los replicantes de la película Blade Runner)? Por muy fantástica que sea esta hipótesis, es al menos posible imaginarla y, si fuera cierta, explicaría también todo lo que creemos ver, oír, palpar o recordar. ¿Podemos estar seguros entonces de algo, si ni siquiera somos capaces de descartar la falsificación universal?

René Descartes, el gran pensador del siglo XVII, es considerado plausiblemente como el fundador de la filosofía moderna precisamente por haber sido el primero en plantearse una duda de tamaño semejante y también por su forma de superarla. Desde luego. Descartes no mencionó a los extraterrestres (mucho menos populares en su siglo que en el nuestro) ni habló de cerebros conservados artificialmente en frascos. En cambio planteó la hipótesis de que todo lo que consideramos real pudiera ser simplemente un sueño -el filósofo francés fue más o menos coetáneo del dramaturgo español Calderón de la Barca, autor de La vida es sueño- y que las cosas que creemos percibir y los sucesos que parecen ocurrimos fueran sólo incidentes de ese sueño. Un sueño total, inacabable, en el que soñamos dormirnos y también a veces despertar (¿acaso no nos ha ocurrido a veces en sueños creer que despertamos y nos reímos de nuestro sueño anterior?), lleno de personas soñadas y paisajes soñados, un sueño en el que somos reyes o mendigos, un sueño extraor-dinariamente vivido... pero sueño al fin y al cabo, sólo un sueño. No contento con esta suposición alarmante, Descartes propuso otra mucho más siniestra: quizá somos víctimas de un genio maligno, una entidad poderosa como un dios y mala como un demonio dedicada a engañarnos constantemente, haciéndonos ver, tocar y oler lo que no existe sin otro propósito que disfrutar de nuestras permanentes equivocaciones. Según la primera hipótesis, la del sueño permanente, nos engañamos solitos; según la segunda, la del genio malvado, alguien poderoso (¡alguien parecido a un extraterrestre, aunque como la misma tierra sería un engaño no podemos llamarle así!) nos engaña a propósito: en ambos casos tendríamos que equivocarnos sin remedio y tomar constantemente lo falso por verdadero.

Para una persona corriente, estas dudas gigantescas resultan bastante raras: ¿no estaría un poco loco Descartes? ¿Cómo vamos a estar soñando siempre, si la noción de sueño no tiene sentido más que por contraste con los momentos en que estamos despiertos? Y además sólo soñamos con cosas, personas o situaciones conocidas durante los períodos de vigilia: soñamos con la realidad porque de vez en cuando tenemos contacto con realidades no soñadas. Si siempre estuviéramos soñando, sería igual que no soñar nunca. Además, ¿de dónde saca Descartes su genio maligno? Si existe tal dios o demonio dedicado constante-mente a urdir una realidad coherente para nosotros ¿por qué no le llamamos «realidad» y acabamos de una vez? ¿Cómo va a engañarnos si nada nunca es verdad? Si siempre nos engaña, ¿en qué se diferencia su engaño de la verdad? ¿Y qué más da conocer un mundo real en el que hay muchas cosas o conocer muchas cosas fabricadas por un demonio juguetón pero real?

Desde luego, Descartes no estaba loco ni desvariaba arrastrado por una imaginación desbordante. Como todo buen filósofo, se dedicaba nada más (¡ni nada menos!) que a formularse preguntas en apariencia muy chocantes pero destinadas a explorar lo que consideramos más evidente, para ver si es tan evidente como creemos... al modo de quien da varios tirones a la cuerda que debe sostenerle, para saber si está bien segura antes de ponerse a trepar confiadamente por ella. Puede que la cuerda parezca amarrada como es debido a algo sólido, puede que todo el mundo nos diga que podemos confiar en ella pero... es nuestra vida la que está en juego y el filósofo quiere asegurarse lo más posible antes de iniciar su escalada. No, ese filósofo no es un loco ni un extravagante (¡por lo menos no suele serlo en la mayoría de los casos!): sólo resulta algo más desconfiado que los demás. Pretende saber por sí mismo y comprobar por sí mismo lo que sabe. Por eso Descartes llamó «metódica» a su forma de dudar: trataba de encontrar un método (palabra que en griego significa «camino») para avanzar en el conocimiento fiable de la realidad. Su escepticismo quería ser el comienzo de una investigación, no el rechazo de cualquier forma de investigar o conocer.

Bien, supongamos que todo cuanto creo saber no es más que un sueño o la ficción producida para engañarme por un genio maligno. ¿No me quedaría en tal caso alguna certeza donde hacer pie, a pesar de mis inacabables equivocaciones? ¿No habrá algo tan seguro que ni el sueño ni el genio puedan convertirlo en falso? Puede que no haya árboles, mares ni estrellas, puede que no haya otros seres humanos semejantes a mí en el mundo, puede que yo no tenga el cuerpo ni la apariencia física que creo tener... pero al menos sé con

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............................................................................................................................................................................................. toda certeza una cosa: existo. Tanto si me equivoco como si acierto, al menos estoy seguro de que existo. Si dudo, si sueño, debo existir indudablemente para poder soñar y dudar. Puedo ser alguien muy engañado pero también para que me engañen necesito ser. «De modo que después de haberlo pensado bien -dice Descartes en la segunda de sus Meditaciones- y de haber examinado todas las cosas cuidadosamente, al final debo concluir y tener por constante esta proposición: yo soy, yo existo es necesariamente verdadera, cuantas veces la pronuncio o la concibo en mi espíritu.» Cogito, ergo sum: pienso, luego existo. Y cuando dice «pienso» Descartes no sólo se refiere a la facultad de razonar, sino también a dudar, equivocarse, soñar, percibir... a cuanto mentalmente ocurre o se me ocurre. Todo pueden ser ilusiones mías salvo que existo con ilusiones o sin ellas. Si digo «veo un árbol frente a mí» puedo estar soñando o ser engañado por un extraterrestre burlón; pero si afirmo «creo ver un árbol frente a mí y por tanto existo» tengo que estar en lo cierto, no hay dios que pueda engañarme ni sueño que valga. Ahí la cuerda está bien amarrada y puedo comenzar a trepar.

