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¿Qué es un macho sino un niño intimidado que fue concebido y evolucionó en el cuerpo de su madre? Un hijo tiene testículos y un pene porque su madre tiene ovarios y un clítoris. Esta es la relatividad de la existencia del hombre y la mujer que determina su inseparabilidad como los elementos de la humanidad y su igualdad.
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Politikos La actividad del pensamiento racional Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
4 de Diciembre de 2014 -Los Angeles, California, USA
La guerra contra la mujer:
Un macho es un niño intimidado
“Don Corleone, me siento honrado y agradecido de que usted me haya
invitado a su hogar en el día del casamiento de su hija. Y deseo que su
primer descendiente sea un niño”. Luca Brasi, The Godfather
¿Qué es un macho sino un niño intimidado que fue concebido y
evolucionó en el cuerpo de su madre? Un hijo tiene testículos y un pene
porque su madre tiene ovarios y un clítoris. Esta es la relatividad de la
existencia del hombre y la mujer que determina su inseparabilidad como los
elementos de la humanidad y su igualdad.
El género masculino es una de las invenciones más terribles desde que los
autodesignados hombres de dios declararon la primera gran cruzada militar
contra la mujer para suprimirla como embrión de la vida y masculinizar al
mundo. Un macho es producto de la confusión y violencia sexual —contra
los niños, las mujeres, ancianos y homosexuales— que existen en la sociedad
teísta de consumo y evidencian su crisis y falta de perspectiva espiritual real.
Inseguros de sus propias virtudes sexuales, la iglesia y el estado separan al
niño de su madre para inculcar en su mente el rechazo de su feminidad
natural y la admiración de los superhéroes —brutos y superficiales— de la
masculinidad. Estas son condiciones esenciales del proceso de fabricación de
un hombre en una sociedad esclavizada por los mercaderes de la fe y la
guerra, y perturbada por su monomanía por la identidad sexual. Esa
enfermedad se incuba en la mente de los administradores de la crisis social —
papas, senadores, banqueros y generales— quienes la transmiten por medio
La guerra contra la mujer: Un macho es un niño intimidado
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS - Página 2 de 3
de la represión del ser humano y su libertad de existir naturalmente, sin los
atributos sexuales falsos de dominio masculino y sumisión femenina.
Para mantener al pene y la conducta sexual masculina recta como valores
de su fe, la sociedad teísta extirpa los rasgos femeninos de la psique del niño
y reprime su expresión de sentimientos de ternura que los cascos militares
juzgan como afeminados y, por lo tanto, incapaces de alimentar la maquinaria
de la guerra. La inocencia y curiosidad sexual del niño son reemplazadas por
el programa de salvación o condena eterna que los inquisidores usan para
acosarlo hasta el día de su muerte. Los niños son amenazados, castigados y
humillados cuando no dan muestras de la conducta —indiferente y bruta en
su interacción con las niñas— que la sociedad patriarcal asocia con el
desarrollo exitoso de un macho recto con un futuro de opresor brillante. La
transformación de un niño en un macho es un evento traumático: Una
lobotomía para paralizar el desarrollo integral de su cerebro como mujer-
hombre. Las consecuencias de esa cirugía brutal influyen en el desarrollo de
su habilidad de sentir y expresar sus sentimientos libremente, fuera de la
celda masculina que la iglesia y el estado le asignó en la sociedad dividida en
sexos antes de nacer.
En una sociedad de idólatras de un dios guerrero masculino, un hijo no es
estimulado para que abrace libremente a su madre como el cimiento y
modelo de su ser. Desde que despierta a la edad cognoscitiva, los policías de
la masculinidad empiezan a censurar su conducta y castigarle cuando
determinan que su conducta revela características que ellos asocian con la
personalidad de un hombre al que denominan, despectivamente, mariquita. El
terrible objetivo de este método de la inquisición sexual es implantar en la
mente del niño el prejuicio de que los rasgos femeninos naturales de su
conducta —aunque él no lo entienda así— son una anomalía que le conduce,
inevitablemente, a convertirse en un homosexual, lo cual es un pecado
mortal.
La tortura psicológica-sexual a la que es sometido el hombre en la niñez
de sus sentimientos —en el seno de una familia que fue creada por dios—
cuando todavía no se ha desarrollado integralmente y no puede defenderse de
la agresión ideológica de la iglesia y el estado genera su sufrimiento y
confusión. Estas consecuencias forman parte del material humano que es
La guerra contra la mujer: Un macho es un niño intimidado
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS - Página 3 de 3
necesario analizar para llegar a entender científicamente por qué un hombre
que fue concebido por una mujer desconoce su matriz y comete actos de
violencia contra ella.
Estas son las condiciones que el estado y la iglesia han creado para
estimular el desarrollo de un pobre hombre deformado, llamado macho, quien
es el componente principal del ejército que usan para mantener la guerra
contra la mujer: ignorancia, egoísmo, odio y violencia. El macho entrenado
en este ambiente tóxico por los hombres de dios —papas, senadores,
banqueros, generales y chulos— es el producto monstruoso llamado
patriarca.