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1 La guerra de la Madre Tierra Raúl Prada Alcoreza

La guerra de la madre tierra

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La guerra de la Madre Tierra

Raúl Prada Alcoreza

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INDICE

La defensa de los derechos de la Madre Tierra en el TIPNIS 3

En torno al TIPNIS 10

De contradicciones y confusiones del proceso 43

La instauración de una tiranía

Una tiranía anti-indígena al servicio del gobierno de Brasil,

del IIRSA y de las trasnacionales 48

Anotaciones en torno a la defensa del TIPNIS 59

Los síntomas de la descomposición 64

Situación legal y constitucional del TIPNIS 68

Notas después de la marcha indígena 75

Apuntes sobre el problema de la transición 64

Apuntes sobre problemas de la transición 96

Apuntes para una breve historia de las injerencias del ejecutivo 98

Interpretaciones constitucionales 116

Economía política de la cocaína 117

La distancia más corta es el laberinto 121

Notas a propósito del discurso del presidente 139

La subordinación del gobierno y la lógica de acumulación

y despojamiento de las trasnacionales 143

¿Qué es una consulta previa libre e informada y cuándo se la efectúa? 157

Un Estado de excepción 172

Análisis del PROYECTO DE LEY DE CONSULTA A LOS PUEBLOS INDÍGENAS

DEL TERRITORIO INDÍGENA Y PARQUE NACIONAL ISIBORO SÉCURE–TIPNIS 175

La decadencia ideológica 193

Espesores de una coyuntura candente 205

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La defensa de los derechos de la Madre Tierra en el TIPNIS

La determinación del gobierno de construir la carretera que va de Villa Tunari a San Ignacio de Moxos ha desatado una polémica en el país y

la reacción de las organizaciones indígenas del CIDOB y el CONAMQ, que han resuelto marchar el 15 de agosto para evitar que el trazo de

la carretera pase por el núcleo del Parque Isiboro-Sécure, exigiendo

además la consulta a los pueblos indígenas, como está establecida en la Constitución Política del Estado. El Territorio Indígena del Parque

Nacional Isiboro-Sécure está protegido por leyes y la Constitución, además de ser parque, por lo tanto área protegida, es territorio

indígena, y exige el respeto establecido constitucionalmente de los Derechos de las Naciones y Pueblos Indígenas Originarios. Por otra

parte el TIPNIS tiene que ver con las Resoluciones de Tiquipaya, con la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio

Climático y los Derechos de la Madre Tierra (CMPCC), las mismas que prohíben la explotación en bosques, así como plantean claramente la

defensa de los ecosistemas y los ciclos vitales integrados. En esa perspectiva, la Ley Marco de la Madre Tierra, que se encuentra en la

agenda de la Asamblea Legislativa Plurinacional, concibe la defensa de los ciclos reproductivos de la vida, los ciclos del agua, por lo tanto de

las cuencas, los ciclos del suelo, los ciclos de los bosques, los ciclos del

aire, los ciclos de los seres, concebidos como componentes de la Madre Terra. Por todas estas razones es inconcebible, desde el punto de vista

de la Constitución y desde la perspectiva del Vivir Bien, además del enfoque de los derechos de las Naciones y Pueblos Indígenas

Originarios, la determinación del gobierno de construir la carretera que atraviese el TIPNIS.

El debate ha puesto en la mesa la dirección del proceso, ¿por dónde

va? ¿Desarrollismo o Vivir Bien? ¿Extractivismo o alternativa al desarrollo? Discusiones que deberían estar supuestamente resueltas

desde la aprobación de la Constitución, no lo están, pues el gobierno y

sectores interesados en promover el nombrado “desarrollo” parecen no comprender los contenidos y los alcances de la Constitución y el sentido

del proceso constituyente. Una visión nacionalista restaura el Estado-nación, encaminando esta regresión hacia la ampliación del modelo

extractivista, fortaleciendo de este modo las cadenas de la dependencia, instaurada por la expansión, consolidación e

intensificación del colonialismo, método violento de la expansión capitalista. Este debate debe ser tomado en cuenta plenamente,

considerando el momento del proceso, que se encuentra en crisis, el contexto del proceso, su propia genealogía, el despliegue mismo del

proceso, con todas sus contradicciones y dinámicas moleculares. Sobre todo el debate debe traer a colación una reflexión profunda sobre los

procesos en curso y sus enredos con los mapas institucionales y la

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arquitectura estatal liberal, buscando evaluar las perspectivas de las

emancipaciones y las posibilidades de la descolonización.

La historia legal data de 1965 cuando la Ley 07401 crea el Parque

Nacional Isiboro-Sécure. En el texto de la argumentación se habla de la “necesidad de conservar las cuencas hidrográficas, las nacientes de

los ríos para la navegación, la riqueza de los recursos naturales y la belleza escénica, que podrían ser afectadas por la construcción de un

camino siguiendo el borde del piedemonte y por la colonización”. Después de la Marcha por el Territorio y la Dignidad, el Decreto

Supremo 22610 del 24 de septiembre de 1990 reconoce el Parque como Territorio Indígena, donde se asientan los pueblos Moxeño,

Yuracaré y Chimán. Desde entonces se conoce el Parque como TIPNIS; el mismo decreto amplía su superficie a las áreas externas de los ríos

Isiboro y Sécure; de este modo se incorporan las comunidades

asentadas en las riberas de los ríos, conformando así una franja de amortiguamiento. Este mismo año se reconoce el espacio del TIPNIS

con 1.225.347 hectáreas; sin embargo 19 años más tarde, el año 2009, debido a la presión de los colonizadores, el presidente Evo Morales

entrega a los pueblos originarios un título ejecutorial sobre el TIPNIS, reduciendo la superficie del territorio indígena y del parque a 1.091.656

hectáreas. Como compensación se define una línea roja que prohíbe nuevos asentamientos. Al respecto no hay que olvidar que el TIPNIS

no deja de ser área protegida.

La historia de la carretera tiene que ver con el proyecto de

Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA); el IIRSA tiene su origen en la primera Cumbre de Presidentes de América del Sur

celebrada entre el 30 de agosto y el 1ro de septiembre de 2000 en Brasilia por invitación del entonces presidente Henrique Cardoso. Los

jefes de Estado observaron que el impulso de la integración transfronteriza se vigoriza por ser una consecuencia de la proximidad

geográfica, de la identidad cultural y de la consolidación de valores comunes. El IIRSA contempla los corredores transoceánicos que

vincularían el Atlántico con el Pacífico, posibilitando el transporte de mercaderías entre ambos océanos. Si bien la justificación del proyecto

IIRSA habla de integración entre los países involucrados, desde el comienzo se han hecho sentir voces que acusan al proyecto como parte

de la estrategia de dominación de los Estados Unidos de América, también se han hecho escuchar críticas que califican al proyecto como

parte de la expansión de la potencia emergente de Brasil. La carretera

que cruza el TIPNIS forma parte de los corredores transoceánicos y por lo tanto también del proyecto IIRSA. Sin embargo, el gobierno de Evo

Morales llegó a un acuerdo con el gobierno del entonces presidente Luiz Inácio «Lula» da Silva para la construcción de la mentada carretera,

comprometiéndose un préstamo por parte del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil. Se entiende que por

lo complicado de la situación al afectar el área protegida, el parque y

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el territorio indígena, se decide hacer tres tramos para facilitar la

aprobación de la ficha ambiental. El tramo uno y el tramo tres se aprueban rápidamente, tramos que no atraviesan el parque, quedando

pendiente el tramo dos que sí atraviesa el parque. Esta maniobra es

notoria pues adelanta partes de un trazo comprometido, condicionando la aprobación del tramo II. Sin embargo, ante la inminente

construcción de la carretera que atraviese el TIPNIS, los pueblos indígenas, las comunidades indígenas asentadas en el territorio en

cuestión y las organizaciones indígenas del país, reaccionan exigiendo consulta previa a los pueblos y comunidades, además de un tramo que

no atraviese el Parque Isiboro-Sécure. A pesar de la crónica del anunciado conflicto, en junio de 2011 ante una concentración

campesina cocalera en Eterazama (Cochabamba), el presidente Evo Morales dio por iniciada la construcción de la carretera Villa Tunari-San

Ignacio de Moxos. La señalada carretera tiene una longitud de 306 kilómetros, la misma que será construida en tres años por la empresa

brasileña OAS, observada en Brasil por los conflictos ambientales ocasionados. El presidente en su discurso expresó que esta obra

promoverá el desarrollo, la vertebración de Bolivia y la integración del

país con Sudamérica. La construcción de esa vía y otras obras complementarias demandarán una inversión de 442 millones de

dólares, de los que 332 provienen de un crédito blando otorgado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil.

El conflicto está planteado; por un lado el gobierno, con el propósito

de construir la carretera que atraviesa el TIPNIS, por otro lado las organizaciones y los pueblos indígenas, que exigen consulta previa y

que se haga otro trazo de la carretera para no afectar al ecosistema y a los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios. Este

conflicto se muestra como síntoma de una problemática más amplia,

compleja y estructural. ¿Cuál es el proyecto del gobierno? ¿Por qué se enfrenta sistemáticamente a los pueblos y organizaciones indígenas?

¿Por qué se aleja del cumplimiento de la Constitución y la perspectiva del Vivir Bien? ¿Por qué se mantiene obsecuentemente en un proyecto

desarrollista y extractivista? ¿Por qué no se construye el Estado plurinacional comunitario y autonómico? ¿Por qué no se hacen las

transformaciones institucionales y estructurales que requiere esta construcción? ¿Por qué no se efectúa la transición transformadora y

más bien se opta por proyectos que repiten los mismos estereotipos nacionalistas, desarrollistas y extractivistas? El debate compromete la

estructura y la dirección misma del proceso. Por eso mismo es indispensable analizar y hacer inteligible lo que está en juego en torno

al TIPNIS.

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Hipótesis

En el debate se han planteado algunas explicaciones del obsecuente comportamiento del gobierno. El más conocido es el que tiene que ver

con la expansión de la frontera agrícola, haciendo entrever también las consecuencias de la desforestación; esta ampliación está directamente

conectada con la expansión de los cultivos de coca. Ya se dio antes un avasallamiento del territorio indígena por parte de productores de coca,

ocasionando invasión y desforestación; esta expansión ya era conocida el 2004. La contención ante este avance se estableció mediante una

línea roja dibujada el 2009, prohibiendo toda nueva expansión. Sin embargo, ante la construcción de la carretera se esperan nuevos

avasallamientos, desforestaciones, expansiones de la frontera agrícola y del cultivo de coca.

Otra explicación manejada en el debate es la de la supeditación del gobierno boliviano y de su proyecto desarrollista-extractivista al

proyecto emergente de la burguesía brasilera, en el momento de la urgencia energética de Brasil como potencia regional. Esta

supeditación explicaría el papel condicionante de PETROBAS en la explotación hidrocarburífera, la presencia de empresas brasileras

constructoras de caminos y de infraestructura, así como la participación, en un principio, de una empresa brasilera en el proyecto

de San Buena Aventura1. Por otra parte, este condicionamiento también explicaría ciertas analogías entre los gobiernos “progresistas”

de Bolivia y Brasil; estas analogías tienen que ver con combinaciones

barrocas de pretensiones de Estado de Bienestar con políticas extractivistas y neo-extractivistas, así como con la permanencia de

prácticas monetaristas y hasta neoliberales.

La otra hipótesis tiene que ver con las nuevas alianzas del gobierno, con los banqueros, la empresa privada, los agroindustriales de Santa

Cruz, los soyeros, es decir la burguesía intermediaria boliviana. Estas alianzas económicas muestran el efectivo proyecto en el que se

encamina el gobierno; pasar de la estabilidad económica y la acumulación del ahorro, lo que se habría logrado, a un modelo

económico viable asentado en los grupos económicos que

supuestamente “saben” producir y pueden “garantizar” la mentada “seguridad alimentaria”, incluso ratificada por los propios

agroindustriales. Estas nuevas alianzas dejan en un segundo plano o, en el peor caso, al margen, a las comunidades campesinas. Estas

alianzas económicas pueden explicar un proyecto de poder ventilado a largo plazo, evitando conflictos e incorporando a la burguesía agraria

al proyecto gubernamental. Todo esto termina siendo coherente con la restauración del Estado-nación y explica el dejar de lado, como

1 Ahora se ha adjudicado una empresa china el proyecto, en medio de denuncias de corrupción.

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romanticismo, la construcción del Estado plurinacional comunitario y

autonómico.

También se ha ventilado la hipótesis de la posible existencia de

reservas hidrocarburíferas en el TIPNIS. Es el propio Ministro de Hidrocarburos y Energía el que ha manifestado esta posibilidad.

Situación que pone aun en un más grave peligro al TIPNIS. Independientemente de la contrastación de esta hipótesis, lo que se

hace evidente es el peso primordial que ha adquirido el modelo extractivista en las estrategias económicas del gobierno. Con lo que

nos habríamos alejado definitivamente del Vivir Bien, de la economía social y comunitaria, de la articulación integrada y complementaria de

la economía plural, en transición a la economía social-comunitaria y al Vivir Bien.

Ahora bien, ¿por qué estaría pasando todo esto? Todas estas explicaciones requieren de una hipótesis sobre la dinámica

contradictoria del proceso. ¿Cómo hemos llegado a esta situación en el momento presente? La primera hipótesis al respecto es que no se ha

resuelto la cuestión estatal, no se ha destruido el Estado-nación, que es la forma moderna del Estado liberal, que es la forma de legitimación

en la periferia del sistema-mundo capitalista del Estado colonial. Se ha mas bien restaurado toda esta maquinaria sedimentada por capas,

estratificada por formas administrativas, dándose una acumulación geológica de las reformas institucionales modernas. Lo que hace este

Estado al ser restaurado es reproducir sus múltiples formas de

dominación y reencaminar la continuidad de las estructuras de poder, de los diagramas de fuerza, que atraviesan los cuerpos induciendo

determinados comportamientos funcionales al sistema nacionalista, liberal y colonial. También se reproducen las relaciones de dependencia

y de supeditación del Estado-nación subalterno al orden mundial de la dominación global del sistema-mundo capitalista. La pertenencia al

sistema financiero, que es el centro de la dominación imperial y capitalista, el sometimiento a sus reglas, el entregar el ahorro nacional

a los bancos extranjeros, hablan de este sometimiento de la periferia al centro de la economía-mundo capitalista. Lo mismo ocurre en lo que

respecta a los engranajes y redes de las empresas trasnacionales; por el condicionamiento de sus monopolios tecnológicos, financieros, de

mercados, de sus mecanismos, procedimientos y agenciamientos de influencia, terminan imponiendo sus estrategias de enajenación de los

recursos naturales y de acumulación ampliada de capital,

convirtiéndolas de forma mediatizada en políticas de Estado del gobierno. Esto es una parte de la reproducción del Estado, su

funcionamiento implica otras más; sin necesidad de recaer en una descripción exhaustiva es menester mencionar algunas más que tienen

que ver con agenciamientos vinculados a la economía política del chantaje. Es sabido que los estados, sus instituciones, sobre todo

aquellas que tienen que ver con actividades económicas, se encuentran

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atravesados por circuitos de influencias, cuoteo, participaciones ilícitas,

prebendas, doble información, sobreprecios, lo que llamaremos el mundo de la economía paralela, economía que corroe las propias

prácticas administrativas. En otras palabras, el Estado se convierte en

un botín para grupos fortuitos de poder. Esta red de relaciones perversas forma parte de los recovecos de una maquinaria estatal que

chirria al funcionar. Este diagrama de poder de la corrupción forma parte de la vida cotidiana de los Estado. Cuando no se resuelve la

cuestión estatal, cuando no se desmantela esta maquinaria, cuando se deja intacta su arquitectura, también se deja que estas prácticas

aviesas vuelvan a articularse y desplegarse, aunque sea con nuevos personajes, una nueva élite en el poder. Obviamente el panorama se

complica cuando ampliamos la perspectiva a los circuitos del narcotráfico. Narcotráfico, contrabando, lavado de dinero, tráfico de

tierras, vienen acompañando a la lógica del enriquecimiento fácil e ilícito. El problema se hace agudo cuando de los márgenes de la

economía y los márgenes del Estado estos circuitos se incrustan en los espacios y núcleos de realización de la economía formal, como la

banca, cuando terminan incrustándose en las organizaciones mismas

de las instituciones. En este caso el Estado se encuentra invadido. Esto pasa en estados vulnerables, pero también llega a pasar en estados

no vulnerables, con tradiciones de institucionalización de larga data; esto pasa en modelos liberales y neoliberales, tanto de la periferia

como en algunos países del centro de la geografía del sistema-mundo y la economía mundo capitalista. Empero, lo que no neja de ser

sorprendente es que esta corrosión termine ocurriendo en gobiernos que tienen la responsabilidad de las transiciones hacia el

poscapitalismo. Es esto lo que hay que explicar, es indispensable entender las razones que conducen a un gobierno popular a repetir la

increíble y triste historia del otoño del patriarca. En esta perspectiva, en la búsqueda de las condicionantes y las tendencias inherentes a las

dinámicas moleculares del proceso, debemos también identificar otras prácticas sintomáticas en esta fabulosa reproducción de la maquinaria

estatal. Sobresalen entre estas prácticas las relaciones de

subordinación y cooptación de las organizaciones sociales, sobre todo de la dirigencia ejecutiva. No se permite la vida autónoma de las

organizaciones, mucho menos la reaparición de movimientos sociales de envergadura, como las que se dieron durante el periodo 2000-2005,

no se permite entonces la participación y la construcción colectiva de las decisiones, de la dirección del proceso y de las estrategias políticas.

Las organizaciones, sobre todo sus bases, se han convertido en referentes de legitimación de las decisiones cupulares que se toman en

el gobierno. Esta relación de subordinación de las organizaciones sociales terminan convirtiéndose en relaciones prebéndales,

comprometiendo a la dirigencia ejecutiva en beneficios compartidos y controlados por las instituciones gubernamentales o estatales. Estas

prácticas se parecen mucho a las prácticas de gobiernos y partidos populistas con las organizaciones sociales y dirigencias;

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particularmente, en lo que respecta a Bolivia, se parece mucho a las

prácticas del MNR durante los 12 años de gobiernos del nacionalismo revolucionario (1952-1964). Estas prácticas prebéndales muestran un

mapa más complejo de las estructuras de poder; las organizaciones

sociales, los sindicatos, terminan participando del lucro del poder, aunque lo hagan en una proporción y participación secundaria,

marginal, menos estratégica. Lo que cuenta aquí es la extensión de los engranajes y los mecanismos de poder, no sólo para la legitimación

sino también como predominio y como aprovechamiento, aunque sólo terminen haciéndolo las dirigencias. De esta manera se trabó y

quebrantó la posibilidad de participación y control, de conducción colectiva, por parte de las organizaciones sociales, afectando a las

masivas fuerzas sociales, al poder constituyente de los movimientos sociales, que son el sostén y la defensa misma del proceso.

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En torno al TIPNIS

De acuerdo a fuentes de investigación científica sobre la

biodiversidad2el TIPNIS es el corazón de la producción de agua de

Bolivia (el 5to país con mayores reservas de agua dulce del planeta).

La interpretación de esta situación y esta condición del TIPNIS, como

ecosistema y como articulación de ecosistemas y circuitos climáticos,

se la describe de la siguiente manera:

La peculiar configuración geográfica de la cordillera de los andes en

nuestro país; en el llamado codo de los Andes la cordillera hace una

inflexión y en lugar de ir de sur a norte va de oriente a occidente. Los

contrafuertes andinos reciben los vientos que provienen de la

Amazonia (barlovento) recogiendo la humedad de la

evapotranspiración de la biomasa boscosa; estos vientos se elevan

cambiando de curso, se enfrían, forman nubes (cúmulos

cumnuloninmbus) que se precipitan en ese lugar en un circuito

permanente de lluvia que es el factor más importante de generación

de biodiversidad. También las masas de nubes pasan al otro lado de la

cordillera hacia los valles secos de Cochabamba y mesotérmicos de

Santa Cruz dando lugar a bofedales, lagunas y cursos de agua

responsables de la relativa humedad de algunos de estos valles

productivos. Estas lagunas además de proveer agua (ejemplo Misicuni)

también proveen energía hidroeléctrica (ejemplo Corani). Las nubes

que atraviesan la cordillera también son responsables de la

biodiversidad de los bosques de altura (ejemplo La Siberia en al

camino antiguo Santa Cruz-Cochabamba) que forman cursos de agua

para los valles de Santa Cruz (ejemplo Comarapa).

La conclusión del análisis de los mapas climáticos que saca la fuente

mencionada es categórica:

En fin, queda claro que existe un serio riesgo climático en estas dos

regiones (cuenca del rio Mamoré) y valles de Cochabamba, si se da

un proceso de deforestación en los bosques amazónicos del sub-

andino. Dicho proceso de deforestación es, honestamente, imposible

de ser evitado si se dan asientos de colonización en la carretera, ya

que la cultura de la tala y quema seguramente podrá ser erradicada en

un número de años no menor a los requeridos para deforestar el 80%

del bosque tropical que está en la región que tratamos.

2 Unidad de investigación sobre biodiversidad de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

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Otra conclusión que saca el análisis científico es ilustrativa:

Por otro lado, será importante saber que la cantidad de suelo anegadizo

en la región del trazo que cruza el TIPNIS es tan grande que hasta la

mejor ingeniería va a tener serios problemas para su ejecución. Esta

demás decir que el trazo por el lado oriente es sobre suelo mas fijo y

de mejor transitabilidad.

Son elocuentes los mapas que se presenta y el dibujo que termina

interpretando gráficamente esta dramática evaluación de la situación

vulnerable del TIPNIS.

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¿Qué podemos decir al respecto? En relación a este análisis y

descripción de las condiciones, pero también de las probables

consecuencias si se produce el quiebre del Territorio y Parque Isiboro-

Sécure, queda claro que la defensa del TIPNIS es no sólo

responsabilidad de las comunidades de las naciones y pueblos

indígenas originarios que lo habitan, sino también de todos los

bolivianos y bolivianas conscientes del problema y la problemática, de

todos los bolivianos y bolivianas que aprobamos la Constitución Política

del Estado. El TIPNIS es el corazón de la producción de agua de Bolivia,

no hay dónde perderse, si se ejecuta el proyecto extractivista, el

proyecto IIRSA, la vinculación transoceánica, conllevando el

desplazamiento e invasión cocalera, no sólo se terminará

desforestando, degradando y destruyendo uno de los ecosistemas más

ricos en biodiversidad del planeta, sino que también se habrá quebrado

el corazón de la producción de agua, se habrá cortado con la

articulación de los ciclos del agua conectados a los ciclos climáticos, a

los ciclos del suelo, a los ciclos de los bosques, a los ciclos de

reproducción de la vida. Cochabamba disminuirá progresivamente su

régimen hidrológico y con el pasar del tiempo quedará sin agua,

cambiando los climas de los grandes entornos geográficos y regionales

del TIPNIS. Se entiende que a mentalidades desarrollistas,

extractivistas, modernistas e industrialistas, estas consecuencias les

preocupo poco, si no es que nada, pues ellos miden los costos y

beneficios en términos monetarios, en términos de la brutal y reducida

contabilidad capitalista. En sus imaginarios colonizados no entran para

nada los costos ambientales, los costos ecológicos; ahora sabemos que

no les interesa para nada los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios. ¿Qué es el desarrollo para estas mentalidades?

Podemos interpretar que se trata del goce inmediato compulsivo de la

ilusión dineraria; estos tardíos burgueses internacionalizados no llegan

a un diseño estratégico de dominación; al contrario, se supeditan a

potencias, a las estrategias de estas potencias, creyendo que del

rebalse de las ganancias de la acumulación ampliada de capital, a

escala mundial, les va tocar una parte. No son solamente ilusos, sino

que también expresan la consciencia desdichada de las burguesías

tardías y periféricas. El desarrollo al que apuestan es el desarrollo

capitalista, que se da en escala mundial; este desarrollo produce

“subdesarrollo” y dependencia en la periferia del sistema-mundo

capitalista. Estos gobernantes al servicio de estrategias hegemónicas

y de dominación a escala mundial, esta lumpenburguesía, como la

llamaba André Gunder Frank, no son otra cosa que dispositivos y

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agenciamientos de los diagramas de poder, de los mapas de fuerza, de

la dominación global del capitalismo contemporáneo.

El conflicto del TIPNIS ha puesto en evidencia los nuevos frentes

políticos, sociales, económicos y culturales, frentes dibujados en la

coyuntura crítica del proceso; por un lado, defendiendo los derechos

de la Madre Tierra, están las naciones y pueblos indígenas originarios,

sobre todo los movimientos y organizaciones propiamente indígenas,

constatados en sus formas de organización, formas de representación,

mandos rotativos, normas y procedimientos propios, instituciones

ancestrales y cosmovisiones nativas; estas naciones y pueblos están

apoyados por nuevos movimientos juveniles y urbanos, también por

históricos movimientos como los regantes3, los guerreros del agua y

los guerreros del gas. Por otro lado, apoyando el trazo de la carretera

por el TIPNIS, están las organizaciones campesinas, organizadas en

sindicatos (CSUTCB, CNMCIOB “BS”, CSCIB); todo el conglomerado

campesino, de alguna manera conducido por las federaciones

cocaleras. Todo este conjunto, mas o menos cohesionado, también

diferenciado y plural, así mismo abigarrado, que fue parte del llamado

“bloque popular”, ahora se encuentra llevando al ascenso desbocado a

una nueva burguesía emergente, de nuevos ricos y nuevos

intermediarios en los circuitos de capital, mercancías, transgénicos,

contrabandos, tráficos, incluyendo los del narcotráfico. Lo hace en el

desplazamiento constante hacia alianzas inesperadas con los

agroindustriales de Santa Cruz, la burguesía intermediaria, la banca,

las empresas trasnacionales de los hidrocarburos y la minería, las

empresas constructoras brasileras y el gobierno brasilero.

Tomando en cuenta esta mapa de fuerzas, respecto a lo que decimos

y afirmamos, vamos a respaldarnos en el análisis que hace Enrique

Ormachea, Investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo

Laboral y Agrario (CEDLA), quien hace una ilustrativa descripción de la

dinámica estructura de clases en la coyuntura, lo que nos permite

elucidar el carácter de la lucha de clases y de la guerra descolonizadora

en el momento de la crisis del proceso. Enrique Ormachea escribe:

Una buena parte de los cocaleros son ya campesinos ricos o

acomodados porque obtienen ganancias gracias a la apropiación de

3 Los reales regantes, desplazados por la maniobra montada del MAS cuando se eligió a sus supuestos nuevos representantes, que no son otra cosa que loteadores. Esta suplantación aviesa fue avalada por el Vicepresidente. Los verdaderos regantes, los históricos regantes ligados a la Guerra del Agua, quedaron marginados. Hablamos entonces delos históricos regantes, los luchadores y defensores de las formas comunitarias de administración y gestión del agua.

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trabajo ajeno, pues producen normalmente con el concurso de peones

asalariados. Por el contrario, los indígenas yuaracarés, moxeños y

chimanes que habitan en el Territorio Indígena y Parque Nacional

Isiboro Sécure (TIPNIS) –y la mayor parte de los indígenas de las

tierras bajas– además de realizar actividades agrícolas en chacos que

usufructúan individualmente y que combinan con otro tipo de

actividades económicas vinculadas con el mercado (como la extracción

de recursos forestales y la elaboración de artesanías), normalmente se

ven obligados a vender temporalmente su fuerza de trabajo a

ganaderos, madereros y a los propios cocaleros para asegurar su

medios de subsistencia. En este sentido, mientras los primeros son

pequeños y hasta pequeñísimos capitalistas, los segundos son

mayoritariamente semiproletarios4.

Esta descripción es importante pues nos ubica de lleno en la relación

social, en la relación de dominación de un conglomerado social sobre

otro, de una dinámica bullente de monocultivo, agrícola, comercial,

encaminada a la expansión de la frontera agrícola, de la comunicación

carretera y caminera, sobre otra dinámica, apegada al territorio, a las

normas y procedimientos propios, a las instituciones ancestrales, a la

búsqueda de un proyecto alternativo al desarrollo y a la modernidad,

que actualice las comunidades ancestrales, sus manejos territoriales y

de bosques, combinándolos con formas de organización emergentes y

en la perspectiva establecida en la Constitución, perspectiva traducida

como la del vivir bien. Lo que fue el “bloque popular”, que se coaligó y

expulsó a la mega-coalición neoliberal, terminó mostrando su

composición diferencial y ha terminado de manifestar las

contradicciones inherentes rápidamente, justo en el momento de

transición hacia el Estado plurinacional comunitario y autonómico. Esta

abertura y quiebre del “bloque popular” evidencia la existencia de

proyectos distintos, dicotómicos y contradictorios; un proyecto

capitalista, desarrollista, extractivista, dependiente, articulándose al

reacomodo de las estructuras y formas de intercambio en la

geopolíticas del sistema mundo capitalistas; otro proyecto emergente,

nacido de las entrañas de las luchas sociales contra el neoliberalismo

y de las entrañas de la guerra anticolonial y descolonizadora de las

naciones y pueblos indígenas originarios, que ha expresado su

horizonte civilizatorio en la Constitución, en tanto Estado plurinacional

comunitario y autonómico, en tanto economía social y comunitaria, en

4 Bolpress; 3 de septiembre 2011.

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tanto modelo civilizatorio alternativo al capitalismo, la modernidad y el

desarrollo.

Los dos proyectos no pueden coexistir en el proceso, son opuestos;

uno se coloca en la continuidad de la misma civilización moderna,

capitalista, desarrollista y extractivista, el otro apunta a abolir esta

civilización, abriendo la posibilidad civilizatoria alternativa haciendo

emerger configuraciones culturales inhibidas por los colonialismo y los

capitalismos, actualizándolos y combinándolos con formas

autogestionarias y solidarias contemporáneas. Este proyecto se opone

abiertamente al desarrollismo y al extractivismo, se encamina más

bien a restaurar las complementariedades dinámicas con los

ecosistemas, seres, ciclos vitales interrelacionados e integrados en las

formas complejas de reproducción de la vida. No debe sorprendernos

entonces los conflictos que se dan entre el gobierno y las naciones y

pueblos indígenas originarios, pues el gobierno se ha convertido en la

expresión política e institucional del proyecto de continuidad

capitalista, desarrollista, extractivista y de monocultivos. ¿Por qué ha

sucedido esto?

La contradicción era latente, solo que no tuvo las condiciones de

posibilidad para mostrarse; una cosa era luchar contra los gobiernos

neoliberales y el proyecto neoliberal en curso y otra cosa es abolir el

Estado-nación, construir el Estado plurinacional comunitario y

autonómico, en la perspectiva del modelo civilizatorio del Vivir Bien,

que se basa en el respeto de los derechos de los seres, componentes

y ciclos vitales de la Madre Tierra. En lo que fue el “bloque popular”

hay clases sociales que no están dispuestas a abandonar las formas de

monocultivo, menos la producción de coca, también de cocaína, no

están dispuestas a renunciar a la expansión de la frontera agrícola a

costa de los bosques y ecosistemas, no están dispuestas a renunciar a

las ganancias y, sobre todo, a las ganancias fáciles, tampoco van a

renunciar a una compulsión individual por la tenencia de la tierra,

aunque esto implique violar la Constitución.

La CSUTCB ha desarrollado un anteproyecto de Ley que contempla la

desaparición de las TCOs porque las considera latifundios, también

contempla la redistribución de la tierra de forma individual,

contraviniendo a la Constitución que establece la reversión de tierras a

comunidades indígenas y campesinas de forma colectiva. Sorprende

que en las argumentaciones justificadoras del anteproyecto se ventilen

calificativos de “terratenientes” para los indígenas que habitan las

TCOs, llama la atención que se olviden de los latifundistas y

Page 18: La guerra de la madre tierra

18

terratenientes históricos, contra los que se había tenido una larga

lucha, precisamente por la reforma agraria. ¿Qué pasa? ¿Otros son los

enemigos? Ahora son los indígenas, las naciones y pueblos indígenas,

sus organizaciones, sus formas colectivas de propiedad, sus gestiones

territoriales ancestrales. Ahora, en cambio, los campesinos son aliados

los latifundistas y terratenientes históricos, los agroindustriales, los

soyeros, que emplean transgénicos, los empresarios, pues ellos, así

como los campesinos, persiguen la continuidad del mismo modelo

capitalista, desarrollista, extractivista. Ahora las alianzas son otras y

los frentes de la lucha son otros.

El conflicto en torno al TIPNIOS es demostrativo por poner al

descubierto de una manera descarnada estas contradicciones:

Acicateados entonces por sus crecientes motivaciones de acumulación,

los cocaleros del trópico de Cochabamba se han visto en la necesidad

de acrecentar sus propiedades, lo que implica expandir la frontera

agrícola. Sin embargo, esta expansión sólo puede darse hacia dos

zonas claramente definidas. Por un lado, hacia el TIPNIS y, por otro

lado, hacia el departamento de Santa Cruz; esta última opción

implicaría avanzar sobre tierras que ya están ocupadas tanto por otros

colonizadores (buena parte de ellos también campesinos ricos) como

por pequeñas, medianas y grandes empresas capitalistas agrícolas y

ganaderas articuladas a la agroindustria5.

Al respecto y de una manera contextual, Mayari Castillo y Anahí

Durand, escriben en Identidades, etnicidad y racismo en América

Latina, que:

En primer lugar, la economía de la coca, aunque no reconocida

oficialmente, genera una porción importante del PIB de Bolivia.

Durante la peor crisis económica, la economía ilegal de la coca permitió

sustentar la aplicación de los ajustes estructurales, siendo válvula de

escape de la pobreza y un nuevo espacio laboral para los ex mineros

de las recién cerradas minas de la COB (Lanza, 1999). De la misma

manera, frente a una economía con crecimiento estancado o negativo

y uno de los índices de pobreza más altos de América Latina, la

cooperación internacional radicada en Bolivia constituía una importante

fuente de ingreso. En los últimos doce años, Bolivia recibió por

concepto de asistencia financiera oficial cerca del 11% del PIB. Sumado

5 Bolpress.

Page 19: La guerra de la madre tierra

19

a los aportes de agencias privadas, ONG y otros, la cifra se eleva a un

15% (Grebe, 2002). También pudo reprogramar su deuda financiera

gracias a los recursos donados por Europa y, hasta hace poco, recibía

financiamiento de organismos multilaterales como el Banco Mundial,

Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de

Fomento, además de financiamiento de carácter bilateral desde Japón,

Estados Unidos, Alemania y Países Bajos. La mayor parte de estos

apoyos estaban condicionados al cumplimiento de metas sobre control

del narcotráfico, incluyendo la erradicación del cultivo de la hoja de

coca. Por ello, la resistencia cocalera al cumplimiento de metas

otorgaba al conflicto una importancia nacional6.

Los investigadores nos dejan en este dibujo panorámico y de

evaluación del movimiento cocalero determinados perfiles de la

problemática; primero se habla de una economía de la coca, una

economía subterránea, que sostiene parte del funcionamiento de los

circuitos económicos. Segundo, que con el propósito de erradicación y

sustitución de los cultivos de coca, la cooperación internacional ha

financiado programas de apoyo a la diversificación de la producción

agrícola, así como programas de interdicción. Todo esto puede

considerarse también como parte de las inyecciones monetarias al

campo económico boliviano, incidiendo en la formación de su Producto

Interno Bruto (PIB). En otras palabras, la economía de la coca forma

parte de la realidad, como uno de sus niveles, en la compleja

sedimentación de sus ámbitos, mundos paralelos o colaterales. Esta

economía de la coca es tan importante que no sólo dibuja circuitos,

recorridos, articulaciones con otros niveles económicos, sino que

también ha terminado constituyendo sujetos sociales, subjetividades e

imaginarios, incluso instrumentos políticos y electorales, además de

lograr catapultar a las Federaciones Cocaleras al gobierno. Se sabe que

por lo menos dos ámbitos territoriales campesinos están articulados a

la economía de la coca, Los Yungas y El Chapare, además de otros

territorios de expansión, comprendiendo otras zonas más circunscritas

y dispersas, que fueron tradicionales en el cultivo de la hoja de coca,

como el caso de Apolo e Inquisivi; también hay que considerar la

irradiación espacial de la economía de la coca en relación a otros

circuitos comerciales y flujos dinerarios, de mercancías y migraciones.

También sabemos que la economía de la coca ha estado articulada a la

historia económica de la Audiencia de Charcas y de los periodos

6 Mayari Castillo y Anahí Durand: Movimiento cocalero, política y representación: los casos boliviano y peruano. Edición de Fernando García, FLACSO 2008, Quito.

Page 20: La guerra de la madre tierra

20

republicanos; el ciclo de la economía de la plata, el ciclo de la economía

del estaño y, también, aunque de un modo más indirecto y con muchas

mediaciones, al actual ciclo de la economía de los hidrocarburos. La

economía de la coca ha formado parte entonces de las estructuras

económicas, de sus flujos, circuitos y recorridos.

Por otra parte, podemos abrirnos a la comprensión de las estrategias

diferenciales, plurales, cíclicas y rítmicas de las economías campesinas,

atravesadas por complementariedades, reciprocidades, también por

transformaciones del ayni y la mink’a, como formas de relación por

servicios y especies, por un lado, y por trabajos y dinero, por otro.

Comprender también que las formas de organización son complejas,

variadas, expansibles o contraíbles, dependiendo de la forma como se

relacionan las unidades domesticas con las familias, con las estructuras

familiares, comprendiendo edades, género y generaciones. Así mismo

tener en cuenta las diferentes prácticas de los vecinos respecto a las

prácticas combinadas de los pueblos y comunidades. Todo esto nos

muestra una combinación rica de estrategias y de estructuras, de

composiciones y de ritmos cíclicos, dependiendo del producto, de las

interrelaciones entre productos, dependiendo también del lugar y del

momento. Las economías campesinas son configuradas por

racionalidades alternativas y colaterales a la racionalidad moderna y

eficaz del cálculo del costo y beneficio. En otras palabras, es imposible

comprender las estrategias campesinas a partir de la reducida

contabilidad económica. Se trata de otras racionalidades, que

funcionan flexiblemente, dúctilmente y en combinaciones abiertas7.

Empero, algo que podemos compartir con cierta certeza es que, de

todas maneras, se trata de economías articuladas al mercado y a los

vaivenes del mercado, por lo tanto a los movimientos de los precios de

los productos. Ahora bien, un cultivo y producto altamente rentable es

la coca, incluso en momentos de bajos precios; esto debido a los

rendimientos, sobre todo a las cosechas que se dan al año. Lo que

decimos vale mucho más cuando los precios de la hoja de coca suben

estrepitosamente, debido a factores externos de extrema

imponderabilidad, como la debida al comercio del narcotráfico, sobre

todo de la cocaína.

Bajo estas consideraciones es posible una hipótesis en relación a la

expansión estrepitosa de los cultivos de la hoja de coca, incluyendo la

invasión a los parques y territorios indígenas. Es tan gravitante el

7 Revisar el libro de Alison Spedding Kawsachun Coca.Economía campesina cocalera en los Yungas y el Chapare. PIEB 204. La Paz.

Page 21: La guerra de la madre tierra

21

comercio de la cocaína, tal la incidencia de sus circuitos, de su

capacidad de irradiación, de su fuerza financiera, de sus múltiples

estratégicas de tráfico, que se ha convertido en el núcleo explicativo

de la propia economía de la coca, por lo tanto no sólo de los circuitos

y de la acumulación sino de la expansión compulsiva del monocultivo.

Independientemente de cualquier pretensión moral o de pose artificial

sobre la problemática de la cocaína, pretensión y pose falsa de las

potencias, de NNUU y de la cooperación internacional, lo que importan

es comprender claramente el conflicto suscitado en torno al TIPNIS, así

como los conflictos que se han dado sucesivamente, contiendas

anteriores y en perspectiva, repetidos intermitentemente, colisiones

del gobierno con las naciones y pueblos indígenas originarios, desde la

aprobación de la Constitución; lo que importa es comprender el

conflicto a partir de las fuerzas involucradas, de las tendencias, de los

proyectos inherentes. La economía de la coca forma parte de la

economía de la cocaína y la economía de la cocaína forma parte de las

economías del sistema-mundo capitalista. Una apuesta por la

expansión del monocultivo de la coca forma parte de la expansión

compulsiva de la economía de la cocaína y obviamente de la

acumulación ampliada de capital en la economía-mundo capitalista.

Apostar por esta salida, se lo haga abiertamente, como en el caso de

las decisiones prácticas que toman los cocaleros, o veladamente,

haciendo como si no se viera nada, como ocurre con el comportamiento

del gobierno respecto a esta problemática, no importa, pero apostar

por esta salida significa la continuidad del modelo capitalista,

desarrollista extractivista y dependiente, ahora atravesado por la

economía política del chantaje, es decir por la economía de la cocaína,

como una de sus formas. Este proyecto continuista se enfrenta

abiertamente al otro proyecto, nacido de las entrañas de las luchas

sociales y de la guerra anticolonial y descolonizadora, expresada

plenamente en la Constitución. Este modelo es el del Vivir Bien, modelo

civilizatorio alternativo al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo.

Este modelo se basa en la condición plurinacional, en la condición

comunitaria, en la condición autonómica y en la condición intercultural,

por lo tanto este modelo se basa en las cosmovisiones indígenas y en

la reconstitución de los territorios ancestrales, actualmente habitados,

como reza la Constitución. Este modelo supone un descentramiento

radical del antropocentrismo, desplazándose al reconocimiento de la

condición vital de los otros seres que componen la Madre Tierra,

reconociendo su condición de sujetos y reconociendo sus derechos.

Esta concepción está plasmada en el proyecto de Ley de la Madre

Page 22: La guerra de la madre tierra

22

Tierra. El conflicto del TIPNIS está expresando entonces la guerra de

dos proyectos opuestos, antagónicos, de modelos encontrados, uno el

capitalista y moderno, el otro alternativo al capitalismo y la

modernidad. Hay una lucha de clases y una guerra anticolonial y

descolonizadora en curso, con sus sujetos sociales, sus organizaciones,

sus instituciones opuestas, incluso con sus diferentes formaciones

discursivas en franco y abierto debate.

Volviendo al análisis de Enrique Ormachea, podemos dimensionar los

alcances concretos del conflicto en torno al TIPNIS. Entonces el

conflicto especifico, en el territorio, en los límites del parque y en el

interior del parque, en el llamado bloque 7, que es la zona de

avasallamiento del parque por los colonizadores, es entre comunidades

indígenas y colonizadores, comunidades indígenas y cocaleros. En el

documento citado se escribe:

Si en algo hacen hincapié los indígenas cuando plantean la defensa del TIPNIS es en el tema de la expansión cocalera y sus efectos. No

les faltan razones. En el Gobierno de Evo Morales se les ha recortado alrededor de 145 mil hectáreas que acabaron siendo dotadas a

cocaleros que habían ocupado estas tierras de hecho, al aprobar un título final de propiedad colectiva de 1.091.656 hectáreas frente al

título ejecutorial concedido en 1997 que ascendía a 1.236.296 hectáreas8.

La legitimación del avasallamiento ya muestra el sentido del gobierno,

de sus políticas en relación a la tierra y al territorio, en relación de lo que respecta a las áreas protegidas y territorios indígenas. El gobierno

responde en primer lugar, en el plano afectivo y de los compromisos orgánicos, a las federaciones cocaleras, también a las organizaciones

de colonizadores, llamados ahora interculturales, que ya cuenta con más de un millón de afiliados, así mismo responde a los compromisos

sindicales con las organizaciones campesinas, constituidas en la CSUTCB y en la confederación de mujeres campesinas, las conocidas

como “bartolinas”; en segundo lugar, ya en un plano político, responde a la continuidad del proyecto capitalista, desarrollista,

extractivista, dependiente, otorgándole un carácter popular al proyecto; en tercer lugar, ya en un plano estratégico o geopolítico, el

gobierno está supeditado a la irradiación de la política expansionista

y hegemónica del Estado brasilero; en cuarto lugar, ya en un plano de las complicaciones de las que no puede zafarse, atado a las

herencias de las lógicas de poder persistente, responde a los condicionamientos de las empresas trasnacionales, tanto de los

hidrocarburos como de la minería; en quinto lugar, ya en el plan de

8 Bolpress.

Page 23: La guerra de la madre tierra

23

las nuevas alianzas, responde a los acuerdos económicos con la

burguesía intermediaria boliviana, los agroindustriales, los soyeros y las mediaciones de los grandes monopolios de las empresas de

transgénicos. La presión sobre la frontera agrícola cocalera y

colonizadora se da no solo con la benevolencia del gobierno sino en alianza estratégica con los agroindustriales y soyeros, es decir, la

burguesía intermediaria. Todos ellos forman parte de la composición social, económica, subjetiva e imaginaria del proyecto desarrollista-

extractivista.

Esta situación es vivida, intuida, comprendida y elucidada por las

organizaciones indígenas del CIDOB y CONAMAQ. Se comenta el testimonio de uno de los dirigentes del TIPNIS que estuvo en la VIII

marcha indígena:

En una entrevista reciente, el dirigente indígena Adolfo Moye ha

señalado que, a raíz de la expansión de los cocaleros hacia las comunidades indígenas del TIPNIS, muchas terminaron rodeadas de

colonos “…por ejemplo, la comunidad de Santísima Trinidad donde yo

vivo junto a 140 familias indígenas mezcladas con algunos colonos, hemos quedado al centro de la zona colonizada y rodeada por

cocaleros. En la comunidad Limo, los hermanos del pueblo moxeño yuracaré ahora tienen apenas una hectárea y trabajan como

empleados de los colonos. Sus hijos han tenido que migrar a las ciudades capitales para buscar empleo queriendo adoptar otra forma

de vida; en muchos pueblos solo quedan los viejitos. Algunas comunidades, como Puerto Patiño e Isiborito, se extinguieron y no

sabemos a dónde se fueron esos hermanos…”. (Entrevista en el Foro Social de Asunción)10.

El testimonio de Adolfo Moye es elocuente; lo que describe es una relación de dominación de los cocaleros y de los colonizadores sobre

los indígenas del TIPNIS. Los indígenas no solamente son

discriminados y explotados, sino vistos como menos. No se los considera iguales, ni se establece con ellos relaciones de igualdad.

Esto ocurre de manera dramática en los lugares de intersección entre comunidades indígenas y colonos; si bien no ocurre lo mismo cuando

los dirigentes de las organizaciones indígenas y de las organizaciones campesinas entablan relaciones de organización, de discusión,

cuando entablan acuerdos y pactan sobre temas de interés común, pues a este nivel se entiende que no considerarse como iguales sería

una muestra insostenible de racismo. No ocurre porque a ese nivel se tiene otra concepción de lo que es ser indígena; somos todos

9 Bolpress. 10 Bolpress.

Page 24: La guerra de la madre tierra

24

indígenas, aymaras, quischwas, urus, chipayas, guaranís, moxeños,

chácobos, chimánes, yuracarés. La diferencia está en que unos somos campesinos y otros conservan la propiedad comunitaria, el ayllu; unos

estamos organizados en sindicatos y otros en las formas organizativas

propias comunitarias. Este discurso se mantuvo durante parte de la vida del Pacto de Unidad, sobre todo durante el proceso

constituyente. Ahora parece desmoronarse este discurso ante la evidencia de las grandes diferencias, discrepancias de concepciones,

de intereses y de proyectos. Los dirigentes campesinos se acercan rápidamente a los prejuicios que tienen los campesinos y colonos que

habitan los lugares limítrofes con territorios indígenas. Sobre todo ahora, cuando se da el conflicto del TIPNIS, los dirigentes campesinos

se apegan más a defender el discurso gubernamental estridentemente descalificador del movimiento indígena en defensa

de sus derechos, consagrados por la Constitución. El “bloque popular” se ha roto.

Esta descripción me recuerda a lo que ocurría años atrás, cuando era

vigente, convocativo e irradiante el proletariado minero; a pesar de su consciencia de clase, de su condición de clase compuesta por el

desclasamiento de las otras clases, de clase que debería abolir todas las clases, los mineros mantenían relaciones de dominación,

subordinando a las comunidades indígenas y campesinas aledañas a los campamentos. ¿Por qué ocurre esto? Se notaba un aire de

superioridad; una cosa implica estar ligado al campamento minero, a la explotación de las vetas mineras, a los ingenios, a la organización

capitalista del trabajo, y otra cosa significa estar ligado a los ayllus, a

las comunidades, donde preponderaban “modos” de producción pre-capitalistas y no-capitalistas. La diferencia estaba dada. Los mineros

compartían una ilusión desarrollista y un imaginario modernista, en contraposición de los indígenas y campesinos, que más bien

expresaban un apego a otros imaginarios, mas bien animistas. Una de las consecuencias de la modernidad fue esta descalificación de

otras formas de vida, de otras formas de cohesión social y de relacionamiento, que no sean las propias de la modernidad.

Las investigaciones y los estudios sociológicos han descrito y han teorizado sobre la transición a la modernidad; el desencanto, la

desacralización, la ruptura y quiebre de las comunidades, de las instituciones y estructuras tradicionales, forma parte de las hipótesis

iniciales de estos estudios y estos análisis. El paso de la familia extendida y compuesta a la familia nuclear, las migraciones rural-

urbanas, la atomización y la individualización, la homogeneización de

los comportamientos y las conductas, el disciplinamiento, forman parte de este proceso de modernización, entendida como una

dinámica cultural y civilizatoria que pone en suspenso los valores y las instituciones tradicionales; la modernidad entendida como

experiencia de la vertiginosidad, sensibilidad estética que expresa

Page 25: La guerra de la madre tierra

25

esta experiencia como cuando todo lo sólido se desvanece en el aire,

frase de Shakespeare, recogida por Marx11. La historia de la representación de la modernidad es toda una arqueología, comienza

con los poetas malditos, quienes le atribuyen características estéticas

y lúdicas, haciendo hincapié sobre todo en la experiencia de la vertiginosidad y el suspenso. El concepto es retomado por la

sociología y la economía empero de una manera más instrumental y descriptiva, perdiendo sus ribetes poéticos, empezando a adquirir

perfiles organizacionales, estructurales, institucionales y de relaciones de mapas definidos de transvaloración y transición

modernizadora. Marx y algunas corrientes marxistas retoman el concepto dándole un carácter dialéctico, retomando algunas ideas

iniciales de la experiencia de la transformación desbocada. Ya en la etapa de balance habría que contar con el análisis desplegado por

Marshall Berman; estudio que intitula precisamente Todo lo sólido se desvanece en el aire12. En las corrientes marxistas teóricas

contemporáneas un antecedente de la crítica de la modernidad es el libro de Adorno y Horkheimer titulado Dialéctica del iluminismo13.

Quizás sea el análisis más penetrante de la modernidad, a la que

caracterizan como iluminismo, que también puede ser retomada como crítica; de lo que se trata entonces es de desplegar una crítica

de la crítica, un iluminismo del iluminismo. Ponen en cuestión los mitos de la modernidad, como la idea de progreso y el mito de la

historia; también ponen en cuestión la pretensión moderna de dominación de la naturaleza. Queda claro en los autores, que hacen

la crítica de la racionalidad instrumental, que no basta hacer una crítica de la economía política, sino que es necesaria y urgente hacer

una crítica de la modernidad, matriz histórica y cultural, civilizatoria, en la que emerge y se recicla el capitalismo. Después de ellos, todas

las escuelas, corrientes teóricas críticas de la modernidad, son deudoras de la apertura iniciada por la Escuela de Frankfurt. A

nosotros nos interesa retomar las críticas de la modernidad en los contextos periféricos del sistema-mundo capitalista, pues nos

interesa comprender los fenómenos complejos, abigarrados y

heterogéneos que desata la modernización en nuestras regiones y países.

Marshall Berman escribe sobre el modernismo del subdesarrollo y toma en cuenta el caso de San Petersburgo, dice que se trata de

modernidades impulsadas desde arriba, por el Estado, el poder; quizás también por algunas élites. Son construcciones titánicas que

se enfrentan a los pantanos, es la voluntad de la geometría que termina imponiéndose a la adversidad, a pesar de las inundaciones

11 La frase aparece en la obra de Shakespeare La Tempestad, Marx, la retoma para caracterizar metafóricamente a la modernidad. 12 Marshall Berman: Todo lo sólido se desvanece en el aire. Siglo XXI 1994; México. 13 Adorno y Horkheimer: Dialéctica del iluminismo; Trota, Madrid.

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26

centenarias. Se trata de espacios modernos pero sin contar con una

vida moderna, espacios públicos que no llegan a tener vida pública. ¿Qué es la modernidad en estos lugares insondables? ¿Es una ilusión?

¿Un espejismo? ¿Un fabuloso monumento? Todo lo demás no llega a

ser moderno, las instituciones, el manejo de las instituciones, el Estado, la administración del Estado; tampoco las subjetividades.

Estamos ante transiciones problemáticas, cuando el pasado no termina de irse, mas bien se queda persistentemente, combinándose

con esas proposiciones iluministas de futuro. Se producen composiciones intrincadas que contienen también subjetividades

recargadas, que acompañan a comportamientos que moran mundos que cohabitan. René Zabaleta Mercado habla de formaciones

abigarradas y Bolívar Echeverría de modernidades barrocas14. ¿Qué es la modernidad en la periferia del sistema-mundo capitalista? Las

corrientes hindúes que estudian la subalternidad conciben que mas bien hay que comprender modernidades heterogéneas o la

modernidad en su condición heterogénea15.

Ciertamente no se puede hablar del ámbito social del campesinado como si fuera homogéneo; esto desde ya está descartado. Estamos

ante un campo complejo y diferencial, cuyos ciclos y articulaciones con el mercado también son variados. En un tiempo se pensó que la

campesinización y la re-campesinización formaban parte de procesos de resistencia a la diseminación capitalista. Se mostraban

contradicciones de las formaciones campesinas con el mercado, con el capitalismo y con el capital a partir de la tesis de la subsunción

formal del trabajo al capital16. En Bolivia se realizaron estudios de la cuestión agraria, sobre todo de las economías campesinas, a partir de

su irrupción misma, irrupción que se da desde la expansión de las formas de pequeña propiedad agraria a partir de la reforma agraria

de 1953. Se pueden hacer distintas clasificaciones de un abundante material, que llega hasta nuestros días, empero nos interesa, por los

límites y las razones implícitas de este ensayo, dibujar grandes

campos de análisis. Se puede apreciar que una de las áreas de preocupación, quizás las más economicista, está relacionada con las

evaluaciones de la reforma agraria y la búsqueda por reencaminarla; otra área de preocupación es la que tiene que ver con los estudios de

caso, con un enfoque sociológico; quizás los más interesantes son los estudios que vienen acompañados de un orientación antropológica,

14 Ver de Zavaleta Mercado Lo nacional-popular en Bolivia; Amigos del Libro; La Paz. También de Bolívar Echeverría Crítica de la modernidad capitalista; Vicepresidencia del Estado Plurinacional 2011; La Paz. 15 Revisar de Partha Chatterjee La nación entiempo heterogéneo. Siglo XXI-CLACSO 2008; Buenos Aires. 16 Roger Bartra ha realizado estudios antropológicos sobre la identidad mexicana; en tanto que Armando Bartra ha realizado estudios sobre las problemáticas que envuelven al mundo campesino e indígena, en parte rescatando sus luchas por la reforma agraria, en parte recuperando la condición de comunidad, pero también mostrando las formas de subsunción formal del trabajo al capital en la que están involucrados sus circuitos.

Page 27: La guerra de la madre tierra

27

sobre todo por el aporte etnográfico en el análisis de las estructuras

y las instituciones involucradas. No podemos dejar de considerar los estudios sobre la estructura agraria y de clases desde una perspectiva

marxista, mas bien, análisis macros que estudios locales o regionales.

Por último, deberíamos considerar un área de trabajos de investigación antropológicas, sociológicas y económicas, de enfoque

mas bien integral, que cuestiona las perspectivas anteriores, consideradas estáticas, que no contemplan las dinámicas locales,

diferenciales, cíclicas y de estructuras de cambiantes, vinculadas a las estrategias de adaptación a las circunstancias de las formas de

organización campesinas. Quizás las más aportadoras a la elucidación y a la inteligibilidad de la problemática campesina sean estos

estudios17. En relación a toda esta arqueología del saber de la cuestión agraria, debemos apreciar sus mapas conceptuales para

poder atender con una mirada escrutadora a los recientes desplazamientos de las economías campesinas.

Obviamente lo que se requiere para lograr una comprensión adecuada

de lo que ocurre son investigaciones a profundidad y en los distintos espacios de desplazamiento de las formas de organización

campesina; empero a falta de estas investigaciones, nos vemos obligados a lanzar algunas hipótesis interpretativas de lo ocurre en la

coyuntura crítica del proceso con las economías y formas de organización campesina, sus estrategias y sus circuitos.

17 Revisar de Alison Spedding Kawsachun coca. Economía campesina cocalera en los Yungas y el Chapare. PIEB 2004; La paz.

Page 28: La guerra de la madre tierra

28

Hipótesis

Por más compleja que pueda ser la formación social, económica y

cultural campesina, por más diversa y diferencial, por más barroca, combinada, compuesta y entrecruzada en que se encuentre,

moviéndose contradictoriamente en transiciones cíclicas, definiendo a veces rutas en espiral y en algunos casos desplazamientos lineales,

toda esta complejidad está atravesada por los circuitos del mercado, los circuitos dinerarios, incluso, en menor escala los circuitos

financieros, como los relativos al microcrédito; aunque tengamos que aceptar, como lo hicimos en otro tiempo, la presencia alterativa de

resistencias, de otras lógicas, otras estrategias y otras racionalidades, el mercado y el desarrollo capitalista juegan un papel gravitante,

sobre todo en determinados momentos de alta demanda de monocultivos y de la evidencia de la atracción efectiva de subida de

precios. Esta atmósfera de muchos microclimas culturales, imaginarios y de comportamientos, recrea la ilusión de una

modernidad barroca, heterogénea, del bienestar, del acceso y del

consumo. En momentos de intervención de circuitos de alta rentabilidad y de predisposiciones políticas que los facilitan, los

conglomerados sociales campesinos, sus tendencias económicas, tienden a volcarse plenamente a la ilusión del desarrollismo y sobre

todo al espejismo de la riqueza fácil. Los núcleos de resistencias, alterativos, alternativos, las racionalidades y estrategias

complementarias y cíclicas, tienden a ser inhibidas, ocultadas, desarticuladas, en beneficio de las opciones más comerciales, incluso

más perversas de los circuitos dinerarios.