¿Quién o qué es ese «yo» de cuya existencia ya no cabe dudar? Para Descartes, se trata de una res cogitans, una cosa que piensa (entendiendo «pensar» en el amplio sentido antes mencionado). Quizá traducir la palabra latina res por «cosa» no sea muy adecuado y resultase mejor traducirla por «algo» o incluso por «asunto», en el sentido genérico que tiene también en res publica (el asunto o asuntos públicos, el Estado): el yo es un algo que piensa, un asunto mental. Sea como fuere, por aquí le han venido después a Descartes las más serias objeciones a su planteamiento. ¿Por qué esa «cosa que piensa» y que por tanto existe soy yo, un sujeto personal? ¿No podríamos decir simplemente «se piensa» o «se existe» de modo impersonal, como cuando afirmamos «llueve» o «es de día»? ¿Por qué lo que piensa y existe debe ser una cosa, un algo subsistente y estable, en lugar de ser una serie de impresiones momentáneas que se suceden? Existen pensamientos, existe el existir, pero... ¿por qué llama Descartes «yo» al supuesto sujeto que sostiene esos pensamientos y esa existencia? Veo árboles, noto sensaciones, razono y calculo, deseo, siento miedo... pero nunca percibo una cosa a la que pueda llamar «yo».

Cien años después de Descartes, el escocés David Hume apunta en su Tratado de la naturaleza humana: «Por mi parte, cuando penetro más íntimamente en lo que llamo "yo mismo", siempre tropiezo con una u otra percepción particular, de frío o de calor, de luz o de sombra, de dolor o de placer. Nunca puedo captar un "yo mismo" sin encontrar siempre una percepción, y nunca puedo observar nada más que la percepción». Según Hume, aquí también existe un espejismo, a pesar de los esfuerzos de Descartes por evitar el engaño. Lo mismo que creo «ver» un bastón roto al introducirlo en el agua -a causa de la refracción de la luz-, también creo «sentir» una sustancia ininterrumpida y estable a la que llamo «yo» tras la serie sucesiva de impresiones diversas que percibo: como siempre noto algo, creo que hay un algo que está siempre notando y sintiendo. Pero a ese mismo sujeto personal que Descartes parece dar por descartado -perdón por el chiste horrible- no lo percibo nunca y por tanto no es más que otra ilusión.

O puede que no sea una ilusión, sino una exigencia del lenguaje que manejamos. Quizá la palabra «yo» no sea el nombre de una cosa, pensante o no pensante, sino una especie de localizador verbal, como los términos «aquí» o «ahora». ¿Acaso creemos que hay un sitio, fijo y estable, llamado «aquí»? ¿O un momento especial, identificable entre todos los demás de una vez por todas, llamado «ahora»? Decir «yo pienso, yo percibo, yo existo» es como asegurar «se piensa, se percibe, se existe aquí y ahora». Según Kant, la fórmula «yo pienso» puede acompañar a todas mis representaciones mentales pero lo mismo podría decirse de «aquí» y «ahora». No me puedo expresar de otro modo y sin duda algo estoy expresando al hablar así, pero es abusivo suponer que esas palabras descubren una cosa o una persona fija, estable y duradera. En este caso, como en tantos otros, quizá filosofar consista en intentar aclarar los embrollos producidos por el lenguaje que manejamos. Uno de ellos es suponer que a cada palabra debe corresponderle en el mundo «algo» sustantivo y tangible, cuando muchas palabras no designan más que posiciones, relaciones o principios abstractos. Otro desvarío lingüístico consiste en considerar todos los verbos como nombres de acciones y buscar por tanto en cualquier caso el sujeto que las realiza. Si digo por ejemplo «yo existo», el verbo existir funciona en mi imaginación como si señalase algún tipo de acción, igual que cuando digo «yo paseo» o «yo como». Pero ¿y si «existir» no fuera en absoluto nada parecido a una acción ni por tanto necesitase un sujeto concreto para llevarla a cabo? ¿Y si «existir» funcionase más bien como «es de día» o «llueve», es decir como algo que pasa pero que nadie hace?

Probablemente, al plantear como irrefutable la existencia de su yo (que es también el nuestro, no le creamos egoísta). Descartes estaba pensando en su alma. Desde luego el alma es una noción cargada de referencias religiosas -cristianas, claro está, pero también anteriores al cristianismo- muy respetables e interesantes, aunque ni mucho menos tan indudables como exigía el filósofo francés cuando buscaba la certeza definitiva por medio de su procedimiento dubitativo. Aunque Descartes trata de ponerlo todo en duda, parece admitir de rondón y sin mayor crítica la noción de «alma» o «yo» personal, sobre cuya certeza tanto cabe dudar siguiendo su propio método. Los escépticos más aguerridos dirán que Descartes no fue verdaderamente uno de ellos, sino sólo un falso escéptico demasiado interesado en salir de dudas cuanto antes... Según Descartes, el alma es una realidad separada y totalmente distinta del cuerpo, al que controla

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desde una cabina de mando situada en la glándula pineal (un adminículo de nuestro sistema cerebral al que en su época aún no se le había descubierto ninguna función fisiológica concreta). Los neurólogos y psiquiatras actuales sonríen ante este punto de vista pero tampoco sus explicaciones sobre la relación entre nuestras funciones mentales y nuestros órganos físicos son siempre claras ni del todo convincentes. La gente corriente, ustedes o yo (ustedes, cada uno de los cuales también dice «yo»), ¿acaso hemos renunciado verdaderamente a creer que somos «almas» en un sentido bastante parecido al de Descartes?

Volvamos otra vez a la cuestión del «yo». ¿Podemos despacharlo como un mero error del lenguaje? Cada uno estamos convencidos de que de algún modo poseemos una cierta identidad, algo que permanece y dura a través del torbellino de nuestras sensaciones, deseos y pensamientos. Yo estoy convencido de ser yo, en primer lugar para mí pero también para los demás. Yo soy yo porque me mantengo a través del tiempo y porque me distingo de los otros. Creo ser el mismo que fui ayer, incluso el mismo que era hace cuarenta años; aún más, creo que seguiré siendo yo mientras viva y si me preocupa la muerte es precisamente porque significará el final de mi yo. Pero ¿cómo puedo estar tan seguro de que sigo siendo el mismo que aquel niño de cinco o diez años, inmensamente diferente a mi yo actual en lo físico y lo espiritual? ¿Acaso es la memoria lo que explica tal continuidad? Pero la verdad es que he olvidado la mayoría de las sensaciones e incidentes de mi vida pasada. Supongamos que alguien me enseña una foto mía de hace décadas, tomada en una fiesta infantil de la que no recuerdo absolutamente nada. La veo y digo complacido «sí, soy yo», a pesar de mi radical olvido: aunque no recuerdo nada, estoy seguro de que entonces me sentía tan yo como ahora mismo y que esa sensación nunca se ha interrumpido. También creo haber seguido siendo siempre yo por las noches mientras duermo, pese a recordar rara vez lo que sueño -y nunca por mucho tiempo- o incluso durante la completa inconsciencia producida por la anestesia. Aun suponiendo que un accidente me dejase completamente amnésico, incapaz de recordar nada de mi vida pasada, ni siquiera lo que me ocurrió ayer, probablemente seguiré pensando -¿con algunas dudas, quizá?- que siempre fui el mismo «yo» que ahora soy... aunque ya no me acuerde.

