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ESTUDIOS SOBRE EL FORTALECIMIENTO DE LA JUSTICIA 2014 Parte III.- Modernización del funcionamiento de la Sala de lo Constitucional Estudios Legales Noviembre de 2014 • No. 167 ISSN 2311-4479 1. Introducción El objeto de este estudio es el análisis de una serie de aspectos del funcionamiento de la justicia constitucional que requieren atención. El funcionamiento reciente de este tribunal, así como algunas sentencias también de fecha reciente, han evidenciado lagunas y deficiencias normativas que es necesario corregir, para ofrecer mayor seguridad jurídica a los justiciables. Este documento consta de 4 partes referidas al modelo de justicia constitucional, a aspectos orgánicos y procesales que requieren reforma o regulación, así como a una serie de recomendaciones finales que incluyen aspectos prácticos que deberán tomarse en cuenta para alcanzar las mejoras necesarias. Este Análisis Legal se integra como parte de una serie de estudios en materia de administración de justicia realizados por el Departamento de Estudios Legales de FUSADES en 2014, con el propósito de contribuir a su fortalecimiento, por lo que si bien se analiza con suficiente detalle y profundidad, la temática abordada no tiene pretensiones de exhaustividad y seguirá siendo objeto de reflexiones adicionales y estudios complementarios. 2. Breves consideraciones sobre el modelo de justicia constitucional existente en El Salvador y su incidencia en las competencias de la Sala de lo Constitucional En nuestro país, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, creación de la Constitución de 1983, es el tribunal al que compete el control concentrado, ya que según el artículo 183 de nuestra Ley Fundamental es “…el único tribunal competente para declarar la inconstitucionalidad de leyes, decretos y reglamentos, en su forma y contenido, de un modo general y obligatorio…”. No obstante ello, el modelo salvadoreño también presenta contornos del modelo difuso, en la medida que de conformidad con la parte inicial del artículo 149 y del artículo 185, ambos de la Constitución, todos los jueces de la República pueden declarar la inaplicabilidad de las normas infraconstitucionales 1 . Sin embargo, la facultad para expulsar del ordenamiento jurídico actos y normas que vulneren la Constitución solo corresponde a la Sala de lo Constitucional, según prescribe el art.183 Cn. 1 González Bonilla, Rodolfo, “Derecho Constitucional y Constitución” en DeLegibus, N°. 4, Departamento de Ciencias Jurídicas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, San Salvador, 2009, pp.96 y ss., quien también incluye el control difuso que puede realizarse en sede administrativa, de conformidad con el artículo 235 Cn. que manda a todo funcionario público a cumplir y hacer cumplir la Constitución y véase también Anaya Barraza, Salvador Enrique, “La justicia constitucional en El Salvador” en http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2894/15.pdf Análisis legal e institucional 1

Estudios sobre el Fortalecimiento de la Justicia 2014 Parte III Modernización del funcionamiento de la Sala de lo Constitucional

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ESTUDIOS SOBRE EL FORTALECIMIENTO DE LA JUSTICIA 2014Parte III.- Modernización del funcionamiento de la Sala de lo Constitucional

EstudiosLegales

Noviembre de 2014 • No. 167ISSN 2311-4479

1. IntroducciónEl objeto de este estudio es el análisis de una serie de

aspectos del funcionamiento de la justicia constitucional

que requieren atención. El funcionamiento reciente de

este tribunal, así como algunas sentencias también de

fecha reciente, han evidenciado lagunas y deficiencias

normativas que es necesario corregir, para ofrecer mayor

seguridad jurídica a los justiciables. Este documento consta

de 4 partes referidas al modelo de justicia constitucional, a

aspectos orgánicos y procesales que requieren reforma o

regulación, así como a una serie de recomendaciones finales

que incluyen aspectos prácticos que deberán tomarse en

cuenta para alcanzar las mejoras necesarias.

Este Análisis Legal se integra como parte de una serie

de estudios en materia de administración de justicia

realizados por el Departamento de Estudios Legales de

FUSADES en 2014, con el propósito de contribuir a su

fortalecimiento, por lo que si bien se analiza con suficiente

detalle y profundidad, la temática abordada no tiene

pretensiones de exhaustividad y seguirá siendo objeto de

reflexiones adicionales y estudios complementarios.

2. Breves consideraciones sobre el modelo de justicia constitucional existente en El Salvador y su incidencia en las competencias de la Sala de lo ConstitucionalEn nuestro país, la Sala de lo Constitucional de la Corte

Suprema de Justicia, creación de la Constitución de 1983,

es el tribunal al que compete el control concentrado, ya

que según el artículo 183 de nuestra Ley Fundamental

es “…el único tribunal competente para declarar la

inconstitucionalidad de leyes, decretos y reglamentos, en su

forma y contenido, de un modo general y obligatorio…”. No

obstante ello, el modelo salvadoreño también presenta

contornos del modelo difuso, en la medida que de

conformidad con la parte inicial del artículo 149 y del

artículo 185, ambos de la Constitución, todos los jueces

de la República pueden declarar la inaplicabilidad de las

normas infraconstitucionales1. Sin embargo, la facultad

para expulsar del ordenamiento jurídico actos y normas

que vulneren la Constitución solo corresponde a la Sala de

lo Constitucional, según prescribe el art.183 Cn.

1 González Bonilla, Rodolfo, “Derecho Constitucional y Constitución” en DeLegibus, N°. 4, Departamento de Ciencias Jurídicas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, San Salvador, 2009, pp.96 y ss., quien también incluye el control difuso que puede realizarse en sede administrativa, de conformidad con el artículo 235 Cn. que manda a todo funcionario público a cumplir y hacer cumplir la Constitución y véase también Anaya Barraza, Salvador Enrique, “La justicia constitucional en El Salvador” en http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2894/15.pdf

Análisislegal e

institucional

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A las funciones de legislador negativo ejercidas por la

Sala de lo Constitucional, se suman las atribuciones

establecidas en el artículo 247 Cn. para conocer de los

procesos de amparo y de habeas corpus. El amparo es

potestad exclusiva de la Sala2, mientras que el habeas

corpus puede interponerse ante las cámaras de segunda

instancia en materia penal de la jurisdicción territorial del

demandado o ante la Sala de lo Constitucional3. Estos

tres procesos constitucionales encuentran su desarrollo

legislativo en la Ley de Procedimientos Constitucionales

de 1960, aunque la Sala también ostenta otras dos

competencias carentes de desarrollo legislativo: la

solución de controversias entre el Legislativo y el

Ejecutivo en los procesos de formación de la ley y los

procesos para resolver la pérdida de los derechos de

ciudadanía, previstos en los artículos 74 y 75 de la

Constitución4. En años recientes, se reformó la Ley de

Procedimientos Constitucionales para convertir a la Sala

en controlador del control difuso de constitucionalidad5.

Por nacer junto con la Constitución de 1983, la Sala de

lo Constitucional también cumplió 30 años, aunque en

la práctica, comenzó a funcionar hasta la primera mitad

de 1984. En estas tres décadas su labor de garante

de los derechos fundamentales de la población se ha

consolidado y más recientemente ha podido observarse

que ha emanado de la Sala, abundante jurisprudencia

proveída en procesos de inconstitucionalidad y amparo

ordenadora de la institucionalidad del Estado, como por

2 Ver Actas de la Asamblea Constituyente, Tomo VIII, sesión de discusión y aprobación del articulado relacionado con el Órgano Judicial en las que se establece que las demandas de amparo son de conocimiento exclusivo de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y Montecino Giralt, El Amparo en El Salvador, Sección de Publicaciones de la Corte Suprema de Justicia, 1ª edición, San Salvador, pp. 32-33 y 246.3 Ver arts. 11 y 247 de la Cn. y sentencia de habeas corpus 260-2013 del 18 de septiembre de 2013, en el cual la Sala delimitó la competencia para conocer de los habeas corpus a las cámaras de segunda instancia del domicilio del demandado. 4 Autores varios, “El Órgano Judicial (II): la jurisdicción constitucional” en El Estado y la Constitución Salvadoreña, coordinado por Cayetano Núñez Rivero, publicación de la Corte Suprema de Justicia, San Salvador, 2000, p.135.5 Ver artículos 77-A a 77-G añadidos a la Ley de Procedimientos Constitucionales mediante Decreto Legislativo N°. 45, del 6 de julio de 2006, D.O. N°. 143, Tomo N°. 372, del 7 de agosto de 2006.

ejemplo en los procesos que resolvieron las demandas

de inconstitucionalidad de las elecciones de dos

magistrados del Tribunal Supremo Electoral; de los 3

magistrados de la Corte de Cuentas de la República

y de dos generaciones de magistrados de la CSJ, así

como por la omisión en nombrar a los comisionados del

Instituto de Acceso a la Información Pública6.

En este estudio, se analizan algunos aspectos orgánicos

y procesales de la Sala de lo Constitucional que

requieren reforma o regulación, a efecto de proponer

medidas que puedan mejorar el funcionamiento de este

tribunal, a partir del modelo vigente en la Constitución

de 1983 y de los problemas, fallas, inconsistencias, vacíos

o contradicciones detectados a través de la casuística de

años recientes, como la falta de un reglamento interno

que regule el funcionamiento colegiado de la Sala de

lo Constitucional y la necesidad urgente de aprobar

una nueva Ley de Procedimientos Constitucionales.

Cabe precisar, que la falta de reglamento interno no

es exclusiva a la Sala de lo Constitucional, sino que es

un problema de las 4 Salas de la CSJ y en ese sentido,

algunas de las recomendaciones establecidas en este

estudio podrían hacerse extensivas a las otras 3 salas y

a la misma Corte Plena por tratarse de propuestas en su

mayoría dirigidas a resolver problemas comunes.

