Colegio técnico industrial José Elías puyana Jean Carlo miranda velandia 8 - 1 Eduardo Nabas Floridablanca 17/09/14

Cien años de soledad

Capítulo I: Pagina 3: Después de muchos años, frente al pelotón de fusilamiento el coronel Aureliano había

recordado aquella tarde cuando su padre lo llevo a conocer el hielo. Macondo era entonces

veinte casas construidas con barro y caña brava al lado del rio de agua claras que estaban en

un lecho de piedras blancas, pulidas y enormes como huesos prehistóricos el mundo era tan nuevo que muchas cosas no tenían nombre y para mencionarlas había que señalarlas con el

dedo. Todos los años en marzo una familia de gitanos que se instalaban con una carpa al lado

de la aldea y con mucho ruido daban a conocer sus inventos. Primero llevaron un imán. Un

hombre grande con barba que se llamaba Melquiades hizo una presentación pública arrastrando dos lingotes metálicos al lado de las casas y las personas se asustaron por ver las

cosas que se movían. Melquiades dijo que las cosas tenían vida solo tocaba despertarles el

ánimo. José Arcadio Buendía, con su loca imaginación pensó que con ese invento podía sacar el oro escondido en la tierra. Melquiades era un hombre honrado le advirtió que para eso no

sirve José Arcadio Buendía no creía en la honradez de los gitanos, así que cambio su mula y

dos cabras por los lingotes imantados. Úrsula, su esposa trato de convencerlo de que no lo

hiciera pero él dijo que les iba a sobrar el oro. José Arcadio Buendía paso varios meses buscando oro pero solo encontró una armadura de soldados del siglo xv dentro tenía un

esqueleto calcificado que llevaba en el cuello un pequeño relicario de cobre con un riso de

mujer. En marzo volvieron los gitanos con nuevos inventos el catalejo y la lupa. Pusieron a una mujer a un extremo de la aldea y por el precio de cinco reales las personas podían observar en

el catalejo. Trato de convertir la lupa en un arma de guerra.

Pagina 4:

José Arcadio Buendía trato de enviar un mensaje con las mulas del correo. Aunque el viaje a la capital era en aquel tiempo imposible pero el prometía intentarlo tan pronto como el

gobierno se lo exigía para demostrar los usos de la lupa en la guerra solar. Pero fracaso

entonces el gitano mostro su honradez y le devolvió los doblones de oro a cambio de la lupa y le regalo unos mapas portugueses y varios instrumentos de navegación y de la propia mano

del gitano le dejo a su disposición para poder servirse del astrolabio, la brújula y el sextante.

José Arcadio Buendía se construyó un cuartito al fondo de la casa para que nadie lo

interrumpiera y perturbara sus experimentos. Paso noches enteras vigilando los astros y casi sufre una insolación por tratar de establecer cuando era el mediodía. Navego por mares

incognitos visito territorios deshabilitados. El adquirió el

Habitó de hablar solo. Abandono por completo las obligaciones domésticas y dejo a su esposa

y sus hijos se partían la espalda .De pronto su actividad fue suspendida por una especie de

fascinación. Estuvo varios días como hechizado repitiéndose en voz baja unas sartas de

asombrosas conjeturas de un golpe entendió. Un martes de diciembre a la hora del almorzar los niños recordarían como su padre temblaba de fiebre y la angustia que tenía por liberarse

de lo que tenía atrapado en su cabeza. La tierra es redonda como una naranja Úrsula perdió la

paciencia pero él no se dejó intimidar Úrsula rompió el astrolabio contra el suelo pero construyo otro reunió a los hombres del pueblo y les demostró con teorías que para todos les

resultaba imposible, la posibilidad de regresar al punto exacto de partida viajando asía el

oriente la gente creyó que José Arcadio Buendía se había vuelto loco pero en ese momento

llego Melquiades para demostrar de que lo que había dicho José Arcadio Buendía era una teoría ya comprobada en la práctica pero desconocida en macondo. Le ofreció un regalo un

laboratorio de alquimia. Para esa época Melquiades avía envejecido por tantos viajes hechos

alrededor del mundo. Usaba un sombrero grande y negro y un chaleco de terciopelo.

Pagina 5: Pero a pesar de su sabiduría y su misterio tenía un peso humano y una condición terrestre que

lo mantenía enredado en los problemas cotidianos. Se quejaba por sus enfermedades y

problemas económicos había dejado de reír ya que por el escorbuto perdió sus dientes. Ese sería el inicio de una gran amistad. Los niños estaban fascinados por sus relatos pero Úrsula

conservo un mal recuerdo de aquella visita ya que entro al cuarto cuando Melquiades rompió

un frasco de bicloruro de mercurio que olía fuerte. En su laboratorio rustico dotado por los

metales de los siete planetas y dibujos. José arcadio Buendía cortejo a su esposa por varios días hasta que la convenció de darle monedas de oro para procesarlas pero su intento fue un

desastre quedo reducido a un chicharon carbonizado en el fondo del caldero.

Cuando regresaron los gitanos Úrsula había indispuesto a la población en contra de ellos pero la curiosidad pudo más. Pues los gitanos con su gran bulla anunciaban el hallazgo de las

naciones. Todos fueron a la carpa y por un centavo vieron a un Melquiades joven con dientes

nuevos y radiantes. Pues quienes lo recordaban viejo y decrepito se asombraron y lo hicieron

aún más cuando se quitó los dientes y se los volvió aponer. José Arcadio Buendía consideraba aquellos conocimientos de Melquiades había llegado a un extremo pero fue aún más el

alboroto cuando Melquiades le explico asolas sobre su dentadura postiza eso le pareció

sencillo pero prodigioso y de pronto el perdió el interés por las investigaciones y sufrió una crisis de mal humor, no comía y daba vueltas por su casa y le decía a Úrsula en el mundo

ocurren cosas increíbles, mira al otro lado del rio hay toda

Clase de aparatos mágicos mientras nosotros vivimos como burros. Quienes lo conocían se

asombraban por su forma de cambiar bajo la influencia de Melquiades.

Pagina 6:

Al comienzo era como un patriarca juvenil que daba instrucciones para la siembra y concejos para la crianza de niños y anímales y colaborado con el trabajo, velaba por la buena marcha de

la comunidad, su casa era la mejor de la aldea, allí vivían en armonía en el huerto varios

animales, los únicos que no eran permitidos en la aldea eran los gallos de pelea. Úrsula era muy trabajadora gracias a ella todo era limpio. Gracias a José Arcadio Buendía

macondo era la aldea más organizada con 300 habitantes y donde nadie había muerto. Lleno

de variedad de aves las cosa de la aldea. La primera vez que Melquiades llego a vender bolas

de vidrio para el dolor de cabeza dijo que se había orientado por el canto de los pájaros. Pero ese espíritu de iniciativa social desapareció en poco tiempo por la fiebre de los imanes, los

cálculos astronómicos y los deseos de conocer las maravillas del mundo. Paso de ser

emprendedor y limpio a una persona de aspecto holgazán, descuidado y barbado. Pero aun

los más convencidos de su locura lo siguieron en su idea de abrir una trocha para unir a macondo con las ideas o grandes inventos José Arcadio ignoraba la geografía de la región,

sabía que al oriente estaba la sierra impenetrable y al otro lado de la sierra la antigua ciudad

de Riohacha donde según le había contado, su abuelo cazaba caimanes y los rellenaban de paja para llevárselos a la reina Isabel. Durante su juventud ellos con mujeres niños y enseres

domésticos intentaron buscar salida hacia el mar pero se rindieron fundaron macondo. Al sur

estaban los pantanos cubiertas de una eterna hasta vegetal y la ciénaga grande que según los

gitanos navegaban durante seis meses por ella antes de llegar a tierra por donde pasaban las mulas del correo. Según los cálculos de José Arcadio Buendía la única posibilidad de contacto

con el mundo y la civilización era el norte. Así que doto de herramientas y armas de casería a

los hombres que lo acompañaron en la fundación de macondo, hacho en su mochila los instrumentos de orientación y emprendió su aventura. Os primeros días avanzaron sin

obstáculos por la rivera del rio hasta el lugar donde habían encontrado la armadura y

penetraron al bosque.

Pagina 7: Al término de la primera semana mataron y asaron un venado, guardaron la mitad para los

próximos días y evitar seguir comiendo guacamayas cuya carne azul sabia a almizcle. Luego

durante diez días no vieron el sol y el suelo era blando y húmedo, se alejaban cada vez más del canto de los pájaros y la bulla de los monos. El mundo se tornaba triste y se sentían

abrumados por sus recuerdos. Durante una semana casi sin hablar avanzaban

Como sonámbulos alumbrados por insectos luminosos. No podían volver porque la trocha.

Que Iván abriendo se volvía a cerrar. Con nueva vegetación. Pero José Arcadio Buendía de cía

no importa, lo esencial es no perder la orientación y pendiente de la brújula los guiaba a un

norte invisible, hasta que una noche sin estrellas lograron salir de la región encantada, cansados por la travesía colgaron sus hamacas y durmieron como nunca en dos semanas, al

despertar vieron un galeón español ligeramente volteado a estribor estaba lleno de musgos y

flore y daba el aspecto de estar allí hace mucho tiempo, esa era una muestra de que cerca estaría el mar y se preguntó cómo llego el galeón hasta allí. Luego de cuatro días de viaje a

doce km del galeón estaba el mar espumoso y sucio y grito ¡carajo! Macondo está rodeado de

agua por todas partes.

Dibujo un mapa de macondo peninsular exagerando las dificultades de comunicación y le decía a Úrsula que allí se iban a pudrir sin recibir los beneficios de la ciencia. Encerrado en su

cuarto paseando de un lado a otro se le ocurrió la idea de trasladar a macondo a otro lugar

pero Úrsula ya había hecho su labor con las otras mujeres de la aldea para impedirlo así fue

que sus planes se enredaron y quedaron solo en ilusiones, sin embargo seguía empacando las cosas de su laboratorio.

Pagina 8:

Cuando Úrsula lo vio desmontado la puerta de su laboratorio le pregunto por qué lo hacía y este dijo: pues ya que nadie quería irse nos iremos nosotros solos, pero ella dijo que no se

irían porque allí tenía a su hijo pero él insiste en que uno no es de ningún lugar mientras no

tengo muertos bajo tierra y ella replico que prefería morir. José Arcadio Buendía trato de

convencerla con la promesa de un mundo prodigioso pero fue imposible, Úrsula le pide que se olvide de tanta novelería y se ocupe de sus hijos que están abandonadas igual que los burros.

Esas palabras se instalaron en la mente de José Arcadio Buendía que se quedó mirando a sus

hijos descalzos y pensando por un largo rato broto lágrimas de sus ojos que limpio con su mano y le pidió a Úrsula que les digiera a los niños que lo ayudaran a desempacar. José

Arcadio el hijo mayor con catorce años con carácter voluntarioso como su padre nació en la

travesía de la sierra y el otro, Aureliano con seis años el primer habitante nacido en macondo

era silencioso y retraído, José Arcadio siempre fue ajeno a la existencia de sus hijos y consideraba que su infancia era un periodo de insuficiencia mental. Pero desde esa tarde

dedico sus mejores horas a ellos. En su cuarto les enseño a leer y escribir, sacar cuentas, les

hablaba de las maravillas del mundo de las cuales tenía conocimiento y otras que imaginaba. Esas ideas quedaron grabadas en la mente de los niños hasta que años más tarde segundos

antes de dar la orden de fuego al pelotón de fusilamiento el coronel Aureliano Buendía revivió

aquella tarde de marzo en

Que su padre interrumpió las lecciones de física con la mano arriba, ojos inmóviles y

escuchando a los gitanos.

Pagina 9:

Que llegaban a la aldea pregonando su último descubrimiento de los sabios de Memphis. Estos era jóvenes y más alegres con loros pintados con muchos colores que recitaban

romanzas italianas y gallinas que ponían centenares de huevos de oro al son de la pandereta y

el mono amaestrado que adivinaba el pensamiento y la máquina que servía para pegar botones y bajar la fiebre, el aparato para olvidar malos recuerdos y otros inventos, los

habitantes de macondo se vieron perdidos en sus propias calles con tantos inventos. Eran

tantos que José Arcadio quería inventar la máquina para la memoria y no olvidar ninguno.

Había tanta multitud y saltimbanquis y se abrió paso en busca de Melquiades pero no entendió su lengua hasta que llego al punto donde hacia su tienda donde le pregunto al gitano

que estaba allí y este le respondió que se había muerto. José Arcadio Buendía aturdido por la

noticia trataba de sobreponerse pero otros gitanos le confirmaron la noticia y sus restos

fueron echados al mar. Los niños querían ver el último descubrimiento de los sabios de Memphis tuvo que pagar

treinta reales para entrar a la tienda. Allí había un gigante con torso peludo y cabeza rapada

una cadena pesada en el tobillo y un anillo de oro en la nariz custodiaba un cofre pirata que al abrirlo salió un aroma glaciar y dentro había un bloque transparente con agujas en las que se

despedazaba en estrellas de colores. Desconcertado José Arcadio dijo que era el diamante

más grande que había visto pero el gigante le dijo que no era un diamante intento tocarlo

pero le toco pagar cinco reales más puso la mano sobre el hielo durante varios minutos mientras su corazón se hinchaba de alegría ante el misterio y pago otros diez reales para que

sus hijos vivieran la misma experiencia pero el pequeño José Arcadio se negó a tocarlo y

Aureliano si lo hizo pero al tocarlo dijo “está hirviendo y s asusto” pero su adre no le prestó atención pues él estaba fascinado por el gran invento de nuestro tiempo.

Capítulo II: Pagina 10:

Cuando el pirata Francis Drake asalto a Riohacha en el siglo XVI la abuela de Úrsula se asustó

tanto con el sonido de sus cañones que cayo sentada en el fogón encendido sufriendo

quemaduras en su cola de ahí en adelante no volvió a caminar y no dormía en su alcoba porque tenía pesadillas, su esposo invirtió mucho dinero en medicinas y termino

Vendiendo su negocio y se fueron a vivir lejos del mar a una ranchería de indios donde le

construyo un dormitorio sin ventanas para que no tuviera pesadillas.

En esa ranchería vivió tiempo atrás un cultivador de tabaco donde José Arcadio Buendía con

quien el bisabuelo de Úrsula creo una sociedad productiva de ahí se conocieron y se casaron Úrsula y José Arcadio Buendía y cuando se disgusta con su marido recuerda y maldice esa

época en que Francis Drake asalto Riohacha. Como eran primos sus familiares se ponían a esa

relación por lo que podría engendrar iguanas pues ya había un caso en su familia que unos tíos primos tuvieron con cola cartilaginosa. Pero José Arcadio Buendía decía no importa tener

cochinitas; siempre que puedan hablar. Así que se casaron e hicieron una fiesta de tres días.

Hubieran sido felices si la mama de Úrsula no la hubiera atormentado con tantos cuentos

tanto que Úrsula se negó a consumar su matrimonio y temía que su marido la violara dormida por eso se ponía para dormir pantalones rudimentarios que su mama hizo con lona reforzada

y con correas con cierre o hebilla de hierro así vivieron varios meses, el pastoreaba gall os de

pelea y ella bordaba en bastidor con su mama durante el día en la noche forcejeaban con

violencia hasta que José Arcadio escucho un rumor de que Úrsula seguía virgen pero ella le dijo: déjalos que hablen, los dos sabemos que no es cierto.

Pagina 11:

La situación siguió igual por otros seis meses hasta que José Arcadio un domingo le gano una pelea de gallos a Prudencio Aguilar quien enfureció y le dijo a gritos: te felicito, a ver si ese

gallo le hace el favor a tu mujer José Arcadio cogió su gallo y le dijo vuelvo en seguida y le dijo

a Prudencio que se armara porque lo iba a matar. Al rato volvió con la lanza del abuelo y

desde la puerta de la gallera velaban a Prudencio él fue a su casa y clavando la lanza en el piso e ordeno a Úrsula que se quitara el pantalón de castidad diciendo le que no habrían más

muertos en el pueblo por su culpa, y si habría de parir iguanas pues criarían iguanas, pasaron

la noche despiertos pero es quedo un sentimiento de culpa tanto así que unas noches después Úrsula salió a tomar agua y vio en el patio a Prudencio con el hueco en la garganta y expresión

triste. Luego lo vio en el baño, o paseándose bajo la lluvia y le contaba a José Arcadio lo que

veía pero él le dijo que los muertos no se levantan eso era solo el sentimie nto de la culpa.

Ya cansado de las alucinaciones de Úrsula se armó con la lanza y salió al patio, al ver a Prudencio le dijo ¡vete al carajo! Cuantas veces regreses te volveré a matar pero ni Prudencio

se fue ni José Arcadio fue capaz de lanzar la lanza. Pero no pudo volver a dormir en paz. Cada

vez se atormentaban sus apariciones, un día que Úrsula lo vio destapando las ollas comprendió lo que buscaba y empezó a dejarle agua por todas partes en tazones. Una noche

que José Arcadio lo vio limpiando su herida en su habitación le prometió que

Se irían del pueblo y no regresarían nunca para que pudiera descansar en paz. Fue así que

emprendieron camino en busca de la tierra que nadie prometió y otros habitantes jóvenes

con esposa e hijos los siguieron. Enterró la lanza en el patio y con ella uno tras otro los gallos

de pelea confiando que así daría un poco de paz a Prudencio. Lo único que llevo Úrsula fue un baúl con algo de ropa unos pocos útiles domésticos y un cofre con monedas de oro heredados

por su padre. No tenía itinerario solo caminaba en dirección contraria a Riohacha para no

encontrase a nadie conocido, fue un viaje absurdo. A los catorce meses dio a luz un hijo con todas sus partes completas, había recorrido la mitad del camino en una hamaca cargada por

dos hombres pues sus piernas estaba hinchadas y sus venas reventaban como burbujas.

Pagina 12:

Los niños resistieron el viaje mejor que los padre y a ratos la pasaban bien aunque daba lastima su aspecto. Después de dos años de travesía una mañana fueron los primeros

mortales que vieron la sierra occidental desde lo alto contemplaron la extensa llanura pero

nunca encontraron el mar, una noche después de varios días de travesía y lejos de los últimos

indígenas que habían encontrado acamparon a la orilla de un rio. Años después el coronel Aureliano Buendía durante la segunda guerra civil trato de ser de esa ruta para tomarse a

Riohacha por sorpresa y seis días después comprendió que era una locura. Esa noche los

huéspedes tenían aspectos de náufragos sin escapatoria pero aumentados en número estaban dispuestos a morirse de viejos. José Arcadio soñó que en ese mismo lugar se levantaba una

ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo y pregunto qué ciudad era esa y le respondió

macondo al otro día convenció a sus hombre que nunca encontrarían el mar y ordeno derribar

árboles para hacer un claro a orillas del rio y fundaron la aldea y comprendió el significado del sueño con casas de paredes de espejos el día que conoció el hielo. Pensó que en el futuro

podría crearse bloques de hielo en gran escala con agua y con ellos nuevas casas en la aldea.