El psiquiatra Oliver Sacks, en su libro El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, cuenta el caso de uno de sus pacientes -un tal Mr. Thomson- cuya memoria había sido destruida por el síndrome de Korsakov y que se dedicaba a inventarse constante y frenéticamente nuevos pasados. Era su forma de poder seguir considerándose «el mismo» a través del tiempo, como le pasa a usted y como me pasa a mí. «El mismo» quiere decir que, aunque evidentemente cambiamos de un año a otro, de un día para otro, algo sigue permaneciendo estable bajo los cambios (para que una cosa cambie es necesario que en cierto aspecto siga siendo la misma: si no, en vez de cambiar se destruye y es sustituida por otra). Pero ¿cuántos cambios puede sufrir una cosa para que sigamos diciendo que es la misma que era, aunque transformada? Si a un cuchillo se le rompe la hoja y la cambio por otra, sigue siendo el mismo; si le cambio el mango por otro, también será el mismo; pero si le he cambiado la hoja y el mango, ¿continuará siendo el mismo, aunque yo siga llamándole «mi» cuchillo? ¿Y respecto al futuro? ¿Cómo puedo estar tan convencido de que seguiré siendo también «yo» mañana y el año que viene, si aún vivo, a pesar de cuantas transformaciones me ocurran, aunque el mal de Alzheimer destruya mis recuerdos y me haga olvidar hasta mi nombre o el de mis hijos? ¿Y por qué estoy tan preocupado por ese yo futuro que se me ha de parecer tan poco?

En defensa del «yo» cartesiano, sin embargo, también pueden objetársele ciertas cosas a quienes piensan como Hume. Dice el filósofo escocés que cuando entra en su fuero interno para buscar su yo (¿para buscarse?) sólo encuentra percepciones y sensaciones de diverso tipo: tropieza con contenidos de conciencia, nunca con la conciencia misma. Pero ¿quién o qué realiza esa interesante comprobación? Sin duda ni la percepción ni la sensación son lo mismo que comprobar que uno tiene una sensación o una percepción. Una cosa es notar el frío, por ejemplo, y otra darse cuenta de que uno está sintiendo frío10, es decir, clasificar esa desagradable sensación, imaginar sus posibles efectos negativos, buscarle rápido remedio. Hay en mí una sensación de frío y también algo que se da cuenta de que estoy sintiendo eso (no otra cosa) y lo relaciona con todo lo que recuerdo, deseo o temo, o sea con mi vida en su conjunto. Lo que siento o percibo en este momento preciso no vaga desligado de toda referencia al complejo formado por mis otros recuerdos y expectativas sino que inmediatamente se aloja más o menos estructuradamente entre ellas. En eso me parece que consiste el que yo pueda llamar mías a mis sensaciones y percepciones: en la especial adhesión que tengo por ellas y también en la necesidad de tomarlas en cuenta vinculándolas con otras no menos mías. Si noto un dolor de muelas, por ejemplo, no podré desentenderme de él o ignorar sus implicaciones diciendo: «Vaya, parece que hay un dolor de muelas por aquí. ¡Espero que no sea mío!». De un modo u otro, no sólo lo notaré sino que deberé tomarlo en cuenta. Y ese tomarlo en cuenta no es en la mayoría de los casos una mera reacción refleja sino más bien una reflexión por la que me apropio de lo que me ocurre y lo conecto con el

10 Ciertamente hay un sentido de «darse cuenta» que es equivalente a «notar» -es quizá el más común, también en la filosofía- pero aquí quiero decir hacer explícitas las conexiones de una experiencia con otras anteriores.

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............................................................................................................................................................................................. resto de mis experiencias. En una palabra, no sólo tengo conciencia -como cualquier otro animal- sino tam-bién autoconciencia, conciencia de mi conciencia, la capacidad de objetivar aquello de lo que soy consciente y situarlo en una serie con cuya continuidad me veo especialmente comprometido. No sólo siento y percibo, sino que puedo preguntarme qué siento y percibo, así como indagar lo que significa para mí cuanto siento y percibo.

Quizá la primera vez que en nuestra tradición occidental aparece testimonio literario de esta reflexión la encontramos cuando, al final de la Odisea, el largo tiempo errante Ulises llega por fin a su palacio de Ítaca. Al ver a su mujer acosada por los impúdicos pretendientes, que se están comiendo y bebiendo su hacienda, Ulises se inflama de cólera vengativa. Pero no se abalanza imprudentemente sobre ellos sino que se contiene diciéndose: «¡Paciencia, corazón mío!». Esta breve recomendación que el héroe se hace a sí mismo, a la vez constatando y calmando el ardor de su ira, es quizá el comienzo de toda nuestra psicología, la primera muestra culturalmente testimoniada de autoconciencia, según ha señalado muy bien Jacqueline de Romilly en un precioso libro que lleva precisamente por título las citadas palabras de Ulises.

¿No será algo semejante a lo que Descartes se refiere cuando habla de un yo como res cogitans, es decir como una cosa pensante o conjunto de asuntos pensados, que puedo englobar en la fórmula «yo soy, yo pienso»? ¿Y a lo que se refiere, quizá con abuso, llamándolo «alma», aunque ese alma bien puede tener muchos más agujeros y sobresaltos de los que su visión sustancialista supone?

En cualquier caso, mi «yo» no sólo está formado por ese fuero interno o mental del que venimos hablando. Esa dimensión interior o íntima también viene acompañada por una exteriorización del yo en el mundo de lo percibido, fuera del ámbito de lo que percibe: mi cuerpo. Del mismo modo que considero mía mi conciencia aunque en ella haya lagunas de olvido o interrupciones inconscientes, también tengo a mi cuerpo por mío aunque sufra transformaciones, pierda el pelo, las uñas o los dientes, incluso aunque se le amputen órganos y miembros. Mi cuerpecillo infantil y mi cuerpo adulto, crecido o envejecido, siguen teniendo para mí una continuidad irrefutable no siempre fácil de explicar pero de la que no dudo salvo como experimento teórico... de esos que suele hacer la filosofía. Ahora bien, ¿qué es mi cuerpo?