Page 29: La guerra de la madre tierra

29

Las resistencias, las posibilidades alterativas y alternativas se

encuentran en las comunidades indígenas-originarias

En momentos de crisis, de desplazamiento social compulsivo hacia las formas más veloces del comercio, incluso del comercio ilícito, del

contrabando, de los tráficos perversos, de la economía política del chantaje, los núcleos de resistencias, las posibilidades alterativas y

alternativas al curso de las cosas, al dominio del capitalismo, incluyendo sus formas salvajes, se encuentra en las comunidades

indígenas, como los ayllus, en tierras altas, y las formas comunitarias en reconstitución, en tierras bajas. Las otras racionalidades, sobre

todo complementarias, las otras estrategias, sobe todo rotativas, cíclicas y en reciprocidad, tejiendo equilibrios y armonizaciones

territoriales, se encuentran en estas formas comunitarias, en sus formas de organización, de cohesión, de convocatoria y de

correspondencia territorial, se encuentran en la actualización y reconstitución de sus instituciones ancestrales. Esta disposición a la

resistencia, esta reterritorialización, se hace evidente en la coyuntura

crítica del proceso, cuando el gobierno, las organizaciones campesinas, aliados a la burguesía intermediaria, a los

agroindustriales, a los soyeros y las mediaciones que usan los transgénicos, añadiendo a los banqueros y los compromisos con el

IIRSA y el proyecto hegemónico brasilero, se proponen ampliar estrepitosamente la frontera agrícola, atentando contra los bosques,

los territorios indígenas, los parques, las áreas protegidas, a cualquier costo. La marcha indígena por la defensa del TIPNIS es una clara

muestra de la voluntad política de las organizaciones indígenas, del CIDOB y del CONAMAQ, por detener el avasallamiento, la compulsión

desarrollista-extractivista apegada a la ilusión modernista de consumo y de riqueza.

Page 30: La guerra de la madre tierra

30

¿Quién ha decidido la construcción de la carretera que

atraviesa el TIPNIS?

¿Se han consultado a las comunidades que habitan el TIPNIS, como

exige la Constitución? ¿Es el pueblo boliviano el que ha aprobado la

construcción de esa carretera? Si el 64% del pueblo ha aprobado la

Constitución, al aprobarla ha prohibido una acción como esta de

atravesar un Territorio Indígena y un Parque. ¿Quiénes entonces han

decidido? Obviamente se decidió en otro lugar, donde siempre se ha

decidido la suerte de nuestros países, en los grandes acuerdos de los

gobiernos coaligados con intereses de las empresas trasnacionales. La

suerte de la Amazonia se decidió, primero cuando la construcción de la

carretera que atraviesa la Amazonia brasilera se dio lugar en base a la

estrategia de la dictadura militar brasilera de entonces (1964-1985).

Segundo, cuando el presidente Fernando Cardozo convocó a los

presidentes de los gobiernos de Sud América para acordar el proyecto

IIRSA (2000). Tercero, cuando el entonces presidente de Brasil Luiz

Inácio Lula da Silva comprometió al presidente boliviano Evo Morales

Ayma en la construcción de la carretera que conecta Villa Tunari con

San Ignacio de Moxos (2009), atravesando el TIPNIS, comprometiendo

un préstamo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social

(BNDES) de Brasil y condicionando que la construcción la efectúe una

empresa brasilera OAS, saltando los procedimientos regulares de las

normas de contratación de bienes y servicios. Se puede decir que esta

es la crónica de una muerte anunciada, la del ecosistema que

comprende el TIPNIS, si es que no se detiene este proyecto que

podemos calificar como un ecocidio y etnocidio. En realidad el destino

de parte de la Amazonia, la que comprende al Territorio Indígena y

Parque Isiboiro-Sécure, se está decidiendo ahora, en la batalla por el

TIPNIS, con el esfuerzo y sacrificio de los marchistas que defienden los

derechos de la Madre tierra y los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios. El gobierno ha decidido defender los intereses de

OAS, del IIRSA, del gobierno brasilero y de todos los sectores del país

que apuestan por la ilusión desarrollista, la destrucción extractivista, y

la reiteración inaudita de la dependencia; hablamos de la burguesía

intermediaria boliviana y los estratos campesinos más apegados a las

formas del capitalismo depredador, comprendiendo la desforestación y

el monocultivo.

Viendo de esta forma las cosas, la decisión no es democrática, es

despótica y acordada con las estructuras de poder del orden de

dominación mundial y regional. Todos los discursos que se han

Page 31: La guerra de la madre tierra

31

empleado para camuflar la razones de esta decisión, todo los recursos

represivos que se emplean para disuadir a los marchistas, no hace otra

cosa que develar los grandes intereses comprometidos en tamaña

acción y la supeditación del gobierno a estos intereses. Lo que se ha

dicho sobre los marchistas, sobre los dirigentes indígenas, no es otra

cosa que una muestra patética de los métodos y procedimientos más

perversos que puede utilizar el Estado-nación en contra de las naciones

y pueblos indígenas y una movilización que exige el cumplimiento de

la Constitución. Como se puede ver se ha ido muy lejos, se ha llegado

incluso a una situación de enfrentamiento entre colonizadores e

indígenas. Una y otra vez, en los distintos diálogos, sin ninguna

voluntad del gobierno a cambiar, los ministros han reiterado un solo

argumento obsesivo: No hay alternativa, sólo hay un trazo posible, el

que atraviese el TIPNIS, esto ya se ha decidido. ¿Qué significa este

mensaje? ¿Qué la realidad se reduce a esto? ¿A la lógica irremediable

del poder? ¿Qué la historia no cambia? ¿Qué los poderosos son los que

deciden? ¿Qué fue un sueño lo planteado por los movimientos sociales

y las naciones y pueblos indígenas originarios, un sueño recogido por

la Constitución? ¿Qué la realidad real va seguir siendo la misma a pesar

de los sacrificios, las luchas y los procesos constituyentes? ¿Qué la

llegada al gobierno de un presidente con raíces indígenas no es más

que una nueva forma de legitimación de los mismo, de las estructuras

de poder establecidas y de los ciclos irreversibles del capitalismo?

Este fatalismo no expresa otra cosa que el punto de vista de la

dominación; ni más, ni menos. No es aceptable y es incluso

insostenible el querer reducir la realidad a los efectos del poder.

Cuando los imaginarios son dominados por el poder, cuando el poder

se recrea en ellos, cuando los imaginarios reviven ilusiones, como las

del desarrollismo y la modernidad, ilusiones que ocultan la producción

incesante de las desigualdades, entonces la realidad se reducen a los

límites de las representaciones sociales sometidas, lo que se llamaba

en otro tiempo ideología. En estos casos la representación no es otra

cosa que la repetición del discurso dominante y también una re-presión

de los impulsos emancipadores. El gobierno, los discursos transmitidos,

sus actos violentos y represivos, muestran el decurso de este itinerario

de la gubernamentalidad liberal, la misma que no ha cambiado, a pesar

del proceso constituyente. Esta es la elocuencia de del monopolio de la

violencia y de la legitimidad de la violencia. ¿Qué se puede hacer frente

a esta concurrencia avasalladora de la maquinaria estatal, de una

maquinaria al servicio de las dominaciones polimorfas y de las formas

del capital? El recurso de los explotados, de los pueblos, de las naciones

Page 32: La guerra de la madre tierra

32

oprimidas, ha sido la lucha permanente, constante, perseverante.

Comienza con las resistencias, después continúa con las acciones

directas emancipadoras; todo esto está atravesado por la creación de

otros imaginarios, por la imaginación y el imaginario radical, creativos

de la perspectiva de otras realidades, más ricas y complejas, por la

apertura de la realidad al campo de sus posibilidades; también

podríamos interpretar esto desde la sociología de las ausencias, desde

la sociología de las emergencias, desde la ecología de los saberes,

desde la ecología de las temporalidades, como configura Boaventura

de Sousa Santos. Las organizaciones indígenas originarias, las

comunidades indígenas que habitan el TIPNIS, no hacen otra cosa que

recurrir a estas tradiciones de luchas de los explotados, dominados,

discriminados. Que este enfrentamiento se dé ahora desafiando al

proyecto extractivista de un gobierno que se llama popular se explica

por la combinación de la lógica del poder cristalizada en la maquinaria

estatal y la lógica de la acumulación de capital. Frente a esta

racionalidad instrumental y racionalidad diagramática de las fuerzas se

oponen racionalidades alternativas, las racionalidades de las

resistencias que se convierten en racionalidades emancipatorias. La

lucha de los indígenas del TIPNIS y de las organizaciones indígenas

originarias es una lucha que compromete el destino de la mayoría de

los bolivianos y bolivianas, que apostaron a lo largo de sus luchas y en

el proceso constituyente por un mundo alternativo.

No sabemos exactamente lo que va a pasar, a pesar de que el

panorama se pinta, debido a la correlación de fuerzas, desalentador y

dramático. Se presenta como que el gobierno terminará imponiendo la

voluntad de OAS, del IIRSA, del gobierno brasilero y los estratos

sociales que apuestan por la continuidad del modelo extractivista y la

ampliación de la frontera agrícola. Sin embargo, en esta coyuntura

difícil, no se puede hacer otra cosa que apostar a lo que parece

improbable, apostar a lo que parece imposible, apostar por revertir la

situación adversa, apostar por detener la marcha fatal de los

acontecimientos. En esta apuesta, en esta habilidad, en esta

creatividad e ingenio, radica la invención de la política y la invención

de la historia como utopía en permanente realización.

La lucha de los indígenas del TIPNIS, de las organizaciones indígenas,

no puede quedar aislada, tiene que ser acompañada por todos y todas

las que sienten y presienten que es posible otro mundo alternativo,

que la realidad es más rica y completa que la reducida imagen que de

ella da el poder. Esta lucha es acompañada por otros movimientos y

Page 33: La guerra de la madre tierra

33

pueblos del mundo que enfrentan a la dominación actualizada del

capitalismo.

Page 34: La guerra de la madre tierra

34

Las formas de la manipulación

Hay que prestar mucha atención a ciertas formas del uso del poder que

tienen que ver directamente con lo que llamamos la manipulación18, es

decir, a la forma cómo se quiere forzar e inducir para lograr los

objetivos establecidos. Sobre todo llama la atención el manejo de la

gente, el manejo de la opinión pública, el manejo de las instituciones

y de las organizaciones, el manejo de la información, el manejo de los

conflictos. Se interviene impúdicamente para convencer y conducir a

la gente, para influir en sus conductas; se maneja la propaganda, la

publicidad, la comunicación para mostrar una imagen de la realidad de

acuerdo al espejo del poder. El poder se mira en lo que informa y lo

que expresa termina siendo la imagen del espejo, es allí donde se

legitima y ratifica el poder. Se manejan las instituciones como

dispositivos de poder; aunque toda institución es un dispositivo de

poder, lo que hace a la manipulación es el uso forzado que se hace de

las instituciones, buscando alcanzar otros fines, distintos a las

finalidades normativas. En el caso de las organizaciones, estas son

cooptadas en la perspectiva de los fines extra-organizacionales

impuestos. Se maneja la información como herramienta de

propaganda, como una extensión de los alcances y el cumplimiento del

gobierno. Quizás lo más grave pasa con el manejo de los conflictos;

lo primero que se hace es ignorarlos, después se los descalifica, si

avanza el conflicto, se intenta cooptar y dividir a las organizaciones

involucradas en la demanda; por este camino se termina optando por

los medios de disuasión y represivos. También se puede pretender

arreglar con los grupos más vulnerables y dóciles del conflicto, como

lo que ocurre ahora en lo que respecta al conflicto del TIPNIS. No se

quiere atender ni dialogar seriamente, solo se transmite la decisión

antelada, la crónica de la muerta anunciada del territorio y del parque,

empero se manipula montando una escenificación en una comunidad,

la de Santo Domingo, donde habitan un grupo de familias indígenas,

ahora invadida por visitantes del tramo tres de la carretera Villa

Tunaría-San Ignacio de Moxos, quienes no habitan el TIPNIS, para

aparentar multitud y hacer creer que se conversa y se consulta con las

comunidades asentadas en el TIPNIS.

18 José Luis VEGA CARBALLO dice que: Se entiende por manipulación un ejercicio velado, sinuoso y

abusivo del poder. Revisar Manipulación, del citado autor; Comunidades.

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35

A propósito de la temática de la manipulación, José Luis Vega Carballo

dice

Se entiende por manipulación un ejercicio velado, sinuoso y abusivo

del poder. Se presenta en cualquier relación social o campo de la actividad humana, donde la parte dominante se impone a otras en

virtud de que éstas carecen de control, conciencia y conocimiento sobre las condiciones de la situación en que se encuentran. Aunque la

imposición de cualquier curso de acción tiene siempre consecuencias reales, lo cierto es que, dentro del campo de la interacción social

manipulada, no hay manera de que las partes afectadas puedan

vislumbrarlas anticipadamente, tampoco analizarlas y menos impedirlas; solo les queda afrontarlas como hechos consumados.

La manipulación es un ejercicio velado, sinuoso y abusivo del poder. El

poder se ejerce decía Michel Foucault, no es una propiedad, no es una sustancia, no es una ideología; diríamos que se trata de relación de

fuerzas, una fuerza que afecta y otra fuerza afectada, una fuerza que hace de función de poder, otra fuerza que hace de materia de poder.

La manipulación se basa en relaciones de poder que buscan afectar conductas y comportamientos, como toda relación de poder, pero que

recurre en este caso al engaño, a la distorsión, al chantaje, a la presión, al encubrimiento, al montaje, al teatro, pero también a sutiles

mecanismos y deslizamientos de la violencia, que tienen una particularidad cuando se trata del Estado y de sus formas de gobierno.

Llama la atención la reiteración desembozada de las formas de manipulación de un gobierno que se dice indígena y popular, más aún

que se concibe como gobierno de los movimientos sociales, de acuerdo a las expresiones rimbombantes del Vicepresidente. En los conflictos

con las organizaciones indígenas, particularmente en lo que ocurre con el conflicto del TIPNIS, ha desplegado de manera abierta todas las

artes de la política vulgar, la astucia “criolla”, como decimos popularmente, adelantándose a las consecuencias de la construcción

de la carretera; la maniobra se muestra patentemente cuando se hace tres trazos de la carretera que va de Villa Tunari a San Ignacio de

Moxos, buscando eludir el estudio de impacto ambiental, sobre todo en lo que respecta al Territorio Indígena y al Parque. La anticipación no

consultada también se hace evidente cuando se acuerda con el entonces presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva la construcción

de la carretera, financiada en gran parte por el Banco Nacional de

Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil (2008-2009); en este acuerdo se establece el compromiso fuera de normas de que la

construcción de la carretera queda a cargo de la empresa constructora brasilera OAS. Esta forma de comportamiento sinuoso y callado, toda

esta actitud velada preveía conflictos, por eso se adelantó a los hechos, encubriendo los acuerdos y convenios antelados. Cuando estalla el

conflicto del TIPNIS la respuesta es escabrosa; primero se confronta

Page 36: La guerra de la madre tierra

36

internamente al entonces Viceministro de Biodiversidad del Ministerio

de Medio Ambiente y Agua, Juan Pablo Ramos, quien no quería firmar la ficha ambiental justamente del tramo II, que pasa por el TIPNIS;

segundo se oculta la información y se miente a la opinión pública

acerca del estado de la cuestión de esta carretera; tercero se dice que no hay trazo del segundo tramo; cuarto, cuando se desprende la

marcha indígena en defensa del Territorio Indígena y Parque Isiboro-Sécure, se descalifica a las organizaciones indígenas acusándolas de

estar en contacto con la Embajada norteamericana, insinuando que esta marcha ha sido preparada por agentes de la embajada, volviendo

a acusar a USAID por enésima vez de estar fomentando la marcha indígena; también se acusa a un conjunto fantasmagórico de ONGs de

estar involucradas en la conspiración. Cuando la marcha se acerca a San Ignacio-de Moxos, altos personeros de gobierno van a azuzar a los

pobladores para que se levanten contra los indígenas de la marcha. Si bien no consiguen esto, lo que logran es que no se les dé alojamiento,

comida ni agua. Cuando la marcha se aproxima a Yucumo, se movilizan a colonizadores, cocaleros, policías e incluso la ABC para impedir el

paso de la marcha pacífica, bloqueando a la marcha en esta localidad

comercial. Cuando la marcha consigue apoyo internacional y del país, movilizando a múltiples grupos de jóvenes, a la organización de

regantes, a la federación de estudiantes de la ciudad de El Alto, a mineros e incluso a organizaciones de la ciudad de El Alto, como la

conocida Coordinadora por la Dignidad de la Ciudad de El Alto, cuando es patente su contradicción en relación a la consulta previa libre e

informada, consulta que exige la Constitución, buscan dividir a las comunidades del TIPNIS; todo esto sin responder a la demanda de los

marchista. Se opta entonces por el teatro político, se hace el montaje de un escenario grotesco de una reunión manipulada en la comunidad

de Santo Domingo, llevando gente del tramo III, que habita fuera del TIPNIS. El presidente va a esa comunidad y efectúa una tertulia

improvisada con los supuestos comunarios, reunión que es transmitida por la radio emisora oficial Patria Nueva.

El comportamiento del gobierno en todo el conflicto del TIPNIS devela descarnadamente el sentido de las políticas gubernamentales en

relación al medio ambiente, a la ecología, a los parques y territorios indígenas, en relación a los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios, en relación también al modelo heredado, el extractivismo, incluyendo a la ampliación de la frontera agrícola y la

desforestación, así mismo devela el sentido de las políticas en relación a la coca y la cocaína. Pero, sobre todo, devela la constante recurrencia

del procedimiento más apreciado por los funcionarios en su relacionamiento con la sociedad, los pueblos y las organizaciones, este

expediente es el de la múltiple manipulación abierta y desembozada. ¿Por qué recurre a esta maniobra? ¿Qué expresa esta recurrencia?

¿Una gran debilidad, una gran vulnerabilidad, una descomposición?

Page 37: La guerra de la madre tierra

37

José Luis Vega Carballo, el autor citado sobre la definición de

manipulación, dice que:

Pero aún allí, en momentos de crisis de consenso, cuando se ponen en

entredicho la legalidad y legitimidad del régimen, los dirigentes terminan apostando a la manipulación para controlar las reacciones de

los dominados. Surgen distintas fórmulas para encubrir decisiones de emergencia, desde los discursos efectistas hasta los despliegues de

propaganda, tácticamente destinados a compensar la carencia de argumentos capaces de persuadir a las masas y mantenerlas leales al

régimen. Cuanto más avance la desestabilización y se aproxime la posible subversión violenta del régimen, es mayor la frecuencia con

que se aplican dosis variables de manipuleo con represión, incluyendo las llamadas “cortinas de humo”, cuyo propósito es distraer la atención

de los subordinados para apartarla de los verdaderos problemas que la dirigencia no puede resolver.

La recurrencia a la manipulación parece aumentar cuando hay crisis de

consenso. Desde esta perspectiva vendría a ser algo que sustituye al

consenso o cuando falta consenso se recurre más a la manipulación. Este procedimiento de maniobra vendría a ser un síntoma de la crisis

de consenso, que también significa una crisis de credibilidad; la pérdida de confianza también generaría el incremento del uso de la

manipulación. Esta tesis podría llevarnos a pensar en una relación inversamente proporcional, pero no es así, pues la variedad de los

recursos, dispositivos y agenciamientos de poder más bien presentan un mapa de combinaciones complejo, que se da de una determinada

manera, dependiendo de las coyunturas y los contextos. Incluso cuando hay consenso los gobiernos no dejan de recurrir a tácticas de

maniobra. Se trata de procedimientos altamente extendidos, diversos, recurrentes, no sólo por gobiernos sino instituciones, también en las

relaciones de grupos, así como en las relaciones interpersonales. Pero, en el caso que nos interesa, la manipulación política, muestra los

secretos engranajes de las formas de poder y de los entretelones

gubernamentales. Se trata de un procedimiento no democrático y mucho menos participativo, en todo caso tampoco transparente. Se da

cuando se tienen finalidades establecidas, las mismas que no quieren ni deben discutirse, de acuerdo a los criterios de los “diseñadores” de

las finalidades; estas tienen que ejecutarse, para su cumplimiento se usan todos los medios al alcance, incluyendo preponderantemente los

que tienen que ver con la manipulación. En este caso las finalidades son como ordenes; se hace creer a los participantes que se está

discutiendo, que se está tomando en serio el debate, la demanda, la reivindicación, las propuestas alternativas, aunque en realidad este

dialogo sólo sirva para legitimar lo ya decidido, el cumplimiento de finalidades políticas.

Page 38: La guerra de la madre tierra

38

Esta manera de proceder nos muestra también una percepción

bastante esquemática de los gobernantes, que se resume en el creer que los otros, los interlocutores, la opinión pública, son manejables.

Esta percepción expresa una sobreestimación extrema de las

posibilidades del gobierno y una desvalorización también extrema de los otros, de los interlocutores, del auditórium, de la opinión pública.

Hay más de una sorpresa cuando los gobernantes se enfrentan a resistencias, a obstáculos, a conductas no manejables ni manipulables,

que responden a criterios formados sobre los temas en debate. Lo sorprendente es que en vez de corregir este comportamiento

gubernamental, generalmente los gobernantes insisten como en una terca persistencia en estos métodos, aunque estos métodos pueden

llevar ineludiblemente a la confrontación. ¿Por qué? Hay una especie de extensión estimativa de los microclimas institucionales

gubernamentales a la sociedad. Se espera que de la misma manera que se obedece en las instituciones, las sociedades deban hacerlo. Hay

un presupuesto de disciplina generalizada, que obviamente no se cumple en la realidad. No se considera para nada los propios raciocinios

de la sociedad, de los grupos, de las organizaciones, de los

movimientos. Lo que cuenta es la estrategia diseñada o supuestamente diseñada, las finalidades establecidas; lo demás es objeto, es materia

de poder, es manipulable.

De este modo podemos decir que la manipulación dibuja una psicología especial de los gobernantes, de la clase política; se sienten inmunes,

se instala un egocentrismo que da lugar a una sensación de que se es todo poderoso, una distancia cualitativa los separa de los mortales.

Esta percepción es alimentada por los propios funcionarios que rodean como cortes modernas a los ejecutivos. La ceremonialidad del poder,

la adulación constante, la información seleccionada, terminan convenciendo a los que toman decisiones de que es así, que los que

gobiernan tienen el sartén por el mango, que sus decisiones son indiscutibles. Muchos de estos escenarios, de estos montajes políticos,

son construcciones de los subalternos inmediatos, que quieren ganar

puntos. La manipulación termina entrampando a todos, como en un círculo vicioso; no convence, no disuade, y termina echando leña al

fuego, incrementando la intensidad del conflicto.

El autor citado continúa con la contrastación de la manipulación, escribe:

Si para un uso racional, persuasivo y legítimo del poder –es decir, la

dominación según Max Weber–, se requiere comúnmente la transparencia y una conciencia relativamente lúcida acerca de los

intereses en juego, la manipulación se ubica en la esfera opuesta. Al rechazar la transparencia, la argumentación y la persuasión –procesos

que en la democracia se aplican para llegar al consenso–, los manipuladores, en su maquiavelismo, apelan a las dimensiones

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instintivas de la mente individual y colectiva, a impulsos inconscientes,

a deseos y aspiraciones insatisfechas, a dependencias emocionales y pasionales de la conducta individual o de masas. Se esmeran por

provocar reacciones impremeditadas que no requieran la aquiescencia

ni el raciocinio, por obviar discursos que justifiquen las pretensiones de dominio, por evitar todo recurso metódico de justificación y

convencimiento.

Descartando esa personalización de los manipuladores y de su supuesto maquiavelismo, pues no se trata de caer en la

individualización, como si la manipulación fuera un atributo de ciertas personas, inclinadas a ello, y el maquiavelismo un plan antelado, una

conspiración inherente. Este maquiavelismo, que proviene de la lectura francesa de la época de Nicolás Maquiavelo, interpretación segada por

cierto, que ha reducido las tesis de Maquiavelo a la caricatura de proposición que se expresa en la frase popularizada de que los fines

justifican los medios, convirtiendo a Maquiavelo en un teórico de las conspiraciones, las artimañas, las astucias y las intrigas. Lectura que

no comprende la estructura, el contenido y el núcleo de la teoría de

Nicolás Maquiavelo que tiene que ver con la figura del príncipe como articulador de la voluntad nacional. Dejemos entonces de lado esta

apreciación del autor para concentrarnos en sus definiciones sobre la manipulación. Se concibe un aire irracional en el ejercicio de la

manipulación; ¿esto es sostenible? Depende cómo concibamos la razón y la racionalidad; si aparece como un discurso iluminista, que exige

argumentación y justificación, reducimos la razón a su forma lógica e instrumental; en cambio sí ampliamos el uso de la razón a la

elaboración de juicios, entendidos como la adecuación de los medios a los fines, nos abrimos a múltiples formas de la razón y de la

racionalidad. La manipulación no está exenta de una forma de racionalidad ligada a la astucia; no se trata en este caso de

pretensiones de verdad y de validez. No estamos en el terreno de la acción comunicativa ni de sus racionalidades desplegadas, estamos

mas bien en los espacios de las formas de violencia, en los mapas de

la dominación, aunque esta violencia y esta dominación tenga que hacerse discursiva. En todo caso estamos ante pretensiones de logro,

de ejecución, pretensiones de dominación. El uso de los discursos en la manipulación no pretenden convencer de la verdad expuesta, al

contrario son usados para engañar. Entonces las formas de la manipulación tienen que ver con las formas de la dominación; por eso

no es un mecanismo democrático, puesto que la democracia en sentido pleno suspende los mecanismos de la dominación. El uso recurrente de

la manipulación caracteriza el perfil de los estados y gobiernos que la ejercen. No se trata de estados democráticos en pleno sentido de la

palabra, que deberían ser más participativos que representativos, sino de maquinarias, instrumentos, estrategias gubernamentales al

servicio de la dominación. No se trata entonces de un proyecto emancipatorio sino de un proyecto de poder. Esto es importante a la

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hora de caracterizar al Estado-nación boliviano y al gobierno popular.

Ciertamente lo que debería ser un proyecto emancipatorio, pues arranca de las luchas sociales, de los movimientos sociales, de la

guerra anticolonial y descolonizadora, termina siendo otro proyecto de

dominación. ¿De quienes es esta dominación? No es una pregunta fácil en una transición que debería ser de transformación y resulta mas bien

de restauración.

Al respecto, en relación a esta pregunta, que tiene que ver con la estructura de poder, pero también con la estructura de clases,

asentadas ambas en la matriz y estructuras coloniales, vamos desplegar una hipótesis de interpretación.

Después de la movilización prolongada (2000-2005) nos encontramos

ante dos gestiones de gobierno popular y un proceso constituyente, ambos contradictorios, que expresan de manera dramática las

contradicciones inherentes de los proyectos políticos congénitos que nacen como producto de la movilización; uno de ellos es el proyecto

político que expresa la transición descolonizadora hacia el Estado

plurinacional comunitario y autonómico, en la perspectiva de conformar una economía social y comunitaria que apunta al modelo

alternativo a la modernidad, al capitalismo y al desarrollo; el otro modelo está encaminado claramente a la continuidad expansiva e

intensiva del estándar capitalista dependiente periférico basado en el extractivismo compulsivo; modelo que se sostiene en la restauración

del Estado-nación, liberal y colonial. Ambos modelos son opuestos, contradictorios y antagónicos. El primer modelo alternativo ha quedado

transcrito en la Constitución política del Estado, el segundo modelo vigente es el que efectivamente se realiza desde el Estado y desde el

gobierno. El primer modelo ha quedado como un ideal y el segundo modelo es el realmente implantado. El primer modelo es defendido por

las naciones y pueblos indígenas originarios, por sus organizaciones matriciales, de tierras altas y de tierras bajas; el segundo modelo es el

asumido por el gobierno, por el MAS, por las organizaciones

campesinas, colonizadoras y cocaleras, en alianza ahora con la burguesía intermediaria boliviana, banqueros, empresarios,

agroindustriales, soyeros, terratenientes, apoyados en este trámite por las empresas trasnacionales mineras, hidrocarburíferas, las empresas

constructoras, el gobierno brasilero, en el contexto de reacomodo de la estructura de la geopolítica del sistema mundo capitalista.

Tomando en cuenta este panorama, ¿qué sucede en la transición?

Concurre la reorganización de la composición de la burguesía intermediaria boliviana; campesinos ricos, colonizadores ricos,

cocaleros ricos ingresan a formar parte de esta nueva composición de la burguesía, conjuntamente con los comerciantes; algunos de ellos se

introducen en su condición de dirigentes o ex dirigentes, al formar parte de la nueva clase política. Las formas de esta recomposición

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burguesa no son distintos al de las otras y anteriores composiciones de

la burguesía, procedimientos de despojamiento, de apropiación, incluso de trafico de tierras y circuitos de influencias. Obviamente no

son todos los campesinos, todos los colonizadores ni todos los

cocaleros los que ingresan a formar parte de esta nueva burguesía, como en la genealogía de las burguesías, se forman estructuras

piramidales, la gran masa social queda en la base piramidal y son determinados grupos pujantes y agresivos los que terminan ocupando

el sitio de la cúspide. Empero, como se comparte la ilusión desarrollista y el imaginero modernista, creyendo que el logro de la riqueza está al

alcance de todos, el conjunto social cree que puede acceder y se embarga en un proyecto que obviamente va a recrear las

desigualdades.

En este mapa social, ¿qué papel juegan los obreros? Si nos guiamos por el último el XXXI Congreso de la Federación Sindical de

Trabajadores Mineros de Bolivia, vamos a ver que el proletariado minero retoma la Tesis de Pulacayo, la tesis de transición al socialismo,

bajo la caracterización de un país de capitalismo atrasado y

dependiente. Vuelven a plantear la alianza obrero campesina, bajo la dirección del proletariado en la perspectiva de la revolución socialista.

¿Dónde entra este planteamiento en el antagonismo que plantean los dos modelos mencionados anteriormente? ¿La propuesta minera se

acerca más a la modernidad, al desarrollismo, al extractivismo o la propuesta obrera se acerca al modelo alternativo a la modernidad, al

capitalismo y al desarrollo? Este es un problema que tiene que resolver el proletariado minero, que tienen que resolver los obreros, en el

contexto de las luchas y movimientos sociales antisistémicos contemporáneos, que confrontan al capitalismo no solo en lo que

respecta a la explotación de la fuerza de trabajo sino por en lo que respecta a la explotación y dominación de la naturaleza. Ya no es el

contexto ni la coyuntura histórica del momento de aprobación de la Tesis de Pulacayo, este momento, el actual, es de una lucha contra el

capitalismo en defensa de la Madre Tierra, que es el nombre que se

usa para referirse a los componentes y ciclos vitales integrados de la vida, en toda su biodiversidad, comprendiendo su ecología y

ecosistemas.

La hipótesis interpretativa se resume a que hay una nueva composición de la burguesía de la que forman parte los campesinos ricos, los

colonizadores ricos y los cocaleros ricos. Esta nueva composición en articulación con los estratos heredados de lo que fue la burguesía

intermediaria, ejerce el dominio sobre las naciones y pueblos indígenas originarios y el proletariado, que tiene cada vez más características

nómadas. Esta nueva burguesía todavía no tiene un discurso propio o adoptado, como en el caso de la burguesía liberal o el caso del proyecto

de burguesía nacional, en uno caso el discurso era liberal y en el otro caso el discurso era nacionalista. El discurso Constitucional, por el

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Estado plurinacional, comunitario y autonómico no les sirve, menos el

discurso del vivir bien, pues entra rápidamente en contradicción con sus propias acciones. Por eso se han convertido en escenas cada vez

más grotescas los montajes políticos del gobierno; el discurso no

coincide con la práctica. Esta nueva burguesía se ve impelida a elaborar otro discurso acorde a su transición restauradora. Por el momento no

hay tal cosa, lo que hay es una recurrencia desesperada a las formas polimorfas de la violencia, desconociendo los derechos fundamentales,

los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, los derechos de la madre tierra.

Teniendo en cuenta esta lectura de la transición podemos entender

mejor el requerimiento recurrente a las formas de la manipulación como parte de las formas de violencia, como parte de las formas de

dominación. De las tácticas y estrategias, de las herramientas e instrumentos políticos, de las formas discursivas, es uno de los mejores

procedimientos que tienen a su alcance para implementar el proyecto de continuidad capitalista y extractivista. El problema es que los

pueblos no son manejables ni manipulables, son resistencias que hay

que vencer, el esquematismo ingenuo de los gobernantes que recurren a la manipulación no comprende la compleja realidad social, política,

económica y cultura. Tiene enfrente un gran obstáculo para la realización de su proyecto, la Constitución, el horizonte abierto

pluralista, los saberes y la politización de los pueblos.

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43

De contradicciones y confusiones del proceso

En rigor hay profundas contradicciones en el proceso de

transformaciones, lo que se nombraría antes, desde la perspectiva de

las grandes narratividades, como proceso “revolucionario”; aunque la

concepción de transformaciones y la de “revolucionario” tiene

connotaciones distintas. El siglo XX se abre a proyectos ultimatistas,

por lo tanto es concebible en ese terreno un imaginario revolucionario;

en cambio el siglo XXI comienza a complejizar y relativizar esos

proyectos políticos y sociales, concibe paradójicamente un más allá de

la modernidad, que deberíamos entenderlo, usando la jerga, como más

“revolucionario”, pues atraviesa los límites mismos de la civilización

moderna, empero concibe esta trascendencia desde un pluralismo,

también desde la complejidad, a su vez pensando transformaciones

pluralistas. Bueno, en todo caso, distinguiendo estas diferencias

imaginarias y discursivas, podemos comprender que tanto los procesos

“revolucionarios” como los procesos de transformación anidan grandes

contradicciones, que no se pueden eludir con discursos ni con

ideologías, si todavía podemos hablar así como de una consciencia

falsa o, mejor dicho, desde un discurso de legitimación del poder.

El proceso mismo conlleva una carga fuerte de herencias que no solo

obstaculizan el cambio sino que definen otras proyecciones. Uno de los

temas que es urgente abordar es el que tiene que ver con la diferencia

entre dominación y emancipación. El problema es que grupos

importantes de “revolucionarios”, también de los sectores que los

acompañan, creen que la liberación tiene que ver con la dominación.

Lo mismo sucede en los procesos de transformación; estratos, sectores

importantes, que acompañan el proceso de cambio, creen que de lo

que se trata es de sustituir una dominación por otra. Se perdió de la

comprensión que las luchas sociales anticapitalistas tienen que ver

fundamentalmente con proyectos emancipatorios, por lo tanto de

liberación de las dominaciones y de las formas de explotación. Que la

emancipación involucra, en primer lugar a los explotados y

discriminados, pero también abarca a todos, que de lo que se trata es

de liberarse de las formas de dominación y de las formas de

explotación, poner en suspenso los engranajes de la dominación,

ofrecer emancipaciones a todos los involucrados, irradiar el proceso de

liberalización múltiple. Asistimos pues a una contradicción profunda en

este sentido. Llamaremos a esta una confusión en los imaginarios,

discursos y prácticas de estratos y sectores que mas bien manifiestan

sus recónditas dominaciones cristalizadas, que ahora las quieren hacer

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44

funcionar dominando a otros, explotando a otros, que generalmente

son otra vez los más débiles y vulnerables.

Vinculada a esta confusión sobre la interpretación del proyecto

inherente al proceso, se encuentra otra. Algunos o muchos de los

dirigentes involucrados con estos estratos y sectores que acompañan

al proceso creen que de los que se trata ahora es hacerse ricos. Esta

es la reducción más pedestre del proyecto; es la imagen del amo, del

patrón, la que da curso a esta ilusión. Ser libre es ser rico, sustituir al

amo en su papel. Este logro ciertamente es más reductivo, pues no

todos pueden acceder a la riqueza, aunque esta se la obtenga por

procedimientos rápidos y fáciles. Solo acceden unos cuantos, empero

se forma una atmósfera que ilusiona a todos y todos caen ávidamente

en la ilusión de la disponibilidad monetaria. Por este camino se

reproducen redes, circuitos, compromisos, lealtades, muy parecidas a

las que había antes y atravesaban informalmente las gestiones de

gobierno y las gestiones económicas. Se puede comprender entonces

que un proceso que comienza con mucha expectativa, entusiasmo,

esperanza, ungido de plena legitimidad, termina entrampándose por

las rutas prácticas que ocasionan estas herencias y estas confusiones.

El conflicto del TIPNIS ha puesto en evidencia estas contradicciones y

confusiones. Es probable que el gobierno haya creído que aprobar una

Constitución, que define al Estado como plurinacional comunitario y

autonómico, era nada más y nada menos que un discurso de

legitimación del gobierno, no era otra cosa que un texto constitucional,

que no iba a tener más consecuencias sino en la propaganda y en la

publicidad, sobre todo internacional. Que no iba a comprometer al

gobierno en transformaciones institucionales, en transformaciones

estructurales, en la perspectiva de la fundación de otra forma de

Estado, con otra composición y otra estructura, que, en espera que no

pase nada, ni nada se comprometa, ni se esté obligado a nada, podía

mantener el mismo Estado dándole un barniz discursivo plurinacional

e intercultural. Pero, si es así, el gobierno se equivoca, pues una

Constitución es un mandato, sobre todo cuando ésta es resultado de

las luchas sociales, de los movimientos antisistémicos y de la guerra

descolonizadora de las naciones y pueblos indígenas originarios. Se

equivoca, pues en la medida que no realiza los actos fundacionales, no

elabora las leyes fundacionales, no hace las transformaciones

institucionales, como crear el pluralismo institucional, administrativo,

normativo y de gestiones, entra en flagrantes contradicciones que

ponen en evidencia su vocación no sólo reformista sino restauradora.

Page 45: La guerra de la madre tierra

45

Esto mismo ocurre con el discurso del vivir bien y la madre tierra; el

gobierno ha creído que hablar del vivir bien era como un discurso moral

que había que plantearlo en el Plan Nacional de Desarrollo, pero que

no tenía mayores consecuencia en las lógicas y estructuras de la

planificación, cuando ésta ya debería ser integral y participativa. Por

eso continuó siendo un plan economicista y desarrollista, aunque

amarrado a objetivos democráticos y solidarios. Tampoco se inmutó

ante la siguiente contradicción, que la continuidad del extractivismo

minero e hidrocarburífera entraba en contradicción con la defensa de

la madre tierra, discurso principalmente internacional, sobre todo

cuando se da la presencia de Bolivia en las Cumbres de Naciones

Unidad sobre el Cambio Climático. Se creyó que era un planteamiento

político para enrostrarle la cara a los representantes del capitalismo en

estos foros, pero no se creyó que también era indispensable ser

consecuente en el país. El extremo se llevó a cabo en Tiquipaya, con

la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los

Derechos de la Madre Tierra, pues en esta Conferencia se llegaron a

unas resoluciones que iban lejos, como definir el vivir bien como un

modelo alternativo a la modernidad, al capitalismo y al desarrollo,

como el prohibir la exploración y explotación en los bosques, como la

defensa de la biodiversidad y los ecosistemas, en conjunto la defensa

de la vida, es decir, de la madre tierra; además de llamar a formar una

internacional de los pueblos en defensa de la madre tierra en contra

del capitalismo. Estas resoluciones fueron firmadas por los países del

ALBA y obviamente por Bolivia, y no les perturbó para nada a los

gobiernos firmantes el hecho de que estas resoluciones ya eran

vinculantes. Posiblemente ni se dieron cuenta o dejaron pasar las

circunstancias de manera desapercibida. Incluso se dio un hecho

anecdótico a propósito; el embajador de Uruguay leyó la carta del

escritor Eduardo Galeano donde se disculpaba por su inasistencia al

evento; en la carta se decía que no estaba de acuerdo con la

inflamación de las palabras, haciendo una clara alusión crítica a los

escenarios y teatros políticos, a los sobrevuelos discursivos. Empero,

cuando se escuchaba la lectura de la carta, el comportamiento oficial y

de los organizadores del evento era como si no entendieran lo que se

leía.

Page 46: La guerra de la madre tierra

46

Las contradicciones llegaron a dos extremos críticos, uno es la crisis

del gasolinazo, donde se develó el contenido práctico de la política

económica, basada en el supuesto del equilibrio macroeconómico y

completamente monetarista. La medida de shock no hacía otra cosa

que repetir los métodos de los gobiernos liberales, transfiriendo al

pueblo los costos de estas políticas de equilibrio y monetaristas.

También se develó que las políticas hidrocarburíferas, sobre todo el

control técnico, seguía en manos de las empresas trasnacionales, sobre

todo de REPSOL y de PETROBRAS, empresas que exigían la

descongelación de precios en el mercado interno, para convertir

atractiva la inversión en exploración, explotación, construcción de

plantas separadoras, refinerías e incluso industrialización. El

argumento del gobierno fue que se subvencionaba los carburantes, que

éstos iba en gran parte al contrabando, que los que ganaban eran los

países vecinos y los contrabandistas, además de los ricos que

consumían gasolina barata. El gobierno uso cifras discutibles, como

que se llegó a subvencionar en un monto de 380 millones de dólares,

después se dijo que el último año llegó la subvención a una cifra entre

600 y 700 millones de dólares, y que el año en curso se iba a llegar a

subvencionar por un monto de 1000 millones de dólares. Estos

argumentos son sorprendentes, en la lógica y en los montos; la

información que se tiene es que no se trata de erogación del Tesoro

General de la Nación sino de papeles fiscales, por otra parte que el

monto de la subvención no es 380 millones de dólares sino 175

millones de dólares. ¿A qué conduce todo esto? A que no hay

transparencia y honestidad. ¿Hay crisis económica, financiera?

¿Déficit? ¿Ha subido la deuda interna? Esto es muy difícil de responder,

sólo podría hacerlo el gobierno si se tomara la molestia de ser

transparente y honesto con el pueblo.

Page 47: La guerra de la madre tierra

47

El otro acontecimiento crítico de la coyuntura es el conflicto del TIPNIS,

donde se evidencia que al gobierno no le interesa para nada las leyes

que protegen las áreas protegidas, los parques, los territorios

indígenas; tampoco se inmuta para nada si entra en contradicción con

la Constitución que consagra los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios, la libre determinación, el autogobierno, la

gestión territorial, las normas y procedimientos propios de las naciones

y pueblos indígenas, así como la consulta previa libre e informada. No

le afecta para nada que la Constitución establece claramente la ruta

plurinacional de las autonomías indígenas y mucho menos le afecta que

vulnere los convenios internacionales, constitucionalizados, como el

Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países

Independientes, así como la Declaración de Naciones Unidas sobre los

Derechos de los Pueblos Indígenas. Prefiere optar por la descalificación

grotesca de los dirigentes indígenas, por la represión y la movilización

sañuda de colonizadores y policías para bloquear la marcha, optando

también por caricaturescos montajes y manipulaciones como la reunión

del presidente en la Comunidad de Santo Domingo en el Sécure, sin

tomar en cuenta la marcha y a los dirigentes orgánicos. Ahora insiste

en montar una deslegitimada consulta extemporánea que incluya

también a los avasalladores del parque, lo que contraviene

completamente las condiciones de la consulta a los pueblos indígenas.

Se ha llegado a anécdotas tan escabrosas como decir que no hay

bloqueo sino vigilia cuando las cámaras ponían en evidencia el bloqueo

beligerante de colonizadores y policías, que incluso se atrevieron a no

dejar pasar vitualla, alimentos, medicinas y víveres para los

marchistas, en una actitud descomunalmente inhumana violando los

derechos fundamentales.

¿Qué nos muestran estas manifestaciones bochornosas del gobierno,

colonizadores y policías? No sólo que se ha entrado ya a una etapa de

represión en la gestión de gobierno, sino que el gobierno, la Asamblea

Legislativa Plurinacional, el órgano ejecutivo, así como el órgano

electoral se han convertido en dispositivos de poder, en

agenciamientos de la dominación, una dominación de una nueva

recomposición de la burguesía, donde a la anterior burguesía

intermediaria se suman los nuevos ricos, los campesinos ricos, los

cocaleros ricos, los colonizadores ricos, los comerciantes enriquecidos

recientemente, los contrabandistas y demás traficantes. El gobierno es

pues gobierno de esta burguesía y el Estado es la dictadura de esta

burguesía.

Page 48: La guerra de la madre tierra

48

La instauración de una tiranía

Una tiranía anti-indígena al servicio del gobierno de Brasil, del IIRSA y de las trasnacionales

La represión e intervención sufrida por los marchistas indígenas de

parte del gobierno y la policía es el paso que ha dado el ejecutivo

ingresando a la etapa represiva en la temporalidad política. La

desesperación de un gobierno comprometido con la geopolítica de la

burguesía internacionalizada brasilera, comprometido con el IIRSA y

las empresas trasnacionales, particularmente con OAS, ha llevado al

gobierno a desenmascararse completamente optando por la violencia

a secas en contra de la marcha y la interpelación indígena, que salió

en defensa de la Constitución, de los derechos de las naciones y

pueblos indígenas, de los derechos de la madre tierra. Desde un

principio intentaron descalificar la marcha, dividirla, montando toda

clase de maniobras, manipulaciones y de escenarios, al cual más

grotescos; en la medida que no pudieron quebrar la marcha terminaron

optando por la represión, confiscando vituallas, alimentos, medicinas y

agua que iba destinada a los marchistas, confiscando vehículos de las

organizaciones indígenas, para que no puedan socorrer para apaliar el

hambre y la sed de los marchistas. Esta manifestación descomunal de

inhumanidad ya muestra el grado de deterioro y descomposición de un

gobierno al servicio de las trasnacionales y de las mafias. Empero, lo

que acaba de hacer el gobierno al intervenir y reprimir violentamente

a los marchistas indígenas es ya el paso a una tiranía, que no

solamente viola los derechos de las naciones y pueblos indígenas

originarios, no solamente viola los derechos de la madre tierra, sino los

derechos fundamentales consagrados en la Constitución. Se trata ya

de una tiranía porque no solamente se ha puesto contra la Constitución

y contra el proceso, sino porque ha puesto en suspenso a la propia

democracia, los propios mecanismos democráticos. Se ha llegado a la

tiranía y al despotismo por caminos sinuosos después de haber elegido

democráticamente al mismo presidente y asambleístas. ¿Cuál la razón

de esta metamorfosis política? En la segunda gestión de gobierno,

ungido con una victoria electoral tan amplia, que otorga los 2/3 de la

votación al MAS, facilitando de esta manera el control de la Asamblea

Legislativa, se le concede también la posibilidad de usar esta confianza

para otra cosa, para otros objetivos y finalidades, que nada tienen que

ver con el cumplimiento de la Constitución, sino con un proyecto

restaurador del Estado-nación, liberal y colonial, con un modelo

extractivista al servicio de la acumulación ampliada de capital en el

Page 49: La guerra de la madre tierra

49

sistema-mundo capitalista, y sobre todo al servicio de la geopolítica de

la burguesía internacionalizada brasilera, en un contexto de reacomodo

de la estructura de dominación mundial, contando con las potencias

emergentes.

Aunque las contradicciones comenzaron antes, no solamente desde el

2006, sino en el propio ciclo de movimientos sociales de 2000 al 2005,

sobre todo constatando la diferencia de los movimientos sociales

convulsionados y una actitud más electoralista del MAS, las

contradicciones se hicieron antagónicas con medidas como el

gasolinazo. La matriz de estas contradicciones no solamente tienen que

ver con la cuestión estatal y la continuidad de las formas de gobierno,

sino con la continuidad del modelo capitalista dependiente periférico y

extractivista, que entra en contradicción con el modelo civilizatorio

alternativo al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo del vivir bien,

que entra en contradicción con la perspectiva descolonizadora y la

construcción del Estado plurinacional comunitario y autonómico. En la

medida que el gobierno se ha dejado tomar por el poder, por las lógicas

de poder, por la estructuras de poder establecidas, en la medida que

ha dejado imponer la voluntad de las trasnacionales, y en la medida

que se ha incorporado a una geopolítica regional, la proyección del

gobierno ya no era el horizonte abierto por la Constitución, sino el

contexto de dominación definido por la geopolítica del sistema-mundo

capitalista, el destino extractivista, depredador y destructor para los

países periféricos, que no es otra cosa que la aceptación desgarradora

de la dependencia y de la herencia colonial. Se entiende entonces la

confrontación intermitente con las naciones y pueblos indígenas

originarios, con sus organizaciones y sus derechos, pues al optar por

el modelo extractivista tiene inmediatamente como obstáculo a los

territorios indígenas, a las autonomías indígenas, a los derechos de las

naciones y pueblos indígenas, así como tiene en la Constitución un

verdadero muro de contención a esta proyección restauradora del

modelo extractivista. Se comprende entonces las condiciones, las

causas, las razones por las que la Constitución ha sido violada desde

un principio, cuando se promulgaban leyes inconstitucionales y se abría

un camino distinto a la condición plurinacional, a la condición

comunitaria y a la condición intercultural del Estado.

El conflicto del TIPNIS hizo saltar en pedazos todas las apariencias que

todavía guardaba el gobierno, terminó desnudando la supeditación a la

geopolítica brasilera, también y sobre todo terminó desnudando su

proyección anti-indígena en la medida que apuesta a la ampliación de

Page 50: La guerra de la madre tierra

50

la frontera agrícola, a la desforestación, al extractivismo y los

transgénicos. El Territorio Indígena y Parque está protegido por leyes,

por la Constitución y por convenios internacionales, por el Convenio

169 y por la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los

Pueblos Indígenas. Es un territorio indígena que cuenta con

saneamiento y título colectivo; las comunidades que habitan el TIPNIS

cuentan con el derecho a la consulta previa libre e informada, además

de que está constitucionalizada la autonomía indígena, la libre

determinación, el autogobierno, la gestión territorial, instituciones,

normas y procedimientos propios. Todo esto ha sido violado y

violentado por el gobierno. ¿Cuál es la razón? A pesar del discurso

sobre la defensa de la madre tierra, del discurso sobre los pueblos

indígenas, del discurso del vivir bien, ha preferido encaminar la

orientación, dirección y conducción del gobierno, del Estado y de los

procesos inherentes hacia la continuidad del capitalismo dependiente

periférico y extractivista, hacia la supeditación a la potencia emergente

y a mantener las estructura y mecanismos de dominación del sistema-

mundo y la economía-mundo capitalista. La forma de realizar esta

opción dependiente y extractivista es ciertamente extravagante, por

medio de procedimientos que tienen que ver con la manipulación, la

maniobra, el chantaje, la cooptación, la prebenda, en una atmosfera

simbólica y significativa que llamaremos teatro político.

De esta forma se entiende que el TIPNIS se haya convertido en el

símbolo, la síntesis y el síntoma de un conflicto mayor, la reconducción

del proceso, la retoma de la construcción del Estado plurinacional

comunitario por el camino de la descolonización, la realización del

ejercicio plural de la democracia, de la democracia participativa, la

apertura hacia el modelo alternativo a la modernidad, al capitalismo y

al desarrollo. La defensa del TIPNIS también significa la defensa de los

derechos colectivos, de los derechos de los seres y ciclos vitales

integrados de la madre tierra. La defensa por el TINIS es una lucha

contra el avasallamiento, la ampliación compulsiva de la frontera

agrícola, la desforestación, la contaminación, la destrucción ecológica;

es también una lucha contra los tráficos, de tierras y de la cocaína, una

lucha contra los contrabandos y la descohesión de las comunidades. La

defensa del TIPNIS también significa la defensa de los ciclos del agua,

de la reproducción del agua y de la reproducción múltiple, plural

biodiversa de la vida.

Un gobierno que escoge estos caminos no puede sino terminar

seleccionando los métodos de la dictadura, de la tiranía, del

Page 51: La guerra de la madre tierra

51

despotismo, de la arbitrariedad para conculcar los derechos, los

valores, los principios, los artículos establecidos en la Constitución.

Frente a la marcha indígena en defensa del TIPNIS y de los derechos

de las naciones y pueblos indígenas originarios el gobierno tenía dos

opciones, buscar una solución concertada u optar por la violencia

descomunal del Estado, ha optado por lo segundo. El gobierno ya es

una tiranía anti-indígena, extractivista, dependiente y supeditada a la

geopolítica del sistema-mundo capitalista. Una tiranía, una dictadura,

puede terminar constituyéndose a pesar de haber sido elegido el

gobierno democráticamente; esto ocurre cuando el gobierno elegido

suspende los derechos democráticos y los derechos fundamentales. Un

gobierno puede convertirse en una tiranía anti-indígena por que

suspende, conculca y viola los derechos de las naciones y pueblos

indígenas y sus territorios. Eso es precisamente lo que ha pasado.

Cuando ocurre esto se ha perdido toda legitimidad. Este gobierno ya

no es un gobierno del pueblo.

Page 52: La guerra de la madre tierra

52

El círculo vicioso del teatro político y de la supeditación

Nadie que conozca algo de cómo se mueven y se deciden las cosas en

el gobierno puede dar crédito a las justificaciones que ha transmitido

el gobierno, a propósito de la intervención policial en el Puente San

Lorenzo contra la marcha indígena en defensa del TIPNIS. No se toman

decisiones sin conocimiento del gabinete, por lo menos de la

envergadura y del alcance de la que se tomaron en relación al conflicto

del TIPNIS, no se toman decisiones sin conocimiento del Vicepresidente

y menos del Presidente, sobre todo tratándose de decisiones tan

delicadas como una intervención a la marcha. Por eso llama la atención

a propios y ajenos la forma infantil de cómo se transmiten las

autoridades la responsabilidad de lo ocurrido. El extremo de la

puerilidad de ese comportamiento se muestra en la manera de salir del

paso del ministro de gobierno, que dice que él no dio la orden y

traspasa la responsabilidad a su Viceministro de Régimen Interior,

quien renuncia y dice que tampoco ha dado la orden que ha sido una

decisión operativa; es decir, del contingente de policías que estaban

en la zona de contención de la marcha. El Viceministro de

relacionamiento con movimientos sociales dice que se tomó la decisión

pero no sobre la manera de operar, que esta es responsabilidad de los

ejecutantes materiales. Se ha llegado al extremo de decir que se va

individualizar a los policías que han actuado pues ellos se habrían

excedido, obviando y encubriendo a los que tomaron la decisión y

dieron la orden. Olvidan en esta sinuosa explicación, transmisión de

responsabilidades y encubrimientos, que ya el hecho de detener la

marcha pacífica, que ni siquiera había bloqueado en ningún momento

la carretera, era una flagrante violación a los derechos fundamentales,

fuera de que el decidir el atravesamiento del Territorio Indígena y

Parque Isiboro-Sécure por una carretera era una flagrante violación a

los derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en la

Constitución y en los convenios internacionales firmados. Sólo el hecho

de intervenir el campamento donde pernoctaban los marchista ya era

una violación horrorosa a los derechos civiles y políticos, un atentado

a los derechos humanos, una muestra de abuso de autoridad.

El argumento que uso el gobierno constantemente para justificar la

presencia de policías era el de evitar un enfrentamiento entre

colonizadores y policías. Este argumento no es honesto y cae en la más

espantosa manipulación. Se sabe que cuando avanzaba la marcha a

San Ignacio de Moxos altos personeros del gobierno fueron a azuzar a

la población para que se alzara contra los indígenas que marchaban,

Page 53: La guerra de la madre tierra

53

no lo consiguieron, pero lograron que no se les dé hospedaje en el

pueblo, tampoco se les de comida ni agua. Estos personeros vinculados

al ejecutivo y a la Agencia de Desarrollo de Fronteras estuvieron

constantemente atizando el fuego y conspirando contra la marcha,

tratando de quebrarla y de impedir su avance. Son los mismos que

están comprometidos en la movilización de los colonizadores contra la

marcha en Yucumo. Es de esperar que el Ministerio de la Presidencia,

el Viceministerio de relacionamiento con movimientos sociales, estén

comprometidos en estas maniobras desde un principio, agitando a las

organizaciones campesinas en contra de las organizaciones indígenas.

El argumento del gobierno se cae de por sí, cuando la marcha indígena

logra romper el bloqueo de los policías, que se encontraban entre el

bloqueo de los colonizadores y la marcha; después que ocurrió esto no

hubo enfrentamientos. La distancia entre marchistas y bloqueadores

era tan próxima que se podían comunicar de palabra. El teatro y la

acusación del secuestro del Canciller fue el justificativo para intervenir

el campamento de la marcha.

¿Cómo se llega a tal conducta trivial de eludir las responsabilidades?

Hipótesis 1: En la medida que crecen la atmósfera y los microclimas

del teatro político, en la medida que se vuelven indispensables,

terminan creando una separación entre el imaginario de los

gobernantes y la realidad efectiva. Los funcionarios terminan tan

atrapados en su guion que no pueden salir del mismo, terminan siendo

los dramáticos ejecutores de la trama, los actores de un tejido que los

controla. De ninguna manera está hipótesis persigue eludir la gran

responsabilidad de los ejecutantes intelectuales y materiales en los

hechos desencadenados, sino explicar el modo de enajenación a la que

llegan cuando se prefiere el teatro político, la propaganda, la

publicidad, la maniobra, la manipulación, creyendo que esta opción es

efectiva y tiene efectos duraderos en el convencimiento de la gente,

creyendo que la opinión pública es maleable.

Obviamente esta hipótesis no puede ser la única interpretación de los

acontecimientos sucedidos, sino que tiene que articularse a otras

hipótesis de más alcance y más profundidad, quizás la otra hipótesis

tenga un carácter más explicativo de los comportamientos

gubernamentales. Esta hipótesis 2 apunta a las estructuras de poder,

a las relaciones de poder, a las lógicas de poder, enmarañadas con los

circuitos y las estructuras económicas establecidas en la región. El

gobierno opta en su primera gestión por el realismo político y el

pragmatismo, y en su segunda gestión decide definitivamente por un

Page 54: La guerra de la madre tierra

54

modelo de continuidad del capitalismo dependiente periférico y

extractivista, distanciándose abismalmente de los modelos

constitucionales; el modelo político, plurinacional y comunitario; el

modelo territorial, el pluralismo autonómico; el modelo económico,

economía social y comunitaria; y sobre todo el modelo del vivir bien,

entendido como un modelo civilizatorio alternativo a la modernidad, al

capitalismo y al desarrollo, como se establece en las resoluciones de

Tiquipaya. Entonces los compromisos con el proyecto IIRSA, con las

macro-hidroeléctricas, que abastecerán de esta energía a Brasil y

forman toda una geografía de instalaciones en la Amazonia y en otros

lugares del Brasil y los países vecinos, los compromisos con PETROBAS,

que tienen el control técnico de parte de la producción hidrocarburífera

de Bolivia, contando también con los financiamientos y el sistema

financiero involucrado, terminaron convirtiendo al gobierno boliviano

en engranaje de esta geopolítica regional.

