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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAESCUELA DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICAS
UNIVERSIDAD “FERMIN TORO” S.A.I.A
CATEDRA: LENGUAJE Y COMUNICACION
DEFINICION E IMPORTANCIA DE LA LECTURA
Autor: S.A.I.A
Ing. Leonardo Rodríguez, C.19.496.450
Profesora:
María Ramos S.A.I.A
Barcelona Edo Anzoátegui, Enero de 2017
Desarrollo
1) Concepto de lectura
La lectura es uno de los procesos informativos, sociales e históricos más
importantes que la Humanidad ha generado a partir del desarrollo del Lenguaje,
como producto de la evolución y del trabajo, del idioma o lengua y del invento de
la escritura en su configuración como organización social civilizada.
La lectura es proceso informativo
La pregunta que es la lectura nos conduce a reconocerla como proceso
informativo. Como proceso informativo (importante descubrimiento de la Teoría de
la Información) la lectura es consustancial al desarrollo de las leyes de esta
importante área del conocimiento contemporáneo. En ella es posible identificar,
equiparar y semejar leyes de la información como la conservación de la
información, la corriente de información y la densidad de información.
En la lectura, como proceso informativo es posible reconocer clases o tipos de
información. Es el caso de la denominada información distribuida y de la
información actual.
El artículo La lectura como proceso informativo le permitirá a nuestro lector
profundizar este tema.
La lectura es un proceso de lenguaje, idioma y habla
Al interrogar sobre que es la lectura necesariamente debemos pensar en el
lenguaje, en el idioma y en el habla.
La lectura forjada a partir de la evolución del lenguaje es uno de los resultados
cumbres de la evolución del hombre en su paso de animal a homo sapiens.
El Lenguaje humano, ese extraordinario resultado de la evolución humana,
coincide con ser una de las primeras propiedades y capacidades del hombre para
pensar. El conjunto de sonidos articulados con los que el hombre expresa su
conocimiento sensorial y racional es producto, precisamente, de este largo
proceso evolutivo que hoy nos coloca como seres pensantes y llenos de ideas
para transformar el Mundo.
La lectura es parte sustancial, esencial, ingénita de la Lengua o Idioma.
La Lengua o Idioma, a diferencia del Lenguaje, no es una facultad, sino un
aprendizaje social, como viene siendo reconocido por importantes teóricos del
Idioma. No es, en sí, un resultado de la evolución de la especie, sino un producto
intelectual de la especie evolucionada.
La lectura, asimismo, está relacionada con el habla. En la práctica el idioma existe
a través del habla, es decir, de la forma propia e individual en que usa el idioma
una persona o individuo.
La lectura está originada en el texto
Es, asimismo, parte esencial del Idioma o Lengua en su manifestación escrita o
sea a través del texto y, a partir del desarrollo de los sistemas informáticos, del
denominado hipertexto.
La lectura es el proceso de interpretación, comprensión, explicación, comentario;
exégesis, glosa o paráfrasis de un sistema de signos lógicos, modelos o símbolos,
que llamamos texto si está en un soporte como el papel o hipertexto si está en un
soporte de origen informático.
Que es la lectura
Es lo anterior lo que propiamente se denomina comprensión lectora, tema de
mucho interés para toda la comunidad social.
La lectura está ligada, lógica e históricamente a la escritura. Ésta, la escritura, es
la forma gráfica del habla que es la expresión del conocimiento y del pensamiento
humano.
La lectura, en el proceso histórico de la Humanidad y como proceso informativo
basado en el texto, se ha encontrado frente a dos grandes clases de escritura: la
basada en logogramas que han representado ideas o conceptos y la basada en
grafemas que representa sonidos articulados.
La escritura alfabética,
Basada en grafemas, es la de mayor expansión en la actualidad. Por esa razón,
en nuestra llamada Cultura Occidental, la lectura hace especial referencia a esta
clase de sistema de escritura.
La lectura es un proceso de comunicación social
La lectura, además de ser un proceso informativo, es un proceso de comunicación
social. El concepto de comunicación nos remite al proceso mediante el cual los
diversos objetos, fenómenos y procesos del mundo material, entran en relación o
“ponen en común” algunos elementos que les son propios y característicos.
Ahora bien, dentro de todo proceso de comunicación, debemos recordar la
concurrencia necesaria de los siguientes elementos: El emisor (quien informa algo,
el escritor), el receptor (quien recibe la información, el lector), el referente (el
Objeto del cual se informa, el tema), el canal o medio y el mensaje o contenido de
la información suministrada (el libro, la revista, el periódico).
La lectura como derecho cultural.
