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HAY UNA ENORME CANTIDAD DE GRABADOS Y DIBUJOS QUE REPRESENTAN AL DIABLO, AL
DEMONIO, A LUCIFER —COMO QUERÁIS— DURANTE EL RENACIMIENTO. Como llevo un
tiempo coleccionándolos, me ha parecido un buen momento para dejaros aquí algunos
de ellos. Como siempre, para ver las imágenes a un tamaño más grande o para
recorrerlas en alta resolución sin ayudaros del texto, lo único que tenéis que hacer es
pinchar en ellas. Los comentarios y descripciones de las mismas van en el encabezado y
no al final.
Podemos comenzar con el grabado sobre el Apocalipsis que a finales del siglo XV
realizó AlbrechtDürer. En la imagen podéis ver en la esquina inferior izquierda a un
ángel que encadena a Lucifer, en la parte superior, otro ángel enseña a San Juan una
ciudad que representa la nueva Jerusalem. La imagen forma parte de una serie que
Durero realizó entre 1497 y 1498 sobre el tema.
La siguiente imagen fue realizada por un grabador anónimo e impresa por DirkJacobsz
en 1525. Representa la tentación de Cristo. El demonio aparece representado con alas de
ángel, rabo y orejas puntiagudas.
La representación del diablo sirvió en numerosas ocasiones, como veremos, para ilustrar
cuestiones políticas. En esta imagen, aparece la iglesia celestial protestante confrontada
con la iglesia católica terrena. Dos sacerdotes protestantes y sus respectivas
congregaciones aparecen rodeadas de nubes en primer plano. Al fondo, el Anticristo se
encuentra en su trono rodeado por clérigos. El grabado forma parte de una serie de 48
que fueron preparados para acompañar la traducción que Lorenzo Agrícola había
realizado del Comentario al Apocalipsis de Sebastian Meyer. Está datada en 1548 y su
impresor fue MatthiasGerung.
La siguiente imagen es una revisión del grabado de Dürer que hemos visto más arriba.
En esta aparecen dos ángeles encadenando a sendos diablos y la Nueva Jerusalem de
fondo. Es el grabado número 21 de una serie realizada entre 1546 y 1555 por Jean
Duvet para ilustrar el Apocalipsis (en este caso, el capítulo XX).
Duvet también imprimió en 1555 una imagen fuera de esta serie que representaba la
revelación de San Juan Evangelista. En el centro de la imagen puede verse al
Evangelista teniendo una revelación, con un libro con la primera línea de su evangelio
sobre sus piernas. A sus pies se encuentra el diablo cayendo a un foso. A la misma
altura, a los lados, aparecen representados los otros tres evangelistas. En la parte
superior la Trinidad. El diablo aparece representado como una serpiente alada y con
garras.
Entre 1544 y 1558, MatthiasGerung imprimió una serie de grabados para ilustrar La
vida del Anticristo, en 1565 se les añadirían ornamentos y textos a las imágenes de los
que prescindo aquí. Gerung imprimió prácticamente al mismo tiempo que esta serie otra
que ilustraba el Apocalipsis; completamente independiente. Recojo dos imágenes
especialmente interesantes. La primera de ellas es el nacimiento del Anticristo. Aparece
en el centro de la imagen, sentada en un trono, una parturienta con la cabeza cubierta y
enseñando los pechos, de su vagina sale un diablo y un bebe entre llamas, dos mujeres
la asisten a ambos lados y una comadrona agarra al niño, mientras que el diablo sale por
sí mismo. A la derecha de la imagen vemos a dos comadronas sosteniendo a otro
reciennacido, una de ellas lo amamanta sobre un brasero. El trono representa el poder
regio, siguiendo de alguna manera el texto del Apocalipsis.