3. Aspectos orgánicosLa forma de elección, estructura orgánica y

funcionamiento de la Sala de lo Constitucional se

encuentra regulada por diversas disposiciones

constitucionales, entre las que resultan especialmente

relevantes los artículos 174 y 183, así como el art. 186

que regula el procedimiento genérico para la elección

6 Sentencias de inconstitucionalidad 7-2011 del 13 de mayo de 2011, 19-2012 y 23-2012 ambas del 5 de junio de 2012, 29-2012 del 9 de julio de 2012 y 49-2011 del 23 de enero de 2013 y sentencia de amparo 356-2012 del 17 de enero de 2014.

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EstudiosLegales

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de los magistrados de la CSJ. El art. 174 Cn. establece

que: “La Corte Suprema de Justicia tendrá una Sala de

lo Constitucional, a la cual corresponderá conocer y

resolver las demandas de inconstitucionalidad de las

leyes, decretos y reglamentos, los procesos de amparo,

el hábeas corpus, las controversias entre el Órgano

Legislativo y el Órgano Ejecutivo a que se refiere el Art.

138 y las causas mencionadas en la atribución 7 del Art.

182 de esta Constitución. La Sala de lo Constitucional

estará integrada por cinco Magistrados designados por

la Asamblea Legislativa. Su Presidente será elegido por

la misma en cada ocasión en que le corresponda elegir

Magistrados de la Corte Suprema de Justicia; el cual

será Presidente de la Corte Suprema de Justicia y del

Órgano Judicial”.

También existe regulación infraconstitucional tanto de

los aspectos orgánicos como de los procesales. La parte

orgánica se encuentra regulada en la Ley Orgánica

Judicial y el desarrollo legislativo de los procesos

constitucionales, podemos encontrarlo principalmente

en la Ley de Procedimientos Constitucionales. En

esta parte, se hará referencia a la regulación de los

aspectos relacionados con el nombramiento de

los magistrados de la Sala de lo Constitucional, su

mecanismo de integración, incluyendo llamamiento a

suplentes, jerarquía, régimen disciplinario y causales de

destitución, enfatizando especialmente los vacíos que

requieren un tratamiento urgente.

3.1. Naturaleza y ubicación jerárquica de la Sala de lo Constitucional en el ámbito jurisdiccional

La Sala de lo Constitucional es un ente jurisdiccional.

Independientemente de su denominación, es un

tribunal. El texto del art. 183 Cn. despeja cualquier

duda al respecto. Es especializado en razón de la

materia y no tiene superior jerárquico o en grado

de conocimiento, ya que conforme a esa misma

disposición, sus sentencias son irrecurribles. Es la

máxima autoridad judicial en materia constitucional y

por lo tanto tiene la última decisión en las materias de

su competencia7. Es el único tribunal del país que puede

declarar la inconstitucionalidad de normas y actos con

carácter general y obligatorio a través de los procesos de

inconstitucionalidad, el único que puede conocer de los

procesos de amparo y el máximo tribunal en materia de

habeas corpus. Es el garante de la Constitución y puede

expulsar del ordenamiento jurídico normas nacionales e

internacionales, ya que en nuestro ordenamiento, tanto

de su texto literal, como de sus documentos históricos,

se concluye, sin que pueda existir la menor duda, que la

Constitución prevalece sobre cualquier otra norma8.

Su ubicación dentro del mismo Órgano Judicial o su

denominación no deben llevar a equívocos. Estos dos

factores no inciden en un modo u otro en sus competencias

jurisdiccionales. En el cumplimiento de esta potestad

la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de

Justicia es tan autónoma como cualquier corte o

tribunal constitucional del mundo9. En los documentos

explicativos de su génesis como son las Actas de la Asamblea

Constituyente y el Informe Único de la Comisión de Estudio

de la Constitución de 1983, se advierte que los Constituyentes

optaron por un modelo que no cambiara drásticamente

7 Ver sentencias proveídas en los procesos de inconstitucionalidad 19-2012 y 23-2012 del 17 y 29 de agosto de 2012, respectivamente e inconstitucionalidad 41-2012 del 4 de diciembre de 2013.8 Arts. 149, 183 y 246, todos de la Cn. y Comisión de Estudio del Proyecto de Constitución, “Informe Único”, parte relativa a la Sala de lo Constitucional desarrollada en el Capítulo III: Órgano Judicial, del Título VI: Órganos de Gobierno, atribuciones y competencias, San Salvador, 22 de julio de 1983.9 Montecino Giralt, Manuel y Núñez Rivero, Cayetano, “La Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de la República de El Salvador: Concepto y composición” en Teoría y Realidad Constitucional, Universidad Nacional a Distancia, N°. 14, 2º semestre 2004, p. 381, donde sus autores mencionan que la Sala se configura como un tribunal con connotaciones y características perfectamente diferenciadas del resto de juzgados y tribunales del país y con un funcionamiento próximo al concepto de tribunal constitucional.

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el modelo tradicional, representado en ese momento

por un esquema dividido. La Sala de Amparos conocía

los juicios de amparo y la Corte en Pleno, los procesos de

inconstitucionalidad y habeas corpus10.

Esta situación quedó reflejada en la redacción del art. 183

Cn., el cual establece que la “Corte Suprema de Justicia,

por medio de la Sala de lo Constitucional, será el único

tribunal competente” para declarar la inconstitucionalidad

de las leyes, decretos y reglamentos de forma general

y obligatorio. La misma idea de crear un modelo no tan

alejado de formato existente puede deducirse del art. 182

Cn., el cual señala atribuciones de la Corte Plena, como

también de la Sala de lo Constitucional: Ej. Numerales 1 y 7.

Independientemente del modelo, formato, ubicación

y de su denominación, jurisdiccionalmente es

un tribunal autónomo, con la capacidad para

autorregularse en cuanto a su funcionamiento,

dentro de los límites constitucionales y legales. El art.

28 de la LOJ faculta a los presidentes de salas para que

decidan el orden de los casos, los días y horas de sesión,

distribuyan la carga de trabajo y administren al personal

a su cargo, entre otros. Al momento de resolver los casos

llevados a su conocimiento, es un tribunal independiente

y sus magistrados, gozan de todas las garantías de las

que gozan los funcionarios judiciales, además de una

protección constitucional especial en la medida que junto

con la Corte en Pleno, es el único tribunal configurado

constitucionalmente.

Sin embargo, el modelo establecido en la Constitución

no está libre de presentar dificultades debido a algunas

situaciones que se describen a continuación. La primera

10 Anaya Barraza, Salvador Enrique, “La Justicia Constitucional en El Salvador” en la obra colectiva La Jurisdicción Constitucional en Iberoamérica, Dykinson, Madrid, 1997, pp. 304 y 305.

tiene que ver con la integración de la Sala de lo

Constitucional en la CSJ. Por ser magistrados de dos

cortes a la vez -la Sala de lo Constitucional y la Corte

Plena- y por compartir algunas de las potestades

administrativas de la Corte Plena, como, por ejemplo,

en los casos de nombramientos de jueces, aplicación

del régimen disciplinario y la toma de decisiones

administrativas de la Corte en Pleno en general, los 5

magistrados de la Sala, junto a sus suplentes, pueden ser

a la vez autoridad demandada y/o entidad juzgadora,

en los casos en que la Sala tenga que controlar la

constitucionalidad de las actuaciones de la Corte

Plena11. En materia judicial, por ejemplo, la Sala de

lo Constitucional podría conocer en amparo de la

violación a derechos constitucionales en procesos de

casación de conocimiento de Corte Plena o en materia

administrativa, la Sala podría tener que controlar la

constitucionalidad de algunas decisiones o acuerdos

de la Corte en Pleno, como el acuerdo de despido de

algún empleado.

Hace algunos años, ocurrió uno de los conflictos más

emblemáticos de esta situación dual. En el proceso

de amparo 288-2008, admitido el 21 de diciembre de

2009 en contra del Acuerdo de Corte Plena número

233 BIS de fecha 09 de abril de 1996, en virtud del cual

se suspendió de su cargo a un empleado de la CSJ,

en el escrito de demanda, el peticionario solicitó a

los magistrados de la Sala de lo Constitucional que se

excusaran de conocer por ser integrantes de la autoridad

demanda. Sin embargo, 4 magistrados de la Sala

electos para 2009-2018, no consideraron procedente

excusarse en tanto el peticionante no había cumplido

11 Amparo 288-2008 admitido el 21 de diciembre de 2009, donde respecto de la petición de excusarse los magistrados de la Sala de lo Constitucional manifestaron que “Por tal motivo, se advierte que la aludida petición carece de los elementos mínimos para que este Tribunal pueda analizar su contenido y emitir un pronunciamiento orientado a atenderla; razón por la cual, no resulta procedente acceder a la misma y, en consecuencia, deberá declararse sin lugar”.

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EstudiosLegales

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con los elementos mínimos requeridos para dar trámite

a esta parte de su petición y porque no habían formado

parte de la autoridad demandada al momento del

acto reclamado. Los 4 magistrados de la Sala de lo

Constitucional fueron duramente criticados por esta

cuestionable decisión. La Sala también consideró que la

Corte en Pleno no podía conocer o tramitar la recusación

de sus magistrados por cuanto tenía calidad de autoridad

demanda en el proceso.

Esto generó una gran cantidad de incidentes procesales

y verdaderas dificultades para garantizar la correcta

integración de la Sala, que constan en la sentencia

definitiva del amparo 288-2008. El conflicto llegó hasta

el punto que hubo una denuncia por prevaricato y

desobediencia presentada por varios magistrados de

la Corte en Pleno en contra de los 4 magistrados de

la Sala de lo Constitucional que conocieron el caso. Al

final, si bien consta en la sentencia que el FGR consideró

que debieron apartarse del conocimiento del caso,

este mismo funcionario no consideró que existieran

indicios de delito, pero el caso incrementó el clima de

desconfianza que ya reinaba en la CSJ12. Por otra parte,

también se produjo una reforma al art. 12 de la LOJ, de

tal suerte que ahora es la misma Sala de lo Constitucional

quien conoce, tramita y resuelve los impedimentos de

sus 5 integrantes y los llamamientos a sus suplentes.