El problema general del libro y la lectura desborda los aspectos informáticos,
lingüísticos, semióticos y comunicacionales. Va más allá. Compromete los
factores económicos, educacionales y políticos. La lectura es, ante todo, un
problema cultural y, por ende, un problema nacional e internacional.
No es competencia de una u otra clase social, es un asunto de toda la
nacionalidad y de las Naciones Unidas. Es un asunto que se ubica dentro de la
categoría de Derecho Público nacional e internacional.
El hábito de la lectura es parte fundamental de la formación cultural de un
individuo, pues permite desarrollar en él la capacidad de razonamiento, el sentido
crítico y las competencias interpretativas, eso sin contar que contribuye a mejorar
las habilidades de redacción y escritura, aumenta el léxico y estimula la
imaginación.
Por otro lado, como lectura también se denomina el conjunto de cultura y
conocimientos que posee una persona.
Lectura crítica
Una lectura crítica:
Entendida de manera general, es aquella que exige al lector una particular
atención y profundidad comprensiva e interpretativa, con un marcado énfasis e
interés en los criterios formales y racionales que intervinieron en la composición de
un texto. La lectura crítica puede llevarse a cabo en medios escolares y
académicos, cuando un profesor pide a sus alumnos realizar una lectura detallista
Y atenta de un texto para extraer una comprensión cabal y razonada. Asimismo, la
lectura crítica es una labor editorial llevada a cabo por un profesional de la
literatura, cuya tarea es realizar una lectura enjundiosa y exhaustiva que examine
y verifique la calidad, validez y claridad expositiva de un texto, así como su
potencial comunicativo, comercial o educativo.
La lectura dramatizada
Es aquella que se ejecuta, en voz alta, de manera pública o privada, de un texto
literario, con la intervención de uno o varios participantes. Cuando interactúan
varias personas, cada una adapta un determinado rol de acuerdo con la
naturaleza de los personajes del texto leído, de modo de otorgarle mayores
matices y riqueza histriónica a la interpretación.
Lectura adivinatoria
Otros tipos de lectura, de naturaleza esotérica o adivinatoria, son los referidos a
la cartomancia (lectura de cartas), la quiromancia (de manos), la ornitomancia (del
vuelo y canto de los pájaros), la capnomancia (del humo), la onomancia (por el
nombre de la persona), así como la lectura del huevo o del café. Este tipo de
lectura se basa en la interpretación de signos místicos donde se adivina el
porvenir.
2) Fases de la lectura:
I Fase: Pre – lectura. En esta fase es en la cual se crean expectativas y se
prepara la comprensión del texto. Durante esta fase se lee superficialmente el
texto, tratando de captar los elementos más importantes.
II Fase: Lectura crítica del texto. Después de haber completado la pre- lectura
pasamos a la lectura crítica del texto, en esta fase es donde se desarrolla un
análisis estructural del mismo que persigue la comprensión del texto en sí mismo.
III Fase: Post lectura. Para completar el aprendizaje es necesario controlar y
reorganizar la información extraída del texto, utilizando todo el material que
hayamos utilizado como pueden ser los apuntes, los diagramas y los resúmenes.
Etapa logográfica
Entre los cuatro y cinco años, aproximadamente, el niño pasa por una etapa en la
que puede reconocer de manera global algunas palabras que le son familiares por
su disposición, su contorno, su formato o el contexto en el que se producen. Así
ocurre con letreros de algunas marcas de coches, su propio nombre, títulos de
dibujos animados, anuncios, carteles y otras configuraciones gráficas que les
puedan interesar y con las que tiene frecuentes contactos.
Este reconocimiento se produce mientras las palabras familiares se presentan en
su contexto y en su disposición habitual. El niño puede reconocer, por ejemplo, el
letrero de coca cola en una botella, pero no lo hace cuando aparece fuera del
contexto y con otro tipo de letras. Se trata, pues, de una estrategia de
reconocimiento semejante a la que le permite reconocer objetos o logotipos.
Es el momento en el que el niño establece claras relaciones entre el lenguaje
escrito y el oral. Para ello, es necesaria la mediación de otra persona que sepa
leer y que le inicie en el establecimiento de tales relaciones.
En la etapa logográfica, el niño es todavía incapaz de segmentar o descifrar las
secuencias gráficas, aunque ya pueda distinguir algunas letras que haya
aprendido del mismo modo que las palabras-logos. Ello induce erróneamente a
algunas personas a pensar que, cuando se pasa por esta fase niño, el niño es
capaz de leer.