Macondo dejaría de ser un lugar ardiente para convenirse en una ciudad invernal. No persevero la idea de la fábrica de hielo porque estaba ocupado en la ubicación de los hijos en

especial Aureliano: quien había mostrado más interés por los inventos de su padre

desempolvando el laboratorio y revisando las notas de Melquiades para doblar el oro de su

madera del fondo del caldero. El joven José Arcadio apenas observo y se al ejó pues era un adolecen te voluntarioso. Un día su madre lo vio desnudo alistándose para dormir y se asustó

pues lo vio tan bien dotado que pensó que no era normal; por esos días le ayudaba otra

señora quien leía cartas de la baraja a quien le conto lo que vio y ella le respondió que él sería muy feliz. Esta domestica un día en el granero lo toco y dijo que bárbaro y el joven buscaba

estar siempre cerca de ella y fue a visitarla pero no fue lo mismo pues la encontró distinta que

en el granero. Tomo el café y regreso a casa decepcionado. Después ella lo busco y lo llevo

A la habitación con el pretexto de revelar secretos de la baraja y lo toco con tanta libertad y le

pidió que fuera a buscarla. El joven dijo que si pero sabía que no era capaz.

Pagina 13:

Experimento más miedo que placer. En la noche a oscuras se vistió y salió de la casa con un poco de temor deseando que la puerta estuviera serrada pero al llegar estaba abierta. Entro y

se guiaba por su olor pues a oscuras la buscaba pero chocaba con las hamacas de unos chicos

y termino en la habitación de una pareja y sus hijos. Se quedó decepcionado porque se sentía perdido hasta que de pronto una mano lo cogió de su cara y lo llevo hasta su cama. Paso

buena noche y estaba ensimismado que no comprendía el alboroto que tenía su familia

cuando su padre y su hermano lograron separar el oro de Úrsula pues habían dedicado largas

jornada hasta lograrlo. Úrsula estaba feliz y dio gracias a dios por la invención de la alquimia. Pagina 14:

Mientras en el laboratorio se apretujaban para celebrar con galletas y dulce de guayaba y ver

el resultado, la bola de oro separada del otro mental. José Arcadio orgulloso mostrándole a

todo el mundo su hazaña llego hasta llego hasta donde su hijo José Arcadio y le dijo que te parece y el joven le respondió; mierda de perro, su padre le pego la boca con el llamo de la

mano haciendo brotar sangre y lágrimas. Acudió esa noche donde pilar ternera quien lo curo y

brindo consuelo. Con ella se sentía amado y le decía que quería pasar todo el tiempo con ella y que le iba a contar a todo el mundo para no tener que esconderse más. Armado de valor y

con el sentimiento de odio hacia su padre le conto todo a su hermano Aureliano quien a su

corta edad comprendía muy poco pero se dejó llevar por las historias de su hermano y lo

esperaba despierto en las noches para que le contara todo y poco a poco los dos sentían el mismo desprecio por la sabiduría y la alquimia; zurumbáticos deben tener lombrices y les

preparo una purga de paico, ellos la tomaron para desorientar a su mama de su motivo real

de distracción. Aureliano no entendía pero vivía como suyas las experiencias del amor que su hermano narraba y por fin le pregunto ¿Qué se siente? Y José Arcadio le dijo que era como u n

temblor de tierra. Un jueves de enero nació su hermana amaranta a quien su madre reviso

bien a ver si todas sus partes eran humanas, al rato toda la casa se llenó de gente que la

visitaba y como su hermano no estaba; salió en silencio a buscarlo en casa de pilar, hacia ruido pero no se atrevió a tocar espero varias horas cerca de la casa y a la madrugada regreso a su

casa y vio allí a José Arcadio jugando con su hermanita. Cuando Úrsula apenas había cumplido

los 40 días de dieta regresaron los gitanos que a difería de Melquiades no anunciaban grandes inventos para el beneficio de la humanidad solo eran mercachifles, esa ves llevaron una esfera

voladora y los habitantes de macondo desenterraban su oro

Para pagar y poder montar en ella y vivir un rato de diversión. Entre tanta gente pilar y José

Arcadio lucieron como novios felices pero pilar rompió el encanto.

Paina 15:

Pues pilar le anuncio que iba hacer papa, eso basto para que el joven José Arcadio se encerrara en su casa y no saliera durante varios días solo escuchaba las risotadas de pilar y se

refugió en el laboratorio. Su padre estaba feliz porque pensó que su hijo le interesaba los

inventos de alquimia y arrancaron en la busca de la piedra filosofal pero José Arcadio no lograba entender nada, fingía su interés pero la piedra filosofal le parecía un frasco mal hecho.

El joven José Arcadio seguía preocupado, callado sin apetito de mal humor que su padre lo

relevo de su cargo en el laboratorio de alquimia porque pensó que se había tomado muy

apecho la búsqueda de la piedra filosofal y eso lo estaba afectando, pero su hermano Aureliano buscaba que le encontraba algo de su angustia pero no lo logro. Una noche salió de

su cama José Arcadio y no fue a donde pilar, solo fue a la feria donde vio una gitana

observando el espectáculo en el cual un hombre se convertía en serpiente por desobedecer a

su padre; ella le pareció la mujer más linda del mundo, se abrió paso dentro de la gente y se hizo detrás de ella quien al sentirla se quedó inmóvil al carpa fueron a la carpa de la gitana

donde se besaron apuradamente y se desnudaron pero al verla sin traje quedo reducida a

nada, era flaca y con senos incipientes , una vez en la cama no podía responderle ya que por allí pasaban los gitanos con sus cosas para el circo. Al rato entro otra pareja en la carpa que al

descubrirlo la señora dijo que se veía muy bien dotado la gitana le pidió que los dejara en paz

y la pareja se acostó en el piso.

Pagina 16: La pasión de esos dos los animo nuevamente y continuaron su faena pasando una agradable

noche, era jueves y a la noche del sábado, José Arcadio se amarro un trapo rojo en su cabeza y

se fue con los gitanos. Cuando Úrsula se percató de su ausencia salió a buscarlo pero una señora de la aldea le dijo que lo había visto entre en tumulto de la farándula empujando una

jaula del hombre serpiente, Úrsula le dijo a José Arcadio Buendía: ¡se volvió gitano! Y este le

respondió ¡mejor! Mejor así se hará hombre. Pero Úrsula empezó a buscar la ruta que había

tomado los gitanos y fue a buscarlo. José Arcadio nos e había dado cuenta de la ausencia de la esposa hasta que en la noche la pequeña amaranta estaba ronca de llorar y fue a verla. Reunió

a muchos hombres dotados de armas y fueron a buscar a Úrsula, después de barias semanas

no la encontraron y regresaron. Pilar se ofreció a encargarse de los quehaceres pero Aureliano empezó a acosarla pues suponía que ella tenía culpa en la desaparición de su hermano y su

madre y está también se fue y no regreso a la casa.

José Aureliano volvió a reabrir s laboratorio con Arcadio y Amaranta en su canastilla de

mimbre cuando de pronto vieron como empezaba a hacer cambios y vapores en su

laboratorio. Después de cinco meses de la desaparición de Úrsula un mimbre donde estaba

amaranta se dio una voltereta por el aire y volvió a su puesto eso no asusto José Arcadio por el contrario se puso feliz por su nuevo invento. Era tanto el laboratorio que no se percata que

Úrsula había regresado la abrazo como si se hubiera ido apenas algunas horas.

Pagina 17: Úrsula regreso rejuvenecida con ropas nuevas y radiantes pues no encontró a su hijo pero si

encontró el camino que su marido había intentado encontrar en su travesía fallida, regreso

con mercaderes mulas cargadas de alimento carretas de bueyes con muebles, hombres y

venían del otro lado de la ciénaga a solo dos horas de viaje donde había pueblos que recibían el correo todos los meses y había máquinas de bienestar y grandes inventos.

Capitulo III: Pagina 18:

El hijo de pilar fue llevado a casa de sus abuelos por insistencia del abuelo y Úrsula aspecto de

mala gana y pidió que escondieran su identidad aunque lo llamaron Arcadio debido a tanto

trajín en el pueblo se descuidaron los niños. Por ese tiempo llega visitación y su hermano que venían de la guajira y la emplearon, se encargó del cuidado de los niños y ellos aprendieron a

hablar primero su lengua que el castellano la aldea se había convertido en un lugar comercial

y apetecido por las bondades de su tierra. Úrsula tenía una fábrica de dulces y José Arcad io Buendía se olvidó del laboratorio de alquimia y se convirtió nuevamente el organizador de la

aldea para repartir los terrenos equilibradamente.

Cuando volvieron los gitanos los recibieron con gran alegría porque pensaban que su hijo

estaría con ellos pero no fue así entonces no los dejaron armar sus carpas en el lugar acostumbrado ya que los consideraron mensajeros de la perversión. Los habitantes

intercambiaban con los árabes sus guacamayas por relojes de madera que José Arcadio

sincronizo perfectamente para el medio día en toda la aldea sonara la misma melodía. Pagina18:

Mientras José Arcadio y Úrsula se ocupaban de ordenar el pueblo y sus negocios. Aureliano se

encerró en el laboratorio a inventarse el arte de la platería, estaba tan

Ocupado que apenas salió para comer, por eso su padre le dio las llaves de la casa y pensando

que lo que faltaba era mujer pero el con el dinero compro ácido muriático para su trabajo.

Amaranta y Arcadio apenas estaban empezando a cambiar de dientes y vivían apegados a las

costumbres de los guajiros. Un día Aureliano presintió que alguien llegaría y en afecto. Poco después llego rebeca una joven de 11 años que llevaban unos traficantes de pieles desde

Manaure con una carta y con la misión de entregarla en casa de José Arcadio Buendía. En la

carta explicaban que era prima en tercer grado de Úrsula, pero no recordaban a nadie con ese nombre y menos tener familia en Manaure. Rebeca traía su ropa una mecedora y no

respondía a nada que le preguntaban. Su aspecto físico mostraba su sufrimiento y hambre;

llegaron a pensar que era sordomuda hasta que los guajiros en su lengua le ofrecieron agua y

ella reacciono como si lo hubiera reconocido. Como en macondo no había cementerio porque aún no había muerto nadie, guardaron los

restos de su, mama en el talego hasta hubiera un lugar digno para sepultar pero estorbaban

en todas partes.

Pagina 20: Rebeca pasaba casi todo el tiempo sentada en su mecedora en un rincón chupando dedo y sin

comer por varios días. Los guajiros descubrieron que ella le gustaba comer tierra y paredes y

lo hacía a escondidas. Úrsula le preparo un remedio para curarla y le echaban ají a las paredes y hiel de vaca a la tierra para que no la comiera.

Rebeca era muy rebelde y berrinchuda por lo cual Úrsula le corrigió correa. Poco después se

notaron cambios en ella, empezó a jugar con amaranta y arcadio que la aceptaron como una

hermana mayor descubrieron que hablaba muy bien el castellano y la lengua indígena tenía habilidad para las habilidades para las manualidades. Se convirtieron en una gran familia.

Una noche mientras todos dormían visitación escucho en un rincón un sonido y fue a ver era

rebeca sentada en la mecedora con sus ojos como de gato. Sin poder dormir. Visitación se alarmo tanto pues esos eran los síntomas de la enfermedad por la cual habían huido de la

guajira; la peste del insomnio .José Arcadio Buendía se burlaba de ella y decía que alcanzaba el

día pero visitación le aclaro que esa enfermedad iba borrando los recuerdos y el estado de

conciencia. Se volverían poco a poco personas en un estado de idiotez sin pasado. Úrsula tomo la prevención de separar a rebeca a otro cuarto y el hermano de visitación salió

huyendo.

Varios días después cuando el terror de visitación se haba calmado. José Arcadio apareció una noche dando vueltas en su cuarto sin poder dormir y su esposa que despertó que pasaba y

dijo que estaba pensando en prudencia Aguilar.

Pagina 21:

No durmieron durante toda la noche, al otro día Aureliano conto que había contado la noche

en el laboratorio haciendo un emprendedor para Úrsula pasaron varios días sin dormir y al

tercer día se alarmaron Úrsula preparo remedio con hierbas pero alucinaciones y se intercambiaban los sueños del insomnio, el comienzo les pareció bueno pues tenían tantas

ocupaciones que se la pasaban trabajando pero cuando el trabajo acabo se dedicaron a buscar

formas de pasar el tiempo en juegos intermediarles. Para no propagar la enfermedad a otros pueblos inventaron un mecanismos con campanillas para que los comerciantes o visitantes

sanos y nos les permitan comer ni tomar nada ya que la enfermedad se transmite por la boca

y para no olvidar el nombre de las casas, del laboratorio Aureliano empezó a marcar con sus

nombres. Pagina 22:

Como dicha enfermedad de la peste del insomnio hacia perder la memoria pronto empezaron

a marcar todas las cosas hicieron lo mismo, por temor a olvidar para que era cada casa fueron

más explicativos en sus letreros ejemplo; la vaca es un animal que da leche pero es un animal que se debe ordeñar todos los días y con la leche se prepara café con leche.

A la entrada del pueblo pusieron un letrero grande que dice macondo y más adentro uno que

dice “dios existe” todos estaban dispuestos a luchar contra el olvido. A José Arcadio Buendía se le ocurrió crear una máquina para la memoria algo así como un diccionario que les hiciera

recordar todo pero como fichas grandes; manipuladas por manivelas y arrastrando un carrito,

se dirigió a la casa de José Arcadio Buendía pero no lo reconocieron, de pronto el anciano saco

de su maleta unos frascos y les dio a beber uno de esos a José Arcadio Buendía que de inmediato recobro la memoria y vio frente a Melquiades el gitano que venía dispuesto a

quedarse en el pueblo.

Pagina 23: Melquiades traía un invento de su laboratorio de daguerrotipia: era un aparato que captaba

su imagen y la plasmaba en una placa de metal. Se sentían raros al recobrar su memoria y

Úrsula alisto a arcadio y amaranta para que con Aureliano participaran en el invento y

captaran su imagen. Úrsula no quiso participar. Aureliano era reconocido en el pueblo porque se convirtió en un gran orfebre y se dedicaba de tiempo completo en su laboratorio que

compartía con Melquiades. Pronto hizo más dinero que Úrsula con sus animalitos de dulce.

Meses después llego al pueblo francisco el hombre quien era llamado así porque había derrotado al demonio en un duelo de canciones. Este anciano cantaba las noticias o a

acontecimientos de los pueblos, si alguien quería anunciar algo le pagaba

Algunos centauros para que lo anunciara en su repertorio musical. Venía con él una señora

tan gorda que la cargaban cuatro indios en un mecedor y una mulata le cabria con un

paraguas para evitarle e sol.

Esa noche se presentaba francisco el hombre en la tienda de catarme a la que fue Aureliano allí en una esquina estaba la matrona gorda que vendía guarapo y por veinte centavos vendía

a la mulata.

Cansado por el calor Aureliano se disponía a salir cuando la matrona le hizo señas que se acercara le ofrecía que por veinte centavos podía pasar a la habitación, allí estaba la mulata

desnuda pero ya el aire olía horrible pues ya habían pasado por allí muchos hombres y no se

sentía a gusto, recordaba las experiencias del amor de su hermano José Arcadio.

Pagina 24: Como se demoró en salir porque estaban arreglando la cama, la mulata le dijo que debía

pagar otros veinte centavos al salir y se demoraría más tiempo; la mulata se lo gradeció en

silencio pues su espalda en carne viva ya que dos años antes se había quedado dormida con la

vela encendida y cando despertó estaba envuelta en llamas y la casa de la abuela quien la había criado se había reducido a cenizas por eso ahora la llevaba de pueblo en pueblo y por

veinte centavos la vendía a los hambres ara pagarle su casa y según ella le quedarían diez años

y sesenta hombres por noche ya que debía pagar la alimentación de ambas, los viajes y el salario de los cuartos indios. Abrumado por la tristeza de su historia y sin hacer nada con ella

salió José Arcadio que no podía dormir pensando en la muchacha, tomo la decisión de casarse

con ella para liberarla de su abuela pero cuando fue a buscarla ya se habían ido del pueblo, así

que se resignó a ser un hombre sin mujer y se refugió en el trabajo. Melquiades te rmino de grabar todas las maravillas de macondo y hacia las predicciones, un día dijo que macondo

sería un pueblo con casas de vidrio y no habría un Buendía en el futuro. Pero José Arcadio le

claro serian casa de hielo y si habrán Buendía en años. Pasaba e l tiempo los niños rebeca, amaranta y Arcadio habían crecido, Arcadio les enseño a leer y escribir y Arcadio estaba

aprendiendo el arte de la platería.

Pagina 25:

Úrsula se dio cuenta que su casa se estaba llenando de gente, entonces saco sus ahorros y contrato obreros y amplio su casa construyendo muchas habitaciones, sala de visitas, cocina

grande, patio, jardines…

Cuando ya estaba casi terminada le llego una orden firmada que le decía que debía pintar su casa de azul y no de blanco como quería; esa orden estaba firmada por don apolinar

mosco que quien dijo que era el corregidor enviado por el gobierno, pero José Arcadio

Buendía insistió que no necesitaba ningún corregidor ya que no había nadie que corregir y él

era quien organizado su pueblo las construcciones y la reparación de tierras, que allí se podía

crear si venia como otro habitante más del pueblo de lo contrario no. Pagina 26:

Como don apolinar móscote que amenazo con estar armado; José Arcadio lo tomo de sus

ropas y lo saco del pueblo pero dos semanas más tarde estuvo de regreso al pueblo con sus siete hijas y soldados, José Arcadio le puso dos condiciones para quedarse una era que cada

habitante podría pintar su casa del color que quisiera y la otra es que se fueran los soldados ya

que podía garantizar la paz y orden y dijo que si lo prometía y pronto le encontraron casa

donde se instalara.

Capitulo IV: Pagina 27: Para la inauguración de la casa nueva a Úrsula se le ocurrió que aria un baile, por eso empezó

a decorar la casa con muebles lámparas cuadros y toda clase de objetos finos e importados y

también compro una gran pianola tan grande que la trajeron por partes, vino a armarla un

extranjero italiano apuesto y joven que aparte de hacer funcionar la pianola y dar las instrucciones a sus dueños, también enseño a bailar a rebeca y amaranta; entre tanto Úrsula

los vigilaba todo el tiempo. Los invitados a la fiesta fueron muy selectos, era los más antiguos

del pueblo y los amigos de bordados de sus hijas. No invitaron al corregidor ni a su familia a pesar de ser los más educados y con clase.