3.2. Naturaleza y ubicación jerárquica de la Sala de lo Constitucional en el ámbito administrativo

En el ámbito administrativo-financiero la Sala de lo

Constitucional carece de autonomía. Podrá tener

12 Puede consultarse Arauz, S. y Valencia, D. “Corte versus Corte” en http://www.elfaro.net/es/201002/noticias/1218/ o http://www.observatoriojudicial.org.sv/index.php?option=com_content&view=article&id=6317:fiscalia-no-admite-demanda-contra-magistrados-de-la-sala-de-lo-constitucional&catid=9:noticias-revelantes&Itemid=10

la capacidad de autorregularse y darse sus propias

reglas de funcionamiento administrativo en materia

jurisdiccional, limitadas a lo señalado por el art. 28 LOJ,

pero en aspectos administrativo-financieros depende de

la Corte Suprema de Justicia. Es uno de los 5 tribunales

que la integran y para la asignación de sus recursos,

contratación de personal, trámites de licencias y permisos

-por ejemplo- depende de la Presidencia de la Corte

Suprema de Justicia y de la Corte en Pleno13.

El art. 173 Cn. establece que la organización de la Corte

Suprema de Justicia estará determinada por ley, así

como su división en salas. El art. 174 Cn. crea la Sala de

lo Constitucional, mientras que el inciso primero del art.

4 LOJ desarrolla su integración concreta, estableciendo

la existencia de las Salas de lo Civil, Penal y Contencioso

Administrativo. En materia presupuestaria, la Sala de lo

Constitucional depende del monto global asignado al

Órgano Judicial, establecido en el inciso final del art. 172

Cn. y de la distribución exacta que acuerde Corte Plena,

de conformidad con el art. 51 LOJ.

Para su funcionamiento, depende de los recursos

asignados al Órgano Judicial. Para la contratación

de su personal jurídico y administrativo, depende

de número de plazas asignadas en ley de salarios o

de los contratos que el Presidente autorice celebrar.

Para nombrar a su personal, removerlo, otorgarle

licencias, autorizar ascensos, aumentos, capacitaciones,

misiones oficiales y demás, depende de la Presidencia

de la CSJ, que también es Presidente de la Sala de lo

Constitucional. Para adquirir computadoras, escritorios

y demás herramientas de trabajo, depende de los

procedimientos de contrataciones y adquisiciones

aplicables a la Administración Pública, cuya instrucción

13 Anaya Barraza, Salvador Enrique, cit., p.312.

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corresponde generalmente a la Presidencia de la

institución o a su delegado.

De conformidad con el art. 27 de la LOJ, los 5 integrantes

de las Sala de lo Constitucional dependen del Presidente

de la CSJ y de la Corte Plena. Deben solicitar sus licencias

y permisos a la Presidencia de la CSJ, al igual que los

magistrados de las demás salas. Los recursos concretos

que se asignen para el cumplimiento de sus funciones,

tanto materiales, como personales, dependen de las

decisiones de esta instancia.

Esta dependencia jerárquica natural en cualquier

institución, puede dar lugar a conflictos de interés o

problemas prácticos. La Sala de lo Constitucional es un

tribunal con la potestad para conocer de casos en los

que se controle la constitucionalidad de actuaciones

de la Corte en Pleno o cualquiera de sus magistrados,

incluyendo al Presidente de la CSJ, pero en lo

administrativo es una dependencia de la Corte Suprema

de Justicia, jerárquicamente supeditada a la Presidencia.

Con relación a las asignaciones presupuestarias, en

situaciones de crisis o confrontación entre la Sala y la

Asamblea Legislativa, el presupuesto del Órgano Judicial

hubiera podido ser restringido si el Constituyente de

forma precautoria no le hubiera asignado un porcentaje

mínimo del presupuesto general de la nación, del

cual también se beneficia la Sala de lo Constitucional.

Actualmente, la Asamblea Legislativa no puede reducir

el presupuesto del Órgano Judicial a menos del 6%

del presupuesto general de la nación, con lo que se

ha limitado el alcance de la presión que la Asamblea

Legislativa puede tener en los magistrados de la CSJ a

través de restricciones presupuestarias. Sin embargo,

bajo el régimen constitucional actual, si bien está

protegida de las limitaciones que pudieran provenir de

la Asamblea Legislativa, no lo está de las limitaciones

presupuestarias que pudieran originarse en los conflictos

con la Corte en Pleno o con la Presidencia de la CSJ, tal

como se describe anteriormente.

3.3. Estatuto de los Magistrados de la Sala de lo Constitucional

3.3.1 Nombramiento

Los magistrados de la Sala de lo Constitucional son los

únicos que la Constitución asigna específicamente a

un tribunal. Según prescriben los artículos 131, núm.

19 Cn. e inciso segundo del art. 174 Cn., son electos

por la Asamblea Legislativa para integrar la Sala de lo

Constitucional, por mayoría calificada para un período

de 9 años (art. 186 Cn.), con posibilidad de reelección.

De conformidad con el art. 176 Cn., deben ostentar los

mismos requisitos que los demás magistrados de la CSJ:

• ser salvadoreño por nacimiento

• ser mayor de 40 años

• ser abogado de la República

• demostrar moralidad y competencia notorias

• haber ejercicio una judicatura de segunda instancia

por 6 años, o una judicatura de primera instancia por

9 años o haber obtenido la autorización para ejercer

la abogacía por lo menos desde hace 10 años

• estar en el goce de los derechos ciudadanos y

haberlo estado en los 6 años anteriores

Para dar cumplimiento al requisito de competencia

notoria, lo más apropiado sería nombrar a personas

Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

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EstudiosLegales

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con demostrados conocimientos en derecho

constitucional, por medio de estudios académicos

especializados, experiencia laboral o publicaciones

en la materia. Para integrar esta Sala de la CSJ, lo

idóneo sería nombrar a personas que tengan un

posgrado universitario en derecho constitucional y que

se dediquen o se hayan dedicado recientemente a la

enseñanza o estudio de esta rama del derecho para

acreditar los conocimientos técnicos requeridos para ser

juez constitucional, ya que tal como se ha establecido

en la jurisprudencia constitucional sobre elecciones de

segundo grado, la idoneidad de los candidatos debe

verificarse según los requerimientos de cada cargo14.

Las magistraturas en esta Sala se han convertido

en las más codiciadas por los aspirantes a

magistrado de la CSJ, puesto que estamos en

presencia de un tribunal con la capacidad de

incidir considerablemente en la organización y

funcionamiento de la institucionalidad democrática

y en la tutela de los derechos fundamentales de la

población, pero también porque de conformidad con el

art. 174 Cn., inciso 2º, el Presidente de la CSJ y del Órgano

Judicial se elige entre los magistrados de la Sala de lo

Constitucional. El cargo con mayor jerarquía y facultades

administrativas de todo el Órgano Judicial se asigna a

uno de los magistrados de la Sala quien también funge

como su Presidente, por lo que de las 15 magistraturas

de la CSJ, este es el nombramiento respecto del cual las

exigencias deberían ser mayores, pero que en la práctica

es el que más tiende a politizarse.

No obstante ello, además de todos los requisitos

cuantificables objetivamente, como profesión y edad,

así como los que deben ser dotados de contenidos,

14 Sentencia de inconstitucionalidad 49-2011 del 23 de enero de 2013.

como competencia y moralidad notoria, el rasgo más

valioso que deben poseer los candidatos a la máxima

magistratura es una independencia real y formal de

todo grupo de interés.

3.3.1.1 Requisitos de los candidatos para Magistrado

de la Sala de lo Constitucional

Algunos de los requisitos mencionados en la

Constitución son muy concretos y no requieren

mayor análisis, como en el caso de la nacionalidad,

profesión y exigencia de experiencia profesional o de

los derechos de ciudadano. Otros, sí requieren algunas

consideraciones por cuanto no suscitan consenso.

Indiscutiblemente, más que un posgrado o cierto

número de años de ejercicio, por mencionar algunos, lo

fundamental para este cargo es la independencia real

de la persona. Este es el atributo más preciado que debe

poseer y demostrar un candidato a magistrado.

En primer lugar, con relación a la edad establecida por la

Constitución, algunos juristas nacionales de reconocida

trayectoria y experiencia en la CSJ, consideran que

este requisito debería revisarse, ya que 40 años, puede

ser un poco joven para ocupar un cargo en uno de las

más altas magistraturas del país y un cargo, que tal

como los últimos años han demostrado, tiene mucho

impacto para fijar el rumbo del país15. No es tanto la falta

de experiencia o madurez para el cargo lo que puede

preocupar, cuanto la incidencia que la edad pueda

tener en la independencia real del magistrado. En las

discusiones de la Asamblea Constituyente consta que se

dejó la edad de 40 años, con el propósito de dejar abierta

la posibilidad de combinar en la CSJ magistrados de edad

15 Asamblea Constituyente, Versión Taquigráfica, Tomo VIII, p. 115, sesión del 15 de noviembre de 1983, donde quedó consignado que “La composición de la Sala de lo Constitucional puede ser determinante para fijar el futuro del rumbo del progreso en el cumplimiento de las disposiciones programáticas de la Constitución”.

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más avanzada y “espíritu reposado” con personas más

jóvenes, pero talentosas16.

Lo ideal para promover mayor independencia de

los magistrados de la CSJ, y entre ellos de la Sala de

lo Constitucional, es que se nombre a personas que

se encuentren en rangos de edad que les permitan

aportar los conocimientos y experiencias adquiridos

luego de una larga y sólida trayectoria profesional,

así como a personas que al llegar a la CSJ puedan

desempeñarse libres de la preocupación por intentar

garantizarse un buen empleo al concluir los 9 años que

dura esta magistratura. En igualdad de condiciones, y

reconociendo que la independencia es esencialmente

un atributo íntimo de las personas, un abogado que

llegue muy joven a ocupar un cargo de magistrado

puede sentirse más inclinado a tratar de quedar bien

con mucha gente durante su cargo, para asegurarse su

elección en otros cargos públicos al finalizar su periodo,

una reelección en la CSJ o un buen empleo en el sector

privado17, que una persona que llega a la CSJ en una

etapa más consolidada de su carrera profesional y

muchas veces próxima a la edad de jubilación.