Los educadores pueden ayudar a favorecer la superación de este nivel
proponiendo tareas de reconocimiento de etiquetas y carteles variados en los que
figure el nombre del niño o niña, el de sus compañeros y compañeras de clase,
nombres de animales, de objetos fácilmente reconocibles, etc., acompañados de
su correspondiente ilustración. También son muy adecuadas las actividades de
juegos de segmentaciones de palabras, de rimas y otras experiencias que
contribuyan a concienciar sobre la correspondencia entre palabras escritas y sus
significados y entre los grafemas y su correspondencia fonológica.
Etapa alfabética.
En la fase alfabética, el niño toma conciencia de que las palabras se componen de
elementos o unidades fónicas y que existe correspondencia entre estas unidades
y sus representaciones gráficas o grafemas. Ello le capacita para segmentar
secuencias sonoras y asociar los distintos fonemas con su correspondiente grafía.
Es el momento de la adquisición de la conciencia fonológica o capacidad de un
sujeto para darse cuenta de que la palabra hablada consta de una secuencia de
sonidos básicos. Estos sonidos están representados por grafemas, cuyo
reconocimiento y dominio permitirá descifrar el código escrito.
En esta etapa, que por lo general va de los 4 a los 6 años, la percepción y
discriminación visual del niño se va agudizando y esto le permite distinguir
disposiciones gráficas que hasta entonces le resultaban imperceptibles. Es el caso
de las letras d, p, b, q, que conservan en la rotación la identidad de la forma, pero
que ya son distinguidas por el niño como grafías que corresponden con fonemas
diferentes.
Durante el proceso de adquisición de la conciencia fonológica, se desarrolla la
capacidad de interpretar y atribuir significado a las distintas combinaciones de las
letras que representan a los fonemas, según sea su secuenciación. Así, por
ejemplo, pito no es lo mismo que pato ni que tapo, aunque contengan los mismos
fonemas representados por sus correspondientes grafemas. El orden de
secuenciación de los componentes de estas palabras es distinto. Otro aprendizaje
Importante consiste en desarrollar la habilidad de leer palabras con la cadencia y
el ritmo necesarios para adjudicarles significado. Es muy frecuente que, después
de leer silabeando una palabra, como puede ser el caso de e-le-fan-te, el niño
repita "¡ah!, elefante!".
Se trata, pues, de una etapa que requiere grandes esfuerzo a los pequeños; de
ahí que algunos necesiten un período considerable de tiempo para superarla. Por
ello, en el aula de educación infantil, se han de promover tareas que motiven a los
niños y contribuyan a facilitar las estrategias y habilidades necesarias para la
adquisición del código escrito.
Entre las actividades que se pueden llevar a cabo en el aula de educación infantil
para favorecer la superación de esta etapa, recogemos las mencionadas por la
profesora Defior (1996):
Reconocimiento de rimas, ritmo y versos sin sentido
Segmentación de las palabras en sus sílabas
Identificación de los fonemas iníciales de las palabras
Coloquios metalingüísticos sobre los sonidos que componen el lenguaje
Efectos de añadir y omitir los fonemas iníciales de las palabras
Segmentar palabras en sus fonemas con palabras de dos fonemas
Segmentar palabras en sus fonemas con palabras de tres fonemas
- Sintetizar o combinar fonemas para formar palabras.
El uso de materiales de apoyo (láminas, signos gráficos, fichas, letras, etc.) facilita
la ejecución de las tareas. Estos apoyos se irán suprimiendo a medida que los
niños no los necesiten para sus aprendizajes.
Es conveniente, además, utilizar todo tipo de recursos lúdicos para que las tareas
sean motivadoras y se mantenga la atención de los niños: juegos lingüísticos, tren
de palabras, canciones cambiando una letra de las palabras o anulando una
palabra, trabalenguas, juegos con familias de palabras, poesías y rimas, lenguajes
secretos de diversos tipos, contraseñas, hablar como los robots, etc.
Existen algunos materiales en el mercado que pueden ayudar a diseñar
actividades de tipo lúdico, en las que se trabajen estas habilidades (lotos,
imágenes, etc.). Con éstos y otros recursos didácticos que se elaboren, se pueden
ir introduciendo los distintos tipos de tareas que hemos visto anteriormente,
teniendo en cuenta su orden de dificultad.
Etapa ortográfica
La superación de la etapa alfabética no supone que se han acabado las
dificultades del proceso que capacita para ser un lector competente. Los lectores
hábiles son capaces de reconocer a simple vista un buen número de palabras sin
necesidad de ir descodificando a partir de sus grafemas... Cuando los niños leen
repetidas veces las mismas palabras, acaban percibiéndolas como unidades
léxicas, sin que tenga que mediar el deletreo para su correcta percepción. Según
Frith (1989), esta habilidad aumenta espectacularmente a partir de los siete u ocho
años, siempre que los niños practiquen la lectura con regularidad.
