6
Noti Okapi, no te ayuda a ver la realidad. Te cuestiona a sacarte los lentes de contacto para verla. REGLAS DE VIDA, POR BILL GATES Aportó Claudia Groesman, amiga argentina en España ¡Gracias!!! En Yale University, hace dos años el señor Bill Gates dio una conferencia dirigida a estudiantes y padres de familia (padres sobre protectores con unos hijos muy consentidos que sienten que todo lo merecen), en la cual expuso 11 reglas que aunque duras son necesarias en la vida real. La charla de Gates se resumiría en las siguientes once duras reglas : Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello. Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo. Regla Tres- No ganarás US $5.000 mensuales justo después de haber salido de la universidad y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros. Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia querida. Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad. Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos. Regla Siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación. Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real. Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre. Regla Diez- La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar. Regla Once- Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos. ES UNA PRODUCCIÓN DE JAVIER BE CC UTI Año 5 33 Julio de 2004 [email protected] “Debemos pensar si deseamos llenar botellas o encender fuegos" Alfons Cornella ¡Gracias Lucio Margulis!!! Noti Muchas veces creemos cambiar, cuando en realidad estamos acomodando todo para que siga todo igual

Noti Okapi 33

Embed Size (px)

Citation preview

Noti Okapi, no te ayuda a ver la realidad.

Te cuestiona a sacarte los lentes

de contacto para verla.

REGLAS DE VIDA, POR BILL GATES Aportó Claudia Groesman, amiga argentina en España ¡Gracias!!! En Yale University, hace dos años el señor Bill Gates dio una conferencia dirigida a estudiantes y padres de familia (padres sobre protectores con unos hijos muy consentidos que sienten que todo lo merecen), en la cual expuso 11 reglas que aunque duras son necesarias en la vida real.

La charla de Gates se resumiría en las siguientes once duras reglas: Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello. Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo. Regla Tres- No ganarás US $5.000 mensuales justo después de haber salido de la universidad y no serás un vicepresidente hasta que con tu esfuerzo te hayas ganado ambos logros. Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia querida. Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad. Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos. Regla Siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos

como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa y escucharte hablar acerca de la nueva onda en la que estabas. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación. Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real. Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre. Regla Diez- La televisión no es la vida diaria. En la vida cotidiana, la gente de

verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar. Regla Once- Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

ES

U

NA

P

RO

DU

CC

N

DE

JA

VI

ER

B

EC

CU

TI

Año 5 Nº33

Julio de 2004

Javie

r.bec

@g

mail

.co

m

“Debemos pensar si deseamos llenar botellas o encender fuegos" Alfons Cornella ¡Gracias Lucio Margulis!!!

No

ti

Muchas veces creemos cambiar,

cuando en realidad

estamos acomodando todo para

que siga todo igual

CERRANDO CÍRCULOS Aportado por Eugenio Beccuti.

¡Gracias hermano!!!

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una

etapa de la vida.

Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo

necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.

Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando

capítulos.

Como quiera llamarlo, lo importante es poder

cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van

clausurando.

¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya

no vive más en esa casa? ¿Debe irse

de viaje? ¿La amistad se acabó?

Puede pasarse mucho tiempo de su presente

"revolcándose" en los por qués, en devolver el

casette y tratar de entender por qué sucedió tal o

cual hecho.

El desgaste va a ser infinito porque en la vida,

usted, yo, su amigo, sus hijos,

sus hermanas, todos y todas

estamos abocados a ir cerrando

capítulos, a pasar la hoja, a

terminar con etapas o con

momentos de la vida y seguir

adelante.

No podemos estar en el presente

añorando el pasado. Ni siquiera

preguntándonos por qué. Lo que

sucedió, sucedió y hay que soltar, hay que

desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes

tardíos, ni empleados de empresas inexistentes,

ni tener vínculos con quien no quiere estar

vinculado a nosotros.

No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por

eso a veces es tan importante destruir recuerdos,

regalar presentes, cambiar de casa, romper

papeles, tirar documentos, vender o regalar

libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos

interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega

con las cartas marcadas y hay que aprender a perder

y a ganar.

Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir

sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó.

No esperen que le devuelvan, no espere que le

reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta

de quién es usted. Suelte el resentimiento, el

prender "su televisor personal" para darle y darle

al asunto, lo único que consigue es dañarlo

mentalmente, envenenarlo, amargarlo.

La vida está para adelante, nunca para atrás.

Porque si usted anda por la vida dejando "puertas

abiertas", por si acaso, nunca podrá desprenderse ni

vivir lo de hoy con satisfacción.

Noviazgos o amistades que no clausuran,

posibilidades de "regresar" (a qué?), necesidad de

aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios

que lo invadieron ... ¡Si puede enfrentarlos ya y

ahora, hágalo!

Si no, déjelo ir, cierre capítulos.

Dígase a usted mismo que no, que

no vuelve.

Pero no por orgullo ni soberbia, sino

porque usted ya no encaja allí, en ese lugar,

en ese corazón, en esa habitación, en esa casa,

en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el

mismo que se fue, hace dos días,

hace tres meses, hace un año, por

lo tanto, no hay nada a qué

volver.

Cierre la puerta, pase la hoja,

cierre el círculo. Ni usted será el

mismo, ni el entorno al que

regresa será igual, porque en la

vida nada se queda quieto, nada

es estático.

Es salud mental, amor por usted mismo

desprender lo que ya no está en su vida.

Recuerde que nada ni nadie es indispensable.

Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo,

nada es vital para vivir porque cuando usted

vino a este mundo 'llegó' sin ese adhesivo, por lo

tanto es "costumbre" vivir pegado a él y es un

trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el

adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar

ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y,

humanamente, se puede lograr porque, le

repito, nada ni nadie nos es indispensable.

Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierre,

clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda,

suelte. Hay tantas palabras para significar salud

mental y cualquiera que sea la que escoja, le

ayudará definitivamente a seguir para adelante con

tranquilidad. ¡Esa es la vida! ....

Paulo Coelho

“Tuve una educación muy buena, tardé varios años en poder sacármela” Anónimo

"Si juzgas a las personas,

no tendrás tiempo

para amarlas"

Anónimo

Pasaba del medio día, el olor de pan caliente invadía aquella calle, un sol escaldante invitaba a todos a un refresco... Ricardito no aguantó el olor rico del pan y dijo: - Papá, tengo hambre!!! El padre, Agenor, sin tener un centavo en el bolsillo, caminando desde muy temprano buscando un trabajo, mira con los ojos mareados al hijo y le pide un poco más de paciencia... - Pero papá, desde ayer no comemos nada, tengo mucha hambre, papá!!! Avergonzado, triste y humillado en su corazón de padre, Agenor le pidió al hijo que esperara en la vereda y entró en la panadería que estaba en frente... Al entrar se dirige a un hombre en el mostrador: - Señor, estoy con mi hijo de tan sólo 6 años en la puerta, con mucho hambre no tengo ninguna moneda, pues salí temprano para buscar un empleo y nada encontré, le pido que en el nombre de Jesús me dé un pan para que yo pueda matar el hambre de ese niño, en cambio puedo barrer el piso de su establecimiento, lavar los platos y vasos, u otro servicio que usted necesite. Amaro, el dueño de la panadería se extrañó de aquel hombre de semblante calmo y sufrido, que pide comida a cambio de trabajo y le dijo que llame al hijo... Agenor tomó al hijo de la mano y lo presentó a Amaro, que inmediatamente les pidió que los dos se sienten junto al mostrador, donde mandó servir dos platos de comida del famoso

PH (Plato Hecho) - arroz, poroto, bife y huevo.. Para Ricardito era un sueño, comer después de tantas horas en la calle... Para Agenor, un dolor más, ya que comer aquella comida maravillosa lo

hacía recordar a la esposa y a dos hijos que quedaron en casa solamente con un puñado de arroz... Gruesas lágrimas bajaban de sus ojos ya en el primer bocado... La satisfacción de ver a su hijo devorando aquel plato simple como si fuera un manjar de los dioses, y el recuerdo de su pequeña familia en casa, fue demasiado para su corazón tan cansado de más de dos años de desempleo,

humillaciones y necesidades... Amaro se aproximó a Agenor y percibiendo su emoción, bromea para relajar: - ¡Oh, María!!! Tu comida debe estar muy fea... Mira a mi amigo, ¡hasta está llorando de tristeza de ese bife!, ¿será que es suela de zapato?!?!