Con relación a la competencia notoria, además de todo

lo expresado el Análisis Legal N°. 165 de FUSADES18,

para la elección de los Magistrados de la Sala de

lo Constitucional es necesario agregar algunas

consideraciones, ya que es importante que las

5 personas que se nombran en este tribunal

posean conocimiento técnicos especializados en

materia constitucional para resolver los casos

sometidos a su conocimiento. En el “Informe Único”

16 Íbidem17 Entrevista realizada en el marco de este estudio en el mes de mayo 2014, con el Dr. René Fortín Magaña, exmagistrado de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la CSJ, para el período 1997-2006. Sobre la inconveniencia de reelección en la CSJ, ver Montecino Giralt, Manuel y Núñez Rivero, Cayetano, cit., p. 373.18 FUSADES, “Reforma del proceso de elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia”, Análisis Legal e Institucional N°. 165, septiembre 2014.

de la Comisión de Estudio de Proyecto de Constitución

conocida como Exposición de Motivos de la Constitución

de 1983, quedaron expresamente consignadas estas

preocupaciones19. Al referirse a la Sala de lo Constitucional,

los constituyentes afirmaron que se trata de una

jurisdicción que tiene una naturaleza muy especial

en la medida que se trata de una “justicia que reúne

caracteres de orden político, no de política partidista, sino

de aquella que se refiere a la interpretación de normas

constitucionales que son normas políticas”, por lo que

insisten en que los magistrados de este tribunal deben

ser personas especialistas en esta materia. No basta ser

abogado de la República y tener los años de ejercicio

profesional que menciona el artículo 176 Cn. La idoneidad

para ser magistrado de la Sala de lo Constitucional implica

conocimientos y/o experiencia previa de trabajo en esta

rama del derecho.

3.3.1.2 Requisitos del procedimiento del nombramiento

de los Magistrados de la Sala de lo Constitucional

Además de los requisitos que deben demostrar los

candidatos, también es necesario referirnos a algunas

condiciones que deben observarse respecto del

procedimiento. En el proceso de inconstitucionalidad

19-2012, la Sala delimitó el origen de sus integrantes

al manifestar que las vacantes que se originen por la

terminación del plazo, por renuncia, muerte u otras

causales, no pueden ser suplidas con magistrados de otras

salas respecto de los cuales ya no existe postulación. En

la sentencia definitiva proveída en este proceso, la Sala

expresó que “...debido al procedimiento singular para la

elección de los miembros de la Sala de lo Constitucional,

no es posible que la misma sea integrada con Magistrados

de otras Salas de la CSJ. Esto es así, ya que, por un lado –y

19 Comisión de Estudio del Proyecto de Constitución, “Informe Único”, parte relativa a la Sala de lo Constitucional desarrollada en el Capítulo III: Órgano Judicial, del Título VI: Órganos de Gobierno, atribuciones y competencias, San Salvador, 22 de julio de 1983.

Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

Page 9: Estudios sobre el Fortalecimiento de la Justicia 2014 Parte III Modernización del funcionamiento de la  Sala de lo Constitucional

EstudiosLegales

9

como se dijo anteriormente–, los Magistrados de la Sala

de lo Constitucional deben ser electos de la lista que el CNJ

envía a la Asamblea Legislativa; y, por otro, los movimientos

de Magistrados entre las restantes Salas de la CSJ es una

competencia que solo incumbe al Pleno de la Corte, de

conformidad con el art. 4 inc. 2° LOJ”.

La jurisprudencia constitucional ha aclarado

contundentemente que los magistrados de la Sala de

lo Constitucional solo pueden elegirse cada vez que

concluye sus 9 años un magistrado saliente o cuando

uno de ellos deba retirarse anticipadamente por muerte,

renuncia o destitución legal20. Las candidaturas válidas

solo son aquellas que provienen del listado elaborado

por el CNJ cada 3 años, ya que solo respecto de estas

personas puede entenderse que concurre la exigencia

de postulación21. El incumplimiento de este requisito

ha dado lugar a distorsiones en el sistema de renovación

escalonada que se creó con las reformas a la Constitución

de 1991, ya que en 2003 y 2006 se recurrió erróneamente

a suplir algunas vacantes de la Sala de lo Constitucional

con traslados de magistrados electos en años anteriores

en la CSJ y pertenecientes a otras salas22. Eso provocó que

en 2009, de los 5 magistrados que debían renovarse, 4

pertenecieran por primera vez a la Sala de lo Constitucional.

A partir de esa elección, cada 9 años deberá procederse a la

renovación casi completa de este tribunal, ya que concluyen

simultáneamente su periodo 4 de los 5 magistrados que

la integran, tal como ocurrirá en 2018, salvo que se diseñe

un mecanismo conforme a la Constitución que permita

restablecer la elección escalona de esta Sala.

20 Inconstitucionalidad 19-2012 del 5 de junio de 2012.21 FUSADES, Instituto de Investigación Jurídica de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas e Instituto de Investigación Jurídica de la Universidad Dr. José Matías Delgado, Estudio del proceso de selección de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, 1ª edición, Antiguo Cuscatlán, junio de 2011, p. 14.22 El 19 de junio de 2003, mediante D.L. N°. 39, la Asamblea Legislativa trasladó a Victoria Marina de Avilés y Mauricio Clará, electos en la CSJ en 2000 y asignados a la Salas de lo Civil y Contencioso Administrativo respectivamente. El 30 de abril de 2006, mediante D.L. N°. 1041, se trasladó a Néstor Castaneda, electo en la CSJ en 2003 y asignado en la Sala de lo Penal.

Esta situación que cambia el diseño previsto por el

Constituyente, complica el proceso de elección y vulnera

completamente el espíritu de la Constitución, puesto

que impide que la renovación escalonada sirva como

mecanismo de aprendizaje de los magistrados entrantes,

preserve cierta continuidad de la jurisprudencia y refleje

la renovación de la correlación de fuerzas en la Asamblea

Legislativa, además de aumentar el riesgo de politización

del tribunal, ya que favorece el histórico reparto partidario

de las magistraturas de la CSJ que tanto daño ha causado23.

La renovación parcial de 1 o 2 magistrados de la Sala de lo

Constitucional cada 3 años, impone acuerdos en el pleno

legislativo para obtener los 56 votos necesarios, ya que

no permite que las fuerzas políticas mayoritarias puedan

nombrar a “su magistrado” en el tribunal constitucional

cada 9 años. La renovación simultánea de 4 magistrados de

esta Sala es más propicia a este tipo de repartos.

Lo anterior es causa de mucha y fundada preocupación.

En 2018 termina el periodo de 4 de los 5 magistrados

electos en 2009 en la Sala de lo Constitucional, lo cual

para efectos prácticos equivale a una renovación total,

ya que en los procesos constitucionales las decisiones

se toman por 3 y 4 votos, conforme lo establece el

inciso 1º del art. 14 de la LOJ. Si antes de junio de

2018, no se encuentra un mecanismo viable para

solucionar esta distorsión en el proceso de renovación

parcial de este tribunal, cada 9 años, la elección de

la CSJ se convertirá en la elección de la Sala de lo

Constitucional, con los riesgos de reparto de cuotas

partidarias que se señalan en los párrafos anteriores

y con las consecuencias negativas que la captura

de la Sala de lo Constitucional por el poder político

implica para el funcionamiento del sistema de frenos y

contrapesos que un Estado de derecho supone.

23 Montecino Giralt, Manuel y Núñez Rivero, Cayetano, cit., pp. 372-373.

Page 10: Estudios sobre el Fortalecimiento de la Justicia 2014 Parte III Modernización del funcionamiento de la  Sala de lo Constitucional

10

3.3.2 Estabilidad en el cargo de los Magistrados

Los magistrados de la Sala de lo Constitucional

gozan de la misma estabilidad en el cargo que todos

los magistrados de la CSJ, durante los 9 años de su

nombramiento, con la diferencia que su designación

inicial para integrar la Sala de lo Constitucional no

puede ser alterada por la Asamblea Legislativa, ni por

la Corte en Pleno. La estabilidad en el cargo de los

magistrados de la Sala de lo Constitucional tiene una

doble dimensión: temporal y funcional. Es decir que

no pueden ser removidos por los 9 años que dura su

mandato constitucional, ni pueden ser trasladados a

otra Sala de la CSJ, como sí pueden serlo los otros 10

magistrados de la CSJ.

A principios de abril de 2012, FUSADES se pronunció

sobre este tema, anticipándose a la elección de la CSJ

que debía realizarse ese año, en virtud de las tensiones

que existían en ese momento entre los diputados de

la Asamblea Legislativa y los magistrados de la Sala.

Luego del fallido intento por restringir la independencia

del tribunal a través del Decreto Legislativo N. 743 de

2010, era previsible que la Asamblea Legislativa realizará

nuevos intentos por modificar la capacidad resolutiva de

la Sala de lo Constitucional. En la Posición Institucional

denominada “Prohibición de Traslados de Magistrados

de la Sala de lo Constitucional”24, FUSADES manifestó

que atendiendo a una interpretación sistemática del

articulado constitucional aplicable a la elección de los

magistrados de la Sala de lo Constitucional, es posible

concluir que estos funcionarios gozan de inamovilidad

durante los 9 años de su elección. 24 FUSADES, Prohibición de traslados de magistrados de la Sala de lo Constitucional, Posición Institucional N°. 53, Abril 2012, Departamento de Estudios Legales, Antiguo Cuscatlán en http://www.fusades.org/index.php?option=com_jdownloads&Itemid=126&view=finish&cid=663&catid=13&lang=es

A finales de ese mismo mes, durante la elección de la CSJ

para 2012-2021, la Asamblea Legislativa intentó trasladar

al Dr. Belarmino Jaime nombrado en 2009 en la Sala de

lo Constitucional, hacia otra Sala de la CSJ. Sin embargo,

la Sala de lo Constitucional interpretó el art. 174 junto

con el 186, ambos de la Constitución manifestando que

“…según una interpretación unitaria y concordante

de la Constitución, los Magistrados de la Sala de lo

Constitucional son designados única y directamente por

la Asamblea Legislativa para el período de nueve años

consecutivos, con el fin de darle cumplimiento al mandato

de los arts. 174 inc. 2° y 186 inc. 2° Cn. Ello produce una

inevitable consecuencia: la prohibición constitucional

de que los Magistrados de la Sala de lo Constitucional

sean trasladados a otras Salas de la CSJ mientras no haya

finalizado el período de su elección, pues sus integrantes

han sido designados de forma directa y expresa por la

Asamblea Legislativa…” (Sentencia definitiva en el

proceso de inconstitucionalidad 19-2012 del 12 de junio

de 2012).