Si un niño no supera bien la etapa alfabética, su lectura será más lenta y menos
comprensiva, ya que su atención estará centrada en práctica de habilidades de
descodificación...; en la etapa ortográfica, la atención del lector se dirige
fundamentalmente a atribuir significado a lo que lee.
A partir de la superación de la etapa anterior, el niño va desarrollando estrategias
que posibilitan el reconocimiento inmediato de morfemas y unidades de sentido.
No se trata ya de un tipo de reconocimiento logográfico de las palabras, sino de
una habilidad para percibir instantáneamente la composición de las mismas en
distintos contextos (y con distintos tipos de letras) y con capacidad de detectar
Posibles errores, como pueden ser supresiones o añadidos de letras, alteración
del orden de secuenciación, etc.
De hecho, la descodificación y la lectura global son procesos que se dan en
cualquier lector. Lo que cambia fundamentalmente es el peso que se concede a
cada uno de estos procesos en función del grado de aprendizaje y de las
características del texto que se propone. Los principiantes descifran casi la
totalidad del texto y sólo leen globalmente algunas palabras muy concretas
aprendidas anteriormente. Los lectores expertos, en cambio, leen globalmente y
sólo tienen necesidad de descodificar cuando se encuentran delante de una
palabra técnica, desconocida o que presenta rasgos impropios de la lengua en
que se está leyendo.
Aunque el modelo de Frith (1989) está avalado por datos empíricos, no todos los
investigadores están de acuerdo en que los niños pasan necesariamente por esas
tres etapas y en el orden que se ha indicado. Parece que el proceso depende de
factores como el método y las experiencias lectoras que se proporcionan a los
niños. Además, estas investigaciones están realizadas en el ámbito del idioma
ingles que, como se ha dicho, muestra poca correspondencia gráfo-fonológica y,
consecuentemente, prioriza la iniciación de la lectura a través de la ruta léxica con
métodos de los llamados sintéticos o globales.
3) Técnicas de la lectura
Estudiar significa, muchas veces, leer textos de mayor o de menor complejidad. Y
para incorporar la información que el texto nos proporciona, no siempre alcanza
con una primera lectura, sino que hay que abordarlo más de una vez.
Más allá de que existan técnicas tales como el resumen o las fichas, que nos
ayudan a retener los conceptos más importantes, a veces hay que releer un texto.
Pero, ¿sirve realmente leer lo mismo una y otra vez? Podemos caer en el error de
pretender estudiar de memoria, repitiendo sin comprender. Y si el texto nos resulta
Aburrido, es posible que la segunda lectura nos desconcentre. Para que esto no
sea una mera tarea de repetición, existen algunas técnicas de lectura que
podemos implementar.
El subrayado como técnica de lectura
Ya sea con birome, lápiz o resaltador, el ir subrayando palabras claves nos ayuda
a organizar nuestra lectura y a recuperar conceptos importantes con un golpe de
vista. Sin embargo, si el texto que debes estudiar es muy largo, una buena idea es
ir resaltando frases completas, ideas centrales que nos permitan captar el
significado fundamental cuando volvamos a leer el texto. La segunda vez,
guiándonos por nuestros subrayados, podremos saltar los ejemplos y las
digresiones, y ahorrar tiempo.
La lectura en voz alta
Hay personas que tienen una mayor capacidad de memoria visual, otras que
recuerdan mejor por su memoria auditiva. Al recordar la definición de un concepto,
¿qué te resulta más fácil? ¿Imaginar el lugar de la página en donde estaba
explicado (arriba, a la derecha de una página impar)? ¿O recordar la voz del
profesor cuando lo explicó en clase?
Sea como sea, la lectura en voz alta te servirá para trabajar con tus dos memorias,
tanto la auditiva como la visual, y favorecer una pronta incorporación y
recuperación de contenidos.
Leer y reformular
Otra buena manera de leer por segunda vez un texto, es la de obligarse a
reformularlo (relatar con las propias palabras lo que se leyó). Se puede avanzar un
párrafo por vez, una sección o un capítulo, dependiendo de la complejidad del
texto y de tu dificultad para comprenderlo. De cualquier manera, el forzarte a
Reformular lo que lees te sirve para no hacer una mera lectura repetitiva, sino por
el contrario, garantizar tu comprensión. Ésta es una buena técnica para estudiar
En grupo o en parejas: uno lee y el otro debe prestar atención y explicar lo que se
leyó.