Por lo tanto, se opta por el teatro político para convencer a la población,

a la opinión pública y sobre todo a las organizaciones fieles, así como

se opta por el modelo extractivista y la restauración del Estado-nación,

liberal y colonial, como consecuencia de un realismo político y

pragmatismo, convertidos ahora en una supeditación a secas a la

dominancia de las empresas trasnacionales y de las fuerzas de

dominación del sistema-mundo capitalista. No podríamos hablar tanto

de una esquizofrenia como de una complementariedad perversa de los

dos métodos, el método del teatro político y el método de la

supeditación. De esta forma se explica que el gobierno entro

intermitentemente desde hace un tiempo en contradicciones con el

pueblo, con las naciones y pueblos indígenas originarios, pues las

opciones seleccionadas responden a intereses no democráticos, no

populares y menos de la descolonización.

Page 55: La guerra de la madre tierra

55

Consecuencias vitales de la Constitución

Prohibida la esclavización, prohibida la mercantilización de los seres

humanos y de las relaciones humanas, de los seres y de los ciclos

vitales de la madre tierra; todos los seres no son objetos, son sujetos,

los ciclos vitales son sujetos. Por lo tanto prohibido reducir a los seres

a objetos. El sistema-mundo capitalista, la economía-mundo

capitalista, el modo de producción capitalista han reducido a los seres

a objetos, los han convertido en objetos. Este es un crimen de lesa

humanidad, así como también es un crimen contra la madre tierra. Es

indispensable someter a juicio al capitalismo, a los promotores del

capitalismo, a los portavoces, a los ejecutores, a los que se hacen

dueños de los seres humanos y de los seres de la madre tierra, a los

gobernantes y funcionarios que promueven la continuidad de este

sistema, de esta economía de este modo capitalista. Todos ellos son

los agentes de este sistema, economía y modo capitalista, todos ellos

son responsables de haber reducido la pluralidad de la vida, la

diversidad proliferante de la vida, la creatividad y la reproducción de la

vida a objeto, por lo tanto “materia” mercantilizable e incluso

esclavizable, todos ellos han conspirado contra la vida, la creatividad

de la vida, la reproducción de la vida, han atentado contra la vida y

siguen haciéndolo. En nombre de todos estos sujetos, de todos estos

seres, de todos los ciclos integrales de la vida, denunciamos a estos

portavoces, a estos promotores, a estos ejecutores, a estos agentes

del capitalismo, a estos que se hacen dueños de los seres y de los ciclos

vitales, al reducirlos a objetos y apropiarse de ellos mercantilizándolos.

En nombre de estos sujetos exigimos su inmediato juicio de

responsabilidades, exigimos también la abolición inmediata des

sistema-mundo capitalista, de la economía-mundo capitalista, del

modo de producción capitalista.

Page 56: La guerra de la madre tierra

56

La recreación anacrónica del imaginario desarrollista

Nacionalistas, izquierda nacional, izquierda colonial y lumpen-

burguesía comparten el imaginario desarrollista, todos son

modernistas, creen en la evolución, al estilo de Herbert Spencer, en la

linealidad de la historia y en la fatalidad del capitalismo. Consideran

que la tarea es el desarrollo, que un país es soberano si se desarrolla,

olvidando que el “desarrollo” del que habla está articulado a la

acumulación ampliada de capital que dibuja una geopolítica en el

sistema-mundo entre centros de acumulación y periferias de

transferencia de recursos naturales, que el “desarrollo” del que

hablaban produce “subdesarrollo”, que el mapa del mundo es un tejido

de centros y una malla de periferias, un mapa de espacios de

“desarrollo” y un mapa de espacios de “subdesarrollo”, ambos

complementarios, produciéndose mutuamente. Olvidan que ese

“desarrollo” del que hablan produce dependencia, fortalece las cadenas

de la dependencia. Olvidan también que los gobiernos nacionalistas de

América Latina intentaron salir en el siglo pasado de la dependencia

orientando la estrategia económica y las políticas económicas hacia la

sustitución de las importaciones. Soñaban con la industrialización así

como los liberales del siglo XIX soñaban con los ferrocarriles. Los

gobiernos nacionalistas estuvieron acompañados por apoyo popular,

tomaron medidas que beneficiaron a cierta redistribución de la riqueza,

también optaron por las medidas de nacionalización para recuperar el

control de los recursos naturales, principalmente mineros e

hidrocarburíferos, por parte del Estado. Todo esto ocasionó

modificaciones en los términos de intercambio en la economía-mundial

capitalista, pero no afecto a la estructura de dominación, de

explotación y de control por parte de los grandes consorcios,

oligopolios y monopolios trasnacionales. En algunos casos las

revoluciones nacionalistas promovieron actos heroicos como los que se

dieron durante el gobierno del General Lázaro Cárdenas (1934-1940)

en México, quién nacionalizó a las empresas petroleras que residían en

México y tuvo que enfrentar el boicot de estas empresas y su influencia

a nivel mundial. También se dieron acontecimientos transformadores

durante los primeros años de la Revolución Nacional de 1952-1964 en

Bolivia; incluso antes, en 1937 en Bolivia se incursionó en la

experiencia de la nacionalización del petróleo, con el gobierno del

General David Toro, una vez culminada la conflagración bélica del

Chaco; más tarde en 1969 se produjo una segunda nacionalización del

petróleo bajo el gobierno del General Alfredo Ovando Candía y con la

Page 57: La guerra de la madre tierra

57

firma del ministro Marcelo Quiroga Santa Cruz. La tercera

nacionalización de los hidrocarburos se produjo el 1 de mayo de 2006

durante la primera gestión del gobierno de Evo Morales Ayma. En

Argentina, el primer gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1952)

ahondó la política de sustitución de importaciones mediante el

desarrollo de la industria liviana. Perón también financió a la

agricultura, especialmente en lo que respecta a la siembra de trigo.

Frente a la carencia de recursos monetarios provenientes de la

exportación, ocasionada por el estancamiento del sector primario, con

las que se importaban los bienes de capital e insumos necesarios para

el proceso de industrialización, se eligió la ruta de la nacionalización

del comercio exterior. En esta perspectiva, en 1948, el gobierno

peronista adquirió los ferrocarriles a los capitales extranjeros, en su

mayoría ingleses, creando la empresa pública de Ferrocarriles

Argentinos. En esta tónica, en el diseño del Plan Quinquenal se buscó

fortalecer las nuevas industrias creadas, comenzando con la industria

pesada de la siderurgia y la generación de energía eléctrica en San

Nicolás y Jujuy.

También en Brasil también se vivió la experiencia populista y

nacionalista, incursionando en proyectos modernizadores y de

desarrollo. Este panorama político es irradiante en América Latina,

también en las geografías periféricas el sistema-mundo de entonces,

que algunos casos incluso terminaban expresándose en tono

antiimperialista. En Brasil, entre 1937 y 1945, durante el Estado Novo,

Getúlio Vargas dio un impulso fundamental a la reestructuración del

Estado y profesionalización del servicio público, creando el

Departamento Administrativo del Servicio Público (DASP) y el IBGE.

Suprimió los impuestos en las fronteras interestaduales y creó el

impuesto a la renta. Se orientó cada vez hacia la intervención estatal

en la economía y se concentró en impulsar la industrialización. Fueron

creados el Consejo Nacional del Petróleo (CNP), posteriormente

llamada PETROBRÁS , y en 1951 la Compañía Siderúrgica Nacional

(CSN), la Compañía Vale do Rio Doce, la Compañía Hidroeléctrica de

São Francisco y la Fábrica Nacional de Motores (FNM). Promulgó,

en 1941, el Código Penal y el Código Procesal; en 1943, Getúlio Vargas

logró la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT), garantizando la

estabilidad del empleo después de diez años de servicio, descanso

semanal, la reglamentación del trabajo de menores, de la mujer, del

trabajo nocturno y fijando la jornada laboral en ocho horas de servicio.

Page 58: La guerra de la madre tierra

58

Como se puede ver vivimos periodos de efervescencia nacionalista y

populista en América Latina encaminados a la independencia

económica y a la consolidación de la soberanía por la ruta de la

nacionalización, las medidas sociales y las medidas del trabajo,

persiguiendo también la modernización de la administración estatal y

de las leyes. El nacionalismo es un movimiento democrático por la

ampliación de la participación popular, es un movimiento

independentista por la lucha contra la dependencia económica, busca

la modernización del Estado y apunta al desarrollo nacional, impulsado

desde el Estado.

Page 59: La guerra de la madre tierra

59

Anotaciones en torno a la defensa del TIPNIS

Paradigma pluralista

Considero que el paradigma o la matriz de paradigmas, que podemos

llamar pensamiento pluralista, comprendiendo también a las teorías de

la complejidad, es el más inquietante para abordar las luchas, la

coyuntura contemporánea y la crisis del capitalismo, considerando la

crisis ecológica; es lo que más se acerca al pensamiento pluralista,

animista e inmanente de las cosmovisiones indígenas. Hay que dejar

en claro, que tratándose de las cosmovisiones indígenas, del

pensamiento pluralista, de las teorías de la complejidad, es mucho más

grave la evaluación que se hace de la agresión y el avasallamiento

depredador a la Madre Tierra en el TIPNIS.

Primeras notas en torno a la Marcha Indígena de defensa del

TIPNIS

Todos somos indígenas

Todos somos indígenas del TIPNIS, lo somos porque nos solidarizamos

y comprendemos el sentimiento de pertenencia a la Madre Tierra de las comunidades yuracares, chimanes y moxeños asentados en el

territorio indígena y parque del Isiboro Sécuré. Somos indígenas porque su lucha es la nuestra, contra el avasallamiento capitalista y la

dominación de la modernidad sobre la naturaleza. Somos porque

sentimos como los árboles de los bosques, los seres y los ciclos vitales del nicho ecológico, la estupefacción contra la agresión del comercio,

del negocio, que no mide consecuencias, en la desforestación y en la destrucción de los ecosistemas. Todos somos indígenas del TIPNIS

porque la Madre Tierra nos convoca a defender sus derechos, el derecho de los seres y de los ciclos vitales.

Apoyo a la marcha indígena

Debemos generar toda clase de defensa del TIPNIS, múltiples defensas, plurales movimientos, en todas partes, de toda clase,

diversa, como expresando metafóricamente a la propia biodiversidad. Vamos a tenernos que enfrentar a todos los que optan por el negocio

descarado, quienes prefieren destrozar los bosques, optando por el

gozo escandaloso de su sucia ganancia.

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Disyuntiva

El presidente tiene que escoger entre la defensa de la vida, de los

bosques, de los seres y de los ciclos vitales de los sistemas de vida, o

el derrotero del narcotráfico, el comercio corrosivo, el extractivismo dependiente, de las carreteras de la subalternidad a las potencias

emergentes y al imperio. Si decide por la carretera que conduce a todo esto se sobreentiende el destino apocalíptico que escogió a nombre del

desarrollo. Frente a esta pulsión de muerte no queda otra cosa que la defensa movilizada por la vida, que la exigencia urgente de desplegar

todas las fuerzas en esta lucha. La defensa del TIPNIS es la defensa de los derechos de la Madre Tierra y de la Constitución.

¿Quién tiene la soberbia?

¿Quién tiene la soberbia? ¿Los indígenas que marchan sacrificándose para defender la madre tierra o los gobernantes que han decidido

destrozar un territorio indígena y parque protegido por las leyes y la

Constitución cuesten lo que cueste? ¿Qué clase de imaginario es este que cree que se puede manipular indefinidamente con el discurso del

poder malversando la significación evidente de los hechos? ¿Imaginario jacobino? ¿Imaginario extractivista? ¿O simplemente el deleite

desenfrenado del cinismo funcionario al servicio de la descomunal avaricia de las tras-nacionales, que llaman eufemísticamente

desarrollo?

Casualidades escabrosas

¡Qué casualidad! Cuando hay marcha indígena en defensa de sus territorios, de los derechos de las naciones y pueblos, de la madre

tierra, consagrados en la Constitución, se acusa de que detrás está la CIA, como en la anterior marcha del CIDOB, que detrás está la

embajada. Esta manipulación contra-informativa se parece a las

descaradas formas represivas de las dictaduras, los fascismos, los gobiernos neo-liberales, y también, eso es lo que llama la atención, a

los juicios escandalosos del estalinismo. A esto se le llama paranoia del poder.

El imaginario jacobino

Los “gringos” están en el imaginario de Evo y Álvaro, sobre todo cuando

se trata de observar la crítica al proceso, a la conducción del proceso,

sobre todo cuando se trata de la defensa de la Madre Tierra y de los

derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en la

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61

Constitución, sobre todo cuando se viola la Constitución

sistemáticamente y no se sabe cómo justificar esta violencia, sobre

todo cuando se trata de reconducir un proceso que marcha

estrepitosamente al abismo. Ahora parece que los “gringos” están

también en el imaginario de los funcionarios y de los “lluncus”. El

imperialismo norteamericano, la dominación a secas Estadounidense

en este ciclo del capitalismo, que ha entrado en crisis, son reales. La

lucha contra el imperialismo sigue adelante, pero se la hace

consecuentemente y directamente. Yo no creo en quienes se desgarran

las vestiduras contra el imperialismo, pero se mueren por restablecer

relaciones. No creo en quienes hablan contra el imperialismo y les

venden petróleo a los yanquis. Y menos en quienes usan este fantasma

cuando conviene, cuando tienen que encubrir sus desviaciones

alarmantes al nacionalismo, a la supeditación a las trasnacionales y a

la potencia emergente de Brasil. Menos en quienes cierran los ojos

contra la expansión abrumadora del narcotráfico. Estos no son

antiimperialistas, son unos farsantes y represivos nuevos

colonizadores de los pueblos indígenas.

La situación de descomposición del gobierno ha llegado lejos, la

derechización de Evo es alarmante, sobre todo la de Álvaro. Estan al servicio y supeditados a las empresas trasnacionales hidrocarburíferas,

a la burguesía brasilera, que se ha convertido en una de las potencias emergentes en plena crisis del capitalismo. El narcotráfico se

expandido abrumadoramente, el gobierno cierra los ojos y otros grupos de poder, vinculados al contrabando, disputan la influencia en la toma

de las decisiones. La batalla del TIPNIS es crucial.

Las nuevas alianzas

Las nuevas alianzas son mas bien con la burguesía intermedia agro-

industrial, agropecuaria y soyera. Las alianzas se dan en Pando, Beni y Santa Cruz. Lo de la separación "ideológica" y "material" del Beni

respecto de Santa Cruz fue una ocurrencia circunstancial y muy poco

sostenida en un momento de los primeros tiempos de la gestión del primer gobierno. Ahora el contexto es otro. Se han introducido artículos

que permiten transgénicos en la Ley de la Revolución Productiva, que favorece a los soyeros; el peso de la burguesía agro-industrial y

agropecuaria en la alimentación de los bolivianos ha subido notoriamente en las dos gestiones de gobierno popular. La alianza

económica con esa burguesía ha crecido estratégicamente después de la derrota política de las oligarquías regionales en Pando, una vez que

ocurrieron los sucesos sangrientos en el Porvenir. Esa es la paradoja

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62

del "proceso de cambio". Son las paradojas de los procesos

“revolucionarios”, que terminan convirtiendo la “revolución” en una restauración.

Resolver este problema depende de la capacidad abierta de asumir las contradicciones y resolverlas por la continuidad de la "revolución", la

profundización del proceso, mediante la revolución cultural. No enceguecerse buscando la justificación "ideológica" de las

contradicciones, que para lo único que sirve es para encubrir el derrotero al fracaso y la caída. En todo caso, una supuesta estrategia

de separación, de geopolítica interna, que no se la ve por ningún lado, no justifica el alto costo de destrozar el Territorio Indígena y Parque

Isiboro Sécure, alto costo ecológico, también alto costo ético, pues no se explica, de ninguna manera, el doble discurso de hablar de la

defensa de los derechos de la Madre Tierra e inmediatamente agredirla desde la desenvoltura más cínica del modelo extractivista.

Contradicciones

Se puede hablar desde donde se quiera sobre las contradicciones,

desde el pensamiento dialéctico hegeliano, quizás antes, desde la filosofía crítica de Kant; también desde las corrientes teóricas o

políticas de los marxismos, incluyendo las tesis sobre las contradicciones de Mao; también se puede hacerlo desde otras

perspectivas teóricas, incluso trasladándonos a la concepción dualista, inherente a las cosmovisiones indígenas, que más bien hablan de

complementariedades, empero, desde ningún punto de vista se puede justificar la escandalosa dicotomía entre el horizonte abierto por la

Constitución y el pragmatismo “jacobino” desembarazado, que no es otra cosa que la regresión calamitosa al Estado-nación, liberal y

colonial. Menos justificar desde esta incongruencia el depredar uno de los territorios, parques, nichos ecológicos, más importantes e

inconmensurablemente valiosos de la Madre Tierra, además, hacerlo,

violando los derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados por la Constitución. A esto se llama sencillamente el más desembozado

retorno a la vulgata del desarrollismo periférico, que no es otra cosa que estractivismo dependiente.

El mandato del pueblo, que ha aprobado la Constitución es construir

un Estado plurinacional comunitario y autonómico, no restaurar lo

mismo. No se explican esas flagrantes contradicciones llamándolas

eufemísticamente tensiones creativas.

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El montaje

Cuando se sustituyen los hechos por la escenificación mediática es

cuando no se aceptan las evidencias, los sucesos, no se acepta las

flagrantes contradicciones, cuando el poder es usado para forzar los

acontecimientos. Esta manipulación muestra la desesperación en la

que se debate el gobierno: es preferible el cuento de la conspiración

que aceptar la interpelación de los pueblos y comunidades. Cuando

ocurre esta violencia representativa es que se anuncia el inicio de una

etapa represiva. Obviamente se está lejos del ejercicio plural de la

democracia participativa y de la consulta, pues se ha optado por el

descarnado uso de la fuerza. Las lógicas y los engranajes del poder

llevan a esta situación dramática. Los compromisos con grandes

intereses empujan a los gobernantes a este atropello; se trata de

maquinarias montadas con antelación, los gobernantes terminan

atrapados convirtiéndose en dispositivos del decurso descarnado del

poder. No importa la objetividad, menos una elucidación sobre la

verdad, lo que importa es la justificación de las acciones desmedidas e

incomprensibles, insostenibles desde el horizonte abierto por la

Constitución.

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LOS SÍNTOMAS DE LA DESCOMPOSICIÓN

Las estrategias del gobierno ante el debate y la crítica

¿Cómo explicar esa manera torpe de eludir la crítica y el debate?

Después que el Manifiesto por la reconducción hiciera pública los temas

candentes de la coyuntura política, la respuesta fue la de una inmediata descalificación y acusación. Un texto, cuya autoría es del

Vicepresidente, publicado por la Vicepresidencia, difundido masivamente, acompañando la distribución del periódico Cambio,

expresa la violencia descomunal del Estado.

Comenzando por un título estrambótico que dice que trata de El “Oenegismo”, enfermedad infantil del derechismo (O cómo la

“reconducción” del proceso de cambio es la restauración neoliberal), nos muestra de inicio el sentido de la violencia discursiva, explicita en

el documento. Vaya uno a preguntarse qué tiene que ver un texto como este con un libro publicado por Lenin en plena discusión con la

izquierda comunista europea. El libro de Lenin titula La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo; este libro entra en

polémica con la izquierda de los partidos comunistas, izquierda

radicalizada en el seno del movimiento obrero europeo.

Lenin explica la importancia internacional de la revolución rusa, las

condiciones históricas que posibilitaron la revolución bolchevique, hace una descripción histórica de las etapas del ascenso del

bolchevismo, hace un balance de las luchas de los bolcheviques y de los enemigos identificados, luchas que permitieron el fortalecimiento

del partido; después pasa a caracterizar a la “izquierda” alemana, a sus jefes, al partido, a la clase obrera y a la masa. Se hace preguntas

del momento como si deben actuar los revolucionarios en los sindicatos reaccionarios, si deben participar en los parlamentos

burgueses. También se hace una caracterización del comunismo de “izquierda” en Inglaterra.

En el anexo se analizan cuestiones como la escisión de los comunistas

en Alemania, la relación de los comunistas e independientes en Alemania, así mismo se analiza el papel de Turati y su gente en Italia,

para terminar apreciando que esta “izquierda” saca conclusiones falsas de premisas justas. A Lenin jamás se le hubiera ocurrido

descalificar a esta “izquierda” como “derecha”. Se trataba de un debate con las tendencias radicalizadas del comunismo. No vamos a

evaluar aquí ese debate de la segunda década del siglo XX, sólo vamos a decir que Lenin se dio la tarea de debatir con estas

tendencias radicales en momentos de peligro para la revolución y observando las escisiones de la izquierda y del comunismo en Europa,

en momentos que seguramente creía que se requería sobre todo unidad en el movimiento obrero internacional.

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La Unión Soviética ha caído estrepitosamente a fines del siglo XX,

¿quién tenía razón en la discusión? Eso lo dejaremos pendiente. Lo que llama la atención es la pretensión de ser un libro leninista un

texto que cae en la diatriba y no retoma la crítica, un texto que atribuye el valor de categoría explicativa a un término como

“Oenegismo”, un texto que si bien habla de una enfermedad infantil, moteja esta enfermedad de derechismo, sin comillas.

Alguien que ha leído El 18 de Brumario de Luis Bonaparte de Karl

Marx, sabe que un proceso político es eso, un proceso atravesado por tendencias; hay tendencias que persiguen ir adelante, otras que

pretenden mantener un paso lento, otras que buscan el equilibrio de fuerzas, y otras son restauradoras. Todas estas tendencias están

asociadas a la lucha de las clases.

Se entiende que haya tendencias que conciban un proyecto más

radical; que se pueda hacerlo o no, que estén dadas las condiciones, es parte del análisis; también se entiende que haya tendencias que

persigan volver atrás, si se pueda hablar así, restaurar el orden; como

también se entiende que en este intervalo haya otras tendencias más mesuradas. Pretender que no hay nada a la izquierda de un gobierno

“popular” es como pretender que ese es el límite último, más allá no hay nada. Sólo así se explicaría que todas las críticas al gobierno son

sólo discursos de derecha. Este esquema absolutista no es sostenible desde la perspectiva de El 18 de Brumario de Luis Bonaparte.

¿De dónde se saca que las críticas al gobierno solo pueden ser enunciados por la derecha? Obviamente esta apreciación no viene de

un análisis objetivo, sino de un sentimiento, de una sobrevaloración absoluta del gobierno y de su conducción. Viene de un imaginario

defensivo. A este comportamiento se ha llamado paranoico, por parte de teóricos como Gilles Deleuze y Félix Guattari, tiene que ver con la

paranoia del despotismo. De alguna manera los conductores del

Estado, los gobernantes, terminan siendo paranoicos. Estos autores definían un juego de contraposición en los personajes del poder, entre

el mago prestidigitador y el jurista, entre el guerrero y la norma; en este juego o a través del mismo, comprendiendo las contraposiciones,

se definen los escenarios de la genealogía del Estado como una máquina codificadora y de captura.

¿Lenin era guerrero o jurista? Buena pregunta. ¿De qué depende? ¿Del momento, de la coyuntura? ¿Cuándo criticaba a la “izquierda”

europea, qué era? ¿Qué es el Vicepresidente cuando blande su garrote azul, el libro que descubre el “Oenegismo” como enfermedad infantil

del derechismo? No es ciertamente un investigador, un científico

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social, un analista. ¿Será leninista, explicando a las tendencias

radicales sobre las condiciones que posibilitaron la emergencia del proceso? No parece.

El perfil es mas bien de un furioso acusador y de un desesperado

propagandista de los logros del gobierno. Es muy difícil tomar en serio la pretensión leninista del libro, independientemente de la evaluación

de Lenin y del bolchevismo que se haga. Entonces estamos ante un libro que juzga, en el sentido de juicio, de penalización, de castigo.

Estamos ante un tribunal supremo que aplica la ley; ¿Cuál ley? La ley que resulta del monopolio de la violencia, la ley que resulta de la

verdad del Estado. Todo lo que atenta contra esta verdad es una mentira; toda crítica es una conspiración y está asociada al

derechismo y a la restauración neoliberal. No hay cabida para la duda, no hay contradicciones en el proceso, solo hay “tensiones creativas”

en la fase jacobina, una vez que se ha superado el empate catastrófico y hay una hegemonía indiscutible del bloque popular.

La demostración de estos grandes logros se lo puede expresar

estadísticamente, la ciencia cuantitativa del Estado. Así se resuelve imaginariamente el problema, se hace desaparecer la problemática.

Todo avanza según lo calculado. Esta representación tranquilizadora del proceso, esta apología del gobierno, ha sustituido la realidad por

la diatriba, el panfleto y la propaganda.

Los síntomas de la descomposición

La acusación a los dirigentes del TIPNIS y de la marcha indígena por

la defensa de la Madre Tierra en el Territorio Indígena y Parque Isiboro Sécure forma parte de una costumbre; esto ocurre cada vez que hay

una marcha de las naciones y pueblos indígenas en defensa de la Constitución de sus derechos consagrados en el texto constitucional.

Esta vez, así como las otras veces, se acusa de estar en contactos

con la Embajada estadounidense.

¿Quieren hacernos creer que la marcha por la defensa del TIPNIS ha

sido preparada por agentes de la Embajada? ¿Qué hay un acuerdo entre estados Unidos y los indígenas para desestabilizar el gobierno?

¿Es decir, que no hay ninguna razón para protestar, luchar por los derechos de la Madre Tierra y de las naciones y pueblos indígenas,

que no hay que defender un territorio indígena, saneado y sacramentado, que cuenta con título de propiedad colectiva? ¿Qué

todo es una conspiración norteamericana? ¿Podemos creer semejante argumentación, que blande como prueba lo que dicen que son

“extractos” de llamadas y no “pinchazos”, queriendo calmar la

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67

ansiedad de sus consciencias culpables? ¿Quiénes creen esta violencia

contra la lógica y el sentido común? Obviamente la población estrepitosa de los “lluncus”.

Esta desvergonzada y descarada acusación es un síntoma de algo

grave; cuando se recurren a estos métodos morbosos y perversos de desinformación y manipulación vulgar de los hechos es porque algo

se esconde, algo grande y grave se esconde. ¿Qué es? ¿Defensa de intereses empresariales? ¿Madereros, agroindustriales, soyeros,

cocaleros, ilícitos? ¿Defensa de los acuerdos con el gobierno brasilero para implantar el IIRSA y los corredores transoceánicos, corredores

que vehiculizan la depredación, el extractivismo, el comercio trasnacional y también del comercio delincuencial? ¿En qué están

metidos los señores acusadores, que hasta su comportamiento, en unos casos nervioso, en otros cínico, los denuncia? No lo van a decir.

Pero lo que se juega, lo que está en juego es grande, pues no se explica de otra manera este desmesurado abuso de poder, de

manipulación comunicacional, y de violencia gubernamental.

Estamos no solamente ante la crisis del proceso, ante la constatación de que se ha cruzado la línea, colocándose el gobierno al otro lado de

la vereda, no solamente que ya se enfrenta al pueblo, que el gobierno se ha puesto en una disposición peligrosa oponiéndose al proceso y

restaurando el Estado-nación, liberal y colonial, sino que estamos ante una diseminación y descomposición avanzada, en la medida que

constatamos que las mafias, redes delincuenciales, metidas con el contrabando de tierras, el contrabando a secas y otros recorridos

ilícitos, han terminado conformándose en grupos de presión, en grupos de poder, que empujan a la toma de decisiones.

La situación del proceso es mucho más grave si se constatan este deterioro del ámbito de relaciones, de estructuras y de instituciones

comprometidas. Esta es la razón y estas son las condiciones que

convierten a la batalla por el TIPNIS en una batalla crucial. Si se pierde esta batalla, la van a ganar las trasnacionales, las empresas

madereras, el gobierno de Brasil, OAS, las mafias delincuenciales. Por eso es necesaria una movilización generalizada de todos los

movimientos, organizaciones, sectores sociales, que son el contenido del proceso, pues lucharon por él y aprobaron la Constitución. Ahora

están obligados a defender el proceso, a defender la Constitución, a defender la Madre Tierra y a construir el Estado plurinacional

comunitario y autonómico.

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Situación legal y constitucional del TIPNIS

El TIPNIS es Parque, es Territorio indígena, ha sido saneado, cuenta

con título de propiedad colectivo. La Constitución exige la Consulta;

esto forma parte de los conjunto de derechos de las naciones y pueblos

indígenas, consagrados por la Constitución. No hay por donde justificar

la violación de la Constitución y de los derechos indígenas, no hay por

donde justificar la destrucción del parque, del territorio y del

ecosistema del TIPNIS. Lo que hace el gobierno es inaudito. La única

explicación que hay es que están metidos con el IIRSA y con el

proyecto extractivista y de supeditación a la potencia emergente de

Brasil. No se explica de otra manera que estén contra el proceso y

contra los objetivos de la Constitución.

La perspectiva catastrófica del gobierno

¿O sea que a las causas ya gravitantes de desforestación hay que aumentarle otra más grave que es la carretera a través de un parque,

área protegida y territorio indígena, saneado y sacramentado, protegido por la Constitución, las leyes y por los derechos de las

naciones y pueblos indígenas consagrados en la Constitución? ¿En qué andamos? No me parece coherente esta compulsión destructiva y

modernista tardía. Me parece la expresión desorbitada de un

desarrollismo y extractivismo culpable, que a ultranza se somete a los intereses de las trasnacionales y del proyecto geopolítico de la

burguesía internacionalizada brasilera.

Dramatismo del momento

Lo trágico es que se restaura el Estado-nación, liberal y colonial, no se

construye el Estado plurinacional comunitario y autonómico, como

manda la Constitución. Lo trágico es violar la Constitución con la

promulgación de leyes inconstitucionales; lo grave es haber dictado un

gasolinazo respondiendo al pedido de las empresas trasnacionales; lo

grave es atentar contra un territorio indígena, un parque y un área

protegida por leyes y la Constitución. Lo trágico es violar los derechos

de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en la Constitución.

Por último, lo trágico es encontrarse con estas realidades, incluso

constatar la supeditación de nuestro gobierno al IIRSA, al proyecto

hegemónico de la potencia emergente de Brasil y encontrarse con

justificaciones paranoicas como las tesis de la conspiración, que no

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tienen nada de imaginación, toparse además con personas, que se

hacen a las serias, que repiten aburridamente esas tesis, insostenibles.

La tarea

La intención colectiva es defender la Constitución, violada por el

gobierno, defender la Madre Tierra, defensa acordada en las

resoluciones de Tiquipaya. Estas defensas deberían ser de todo

boliviano y boliviana conscientes de las tareas de transformación que

competen como mandato de la Constitución. No la restauración del

Estado nación, liberal y colonial, como lo hace el gobierno. Estas tareas

se expresan concretamente en la transición de salir del modelo

extractivista y encaminar el proyecto a un modelo alternativo al

capitalismo, a la modernidad y el desarrollo, que es el vivir bien, como

establece la Ley de la Madre Tierra.

Política y violencia

Hay reflexiones sobre la violencia, como las de Georges Eugène Sorel,

también como las de Walter Benjamín, así como las de Jacques

Derrida, que retoma esas reflexiones. En Comuna también se hizo una

reflexión sobre la violencia en Tiempos de rebelión. Ahora es

indispensable volver a hacer una reflexión de la violencia a partir de la

experiencia del conflicto del Territorio Indígena Isiboro Sécure

(TIPNIS), la victoria de la marcha indígena, pero también a partir de

las secuelas del conflicto que muestran la insistencia del gobierno en

prolongar el conflicto al tratar de revertir su derrota, volviendo a la

carga contra los dirigentes indígenas, descalificándolos y

amenazándolos, amedrentando a la población de las comunidades

indígenas del TIPNIS, movilizando a los cocaleros, sobre todo de los

límites del territorio indígena, quienes efectúan una guerra sucia contra

los pobladores del TIPNIS, cobrando “peaje” por cruzar la “frontera”.

Esta experiencia, la experiencia del conflicto del TIPNIS, es ilustrativa

de la violencia estatal y de las formas de esta violencia; también es

ilustrativa debido a que las formas de violencia desplegadas por el

gobierno son sintomáticas y alumbran sobre las profundas estructuras

del poder y del Estado.

¿Por qué se recurre a la desmesurada violencia del Estado? ¿Por qué

se opta por las variadas formas de violencia? ¿Por qué se recurre de

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70

manera constante a la manipulación, al chantaje, a la distorsión de los

hechos, a la descalificación inaudita, buscando definir al enemigo, de

bestializarlo, para sí justificar su represión, incluso su anulación? Un

senador de Cochabamba dice que hay que expulsar a los dirigentes

indígenas del TIPNIS, quienes estarían comprometidos en supuestas

negociaciones de madera. En este discurso por lo menos se encuentran

dos cosas; una se quiere sacar al enemigo de su cueva, pero también

de su hábitat, expulsarlo, exilarlo, darle muerte civil. Por otra parte se

sigue de manera insistente e irreflexiva con las acusaciones contra los

dirigentes, acusaciones que, por cierto, nuca demostraron los

acusadores.

¿Por qué este senador lo hace? ¿Por qué unos indígenas, que no se

sabe quiénes son, pidieron en San Ignacio de Moxos que se expulse a

los dirigentes orgánicos del TIPNIS? Se trata del Comité de Defensa del

Desarrollo de Moxos (CODEMOX), que pide que la carretera Villa

Tunari-San Ignacio de Moxos atraviese el TIPNIS. El mismo presidente

del Estado, Evo Morales, participó del aniversario del Primer Grito

Libertario del líder Pedro Ignacio Muiba, donde se transmitió este

pedido. Retrocediendo ante su propia promulgación de la Ley que

declara intangible al TIPNIS, pide a esos extraños dirigentes que se

dirijan a los diputados y senadores para que anulen la ley. ¿Qué es

esto? Marcha y contra-marcha, ¿el tormento de Sísifo? ¿Un conflicto de

nunca acabar? ¿Se ha firmado para que se vayan los marchistas a sus

casas y se desmovilice el pueblo paceño, empero esperando la ocasión

de dar la puñalada por la espalda? ¿Qué clase de práctica política es

esa? Insistir, levantarse del suelo, volver a patalear, replantear la

pelea, no es necesariamente un muestra de coraje, dependiendo de las

circunstancias, sino una muestra de obstinación y falta de instinto de

sobrevivencia.

¿Quiénes son estos indígenas que acuden a una reunión oficial en

conmemoración a los héroes legendarios de la lucha de los indígenas

amazónicos y chaqueños? Se dan nombres, se dice que son dirigentes.

¿Son de comunidades del TIPNIS? ¿Y qué hay del respecto a las

direcciones orgánicas y a las organizaciones matrices? Nada de eso

importa. Lo que importa es volver al recurso de la violencia descomunal

del Estado en contra de los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios, lo que importa es recurrir a los instrumentos

coercitivos del gobierno, quien puede movilizar a los sindicatos

cocaleros, quién puede movilizar bloqueos de caminos como lo hizo al

levar colonizadores a Yucumo, utilizando los recursos del Estado. Ahora

se hace lo mismo, el Ministerio de la Presidencia y otras instancias

gubernamentales, incluso la gobernación de Cochabamba, mueven

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recursos y personal para comprometer movilizaciones preparadas por

el gobierno en contra de las dirigencias indígenas del CIDOB y el

CONAMAQ. Ciertamente se entiende que no se sientan satisfechos

después de la derrota sufrida, empero, lo que llama la atención es esta

compulsión por las formas de la violencia como recurso desesperado

a revertir la situación y tratar de volver a imponer su voluntad por la

fuerza.

Ante la desenvoltura del despliegue de la violencia uno se pregunta:

¿para qué están hechos entonces los derechos fundamentales, los

derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, los derechos

de la Madre Tierra? ¿Para qué está hecha la constitución? ¿De adorno?

¿Discurso de propaganda? ¿Texto de vitrina? La violencia es eso,

violencia, porque viola derechos, no solamente porque afecta a sujetos

y subjetividades, violentando su interioridades y exterioridades,

violentando sus libertades. El Estado que debería ser garante de los

derechos fundamentales, de los derechos de las naciones y pueblos

indígenas y los derechos de la Madre Tierra, no lo es; al contrario,

aparece en su forma descarnada como el monopolio de la violencia en

su condición desenvuelta de Estado de excepción, suspendiendo los

derechos. ¿Qué intereses defiende el Estado? ¿Estos intereses están

sobre los derechos? Hablar en este caso de intereses estratégicos como

los relativos a la integración no es otra cosa que ocultar las relaciones

y estructuras de poder que defiende el Estado. La lógica de estas

relaciones y estructura de poder impulsa la maquinaria estatal

movilizando sus instrumentos, sus engranajes, sus dispositivos y

agenciamientos, movilizando sus aparatos represivos e ideológicos.

Esta es la pulsión inmanente del Estado, la pulsión de dominación. Los

derechos son conquistas logradas por luchas sociales, que solo serán

respetadas si las fuerzas sociales contrarrestan esta pulsión dominante

con la exigencia de prácticas democráticas.

En estas circunstancias la democracia efectiva y la efectuación de la

democracia desaparecen, son sustituidas por el juego de las fuerzas.

Eso es lo que ha pasado en el conflicto del TIPNIS. El gobierno ha

desplegado sus fuerzas en el terreno, también lo hicieron las naciones

y pueblos indígenas originarios, sus organizaciones matrices. En el

recorrido de toda la marcha lo que se ha visto es el despliegue

aparatoso de la violencia estatal, enfrentada por las fuerzas sociales

que se articulaban para defender una causa, la causa de la Madre

Tierra, del Vivir bien, de la Constitución, de los derechos fundamentales

y de las naciones y pueblos indígenas originarios. Frente al descaro de

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72

la manipulación y del chantaje, frente a lo grotesco de las

descalificaciones del enemigo declarado, los marchistas manifestaron

y desplegaron la fuerza ética y moral de la dignidad, la fuerza

cualitativa ante la cual las otras fuerzas cuantitativas no pueden hacer

nada, se fragmentan y diluyen como polvo. Igual, si hubiera el gobierno

impuesto su voluntad a como dé lugar, hubieran perdido, ante la

demostración heroica de la dignidad. No se puede contra esta acción

ética; lo demuestran muchas experiencias en la historia política y social

del mundo. El dramatismo de la marcha y la despavorida represión,

primero en curso y después abiertamente realizada de una manera

descomunal en Yucumo, terminaron de volcar la correlación de fuerza

en beneficio de los marchistas. Después de estos hechos bochornosos

que recorrieron el mundo y motivaron indignación en todas partes, la

marcha se reanudó; por donde iban eran bien recibidos,

desmoronándose así la versión falsa del gobierno, de que todos los

colonizadores estaban contra la marcha, contra las demandas de la

marcha, defendiendo a la carretera. El pueblo paceño y el distrito 14

de la Ciudad de el Alto, las organizaciones sociales, la Central Obrera

Boliviana (COB), se volcaron a recibir a los marchistas como héroes en

la sede de gobierno. Este fue el triunfo de la marcha. Quedaba claro

que el pueblo boliviano, nuevamente, manifiesta su clara

contraposición contra las formas de la tiranía. No acepta el desparpajo

de la violencia, de la violación de los derechos, no acepta la

manipulación y los montajes, no acepta sobre todo el desboque de la

violencia.

Lo que vino después es el resultado, la consecuencia de esta victoria,

la promulgación de una ley que protege al TIPNIS. Por eso, los

marchistas no festejaron con el gobierno esta conclusión sino con el

pueblo paceño y las organizaciones que apoyaron a los marchistas y a

la Madre Tierra. Esta realidad no se puede cambiar con discursos, con

maniobras, con interpretaciones estrambóticas, como la de otro

senador de Cochabamba, quien considera irresponsables a los

dirigentes indígenas por la declaración de intangibilidad del TIPNIS,

adelantando que intangible en la ley ambiental significaría intocable,

como si tuviéramos que recurrir al diccionario para resolver el

significado de una norma, obviando el análisis y la comparación

jurídica. Herido por que se ha vetado su ley, la ley tramposa que quería

ganar tiempo para que de todas maneras se apruebe más tarde la

carretera, hace gala de confusas interpretaciones, defendiendo algo

que ni el mismo cree. Estos padres de la patria son los dispositivos

elocuentes de la legitimación de la violencia descarada y del despliegue

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73

de las políticas extractivistas y desarrollistas. Nada va cambiar lo

sucedido, en la historia política va a quedar en la memoria de las luchas

esta victoria contundente de los marchistas indígenas originarios.

En Ecuador se ha declarado zona intangible a los territorios donde se

suponen que hay poblaciones no contactadas. En el Perú, cerca de la

Laguna del Toro se reunió una multitud de comunarios de las comarcas

del norte andino ultrajadas por las constantes actividades de la

empresa minera canadiense Barrick Golden; todos los reunidos, que

sobrepasaban a las 5000 personas, declararon por unanimidad la

intangibilidad de la zona de las Lagunas del Toro. Los representantes

municipales se comprometieron e este acto realizar los trámites

necesarios para esta declaración de amplio acuerdo popular se le

otorgue el rango legislativo. En ninguno de los dos casos la

intangibilidad anula los derechos de las naciones y pueblos indígenas,

al contrario, protege sus derechos, pues los defiende frente al

avasallamiento extractivista y desforestador. ¿A quién se le ha podido

ocurrir que la intangibilidad ambiental significa no tocar absolutamente

nada del TIPNIS, territorio y recursos? ¿Qué clase de imaginario es

este? Imaginar una nada absoluta, una intangibilidad conceptual, lo

suprasensible elevada a una alta potencia, para hacerla realidad

inmovilizando a los habitantes del TIPNIS como si fuesen esculturas de

estuco. Esta figura muestra elocuentemente las profundas paradojas

del poder; la maquinaria más elocuente de la cruda realidad del poder,

la violencia, es decir, el Estado, se imagina la más abstracta

representación, la nada, para inmovilizar y hacer desaparecer a los

indígenas de sus territorios, por lo menos imaginariamente.

La reglamentación de la Ley corta tiene que operar en función del

sentido de la ley promulgada. El artículo uno de la ley expresa que:

Se declara al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure – TIPNIS patrimonio sociocultural y natural, zona de preservación

ecológica, reproducción histórica y hábitat de los pueblos indígenas Chimán, Yuracaré y Mojeño-trinitario, cuya protección y conservación

son de interés primordial del Estado Plurinacional de Bolivia.

El artículo dos dice que:

Teniendo el territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure –

TIPNIS, además de la categoría de territorio indígena, la categoría de área protegida, se constituye, en garantía de conservación,

sostenibilidad e integridad de los sistemas de vida, la funcionalidad de

Page 74: La guerra de la madre tierra

74

los ciclos ecológicos y los procesos naturales en convivencia armónica

con la Madre Tierra y sus derechos.

En este contexto de la ley hay que entender la declaración de

intangibilidad del TIPNIS. Por otra parte, la ley y el reglamento de la ley responden a la Constitución, no pueden contravenirla, sino se

anulan por ser inconstitucionales. Por lo tanto la intangibilidad afecta a los avasalladores del parque, a los cultivadores de coca, a las

empresas extractivistas, a las empresas madereras, a todo emprendimiento y acción externa que afecte al ecosistema del parque

y al territorio indígena, que afecte a los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios. El numeral 4 del artículo 30 de la

Constitución Política del Estado dice que las naciones y pueblos indígenas originarios tienen derecho a la libre determinación y

territorialidad. El numeral 7 habla de la protección de sus lugares sagrados. El artículo 8 dice que tienen derecho a crear y administrar

sistemas, medios y redes de comunicación propios. El numero 10 establece que tienen derecho a vivir en un medo ambiente sano, con

manejo y aprovechamiento adecuado de los ecosistemas. El numeral

11 dice que tienen derecho a la propiedad intelectual colectiva de sus saberes, ciencias y conocimientos, así como a su valoración, uso,

promoción y desarrollo. El numeral 12 establece que tienen derecho a una educación intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el

sistema educativo. No como cree el vicepresidente que quiere darles una educación liberal, que no es otra cosa que una educación colonial

y disciplinaria, base de la individualización de los sujetos modernos. El numeral 15 establece que tienen derecho a ser consultados mediante

procedimientos apropiados, y en particular a través de sus instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o

administrativas susceptibles de afectarles. Al respecto fue muy graciosa la interpretación del presidente de la cámara baja que decía

que cómo no era una medida legislativa y administrativa la carretera que atravesaría el TIPNIS, entonces este compromiso del gobierno con

OAS y el gobierno brasileño no afecta a los derechos de las naciones y

pueblos indígenas constitucionalizados. Estas triquiñuelas de abogados no sirven para nada en este caso pues la construcción de una carretera

es la realización material de medidas legislativas y administrativas.

Después de la victoria de la marcha indígena, después de la promulgación de la ley, que debería haber zanjado el problema, como

el propio presidente lo dijo, el conflicto no ha terminado, pues se prepara una movilización de cocaleros, maniobras en un encuentro

para debatir el modelo económico, donde se va a buscar exigir la abrogación de la ley. La descalificación de los dirigentes continúa con

los mismos procedimientos escandalosos e indecorosos. Ahora hay que enfrentar el desafío del cumplimiento de la ley, de realizar

efectivamente la protección del parque y el cumplimiento de los derechos de las comunidades indígenas del TIPNIS.

Page 75: La guerra de la madre tierra

75

La victoria del TIPNIS es un punto de inflexión como lo fue la guerra del agua, ahí comenzó la derrota del proyecto neoliberal; después de

la victoria indígena y de todo el pueblo boliviano que apoyo la defensa

del TIPNIS comienza la reconducción del proceso. El CIDOB, el CONAMAQ, la COB, las Juntas de Vecinos, las organizaciones de

activistas, tienen la responsabilidad de conformar una alianza de reconducción del proceso, de convertirse en el consejo político de la

reconducción, de orientar el curso del tiempo político en el sentido del ejercicio plural de la democracia, participativa, comunitaria y

representativa; en construir colectivamente a decisión política, la ley y la gestión pública como establece la constitución. De hacer respetar la

propiedad del pueblo boliviano sobre los “recursos naturales” no-renovables y el beneficio exclusivo de los “recursos naturales”

renovables en los territorios indígenas. De exigir transparencia, participación y control social en las políticas públicas, sobre todo en los

temas estratégicos, como los relativos al modelo integral y alternativo a seguir, entendido como el modelo del vivir bien.

Page 76: La guerra de la madre tierra

76

Notas después de la marcha indígena

Paul Valéry: La idea de la dictadura.

No se casi nada de la política práctica, en donde supongo que se

encuentra todo aquello de lo que huyo. Nada ha de ser tan impuro, es

decir, tan entremezclado de cosas cuya confusión no me gusta, como

la bestialidad y la metafísica, la fuerza y el derecho, la fe y los

intereses, lo positivo y lo teatral, los instintos y las ideas.

La entrañable fuerza indígena

Lo profundamente, lo entrañablemente anticapitalista es el

anticolonialismo anticapitalista indígena. El proyecto indígena es un

proyecto civilizatorio alternativo; en este horizonte radica la gran

diferencia, la integralidad emancipatoria, el llamado de lo

profundamente humano, también de lo profundamente tierra. La vida.

La reconducción del proceso

Las organizaciones indígenas son la defensa profunda del proceso y de

la Constitución, es el gobierno el que está contra el proceso. Si el

gobierno quiere estar con el proceso tiene que formar parte de la

reconducción que se ha iniciado con la victoria del TIPNIS por parte de

las naciones y pueblos indígenas. El Pacto de Unidad tuvo sentido en

el proceso constituyente, cuando fue parte orgánica del desarrollo del

texto constitucional. Ahora se trata de reconducir el proceso y construir

el Estado plurinacional comunitario y autonómico, desmantelar, acabar

con el Estado-nación, liberal y colonial, que restaura el gobierno. Los

indígenas no pueden formar parte de una farsa, de un apoyo al

nacionalismo y a los nacionalistas en el gobierno, no pueden formar

parte de una alianza de clases que apuesta a ampliar las fronteras

agrícolas, agrediendo a la madre tierra. Los indígenas no pueden

apoyar una alianza que apoya a la re-composición de la burguesía y el

sometimiento a la burguesía internacionalizada brasilera. Los indígenas

tienen que formar un nuevo pacto con el pueblo boliviano que los ha

apoyado para reconducir el proceso.

Page 77: La guerra de la madre tierra

77

Reducciones esquemáticas

Hay quienes confundían el país con un aeropuerto; eso decía Sergio

Almaraz Paz del General René Barrientos Ortuño. Hay otros que

confunden el país con la escenificación teatral del desenlace del terror

de la revolución francesa. También hay quienes confunden el país con

una contienda sindical. Pero también hay quienes confunden la política

con la eterna maniobra de la manipulación y el montaje. Creen que se

pueden suplantar a las organizaciones matrices con la cooptación de

dirigentes corruptos.

Más allá de la izquierda y la derecha

Más allá de la izquierda y la derecha, que son términos modernistas y

esquemáticos. Inútiles para interpretar las luchas emancipatorias

contemporáneas. Incluso, en su época se olvidaron que más radical

que la izquierda jacobina, eran los montañeses, que ocupaban la

galería del Congreso francés. Esta era la plebe, los san-culottes.

No se puede eludir la realidad

La problemática del TIPNIS es una realidad, así como la problemática

de dominación de las trasnacionales hidrocarburíferas y mineras,

además de la construcción. El IIRSA es una realidad del proyecto

hegemónico de la burguesía brasilera. La constitución es una realidad

jurídico-política, también los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios son una realidad política y social. Negar eso con

el imaginario paranoico y acusador jacobino no es más que defender

el modelo capitalista dependiente y extractivista.

La hipótesis trasnochada del egoísmo

Decir que el egoísmo es como un instinto inherente en el ser humano

es como la hipótesis de que el hombre es el lobo del hombre, la

hipótesis de la bestialidad. Eso forma parte del imaginario de la

ideología modernista. No es una hipótesis verificada. Eso es reducir la

condición humana a la condición egoísta a la que la ha restringido el

sistema-mundo capitalista. Esta es una subjetividad meramente

capitalista. Eso es reducir la plenitud y la complejidad humana a una

Page 78: La guerra de la madre tierra

78

de las más pobres condiciones de la subjetividad. Como dicen los

mexicanos, me extraña que siendo araña te subas por la escalera. ¿No

son acaso religiosos los que postulan esta hipótesis? ¿No deberías

buscar más bien la condición humana solidaria? Yo no soy católico ni

cristiano, pero respeto a todas las religiones y espiritualidades pues

han abierto la comprensión del ser humano más allá de la

cotidianeidad.

La famosa orden y la forma infantil de eludir responsabilidades

Se supone que la orden se la tomó en reunión de gabinete, estaban

todos presentes. Todos fueron cómplices de la orden, desde arriba

hasta todos los ministros y ministras, salvo honradas excepciones,

como las del Canciller que estaba en contra y la exministra Cecilia

Chacón, que renunció ante semejante violación a los derechos

fundamentales. Es más se tenía redactado el requerimiento a la fiscalía

de intervención para que la firme la ministra de justicia. Con lo que

estuvo de acuerdo. Todo esto ocurrió bajo la excusa apresurada y

compulsivamente difundida del "secuestro". A pesar de que el mismo

Canciller se opuso a la interpretación del "secuestro", pues su

interpretación es que fue obligado a caminar delante. Este tema de

¿quién dio la orden? se parece a la discusión bizantina de ¿cuántos

ángeles dan vuelta alrededor de la punta del alfiler? Lo gracioso es que

se toman en serio esta pregunta sobre ¿quién dio la orden cuando

todos saben de quienes fueron y quién avaló esa decisión conjunta? La

fiscalía se volvió bizantina.

El contrataque del gobierno sin ley y sin palabra

A prepararse, la lucha continua. Se viene la contraofensiva. Quieren

revertir la derrota política a como dé lugar. Nuevamente el TIPNIS es

objeto de ataques, las comunidades indígenas son amedrantadas, se

les cobra por cruzar la “frontera”; hay un escenario de

amedrentamiento constante, una guerra sucia contra los indígenas del

TIPNIS. Se prepara una movilización cocalera, de ahí se piensa llegar

a resoluciones en contra del TIPNIS en el encuentro de Sucre, donde

salga el mandato de abrogar la ley que protege al territorio indígena y

parque.

Page 79: La guerra de la madre tierra

79

La supuesta pose “sociológica”

Hay personas que recurren a la burla o a una supuesta pose

“sociológica” en lo que respecta a su discrepancia de las participaciones

y apoyo a los marchistas de parte de jóvenes activistas urbanos. No

creo que sea curiosidad sociológica sino toma de posición. La batalla

del TIPNIS enfrenta el modelo colonial del capitalismo dependiente

extractivista, que es la opción efectiva del gobierno, con el modelo del

vivir bien, establecido en las resoluciones de Tiquipaya, contenido en

la Constitución, modelo alternativo al capitalismo, a la modernidad y al

desarrollo. Las organizaciones indígenas y los marchistas defienden la

Constitución, su territorio y la Madre Tierra, en tanto que el gobierno

defiende los intereses de OAS, la tras-nacional brasileña constructora,

el IIRSA, el proyecto hegemónico del Brasil, la compulsión

desforestadora de los cocaleros excedentarios, que avasallaron el

parque, que les interesa lo mismo que a los terratenientes del oriente,

a la burguesía intermediaria boliviana, a los agro-industriales de Santa

Cruz y soyeros, la ampliación de la frontera agrícola en detrimento de

la Madre Tierra. Estas son las nuevas alianzas del gobierno. ¿A qué

vino Lula, reuniendo a la CAINCO con los dirigentes campesinos,

encuentro financiado por OAS? Esta es la nueva burguesía. Los que se

hacen la burla de los apoyos urbanos de jóvenes activistas no hacen

otra cosa que optar por defender ese modelo extractivista y este

gobierno nacionalista que ya está contra el proceso, contra la

Constitución, contra el Vivir Bien, contra los derechos de las naciones

y pueblos indígenas originarios y el Estado plurinacional comunitario y

autonómico. No es una opción sociológica la que se ventila, es una

opción política. El sentido y la diferencia política del momento no

responde a un esquematismo imaginario y anacrónico, entre una

derecha derrotada ya en Pando y una izquierda que ya no es el

gobierno, sino entre fuerzas reales y pugnas reales en el momento.

Esa posición "objetiva" o de curiosidad es francamente legitimadora de

la desviación nacionalista en contra la alternativa plurinacional

comunitaria y autonómica. Es una posición colonial, responde a la

recolonización por otros medios, por medio de un discurso populista

desgastado y un doble discurso en relación a la Madre Tierra.

Page 80: La guerra de la madre tierra

80

Siempre se toman posiciones en la lucha de clases y en la

guerra anticolonial

Hay que respetar las opciones metodológicas, son perspectivas e

instrumentos del punto de partida de la investigación. El me-todo es el

camino. Empero hay distintas corrientes metodológicas. Respeto el

método weberiano, sobre todo si da resultados en la investigación.

Empero no lo comparto, creo como Michel Foucault, desde la

perspectiva histórico-política no hay neutralidad, se toman posiciones.

El mismo conocimiento forma parte de un campo de luchas. La verdad

no es lo que dice Tarsky, la hipótesis que tiene correspondencia con la

realidad, sino el producto del poder. No se trata de negar la ciencia,

sino comprender que ya estamos en otro horizonte epistemológico

científico, de las teorías de la complejidad. En relación a lo otro, puede

ser que pase, que se sume gente que no cree en los postulados de la

lucha por la Madre Tierra y la Constitución. Eso pasó antes, puede

volver a pasar. Lo importante es participar con las fuerzas que

defienden la Constitución, la Madre Tierra, el Vivir Bien, como

alternativa al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo.

Pulsión de muerte

¿Hay una atracción del abismo? ¿Algo así como una pulsión de muerte?

¿Qué es lo que empuja a insistir en lo mismo que llevó al conflicto del

TIPNIS? Después de la derrota política, el gobierno insiste en las causas

del problema. ¿Por qué? ¿Grandes compromisos con la empresa

constructora OAS, con los cocaleros excedentarios, con los cocaineros?

¿Quién puede creer en esos montajes de San Ignacio de Moxos,

localidad que se encuentra fuera del TIPNIS, donde una congregación

de supuestos indígenas pide que la carretera pase por el territorio

indígena? ¿Quién puede ser tan ingenuo o tan “llunku”? Es como un

círculo, sólo los propios funcionarios y los grupos de choque, que hasta

los hay escribiendo, que se ocupan de insultar y descalificar. La imagen

del espejo. Después de aprobar una ley que declara al TIPNIS

intangible, no pueden retroceder. Esto es retorcerse en el coleteo de

muerte. ¿Por qué no tienen vocación de reflexionar, de evaluar sobre

lo que ha pasado? ¿Por qué son incapaces de rectificar, de aprender de

los errores y corregirlos? Parece un mal de la política práctica; la clase

política está tan ensimismada en idolatrarse, en mirarse en el espejo,

que se ha desconectado de la realidad efectiva y prefiere vivir

compulsivamente su propio imaginario desdichado. No pueden

Page 81: La guerra de la madre tierra

81

entender una cosa tan simple: la carretera no puede pasar por el

TIPNIS pues está protegido por la Constitución y las leyes, entre ellas

la Ley de los derechos de la Madre Tierra. Hacerlo es violentar la

Constitución y las resoluciones de Tiquipaya. No, no pueden entender

porque están abismalmente alejados de la Constitución y enredados en

el modelo colonial heredado: el capitalismo dependiente del

extractivismo. Sin embargo, hay algo que tienen que saber estos

políticos, si vuelven a cometer el mismo error, el pueblo boliviano

volverá a salir a defender la Madre Tierra y los derechos de las naciones

y pueblos indígenas originarios. Por otra parte, deberían instruirse un

poco antes de lazar ese castigo de verdugos de que ahora que es

intangible el TIPNIS y nadie lo toca, ni los indígenas que habitan la

zona. No consultaron otras experiencias sobre normativa de

intangibilidad ambiental, como las de Ecuador. Lo intangible se refiere

a que no pueden afectar el territorio fuerzas externas extractivistas y

desforestadoras, no atenta esta declaración contra los derechos de las

naciones y pueblos indígenas consagrados en la Constitución. Por lo

tanto podemos hablar de la tangibilidad de la intangibilidad y de la

intangibilidad de la tangibilidad, que no es lo mismo.

