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Atributos de la Personalidad y Delitos que protegen el Honor Objetivo y Subjetivo de las personas
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UNIDAD II
“Atributos y Derechos
de la Personalidad” y
“Delitos contra el Honor”
Universidad Hispanoamericana, Sede Puntarenas.
Prof. Lic. Paúl Rodolfo Montero Matamoros.
www.grupojuridicomontero.wordpress.com
TEMARIO
Derechos a la
personalidad.
Los delitos contra el
honor. Injuria,
Calumnia,
difamación, ofensas
a la memoria del
difunto.
La prueba de la
verdad y la
retratación o
publicación
reparatoria.
CONCEPTOS GENERALES
Los derechos de la personalidad, “facultan a su titular para
exigir a los demás el respecto a un bien personal suyo
como la vida, la libertad, el honor, el nombre, la propia
imagen, etc.
Se les denomina derechos de la personalidad porque son
inherentes a la condición de persona. Nacen con la
persona(en cuyo caso se les pueden llamar innatos) y la
acompañan necesariamente durante toda su vida, siendo,
por consiguiente, intrasmisibles, irrenunciables e
imprescriptibles”
El Código Civil consagra el principio de la no patrimonialidad de
los derechos de la personalidad, cuando expresa que los
derechos de la personalidad están fuera del comercio.
Este principio, sin embargo, admite, según veremos, varias
excepciones, por lo que es preciso confrontarlos con el
principio de autodisposición, es decir, con el derecho que
cada persona tiene, en alguna medida y bajo límites estrictos,
de disponer (no del disfrute) pero sí del ejercicio de algunos
de los derechos, ejercicios que se presta en algunos arreglos
voluntarios específicos.
Ejemplo:
“Una persona puede autorizar a otras a entrar en su domicilio,
pueda consentir en que su imagen sea reproducida”
Los derechos de la personalidad son derechos extra-patrimoniales y esenciales, orientados todos al
desarrollo de la personalidad. Siendo innatos, inherentes a cualquier persona, “se reconocen en cualquier persona sin distinción”. Pueden defenderse ante
cualquier .
Finalmente, estos derechos están protegidos en sí mismo. En caso de ofensa, el titular del derecho está autorizado
para solicitar la protección de la ley con la sola justificación de esa ofensa, sin tener que demostrar
ningún otro perjuicio en su contra ni ninguna otra falta del autor (aunque sea de buena fe) de la violación del
derecho
TITULARES
Los titulares de los derechos de la personalidad son
generalmente las personas físicas, pero algunos de estos
derechos también pueden pertenecer a las personas
jurídicas o morales.
Así por ejemplo, el derecho de respuesta y el de honor.
RAMAS DEL DERECHO QUE SE OCUPAN DE LA PROTECCIÓN DE
LOS DERECHOS DE LA PERSONALIDAD.
No solo el Derecho Civil se ocupa de la protección de los derechos de la personalidad. El derecho Penal, el Derecho Procesal
Penal y, especialmente el Derecho Público (Derecho Constitucional y Administrativo) son ramas de la ciencia jurídica
que protegen estos derechos, e incluso los tutelan más eficazmente.
Sin embargo, el Código Civil se ocupa de algunos de ellos, como la protección del cuerpo humano y de la integridad física, el derecho a la propia imagen, el derecho al honor y al nombre.
Otros también aparecen protegidos en tratados internacionales ratificados por Costa Rica: “nadie puede ser objeto de
injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada” (art. 11.2 de la CADH)
Atributos de la
personalidad.
ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD
Para poder hablar de atributo de la personalidad primero que
todo debe saber que es una persona según el diccionario
“es un individuo de la especie humana”; pero en términos de
derecho o jurídicos es todo ser capaz de derechos y
obligaciones, es decir, de ser sujeto activo o pasivo de
relaciones jurídicas. Por tal motivo está sujeto a aptitudes
legales, es decir, que posee disposición natural para ser
sujeto de derechos y obligaciones
Las personas se pueden clasificar en: Persona
Natural, físicas o individuales, que están concedidas
por ser humano, y Persona Jurídica; llamadas
también ficticias, abstractas, incorporales, morales,
colectivas o sociales, que están constituidas por
todas aquellas que se forman para la realización de
los fines colectivos y permanentes de los hombres.
