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EL TLC Y LA PROBLEMÁTICA QUE ABARCA Para comenzar a abordar este extenso tema debemos saber que es el TLC (Tratado de Libre Comercio), es un acuerdo comercial regional o bilateral para el mercado de bienes y servicios entre los participantes, en pocas palabras consiste en la eliminación o rebaja sustancial de los aranceles para los bienes entre las partes, sus principales objetivos a parte de los ya mencionados son: suprimir barreras que afecten el comercio, promover competencia justa, incrementar las oportunidades de inversión, fomentar la cooperación entre países amigos, establecer procesos efectivos para la estimulación de la producción nacional, entre otros. Teniendo en cuenta estos aspectos y características, el TLC es de vital importancia para países en vías de desarrollo, ya que se convierte en una herramienta muy útil para “darse a conocer” a nivel global. Tomando el caso específico de Colombia y Estados Unidos, resulta ser algo benéfico siempre y cuando obtenga un resultado netamente positivo, es decir, que al sumar todo lo bueno y restar todo lo malo, se obtengan utilidades para nuestro país, pero resulta que al observar las condiciones y diversos acuerdos con los que se pactó y firmó este tratado, podemos ver que “SOLO QUEDA EN EL PAPEL Y EN FORMALIDADES”, pero ¿Cómo podemos ver evidenciada esta situación?, es fácil notarlo, uno de los puntos estipulados en la negociación es permitir el ingreso de algunos bienes industriales norteamericanos a nuestro mercado, pero la pregunta que surge ahora es ¿Cómo nos afecta?, la razón por la que este planteamiento es maléfico y perjudicial para la industria colombiana como tal, es porque las empresas locales no cuentan con el suficiente avance y desarrollo lo cual se convierte en un factor negativo, debido a que las empresas de EEUU son mucho mayores y son capaces de generar grandes economías de escala, de tal manera que en una licitación abierta, difícilmente se les podría competir en precio y en muchos casos calidad. En cuanto a las telecomunicaciones, Eduardo Pizano, como vocero de las compañías del sector, ha expresado múltiples reservas en temas como el uso de las redes por parte de privados, el tráfico de llamadas internacionales y la prestación transfronteriza del servicio, entre otros, los cuales pueden conllevar problemas para compañías como EPM, ETB y Telecom, de las que los colombianos somos dueños y posibles damnificados. Eventualmente someternos a fuertes sanciones económicas y comerciales por incumplir la legislación laboral, algunas empresas del país pasan por alto esta reglamentación, pero en cierta forma no es culpa de ellas, en mi opinión la culpa es del mismo gobierno por no ejercer control sobre las empresas en cuanto a su modo de contratación, duración de las jornadas laborales, etc...Por esta razón en la mayoría de casos termina contemplándose como Escrito por Sebastián Zuluaga

El tlc y la problemática que abarca

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EL TLC Y LA PROBLEMÁTICA QUE ABARCA

Para comenzar a abordar este extenso tema debemos saber que es el TLC (Tratado de Libre Comercio), es un acuerdo comercial regional o bilateral para el mercado de bienes y servicios entre los participantes, en pocas palabras consiste en la eliminación o rebaja sustancial de los aranceles para los bienes entre las partes, sus principales objetivos a parte de los ya mencionados son: suprimir barreras que afecten el comercio, promover competencia justa, incrementar las oportunidades de inversión, fomentar la cooperación entre países amigos, establecer procesos efectivos para la estimulación de la producción nacional, entre otros. Teniendo en cuenta estos aspectos y características, el TLC es de vital importancia para países en vías de desarrollo, ya que se convierte en una herramienta muy útil para “darse a conocer” a nivel global.

Tomando el caso específico de Colombia y Estados Unidos, resulta ser algo benéfico siempre y cuando obtenga un resultado netamente positivo, es decir, que al sumar todo lo bueno y restar todo lo malo, se obtengan utilidades para nuestro país, pero resulta que al observar las condiciones y diversos acuerdos con los que se pactó y firmó este tratado, podemos ver que “SOLO QUEDA EN EL PAPEL Y EN FORMALIDADES”, pero ¿Cómo podemos ver evidenciada esta situación?, es fácil notarlo, uno de los puntos estipulados en la negociación es permitir el ingreso de algunos bienes industriales norteamericanos a nuestro mercado, pero la pregunta que surge ahora es ¿Cómo nos afecta?, la razón por la que este planteamiento es maléfico y perjudicial para la industria colombiana como tal, es porque las empresas locales no cuentan con el suficiente avance y desarrollo lo cual se convierte en un factor negativo, debido a que las empresas de EEUU son mucho mayores y son capaces de generar grandes economías de escala, de tal manera que en una licitación abierta, difícilmente se les podría competir en precio y en muchos casos calidad.

En cuanto a las telecomunicaciones, Eduardo Pizano, como vocero de las compañías del sector, ha expresado múltiples reservas en temas como el uso de las redes por parte de privados, el tráfico de llamadas internacionales y la prestación transfronteriza del servicio, entre otros, los cuales pueden conllevar problemas para compañías como EPM, ETB y Telecom, de las que los colombianos somos dueños y posibles damnificados. Eventualmente someternos a fuertes sanciones económicas y comerciales por incumplir la legislación laboral, algunas empresas del país pasan por alto esta reglamentación, pero en cierta forma no es culpa de ellas, en mi opinión la culpa es del mismo gobierno por no ejercer control sobre las empresas en cuanto a su modo de contratación, duración de las jornadas laborales, etc...Por esta razón en la mayoría de casos termina contemplándose como explotaciones laborales y demás atropellos contra el trabajador y sus condiciones óptimas de trabajo.

En lo personal, considero que en el balance estamos obteniendo una mínima ganancia, muy lejos de la que se esperaba al iniciar este proceso. Sin embargo, aún tenemos tiempo de inclinar la balanza a nuestro favor alcanzando objetivos como pactar normas de origen más flexibles para nuestros exportadores, el ampliar el monto total del fondo de capital de riesgo que se va a crear, y la invención de un comité bilateral permanente con carácter determinante que brinde un acceso real a nuestras exportaciones agrícolas de forma que podamos explotar intensivamente nuestra superioridad comparativa (recursos naturales) y de esta manera establecer ventajas competitivas sostenibles en el tiempo, que generen empleo y riqueza para todo nuestro país.

Escrito por Sebastián Zuluaga