Pagina28:

Cuando la fiesta empezó todos admiraban la belleza de su nueva mansión, pero se llevaron

una gran desilusión cuando fueron a funcionar la pianola esta no serbia. Melquiades intento repararla pero no pudo y por equivocación José Arcadio Buendía movió

una cuerda y empezó la música.

Tiempo después regreso el italiano Pietro a reparar la pianola y les enseño los nuevos bailes modernos haciendo una demostración con rebeca. El día que iba a partir h icieron una

improvisada fiesta que duro hasta el amanecer.

Al partir rebeca lo acompaño hasta la puerta y luego se encerró a llorar en su cuarto de

manera inexplicable porque no le conto a Amaranta los motivos, pasaba los días triste y volvió a coger el viejo habito de comer tierra a escondidas, cargaba puñados de tierra en

Sus bolsillos. En una ocasión vino a su casa amparo moscote que pidió permiso para conocer

la mansión reformada; que le pareció muy linda. La atendieron amablemente y ella a

escondidas le entrego a rebeca una carta.

Pagina 29: Cada quince llegaba el correo y con la carta anhelada por rebeca. Aureliano empezó a albergar

la esperanza de volver a ver a remedios, la veía en todas partes hasta que un da se les hizo

realidad su sueño. Estando en su laboratorio de orfebre haciendo un pescadito de oro llego a la puerta remedios entro el hizo algunas preguntas sobre lo que estaba haciendo y el no pudo

responder por que quedo atolondrado, solo le dijo que lo iba a regalar a ella pero ella salió

corriendo y se desapareció.

Pasaron los días y seguía soñando con volver a ver y rebeca añorando recibir la carta como de costumbre, pero un día sucedió lo inesperado no llego su carta, situación que la agobiaba

tanto se encerró en su cuarto y comió puñados y puñados de tierra que le provocaron

vomitar. Úrsula queriendo saber que le ocurría abrió su baúl y encontró dentro diecisiete

cartas que le había escrito Pietro mientras tanto Aureliano se fue a beber y perdió he sentido pues no supo cómo llego a su casa.

Pagina 30:

Aureliano no había llegado a su casa si no la de pilar quien ya lucia bastante vieja pero le pidió lo dejara acostarse con ella. Pilar acepto, le limpio la cara y lo llevo a la cama, al terminar con

una risa estremecedora le dijo que terminarse de quedar y le prometió que convencería a

remedios para que se case con él.

Por esos días en su casa todos estaba hecho un caos, la tristeza y llanto de rebeca hicieron que amaranta también cambiara de ánimo, se encerraba en el baño a escribir cartas y Úrsula un

día le destapo el baúl y descubrió cientos de cartas sin enviar a nombre de Pietro crespi.

Úrsula mal dijo la hora en que había comprado la pianola. Días después pilar le conto Aureliano que la joven había aceptado casarse con él, entonces se

reunió a su familia para darles la noticia. Úrsula se puso feliz porque le caía muy bien la familia

Moscote pero José Arcadio Buendía estaba enojado pues con tanta muchacha bonita y

decente había escogido a la hija de su enemigo. Acepto la decisión de su hijo con la condición que rebeca se tenía que casar con Pietro Crespi.

Pagina 31:

Planearon llevar a amaranta a la capital para que con el contacto con más gente se olvidara de Pietro Crespi, ella acepto. Rebeca recobro la salud y escribió una carta a su

Novio contándole el acuerdo en el que había llegado con su familia y fue directame nte al

correo a enviarla. Amaranta pensaba que impediría esa boda pues eso lo harían pasando

sobre su cadáver.

Al sábado siguiente Aureliano se puso su primer traje y se fue a la casa de los Moscote a pedir la mano de su hija y ellos al escuchar al nombre de la novia se sorprendieron pues eso deba

ser un error ya que habiendo seis hermanas porque había elegido la menor. Pero el aclaro que

ella era la elegida. Cuando todo parecía volver a la normalidad y regresar la armonía fue empañada por la muerte de Melquiades que ya estaba muy viejo y ya casi no veían

deambulando por los pasillos porque había perdido la visita y le odio y ya casi todos lo

ignoraban.

Pagina 32: Solo Arcadio lo llevaba todos los jueves al rio a bañarse. Amaranta humillada por la decisión

de Pietro le dijo que impediría la boda así tuviera que matar a rebeca. Eso lo asustó y le conto

a rebeca lo que había dicho Úrsula arreglo el viaje en una semana; quedo a cargo de la casa

rebeca y la india se ocupaba de la panadería. Todos los días al anochecer llegaba Pietro a visitar a rebeca llevándole siempre regalos.

Pagina 33:

Poco a poco la casase fue llenando de todos tipo de regalos bailarinas, cajas musicales animales, de cuerda… eso hizo poner a José Arcadio Buendía melancólico porque le recordaba

a Melquiades.

Aureliano descuido su trabajo y se dedicó a enseñarle a la pequeña remedios a leer y a escribir

pues ella prefería aun sus muñecas pero la paciencia y el amor de Aureliano la fueron seduciendo hasta que empezó a disfrutar pasar más tiempos juntos. La única que no era feliz

era rebeca por la amenaza de Amaranta decidió pedirle a pitar ternera que le leyera las cartas

y esta le dijo que no enterrara a sus padres entonces recordó el talego que llevaba el da que llego a casa y no había vuelto a ver desde la recomendación, con ayuda de don José Arcadio lo

buscaron y le dieron sepultura junto a Melquiades. La amistad entre rebeca y pilar abrió

nuevamente la cercanía con la casa de José Arcadio volvió a colaborar en os quehaceres de la

casa y pasaban largos ratos en el laboratorio con Arcadio quien estaba confundido con su presencia.

Pagina 34:

Un día logro algo asombroso, hizo funcionar una bailarina conectados a n reloj, por varios días, eso lo puso muy feliz y se dejó llevar nuevamente por la ilusión de construir y

descubrir cosas nuevas pasaba días y noches continuas sin comer ni dormir, y pedir a la nación

del tiempo una noche, despierto termino hablando con prudencia a quien él había matado y le

preguntaba por todos los muertos de varios lugares que conocía; prudencia le dijo que los

muertos no sabían de la existencia de macondo hasta que llego con ellos Melquiades quien les señalo donde quedaba, le dijo que los muertos la pasaban muy solos y tristes, entonces al día

siguiente Aureliano lo encontró llorando por todos los muertos que estaban solos. Sin la

presencia ni los cuidados de Úrsula, cada vez se sumía más en el insomnio un día cogió la tranca de la empresa a destruir reduciendo a polvo todo lo que había en el laboratorio, la

cámara o de gaderrotipo, y estaba dispuesto a destruir la casa entera. Aureliano vio en la

necesidad de pedir ayuda a sus vecinos para someterlo, necesitaron muchos hombre y lo

terminaron atando en el patio de pies y manos a un árbol al sol y la lluvia. Cuando Úrsula llego y lo encontró, lo soltaron de manos y pies y con llagas por las ataduras y solo lo amarraron de

la cintura, le construyeron una choza para protegerlo de la lluvia y el sol.

Capítulo V Pagina 35:

Aureliano y la pequeña remedios se casaron un domingo frente al altar del padre Nicanor,

construido en la sala de su casa. La pequeña remedos apenas había llegado a la pubertad pero sus hermanas y su madre le habían hablado tanto de la responsabilidad que lleva el

matrimonio y se sentía preparada en medio de bandas y una calle de honor desde la casa de

los Moscote hasta la de Aureliano. Camino saludando a la gente y dando las gracias, nunca perdió la compostura ni si quiera cuando a Aureliano se le cayó el anillo que le iba a poner en

su mano.

Celebraron las noches y ella fue partió un gran pedazo de pastel y se lo llevo a don José

Arcadio Buendía que continuaba amarrado al árbol. La única infeliz en la boda fue rebeca pues ella también se sacaría ese mismo día pero Pietro

Crespi recibió una carta anunciado la muerte de su madre y este se fue de inmediato y en el

camino sin darse cuenta se cruzó con su madre quien iba a cantar en la boda, al llegar a la capital supo que era una broma lo de la carta e intento regresar y llegar a tiempo para la boda

pero fue imposible. Amaranta juro frente a todas que ella no había escrito esa carta.

El padre Nicanor que debía regresarse a su parroquia, después de la boda decidió quedarse

una semana más al ver que los habitantes de macondo estaban sin bautizar y

Vivian en concubinato se decidió a esas labores de bautizar infantes y casar parejas, pero

nadie le prestó atención.

Pagina 36:

Pues habían vivido siempre sin un cura y se las habían arreglado personalmente con Dios. El padre Nicanor decidió construir un templo tan grande que viniera hasta los servidores de

roma empezó a pedir dinero puerta a puerta para esta había pero varias semanas no había

recogido el valor de una puerta. Desesperado por la indiferencia de los habitantes recurrió es una campanilla anunciando por las calles del pueblo una misa campal el domingo el domingo,

unos acudieron por curiosidad y otros por temor de que Dios los castigaría por su indiferencia.

Allí predico los evangelios y al final cuando la gente se iba a ir le estiro sus brazos y los pidió

que esperaron pues iba a hacer una demostración sobre la existencia de Dios. Se tomó una taza de chocolate caliente que le alcanzo el mona guillo y luego empezó a flotar se levantó del

piso varios sentimientos, la gente asombrada empezó a creer y le empezaron a colaborar

dándole dinero para su construcción hizo esta misma demostración por las cosas y así

conseguí más ayudas. El único que no creyó fue don José Arcadio que en latín debía cuanto se le ocurría contra Dios

pidió un gaderrotipo de Dios para comprobar su existencia, le llegaban medillas y decía que

eso era artesanal y sin valor. El padre que hablaba latín empezó a visitarlo más seguido para dialogar con él y evangelizador

pero fue imposible convencerlo que Dios existe.

La obra avanzaba y con ello la esperanza para rebeca renacía un día amaranta le dijo que le

iba a tocar inaugurar la iglesia con la boda. Pagina 37:

A rebeca ese comentario la disgusto ya que como iba la construcción se demoraría unos diez

años pero a Úrsula si le pareció una gran idea y le dio padre Nicanor un alta suma de dinero para que agilizara la obra. Rebeca un día le propuso a Pietro que se escaparan pero él no fue

capaz, pues carecía del espíritu aventurero y de riesgos.

Todos los días la visitaba e intentaba alguna forma de apagar las luces para poderse besar en

la oscuridad y como Úrsula los sorprendió decido sentarse en una mecedora todos los días a vigilar la visita. Pietro impaciente por la lentitud de la construcción le dio al padre el resto del

dinero que faltaba para terminar el templo. Entre tanto amaranta solo pensaba en como

poder posponer la boda, se le ocurrió sacarle todas las pepas de nefelina que protegían el vestido de la polilla y como no se lo esperaba, meses antes de la boda rebeca

Saco su vestido, del ropero y al destaparlo descubrió que estaba totalmente comido por la

polilla, pero amparo moscote se ofreció se ofreció a hacerle un nuevo vestido en poco tiempo,

entonces amaranta tuvo que empezar a pensar en cómo arruinar la boda de rebeca pensaba

envenenarla días antes de la boda. Pero algo horrible una noche dos semanas antes de la boda de rebeca la pequeña remedios

murió y tenía en su vientre un par de bebes atravesados. Todos se pusieron muy tristes yo que

ella había traído felicidad a esa casa y amaranta se sentaría culpable por haberle pedido a dios con insistencia que ocurriera algo pero nunca espero que eso ocurriera.

Pagina38:

Todos recordaban su cuarto lleno de muñecas, su vialidad al moverse por toda la casa el

cuidado y dedicación que tenía con don José Arcadio Buendía ya que se había hecho cargo de alimentarlo, bañarlo mantenerlo limpio su cabello y barba de bañarlo mantenerlo limpio su

cabello y barba de piojos y liendres.

Arreglar el cobertizo en tiempos de tormenta, además sorprendía a todos con su bondad y

cariño y su intento maternal al hacerse cargo del hijo que Aureliano había tenido con pilar ternera, al que llamaron Arcadio José.

Úrsula decreto un año de silencio y luto puso la foto de Remedios en un altar con una cinta

nueva y una lámpara de aceite que debía permanecer por siempre encendida. La relación de rebeca y Pietro se tornó aburrida y monótona, se encerrada rebeca en su cuarto

a chupar debo, volvió a comer tierra como si el amor se hubiera terminado.

Amaranta se hizo cargo de Arcadio José como se fuera su hijo. Luego de pasar mucho tiempo

guardando luto volvieron a su labor de tejer a puerta cerrada. Una tarde a las dos empujo la puerta un hombre corpulento, gigante vestido con ropas viejas con espuelas y una medalla de

la virgen de los remedios.

Pagina 39: Entro y dijo, buen paso por todos la casa y a todos les iba diciendo buenas, llego a la cocina y

dijo lo mismo. Úrsula lo miro asustada por unos segundos y de pronto lanzo un estremecedor

grito y salto a su cuello abrazándolo con fuerza y el lloro de alegría es mi hijo José Arcadio.

Regreso tan pobre como se había ido; tuvo que darle dos pesos para pagar el alquiler del caballo en el que venía, le preguntaron donde estado y dijo ̈ por ahí¨ colgó la hamaca en la

habitación que le hacinaron y durmió por tés días; se levantó y luego de comerse dieciséis

huevos crudos se fue a la cantina de Catarino donde todos se

Asustaron con su tamaño y corpulencia, ordeno trago para todos e hizo apuestas de fuerza

hasta con cinco hombres al tiempo pero nadie lograba mover su brazo, Catarino le aposto

doce pesos a que no era capaz de mover el mostrador, este lo arranco y lo saco a la calle, se

necesitaron once hombres para volverlo a entrar; exhibió todo su cuerpo tatuado de pies a cabeza, pues le había dado sesenta y cinco veces la vuelta al mundo viviendo aventuras de

marinero y compartiendo con prostitutas. Así pasaba los días dormía en el día y en la noche

salía, poco se integraba con la familia. En ocasiones en el comedor Úrsula mostraba su simpático agrado cuando él contaba sus aventuras. Arcadio poco hablaba, amaranta mostraba

su repugnancia ante sus eructos. Rebeca buscaba cada pretexto, rebeca buscaba cada

pretexto para acercársele, pues Pietro era poco al pie de ese hombre tan corpulento; un día

José Arcadio le miro su cuerpo y con tono descarado le dijo: eres muy mujer hermanita. Úrsula no podía creer que ese jovencito que se había ido con los gitanos se hubiera

transformado tanto.

Pagina 40:

Rebeca perdió el control de sí misma y volvió a comer tierra; se enfermó de fiebres, se mostraba impaciente con la presencia de José Arcadio, decidió una tarde ir a su cuarto y lo

encontró casi desnudo y termino acostada con él, que le propuso que se le casaran, fue a la

tienda de instrumentos de Pietro y le informo que se casaría con rebeca y Pietro le recalco que no podía ser porque eran hermanos pero a José Arcadio no le importo. En la misma del

domingo el padre revelo que ellos no eran hermanos, se casaron y Úrsula los desterró de su

casa; alquilaron una cerca del cementerio; Aureliano se compadeció de ellos y les regalo

algunos muebles y días después José Arcadio empezó a trabajar las tierras de nadie que rodeaban la casa. Pietro visitaba la casa de los Buendía le llevaba a Úrsula regalos importados

pues les tenía cariño y una tarde acompañado a amaranta en su quehacer de bordado le

propuso que se casara con él. Pagina 41:

Amaranta sin descuidar su labor le respondía que si espero cuando se conocieran mejor.

Úrsula termino por aceptar aunque no estaba muy de acuerdo. Aureliano fue quien dijo que

era absurdo estar pensando en bodas, su pensamiento estaba en la guerra y el trabajo pues la muerte de remedios lo volvió amargado. Todas las noches jugaba partidas de domino con su

suegro quien le aconsejaba que se volvería a casar pero eso no estaba en sus planes.

Don apolinar moscote le contaba de sus reuniones políticas, de las ideas de los liberales que según el eran malos y querían descuartizar el país con sus ideas y los conservadores

Que tenían el poder directamente de Dios y conservan las tradiciones y conservaban las

tradiciones. Pronto se acercaban las elecciones y trajo al pueblo seis soldados totalmente

armados y pasaron casa por casa decomisando armas de cacería y hasta los cuchillos de

cocina; eso le pareció absurdo a Aureliano pus macondo la gente no tenía preferencias políticas.

También repartían tarjetas azules y rojas con los nombres de los candidatos de cada partido.

Decreto la ley seca, nada de bebidas alcohólicas antes de las elecciones. El domingo transcurrieron las elecciones en calma a las cuatro de la tarde se terminó la jornada electoral

poniéndole una cinta sellada con su nombre a la una. En la noche mientras jugaban domino,

don apolinar ordeno abrir la urna y contar los votos había casi igual de votos azules que de

rojos. Sacaron diez tarjetas rojas y volvieron a serrar la urna. Aureliano dijo los liberales irán a la guerra pues si ya fueron liberal si iría a la guerra por la de

las tarjetas pero apolinar le respondió si tu fueras liberal así fueras mi yerno no hubieras visto

lo de las tarjetas.

Pagina 42: La población no se indignó por el resultado de las elecciones si no por el hecho que no les

devolvieron sus armas. Acudieron a Aureliano para que hablara con don apolinar moscote

pero este le dijo que esas armas las habían enviado como prueba de que los liberales se estaban preparando para la guerra.

Eso in digno a Aureliano. Una vez oyó a hablar a otras personalidades del pueblo quienes le

preguntaron si era conservador o liberal y Aureliano respondió si hay que hacer algo seria

liberal porque os conservadores son tramposos en una opción fue donde Alirio noguera un falso médico que tenía poca credibilidad y curaba con frasquitos llenos de pepas de azúcar fue

allí a consultar por un supuesto dolor en el hígado pero era con el fin de indagar con el su

procedencia, entre tanto se reunía también con otros jóvenes del pueblo con quienes estaban de acuerdo con eliminar a los conservadores y sus familias. El medico se aterro de sus planes,

pues actuaba de forma individual y no estaba de acuerdo con eliminar de golpe a todos los

conservadores.