Inmediatamente, Agenor sonrió y dijo que nunca comió comida tan apetitosa, y que agradecía a Dios por tener ese placer... Amaro le pidió entonces que se tranquilice, que almorzase en paz y después conversarían acerca de trabajo... Más confiado, Agenor secó las lágrimas y empiezó a almorzar, ya que su hambre ya estaba en las espaldas... Después del almuerzo, Amaro invitó a Agenor para conversar en los fondos de la panadería, donde había un pequeño escritorio...

(Continúa en la página 4)

"Uno tiene que aprender donde están las

cosas cuando hay luz, para saber encontrarlas cuando no la hay" JB

“La ciencia nos ha hecho dioses antes incluso de que mereciéramos ser hombres” Jean Rostand

EL PAN DE CADA DIA

Agenor contó entonces que hacía más de dos años había perdido el empleo y desde entonces, sin una especialidad profesional, sin estudios, estaba viviendo de pequeñas "changas aquí y allí", pero que desde hacía semanas no conseguía nada... Amaro resolvió entonces contratar a Agenor para servicios generales en la panadería, y apenado, le prepara al hombre una canasta básica con alimentos para por lo menos 15 días... Agenor con lágrimas en los ojos agradeció la confianza de aquel hombre y marcó para el día siguiente su inicio en el trabajo. Al llegar en casa con toda aquella "cantidad", Agenor es un nuevo hombre. Sentía esperanzas, sentía que su vida tomaría nuevo impulso... Dios le estaba abriendo más que una puerta, era toda una esperanza de días mejores.. Al día siguiente, a las 5 de la mañana, Agenor estaba en la puerta de la panadería ansioso para iniciar su nuevo trabajo... Amaro llegó luego y sonrió a aquel hombre que ni él sabía porqué, estaba ayudando... Tenían la misma edad, 32 años, e historias diferentes, pero algo dentro de él lo llamaba para ayudar a aquella persona... Y, no se equivocó. Durante un año, Agenor fue el más dedicado trabajador de aquel establecimiento, siempre honesto y extremadamente celoso con sus deberes... Cierto día, Amaro llamó a Agenor para una charla y le habló de una escuela que abrió lugares para la alfabetización de adultos a una cuadra arriba de la panadería, y que él tenía interés que Agenor estudiara.. Agenor nunca se olvidó de su primer día de clase: la mano trémula en las primeras letras y la emoción de la primera carta...

(Viene de la página 3) Doce años pasaron desde aquel primer día de clases... Vamos a encontrar al Dr. Agenor Baptista de Medeiros, abogado, abriendo su oficina a su cliente, y después a otro, y después a otro más... Al medio día baja para un café en la panadería del amigo Amaro, que queda impresionado en ver al "antiguo empleado" tan elegante en su primer traje... Diez años pasan, y el Dr. Agenor Baptista, con una clientela en la que mezcla los más necesitados que no pueden pagar con los más adinerados que pagan muy bien; decidió crear una institución que ofrece a los desvalidos de la suerte, que andan por las calles, personas desempleadas y carenciados de todo tipo, un plato de comida diariamente a la hora del almuerzo... Más de 200 comidas se sirven diariamente en aquel lugar administrado por su hijo, el ahora nutricionista Ricardo Baptista... Todo cambió, todo pasó, pero la amistad de aquellos dos hombres, Amaro y Agenor impresionaba a todos los que conocían un poco de la historia de cada uno... Cuentan que a los 82 años los dos fallecieron el mismo día, casi que en la misma hora, muriendo plácidamente con una sonrisa del

deber cumplido... Ricardito, el hijo, mandó grabar

delante de la "Casa del Camino", que su padre fundó con tanto cariño:

Un día yo tuve hambre, y me alimentaste. Un día yo estaba sin esperanzas y me diste un

camino. Un día me desperté solo, y me diste a Dios, y

eso no tiene precio.