Una vez electos en la Sala de lo Constitucional,

la situación jurídico-laboral de los magistrados

no puede modificarse salvo por causales legales

previamente establecidas. La estabilidad laboral

para estos jueces de la República implica su

permanencia en el mismo tribunal por los 9 años que

dura el cargo. Esta garantía resulta de mucha relevancia

para asegurar la independencia los integrantes del

tribunal, ya que al margen del impacto que tengan sus

fallos en la clase política, su situación laboral no puede ni

debe ser alterada en cada oportunidad que corresponda

elegir magistrados de la CSJ, sino que únicamente al

finalizar el periodo de 9 años o por las causales legales

constitutivas de terminación del cargo. Dicha garantía

está diseñada para eliminar del ánimo del Juez la

Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

Page 11: Estudios sobre el Fortalecimiento de la Justicia 2014 Parte III Modernización del funcionamiento de la  Sala de lo Constitucional

EstudiosLegales

11

preocupación por intentar complacer al poder político

de turno y para promover una verdadera administración

de justicia independiente.

Cabe precisar que si bien los magistrado de la CSJ son

electos por el periodo más largo de todos los demás

funcionarios de elección popular -Fiscal General de la

República, Magistrados del Tribunal Supremo Electoral

o Corte de Cuentas, entre otros- en la realidad son los

jueces con menor estabilidad en el cargo, desde la

perspectiva del plazo, ya que los magistrados de segunda

instancia, jueces de primera instancia y jueces de paz

del país, ingresan a la carrera judicial de forma vitalicia.

No existe un plazo máximo para su nombramiento y

no pueden ser removidos salvo por causas legales. Una

vez nombrados, los jueces pueden permanecer en su

cargo para el resto de su vida laboral, ser trasladados y/o

ascendidos, pero no hay plazo para su nombramiento,

por lo que el mismo debe entenderse vitalicio.

En comparación con los demás jueces del país, los

magistrados de la CSJ son los funcionarios judiciales

con el plazo más breve de nombramiento, salvo en los

casos de los jueces de carrera quienes luego de concluir

su periodo en esa u otra Sala de la CSJ, pueden regresar

a sus anteriores cargos judiciales y seguir integrando

la carrera judicial. En los documentos históricos de la

Constitución de 1983, consta que al redactar el articulado

relacionado con los magistrados de la CSJ, existió la

intención de nombrarlos de forma vitalicia o hasta

alcanzar los 70 años para evitar que la posibilidad de

reelección periódica terminara creando incentivos para el

intercambio de favores entre magistrados de la CSJ y los

partidos políticos25.

25 Comisión de Estudio del Proyecto de Constitución, parte relativa a la Sala de lo Constitucional desarrollada en el Capítulo III: Órgano Judicial, del Título VI: Órganos de Gobierno, atribuciones y competencias, San Salvador, 22 de julio de 1983, ver apartado denominado “La carrera judicial y la estabilidad de los funcionarios”.

El inciso primero del art. 183 del Proyecto de Constitución

literalmente establecía: “Los Magistrados de la Corte

Suprema de Justicia, permanecerán en el ejercicio de sus

cargo hasta la edad de los setenta años y serán inamovibles

mientras observen conducta e idoneidad propia de su

función”. Durante los debates previos a la aprobación

del texto final, los diputados de la comisión redactora de

proyecto de Constitución reconocieron que si bien esta

disposición hubiera dotado de una gran estabilidad e

inamovilidad a los magistrados de la CSJ, la misma fue

duramente criticada por el gremio de abogados y por la

misma CSJ, por lo que se optó por establecer un plazo

más flexible, inicialmente de 5 años y luego de 926.

Actualmente, el plazo de 9 años parece adecuado, siendo

lo importante que se respete la estabilidad en el cargo

de todos los magistrados y especialmente de los que

son nombrados en la Sala de lo Constitucional al inicio

del periodo, ya que tal como se ha apuntado, se les

nombra en dicha Sala durante los 9 años completos y

no pueden estar sujetos a cambios hacia otras salas en

los periodos de renovación de la CSJ cada 3 años, sino

que exclusivamente cuando se produzca una vacante

en esa Sala por cualquiera de las causas legalmente

establecidas.

Para finalizar, cabe agregar que estabilidad en el

cargo también implica que los magistrados puedan

desempeñarse libres de atentados a su independencia y

de intentos ilegítimos de remoción, denuncias maliciosas

y cualquier tipo de actuaciones que persigan su

separación del cargo, por inconformidades o reacciones

adversas a sus resoluciones, tal como se describe con más

detalle en el apartado 2.3.4 de este estudio.

26 Asamblea Constituyente, Versión Taquigráfica de las discusiones, Tomo VIII, pp. 134 y ss., sesión del 15 de noviembre de 1983.

Page 12: Estudios sobre el Fortalecimiento de la Justicia 2014 Parte III Modernización del funcionamiento de la  Sala de lo Constitucional

12

3.3.3. Suplencias

El régimen de suplencias permite integrar el tribunal

ante la ausencia o inhabilitación de uno o varios

magistrados propietarios para garantizar su normal

funcionamiento. El régimen actual de suplencias

de la Sala de lo Constitucional presenta varios

problemas que pueden resumirse en dos aspectos:

1º) No existe regulación sobre el orden de

llamamiento de los suplentes del tribunal y 2º) los

cambios introducidos en la normativa a través de

reformas legales y de jurisprudencia de la Sala de

lo Constitucional han dejado sin mecanismo para

integrar el tribunal cuando todos sus propietarios y

suplentes son demandados.

La falta de normativa sobre el orden de llamamiento

a los suplentes de la Sala de lo Constitucional ha sido

objeto de serias críticas por parte del sector académico,

ya que la regulación actual habilita un sistema de

llamamientos cuya incertidumbre puede violentar la

garantía del juez natural o servir a distintos intereses a

la hora de integrar el tribunal constitucional. Tal como

está regulado, aun después de las reformas de 2011 al

art. 12 de la Ley Orgánica Judicial27, algunos estudios

indican que la regulación de las suplencias en la Sala

de lo Constitucional, genera incertidumbre puesto que

no establece un sistema ordenado de llamamientos y

no permite conocer con antelación quién será llamado

en caso de que uno de los magistrados propietarios sea

separado del conocimiento del caso.

Por una parte, el sistema actual genera incertidumbre,

porque permite que los demás magistrados propietarios

27 D.L. N°. 798, del 27 de julio de 2011, D.O. N°. 152, Tomo N°. 392, del 18 de agosto de 2011.

de la Sala de lo Constitucional llamen a cualquiera de los 5

suplentes para integrar el tribunal y, por otra, deja abierta

la vía para la manipulación de los llamamientos con la

finalidad de orientar un caso en determinado sentido. No

existe un criterio objetivo legalmente preestablecido para

fijar el orden de los llamamientos. La falta de regulación

de este aspecto también puede dar lugar a la violación de

la garantía del juez natural o legal, establecido en el art. 15

de la Constitución, la cual establece que la composición del

órgano juzgador debe estar legalmente preestablecida28.

Por los motivos anteriores, este es un aspecto que merece

la debida atención por parte del legislador y que debería

ser corregido con toda brevedad. Una solución propuesta

en el marco de este estudio y que recomendamos sea

considerada, es el llamamiento para integrar el tribunal

por orden de antigüedad de los suplentes, uno a uno,

hasta completar el círculo, para eliminar ámbitos de

discrecionalidad en un aspecto tan importante29.

También han existido casos discutibles en suplencias

individuales. Por ejemplo, en el proceso de

inconstitucionalidad 77/97-2013, que decidió la

inconstitucionalidad del ex Presidente de la CSJ, Salomón

Padilla, se integró el tribunal con la suplente Sonia Dinorah

Barillas de Segovia a pesar que ella intentó excusarse,

puesto que existía un informativo disciplinario abierto por el

licenciado Padilla para investigar su conducta profesional. En

la sentencia definitiva del 14 de octubre de 2013, los demás

magistrados de la Sala declararon improcedente la excusa e

integraron tribunal con la licenciada Barillas de Segovia30.

28 Montecino Giralt, Manuel y Núñez Rivero, Cayetano, cit., pp. 363 y 364.29 Entrevista realizada en el mes de mayo de 2014, con el abogado constitucionalista, Dr. Salvador Enrique Anaya Barraza.30 Inc. 77/97-2013 del 14 de octubre de 2012, “Por escrito de fecha 22-VIII-2013, la Magistrada suplente de esta Sala, Sonia Barillas de Segovia, solicitó abstenerse de conocer del presente caso, en virtud de haberse abierto expediente disciplinario en su contra por el Presidente de la CSJ. Por auto de fecha 11-X-2013, esta Sala rechazó tal petición de abstención, por considerarla improcedente, por lo cual dicha Magistrada también integra este tribunal para conocer del presente caso”.

Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

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EstudiosLegales

13

Las dificultades que presentan las suplencias, no terminan

con la problemática descrita en los párrafos anterior. Con

relación a la segunda problemática, el artículo 12 de la Ley

Orgánica Judicial establecía anteriormente un mecanismo

para integrar a la Sala de lo Constitucional con magistrados

de otras salas de la Corte Suprema de Justicia para

garantizar la conformación y funcionamiento permanente

de este tribunal. Sin embargo, luego de una serie de

reformas se eliminó esta posibilidad y se estableció que el

llamamiento a los suplentes de la Sala, debía hacerlo ella

misma. Esto protegió al tribunal de eventuales injerencias

indebidas al permitirle hacer por sí misma los llamamientos,

conocer de las excusas y recusaciones, pero cerró la vía

para integrar al tribunal en casos de impedimento de sus 5

propietarios y suplentes.

Entre 2012 y 2013 la Sala dio trámite a un par de procesos

que pusieron en evidencia la necesidad de regular de

forma más detallada la sustitución de los magistrados

de la Sala de lo Constitucional cuando todos los

integrantes del tribunal son demandados. En el proceso de

inconstitucionalidad 32-2012, miembros de un sindicato

judicial impugnaron el nombramiento de los 4 magistrados

electos en esa Sala para 2009-2018 y sus suplentes. En ese

caso, la Sala de lo Constitucional declaró improcedente

la demanda, puesto que se confrontó con la imposibilidad

de conocer el fondo de la pretensión, pero también para

integrar el tribunal. Al no existir una forma para llamar a

personas distintas a los Magistrados que señala el art. 174

Cn., cuando todos sus integrantes son demandados, no

existe nadie más que pueda conocer del caso. En 2013, en

el proceso de inconstitucionalidad 41-2012, la Sala conoció y

se pronunció sobre la inconstitucionalidad de una comisión

investigadora creada en la Asamblea Legislativa para revisar

el nombramiento de 4 de sus magistrados propietarios y

suplentes, a pesar de tener interés en el proceso.

Estas actuaciones de la Sala de lo Constitucional resultan

discutibles por esencialmente dos factores: En primer

lugar, su imparcialidad para conocer casos en los que

el mismo ente demandado es el que resuelve sobre

la imposibilidad de juzgar a sus integrantes o sobre la

inconstitucionalidad de una comisión que investiga

la legalidad de sus nombramientos, es cuando menos

cuestionable. En segundo lugar, el primero de los

pronunciamientos genera una zona exenta de control,

contradictoria con los postulados en los que se asientan

las democracias modernas y la misma jurisprudencia que

ha acuñado con vehemencia la Sala de lo Constitucional.

Las posibles soluciones son variadas, pero no son fáciles,

ya que es importante buscar un punto de equilibrio que

permita reducir las zonas inmunes de control, sin abrir la

vía para que se afecte indebidamente la independencia

y la estabilidad de los miembros del tribunal, ya que la

experiencia reciente ha demostrado que han existido

varios intentos por afectar tanto la independencia, como

la estabilidad en el cargo de los magistrados de la Sala de

lo Constitucional por parte del poder político ante ciertos

fallos polémicos31.

La discusión podría centrarse en la posibilidad de

integrar la Sala con conjueces específicos para ese

tribunal, tal como prevé el artículo 12 de la Ley

Orgánica Judicial reformado. La nueva regulación

debería ser detallada a efectos de establecer

previamente las reglas, condiciones y personas que

31 A título de ejemplo, en 2010, se aprobó el Decreto Legislativo 743 por medio del cual se modificaron las mayorías para resolver los procesos constitucionales; en 2011, se pidió al Fiscal General de la República que iniciaría un proceso de antejuicio contra los Magistrados de la Sala de lo Constitucional y ante la decisión del FGR de no iniciar el proceso, se modificó el RIAL para eliminar la participación el FGR en el antejuicio; en 2012, se creó una Comisión especial de investigación para examinar la legalidad de la elección de los magistrados de la CSJ 2009 en la Asamblea Legislativa; y también en 2012, se acudió ante la Corte Centroamericana de Justicia para que revisara dos sentencias de la Sala de lo Constitucional, cuando en nuestro ordenamiento jurídico, la última palabra en materia constitucional la tiene esta Sala.

Page 14: Estudios sobre el Fortalecimiento de la Justicia 2014 Parte III Modernización del funcionamiento de la  Sala de lo Constitucional

14

pueden ser llamadas a integrar la Sala. Se podría

optar por la conformación previa de un listado de

abogados que cumplan todos los requisitos que la

Constitución establece para ser magistrado de la

Sala de lo Constitucional, que no incurran en una

incompatibilidad o inhabilidad -similar a lo que se hace

en el Poder General Judicial Español para integrar Salas

del Supremo y del Tribunal Constitucional Español32 o

similar a la solución adoptada por la Corte Constitucional

de Colombia donde se recurre a los conjueces cuando

para determinadas decisiones del Tribunal Supremo no

se logran lo votos calificados requeridos33.

En El Salvador, el art. 174 de la Cn. se establece que

la Sala de lo Constitucional estará integrada por 5

magistrados y que los mismos serán nombrados por la

Asamblea Legislativa, sin hacer mención de los suplentes.

El artículo 131, numeral 19 de la Constitución señala

que es competencia de la Asamblea Legislativa elegir a

los magistrados de la CSJ, así como a otros funcionarios

de segundo grado, sin hacer distinción entre titulares

y suplentes. La figura del suplente es creación del

legislador secundario. El art. 11 de la LOJ establece

que la Corte Suprema de Justicia tendrá magistrados

suplentes en número igual al de los magistrados

propietarios, y serán elegidos por la Asamblea

Legislativa. Cinco suplentes exclusivamente para la Sala

de lo Constitucional y los demás para completar los 15

magistrados de la CSJ, pudiendo suplir indistintamente

a cualquiera de los propietarios de las otras salas del

tribunal. Esta disposición también establece que los

suplentes deberán tener los mismos requisitos y mismos

impedimentos que los magistrados propietarios, salvo

32 Ley Orgánica del Poder General Judicial española, 6/1885 del 1 de julio, artículos 186 y siguientes que regulan el modo de constituirse de los juzgados y tribunales.33 Corte Constitucional de Colombia, Reglamento de la Corte Constitucional del 15 de octubre de 1992. Para casos concretos ver, http://www.eluniversal.com.co/cartagena/nacional/conjueces-definiran-demanda-sobre-altas-pensiones-congresistas-113059

si hubieren sido llamados para conocer exclusivamente en

uno o varios asuntos determinados.

En el Boletín de Estudios Legales de diciembre 2013,

planteábamos la posibilidad de regular la figura del

magistrado-conjuez en la Ley Orgánica Judicial o en la

nueva Ley Procesal Constitucional que tanto urge aprobar34,

que también implicaría una modificación del precedente

establecido en el proceso de inconstitucionalidad 32-2012,

del 5 de junio de 2012, y la posibilidad de realizar una

interpretación conforme a la Constitución de la figura del

magistrado-conjuez para la Sala de lo Constitucional35.

Sin embargo, en el curso de este estudio, surgieron algunas

opiniones disonantes con esta postura, que consideran que

la creación de figuras como conjueces requeriría de una

reforma constitucional de los numerales 19 y 38 del art.

131 Cn., y posiblemente del 174 y 186 Cn. también, ya que

bajo la regulación actual, la Asamblea Legislativa puede

nombrar a los Magistrados titulares y a sus suplentes, pero

no a otras figuras, como los conjueces36. Esta postura nos

ha parecido más razonable y conforme con la Constitución,

por lo que en una actualización de nuestra propuesta

anterior, nos decantamos por recomendar la reforma

constitucional mencionada.

3.3.4 Necesidad de crear un régimen disciplinario garantista y especializado

El régimen disciplinario aplicable a los Magistrados de

la CSJ y en particular a los de la Sala de lo Constitucional

debe tener características propias adecuadas a la

especialidad de la función judicial, a la dignidad del

34 FUSADES, “Una Ley Procesal Constitucional para el Siglo XXI” en Análisis Legal N°. 156, diciembre 2013, en http://www.fusades.org/index.php?option=com_jdownloads&Itemid=126&view=finish&cid=951&catid=14&lang=es35 Según la misma jurisprudencia de la Sala, los precedentes pueden modificarse cuando cambian algunas condiciones o la realidad regulada, se constatan errores del tribunal o cambia la configuración del mismo, por lo que existe la posibilidad de modificar esta decisión y eliminar esta zona inmune de control, vgr. Sentencia dictada en los procesos de inconstitucionalidad 1-2012/27-2010/28-2010, del 25 de agosto de 2010.36 Entrevista con Magistrado 1, realizada en el marco de este estudio en el mes de mayo de 2014.

Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

Page 15: Estudios sobre el Fortalecimiento de la Justicia 2014 Parte III Modernización del funcionamiento de la  Sala de lo Constitucional

EstudiosLegales

15

cargo y a la función de control del poder político

que se ejerce desde este tribunal. En ese sentido, los

Magistrados de la CSJ y en particular los de la Sala de

lo Constitucional, no pueden estar sujetos al régimen

general aplicable a los miembros de la Carrera Judicial,

el cual contiene causales de aplicación de sanciones

demasiado generales y abiertas.

Debe regularse un régimen garantista que no se

utilice para afectar la independencia judicial de los

magistrados y que tampoco pueda instrumentalizarse

como mecanismo de castigo ante fallos judiciales

adversos. Por tratarse de una restricción a derechos

constitucionales, la normativa debe tener las características

de ley formal y material. Además, el ente legitimado para la

aplicación de sanciones debería ser la Asamblea Legislativa,

por gozar de legitimidad popular directa. Las causales de

sanción y en especial las de destitución a las que se refiere

la Constitución en su art. 186, deben ser mínimas y muy

cuidadosamente formuladas.

El procedimiento deberá estar dotado de todas las

garantías procesales que la Constitución establece y

especialmente de una configuración amplia del derecho de

defensa, oralidad y publicidad, para que toda la población

puede ser testigo del proceso. En el caso de los procesos

de destitución, la decisión deberá tomarse con mayoría

calificada tal como ordena el art. 186 de la Constitución y

evitando que el proceso se instrumentalice en perjuicio

de la independencia y la estabilidad en el cargo de los

magistrados, tal como la historia reciente ha demostrado37.