Página 43 y 44: El medico se negó a participar con ellos; y los demás sentían temor que se atreviera a contar

sus planes. A arcadio que ya era un joven corpulento que dictaba clases a grandes y chicos,

también le apasionaba las ideas liberales y la guerra pues escuchaba hablar de la posibilidad de matar al padre Nicanor, convertir la iglesia en escuela apoyar el amor libre.

Por un tiempo se calmaron, y continuaron con la rutina de su trabajo. En diciembre Úrsula

entro al taller alarmada diciendo ¡estallo la guerra! Pero esa había comenzado hacia tres

meses el único que sabía era don apolinar moscote quien no le dijo a su mujer estaba a la

espera de un escuadrón de ejército que había perdido con, el cual hicieron una nueva requisa casa por casa llevándose hasta la herramienta de siembra. Sacaron el médico y lo amarraron y

lo fusilaron en la plaza golpearon al padre Nicanor y una tarde sacaron de su casa a una mujer

que había sido mordida por un perro y la mataron a golpes. Ese día fue al café de Gerineldo Márquez y cuando estaban solos le dijo. Aliste a los

muchachos porque nos vamos a la guerra y una noche armadas con cuchillos de mesa y hierro

calma y silencio se metieron por sorpresa al cuartel y mataron al coronel y los cuatro soldados

que lo habían matado a su mujer y les quitaron sus armas. Esa misma noche se marcharon para unirse a las fuerzas revolucionarias de victoria mediana.

Pero antes saco del armario a don apolinar y le permitió que la garantizaran proteger a él y a

su familia. Don apolinar no podía reconocer que ese hombre corpulento con botas y fusil

terciado fuera Aureliano.

Capítulo VI Pagina 45: Aureliano dirigió 32 levantamientos armados y todos los perdió, tuvo diecisiete hijos con

mujeres diferentes y los mataron a todos en una sola noche logro sobrevivir a muchos

atentados, emboscadas, intentos envenenamiento rechazo con decoraciones del gobie rno y la única herida que sufrió se la hizo el mismo cuando se le disparó el arma pero la bala no le

causo el mayor daño. Mientras tanto en macondo el que se había quedado a cargo fue arcadio

que le diseño un uniforme y para todos sus alumnos al comienzo e l pueblo no lo tomo en

serio pero poco a poco se convirtió en el ser más despiadado de todo macondo. Encerró en la iglesia al padre Nicanor y prohibió celebrar misas mandaba a fusilar a quienes se

burlaban de el por irrespeto a la autoridad amarraba a quienes se revelaban y los mantenía a

pan y agua. Don apolinar hizo el comentario “ese es el paraíso liberal “y Arcadio se entero fue en una

patrulla hasta su casa, le destrozo los muebles golpeo a sus hijas y se llevó a rastras hasta allí y

en medio del patio le gritaba a Aureliano que era un desgraciado hijo de mala madre y este sin

pensarlo le disparo pero ella armada de valor le seguía gritando, mátame a mí

También para no tener que seguir sufriendo la vergüenza de haber criado un monstruo y lo

persiguió hasta el fin del patio donde Aureliano se encerró como un caracol.

Pagina46:

Don Apolinar estaba atado a un poste pero Úrsula lo salto para llevar a casa todos los demás soldados se dispersaron por temor a que ella tomara represalias contra ellos pero n i siquiera

los miro.

Antes de irse libero a todos los presos y a partir de entonces ella gobernó el pueblo volvieron a celebrar misas suspendió la orden de portar los brazaletes azules y rojos y descalifico los

bandos. Pero a pesar de su fortaleza se sentía triste y sola se dedicaba a hablar con su

abandonado esposo que con tintaba atado al árbol y le decía mira en lo que nos hemos

convertido estamos solos en esta casa tan grande y mientras lo bañaba de todo lo que ocurría y un día noto que se estaba poniendo triste entonces decidió mentirle; le dijo que dios había

querido que rebeca se casara con José Arcadio que había regresado hecho todo un hombre y

eran felices, que Arcadio era muy fuerte y se veía elegante con su uniforme y su sable que

amaranta se casaría con Pietro fue tan sinceran en sus mentiras que ella misma se los creyó. En efecto la amistad y el romance de amaranta y Pietro se consolidaban más y era ajena a

todos lo que ocurría solo Vivian su idilio.

El almacén de Pietro ocupaba casi una cuadra con todo tipo de instrumentos y juguetes musicales. José Arcadio Buendía estaba tan desconectado de la realidad se veía tan calmado e

indefenso que Úrsula lo soltó y el continuo al sol y al agua bajo el castaño.

Pagina 47:

Cuando se reanudaron las misas Pietro le dono a la iglesia n armonio y preparo un coro musical con los niños, nadie ponía en duda que sería un excelente esposo para Amaranta,

trataba como aun hijo a arcadio José, una tarde sin dudarlo tomo de las manos a amaranta y

le pidió que se casara con el pero ella retiraron sus mano le dijo “ni loca me casaría contigo” pes sentía resentimiento por todas las veces que había hecho aplazar la boda de rebeca y

haber cambiado su desino.

Pietro le suplico, se humillo, lloro pero nada logro persuadirl a, Úrsula sintió tanta pena por el

que hubiera dado lo que fuera para consolarlo. Pietro seguía rogándole, le enviaba cartas que ella le devolvía sin abrir, le pedía a sus amigos que la convencieran de casarse pero no lo

lograron. Por esos días se le veían muy elegante. Una noche empezó a sonar una melodía

angelical y todas las luces de los cuartos encendidos menos el de amaranta,

Cuando bruno crespi llego a abrir su tienda encontró todos los relojes parados en la misma

hora emitiendo sonidos al tiempo, las cajas musicales abiertas y vio a Pietro que se había

cortado las venas de sus muñecas metidas en una tina; “se había muerto” Úrsula pidió que lo

velaran en su casa, el padre Nicanor se ponía a darle cristiana sepultura pero Úrsula discutió con él y le dijo que Pietro era una buena persona y la sepultura al lado de Melquiades quisiera

o no.

Amaranta desde su cuarto a puerta cerrada escuchaba los llantos y rezos pero nunca salió. Úrsula estaba tan indigna con ella que la ignoro.

Un día amaranta salió de su cuarto y metió las manos en el fogón encendido y aguanto tanto

dolor que hasta dejo de sentirlo fue como una cura su remordimiento paso varios días con las

manos metidas en el tazón con claras de huevo para cicatrizar y se puso una vendo negra en su muñeca que habría de llevar hasta la muerte.

Pagina 48:

Arcadio decreto un momento de duelo por la muerte de Pietro y Úrsula interpreto ese gesto

como el regreso del cordero perdido pero se equivocó pues a Arcadio lo perdió no desde que se visto el uniforme militar sino desde siempre. Ya que este era un resentido por todo el

sufrimiento y la indiferencia que sintió desde su nacimiento pues el sentía que el único que lo

quería en esa casa fue Melquiades y la india que lo crio nadie más nunca fue tenido en cuen ta usaba la ropa vieja y los zapatos grandes que le regalaba Aureliano cuando el ya no le servía

una tarde en la tienda le gritaron: tu no mereces llevar el apellido que tienes y el respondió “a

mucho honor no soy un Buendía”

La gente pensaba que él ya sabía la verdad de su nacimiento pero no era así, este también deseaba meterse a la cama con pilar ternera desconociendo que era la madre quiso tomarla

por la fuerza diciéndole que no se hiciera la digna pues al fin todos sabían que una puta.

Pero ella lo ignoro le pidió que le dejara la puerta abierta en la noche y la esperara pero nunca llego, meses después pilar le pago a una joven virgen llamada santa Sofía de la piedad;

cincuenta pesos que era la mitad de su ahorro y a su familia los otros cincuenta pesos su

consentimiento y fuera a pasar esa noche de pasión con Arcadio.

Se siguieron viendo y tiempo después tuvieron una hija, por esa época arcadio fue nombrado jefe civil militar.

Pagina 49:

Los únicos en la familia que se enteraron fueron José Arcadio y rebeca con quienes mantenía

buena relación. José Arcadio había pasado de ser u vividor a un gran trabajador pues rebeca

supo dominarlo, este se empezó apoderar no solo del patio de la casa donde vivía sino de todos los terrenos que quiso y tomo por la fuerza derribando cercas y casas, de los terrenos

que no le interesaban les cobraba a sus dueños un impuesto, se apodero hasta del cementerio

y él tenía que pegar para enterrar a los muertos se dedicaba también a cazar animales y rebeca abordar y mantener la casa limpia.

Arcadio fue una tarde a visitarlo y llevarle una demanda que le habían hecho por las

arbitrariedades conocidas y José Arcadio alegaba que esas tierras le pertenecían ya que el que

las había repartido en épocas de la fundación de macondo fue su padre. Aureliano propuso fundar una oficina donde pudiera legalizar las tierras y cobrar los

impuestos. Arcadio empezó a manejar el dinero recaudado con el que construyo una casa

grande y la mando amoblar con cosas importadas. Un domingo al salir de misa Úrsula que

sospechaba lo que estaba pensando le grito desde la puerta de la casa nueva “eres la vergüenza de la familia “pero este la ignoro.

Una tarde llego al pueblo una anciana en un burro cargado de escobas y le dejaron como a

cualquier vendedor y se veía inofensiva primero tras el cuartel y al presentarse con un saludo militar dijo so el coronel Gregorio Stevenson.

Pagina 50:

Lleva malas noticias pues el coronel Aureliano Buendía lo había enviado para pedirle que se

entregara pues había perdido la guerra y no quería que les sucediera nada pero Arcadio no le creyó y los mando a pesar. Este saco de su seno un pescadito de oro para que comprobara

que si lo había enviado el coronel pero aun así no lo creyó. Y decidió defenderse a como diera

lugar, tenía pocos y poca munición y así se enfrentaron y los vencieron muy rápido sonaban campanas, tiros y las mujeres armadas con cuchillos decidieron salir a pelear. Entre la

confusión arcadio encontró a amaranta que iba a buscarlo para entregarle unas armas vi ejas

que iba a buscarlo para entregarles unas armas viejas que había encontrado, pero él se

devolvió a llevarlo a casa de Úrsula. El coronel Gregorio Stevenson le suplico que lo liberara y le evitara la humillación de morir

vestido de mujer pues si había d morir que fuera peleando. Úrsula intento entrar a arcadio a la

casa y el gritaba ¡basta ya de locuras! Pero fue inútil, en ese momento llegaron otros hombres armados y le dijeron suelte a ese hombre o no respondemos y arcadio se entregó y poco

después cesaron los disparos y empezaron a repicar las campanas. El

Coronel Stevenson libero los presos y les entrego armas para que lucharan parecía que estaba

bien reguardado el cuartel pero los opositores lo destrozaron a cañonazos.

Pagina 51:

El coronel dirigió la operación empezó a buscar en los escombros encontrando solo a un hombre en calzoncillos, muerto abrazando un fisil sin carga y con una frondosa cabellera de

mujer; lo voltearon y se sorprendieron al descubrir que era el coronel Stevenson. Al amanecer

después de un concejo de buena fe, fusilado arcadio frente al muro del cementerio. Dos horas antes de su muerte pensaba en todas las personas que habían odiado y comprendió

cuanto los amaba, no comprendía como había superado sus miedos de la niñez, pensaba en

santa Sofía de la piedad y en su hijo que aún no nacía. Cuando le preguntaron cuál sería su

última voluntad; dígale a mi esposa que si nace una mujer que le llame Úrsula como la abuela y si es varón lo llame José arcadio como el abuelo.

Sentía nostalgia pues amaba a la vida y no le tenía miedo a la muerte; camino al cementerio

vio como rebeca abría las puertas de su casa y le hizo una seña de despedida. Una vez en el

muro del cementerio cuando daban la orden de fuego saco la cabeza saco pecho y grito ¡cabrones! Viva el partido liberal.

Capítulo VII: Pagina 52:

En mayo termino la guerra, y dos semanas antes de que el gobierno anunciara una ley que

castigara duro a los promotores de la guerra, fueron alcanzados el coronel Aureliano Buendía Gerineldo Márquez intentaba cruzar la frontera disfrazado de hechicero. Lo condenaron a

muerte y lo fusilarían en macondo para escarmiento de sus habitantes. Una tarde mientras

hacía un dulce de leche Úrsula sintió la voz de su hijo, como un presagio, hizo limpiar la casa

pero días después se enteró de su condena, una tarde sintieron un gran tropel y una algarabía pues lo traían atados con las manos atrás amarrado a un caballo y parecía un pordiosero,

Úrsula y amaranta abrieron paso frente a la multitud para verlo y se le acercó para abrazarlo

pero este se negó le dijo vete a casa mama mejor pídele permiso al comandante y mejor ven a visitarme a la cárcel.

Úrsula se fue a visitarlo, al entrar los centinelas le cerraron el paso pero ella les dijo que

entraría a como diera lugar y si tenía orden disparar que lo hicieran. El oficial le dio la

Orden a los centinelas para retirarse. Ella se presentó soy la madre del coronel Aureliano

Buendía pero el oficial con una sonrisa le corrigió; del señor Aureliano.

Pagina 53:

Úrsula entro y lo encontró en un catre con los brazos abiertos, le habían permitido afeitarse y lucia más alto, más pálido y más solitario y más solitario de costumbres le entrego lo que le

llevaba una moda de ropa unos botines y el dulce de leche que guardaba para él desde que

presintió su regreso. Aureliano ya estaba enterado de todo lo que ocurrió en su casa la muerte de Pietro, el fusilamiento de arcadio, la soledad José arcadio bajo el castaño la dedicación de

amaranta para criar arcadio José pues este ya sabía leer y escribir. Bromeo diciendo ¡no sabes

que soy adivino! Úrsula le murmuro que también traía un revolver lo recibió pero sabía que no

le servía para nada. Aureliano le entrego un montón de papeles escritos, eran sus poemas inspirados por remedios después de su muerte le hizo creer que las quemaría y no se las daría

a nadie, que se hiciera a la idea de que ya le habían fusilado hace tiempo se despidió y se

volvió a costar en el catre con los brazos abiertos. Pensaba en la forma en que había escapado

de algunas emboscadas en la guerra, en una ocasión se metió a su cuarto una mujer linda que intento matarlo con una pistola pero tuvo que suplicar cuando Aureliano también le apuntaba

con una, en cambio otra noche le preso a un compañero el catre, murió apuñalado por su

mejor amigo. A pocos metros él dormía en una hamaca y no se dio cuenta de nada. Paina 54:

Rebeca cuando lo condenaron a muerte le preguntó cuál era su último deseo pidió que la

sentencia se cumpliera en macondo el presidente del tribunal se disgustó porque pensó que

era una estrategia para ganar tiempo. Esa noche en la que Úrsula lo vistió no pudo dormir por el dolor que tenía en las axilas, en la madrugada sintió unos pasos por el corredor y pensó que

ya sería su hora pero era el centinela con una taza de café.

Estaba pensando en lo que sucedería con José Arcadio Buendía bajo el castaño como seria su fin y el de todos. Por varios días sucedió lo mismo no se atrevían a ejecutar la orden pues

había rumores que aquel que se atrevería matarlo también moriría junto con sus soldados así

se escondieran en el fin del mundo y sentían temor. Todo el pueblo subía del miedo qu e ellos

tenían. El domingo le llego la orden por escrito de ejecutarlo en el término de veinticuatro horas así que hacharon papelitos con sus nombres así que lo echaron a la suerte y le toco al

capitán roque carnicero abrumado por su mala suerte pensó “nací siendo hijo de puta y

moriré siendo hijo de puta” A la sino de la mañana eligió al pelotón por sorteo y despertó al prisionero con una frase

vamos hoz llego la hora. Rebeca esperaba en vela mirando por la ventana en momento

Que pasaron con él para abrir la puerta y decirle adiós. El martes a la cinco de la mañana lo vio

venir, serró la ventana, se agarró la cabeza y dijo ahí lo traen; ¡que hermoso esta!

Pagina 55:

José arcadio abrió a puerta y lo vio de espaldas al muro Aureliano se repetía una y otra vez “tanto joderse uno” lo decido con tanto fervor que el capitán pensó que lo estaba orando.

Aureliano se llenó de rabia serró lo ojos y en el momento que echo un grito que pensó que era

la orden de fuego abrió los ojos y vio que era el capitán con los brazos arriba pidiendo que no disparara y a José arcadio con una escopeta lista para disparar y allí se empozo nuevamente la

guerra, el capitán roque carnicero y sus seis hombres se llevaron a Aureliano a Riohacha a

liberar al prisionero Victorio medina pero ya lo habían fusilado, en pocos días el coronel

Aureliano ya había reclutado más de mil hombres y fue proclamado jefes de las fuerzas revolucionarias del caribe pero no acepto hasta que no derribaran el régimen conservador.

Así pasaron dos meses en los que a veces lo daban por muerto derrotado otras veces como

ganador la información iba y venía luego se enteró que al coronel Márquez lo iban a fusilar en

tres meses. Aureliano pensó establecer un cuartel en macondo y si no encontraba vivo a Gerineldo Márquez a todo oficial que estuviera prisionero en ese momento.

Tres meses después cuando entro victorioso a macondo el primer abrazo fue para Gerineldo

Márquez. La casa estaba llena de niños pues Úrsula había recibido a Sofía de la piedad con sus hijos grandes y un par de gemelos que nacieron cinco meses después del fusilamiento de

arcadio y en contra de la voluntad de su hijo llamo a la niña Remedios.

Pagina 56:

Amaranta se hizo cargo de todos e hizo una guardería con los hijos de los vecinos. Cuando llego el coronel Aureliano le dieron la bienvenida con un corito de niños, Aureliano José le

rindió honores vestido con un uniforme militar, pero no todas las noticias eran buenas. Un

año después José arcadio se fue con Rebeca a vivir a la casa construidas por A rcadio, nadie se enteró de su intervención para evitar el fusilamiento de su hermano. José arcadio se dedicaba

a la cacería y siempre se le veía con los perros y su vieja escopeta, una tarde llego más

temprano por que se avecinaba una tormenta, descargo los conejos en la cocina amarro los

perros, saludo a su esposa y fue a su habitación, pero algo realmente inexplicable sucedió y rebeca dice que ella se encerró en el baño y no supo nada, sonó un disparo y un hilo de sangre

atravesó la casa, las calles hasta llegar a la cocina de la casa de Úrsula.

Úrsula decidió seguir el hilo de sangre y llego a encontrarse que era su hijo el que había

muerto de un disparo en la cabeza. Presentaba un fuerte olor a pólvora que intentaron

quitarle bañándolo, aplicándole legía, condimentos hirviendo su cuerpo pero no se le quitaba

Aun después de enterrarlo olía a pólvora, cubrieron la tumba con aserrín, y cal pero el cementerio seguía con ese olor hasta muchos años después cuando una compañía bananera

cubrió la sepultura con hormigón.