Los atributos de la personalidad, generalmente son
aceptados, los cuales son:
El nombre
La nacionalidad
El domicilio
La residencia
Estado civil
La capacidad
Patrimonio
EL NOMBRE Es la propiedad que se da a una persona para
distinguirla de los demás; está se divide en dos:
NOMBRE DE PILA
Es el cual colocan los padres cuando van a registrar al hijo ante el oficial del Registro Civil, se le
denomino como nombre de pila ya que anteriormente era el nombre que se colocada ante
el bautismo (católico) del hijo pero con la libre religión actualmente muchos niños no se bautizan
por una misma religión.
NOMBRE PATRONITICO
El nombre patronitico es el mismo apellido el cual es el nombre de la familia que distingue a la persona; es decir son
los apellidos de los padres del individuo, este posee un carácter de fijeza.
Este se puede cambiar o variar si se presenta alguno de los siguientes casos:
a)Si la persona va ser adoptada, se estable el cambio de apellido que usaban por el del padre adoptivo o de la madre adoptante.
b) Cuando un hijo extramatrimonial lleva el apellido de la madre en caso de legitimación por contraer nupcias de sus padres, cambia el apellido por el de sus padres.
c) Cuando un hijo extramatronial va ser reconocida
por uno de sus padres.
d) Si anteriormente en el registro civil escribieron mal
apellido o los apellidos y hay que cambiarlos por
corrección ortográfica.
Este cambia se debe diligenciar ante un juzgado
familiar
LA NACIONALIDAD
Es la capacidad del individuo propio de pertenecer o tener
origen por nacimiento o naturalización en una nación.
La nacionalidad puede ser por nacimiento o por adopción; las características fundamentales o primordiales que debe
tener una persona para obtener la nacionalidad de una nación, deben cumplir dos de las siguientes tres
características:
Obtener la nacionalidad que poseen los padres
Obtener la nacionalidad del país donde nació
Obtener la nacionalidad donde posee su domicilio actual
Los casos especiales se presentan por adopción una
es cuando los niños poseen padres con diferentes
nacionalidades y entre otra son los miembros de
los pueblos indígenas que comparten territorios
fronterizos, con aplicación del principio de
reciprocidad según tratados públicos.
EL DOMICILIO
Para identificar a la persona del lugar donde habitualmente
vive, la cual se divide en :
EL DOMICILIO
El domicilio es donde la persona ejerce su profesión u oficio.
LA RESIDENCIA
La residencia es estrictamente la vivienda; esta hace de domicilio civil con las personas que no tuvieran domicilio en
otra parte. La residencia es única.
Cuando una persona presenta ausencia es cuando el individuo presenta una separación de su domicilio y su
residencia es decir es que ya no se encuentra en ninguno de los dos lugares; son los casos de desaparición del individuo.
ESTADO CIVIL
Condición de cada individuo en relación con los derechos y
obligaciones civiles; es una cualidad de calificación de la
persona el cual es único y excluyente.
El estado civil es asignado por la ley, de ahí que un individuo
no lo pueda cambiar sin su intervención. Las personas
pueden realizar actos que lo afectan como el matrimonio.
Estos actos deben ser asignados en el registro civil por una
autoridad competente, quienes son los notarios, dentro del
territorio nacional.
CARACTERÍSTICAS DEL ESTADO CIVIL
Toda persona tiene un estado civil, pues toda persona afirmase si es hombre o mujer, si es hijo legitimo o natural, si
es mayor o menor de edad, si vive aún o ha muerto, si es soltero o casada, etc. Esta calidades no pueden permanecer
en suspenso.