Supongamos que uno de esos extraterrestres de los que ya hemos hablado antes (aunque a éste no le sospecharemos malas intenciones, sólo curiosidad) viene a nuestro mundo y empieza a estudiarnos a usted o a mí. Tiene delante un ser vivo, quizá incluso lo considere inteligente (¡seamos optimistas!) pero una de las primeras preguntas que se hará es: ¿dónde empieza y dónde acaba este bicho? La pregunta no es absurda: hay mucha gente que al ver un cangrejo ermitaño dentro de su concha no sabe si ésta forma parte o no del cangrejo, ni tampoco es fácil determinar si el capullo de la crisálida debe ser considerado también crisálida como el resto del animal que la ha segregado. De igual modo, el extraterrestre puede creer que yo soy también mi casa y que acabo en la puerta de la calle, o que al menos mi sillón favorito y mi bata forman parte de mí, o que el puro que estoy fumando es uno de mis apéndices y el humo constituye mi maloliente aliento. A usted, que tiene coche y se pasa el día dentro de él, seguro que el marciano lo clasificaría entre los terrícolas de cuatro ruedas. Pero si el forastero interplanetario llega a comunicarse con nosotros le explicaremos que se equivoca, que nuestras fronteras las establece nuestro tejido celular y que -por mucho que amemos nuestras posesiones y nuestro alojamiento urbano- nuestro yo viviente sólo llega hasta donde abarca nuestra piel. Es decir, nuestro cuerpo. A lo que el marciano podría respondernos: «Bueno, y eso ¿cómo han llegado a saberlo?».

Responderle adecuadamente no es tan obvio como parece. No podríamos explicarle que cuando menciono al cuerpo me refiero a aquello que 'siempre va conmigo, a diferencia de otras posesiones, porque mi pelo, mis uñas, mis dientes, mi saliva, mi orina, mi apéndice, etc., son partes de mi cuerpo muy mías pero sólo transitoriamente. Antes o después dejan de ser yo sin que yo deje de ser yo, tal como la serpiente se deshace en primavera de esa bata vieja que es su piel usada. Ni siquiera podríamos asegurarle al curioso interplanetario que el cuerpo es todo aquello de lo que no podemos prescindir y seguir vivos, puesto que a veces deben cambiarme mi corazón por otro para no morir y ciertos enfermos dependen de los aparatos de diálisis que sustituyen a sus riñones, por no hablar del aire o el alimento que me son tan corporalmente imprescindibles como los pulmones o el estómago y que sin embargo no forman parte de mi yo.

Si la estudiada por el extraterrestre fuese una mujer embarazada el problema se complicaría aún más porque no es fácil zanjar si el feto es simplemente una parte de su cuerpo o algo distinto. ¡Cuántas complicaciones! El muy perspicaz Lichtenberg, a finales del siglo XVIII, dijo en uno de sus aforismos que «mi cuerpo es la parte del mundo que mis pensamientos pueden cambiar». Una idea ingeniosa, porque para operar la mayoría de las modificaciones de la realidad -trasladar un sillón, hacer arrancar un coche, cambiarme de ropa- necesito operar a través de mi cuerpo, mientras que me basta desearlo o pensarlo para levantar el brazo o abrir la boca. Y sin embargo, no parece ser mi pensamiento el que me hace respirar o digerir, ni puede mi voluntad devolverme el pelo o los dientes perdidos... ¡por no hablar de cambiar mi color

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............................................................................................................................................................................................. de piel o mi sexo! Las metamorfosis de Michael Jackson o de los transexuales necesitan intervenciones externas para poder llevarse a cabo. Francamente, satisfacer la curiosidad del extraterrestre puede ponernos en una situación comprometida...

Y sin embargo, mi convicción profunda es que yo empiezo y acabo en mi cuerpo, sean cuales fueren los embrollos teóricos que tal seguridad me traiga. Quizá viendo mi nerviosismo, el amable marciano me conceda este punto para no azorarme más; aunque entonces podría plantearme la pregunta del millón: «De acuerdo, usted empieza y acaba en su cuerpo, pero... ¿debo asumir que tiene usted un cuerpo o que es usted un cuerpo?». ¡Semejante interrogación podría ser causa justificada para una guerra interplanetaria! Probablemente Descartes, que suponía que el alma es un espíritu y el cuerpo una especie de máquina (según él, los animales -que no tienen alma- son meras máquinas... ¡que ni siquiera pueden experimentar dolor o placer!), respondería al extraterrestre que yo -el espíritu- tengo un cuerpo y me las arreglo con él lo mejor que puedo. Según cierta visión popular, estamos dentro de nuestro cuerpo al modo de fantasmas encerrados en una especie de robots a los que debemos dirigir y mover. Incluso hay místicos que piensan que el cuerpo es casi tan malo como una cárcel y que sin él nos moveríamos con mucha mayor ligereza. En la antigua Grecia, los órficos -seguidores de una antiquísima religión mitológica- hacían un tenebroso juego de palabras: soma (el cuerpo) = sema (el sepulcro). ¡El alma está encerrada en un zombi, en un cadáver viviente! De modo que la muerte definitiva del cuerpo, que deja volar libremente el alma (la palabra griega para alma, psijé, significa también «mariposa»), es una auténtica liberación. Quizá fuera a esto a lo que se refirió Sócrates en sus últi-mas palabras, según nos las refiere Platón en Fedón, cuando al notar que el efecto de la cicuta le llegaba ya al corazón dijo a sus discípulos: «Debemos un gallo a Esculapio». Había costumbre de ofrecer algún animal como sacrificio de gratitud a Esculapio, dios de la medicina, al curarse de cualquier enfermedad: ¿le pareció quizá a Sócrates que el veneno asesino estaba a punto de librarle de esa enfermedad del alma que consiste en padecer un cuerpo? La verdad es que con un tipo tan irónico nunca se sabe...