Pagina 57: Tan pronto como sacaron el cadáver rebeca se encerró en un su casa, sumergida en una profunda tristeza que la última vez que la vieron salir de su casa lucia vieja y traía unos zapatos color plata y un sombrero de flores pequeñas, se dice que la vieron con vida por última vez cuando le pego un tiro a un ladrón que trato de entrar a su casa. El pueblo el olvido. El coronel Aureliano no se sintió tan confiado de la aparente calma y entrega de sus opositores pues sabía que estaba rodeado por mares y en caso de atacado no tenía como escapar pasaba las noches en vela pensando en cuando tenía que darle a sus hombres la orden de lanzarse al mar pesaba que estaban perdiendo el tiempo mientras otros mendigaban un puesto en el congreso. Una noche le pidió a pilar ternera que le leyera las cartas, esta después de entenderlas varias veces lo único que le pudo decir fue “cuidado con la boca”. Dos días después alguien le dio un guardia un tazón de café que lo fue pasando uno a otro hasta llegar a manos del coronel y él pensó no pedir café pero ya que estaba aquí me lo tomare; le habían echado una gran dosis de nuez vómica suficiente para matar a un caballo cuando lo llevaron a su casa estaba tieso y arqueado con la lengua partida. Úrsula lo limpio, lo envolvió en mantas y se lo arrebato a la muerte dándole por varios días claras de huevos, a los cuatro días recobro su semblante y por la insistencia de Úrsula estuvo en cama una semana más. Así descubrió que su madre no había quemado los versos como le había hecho prometer, ella explico que prefirió esperar a que trajeran el cadáver, el los leyó y volvió a escribir, Márquez; ¿usted por qué pelea? El respondió: por el glorioso partido liberal. Pagina 58: A lo cual Aureliano le dijo dichoso usted que lo sabe; en cambio yo apenas estoy descubriendo que peleo por orgullo, nombro a Gerineldo Márquez jefe civil y militar y se fue a con quistar a mas rebeldes para que se unieran a su grupo, mientras el coronel Márquez lograba en macondo un ambiente de paz. Recordó el amor que sentía por amaranta en su Juventud un día le pidió que se bordara una docena de pañuelos y cuando ella fue a llevárselos al cuartel pasaron la tarde recordando viejos tiempos Amaranta iba con los padres de Gerineldo todos los sábados a visitarlos a la cárcel.

Un día Úrsula le dijo cásate con él pues difícilmente vas a encontrar a alguien como él, ella fingió una cara de disgusto y le da lástima que tarde o temprano lo vayan a fusilar pero eso lo dijo sin pensar. En esos días el gobierno dio la orden de fusilarlo y amaranta lloro amargamente como en aquellos tiempos de la muerte de remedios, se sentía culpable y pensaba que sus palabras tenían algún poder. Úrsula la tranquilizo le dijo que haría todo lo posible para evitarlo y así f ue en pocos días volvió a la casa a visitarla; pasaban tardes enteras jugando damas y conversando. Pagina 59: El coronel le dijo yo seguiré insistiendo hasta convencerla, iba todos los días a hablar con Úrsula y amaranta se encerraba en el cuarto y aguantaba la tentación de verlo. Todas las semanas el coronel Buendía les enviaba reportes minúsculos de lo que ocurría, ocho meses después de haberse ido le escribió a Úrsula, cuidado con el papa que se va a morir; Úrsula se preocupó y le pidió a varios hombres que le ayudaran a llevar a José arcadio a la cama, estaba tan pesado que necesitaron ocho hombres para moverlo. A la mañana siguiente no estaba en la cama, lo buscaron por toda la casa y lo encontraron nuevamente bajo el Cataño volvió allí por la costumbre, lo volvieron a llevar a la cama y lo amarraron. Úrsula le daba de comer, le contaba historias pero en realidad la única compañía que él tenía era Prudencio Aguilar que iba hablar con el de gallos y animales le daba de comer y llevaba noticias de un desconocido iba llegando al final del pasillo sentía la mano de prenuncio que lo hacía retroceder hasta el principio. Un día lo hacía sueño recorriendo habitaciones.se quedo en la habitación del medio y nunca más regreso. Cuando Úrsula iba pura la habitación vio salir de allí a un hombre bajito, vestido de negro con sombrero y por su apariencia pensó en Melquiades pero era cataure, el indio que se había ido huyendo de la peste del insomnio. Le preguntaron por qué había regresado y dijo que venía al entierro de l rey; entonces entraron al cuarto sacudieron a José arcadio pero ya estaba muerto. Cuando vieron por la ventana que del cielo caían flores amarillas como na llovizna cayo toda la noche cubriendo los techos de la casa y en las calles y tuvieron que retirarlas con palas para poder pasar el entierro.

Capítulo VIII: Pagina 60: Sentaba en la mecedora amaranta miraba a Aureliano José que intentaba afeitarse por primera vez y le dijo ya eres todo un hombre, desde niño acostumbraban bañarse justos, Aureliano Jo sé en las noches sentía un miedo a la oscuridad y terminaba metido en la cama de amaranta pero como ya estaba crecido no lo hacía por miedo a la oscuridad sino por el deseo de sentir la respiración y la piel de ella. Eso se fue convirtiendo en una atracción se acariciaban se perseguían por toda la casa y en una tarde escondidos en la despensa se iban a besar cuando entro Úrsula a sacar harina y le pregunto a Aureliano José quieres mucho a tu tía verdad? Y le respondió que sí; esa interrupción hizo que amaranta cayera en cuenta que eso era un juego peligroso y rechazo tajantemente los fines de semana desahogaba sus deseos en la cantina de Catarino.

Poco después empezó a escribirse noticias de la guerra. A principios de abril un emisario fue a donde el coronel Márquez le confió que los dirigentes del partido habían establecido contacto con las setes rebeldes y estaban a punto de concertar la amnistía a cambio de tres misterios para los liberales y la amistad para todos si los rebeldes entregan las armas. Pagina 61: El emisario le informo a Gerineldo que el coronel Aureliano no estaba de acuerdo con la amistad y que debía alistar a cinco de sus mejores hombres y salir del país pero en secreto; una noche llego el coronel Buendía con diez hombres entre ellos roque carnicero y en el más absoluto de los silencios abandonaron el pueblo con los hombres del coronel Márquez. Úrsula solo alcanzo a ver pasar el tropel de caballos, solo hasta el día siguiente se enteró que Aureliano José se había ido con su padre; se rumoraba de algunas tomas que habían hecho a otros pueblos pero eran dispersados rápidamente ya que eran pocos y pocas armas. Por ese tiempo murió visitación y su última voluntad fue que desenterraran debajo de su cama el sueldo ahorrado por más de veinte años y se lo dieran al coronel Buendía para que continuaran con la guerra pero Úrsula no lo hizo porque según los rumores él ya había muerto; unos meses después cuando amaranta y Úrsula ya se reponían de luto, se enteraron por una carta del coronel estaba vivo y se había unido a los federalistas en otras repúblicas del caribe y luchaban por la unificación de las fuerzas federales, se encontraba en cuba, Úrsula le mostro la carta a roque Moncada alcalde de macono que aunque era conservador lo admiraba. Pagina 62: Y recordaba que en los tiempos de guerra hacían treguas e intercambiaban hombres, jugaban ajedrez y se habían hecho buenos amigos, habían llegado a pensar en coordinar en movimientos populares de ambos partidos para liquidar la influencia de militares y políticos profesionales e instaurar un régimen humanitario que aprovechara el mejor de cada doctrina. El padre Nicanor consumido por las breves hepáticas fue remplazado por el padre coronel a quien llamaron cachorro. Aun con el paso de los años Úrsula se negaba a envejecer, su negocio de dulces era próspero y pronto volvió a recuperar la fortuna que s hijo había perdido en la guerra. Aureliano José abandono las tropas de Nicaragua y se embarcó en un buque alemán y regreso a macondo con la firmeza de casarse con amaranta pero ella lo evitaba. Una noche después de dos meses de haber regresado amaranta olvido trancar la puerta de su dormitorio y a la madrugada lo sintió entrar, completamente desnudo y ella le decía vete soy tu tía pero esa escena se repetía todas las madrugadas, pues el la deseaba y siempre pensaba en ella. Pagina 63: Había huido de ella y oído historias de un hombre que se casó con la tía que además era la prima. Amaranta le decía que no podía hacer eso con la tía y el prometió que iría a roma si era necesario y le besaría los pies al sumo pontífice al caso de que le permitiera estar con ella.

Un día cansado de negativa de amaranta, Aureliano José fue a una tienda de Catarino y se desahogó con una mujer, decidió ser indiferente con amaranta, la veía y no le dirigía la palabra eso le hizo sentir liberada de un gran lastre y volvió a pensar en Gerineldo Márquez. Pocos meses después del regreso de Aureliano José llego a la casa una mujer con un niño de unos cinco años y dijo que era hijo del coronel Aureliano y no llevaba para que Úrsula la bautizara no pusieron en duda su parentesco, lo llamaron Aureliano y con el apellido del padre sin ser reconocidos. Úrsula no sabía de la costumbre de llevarles docenas a los soldados y en el transcurso del año aparecieron nueve hijos más de Aureliano, de todas las edades. En menos de doce años bautizaron a los niños. Con el nombre de Aureliano y los apellidos de las madres fueron diecisiete niños, al comienzo Úrsula les llenaba los bolsillos de dinero, amaranta intentaba que darse con ellos para ayudarlos a criar pero no pudo se limitarían a darles regalos y servir de madrina. Pagina 64: Úrsula anotaba en una liberta los nombres y direcciones de sus nietos y en un almuerzo hizo el regresara y poderlos reunir a todos con su padre. El alcalde Moncada le dijo no se preocupe vendrá más pronto de lo que se imagina, el sabia pero quiso revelar nada, que se acercaba la rebelión más sangrienta. Pilar había perdido el rastro d toda esperanza, sus cinco hijas se habían ido y los varones uno había muerto un la guerra y otro lo atraparon robando gallinas en un pueblo de la ciénaga. Estando en la taquilla llego el capitán Aquiles Ricardo a requisarlo y Aureliano José no se dejó le dijo que no ha nacido el nombre que lo venga a tocar y desarmado se hacho a correr, el capitán dio la orden de disparar pero los soldados desobedecieron y le dijeron no ves que es un ¡Buendía! El capitán enfurecido lástima que no seas el coronel Aureliano Buendía. Pagina 65: Carmelita Montiel quien era la virgen que estaba destinada a vivir con Aureliano José escucho el disparo que entro por la espalda y lo destrozo y murió cuatro horas más tarde y momentos más tarde murió el capitán Aquiles Ricardo que recibió dos disparos no se supo de donde ni de quien. Luego mucha gente descargo sus revólveres en el cuerpo del capitán y gritaban viva el partido liberal, viva el coronel Aureliano José Buendía, fue necesario llamar la policía para recoger el cuerpo del capitán despedazado por los tiros macondo retomo el poder militar. Úrsula desconocía que el coronel Aureliano ya estaba en el país desde hacía más de un mes y pronto estaría en macondo, entonces Úrsula le pregunto qué hará compadre y Moncada le respondió que cumplir la ley, cuando llego a macondo el coronel Buendía se enfrentaron. Buendía parecía un intruso en casa de Úrsula revisando todo hasta comprobar que no hubiera peligro vestía un traje de dril sin insignias y unas botas con espuelas llenas de barro y sangre seca.

Pagina66: Su rastro reflejaba dureza y se negaba a envejecer por la frialdad de sus entrañas. Úrsula alarmada pensaba que él era un hombre capaz a roque carnicero adelantar los juicios de los prisioneros. Reviso los títulos de propiedad de las tierras de los últimos cien años y descubrió lo que había hecho su hermano y anulo los títulos de una plumada y fue a visitar a rebeca para informar lo que sucedía rebeca lucia pálida vestida de negro y Aureliano le aconsejo que fuera más moderada con su luto. El último consejo de guerra fue el del coronel Moncada, Úrsula intervino opinando que Moncada era un gran hombre pero Aureliano le dijo que si tenía algo que decir lo hiciera en el concejo de la guerra ella lo hizo y llevo a declarar a todas las madres de los oficiales que él había ayudado Úrsula fue convincente en su declaración pero aun así fue condenad y Buendía le dijo recuerda que no te fusilo yo te fusila la revolución pero Moncada ni si quiera se levantó del corte y le dijo vete a la mierda compadre. Pagina 67: Hasta ese momento desde su regreso no lo había visto con el corazón y le dijo sabes mejor que yo que los consejos de guerra son una farsa terminamos pagando las culpas de otros. Moncada le dijo no me preocupa que me fusiles porque para nosotros eso es muerte natural, lo que me preocupa es que de tanto odiar a los militares, combatirlos has terminado siendo como ellos. A este paso no solo serás el dictador más despreciable si no que terminaras fusilando a tu madre. Moncada le entrego sus joyas para que se las entregara a su mujer salió al patio y comprendió porque había dispuesto su fusilamiento en el patio y no en el muro, recibió saludo con honores y dijo ya pueden traerlo.

Capítulo IX: Pagina 68: El coronel Gerineldo Márquez fue el primero en percibir el vacío de la guerra; aunque nunca se dejaba arrastrar al terreno de las confidencias, poco a poco con la guerra intensificada su imagen se borraba en un universo de irrealidad. El coronel Márquez se limitaba a escuchar y perdió todo contacto con la guerra. Su refugio el costurero de amaranta a quien visitaba continuamente, pasaban horas sin hablar, peleándose Amaranta pensaba que raro son los hombres se pasan peleando con los curas pero dan libros de religión durante cuatro años le reitero su amor pero ell a lo rechazaba. Remedios la bella intervino en favor de Gerineldo Márquez pero la desterró del costurero. Una tarde de agosto amaranta se encerró en su dormitorio a llorar su soledad hasta la muerte después de decirle a Gerineldo que se olvidara para siempre, pues ya estaban viejos para esto.

Pagina 69: Esa tarde Gerineldo acudía a un llamado telegráfico del coronel Buendía en conversación rutinaria viendo las calles desoladas le dijo: llueve en macondo y le respondió Buendía no seas pendejo siempre llueve en agosto en macondo. Un día Márquez le pidió instrucciones para evacuar una zona fronteriza y Buendía le respondió que no lo molestara por pequeñeces, que consultara con la divina providencia. La primera vez que fue a Manaure a cumplir la última voluntad de Moncada la esposa no lo permitió entrar a la casa y le dijo usted manda en su guerra, en mi casa mando yo. Por esa época convoco a una segunda asamblea de los principales comandantes rebeldes entre los que se destacaba el general Teófilo Vargas; era un indio analfabeta, parecía una feria. Aureliano dijo a los oficiales que ese era una fiera de cuidado y otra propuso que había que matarlo. Pagina 70: El coronel Buendía no se alarmo, dijo: no esperen que yo de esa orden y no la dio pero quince días después el general Teófilo Vargas apareció despedazado a machetazos. Cansado de la incertidumbre de la guerra, cada vez más viejo, decidió buscar refugio en macondo, cuando le anunciaron la llegada de una comisión de su partido lo único que se le ocurría decir fue: llévenlos donde las putas y se hecho a dormir. A principios de diciembre se reunieron en la sala con Aureliano donde leyeron el pliego de peticiones, una era para la revisión de las propiedades, renunciar a la lucha contra el clérigo y renunciar a las aspiraciones y los derechos de igualdad para todos los hijos legítimos y naturales para integridad familiar concluyeron durante casi veinte años han estado luchando contra los sentimientos de la nación. Pagina 71: Buendía dijo: ahora solo luchamos por poder y firmo los documentos, pero Gerineldo le dijo que eso era una traición y por esa intervención le impuso una pena le quito las armas y lo entrego a disposición de los tribunales revolucionarios y dos días después Gerineldo condenado por alta traición fue condenado a muerte. La víspera de la ejecución y desobedeciendo la orden de no molestarlo; Úrsula entro hasta su aviación y le dijo que tan pronto vieran el cadáver de Gerineldo ella lo buscaría y lo mataría con sus propias manos. A la mañana siguiente antes de la hora de la ejecución salió Buendía y le dijo a Márquez: se acabó la farsa, vámonos de aquí antes de que te terminen fusilando los mosquitos, ponte los zapatos y acompañarme a terminar esa guerra de miedo; necesito un año de guerra sanguinaria para obligar al gobierno proponer soluciones y otro año para persuadir a sus partidarios para aceptarlas.

Pagina 72: Durante casi veinte años de guerra Aureliano había ido muchas veces a la casa, la última vez que fue a macondo y arrendo una cosa para sus tres mujeres solo fue dos o tres veces por una casa para sus tres mujeres solo fue dos o tres veces por una invitación a comer, pues se había vuelto duro y no aceptaba que se le acercaran a menos de tres metros. Pero esta vez sí regresaría cambiado pues amaranta extrañaba aquel joven que hacia pescadito de oro y Úrsula pensaba por fin vamos a tener un hombre en casa. Úrsula había preparado la alcoba nupcial y el taller de platería pero no percibió ningún detalle, se sentó en el orillo del corredor envuelta en la cobija como si estuviera esperando a que escapara, fue así como Úrsula comprendió que no lo tendría en casa por mucho tiempo; pues si no fue la guerra seria la muerte que lo arrebatara. En el momento de la cena amaranta le dijo: si te vas a ir otra vez por lo menos recuerda como somos ahora fue así como reconoció en Úrsula el desgaste física por tantos años de vida. Pagina 73: Buscaba en sus recuerdos en donde había dejado de tener sentimientos, el único sentimiento que guardaba era el de la complicidad sobre el amor con José arcadio cuando aún eran niños, remedio se convirtió en un lejano recuerdo de quien podía haber sido su hija. Durante varios días se dedicó a destruir todo su pasado, los objetos que permitieron recordarlo, regalo sus ropas, todos los objetos del laboratorio, enterró en el patio todas sus armas, solo conservo una pistola con una bala Úrsula lo dejo lo único que no le permitió destruir fue la foto de remedios que estaba en la sala. Un día lluvioso se levantó antes de la cinco, fue a la cocina a tomarse su acostumbrado café sin azúcar y escucho las voces de los soldados dando órdenes y el repique de campanas, recordó si antes de irse a la guerra y sin gloria un artesano sin hombre, un animal feliz; ese vago recuerdo le amargo el desayuno a las siete de la mañana fue a buscarlo Gerineldo Márquez en compañía de unos oficiales rebeldes. Úrsula intento ponerle una manta nueva pero no la acepto solo acepto solo acepto un sombrero de José arcadio, y le dijo Úrsula: prométeme que si te en tu madre. Pagina 74: El acto de rendición se llevó a cabo a veinte kilómetros de macondo. Aureliano cruzo el pueblo en medio de los insultos y gritos de la gente; en el lugar de la entrega o rendición fueron recibidos por un grupo de religiosas todas vestidas de blanco. Úrsula cerró las puertas de la casa con la intención de Úrsula cerró las puertas de la casa con la intención de no volver a salir nunca más dijo que se morirían de viejas en esa casa sin hombres.