El estado civil es uno o invisible. Una persona no puede tener dos estados civiles.
Las calidades de estado civil se encuentra fuera del comercio, en el sentido de que el establecimiento,
modificación o extinción de una de tales calidades, no depende de la voluntad de los interesados.
LA CAPACIDAD
Es la aptitud legal para gozar un derecho, es decir, es la capacidad de
obrar, en capaces e incapaces, según tengan la capacidad de derecho
(jurídica) o la capacidad de obrar o sólo la de derecho. En pocas palabras
es la capacidad natural para tener derechos y obligaciones, es decir, para
ser sujeto, activo o pasivo, de relaciones jurídicas determinadas.
La capacidad de las personas puede ser modificada por las llamadas
circunstancias modificadas de capacidad que, de una parte las
modificaciones que obedecen a causas personales del sujeto tales como
la edad, sexo y entre otras; y las que tienen lugar por la relación de la
persona con un lugar determinado (residencia y ausencia; son
circunstancias que limitan el ejercicio de los derechos a los seres dotados
de personalidad jurídica, o bien están incapacitados para su ejercicio
CAPACIDAD JURÍDICA
También denominada capacidad de derecho o de goce, es la
aptitud de ser titular de sus derechos, por el simple hecho de
ser persona natural o jurídica.
CAPACIDAD DE ACTUAR
Es la capacidad del ejercicio la cual está sujeta a una
determinada madurez de la persona. Es necesario que el
individuo sea normal síquicamente y pueda reflexionar de
modo que sea capaz de cuidar de sí mismo y de sus
intereses.
PATRIMONIO
El patrimonio es el conjunto de valores pecuniarios (es decir pertenecientes al dinero en efectivo) positivo o negativo, perteneciente a la misma persona. Económicamente el patrimonio es la diferencia entre el pasivo y el activo. El
patrimonio es un concepto principalmente monetario, por lo tanto puede ser objeto de negociaciones jurídicas.
Toda persona posee patrimonio, incluso cuando no posee bienes, de acuerdo al principio de unidad patrimonial, se tiene un solo patrimonio. Así el patrimonio es una noción
intelectual y intangible. Como la universidad jurídica, cuando una persona muere, su patrimonio pasa a sus herederos.
También es posible decir que una persona no posee bienes pero tiene patrimonio.
CARACTERES DE LOS DERECHOS
INHERENTES A LA PERSONALIDAD.
Siendo a su vez, esenciales a la personalidad,
nacen con la persona y se extinguen con ella. Los
ordenamientos jurídicos no los conceden, sino que
se limitan a reconocerlos, regulándolos, limitándolos
e incluso cercenándolos, pero siempre en conexión
con la persona, porque son inseparables e
insustituibles de la personalidad.
Todo esto contribuye a perfilar los siguientes caracteres, que
son consecuencia de esta inherencia personal:
1. Son derechos individuales, porque lo es el interés que
con ellos se protege. Pero, además, porque son
reconocidos concreta y específicamente en favor de cada
persona individualmente considerada, con el fin de
asegurar ciertos bienes personales e individuales suyos,
distintos de los de toda otra persona.
2. Son derechos privados en un doble sentido. En primer lugar, porque lo que tratan de asegurar a cada individuo es el goce de su propio ser privativo y personal, tanto físico como espiritual o moral, no su actuación externa o pública. En segundo término, y como consecuencia, porque son derechos privados en el sentido clásico de la expresión, no públicos a los fines de la protección, pues el objeto primordial de aquella no es otro sino el sancionador o impedir las perturbaciones ocasionadas por otros particulares a un bien estrictamente privado y particular.
