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EL SEXENIO DEMOCRÁTICO

Tema 12.4 El sexenio democrático

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EL SEXENIO DEMOCRÁTICO

Estallido de la Revolución Gloriosa

• Protagonistas: Topete, Serrano, Prim.• Causas de la Revolución:

Agotamiento del sistema moderado, autoritario, que deja fuera a progresistas y demócratas.

Muerte de O’Donnell y Narváez, apoyos máximos de Isabel II. Crisis financiera (quiebra de ferrocarriles, bancos, industrias

textiles) y agraria (malas cosechas)= Paro y descontento social. 1866: Pacto de Ostende (Progresistas, Unionistas,

Demócratas)= Objetivo: Acabar con Isabel II / Convocar Cortes Constituyentes por sufragio universal.

MANIFIESTO “ Viva España con honra”

Españoles: la ciudad de Cádiz puesta en armas con toda su provincia (...) niega su obediencia al gobierno que reside en Madrid, segura de que es leal intérprete de los ciudadanos (...) y resuelta a no deponer las armas hasta que la Nación recobre su soberanía, manifieste su voluntad y se cumpla. (...) Hollada la ley fundamental (...), corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno, (...) muerto el Municipio; pasto la Administración y la Hacienda de la inmoralidad; tiranizada la enseñanza; muda la prensa (...). Tal es la España de hoy. Españoles, ¿quién la aborrece tanto que no se atreva a exclamar: «Así ha de ser siempre»?

(...) Queremos que una legalidad común por todos creada tenga implícito y constante el respeto de todos. (...) Queremos que un Gobierno provisional que represente todas las fuerzas vivas del país asegure el orden, en tanto que el sufragio universal echa los cimientos de nuestra regeneración social y política. Contamos para realizar nuestro inquebrantable propósito con el concurso de todos los liberales, unánimes y compactos ante el común peligro; con el apoyo de las clases acomodadas, que no querrán que el fruto de sus sudores siga enriqueciendo la interminable serie de agiotistas y favoritos; con los amantes del orden, si quieren ver lo establecido sobre las firmísimas bases de la moralidad y del derecho; con los ardientes partidarios de las libertades individuales, cuyas aspiraciones pondremos bajo el amparo de la ley; con el apoyo de los ministros del altar, interesados antes que nadie en cegar en su origen las fuentes del vicio y del ejemplo; con el pueblo todo y con la aprobación, en fin, de la Europa entera, pues no es posible que en el consejo de las naciones se haya decretado ni decrete que España ha de vivir envilecida. (...) Españoles: acudid todos a las armas, único medio de economizar la efusión de sangre (...), no con el impulso del encono, siempre funesto, no con la furia de la ira, sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su espada. ¡Viva España con honra!

Firmado por el Duque de la Torrre, Juan Prim, Domingo Dulce, Ramón Nouvilas, Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballero y Fernández de Rodas y Juan Bautista Topete

Etapas del Sexenio ( Caricatura de La Flaca, 1874)

Gobierno Provisional• Serrano (Unión Liberal) y Prim ( Progresista) se ponen al frente del gobierno. Se disuelven

las Juntas Provinciales y se convoca elecciones a Cortes Constituyentes con sufragio universal

• Constitución de 1869 Monarquía parlamentaria. Estricta separación de poderes. Declaración pormenorizada de

derechos y libertades. Sufragio universal. Libertad religiosa pero con el compromiso de mantener el culto y clero católico.

• Gobierno de Serrano ( Regente) y Prim ( Presidente de Gobierno): Medidas económicas ( política librecambista/ Peseta). Estallido de la revolución en Cuba. Revueltas sociales reprimidas duramente. Oposición política. Búsqueda de un rey.

Amadeo I ante el cadáver de Prim. A. Gisbert, 1870

Monarquía de Amadeo I de Saboya (1870-73)

• Hijo del rey de Italia.• Problemas:Asesinato de Prim.Rechazo de todos los partidos, del clero, de la

aristocracia, del pueblo.Luchas por el poder en los partidos políticos (que se

dividen).Guerra de Cuba.Tercera Guerra Carlista.Soledad del rey. Abdicación

DIVISIÓN DE LOS PARTIDOS DURANTE EL SEXENIO

Al Congreso:Grande fue la honra que merecí a la Nación española eligiéndome para ocupar su Trono; honra tanto más por mí apreciada, cuanto que se me ofrecía rodeada de las dificultades y peligros que lleva consigo la empresa de gobernar un país tan hondamente perturbado. Alentado, sin embargo, por la resolución propia de mi raza, que antes busca que esquiva el peligro; decidido a inspirarme únicamente en el bien del país, y a colocarme por cima de todos los partidos; resuelto a cumplir religiosamente el juramento por mí prometido a las Cortes Constituyentes, y pronto a hacer todo linaje de sacrificios que dar a este valeroso pueblo la paz que necesita, la libertad que merece y la grandeza a que su gloriosa historia y la virtud y constancia de sus hijos le dan derecho, creía que la corta experiencia de mi vida en el arte de mandar sería suplida por la lealtad de mi carácter y que hallaría poderosa ayuda para conjurar los peligros y vencer las dificultades que no se ocultaban a mi vista en las simpatías de todos los españoles, amantes de su patria, deseosos ya de poner término a las sangrientas y estériles luchas que hace tanto tiempo desgarran sus entrañas. Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldados, tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles, todos invocan el dulce nombre de la Patria, todos pelean y se agitan por su bien; y entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien prometió observarla. Nadie achacará a flaqueza de ánimo mi resolución. No habría peligro que me moviera a desceñirme la Corona si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles; ni causó mella en mi ánimo el que corrió la vida de mi augusta esposa, que en este solemne momento manifiesta, como yo, el vivo deseo de que en su día se indulte a los autores de aquel atentado. Pero tengo hoy la firmísima convicción de que serían estériles mis esfuerzos e irrealizables mis propósitos. Éstas son, señores diputados, las razones que me mueven a devolver a la Nación, y en su nombre a vosotros, la Corona que me ofreció el voto nacional, haciendo de ella renuncia por mí, por mis hijos y sucesores. Estad seguros de que al desprenderme de la Corona no me desprendo del amor a esta España tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible procurarle todo el bien que mi leal corazón para ella apetecía. Amadeo.Palacio de Madrid a 11 de febrero de 1873.”

LA PRIMERA REPÚBLICA (1873-1874)

• Escaso arraigo de la idea republicana.• Apoyo social de capas medias urbanas ( el proletariado

apoya el anarquismo sobre todo)• Inestabilidad política (cuatro presidentes en un año:

Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar)• Problemas:

Levantamientos campesinos en el sur.División de los republicanos en unionistas y federalistas: La

idea federal se recoge en el proyecto de constitución y estalla la revuelta cantonal.

Problemas económicos.Guerra Carlista.Guerra de Cuba.

Estados que componen la Nación Española según el proyecto de Constitución Federal de 1873. No se representan Cuba ni Puerto Rico. Distribución provincial orientativa, dado que su configuración era competencia de los Estados miembros.

FOCOS DE SUBLEVACIÓN CANTONAL Y PRINCIPALES BATALLAS

(Ojo: La división de Comunidades Autónomas es la actual para localizar las zonas de conflicto)

GOLPE DE ESTADO DE PAVÍA(1874)

• Gobierno provisional del General Serrano. Dirige el país con autoritarismo.

• Golpe de Estado del General Martínez Campos a favor de Alfonso XII(diciembre 1874)

• Restauración de la monarquía borbónica