Pero ¿creemos en realidad estar subidos en nuestro cuerpo y al volante, como quien pilota un vehículo? Si es así, ¿dónde nos ubicamos, en qué parte del cuerpo? Descartes habló de la glándula pineal, pero la mayoría de la gente no sabe dónde está ese cachivache. Cuando decimos «yo» solemos señalarnos en el pecho, más o menos a la altura del corazón. Si reflexionamos un poco más, quizá lleguemos a la conclusión de que estamos en nuestra cabeza, en un punto situado en el cruce de la línea que puede trazarse entre los dos ojos y la que va desde una oreja hasta la otra. Por eso mi amigo el escritor Rafael Sánchez Ferlosio -que puede ser a veces tan irónico como Sócrates- me comentó un día acerca de lo insoportable de los dolores de muelas, otitis, jaquecas, etc.: «Son muy malos. ¡Los tenemos tan cerca!». Pero no conozco a nadie que esté convencido de habitar en el dedo gordo de su pie izquierdo, por ejemplo. Por lo común, quienes creen tener un cuerpo y estar dentro de él se refieren a un «dentro» que no es el interior del saco corporal, lleno de órganos, venas y músculos, sino a una interioridad diferente, que está en todas partes del cuerpo y en ninguna, de la que sólo el cerebro podría aspirar a ser la sede privilegiada. Además, si no soy mi cuerpo, ¿de dónde he venido para llegar finalmente a parar dentro de él?

En cambio hay quien cree que no tenemos sino que somos nuestro cuerpo. Aristóteles pensaba que el alma es la forma del cuerpo, entendiendo por «forma» no la figura externa sino el principio vital que nos hace existir. Y la neurobiología actual piensa casi unánimemente que los fenómenos mentales de nuestra conciencia están producidos por nuestro sistema nervioso, cuyo centro operativo es el cerebro. De modo que cuando hablamos del «alma» o del «espíritu» nos estamos refiriendo a uno de los efectos del funcionamiento corporal, lo mismo que cuando hablamos de la luz que esparce una bombilla nos referimos a un efecto producido por la bombilla y que cesa cuando ésta se apaga... o se funde. Resultaría ingenuo creer que la luz está dentro de la bombilla como algo distinto y separado de ésta, y aún más preguntarnos adonde se va la luz cuando la bombilla se apaga. Pero también parece evidente que la luz de la bombilla aporta algo a la bombilla misma y tiene propiedades distintas a ella: no hay luz sin bombilla, pero la luz no es lo mismo que el cristal de la bombilla, ni su filamento eléctrico, ni el cordón que la une con el enchufe de la corriente general, etc. Sería injusto, por lo menos, decir que la luz no es más que la bombilla o la central eléctrica que la alimenta. Del mismo modo, aunque el pensamiento es producido por el cerebro tampoco es sin más idéntico al cerebro. A esta actitud de asegurar que algo -la luz, la mente...- «no es más que» la bombilla o el cerebro suele llamársele reduccionismo. Algunos reduccionistas estarían de acuerdo en aceptar que la mente (luz) es un estado del cerebro (bombilla), esto es, lo primero es un «modo» en que está lo segundo. Con todo parecen simplificar demasiado una realidad más compleja.

En una novela del escritor inglés Aldous Huxiey podemos leer este párrafo: «El aire en vibración había sacudido la membrana tympani de lord Edward; la cadena de huesecillos -martillo, yunque y estribo- se puso en movimiento de modo que agitara la membrana de la ventana ovalada y levantara una tempestad infinitesimal en el fluido del laberinto. Los extremos filamentosos del nervio auditivo temblaron como algas

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en un mar picado; un gran número de milagros oscuros se efectuaron en el cerebro y lord Edward murmuró extáticamente: ¡Bach!»11. Sin duda lord Edward percibió la música gracias a los mecanismos de su oído y a las terminaciones nerviosas de su cerebro; si hubiera sido sordo o le hubieran extirpado determinadas zonas de la corteza cerebral, en vano se habría esforzado la orquesta por agradarle. Pero el goce mismo de la música que estaba oyendo, su capacidad de apreciarla y de identificar a su autor, el significado vital que todo ello encerraba para el oyente no puede reducirse al simple mecanismo auditivo y cerebral. No se hubiera dado sin él, no existiría sin él, pero no se reduce meramente a él. Tal como la luz producida por la bombilla no es lo mismo que la bombilla, el disfrute musical de Bach no es lo mismo que el sistema corporal que capta los sonidos aunque no se daría sin tal base material. A veces lo producido tiene cualidades distintas que emergen a partir de aquello que lo produce. Por eso Lucrecio, el gran materialista de la antigüedad romana, aun estan-do convencido de que somos un conjunto de átomos configurados de tal o cual manera, señala que los átomos no pueden reírse o pensar, mientras que nosotros sí. Somos un conjunto formado por átomos materiales, pero ese conjunto tiene propiedades de las que los átomos mismos carecen. Somos nuestro cuerpo, no podemos reír ni pensar sin él, pero la risa y el pensamiento tienen dimensiones añadidas -¿espirituales?- que no lograremos entender por completo sin ir más allá de las explicaciones meramente fisiológicas que dan cuenta de su imprescindible fundamento material.

Yo adentro, yo afuera. Soy un cuerpo en un mundo de cuerpos, un objeto entre objetos, y me desplazo, choco o me froto con ellos; pero también sufro, gozo, sueño, imagino, calculo y conozco una aventura íntima que siempre tiene que ver con el mundo exterior pero que no figura en el catálogo de la exterioridad. Porque si alguien pudiera anotar en un libro (o mejor, en un CD-Rom) todas las cosas que tienen bulto y ocupan sitio en la realidad, hasta el último de mis átomos figuraría en la lista, junto al Amazonas, los grandes tiburones blancos y la estrella Polar... pero no lo que he soñado esta noche o lo que estoy pensando ahora. De modo que hay dos formas de leer mi vida y lo que yo soy: por un lado -el lado de afuera- se me puede juzgar por mi funcionamiento, valorando si todos mis órganos marchan como es debido (tal como miramos el piloto luminoso de un electrodoméstico para saber si está apagado o encendido), determinando cuáles son mis capacidades físicas o mi competencia profesional, si me porto como manda la ley o cometo fechorías, etc.; por otro lado -el de adentro- resulto ser un experimento del que sólo yo mismo, en mi interioridad, puedo opinar sopesando lo que obtengo y lo que pierdo, comparando lo que deseo con lo que rechazo, etc. Y desde luego mi funcionamiento influye decisivamente en mi experimento, así como a la inversa.

En cuanto al viejo debate entre las relaciones de mi alma -pero ¿de dónde puede brotar el alma más que del cuerpo?- con mi cuerpo -¿acaso puedo llamar mío a un cuerpo sin alma?- quizá deba desviarme un momento de los filósofos y acudir a los poetas:

El alma vuelve al cuerpo

se dirige a los ojos

y choca. -¡Luz! Me invade

todo mi ser. ¡Asombro!