3. Son derechos originarios o innatos, se reconocen a la persona
por serlo. Se adquieren por el nacimiento, sin necesidad de
utilizar mecanismos legales para su adquisición. A esta
característica responde lo preceptuado en nuestro Código
Civil, de que “la personalidad comienza con el nacimiento…”,
lo que equivale a decir que toda persona desde su nacimiento
está investida de derechos reconocidos por el ordenamiento
jurídico para su eficaz protección. Aunque se plantea que no
todos los derechos inherentes a la personalidad son innatos,
pues algunos de ellos, como el derecho moral de autor no
surge sobre la base de la personalidad y necesitan la
concurrencia de ciertas circunstancias de hecho, que pudiera
ser la publicación de una obra literaria o artística.
4. Son derechos absolutos o de exclusión, ejercitables contra
todos, ya se trate de los demás particulares, del estado o
de cualquier ente público. No son absolutos en cuanto su
contenido, están condicionados por las exigencias del
orden moral y del jurídico, que obligan a respetar los
derechos de los demás hombres y los imperativos del
bien común.
Esto significa que tales derechos tienen las limitaciones propias de la convivencia social, se prohíbe no solo
la lesión de los bienes y derechos de la personalidad, sino también causar cualquier perjuicio a terceros, bajo el pretexto del ejercicio de cualquier derecho inherente a la persona. Se establecen además,
limitaciones en interés social, por ejemplo: la Constitución regula la inviolabilidad del domicilio, es decir, nadie puede irrumpir en domicilio ajeno sin el
consentimiento de sus moradores, pero en determinados casos la ley permite la irrupción en un
domicilio, como puede ser el caso de un registro.
5. Son extrapatrimoniales, “pues se trata de bienes ideales,
no patrimoniales, que representan un interés extraño a lo
patrimonial, fuera del comercio de los hombres y no valuable
en dinero. Aunque excepcionalmente, alguno de estos
derechos tenga un substrato pecuniario. Ni a ello se opone
tampoco el hecho de que la forma normal de reparación de
la ofensa se lleve a cabo mediante la indemnización”
La extrapatrimonialidad lleva consigo, a su vez, la
concurrencia de unos cuantos requisitos específicos
de orden negativo, que contribuyen a precisar la
distinción de estos derechos de la personalidad,
frente a los demás derechos subjetivos:
a) Son indisponibles, pues el sujeto carece de disposición
sobre los mismos, entendida como facultad o poder de
realizar un acto cualquiera que decida el destino del derecho,
haciendo dejación de su titularidad. Lo contrario supondría
tanto como permitir la dejación de la propia persona, en todo
o en parte, en virtud de la inherencia antes señalada. Como
consecuencia, son intrasmisibles, pues la facultad de
trasmitir no es sino un aspecto concreto de la genérica de
disponer.
b) Son irrenunciables, a causa también de la
referida indisponibilidad, pues la renuncia es el acto
jurídico que extingue el derecho por voluntad
abdicativa, no traslativa de su titular, la razón es la
inherencia a la persona en cuanto forman parte de
ella, lo que impide pensar en la abdicación, que
supondría tanto como el reconocimiento del suicidio,
la automutilación, o el propio deshonor.
c) Son inexpropiables e inembargables. Lo primero,
porque los derechos de la personalidad son de suyo
incompatibles con la expropiación forzosa. Lo
segundo, es decir, la inembargabilidad, no solo por
la carencia de las facultades de disponer y trasmitir,
sino fundamentalmente por la falta de
patrimonialidad.
d) Finalmente, son imprescriptibles, pues dada la nota de
inherencia con la persona, es imposible pensar respecto de
ellos en la aplicación del mecanismo de la prescripción
extintiva. Además el Código Civil reconoce como única causa
de extinción de la personalidad a la muerte, aunque se habla
de la prolongación de estos derechos después de la muerte
del titular. El transcurso del tiempo no afecta su eficacia, el
ordenamiento jurídico protege su ejercicio o defensa en
cualquier tiempo.
CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS DE
LA PERSONALIDAD
De Cupis, autor italiano, c considera que los derechos de la
personalidad se comprenden en cinco grandes apartados:
I) Derecho a la vida y a la integridad física;
II) Derecho a la libertad;
III) Derecho al honor y a la reserva;
IV) Derecho a la identidad personal, y
V) Derecho moral de autor (y del inventor).