Después de la derrota política se mueven todos los hilos para buscar

revertir el desenlace. Una muestra de falta de sinceridad y seriedad,

se promulga una ley para inmediatamente buscar su abrogación. Se

insiste en el suicidio político, se vuelve a retomar las prácticas del

teatro político montando escenarios, confundiendo la ficción con la

realidad, el imaginario con los acontecimientos. Se cree que la política

es astucia sin respetar los derechos de las naciones y pueblos indígenas

originarios, sin respetar la ley de intangibilidad del TIPNIS, sin

entender lo que quiere decir intangibilidad en la normativa ambiental.

Se cree que se puede seguir manejando a la opinión pública con

campañas publicitarias y desinformación. Este es el camino laberintico

e irremediable al abismo. Enamorados inconscientemente de esta

oscuridad caminan atraído por la gravitación de la destrucción.

Sobre la intangibilidad en la normativa ambiental

No se tiene la menor idea de lo que significa la norma de intangibilidad ambiental. No se consulta los antecedentes en otros países, ni se hace

comparaciones. Lo intangible en la norma ambiental no va contra los derechos de las naciones indígenas originarias, al contrario las

complementa. Lo que no se puede hacer es violar la constitución con esa clase de declaraciones tan desfachatadas, las del senador de

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82

Cochabamba. Se debe respetar la Constitución, los derechos de las

naciones y pueblos indígenas originarios, consagrados en la constitución, los derechos de la Madre Tierra. Se debe defender el

proceso y no intereses desforestadores de la colonización y el

monocultivo desbastador, no los intereses egoístas de cultivos excedentarios destinados a la cocaína, no los intereses de empresas

constructoras trasnacionales. Esa actitud es atentatoria del proceso plurinacional, comunitario y autonómico.

Represión y represalias gubernamentales

No se pueden hacer las políticas públicas de tal manera que siempre

hay mala intención en su elaboración, sobre todo cuando se trata de

políticas encaminadas a cumplir con la Constitución y la Ley,

particularmente aquellas encaminadas a cumplir con la ley corta

promulgada en defensa del TIPNIS, avasallando a los dirigentes

orgánicos del TIPNIS, ignorándolos. Se sabe que al final de cuentas el

poder es solitario, que hay una desoladora soledad del poder, de los

que están encumbrados y aislados en el poder, empero, esta solitaria

actitud no puede desolarnos a todos, a todo el pueblo que ha defendido

el TIPNIS, a todas las organizaciones y naciones y pueblos indígenas

originarios. No se pueden hacer las cosas por capricho y por voluntad

propia y de ministros que lo único que saben hacer es manipular y

maniobrar, pues esta actitud lo único que hace es ahondar la propia

crisis política y avivar nuevamente el conflicto, que esta vez va a ser

gigantesco e indetenible.

Los derechos en la Constitución

La Constitución reconoce la condición de pre-existencia a la Colonia de

las naciones y pueblos indígenas originarios, el derecho al autogobierno

y a la libre-determinación; la Constitución también establece los

derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, donde se

encuentran definidos varios derechos, entre ellos, el derecho a la

consulta, previa libre e informada. La Constitución también establece

la condición autonómica del Estado, definiendo la autonomía indígena

como una de las forma de conformación del Estado plurinacional

comunitario. El TIPNIS cuenta con título colectivo de propiedad,

además que cuenta con una ley que lo declara intangible, que significa

en la norma ambiental complementación y reforzamiento de los

derechos indígenas, no “in-tocable” en el sentido de que nadie toca,

Page 83: La guerra de la madre tierra

83

como han querido entender de manera apresurada y beligerante

personeros del gobierno. No se puede ocupar militarmente el Territorio

Indígena, esto no sólo implica violar los derechos de las naciones y

pueblos indígenas originarios, los derechos de la Madre Tierra, la ley

corta en defensa del TIPNIS, sino también recuerda las ocupaciones

militares de los campamentos mineros en épocas de las dictaduras.

Corrosión y corrupción, las armas de las empresas

trasnacionales

La manipulación del OAS, de los comprometidos con esta construcción

ilegal y llena de vicios, no tiene límites. No se dan por vencidos, a pesar

de la victoria indígena en el conflicto del TIPNIS y la Ley de protección

de Territorios Indígena. Esta gente cree que en Bolivia se tiene que

imponer la ley de la fuerza del capitalismo, del extractivismo, de los

intereses empresariales a través de la las redes de la corrosión y la

corrupción. No saben, no entienden, que enfrentan a un pueblo capaz

de actos heroicos.

La violencia desmesurada del Estado

La violencia desmesurada del Estado en la etapa represiva jacobina y

las profundas contradicciones de un gobierno que opta por el modelo

extractivista del capitalismo dependiente, desechando la Constitución,

el Estado plurinacional comunitario y autonómico, el modelo del Vivir

Bien alternativo al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo, ha

llevado a esa represión sañuda y llena de odio contra las naciones y

pueblos indígenas que protegen su territorio contra el avasallamiento.

Empero, la victoria indígena con la Llegada a La Paz y el recibimiento

de un millón de personas y de columnas inmensas, conformadas desde

la cumbre hasta la Plaza San Francisco, victoria cristalizada en la

promulgación de la Ley corta que protege al TIPNIS y prohíbe la

construcción de la carretera, reivindica el sacrificio de los marchistas.

Ahora hay que esclarece los hechos, develar a todos los comprometidos

con la orden dada para intervenir la marcha y la represión. Es todo el

gabinete.

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Nuevamente la defensa del TIPNIS

Otra vez la defensa del TIPNIS. El gobierno no entiende, cree que

puede promulgar una ley y volver atrás. Cree que todo se resume a la

astucia criolla o la manipulación, a la movilización de gente afín con el

objeto de volver a insistir en la violación a la Constitución, a la Madre

Tierra, a los derechos de las naciones y pueblos indígenas. Volver a

insistir en la violación del buen entendimiento y la lógica. El gobierno

cree que puede hacer lo que le da la gana sólo por el hecho que tiene

en sus manos el poder, los recursos para comprar gente y movilizar a

los adherentes, quienes nunca han entendido ni el proceso ni la

Constitución, menos lo que significa construir el Estado plurinacional

comunitario y autonómico. Estos adherentes creen que lo que se tiene

que hacer es repetir consabidamente y aburridamente los

trasnochados discursos desarrollistas. No tienen consciencia de que

esos discursos no van con la condición plurinacional, la condición

comunitaria y la condición intercultural del Estado, no van con la

Constitución, no van con el modelo alternativo del Vivir Bien. Por eso

no se avergüenzan ni se inmutan de contradecirse de manera tan

brutal.

La habilidad manipuladora de la clase política

Para eso son buenos, para eso hay recursos, para pagar a la gente,

para pagar a comunarios, para ponerlos contra sus propios intereses y

territorio, aprovechándose de la pobreza y las necesidades de la gente.

Son buenos para montar escenarios pues creen que se puede seguir

haciendo política con astucia, engañando a la gente, haciendo teatro.

Esta es una concepción ciertamente pobre de la realidad. Para los

políticos de turno la realidad se resume a la maniobra, es un producto

del poder, de la potencia del poder, de su capacidad de deformar los

hechos. Están equivocados, ese montaje no dura mucho tiempo, solo

es un recurso provisorio de la instrumentalidad del Estado, de los

alcances gubernamentales; la realidad efectiva es histórica, es el

presente eterno, es la voluntad de cambiar, es resistencia al poder, es

el campo de posibilidades abierto y los horizontes dibujados por las

luchas sociales y la guerra anticolonial indígena. El recurso a la

maniobra de los gobernantes no dura o dura lo que un castillo de naipes

puede resistir a una brisa.

Page 85: La guerra de la madre tierra

85

La curva de la indiferencia

No es el siglo XX cambalache sino el siglo XXI curvo y laberíntico. Los

gobiernos de derecha y de izquierda cada vez se parecen más. Repiten

los mismos hábitos, también tienen el mismo habitus, las mismas

prácticas, parecen responder a los mismos intereses. Se coaligan con

las empresas trasnacionales, terminan defendiendo el mismo modelo

extractivista del capitalismo dependiente, reprimen de igual forma a

los pueblos indígenas, que son el contenido y el sujeto del proceso

constituyente. En muchos casos, no necesariamente en todos, los

gobiernos progresistas se atreven a tomar medidas que los mismos

gobiernos neoliberales no se atrevieron. ¿A qué se debe esto? ¿Al gozar

de mayor popularidad y credibilidad sienten que es una carta blanca la

confianza que les brinda el pueblo? Lo cierto es que podemos hablar

de una clase política, que ya es un estrato social y obviamente

reproduce el mismo estilo y defiende la reproducción de su misma

clase. No importa que unos funcionarios hayan sido convocados de las

clases populares y otros de las clases medias, cuando están en función

de gobierno responde a las lógicas del poder y a la racionalidad

instrumental de la maquinaria estatal.

De la desfachatez política y los crudos intereses

¿Qué se puede llamar esa maniobra tan complicada de aprobar una ley

y luego hacer todo para abrogarla? ¿Qué se puede decir de un gobierno

que se compromete con resolver el conflicto del TIPNIS por la vía

saludable de reconocer los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios y después, a los pocos días, maniobrar para que

se anule sus compromisos? ¿Hay algún ápice de seriedad en todo esto?

¿Qué es eso de moverse en una constante incertidumbre? Los acuerdos

no son acuerdos, los compromisos no son compromisos, la ley no es la

ley; se hace todo al capricho de los gobernantes. Quienes además

parecen estar amarrados a los intereses y puestas en juego de

empresas trasnacionales. ¿Qué se pude pensar cuando la empresa

constructora OAS recurre al chantaje, a la prebenda, a la corrupción,

moviendo sus recursos para imponer su voluntad? Los negocios son los

negocios y para estos empresarios están por encima de los derechos

de los pueblos y de las soberanías. Estas empresas están sobre los

gobiernos, el Estado es sencillamente el aparato que garantizan el gran

juego financiero y del mercado, garantizan las grandes ganancias que

se consiguen alterando todas las reglas y las normas.

Page 86: La guerra de la madre tierra

86

Lo que se puede decir es que el gobierno no sólo está atravesado por

profundas contradicciones insoslayables sino se encuentra

comprometido con intereses y estructuras de poder más grandes que

los propios alcances y controles del país. El juego va más lejos que el

propio prestigio del gobierno, la propia imagen de los gobernantes, los

mismos conflictos internos. Con esto se constata que la soberanía se

la ha perdido. Se encuentra supeditada a la irradiación de hegemonías

regionales. Claro que también estos intereses regionales se apoyan

también en intereses particulares de clases sociales y sectores del país.

¿Quiénes están interesados en que una carretera cruce un parque y

territorio indígena protegido por la constitución y las leyes, además

defendido por la ley corta promulgada en defensa del TIPNIS? Fuera

de la empresa trasnacional OAS, el Banco Nacional de Desarrollo del

Brasil, el propio gobierno brasilero y ciertamente, en esta ruta, el

gobierno boliviano, son los cocaleros los interesados en esta carretera.

La propaganda del gobierno habla de instituciones cochabambinas, las

mismas que no se han puesto de acuerdo por observaciones y la

posición encontrada de la Universidad Autónoma de San Simón y otras

organizaciones. También se habló de instituciones benianas, ¿cuáles?

Así mismo, y esto es lo más grave, se presentan a comunarios

indígenas del TIPNIS, saltando a las propias organizaciones matrices

indígenas de tierras bajas y del TIPNIS. Se hace todo un montaje con

la llegada de delegaciones indígenas del TIPNIS y su presentación en

la Asamblea Legislativa pidiendo la carretera. La desesperación y la

maniobra no tienen límites, tampoco el decoro ni el cuidado de guardar

las apariencias. No importa el compromiso del presidente, la

promulgación de la Ley corta; lo que importa es imponer la voluntad

de dominación vinculada a los caros compromisos, aunque se haga

contra toda compostura, la ley, la Constitución y los derechos.

La gravitación del mercado asiático y de la compulsión por ampliar la

frontera agrícola es condicionante de estas actitudes inescrupulosas del

gobierno. Con la llegada de un grupo indígena pagado por el gobierno

se cree que se guardan las apariencias, que se tiene la excusa para

volver atrás, volver a foja cero, retomar la construcción de la carretera.

Se tiene con esto un desprecio grande de la opinión pública y de las

organizaciones sociales, se muestra una imagen supeditada del pueblo,

al que se lo considera dócil. Se muestra una patética amnesia que

olvida rápidamente los últimos hechos relativos a la marcha indígena

y a los recibimientos conmovedores de los pobladores de la ruta de la

marcha desde Quiquibey, sobre todo se olvida la recepción de un millón

de personas de la ciudad de La Paz que se volcaron a recibir y apoyar

Page 87: La guerra de la madre tierra

87

a los marchistas. No interesa nada de esto, se tiene para todo otras

versiones, aunque las mismas no puedan sostenerse empíricamente.

La amnesia unida al desconocimiento tácito de los hechos son los

tristes recursos que se tiene para justificar el retorno a la violación de

los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios y los

derechos de la Madre Tierra, la violencia sobre la misma ley

promulgada. Sencillamente no se acepta lo ocurrido, no se acepta la

derrota, no se acepta la voluntad popular; lo que se tiene por postulado

son los compromisos y un discurso supuestamente desarrollista.

¿Cuánta sinceridad hay en todo esto? Por más criticable que pueda ser

la ilusión desarrollista, ventilada en los discursos gubernamentales, no

parece ser el sentido de decisiones tan arriesgadas; el sentido parece

más pedestre. Hay compromisos, hay intereses en juego, hay

economía política del chantaje, hay sobre-ganancias y participaciones.

Hay una empresa constructora trasnacional, observada por donde

estuvo, tanto en Brasil como en Sud América, acostumbrada a ejercer

su dominio comprando consciencias y corrompiendo; empresa que se

ha convertido en el factor desequilibrante y perturbador en el conflicto.

Del cumplimiento constitucional

El cumplimiento de la constitución es para todos, nadie escapa a sus

mandatos, sobre todo cuando se trata del cumplimiento y la garantía

de los derechos fundamentales y de las naciones y pueblos indígenas

originarios. La violación desmesurada que se cometió en la represión a

una marcha pacífica, que estaba además acampando y en espera,

comprende delitos flagrantes. Los que se niegan a cumplir con la

Constitución no solo cometen actos inconstitucionales, sino que

también están encubriendo delitos cometidos. Son también cómplices

de la violación de derechos.

Page 88: La guerra de la madre tierra

88

La violencia profusa del gobierno, de la representación y de

las palabras

La doble moral, el doble discurso del gobierno y la violencia

descomunal de los cocaleros

Se trata de la ideología de yo hago lo que me da la gana

El gobierno y la Asamblea Legislativa Plurinacional han promulgado una

ley que declara intangible al TIPNIS; el gobierno se ha puesto a

trabajar con los dirigentes indígenas la reglamentación de la ley. Se

llegó a un acuerdo; respecto a este acuerdo ahora dice que tiene

observaciones. Un senador de La Paz dice que los indígenas que no

marcharon pueden plantear la inconstitucionalidad de la ley. ¿Habrá

leído este senador la Constitución? ¿Sabrá que la Constitución protege

el parque y el territorio indígena, que exige consulta previa libre e

informada? ¿Comprenderá que el modelo alternativo al capitalismo a

la modernidad y al desarrollo, que es el vivir bien, protege a la Madre

Tierra del extractivismo, de la desforestación y el monocultivo, para no

hablar de la producción de cocaína? Se puede decir cualquier cosa sin

inmutarse de ya no de contradicciones sino de aterradores sin sentidos.

Eso es posible en la medida que los que representan al pueblo, los

representantes, no tienen la menor idea del proceso constituyente,

menos de lo que significa el Estado plurinacional comunitario y

autonómico. Hay en todo esto, en todas estas bochornosas

declaraciones, exacerbadas confusiones. Hay que decirlo de manera

directa, las luchas sociales, sobre todo las correspondientes al ciclo de

movimientos sociales de 2000 al 2005, no se efectuaron para que los

cocaleros se hagan ricos, tengan más tierra a costa de los indígenas, a

costa de los territorios indígenas, en contra de sus naciones y pueblos,

en contra de sus derechos. Eso no es emancipación, la emancipación

abarca y compromete a todos, libera a todos de las múltiples cadenas

de dominación, libera a proletarios, a pueblos, a naciones, a mujeres,

a sujetos y subjetividades. No se ha peleado para tener nuevos amos,

nuevos amos desalmados, que lo único que les interesa es la ganancia,

lícita e ilícita, que lo único que buscan es ampliar la frontera agrícola,

destrozar los territorios ricos en diversidad, oprimir a los indígenas

como en las peores épocas de las formas violentas del colonialismo.

Todas estas violencias y dominaciones contra las que se peleó

obviamente no están legitimadas ni legalizadas en la constitución sino

en la cabeza delirante de senadores, de ministros y gobernantes,

también en la cabeza delirante de algunos dirigentes cocaleros. A estos

caballeros, machos y dominadores, nuevos amos y nuevos ricos, hay

Page 89: La guerra de la madre tierra

89

que decirles que los movimientos sociales no pelearon por esto, por

una nueva burguesía desvergonzada, tan explotadora y violenta como

la otra, la antigua, ahora aliada. Para ambas burguesías los indígenas

son un obstáculo, sus territorios son un obstáculo, sus derechos,

consagrados en la constitución es un obstáculo. La misma Constitución

es un obstáculo. Por eso arremeten contra la Constitución, las leyes,

los derechos, los territorios indígenas, las naciones y pueblos

originarios.

Hacer un recuento de lo que ocurre sorprende por la asombrosa

sintomatología que arroja. Mientras se promulgaba la ley, se discutía

la reglamentación y se llegaba a un acuerdo ocurría paralelamente otra

cosa, otro flujo de hechos que atetan notoriamente contra la ley corta

promulgada, contra la reglamentación y los acuerdos. Para hacer este

recuento vamos a recurrir a la fuente de Sarela Paz, antropóloga e

investigadora que comenta estos alarmantes sucesos:

Mientras sucedía lo que parecía ser la finalización del conflicto del

TIPNIS brigadas de cocaleros ingresaron al núcleo del TIPNIS con

motosierras para abrir una senda. Partieron hace tres semanas, a

razón de tres comisiones, lo hicieron desde la comunidad Tres de Mayo

del Ichoa, comunidad mojeña. Han entrado con motosierras, se cuenta

que entre 50 y 60 personas han ingresado conformando las tres

distintas comisiones mencionadas. Lastimosamente se encontraban

acompañadas por familias yuracarés que pertenecen a San Antonio del

Moleto, Fátima de Moleto y Mercedes del Lojojouta. Han abierto la

senda entre el Ichoa y el Sécure. Acaban de salir al Sécure, aguas más

abajo de la comunidad de Areruta. En otras palabras, ya han abierto la

senda que no había y que ha penetrado el núcleo del TIPNIS, han

atravesado el parque y el territorio indígena, sin consentimiento de

ninguna clase; seguramente ahora nos van a decir que esa senda ya

estaba. De hecho el alcalde de Villa Tunari dijo, cuándo se aprobó la

ley corta, que ellos en persona abrirán el camino. Al gobierno no le

preocupa la noticia; es más, es cómplice de esta acción beligerante y

violatoria de derechos, leyes y Constitución. Aplica la intangibilidad

para los indígenas, empero no para los colonos. Esta es la razón por la

que el senador Julio Salazar dijo que estamos perdiendo el tiempo

haciendo el reglamento. El mismo senador tiene tierras dentro del

TIPNIS y sabía lo que estaban haciendo los cocaleros. Seguramente el

presidente y sus ministros estaban informados de lo que sucedía. Estos

hechos alarmantes los conocen los dirigentes del Sécure. Los dirigentes

del TIPNIS se encuentran desconcertados, aunque sabían que todo

Page 90: La guerra de la madre tierra

90

esto iba a suceder. La pregunta es: ¿Quién ha puesto dinero para dicha

movilización de los colonos, brigadas de 60 personas, armadas con

motosierras y gasolina? Ante semejante vejamen, los indígenas

quieren hacer un encuentro territorial en la comunidad de Santo

Domingo. En estos momentos una comisión del gobierno se encuentra

en la zona central del Ichoa, ¿qué es lo que hace? ¿Coordina acciones

para seguir avasallando, para seguir violando la constitución, la ley, los

acuerdos, el reglamento?19

Como se ve, no se respeta nada, ni acuerdos ni leyes. No importa, lo

que importa es imponer por la fuerza la voluntad de los que sienten

propietarios del gobierno, del Estado, ahora de los territorios indígenas,

que avasallan como en los peores tiempos de la expansión colonial de

los latifundistas. Estos hechos alarmantes muestran claramente cuál

es el sentido de las políticas gubernamentales, cuál es la dirección de

sus medidas, cuál es su vocación. Sabíamos que el gobierno había

optado por el modelo extractivista del capitalismo dependiente, por la

supeditación a las empresas trasnacionales, al IIRSA y al proyecto

hegemónico de la burguesía brasilera, sabíamos que su alianza es con

la burguesía agroindustrial y los terratenientes, en contra de los

indígenas; ahora sabemos que además no tiene ley ni palabra, no le

importa lo que acuerda. Se ha vuelto a la ley del más fuerte, a la razón

de la violencia. Sobre estas bases, no sólo se impone el Estado de

excepción, la tiranía, sino la violencia descomunal de los intereses más

pedestres, el de las ganancias ilícitas y la economía política de la

cocaína.

No sabemos ahora en qué va a terminar el conflicto del TIPNIS, pues

el gobierno ha decidido comportarse bravuconamente. Lo que sí sabe

el pueblo que ha aperturado este proceso, el proceso constituyente, el

proceso que debería ser descolonizador, lo que sí saben los

movimientos sociales, las naciones y pueblos indígenas originarios, las

juntas de vecinos, las organizaciones de jóvenes autogestionarios, los

sindicatos, los mineros, la COB, que apoyaron la defensa del TIPNIS,

que volveremos a salir a las calles y a los caminos, que volveremos a

movilizarnos no solo por la defensa del TIPNIS sino por la defensa del

proceso contra un gobierno que ha usurpado a los movimientos

19 Fuente: Sarela Paz. Se puede revisar su artículo ENTRE LA INDIGNACIÓN Y EL DESCONCIERTO:

Avasallamiento en el TIPNIS pos Ley de Protección del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro

Sécure (Ley 180).

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91

sociales y al pueblo sus consecutivas victorias políticas, ha usurpado el

proceso para ir por otro lado, en contra de la Constitución, en contra

de la construcción del Estado plurinacional comunitario y autonómico,

en contra del vivir bien, en contra de la Madre Tierra y a favor de las

empresas trasnacionales y de la nueva burguesía recompuesta,

conformada por los nuevos ricos y la vieja burguesía agroindustrial,

comercial y financiera. La contradicción entre un gobierno extractivista

y desforestador y el pueblo, el poder constituyente, que son los

movientes sociales y naciones y pueblos indígenas originarios, la

contradicción entre un gobierno cipayo, al servicio de la burguesía

brasilera internacionalizada ha llegado a un punto culminante de la

contradicción y la crisis del proceso. Los movimientos sociales,

naciones y pueblo estamos obligados a recurrir a las profundas fuerzas

de la dignidad, de la emancipación, de la rebelión, para detener la

descomunal violencia estatal, la despavorida violencia de los nuevos

ricos y de la burguesía recompuesta que tiene en la mira la ampliación

de la frontera agrícola, que es lo único que sabe hacer, pues no es

productiva, transfiere los costos de producción, de los monocultivos, a

la naturaleza. Este capitalismo extractivista es la continuación por los

medios de la desforestación salvaje del capitalismo dependiente de

todas las élites criollas que han gobernado el país, que ahora han

transferido esta compulsión destructiva a nuevos ricos, que tienen en

la mira no el desarrollo sino la ganancia fácil. Por eso, en defensa de

la Constitución, del Estado plurinacional comunitario y autonómico, del

vivir bien, de la descolonización, en defensa de la cohesión social y

comunitaria, debemos salir, movilizarnos, en contra de este proyecto

del capitalismo salvaje.

Debemos comprender las causas profundas de estas contradicciones,

debemos entender que los procesos, llamémosle revolucionarios o

transformadores, conllevan contradicciones inherentes, pues son

herederas de la institucionalidad de la vieja maquinaria estatal, son

herederas de las estructuras de poder cimentadas, no desmanteladas,

son herederas de ilusiones de riqueza y de desarrollo, profusamente

difundidas por la modernidad y el capitalismo. No iba a ser fácil dar

lugar, liberar las potencialidades y capacidades del pueblo movilizado,

de las naciones y pueblos indígenas originarios, se los sectores

populares urbanos, del proletariado nómada, pues también las

contradicciones yacen en el seno del pueblo, las contradicciones

forman parte de nosotros, un nosotros que tiene un pasado de

dominación, de violencia cristalizada en los huesos, y por lo tanto podía

repetir esa violencia con otros, podía querer reproducir al amo, ser

Page 92: La guerra de la madre tierra

92

semejante al amo, que nos había dominado e inscrito su imagen en

nuestro inconsciente. Por eso es importante que resolvamos las

contradicciones en el seno del pueblo, en la interioridad convulsa de

nosotros mismos, es indispensable que luchemos con la parte

retrograda, la parte conservadora, la parte egoísta de nosotros

mismos, y liberemos la parte innovadora, emancipadora, libertaria,

creativa, rebelde de nosotros mismos. Una transición descolonizadora

sólo se puede construir si liberamos esta parte, la que corresponde a

la imaginación radical y al imaginario radical.

Este proceso no le pertenece al MAS, no le pertenece a Evo, menos a

Álvaro, mucho menos a sus ministros y senadores “llunkus”, tampoco

a los dirigentes corruptos y cooptados, que no llaman a reunión con

sus bases para tomar decisiones. Este proceso le pertenece, en primer

lugar, a los muertos que ofrendaron sus vidas, a los heridos, a los

familiares de los heridos y las víctimas; en segundo lugar, le pertenece

a los movimientos sociales y naciones y pueblos indígenas originarios;

en tercer lugar, le pertenece a toda la gente que ha confiado y ha

votado consecutivamente por un proceso de cambio, por una

Constitución descolonizadora, por un nuevo Estado. Esta propiedad

colectiva e histórica del proceso debe ser recuperada de manos de los

que usurpan las luchas en beneficio propio.

Page 93: La guerra de la madre tierra

93

Apuntes sobre problemas de la transición

El principio existencial del proceso

El proceso existe, ha sido abierto por las luchas sociales, lo que no

existe es un gobierno que está con el proceso. Se trata de un gobierno

equivalente a todos los gobiernos, a las formas gubernamentales del

Estado liberal.

Los horizontes de la Constitución

La Constitución realiza y expresa la larga lucha descolonizadora

iniciada con los levantamientos indígenas del siglo XVIII. La izquierda

colonial nunca ha entendido que la lucha anticapitalista consecuente

debe ser también y primordialmente una lucha anticolonial y

descolonizadora. La Constitución abre el cause a una transición pos-

capitalista más compleja y más rica que la transición de la dictadura

del proletariado, que se quedó en los límites de la modernidad, la cuna

y matriz del capitalismo. El proyecto socialista no pudo nunca salir de

los horizontes del capitalismo. La revolución india va más allá, hacia

un modelo civilizatorio alternativo a la modernidad, al capitalismo y al

desarrollo. La izquierda colonial no se ha enterado que ha caído la

Unión Soviética debido a las profundas contradicciones de la

construcción del socialismo real, y que la China ha convertido la

construcción socialista en un socialismo de mercado; es decir, en la

emergencia de la nueva potencia capitalista, sobre la base del

capitalismo salvaje. Lo que los izquierdistas coloniales sobrevivientes

tienen como referente es sólo un imaginario, se invisten de las glorias

de revoluciones pasadas, sin haber hecho una. Cuándo aparece una,

distinta, compleja, en los nuevos escenarios del capitalismo, en las

condiciones de sus nuevas crisis estructurales, prefieren no

comprenderla pues no se parece a sus esquemas, tampoco ya entiende

las transformaciones de los ciclos del capitalismo. Prefieren revivir sus

fantasmas y echar piedras contra un proceso real que intenta otro

camino alternativo al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo, que

forma parte de las ilusiones de los capitalismos periféricos.

Sobre la revolución cultural

La revolución cultural está inhibida por dos contrariedades; por una

parte no se ha dado lugar a la participación, como exige la

Page 94: La guerra de la madre tierra

94

Constitución, tampoco a la movilización, como lo requiere la revolución

cultural; por otra parte los maestros siguen siendo modernistas y

desarrollistas, como recién salidos de la guerra del Chaco. No

entienden, como la izquierda colonial, que el anticapitalismo

consecuente es también anticolonialismo. No han ingresado a las

luchas reales del presente contra el capitalismo, contra la modernidad,

que es su matriz cultural, y contra el desarrollo, que es la ilusión de las

élites periféricas, así mismo también de la izquierda colonial. Siguen

luchando contra fantasmas, atrapados en su imaginario

supuestamente revolucionario, investidos de la gloria de las

revoluciones pasadas sin haber hecho una revolución en su país;

fantasma de la revolución, que no es otra cosa que una anacronismo

no resuelto después de la caída de la Unión Soviética y la conversión

de China en la nueva potencia capitalista emergente durante la

clausura del ciclo del capitalismo vigente. La revolución cultural debe

ser descolonizadora, constitutiva de sujetos emancipados de las

relaciones de dominación heredadas.

El fiscal encubridor

El comportamiento del fiscal es francamente encubridor. Esa es una

conducta que devela la supeditación completa de la administración de

justicia al ejecutivo. No solamente estamos repitiendo los males de una

administración de justica corrupta, de la que deberíamos salir, sino la

complicidad de los fiscales con la injusticia. Los indígenas reprimidos,

mujeres, niños y ancianos, contra quienes se ejerció violencia y

conculcación de sus derechos constitucionales, no tendrán justicia. Van

a tener que volver a vivir las perversiones de la justicia criolla. Nadie

que tiene uso de razón y esta mínimamente informado puede admitir

la hipótesis insólita de que ni el presidente ni el vicepresidente tuvieron

nada que ver con la orden de represión a la marcha. La orden fue dada

en gabinete y estaban todos presentes y tuvieron conocimiento pleno

de lo que se daba como orden, además de que ya tenían preparado el

documento que pedía intervención a la policía y fue firmado por la

ministra de justicia. Después de esta muestra indecorosa de

encubrimiento del fiscal, éste debería renunciar.

Page 95: La guerra de la madre tierra

95

Perfiles jacobinos

El que tiene contradicciones profundas no resueltas, paradojas y hasta

aporías irresolubles es el jacobino, que parece no entender la

Constitución, el proceso, el carácter descolonizador del proceso y de la

Constitución. No entiende qué significa territorio indígena, que significa

área protegida. No entiende que el territorio y el parque están

protegidos por la Constitución y las leyes. No entiende qué es consulta

previa libre e informada, que ésta se la hace antes y no después. Que

la consulta pasa por normas y procedimientos propios de los pueblos y

comunidades, que la consulta cuenta con la obligada participación de

las instituciones orgánicas indígenas y no con gente manipulada por el

gobierno. No entiende que ha sido derrotado, que su soberbia ha sido

derrotada, que su proyecto extractivista y desforestador ha sido

derrotado. No entiende que hay una ley que protege el territorio y lo

declara intangible, tampoco entiende que es intangible, cree que es

absolutamente, inmaculadamente, intocable. Esta interpretación

abstracta esta de acorde con toda la metafísica del fracaso que

encarna. Menos se puede esperar que entienda que el Estado

plurinacional comunitario y autonómico no es la restauración del

Estado-nación, liberal y colonial; no entiende que la construcción del

Estado plurinacional es la muerte del Estado-nación.

Ahora resulta que ENTEL se ha vuelto encuestadora, en vez de cumplir

con sus funciones y dar buen servicio. Ahora resulta que ENTEL hace

investigación de campo. ¿A dónde hemos llegado? ¿Dónde está la

compostura? ¿Dónde está la seriedad? Se las ha perdido. Se cree que

basta con la fuerza del Estado para escamotear los hechos, se cree que

es suficiente la violencia para producir la realidad. Estos comentarios

rayan en lo escandaloso del sin-sentido, no solo de la contradicción.

¿Qué hay detrás para llegar a esta desfachatez? ¿Qué tan grandes son

los intereses para explicar estos exabruptos? ¿Qué fuertes son los

compromisos como para dejar todo habito de racionalidad? Solo queda

despejada la descarnada manipulación política. El objetivo es volver

atrás, tirar por la borda la ley corta, el compromiso del presidente, el

reglamento, la voluntad del pueblo que se ha levantado y apoyado la

marcha, ha recibido multitudinariamente a los marchistas. No, esto no

vale nada para el jacobino, lo que vale es la fuerza del Estado, ya no

de la ley, pues se trata de un gobierno que no tiene ley ni palabra.

Page 96: La guerra de la madre tierra

96

El imaginario del duelo

El vicepresidente ha convertido la política en un duelo personal, ha

personalizado la política al extremo que ha confundido la realidad con

su imaginario, donde los fantasmas del pasado, como el de

Robespierre, fantasmas de las memorias de revoluciones pasadas,

habitan el presente, agobiando a los vivos con sus propios delirios. Este

es un síntoma de alucinación de grandeza, de creerse predestinado, y

por lo tanto de cumplir con un guion, el del drama de la incomprensión.

El problema es que esta confusión entre realidad e imaginación nos

lleva a todos al derrotero del abismo donde los fantasmas sepultan a

los vivos y asesinan las revoluciones reales del presente.

El vicepresidente quiere imponer su imaginario y convertirla en

realidad por decreto; ignora la marcha indígena que ha defendido el

TIPNIS, el apoyo multitudinario de la ciudadanía a la marcha, la ley

promulgada, el reglamento de la ley. No contento con la invención de

una marcha organizada por el gobierno, una marcha manipulada y

presionada por los cocaleros, manda, como nunca, en ninguna marcha,

una comisión de la Asamblea Legislativa para escuchar las demandas

de los marchistas. ¿Acaso ignoran estos pedidos, son los mismos del

núcleo desarrollista del gobierno, la carretera de la depredación? Este

teatro descolorido y sin ingenio, quiere revertir la derrota sufrida; los

indígenas vencieron a los delirios de grandeza del vicepresidente, a sus

compromisos con el gobierno brasilero y las empresas trasnacionales

petroleras y de la construcción, vencieron al espejismo del

desarrollismo, que encubre el proyecto efectivo: modelo colonial

extractivista. El imaginario jacobino otra vez se estrellara con la

realidad, la voluntad del pueblo en defensa de la Constitución, los

derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios y la madre

tierra.

La guerra de la madre tierra en el TIPNIS fue una guerra civilizatoria,

el vivir bien contra del modelo extractivista que nos condena a la

dependencia, también es una guerra contra la economía política de la

cocaína, que destruye a las comunidades, los lazos sociales; economía

que apuesta a la riqueza fácil, que dura un instante, renunciando a un

proyecto colectivo de armonía social, comunitaria y con los ciclos

vitales de la madre tierra. El vicepresidente encubre con su imaginario

los reiterativos intereses que aplastaron al pueblo y lo condenaron a la

miseria, intereses capitalistas, intereses de grupos de poder, intereses

Page 97: La guerra de la madre tierra

97

del diagrama de la corrupción e intereses de la economía política de la

cocaína. Lastimosamente la cruda realidad es este circulo vicioso de lo

mismo, no imaginaria. Se termina defendiéndolos intereses más

pedestres y egoístas.

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98

Apuntes para una breve historia de las injerencias del

ejecutivo

En lo que respecta a la elección de los magistrados, la primera

injerencia comenzó cuando los eligieron directamente, según listas

manejadas de antemano, al mejor estilo del jacobino, sin consultar, sin

participación de las circunscripciones y el pueblo, en gran debate

abierto, bajo conocimiento de la gente, como establece la Constitución.

El estilo jacobino es ese, la orden vertical a la que se debe obedecer

sin discutir, la supeditación de la dinámica al Poder Constituido y de

éste al ejecutivo, después la supeditación del ejecutivo y el Congreso

a las decisiones solitarias de la clarividencia del émulo de Robespierre.

Por eso la convocatoria a la Asamblea Constituyente desde el

Congreso, a pesar de que ya fue convocada por la insurrección de los

movimientos sociales, una convocatoria que limita los alcances del

Poder Constituyente y busca subordinarla al Poder Constituido;

después la ampliación de la temporalidad de la constituyente desde el

Congreso, cuando la Asamblea Constituyente, como Poder

Constituyente, tenía todas las atribuciones para hacerlo. Una vez que

se aprueba la Constitución en Oruro, la hace revisar por el Congreso,

el Poder Constituido, violando las atribuciones ilimitadas de la

constituyente. La revisión es una acuerdo con los representantes de

las oligarquías; las 144 revisiones son reduccionistas, limitativas y

atentatorias del espíritu constituyente, como lo de la conculcación de

la reforma agraria. Es el entorno pragmático el que ha estado detrás

del gasolinazo y ha tratado defender férreamente esta medida de shock

contra el pueblo. También es este entorno el que está totalmente

comprometido con las empresas trasnacionales brasileras, petroleras

y de la construcción. Un buen ejemplo de lo que decimos ocurre cuando

sale el entonces Ministro de Hidrocarburos Andrés Soliz Rada por

pedido de Marco Aurélio Garcia, asesor del entonces presidente Lula.

El entonces ministro se negaba a que se firme un convenio atentatorio

al Estado, a los intereses del país y que favorecía a PETROBAS; muy

obedientes los gobernantes intervienen, sale el ministro del gabinete y

se firma el convenio atentatorio.

Así mismo se trata del núcleo duro de nacionalistas, desarrollistas, que

en el fondo no son más que extractivista, que ha conspirado contra el

TIPNIS, a pesar de estar protegido por la Constitución y las leyes;

núcleo duro que ha atentado contra los derechos de las naciones y

pueblos indígenas originarios, para favorecer a OAS y los compromisos

con el gobierno brasilero. Ahora, este mismo núcleo duro, es el que

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99

quiere revertir la victoria indígena en la defensa del TIPNIS, buscando

anular la ley corta mediante toda una tramoya y manipulación

escabrosa, que utiliza a los avasalladores del TIPNIS, colonizadores,

cocaleros y comunarios convertidos en cocaleros y en propietarios

campesinos, afiliados a las Federaciones Cocaleras, en una marcha

inducida por el gobierno precisamente para anular la ley corta que

defiende al TIPNIS y aprobar la carretera de la depredación. ¿Cuál es

la magnitud de los intereses y compromisos que se juegan en esto, de

tal forma que deciden los gobernantes abandonar toda apariencia, todo

decoro, toda compostura y portarse como vulgares cipayos al servicio

de intereses extranjeros? Pero también, hay que anotar que también

entran en juego intereses perversos de ciertos sectores de

colonizadores y campesinos, los comprometidos con la coca

excedentaria, destinada a la economía política de la cocaína.

No es entonces ninguna sorpresa la historia de las injerencias. El

objetivo alucinante es el control total de todo el poder, la totalización

del poder en manos de una persona, el clarividente. Sin embargo, esto

no es posible; la paradoja se da: cuanto más se controla menos fuerza

se tiene, cuanto más se tiene la apariencia del poder aplastante menos

legitimidad se logra. Bastó una marcha indígena, digna y valiente,

de defensa del TIPNIS para derrotar al gobierno, que se ha apartado

del proceso, y recibir el apoyo multitudinario de las ciudades y de los

pueblos por dónde pasó la marcha. No pudo la represión sañuda y

calculada, preparada de antemano, movilizando funcionarios, recursos

del Estado, policías y militares contra el acto heroico de los marchistas.

Tampoco podrá una marcha oficialista, montada, inventada desde los

escritorios, presionada por los cocaleros, organizada otra vez con los

recursos del Estado revertir la victoria indígena.

Los partidarios de la carretera de la desforestación

Los que quieren la carretera de la deforestación, que atraviese el

Territorio y Parque Isiboro-Sécure, son OAS, el Banco Nacional de

Desarrollo de Brasil, el IIRSA, los nacionalistas y extractivistas del

gobierno, los terratenientes que quieren ampliar la frontera agrícola.

¿Se puede hablar a nombre del pueblo cochabambino? ¿Quiénes son el

pueblo cochabambino? La Universidad Autónoma de San Simón y otras

instituciones están en contra de la construcción de la carretera que

atraviese el territorio indígena. Los que quieren una carretera

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depredadora, extractivista y cocainera son los adherentes oficialistas y

los "lunkus" que no entienden el proceso ni la Constitución.

Los objetivos de la Cumbre oficialista

¿Por qué se hace la Cumbre social? ¿Para qué? ¿Para abrir más todavía

las compuertas a las empresas trasnacionales? Hacer más concesiones

de exploración y explotación? ¿Qué tiene el borrador de la Cumbre

Social preparado por el gobierno? ¿Qué compromisos ya se han cerrado

secretamente con las empresas trasnacionales? ¿Van a usar la Cumbre

para legitimar el proyecto extractivista, capitalista y dependiente?

Estas preguntas son las que bordeaban la víspera de la famosa Cumbre

Social, que no era otra cosa que un encuentro oficialista y de la

burguesía recompuesta, donde los ministros ni siquiera dirigieron las

mesas, que era ya el colmo, sino que prácticamente fueron las

organizaciones sociales las que pedían audiencia a los señores y

señoras ministros. Esto constata la subordinación de las organizaciones

campesinas al mando de los ministros. ¿Ya no se confía en las

organizaciones sociales? ¿Por qué no se las deja deliberar?

Cumbre borrascosa

Deberían dedicarse a cumplir con la Constitución en vez de llevarnos

al despeñadero. La famosa Cumbre Social, que no tiene nada de

plurinacional, porque no están las naciones y pueblos indígenas, sus

organizaciones matrices, tiene una agenda que es más de los mismo,

ratificar lo que se ha hecho, discutir banalidades, no deliberar, no

permitir la crítica, embarcándose cada vez en el modelo colonial

extractivista. No hay apertura al gran debate de fondo: Modelo

extractivista o modelo alternativo al capitalismo, la modernidad y el

desarrollo.

Metáforas literarias

Cumbres Borrascosas, en castellano, el título en inglés es Wuthering

Heights. Se entiende que es la única novela de Emily Brontë. Fue publicada por primera vez en 1847 bajo el seudónimo de Ellis Bell. Su

hermana Charlotte editó una segunda edición póstuma. Esta novela se considera un clásico de la literatura inglesa; sin embargo, el

recibimiento inicial de Cumbres Borrascosas fue como un desaire. La

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101

textura de la novela llama la atención, podemos hablar de un

estructura innovadora, se trata de descubrimientos cada vez más micros, un acontecimiento guarda otros; a esta textura de la novela se

suele comparar, por parte de la crítica, con algo parecido al

descubrimiento de un conjunto de muñecas de Matryoshka. Una muñeca rusa, la más grande contiene a todas. Al principio, la crítica

quedó desconcertada, sin embargo, algunos críticos contemporáneos a la autora pensaron que éste era un trabajo anterior, menos maduro,

de Charlotte Brontë, comparándolo con el que había publicado antes Jane Eyre ese mismo año, bajo el seudónimo de Currer Bell.

Empero las críticas posteriores revisaron esta visión; la novela es ulterior.

Cumbres borrascosas es el nombre de la finca donde suceden los hechos de la narración, hechos complicados y pasionales, hechos de

amor, de amistad, pero también de ingratitud. Llama la atención el juego del título, que, a la vez de ser el nombre de la finca, alude a un

lugar tomentoso. Que así se pueden tomar las historias que concurren.

A la vez podemos usar el título como metáfora, como juego de sentidos

y significados; calificar a una “Cumbre social” como encrespada o

turbulenta. En todo esto no hay teoría, hay literatura, que muchas veces sirve mejor para expresar los significados de los

acontecimientos. La literatura tiene potencialidades estéticas que el análisis no los tiene.

A propósito de las 15 novelas fundamentales

No sé qué dirá mi amigo Oscar Vega, que creo es un gran lector de

novela y un crítico literario. Empero creo que lo que debe preponderar

en una selección, que nunca van a dejar de tener su dosis de

arbitrariedad y prejuicios, es la calidad literaria, la potencia y

despliegue creativo, la imaginación que transgrede la realidad y

descubre en ella otras posibilidades y alternativas. Creo que calificar a

las novelas de machistas o de otra cosa corresponde a una ofuscación

administrativa, no se trata de una apreciación de orden literario y

estético. En todo caso, hay que tener en cuenta que la escritura

literaria se encuentra más allá de los esquematismos cotidianos, pues

se mueve en la plasticidad de las metáforas y la transformación lúdica

de las subjetividades. Es otro tiempo y realidad el de la literatura.

Es cierto que hay que luchar contra el Estado patriarcal y las relaciones

patriarcales de dominación, que están en la base de las relaciones de

poder de la genealogía de los estados y las sociedades, también son

como el arquetipo de las internalizaciones del poder y la dominación

en las subjetividades. Empero cómo se efectúa esta lucha en una

Page 102: La guerra de la madre tierra

102

selección de novelas. ¿No hay que empezar la lucha contra el

patriarcalismo en el propio Estado, en el propio gobierno, en la propia

administración, donde se hallan cristalizadas y normadas estas

relaciones de poder y dominación? No era indispensable, para ser

consecuente, defender la madre tierra en el TIPNIS, defender los

derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, violados por

la represión sañuda del gobierno. Descolonización y des-

patriarcalización se complementan, deben darse políticas, acciones,

conductas efectivas en relación a estas luchas. Pero, no parece

consecuente, con esta orientación y perspectiva, proponer la

ampliación y continuidad del servicio militar; el cuartel es,

conjuntamente con la escuela, la iglesia, el Estado, una de las

instituciones colonizadoras por excelencia, la colonialidad se reproduce

precisamente a través de los agenciamientos y dispositivos de estas

instituciones, que logran internalizar en los sujetos los imaginarios

coloniales, patriarcales, de subordinación y supeditación. Estas

instituciones anacrónicas pervivientes son el substrato colonial de las

relaciones capitalistas vigentes y hegemónicas.

Parece que es indispensable re-discutir colectivamente la selección de

las novelas fundamentales, sin olvidar que la selección de las 15

novelas fundamentales recorre el tiempo y trata de obtener muestras

representativas por épocas, como dice el Juan Carlos Orihuela, poeta,

miembro de la comisión de selección y director de la carrera de

literatura. Creo que la comisión ha hecho no más una buena selección

con criterio histórico. En lo que respecta a gustos, a mi por ejemplo,

me parece la mejor novela Felipe Delgado de Jaime Saenz, que revive

la vida de la ciudad de La Paz de la década de los cuarenta, también

me parece que el mejor novelista contemporáneo es Jesús Urzagasti;

su novela ejemplar me parece que es El país del Silencio. En estos con-

textos literarios, hablar de prohibir es colocarse en el papel de tribunal

inquisidor, no creo que corresponda en literatura, tanto en la lectura

como en la escritura, lo de prohibir. Eso lo hacían las dictaduras

militares y otras formas de dictaduras patriarcales.

En lo que respecta a mi posicionamiento, disposición en el campo

político, también en los tejidos de la escritura, sigo en la misma orilla

de la descolonización y del Estado plurinacional comunitario, la orilla

de la Constitución. Los que no están en esta orilla son los del gobierno

que están contra la Constitución, restauran el Estado-nación, se

oponen como buenos nacionalistas, a la construcción de lo

plurinacional y las transformaciones pluralistas del Estado, se oponen

Page 103: La guerra de la madre tierra

103

a los derechos de la madre tierra y agreden los territorios indígenas.

Ahora bien, la literatura y la estética no forman un “sistema” con la

vida cotidiana, sería un contrasentido y una reducción espantosa. La

literatura y la estética son producto de la imaginación radical y del

imaginario radical, atraviesan los límites de lo cotidiano y descubren

otras realidades alternativas. Esas posiciones de reducir la literatura y

la estética a lo cotidiano no solamente son conservadoras sino

reaccionarias y represoras de las facultades creativas humanas. Sigo

luchando por lo que siempre he luchado, por lo que he compartido con

los que han luchado y han abierto este proceso, por las emancipaciones

múltiples, la descolonización y un mundo alternativo. Es el gobierno el

que se ha apartado de la Constitución, de los movimientos sociales, del

proceso mismo, es el gobierno el que se ha convertido en un contra-

proceso, restaurando el Estado-nación, liberal y colonial. Esto se venía;

las contradicciones inherentes al proceso, como en todo proceso, en

toda revolución, de lo que se trata es de resolver las contradicciones

en el sentido de la emancipación.

Los resultados de la Cumbre Social

No hay resultados, no hay avances, es una morosa continuidad de lo

mismo, sobre todo reiterar programas ya fracasados del gobierno como

el de la vivienda. Un discurso descolorido gubernamental que se viene

a repetir pobremente en una supuesta Cumbre Social. Lo que se ve

claramente es que no hay voluntad de cambio, no hay voluntad de

transformación, no se quiere cumplir con la Constitución, no se quiere

fundar el Estado plurinacional comunitario y autonómico. En otras

palabras, se trata de una Cumbre que ha buscado desesperadamente

justificar las dos gestiones de gobierno que brillan por su falta de

vocación descolonizadora y revolucionaria. Brilla sobre todo por su

rutinaria gestión liberal de una administración recurrente y atrapada

en la vieja norma. En esa Cumbre no se discutió nada, no se debatió

nada. Los ministros hicieron lo que hacen en sus ministerios dar

órdenes.

Otro resultado de la Cumbre Social es la demostración de la atónita

obsesión por la expansión de la frontera agrícola, que corresponde a la

ampliación de la economía política de la cocaína. La “cumbre" se ha

convertido en un dispositivo político para legitimar estos

desplazamientos. Los grandes logros de un gobierno que no tiene otro

horizonte que el modelo colonial extractivista.

Page 104: La guerra de la madre tierra

104

Los preparativos del gasolinazo

¿Un nuevo gasolinazo? ¿Por qué insistir después del levantamiento

popular contra esta medida de shock? ¿Acaso el pueblo tiene que pagar

la deuda interna y la deuda externa acumuladas? No hay transparencia

en la información sobre la situación real de los combustibles. No se dice

por ejemplo que no hay erogación efectiva en la supuesta subvención,

no se dice que se cubre con papeles fiscales. ¿Qué hay de toda esta

tramoya donde están metidos hasta senadores? ¿Quién gana con el

gasolinazo? Es aconsejable leer el documento del CEDLA a propósito

del tema, donde se identifica a los beneficiarios efectivos de un

gasolinazo.

A propósito de la de-colonialidad

Es una pena que no se haya leído el libro de Negri y Hardt y se discuta;

Commonwealth, este es el tercer libro de la trilogía, después de

Imperio y Multitud20. Es también una pena defender solamente un

proyecto académico de de-colonialidad, donde sobresalen profesores

dedicados de las universidades del norte; sin embargo, se descuida un

apoyo efectivo y un conocimiento adecuado de las luchas indígenas de

Abya Yala. En esto estoy con Silvia Rivera Cusicanqui quien ya hizo una

crítica al respecto, por los mismos problemas, apropiación

epistemológica de las investigaciones en el mundo andino, sin

mencionar las fuentes. En todo caso lo que escribieron estos

investigadores norteños ya está desactualizado, las luchas indígenas

han abierto horizontes nuevos y gigantescos con su propuesta de

Estado plurinacional comunitario y autonómico, con el modelo del vivir

bien, alternativo al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo. Es esto

lo que debemos discutir, no los celos de intelectuales sobre si los

citaron o no en un texto bastante bueno y de aporte teórico a la

problemática, estemos o no estemos de acuerdo. Este texto se escribió

después de la visita que hicieron los autores mencionados a Bolivia y

20 Comentario de Juan Domingo Sánchez Estop en Rebelión: Commonwealth es el tercer título de la trilogía dedicada por Antonio Negri y Michael Hardt a la mundialización capitalista. El primer volumen, Imperio, examinaba los aspectos constitucionales de la nueva figura de la soberanía representada por el Imperio como forma política del capitalismo mundializado, el segundo volumen, Multitud, se centraba en la descripción del sujeto antagónico interno al Imperio, este tercer volumen pretende perfilar las modalidades materiales de una nueva constitución que supere el capitalismo y el Imperio a partir de un “comunismo de los comunes” que se asocia al viejo término de “Commonwealth”.

Page 105: La guerra de la madre tierra

105

aprendieron de sus debates y su proceso. No creo que el libro se

resuma a hablar de la colonialidad del poder sin citar a nuestro gran

investigador de la colonialidad Anibal Quijano, no, no creo que esa

fuese la intención. Lo que llama la atención es que se pierda el tiempo

discutiendo problemas sentimentales, de celos intelectuales, y no los

problemas reales que vive hoy la lucha indígena.

A propósito de la experiencia política21

La política es un fenómeno de la modernidad, de la expansión de la modernidad y de la formación de los estados modernos. Lo que hay es

una lucha descolonizadora de las naciones y pueblos indígenas en el contexto de la crisis de la modernidad. El peor mal que podemos hacer

en el proceso de la reconstitución es pretender responder a problemas

modernos desde la fundamentación de civilizaciones ancestrales. No habríamos comprendido ni la modernidad ni a las civilizaciones

ancestrales, que ahora son alternativas a la modernidad.

La política no se reduce a las relaciones de poder, a las estructuras de

poder, a los diagramas de poder, que toda sociedad obviamente

conforma y configura. El estudio de las formas de organización y de las

formas de poder corresponde a la genealogía del poder. Ciertamente

podemos ilustrarnos sobre las formas de estructurar el poder y de

organización en las sociedades ancestrales y en las sociedades

antiguas, así mismo podemos plantear proyectos de reconstitución que

implican planteamientos civilizatorios. El suma kausay corresponde a

un modelo civilizatorio. Estos, los del diagrama de poder y los de

paradigmas civilizatorios de las sociedades antiguas, no son fenómenos

políticos en el sentido moderno. Quizás implique profundas armonías

comunitarias y con la madre tierra, armonías que las hemos perdido

en la vertiginosidad de la modernidad. Empero estas armonías no

hablan del fenómeno político, que tiene que ver con las luchas sociales

desatadas en los contextos históricos del Estado moderno. A no ser

que volvamos a los clásicos griegos, quienes concebían precisamente

modelos de equilibrio de formas de gobierno. La concepción moderna

de la política rompe con las teorías clásicas, no parte del equilibrio, sino

de la dinámica demoledora de las relaciones de fuerza, consensos y

legitimidad. Nosotros, que postulamos un proyecto civilizatorio

alternativo estamos obligados a luchar, es decir, a hacer política,

21 Estos apuntes sobre la experiencia política forman parte de un debate con Victor Hugo Quintanilla, debate que será publicado íntegramente por medio impreso y medios digitales.

Page 106: La guerra de la madre tierra

106

reconociendo las condiciones de dominación que nos somete la

modernidad. Pretender extender este fenómeno desequilibrante de la

modernidad a las sociedades ancestrales y antiguas es una proyección

peligrosa y colonizadora. Con lo que obviamente no estoy de acuerdo.

Lo que no hay que perder de vista es que desde la Conquista y la

expansión colonial, que no es otra cosa que expansión del capitalismo,

hemos ingresado a la modernidad, la modernidad es esa “cultura”

pretendidamente universal que acompaña a la colonización y la

formación del sistema-mundo capitalista. La lucha contra el

colonialismo es inmediatamente una lucha anticapitalista, y la lucha

anticapitalista y anticolonialista es también una lucha contra la

modernidad. Esta lucha debe desplegarse con pleno conocimiento de

la experiencia de la modernidad, incluyendo las modernidades

heterogéneas, que es el nombre que usan los de la corriente de la

subalternidad hindú. La política en sentido moderno es indudablemente

un fenómeno de esta vertiginosidad avasalladora de la modernidad

donde todo lo sólido se desvanece en el aíre. La política está ligada a

la democracia, en sentido moderno, que se basa en el pre-juicio de la

igualdad, en la palabra y en la conformación de humanos libres, la

democracia forma parte de las luchas sociales y también de las luchas

indígenas por la ampliación de los derechos, de por lo menos cuatro

generaciones, desde las individuales hasta los derechos de la madre

tierra, pasando por los derechos colectivos y sociales. Pretender buscar

una modernidad en las sociedades ancestrales y antiguas es un

desatino y un contrasentido. No hay política, en el sentido moderno,

en las sociedades antiguas y ancestrales, aunque haya formas de

manejo del poder. Si no comprendemos la envergadura del desafío

político contemporáneo de todas las luchas e inventamos un mito,

estamos perdidos y derrotados de antemano. Creo que el camino para

la reconstitución y reterritorialización pasa necesariamente por la

radicalidad de la lucha política. No en inventarse fundamentaciones

ancestrales y antiguas de la política que no existen. Lo que existen son

fundamentaciones, arquetipos y paradigmas civilizatorios de las

sociedades antiguas y ancestrales, que se han convertido en las nuevas

finalidades emancipadoras anticapitalistas y antimodernas.

Una y otra cosa, tanto la reconstitución como la actualidad. Las

problemáticas indígenas son históricas, no es la misma en el siglo

XVIII, tampoco durante la Guerra Federal (1898-1899), durante los

levantamientos posteriores, antes y después de la Reforma Agraria

(1953), después de la interpelación katarista (1974-1984) y ahora,

Page 107: La guerra de la madre tierra

107

después de los seis años de luchas semi-insurreccionales de 2000 al

2005, sobre todo después del proceso constituyente. Es indispensable

ser sensible a la temporalidad y a las trasformaciones de las

problemáticas, sino caemos en un cuadro estático que no sirve para la

lucha política, sino para el auto-convencimiento y la auto-congoja. De

lo que se trata es de lograr la descolonización. Eso se hace mediante

una lucha política en el presente, en los contextos del presente, ante

la crisis del capitalismo y la modernidad del presente. Ahora bien, esta

politización debe criticar los contenidos universales de la modernidad

y retomar de manera actualizada los contenidos civilizatorios de las

sociedades antiguas y ancestrales. Al hacerlo lo hace políticamente, es

decir, desencadenando las luchas requeridas, pero también lo hace

desembarazándose de la herencia moderna. Esta deconstrucción se lo

hace conociendo profundamente la experiencia y las historias de la

modernidad, no negándola, como si no existiesen, como sino no nos

hubieran atravesado desde el siglo XVI.