Úrsula entro a la cocina a destapar la leche se les hacía raro que demorara en hervir, y descubrió la olla llena de gusanos y dijo, lo han matado han matado a Aureliano. Pagina 75: Lo han matado a traición y nadie hizo la caridad de cerrarle los ojos, al anochecer Úrsula estaba sentado llorando en el castaño, cuando llegaron con el cuerpo de Aureliano envuelto en una manta y con los ojos abiertos de rabia, pues estaba fuera de peligro, la bala atravesó de pecho a espalda y salió. Cuando se vio acorralado de monjas rezando salmos y suplicando por su eterno descanso se arrepintió de no haberse disparado en la boca como lo había planeado. Cuando lo dieron de alta, se enteró que sus compañeros unos habían sido exiliados; salió de la habitación hecho una mierda al corredor y decidió desistir por completo de la guerra. Cuando el gobierno suspendió la vigilancia, uno de ellos se quedó a vivir allí y se puso a su servicio por varios años. El día del año nuevo enloquecido el joven militar por los desaires de remedios la bella, amaneció muerto de amor junto a su ventana.

Capítulo IX: Pagina 76: Años más tarde Aureliano José segundo había de recordarlo en su lecho de muerte el día qu e nació su hijo que tuvo con Fernanda del Carpio y sin dudarlo dijo se va a llamar José arcadio. Úrsula no estaba de acuerdo con el nombre de generación en generación han tenido los mismos nombre, y pensaba que los Arcadios eran fornidos y emprendedores y los Aureliano flacos y distraídos. Aunque esos rasgos se habían cruzado en los gemelos Aureliano segundo y arcadio segundo porque al crecer arcadio segundo lucia flaco y deseaba ver cómo eran los fusilamientos; mientras que Aureliano segundo era fornido y prefirió quedarse en la casa, le pregunto a Úrsula que había en el cuarto que permanecía bajo llave, ella le respondió que eran los escritos y cosas de Melquiades pues desde su muerte nadie había vuelto a entrar allí, como era tan curioso pidió las llaves y prometió no dañar nada; se sorprendió cuando al abrir todo estaba reluciente no había rastros del paso del tiempo ni telarañas ni polvo y la tinta del tintero aún no se había secado, el aire parecía más puro que el del resto de la casa. Pagina 77: Aureliano segundo pasaba días enteros leyendo las fascinantes historias de los manuscritos, entre ellas la de la alfombra que volaban y las lámparas que conceden deseos. Le pregunto a Úrsula si eso era cierto y ella le respondió que si pues hacía muchos años los gitanos traían a macondo esos inventos fantásticos, pero el mundo se va acabando y transformando. Una tarde Aureliano sintió que no estaba solo y vio en la ventana a Melquiades joven con quien hablaba todas las tardes pero

No le quiso revelar el final de los libros que estaban incompletos y le dijo eso lo sabrían cuando cumplieran cien años. Entonces empezó a ayudar al padre en las labores de la iglesia, las misas, cuidar los gallos… y aprender lecciones de teología; se empezó a preparar para la primera comunión. Cuando Gerineldo marques se enteró lo reprendió fuertemente pes esas eran labores de los repudiados pero arcadio respondió es que yo nací conservador. Para la primera comunión amaranta le hizo un traje con corbata y le compro unos zapatos blancos y le grabo las iniciales de su nombre en la cinta del cilio. Pagina 78: Dos días antes de la primera comunión el padre Antonio lo confeso con un diccionario de pecados, le pregunto si hacia hecho cosas con alguna mujer o con algún animal, eso le pareció muy raro y tiempo después le pregunto al sacristán si eso era posible y este le dijo que si este hacia sus cosas con una burra y lo llevo a ver. Paso el tiempo y arcadio se volvió rico con las peleas de los gallos que criaba donde su abuela pilar ya que Úrsula no se lo permitió, se casó y tuvo hijos. Aureliano daba muestras de holgazanería hasta que un día llego al pueblo una mujer vendiendo rifas de un acordeón con quien sintió atracción y ella hizo trampa para que ganara la rifa y con este acordeón se volvió famoso aunque a Úrsula no le gusta baba el acordeón. Cuando Úrsula se enteró que Aureliano tocaba el acordeón en fiestas ruidosas t arcadio era gallero creyó que iba a enloquecer. Pagina 79: Era como si sus hijos bisnietos se hubieran concentrado en los defectos de la familia y no en sus virtudes, por eso decidió que nadie volviera a llamarse arcadio o Aureliano. Sin embargo cuando Aureliano segundo tuvo su primer hijo no se opuso pero puso una condición: que ella lo criara. Aunque estaba muy vieja tenía vitalidad y lucidez dijo que sería cura, no sabía de guerras, de gallos, mujeres de la mala vida ni acordeones que habían que habían sido el karma de la familia todos se rieron y Aureliano brindo a la salud del cura. Pero Aureliano pensaba en un oficio que pudiera hacer para sostener una casa para petra. Una noche cuando José Aureliano Buendía volvió a abrir el taller pensó que sería un muy buen negocio pescaditos de oro. Paso muchas horas mirando cómo se hacían y petra se dedicó a las rifas de conejos. Pagina 80: Una noche cando nadie quería saber más de rifas de conejos se escuchó un gran estruendo que no los dejo dormir cando amaneció vieron el patio lleno de conejos, Aureliano segundo le dijo a petra que porque no hacía lo mismo con las vacas, por eso cambio conejos por una vaca y a los pocos

Meses pario a trillizos en poco tiempo se volvió millonario que trina que comprar tierras para todo el ganado. Entre tanto Aureliano segundo se había encaprichado con quitar las piedras del rio para hacer una vida fluvial. Pagina 81: Arcadio segundo vendió todos los gallos y contrato a muchos hambres para despedazar la piedra Aureliano le ayudo el económicamente para su empresa y arcadio se desapareció por un buen tiempo que todos llegaron a pensar que se había fugado con el dinero pero un día vieron a lo lejos un barco que se acercaba a macondo. No era más que una valsa de troncos gruesos, tirada por veinte hombres que caminaban por la rivera y sobre ella venían hermosas mujeres que se tapaban del sol con grandes sombrillas. Arcadio nunca acepto su derrota más bien proclamo su hazaña. Las mujeres cambiaron las costumbres en el pueblo y remedios la bella fue proclamada reina y por su belleza todos los hombres del pueblo querían verla pero Úrsula solo la dejaba salir a la calle cubierta por un velo y para ir a misa. Un hombre extranjero un domingo la espero para entregarle una rosa amarilla. Fue en ese momento que descubrió su rostro para dar las gracias. Pagina 82: Todos los días el joven le daba serenata pero ella no le prestaba atención, el único que se compadeció de él fue Aureliano segundo que le dijo que no le rogara más pues las mujeres de su familia eran extrañas pero el no hizo caso, e poco tiempo paso de ser un caballero elegante a un harapiento mendigo. Aureliano le pidió al padre antiguo que convenciera a Úrsula para qué le permitirán coronar a remedios la bella como reina de belleza. El coronel Aureliano que cada vez estaba más desconectado a la realidad se dedicaba a fabricar pescaditos de oro que uno de sus guardias que custodiaba a casa los comercializaba en pueblos vecinos. Pagina 83: Era un extraño negocio pues cambiaba pescados de oro por monedas de oro para luego convertirlas en pescados. Pasaba todo el día encerrado en el taller hasta las cuatro de la tarde que arrastraba una silla por corredor hasta la calle donde se centava hasta que los mosquitos se los permitieran, una tarde alguien dijo como esta coronel él respondió aquí esperando a que pase mi entierro. En el carnaval Aureliano segundo se disfrazó de tigre como siempre los había soñado y disfrutaron la fiesta hasta que llegó a macondo un grupo de personas con una mujer bella y la sentaron junto a remedios la bella. Pronto una voz se oyó viva el partido liberal y viva el coronel Aureliano Buendía iba empañando la celebración pues el guardia real sin provocación algún disparo contra la muchedumbre.

Pagina 84: Cuando aso el tiroteo y retorno la calma había tendidos en el piso muchos muertos, Aureliano segundo logro poner a salvo a remedios la bella y arcadio segundo llevo en sus brazos a la reina intrusa ensangrentado y Úrsula la curo. Se hizo cargo de ella como si fuera su hija. Después se fue del pueblo a vivir con su padre. Se llamaba Fernanda del Carpio a quien Aureliano fue a buscar y se casó con ella hizo una fiesta que duro veinte años.

Capítulo XI: Pagina 85: Un día Aureliano segundo visito a petra de reina de Madagascar y te tomo una foto Fernanda se enteró y alisto sus maletas para irse sin avisar pero Aureliano la alcanzo y en medio de ruegos y promesas la hizo volver a casa. Pero este seguía visitando a petra esta decía a mí las reinas me hacen mandados. Pagina 86: Fernanda desde pequeña había sido educada para ser reina, desconocía que sus padres habían hipotecado la casa para pagar sus estudios y se dedicaban a tejer. Palmas fúnebres, eso era lo único que sabía Aureliano y con ese dato fue que dio con ella cuando fue a buscarla la primera vez. Además recibía clases de piano, teología, etc… Pagina 87: Fernanda era demasiado reservada solo se acostó con su esposo dos semanas después de la boda y para hacerlo visito una camisón largo con una abertura a nivel del vientre y con mangas, cuando Aureliano la vio soltó una carcajada y dijo me case con una monjita de la caridad. Era tan fría en la cama que él se vio necesitado de volver a buscar a petra y convivieron los tres, Fernanda se hacía como si no supiera la verdad, Vivian en una farsa, Úrsula no logro que ella se incorporara en la familia ni que dejara de usar la bocinilla de oro, ni su ridícula ropa de dormir que provocaba la burla de todos. Pagina 88: Fernanda cansada de las burlas de amaranta decidió no volverle a hablar nunca solo cuando era necesario y poco a poco fue imponiendo sus hábitos a la familia como reunirse en el comedor, servirse en la vajilla de plata, rezar el rosario todos los días antes de la cena, cerro el negocio de los dulces, no permitía abrir las puertas de la casa como era costumbre desde que amanecía hasta la noche; al único que no pudo imponerle nada fue al coronel Aureliano pues él seguía con sus costumbres.

En el pueblo se rumoraba sobre las nuevas prácticas y se burlaban de la familia y Úrsula en tono de burla decía que su bisnieto iba a ser papa pues su abuelo era un santo según Fernanda y era hijo de una reina. A su segundo hijo era una niña la llamaron Renata remedios. Pagina 89: Todos los años para la navidad el abuelo Fernando les hacía llegar cartas y regalos pero nasa les servía para jugar eran imágenes de santos con los que hicieron un altar en una ocasión ansiosos por destapar el cofre de los regalos descubrieron dentro del cadáver de don Fernando con un crucifijo en sus manos y ya se estaba empezando a descomponer. Poco después del nacimiento de la niña se anunció el jubileo del coronel Aureliano Buendía, y hasta el presidente pensaba asistir a macondo a darle la condecoración al mérito pero José arcadio le hizo saber el deseo de matarlo y eso dl jubileo le pareció una burla o humillación razón por la cual el presidente no fue y le mando el premio con otras personas. El acto se llevó a cabo pero nadie de la familia. Pagina 90: Úrsula golpeo a la puerta de su taller y el coronel le pidió que no molestaran pero ella le dijo que no era por nada de la fiesta era algo más importante al abrir diecisiete hombres de diferentes tamaños y colores eran los hijos del coronel que habían tenido a lo largo del litoral Úrsula acudió a su libreta donde habían anotado los nombres y lugares donde Vivian Aureliano segundo hizo una gran fiesta mataron gallinas, toros rompieron vajillas, hubo desorden y el coronel disfruto también la fiesta. Arcadio segundo los invito a jugar en la gallera y les propuso que se quedaran a trabajar con él pero no aceptaron; el único fue Aureliano el triste y buscaba una cosa para traer a vivir a su mama y a su hermana. El miércoles de ceniza amaranta los convenció a todos de ir a misa y les pusieron a borrar, intentaron con tierra trapos sabor agua pero esa fue una marca imborrable. Pagina 91: La cas que le intereso fue la de rebeca a quien creían ya muerta pues estaba muy demacrada puertas y ventanas a punto de caer y los pisos estaban carcomidos por la hierba Aureliano triste sin pensarlo empujo a la puerta y esta cayo y formo una polvoréala, cuando se aplaco el polvo vio una mujer decrepita de cabello blanco y ojos hermosos que le apuntaba con una vieja pistola, Aureliano triste le dijo que quería arrendar la casa pero ella le dijo con voz firme que se fuera. Él le contó a Úrsula lo ocurrido y empezaron a recordarla con tristeza la única que le guardaba rencor ara amaranta. Cuando regresaron nuevamente los hijos del coronel le ayudaron a restaurar un poco la casa querían llevarla a la casa para cuidarlo pero rebeca no se dejó llevar.

Pagina 92: En la segunda visita de los hijos del coronel a macondo se quedó a trabajar con Aureliano triste; Aureliano centeno a ayudarlo en la fábrica de hielo que empezaron a mezclar con jugos de frutas. A Aureliano triste se le ocurrió la idea de traer una locomotora a macondo y Aureliano segundo le ayudo económicamente y se fue en busca de ella. Como no regresaba Aureliano centeno se estaba adueñando de la fábrica de hielo. Una tarde llego Aureliano triste en una locomotora desde donde saludaba era el primer tren amarillo que llegaba a macondo.

Capítulo XII: Pagina 93: Asombrados por los avances e inventos que llevaban a macondo las idas a cine. En una ocasión el alcalde dijo que era suficiente con las tristezas propias como para ponerse a sufrir con las de los demás entonces no volvieron a cine. Crearon una oficina con teléfono y mesa para venderlos pasajes ara el tren se inauguró y empezó a llegar todos los miércoles a las once un día llego un personaje que no encontró cuatro en el hotel para hospedarse. Aureliano le llevo a casa, este tenía un negocio de globos que había llevado por medio mundo y producía muchas ganancias pero no había conseguido elevar a nadie en macondo porque consideraban ese invento como un retroceso ya que habían visto antes la alfombra voladora de los gitanos entonces se disponía a irse en el próximo tren. Pagina 94: Días después lo vieron cazando mariposas de colores en la salida del pueblo. Llegaron a macondo en un vagón adicional del tren personalidades, como topógrafos, hidról ogos que hicieron estudios en la suela cambiaron el cruce del rio y allí construyeron una fortaleza además trajeron un vagón lleno de prostitutas fue una invasión intempestiva que era imposible caminar por la calle construían cosas sin permiso de nadie. Pagina 95: El pueblo estaba cambiando tanto que los antiguos habitantes tenían que madrugar a reconocerlo. El coronel dijo miren todo lo que se armó solo por haber invitado a un forastero a comer banana. La casa se llenó de huéspedes, construyeron más habitaciones, aguardaron el comedor y cuando sentía venir el tren las cuatro cocineras no daban abasto preparando y atendiendo a los forasteros. Todos pasaban a saludar al coronel no solo por educación sino porque les interesaba conocer parte de la historia. Por eso se encerró y no salía a menos de que fuera necesario.

Úrsula se sentaba en el andén de la casa a ver todo lo que ocurría. Remedios la bella no entendía porque las mujeres se apretaban tanto en los corsés y se ponían trajes tan grandes, ella buscab a no vestir a la moda, se mandó quitar el cabello y con el hizo pelucas para los santos. Pagina 96: Remedios la bella tenía la facultad de perturbar a los hombres forasteros no más con pasos por medio de ellos tanto que Úrsula pidió en adelante comiera en la cocina con amaranta cosa que le gusto pues le daba igual empezó a cambiar sus horarios. Se levantó a las once, duraba dos horas metidas en el baño. Un día vio a un forastero en el techo mirándola a ella dijo que tuviera cuidado no se fuera a caer pero él le dijo que solo quería verla desnuda, luego de verla terminarse de bañar y ponerse su camisón le pidió que se quedara con él y a respuesta fue no. Pagina 97: Luego el forastero corrió dos tejas más para entrarse al baño y remedios le dijo que tuviera cuidado porque se podría caer apenas dio eso el hombre se cayó y se le abrió el cráneo con el golpe en el piso y murió. Se empezó a murmurar que ella traía aires de muerte pues ya había tres muertas por ella una tarde Úrsula le dio permiso de ir a pasear por los cultivos de banano pues sus amigos hablaban mucho de esa experiencia pero cuando iban para allá les toco resguardarse en una casa porque las perseguían un tropel de hombres que intentaban tomarlas por la fuerza fueron salvadas o rescatadas por los cuatro Aurelianos que Vivian ya en el pueblo y tenían la cruz marcada en la frente. Uno de los hombres alcanzo a meter su mano en el vientre de remedios y contaba a sus amigos su hazaña y cuando la estaba contando lo pateo un caballo y se murió. Úrsula le intentaba enseñar los oficios básicos de la casa pues pensaba que en este mundo debía haber algún hambre que se casara con ella. Pagina 98: Amaranta creía que remedios era boba una tarde mientras recogían sabanas del tendedero amaranta le pregunta si estaba bien porque la veía pálida y respondió que se sentía mejor que nunca al rato empezó a elevarse por los aires con las sabanas y así levitando desapareció cuando los Aurelianos decidieron quedarse a vivir a macondo el coronel intento persuadirlos porque no era un lugar seguro para vivir veía como los hombres abandonaban a sus mujeres a hijos para irse a la guerra. Contaba sucesos de la guerra y todo para que no les pintaran la cosa de azul. Cuando llegaron los bananeros los funcionarios locales fueron sustituidas por extranjeros y los policías fueron cambiados por sicarios de máchele.