La segunda imagen de esta serie que he escogido es el bautismo del Anticristo. En clara
clave reformista, el Anticristo lleva en su cabeza una tiara papal. Se encuentra rodeado
por un grupo de demonios vestidos como sacerdotes y monjas. La pila bautismal está en
llamas y el sacerdote que realiza la ceremonia tiene orejas de burro, piernas con alas y
garras y sostiene un nerdiludium o tabla de backgammon (sin bromas) que simboliza a
la iglesia anglicana.
Los siguientes dos grabados que os traigo fueron realizados en 1584 y 1585 por Marten
de Vos, impresos por HieronymusWierix y publicados en las prensas de JustusSadeler.
El motivo de ambos es el mismo: el vencimiento del diablo. Pero es interesante cómo el
mismo grabador representa de dos maneras tan distintas al diablo. En la primera imagen
tenemos a San Miguel pisando la cola del demonio que permanece en el suelo. Se trata
de un ángel con cola de serpiente. Por supuesto, la representación depende directamente
del Apocalípsis: “Hubo un gran combate en los cielos. Miguel y sus ángeles lucharon
contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron
y no hubo ya lugar en el Cielo para ellos. Y fue arrojado el Dragón, la Serpiente antigua,
el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus
ángeles con él.” (Apocalipsis XII: 7-9)
La segunda imagen de Marten de Vos es la de Cristo venciendo al Diablo. En este caso,
en lugar del híbrido entre ángel y serpiente nos encontramos la representación más
tradicional del demonio. Cristo permanece con la cruz sobre él, en señal de su
crucifixión como redención de los pecados de la Cristiandad, como reflejo del
vencimiento del pecado original, al lado del Diablo se encuentra una serpiente
mordiendo una manzana. A la vez, el Diablo aparece representado con una calavera que
representa la vida mortal y su vencimiento.
El diablo, por supuesto, también tiene una intervención directa en la vida cotidiana. Un
buen ejemplo, y a la vez un alarde de imaginación creativa, se encuentra en las tres
imágenes que HendrikGoltzius dedicó al tema del matrimonio (1595). En la imagen
dedicada al matrimonio de conveniencia, quien oficia el enlace es Satanás. Aquí aparece
reflejado con patas de cabra, garras de águila en vez de manos, pechos de mujer,
cuernos y una capucha que le cubre la cabeza.
En el mismo año que Goltzius realiza su grabado, un viejo conocido nuestro, Theodor
de Bry, realiza su alfabeto, el New KunstlichesAlphabet, en la línea de los alfabetos
figurativos del Renacimiento. Como es lógico, De Bry dedica la letra A, por ser
principio de todo, al Génesis. En ella podéis ver cómo aparece Eva —a vuestra derecha,
por si hay dudas— entregando la manzana a Adán y el diablo en la parte superior —con
rostro de mujer— siguiendo la línea iconográfica que vimos en el primer grabado de
Marten de Vos.
De fecha y grabador desconocidos, aunque realizado probablemente entre 1590 y 1604
es el grabado que acompañó al A Concent of Scripture de HughBroughton. En la
imagen puede verse a una mujer coronada representando a Roma que galopa sobre una
bestia de siete cabezas que representa al Imperio y con otra bestia de siete cabezas a la
izquierda que representa a Satán. El papa está representado por un animal debajo de
ellos y a la izquiera puede verse un gran insecto coronado representando al papa. Al pie
de la imagen se lee: “The empire of Rome, that crucified our Lorde and serveth Satan in
might and Hypocrisy is pictured thus in God’s worde”.
Además de todos los grabados que hemos visto, circunscritos al ámbito de lo moral, a la
simbología propagandística o a la representación bíblica, también hay en el
Renacimiento representaciones monstruosas de Lucifer sin ningún tipo de carga
adicional, salvo la recreación en lo horrendo. El mejor ejemplo es el conocido grabado
de LodovicoCigoli, realizado ya en el siglo XVII. Aquí Lucifer está representado como
un ser monstruoso de tres cabezas y tres pares de alas, sumergido hasta el pecho en un
lago devorando almas. El Lucifer tricéfalo recuerda a la Alegoría de la Prudencia de
Tiziano.
