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EN UN FOGON INSULAR Jaime Ibacache Burgos Medico navegando por el Archipiélago de Chiloé 2012 Es una mañana muy temprano, a veces llueve. Temprano hemos dejado cientos de veces la ciudad para participar en las rondas de salud rural en comunas de la provincia de Chiloé donde el trabajo con experiencias de grupos comunitarios nos plantea algunas reflexiones y propuestas para el futuro. Por otra parte también hemos participado en encuentros con dirigentes comunitarios y personas de comunidades rurales indígenas y no indígenas donde se han desarrollado “conversatorios” sobre salud y realidad local. Hoy en la intimidad del fogón en medio de los mates, que van de mano en mano dando vueltas en círculos centrípetos, se va plasmando una reflexión en base a las vivencias. PRIMER MATE ¿Porque consulta la gente en las postas? El perfil epidemiológico y el pensar la salud en las comunidades rurales ha cambiado. Todos sabemos que hoy predominan las enfermedades crónicas por sobre las enfermedades infectocontagiosas que décadas atrás eran la causa de la mortalidad y morbilidad local. La nueva realidad epidemiológica, variable según territorios, es producto de determinantes sociales y culturales EXOGENAS que han invadido la reproducción social de las familias. La llegada de modelos de producción y consumo neoliberales y la pérdida paulatina de la matriz sociocultural propia y necesaria para ejercer “control cultural” hoy hace vulnerables a comunidades rurales e insulares en mayor o menor grado según tengan o no otros factores protectores. El espacio local se ha perdido como referente de la diversidad del desarrollo y el modelo de atención en salud rural desde el sistema no ha cambiado en años. Aun sigue en un modelo de espera, intervencionistas y no proactivo de la realidad local.

Tomando mate en un fogon insular

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EN UN FOGON INSULAR

Jaime Ibacache Burgos

Medico navegando por el Archipiélago de Chiloé

2012

Es una mañana muy temprano, a veces llueve.

Temprano hemos dejado cientos de veces la ciudad para participar en las rondas de salud rural en

comunas de la provincia de Chiloé donde el trabajo con experiencias de grupos comunitarios nos

plantea algunas reflexiones y propuestas para el futuro.

Por otra parte también hemos participado en encuentros con dirigentes comunitarios y personas

de comunidades rurales indígenas y no indígenas donde se han desarrollado “conversatorios”

sobre salud y realidad local.

Hoy en la intimidad del fogón en medio de los mates, que van de mano en mano dando vueltas en

círculos centrípetos, se va plasmando una reflexión en base a las vivencias.

PRIMER MATE

¿Porque consulta la gente en las postas?

El perfil epidemiológico y el pensar la salud en las comunidades rurales ha cambiado.

Todos sabemos que hoy predominan las enfermedades crónicas por sobre las enfermedades

infectocontagiosas que décadas atrás eran la causa de la mortalidad y morbilidad local.

La nueva realidad epidemiológica, variable según territorios, es producto de determinantes

sociales y culturales EXOGENAS que han invadido la reproducción social de las familias. La llegada

de modelos de producción y consumo neoliberales y la pérdida paulatina de la matriz sociocultural

propia y necesaria para ejercer “control cultural” hoy hace vulnerables a comunidades rurales e

insulares en mayor o menor grado según tengan o no otros factores protectores.

El espacio local se ha perdido como referente de la diversidad del desarrollo y el modelo de

atención en salud rural desde el sistema no ha cambiado en años. Aun sigue en un modelo de

espera, intervencionistas y no proactivo de la realidad local.

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SEGUNDO MATE

¿Pero y que pasa a nivel de la comunidad, de sus familias?

A nivel de la familia el conocimiento de salud en cuanto a prevención y uso de recursos propios

está en peligro de extinción. ¡ Hay una emergencia de salud publica!

Pero llama la atención que en territorios insulares y por lo tanto aislados existe aún un

conocimiento en prevención y en terapias para sanar enfermedades propias de la cultura local.

La tan anhelada conectividad en todas sus dimensiones parece ser un arma de doble filo para la

mantención de las estrategias familiares basadas en su historia cultural transmitida por vía oral.