JORGE GUILLEN

«Más allá», en Cántico

Así me encuentro, invadido y poseído por todo mi ser que es tanto la mirada interior del alma como la luz del mundo, inseparables, indudables. ¿Será ésta la certeza que buscó el maestro Descartes?

Después de intentar explorar mi yo, lo que soy, me asalta otra duda: ¿hay alguien ahí fuera?, ¿estoy solo?, ¿existe algún otro «yo» aparte del mío? Desde luego, constato que me rodean seres aparentemente semejantes a mí pero de los cuales sólo conozco sus manifestaciones exteriores, gestos, exclamaciones, etc. ¿Cómo puedo saber si también gozan y padecen realmente una interioridad como la mía, si también para ellos existen dolores, placeres, sueños, pensamientos y significados? La pregunta parece arbitraria, demente incluso -¡ya hemos visto que muchas preguntas filosóficas suenan así de raras en primera instancia!-, pero no

11 Contrapunto, de A. Huxiey, Barcelona, Planeta.

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Las preguntas de la vida 26

............................................................................................................................................................................................. es nada fácil de contestar. Al que llega a la conclusión de que en el mundo no hay más «yo» que el suyo -pues de todos los demás sólo conoce comportamientos y apariencias que no certifican el respaldo de una visión interior como la suya propia- se le llama en la historia de la filosofía «solipsista». Y ha habido muchos, no se crean, porque no resulta sencillo refutar esta extravagante convicción. Después de todo, ¿cómo llegar a saber que los demás tienen también una mente como la mía, si por definición mi mente es aquello a lo que sólo yo tengo acceso directo? El asunto es tan grave que uno de los mayores filósofos de nuestro siglo, el inglés Bertrand Russell, cuenta que en cierta ocasión recibió la carta de un solipsista explicándole su posición teórica y extrañándose de que, siendo tan irrefutable, no hubiera más solipsistas en el mundo...

A mi juicio, el más sólido argumento antisolipsista lo brindó otro gran pensador contemporáneo -que fue además amigo y discípulo de Russell-, el austriaco Ludwig Wittgenstein. Según Wittgenstein, no puede haber un lenguaje privado: todo idioma humano, para serlo, necesita poder ser comprendido por otros y tiene como objeto compartir el mundo de los significados con ellos. En mi interior, desde que comienzo a reflexionar sobre mí mismo, encuentro un lenguaje sin el que no sabría pensar, ni soñar siquiera: un lenguaje que yo no he inventado, un lenguaje que como todos los lenguajes tiene que ser forzosamente público, es decir que comparto con otros seres capaces como yo de entender significados y manejar palabras. Términos como «yo», «existir», «pensar», «genio maligno», etc., no son productos espontáneos de un ser aislado sino creaciones simbólicas que tienen su posición en la historia y la geografía humanas: diez siglos antes o en una latitud distinta nadie se hubiera hecho las preguntas de Descartes. Por medio del lenguaje que da forma a mi interioridad puedo postular -debo postular- la existencia de otras interioridades entre las que se establece el vínculo revelador de la palabra. Soy un «yo» porque puedo llamarme así frente a un «tú» en una lengua que permite después al «tú» hablar desde el lugar del «yo». Establecer el ámbito de las significaciones lingüísticas compartidas es marcar las fronteras de lo humano: ¿no será precisamente ahí, en lo humano, en lo que comparto con otros semejantes capaces de hablar y por tanto pensar donde podré encontrar una respuesta mejor a la cuestión sobre qué o quién soy yo?

Da que pensar...

¿Puedo estar seguro realmente de alguno de mis conocimientos? ¿Es imaginable que me encuentre perpetuamente soñando o que sea engañado por alguna entidad poderosa y malvada? ¿Por qué Descartes planteó estas hipótesis y las consideró parte de una duda metódica? ¿Era el mayor de los escépticos o el primero de los investigadores modernos, en busca de la certeza racional? ¿Es indudable que «yo» existo o sólo es indudable la existencia de «algo», que podría ser impersonal y fragmentario? ¿Qué era el «yo» para Descartes? ¿Qué entendía por res cogitans? ¿Es el «yo» una sustancia estable y personal o podría resultar tan sólo un efecto localizador del lenguaje? Cuando practico la introspección, ¿encuentro alguna vez un «yo» como cree Descartes o sólo percepciones como asegura Hume? ¿Es lo mismo ser consciente que ser autoconsciente? ¿Es mi cuerpo pura mente que percibe o tiene también una prolongación en el mundo de los objetos percibidos? Visto desde fuera ¿cuáles son los límites de mi «yo»? ¿Por qué llamo «mío» al cuerpo? ¿Soy mi cuerpo o tengo un cuerpo? Si el alma tiene un cuerpo pero no es el cuerpo, ¿qué lugar ocupa en él? ¿Desde dónde ha llegado a él? Si el alma o la mente es el cerebro ¿podemos decir que no sea más que el cerebro? Aunque no haya conciencia sin cerebro, ¿tiene el cerebro las mismas propiedades que la conciencia? ¿Cómo puedo establecer si hay otras mentes en el mundo semejantes a la mía? ¿Qué es el solipsismo? ¿Podríamos ser todos solipsistas? ¿He inventado yo el lenguaje que encuentro en mí? ¿Podría haber un lenguaje para mi exclusivo uso personal, sin referencia a otras mentes semejantes a la mía?

Capítulo Cuarto

EL ANIMAL SIMBÓLICO

Los tanteos exploratorios buscando algún conocimiento cierto respecto a mi yo, a mi mente y/o mi cuerpo me han traído muchas más perplejidades que certezas. Pero al menos mis pocas certezas han dejado de ser ingenuas rutinas irreflexivas, mientras que mis perplejidades son ahora dudas filosóficas, es decir, lo suficientemente estimulantes como para que no corra prisa deshacerme de ellas. Lo más seguro que sé respecto a mí es que soy un ser parlante, un ser que habla (¡consigo mismo, para empezar!), alguien que posee un lenguaje y que por tanto debe tener semejantes. ¿Por qué? Porque yo no he inventado el lenguaje que hablo -me lo han enseñado, inculcado- y porque todo lenguaje es público, sirve para objetivar y compartir lo subjetivo, está necesariamente abierto a la comprensión de seres inteligentes... hechos a mi imagen y semejanza. El lenguaje es el certificado de pertenencia de mi especie, el verdadero código genético de la humanidad.

Calma, no nos embalemos, no queramos saber demasiado rápido. Volvamos otra vez a la cuestión

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EJERCICIOS

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IDENTIFICANDO

ARGUMENTACIONESTomados de Introducción a la lógica, de Copi y Cohen

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¿Hay una argumentación?