Los delitos
contra el honor:
El delito es definido como una conducta típica
(tipificada por la ley), antijurídica (contraria a
Derecho), culpable y punible. Supone una
conducta infraccional del Derecho penal, es
decir, una acción u omisión tipificada y penada
por la ley.
GENERALIDADES
El Código Penal, tiene como titulo: “Delitos contra
el honor”. Los principales tipos de esta sección
son: La calumnia, la difamación y la injuria que
viene a ser el tipo penal básico. Lo común a
estos tipos penales es lesionar el mismo bien
jurídico, esto es, el honor de las personas.
EL BIEN JURÍDICO EN LOS
DELITOS CONTRA EL HONOR.
Las disposiciones legales; referentes a los delitos
contra la vida, el cuerpo y la salud, solamente se
han tratado pues, los artículos destinados a
proteger la persona física. Ahora en cambio,
veremos las figuras que tienen como objeto
garantizar bienes jurídicos inmateriales,
concernientes más estrictamente a la esfera de
la personalidad propiamente dicha; el honor.
A) EL HONOR SUBJETIVO.
El honor subjetivo es la valoración que la propia persona
hace de sus propios atributos. Carrara precisa que: “El
sentimiento de nuestra dignidad es el contenido primario
de la idea de honor; y ese sentimiento es aspiración de
toda alma, por poco noble que sea, aspiración instintiva
y que no depende de ninguna consideración de bienes
exteriores, sino exclusivamente del honor de nosotros
mismos y de aquel goce inefable que produce en
nosotros, sin necesidad de aplausos ajenos de miras
ulteriores, la sola conciencia de nuestros méritos, de
nuestras capacidades, de nuestras virtudes.
Lo opuesto a tal sentimiento es la vergüenza y la abyección que produce en nosotros el conocimiento de nuestros errores, independientemente de las censuras
ajenas”.
Humanamente es imposible encontrar una persona desprovista del sentimiento del honor. La misma
autorreprobación está señalando ya que el honor existe aunque sea menoscabado.
Advierte Ramos que: “ El honor como sentimiento que dirige los actos y la conducta de una noble vida humana
puede ser ofendido pero no puede ser arrebatado, porque la ofensa no quita a nadie su propio honor, cuando éste existe en el significado espiritual de la
palabra”
B) EL HONOR OBJETIVO
El honor objetivo es la apreciación y la valoración que
hacen los demás de las cualidades ético-sociales de una
persona. Es la buena reputación de que se disfruta. El
buen nombre es un patrimonio de elevada estimación.
Pero solamente adquiere sentido en la estimación de los
otros. De ahí la precisión de Carrara cuando dice que el
mayor número de personas a las cuales fue comunicado
el ataque contra el honor, aumenta la cantidad natural
de la infracción de la misma manera que el mayor
número de monedas robadas aumenta la cantidad del
delito de hurto.
SUJETO ACTIVO
Puede ser cualquier persona, pues la ley vale para
todos sin discriminación.
SUJETO PASIVO
La índole inmaterial del interés jurídico que aquí se protege
condiciona ciertas dificultades para la ubicación de las
personas pasibles de la acción delictuosa. En principio
toda persona puede ser sujeto pasivo de estos delitos.
Sin embargo conviene esclarecer las distintas
condiciones que se plantean.
A) LAS AUTO-OFENSAS:
El sujeto que se atribuye a sí mismo notas infamantes que menoscaban su dignidad y fama, no comete delito contra el honor. El
derecho dice Manzini es “relatio ad alteros” y, por tanto, son indiferentes todos los hechos que
no generen efectos dañosos jurídicamente relevantes más allá de los límites de la esfera
íntima del individuo.
B) LOS MENORES:
La doctrina y la legislación imperantes coinciden en reputar al menor como sujeto pasivo de esta infracción. Poco importa
que la ley no les reconozca capacidad penal.