37 Postema, Mirte, “The Supreme Court crisis in El Salvador”, en Americas Quarterly, July 2012, en http://www.americasquarterly.org/the-supreme-court-crisis-in-el-salvador

Entre los atentados documentados resaltan los siguientes:

• la aprobación del Decreto Legislativo N°. 743 en 2010, para obligar a los magistrados a decidir los procesos de inconstitucionalidad con 5 votos;

• las reformas al Reglamento Interno de la Asamblea Legislativa, para eliminar la intervención del Fiscal General de la Republica en el procedimiento de antejuicio en contra de los magistrados de la CSJ38;

• la denuncia en contra de los magistrados de la Sala de lo Constitucional ante la Corte Centroamericana de Justicia en 2012 por parte de la Junta Directiva de la Asamblea Legislativa; y,

• la creación de una comisión especial investigadora en la Asamblea Legislativa para revisar la legalidad del nombramiento de los magistrados de la Sala de lo Constitucional 2009-2018, que, al no prosperar, dio lugar a una demanda en sede Contencioso Administrativo para impugnar la legalidad del nombramiento de algunos de los magistrados de la Sala de lo Constitucional, que al cierre de este

estudio todavía se encontraba en trámite39.

El régimen sancionatorio de los magistrados de un

tribunal constitucional es un tema muy delicado, que

requerirá de estudios adicionales. Sin embargo, podemos

anticipar que su regulación requerirá de una calibración

muy cuidadosa, que permita obtener un equilibrio entre

la necesidad de reducir las zonas exentas de control y la

necesidad de resguardar debidamente la independencia

y la estabilidad en el cargo de estos funcionarios.

38 Knaul, Gabriela, Informe Especial de la Relatora de las Naciones Unidas para la Independencia de Magistrados y Abogados sobre El Salvador, Nueva York, mayo de 2013, pp. 8 y ss. Véase también http://www.lapagina.com.sv/nacionales/67722/2012/06/15/Diputados-eliminan-participacion-de-Fiscalia--en-antejuicios- y http://elmundo.com.sv/debaten-legalidad-sobre-antejuicios-sin-aval-fiscal 39 Admisión 328-2013 de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la CSJ del 7 de agosto de 2013.

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16

4. Aspectos procesalesLas competencias generales, así como la integración de la

Sala de lo Constitucional están dadas de forma genérica

por la Constitución. Los procedimientos constitucionales

están regulados por la Ley de Procedimientos

Constitucionales y otros aspectos relativos a las mayorías

requeridas para adoptar resolución y otros relacionados

con los llamamientos a suplencias están regulados por

la Ley Orgánica Judicial. El funcionamiento colegiado

del tribunal no está regulado actualmente en ninguna

norma, con la precisión que se trata de un problema

común de todas las salas de la CSJ y de la Corte en Pleno.

Hay una deuda pendiente desde hace mucho tiempo

en materia de regulación del funcionamiento de

estos 5 tribunales que integran la CSJ. No existe

regulación detallada sobre las convocatorias, control

de agendas, distribución de procesos, abstenciones y

votos razonados. Evidenciadas por la notoriedad de

ciertas sentencias recientes, algunas de las falencias

en el funcionamiento de la Sala de lo Constitucional

fueron abordadas por FUSADES en el Boletín de

Estudios Legales N°. 156 del mes de diciembre 2013,

denominado “Una Ley Procesal Constitucional para el

Siglo XXI”, las cuales se retoman a continuación con

algunas consideraciones adicionales.

4.1 Regulación del funcionamiento de las sesiones de la Sala de lo Constitucional

En un tribunal colegiado debe haber un estatuto

de funcionamiento, que no se refiera únicamente

a las mayorías requeridas para adoptar resolución.

Hay aspectos que deben regularse para asegurar el

funcionamiento ágil, eficiente y transparente del tribunal,

sobre la base de reglas claras y preestablecidas, que ayuden

a ordenar el trabajo del tribunal. Una nueva Ley Procesal

Constitucional -y un reglamento de funcionamiento-,

además de adecuar los procedimientos constitucionales

al derecho procesal constitucional moderno, garantizaría

mayor certeza y seguridad jurídica en la tramitación de los

procesos y desempeñaría una importante función educativa

para toda la población.

En El Salvador, la falta de regulación de algunos aspectos

prácticos ha propiciado conflictos entre los magistrados,

así como la cuestionable aplicación de procedimientos

no reglados en algunos casos conocidos por la Sala

de lo Constitucional recientemente. En la sentencia de

inconstitucionalidad del nombramiento de los magistrados

de la Corte de Cuentas de la República y las subsiguientes

resoluciones de verificación de cumplimiento, se dio un

diferendo entre el entonces Presidente de la Sala de lo

Constitucional y los demás magistrados, porque una de

las resoluciones proveídas se adoptó en el marco de una

sesión de Sala que no fue convocada por el licenciado

Salomón Padilla y en la que tampoco participó dado que

se iba a discutir un tema en el que él ya había emitido un

voto disidente40.

Al margen de las razones de una u otra parte en ese caso

concreto, las reglas generales para el funcionamiento

de las Salas de la Corte Suprema de Justicia son dadas

por los artículos iniciales de la Ley Orgánica Judicial. Sin

embargo, la casuística ha demostrado que en la actualidad

es necesario revisar esta normativa que, además de datar

de muchos años atrás, ha sufrido todo tipo de reformas

parciales e incongruentes entre sí.

Una regulación actualizada de la Sala de lo Constitucional

debe establecer mecanismos claros de convocatoria

40 Sentencia pronunciada en el proceso de inconstitucionalidad 49-2011 el 23 de enero de 2013 y resoluciones de cumplimiento.

Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

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EstudiosLegales

17

y fijación de la agenda de cada sesión, con el posible

establecimiento de reglas sobre quórum de integración

y quórum de votación, para evitar que por la decisión

individual del Presidente del ente colegiado -atribución

prevista en el artículo 28 de la Ley Orgánica Judicial

o debido a injerencias externas en el funcionamiento

de la Sala- se obstaculice la eficacia de la justicia

constitucional. Esto permitiría evitar situaciones ocurridas

en el pasado, como la exclusión de un caso de la agenda

para dilatar o evitar su conocimiento por decisión

individual del presidente41, o como el entorpecimiento del

funcionamiento de la Sala al no convocar a sesión.

En el derecho comparado, la normativa española ofrece

pautas para diseñar una regulación que podría ser aplicable

a nuestro país. El Reglamento de Organización y Personal

del Tribunal Constitucional español prescribe que si bien

el Presidente del tribunal convoca y establece la orden del

día o agenda, también incluye mecanismos para evitar

que los demás miembros del órgano colegiado sean

marginados o anulados por la decisión unilateral de uno de

sus miembros42.

Algunas de las propuestas que permiten al presidente

conservar las atribuciones propias de su rango, pero

también reconocen el valor de las decisiones colegiadas,

incluirían las siguientes reformas al artículo 28 LOJ. En

materia de convocatoria: i) aunque el Presidente no

convoque, podrá considerarse válidamente constituido

el tribunal, cuando 4 de sus 5 miembros se encuentren

reunidos y así lo acuerden; ii) el Presidente convocará al

pleno por iniciativa propia, pero también estará legalmente

obligado a hacerlo cuando lo pidan al menos 3 de sus 5

integrantes. En materia de agenda de sesiones, también

podría optarse por una regulación similar. El establecimiento

41 Esta práctica es conocida entre litigantes como el recurso “gaveta”, porque evita indefinidamente que se resuelva un caso. 42 Pueden consultarse los artículos 3,4, 6 y 9 de este reglamento.

del orden del día o agenda de cada sesión de Sala, estará a

cargo del Presidente de la Sala, quien estará sin embargo

obligado a modificarla si así lo piden por lo menos 3 de los 5

magistrados que integran el tribunal.

También es necesario fortalecer las reglas para establecer

un orden de prelación en el conocimiento de los casos,

para que, salvo situaciones urgentes, como en los que

pueda resultar afectado el derecho a la vida o a la salud,

o en casos de demandas de especial importancia para el

país, estos se conozcan en el orden en que se presentan

al tribunal por criterios de justicia e igualdad. Esto podría

complementarse con la implementación de mecanismos

para la gestión electrónica del expediente, que permitan

detectar cuellos de botella y/o dilaciones indebidas en

la tramitación de los procesos desde la presentación

de la demanda, hasta la notificación de la sentencia

definitiva. En los casos que el tribunal altere el orden

cronológico para la tramitación de los casos, y adelante

el conocimiento de un caso respecto de otro recibido

en una fecha anterior, se deberá motivar la decisión

mediante auto razonado adoptado por la misma mayoría

necesaria para admitir en cada uno de los tres procesos

constitucionales. El justiciable y la sociedad también

tienen derecho a conocer la motivación para decidir el

orden de conocimiento de los casos.

4.2 Regulación de los votos razonados

Este aspecto también debe regularse, ya que si bien

se ha utilizado de forma “pretoriana” en la Sala de lo

Constitucional desde sus primeras integraciones, en la

práctica puede causar conflictos o distorsiones en el

funcionamiento del tribunal, dilatar la emisión de una

sentencia o resultar en la publicación de una sentencia

que no incluya el voto razonado43. Actualmente, esta 43 Por ejemplo, sentencia dictada en el proceso de inconstitucionalidad 49-2011el

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figura no se encuentra regulada en ningún artículo de la

Ley de Procedimientos Constitucionales vigente, ni en la

Ley Orgánica Judicial44.

La regulación de esta figura, incluyendo el

establecimiento de un plazo para emitirlo, fijaría reglas

claras para su implementación y agilizaría la publicación

de las sentencias. En la poca regulación que se encuentra

en la normativa nacional, el artículo 220 del Código

Procesal Civil y Mercantil hace mención únicamente de la

figura del voto disidente45, pero en materia constitucional

el voto razonado puede ser tanto disidente como

concurrente, como sucedió en el amparo 310-2013, en

el que el caso se resolvió con tres votos conformes, pero

hubo además un voto razonado concurrente y un voto

razonado disidente46.