Pagina 99: Por esos días lamento no haber llevado la guerra hasta el final una tarde salió al porque un abuelo con su nieto a comprar un refresco y el niño accidentalmente tropezó y derramo el refresco en el uniforme del soldado este con el machete lo volvió picadillo y decapito al abuelo por intentar evitarlo y lo llevaron a rastra hasta su casa. El coronel sintió tanta rabia que dijo un día de estos voy a armar a mis muchachos y mato a todos esos gringos de mierda pero de manera inexplicable una noche mataron a los cuatro Aurelianos que vivan en macondo y días después empezaron a llegar telegramas anunciando la muerte de todos los hijos del coronel a la largo de la sierra solo uno logro escapar pero no se volvió a saber del culpo al padre Antonio como cómplice por haber marcado a sus hijos con la cruz de ceniza. Pagina 100: El coronel abandono el arte de elaborar pescaditos de oro y deambular por toda la casa con la cobija a rastras veía a Úrsula bajo el castaño hablando con don José arcadio Buendía y ella le dijo: saluda a tu padre esta triste porque te vas a morir. Aureliano sonrió y le pregunto y le pregunto a Úrsula donde había enterrado las monedas que habían sacado del san José pero Úrsula nunca lo dijo. Se le había despertado el deseo de tener mucho dinero, empezó a visitar a sus antiguos compañeros de guerra y en ocho meses recogió tanto dinero más que el que Úrsula había enterrado. Fue a donde Gerineldo Marques que estaba postrado en una silla, a pedirle que le ayudara a organiza una nueva guerra pues ahora estaban ligando con la guerra corrosiva del olvido y la tristeza. Pagina 101: Cuando escucho la respuesta de arrasar todo vértigo de un régimen de corrupción y escándalos de extranjeras Gerineldo le dijo: yo sabía que estaba viejo pero ahora me doy cuenta que este mucho más viejo de lo que parece.

Capítulo XIII: Pagina 102: Úrsula ya se veía decrepita y había perdido la visión y nadie sabía, sola fue aprendiendo a moverse por todos lados que aun ella olvidaba que no veía, ya estorbaba en todos lados y fastidiaba los forasteros con la pegunta si alguna vez habían ido a guardar un san José mientras pasaba la lluvia. Una tarde Fernanda revolcó la casa buscando un anillo de boda que había perdido. Pagina 103: Cuando amaranta cambiaba de trajes a los santos, Úrsula jugaba a enseñar lelos colores a su nieto y de acuerdo a la textura de la tela sabía que el color de traje tenía cada santo.

Una tarde iba por el corredor choco con amaranta tu que estaba sentada bordando y quien le dijo que tuviera cuidado y mirarla bien por donde iba a la cual Úrsula le dijo es usted la que está sentada donde no es. Se dedicó a recordar cómo había sido su vida recordó que cuando estaba embarazada de Aureliano este había llorado en su vientre eso era un presagio de que naciera negado para el amor por eso den su vida no ha amado a nadie y se asombraba de la dureza de corazón de amaranta. Pagina 104: Úrsula lamentaba lo injusto que habría sido con rebeca. Empezó a cometer torpezas, y le preguntaba a dios si no era mejor morir. Una tarde le hicieron a José arcadio una despedida porque se iba para el seminario el único que no participo fue el coronel. La casa continuaba siendo en centro de parrandas de Aureliano segundo. Pagina 105: A la niña la llevaron al colegio de religiosas y Fernanda se dedicó a poner nuevamente orden en la saco, enseñando modales, seleccionando a los comensales aprovechando que Úrsula ya no veía. Aureliano segundo seguía con su concubina petra y aparentaba con su esposa una mañana lo sorprendió en la cama con petra y aprovecho para mandarle a casa de ella dos baúles con su ropa Aureliano celebro su libertad con una gran fiesta. Arcadio segundo vendió los gallos y empezó a trabajar en la compañía bananera y Fernanda no le permitía entrar en la casa mientras tuvieran contacto con los extranjeros. Pagina 106: Aureliano segundo despilfarraba comida y campaña y la gente lo quería aún más hizo un concurso de comelones y llego a participar una señora grande conocido como la elefanta que conservaba sus buenos modales y muy rápido se comió una pierna de una vaca era conocida por su fama de ganar los concursos pero vio que Aureliano era bueno en ese arte, descansaron cuatro horas. Continuaron comiendo huevos crudos, jugo de naranja olleta das de café. Petra puso en la mesa dos pavos horneados y la elefanta le dijo a Aureliano que si no quería mas no comiera y quedarían empatados pues ella no quería ms pero Aureliano se atraganto de pavo y cayo de bruces sobre el plato de huesos, sintió que moriría y pidió que lo llevaran a donde Fernanda. Pagina 107: Petra alisto los zapatos que llevaría el en su ataúd pero al rato le informaron que estaba fuera de peligro a los quince días volvió a hacer otra fiesta para celebrar a Fernanda le preocupaba el regreso de su hija a vacaciones y que su papa no estuviera entonces decidieron aparentar todas las navidades Aureliano volvía a jugar al padre ejemplar mientras las vacaciones de su hija que pasaba horas tocando el clavicordio.

Unas vacaciones sin permiso alguna llego a casa con muchas monjas y compañeras a quienes invito a pasar semana con la familia y Fernanda dijo que desgracia, esta niña es tan bulliciosa como su padre. Pagina 108: Tuvieron que sacar prestadas camas, sillas comprar bacinillas todo esa semana parecía un caos destruyeron todo, hacían mucha bulla. Un día las religiosas armaron un alboroto por que el coronel se había orinado en el castaño sin importar que las niñas estuvieran en el patio Fernanda les perdono todos los daños al sentir el alivio de su partida. Aureliano segundo seguía todas las tardes a hablar con el coronel. Arcadio segundo poco iba a la casa la pasaba donde las matronas francesas. Úrsula le pidió a arcadio que convenciera al comandante de salir, ir al cine. Pagina 109: Nada pudo convencer al coronel de salir, era muy terco y obstinado con estar en encierro fabricando pescaditos. Contaba hasta veinticuatro y los volviera a fundir para hacerlos de nuevo. Se asomó a la puerta cuando llego con gran alboroto el circo al pueblo era una mañana once de octubre lluviosa y recordó que por esa fecha había muerto una mujer en su cama. Pagina 110: Úrsula entro en la habitación a llevarle la comida él comió y se acostó en su hamaca se quedó dormido y empezó a soñar que entraba en una casa blanca y era el primero en entra en ella, en ese momento llego su peluquero toco a la puerta y el respondió hoy no, venga el viernes; salió a ver el circo los animales y mujeres que danzaban al compás de la música pero olvidaba muy rápido las cosas, sus recuerdos se fugaban y él se cogía la cabeza con ambas manos. Metió la cabeza entre los hombros como un pollito y se quedó inmóvil con la frente apoyada en el tronco del castaño. La familia no se enteró hasta el día siguiente cuando santa Sofía salió a botar la basura al patio y le llamo la atención que estuvieran bajando los gallinazos.

Capítulo XIV: Pagina 111: Las últimas vacaciones de la niña coincidieron con la muerte del coronel, en esa casa solo se escuchaba rezar el rosario tres veces al día y no había lugar para fiestas. Termino sus estudios y salió con sus amigas a cine con permiso de mama pero con sus amigas revelaba su verdadero gusto por la parranda el alboroto, fumaba y se embriagaba. Una tarde se puso muy mal y por orden del médico debió guardar tres días de reposo. Úrsula que yo estaba ciega le dijo usted lo que tiene es eso que le da a los borrachos pero ella dijo que no.

Pagina 112: Aureliano segundo sintió algo de culpa y decidió dedicarle más tiempo fue así como nació una relación de camarería entre ellas, iban al cine, al circo le compro y decoro una habitación el compraba maquillajes lociones, le dedicaba tanto tiempo que su concubina ya se estaba enojando. Página 113:

Meme nunca tuvo el propósito de intervenir en los asuntos de su padre y ella sola se hacía cargo

de los asuntos de la casa Desde entonces no sólo la invitaron a los bailes, sino también a los baños

dominicales en la piscina. Meme aprendió a nadar y diversas cosas en la casa de los Buendía había

paz sin la imprevista muerte de Amaranta.

Página 114:

Ella nunca se le vio llorar con la partida de remedios i con la de muchos familiares más Elaboró el

plan con tanto odio que la estremeció la idea de que lo habría hecho de igual modo si hubiera sido

con amor, pero no se dejó aturdir por la confusión, sino que siguió perfeccionando los detalles tan

minuciosamente que llegó a ser más que una especialista, una virtuosa en los ritos de la muerte

Página 115:

Le advirtió que había de morir sin dolor, ni miedo, ni amargura, al anochecer del día en que la

terminara. La noticia de que Amaranta Buendía zarpaba al crepúsculo llevando el correo de la

muerte se divulgó en Macondo antes del mediodía, y a las tres de la tarde había en la sala un cajón

lleno de cartas.

Página 116:

Amaranta replicó, sencillamente, que no necesitaba asistencia espiritual de ninguna clase porque

tenía la conciencia limpia. Úrsula no volvió a levantarse después de las nueve noches de Amaranta

Disponía entonces de tanto tiempo y de tanto silencio interior para vigilar la vida de la casa

Página 117:

Al día siguiente, a las seis de la tarde, Fernanda reconoció la voz del hombre que fue a visitarla -

Lárguese -le dijo-. Nada tiene que venir a buscar entre la gente decente. Se llamaba Mauricio

Babilonia Esa noche comprendió que no tendría un instante de sosiego mientras no le demostrara

a Mauricio Babilonia la vanidad de su aspiración.

Página 118:

Meme se dio cuenta de que se estaba achicharrando en la lumbre de su altivez, y buscó

desesperadamente una manera de humillarlo. Es un hombre muy raro -dijo Fernanda-. Se le ve en

la cara que se va a morir «Qué diría tu madre si lo supiera.» Una mañana, mientras podaban las

rosas, Fernanda lanzó un grito de espanto e hizo quitar a Meme del lugar en que estaba, y que era

el mismo del jardín donde subió a los cielos Remedios, la bella.

Página 119:

La noche en que Fernanda los sorprendió en el cine, Aureliano Segundo se sintió agobiado por el

peso de la conciencia, y visitó a Meme en el dormitorio donde la encerró Fernanda, confiando en

que ella se desahogaría con él de las confidencias que le estaba debiendo. Pensó hablar con

Mauricio Babilonia creyendo que su autoridad de antiguo patrón lo haría desistir de sus

propósitos, pero Petra Cotes lo convenció de que aquellos eran asuntos de mujeres.

Página 120:

Murió de viejo en la soledad, sin un quejido, sin una protesta, sin una sola tentativa de infidencia,

atormentado por los recuerdos y por las mariposas amarillas que no le concedieron un instante de

paz, y públicamente repudiado como ladrón de gallinas.

Capítulo XV:

Página 121:

Los acontecimientos que habían de darle el golpe mortal a Macondo empezaban a vislumbrarse

cuando llevaron a la casa al hijo de Meme Buendía A Santa Sofía de la Piedad logró convencerla de

que lo había encontrado flotando en una canastilla No sólo ignoraba para dónde iban, sino que le

habría dado igual si la hubieran llevado al matadero.

Página 122:

Ni ella misma sabía entonces que su fertilidad había burlado a los vapores de mostaza, así como

Fernanda no lo supo hasta casi un año después, cuando le llevaron al niño Esa noche durmieron en

la abandonada mansión colonial, sobre los tablones que Fernanda puso en el suelo de un

aposento invadido por la maleza, y arropadas con piltrafas de cortinas que arrancaron de las

ventanas y que se desmigaban a cada vuelta del cuerpo.

Página 123:

Carecía de contactos con el mundo exterior, desde el violento altercado que tuvo con su marido

por haber determinado la suerte de Meme sin su consentimiento En efecto, Meme los había

firmado cuando ya estaba del otro lado del rastrillo de hierro, y lo hizo con el mismo desdén con

que se dejé conducir.

Página 124:

José Arcadio Segundo fue encarcelado Era una terapéutica tan generalizada, que los niños se

ponían en la lila varias veces, y en vez de tragarse las píldoras se las llevaban a sus casas para

señalar con ellas lo números cantados en el juego de lotería Los abogados demostraron que no era

el señor Jack Brown, superintendente de la compañía bananera y nacido en Prattville, Alabama,

sino un inofensivo vendedor de plantas medicinales, nacido en Macondo y allí mismo bautizado

con el nombre de Dagoberto Fonseca .

Página 125:

Los trabajadores, que hasta entonces se habían conformado con esperar, se echaron al monte sin

más armas que sus machetes de labor, y empezaron a sabotear el sabotaje. José Arcadio Segundo

estaba entre la muchedumbre que se concentré en la estación desde la mañana del viernes.

Página 126:

Ya los de las primeras líneas lo habían hecho, barridos por las ráfagas de metralla. Los

sobrevivientes, en vez de tirarse al suelo, trataron de volver a la plazoleta, y el pánico dio en -tones

un coletazo de dragón, y los mandó en una oleada compacta contra la otra ol eada compacta que

se movía en sentido contrario, despedida por el otro coletazo de dragón de la calle opuesta, donde

también las ametralladoras disparaban sin tregua.

Página 127:

En tres cocinas donde se detuvo José Arcadio Segundo antes de llegar a la casa le dijeron lo

mismo: «No hubo muertos.» José Arcadio Segundo saltó la cerca del patio y entró en la casa por la

cocina. Santa Sofía de la Piedad apenas levantó la voz. «Que no te vea Fernanda -dijo-. Hace un

rato se estaba levantando.»

.Pagina 128:

Una noche de febrero se oyeron en la puerta los golpes inconfundibles de las culatas. Aureliano

Segundo, que seguía esperando que es-campara para salir, les abrió a seis soldados al mando de

un oficial Santa Sofía de la Piedad alcanzó a prevenir a José Arcadio Segundo que dormía en el

cuarto de Melquíades, pero él comprendió que era demasiado tarde para intentar la fuga.

Página 129:

En el cuarto de Melquíades, en cambio, protegido por la luz sobrenatural, por el ruido de la lluvia,

por la sensación de ser invisible, encontró el reposo que no tuvo un solo instante de su vida

anterior, y el único miedo que persistía era el de que lo enterraran vivo. Se lo conté a Santa Sofía

de la Piedad, que le llevaba las comidas diarias, y ella le prometió luchar por estar viva hasta más

allá de sus fuerzas, para asegurarse de que lo enterraran muerto.

Capítulo XVI:

Página 130:

Hubo épocas de llovizna en que todo el mundo se puso sus ropas de pontifical y se compuso una

cara de convaleciente para celebrar la escampada, pero pronto se acostumbraron a interpretar las

pausas como anuncios de recrudecimiento. Viéndolo montar picaportes y desconectar relojes,

Fernanda se preguntó si no estaría incurriendo también en el vicio de hacer para deshacer, como

el coronel Aureliano Buendía con los pescaditos de oro, Amaranta con los botones y la mortaja,

José Arcadio Segundo con los pergaminos y Úrsula con los recuerdos.

Página 131:

Fernanda creía de veras que su esposo estaba esperando a que escampara para volver con la

concubina. Pero la tortuosa costumbre de no llamar las cosas por su nombre la llevó a poner lo

anterior en lo posterior.

Página 132:

Los chorros de agua triste que caían sobre el ataúd Detrás de la carreta, algunos descalzos y todos

con los pantalones a media pierna, chapaleaban en el fango los últimos sobrevivientes de la

capitulación de Neerlandia, llevando en una mano el bastón de carreto y en la otra una corona de

flores de papel descoloridas por la lluvia

Pagina 133:

Siguió más interesado en la enciclopedia que en el problema doméstico, aun cuando tuvo que

conformarse con una piltrafa y un poco de arroz en el almuerzo. que aquello saliera del resto de

una familia que al fin y al cabo la había tenido siempre como un estorbo, como el trapito de bajar

la olla, como un monigote pintado en la pared, y que siempre andaban desbarrando contra ella

por los rincones, llamándola santurrona, llamándola farisea, llamándola lagarta, y hasta Amaranta,

que en paz descanse

Página 134:

Había tenido la paciencia de escucharla un día entero, hasta sorprendería en una falta. Fernanda

no le hizo caso, pero bajó la voz. Esa noche, durante la cena, el exasperante zumbido de la

cantaleta había derrotado al rumor de la lluvia Aureliano Segundo la oyó más de dos horas,

impasible, como si fuera sordo. No la interrumpió hasta muy avanzada la tarde cuando no pudo

soportar más la resonancia de bombo que le atormentaba la cabeza. -Cállate ya, por favor -suplicó.

Fernanda, por el contrario, levantó el tono. «No tengo por qué callarme -dijo-. El que no quiera

oírme que se vaya.».

Página 135:

Amaranta Úrsula y el pequeño Aureliano habían de recordar el diluvio como una época feliz. A

pesar del rigor de Fernanda, chapaleaban en los pantanos del patio, cazaban lagartos para

descuartizarlos y jugaban a envenenar la sopa echándole polvo de alas de mariposas.

Página 136:

No volvió a ocuparse de los niños. Comía a cualquier hora, embarrado de pies a cabeza, y lo hacía

en un rincón de la cocina, contestando apenas a las preguntas ocasionales de Santa Bofia de la

Piedad. Macondo estaba en ruinas. En los pantanos de las calles quedaban muebles

despedazados, esqueletos de animales cubiertos de lirios colorados, últimos recuerdos de las

hordas de ad-bebedizos que se fugaron de Macondo tan atolondradamente como habían llegado.

Página 137:

En el último año, le había mandado recados apremiantes a Aureliano Segundo, y éste le había

contestado que ignoraba cuándo volvería a su casa, pero que en todo caso llevaría un cajón de

monedas de oro para empedrar el dormitorio. Estaba con el pellejo pegado a los huesos, como la

dueña, pero tan viva y resuelta como ella.

Capítulo XVII:

Página 138:

Úrsula tuvo que hacer un grande esfuerzo para cumplir su promesa de morirse cuando escampara.

Y que acabé por esparcir sobre Macondo el polvo abrasante que cubrió para siempre los oxidados

techos de cinc y los almendros centenarios A este paso terminaremos devorados por las bestias.»

Desde entonces no tuvo un instante de reposo.

Página 139:

Regañó a José Arcadio Segundo como si fuera un niño, y se empeñó e n que se bañara y se afeitara

y le prestara su fuerza para acabar de restaurar casa Lo dejó en el cuarto, pero consiguió que no

volvieran a poner el candado, que hicieran la limpieza todos los días, que tiraran las bacinillas a la

basura y sólo dejaran una, y que mantuvieran a José Arcadio Segundo tan limpio y presentable

como estuvo el bisabuelo en su largo cautiverio bajo el castaño.

Pagina 140:

Eran tan puras aquellas misas de pobreza, que siempre destinaban la mejor parte para Fernanda, y

no lo hicieron nunca por remordimiento ni por caridad, sino porque su bienestar les importaba

más que el de ellos mismos Aureliano Segundo andaba tan ocupado tratando de consolidar el

prestigio de sus rifas, que apenas le quedaba tiempo para ver a los niños, Fernanda puso a

Amaranta Úrsula en una escuelita privada donde no se recibían más de seis alumnas, pero se negó

a permitir que Aureliano asistiera a la escuela pública.