¨De acuerdo con AV Magazine, el ministro argentino de Educación y Justicia, Dr. Julio Rajneri, ha anunciado una resolución ministerial para prohibir la disección de animales con propósitos educativos ´... Tomando en cuenta que la biología es la ciencia de la vida y que no es coherente basar la enseñanza de esa ciencia en la muerte de otros seres... el ministerio decide prohibir la vivisección y disección de animales en todas las instituciones educativas...´.¨

National Association for Biomedical Research Update, julio 8 de 1988

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¿Hay una argumentación?

¨… un mamograma… ha mostrado una

leve sombra en la radiografía. Si esto es

razón para preocuparse, debe haber

una masa palpable donde lo sugieren los

rayos X. Y no la hay, entonces no

debemos preocuparnos...¨Dr. Russell Stearne, citado por Mark Krammer, ¨Benign Violence, The Atlantic Monthly,

Vol. 251

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¿Hay una argumentación?

¨El gobierno Tudor en Inglaterra estaba más

que dispuesto a reintroducir la esclavitud en

ese país y envío un acta parlamentaria

tratando de legalizar, pero fracasó porque

había una inagotable cantidad de pobres

más baratos que los esclavos y más fáciles

de controlar.¨J. H. Plumb, reseña de ¨Slavery and Human Progress¨ en The New York Review of Book

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¿Hay una argumentación?

¨Ahora, cada país desarrollado

desempeña a la vez el papel de colonia

y el de metrópoli con respecto a otras

naciones… Así, la guerra que hoy tiene

lugar entre países desarrollados no es

una guerra por mercados sino contra sus

mercados.¨Yuri Orlov, ¨Before and alter Glasnost¨, Commentary, octubre de 1988, p. 24

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¿Hay una argumentación?

¨… frecuentemente, las curas de las

enfermedades nos enseñan acerca

de sus causas: si la ingestión de un

determinado químico cura una

enfermedad, aprendemos que la

enfermedad fue ocasionada por la

falta de ese químico.¨Ernest van den Haag, ¨Thinking about crime again¨, Commentary, Vol. 76

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¿Hay una argumentación?

¨…Es imposible especificar el futuro de

cualquier rama de la ciencia puesto que

no hay forma de pronosticar

descubrimientos inesperados o

sorprendentes. (Si la hubiera, no serían

inesperados y sorprendentes, y se podrían

realizar sin demora.)¨Isaac Asimov, ¨The Med-Surg Miracle Tour¨, Creative Living, verano de 1988, p. 2

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¿Hay una argumentación?

¨La protección contra las radiaciones no es el único prerrequisito que debe cumplir un albergue apropiado. Una vez que el ataque ha ocurrido, la gente debe permanecer dentro de los albergues hasta que la radiación baja a un nivel seguro, período que puede exceder un mes si la intensidad de la lluvia radiactiva ha sido grande. Por tanto, el albergue debe tener una ventilación adecuada y facilidades necesarias, y debe contar con suficiente comida, agua y otras provisiones.¨

Arthur J. Vander, ¨The Delusión of Civil Defense¨, LSA, The University of Michigan

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• Se trata de un documento que le concede a su propietario un poder valioso: compromete el honor de una persona del más alto rango y el ladrón sabe que la persona robada conoce su robo.

• No ha ocurrido lo que ocurriría en caso de que el documento pasase a otras manos.

• El documento está aún en poder de quien lo robó.

¿ESTÁ LA CARTA EN PODER DE QUIEN LA ROBÓ?

Page 230: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• La situación particular actual de la corte, especialmente la naturaleza de la intriga adivinada por D, exigen que el documento esté a la mano y pueda ser exhibido (o destruido) en cualquier momento.

• No es posible que D haya ocultado la carta en algún lugar fuera de la casa.

¿PODRÍA ESTAR LA CARTA FUERA DE LA CASA?

Page 231: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• Si la carta

hubiera estado

en el radio de la

acción del

Prefecto, este la

hubiera

encontrado.

• No la encontró.

• La carta no está

en el radio de

acción del

Prefecto.

¿EN QUÉ LUGAR DE LA CASA ESTÁ LA CARTA?

Page 232: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• La policía parisina es hábil en su oficio y sus agentes son perseverantes, ingeniosos…

• Las medidas adoptadas fueron ejecutadas con absoluta perfección.

• Si la carta hubiera estado en el radio de acción del Prefecto, este la hubiera encontrado, pero no fue así.

• Las medidas tomadas eran buenas y admirablemente ejecutadas, pero no fueron aplicables al caso ni al individuo en cuestión.

¿FUERON ACERTADAS LAS MEDIDAS TOMADAS?

Page 233: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• No apreciaron debidamente la inteligencia con la que se medían.

• No veían más que sus propias ideas y no pensaban más que como ellos mismos.

• Se trataba de un delincuente especial, con una agudeza de distinta especie.

• Se equivocaron sobre el intelecto de su adversario.

¿QUÉ EQUIVOCACIONES COMETIERON?

Page 234: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• Todos los locos

son poetas.

• El ministro es

algo poeta.

• Los poetas son

locos.

• El ministro es

loco.

SUPOSICIÓN FALAZ

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• El ministro es poeta y matemático.

• Siendo hombre de corazón e intrigante decidido, debía estar al corriente de todas las tácticas policiacas.

• Razonó con precisión, no solo a base de la lógica abstracta.

• Debió prever todas las emboscadas que le prepararon, así como las pesquisas a su casa.

INTELIGENCIA ESPECIAL

Page 236: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• Razonó con precisión, no solo a base de la lógica abstracta.

• Debió prever todas las emboscadas que le prepararon, así como las pesquisas a su casa.

• Así que, en la imaginación del ministro, debieron desarrollarse toda esa serie de ideas relativas a los invariables principios de la acción policial.

INTELIGENCIA ESPECIAL

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• Así que, en la imaginación del ministro, debieron desarrollarse toda esa serie de ideas relativas a los invariables principios de la acción policial.

• Así que despreció todos los escondrijos vulgares.

• Comprendió que el rincón más oculto y más complicado sería tan poco secreto como cualquier armario de su casa.

INTELIGENCIA ESPECIAL

Page 238: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• El ministro tiene una atrevida y nada vulgar imaginación.

• Debe tener siempre a mano el documento, para hacer uso inmediato de él.

• El documento no está oculto dentro de los límites de una investigación ordinaria.