Digo eso del conocimiento de la modernidad acordándome del profesor

peruano de filosofía David Sobrevilla, experto en Emmanuel Kant y

Cesar Vallejo. El profesor me dijo que para separarse de la filosofía

europea era indispensable conocerla y dominarla, precisamente para

lograr lo que se quiere, un nuevo horizonte filosófico a partir del aporte

mitológico, imaginario, simbólico, de nuestras sociedades ancestrales.

Creo que tiene razón. Ese señor me dio una lección. Claro que

queremos zafarnos de la modernidad, superarla, abrir un horizonte

más allá de la modernidad, a partir del aporte primordial de los

proyectos civilizatorios ancestrales y antiguos, particularmente

andinos. La comprensión de modernidades heterogéneas ya es un

desplazamiento de esa modernidad pretendidamente universal y

dominante. Empero lo que a nosotros nos interesa es una

descolonización radical. Para eso es necesario comprender

profundamente nuestros proyectos civilizatorios, nuestros horizontes

históricos y culturales, pero también conocer plenamente esa

modernidad que deconstruimos. Nuestra lucha política tiene un alcance

mucho mayor que el proyecto marxista, que a lo llegó es a pensar una

transición moderna en términos de la dictadura del proletariado.

Nosotros pensamos transiciones plurales que abolen la modernidad e

inventan un nuevo horizonte civilizatorio.

Marie Danielle Demélas escribe un libro sobre La invención política; se

refiere a la forma cómo se asume la política durante el siglo XIX en

Bolivia, Ecuador y Perú, de estructuras sociales similares. Cuando se

Page 108: La guerra de la madre tierra

108

hable de invención política se expresa ese sentido. En todo caso, la

política siempre es una invención, no una realidad natural. Creo que es

indispensable entender estos temas y no confundir la política con una

ontología, como si hubiera una esencia política. No la hay, salvo en los

imaginarios dogmáticos. Creo que no se pueden desatender estos

grandes problemas que tienen que ver con la historia efectiva y las

luchas sociales, luchas anticolonial, luchas contra las formas de

dominación. Lo demás es reproducir, como hacen los izquierdistas,

imaginarios cristianos inoculados desde el siglo XVI. Creer en

esencialismo, en fundamentalismo. En una providencia, aunque sea

desacralizada. Descolonizarse es desapegarse de estos imaginarios

cristianos. La crítica de la modernidad también pasa necesariamente

por este develamiento oculto de códigos cristianos en las teorías

modernas. Es también moderno pretender un fundamento. No lo hay.

Lo que hay es la necesidad profunda colectiva de descolonizarse, esto

implica retomar las utopías no realizadas de los proyectos civilizatorios.

Empero esto se hace bajo el manto de respuestas concretas a

problemas determinados del presente. Eludir esta tarea política es

entregar la iniciativa a los nacionalistas, jacobinos, izquierdistas de

todo tipo. La política es precisamente el campo dónde las acciones

tienen efecto prácticos, no es un ejercicio mental. La derecha no

cuenta, pues a ella no le interesan estos temas; lo que le interesa es

conservar sus dominios y privilegios económicos. Para ella ya se ha

llegado al fin de la historia; supone que ya no habrá más cambios. El

Estado liberar es la realización suprema de la construcción política.

La inclusión de la naturaleza, que prefiero llamar el vivir bien, que

significa ser parte de los ciclos vitales de la madre tierra, no es política.

Eso sería reducir forzadamente una comprensión y una acción mucho

más rica que la política a las dimensiones estrechas de esta práctica.

Esto no es otra cosa que reduccionismo, querer hacer entrar a

categorías modernas las comprensiones, configuraciones y

epistemologías alternativas no modernas. ¿Por qué esa obsesión de

querer pensar lo alterativamente distinto en términos reiterativos de la

modernidad? Este reduccionismo es la continuidad del colonialismo por

los medios de la equivalencia discursiva. De este modo ni se hace

política ni se trasciende al horizonte del vivir bien. Se hace ideología

para autosatisfacción sin afectar un ápice a los poderes dominantes.

Esto también es convertir en un folklore la interpelación cultural que

debería caminar por el terreno de la acción, es decir, la política, y la

construcción de lo alternativo, que puede combinar reconstitución y

Page 109: La guerra de la madre tierra

109

novedad. En este sentido la política, como lucha, es invención, pues

crea, desde el imaginario radical y desde la imaginación radical.

¿Qué es la política? Es una pregunta. Puede ser ontológica si uno lo

toma sí, empero ni en los escritos de Maquiavelo, ni en los escritos de

Hannah Arendt se incursiona por este lado, al contrario se desmitifica

la ontología y se devela el sentido dinámico, activo y de la praxis de la

política. Nosotros deberíamos reflexionar profundamente sobre la

invención de la política en el contexto y la coyuntura de los

levantamientos indígenas del siglo XVIII. Allí se abre un horizonte

comunitario y de las subjetividades colectivas, además de las luchas

anticoloniales, que muestran la desmesura de la política en nuestras

tierras. No busques la política en el mito anterior a la modernidad, no

la encontraras; sólo las investigaciones arqueológicas podrán decirnos

algún día lo que fuimos antes. La historia y la antropología sólo han

llegado a contarnos algo, perfiles, de cien años antes de la conquista,

lo que corresponde al inkanato. Debemos ser serios con la lectura del

pasado, sino terminamos, esta vez, inventándonos, en sentido

peyorativo, un pasado muy parecido al presente y a los prejuicios de

la modernidad.

Estamos obligados a usar el lenguaje del colonizador, el lenguaje

moderno, ese es el campo de batalla. Este es claramente el campo de

batalla, la modernidad, el capitalismo y el desarrollo. Por eso

avizoramos el vivir bien como modelo civilizatorio alternativo, por eso

recurrimos a la memoria de otro lenguaje, otros nombres, otras

miradas y vivencias, que vienen de otros tiempos, otras sociedades,

otro horizonte histórico-cultura. Estamos obligados a hacer política,

porque estamos obligados a vencer, a destruir la modernidad y el

capitalismo. No podemos realizar batallas imaginarias en espacios

inexistentes, también imaginarios. Esto lo puede soportar el dominador

colonizador, esto lo puede aceptar el capitalismo, mientras no hagamos

la guerra en los terrenos reales que afectan la dominación del imperio

y sus cipayos. De eso se trata de hacer política en tanto lucha

descolonizadora radical, debemos lograr la reconstitución, empero

hacerlo en el ahora y aquí. Esto es lo que distingue a los guerreros de

los demagogos, que terminan usando un supuesto discurso

descolonizador en servicio de lo mismo, la restauración del Estado-

nación criollo. Esto es ir a la lucha abiertamente, comprendiendo

también que debemos darle cuerpo al vivir bien. No cabe duda, la

descolonización es de matriz indígena, se enriquece conceptualmente

Page 110: La guerra de la madre tierra

110

de los arquetipos de las cosmovisiones indígenas; esta descolonización

es también para el mundo, en plena crisis ecológica. Ese es el lugar

dónde se introduce el ayllu como alternativa organizacional, donde se

incorpora la complementariedad como alternativa de cohesión social y

convivencia, es el lugar donde introducimos la pacha, la armonía con

la madre tierra y los ciclos vitales, formando parte del conjunto de

seres, sin ser centro sino precisamente parte de los ciclos cósmicos.

Ahora bien, para lograr hacerlo, un cambio civilizatorio, debemos ganar

esta guerra anticolonial y descolonizadora, no negarnos a hacer política

en pleno sentido de la palabra.

Hay que tener cuidado de cometer cuatro errores en apreciaciones

un tanto apresuradas:

1. No se puede eludir la modernidad, menos la critica a la

modernidad, que es una manifestación clara de la crisis. Ignorar

estas críticas es quedarse desarmado. Ninguna cultura vive

aislada, toda cultura interpreta a otra cultura, por eso está viva.

Pretender ignorar la discusión y crítica de la modernidad es un

fundamentalismo que no tiene consecuencias políticas y termina

en folclore para beneplácito de las burguesías dominantes.

2. Claro que es primordial retomar las cosmovisiones indígenas,

empero de una manera dinámica, pues se trata de sistemas

simbólicos dinámicos. Pero esta reconstitución debe pasar por

una revisión crítica, pues desde el siglo XVI hubo sincretismo con

el cristianismo. Hoy, muchas de las prácticas y ceremonias que

consideramos autóctonas, son en realidad sincretismos con el

cristianismo, algo así como anacronismo subsistentes desde el

siglo XVI colonial que fue el más destructivo culturalmente.

3. Es un error considerar que los levantamientos indígenas del siglo

XVIII no tienen que ver con la modernidad. No se puede

desconocer que todo ese periodo se llama modernidad barroca,

la otra modernidad, anterior a la modernidad de la revolución

industrial. Durante esta época, un renacimiento indígena es

propuesto precisamente por las noblezas indígenas, mediante

escritos en latín, que tienen que ver con una visión de mundo.

Por otra parte el levantamiento indígena, que podemos

Page 111: La guerra de la madre tierra

111

comprender como parte de los acontecimientos del nacimiento

de la política, en sentido moderno, esta afectado por búsquedas

de legitimidad, milenarismos cristianos, de los que se van zafano

poco a poco hasta llegar a los momentos más radicales de la

movilización. No se puede decir de ninguna manera que no había

una experiencia moderna, la colonia es precisamente esa

experiencia de la modernidad barroca.

4. Respecto a Franz Fanon no puede haber lugar a dudas. El gran

discurso descolonizador mundial del intelectual martinico pasa ya

por las experiencias del marxismo y la independencia nacional.

Lo más lúcido de Franz Fanon es precisamente la comprensión

de las luchas anticapitalistas en esa modernidad desbastadora

para las periferias del sistema mundo-capitalista.

Estos errores pueden llevarnos a un aislamiento total, por lo tanto a la

anulación de la posibilidad real de lucha.

Es indispensable seguir esta discusión, que es indispensable desde las

perspectivas y potencialidades políticas, sobre todo porque tenemos

que mostrar los contrastes de una cruda experiencia, el colonialismo y

la colonialidad. Es un tema que no es fácil de descifrar hasta sus

últimas consecuencias, pues ha afectado profundamente las

estructuras, las instituciones, las costumbres, la constitución de los

sujetos. Se hace problemático pues la colonia funda la modernidad.

Quizás en esta interpretación se da un gran acierto de Enrique Dussel

cuando dice que el primer hombre moderno es Hernán Cortés por

conquistador. La modernidad desde entonces tiene su historia y sus

etapas. Lo importante de toda esta historia es la resistencia que se

genera en las naciones y pueblos indígenas, los levantamientos que

abren otra posibilidad y otra alternativa a la modernidad, que

los hindúes reconocen como modernidades heterogéneas, ya que nadie

puede eludir este acontecimiento con todas sus contradicciones. Lo

interesante del debate es que llevamos a extremos

nuestras reflexiones para poder alumbrar la problemática, que

ciertamente tiene como composición dos tendencias que

no necesariamente son contrapuestas; una, la reconstitución, que

nunca va a ser la misma, después de la experiencia de la colonialidad

Page 112: La guerra de la madre tierra

112

y la modernidad; la otra, atravesar la modernidad en términos de

la transmodernidad, de tal manera que nos lleve a un más allá de la

modernidad, a una alternativa.

No creo definitivamente que el siglo XVI sea lo mismo, como una

continuidad, del siglo XIV, cuando todavía no habían llegado los

españoles. Considero que con la conquista se produce un gran trauma y con la instalación de la administración colonial se producen

trastrocadoras transformaciones en todos los ordenes, administrativos, cartográficos, ordenamiento territorial, tributaciones e impuestos, mita

colonial, encomiendas, haciendas, mediaciones, servidumbre. Además del trastrocamiento que produce la introducción de variedades de

semillas, plantas y animales, incluso vestimenta, desaparición de lenguas. Fuera de la castellanización se produce también la

aymarización y la quichuización con el objetivo de facilitar la evangelización. Definitivamente no se puede hablar de una continuidad

sino de una ruptura.

Ahora bien, por qué se define esta época como la de una modernidad

barroca; porque definitivamente lo que ocurre en los Andes como en Mesoamérica esta integrado a lo que ocurre en el mundo, no solo en

cuanto al comercio, sino también en cuanto a la circulación de todo, lenguas, costumbres, informaciones, incluso humanas. Lo barroco

precisamente tiene que ver con el aporte indígena, con la transformación indígena de los propios insumos coloniales, la

transformación de la arquitectura de las iglesias en el labrado de la piedra, la transformación de las mismas ferias y mercados. Y lo que es

más importante, la resistencia y pervivencia de las comunidades. Se producen entonces interpretaciones desde las culturas mismas, por lo

tanto transformaciones, así como también se producen los mestizajes, pero también las articulaciones interculturales y lo que llama Serge

Gruzinski pensamiento mestizo, no refiriéndose al pensamiento de los

mestizos, sino a las interpretaciones con visión de mundo que hacían las noblezas indígenas. Es pues la experiencia de una colosal

transformación, que contiene indudablemente la persistencia indígena. Este trastrocamiento forma parte de ese horizonte de otra modernidad,

anterior a la ilustración y a la revolución industrial. En este contexto se forman los nuevos sujetos, se constituyen nuevas subjetividades

indígenas. La lucha, el reclamo, por los derechos se dan en ese contexto, que es mundial, colonial y moderno, en sentido barroco.

Podemos entonces concebir que el nacimiento de la política, en sentido moderno, en los Andes, se da con los levantamientos indígenas del

siglo XVIII, levantamientos que se oponen a la modernización iluminista de los borbones, pues rompían con el pacto colonial y con

las autonomías indígenas coloniales. Esto es lo interesante, este

Page 113: La guerra de la madre tierra

113

acontecimiento inaugural de la política, en sentido de la lucha por los

derechos colectivos. El planteamiento de la reconstitución, que se da en la última etapa de los levantamientos, no deja de ser un

planteamiento plenamente político, pues se lo hace desde una

perspectiva descolonizadora, perspectiva que no podía darse antes del siglo XVI. Esta es un lucha política pan-andina, como lo va a ser la

insurrección de los esclavos en Haití contra la dominación francesa. Es este sentido político que se ha recuperado a lo lardo de la historia de

los levantamientos indígenas, en distintos contextos. Es este sentido el que se ha recuperado durante las movilizaciones sociales del 2000 al

2005, y es este sentido el que se ha plasmado en la Constitución como transversal y perspectiva descolonizadora.

De ninguna manera se trata de aceptar ninguna interpretación de

crítica de la modernidad que subsuma las perspectivas indígenas de la

descolonización; se trata de otra cosa, de comprender e interpretar la crisis de la modernidad desde la perspectiva indígena. Empero se trata

de una perspectiva indígena histórica, en el presente, cuya memoria anticolonial ha experimentado los periodos coloniales y los periodos de

la modernidad, cuya memoria se ha construido en la lucha contra las formas de colonialidad, las formas de la modernidad y las formas del

capitalismo. Por lo tanto, no se puede confundir esta perspectiva combativa con el recuerdo de un pasado sin transformaciones. Esto es

un mito, sin desmerecer la fuerza del mito en la rearticulación y convocatoria de las fuerzas.

Ahora bien, lo que si es diametralmente diferente, es la perspectiva integral de pertenecer a la madre tierra, a los ciclos vitales de la vida,

a formar parte de las dinámicas y ciclos cósmicos. Esta sabiduría no se puede reducir a ninguna modernidad o critica de la modernidad.

Empero esta cosmovisión no es política, va más allá de la política. Me atrevería a llamar, para usar un nombre conocido, que se trata de la

ética del suma kausay.

Creo que en esta apreciación radica nuestra diferencia, tú incluyes el suma kausay a una fundamentación política indígena; en tanto que yo

concibo el vivir bien como una alternativa civilizatoria al capitalismo, a

la modernidad y al desarrollo, que es como un ética ancestral y también, en términos de ciclo, la nueva ética, que incorpora a los seres

y a los ciclos vitales, trascendiendo el antropocentrismo.

Es indispensable seguir esta discusión, que es indispensable desde las perspectivas y potencialidades políticas, sobre todo porque tenemos

que mostrar los contrastes de una cruda experiencia, el colonialismo y la colonialidad. Es un tema que no es fácil de descifrar hasta sus

últimas consecuencias, pues ha afectado profundamente las estructuras, las instituciones, las costumbres, la constitución de los

sujetos. Se hace problemático pues la colonia funda la modernidad.

Page 114: La guerra de la madre tierra

114

Quizás en esta interpretación se da un gran acierto de Enrique Dussel

cuando dice que el primer hombre moderno es Hernán Cortés por conquistador. La modernidad desde entonces tiene su historia y sus

etapas. Lo importante de toda esta historia es la resistencia que se

genera en las naciones y pueblos indígenas, los levantamientos que abren otra posibilidad y otra alternativa a la modernidad, que

los hindúes reconocen como modernidades heterogéneas, ya que nadie puede eludir este acontecimiento con todas sus contradicciones. Lo

interesante del debate es que llevamos a extremos nuestras reflexiones para poder alumbrar la problemática, que

ciertamente tiene como composición dos tendencias que no necesariamente son contrapuestas; una, la reconstitución, que

nunca va a ser la misma, después de la experiencia de la colonialidad y la modernidad; la otra, atravesar la modernidad en términos de

la transmodernidad, de tal manera que nos lleve a un más allá de la modernidad, a una alternativa.

La marcha cocalera

La marcha gubernamental, la marcha desesperada por invertir la

derrota sufrida, la marcha extractivista bajo la lógica de la economía

política de la cocaína, la marcha que defiende los intereses de las

empresas brasileras. La marcha anti-indígena y contra la madre

tierra.

El Estado-nación contra el Estado plurinacional comunitario, las

Fuerzas Armadas contra los indígenas, como en los tiempos de las

dictaduras. El Estado mestizo y su brazo armado en contra del proceso

de cambio, en contra de los derechos de la madre tierra y en contra de

los derechos de las naciones y pueblos indígenas, establecidos en la

Constitución. Ninguna manipulación oficial puede sustituir la realidad;

una marcha cocalera, acompañada por algunos indígenas raptados por

helicópteros del ejército, no pueden sustituir a una marcha fidedigna,

como la que se dio por la defensa del TIPNIS. Lo único que se

demuestra es la desesperación de los gobernantes por cumplir con la

empresa corrupta trasnacional OAS y con los cocalero que quieren

ampliar la frontera agrícola y plantar coca. Lo único que se muestra

con estas actitudes solapadas es el descaro con el que se usan los

recursos del Estado para revertir lo que decidió la voluntad popular con

el apoyo multitudinario a la marcha en las ciudades. Estos son los

síntomas de la decadencia: corrupción, descaro, manipulación brutal.

¿Con qué moral se puede hablar después de cambio, si se lo ha

abandonado completamente? Los únicos que defienden la Constitución

Page 115: La guerra de la madre tierra

115

y la posibilidad de construir un Estado plurinacional comunitario y

autonómico son los indígenas, quienes van a pelear por la reconducción

del proceso.

Se trata de una marcha oficialista que agrede la Constitución y la Madre

Tierra al querer ampliar la frontera agrícola para el monocultivo de la

coca. Es una marcha anti-indígena porque viola los derechos de las

naciones y pueblos indígenas consagrados en la Constitución. Es

lamentable escuchar de boca de dirigentes colonizadores hablar de

desarrollismo como lo hacían los liberales, hablando generalidades y

refiriéndose a educación y servicios de una manera tan propagandista

y pobre, desconociendo la Interculturalidad y las perceptivas pluralistas

del vivir bien. No es más que violencia verbal que quiere legitimar la

ampliación de la frontera agrícola en beneplácito también de los

terratenientes, agroindustriales y soyeros. Es una marcha que está

contra el proceso constituyente.

Page 116: La guerra de la madre tierra

116

Interpretaciones constitucionales

De acuerdo a la Constitución los recursos naturales no renovables son

de propiedad del pueblo boliviano y los recursos naturales no-

renovables en territorios indígenas son de beneficio exclusivo de las

naciones y pueblos indígenas originarios. El Estado se convierte en

administrador de la propiedad del pueblo boliviano, por eso miso debe

consultar al pueblo qué hace con los recursos naturales. Por otra parte,

hablamos del Estado-plurinacional no del Estado-nación. Por el

momento no hay tal Estado plurinacional, seguimos en el Estado

nación, no se han dado las transformaciones institucionales, el

pluralismo institucional, el pluralismo administrativo, el pluralismo

normativo, el pluralismo de gestión para efectuar la construcción del

Estado plurinacional. Esta tarea está pendiente. Los gobernantes creen

que es el Estado plurinacional sólo es una mención simbólica, mientras

todo el resto, la arquitectura estatal y normativa sigue siendo liberal.

Por otra parte la Ley Marco de Autonomía no es una ley autonómica,

por lo tanto no responde a la Constitución, ha retornado al centralismo

secante. No respeta los territorios indígenas, no reconoce la condición

de territorios indígenas a las autonomías indígenas; no asume las

consecuencias del entramado de las competencias autonómicas,

privativas, exclusivas, compartidas y concurrente; tampoco asume un

nuevo sistema financiero que contemple precisamente la autonomía.

Los gobernantes siguen hablando de plurinacional y de autonomía,

también de autonomía indígena de una manera que parece mecánica,

sin asumir las transformaciones materiales, las condiciones de

posibilidad, que requieren estos cambios trascendentales. Restauran el

mismo Estado-nación, la misma institucionalidad, la misma

administración liberal y nacionalista, que desconoce los derechos de

las naciones y pueblos indígenas y originarios, los derechos de las

autonomías. Tampoco asume el sistema de democracia participativa

que establece la Constitución, el ejercicio plural de la democracia,

directa, representativa y comunitaria. Sigue manteniendo la

dominación de la democracia delegada, manteniendo el ejercicio

dominante de una burocracia ineficiente. Hay que decirles a los

gobernantes: las transformaciones pluralistas, comunitarias,

autonómicas, interculturales y participativas no son discursos, deben

ser efectivas. Esta demagogia, esta apariencia, muestra la patética

contradicción de los gobernantes que confunden la realidad con el

discurso.

Page 117: La guerra de la madre tierra

117

Economía política de la cocaína

La expansión e irradiación de la economía política de la cocaína no

solamente es un hecho sino que disputa cuotas de decisión y de poder,

no sólo ha penetrado a las instituciones sino que orienta ciertas

políticas de ampliación de la frontera agrícola, en beneficio de la

plantación de coca. Ya forma parte de concomitancias perversas,

narcotráfico, tráfico de tierras, contrabando, enriquecimiento ilícito. Lo

peligroso es que ya se bordea la posibilidad del tráfico de armas a gran

escala. Eso es el caso de México. No hay muestras en el gobierno de

ninguna preocupación por lo que ocurre, se dan mas bien

manifestaciones de un cierto oscuro beneplácito, como si esta

inyección dineraria coyuntural pudiera salvarnos de la crisis económica,

latente o vecina. No se dan cuenta que a mediano plazo la economía

política de la cocaína destroza la cohesión social, corroe las entrañas

intimas de la sociedad y convierte a sus supuestos benefactores en

monstruos de una modernidad ilegal y transforman a la sociedad en

rehén de una violencia descomunal y sin rostro. Desde nuestras

fronteras hasta todos nuestros interiores, estamos ya penetrados,

comprometidos; el silencio nos hace cómplices. Si no se hace nada

pronto, mañana será tarde. No se trata de optar por la represión, lo

que es un absurdo y un contrasentido; este error lo cometió el gobierno

mexicano. Se trata de efectuar una movilización social plenamente

convencida de su lucha. También se trata de discutir sin tapujos la

legalización, pues parece que no hay otro camino para acabar con el

negocio exuberante de las mafias.

Declaraciones patéticas

Parece que el viceministro no conoce la Constitución, tampoco lo que

significan, de acuerdo a las leyes, los parques y los territorios

indígenas, menos conoce los compromisos del gobierno y sus políticas

respecto a la defensa de la coca tradicional de acuerdo a normas y

procedimientos propios y en territorios tradicionales, las políticas de

lucha contra el narcotráfico y la coca excedentaria. Sus declaraciones

son una muestra de la más espantosa improvisación, tan sólo por

defender los intereses de los avasalladores del TIPNIS, quienes han

plantado coca y producen cocaína. Eso no es defender el proceso sino

llevarlo a la tumba. No se entiende tampoco que lo peor que podemos

hacer en defensa de la hoja de coca tradicional es ampliar los cultivos

excedentarios de la coca y peor que esto es plantar en los parques y

Page 118: La guerra de la madre tierra

118

territorios indígenas. Estos supuestos defensores del proceso son en

verdad sus sepultureros.

El diputado de la brigada parlamentaria de Cochabamba no tiene la

menor idea de la Constitución, menos del espíritu constituyente,

tampoco del sentido del proceso; por eso su discurso se parece tanto

al de los políticos liberales, neoliberales y también nacionalistas. Se

trata de un discurso desarrollista ya desgastado; hablar de esa forma,

de beneficio para los indígenas con la construcción de carretera, es

desconocer los derechos de las naciones y pueblos indígenas

originarios, consagrados en la Constitución, también desconocer la

perspectiva del vivir bien, como alternativa a la modernidad, al

capitalismo y al desarrollo. Desconoce las resoluciones de Tiquipaya,

de la Conferencia mundial de los pueblos y de los movimientos sociales

en defensa de la madre tierra. Es difícil creer que se defienden estos

anacrónicos postulados de principios del siglo XX, es más probable que

se recurra a este discurso sin entenderlo del todo, sólo para defender

los intereses mezquinos de los cocaleros excedentarios, que quieren

plantar coca a como de lugar en el Territorio y Parque Isiboro-Sécure.

Tampoco hay decoro en la manifiesta defensa de los intereses de las

empresas brasileras. Al respecto hay que denunciar la intervención del

gobierno brasilero y de su embajador en asuntos internos, presionando

para que se apruebe la carretera. Esta denuncia hay que hacerla

internacionalmente y ante el propio pueblo brasilero. Ninguna de estas

maniobras, ni la del Congreso ni la del gobierno brasilero podrán

modificar la victoria conseguida por la marcha indígena en defensa del

TIPNIS.

Defensa de la coca tradicional

Debemos defender la coca tradicional, destinada al acullicu y otras

ceremonias, pues la expansión desmesurada de los cultivos que se

siembran sin la cultura de las terrazas, sin el trabajo colectivo, sin la

presencia de la comunidad, sin la complementariedad, el ayni y la

minka; cultivo excedentario que se hace más bien de una manera

privada, incluso asalariada, que está destinada indudablemente al

narcotráfico, va a destrozar nuestras tradiciones y ordenes de

relaciones en torno a los recorridos de la coca, desde los rituales hasta

los del acullicu y los de la medicina tradicional.

Page 119: La guerra de la madre tierra

119

Ausencia de las transformaciones pluralistas de la justicia

Hubo una gran oportunidad de descolonizar la administración de

justicia, esta fue con la ley de deslinde jurisdiccional, empero se

retrocedió flagrantemente, promulgando una ley colonial, que restringe

al máximo la jurisdicción indígena originaria campesina, no dejándole

nada para administrar justicia, y supeditándola a la jurisdicción

ordinaria. Hubo otra oportunidad de hacer bien las cosas y elegir

democráticamente a los magistrados. La Constitución establece la

participación y el debate abierto en todas las circunscripciones y en

todo el país, empero no se ha dado lugar a esta participación y se ha

preferido imponer candidatos. Los resultados electorales dieron la

victoria a los nulos, también se sumaron los blancos, como un claro

rechazo a la forma vertical y manipuladora como se abordaron

elecciones que podían ser trascendentales. La victoria de los nulos de

por sí anulan las elecciones, sin embargo, el gobierno no se da por

enterado y sigue adelante con la posesión de los magistrados dejando

claro que no le interesa para nada la legitimidad sino el control del

poder. Esto desgasta aún más la gestión del gobierno y la conducción

de un proceso que debería ser fundacional y resulta mas bien

restaurador de los mismo, de las mismas prácticas, restaurador del

Estado-nación, alejándose estrepitosamente de la construcción del

Estado plurinacional comunitario y autonómico.

Los nuevos tribunales tienen que estudiar la Constitución, tienen que

comprender el sentido subversivo del proceso de cambio, proceso del

que se distanció abismalmente el gobierno, tienen que enmendar la

violencia colonial de la ley de deslinde jurisdiccional en contra de la

jurisdicción indígena originaria campesina, tienen que conculcar las

leyes inconstitucionales que ha promulgado al gobierno, tienen que

juzgar al gobierno por no cumplir con la Constitución, por mantener el

Estado-nación y no construir el Estado plurinacional comunitario y

autonómico. También deben evaluar su condición ilegal e ilegitima al

imponerse contra la mayoría del voto popular que optó por anular las

elecciones de magistrados. ¿Lo harán?

Sobre la violencia

No debería haber violencia nunca contra los niños, los adolescentes,

tampoco contra las mujeres, así mismo contra los indígenas, también

en contra de las diversidades heterogéneas. No se trata sólo de un año

Page 120: La guerra de la madre tierra

120

de suspensión de las violencias. Se trata de cumplir con la Constitución

y no violar los derechos constitucionalizados, derechos fundamentales,

civiles, políticos, sociales, colectivos, de las naciones y pueblos

indígenas originarios, los derechos de la madre tierra. Eso es

consecuencia y coherencia, no se trata de demagogias.

Laberintos del programa estrella del presidente

Era el programa estrella del presidente, empero todo se ha esfumado

como humo, mejor dicho se ha derrumbado la ilusión como un castillo

de naipes, todo esto debido a la descomunal corrupción, empresas

fantasmas que se llevaron el dinero, funcionarios comprometidos,

viceministros cómplices, sin embargo, después premiados con otros

puestos. Esto pasó en todo el país. Mucho dinero desaparecido, ¿en

manos de quiénes? No hay viviendas, la gente humilde y sin casa se

quedó sin viviendas, el presidente sin el programa, empero nadie pone

el cascabel al gato. Supuestamente en un gobierno que lucha contra la

corrupción se ha dejado pasar esto, se ha perdonado. ¿Por qué?

Page 121: La guerra de la madre tierra

121

La distancia más corta es el laberinto

Notas en torno a los preparativos de la IX marcha indígena y

la movilización general popular

En defensa de la Constitución, de la madre tierra, de los

derechos indígenas y por la reconducción del proceso

Apuntes para un manifiesto colectivo en defensa del TIPNIS

Este es un llamado desde lo más profundo de nuestra indignación ante

la desenmascarada demostración de despotismo ilustrado de parte del

presidente del Congreso, quien ha decidido conformar una comisión de

alto nivel para abrogar la ley corta y aprobar otra ley sobre el TIPNIS,

violando nuevamente la Constitución, los derechos de las naciones y

pueblos indígenas y originarios, los derechos de la madre tierra, los

derechos del pueblo boliviano que se ha manifestado

contundentemente y masivamente con el apoyo a la VIII marcha

indígena. Este despropósito ya ha llegado lejos con a aprobación de la

ley de consulta extemporánea y extractivista. A este despropósito se

han sumado el Congreso servil y pusilánime, también obviamente el

ejecutivo con el presidente a la cabeza, además de todos los órganos

de poder del Estado al servicio de la restauración y el modelo

extractivista. El argumento de fuerza del presidente del Congreso es la

presencia de los marchistas del CONISUR en el Coliseo Cerrado.

Después de haber montado desde el gobierno una marcha oficialista

de cocaleros, incluyendo a los indígenas yuracares que se convirtieron

en propietarios privados, renunciando a la propiedad comunitaria, a la

TCO del TIPNIS, afiliándose en consecuencia a las federaciones

cocaleras. Los del CONISUR nada tienen que decidir sobre el Territorio

y Parque Isiboro-Sécure, pues no forman parte de esta TCO; no pueden

decidir sobre tierras de otros. Empero cuentan no solo con el apoyo del

gobierno, sino también que son ficha del juego empedernido y

peligroso del gobierno de imponer su voluntad, defendiendo los

intereses de la empresas trasnacional de la construcción OAS,

defendiendo los acuerdos con el Banco de Desarrollo de Brasil,

defendiendo los convenios con el gobierno brasilero, en los que entra

el IIRSA, además de defender los intereses pedestres de los

avasalladores del territorio indígena y el parque, los cocaleros del

polígono siete, que no es otra cosa que defender la ampliación de la

frontera agrícola en beneficio del monocultivo de la hoja de coca, ya

en condiciones excedentarias y vinculada a la economía política de la

cocaína.

Page 122: La guerra de la madre tierra

122

El presidente del Congreso quiere salirse con su capricho; nunca aceptó

la derrota infringida por la VIII marcha indígena en defensa del TIPNIS.

Estuvo completamente en contra de la aprobación de la ley corta y su

reglamentación. Ahora quiere reivindicarse utilizando la marcha del

CONISUR. Estos juegos de poder nos ponen otra vez al borde del

abismo, ante una eminente confrontación. Obliga al pueblo boliviano

que apoyó la marcha, a las organizaciones sociales que apoyaron la

marcha en defensa del TIPNIS, y obviamente obliga a las

organizaciones indígenas originarias, a movilizarse en defensa de la ley

corta, de la Constitución, de los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios, consagrados en la carta magna, defensa de los

derechos de la madre tierra y los derechos del pueblo boliviano a

decidir sobre el futuro de la vida y la biodiversidad.

Hay momentos de exigencia y de disponibilidad de fuerzas, hay

momentos de convocatoria general; este es uno de esos momentos.

Debemos salvar el TIPNIS de su destrucción, de su depredación, de su

avasallamiento; debemos apoyar a las naciones y pueblos indígenas en

su lucha descolonizadora contra el modelo extractivista colonial del

capitalismo dependiente, contra el modelo depredador de la ampliación

de la frontera agrícola para el mercado lícito e ilícito, contra el modelo

de la corrupción que ya ha formado su telaraña de corrosión en el país.

Estos intereses mezquinos no pueden doblegar la voluntad del pueblo

boliviano. No podemos convertirnos en objeto de despojamiento de las

lógicas de acumulación de capital. No podemos dejar que un gobierno

al servicio de las empresas trasnacionales nos arranque la libertad

conquistada, la Constitución lograda, los derechos ampliados y de

cuatro generaciones de derechos, la perspectiva de construir un Estado

plurinacional comunitario y autonómico, la perspectiva de un modelo

económico alternativo al extractivismo y a la dependencia, orientado a

la soberanía alimentaria y en la perspectiva del vivir bien.

En momentos como estos, de desafío, pero también de violencia

estatal, así mismo de convocatoria, se decide la suerte de lo que va

venir, del futuro inmediato y del futuro a mediano y largo plazo.

Debemos defender nuestros derechos conquistados y los derechos de

las generaciones futuras. Estamos obligados a luchar, a movilizarnos,

a reconducir un proceso, que ha tomado el curso turbulento de

profundas contradicciones, y el decurso del peligro hacia

desbarrancamiento, pues el gobierno ha optado por el camino de violar

la Constitución, olvidar su mandato, restaurar el Estado-nación-liberal

y colonial, administrar los intereses de la burguesía intermediaria y de

Page 123: La guerra de la madre tierra

123

los nuevos ricos, así como los intereses de las empresas trasnacionales

en el país. Ha optado por este camino regresivo, colocándose contra el

proceso, contra el pueblo y las naciones y pueblos indígenas

originarios.

Page 124: La guerra de la madre tierra

124

Consideraciones sobre la coca tradicional y la coca

excedentaria

Habría que hacerse preguntas y consideraciones al respecto de la

intervención en los Yungas:

1. ¿Por qué no se hace lo mismo en el Chapare y en los parques

avasallados por los cocaleros? Por ejemplo en el polígono 7, la

zona de avasallamiento del TIPNIS, donde además se produce y

sale cocaína.

2. Hay que distinguir la coca tradicional de la coca excedentaria, la

geografía tradicional de la geografía excedentaria de cultivo de

coca. La defensa de la hoja de coca tradicional entra en

contradicción con la existencia de hoja de coca excedentaria,

destinada a la economía política de la cocaína. No se puede

defender la hoja de coca tradicional, el acullico, el uso en

medicina tradicional, en ritos y ceremonias, si es que hay

existencia de hoja de coca excedentaria.

3. Puede haber hoja de coca excedentaria en los Yungas, depende

de las cantidades establecidas; pasados un límite, ya se

considera excedentaria.

4. ¿Por qué el gobierno no es transparente en este tema? ¿Por qué

oculta información o se hace al desentendido respecto a la

geografía excedentaria y las zonas de avasallamientos de los

parques? ¿Por qué se hace al desentendido respecto a la

expansión desbordante en todo el territorio del país, desde las

fronteras hasta los interiores, de la economía política de la

cocaína?

Una cumbre intrascendente

No se toma en cuenta el modelo económico establecido en la

Constitución, la economía social comunitaria, partiendo de la economía

plural, avanzando a la industrialización de los recursos naturales, hacia

la soberanía alimentaria e incorporando un modelo ecológico, en la

perspectiva del vivir bien. Lo único que se hace es seguir legitimando,

sin discusión alguna, el modelo extractivista a la que nos ha sometido

la Colonia y el sistema-mundo capitalista, condenándonos a la

Page 125: La guerra de la madre tierra

125

dependencia. No hay tal debate, no hay ninguna discusión sobre el

modelo económico; se usa a las organizaciones sociales afines para

imponer el imaginario extractivista de los ministros y ministras. Es un

montaje teatral a dos o tres tiempos. Los ministros dirigen las mesas

y hacen que las organizaciones como que pidan audiencia. Eso no es

una cumbre, es la muestra más clara de la supeditación de las

organizaciones sociales afines a borradores ya preparados por el

ejecutivo. También es una muestra clara de la violación de la

Constitución, no hay sistema político de la democracia participativa; se

ha conculcado el modelo económico de la Constitución; se defiende los

intereses de las grandes empresas trasnacionales que manejan

mundialmente el negocio del extractivismo.

Una cumbre intrascendente, que no toma en serio la crisis del proceso,

no discute el modelo económico, establecido por la constitución, la

economía social y comunitaria, y prefiere seguir en el modelo colonial

extractivista, impuesto por la geopolítica del sistema-mundo

capitalista. Una cumbre que lo único que hace es seguir machacando

sobre los mismos errores y desaciertos que nos están llevando al

abismo.

Se quiere revertir la derrota del gasolinazo. Para eso sirvió una cumbre

intrascendente; no para discutir los problemas fundamentales, menos

el modelo económico de la Constitución, sino para mantenerse en el

modelo extractivista y en el modelo de las políticas de shock contra el

pueblo. Ahora resulta que vamos a pagar los costos de la deuda interna

y de la deuda externa. Dicen que de la subvención; tema en el que

jamás fueron transparentes. Se trata de boletas fiscales y no de

erogación real.

Una cumbre que termina planteando demandas corporativas y evita el

debate de los grandes problemas del proceso y de la transición. No

discute el modelo económico establecido por la Constitución. Modelo

que concibe transformaciones pluralistas en distintos planos: Abolición

del modelo extractivista del capitalismo dependiente, industrialización

de los recursos naturales, consolidación expansiva del mercado

interno, integración complementaria de la economía plural hacia la

economía social y comunitaria, desplegando el eje transversal de la

soberanía alimentaria. Instrumentalizado por medio de la planificación

integral y participativa, con enfoque territorial, además de la

elaboración del presupuesto participativo. Todo esto dentro del

Page 126: La guerra de la madre tierra

126

horizonte de la conformación de un modelo ecológico. Este proceso de

transformaciones pluralistas es comprendido como la realización de las

bases materiales hacia el vivir bien como alternativa civilizatoria al

capitalismo, la modernidad y el desarrollo.

Es un Consejo Económico que no tiene para nada en cuenta el modelo

económico alternativo de la Constitución, la economía social y

comunitaria, la industrialización de los recursos naturales, la soberanía

alimentaria, el condicionamiento ecológico, todo esto orientados al vivir

bien, modelo civilizatorio alternativo al capitalismo, a la modernidad y

el desarrollo. Es un Consejo donde los empresarios privados impondrán

su perspectiva del capitalismo dependiente, compartida con el

gobierno, y las organizaciones sociales están para legitimar esta

traición a la Constitución.

Estas son las consecuencias de la continuidad del modelo extractivista

colonial, impuesto por el sistema-mundo capitalista, aceptado por las

élites criollas liberales, por los mestizos nacionalistas y ahora por el

gobierno. El modelo extractivista nos condena a la dependencia, deja

que la geopolítica de la economía-mundo capitalista nos despoje de

nuestros recursos naturales, mientras el centro del sistema mundo

efectúa su acumulación ampliada de capital. La constitución es clara,

prohíbe la exportación de materias primas, exige su industrialización,

comprende los recursos naturales como estratégicos, destinados al

vivir bien, involucrándose con un modelo ecológico que sostiene el

camino al vivir bien.

En lo que respecta al modelo civilizatorio alternativo, obviamente no

es un retorno al pasado. ¿Acaso se puede? Son una actualización de

utopías no realizadas como las relativas al comunitarismo.

El sentido contradictorio del proceso

No se puede soslayar la complejidad del proceso, no se puede dejar

de comprender el sentido contradictorio del proceso. Al contrario, de lo

que se trata es de entender sus contradicciones, empero resolverlas

en sentido de la profundización del proceso, no como lo hace el

gobierno, apartándose del proceso y la constitución, comportándose

como un contra-proceso. Es indispensable intervenir, como

movimientos sociales, que son los que han abierto el proceso, y re-

conducirlo. Sino, el proceso se hunde como otros procesos y otras

revoluciones. Esta es la responsabilidad histórica del momento.

Page 127: La guerra de la madre tierra

127

Todos los procesos se despliegan de acuerdo a sus particularidades

históricas, o las asumes o sigues viviendo tus propios imaginarios.

Todos los procesos, las revoluciones, son contradictorias. Lo que se

observa que todas han abierto nuevos horizontes, el mundo nunca va

a volver a ser lo que fue, empero todas las revoluciones se han hundido

en sus contradicciones, no han podido soportar, ni resolver sus

contradicciones en el sentido de la profundización de los procesos.

Ahora tenemos la responsabilidad de reconducir el proceso, de resolver

las contradicciones en el sentido de la transformación estructural y el

despliegue de las emancipaciones.

Estructura y núcleo de la Constitución

Sólo el 30% de la Constitución aprobada en Oruro ha sido revisada por

el congreso. La constitución se basa en el eje histórico de la

descolonización, que es la lucha más profunda en las periferias del

capitalismo, la cuestión indígena, algo que la izquierda colonial nunca

ha entendido, pues ha compartido con las burguesías intermediarias

las ilusiones desarrollistas y modernistas. La propuesta de la

constitución propone una transición más profunda que la transición de

la dictadura del proletariado, que nunca ha salido de sus límites de la

modernidad, que es la matriz cultural del propio capitalismo, por lo

tanto nunca salió de los propios límites del capitalismo. La constitución

propone transiciones pluralistas que van más allá de la modernidad,

del capitalismo y de las ilusiones desarrollistas. Fue un producto de las

luchas insurreccionales del 2000 al 2005, movimientos sociales

autogestionarios, autoconvocados, movimientos indígenas

descolonizadores. Acontecimientos en los que la izquierda colonial no

estuvo involucrada ni entendió, pues sigue reviviendo los fantasmas de

revoluciones ya derrumbadas y muertas por sus propias

contradicciones. La izquierda colonial no se dio cuenta ni reflexiona

sobre la caída de la Unión soviética y su conversión en un capitalismo

de mafias. Tampoco reflexiona sobre la conversión de la revolución

socialista china en un socialismo de mercado, que no es otra cosa que

el capitalismo salvaje que los ha encumbrado como potencia

emergente capitalista en el ciclo del capitalismo vigente. La revolución

descolonizadora indígena es el acontecimiento más importante del siglo

XXI, es una revolución real, no fantasmagórica, que abre los horizontes

a un modelo civilizatorio anti-moderno, anticapitalista y en contra de

las ilusiones del desarrollo.

Page 128: La guerra de la madre tierra

128

La Constitución es el producto de seis años de luchas insurreccionales.

Forma parte de la historia del nuevo constitucionalismo

latinoamericano, que comienza con la constitución colombiana del 91,

anticipada, en cierta medida, con la Constitución de Brasil, sigue con

la constitución de Venezuela, las dos últimas constituciones

ecuatorianas y la constitución boliviana. Estas constituciones son un

gran aporte a la historia del constitucionalismo. Las constituciones

ecuatoriana y boliviana son consideradas además por el

constitucionalista Raúl Zaffaroni como el constitucionalismo andino,

que aporta con la concepción del Estado plurinacional y el vivir bien.

Se trata de un constitucionalismo participativo, donde los doctorcitos

no escriben la Constitución, sino son productos colectivos. Esta es la

gran diferencia con el constitucionalismo europeo y norteamericano.

Las justificaciones de los “llunk’us”

Es una pena que no se haya entendido nada, ni el proceso, ni la

Constitución, ni las contradicciones del proceso. No se puede avanzar

sin crítica; el “llunquerio” es parte de la caída al abismo. Los que

lucharon por la apertura del proceso, los movimientos sociales, siguen

en lo mismo, en la potencia del proceso, defendiendo el proceso y la

Constitución, en contra de un gobierno que está contra el proceso y

contra la Constitución. Cuando estuve primero de director de normas

y después como viceministro no estuve para mantener este Estado-

nación, liberal y colonial, que es lo que ha restaurado el gobierno, sino

para desmantelarlo, para construir el Estado plurinacional comunitario

y autonómico, como establece la Constitución. Dejamos el

Anteproyecto de ley de gestión pública plurinacional comunitaria e

intercultural, que hasta ahora no lo discuten en el gabinete, por que

no quieren cambios. También dejamos El plan plurinacional del vivir

bien (Plan de Desarrollo Económico y Social), que lo aprobaron, pero

cuando se dieron cuenta que iba por el vivir bien y no por el modelo

extractivista colonial, que han escogido, me pidieron mi renuncia. La

responsabilidad de los que dicen y creen defender el proceso es

reconducirlos y no apoyar la ruta al naufragio. No el “llunquerio” que

aplaude acríticamente precisamente la muerte del proceso, sin darse

cuenta.

Page 129: La guerra de la madre tierra

129

Parece repetirse el insólito recorrido de las revoluciones, unos luchan

y otros gobiernan, unos mueren y otros suplantan. Todo esto ocurre

una vez que el magma de la explosión y el desborde de la interpelación

social se enfría; el proceso deriva en causes más calmados y

conservadores. Los oportunistas encuentran su oportunidad de

incrustarse en esta etapa, conservar sus puestos en las instituciones.

En un momento se consideran los genuinos representantes de un

proceso en el que no participaron, se muestran oficiosamente como los

defensores del proceso, sobre todo manifestando su servilismo y su

falta de crítica de manera elocuente y estridente. En lenguaje popular

boliviano, se los ha identificado como “lluncus”. Esta masa sumisa y

servil termina formando microclimas de desinformación y desconexión

con la realidad, microclimas de indignantes prácticas de alabanza a los

jefes. Sumados a la conducción desorientada y regresiva, además de

restauradora, aparecen estos funcionarios serviciales, que acompañan

al desbarrancamiento del proceso, en una dramática ruta del naufragio,

aplaudida por estos sepultureros.

No es sorprendente lo que esta pasando, toda revolución ha pasado y

pasa por la dramática experiencia de sus contradicciones; el tema es

cómo resolvemos estas contradicciones, profundizando el proceso.

Obviamente no se lo hace aplaudiendo los errores, el descarrilamiento,

la expansión de la corrupción y la espiral de violencia y represión, no

se lo hace aplaudiendo servilmente hechos tan problemáticos como la

expansión de la economía política de la cocaína. Papeles como el de los

apologistas y justificadores son conocidos en la historia política. Evitar

la crítica y el análisis, evitar la deliberación, evitar que los verdaderos

protagonistas del proceso, que son los movimientos sociales, lo

reconduzcan. Servir sumisamente a los jefes. Eso no nos sirve, pero

eres libre para seguir haciéndolo. Eso es parte de la decadencia y

descomposición del proceso

La violencia depredadora e inconstitucionalidad de la carretera

que atravesaría el TIPNIS

Lo inconstitucional es pretender que una carretera depredadora pase

por el TIPNIS. ¿El presidente del senado ha leído la Constitución? ¿La

ha comprendido? ¿Entiende lo que significa territorio indígena? Lo

inconstitucional es violar los derechos de las naciones y pueblos

Page 130: La guerra de la madre tierra

130

indígenas consagrados en la Constitución. Es un delito contra el país,

el pueblo y el Estado, defender los intereses de una trasnacional

brasilera de la construcción y los intereses comprometidos con el

gobierno brasilero. Es un delito aprobar una ley corta de defensa del

TIPNIS y luego querer anularla, utilizando una marcha de cocaleros.

Estamos ante un gobierno que no tiene palabra y ni ley, y no tiene la

mínima turbación de lanzar un discurso insostenibles sobre las

alternativas de anular la ley corta; contra toda lógica. Tampoco tienen

sentido de sobre-vivencia, se olvidaron rápidamente de la marcha

indígena, del apoyo a la marcha, de la salida de un millón de paceños

en defensa del TIPNIS. ¿Quieren una movilización más grande? Esta

vez imparable.

El vicepresidente convoca a los asambleístas para tratar el

requerimiento del gobierno, la anulación de la ley corta que defiende

al TIPNIS y sus reglamentos. Requerimiento del gobierno, de OAS y

del gobierno brasilero transferido a los del CONISUR, que no son otra

cosa que cocaleros. Es otra tramoya, que pretende ser impuesta por

medio de la Asamblea Legislativa, contra todo decoro y compostura.

Tendrán como respuesta la movilización general del pueblo en defensa

de la ley corta, del TIPNIS, en defensa de la Constitución y por la

reconducción del proceso.

No se puede y no se debe abrogar la ley corta que defiende al TIPNIS.

Esto no solamente muestra la falta de palabra y de ley de un gobierno

al servicio del modelo colonial extractivista del capitalismo dependiente

y de los intereses mezquinos de la empresa trasnacional OAS y de la

ampliación depredadora de la frontera agrícola para plantar coca

excedentaria, poniendo en peligro a la coca tradicional. Esto obliga a

una defensa movilizada de la ley de todo el pueblo que ha defendido a

la madre tierra en el conflicto del TIPNIS, sino una denuncia ante los

organismos internacionales por esta flagrante violación de los derechos

de las naciones y pueblos indígenas originarios, de la ley de los

derechos de la madre tierra, de las leyes conquistadas; sobre todo por

el despliegue desmesurado de la violencia estatal, simbólica y abierta.

No se puede ni se debe atentar contra la ley corta pues se comete una

violación constitucional y es un antecedente perverso en relación a la

normativa y a la institucionalidad, una muestra patética del desprecio

del gobierno por los derechos y las leyes. No se puede ni se debe, por

que esto es una afrenta a la democracia, al ejercicio de la democracia;

es una muestra palpable del método prosaico de la maniobra y de la

Page 131: La guerra de la madre tierra

131

manipulación exacerbada. No se puede ni se debe, pues esta es la

mejor manera de acabar con el proceso, imponiendo una tiranía política

desvergonzada y maniobrera.

El montaje de la marcha cocalera

Los llevaron con engaños, sin participación de las organizaciones

matrices, sin respetar sus formas de participación y decisión,

manipulando, llevando gente de San Ignacio de Moxos, que no

pertenece al TIPNIS. Los pocos engañados que pertenecen al TIPNIS,

retornan a sus organizaciones donde van a informar de esta

desagradable manipulación y manoseo.

El gobierno no entiende que no puede sustituir la realidad con el

discurso a través del monopolio de la violencia del Estado y el teatro

político. No entiende que no puede revertir su derrota política. Una

marcha indígena en defensa del TIPNIS, organizada por sus

organizaciones matriciales y apoyada por la ciudadanía y un millón de

paceños que salieron a las calles a recibirlos como héroes, derrotó a la

violencia estatal, al desconocimiento del gobierno de la Constitución,

de los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios y los

derechos de la madre tierra. El montaje de una marcha de cocaleros

afiliados a las federaciones del chapare, incluyendo a gente de

comunidades yuracares, que ya no pertenecen a las comunidades, sino

a los sindicatos cocaleros, se desarma, la manipulación inaudita se

derrumba, el plan del jacobino cae como castillo de naipes. No se puede

ni intentar anular la ley corta en defensa del TIPNIS conquistada, eso

sería borrar con el codo lo escrito con la mano, demostrando además

que se trata de un gobierno que no tiene ley ni palabra, un antecedente

calamitoso a lo que podría ser su propia caída. Pues el pueblo boliviano

y las naciones indígenas originarias, en el caso que intenten anular la

ley se levantaran en movilización general para defender la ley y

reconducir un proceso que se desbarranca.

Los cocaleros, entre la coerción y el montaje del gobierno

Como si fueran sus esclavos o sus siervos, en todo caso menores de

edad, ante los supuestos civilizadores cocaleros, sindicalizados y

embarcados en los circuitos dinerarios, en la institucionalidad de la

propiedad privada, en la política sindical y en la economía política de

Page 132: La guerra de la madre tierra

132

la cocaína. La marcha del CONISUR contó, desde un principio, con la

desesperada actuación del gobierno por revertir la derrota del TIPNIS.

Frente al gobierno y sus acólitos se encuentran movilizadas las

organizaciones matriciales del Territorio y Parque Isiboro-Sécure,

además de las organizaciones matrices indígenas, CIDOB y CONAMAQ,

apoyados por el pueblo boliviano, sobre todo de las ciudades,

particularmente de la ciudad de La Paz. El gobierno apostó a su

consagrada manipulación y montaje de teatros políticos, se inventó

una marcha oficial, nacida en el escritorio de inescrupulosos

funcionarios. Sin haber aprendido nada de su calamitosa actuación en

la represión a la marcha indígena. La opinión publica y el pueblo

boliviano comprendió desde un principio de qué se trataba, de una

maniobra descolorida y sin imaginación. La marcha oficialista del

CONISUR nació muerta por el descrédito y los descarados objetivos

depredadores del territorio indígena para plantar coca, en articulación

con la economía política de la cocaína, además de apoyar sumisamente

a la corrupta empresa de la construcción brasilera OAS.

Con todos los medios al alcance del gobierno, que cada vez son más

tristes y pobres, descalificados por sus pretensiones e intensiones

insanas, con la marcha inventada, no podrá el oficialismo al servicio

del IIRSA abrogar la ley corta que defiende al TIPNIS. No podrá revertir

su derrota política, la segunda después del levantamiento popular

contra el gasolinazo. Una tercera afrenta al pueblo, a la Constitución,

a las naciones y pueblos indígenas, que son el contenido el proceso,

provocaran una movilización general sin precedentes en defensa del

proceso, de la Constitución, de los derechos fundamentales contra un

gobierno que está contra el proceso y la Constitución. Es posible que

el gobierno no pueda sostenerse ante la tercera avalancha popular.

El gobierno ha cruzado la línea, se encuentra al otro lado de la

vereda, enfrentando al pueblo

Ante el gasolinazo hay un levantamiento popular, que hace retroceder

en la medida. Este fue el momento donde los hechos nos dicen que los

retrocesos paulatinos del gobierno han cruzado la línea, ahora se

encuentra al otro lado de la vereda enfrentando al pueblo. El

compromiso con OAS es no solamente corrupto sino depredador e

inconstitucional. La Constitución defiende el territorio indígena y los

parques, los derechos de las naciones indígenas y originarias; la

Constitución establece la consulta libre previa e informada. Después de

Page 133: La guerra de la madre tierra

133

la aprobación de la Constitución, no se acaba con el Estado-nación,

sino se lo restaura, manteniendo sus normas liberales y su

institucionalidad colonial. No se construye el Estado plurinacional

comunitario y autonómico, que requiere de transformaciones

institucionales, en el sentido del pluralismo institucional, jurídico,

normativo y de gestiones. No se encamina esta transición por el camino

decidido por la Constitución de la democracia participativa, con el

ejercicio plural de la democracia, directa, representativa y comunitaria.

La construcción colectiva de la decisión política, de la ley y de la gestión

pública. Se hace lo mismo que antes, doctorcitos y funcionarios

suplantando a los movimientos sociales. Defender esta tendencia del

contra-proceso es colocarse precisamente del lado de la restauración

nacionalista y colonial. No se puede defender esta inconducta política

con argumentos tan banales y paranoicos derivados de una tesis

degastada y empobrecida de la conspiración, ahora reciclada de

segunda mano.

El recorrido de la muerte en las gestiones de gobierno

Después de este recorrido de muertes en la imposición del modelo

político jacobino, que dejó a un lado la Constitución, desechándola,

debe haber varias renuncias. Debe renunciar el jacobino que nos está

llevando a la tumba y a la muerte del proceso. Deben renunciar los

ministros “lluncus”, cómplices del desabarranco. Deben renunciar las

autoridades comprometidas con represión y hechos de corrupción. No

va más. Movimientos sociales vuelvan a levantarse y salvar el proceso,

reconduciéndolo.

Siempre se pasa la responsabilidad a otros. No se asume valientemente

las consecuencias de los actos. Ahora resulta que son los del pueblo de

Yapacani los culpables. ¿No es este un justificativo pobre e infantil?

¿Por qué se generó el conflicto? ¿Por qué se decidió reprimir? ¿Por qué

no se dan soluciones resolviendo los problemas desde sus causas y

raíces? Esta auto-justificación se ha vuelto dramática y excesivamente

costosa. ¿No es hora de comportarnos maduros?

La maniobra del jacobino

Ya no hay límites para la burda manipulación, no hay ningún aprecio

por guardar ninguna apariencia. Sólo se tiene en mente la desmedida

Page 134: La guerra de la madre tierra

134

tramoya contra la ley corta que protege al TIPNIS y su reglamentación.

Se cree poder revertir la derrota sufrida por el gobierno con la

utilización descomedida del monopolio de la violencia y del uso

descarado de los órganos de poder. Se induce una marcha cocalera

para mostrar un pedido inconstitucional contra la madre tierra y los

derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, por lo tanto

contra la Constitución. Se manda una avanzadilla de asambleístas dice

que para escuchar lo que ya ellos saben, la construcción de una

carretera depredadora, en beneficio de la plantación de coca y la

empresa corrupta de la construcción OAS. Estas maniobras suponen

una falta de respeto a la opinión pública y al pueblo, se los considera

sin uso de razón, manipulables, manejables. También es un síntoma

de una soledad extrema que raya en la incomprensión, esto también

supone que el único que comprende las cosas es el jacobino. El único

que tiene la clarividencia. Este comportamiento trágico-cómico es la

manifestación patética del síndrome del poder que tiene que ver con la

paranoia, la desconexión con la realidad efectiva y la absorción

completa del imaginario de la conspiración.