Página 141:

Allí lo encontró Úrsula una tarde en que andaba asperjando la casa con agua serenada y un ramo

de ortigas, y a pesar de que había estado con él muchas veces, le preguntó quién era. -Soy

Aureliano Buendía -dilo él. -Es verdad -replicó ella-. Ya es hora de que empieces a aprender la

platería. Inició una oración interminable, atropellada, profunda, que se prolongó por más de dos

días, y que el martes había degenerado en un revoltijo de súplica a Dios y de consejos prácticos

para que las hormigas coloradas no tumbaran la casa.

Página 142:

que fue llevado Aureliano, y muy poca gente asistió al entierro, en parte porque no eran muchos quienes se

acordaban de ella, y en parte porque ese mediodía hubo tanto calor que los pájaros desorientados se

estrellaban como perdigones contra las paredes y rompían las mallas metálicas de las ventanas para morir se

en los dormitorio Aureliano Segundo se hizo cargo del entierro, y trató de restaurar la casa para venderla,

pero la destrucción estaba tan encarnizada en ella que las paredes se desconchaban acabadas de pintar, y

no hubo argamasa bastante gruesa para impedir que la cizaña triturara los pisos y la hiedra pudriera los

horcones.

Página 143:

ni siquiera una voluntad tan resuelta y vigorosa como la de Amaranta Úrsula, que muchos arios después,

siendo una mujer sin prejuicios En realidad, su hábito pernicioso de no llamar las cosas por su nombre había

dado origen a una nueva confusión, pues lo único que encontraron los cirujanos telepáticos fue un

descendimiento del útero que podía corregirse con el uso de un pesario.

Página 144:

En el cuartito apartado, adonde nunca llegó el viento árido, ni el polvo ni el calor, ambos recordaban la

visión atávica de un anciano con sombrero de alas de cuervo que hablaba del mun do a espaldas de la

ventana, muchos años antes de que ellos nacieran En el cuartito apartado, adonde nunca llegó el viento

árido, ni el polvo ni el calor, ambos recordaban la visión atávica de un anciano con sombrero de alas de

cuervo que hablaba del mundo a espaldas de la ventana, muchos años antes de que ellos nacieran.

Página 145: La voz se le iba l lenando de notas falsas, se le fue destemplando y terminó por apagársele en un ronquido de

perro, pero todavía tuvo voluntad para no dejar que decayera la expectativa por los premios en el patio de

Petra Cotes Fernanda le fabricó un cinturón de lona para que guardara el dinero, y le indicó la forma de

usarlo ajustado al cuerpo, de modo que no tuviera que quitárselo ni siquiera para dormir.

Página 146:

El nueve de agosto, antes de que se recibiera la primera carta de Bruselas, José Arcadio Segundo conversaba

con Aureliano en el cuarto de Melquíades, y sin que viniera a cuento dijo: -Acuérdate siempre de que eran

más de tres mil y que los echaron al mar En cumplimiento de su promesa, Santa Sofía de la Piedad degolló

con un cuchillo de cocina el cadáver de José Arcadio Segundo para asegurarse de que no lo enterraran vivo,

Los cuerpos fueron puestos en ataúdes iguales, y all í se vio que volvían a ser idénticos en la muerte, como lo

fueron hasta la adolescencia.

Capítulo XVIII:

Página 147:

Aureliano no abandonó en mucho tiempo el cuarto de Melquíades. Melquíades le reveló que sus

oportunidades de volver al cuarto estaban contadas. Pero se iba tranquilo a las praderas de la muerte

definitiva, porque Aureliano tenía tiempo de aprender el sánscrito en los años que faltaban para que los

pergaminos cumplieran un siglo y pudieran ser descifrados. En la casa no faltaba qué comer.

Página 148 :

Para Santa Sofía de la Piedad la reducción de los habitantes de la casa debía haber sido el descanso a que

tenía derecho después de más de medio siglo de trabajo No era solamente que estuviera vieja y agotada,

sino que la casa se precipitó de la noche a la mañana en una crisis de senilidad No era una explicación

verosímil. Desde la muerte de sus padres, no había tenido contacto con nadie en el pueblo, ni recibió cartas

ni recados, ni se le oyó hablar de pariente alguno.

Página 149: Se quemó los dedos tratando de prender un fogón por primera vez en la vida, y tuvo que pedirle a Au reliano

el favor de enseñarle a preparar el café Quince días después se la devolvió el cartero que la había

encontrado en su bolsa, y andaba buscando al dueño de casa en casa. Habían transcurrido más de tres años

desde que Santa Sofía de la Piedad le l levó la gramática, cuando Aureliano consiguió traducir el primer

pliego.

Página 150:

Aureliano carecía de elementos para establecer las c laves que le permitieran desentrañarlos, pero como

Melquíades le había dicho que en la tienda del sabio catalán estaban los l ibros que le harían falta para l legar

al fondo de los pergaminos, decidió hablar con Fernanda para que le permitiera ir a buscarlos . No llegó la

mujer de todos los días, la de la cabeza alzada y la andadura pétrea, sino una anciana de una hermosura

sobrenatural La sombra de la barba bien destroncada en el rostro de parafina parecía un asunto de la

conciencia.

Página 151:

La leyó de pie, con avidez pero sin ansiedad, y en la tercera página se detuvo, y examinó a Aureliano con una

mirada de segundo reconocimiento. Aureliano se fue, y no volvió a salir ni siquiera por curiosidad cuando

oyó el rumor de los funerales solitarios. A veces, desde la cocina, veía a José Arcadio deambulando por la

casa, ahogándose en su respiración anhelante, y seguía escuchando sus pasos por los dormitorios que

además de ser demasiado caliente para el pueblo era el único que tenía, y lo cambió por unos pantalones

ajustados, muy parecidos a los que usaba Pietro Crespo.

Página 152:

Ella, y la mirada espantosa de los santos en el fulgor de la lámpara nocturna, eran los dos recuerdos que

conservaba de la casa. Al despertar, molido por el torno de las pesadillas, la claridad de la ventana y las

caricias de Amaranta en la alberca, y el deleite con que lo empolvaba entre las piernas con una bellota de

seda, lo l iberaban del terror.

Página 153:

Aureliano no se preocupó de la invasión mientras no fueron a molestarlo en el cuarto de Melquíades. Los

cuatro niños mayores, que usaban pantalones cortos a pes ar de que ya se asomaban a la adolescencia A la

tercera noche de tortura, vencido por la asfixia, fue al cuarto de Aureliano pedirle el favor de que le

comprara en una botica cercana unos polvos para inhalar. Fue así come hizo Aureliano su segunda salida a la

calle. En vez de regresar a Roma con la intempestiva fortuna, que era el sueño madurado en la miseria, José

Arcadio convirtió la casa en un paraíso decadente.

Página 154:

Era tan cierta su indiferencia por el mundo que peces días después José Arcadio violó la promesa

que había hecho a su madre Supo entonces que era capaz de comprender el inglés escrito, y que

entre pergamino y pergamino había leído de la primera página a la última, come si fuera una

novela, los seis tomos de la enciclopedia Una calurosa madrugada ambos despertaren alarmados

por unes golpes apremiantes en la puerta de la calle En realidad, desde que expulsó a los niños de

la casa, José Arcadio esperaba noticias de un trasatlántico que saliera para Nápoles antes de

Navidad. Se lo había dicho a Aureliano, e inclusive había hecho planes para dejarle montado un

negocie que le permitiera vivir, porque la canastilla de víveres no volvió a llegar desde el entierro

de Fernanda. Sin embargo, tampoco aquel sueño final había de cumplirse.

Página 155:

Esa tarde, habiéndolo echado de menos en la cocina, buscó a José Arcadio por toda la casa, y lo encontró

fletando en les espejos perfumados de la alberca enorme y tumefacto, y todavía pensando en Amaranta.

Sólo entonces comprendió cuánto había empezado a quererlo

Capítulo XIX:

Página 156:

Amaranta Úrsula regresó con los primeros ángeles de diciembre No tuvo sino que empujar la puerta de la

sala para comprender que su ausencia había sido más prolongada y demoledora de le que ella suponía.

Cuando recibía por correo les figurines más recientes, apenas le servían para comprobar que no se había

equivocado en les modelos que inventaba, y que cosía en la rudimentaria máquina de manivela de

Amaranta.

Página 157:

Esa fue la más lamentable de sus numerosas iniciativas frustradas Un año después del retorne, aunque no

hubiera conseguido entablar una amistad ni promover una fiesta, Amaranta Úrsula seguía creyendo que era

posible rescatar aquella comunidad elegida por el infortunio. Se habían conocido tres años antes de casarse,

cuando el biplano deportivo en que él hacía piruetas sobre el colegio en que estudiaba Amaranta Úrsula

intentó una maniobra intrépida para eludir el asta de la bandera, y la primitiva armazón de lona y papel de

aluminio quedó colgada por la cola en los cables de la energía eléctrica.

Página 158:

Su secreto parecía consistir en que siempre encontraba el modo de estar ocupada, resolviendo problemas

domésticos que ella misma creaba y haciendo mal ciertas cosas que corregía al día siguiente, con una

dil igencia perniciosa que habría hecho pensar a Fernanda en el vicio hereditario de hacer para deshacer No

era un proyecto nuevo. En realidad lo tenía bastante avanzado cuando conoció a Amaranta Úrsula, sólo que

no era para Macondo sine para el Congo Belga, donde su familia tenía in-versiones en aceite de palma

Aunque ella no lo había notado, el regreso de Amaranta Úrsula determinó un cambio radical en la vida de

Aureliano. Después de la muerte de José Arcadio, se había vuelto un cliente asiduo de la l ibrería del sabio

catalán. Además, la l ibertad de que entonces disfrutaba.

Página 159:

Trató de reconstruir con la imaginación el arrasado esplendor de la antigua ciudad de la compañía bananera

De modo que Aureliano seguía siendo virgen cuando Amaranta Úrsula regresó a Macondo y le dio un abrazo

fraternal que lo dejó sin aliento. Se hicieron amantes. Aureliano ocupaba la mañana en descifrar

pergaminos, y a la hora de la siesta iba al dormitorio soporífero donde Nigromanta lo esperaba para

enseñarle a hacer primero como las lombrices, luego come los caracoles y por último como los cangrejos,

hasta que tenía que abandonarlo para acechar amores extraviados.

Página 160:

Casi siempre, entre amor y amor, comían desnudos en la cama, en el calor alucinante y baje las estrellas

diurnas que el óxido iba haciendo despuntar en el techo de cinc Aureliano siguió reuniéndose todas las

tardes con los cuatro discutidores, que se l lamaban Álvaro, Germán, Alfonso y Gabriel, los primeros y

últimos amigos que tuvo en la vida La tarde en que Aureliano sentó cátedra sobre las cu carachas, la

discusión terminó en la casa de las muchachitas que se acostaban por hambre, un burdel de mentiras en los

arrabales de Macondo.

Página 161:

Aureliano, cuyo mundo de entonces empezaba en los pergaminos de Melquíades y terminaba en la cama de

Nigromante encontró en el burdelito imaginario una cura de burro para la timidez A pesar de su vida

desordenada, todo el grupo trataba de hacer algo perdurable, a instanci as del sabio catalán Era irresistible,

con su vestido inventado, y uno de los largos collares de vértebras de sábalo, que ella misma fabricaba.

Había desistido del sedal, convencida de la fidelidad del marido, y por primera vez desde el regreso parecía

disponer de un rato de ocio.

Página 162:

De pronto, sin interrumpir la plática, movido por un impulso que dormía en él desde sus orígenes, Aureliano

puso su mano sobre la de ella, creyendo que aquella decisión final ponía término a la zozobra Eres

demasiado malicioso para ser un buen murciélago. Entonces Aureliano se desbordó. Dándole besitos

huérfanos en el cuenco de la mano herida, abrió los pasadizos más recónditos de su corazón, y se sacó una

tripa interminable y macerada, el terrible animal parasitario que había incubado en el martirio.

Página 163:

En los corrales de alambre que rodeaban la pista de baile, y entre grandes camel ias amazónicas, había garzas

de colores, caimanes cebados como cerdos, serpientes de doce cascabeles, y una tortuga de concha dorada

que se zambullía en un minúsculo océano artificia Desde aquella noche, Aureliano se había refugiado en la

ternura y la comprensión compasiva de la tatarabuela ignorada. Sentada en el mecedor de bejuco, ella

evocaba el pasado Hizo una señal silenciosa hacia el cuarto contiguo, cuya puerta estaba entreabierta, y

donde Aureliano sabía que Gastón empezaba a escribir una carta. -Vete -dijo sin voz. Aureliano sonrió, la

levantó por la cintura con las des manos, como una maceta de begonias, y la tiró boca arriba en la cama.

Página 164:

Amaranta Úrsula se defendía sinceramente, con astucias de hembra sabia, comadreando el escurridizo

Amaranta Úrsula comprendió que la meticulosidad de su silencio era tan irracional, que habría podido

despertar las sospechas del marido contiguo, mucho más que los estrépitos de guerra que trataban de

evitar. Entonces empezó a reír con los labios apretados

Capítulo XX:

Página 165:

Pilar Ternera murió en el mecedor de bejuco, una noche de fiesta, vigilando la entrada de su paraíso Era el

final. En la tumba de Pilar Ternera, entre salmos y abalorios de putas, se pudrían los escombros del pasado,

los pocos que quedaban después de que el sabio catalán remató la l ibrería y regresó a la aldea mediterránea

donde había nacido Lo auxiliaron como a un niño, le prendieron los pasajes y los documentos migratorios en

los bolsillos con alfileres de nodriza, le hicieron una lista pormenorizada de lo que debía hacer desde que

saliera de Macondo hasta que desembarcara en Barcelona , pero de todos modos echó a la basura sin darse

cuenta un pantalón con la mitad de su dinero.

Página 166:

Tres meses después se recibieron en un sobre grande veintinueve cartas y más de cincuenta retratos, que se

le habían acumulado en los ocios de altamar Lo vendió todo, hasta el tigre cautivo que se burlaba de los

transeúntes en el patio de su casa, y compró un pasaje eterno en un tren que nunca acababa de viajar.

Página 167:

La antigua calle de los Turcos era entonces un rincón de abandono, donde los últimos árabes se dejaban

llevar hacia la muerte por la costumbre milenaria de sentarse en la puerta, aunque hacía muchos años que

habían vendido la última yarda de diagonal, y en las vitrinas sombrías solamente quedaban los maniquíes

decapitados Gastón había vuelto a Bruselas. Cansado de esperar el aeroplano, un día metió en una maletita

las cosas indispensables y su archivo de corres pondencia y se fue con el propósito de regresar por el aire,

antes de que sus privilegios fueran cedidos a un grupo de aviadores alemanes que habían presentado a las

autoridades provinciales un proyecto más ambicioso que el suyo En las pausas del delirio Amaranta Úrsula

contestaba las cartas de Gastón. Lo sentía tan distante y ocupado, que su regreso le parecía imposible.

Página 168:

Aureliano, por su parte, no tenía más contacto con el mundo que las cartas del sabio catalán, y las noticias

que recibía de Gabriel a través de Mercedes, la boticaria silenciosa pero que les sirv ió para amarse tanto y

ser tan felices como en los tiempos alborotados de la salacidad. Cuando murió Pilar Ternera estaban

esperando un hijo. Atormentado por la certidumbre de que era hermano de su mujer, Aureliano se dio una

escapada a la casa cual para buscar en los archivos rezumantes y apolillados.

Página 169: De modo que Aureliano y Amaranta Úrsula aceptaron la versión de la canastilla, no porque la creyeran, sino

porque los ponía a salvo de sus terrores Cercados por la voracidad de la naturaleza, Aureliano y Amaranta

Úrsula seguían cultivando el orégano y las begonias y defendían su mundo con demarcaciones de cal,

construyendo las últimas trincheras de la guerra inmemorial entre el hombre y las hormigas Conscientes de

aquella amenaza, Aureliano y Amaranta Úrsula pasaron los últi mos meses tomados de la mano, terminando

con amores de lealtad el hijo empezado con desafueros de fornicación.

Página 170: Un domingo, a las seis de la tarde, Amaranta Úrsula sintió los apremios del parto. La sonriente comadrona

de las muchachitas que se acostaban por hambre la hizo subir en la mesa del comedor, se le acaballó en el

vientre, y la maltrató con galopes cerriles hasta que sus gritos fueron acallados por los berridos de un varón

formidable No se alarmaron. Aureliano y Amaranta Úrsula no conocían el precedente familiar, ni recordaban

las pavorosas admoniciones de Úrsula, y la comadrona acabó de tranquilizarlos con la suposición de que

aquella cola inútil podía cortarse cuando el niño mudara los dientes. Luego no tuvieron ocasión de volver a

pensar en eso, porque Amaranta Úrsula se desangraba en un manantial incontenible:

Página 171:

Lo llevó a su cuarto, lo l impió, le hizo tomar una taza de caldo. Creyendo que eso lo consolaba, tachó con

una raya de carbón los incontables amores que él seguía debiéndole, y evocó voluntariamente sus tristezas

más solitarias para no dejarlo solo en el l lanto. Al amanecer, después de un sueño torpe y breve, Aureliano

recobró la conciencia de su dolor de cabeza. Abrió los ojos y se acordó del niño. Aureliano no había sido más

lúcido en ningún acto de su vida que cuando olvidó sus muertos y el dolor de sus muertos, y volvió a clavar

las puertas y las ventanas con las crucetas de Fernanda para no dejarse perturbar por ninguna tentación del

mundo, porque entonces sabía que en los pergaminos de Melquíades estaba escrito su destino. No lo

advirtió porque en aquel momento estaba descubriendo los primeros indicios de su ser, en un abuelo

concupiscente que se dejaba arrastrar por la frivolidad a través de un páramo alucinado, en busca de una

mujer hermosa a quien no haría feliz. Aureliano lo reconoció, persiguió los caminos ocultos de su

descendencia, y encontró el instante de su propia concepción entre los alacranes y las mariposas amarillas

de un baño crepuscular, donde un menestral saciaba su lujuria con una mujer que se le entregaba por

rebeldía.

Página 172:

Sólo entonces descubrió que Amaranta Úrsula no era su hermana, sino su tía, y que Francis Drake había

asaltado a Riohacha solamente para que ellos pudieran buscarse por los laberintos más intrincados de la

sangre, hasta engendrar el animal mitológico que había de poner término a la estirpe. Sin embargo, antes de

llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la

ciudad de los espejos porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda

oportunidad sobre la tierra…….FIN.