Del mismo modo es inconsistente el argumento que sostiene la inmadurez del sentimiento del honor. Partiendo de un
concepto del bien jurídico honor se logran anular estas apreciaciones.
Decirle a un niño de cinco años que es un ladrón no está bien, pero atribuirle a una niña de catorce años la calidad de
corrompida, es una imputación grave. Es indudable que esta falsa acusación puede causarle irreparables daños a su
decoro, máxime que para nuestra ley civil la mujer puede contraer matrimonio desde esa edad.
C) LOS ENAJENADOS Y LOS EBRIOS:
A estas personas les son aplicables las mismas
consideraciones ya mencionadas para los
menores. Toda persona enferma de la mente,
así como los ebrios, gozan del honor sin
excepción.
En relación al ebrio, no se justifica que se le cubra
de agravios por el hecho de que su estima
personal haya sufrido mengua. La vigencia del
honor es patente y por tanto, obligatorio
respetarlo.
D) PERSONAS DESHONESTAS:
Para el derecho no existen personas deshonradas, tanto
las prostitutas como el ladrón pueden ser sujetos
pasivos de los delitos contra el honor. Ciertamente no
es difamar que una mujer trabaja en un prostíbulo si
realmente es así, pero esa misma mujer puede tener
una conducta irreprochable en su hogar y sería un delito
decir que ella prostituye a su hija. Las personas
deshonestas pueden ser heridas en su honor.
E) PERSONAS JURÍDICAS:
Es una cuestión muy discutida en la doctrina. Para la legislación costarricense la regla es que el hombre
individualmente es el único depositario del bien jurídico del honor.
La excepción son los delitos de difamación e injuria donde el sujeto pasivo puede ser una persona
jurídica.
El honor, tanto en la dignidad como en la fama y la reputación, supone un individuo dotado de
conciencia capaz de poseer méritos y desméritos. Solamente la persona física puede amar y odiar, respetar o despreciar. Cuando se injuria a una
corporación o institución, en realidad el agravio está dirigido a las personas que los componen o a sus
representantes.
F) LOS MUERTOS:
En principio los muertos no pueden ser sujetos pasivos del
delito contra el honor, al respecto Carrara dice que el
objeto de este delito no es el derecho del extinto, y es
preciso encontrarlo en un derecho de los que viven.
Todo el busillis de la cuestión consiste en que para
sostener la imputabilidad es preciso encontrar un
derecho violado, porque no hay delito sin lesión de un
derecho, y por lo tanto, es necesario poder sostener que
injuriar a un difunto se ofende el derecho de un vivo, ya
sea por el motivo del afecto, ya sea por razón de un
descrédito mediato.
En definitiva, lo que se hiere al ofender a un difunto es su memoria. Expresar que el occiso es impotente es sugerir que el hijo es bastardo.
No cabe duda que aquí los parientes más próximos tienen derecho a iniciar acción penal
contra los responsables.
No obstante, creemos que la historia es libre de enjuiciar los actos de la vida pública. La historia debe desenvolverse dentro de una atmósfera de
libertad, salvo que se acredite una acción perversa de injuriar.
TIPO SUBJETIVO
El tipo subjetivo en los delitos contra el honor es el
dolo, constituido por la conciencia y la voluntad de
calumniar, difamar o injuriar.
En principio, estimamos que la ley no exige
determinada intención o móvil especial por parte
del sujeto activo; éste por social que fuere no
elimina la tipicidad legal. El dolo es suficiente.
INJURIA
Art. 145: “Será reprimido con diez a cincuenta días
multa el que ofendiere de palabra o de hecho en
su dignidad o decoro a una persona, sea en su
presencia, sea por medio de una comunicación
dirigida a ella.
La pena será de quince a setenta y cinco días
multa si la ofensa fuere inferida en público”
“Ofender” indica la relación de acciones dirigidas a
lesionar el honor de una persona. El honor es el
derecho que toda persona natural tiene a que se
le respete según las cualidades que ella misma
se autoasigna
Comete una injuria el que deshonrare o
desacreditare a otro.