No podrán anular la ley conquistada por las naciones y pueblos

indígenas y el pueblo que apoyó la marcha y la defensa de la madre

tierra. No podrán imponerse los crudos intereses que defienden, el de

la economía política del chantaje y el de las empresas trasnacionales,

el de la burguesía recompuesta, sumando a los nuevos ricos, a las

conquistas indígenas y populares. Saldremos todos los que apoyamos

al TIPNIS a defender la ley corta y su reglamento, la defensa de la

constitución y por la re-conducción del proceso.

Respecto al desafío del revocatorio del presidente

No se trata de eso, de aceptar el revocatorio, como aceptando un duelo

imaginario, así como lo hace el jacobino, que cree que la política es un

duelo personal con sus fantasmas. Se trata de reconducir el proceso,

de cumplir con la Constitución, de construir el Estado plurinacional

comunitario y autonómico, de acabar con el Estado-nación subalterno,

liberal y colonial, de acabar con el modelo extractivista colonial y del

capitalismo dependiente. De eso se trata señor presidente, no de

seguir haciendo teatro político mientras nos desbarrancamos y rifamos

la gran oportunidad histórica de las naciones y pueblos indígenas para

descolonizarse, la gran oportunidad histórica del pueblo para

emanciparse de las dominaciones múltiples

Page 135: La guerra de la madre tierra

135

¿Quién gobierna?

Es ciertamente un cuadro patético. ¿Quién gobierna? ¿El presidente?

¿Grupos palaciegos? ¿Redes y circuitos de operadores que se mueven

en bambalinas? ¿Verdaderas estructuras de poder, asociadas a

monopolios y empresas trasnacionales? ¿Súper-estados opacos,

empero determinantes, mientras los personajes visibles aparentan

ejercer el gobierno? Estas preguntas nos llevan a una mayúscula: ¿Qué

es el poder? Respuestas posibles: mapas, cartografías,

agenciamientos, dispositivos, preformados y establecidos, cuyas

lógicas conducen el accionar de los gobernantes, aunque no se den

cuenta. ¿Es así? Puede no ser tan categórico, pues al final hay cierta

placentera complicidad de los gobernantes, de los políticos y los

funcionarios. Hay un gusto perverso por los deleites que da el poder,

por sus escenarios cortesanos y de servil alabanza, también hay un

aprendizaje, al principio quizás con cierta curiosidad, de las malas artes

de la economía política del chantaje, los circuitos de influencia, la

corrosión de las normas y las prácticas perversas de la corrupción. Una

vez que se entra a estas atmósferas es muy difícil salir. Hay

prácticamente una condena. Después viene la ruptura moral, el doble

comportamiento, la doble cara, el doble discurso; la falencia en los

discursos y en los lenguajes. ¿Por qué el poder es tan destructivo?

Momento de emergencia, momento de disponibilidad de fuerzas

Hay momentos en que un país y un pueblo se juegan su destino; estos

son momentos cruciales. Momentos como nudos o encrucijadas donde

se resuelven desenlaces posibles. Para afrontar estas situaciones René

Zabaleta Mercado exige que sea un momento de disponibilidad de

fuerzas, momento intenso de movilización. Tal parece que nos jugamos

en la guerra civilizatoria en torno al TIPNIS uno de esos momentos. El

gobierno insiste en seguir por la ruta por la que han venido siguiendo

todos los gobiernos anteriores, por continuar los ruta del modelo

extractivista depredador, alimentando el circulo vicioso de la

dependencia; en tanto que las organizaciones indígenas se plantean

parar este saqueo y esta desposesión de los recursos naturales,

destrozando la madre tierra, los equilibrios ecológicos, las

biodiversidades, a altísimos costos irreversibles. Armados por la

Constitución convocan a ir por la ruta del vivir bien, modelo civilizatorio

alternativo a la modernidad, al capitalismo y al desarrollo. Lograron

con una marcha indígena en defensa del TIPNIS parar este

Page 136: La guerra de la madre tierra

136

descabellado emprendimiento depredador, arrancando al gobierno y a

la Asamblea Legislativa una ley corta en defensa del TIPNIS, además

de acordar la reglamentación de la ley.

Empero el gobierno no acepta su derrota ni la conquista de la ley,

vuelve a insistir, cada vez por procedimientos más desmedidos y

descarados continuar con la misma ruta de la inercia y de la muerte,

el saqueo, el despojamiento, la depredación, la violación de derechos,

lo que beneficia, como siempre, a los intereses mezquinos de empresas

trasnacionales, además de los intereses privados de ampliación de la

frontera agrícola en beneficio del monocultivo. La reciente insistencia

del gobierno tiene que ver con la convocatoria a la reunión de la

Asamblea Legislativa a tratar el tema de la anulación de la ley corta,

en tanto pedido de la contra-marcha cocalera, impulsada por el

ejecutivo.

Es la misma Asamblea que aprobó la ley corta, que unos días después,

quiere aprobar su abrogación. Esta desfachatez muestra patentemente

la desesperación por abrir el TIPNIS y partirlo con una carretera

depredadora. ¿A qué se debe tanta desesperación de los gobernantes?

¿Presión de las federaciones cocaleras del Chapare? ¿Compromisos con

el gobierno brasilero, la empresa OAS, el IIRSA? Esta pregunta también

nos plantea otras: ¿Hasta dónde se ha extendido y profundizado la

corrupción, la economía política del chantaje, los circuitos de la

cocaína, su inserción en la economía y en las instituciones? Una

economía no solamente ligada el enriquecimiento ilícito sino a la

formación de oscuros grupos de poder. Esta pregunta es importante,

pues sorprende no solo la falta de decoro y compostura de gobernantes

y legisladores, sino por la renuncia evidente a la imagen de defensores

de la madre tierra, de los derechos indígenas; también la renuncia

efectiva y práctica a la Constitución y al mismo proceso de

transformaciones y de descolonización. ¿Por qué se lo hace? ¿Son tan

abrumadores los intereses y los compromisos que se puede renunciar

a la virtud y a la ética? Nada puede valer nunca más que la defensa de

la madre tierra y de la vida, nada puede valer más que la emancipación

y la descolonización, tampoco nada puede valer más que la

construcción alternativa del Estado plurinacional comunitario y

autonómico, del modelo civilizatorio del vivir bien. Lo que pasa es que

se ha decidido mirar y valorizar desde la perspectiva de los intereses

pedestres del beneficio propio.

Page 137: La guerra de la madre tierra

137

La elección de mujeres en las presidencias del congreso

Esta noticia es importante en la perspectiva de la despatriarcalización

y de la emancipación de la dominación masculina. Empero para

marchar en esta perspectiva tienen que comportarse como mujeres

plenas, emancipadas, la alteridad absoluta. La apertura y creación de

otro horizonte de la política y de lo político, ya no basado en la política

construida por la fraternidad guerrera masculina, la que entiende la

política como identificación del enemigo, en la dicotomía

amigo/enemigo, compartida por izquierdas y derechas. Se trata de una

política que va más allá del amigo-enemigo. El aporte de la

emancipación femenina conduce a la descolonización plena y la

construcción de la cohesión social y la armonía con la vida sobre la

matriz liberada de potencialidades, capacidades, sensibilidades de

amor por las formas de vida.

Según Jacques Derrida, en Políticas de la amistad, se trata de la

alteridad absoluta. Teoriza la figura de ámbito de relaciones y

constitución subjetiva emancipadas de las formas de dominación y

referencia masculina, la fraternidad, el patriarcado, los círculos de la

dicotomía amigo-enemigo. No se trata sólo de la sororidad, que sería

la amistad simétrica a la de los hombres, sino el poner en suspenso las

mismas identidades construidas culturalmente en la historia.

Refiriéndose a la democracia por venir dice:

Esta disimetría y esta alteridad infinita no tendrían ninguna relación

con lo que Aristóteles habría llamado desigualdad o superioridad.

Serían incluso incompatibles con la jerarquía socio-política como tal.

Se trataría, pues, de pensar una alteridad sin diferencia

jerárquica en la raíz de la democracia. Aparecería más tarde que,

más allá de una cierta determinación del derecho y del cálculo (de la

medida, de la “métrica”), pero no del derecho o de la justicia en

general, esta democracia liberaría una cierta interpretación de la

igualdad sustrayéndola al esquema falogocéntrico de la fraternidad.

Interpretando, de lo que escribe Derrida, quien desarrolla una crítica

deconstructiva de la política, configurada, conformada y consolidada a

partir de las formas de la fraternidad, excluyendo la figura femenina.

Cuando la mujer logra su inclusión en el voto y la participación en la

selección, la estructura masculina de la política no ha cambiado. Lo que

ha pasado es que la mujer se ha incorporado a las políticas diseñadas

desde la perspectiva masculina y para los hermanos, que hacen

política. El tema es inquietante, sugerente y aperturante: ¿Cómo sería

Page 138: La guerra de la madre tierra

138

una política más allá de la fraternidad masculina? Obviamente también

más allá de la sororidad, que es la respuesta de resistencia, empero

amistad simétrica a la de los hombres. Una política que abole la

diferencia construida a partir de las identidades basadas en el amigo-

enemigo. ¿Qué sería la política más allá de la relación dicotómica

amigo-enemigo?

Estos temas de la crítica radical, que incluso va más allá del feminismo

radical, los aprendí de las feministas de-coloniales, que plantean el

tema de la modulación de los cuerpos por el poder y la perspectiva de

las subjetividades diversas. Lo que dice Derrida es sobre la crítica de

la política, organizada a partir de una estructura masculina; aunque

sea varón, no le quita merito. Creo que precisamente las feministas

de-coloniales, van en esa perspectiva. Borrar las distinciones históricas

y culturales construidas por las formas del patriarcalismo. Mujer,

varón, lesbiana, homosexual.

Sobre el Congreso de la COB

La COB debe tener una tesis actual y real de lucha contra el capitalismo

contemporáneo, no contra el imaginario capitalista de principios del

siglo XX, cuando la Tesis de Pulacayo. Eso significa no solamente una

crítica a la economía política sino una critica a la modernidad y al

desarrollo. Debe apoyar la demolición del Estado-nación, liberal y

colonial y la construcción del Estado plurinacional comunitario y

autonómico. La lucha contra el capitalismo contemporáneo es también

del proletariado nómada, de las multitudes, de los movimientos

sociales anti-sistémicos, de las naciones y pueblos indígenas

originarios.

Page 139: La guerra de la madre tierra

139

Notas a propósito del discurso del presidente

No se trata de compararse con los gobiernos neoliberales. Eso no está

en discusión. Claro que hay una diferencia con estos gobiernos. El

gobierno de Evo Morales es mejor que esos gobiernos; ni duda cabe,

incluso en temas económicos y monetarios, lo ha hecho mejor que los

neoliberales en los logros del equilibrio macroeconómico. Lo que está

en discusión es otra cosa, es la comparación de las gestiones de

gobierno con la Constitución, con lo que debería ser, con las tareas que

tiene que cumplir. En esto no solamente está completamente rezagado

sino que ha tomado otro camino, el de la restauración del Estado-

nación, liberal y colonial. El problema es que el gobierno no es un

gobierno de transición transformadora hacia el Estado plurinacional

comunitario y autonómico, sino un gobierno de restauración

nacionalista, que además ha decidido, por los caminos del

pragmatismo y el realismo político, administrar los intereses de una

burguesía recompuesta, que apuesta a la ampliación de la frontera

agrícola y al modelo extractivista del capitalismo dependiente.

¿Qué es lo que lleva a un rumbo calamitoso de la derrota política? En

primer lugar un mal gobierno, un gobierno que no cumple con la

Constitución, con la construcción del Estado Plurinacional comunitario

y autonómico, un gobierno que pisotea los derechos de las naciones y

pueblos indígenas originarios y los derechos de la madre tierra, un

gobierno que ha decidido ser un engranaje de las relaciones y

estructuras de poder regional y mundial, sirviendo a los intereses de

las empresas trasnacionales y de proyectos de integración bajo la egida

de la hegemonía de la burguesía brasilera (IIRSA). Un gobierno que

se ha convertido en el administrador de los intereses de la burguesía

recompuesta, la antigua burguesía, banqueros, empresarios privados,

agroindustriales, terratenientes, soyeros, y nuevos ricos, cocaleros

ricos, comerciantes, contrabandistas y grupos de manejo de la

economía política de la cocaína - eso por lo menos es lo que se ha visto

en la llamada Cumbre Social de Cochabamba -. Un gobierno que

prefiere tolerar la escalada expansiva y destructiva de la corrupción en

todos los niveles anuncia su propia clausura.

La victoria de la marcha de defensa del TIPNIS, la conquista de la ley

corta y su reglamento, mas bien dan esperanza de una reconducción

del proceso por parte de los movimientos sociales, las naciones y

pueblos indígenas originarios, el proletariado nómada, lo popular

urbano, el pueblo boliviano. Deberíamos agradecer que el pueblo

Page 140: La guerra de la madre tierra

140

boliviano es vital y saca fuerzas para movilizarse en momentos de

emergencia y de peligro del proceso.

El presidente se ha concentrado en temas económicos; le preocupa la

inversión en el tema exploración y explotación de hidrocarburos, la

poca cantidad de pozos exploratorios acumulados, el avance lento de

las conexiones de gas domiciliario, la cifra de los autos convertidos a

gas natural vehicular (GNV), el racionamiento de energía eléctrica por

falta de inversión, problemas en el mantenimiento de carreteras,

ejecución del programa de viviendas sociales y el crecimiento de los

abonados de Entel, durante sus primeros seis años de gestión. Se

entiende que se preocupe de estos temas de gestión, empero no son

los más importantes y primordiales, incluso en la perspectiva

económica. Lo fundamental es discutir y preocuparse por el modelo

económico definido por la Constitución, la economía social y

comunitaria, la industrialización de los recursos naturales - la

Constitución prohíbe vender materias primas -, la integración

articulada de las formas de organización económica hacia el vivir bien,

el modelo ecológico y la soberanía alimentaria. Esto no se ha discutido.

No se preocupa que su gobierno haya elegido el modelo extractivista

colonial del capitalismo dependiente, que este sea el modelo efectivo

escogido por el gobierno, delegando a la nada el modelo ideal de la

Constitución. Esto debería preocuparle al presidente pues por ese

camino nos hacemos más dependientes y continuamos por el círculo

vicioso del modelo destructivo del extractivismo.

Lo que debe quedar claro para todos es el contenido y la orientación

del proyecto histórico político del proceso. La estructura del proyecto

se encuentra en la Constitución. Ese es el proyecto y no otro que puede

estar en la cabeza de los gobernantes. Se trata de un proyecto

descolonizador, que apunta a las emancipaciones múltiples de las

naciones y pueblos indígenas originarios, del proletariado, de los

estratos populares-urbanos, del pueblo boliviano. Es un proyecto que

apunta a la transición civilizatoria hacia el vivir bien, como modelo

alternativo al capitalismo, a la modernidad y al desarrollo. En este

sentido hay que entender la fundación del Estado plurinacional

comunitario y autonómico. Este estado se construye sobre la base de

transformaciones estructurales e institucionales profundas, el

pluralismo institucional, el pluralismo administrativo, el pluralismo

normativo, el pluralismo de gestiones. Toda esta construcción se

despliega en el ejercicio práctico del sistema de gobierno de la

democracia participativa, el ejercicio plural de la democracia, directa,

Page 141: La guerra de la madre tierra

141

representativa y comunitaria. Entonces estamos hablando de

transformaciones pluralistas, comunitarias, interculturales y

participativas del Estado.

La Constitución ha establecido un modelo económico de transición.

Parte de la integración complementaria de las formas de organización

económica existentes, apunta a la conformación de la economía social

y comunitaria, pasa por la industrialización de los recursos naturales,

la expansión y consolidación del mercado interno, la intervención del

Estado en la economía y en las cadenas productivas, orientando todo

el proceso hacia la soberanía alimentaria, dentro de un marco ecológico

y sustentable. Por lo tanto lo que tiene que quedar claro es que el

modelo descarta y clausura el modelo extractivista colonial del

capitalismo dependiente. Este es el punto. En la medida que el

gobierno se mantenga en el modelo extractivista se porta de una

manera inconstitucional, extendiendo y continuando en el modelo

extractivista. No se puede sostener, sin expresar las profundas

contradicciones, que estamos en el modelo constitucional cuándo

efectivamente profundizamos el circulo vicioso de la dependencia por

la expansión del modelo extractivista.

La Constitución define claramente la estructura del pluralismo

autonómico y de la descentralización administrativa y política.

Establece claramente el camino de la condición plurinacional por la ruta

de las autonomías indígenas. El entramado de las competencias

extiende atribuciones y facultades autonómicas en combinación con las

atribuciones y facultades del nivel central, dando lugar a una rica

composición de entrelazamientos de los gobiernos y asambleas en lo

que respecta a la potestad gubernativa y a la potestad legislativa,

además de la potestad jurídica para las autonomías indígenas. En la

medida que se sacan leyes inconstitucionales que reavivan el

centralismo, restringen las potestades autonómicas y se limitan al

máximo las autonomías indígenas, no se sigue el proyecto de la

Constitución sino se mantiene la vieja forma estatal centralista,

burocrática, bajo el monopolio de competencias del nivel central.

No se pueden confundir las tareas recurrentes de un gobierno como las

relativas a las políticas monetarias y fiscales, reservas, incluso la

realización de bonos, que corresponden a una economía rentista,

aunque el impacto coyuntural es de redistribución de la riqueza, con

las tareas fundamentales, trascendentales de un gobierno que tiene

que aplicar la constitución. En el informe aparecen tareas recurrentes

y su balance positivo, empero no se dice nada sobre cuánto hemos

Page 142: La guerra de la madre tierra

142

avanzado en la transformación estructural e institucional del Estado

plurinacional, no se dice nada de cuánto hemos avanzado en el modelo

de la economía social y comunitaria. Se ocultan interpretaciones de los

hechos que muestran más bien la continuidad en el modelo

extractivista y la restauración del Estado-nación. No se trata de hacer

propaganda de gestiones envueltas en tareas recurrentes, que son

obligación de los gobiernos y no algo que destacar y agradecer. Para

eso esta mínimamente un gobierno, para cumplir por lo menos con

tareas recurrentes, empero lo que tiene que quedar claro que este

gobierno tiene un mandato, un mandato constitucional, que es el de

construir el Estado plurinacional comunitario y autonómico. Hasta

ahora no lo ha hecho.

Caudillismo al estilo Chirveches

La patética comprensión del vicepresidente del proceso, reducido a la

imagen del caudillo es una muestra clara de su posición política

conservadora, al estilo de los imaginarios criollos de la época de La

candidatura de rojas, de Armando Chirveches. Esta muy lejos de una

posición leninista, que le gusta poner en mesa, empero sólo como para

mostrar estampitas. No es ninguna revolución lo que le interesa,

menos esforzarse entender este proceso descolonizador, que es

producto de los movimientos sociales antisistémicos, de las naciones y

pueblos indígenas movilizados, proceso que sale de las entrañas de las

luchas sociales después de seis años de levantamientos semi-

insurreccionales. Ellos son los héroes, los portadores del proceso, del

contenido del proceso y de su horizonte, que se encuentra expresado

en la Constitución. El protagonista del proceso no en un movimiento

electoral montado en la cresta de la ola, menos un caudillo que no

entiende el planteamiento indígena descolonizador, atrapado en un

reducido entrono halagador y pusilánime, que aleja al presidente de la

realidad y de las tareas que le competen, en el cumplimiento y

aplicación de la Constitución.

Page 143: La guerra de la madre tierra

143

La subordinación del gobierno y la lógica de acumulación y

despojamiento de las trasnacionales

Son comprobados los beneficios de las empresas trasnacionales en una

diseñada nivelación de preciso y suspensión de las subvenciones, sobre

todo debido a sus bajos costos de producción. Esta es una muestra

clara de que las que gobiernan son las empresas trasnacionales de los

hidrocarburos. A pesar de todo lo que ha podido argumentar el

“jacobino” y también el gabinete económico, para justificar la medida

de nivelación de precios, conocida popularmente como el “gasolinazo”,

en su lamentable panfleto azul, anti-paráfrasis a un mal entendido libro

de Lenin, la realidad es que las empresas trasnacionales

hidrocarburíferas tienen un bajo costo de producción y, en

sobrecompensación, súper-ganancias. Sin embargo, esto no les basta,

no es suficiente para la compulsión desenfrenada de más ganancia y a

las ansias desbocadas de despojamiento de los recursos naturales que

tienen estas empresas; requieren más, para eso cuentan con gobiernos

subordinados a las estructuras de poder establecidas mundialmente y

regionalmente. El gobierno popular, a pesar de su discurso

nacionalizador, ha terminado subordinándose a las lógicas de la

acumulación de capital de estas empresas trasnacionales; esto

aconteció desde los contratos de operaciones, cuando comienza la

desnacionalización en el mismo proceso de nacionalización, al entregar

el control técnico a la vorágine trasnacional. Paradoja que muestra la

profunda contradicción de un gobierno que ha tirado por la borda la

Agenda de Octubre y la Constitución política del Estado. Los bolivianos

no debemos dejar que nos pongan el dedo en la boca, no podemos

dejar que vuelvan a intentar una medida de nivelación de precios, que

lo que hace es ampliar los grandes márgenes de ganancia de las

empresas trasnacionales, además de cubrir la lamentable

administración económica, que ha sumado la deuda interna y la deuda

externa, incrementando la deuda pública y la deuda inacabada externa.

Si el gobierno ha decidido no continuar con el proceso de

nacionalización, contento con la recepción de la mitad del reparto del

excedente hidrocarburífero, somos los bolivianos, los propietarios de

los recursos naturales, los que debemos continuar el proceso de

nacionalización, incluso contra un gobierno entreguista.

Page 144: La guerra de la madre tierra

144

Un presidente sin ley ni palabra

El presidente no tiene ni palabra ni ley. La ley corta fue una conquista

de las naciones y pueblos indígenas originarios y del pueblo boliviano

que apoyo la marcha, es una conquista en defensa de la constitución y

de los derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en

la CONSTITUCIÓN. Es una conquista en defensa de los derechos de la

madre tierra. Pretender desentenderse de la ley promulgada por el

presidente y aprobada por la Asamblea Legislativa es la muestra más

patética de la inmensa irresponsabilidad y desprecio del pueblo, la

Constitución y las leyes en que se mueve el gobierno. La marcha del

CONISUR es un montaje espantoso del gobierno, la participación oficial

y con recursos del Estado es evidente, mostrando mas desesperación

que inteligencia, buscando revertir la derrota sufrida en el conflicto del

TIPNIS, buscando indecorosamente servir a los intereses mezquinos

de la empresa corrupta OAS, con la que el gobierno no solamente tiene

compromisos sino relaciones de corrosión y corrupción, buscando

también defender los intereses de cocaleros, avasalladores del

territorio y parque Isiboro-Sécure, para plantar coca y expandir la

economía política de la cocaína en la que están metidos. El pueblo,

conocedor de estos hechos y estos comportamientos lamentables, que

expresan asombrosamente las descarnadas sumisiones a las empresas

trasnacionales, al Banco de desarrollo de Brasil y al gobierno brasilero,

ha sido sabio e indiferente ante este bochornoso teatro político de la

marcha oficial del CONISUR.

Al respecto de estos comportamientos sinuosos debemos decir que son

los síntomas claros de la decadencia absoluta, comportamientos

contradictorios y deslucidos que muestran nuevamente la tremenda

improvisación en la que se mueve el gobierno, la perdida de toda

orientación política, sustituida por el servicio a las estructuras y

relaciones de poder, a los intereses establecidos, vigentes y

dominantes, del orden mundial y del orden regional; sustituida también

por la repetida emergencia del diagrama de la corrupción, que hace las

veces de un gobierno paralelo perverso, relaciones perversas y opacas

que inciden efectivamente en la toma de las decisiones y en la

modulación de las conductas políticas. Esto es lo que llama la atención,

la rápida llegada a este punto, ya no sólo de desgaste sino de

hundimiento.

Parece repetirse como condicionante histórica la trama de la revolución

nacional de 1952; ésta ya había muerto en 1956, por la entrega de

COMIBOL a la administración de ingenieros norteamericanos, por el

Page 145: La guerra de la madre tierra

145

plan triangular, plan económico monetarista, por la profusión

desvergonzada de las contradicciones y también por la escandalosa

expansión de la corrupción, convertida en costumbre. ¿No había

recursos para resistir esta tendencia a la corrosión de los cuerpos y las

instituciones? ¿Por qué se prefirió tan estrepitosamente el gusto y el

deleite por los encantos ilusorios del poder? ¿Por qué se prefirió la

riqueza fácil? ¿Por qué se prefirió sustituir el interés general del proceso

por los intereses particulares, por el beneficio propio? ¿Es que no

estaban preparados los gobernantes? Fueron imágenes colectivas que

no correspondían a la realidad, que no correspondían a la constitución

subjetiva esperada. Parece la elocuencia de la condición incompleta

humana; hombres inmaduros que cuando llegan al poder lo toman

como si fuera un juguete nuevo; engañados ellos mismos con sus

imágenes falsas creyeron que podían controlar los grandes desafíos y

las alternativas, controlar las condicionantes y las estructuras de

poder. Se metieron a juegos muy grandes, donde los que controlan las

reglas del juego son monstruos consagrados en el dominio del poder y

de monopolios múltiples; por lo tanto hombres de gobierno

convirtiéndose, sin darse cuenta, en engranajes de relaciones y

estructuras de poder, de dominación y fuerzas al servicio de la

acumulación ampliada de capital, permitiendo el despojamiento de los

recursos naturales en su propio país.

Ahora se encuentran sorprendidos, pero persisten tercamente en la

mantención de una imagen ya derrumbada, que pertenece a un

inmediato pasado de entusiasmos. Ya no pueden sostener esas

imágenes construidas por el imaginario colectivo, la brisa de los hechos

ha barrido a los fantasmas, descubriendo los personajes de carne y

hueso, vulnerables, débiles e inclinados al placer del poder y a la

paranoia que éste produce como síndrome inocultable.

¿Qué se puede hacer ante este calamitoso derrumbe? No queda otra

cosa que pedir lo imposible, al estilo de la rebelión del 68, ser realistas

y pedir lo imposible, la reconducción del proceso, sabiendo que lo

imposible, en el campo de posibilidades, es una probabilidad

improbable, y también sabiendo que cuando la voluntad colectiva

desborda y es creativa, de los recovecos de la realidad emerge el

desenlace de una innovación y una ruptura. Eso fueron las

revoluciones, eso puede volver a ocurrir en Bolivia, si volvemos a salir

y movilizarnos como lo hicimos del 2000 al 2005. Hay una Constitución

aprobada por el pueblo, donde el mandato es claro, abolir el Estado–

Page 146: La guerra de la madre tierra

146

nación y construir el Estado plurinacional comunitario y autonómico,

efectuando transformaciones profundas estructurales e institucionales.

Como asumiendo penamente el guion de la comedia se retoma el

chamuscado discurso del desarrollo, al estilo de los discurso gubernamentales que inauguraban escuelitas para lograr aplausos de

poblaciones entumecidas y cansadas de la ceremonialidad del poder. ¿Lo que falta en el TIPNIS son escuelas, hospitales, los signos del

progreso? Este se parece tanto a discursos disímiles pero que comparten el mismo prejuicio o la misma insólita burla; los discursos

del cuerpo de paz, los discursos de las dictaduras militares, los

discursos de los programas asistenciales, los discursos descoloridos de funcionarios desubicados en comunidades campesinas. No metemos en

este bollo los discursos del nacionalismo revolucionario de los primeros años de la revolución, pues por lo menos este discurso, que apoyaba

la reforma educativa de entonces, que lanza la escolarización por todos lados, formaba parte del proyecto de formación de la consciencia

nacional y la construcción del Estado-nación, bajo los códigos de la mestización. Discurso que no comparto, pero que en aquél entonces

formó parte de un proyecto constitutivo, que si bien terminó fracasando, por lo menos formó parte de un intento descomunal

insurreccional nacional-popular y obrero. Ahora, lo que llama la atención, es que se retoma un discurso desgastado, poco creíble,

después de que estos temas han sido superados por las concepciones de la Constitución y el vivir bien, que se abren a alternativas del

desarrollo, de la modernidad y el capitalismo. Este retorno a un

discurso asistencial es también síntoma de la decadencia. No se tiene a mano nada para justificar la descarnada sumisión a la empresa

constructora OAS y al gobierno brasilero, que se recurre a un trasnochado discurso que tiene muy poco de argumentación. También

podemos hablar de la muerte de la retórica, pues tampoco se tiene ganas de convencer, sino se trata de un ritual de protocolo.

Las pretensiones del vicepresidente

El vicepresidente ha perdido no solamente toda coherencia sino todo

decoro y compostura. Pretende dar lecciones de consenso y diálogo en

un contexto y una coyuntura saturada de montajes, teatros políticos,

manipulaciones y marchas oficiales inventadas. Pretende que se debe

dialogar entre las organizaciones indígenas; por un lado las

organizaciones indígenas matriciales, que lograron la conquista de una

ley corta que protege al TIPNIS, apoyados por el pueblo boliviano,

cuyos derechos se hallan consagrados en la Constitución; por otro lado,

de parte del gobierno, los dirigentes del CONISUR, dirigentes

cocaleros, propietarios privados, dedicados al monocultivo de la hoja

Page 147: La guerra de la madre tierra

147

de coca y metidos en la economía política de la cocaína. Pretende que

se puede, por capricho jacobino, abrogar una ley y su reglamento. Lo

que no tiene en cuenta es que su imaginario arrebatado no puede

sustituir a la realidad, que el discurso desfachatado no puede sustituir

a la realidad. La realidad efectiva es que la marcha indígena en defensa

del TIPNIS y el pueblo boliviano impusieron una ley corta en defensa

de la madre tierra y de la constitución. Abrogar la ley corta no solo va

a poner de manifiesto la múltiple violación de la Constitución y de las

leyes, de los derechos fundamentales y de las naciones y pueblos

indígenas originarios, sino que va a ser un repugnante antecedente

ante las organizaciones internacionales; estaríamos ante un gobierno

desacreditado que no cumple con la Constitución, tampoco la ley y

menos con los convenios internacionales. Abrogar la ley va a provocar

una movilización general del pueblo boliviano en defensa de la ley

corta, del reglamento y la Constitución. Es posible que la tercera

provocación del gobierno, la tercera asonada popular y la tercera

derrota del gobierno, comprendiendo el levantamiento popular contra

el gasolinazo y la marcha en defensa del TIPNIS, llegando a una tercera

autoconvocatoria popular, no pueda aguantar y resistir el gobierno. La

abrogación de la ley corta sería la caída del gobierno.

Es como la política del avestruz, ocultar la cabeza para no ver la

realidad. No ven sus propios grandísimos errores, no ven que se

encuentran en franca confrontación con el pueblo que apoyó el

proceso. No ven que el entusiasmo de la gente a la marcha en defensa

del TIPNIS se debe a que la gente cree en el proceso y en la

constitución, pero no en un gobierno que se ha apartado del proceso y

la Constitución. Acostumbrados a manipular, incluso con los medios de

comunicación que tienen al alcance, que ya son muchos, incluyendo a

los comprados, que aparecen como neutrales, creen que pueden

producir realidades con montajes, marcha inventada, descalificaciones,

maniobras políticas. No se puede, la realidad no es producto de una

imaginación y menos de las manipulaciones oficiales. Esta conducta

terca, de desacreditación de medios, de organizaciones indígenas, sin

preocuparse por ningún análisis de coyuntura, expresa la seducción

que tienen por el decurso al naufragio. Empero, en todos esos

escenarios dramáticos y a la vez de comedia, los pregoneros del peor

conservadurismo son los “lluncus”, sumisos y serviles, son los

acompañantes de la derrota. No comprenden que ayudan con su

actitud cómplice a la construcción del fracaso. Estos personajes no

Page 148: La guerra de la madre tierra

148

comprendieron nunca el sentido del proceso y el sentido de la

constitución. Son los sepultureros del proceso.

La defensa del TIPNIS es defensa del proceso

Hay que estar muy despistado como para no situar lo que se dice ni

tener conciencia de su sentido. La consulta previa libre e informada,

que se encuentra claramente establecida en la Constitución y que

forma parte de los derechos de las naciones y pueblos indígenas

originarios, debe ser aplicada y acatada por el gobierno antes del inicio

de cualquier proyecto que afecte sus territorios y sus derechos. Esta

consulta no fue hecha por el gobierno el 2008 cuando el ejecutivo llegó

a un acuerdo con el entonces presidente Lula da Silva para la

construcción de la carretera que atravesaría el TIPNIS, adjudicando el

proyecto a la empresa OAS, como parte del acuerdo y del préstamo del

Banco de Desarrollo de Brasil, préstamo comprometido y que se hizo

ejecutable años después. Es cuándo se debería hacer la consulta, no

se la hizo. Tuvo que estallar el conflicto del TIPNIS para que se develen

todos los temas oscuros que forman el tejido enmarañado de intereses

entre el gobierno boliviano, el gobierno brasilero, el Bando de

desarrollo de Brasil y la empresa OAS. Una vez que la marcha indígena

en defensa del TIPNIS, contando con el apoyo del pueblo boliviano,

logra arrancarle al gobierno y a la Asamblea Legislativa la ley corta en

defensa del TIPNIS y la reglamentación correspondiente, los

personeros del gobierno, los senadores despistados, los dirigentes

cocaleros del CONISUR, incluyendo a grupos de yuracares que son

también cocaleros, piden la consulta previa, sin entender que quiere

decir previa, creyendo que todos, como ellos, tampoco van a entender.

Ya no hay condiciones para una consulta previa cuando hay dos tramos

avanzados, el uno y el tres, presionando para la continuidad del tramo

intermedio que pasaría por el territorio indígena y parque Isiboro-

Sécure. En todo caso sería una consulta extemporánea.

Sobre quién debe consultar a quién

¿Qué las organizaciones matrices de los indígenas de tierras bajas, el

CIDOB y la central del TIPNIS no consultaron a los del CONISUR?

¿Tenían que hacerlo? ¿Tenían que consultar a productores de la hoja

de coca, cuya afiliación es con las federaciones cocaleras? ¿Tenían que

consultar a los yuracares cocaleros que ahora marcharon con el

Page 149: La guerra de la madre tierra

149

CONISUR? ¿Donde estaban estos yuracares cuando se tomaron las

decisiones de manera orgánica? La verdad es que ya no tiene límites

el cuento oficial, no compagina, no logra armar un guion, cae el

discurso por su propio peso. El gobierno no se da por vencido, no tiene

el menor menoscabo de pretender borrar con el codo lo escrito con la

mano, abolir, por cualquier medio, la ley corta en defensa del TIPNIS;

conquista de la marcha indígena y del pueblo boliviano que apoyó la

defensa de la madre tierra.

Autoconvocatoria a la movilización general

Frente a todas estas manipulaciones burdas del gobierno, de

senadores, de dirigentes del CONISUR es indispensable que el pueblo

boliviano y las organizaciones indígenas se preparen para una

movilización general en defensa de la ley corta y en defensa de a

Constitución, al hacerlo también lo harán en defensa del proceso, ante

un gobierno que se ha puesto contra el proceso, contra una Asamblea

Legislativa que conspira contra la Constitución y cava la tumba del

proceso. La lucha por la defensa del TIPNIS se ha convertido en un

punto clave en el curso del proceso, un punto estratégico, un punto de

inflexión, como una encrucijada, donde hay que escoger por dónde

vamos: ¿por el derrotero optado por el gobierno que conduce a la

muerte del proceso o por la reconducción del proceso por parte de los

movimientos sociales y el pueblo boliviano? Por eso es indispensable

parar de golpe las maniobras de funcionarios y asambleístas. Es

indispensable sentirse convocados por los muertos y heridos del

proceso, por los que lucharon por transformaciones estructurales, que

no se ven por ningún lado. Hay batallas como estas, dónde no se puede

retroceder; si se lo hace se está cediendo a la inercia y al desemboque

de la derrota. Si un día los sectores populares, el proletariado nómada,

las naciones y pueblos indígenas se levantaron contra el gobierno

neoliberal y expulsaron el proyecto neoliberal, ahora tienen que

volverse a levantar en defensa del proceso contra los restauradores del

Estado-nación, liberal y colonial, el estado anterior de cosas,

restauradores la burguesía intermediaria, a la que se sumaron los

nuevos ricos. La lucha por el TIPNIS se ha convertido en la lucha por

el proceso, la Constitución, el Estado plurinacional comunitario y

autonómico, en contra de los usurpadores nacionalistas, demagogos,

funcionarios, mafias incrustadas.

Page 150: La guerra de la madre tierra

150

El recurrente procedimiento del engaño

¿Por qué se miente? ¿Por qué se dice que la carretera que atravesaría

el núcleo del TIPNIS, donde prácticamente no hay comunidades, salvo

dos identificadas, va a beneficiar a las comunidades indígenas del

territorio indígena y parque? Un grueso de las comunidades se

encuentran al este, cerca y bordeando el río Sécure, empero el diseño

no prevé que pase por ahí. ¿Por qué tantos contrasentidos y equívocos

geográficos? Sin embargo, los gobernantes y los dirigentes del

CONISUR no se inmutan de semejantes contradicciones. Se muestran

tan lozanos como si no pasará nada, ¿acaso no son conscientes de las

barbaridades que expresan? ¿O no les importa nada? Lo que parece

interesarles es el cumplimiento de tan desmedido diseño carretero

destructor y depredador de la región más rica en biodiversidad del país.

Sólo interesa la plantación de coca y la defensa de los intereses

comprometidos con OAS. Se ha llegado al colmo de que tres senadores

del MAS, uno colonizador, el otro por el departamento de Santa Cruz

y el tercero por el departamento de Cochabamba, digan que no importa

el medio ambiente, tampoco interesa la Constitución, pues la ley, la

nueva ley que se aprobaría y promulgaría en contra del TIPNIS, una

vez anulada la ley corta en defensa del territorio indígena y parque,

está encima de la Constitución. Se dice esto sin el mayor desparpajo.

Se observa que les parece apropiado decir semejantes sandeces pues

de lo que se rata es de imponer por la fuerza, a empellones, usando la

mayoría de la Asamblea Legislativa, la abrogación de la ley corta.

La mentira se ha vuelto un procedimiento político cotidiano. No interesa

la verdad, este valor hay que dejarlo a los filósofos y e los éticos. Lo

que importa es la eficiencia de la práctica política, que casi siempre se

reduce a la imposición, a la coerción velada, al forzamiento de las

cosas, hasta en los pequeños detalles. Lo que interesa es lo que

consideran astucia, aunque siempre resulta que sólo se trata de la

habilidad mediocre de la manipulación de alcances cortos. Se trata de

la satisfacción machista de gobernantes, asambleístas y funcionarios,

para quienes el burlar a los otros les parece un logro apreciable entre

amigos y cómplices. Estas son las dimensiones elementales del

pragmatismo local, del realismo político cuya realidad se reduce a los

intereses más pedestres. No se entiende cómo este procedimiento del

engaño es presentado a los propios como astucia política, incluso como

“estrategia”, aunque esta nos sea otra cosa que el plan de objetivos de

poco alcance, adecuación de medios sinuosos a fines pedestres,

Page 151: La guerra de la madre tierra

151

compartidos por lenguajes de cofradías de complicidades, que cada vez

más se parecen al panegírico de los bribones.

Es pues un descaro decir que no hay otra alternativa para la carretera

interdepartamental, entre Cochabamba y el Beni, que también va unir

a los ganaderos de Rondonia de Brasil con el Pacífico, para que

exporten su ganado al Asia. Es como si el territorio del país se hubiera

reducido al territorio del TIPNIS, no hay más, no hay más espacio, no

hay más salida. ¿Cuándo ocurre esto? ¿Cuándo se da lugar a la

concentración perdida y afiebrada en un solo lugar, cómo si de este

recorte de espacio dependiese todo, en este caso el desarrollo del país?

Esta obsesión por el oscuro objeto del deseo, donde éste objeto

deseado se convierte en el todo, explica el escandaloso delirio de los

gobernantes por el TIPNIS. El gran negocio, los negociados, los

beneficios para el transporte internacional, la expansión de la frontera

agrícola en beneficio de la ampliación del monocultivo de la coca, que

en esa región está plenamente articulada a la economía política de la

cocaína, explica pues esta obsesión, también el sentido oculto de las

contradicciones y de las insensateces que se transmiten.

Perfiles del CONISUR

Los del CONISUR no son comunarios, por lo tanto ya no son indígenas,

en el sentido estructural del término, no pertenecen a relaciones

comunitarias. Renunciaron a la TCO, no son propietarios comunarios

sino propietarios privados y cocaleros. No forman parte de la TCO. En

el tema del TIPNIS no tiene derecho a decidir sobre la carretera. Esto

debe quedar claro para los que apoyamos la defensa del TIPNIS, pues

seguramente nos veremos obligados a salir a las calles a defender la

ley corta.

El CONISUR dice que representa a 37 comunidades del TIPNIS, lo que

no concuerda con la realidad. No forman parte de la TCO del TIPNIS,

renunciaron a la propiedad comunitaria al decidir ser propietarios

privados cocaleros. La mayoría de ellos, los llamados corregidores, ni

si quiera se encuentran el territorio del TIPNIS. Se trata de una sorda

manipulación y tergiversación de los hechos, sólo par proseguir con la

destrucción y depredación del bosque, territorio indígena y parque

Isiboro-Sécure, en beneficio de una tras-nacional constructora y de la

economía política de la cocaína.

Page 152: La guerra de la madre tierra

152

¿Acaso hay que recodarles a los asambleístas, senadores y diputados,

que tiene que cumplir con la Constitución? A esto están obligados. ¿Qué

es eso de que si las organizaciones indígenas no acuerdan nos verán

forzados a tomar medidas? ¿Qué clase de amenaza es esta? Un lado

de las organizaciones está compuesta de manera orgánica,

representan a las organizaciones matriciales indígenas, el CIDOB y la

Central del TIPNIS; la otra, el CONISUR, ha sido desconocida el 2001

por las propias organizaciones del TIPNIS, pues no tiene características

comunitarias ni indígenas al formar parte mas bien de organizaciones

cocaleras y estar afiliada a las federaciones cocaleras. ¿De qué hablan

los asambleístas? ¿De que clase de acuerdo? ¿No les parece

impudoroso obligar a las organizaciones indígenas orgánicas y

matriciales a retroceder respecto de la ley corta y su reglamento? ¿No

ven acaso que esta es una violencia contra la Constitución, las leyes,

los derechos de las naciones y pueblos indígenas, los derechos de la

madre tierra? Les importa muy poco si es una violación múltiple este

pedido y esta actitud. Lo que les interesa es servir sumisamente a los

mandatos del ejecutivo, que responde también a los acuerdos con OAS

y el gobierno brasilero, además de responder a las presiones de

cocaleros en zonas excedentarias, dedicados ya de lleno a la economía

política de la cocaína. Esta actitud de los asambleístas no puede ser

aceptada por los que votaron por esta representación. Si no pueden

cumplir los asambleístas con la Constitución, su obligación es

renunciar.

El desprecio “jacobino”

Habría que ver qué pasa en la cabeza del “jacobino”, émulo de

Robespierre, como le gusta llamarse, para saber cómo se puede llegar

a tener tanto desprecio por la gente, por el juicio de la gente, no

solamente la opinión pública, sino la opinión formada de las

organizaciones indígenas originarias, la opinión del pueblo boliviano

que apoyó a la VIII marcha y logró arrancar la ley corta en defensa del

TIPNIS. No importan otras opiniones, lo que importa es la propia, que

es considerada la única valedera. ¿Hay un objetivo claro en todo esto?

Hubo un tiempo en que nos hizo creer que era así, toda la actividad

política era volcada a la emancipación indígena y descolonizadora.

Ahora no parece ser este el objetivo; todo lo contrario. ¿En qué se

Page 153: La guerra de la madre tierra

153

basan estas consideraciones? ¿Esta fe en uno mismo? ¿Hay

clarividencia como una especie de don? ¿Quién le hizo creer esto?

¿Desde el colegio, los estudiantes, los profesores? Pues ocurren estas

cosas. Se forman mitos, sobre todo entre los amigos. La gente le gusta

moverse en imaginarios y en clasificaciones fáciles en estas atmósferas

imaginarias de los espacios íntimos y biográficos. Después, muy

posiblemente también sigan concurriendo este juego de

representaciones en la universidad, aunque con más dificultad y

competencia. Sin embargo, los lugares que no escapan a la

construcción veleidosa de los mitos son los de la actividad política. Es

dónde los aprendices de militante forman sus propios códigos, sus

propias representaciones, la mayor de las veces emulando a fantasmas

desaparecidos o, en su caso, dándose nombres de guerra. El nombre

de Qhananchiri es uno de estos motes; que quiere decir algo así como

el clarividente, de una manera mística, el hombre luz. Estos nombres

no sólo tienen por objeto dar un nombre de guerra, ocultar la identidad

ante la represión, sino caracterizar, también caricaturizar, al que lo

lleva. Ciertamente Qhananchiri es un nombre pretensioso, empero en

esos espacios íntimos y de clandestinidad funciona como

reconocimiento en las atmósferas estrechas de la complicidad. Nadie

ve como peligro o afrenta un mote así. Al contrario forma parte del

secreto y de la fraternidad combatiente. El problema es cuando

salimos de estos ámbitos y estas temporalidades de la clandestinidad,

sobre todo cuando se llega al gobierno. Si seguimos creyendo que los

significados establecidos en los ámbitos estrechos de la complicidad se

mantienen en los gigantescos ámbitos de la cotidianidad mundana de

los laberintos sociales y en los serviles ámbitos del espacio público,

estamos perdidos. El problema aparece cuando creemos ese cuento de

la clarividencia y que es extensible a los espacios sociales de la vida

política, pues cuando el poder, con todo su deleite y entrega, te toma,

se incrusta en ti, te vuelve un dispositivo del poder, el creerse

iluminado se vuelve altamente peligroso, tanto para propios y

extraños; sobre todo se vuelve peligrosísimo en la conducción del

gobierno y en la orientación del proceso.

La sabiduría no se logra mediante estas representaciones, ni es un

producto de estas máscaras; la sabiduría, esta comprensión de la

relatividad de las cosas se da como producto de la humildad, después

de madurar lo suficiente como para comprender que lo único sabio es

aprender siempre de la experiencia y de los demás, que siempre tienen

algo que enseñarnos. Lo que vemos en la conducta de los gobernantes

es todo lo contrario, una pretensión desmesurada de que todo lo saben,

Page 154: La guerra de la madre tierra

154

de que son propietarios de la verdad, valga a saber cuál es esta, de

que el pueblo tiene que confiar, pues ellos saben como llegar a los fines

trazados, aunque estos fines ya hayan cambiado. Llamemos a esta

pretensión inmadurez, expresión de la más desarmada e intrépida

inmadurez. Todos somos, de alguna manera, inmaduros, pero, el

problema es que no todos lo saben y cuando los que no saben que lo

son asientan sobre el colmo de la inmadurez decisiones de alta

responsabilidad, cuando asientan sobre la demoledora inmadurez las

decisiones y acciones de gobierno, lo que pretenden que son políticas

de Estado, estamos perdidos, pues lo que se avizora en el horizonte es

el abismo, la caída en el abismo.

Sólo puede explicarse el desprecio “jacobino” a partir de este

ocultamiento, de este encubrimiento de la inmadurez y la

vulnerabilidad en poses, poses de clarividente, poses de racionalidad

fría, poses de revolucionario, aunque el contenido de lo que podría ser

una revolución o el revolucionario se lo haya perdido totalmente,

pareciéndonos más bien de manera alarmante al perfil de todo

funcionario cínico, de todo burócrata altanero, de todo político que se

cree predestinado. Estas analogías nos muestran que nada ha

cambiado, que las historias individuales y personales de los políticos se

repite como siguiendo un guion inaudito, que se parece al círculo

vicioso de la mediocridad.

De ninguna manera podemos aceptar el argumento de que los del

CONISUR, que son también indígenas deben decidir sobre el destino

del TIPNIS; es discutible de que sigan siendo indígenas aunque ya sean

propietarios privados y estén afiliados a las federaciones cocaleras. El

sentido de lo indígena dado en la Constitución tiene que ver con

comunidades ancestrales o de reconstitución en los hábitats

actualmente ocupados. Empero, aunque no entremos en esta discusión

de qué es ser indígena, no solo antropológicamente, sino desde el

enunciado de las declaraciones internacionales, los convenios y los

derechos de los pueblos indígenas, que asocian esta condición al

territorio, culturalmente concebido, al espesor cultural, al sentido

comunitario de su posesión; sentido que es el mismo que retoma la

Constitución. Sin entrar en esta discusión, el hecho de que los del

CONISUR no pertenecen a la TCO del TIPNIS no les da derecho a decidir

sobre el destino del Territorio y Parque Isiboro-Sécure. Este es el

punto. El otro punto es que hay una Constitución donde se consagraron

los derechos de las naciones y pueblos indígenas, además de una ley

corta que defiende el TIPNIS, aprobada por la misma Asamblea

Page 155: La guerra de la madre tierra

155

Legislativa y promulgada por el presidente. ¿Cómo se puede borrar con

el codo lo escrito por la mano? ¿No hay la menor vergüenza por

hacerlo? ¿Cuál es el tamaño de los intereses que defienden que ya no

sienten ni pudor por este gesto tan desalineado, gesto sin ética y valor?

El tercer punto es que no pueden imponer con su marcha oficial, que

es el resultado grotesco de una suma de montajes descoloridos y de

poco ingenio, una decisión que expresa la descomunal violencia de los

gobernantes en contra de los derechos consagrados en la Constitución.

Esta decisión, sin mayor desparpajo, es anular la ley corta y hacer otra

ley que incluya la versión de los cocaleros del CONISUR. Esta escena

desenmascara no solo el discurso y la política del gobierno, que hace

un tiempo ya se ha derrumbado, sino el nudo descarnado del poder.

Esta decisión es la respuesta desesperada del gobierno por revertir sus

dos derrotas ante el pueblo, la del gasolinazo y la del TIPNIS; también

responde a la desesperación sumisa de cumplir con sus compromisos

con la empresa trasnacional OAS, el Banco de Desarrollo de Brasil y el

gobierno brasilero, además de administrar consecuentemente los

intereses de la burguesía agraria y los de los nuevos ricos, asociados a

la expansión de la frontera excedentaria de la hoja de coca y a la

economía política de la cocaína.

La violación sistemática de la Constitución

La consulta previa libre e informada se hace antes de iniciar los

proyectos que afectan a los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios, a los territorios indígenas y a la madre tierra. No

después, para legitimar lo que se ha hecho, montando escenarios,

inventando marchas, manipulando gente, haciendo creer que se cuenta

con los “verdaderos” indígenas cuando las verdaderas organizaciones

indígenas son excluidas. Formando una comisión en el congreso para

elaborar una ley inconstitucional contando con la complicidad de los

dirigentes del CONISUR, que son cocaleros y propietarios privados. Lo

que se debe exigir es el respeto a la Constitución, a la ley corta en

defensa del TIPNIS, a los derechos de las naciones y pueblos indígenas

originarios y a los derechos de la madre tierra. Si no hacen esto los

asambleístas están no solo violando la Constitución sino violando los

derechos fundamentales y las cuatro generaciones de derechos,

consagrados en la Constitución; también incumpliendo con los deberes

como representantes y asambleístas. Si esta es la práctica deben

renunciar.

Page 156: La guerra de la madre tierra

156

El presidente del Congreso cree que por que tiene la mayoría de la

Asamblea Legislativa puede hacer lo que le venga en gana, cree que

de eso se trata, que ese es el crudo ejercicio del poder, imponer la

mayoría violando la Constitución y los derechos de los pueblos. Está

completamente equivocado, esa es la manera con la que se pierde

precisamente el poder. Está completamente equivocado en el cálculo

político. Fueron la mayoría como resultado en las últimas elecciones,

ahora son la minoría después de enfrentar al pueblo con la medida

neoliberal del gasolinazo y con la medida extractivista y depredadora

de su proyecto carretero en el TIPNIS. Este cambio de situación lo

demostró el pueblo paceño, cuando un millón de ciudadanos salieron a

recibir a la VIII marcha y les bridó su apoyo. Los resultados de las

elecciones de magistrados registran estadísticamente este cambio de

la correlación de fuerzas, cuando el voto nulo abrumó a los votos

validos, anulando la legalidad y legitimidad de esas elecciones. No son

mayoría, no tienen argumentos para anular la ley corta, no tienen la

legalidad ni la legitimidad para abrogar la ley e inventarse una nueva

ley. Ante este nuevo avasallamiento la obligación del pueblo boliviano

es movilizarse y defender la ley corta y el reglamento que defienden el

TIPNIS.

Page 157: La guerra de la madre tierra

157

¿Qué es una consulta previa libre e informada y cuándo se la

efectúa?

El numera 15 del capítulo cuarto de la sección II del título II sobre

derechos fundamentales y garantías, dedicado a los derechos de las

naciones y pueblos indígenas originarios, establece que las naciones y

pueblos indígenas originarios tienen derecho a ser consultados

mediante procedimientos apropiados, y en particular a través de sus

instituciones, cada vez que se prevean medidas legislativas o

administrativas susceptibles de afectarles. En este marco, se respetará

y garantizará el derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por

el Estado, de buena fe y concertada, respecto a la explotación de los

recursos naturales no renovables en el territorio que habitan.

Queda claro lo que establece la Constitución que el cuándo se hace la

consulta tiene que ver con cada vez que se prevean medidas legislativa

y administrativas susceptibles de afectarles. Así también queda claro

cuando la Constitución establece que se respetará y garantizará el

derecho a la consulta previa obligatoria, realizada por el Estado, de

buena fe y concertada. No hay donde perderse. Sin embargo, hay

senadores, como un senador de Cochabamba, que sigue haciéndose al

desentendido o cree que puede manipular la interpretación de este

numeral a su antojo. El mencionado caballero, haciendo gala de una

lectura acróbata, dice que la consulta “nunca es extemporánea” como

afirman los dirigentes de la Subcentral TIPNIS, sino garantiza los

derechos indígenas y, como está establecido en la Constitución Política,

está por encima de cualquier ley. “En una consulta, siempre hay un

protocolo para saber exactamente cómo se realizará, con qué

instrumentos, cómo garantizar en buena fe, pero al mismo tiempo se

deberá habilitar una ley que fije los lineamientos centrales”. Mayor

embrollo en una interpretación no podía haber.

¿Qué quiere decir el senador cuando dice que una consulta nunca es

extemporánea? ¿Nunca? O sea que esta fuera del tiempo y lugar. Es

una abstracción, una medida que no depende del momento. Lo mismo

da hacer un censo a los muertos que a los vivos. La gran diferencia

está que los muertos no responden; entonces es tarde para hacer un

censo. Si la consulta se hace después de comprometer el proyecto

entonces es extemporánea, no cumple con las condiciones y requisitos

exigidos por la Constitución. El proyecto en cuestión es el de la

carretera que atravesaría el TIPNIS; el compromiso del proyecto se lo

hizo el 2008 con el presidente Lula da Silva, comprometiendo también

el préstamo del Banco de Desarrollo de Brasil y aceptando que la

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158

empresa constructora sea OAS, que contaba ya con un diseño, saltando

también todas las normas de contratación de bienes y servicios del

país, además de violar la Constitución. No solamente que la consulta

es extemporánea sino que los que se comprometieron con el gobierno

brasilero y el Banco de Desarrollo de Brasil a la construcción de una

carretera que atravesaría el territorio indígena y parque, que

cometieron un delito constitucional, no fueron pasados a la justicia ni

rindieron cuentas a la sociedad por estas tratativas corruptas y

encubiertas. Volver a repetir la increíble y triste historia de la cándida

Eréndira y su abuela desalmada, querer imponer una consulta

extemporánea, una vez que cometieron varios delitos contra los

intereses del país, del Estado, de la Constitución y los derechos de las

naciones y pueblos indígenas originarios, es insistir en el mismo delito.

Lo que equivale a sanciones contra los senadores que no cumplen con

la Constitución.

La consulta previa libre e informada es una conquista de la lucha

indígena en el continente, forma parte de los convenios internacionales

que firmó el Estado boliviano y son reconocidos como leyes en la

Constitución, en rango inmediato jerárquico a la Constitución misma.

Forman parte el Convenio 169 de la OIT y de la Declaración de

Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas. Este derecho

es varias veces mencionado en la constitución como obligatorio

cumplimiento por parte del Estado. ¿Quiénes son los que quieren

desentenderse de este deber? Los gobernantes, los senadores

oficialistas, los directores de empresas estatales, las empresas

trasnacionales; es decir, el conjunto de agentes y dispositivos del

modelo extractivista colonial del capitalismo dependiente. Varias veces

se ha escuchado a personeros de empresas extractivas del Estado

quejarse de que esta consulta impide el desarrollo y la inversión. ¿En

qué país creen que están estos personeros? No se dieron cuenta que

ya el país cuenta con una Constitución que diseña el Estado

plurinacional comunitario y autonómico, que el eje fundamental o el

camino fundamental de la Constitución es la descolonización, que están

consagrados los derechos de las naciones y pueblos indígenas, que se

apunta a un modelo alternativo al extractivismo en la perspectiva del

vivir bien. Estos personeros no se dieron cuenta de nada. Creen que

pueden seguir haciendo lo que saben, administrar empresas insertas

en el modelo de la acumulación por despojamiento de los recursos

naturales en aras de la acumulación ampliada de capital, fincada en el

centro del sistema mundo capitalista, dejando una geografía espantosa

de huecos en las periferias.