El modelo de desarrollo generó migraciones masivas de las islas y campos hacia la Patagonia

básicamente en épocas pasadas, pero eran migraciones temporales. Actualmente la migración

producto de lo acumulado en las fuentes laborales próximas (salmoneras ) es una migración mas

permanente hacia las grandes ciudades de la isla, donde los hijos al terminar estudios migran hacia

otros lugares o ingresan a fuentes laborales locales.

El aumento del dinero en efectivo de forma más permanente en una familia (antes el dinero

aparecía en relación con el ciclo ecológico del borde-mar) ha traído un proceso de consumo

trasgresor del equilibrio habitual de las familias.

Los mayores siguen aun en muchos lugares cultivando la tierra y el mar, pero cada día son menos

debido a que están solos o tienen alguna enfermedad crónica que les imposibilita dicho trabajo.

Los jóvenes están en otra, que es la misma en la cual está el modelo de país. Sin sentido común.

TERCER MATE

¿ Y que hace la gente para sanarse?

En sus caminos de sanación hemos visto variadas huellas. El camino más asfaltado es el de la salud

estatal, de llegada fácil, bonita y barata. Este camino no es exclusivo en ningún lugar donde hemos

estado. Este camino se complementa con la llamada medicina casera (en la mayoría de los lugares)

y la de sanadores propios de cada lugar o territorios distintos, que son conocidos y reconocidos

por los lugareños.

En las huellas que nos llevan a los sanadores propios de la cultura nos podemos encontrar todavía

con la protección de su gente, lo que también hace que las personas que no los conocen no

puedan llegar fácilmente a ellos, dejando entrever que todavía son perseguidos por sus prácticas.

También poco a poco se están haciendo conocidas las llamadas técnicas de sanación alternativa y

las orientales generando una discusión respecto de su pertinencia. Pero que a muchos les ha

solucionado problemas sobre todo en el ámbito de los trastornos emocionales y dolencias

osteomusculares. Además hemos visto que muchas de las técnicas usadas por estas terapias ya

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eran de algún modo usadas a nivel comunitario como los masajes, las ventosas, y las concepciones

etiológicas frio-caliente.

Las prácticas religiosas católicas en las islas se convierten en otros caminos de sanación y de

promoción de la salud, también la aparición progresiva de la religión evangélica es ya un espacio

también de recuperación de la armonía para muchos.

La gente también recurre a personas que a través de los naipes y otras técnicas devuelven el

equilibrio perdido sobre todo cuando buscan y encuentran explicación etiológica a sus dolencias.

Por último, la penetración cada día más potente de las cadenas farmacéuticas que con sus

estrategias de venta (2 por 1, combos, etc.), son también caminos que la gente usa sobre todo

cuando llega a las grandes ciudades de la isla y aprovecha así de consultar y otras veces

“consumir” medicinas como curativos o preventivos (“mejor compro ahora, no vaya a ser que

después sea tarde¨). Exitosa estrategia donde hoy son también captadas las personas sanas

además de los enfermos.

De hecho los enfermos no van a la farmacia, siempre hay una persona sana que consulta por ellos

o ellas. Doble negocio. Aquí se está generando la promoción de la salud en base a la seguridad de

contar con el medicamento adecuado para aquel evento posible. El Enfoque de riesgo aplicado

desde el libremercado.

Esto último la población rural lo ha internalizado en algunos territorios pues también piden

medicamentos en las postas para prevenir algún episodio futuro que pudiera ocurrir y “ pa’h que

no me pille de sorpresa”

CUARTO MATE

¿ Y cómo el sistema actual de salud rural oficial está preparado para todo esto?

En las postas de salud rural hemos visto distintos tipos de modelos de atención, calidez, calidad y

compromiso del equipo y de los Técnicos Paramédicos (TPM) por la salud de la población.

Dado el perfil epidemiológico actual de la población, las postas no cuentan con espacios para

conversar sobre temas de las nuevas enfermedades y tampoco cuentan la mayoría con comités de

salud que participen activamente en la adecuación de las líneas estratégicas.

Las visitas domiciliares como forma de trabajo no son constantes e incluso en algunos lugares la

gente se queja que el TPM no las hace de buena voluntad, cosa que también ocurre cuando se le

pide a los profesionales del equipo de salud local.

Pero también nos hemos encontrado con TPM que a pesar de la adversidad en sus condiciones

laborales son comprometidos con la salud de la gente y están dispuestos a aprender y compartir

sus conocimientos con la comunidad e incluso hay algunos que han aprendido de los sanadores

locales técnicas y terapias.