• El ministro debe haber acudido al más ingenioso y sencillo expediente: no tratar siquiera de ocultar la carta.

INTELIGENCIA ESPECIAL

Page 239: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• Las dos cartas no se parecían más que en el tamaño.

• Tenían excesivas diferencias fundamentales: suciedad, papel desgarrado y arrugado, que estaban en desacuerdo con las costumbres tan metódicas del ministro.

• Había la intención de que pareciera un documento sin valor.

ESTRATEGIA DEL MINISTRO

Page 240: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

• Hay la intención de que parezca un documento sin valor.

• Está ubicada en una situación imprudente, a la vista de todos.

• Ha sido volteada al revés, replegada y sellada otra vez.

• Esa es la carta robada.

LA CONCLUSIÓN FINAL

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Eutanasia, al filo de la ley EL PAÍS, 18-07-2008 / JOSÉ JIMÉNEZ VILLAREJO

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El actual Código Penal, bien interpretado, puede hacer efectivo el derecho a una muerte digna. El artículo 143 del CP de 1995 es capaz de sustentar la propuesta de ¨derecho a recibir cuidados paliativos de calidad en la fase final de la vida, que se concreta en el respeto al testamento vital si existiere y, en todo caso, en la administración del adecuado tratamiento contra el dolor y el rechazo voluntario de los tratamientos que solo mantienen la vida biológica y producen sufrimientos innecesarios en los pacientes y sus familias.¨ ¨En los tres primeros números del artículo mencionado se tipifican genéricamente, como formas del delito de

homicidio, la inducción al suicidio de otro y la cooperación al mismo con actos necesarios, estableciéndose una pena especialmente grave para la cooperación que llega al punto de ejecutar la muerte.¨

[- Si el derecho a disponer de la propia vida estuviese reconocido en el ordenamiento jurídico, no serían delictivos los actos con los que se cooperase al ejercicio de tal derecho o se indujese a otro a ejercitarlo.

- Son delictivos los actos con los cuales se coopera al ejercicio de tal derecho o se induce a otro a ejercitarlo.

- En el ordenamiento jurídico no está reconocido el derecho a disponer de la propia vida.]

¨Suicidarse no es un delito […], pero tampoco es la realización de un derecho […] Hoy por hoy, es un acto ante el cual el Derecho guarda un respetuoso silencio.¨

¨[…] es el resultado de una decisión personalísima y dramática en el que el sujeto, mediante su autodestrucción, trata de romper toda relación de alteridad.¨

Page 243: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

El actual Código Penal, bien interpretado, puede hacer efectivo el derecho a una muerte digna. ¨Junto a los tipos delictivos a los que acabo de referirme aparece, en 1995, por primera […] del artículo 143 CP, el tipo de eutanasia activa y directa, consistente en causas o cooperar ´activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a la muerte o que le produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar.¨ [- ¨Se trata de un tipo delictivo de los que se llaman técnicamente privilegiados¨: ¨las penas que se

señalan son las inferiores en uno o dos grados a las establecidas respectivamente para las dos formas de cooperación al suicidio.¨

- ¨[…] está claro que nuestro legislador no ha despenalizado la eutanasia activa y directa; solo ha hecho posible una respuesta penal considerablemente benévola.¨]

Page 244: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

El actual Código Penal, bien interpretado, puede hacer efectivo el derecho a una muerte digna. ¨Las que sí han quedado definitivamente despenalizadas, cuando concurren las circunstancias detalladas en el artículo 143.4, han sido la eutanasia pasiva, en que la muerte sobreviene por omisión de los tratamientos que pudieron prolongar artificialmente la vida, y la inapropiadamente llamada eutanasia indirecta, en la que el tratamiento aplicado para evitar o aminorar los sufrimientos del enfermo no tiene por sí solo un efecto letal, pero comporta el riesgo de acelerar la muerte.¨ ¨No es la eutanasia pasiva / porque el tipo descrito en la norma solo se realiza mediante un comportamiento activo¨.

¨[…] y no lo es la indirecta / porque la muerte que se contempla en el tipo es aquella que se causa o a la que se coopera ´con actos necesarios y directos´¨

¨[…] la propia estructura del tipo impide que el fallecimiento, sobrevenido a consecuencia de la omisión de tratamiento o de un tratamiento paliativo acorde con la lex artis, pueda ser imputado a título de dolo eventual o de imprudencia¨.

Según la propia norma, si hay petición expresa, seria e inequívoca del enferme, y una enfermedad grave que conduciría inexorablemente a la muerte o que esté produciendo graves padecimientos permanentes o difícilmente soportables, no cabe imputación a título de dolo eventual o de imprudencia.

Page 245: Material de Introducción a la Argumentación Jurídica (Complementario)

Lo que se necesita es una regulación legal del ejercicio del derecho a una muerte digna… ¨[…] el artículo 143.4 CP abre paso, en medida muy importante, a la efectividad del derecho a una muerte digna¨; pero, el ejercicio de tal derecho requiere regulación legal: oportunos protocolos de actuación, garantía de la seguridad jurídica de todos, especialmente de los profesionales sanitarios, alejamiento del peligro de posibles abusos. La norma penal ha dejado problemas abiertos, que no deben quedar al albur de opiniones o

emociones de operadores jurídicos, administraciones sanitarias o particulares; por ejemplo: posibilidad de que la petición de muerte del enfermo sea hecha, en ciertos casos y con debidas garantías, por sus parientes más próximos o su representante legal.

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Es acertado el distinto acento con que se formulan una y otra propuesta… ¨[…] la primera puede encontrar fácilmente apoyo en la legislación vigente¨.

¨[…] la segunda supone una ruptura con los valores tradicional y unánimemente asumidos por nuestra sociedad, aunque ello no signifique, naturalmente, que aquellos no puedan ser sustituidos por otros.¨

Tengo serias dudas de que el reconocimiento del derecho a poner fin a la vida represente algo parecido a la meta fina de un proceso histórico guiado por los valores de la dignidad y la autonomía de la persona.

Se trata de una decisión de gran alcance: constituiría un salto cualitativo convertir una acción definida en el CP como forma de homicidio en un deber impuesto por la solicitud de la víctima.

Si se aceptara con todas sus consecuencias el derecho del enfermo a obtener ayuda para poner fin a su vida, habría que admitir que otro tiene la obligación jurídica de prestar dicha ayuda.

Por eso, ¨es muy prudente que en el texto congresual que comento se haya estampado únicamente el deseo de que en los próximos años se plantee un debate sobre el tema.