Que Dios habite en tu corazón y alimente tu alma.

¡¡¡Y que te sobre el pan de la misericordia para extender a quien necesita!!!"

Historia verídica

"Cuando soplan los vientos de cambio, algunos construyen refugios para protegerse. Otros constru-

yen molinos de viento para aprovechar su energía" Claus Moller

Morir en la pavada Adaptación de Mamerto Menapace, sobre un cuento de Tony de Mello (¿adaptado también?)

Una vez un catamarqueño, que andaba repechando la cordillera, encontró entre las rocas de las cumbres un extraño huevo. Era demasiado grande para ser de gallina. Además hubiera sido difícil que este animal llegara hasta allá para depositarlo. Y resultaba demasiado chico para ser de avestruz.

No sabiendo lo que era, decidió llevárselo. Cuando llegó a su casa, se lo entregó a la patrona, que justamente tenía una pava empollando una nidada de huevos recién colocados. Viendo que más o menos eran del tamaño de los otros, fue y lo colocó también a éste debajo de la pava clueca.

Dió la casualidad que para cuando empezaron a romper los cascarones los pavitos, también lo izo el pichón que se empollaba en el huevo traído de las cumbres. Y aunque resultó un animalito o del todo igual, no desentonaba demasiado del resto de la nidada. Y sin embargo se trataba de un pichón de cóndor. Si señor, de cóndor, como usted oye. Aunque había nacido al calor de la pava clueca, la vida le venía de otra fuente.

Como no tenía de donde aprender otra cosa, el bichito imitó lo que veía hacer. Piaba como los otros pavitos, y seguía a la pava grande en busca de gusanitos, semillitas y desperdicios. Escarbaba la tierra, y a los saltos trataba de arrancar las frutitas maduras del tuitá. Vivía en el gallinero, y le tenía miedo a los cuzcos lanudos que muchas veces venían a disputarle lo que la patrona tiraba en el patio de tras, después de las comidas. De noche se subía a las ramas del algarrobo por miedo de las comadrejas y otras alimañas. Vivía totalmente en la pavada, haciendo lo que veía hacer a los demás.

A veces se sentía un poco extraño. Sobre todo cuando tenía oportunidad de estar a solas. Pero no era frecuente que lo dejaran solo. El pavo no aguanta la soledad, ni soporta que otros se dediquen a ella. Es bicho de andar siempre en bandada, sacando pecho para impresionar, abriendo la cola y arrastrando el ala. Cualquier cosa que los impresione, es inmediatamente respondida con una sonora burla. Cosa muy típica de estos pajarones, que a pesar de ser grandes, no vuelan.

Un mediodía de cielo claro y nubes blancas allá en las altura, nuestro animalito quedó sorprendido al ver unas extrañas aves que planeaban majestuosas, casi sin mover las alas. Sintió como un sacudón en lo profundo de su ser. Algo así como un llamado viejo que quería despertarlo en lo íntimo de sus fibras. Sus ojos acostumbrados a mirar siempre al suelo en busca de comida, no lograban distinguir lo que sucedía en las alturas. Pero su corazón despertó a una nostalgia poderosa. ¿y él, porqué no volaba así? El corazón le latió, apresurado y ansioso.

Pero en ese momento se le acercó una pava preguntándole lo que estaba haciendo. Se rió de él cuando sintió su confidencia. Le dijo que era un romántico, y que se dejara de tonterías. Ellos estaban en otra cosa. Tenía que ser realista y acompañarla a un lugar donde había encontrado mucha frutita madura y todo tipo de gusanos.

Desorientado el pobre animalito se dejó sacar de su embrujo y siguió a su compañera que lo devolvió a la pavada. Retomó su vida normal, siempre atormentado por una profunda insatisfacción interior que lo hacía sentir extraño.