La injuria es una ofensa a la honra de una persona o
una ofensa al crédito de ella.
Como ofensa a la honra, la injuria es una lesión al
derecho que tienen las personas a que los terceros
respeten las cualidades que se autoasignan.
Como ofensa al crédito la injuria es la lesión al
derecho que tiene toda persona a que no se
perjudique la opinión que sobre su personalidad
tengan o puedan tener los terceros.
La finalidad ultrajante puede canalizar a través de la
injuria verbal, o sea por medio de la palabra dicha o
escrita, significa que se requiere de una acción
positiva para considerar un acto positivo. En el
animus injurianti hay que considerar los
antecedentes del sujeto agraviante tanto del sujeto
activo como del pasivo.
BIEN JURÍDICO PROTEGIDO
El bien jurídico protegido en el delito de injuria está dado
por el honor y la dignidad atribuida inherentemente a la
persona física, de la cual no puede ser despojada, pero
sí es susceptible nuestra Constitución en el inciso siete
del artículo dos al prescribir sobre el derecho al honor y
la buena reputación. Entonces hay correspondencia
entre el Código Penal y la Constitución Política del Perú
que estima el honor como un derecho fundamental de la
persona.
TIPICIDAD
Tipo objetivo
La injuria representa el tipo básico en las infracciones
contra el honor. Es la conducta de irreverencia o
menosprecio que se realiza contra el honor de la
persona (prestigio de la víctima).
La conducta reprochable y penada es aquella del
sujeto que ofende o ultraja a una persona ya sea,
con palabras, gestos o mueca; es necesario que se
afecte el honor del otro, no basta con su puesta en
peligro.
No es necesario que las ofensas sean verdaderas o falsas,
lo que importa es el hecho de afectar el honor y la
intimidad personal.
Entendemos que las palabras pueden ser escritas u orales,
asimismo los gestos son expresiones hechas con el
rostro o movimientos corporales, que sean ofensivos.
Estos hechos deben ser sin autorización del sujeto pasivo,
ya que del consentimiento no constituiría el ilícito.
El comportamiento injurioso puede ser abierto o
encubierto como cuando el sujeto activo se vale
de las llamadas “indirectas”.
Sujeto activo:
Es aquella persona natural o jurídica que afecte
contra el honor del sujeto pasivo ocasionándole
un daño moral. No necesita ser alguien
determinado con ciertas características puede
ser cualquier persona.
Sujeto pasivo:
El sujeto pasivo del delito es aquel sujeto que
afectado por la ofensa o ultrajo por parte del
agente puede ser una tercera persona. Puede
ser cualquier persona.
Tipo Subjetivo
En este delito es necesaria la presencia del dolo.
La injuria es un delito doloso, no es típica la injuria culposa,
aunque la norma jurídica no exige la presencia física del
ofendido, es indispensable la dirección del ultraje. Todas
las formas de dolo son aptas para la configuración de la
injuria es evidente que en el primer injuriante tiene que
eximir conciencia y voluntad de lesionar el honor de
quien circunstancialmente aparece como su contrincante
verbal.
Según el Profesor Roy Freyre sostiene que, el
animus injuriando “llamado también animus
infamando, consiste en la intención que se
expresa en forma perceptible o inteligible, o que
se induce de las circunstancias, y que está
dirigida a lesionar el honor ajeno”.
• No es pues bastante para injuriar la
verbalización del vocablo o la plástica del gesto,
es menester el ánimo de ultrajar, la pretensión
del actor. Es un delito necesariamente
intencional.
La calumnia es un delito que consiste en la
imputación a una persona de haber cometido un
hecho constitutivo de delito siendo dicha
afirmación falsa. Se diferencia de la injuria en
que ésta es un simple insulto. Así, la expresión
"ladrón" no supondría una injuria, sino una
calumnia.