Page 159: La guerra de la madre tierra

159

La consulta gubernamental depredadora e inconsulta

A veces la actividad de los políticos se parece a una trama de novela,

tan intricada como las complicadas historias que aparecen, cuyos

personajes se ven empujados a hacer cosas que cada vez los sumergen

en el laberinto de pasiones. Sus actos provocan consecuencias no

controladas. No pueden salir del marasmo en el que se han metido,

que es como un terreno lleno de accidentes. Así parece esta historia de

la conducta del gobierno en relación al TIPNIS, primero se

comprometen con Lula da Silva en hacer la carretera, apoyados con el

compromiso de un préstamo del Banco de Desarrollo de Brasil,

incluyendo a OAS, la empresa constructora; saltando las normas de

contratación de bienes y servicios y violando la Constitución. Esto

ocurrió el 2008. Casi dos años después, cuando se aprobó el préstamo,

tuvieron que presentar el proyecto públicamente en Villa Tunari.

Cuando lo hicieron todo ocurrió como una crónica anunciada, estalló el

conflicto con las naciones y pueblos indígenas originarios, con sus

organizaciones matrices. Sin embargo, también el conflicto fue interno

y dado con antelación. El entonces viceministro de biodiversidad del

ministerio de medio ambiente y agua, Juan Pablo Ramos, no quería

firmar la ficha ambiental del tramo II de la carretera. El presidente y

el vicepresidente trataron de convencerlo, pero no tenían argumentos,

frente a las observaciones técnicas y constitucionales del viceministro.

El viceministro renunció, pusieron a una viceministra, que era

funcionaria de ABC; ella firmó la ficha ambiental del tramo II. Este

procedimiento se dio en un ambiente de tensión interna, que

comprometía al ministerio involucrado. También la tensión se hizo

sentir en un gabinete ampliado donde el vicepresidente no se guardó

adjetivos para descalificar al viceministro renunciante. El conflicto del

TIPNIS mostró todas las falencias y contradicciones del gobierno,

además de sus graves compromisos e intereses en los que ya se

encontraba envuelto. La táctica contra la VIII marcha indígena no podía

ser más intrincada, acusaciones y descalificaciones a los dirigentes de

las organizaciones indígenas, acusaciones que nunca se demostraron

y descalificaciones que rebajaban la integridad moral de los

acusadores. Represión violenta a una marcha pacifica indígena en el

puente San Lorenzo, cerca de Yucumo, después de haber intentado de

todo, movilización de colonizadores, quienes bloquearon la entrada a

Yucumo. Intentos de movilización de gente afín en San Ignacio de

Moxos, usando los recursos y la movilización sigilosa, también

nerviosa, de funcionarios celosos. Después vino la represión violenta a

la VIII marcha indígena, acto descarnado contra todo buen sentido,

Page 160: La guerra de la madre tierra

160

acción preparada anteladamente, mediante un plan de operaciones,

que buscaba aislar en una reunión a los comunicadores presentes, en

el momento de la intervención. Se puso en la boca cinta adhesiva a las

mujeres y a los niños, que era los que más gritaban y hubieran dado

la alerta a los periodistas que estaban reunidos en Yucumo en una

supuesta conferencia preparada. Las flotas partieron con los detenidos

para llevarlos a rumbo desconocido o diseminarlos, empero no

contaban con la reacción de la gente del pueblo, quienes impidieron el

paso de las flotas. Intentaron trasladar a los detenidos por

Rurrenabaque, en avión. También fracasó este intento, pues

pobladores y organizaciones indígenas invadieron la pista e impidieron

el aterrizaje de los aviones. Se dice que había un preparativo militar

para intervenir, empero la renuncia de la ministra Cecilia Chacón

descolocó esta maniobra militar. Ya no iba haber un chivo expiatorio

de la intervención, que probablemente hubiera tenido consecuencias

fatales.

Después de la sañuda represión contra la marcha indígena, la opinión

pública se volcó en favor de la marcha indígena y de la defensa del

TIPNIS. Ya no eran solamente múltiples grupos de activistas jóvenes,

ambientalistas, ecologistas, anti-sistémicos, feministas, el apoyo

logístico de organizaciones y de organismos de soporte humanitario,

sino la población de las ciudades. Esto se vio claramente con el

recibimiento que tuvieron los marchistas de la VIII marcha en la ciudad

de La Paz. Un millón se personas entusiastas salieron a las calles a

recibir a los que llamaban sus héroes, que les dieron de nuevo la

esperanza. Dos columnas desde la cumbre hasta la Plaza San Francisco

acompañó la llegada de los marchistas. Éste recibimiento apoteósico

fue ya una victoria política contra el gobierno, que los había

estigmatizado y reprimido. Después vino la toma de la plaza de armas

por dirigentes de la marcha, exigiendo al gobierno el cumplimiento de

la Constitución y una ley que proteja al TIPNIS, el cierre de la plaza y

el aislamiento de los que comenzaron esta vigilia. Las organizaciones

sociales se volcaron en apoyo a los dirigentes de la vigilia tratando de

romper el cerco policial. Los enfrentamientos alrededor de la plaza

pusieron en peligro la seguridad del palacio quemado, incluso se dijo

que se dio la orden de evacuación del presidente. Sorpresivamente el

presidente tomó la decisión de proponer una ley de protección del

TIPNIS, que declaraba intangible el territorio indígena y parque

Isiboro-Sécure. Llamó mucho la atención que el presidente haya

bajado acompañado por el entonces ministro de comunicación a la

plaza, donde se encontraban los dirigentes de la vigilia y haya pedido

Page 161: La guerra de la madre tierra

161

perdón a los indígenas. También se reunió con los dirigentes en el

palacio para tratar el texto de la ley. ¿Tomó esta decisión sólo, sin

consultar al vicepresidente, sin consultar a su gabinete? Es muy difícil

saberlo, pero quizás sea la hipótesis más plausible en este escenario

caótico.

El vicepresidente no llama a Congreso de emergencia al siguiente día,

espera hasta el lunes, dejando que pase el fin de semana. Amenaza

con que no iba a haber dos tercios para tratar esta ley. Sin embargo,

a pesar de sus resistencias esta ley se aprueba el lunes. La

promulgación de la ley formaliza la victoria política indígena. Lo que

viene después es como un retroceso por parte del gobierno, como si

estuviera arrepentido de lo que ha hecho. El propio presidente instiga

a los dirigentes campesinos y cívicos en una reunión en una población

del Beni a pedir la abrogación de la ley a través de sus representantes

asambleístas. El vicepresidente declara que lo intangible es intocable,

ni las comunidades que habitan el TIPNIS pueden tocar nada, como si

el hecho de habitar no fuera tocar y como sin lo intangible fuera

inmaculado. Se nota que el vicepresidente desconoce la jurisprudencia

internacional en este tema. Lo intangible no choca de ninguna manera

con los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios. El

gobierno se resiste, en principio, a hacer el reglamento de la ley, que

exigen las organizaciones indígenas para dejar en claro de qué se trata

lo intangible y cómo se aplica. El reglamento se logra aprobar como

acuerdo entre el gobierno y las organizaciones indígenas.

Empero, después de estos hechos que parecían cerrar el conflicto, el

gobierno vuelve a insistir, posiblemente presionado también por las

organizaciones cocalera. Impulsa una marcha del CONISUR, que pide

la anulación de la ley. De principio esta marcha nace fallida, no sólo

por que se sabe de la participación del padrino gubernamental que

estaba detrás, sino también porque la opinión publica descubrió desde

un principio la grotesca maniobra del gobierno. La marcha paso su

recorrido sin apoyo de la gente de las ciudades por donde se dio lugar

la caminata, fue una marcha acompañada por la indiferencia. Este

contraste fue claro en comparación con la VIII marcha indígena. Sin

embargo, a pesar de estas muestras de indiferencia de la población y

el descrédito de la marcha cocalera, el gobierno siguió con su montaje,

insistiendo en que era una marcha de los verdaderos indígenas que

vivían en el TIPNIS. Estaba claro que el CONISUR es una organización

de la zona de avasallamiento del parque, el polígono siete, una

organización afiliada a las federaciones cocalera, por lo tanto se trataba

Page 162: La guerra de la madre tierra

162

de productores de la hoja de coca y propietarios privado. Este montaje

como los otros del gobierno no podía sostenerse empíricamente.

Empero, la terquedad del gobierno, contra viento y marea, siguió

adelante. Llegó la marcha a La Paz, el presidente recibió a los

marchistas del CONISUR. Los marchistas cocaleros incluso entraron a

la asamblea legislativa después de romper con mucha facilidad el cerco

policial. Esto también forma parte de las escenificaciones de los

“directores de cine” del montaje gubernamental.

Se levantaron voces de todo lado en contra del intento torpe de anular

la ley corta. El gobierno no tenía argumentos, se inventó uno, que los

indígenas del CONISUR no fueron consultados. Llama la atención las

contradicciones de estos discursos insostenibles. Primero, lo que deja

claro todo este entretelón es que el gobierno no hizo la consulta previa

libre e informada cuando lo tenía que hacer, antes de su compromiso

de la construcción de la carretera. Ahora pide consulta de parte de las

organizaciones indígenas matriciales a los del CONISUR. ¿Tenían que

hacerlo? ¿Acaso habitan la TCO del TIPNIS? Este argumento tan

estrambótico, que no ruboriza a quienes lo dicen, también es utilizado

en la elaboración de una ley de consulta a los del TIPNIS sobre la

intangibilidad y el curso de la carretera. El teatro no podía ser más

patético cuando el propio vicepresidente justifica esta nueva violación

a la Constitución y las leyes diciendo que deberíamos haber hecho lo

que ahora se hace, consensuar, empero habla del consenso con los del

CONISUR. ¿Cómo se puede seguir sosteniendo estas argumentaciones

contra toda lógica y contra toda base empírica?

Ahora se ha elaborado una ley de consulta que pretende hacer una

consulta posterior, extemporánea, a las comunidades del TIPNIS. ¿No

se dan cuenta, o creen que nadie se da cuenta, que con esto se anula

la ley corta, y que muestra este hecho toda la irresponsabilidad

acumulada en gobernantes y asambleístas? ¿No se dan cuenta que así

no se hacen las leyes, de acuerdo a la Constitución, que exige la

construcción colectiva de la ley? ¿No se dan cuenta que antes se debe

sacar una ley general sobre la consulta y no adelantarse con un tema

de consulta circunscrita a una zona y a un problema? Parece que no.

Empero lo que deja perplejo es la sinuosa historia de leyes

inconstitucionales elaboradas y promulgadas, esta es una más de ellas.

Nuevamente se violan los derechos de las naciones y pueblos indígenas

originarios, consagrados en la Constitución, se atenta contra los

derechos de la madre tierra, se avanza en dispositivos que apoyan la

destrucción y depredación del territorio indígena y parque. No sólo

Page 163: La guerra de la madre tierra

163

porque se trata de una consulta extemporánea y forzada, sino por que

forma parte de los compromisos con el gobierno brasilero, el IIRSA, el

banco de desarrollo de Brasil, las federaciones cocaleras y la burguesía

agrícola que quiere ampliar la frontera agrícola. Todo esto forma parte

de las políticas de extensión del modelo extractivista colonial del

capitalismo dependiente.

Es triste el papel de los asambleísta, senadores y diputados, que lo

único que hacen es cumplir ordenes y no deliberar nunca, no

representan nunca a sus representantes, formando parte de una

maquinaria demoledora de votos, sin criterio, sin sentido, sin

argumentos. Nada puede justificar la ley que han elaborado, es un

dispositivo más en contra de los pueblos indígenas. La misma ley es

inconsistente, in-compaginable, improvisada y coyuntural. Lo que se

devela es que es demasiada desesperación por imponer una carretera

depredadora. Por lo tanto se develan los grandes intereses que

defiende y en los que está comprometido el gobierno y el congreso

cómplice.

La algarabía de los comediantes

Los marchistas que quedan del CONISUR fueron a la Asamblea

Legislativa, donde fueron recibidos con gran alboroto por los

legisladores. Esta fiesta tiene su razón de ser; la ley de consulta va a

ser presentada como consenso con los marchistas del CONISUR. Esto

son los cuerpos del delito, cuerpos que son como la legitimidad del

proyecto en cuestión. Se trata de un consenso entre una organización

cocalera que no habita la TCO del TIPNIS, se trata de productores y

propietarios privados de la zona de avasallamiento del parque, el

polígono siete. No se entiende qué festejan los legisladores, tampoco

se entiende que este consenso haya resuelto el problema y el conflicto

del TIPNIS. Dejaron de lado la ley corta, el reglamento, también a las

organizaciones indígenas de tierras bajas y la subcentral del TIPNIS,

que representa a las sesenta y cuatro comunidades del territorio y

parque Isiboro-Sécure. ¿Hay algo que festejar? Favorecen a los

avasalladores del parque y descartan a los dueños del territorio. ¿Es

este un consenso? ¿Dé que hablan los legisladores y su presidente del

congreso cuando mencionan con aire de satisfacción la palabra

consenso? ¿Qué consenso? No hay consenso con las naciones y pueblos

indígenas originarios, no hay consenso con las organizaciones matrices

de los pueblos indígenas, no hay consenso con el pueblo boliviano que

Page 164: La guerra de la madre tierra

164

apoyó la VIII marcha y la defensa del TIPNIS. ¿Qué creen estos

legisladores y el gobierno? ¿Qué resuelven algo con este teatro

político? No resuelven nada, no aprendieron la lección; vuelven a

vulnerar los derechos fundamentales, la Constitución, las leyes, los

derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, los derechos

de la madre tierra.

Una pregunta es pertinente a estas alturas: ¿Es un problema de vida o

muerte para el gobierno la construcción de la carretera que atravesaría

el TIPNIS? No preguntamos si es un tema estratégico para el proceso;

claro que lo es, pero en un sentido contrario a la interpretación del

gobierno. Es urgente defender la región de mayor biodiversidad y clave

en el ciclo de la reproducción del agua, es indispensable defender los

derechos de las naciones y pueblos indígenas, consagrados en la

Constitución, es primordial defender el modelo alternativo al

extractivismo y la depredación. Pero, la desesperación del gobierno

llama la atención. ¿Por qué se juega la vida en el conflicto del TIPNIS?

Incluso entendiendo que el gobierno escogió el modelo extractivista

colonial del capitalismo dependiente, que el gobierno decidió restaurar

el Estado-nación, liberal y colonial, ¿en este proyecto es tan urgente

perder la cabeza por el conflicto del TIPNIS? Ya perdieron la credibilidad

por la sañuda represión contra la VIII marcha indígena, perdieron la

orientación y el valor ético al develar descarnadamente su utilización

discursiva de la defensa de la madre tierra en su desenvuelta práctica

y política extractivista y depredadora. ¿Por qué arriesgan tanto? No

resolvieron problemas mayúsculos económicos, la producción de

carburantes, la industrialización de los hidrocarburos, la explotación e

industrialización del Mutún, siguen dominando en la minería las

empresas trasnacionales; ¿Por qué no dedicar mas bien su compulsión

política por resolver estos problemas? Incluso dentro de su perspectiva

nacionalista y restauradora. No se entiende. Faltan variables para

entender este contrasentido. ¿Será que es una obsesión, un capricho

político al que te lleva ciegamente la confrontación? ¿O son factores

que desconocemos pues conforman las regiones oscuras y opacas de

las relaciones paralelas, de las políticas paralelas, de las relaciones de

poder vinculadas a la economía política del chantaje?

Ya les dijo un asesor del CIDOB, Plácido Semo, ¿si están tan

interesados en hacer una consulta extemporánea, por que no anulan

los contratos con OAS? Un mínimo de honestidad en todo este montaje

sórdido. No la hay. ¿Qué es lo que no se transparente en todo este

juego perverso en torno a un territorio indígena y parque? Lo que se

Page 165: La guerra de la madre tierra

165

nota en toda esta historia, desde el periodo de los primeros

avasallamientos, es que hay un peculiar interés en las organizaciones

cocaleras y sus afiliados en ampliar la frontera agrícola avanzando

sobre los parques y territorios indígenas. Se puede deducir que el

gobierno tiene un compromiso insoslayable con su núcleo duro de

apoyo. Empero esto es complicado, pues el cumplimiento de la

demanda cocalera es inconstitucional y avasalladora, atentando contra

los derechos de los pueblos indígenas, la Constitución y la madre tierra.

Tiene un costo político grande, pues induce directamente al

enfrentamiento con las organizaciones indígenas, organizaciones

sociales y pueblo boliviano, como se evidenció en el conflicto del

TIPNIS. ¿Vale arriesgar tanto por cubrir los intereses de un sector de

la sociedad, el de los cocaleros excedentarios?

Lo otros factores que salieron a flote tienen que ver con su cómplice

relación con la empresa constructora OAS, el gobierno brasilero y el

Banco de Desarrollo del Brasil. No se escatimaron medios para fines

nunca aclarados, a no ser que se crea ese discurso desgastado del

desarrollo, muy parecido a los discursos asistenciales del Cuerpo de

Paz. Se transgredieron normas de contratación de bienes y servicios,

fuera de violar la propia Constitución, se llegó a usar todos los medios

de presión para seguir adelante, incluyendo una espantosa represión a

la VIII marcha. ¿Por qué se hace esto? ¿No se miden las

consecuencias? ¿Los compromisos son demasiado grandes que ya no

se puede retroceder? Estas preguntas no se pueden resolver sin

recurrir a una hipótesis interpretativa, la hipótesis de la presencia

gravitante del diagrama de poder de la corrupción.

En la historia fatídica de las relaciones entre empresas trasnacionales

y gobiernos aparece este ámbito de relaciones corrosivas, perversas,

cuyas lógicas no se encuentran en las normas, aunque las utilicen.

Sobreprecios, sobrevaluaciones, circuitos indebidos de dinero,

adelantos, porcentajes de participación, dobles contabilidades,

circuitos de influencia, comprometiendo a altos funcionarios, grandes

negociados, como se dice. Este tema siempre fue objeto de acusación

en otros gobiernos; lo sintomático es que vuelva a serlo ahora en este

gobierno, que supuestamente lucha contra la corrupción. Las

anécdotas alrededor del tema de la carretera que atraviesa el TIPNIS

son alarmantes; se tiene el convenio con el gobierno brasilero ya el

2008, en un encuentro entre presidentes. Los arreglos ya venían desde

hace cuatro años. Empero la anécdota más exuberante es la súbita

llegada del expresidente de Brasil Lula da Silva a Santa Cruz para una

Page 166: La guerra de la madre tierra

166

reunión financiada por OAS, donde se reunieron el gobierno, el

presidente de Bolivia, el expresidente de Brasil, con la CAINCO y los

dirigentes de las “trillizas”, las organizaciones campesinas, en pleno

conflicto del TIPNIS. Ya ni se guardan las apariencias. Se pueden seguir

con las anécdotas, incluyendo a otras empresas constructoras

brasileras que han incumplido con sus compromisos y se las ha

exonerado de toda responsabilidad, incluyendo la devolución de las

boletas de garantía. Pero no vamos a seguir adelante; lo que interesa

es lo que muestran sintomáticamente estas anécdotas. Son

estrechamente intimas estas relaciones con las empresas aludidas que

juegan como relaciones de poder condicionante en las decisiones

políticas. Por eso, la pregunta sobre quién gobierna es fundamental en

el análisis de coyuntura.

Ciertamente todo proceso conlleva en sus entrañas contradicciones que

estallan en determinados momentos; esto ha pasado también con este

proceso de cambio. Empero lo que llama la atención es la rapidez con

la que se ha presentado la crisis en el proceso, sobre todo la

restauración de redes y estructuras ligadas a la economía política del

chantaje, el mundo paralelo. La rapidez con la que se ha extendido. ¿El

gobierno era tan vulnerable ante estos circuitos alternativos y

deformantes? Tal parece que sí. Y esto se puede explicar por la

desintonía entre las gestiones de gobierno (2006-2012) y la etapa de

las luchas sociales (2000-2005). El gobierno es producto de las

elecciones, no directamente de las insurrecciones y movilizaciones

desplegadas en el periodo de luchas. Entonces tenemos un gobierno

que se crea un discurso de vinculación con esta etapa, que no

corresponde a la realidad; se trata de un mito de legitimación, el

gobierno de los movimientos sociales. Empero este discurso no

sustituye a la potencia social, lo suplanta. El gobierno no cree en los

objetivos trazados por las luchas sociales, la Agenda de Octubre, es

más, cree haberlos cumplido, menos cree en una Constitución

descolonizadora que abole el Estado-nación y abre e horizonte del

Estado plurinacional comunitario y autonómico. Entonces era de

esperar que el contingente gubernamental caiga rendido a la seducción

de las relaciones y estructuras paralelas.

Es en este contexto que debemos descifrar esa forzada ley de consulta

de la Asamblea Legislativa, es en este cuadro que debemos decodificar

los contrasentidos de las actuaciones del legislativo, consensuar con

los cocaleros y no con los indígenas del TIPNIS, pretender sacar una

consulta extemporánea sin anular los contratos y los convenios con

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167

OAS, pretender abrogar la ley corta, a pesar de que la promulgó a

pocos días. Es también en este escenario que debemos entender la

algarabía de los legisladores.

La versión de la presidenta del Senado

¿La ley de consulta extemporánea y extractivista no viola la

Constitución? ¿Ha entendido la Constitución la presidenta del senado?

¿Sabe lo que significa el artículo dos que reconoce el auto-gobierno y

la libre determinación, la consolidación de sus territorios a los pueblos

indígenas? ¿Se ha detenido a pensar sobre los derechos indígenas

consagrados en la constitución? ¿Tiene idea lo que es el vivir bien,

como modelo alternativo al capitalismo a la modernidad y al desarrollo?

¿Entiende que la constitución protege a los territorios indígenas y

parques? ¿Se ha puesto a pensar lo que exige la construcción del

Estado plurinacional comunitario y autonómico? Sobre todo se observa

que no entiende lo que quiere decir consulta previa libre e informada.

Se ve que no. No les interesa entender. El poder ha tomado a toda esta

gente, ha tomado sus cabezas, que ahora sirve sólo para justificar lo

que hace el gobierno, comprometido con un proyecto extractivista

colonial del capitalismo dependiente.

Las versiones triunfalistas de los senadores

No es una consulta es una imposición, es un dispositivo para imponer

la construcción de la carretera. Ese es el interés, no los derechos de

las naciones y pueblos indígenas. La desfachatez de un senador de

Cochabamba llega a extremos. ¡Veinte kilómetros nada más! En esta

desfachatez se muestra todo el desprecio a los pueblos indígenas, a

sus territorios y a sus derechos. En toda esta aseveración desmedida

e incomprensible, pues es totalmente falsa, se nota la apreciación que

tienen de la madre tierra. Lo único que les interesa es ampliar la

frontera agrícola y plantar coca excedentaria. Tampoco les interesa

saber si el gobierno ha comprometido la soberanía del país con su

compromiso con el gobierno brasilero y la empresa corrupta OAS. Esto

no entra en sus cabezas. Además creen que se ha luchado durante seis

años (2000-2006) para que los cocaleros sean ricos. Esa es la imagen

que tienen del proceso.

Page 168: La guerra de la madre tierra

168

Para eso son buenos, para aprobar leyes inconstitucionales, en contra

de las naciones y pueblos indígenas, en contra de los territorios

indígenas y parques, en contra de la madre tierra. Son buenos para

restaurar el Estado-nación, liberal y colonial. Son buenos para ampliar

la frontera agrícola en beneficio del mercado lícito e ilícito. Son buenos

para ser los mejores servidores de los intereses de las empresas

trasnacionales, de hidrocarburos, de la minería y de la construcción.

A todas luces, se trata de una consulta extemporánea, que contraviene

la Constitución y los convenios internacionales, además de in-consulta

y extractivistas; la consulta misma pretende ser controlada por el

mismo gobierno. La desesperación gubernamental ha llegado lejos; ha

desconocido la ley 180, aprobada por la Asamblea y promulgada por el

mismo presidente. No hay rubor en abrogarla un poco después con una

ley de consulta, sin anular los contratos con OAS y dar vuelta atrás en

los dos tramos comenzados de la carretera. Toda una historia de

contradicciones y de abusos en torno al TIPNIS muestran el lado oscuro

del conflicto, los compromisos del gobierno con la ampliación de la

frontera agrícola para el monocultivo excedentario de la hoja de coca,

los compromisos del gobierno con la burguesía agrícola y los nuevos

ricos en la expansión de la frontera agrícola y sobre todo los

compromisos del gobierno con la empresa corrupta de OAS.

Los sustentos de la maniobra

Este hecho, la de que el CONISUR representa a los cocaleros, tanto

colonizadores e indígenas del polígono siete, es una demostración clara

sobre cuáles son bases sobre las que se ha montado la maniobra del

gobierno en lo que respecta a la marcha del CONISUR. Creyendo poder

desinformar a la opinión pública haciendo creer que los del CONISUR

son parte de la TCO del TIPNIS, cuando no lo son, forman parte del

polígono siete, de la zona de avasallamientos, que cuenta con títulos

individuales y sus propietarios están afiliados a las federaciones

cocaleras. La política del gobierno se basa en una trama de engaños,

que pretenden ser astucias, y no llegan a ser sino conductas sinuosas.

Gente ajena al TIPNIS pretende decidir el destino de los que habitan la

TCO del territorio indígena y parque. Ahora cínicamente, la asamblea

legislativa ha elaborado una ley de consulta extemporánea, con el

objeto de anular la ley 80, conquista de la VIII marcha y del pueblo

boliviano que apoyó la defensa del TIPNIS. Ley de consulta que ya ha

sido aprobada por la Asamblea Legislativa.

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169

Personeros del gobierno dicen que sean los habitantes del TIPNIS los

que decidan en una consulta si pasa o no pasa la carretera, sobre si se

aplica o no la intangibilidad. Cuando se tiene aprobada la ley 180,

cuando se ha acordado el reglamento que aclara el sentido de la

intangibilidad. Basados en una marcha de los cocaleros del CONISUR y

gente de la COR de San Ignacio de Moxos, que no pertenecen al

TIPNIS. Todo esto muestra la inclinación a la improvisación, pero

también a forzar las cosas. Hacer las cosas a empellones. No

consultaron a las organizaciones matrices indígenas en la elaboración

de la ley de consulta, consultaron a los caciques del CONISUR. Estos

exabruptos no afectan para nada, no les incomoda, a personajes

indolentes, que les da lo mismo decir una cosa u otra, contradecir

ahora lo que dijeron ayer. No importa. Lo que importa es hacer las

cosas de acuerdo a las órdenes, refugiarse en los microclimas de

complicidad, donde todo vale. Se protegen entre ellos, se auto-

convencen de sus propias insostenibles argumentaciones. Están con la

mayoría parlamentaria y eso es lo que cuenta, están con la fuerza y

eso es lo que vale.

¿Cuál es el problema de fondo en este tema de la consulta y por qué

no se puede aceptar un argumento que parece convincente de que al

final decidan las comunidades del TIPNIS? Primero, están anulando la

ley 180, que defiende al TIPNIS e impide que la carretera atraviese el

territorio y parque; segundo, que es una consulta extemporánea, sin

que el gobierno haya anulado el contrato con OAS y desconocido los

avances de los tramos I y III de la carretera, que es lo que debería

hacer en una demostración de mínima honestidad con lo que dice

hacer; tercero, un gobierno que no tiene ni palabra ni ley, que no

cumple, que no tiene ética y moral, no puede sostener nada de su

proyecto de ley de consulta, esta llevando nuevamente a un conflicto

de magnitud, sin importarle las consecuencias, sin haber aprendido

ninguna de las lecciones del inmediato pasado; cuarto, ya no se puede

ocultar el compromiso con OAS, el peligroso avance de los cocaleros

excedentarios en territorios indígenas y parques, los compromisos no

solamente con la trasnacional de la construcción sino con las

trasnacionales del petróleo, tampoco se puede esconder el impacto

ambiental, reconocido en un estudio que el propio gobierno ha

mandado a hacer y ahora olvida. Como si no fuera poco, fueron los

propios senadores quienes se encargaron de decir que se trataba de

construir la carretera, en plena algarabía de comediantes cuando se

presentaba el proyecto de ley de consulta. No hay donde perderse. No

se puede aceptar esta impudorosa maniobra. Se debe poner coto al

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170

manoseo y manipuleo del gobierno, se deben tomar las cosas en serio

y reconducir un proceso que marcha al abismo.

Versión del presidente

Dice que la ley de consulta extemporánea y extractivista cumple con

la Constitución. ¿Cómo puede llegar aseverar semejante cosa? ¿No

sabe acaso que la Constitución, los convenios internacionales y las

leyes contravienen plenamente la inconstitucional ley de consulta que

acaban de aprobar? Estos dispositivos legales, su espíritu, su filosofía,

defienden los territorios indígenas, la madre tierra, el vivir bien, la

consulta previa libre e informada, anterior a cualquier inicio de

proyecto que atente contra sus derechos, apuntan a un modelo

civilizatorio alternativo al capitalismo, a la modernidad y el desarrollo.

Si el presidente no conoce la constitución estamos perdidos. El que no

cumple con la Constitución es el presidente, no construye el Estado

plurinacional comunitario y autonómico, como la Constitución manda;

restaura el Estado-nación, liberal y colonial. No orienta la economía al

modelo alternativo propuesto por la Constitución, sino opta por el

modelo extractivista colonial del capitalismo dependiente, siguiendo la

ruta de los conquistadores, colonialistas, las castas dominantes de la

república. No orienta una transformación integral en el sentido de la

transición civilizatoria del vivir bien, prefiere repetir los vicios de la

modernidad capitalista en las sociedades periféricas del sistema-

mundo. Lo que se ha hecho es solamente una suplantación y una

hipóstasis; se ha suplantado a los movimientos sociales por un

mecanismo electoral y una compulsión electorera, se ha sustituido la

Constitución por la desvergonzada práctica de sumisión a las empresas

trasnacionales y dejándose llevar, como en todas las épocas anteriores,

por el diagrama de poder de la corrupción. Ahora se anula sin ningún

pudor la ley 180 en defensa del TIPNIS y se la sustituye por una ley de

consulta extemporánea, sin anular los contratos con OAS y los tramos

avanzados de la carretera. Se ha atravesado los límites mismos del

cinismo, se tiene el descaro de creer que se hace creer a la gente las

insostenibles justificaciones de tamaña violencia estatal.

No puede ser que tengamos un presidente que no tenga ley ni palabra,

que no cumpla con las naciones y pueblos indígenas, con la VIII marcha

indígena, después de haberles pedido perdón por la represión, en cuya

orden estuvo involucrado junto con el autor intelectual del terror

jacobino criollo-mestizo. No puede ser que tengamos un presidente

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171

que en los foros internacionales, durante el proceso constituyente,

hasta la contra-cumbre de Tiquipaya haya hablado de la defensa de los

derechos de la madre tierra; era sólo un discurso para impresionar en

los foros, para ganar fama y nada más. No tiene vocación de defensor

de la madre tierra, tiene vocación extractivista y desforestadora,

impulso tanático (de muerte) correspondiente a toda élite gobernante

republicana del Estado-nación subalterno. No podemos tener un

presidente que impulsa la anulación de la ley corta en defensa del

TIPNIS, inmediatamente después de haberla promulgado. No hay ética

ni moral en esta acción. Menos podemos tener un presidente que dice

que se trata de una ley de consulta que cumple con la Constitución,

cuando todo el mundo sabe que se trata de una consulta

extemporánea, con todos los contratos suscritos con OAS, con los

tramos I y III avanzados, sin que estos se hayan anulado. Es una nueva

violación a la Constitución, a los convenios internacionales, a los

derechos indígenas y a los derechos de la madre tierra.

Page 172: La guerra de la madre tierra

172

Un Estado de excepción

Estado de excepción

El Estado de excepción es el que suspende los derechos, incluso los

fundamentales. Ciertamente la medida de excepción la toman los

gobiernos en momentos de emergencia y de crisis, sobre todo cuando

ésta se encuentra en sus momentos más candentes. El justificativo casi

siempre es la seguridad del Estado contra la subversión. Empero

también se interpreta la excepción como el origen instituyente del

Estado; el Estado nace en la excepción misma, se construye sobre la

base de esta suspensión de los derechos, sean adquiridos o naturales.

El Estado emerge ante una sociedad que se supone disgregada y en

conflicto. El Estado se propone como el unificador y como la unificación

misma, como si fuese la síntesis misma de la sociedad, aunque esta

síntesis expropie y anule la libertad social. Hay pues una violencia

inicial en la matriz del Estado y también en la ley, además de que

cuentan, el Estado y la ley, con la posibilidad de recurrir a la fuerza

para hacer cumplir la ley y hacer respetar la existencia del Estado.

La excepción es la que confirma la regla; la regla es precisamente el

cumplimiento duradero de esta excepción. El monopolio de la violencia,

el monopolio de la verdad, el monopolio de la representación,

confirman esta perdurabilidad de la excepción misma, llevada a la

práctica en todos los terrenos de la estatalización. El Estado existe en

un permanente enfrentamiento con la sociedad, a la que considera

como la cuna de los múltiples desbordes, de las plurales

transgresiones. La existencia de la sociedad es un peligro constante

para el Estado. Lo paradójico es que el Estado requiere de la sociedad

para existir, se alimenta de las energías sociales, aunque las absorbe

y las desvía en beneficio propio, debilitando las iniciativas sociales. Por

su parte, la sociedad se defiende, se expande, se potencia,

arrancándole al Estado la ampliación de sus derechos y obteniendo

conquistas sociales, políticas, económicas, culturales. La sociedad

existe cuestionando la propia excepción, raíz del Estado mismo.

Los conflictos manifiestan esta lucha profunda, esta contradicción

desgarradora, esta pugna por los derechos, por parte de la sociedad,

y esta búsqueda insaciable por consolidar el poder, por parte del

Estado; lucha por la emancipación, por un lado, lucha por la

legitimación, por otro lado. Este combate puede tener periodos de paz,

empero se trata de la guerra en la filigrana de la paz. La tensión latente

emerge con fuerza en momentos de crisis; la crisis empuja el volcán

Page 173: La guerra de la madre tierra

173

latente a emerger. Las crisis se dan cuando se rompe el inestable

equilibrio, cuando los ciclos culminan su recorrido, cuando se rompen

pactos, cuando se rompen acuerdos, cuando se suspenden los

derechos vulnerándolos.

El Estado tiene también sus ciclos, mas bien su genealogía; no es el

mismo Estado en distintos periodos, en diferentes épocas; incluso ha

sido destruido por revoluciones. Empero parece resurgir de sus propias

cenizas. Estas revoluciones no sustituyeron al Estado por otra cosa,

por una asociación libre de productores, por la comunidad, que pone

en cuestión la apropiación privada de lo común, también la apropiación

pública de lo común. Ante un Estado que defiende la propiedad privada,

el Estado que defiende lo público no es la alternativa, pues es la otra

cara de la medalla. Lo alterativo, lo distinto, la diferencia histórica y

política radica en la comunidad, en la defensa de lo común por parte

de las asociaciones sociales.

Lo común está en todas partes, es parte de las bondades de la madre

tierra, de las fuerzas integrantes del caosmosis; esta en los ciclos

vitales del agua, del aire, de los suelos, de los bosques, de la

multifacética vida. La expansión de lo privado atenta contra lo común,

la expansión de lo público atenta contra lo común. Se oponen a lo

común pues se mueve en la espontanea participación de la

complementariedad de los ciclos, donde no es posible una valorización

económica, tampoco una valorización política.

El enfrentamiento del Estado-nación con las comunidades indígenas

radica en esta profunda confrontación, en esta contradicción entre lo

común y la apropiación privada-pública. El Estado-nación no concibe

que los bosques no sean destruidos en aras del desarrollo, no concibe

que las comunidades cohabiten armónicamente con los seres y ciclos

vitales de los nichos ecológicos. Para el Estado-nación, la naturaleza es

el campo de objetos que se tiene dominar en beneficio del desarrollo.

Los únicos derechos que acepta de agrado son los derechos de la

propiedad privada y los derechos públicos, no acepta los derechos

comunitarios, aunque se los impongan las luchas sociales. Pueden

quedar como enunciados, pero no para cumplirlos.

La confrontación en los territorios indígenas expresa estas profundas

contradicciones. Los derechos de las naciones y pueblos indígenas han

sido constitucionalizados por causa de luchas sociales anticoloniales y

descolonizadoras. Empero el Estado-nación no puede cumplirlos, pues

estos derechos cuestionan, por así decirlo, su esencia, pública y

Page 174: La guerra de la madre tierra

174

privada. Esta es la razón que la Constitución estableció la

transformación pluralista del Estado, es decir la demolición del Estado-

nación en todos sus niveles y planos, para construir una transición

civilizatoria configurada políticamente en el Estado plurinacional

comunitario y autonómico. El Estado-nación no puede aceptar esta

transición, no puede aceptar su propia demolición. Para impedirlo tiene

varios recursos, uno de ellos es la violencia, otro es la restauración,

pero también puede optar por la simulación. Hacer creer que se inviste

de Estado plurinacional, puede cambiar nombres, pero mantener sus

mismas instituciones. Puede hablar a nombre del Estado plurinacional,

pero sin hacer nada efectivamente por encaminarse al pluralismo

institucional. Puede permitir la ficción en el discurso, pero no puede

permitir traspasar los límites discursivos, no puede realizar el Estado

plurinacional. Solo las multitudes podrían hacerlo, solo las naciones y

pueblos indígenas podrían hacerlo, solo el proletariado nómada podría

hacerlo. El Estado plurinacional comunitario y autonómico será

producto de una movilización general perdurable.

Page 175: La guerra de la madre tierra

175

Análisis del PROYECTO DE LEY DE CONSULTA A LOS PUEBLOS

INDÍGENAS DEL TERRITORIO INDÍGENA Y PARQUE NACIONAL

ISIBORO SÉCURE – TIPNIS

La ley parte de un artículo que no puede sostenerse, dice que el objeto

de la ley es convocar a la Consulta Previa Libre e Informada;

textualmente se expresa así:

La presente ley tiene por objeto convocar al proceso de Consulta Previa

Libre e Informada a los pueblos indígenas del Territorio Indígena y

Parque Nacional Isiboro Sécure – TIPNIS, y establecer el contenido de

este proceso y sus procedimientos.

¿Cómo pueden sostener que se trata de una consulta previa sin haber

anulado el contrato con OAS? ¿Cómo se puede tener cara para escribir

esto y aprobarlo cuando todo el mundo sabe que el convenio y el

contrato se acordaron el 2008, que el tramo I y el tramo III ya

comenzaron a efectuarse, que el tramo II forma parte continua de

estos tramos, que hicieron tres tramos para eludir precisamente la

obligación de la Consulta Previa Libre e informada a los pueblos

indígenas que habitan la TCO del TIPNIS? ¿Cómo se puede seguir

afirmando esto cuando se sabe que fue aprobado el préstamo del

Banco de Desarrollo del Brasil para el financiamiento de la carretera?

Todo contrasta y falsea el discurso gubernamental y de los

legisladores. No puede sostenerse el primer artículo del proyecto de

ley. Menos aun cuando se tiene una ley corta y su reglamento que

defienden el TIPNIS. Estas incongruencias matan de inicio no sólo la

lógica del proyecto, sino también su legitimidad y por lo tanto su

legalidad.

El artículo 2 es sencillamente descriptivo, hace un recuento de la

normativa antecedente. Empero es solamente eso, describe la norma

anterior sin tomar consciencia de que entra en flagrante contradicción

con toda esta normativa. Hablamos de que el derecho de las naciones

y pueblos indígena originario campesinos a ser consultados está

establecido en numeral 15, parágrafo II, del artículo 30 y en el artículo

352 de la Constitución Política del Estado, en la Ley Nº 1257 de 11 de

Page 176: La guerra de la madre tierra

176

julio de 1991 (Convenio 169 de la Organización Internacional del

Trabajo – OIT) y en la Ley Nº 3760 de 7 de noviembre de 2007

(Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos

Indígenas). Obviamente no menciona como antecedente la Ley corta,

aprobada por el Congreso y promulgada por el presidente. El numeral

15 del capítulo 4, de la sección II, del Título II sobre los Derechos

fundamentales establecidos en la Constitución, dice claramente cada

vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles

de afectarles. Esto ya ocurrió hace cuatro años y los diseñadores del

proyecto, los legisladores de mayoría, no se inmuta, continúan como

si la realidad fuera cambiable a gusto de sus delirios y compulsiones.

Toda la filosofía, la estructura, la composición y el sentido del texto del

Convenio 169 de la OIT entra en total desaprobación de su proyecto

de ley de consulta extemporánea. Mucho más si hablamos de la

Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos

indígenas. Pero, los legisladores no se avergüenzan de citar estos

convenios, como si no se dieran cuenta, de las abismales

contradicciones entre estos convenios y su proyecto de consulta

posterior. Sin embargo, no hay que asombrarse de estos

comportamientos, pues ya estamos en la etapa no sólo de la paranoia

del poder de gobernantes y legisladores, sino de la total enajenación.

Ya confundieron la realidad con sus propios discursos y viciosas

justificaciones.

En relación de lo que acabamos de decir hay que hacer notar que el

espíritu de estas normas citadas, que hacen de antecedente a la ley de

consulta, están enfocadas a defender los derechos de los pueblos

indígenas, el derecho al autogobierno, el derecho al territorio, a la

autonomía, al ejercicio de sus gestiones de acuerdo a normas y

procedimientos propio y respetando sus instituciones. También

obviamente estas normas defiende el derecho a la consulta libre previa

e informada de parte de los pueblos indígenas. ¿Cuál es la relación

entre los anteriores derechos y el derecho a la consulta? Ciertamente

no pueden ser contradictorios, no es pensable una consulta que atente

contra los derechos mencionados, por ejemplo una consulta que afecte

a sus territorios, su autonomía, su autogobierno, sus instituciones, sus

formas de gestión. Estos es impensable. Pero precisamente este

impensable ha sido establecido en la ley de consulta del gobierno, se

quiere una consulta, que además de ser extemporánea, atente contra

sus territorios y derechos, en nombre nada menos que de la ilusión del

Page 177: La guerra de la madre tierra

177

desarrollo. Esta atroz contradicción ha sido aprobada por el Congreso

y seguramente pretende ser promulgada por el presidente.

El Artículo 3 que trata del ámbito de la Consulta Previa Libre e

Informada, define el alcance de la ley e identifica a Mojeño-Trinitarias,

Chimanes y Yuracarés que habitan el territorio indígena y parque

Isiboro-Sécure, a quienes se va aplicar la consulta. Llama la atención

que son precisamente estos pueblos con los que no se ha acordado el

proyecto de ley; el proyecto se acordó con los del CONISUR, cocaleros

e indígenas, de por lo menos las comunidades incorporadas y

absorbidas en el avasallamiento cocalero, zona que ahora es definida

como del polígono 7. Estos indígenas también son cocaleros y

propietarios privados afilados a las federaciones cocaleras. Se acuerda

el proyecto de ley con los que no habitan la TCO del TIPNIS. ¿Cómo se

entiende esto? Es ya un mapa de contrasentidos, sinsentidos y

contradicciones. ¿Cómo se puede sostener un proyecto de ley así? No

se puede sostener lógicamente sino sólo en el imaginario paranoico de

legisladores y gobernantes, sólo se puede sostener por la violencia

desmesurada del Estado.

Uno de los artículos más importantes es el cuarto, el relativo a la

finalidad del proyecto. Vamos a detenernos en éste para analizar su

escritura y normativa. El artículo en cuestión se expresa así:

Lograr un acuerdo entre el Estado Plurinacional de Bolivia y los pueblos

indígena originario campesinos Mojeño-Trinitario, Chimane y Yuracaré

sobre los siguientes asuntos:

Definir si el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure

(TIPNIS) debe ser zona intangible o no para viabilizar el desarrollo de

las actividades de los pueblos indígenas Mojeño-Trinitario, Chimane y

Yuracaré, así como la construcción de la Carretera Villa Tunari - San

Ignacio de Moxos.

Page 178: La guerra de la madre tierra

178

Establecer las medidas de salvaguarda para la protección del Territorio

Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure – TIPNIS, así como las

destinadas a la prohibición y desalojo inmediato de asentamientos

ilegales dentro de la línea demarcatoria del TIPNIS;

Volvemos otra vez al descaro de la exposición cuando dice lograr un

acuerdo entre el Estado y los pueblos indígenas, precisamente los

pueblos que no han participado y no han sido consultados en la

elaboración de la ley; sus organizaciones matriciales han sido

excluidas, estigmatizadas y reprimidas. Cómo se puede llegar a esta

ironía macabra. En la historia se han dado esta clase de escenas donde

la victima tenía que soportar no solo escarnio sino la propaganda de

que hay acuerdo de la victima. ¡Sado-masoquismo! En los campos de

concentración se ponía música clásica mientras se llevaba a los

condenados a la cámara de gas. Los campos de concentración japonesa

en la guerra de ocupación de la China continental se nombraban como

“Paraísos”. Podemos seguir, no es la primera vez que este humor negro

sale como parte del talento oscuro de los dominadores y verdugos.

Pero continuemos, el núcleo del tema de la ley es la intangibilidad. La

ley 180, la ley corta en defensa del TIPNIS, declara al territorio y

parque como territorio intangible. El vicepresidente se apresuró a

interpretar el sentido de lo intangible de una manera metafísica como

intocable, como si fuera un territorio inmaculado. ¿De dónde sacó esto?

No hay ningún antecedente al respecto en la normativa sobre lo

intangible. ¿Qué clase de interpretación es esta? Habla más del

intérprete que de la propia correcta interpretación, habla más de la

psicología del intérprete que del objeto de la interpretación. ¿Algo

intocable? Lo único intocable son los fantasmas, en este caso los

fantasmas del vicepresidente. No existe ese territorio metafísico; todos

los eco-sistemas son tocables, los componentes de los nichos

ecológicos se tocan, los habitantes del territorio indígena se tocan. En

la jurisprudencia lo intangible es para proteger a los pueblos indígenas

de agentes depredadores y extractivistas. De eso se trata. Después de

esta interpretación que puede entrar al anecdotario de la intrepidez

descabellada, vienen las jocosas demostraciones de personeros del

gobierno y también de legisladores de que el TIPNIS no había sido

virgen. ¿Qué quieren decir con esto? ¡Descubrimiento de la pólvora! La

Amazonia estaba habitada por cientos de pueblos, los que consideraron

virgen a la amazonia fueron los censos de la republica de 1900 y 1950,

Page 179: La guerra de la madre tierra

179

haciendo desaparecer por arte de magia a los pueblos amazónicos.

Esto forma parte del imaginario criollo y mestizo de los siglos XVIII,

XIX y parte del XX, que no considera persona al indígena, tampoco

pueblo, menos habitantes en condiciones de reproducción social. Otra

forma de hacerlos desaparecer era llamarlos salvajes, cosa que volvió

a hacer el dirigente máximo de la CSUTCB. El objetivo de este jocoso

esfuerzo de los funcionarios era descalificar a los proyectos

comunitarios del TIPNIS. Recurrieron a la técnica de la desinformación

para estigmatizar los proyectos de turismo ecológico. El argumento

usado es que era para millonarios. ¿Qué clase de personas son las que

elucubran semejantes argumentos? Lo que se nota en todo esto es que

el gobierno y los legisladores se encuentran entrampados en una

guerra a muerte contra las naciones y pueblos indígenas originarios,

contra sus derechos consagrados en la Constitución, contra los

derechos de la madre tierra y contra la Constitución. No saben que

hacer para encubrir este velado proyecto, que probablemente de una

manera no-consiente llevan adelante al optar por el modelo

extractivista colonial del capitalismo dependiente. La intención es clara

cuando se dice:

Definir si el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure

(TIPNIS) debe ser zona intangible o no para viabilizar el desarrollo de

las actividades de los pueblos indígenas Mojeño-Trinitario, Chimane y

Yuracaré, así como la construcción de la Carretera Villa Tunari - San

Ignacio de Moxos.

Es posible que crean que todo lo que han hecho es un acto de astucia,

sobre todo los diseñadores intelectuales del proyecto. Primero haber

introducido en la ley corta la palabra intangible; segundo poner en

apuros a las organizaciones indígenas con este término, a pesar de que

se acordó un reglamento aclaratorio; tercero montar una marcha

cocalera como si fuese de los indígenas de la TCO del TIPNIS, cuando

era del polígono siete, que no forma parte de la TCO; cuarto hacer un

proyecto de ley donde dicen que se resuelve el conflicto, cuando lo

único que hacen es atizar nuevamente el fuego. En el mismo texto se

introduce la pregunta sobre la carretera Villa Tunari-San Ignacio de

Moxos. Es esto lo que se quiere; este es el oscuro objeto del deseo,

tanto por cocaleros, por el gobierno, por OAS y el gobierno brasilero.

Este es el objetivo. ¿Es astuta esta estrategia? Podemos decir que es

Page 180: La guerra de la madre tierra

180

sinuosa; para ser astuta debe controlar todas las variables, pero no lo

hace, le falta contexto. Más se parece a una treta forzada cuyas

consecuencias son incontrolables.

La ironía brutal continúa en el segundo párrafo:

Establecer las medidas de salvaguarda para la protección del Territorio

Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure – TIPNIS, así como las

destinadas a la prohibición y desalojo inmediato de asentamientos

ilegales dentro de la línea demarcatoria del TIPNIS;

Habla de salvaguarda, de protección, de prohibición, de desalojo

inmediato, cuando es el mismo gobierno el que se ha comprometido

con una carretera depredadora, con una empresa de la construcción

corrupta, con los cocaleros que avasallan, depredan y plantan coca.

¿Cómo se puede sostener esto sin ruborizarse? Se ha llegado al colmo

del cinismo. Se trata de una inversión imaginaria de la relación

verdugo-victima. Es como decir, traduciendo el delirio imaginario, “yo,

depredador, digo que la construcción de la carretera, es lo mejor para

salvaguardar y proteger el territorio y parque”. Lo increíble que esta

inversión imaginaria auto-convenza a los diseñadores del proyecto, a

los gobernantes y legisladores. Es la algarabía de los comediantes.

El Artículo 5 trata de los sujetos del derecho a ser consultados, vuelve

a mencionar los pueblos que habitan el TIPNIS. Lo irónico es que

precisamente se trata de los sujetos a los que se les ha quitado todo

derecho a decidir, primero aprobando el contrato con mucha

antelación, comenzando la construcción de la carretera en dos tramos,

reprimiendo su marcha, desconociendo la ley conquistada, ahora

imponiéndoles una consulta inconsulta que busca viabilizar a como de

lugar la carretera depredadora en beneficio de las empresas

trasnacionales y los cocaleros.

El artículo 6, trata de las obligaciones de los Órganos del Estado

Plurinacional de Bolivia, encarga al Órgano Ejecutivo, a través del

Page 181: La guerra de la madre tierra

181

Ministerio de Agua y Medio Ambiente y el Ministerio de Obras Públicas,

en coordinación con las comunidades Mojeño-Trinitarias, Chimanes y

Yuracarés, de llevar adelante el proceso de Consulta Previa Libre e

Informada. Llama la atención que se excluya a las organizaciones

matrices indígenas de esta responsabilidad. ¿Por qué desconocer la

representación indígena? ¿Qué dirían si los bolivianos desconocemos a

las representaciones y gobierno elegidos el 2009? Esta es pues una

muestra de violencia y de discriminación absoluta. Lo que sigue tiene

que ver con el financiamiento y la información. Brindar información

detallada de manera oportuna. ¿Lo es? ¿Lo será? ¿Por qué no la

brindaron antes? Todos los acuerdos opacos y velados con el gobierno

brasilero y OAS, todo el tema de las sobrevaloraciones renovadas, todo

el problema de la expansión inaudita de la economía política de la

cocaína, sigue oculta. No parece que pueda haber transparencia en las

condiciones del deterioro del gobierno a este nivel. En el numeral 4 se

dice que el Órgano Ejecutivo adoptará las medidas eficaces, en

consulta, coordinación y cooperación para combatir los prejuicios,

eliminar la discriminación y promover la tolerancia, la comprensión y

las buenas relaciones entre los pueblos indígenas, y entre ellos y todos

los demás sectores de la sociedad. ¿Por qué no adoptaron estas

medidas contra sí mismo cuando acordaron el proyecto, cuando

reprimieron sistemáticamente la VIII marcha? Tampoco lo hacen ahora

cuando imponen una ley de consulta inconsulta y depredadora, que es

más continuación de la violencia desatada contra las naciones y

pueblos indígenas originarios y la madre tierra. No se puede esperar

que lo hagan en el futuro inmediato.

El artículo 7 trata de la observación, acompañamiento e informe; el

artículo 8 trata del plazo; el artículo 9 trata de las etapas del proceso;

el artículo 10 trata del carácter de los acuerdos de la Consulta y el

artículo 11 trata de la ejecución de los acuerdos. Se encarga al Órgano

Electoral Plurinacional, a través del Servicio Intercultural de

Fortalecimiento Democrático (SIFDE), de la observación y

acompañamiento de la Consulta Previa, libre e informada,

debiéndosele informar sobre el cronograma y procedimiento

establecido para la consulta con una anticipación de 30 días. También

se invita a los organismos internacionales a ser veedores. El plazo

estipulado es de 120 días a partir de la promulgación de la ley.

Page 182: La guerra de la madre tierra

182

Las etapas del proceso comprenden la preparación de la consulta, la

instalación y desarrollo de la consulta y los resultados de la consulta.

Se dice que los acuerdos logrados en el proceso son de cumplimiento

obligatorio para el Estado y para los pueblos indígenas. Se dice que los

acuerdos logrados, en materia legislativa o administrativa, serán

ejecutados, inmediatamente después de la Consulta, por la Asamblea

Legislativa Plurinacional y por el Órgano Ejecutivo.

En las etapas del proceso, en el apartado de instalación y desarrollo de

la consulta, se vuelve a insistir en el tema de la intangibilidad del modo

siguiente:

Consideración y definición sobre si el Territorio Indígena y Parque

Nacional Isiboro Sécure – TIPNIS, es zona intangible o no, y sobre la

construcción de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos.

Con este tema de la intangibilidad, con la forma de tratar la

intangibilidad, descartando los acuerdos e interpretaciones del

reglamento de la ley 180, se elude un marco primordial, la

Constitución. En la carta magna esta el artículo dos de la Constitución

que declara el autogobierno, la libre determinación de las naciones y

pueblos indígenas, también el reconocimiento de sus instituciones y a

la consolidación de sus entidades territoriales. Con esta ley se continúa

con la violación sistemática de este artículo de la constitución. Se hace

todo lo contrario a la consolidación de sus territorios, se los destruye.

La Constitución consagra los derechos de las naciones y pueblos

indígenas, pisoteados ahora por un gobierno restaurador y

extractivista. La Constitución ratifica los convenios internacionales

como ley, la Constitución exige la consulta libre previa e informada,

cosa que no garantiza esta ley que impone una consulta

extemporánea, cuando ya el burro salió de la tranca.

En conclusión, nos encontramos ante un nuevo dispositivo normativo

inconstitucional, de la misma manera y forma como las leyes

aprobadas por la Asamblea Legislativa y promulgadas por el presidente

lo son. El gobierno, su Asamblea Legislativa, los órganos de poder que

controla, forman parte de la logística de una estrategia condicionada y

Page 183: La guerra de la madre tierra

183

determinada por relaciones y estructuras de poder, que escapan al

control del Estado por las propias limitaciones del gobierno y de la

Asamblea Legislativa. Está en curso la expansión del modelo

extractivista, esta en curso la ampliación de la frontera agrícola, en

contra de los territorios indígenas, parques y la madre tierra, esta en

curso la restauración del Estado-nación, liberal y colonial, en contra del

mandato constitucional de construir un Estado plurinacional

comunitario y autonómico. Esta es la decisión tomada; la ley de

consulta inconsulta y depredadora, además de extemporánea, es un

dispositivo más en este engranaje entreguista y extractivista.

Consideraciones sobre la Consulta y consentimiento libre e

informado

En un artículo sobre la Consulta y consentimiento previo libre e

informado, Bartolomé Clavero describe las condiciones, características

y determinaciones de la consulta en cuestión, dice que:

La consulta previa es un derecho de los pueblos indígenas que obliga

a los Estados a celebrar consultas con estos pueblos en función de

razones especiales que atañen solo a los pueblos indígenas y tribales

ya que está vinculada con el derecho a la identidad y la integridad

cultural, el derecho a conservar las propias instituciones, usos y

costumbres, el derecho al territorio y los recursos y el derecho a decidir

sus propias prioridades de desarrollo, entre otros. Asimismo la consulta

previa significa una obligación del Estado desde el momento que el

Convenio OIT-169 se ratificó y se incorporó plenamente al

ordenamiento jurídico nacional con rango constitucional. Es un deber

del Estado y un derecho de los pueblos indígenas. Es entonces un

derecho amparado por las garantías constitucionales y cuya omisión o

realización inadecuada conlleva invalidez de la norma o el acto

administrativo.

La consulta previa es un proceso previsto para hacer efectivo el

derecho a la participación de los pueblos indígenas en todos los asuntos

que puedan afectar a sus personas, a sus bienes o a sus derechos

individuales y colectivos. Se trata de una consulta independiente de

otras a los que los ciudadanos indígenas puedan tener derecho como

Page 184: La guerra de la madre tierra

184

ciudadanos (participación en consultas para estudios de impacto

ambiental, etc.). Introduce una nueva etapa en el proceso de

formación de la ley u acto administrativo y exige cambios en las normas

que regulan el funcionamiento de los diferentes poderes del Estado.

La consulta se tiene que hacer siempre en relación con el derecho de

participación. Otro principio fundamental del Convenio n. 169. Consulta

y Participación son principios fundamentales del Convenio que deben

contemplarse siempre conjuntamente. Para garantizar un proceso de

consulta acorde con el derecho internacional tenemos que realizar

dicha consulta teniendo en cuenta los siguientes principios: buena fe;

Igualdad de oportunidades; Información previa, oportuna y adecuada;

Veracidad de la información; Integralidad de los aspectos y temas a

someter bajo el proceso de consulta; Oportunidad; Participación;

Transparencia; territorialidad; autonomía y representatividad a través

de las instituciones propias; localidad y accesibilidad al lugar de

celebración de la consulta; legalidad y obligatoriedad de la consulta;

jerarquía; el principio de responsabilidad por la mala fe; y la libertad22.