En igual forma, es necesario eliminar la -poco sana y

consolidada -práctica de los magistrados de Sala de

lo Constitucional y otras salas de la CSJ, de no asistir a

las sesiones en las que se discutirán casos respecto de

los cuales prefieren no pronunciarse por tratarse de

temas delicados o respecto a los cuales no quiere que se

conozca su postura o, a pesar de participar en el debate,

no firman la resolución y/o sentencia. Que exista quórum

de votación para la emisión de resoluciones y sentencias

no exime a los magistrados disidentes de su deber de

23 de enero de 2013, en la que el Magistrado Presidente dio a conocer su voto razonado después que la sentencia fuera divulgada.44 Art. 14 LOJ: “La Sala de lo Constitucional en los procesos de inconstitucionalidad de leyes, decretos o reglamentos, o en las controversias y causas a que se refieren los artículos 138 y 182, atribución séptima, ambos de la Constitución, para pronunciar sentencia o autos, necesitará por lo menos cuatro votos conformes. En los procesos de Amparo o de Hábeas Corpus, para dictar sentencia o autos, necesitará por lo menos tres votos conformes. Las Salas de lo Penal y lo Civil de la Corte Suprema de Justicia para dictar sentencia o autos, necesitarán la conformidad de tres votos, mientras que la Sala de lo Contencioso Administrativo y las Cámaras de Segunda Instancia necesitarán la conformidad de cuatro y dos votos respectivamente”. Es de precisar que la exigencia de 4 votos en la Sala de lo Contencioso Administrativo y de 3 votos en las Salas de lo Penal y de lo Civil, todas de la Corte Suprema de Justicia, fue declarada inconstitucional por sentencia del 1 de marzo de 2013, en el proceso de inconstitucionalidad 78-2011, estableciendo una regla de votación mayoritaria en cada sala.45 Inc. 2 art. 220 PRMCYCV “Los magistrados discrepantes firmarán la sentencia que ponga fin al asunto; pero deberán explicar su voto disidente razonándolo conforme a lo dispuesto en este código.”46 Sentencia de amparo 310-2013 del 28 de mayo 2013

dejar constancia de sus posiciones, tal como se analiza en el

apartado siguiente.

4.3 Abstenciones

La labor de todo juez es la de juzgar. Las actividades

administrativas, las audiencias que otorguen, las comisiones

en que participen, pueden ser delegadas o suprimidas, pero

el juez no puede abstenerse de juzgar. Las abstenciones

no justificadas para decidir un asunto carecen de asidero

legal, a pesar de ser una conducta común en los tribunales

colegiados, incluyendo la Sala de lo Constitucional. En

varias sentencias puede apreciarse un número menor a 5

firmas, a pesar de existir una prohibición de abstención en

la normativa aplicable.

En primer lugar, el art. 27 del Código de Ética Judicial

salvadoreño, aprobado en la Convención Judicial de 201347,

establece que el juez debe: “Abstenerse de excusarse de

conocer deliberadamente y con facilidad en los procesos en

que debe de intervenir por razón de su competencia” y en el

caso de los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia

existe una prohibición expresa, consignada en el art. 50

de la LOJ, cuyo inciso segundo textualmente prescribe: “A

ningún Magistrado le es permitido abstenerse de votar, salvo

los casos de excusas o impedimento que en el acto calificará

prudencialmente el Tribunal. Sin embargo, si alguno se

abstuviere, se entenderá que su voto es negativo, más si esto no

fuere posible por la naturaleza del asunto, deberá considerarse

que el Magistrado se adhiere a la mayoría de los votantes”.

Esto significa que las sentencias definitivas de la Sala de

lo Constitucional deben llevar 5 votos y solo en casos

extraordinarios y reglados puede un magistrado abstenerse.

Debe registrarse la decisión mayoritaria, según el tipo de

47 Código de Ética Judicial, publicado en el Diario Oficial N°. 24, Tomo 402 del 6 de febrero de 2014 y en notas de prensa, ver http://www.laprensagrafica.com/2013/11/28/jueces-aprueban-codigo-de-etica-en-convencion

Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

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EstudiosLegales

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proceso del que se trate, así como los votos concurrentes

y disidentes. Esta es la única forma para que exista un

verdadero control ciudadano del trabajo de los magistrados,

para conocer la opinión de cada uno de los 5 magistrados

en cada proceso y para llevar cuenta de la cantidad de casos

exactos en cuya deliberación participan.

La normativa procesal constitucional no se pronuncia al

respecto, pero la normativa común supletoria ha hecho un

intento por regular el tema, ya que las únicas dos causales

que el Código Procesal Civil y Mercantil admite como

legítimas para no juzgar un caso concreto son la abstención

o excusa y la recusación, debidamente tramitadas48. En el

marco de este estudio, surgieron opiniones que consideran

que la mala práctica a la que recurren algunos magistrados

de no asistir a las sesiones de Sala en días de votaciones

complejas, de no votar para no expresar su opinión, de no

disentir expresamente con la mayoría es ilegal49, por lo que

se recomienda un llamado al orden por parte del Presidente

del tribunal, recordando la normativa aplicable y exigiendo

su cumplimiento.

5. Reflexión finalEl estudio del funcionamiento y de la modernización de

un tribunal constitucional es un tema muy complejo, que

sin ninguna duda requiere de estudios adicionales al que

se presenta en este análisis. Hay muchos otros temas

que merecen ser objeto de una detallada y profunda

investigación. En materia de procesos constitucionales,

48 Art. 52 y siguientes del Código de Procedimientos Civiles y Mercantiles.49 Entrevista realizada en el marco de este estudio, en el mes de mayo de 2014, con el abogado constitucionalista, Dr. Salvador Enrique Anaya Barraza.

nuestro Análisis Legal N°. 156 denominado: “Una

Ley Procesal Constitucional para el Siglo XXI”, debe

entenderse como complementario a los aspectos

desarrollados en este documento50, sin perjuicio de

continuar reflexionando sobre los mismos.

En igual forma, el examen de las sentencias

constitucionales, su tipología, alcance, efectos y

oportunidad, son un tema pendiente de estudio.

También se ha considerado necesario analizar temas

relacionados con la interpretación constitucional:

métodos modernos, límites, impacto e implementación

de los fallos y peligros de una mutación constitucional,

que ya han sido objeto de estudio en documentos

anteriores de FUSADES51, en los cuales se ha expresado

la cautela que debe existir frente a interpretaciones

tan amplias de la Constitución que puedan llevar a una

mutación constitucional.

Es fundamental para nuestra institucionalidad

democrática contar con mecanismos eficaces y robustos

de defensa de la Constitución, por ello se vuelve

necesario aprobar una nueva ley procesal constitucional

moderna, que venga a fortalecer aún más nuestra

justicia constitucional y al mismo tiempo brinde mayor

certeza jurídica a toda la población.

50 FUSADES, “Una Ley Procesal Constitucional para el Siglo XXI” en Análisis Legal N°. 156, diciembre de 2013, en http://www.fusades.org/index.php?option=com_jdownloads&Itemid=126&view=finish&cid=951&catid=14&lang=es51 FUSADES, Boletines de Estudios Legales N°. 117 y 118, denominados “Una de las más importantes sentencias de nuestra historia” partes 1 y 2, septiembre y octubre de 2010, Antiguo Cuscatlán, disponibles en http://www.fusades.org/index.php?option=com_jdownloads&Itemid=126&view=viewcategory&catid=14&lang=es&limitstart=45 y Posición Institucional N°. 33, agosto de 2010 en http://www.fusades.org/index.php?option=com_jdownloads&Itemid=126&view=viewcategory&catid=13&lang=es&limitstart=45

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Análisis legal e institucional No. 167 • Noviembre de 2014

6. Principales Recomendaciones

Edificio FUSADES, Bulevar y Urb. Sta Elena, Antiguo Cuscatlán, La Libertad, El SalvadorTel.: (503) 2248-5600, 2278-3366www.fusades.org

CoordinadorLuis Nelson Segovia

DirectorJavier Castro De León

Departamento de Estudios Legales

InvestigadoresLilliam Arrieta de CarsanaRoberto Vidales GreggMarjorie de TriguerosOscar Pineda

Gina Maria UmañaCarmina Castro de VillamarionaCarlos Alberto GuzmánJosé Miguel Arévalo Rengifo

TEMA RECOMENDACIÓN

Normativa 1. Es necesario aprobar una Ley Procesal Constitucional moderna que fortalezca la justicia constitucional y ofrezca mayor seguridad jurídica.

Idoneidad de los magistrados

2. Los nombramientos de los magistrados de la Sala de lo Constitucional deben estar basados en la idoneidad concreta de los candidatos para este tribunal, los cuales deben ser considerados al momento de su designación y constar en la motivación del acto.

Suplencias

3. Debe crearse un régimen de suplencias que garantice la con�guración objetiva de la Sala de lo Constitucional y que permita integrarlo cuando todos sus miembros propietarios y suplentes son demandados, como por ejemplo con conjueces, tal como se propone en este estudio, luego de la correspondiente reforma constitucional.

Régimen disciplinario

4. Es indispensable regular un régimen disciplinario especial para los magistrados de la CSJ, incluyendo causales de destitución muy restrictivas para dar desarrollo legislativo a lo previsto en el art. 186 Cn., pero cuidando de establecer los “candados” o garantías necesarios para evitar su instrumentalización en perjuicio de la independencia o la estabilidad en el cargo de los magistrados.

Regulación del funcionamiento de las sesiones de Sala

5. Es necesario regular aspectos procedimentales del funcionamiento colegiado de la Sala de lo Constitucional, para reducir actuaciones arbitrarias o con�ictos, incluyendo convocatoria a Sala, establecimiento de agenda, abstenciones y votos razonados, entre otros, que pueden constar en un reglamento o en la misma Ley Procesal Constitucional nueva.