La imagen del Lucifer devorando almas tiene una extensísima tradición, que arranca
prácticamente en los comienzos de la Edad Media. Podéis ver otra imagen parecida a la
anterior, vinculada a la representación de los siete pecados capitales en el grabado que
Andrea de Cione realizó en la década de los 60 del siglo XV:
No puedo cerrar la colección sin referirme a una serie que se encuentra dentro de mis
favoritas. Se trata de las ilustraciones que acompañaron a la edición de 1674 del
Paradise Lost de Milton. Fueron impresas por HendrikEland y son auténticas obras de
arte. Solo pondré tres de ellas.
Contextualización de la época.
En primer lugar y en base al capítulo primero “El tono de la vida” del libro el otoño de la edad
media, estableceré ciertos rasgos del hombre medieval, rasgos que expliquen el
comportamiento del hombre al enfrentar situaciones que incluyan temas como el demonio, o
mejor aún la representación de este como animal.
Huizinga ciertamente realiza una excelente caracterización del hombre de finales de la edad
media ; entre otras características Huizinga establece:
• El hombre siente cierta “represión, temor frente a las penas del infierno, del terror a los
diablos, las brujas…”.
• El hombre sentía cierto goce al ver y ser participe de ciertos actos, como por ejemplo
Huizinga señala que se compraban hombres que cometieron algún delito, para realizar con
ellos una especie de tortura pública, que finalizaban siempre con la muerte de estos, actos que
también eran realizados con animales “demoníacos”.
• El color negro para el hombre de la edad media, poseía una exacerbada connotación
maléfica, pavorosa, un ejemplo: “para lavar al pobre demente no se sabía imaginar nada mejor
que espantarle por medio de doce hombres pintados de negro, como si los diablos viniesen a
buscarle” . Con lo anterior podemos apreciar dos situaciones:
1- La estigmatización del color negro, como color maléfico, que guarda una estrecha relación
con lo oculto, con el demonio.
2- El gran temor del hombre al enfrentarse al demonio, esto viene a reafirmar esa cierta
opresión que sentía el hombre frente al encuentro con el diablo.
Si tomamos todos los rasgos anteriores, podríamos afirmar plenamente que el hombre
medieval fue muy sensible al abordar el tema de cómo se presentaba el demonio, por esto en
las siguientes páginas me referiré a como los animales fueron duramente castigados, además
de abordar el origen y sentido de la representación del demonio como animal.
Animales: ¿representantes del demonio en la tierra?
Ciertamente la superstición- que forma parte de la cultura- ha estigmatizado a ciertos
animales como representantes del demonio en la tierra. Como no mencionar el típico ejemplo
del gato negro, que hasta la actualidad sigue vigente, aunque con menor fuerza. Pensar que
esta simple característica fisonómica, era confundida por los medievales, como un atisbo de
que ese animal poseía una estrecha relación con el demonio, formaba parte del pensamiento
generalizado.
Veamos algunos ejemplos de ciertos “rasgos maléficos”, que denotaban en estos animales
ciertos poderes o derechamente ser considerados como el demonio mismo.
• Lobo: animal feroz que ciertamente es hostil frente a la presencia humana. Principalmente se
asociaba al lobo con el demonio puesto que se creía que el lobo al circundar a sus presas,
imitaba al diablo que circunda a la humanidad e incluso el pensamiento más extremista decía
que el diablo circunda a las fieles y la iglesia.
• Serpiente: animal plenamente vinculado al demonio, puesto que en la Biblia el demonio es
representado como serpiente en el incidente de Adán y Eva. Quizás el hecho anterior fue el
que predominó en la alegoría que dice:
“la serpiente huye de los hombres desnudos, como el diablo huye de un hombre que ha
lanzado de sus maneras traviesas, por esto la serpiente ataca al hombre arropado”.
