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UNA MAÑANA SE ENCONTRÓ CON UN
VIEJO AMIGO QUE VIVÍA EN UN
CASTILLO, DESPUÉS DE TENER UNA
PEQUEÑA CONVERSACIÓN CON EL LO
INVITO A SU CASA A COMER.
YA QUE SOLO PODÍA OFRECERLE
MIGAJAS DE PAN Y GRANOS DE
ARROZ, QUE EL CAMPESINO TODAS
LAS MAÑANAS DEJABA CUANDO SALÍA
A TRABAJAR AL CAMPO ESTE LE DIJO:
Sabes amigo! Mejor vamospara mi castillo allápodemos conseguir ricacomida en abundancia. Venconmigo y a tu disposición latendrás.
Al llegar pudo observar todaaquella comida y maravilladobendecía a su amigo y a la vez selamentaba por su pobreza.
Dispuestos ya a darse unbanquete, un hombre abrió depronto la puerta. Espantadospor el ruido los dos ratonessalieron espantados aesconderse..
Se dispusieron otra vez a comercuando de repente otra personaentro y otra vez corrieron aesconderse.
Adiós amigo veo que comeshasta hartarte y que estas muysatisfecho, pero es al precio demil temores y constantessustos. Yo en cambio soy pobre ycomo migajas pero sinproblemas ni temores.