Nunca descubrió su verdadera identidad de cóndor. Y llegado a vieja, un día murió. Sí, lamentablemente murió en la pavada como había vivido. ¡Y pensar que había nacido para las cumbres!

continúa Soluciones creativas

Este es un dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo. Podrías llevar a la

anciana, porque va a morir y por lo tanto deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que

el te salvó la vida una vez y estas en deuda con él. Sin embargo, tal vez nunca vuelvas a encontrar al

amante perfecto de tus sueños.

Vos, ¿qué harías?

Soluciones creativas

¿Vos que harías en la siguiente situación?

Estás conduciendo tu coche en una noche de tormenta terrible. Pasas por una

parada de autobús donde se encuentran tres personas esperando:

1. Una anciana que parece a punto de morir.

2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.

3. El hombre perfecto o la mujer de tus sueños.

¿A cuál llevarías en el coche, teniendo en cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?

1

2

"El verdadero viaje hacia el descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras, si-

no en ver las cosas con nuevos ojos" Marcel Proust

Para mayor información y propuestas

podés comunicarte conmigo a:

[email protected]

ES UN A PR O DUC C I Ó N D E

J AVI ER BEC C UT I

final de Soluciones creativas

Esta es la respuesta de el aspirante que fue contratado

(de entre 200 aspirantes) no dudó al dar su respuesta. Me

encanta, y espero poder utilizarlo alguna vez en alguna

entrevista. ¿QUÉ DIJO? Simplemente contestó:

"Le daría las llaves del coche a mi amigo, y le pediría que

llevara a la anciana al hospital, mientras yo me quedaría

esperando el autobús con la mujer de mis sueños."

Moraleja: Debemos superar las aparentes limitaciones que

nos plantean los problemas, y aprender a pensar creativamente.

Anónimo

Generalmente pensamos en forma lineal, entrando en lo

que se conoce como dilema, donde las opciones son

blanco o negro, sí o no, esto o aquello.

Y la vida, mis estimados amigos,

lo sabemos muy bien, ¿es simple o compleja?

Yo creo que ambas a la vez y entramos en el terreno de

las paradojas.

La manera de romper con el dilema es

complejizar el problema o situación.

¡Hay otras soluciones!!!

Pero requiere usar nuestra cabeza.

¡Animate!!!

Por otro lado, pensando creativamente, ¿qué

clase de auto tenía este buen hombre que sólo

podía llevar una sola persona? ¿Un auto egoísta?

Fácil vs difícil

Aporte de Adriana Vivas, desde Venezuela. ¡Gracias!!!

Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.

Difícil es ocupar el corazón de alguien...

Fácil es juzgar los errores de otros

Difícil es reconocer nuestros propios errores.

Fácil es hablar sin pensar

Difícil es frenar la lengua.

Fácil es herir a quien nos ama.

Difícil es curar esa herida...

Fácil es perdonar a otros

Difícil es pedir perdón.

Fácil es dictar reglas.

Difícil es seguirlas...

Fácil es soñar todas las noches.

Difícil es luchar por un sueño...

Fácil es exhibir la victoria.

Difícil es asumir la derrota con dignidad...

Fácil es admirar una luna llena.

Difícil es ver su otra cara...

Fácil es tropezar en una piedra.

Difícil es levantarte...

Fácil es disfrutar la vida todos los días.

Difícil es darle el verdadero valor...

Fácil es orar todas las noches.

Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas...

Fácil es prometerle algo a alguien.

Difícil es cumplirle esa promesa...

Fácil es decir que amamos.

Difícil es demostrarlo todos los días...

Fácil es criticar a los demás.

Difícil es mejorar uno mismo...

Fácil es cometer errores.

Difícil es aprender de ellos...

Fácil es llorar por el amor perdido.

Difícil es cuidarlo para no perderlo...

Fácil es pensar en mejorar.

Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo...

Fácil es pensar mal de otros

Difícil es darles el beneficio de la duda...

Fácil es recibir

Difícil es dar.

"¿Cómo puedo crear una relación que esta persona pueda utilizar para su propio desarrollo?" Carl Rogers

3

“El éxito se alcanza convirtiendo cada paso

en una meta y cada meta en un paso.

Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las

circunstancias y las crea si no las encuentra”

C. C. Cortez