• Gato: sin duda que este animal paso de ser prácticamente venerado y cuidado en la
antigüedad, a ser duramente perseguido y cruelmente castigado con la muerte en la edad
media. Se establece que a partir de 1180 aproximadamente se inicia a gran escala esta práctica
de perseguir y dar muerte a los gatos, práctica que perduraría hasta bien entrado el siglo XVIII.
Algunas bulas papales señalaban que el gato era el demonio mismo (vease nota al pie de
página), puesto que el gato poseía ciertos “rasgos maléficos” , entre estos:
- La adoración del gato como Dios en determinadas culturas .
- La vida nocturna del gato.
- Las estruendosas relaciones sexuales de los gatos, a raíz de esto se pensaba que eran muy
lujuriosas, etc.
Origen y sentido de la representación del demonio como animal.
Para responder a las dos preguntas planteadas anteriormente debemos considerar los
siguientes “aportes” que hicieron la literatura medieval y cierta situación relatada en la Biblia.
1- Literatura medieval: ciertamente la literatura medieval contribuyo a generalizar el
pensamiento de representar al diablo como animal. Quizás uno de los
ejemplos más representativos de esto es el milagro veinte de los “Milagros de nuestra señora”
de Gonzalo de Berceo. En este milagro se relata como a un clérigo ebrio se le aparece el diablo
tentándolo, primeramente como un toro, luego como un perro y por último como un león.
Quizás esta inclusión de la representación del demonio como animal, no pudo ser
determinante en la generalización, sin embargo no hay que descartarlo como factor.
2- Situación Bíblica: como apreciamos anteriormente el ejemplo que reafirma fuertemente la
generalización del pensamiento de que el diablo se transforma en animal es el incidente de la
serpiente, Adán y Eva.
Si sumamos el aporte de la literatura medieval, la situación bíblica, el fuerte y latente apoyo
de la iglesia, al escaso conocimiento en cuanto a zoología que se poseía en la edad media,
tenemos como resultado la creencia ciega en cosas tan ilógicas como por ejemplo que un
animal por poseer pelaje negro sea el diablo.
Por eso es que podemos situar el origen de la representación del demonio como animal, en la
mezcla entre superstición y base religiosa, de la cual –en su momento- se valió la iglesia, para
legitimar y dar fuerza a su supremacía.
Por todo lo dicho hasta aquí, se podría plantear la siguiente pregunta: ¿responderá la
representación del demonio como animal a un argumento, usado para legitimar algo o
responderá a algo netamente supersticioso? La pregunta está abierta, a modo personal
prefiero pensar que sólo fue un mal entendido, que se debió al escaso conocimiento que se
poseía de los animales en la época.
Bibliografía:
1- Bestiario medieval: http://bestiary.ca/index.html.
2- De Berceo Gonzalo, “los milagros de nuestra señora”, Madrid, edición de Vicente Beltrán.
(milagro 20).
3- Gatti Rubén, Un capítulo negro de la Edad Media,
http://www.elarcadigital.com.ar/75/notas/gatos.asp.
4- Huizinga Johan, El otoño de la edad media, Madrid, edición selecta de revista de occidente,
traducción de José Gaos, 1927.
citas: Para este informe se toma al hombre de los últimos 400 años de la edad media, puesto
que es en esta época en donde se realza más fuertemente la representación del demonio
como animal.
Huizinga Johan, “El otoño de la edad media”, a) Madrid, edición selecta de revista de
occidente, traducción de José Gaos, 1927, pág 46.
Huizinga Johan, “El otoño de la edad media”, a) Madrid, edición selecta de revista de
occidente, traducción de José Gaos, 1927, pág41.
Fuente: Bestiario Medieval, http://bestiary.ca/index.html. En la alegoría se entiende al
hombre desnudo como puro, fuera de todo pecado, es por esto que la serpiente no puede
atacarlo.