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Santa Mónica Santa Mónica Famosa por su Famosa por su vida vida profundamente profundamente espiritual. espiritual. Por haber sido la Por haber sido la madre de San madre de San Agustín y haber Agustín y haber logrado la logrado la conversión de su conversión de su hijo. hijo.

Santa Monica

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Santa MónicaSanta MónicaFamosa por su Famosa por su

vida vida profundamente profundamente

espiritual. espiritual.

Por haber sido la Por haber sido la madre de San madre de San

Agustín y haber Agustín y haber logrado la logrado la

conversión de su conversión de su hijo.hijo.

Localizando el continente Localizando el continente AfricanoAfricano

»Mónica nació en Tagaste (norte de África).

»En el año 332.

Los padres de Mónica

• Encomendaron su formación a una mujer muy religiosa, pero de muy fuerte disciplina.

• Sus padres y su abuela la introdujeron en el cristianismo.

• Se viste como si fuera “monja” porque así lo hacían las mujeres que llevaban una vida espiritual. Para huir de la vanidad.

• Fueron testigos de las persecuciones de los cristianos de parte de los Romanos.

Sus padresSus padres

Ella deseaba dedicarse a la vida de oración y de soledad, pero sus padres dispusieron que tenía que casarse, sin su consentimiento, con un hombre llamado Patricio.

Conozcamos el perfil de Patricio

• Buen trabajador;• modesto terrateniente;• empleado municipal;

• terriblemente mal geniado;• mujeriego;

• jugador y sin religión;• sin gusto por lo espiritual;

• la hizo sufrir lo que no está escrito.

• Le gritaba por el menor disgusto.

• Nunca le levantó la mano, pero gritaba como no había cosa.

• Reconocido como uno de los hombres más aburrido de la ciudad.

• Criticaba la mucha oración de Mónica y su generosidad con los pobres.

• Por años aguantó los estallidos de su ira.

Matrimonio de Mónica y PatricioMatrimonio de Mónica y Patricio

Tuvieron tres hijos: dos varones y una mujer. Los dos menores fueron su alegría y consuelo, pero el mayor, Agustín, la hizo sufrir docenas de años.

• Ella: una victima viva.

• Patricio dejaba en libertad la educación religiosa que Mónica le daba a los hijos.

Matrimonio de Mónica y PatricioMatrimonio de Mónica y Patricio

• Mónica introducía los valores cristianos y Patricio los malos ejemplos de su vida.

• Mónica no tomaba en cuenta las ofensas de Patricio.

• Aguardaba que su marido, algún día, recibiera la conversión.

• Suegra no creyente;

• Terriblemente colérica;

• Se metía en el hogar de la nuera;

• Tenía la “facultad” de amargar la vida de los otros.

La suegra de MónicaLa suegra de Mónica

Preguntan las amigas de MónicaPreguntan las amigas de Mónica

• Por qué tu esposo no te golpea:• Ella responde:

"Es que, cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando el grita, yo me callo. Y como para pelear se necesitan dos y yo no acepto la pelea, pues....no peleamos".

Cuando le veía tranquilo aprovechaba la oportunidad para hacerle ver su comportamiento.

Perfil espiritual de Mónica:don de la maternidad humana

• Enraíza su vida en el amor divino sin medida: alimentada por la Palabra y Eucaristía.

• Testigo del amor que perdona, que se entrega y sin interés.

• Paga bien cuando le hacen mal.

• Rezaba y ofrecía sacrificios por su esposo y su suegra.

• Iba dos veces al día a la Iglesia: mañana y tarde sin fallar.

• La luz de Dios la iluminaba para tratar la suegra y el marido.

• Llena de prudencia y fortaleza.

• Paciencia y oración

Descubriendo los dotes de AgustínDescubriendo los dotes de Agustín

Patricio y Mónica se dieron cuenta que Agustín era extraordinariamente inteligente.

Lo enviaron a la capital del estado a estudiar filosofía, literatura y oratoria.

Pero Agustín tuvo la desgracia de que su padre no se interesaba por sus progresos espirituales.

Solo le importaba que sacara buenas notas, que brillara en las fiestas sociales y que sobresaliera en los ejercicios físicos, pero a nivel espiritual no se interesaba ni le ayudaba en nada.

Esto fue fatal para él, pues fue cayendo de mal en peor en pecados y errores.

• Conversión de Patricio en el año 371:

• Se bautizó. Murió un año después.

• 18 años duró el matrimonio, 15 de sufrimientos, amarguras y oración.

• En los 2 últimos cosechó la cosechó la conversión de su marido.

• El marido no creyente queda santificado por su mujer.

Mónica y su santidad contagianteMónica y su santidad contagiante

• Mónica ablandó el corazón de la suegra, y no aceptó nunca chismes contra ella. Se bautizó.

• Mónica aprendió, en la Palabra, la práctica de la verdadera amistad.

• Tenía dotes pacificadores.

• Nunca habló mal ni del marido ni de la suegra.

• San Agustín dirá: “quien es amigo de roer vidas ajenas, no es amigo de sentarse en la mesa”.

Viuda y con un hijo rebeldeViuda y con un hijo rebelde

Cuando murió Patricio, Agustín tenía 17 añosLlegaron a Mónica noticias cada vez peores: Agustín = vida perversa.

En una enfermedad, ante el temor a la muerte, propuso hacerse católico. Al ser sanado abandonó el propósito.

Se introdujo en una secta llamada “los Maniqueos”. Decían que el mundo no lo hizo Dios, sino el Diablo.