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QUINTO MATE

“Doctor vengo porque siento en los brazos una molestia como calambre y picazón” Como

hormigueo? - ¿dillimun?, “ Si! , eso es y después me paso a kachi.!¨

“ Yo creo que la presión me subió por la pena que tengo por la muerte de mi madre hace unos

días¨

“¿Sabe?, eso que me dicen de no debo comer carne para mí no corre, pues aunque yo sea

hipertenso, tengo que alimentarme bien pues hago trabajo pesado todo el día¨

Estos diálogos nos muestran que la relación terapeuta-enfermo esta mediada en cualquier

territorio por componentes de la cultura local. Esta cultura modela las concepciones de salud y

enfermedad que la gente tenga aunque no pertenezca a un pueblo originario. Son múltiples las

situaciones donde los protagonistas de este encuentro (terapeuta-paciente) no se entienden y por

ende no hay comunicación ni se construye por lo tanto Salud.

Muchas veces se interpretan dolencias como síntomas y no como síndromes. Es el caso del Susto

por ejemplo, el cual está presente como etiología en muchas personas que nos consultan.

CAMBIAMOS LA YERBA DEL MATE

¿ Y, que pensamos de aquí en adelante?

Se nos viene a la memoria el caso de un hombre de 47 años que presentaba un tercer episodio de

hemorragia digestiva alta, producto del sangramiento de varices esofágicas. Estábamos de paso

por una isla y tuvimos que compensar con suero fisiológico en la propia casa del enfermo, para

pasar a buscarlo a la vuelta y trasladarlo al hospital más cercano. La vía venosa colocada por la

enfermera y cuidada por la familia y la auxiliar paramédico, mientras el suero colgaba de un clavo

improvisado en el techo, fueron el gatillante del desarrollo en ese espacio de un modelo de salud

verdaderamente familiar donde todos se comprometieron con la salud del enfermo.

Posteriormente, 8 horas más tarde, al pasarlo a buscar para su traslado a un “centro más

complejo¨, el sangramiento había cesado, el enfermo estaba mucho más tranquilo y consciente de

su transgresión, su familia mucho más activa en torno al problema y la comunidad vecina

participando del traslado hacia la lancha.

Ese mismo día en otro sector de la isla otra persona ya mayor (81 años) comenzaba su despedida

de este mundo a manos de un cáncer esofágico. También se le puso una vía venosa, se converso

con él, se le dejaron indicaciones a la familia y la auxiliar de posta se comprometió a venir a verlo

día por medio.

Son innumerables los casos que dan cuenta de la necesidad de adecuar los servicios de salud

rurales e insulares a la realidad epidemiológica local y a sus determinantes socioculturales. Esta

adecuación pasa por lo estructural, lo normativo, la priorización pertinente de colocar aquí o allá

una posta de salud o un CECOF. Las decisiones tomadas básicamente en lo cuantitativo, en la

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mirada de las personas como objetos numéricos, no son hoy adecuadas para una buena

aproximación a la realidad.

El rol “interventor técnico-normativo¨ que se desarrolla en los espacios locales dio resultados para

una realidad socio epidemiológica pasada. Hoy es necesario que tanto los planificadores como los

ejecutores de la salud tengan un rol de “intérprete y mediador¨. Esto quiere decir ; interpretar de

la mejor forma como la gente vive en el espacio local su salud y enfermedad y cuáles son los

mecanismos locales para producir salud tomando en cuenta los espacios propios de promoción y

prevención de ella , así como las estrategias terapéuticas propias y sus dinámicas transformadoras.

Por otro lado es necesario desarrollar el rol de mediador entre lo local y el poder del conocimiento

occidental académico, el poder político y el poder económico al cual están sometidos estos

espacios locales. Esto permite generar la “conectividad de comunicación¨ tan reclamada por

algunas comunidades y equipos más reflexivos en el tema.

Este fogón necesita obviamente de mayor leña para seguir dándole vueltas al mate. Pero son las

primeras luces en un proceso tan complejo a nivel local y cada día aparecen nuevos integrantes

que con su opinión, su conocimiento y su disposición se la comienzan a jugar más por la salud de la

gente , basándose en el conocimiento de la realidad y el Sentido Común de sus habitantes.