Mónica, que era bondadosa pero no cobarde, ni floja, al volver su hijo de vacaciones y empezar a oírle mil barbaridades contra su fe, lo echó sin más de la casa y le cerró las puertas, porque bajo su techo no quería albergar a enemigos de Dios.

Viuda y con un hijo rebeldeViuda y con un hijo rebelde

Con 29 años, Agustín decidió ir a Roma a dar clases. Era doctor.

Mónica propuso irse con él para librarlo de los peligros.

Agustín le hizo una jugada tramposa:

Al llegar junto al mar le dijo a Mónica que se fuera a rezar a un templo, mientras iba a visitar a un amigo, y se subió al barco rumbo a Roma, dejándola sola.

Mónica no era mujer débil para dejarse derrotar tan fácilmente. Tomó otro barco y se dirigió a Roma.

Una visiónUna visión

Mónica tuvo un sueño: vio que ella estaba en un bosque llorando por la pérdida espiritual de su hijo. Se acerca un personaje resplandeciente y le decía :"tu hijo volverá contigo “.

Enseguida vio a Agustín junto a ella. Le narró el sueño y él dijo, lleno de orgullo, que eso significaba que ella se iba a volver maniqueísta. Ella le respondió: "En el sueño no me dijeron, mamá ira a donde su hijo, sino tu hijo volverá contigo".

Lágrimas de MadreLágrimas de Madre

• Mónica suplicaba a un obispo que intercediera por la conversión del hijo, con insistencia.

• Le contó que llevaba años y años rezando, ofreciendo sacrificios y haciendo rezar a sacerdotes y amigos por la conversión de Agustín.

• El obispo le respondió :"Esté tranquila, es imposible que se pierda el Hijo de tantas lágrimas".

• En Milán, Mónica se encontró con San Ambrosio, arzobispo de esa ciudad.

• En él se encontró un verdadero padre lleno de bondad y de sabiduría que la fue guiando con prudentes consejos.

• Agustín quedó impresionado por su enorme sabiduría y la poderosa personalidad de San Ambrosio y empezó a escucharle con profundo cariño y a cambiar sus ideas y entusiasmarse por la fe católica.

Conversión del hijo!Conversión del hijo!

Conversión del hijo!Conversión del hijo!

• En año 387, Agustín, al leer unas frases de San Pablo sintió una impresión y se propuso cambiar.

• Envió lejos a la mujer con la cual vivía

en unión libre, dejó sus vicios y malas costumbres. Se hizo instruir en la religión y en la fiesta de Pascua de Resurrección de ese año se hizo bautizar.

Agustín junto a su madreAgustín junto a su madre

Agustín, ya convertido, dispuso volver con su madre, a su tierra, en el África, y se fueron al puerto a esperar el barco.

Mónica había conseguido todo lo que anhelaba es esta vida, que era ver la conversión de su hijo. Ya podía morir tranquila.

Y estando en una casa junto al mar, por la noche al ver el cielo estrellado platicando con Agustín acerca de como serán las alegrías que tendrían en el cielo ambos se emocionaban comentando y meditando los goces celestiales que los podían esperar.

• Exclamó: "¿Y a mí que más me puede amarrar a la tierra? Ya he obtenido mi gran deseo, el verte cristiano católico. Todo lo que deseaba lo he conseguido de Dios".

• Le invadió una fiebre, se agrava y muere. Lo único que pidió a sus hijos es que no dejaran de rezar por el descanso de su alma.

• Murió en el año 387 a los 55 años de edad.

Testimonios de Agustín sobre su madre

“Ella me engendró con su carne para que viniera a la luz del tiempo, y con su corazón, para que naciera a la luz de la eternidad”.

“Me atreví a engañarla cuando ella lloraba y oraba por mí”. Lloró amargamente.

“Los consejos de mi madre eran la presencia de Dios”.

Testimonios de Agustín sobre su madre• Lloraba por mí mucho más de lo que lloran las madres la muerte

física de sus hijos.

• Mi madre me seguía por tierra y por mar, con su piedad… segura de TI en los peligros.

• Solté la rienda de mis lágrimas y se desbordaron los ríos de mis ojos.

• Nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti.

• Me convertiste a ti de tal modo que ya no me preocupaba en buscar esposa ni me retenía esperanza en este mundo.

Testimonios de Agustín sobre su madre

Y Tú, Dios de la misericordia, ¿Ibas a desairar el corazón contrito y humillado de una viuda casta, que hacía tanta limosnas y servicios?

¿Ibas a despreciar las lágrimas con las que ella te pedía no oro ni plata, ni bienes mudables, sino la conversión de su hijo?

Miles de madres y de esposas se han encomendado en todos estos siglos a Santa Mónica, para que les ayude a convertir a sus esposos e hijos, y han conseguido conversiones admirables.

Oración a Santa Mónica

Querida Santa Mónica, esposa y madre preocupada, muchas tristezas se clavaron en tu corazón durante tu vida. Sin embargo, nunca te desesperaste o perdiste la fe. Con confianza, persistencia y profunda fe rezaste diariamente por la conversión de tu amado esposo, Patricio, y tu amado hijo, Agustín.

Concédeme la misma fortaleza, paciencia y confianza en el Señor. Intercede por mi, querida Santa Mónica, para que Dios pueda escuchar favorablemente nuestra súplica (mencione aquí su petición) y nos conceda la gracia de aceptar su voluntad en todas las cosas, por medio de Jesucristo, nuestro Señor, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios por los siglos de los siglos. Amén.