Como se puede ver, la consulta y el consentimiento previo libre e

informado comprenden toda una predisposición normativa, todo un

condicionamiento de valores y de principios, que exigen a su vez

responsabilidades por parte del Estado. No sólo se trata de que sea de

cumplimiento obligatorio a los estados que han suscrito el Convenio

169 de la OIT, sino que tienen que también asumir las formas, los

contenidos y as metodologías prescritas. No se trata de improvisar

cualquier consulta, alguna que se le puede ocurrir al gobierno, sino que

debe ser riguroso en cumplir con las condiciones y características

establecidas. Los principios no están para adornar la exposición de la

consulta, sino que los principios hacen a la consulta. Si no se siguen

estos principios, no hay consulta. Entonces la consulta y

consentimiento previo libre e informado es una estructura y

composición normativa que no puede disociarse al antojo, debe

efectuarse preservando la integridad de lo que hace a la norma y al

cumplimiento de la norma. Este es el tema de fondo. Se hace una

consulta cuando se cumplen todos estos requisitos. No se trata de

22 Bartolomé Clavero: Consulta y consentimiento previo libre e informado a la luz del derecho internacional de los derechos humanos.

Page 185: La guerra de la madre tierra

185

poner un nombre, por ejemplo consulta, a una ley, para que esta sea

por arte de magia una consulta previa libre e informada. Se trata de

mantener el concepto, la estructura del concepto, en la exposición y

en la aplicación. No se ve nada de esto en el texto de la Ley de consulta

del gobierno. Se nota una evidente improvisación y desconexión con el

sentido y el concepto de la consulta y consentimiento libre previo e

informado. Una evidente desconexión con el Convenio 169 de la OIT.

Por ejemplo no cumple con ninguno de los principios establecidos en el

Convenio.

Otro aspecto importantísimo es lo que respecta al significado mismo

de lo que quiere decir consulta previa libre e informada. Bartolomé

Clavero también nos deja una clara interpretación del conjunto

significativo de la consulta; dice:

Para entender correctamente el CLPI (Consentimiento Libre Previo e

Informado) tenemos que asumir el significado de cada uno de los

elementos que la conforman: Consentimiento significa la manifestación

de un acuerdo claro y convincente, de acuerdo con las estructuras para

la toma de decisiones de los Pueblos Indígenas en cuestión, lo que

incluye los procesos tradicionales de deliberación. Estos acuerdos

deben contar con la participación plena de los líderes autorizados, los

representantes o las instituciones responsables de la toma de

decisiones que hayan determinado los mismos Pueblos Indígenas. Libre

significa la ausencia de coacción y de presiones exteriores, entre ellas

los incentivos monetarios (a menos que formen parte de un acuerdo

mutuo final) y las tácticas de "dividir para conquistar". Significa

también la ausencia de cualquier tipo de amenaza o de represalias

implícitas si la decisión final es un "no". Previo significa que se permite

tiempo suficiente para la recopilación de información y para el pleno

debate, lo que incluye la traducción a los idiomas tradicionales antes

de que se inicie el proyecto. No deberá existir ninguna presión para

tomar la decisión con prisa, ni ninguna limitación temporal. Ningún plan

o proyecto podrá comenzar antes de que este proceso haya concluido

por completo y el acuerdo se haya perfeccionado. Informado significa

la disponibilidad de toda la información relevante, en la cual se reflejan

todas las opiniones y puntos de vista, incluyendo las aportaciones de

los ancianos tradicionales, los guías espirituales, los practicantes de la

economía de subsistencia y los poseedores de conocimientos

tradicionales, con tiempo y recursos adecuados para poder considerar

la información imparcial y equilibrada acerca de los riesgos y beneficios

potenciales.

Page 186: La guerra de la madre tierra

186

Para efectuar una Consulta previa libre e informada se debe mantener

y ser consecuentes con los significados inherentes al concepto. Lo que

quieren decir consentimiento, previo, libre, informado, debe

mantenerse en la ley, en su interpretación y aplicación. En este tema

es precisamente donde se aparta abismalmente la ley de consulta del

gobierno; no hay un acuerdo claro y convincente, no hay ausencia de

coacción y de presiones exteriores, no se cumple con el requisito de

que ningún plan o proyecto podrá comenzar antes de que este proceso

haya concluido por completo y el acuerdo se haya perfeccionado, no

hay la disponibilidad de toda la información relevante incluyendo la

opinión de los guías espirituales. En otras palabras, en la ley de

consulta del gobierno se han perdido todos los significados del

consentimiento, de libre, de previo e de informado. Se han introducido

criterios al antojo de los diseñadores de esta ley, adecuadas a las

exigencias del gobierno. Esta es otra de las razones por las que no se

puede hablar de ley de consulta; no lo es. Es una ley que impone dos

preguntas, una sobre la intangibilidad y otra sobre la carretera. No es

una consulta libre previa e informada, como ejercicio del derecho de

los pueblos indígenas, tal como establece el Convenio 169; es un

cuestionario del gobierno, que hace el gobierno a los pueblos

indígenas, sin cumplir con las condiciones iniciales de una consulta. Es

un cuestionario de preguntas que le preocupan al gobierno, no a los

pueblos indígenas. No todo cuestionario es una consulta. Es esta una

de las confusiones que debe aclararse.

Existe una jurisprudencia sobre el consentimiento libre previo e

informado, uno de esos antecedentes tiene que ver con el abordaje

que hace al respecto la OIT. Bartolomé Clavero hace la referencia a

esta jurisprudencia; escribe:

Dentro de la OIT podemos destacar las observaciones de la Comisión

de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones en los

casos de Bolivia (año 2000, 2004 Y 2005) y Paraguay 2008.

Extrapolando las argumentaciones más importantes sobre el derecho

de consulta podemos decir que la consulta previa debe darse respecto

de cualquier tipo de actividad, que pudiera realizarse en territorio

indígena. La consulta es obligatoria cuando el Estado prevé realizar

actividades en tierras o territorios indígenas incluso no titulados. La

consulta debe darse antes de cualquier acto administrativo, previo a la

autorización de cualquier actividad de exploración y explotación. La

consulta previa debe ser hecha necesariamente por el Estado. La

Page 187: La guerra de la madre tierra

187

consulta constituye un proceso y no un acto informativo, con un tipo

de procedimiento y con la finalidad de llegar a un acuerdo con los

pueblos afectados. La consulta genera el establecimiento de un diálogo

genuino entre ambas partes caracterizado por la comunicación y el

entendimiento, el respeto mutuo y la buena fe, con el deseo sincero de

llegar a un acuerdo común.

La relevancia que la OIT otorga al derecho de consulta previa de los

pueblos indígenas ha generado la realización de una Observación

General sobre el Convenio No. 169 de la OIT, la cual introduce

referencias importantes al derecho de consulta previa. La Comisión que

realizó la Observación General no puede sino subrayar la importancia

que tiene garantizar el derecho de los pueblos indígenas y tribales a

decidir sus prioridades de desarrollo a través de consultas significativas

y eficaces y la participación de esos pueblos en todas las etapas del

proceso de desarrollo, especialmente cuando se debaten y deciden los

modelos y prioridades de desarrollo. En relación a las consultas, la

Comisión toma nota de dos desafíos fundamentales: Garantizar que se

realicen consultas apropiadas antes de adoptar todas las medidas

legislativas y administrativas susceptibles de afectar directamente a

pueblos indígenas y tribales; e incluir disposiciones en la legislación

que requieran consultas previas como parte del proceso en el que se

determina si se otorgarán concesiones para la explotación y

exploración de recursos naturales. La forma y el contenido de los

procedimientos y mecanismos de consulta tienen que permitir la plena

expresión - con suficiente antelación y sobre la base del entendimiento

pleno de las cuestiones planteadas - de las opiniones de los pueblos

interesados a fin de que puedan influir en los resultados y se pueda

lograr un consenso, y para que estas consultas se lleven a cabo de una

manera que resulte aceptable para todas las partes. Si se cumplen

estos requisitos, las consultas pueden ser un instrumento de diálogo

auténtico, de cohesión social y desempeñar un papel decisivo en la

prevención y resolución de conflictos.

Se puede ver también que hay toda una historia en la construcción de

sentido del consentimiento previo libre e informado, hay todo un

trabajo sistemático en la elaboración de estos procedimientos y su

propia interpretación. Por lo tanto hay un saber sobre la consulta y el

consentimiento, un saber construido y acumulado a partir de dos

Page 188: La guerra de la madre tierra

188

prácticas. Una, la relativa a las trayectorias de las luchas de los pueblos

indígenas, que se han concentrado sobre la demanda de

reivindicaciones que tienen que ver con la recuperación de sus

territorios, la búsqueda de la autonomía, el autogobierno y la libre

determinación, el derechos a sus culturas, sus prácticas y sus

instituciones, y un poco más tarde por el reconocimiento de la

interculturalidad y la condición plurinacional. Otra, por el trabajo de

investigación, de observación de los conflictos en torno a las

problemáticas indígenas, incorporación de demandas, traducción de

estas demandas en propuestas de normas y leyes. Este segundo eje

ha sido recogido por oficinas y unidades especializadas de Naciones

Unidas en temas indígenas. Es de estos organismos de donde sale el

Convenio 169 y después la Declaración de Naciones Unidas sobre los

derechos de los pueblos indígenas, después de largas series de

borradores, incluso normas más específicas, conferencias, talleres y

reuniones. Se puede decir que hablamos de instrumentos normativos

internacionales de larga experiencia y memorias. Cuando los estados

firmas estos convenios internacionales y los incorporan a sus

constituciones y normativas, implícitamente asumen los contenidos,

significaciones e interpretaciones de estas normas internacionales.

Este es el tema, no se puede eludir ni total ni parcialmente la

integralidad de estos convenios; si se lo hace se están contraviniendo

compromisos con la comunidad internacional. Hay por lo tanto temas

y tópicos en los que los estados no pueden hacer lo que quieran, de

una manera independiente de sus responsabilidades asumidas. Los

derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas son dos de

estos tópicos. Esta es otra razón por la que el gobierno no puede

elaborar cualquier ley de consulta que no contenga la integralidad de

las condicionantes y determinantes de lo acordado en los convenios

internacionales. La ley de consulta del gobierno al desvincularse de

todos estos significados, interpretaciones, procedimientos, que forman

parte de un proceso de consulta, contraviene los convenios

internacionales que ha afirmado. No estamos entonces ante una ley de

consulta internacionalmente reconocida.

En las conclusiones Bartolomé Clavero resalta la obligatoriedad de los

estados del cumplimiento de estos convenios internacionales sobre

pueblos indígenas. El no cumplirlos sitúa la actuación de estos estados

Page 189: La guerra de la madre tierra

189

en territorios indígenas en la ilegalidad. Por lo tanto los estados que

contravienen los convenios internacionales convierten a sus

actuaciones en territorios indígenas en ilegales. La ley de consulta del

gobierno, que contraviene los convenios internacionales ha convertido

la actuación del gobierno en el TIPNIS en ilegal.

Los derechos de consulta y CLPI se encuentran plenamente

fundamentados en el derecho internacional de los derechos humanos

y se integran en diferentes marcos normativos y jurisdiccionales que

establecen obligaciones directas para los Estados. Especialmente para

todos aquellos que han ratificado el Convenio No. 169 de la OIT y/o

que han reconocido la jurisdicción de la Corte Interamericana de

Derechos Humanos. Los Estados tienen a su alcance herramientas

suficientes para concretar las formas en las que debe reconocerse y

aplicarse estos derechos gracias al desarrollo que se ha producido en

diferentes mecanismos internacionales de protección de los derechos

humanos. La aplicación de estos derechos significa una obligación

irrenunciable para los Estados en cuanto que actúan como garantía

para la supervivencia de los pueblos indígenas y para la protección de

sus derechos humanos. La no aplicación de estos derechos por

cualquier instancia jurídica o administrativa de un Estado establece

responsabilidades claras de ese Estado por la violación de derechos

humanos de los pueblos indígenas y sitúa en la ilegalidad cualquier

actuación que se realice dentro de territorios indígenas.

Una consulta inconsulta, sin consentimiento, ni previa, tampoco

libre e informada

La pegunta que tenemos que hacernos a la altura del renovado

conflicto del TIPNIS es: ¿Qué hay detrás de la imposición de una

consulta sin consentimiento, sin ser previa, tampoco libre y menos

informada a los pueblos indígenas del TIPNIS? Esta condición impuesta

de la ley de consulta extemporánea esta claro para todo buen

entendedor, empero los publicistas y propagandistas del gobierno

hacen denodados esfuerzos por demostrar lo contrario. Al final sus

pueriles argumentos se reducen a decir que una consulta es una

consulta, cualquiera sea esta. Nunca respondieron a la observación de

que es extemporánea porque los acuerdos y el convenio con el

Page 190: La guerra de la madre tierra

190

gobierno de Brasil se plasmaron el 2008, incluyendo el diseño de la

carretera, el compromiso de préstamo del Banco de Desarrollo de Brasil

y la elección fuera de toda norma de contratación de bienes y servicios

de la empresa constructora OAS. Menos se puede pedirles a esto

apologistas de la violación de la Constitución y los convenios

internacionales sobre pueblos indígenas, por qué no se acordó el

consentimiento, por qué no se efectuó libremente, con plena

participación de los pueblos indígenas, y por qué no se informó como

corresponde, transparentemente, dando pleno acceso a toda la

información, en las lenguas propias y contando con la intervención de

las organizaciones y las dirigencias matrices de los pueblos indígenas.

Esto no se puede pedir a gente que esta obcecada en hacer propaganda

de una consulta inconsulta, extemporánea, y para el colmo

extractivista por los compromisos con la ampliación de la frontera

agrícola para el monocultivo de la coca excedentaria, además de los

compromisos de una carretera que forma parte del IIRSA, es decir del

proyecto de integración económica y comercial para Sud América de la

burguesía internacionalizada brasilera, que ciertamente va a provocar

depredación y destrucción de la región más rica en biodiversidad de

Bolivia y corazón del ciclo de agua en el centro de la geografía política,

articulado ecosistemas diversos colindantes.

Renunciemos a discutir con apologistas del delito de

inconstitucionalidad. Concentrémonos en la pregunta ¿qué hay detrás

de todo esto? Del sinuoso comportamiento del gobierno en torno al

conflicto del TIPNIS. Se llega a un acuerdo cuatro años antes sobre la

carretera, cuando estalla el conflicto, se busca descalificar por todos

los medios a la VIII marcha indígena, con toda clase de improperios y

acusaciones insostenibles a los dirigentes indígenas, después se

reprime la macha pacifica con la mayor desproporción y desborde de

violencia, sin respetar los derechos fundamentales. Cuando llega la

marcha a La Paz y es recibida por un millón de ciudadanos,

organizaciones sociales, juntas de vecinos, la COB y la Universidad

Mayor de San Andrés, el gobierno se ve obligado a recular, y el

presidente se compromete a una ley en defensa del TIPNIS, que

aprueba la Asamblea Legislativa y promulga el propio presidente. Una

vez hecho esto salen voces que hacen una interpretación metafísica

del concepto de intangibilidad, como si expresase la condición

inmaculada e intocable por los propios indígenas y los ciclos vitales de

los nichos ecológicos, desentendiéndose de toda jurisprudencia de la

intangibilidad. El presidente y el gobierno, además de otras entidades

del Estado inician una contra-campaña contra la propia ley corta

Page 191: La guerra de la madre tierra

191

promulgada, azuzando a las organizaciones afines, a los diputados

oficialistas y gobernadores a plantear la abrogación de la ley. Después

organiza el gobierno una marcha oficialista de los cocaleros del

CONISUR, afiliados a las federaciones cocalera, propietarios privados y

cultivadores de coca, incluyendo a los indígenas yuracares absorbidos

a los sindicatos y al mercado de la coca. Con la llegada a La Paz de una

marcha desolada, desacreditada, sin apoyo de la gente, el gobierno

lleva a cabo su plan, el insistir en la legalización de la carretera

depredadora por medio de procedimientos forzados. Se orienta ya no

por la abrogación de la ley corta, que ya resultaba una medida excesiva

por el descaro y la contradicción descarnada del gobierno, sino por

inventarse una modalidad de consulta inconstitucional y fuera de la

estructura conceptual de los convenios internacionales. Diríamos, se

trata de un cuestionario del gobierno que introduce dos preguntas que

le interesan, sobre la condición de intangibilidad y sobre la carretera

que cruza el TINIS.

Respuestas a la pregunta

Hipótesis de interpretación

Iremos en la interpretación de los hechos y acontecimientos de lo

general a lo particular.

Las contradicciones profundas del proceso contraponen las gestiones

del gobierno (2006-2012) al ciclo de movimientos sociales del 2000 al

2005. Las gestiones son conservadoras en relación a la apertura de las

luchas sociales, las que proponen la Agenda de Octubre. Se inicia el

proceso de nacionalización, empro nunca se lo concluye, es más, se

definen contratos de operaciones que entregan el control técnico otra

vez las empresa trasnacionales del petróleo. Se convoca formalmente

desde el Congreso a la Asamblea Constituyente imponiendo una ley

que pone límites al poder constituyente y convierte a la Asamblea

constituyente en diferida, atacando su condición de originaria, además

de sobrevalorar la representación de las minorías e introducir los 2/3

como aritmética de las decisiones de la Asamblea. Empero, de todas

maneras, se cumple parcialmente la Agenda de Octubre. Lo que ocurre

en la segunda gestión se contrapone a la primera gestión de gobierno;

si en la primera se intenta cumplir con el mandato popular, en la

segunda el gobierno se enfrenta al pueblo con la medida de shock del

gasolinazo y se enfrenta a las naciones y pueblos indígenas con sus

Page 192: La guerra de la madre tierra

192

compromisos inconstitucionales, depredadores y extractivistas en

relación a la carretera que atravesaría el TIPNIS.

Una vez aprobada y promulgada la Constitución el gobierno la

convierte en un texto de propaganda y de vitrina, pero no para su

aplicación; en vez de realizar las transformaciones estructurales e

institucionales requiere la construcción del Estado plurinacional

comunitario y autonómico, opta por la restauración del Estado-nación,

liberal y colonial. De este modo, en vez de encaminarse a la transición

hacia el vivir bien como proyecto alternativo al capitalismo, a la

modernidad y el desarrollo, como establecen las resoluciones de

Tiquipaya, se encarrila en el modelo extractivista colonial del

capitalismo dependiente.

Una vez derrotada la derecha tradicional en Pando, después de los

acontecimientos del Porvenir, el gobierno incursiona en nuevas

alianzas que conducen a la recomposición de la burguesía, añadiéndole

la participación de los nuevos ricos. Se convierte con estas nuevas

alianzas en un gobierno que administra los intereses de la burguesía,

los nuevos ricos, los banqueros, los terratenientes, los soyeros y los

del monocultivo de la hoja de coca excedentaria, además de

supeditarse a los intereses de las empresas trasnacionales.

En este contexto, el conflicto del TIPNIS manifiesta patentemente el

carácter del gobierno en relación a la madre tierra, a la crisis ecológica,

a los derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios. Opta

por la ampliación de la frontera agrícola, por la desforestación y la

depredación, transfiriendo los costos del extractivismo y de la ilusión

del desarrollo a la naturaleza, empujado por los intereses del

monocultivo de la hoja de coca excedentaria, por los compromisos con

el gobierno brasilero y OAS, por los intereses de la burguesía agraria,

agro-industrial y soyera, y por los terratenientes, renunciando a la

reforma agraria y atacando a los territorios indígenas.

Page 193: La guerra de la madre tierra

193

La decadencia ideológica

Del debate de las ideas al monopolio de la propaganda

La decadencia ideológica

Se extrañan las discusiones ideológicas del siglo pasado, cuando se

participaba de escenarios de resistencia a las dictaduras militares,

donde se buscaba explicar las razones no solamente de la resistencia,

pues esto estaba inmediatamente comprendido y aceptado, sino se

trataba de las razones históricas y políticas que vinculaban la lucha a

un proyecto político y social. Estas discusiones entre grupos de

formación marxista, de distinta tendencia, recurrían a la comparación

de las grandes revoluciones socialistas, además de recoger la

experiencia boliviana en la lucha de clases y contra el capitalismo,

sobre todo la experiencia del proletariado minero. Un lugar necesario

de debate era la Tesis de Pulacayo y su proyección en las Tesis de la

COB. El gran dilema en el debate era escoger entre la tesis de

transición de la revolución permanente y la tesis por etapas, defendidas

por las corrientes de los partidos comunistas, tanto el PC pro soviético

y el PC pro chino. Otros temas de debate, aunque con menor

intensidad, eran los relativos a la caracterización del país, así como la

caracterización de las dictaduras. En relación a la caracterización del

país, se contaba con la tesis sostenida por el POR de que se trata de

un país capitalista atrasado y dependiente, de desarrollo combinado;

en tanto que otros caracterizaban al país como todavía de herencia

semi-feudal articulada a enclaves capitalistas. La tendencia general era

aceptar que se trataba de un país capitalista, la diferencia estribaba en

de qué manera lo era; unas posiciones consideraban que se trataba de

una semi-colonia, en el sentido de la teoría del imperialismo, otras

posiciones, quizás con más lectura del marxismo contemporáneo,

distinguían la teoría de la formación económico social de la teoría del

modo de producción, y buscaban una caracterización a partir de la

articulación específica de los modos de producción. La caracterización

de las dictaduras militares era un poco más dispersa; algunos

aseveraban sin discusión el carácter fascista de las dictaduras; los más

sofisticados usaban la tesis del bonapartismo y diferenciaban

dictaduras militares nacionalista y populistas, muy pocas, de las

dictaduras militares francamente reaccionarias y al servicio del

imperialismo.

Page 194: La guerra de la madre tierra

194

Durante el periodo de resistencias a las dictaduras militares (1964-

1982) estos debates transcurrieron con más o menos intensidad,

dependiendo de la coyuntura y los involucrados en la discusión,

también de las tareas pendientes y presentes. En el segundo

quinquenio de la década de los setenta se incorpora de manera

irradiante e interpeladora la visión katarista, su tesis de colonialismo

interno, planteando que en Bolivia no se había resuelto la problemática

colonial. El tema indígena entra al debate político en el contexto y la

atmósfera política de entonces. A la izquierda tradicional le era difícil

aceptar la tesis del colonialismo interno pues consideraba que no

tomaba en cuenta la lucha de clases, convirtiendo el conflicto en una

lucha de razas. El estado de arte de estos debates nos muestra una

tendencia a ampliar las perspectivas y las consideraciones abriéndose

a la complejidad del asunto político, social y económico de las

formaciones sociales abigarradas, así como de sus luchas sociales.

Debemos incorporar también en el debate una perspectiva de la

izquierda-nacional introducida por el Grupo Octubre, quienes en el

lapso de tiempo de los gobiernos del General Ovando y del General

Torres (1970-1971) plantean el tema de la cuestión nacional como

primordial en la lucha contra el imperialismo; por lo tanto de lo que se

trata es de distinguir en esta lucha a los gobiernos nacionalistas anti-

imperialistas de los gobiernos pro-imperialistas, en ese sentido, sacan

la conclusión de que, en el proceso de la lucha de clases bajo el dominio

imperialista, era indispensable dar apoyo crítico a los gobiernos

nacionalistas anti-imperialistas. Esta tesis apunta a un frente anti-

imperialistas contra el enemigo principal, el imperialismo y sus cipayos.

El debate de la izquierda-nacional era con lo que llamaba izquierda

internacional, que no hacía estas distinciones y, de acuerdo a la

interpretación dada, cometía errores políticos.

El panorama del debate se trasforma durante el segundo quinquenio

de la década de los ochenta y durante la década de los noventa. La

crisis de la izquierda, provocada ya por la derrota de la Asamblea

Popular (1971) y después con la caída del gobierno de la UDP (1984),

abre un gran vacío ideológico, aprovechado por el proyecto neo-liberal,

que se introduce casi sin resistencias, salvo quizás la marcha por la

vida de los trabajadores mineros, que tratan desesperadamente

defender los centros mineros contra el cierre y la relocalización. En este

contexto de implantación del proyecto neoliberal, el debate se reinicia

con la crítica al neoliberalismo y su proyecto privatizador; sin embargo

este no es el único debate, también se efectúa una evaluación crítica

de la izquierda tradicional, no sólo en cuanto a sus errores teóricos y

Page 195: La guerra de la madre tierra

195

políticos, sino sobre todo por no haber considerado la problemática

indígena y el tema colonial, por no haber comprendido que la lucha

fundamental sigue siendo anticolonial y descolonizadora, pues la lucha

contra el capitalismo es una lucha contra su matriz colonial. Este

debate es importante por su directa vinculación con lo que va a ocurrir

durante el ciclo de luchas y movimientos sociales anti-sistémicos del

2000 al 2005.

Podemos decir que el debate adquiere una tonalidad apropiada y

alcance histórico no solamente porque tiene en cuenta la discusión

acumulada, el análisis y la reflexión desplegada por lo menos durante

un siglo, sino porque adquiere un carácter político inmediato debido a

la crisis múltiple del Estado y la asonada de los movimientos sociales

emergentes. También se introducen tópicos a la discusión importantes

que tienen que ver con la crisis de la izquierda debido a la caída de los

estados socialistas de la Europa oriental y de la Unión Soviética. Estos

tópicos críticos tienen que ver con el partido, los intelectuales, la

vanguardia, el Estado y el socialismo. Sobre el partido se tiene una

posición crítica, se dice que ya no corresponde a las luchas

contemporáneas contra el capitalismo; en consecuencia la figura del

intelectual y de la vanguardia también son cuestionados sino

desechados como recursos indispensables en los nuevos movimientos

sociales. Además se interpreta que la caída paradójica de los supuestos

destructores del Estado en la formación calamitosa de un Estado

totalitario, con dominio absoluto de la burocracia del partido, no solo

se debe a una deformación estalinista sino que sus antecedentes ya se

encontraban en el partido, también en el papel sustitutivo de la

vanguardia y en la función orientadora de los intelectuales. Ante estas

experiencias dramáticas de la revolución y de la construcción socialista

en un solo país, es indispensable replantearse la forma de organización

de las luchas sociales. En este sentido se rescatan las figuras colectivas

de la crítica de la economía política; por ejemplo, el concepto de

intelecto general, así como del trabajo cooperativo frente a la

apropiación privada en el capitalismo. Se trabajan los conceptos de

masa y de comunidad, incorporando también nuevos conceptos de la

crítica contemporánea al capitalismo de las nuevas corrientes

contestatarias, marxistas y no marxistas. Entre los conceptos nuevos

se adquiere la perspectiva de la multitud para comprender las

transformaciones en el proletariado, que adquiere una condición

nómada. Se trabaja con la idea de la gramática de la multitud, para

comprender los otros lenguajes de la multitud movilizada, los lenguajes

corporales, los lenguajes de la imagen, para comprender el mismo

Page 196: La guerra de la madre tierra

196

movimiento, la misma movilización, como un tejido. Pero, sobre todo

el eje del debate de los últimos años de década de los noventa y los

primeros años del siglo XXI se desenvuelve en la comprensión de la

genealogía del colonialismo, de la transformación de sus formas. Se

tiene la certeza que el sujeto indígena sustituye al sujeto proletario en

las luchas descolonizadoras y anticapitalistas.

Como se puede ver, el debate adquiere una intensidad sobre todo por

la premura de la crisis política y las victorias de los movimientos

sociales, que empujaban indudablemente a una salida revolucionaria,

si todavía podemos hablar así. Empero este debate se corta

abruptamente y de una manera inesperada con la llegada al gobierno,

después de las elecciones nacionales del 2005. La pregunta es: ¿Si se

llegó a esta intensidad del debate hasta el 2005 por qué se clausura el

debate desde el 2006? Esta es la cuestión. Lo que se observa después

es el vuelco de los esfuerzos por gobernar, por resolver problemas

administrativos, y cuando se desata el ataque de las oligarquías

regionales, en pleno proceso constituyente, el esfuerzo se vuelca en

defender al gobierno y al proceso. No hay debate interno al bloque que

abrió el horizonte del Estado plurinacional. No lo hay en la Asamblea

Constituyente, salvo unos cuantos amagues de reflexión, de análisis y

discusión, dados sobre todo por la preocupación de las organizaciones

sociales del Pacto de Unidad. La Asamblea Constituyente tiene que

enfrentar movilizaciones de todo tipo, básicamente de resistencia a los

planteamientos fuertes del documento base para la constituyente

elaborado por el Pacto de Unidad, además de enfrentar el ataque

directo de los partidos de derecha al proceso constituyente. El ejecutivo

daba instrucciones inadecuadas, sin comprender lo que sucedía en la

Asamblea Constituyente, poniéndola en peligro más de una vez. El

conflicto de los 2/3, de la aritmética de las decisiones, y el conflicto de

la “capitalía”, el traslado de la sede de gobierno y de los poderes de La

Paz a Sucre, ponen al borde del abismo a la constituyente. En estas

circunstancias no se dieron condiciones para el debate; lo que se hizo

es defender el mandato dado por los movimientos sociales, tener como

referente el texto del Pacto de Unidad, y pugnar con las minorías en

cada una de las comisiones. Es el documento del Pacto de Unidad el

que salva a la Asamblea Constituyente, de esta manera se logra

escribir el texto constitucional.

Esta claro que nunca se debe dejar de debatir, de reflexionar, de

analizar, de desplegar la crítica, incluso en momentos difíciles por las

que paso la Asamblea Constituyente; sin embargo, eso es lo que

Page 197: La guerra de la madre tierra

197

ocurrió, se impusieron las tareas urgentes de defensa del proceso y del

gobierno. Empero, una vez aprobada la Constitución, no se podía ya

tener ninguna escusa para no hacerlo. Era más que urgente discutir la

construcción del Estado plurinacional comunitario y autonómico; sin

embargo no se lo hizo, salvo en contados casos, en la elaboración del

anteproyecto de ley de gestión pública, en la elaboración del Plan

Plurinacional del Vivir Bien (Plan de Desarrollo Económico y Social) y

en la elaboración del proyecto de Ley de la Madre Tierra.

En la primera gestión de gobierno la crítica y el debate fue suspendido

con el argumento de que debemos defendernos ante la derecha, dejar

estos debates a la constituyente; después, en la constituyente, el

debate fue imposible. Más tarde, cuando se promulgó la Constitución,

se prefirió optar por la difusión de la Constitución sin ningún

aprendizaje y discusión colectivos; cuando se tenía que elaborar leyes,

se buscaron artículos pertinentes para las leyes, de una manera des-

contextuada, abandonando la interpretación del espíritu constituyente,

optando por el alma leguleya de los abogados, que no entendían ni el

proceso ni la Constitución. Durante la segunda gestión de gobierno, ya

había corrido mucha agua bajo el puente, el peso del pragmatismo

político condujo a un derrotero inesperado; el gobierno eligió

pragmáticamente mantener el Estado-nación, como lo venía haciendo

durante la primera gestión, por lo tanto eligió el camino de la

restauración. También el gobierno escogió la continuación de la ruta

por el modelo extractivista colonial del capitalismo dependiente,

siguiendo la huella de las castas criollas gobernantes. Cómo ambas

decisiones contrastaban elocuentemente con el mandato

Constitucional, se optó por un uso propagandístico de la Constitución

sin asumir jamás sus contenidos, ni tampoco mucho menos explicar

las contradicciones evidentes del gobierno. Como por decreto se dijo

que ya somos un Estado plurinacional después de la promulgación de

la Constitución. ¿Por arte de magia? En otras palabras, se renunció a

la demolición del Estado-nación, se renunció a las transformaciones

estructurales e institucionales para construir el Estado plurinacional

comunitario y autonómico, se desecharon el pluralismo institucional, el

pluralismo normativo, el pluralismo administrativo y el pluralismo de

gestión, como transformaciones necesarias en la transición al Estado

plurinacional. Se cayó en la retórica estéril de la propaganda, también

del teatro político y los montajes, el doble discurso. Esto no podía

sostenerse por mucho tiempo, cayó el montaje como castillo de naipes.

Después de las resoluciones de Tiquipaya se hizo evidente que el

gobierno no cumplía con las resoluciones, que ya eran vinculantes para

Page 198: La guerra de la madre tierra

198

el Estado boliviano. Después de estas comprobaciones el discurso

boliviano en los foros internacionales ya no es creíble. Esta diferencia

se la puede comprobar en el contraste de la convocatoria boliviana en

las dos últimas cumbres de Naciones Unidas sobre cambio climático.

En Copenhague el presidente boliviano habla ante cien mil activistas y

declara la guerra al capitalismo en defensa de la madre tierra; en

Cancún la delegación boliviana se queda sola, sin apoyo incluso de los

países del Alba. El descrédito se ahonda con la medida de nivelación

de precios, con la introducción de dos artículos que tácitamente

aprueban los transgénicos en la ley de la revolución productiva, con el

sinuoso y represivo comportamiento del gobierno en el conflicto del

TIPNIS.

El proceso está en crisis y en peligro, pero ante esta crisis y el peligro

cierran los ojos los gobernantes, el MAS, los funcionarios, los dirigentes

campesinos. Llama la atención que incluso cierran ostensiblemente los

ojos a quienes se consideraron como intelectuales críticos, que fueron

en su momento críticos. ¿Por qué dejaron de serlo? ¿Sólo por el hecho

de que se encuentran ocupando la función pública? ¿Por el hecho de

ser funcionario se pierde la condición de crítico? De todas maneras es

ineludible la responsabilidad que se tiene con el proceso. El proceso es

producto de las luchas sociales, de las naciones y pueblos indígenas

originarios; el proceso pertenece a la gente que ha luchado en la guerra

del agua, en el bloqueo indígena campesino de la CSUTCB en

septiembre del 2000, en la guerra del gas del 2001 y en los

acontecimientos de mayo y junio del 2005, en los múltiples

movimientos sociales que atravesaron la sociedad, incluyendo a los

jubilados y prestatarios, pertenece a la gente que ha votado

consecutivamente a favor apostando por el proceso. El proceso no le

pertenece al MAS, no le pertenece al presidente, ni al vicepresidente,

no les pertenece mucho menos a los funcionarios. Esta responsabilidad

por el proceso exige la crítica y el debate colectivos. Incluso siendo

funcionario la persona que se considera comprometida con el proceso

tiene que optar, o ser cómplice del derrumbamiento, aplaudiendo como

“lluncu” las barrabasadas del gobierno, o ser crítico y poner en mesa

los problemas, por lo menos para su discusión. Pero esto no se hace,

se ha preferido recurrir al guion prestablecido, al esquema simplón de

que si no estás conmigo estas con la derecha, eres mi enemigo. Llama

a atención que esta pose se parece mucho a la lanzada por el

presidente estadounidense Busch después del ataque a las torres

gemelas.

Page 199: La guerra de la madre tierra

199

Un esquema simplón

No dejan de sorprender la expuesta y ostensible debilidad de las

argumentaciones del gobierno en todo el debate en torno al TIPNIS.

También no deja de dejar una sensación de pena cuando se observan

los exacerbados esfuerzos desesperados de los funcionarios por querer

defender a su gobierno, mostrando más celo que lógica. Da tanta pena

y tristeza como la huella de desolación que dejó la marcha del

CONISUR. Toda la estrategia comunicacional del gobierno, su cuadro

de respuestas al conflicto, se basan en un esquema simple e inocente.

Hay derecha e izquierda, nosotros los del gobierno somos, desde luego,

la izquierda; los que nos critican son de derecha. Sobre todo los que

nos critican en el tema de la carretera de Villa Tunari a San Ignacio de

Moxos, debido a que los que critican la construcción de la carretera

están contra el desarrollo. El desarrollo es también un derecho de los

indígenas. Los temas ambientalistas han sido manejados por ONGs,

detrás de esta estrategia ambientalista está la sombra de la embajada

estadounidense y la efectiva intervención de USAID. Esta incumbencia

se ha comprobado con el apoyo a la VIII marcha indígena de parte de

la derecha, la gobernación de Santa Cruz, los ganaderos asentados en

las proximidades del camino y recorrido de la marcha, incluso han

apoyado a la marcha empresarios privados. Ahora que hay una ley de

consulta para que decidan las comunidades del TIPNIS, nuevamente

se ponen en contra; todo esto por atacar al gobierno que cumple con

la Constitución y los convenios internacionales. Las organizaciones

indígenas están con la derecha, han firmado un convenio con la

gobernación de Santa Cruz. “Dime con quien andas y te diré quien

eres”. Este es el refrán de sentido común que se utiliza para descalificar

a los dirigentes del CIDOB, creyendo que tiene alguna proyección

desde la vida cotidiana a la vida política, como si esta certeza popular

sobre las relaciones personales pudiera proyectarse a los escenarios

políticos. A este juego pueril de argucia hogareña se ha reducido la

discusión.

Este esquema simplón ha sido usado una y otra vez por la propaganda

del gobierno y por los funcionarios celosos que hacen gala de repetir lo

mismo. El esquema utilizado es extremadamente estrecho y pobre.

Una de sus más grandes debilidades radica en que no toma para nada

en cuenta el tiempo político ni la perspectiva histórica. Están lejos de

hacerse preguntas si tiene sentido seguir usando el esquema

parlamentarista francés de izquierda y derecha, cuando la misma

escenografía del congreso francés comprende además a la montaña,

Page 200: La guerra de la madre tierra

200

los más radicales, y los del llano, los oportunistas. Incluso si se usa el

esquema reductivo, no se puede suponer que la izquierda y la derecha

son entidades invariables, abstractas y a-históricas, como si no

tuvieran nada que ver las posiciones que se toman respecto a

determinados problemas, como si la política no estuviera al interior de

procesos que se desplazan y transforman en el periodo y las

coyunturas. Derecha e izquierda son referencias a posicionamientos en

las distintas coyunturas de un proceso histórico. La derecha tradicional,

por así decirlo, fue derrotada en el Pando, después del conflicto del

Porvenir. Su derrota política y militar se corrobora en las elecciones del

2009, cuando no sacan ni siquiera un tercio de los representantes de

la Asamblea Legislativa. Después de esta derrota, en el lapso de la

segunda gestión de gobierno, la conducción política escoge un

derrotero de enfrentamiento con el pueblo y con las naciones y pueblos

indígenas originarios. Lanza una medida de shock monetarista de

nivelación de precios en relación a los carburantes y hace evidente en

el conflicto del TIPNIS su acuerdo con el gobierno brasilero, con la

empresa constructora OAS, saltando las normas de contratación de

bienes y servicios, violando la Constitución, sin efectuar la consulta y

consentimiento previo libre e informado, cuando lo debía hacer. Estos

enfrentamientos, el levantamiento popular contra la medida llamada

popularmente gasolinazo, el apoyo del pueblo boliviano a la defensa

del TIPNIS, sobre todo el recibimiento de un millón de paceños a los

marchistas, muestran empíricamente la situación y la posición del

gobierno. Ha cruzado la línea, se encuentra al otro lado de la vereda

enfrentando al pueblo y a las naciones y pueblos indígenas. ¿Cómo se

describe esta posición? ¿De izquierda? ¿De derecha? Según los

funcionarios defensores, sigue siendo de izquierda. ¿Por qué? Nadie

sabe por qué. Es imposible sostener que la supeditación a las empresas

trasnacionales del petróleo, el compromiso con la empresa corrupta

OAS, el ataque al territorio indígena y parque Isiboro-Sécure, la

violencia contra la VIII marcha indígena, la restauración del Estado-

nación, la opción por el modelo extractivista sean posiciones de

izquierda.

Como todos conoces el conflicto del TIPNIS, la VIII marcha que llegó a

la ciudad de La Paz, el apoyo multitudinario que recibió, obligaron al

gobierno a aceptar el pedido de la CIDOB de una ley en defensa del

TIPNIS. La ley corta en defensa del territorio indígena y parque Isiboro-

Sécuré es una conquista de la marcha indígena y pueblo boliviano, las

organizaciones sociales, juntas de vecinos y la COB que apoyaron la

VIII marcha. Empero al poco tiempo, sin ningún rubor, el gobierno

Page 201: La guerra de la madre tierra

201

prepara su contraofensiva, atizando el fuego en la región del Chapare

y en San Ignacio de Moxos para que las organizaciones cocaleras y las

organizaciones cívicas de San Ignacio de Moxos pidan la abrogación de

la ley corta. Lo que ha escrito con la mano lo quiere borrar con el codo.

Prepara la marcha del CONISUR, organización del polígono siete, de la

zona de avasallamiento del TIPNIS, que no pertenece a la TCO del

TIPNIS, ocupada por productores de la hoja de coca y nueve

comunidades yuracares, cuyas familias decidieron renunciar a la TCO,

convertirse en propietarios privados y productores de coca. Los

sindicatos del CONISUR están afiliadas a las federaciones cocaleras del

Chapare. En otras palabras, la marcha del CONISUR no tiene ninguna

legitimidad para decidir sobre el TIPNIS, sobre si pasa o no la carretera

por el núcleo del TIPNIS, si hay que hacer una consulta extemporáneo

o no, pues el territorio de la TCO del TIPNIS no les pertenece. Sin

embargo el gobierno sigue su estrategia de montaje y manipulación,

incluso a pesar que la marcha del CONISUR resulta desacreditada

desde un principio y sin apoyo de la población, que optó por la

indiferencia absoluta.

Sobre este montaje el gobierno intenta en principio abrogar la ley

corta, a pedido de los del CONISUR. Lo que resultó que no ser tan fácil,

al enfrentar las críticas de organizaciones sociales, de la opinión

pública, además de las organizaciones indígenas y los organismos

internacionales. En su embrollo encuentra un camino laberíntico para

continuar con el atropello a los derechos de las naciones y pueblos

indígenas. Se inventa una consulta extemporánea a la que le pone el

nombre de consulta previa, creyendo que todos pueden creer que se

trata de la consulta previa libre e informada sólo con ponerle el

nombre. Este cuestionario del gobierno, que introduce dos preguntas

que le preocupan, sobre la intangibilidad del territorio y sobre la

carretera, no cumple con las condiciones, los requisitos, las

características, la estructura y el concepto de lo que es una consulta y

consentimiento previo libre e informado establecidos claramente el los

convenios internacionales, Convenio 169 de la OIT y la Declaración de

Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos indígenas, tampoco

cumple con lo establecido en la Constitución en los que respecta a los

derechos de las naciones y pueblos indígenas originarios, así como en

lo que se refiere a la consulta previa. Obviamente además de ser

extemporánea, pues el contrato de la carretera y el diseño, además de

la adjudicación a la empresa constructora OAS se la efectuó el 2008.

Page 202: La guerra de la madre tierra

202

Ante estos hechos evidentes los funcionarios defensores de los

procedimientos escandalosos del gobierno no se inmutan, prosiguen

con la repetición ritual del mismo discurso, del mismo esquema

simplón, ahora haciendo esfuerzos denodados contra toda lógica de

demostrar que el cuestionario del gobierno es una consulta previa y

cumple con la Constitución y los convenios internacionales. ¿Cómo

pueden hacer esto? Desconociendo el contenido de los convenios

internacionales, desconociendo el contenido de la Constitución, citando

partes intrascendentes, sin análisis, sin interpretación del conjunto de

los textos, del sentido de los mismos y de su espíritu normativo. Esta

no es solamente una manipulación bastante bochornosa sino la

expresión más calamitosa de la decadencia, del descrédito y de la

deshonestidad. No es necesario caer tan bajo para defender al

gobierno; se lo puede hacer recurriendo a otros argumentos, de

carácter más bien pragmático.

Estos argumentos pragmáticos tienen que ver con la recurrencia al

discutido e interpelado imaginario del desarrollo. Cuando se escucha

hablar a los funcionarios de lo que se trata es del desarrollo, de los

beneficios del desarrollo para las comunidades indígenas del TIPNIS,

que viven en condiciones miserables, llama la atención que lo hagan

funcionarios de los que se creía que habían cuestionado estas ilusiones

de las castas y elites criollas republicanas, que se creía que habían

entendido y participado en la idea del modelo alternativo del vivir bien,

de lo que significa la construcción del Estado plurinacional comunitario

y autonómico, construcción que exige transformaciones estructurales

e institucionales que hasta ahora no se han dado. Empero es esto lo

que se ve, una renuncia a la crítica, una renuncia práctica a la

Constitución, a la construcción del Estado plurinacional y al modelo

civilizatorio alternativo del vivir bien. Prefieren defender la ruta del

barco al naufragio, aplaudir este derrotero a la muerte del proceso,

ciegamente, que optar por la necesaria reconducción del proceso. ¿Por

qué lo hacen? ¿Por obediencia? ¿Por mantenerse en sus puestos?

Lo que esta en juego es el proceso

El tema de fondo de este debate es que se trata del destino del proceso.

¿Vamos a dejar que se hunda el proceso por el choque insoslayable de

las profundas contradicciones que contiene? Ciertamente todo proceso,

toda revolución contiene contradicciones; de lo que se trata es de

resolver estas contradicciones en el sentido de la profundización del

Page 203: La guerra de la madre tierra

203

proceso, no en el sentido de la regresión y de la restauración, con el

triste argumento de que se trata de tensiones creativas. Todo el que

se cree revolucionario debería saber que las contradicciones son parte

de los procesos, que además llegan momentos de encrucijada del

proceso mismo, donde hay que decidir por donde se va. Por la

profundización del proceso o por la administración dilatada de la crisis

del Estado-nación, que conlleva a mantener el modelo extractivista

colonial del capitalismo dependiente. No debería sorprenderlos que

lleguen estas encrucijadas, estos puntos de alta tensión y por lo tanto

de debate. Sin embargo, con la amnesia que corresponde a un marcado

oportunismo, olvidan las lecciones históricas y pretenden hacer creer

a la gente que la lucha es contra una derecha que ha muerto, como si

la derecha fuera una esencia metafísica, abstracta, fuera de la historia,

un mal, la expresión del mal. Así piensan los moralistas más

recalcitrantes de las religiones monoteístas. En realidad pelean contra

los fantasmas de una derecha ya muerta; lo que no pueden ver los

funcionarios es que la derecha efectiva es una posición conservadora y

reaccionaria frente a determinados problemas fundamentales, que en

derecha puede convertirse el gobierno precisamente por que opta por

posiciones conservadoras y reaccionarias frente a estos problemas

fundamentales. Ante la responsabilidad de construir el Estado

plurinacional comunitario y autonómico, ha preferido restaurar el

Estado-nación, liberal y colonial. Ante el modelo alternativo al

capitalismo, la modernidad y el desarrollo, como dicen las resoluciones

de Tiquipaya, ha preferido continuar y extender la amplitud del modelo

extractivista. Ante la defensa de los derechos de la madre tierra –hay

una ley corta de los derechos de la madre tierra aprobado por la

Asamblea Legislativa y promulgado por el gobierno, hay un proyecto

de ley de la madre tierra que espera ser atendida por los legisladores

-, ha optado por ampliar la frontera agrícola, por la depredación y la

destrucción ecológica, recurriendo a ingenuos argumentos del

imaginario desarrollista. Estas opciones del gobierno lo convierten en

la derecha real, practica, efectiva, frente a la re-emergencia de los

movimientos sociales y la lucha de las naciones y pueblos indígenas

originarios.

En este posicionamiento del gobierno hay un nuevo reacomodo de

alianzas. Los aliados del gobierno son precisamente la burguesía

recompuesta, los nuevos ricos, los banqueros, los agroindustriales y

los terratenientes. Todos ellos coinciden con la ruta tomada por el

gobierno, modelo extractivista, ampliación de la frontera agrícola,

restauración del Estado-nación, suspensión del saneamiento de tierras

Page 204: La guerra de la madre tierra

204

por cinco años, suspensión de la reversión de tierras por no cumplir

con la función económico social y por desmontes ilegales. Estos últimos

acuerdos se los tomaron en la Cumbre Social, donde asistieron los

empresarios privados. Es esto lo que cuenta en el análisis, el

comportamiento de las clases sociales, no los fantasmas de una

derecha muerta. Aunque queden resabios de la derecha tradicional en

la Asamblea Legislativa y en la gobernación de Santa Cruz, aunque

estos resabios intenten aprovecharse de las marchas, esto no cambia

el estado de la correlación de fuerzas. Estos resabios de la derecha

tradicional está desubicada, quiere seguir peleando a la antigua, como

lo hacía, contra el gobierno de la primera gestión, cuando, ahora, en

el contexto de las nuevas alianzas, su clase social, la clase a la que

representa es ya aliada del gobierno. Otros desubicados son estos

funcionarios defensores del gobierno que creen que el tiempo político

no pasa, que el proceso se ha detenido en la coyuntura del conflicto

con la derecha tradicional; no observan los hechos, los

acontecimientos, de las recientes etapas del proceso. No atienden a las

contradicciones. Prefieren quedarse en la apología y propaganda del

gobierno a pesar de los grandes contrastes entre su discurso y la

realidad.

Page 205: La guerra de la madre tierra

205

Espesores de una coyuntura candente

Expediciones públicas y ocupación militar del TIPNIS

Una coyuntura candente

La coyuntura reciente, caracterizada por la nueva situación del conflicto

del TIPNIS, viene dibujada por la aprobación de la ley de consulta

extemporánea por parte de la Asamblea Legislativa y su promulgación

por parte del presidente. En este nuevo escenario, que es como el

exordio de la pretendida aplicación del cuestionario gubernamental -

por que eso es, un cuestionario que introduce dos preguntas, una sobre

la condición de intangibilidad y otra sobre la carretera que atravesaría

el territorio indígena y parque en cuestión -, el gobierno, haciendo gala

de una manifiesta inseguridad, que no puede esconder, ha mandado a

la armada al TIPNIS. La armada ha ingresado al territorio indígena

surcando los ríos Sécure y el Isiboro con barcos cargados de vituallas,

con el objeto de distribuirlos entre los comunarios de la TCO del

TIPNIS, comprometiendo su voto a favor de la carretera. Esta acción

de chantaje es una flagrante violación de una de las clausulas de la

consulta con consentimiento, previa, libre e informada, clausula que

establece que no puede haber coerción. Este despropósito se suma a

la ya descalificada consulta extemporánea por no cumplir con la

estructura conceptual de una consulta previa, libre e informada. En esa

dirección de intervención, presión y chantaje ya se han instalado

campamentos militares, mostrando claramente la decisión del gobierno

de ocupar militarmente el territorio indígena antes de la aplicación del

cuestionario. En esta alevosa acción en la que estarían comprometidos,

además del ejecutivo, la asamblea legislativa, el órgano judicial y el

órgano electoral, violando descaradamente la Constitución, en

cumpliendo de las ordenes del gobierno. Estamos entonces ante una

ocupación militar y ante la virtualidad de una “consulta” militarizada.

Esta acción desmedida de coerción y demostración de fuerza es una

declaración de guerra del Estado-nación, que debería haber muerto,

contra el Estado plurinacional comunitario y autonómico, que no ha

podido nacer. Una declaración de guerra a las naciones y pueblos

indígenas originarios, como en los tiempos violentos del colonialismo y

de la expansión de la frontera controlada de la república criolla. El

Estado-nación no acepta los territorios indígenas, tampoco las

autonomías indígenas, así como la libre determinación y el

autogobierno de las naciones y pueblos indígenas originarios, como

Page 206: La guerra de la madre tierra

206

establece la Constitución. El Estado-nación no puede coexistir con la

Constitución y menos cumplirla, pues esta Constitución corresponde al

Estado plurinacional comunitario y autonómico. Esta contradicción

profunda no se puede resolver sino violando la Constitución,

colocándola como fantasía discursiva, y por último, en los momentos

mas fuertes de la contradicción y confrontación contra los pueblos

indígenas y los movimientos sociales que defienden la Constitución,

desconocerla, no sólo prácticamente, como se lo ha hecho hasta ahora

sistemáticamente, sino incluso explícitamente, declararla inviable. Este

momento descarnado, de desnudamiento de todos los disfraces puede

llegar.

Indudablemente hemos llegado a uno de los momentos más

contradictorios del proceso, uno de los de mayor confrontación, entre

gobierno y naciones y pueblos indígenas, entre gobierno y pueblo

boliviano, entre el proyecto político de la Constitución y el proyecto

extractivista del gobierno. Este momento de confrontación de fuerzas

viene definido por la IX marcha indígena. Lo que pueda pasar con esta

marcha mostrara los alcances de la intensidad de la lucha. Ya se

evidenció la intensidad del conflicto en la VIII marcha indígena, sobre

todo en el momento de la descomunal violencia desatada por el

gobierno contra la marcha indígena, en las circunstancias mismas de

la intervención policial y de otras fuerzas de apoyo, incluyendo a

extranjeros. En el nuevo escenario, el definido por la preparación de la

IX marcha, las organizaciones indígenas se juegan quizás la carta más

importante para reconducir el proceso; el gobierno también se juega

su carta para consolidar su proyecto extractivista. Esta es una de las

razones por las que acude el gobierno a una ocupación militar del

TIPNIS.

Ensamblando esta estrategia de ocupación militar, el Estado-nación,

utilizando la complicidad ilegítima del órgano judicial, ha desatado toda

una persecución a los dirigentes indígenas, participes de la VIII

marcha, con acusaciones falsas, mientras hasta ahora no ha hecho

nada para avanzar en la investigación y en el esclarecimiento de los

hechos violentos acaecidos en el puente San Lorenzo en contra de la

marcha indígena, acción represiva repudiable, realizada como acción

punitiva por parte de la policía. Mucho menos se le puede pedir a este

órgano judicial cómplice, alejado de sus funciones y convertido en un

aparato de represión más, que identifique a los responsables de dar la

orden de la represión de la marcha, aplicándoles las leyes por haber

violado los derechos fundamentales, como corresponde en estos casos.

Page 207: La guerra de la madre tierra

207

En este contexto las organizaciones indígenas han convocado a

reuniones y encuentros de emergencia. La primera resolución de la

CPEM-B denuncia esta violencia legal descargada contra las

organizaciones indígenas. La segunda resolución de la CPEM-B

denuncia el agraviante desconocimiento a las organizaciones matrices

indígenas por parte del gobierno; por otra parte repudia y desconoce

a dirigentes comprometidos con estas maniobras gubernamentales,

desconoce al Subgobernador de la Provincia Mojos, al alcalde del

municipio de San lgnacio, a la presidenta del Concejo Municipal de San

lgnacio y a los asambleístas Indígenas departamentales. Esta

resolución también denuncia la inconstitucionalidad ley 222

promulgada por el presidente, la llamada ley de consulta, expresión

normativa de la violación de los derechos de las naciones y pueblos

indígenas originarios. También denuncia que el Gobierno amparado en

la ley 222 viene desplegando una campaña deshonesta promoviendo

la división orgánica en nuestros territorios a través del chantaje,

prebenda y compra de conciencia de los comunarios, mediante el

ingreso de comisiones encabezadas por las autoridades antes

mencionadas, sin el consentimiento de las autoridades naturales del

territorio.

En resumen se puede observar que a esta invasión civil le ha seguido

la ocupación militar, ambas expediciones concurren con el objeto de

efectuar coerción y presionar a las comunidades, buscando obligar una

votación a favor de la carretera depredadora. Estas acciones

gubernamentales son una consecuencia de toda la política sinuosa que

ha seguido el gobierno en torno al conflicto del TIPNIS.

Tomando en consideración estos sucesos, la CPEM-B rechaza y

condena la franca violación de los derechos de propiedad comunitaria

del TlPNlS, los derechos de la TCO; así mismo, las comunidades

reunidas, rechazan la desenfrenada actitud de saltar por encima de las

estructuras orgánicas de los pueblos indígenas. Esta actitud violatoria

de derechos y de representaciones es calificada como maniobra

flagrante ejecutada por personeros del gobierno en coordinación con

las autoridades departamentales y locales, municipio y sub-

gobernación. Esos funcionarios públicos han ingresado al territorio

indígena con la excusa expresa de un supuesto plan de apoyo al

desarrollo. Se denuncia entonces que lo que persiguen estas

expediciones punitivas y de propaganda es presionar a las autoridades

de las comunidades mediante prebendas y apoyos, buscando su apoyo

a la construcción de la carretera; estas presiones están encaminadas a

Page 208: La guerra de la madre tierra

208

preparar la inducción de los resultados de la supuesta "consulta

previa".

Estas resoluciones se aprobaron el 25 de febrero de 2012 en una

Reunión Orgánica de Emergencia de la Central de Pueblos Étnicos

Mojeños del Beni (CPEM-B), en presencia de la CIDOB y la

Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB).

Esta reunión de emergencia, la visita de los dirigentes de la Subcentral

del TIPNIS y de la CIDOB a las comunidades de la TCO del TIPNIS,

para recabar información, difundir y explicar el contenido y los alcances

de la ley corta de defensa del TIPNIS, forman parte de la resistencia

de las comunidades indígenas al avasallamiento legal y práctico por

parte del gobierno y la armada. También forma parte de la voluntad y

determinación de realizar la IX marcha indígena en defensa de la

madre tierra, los territorios indígenas y la Constitución. La CIDOB y el

CONAMAQ han rechazado la ley 222 y han ratificado la defensa de la

ley 180, la ley corta, además de sumarse a la IX marcha. La COB ha

sacado una resolución en el sentido de apoyar la IX marcha indígena.

Puede verse en todo esto una realineamiento y acumulación de

fuerzas. La convocatoria está abierta al pueblo boliviano que ha

apoyado la VIII marcha y la defensa del TIPNIS.

Después de la conquista lograda por la VIII marcha, al haber arrancado

la ley 180 al gobierno, ley en defensa de TIPNIS, además de haber

aclarado en un reglamento acordado con el gobierno el significado de

la intangibilidad, las organizaciones indígenas, las organizaciones

sociales que apoyaron la defensa del TIPNIS, la COB y el pueblo

boliviano enfrentan la nueva coyuntura, signada por la ley de consulta

extemporánea y por los preparativos de la IX marcha indígena. En esta

coyuntura los alcances de la lucha y de la convocatoria son mayores;

ya no se circunscribe la movilización sólo a la defensa del TIPNIS sino

que ahora se asume la responsabilidad de la reconducción del proceso,

además de contener la convocatoria a todo el pueblo para la defensa

de la constitución y del proceso contra un gobierno que se ha

convertido en un contra-proceso. Esto implica también tomar en

cuenta las reivindicaciones de los sectores populares urbanos. La

agenda de la IX marcha es más amplia que la VIII marcha. El nivel de

confrontación es mayor, las perspectivas de la lucha han alcanzado

gran intensidad, convirtiendo a los desenlaces posibles en decisivos

para el proceso.

Se entiende que en este enfrentamiento el gobierno también se juega

su proyecto extractivista; por eso la movida de todos los recursos al

Page 209: La guerra de la madre tierra

209

alcance, legales, civiles, militares, políticos y comunicacionales. El

pueblo boliviano, que ha peleado por el proceso durante seis años de

luchas semi-insurreccionales, que ha votado consecutivamente en las

elecciones, apostando por el proceso y la Constitución, tiene una gran

responsabilidad histórica en esta coyuntura, quizás decisiva para el

proceso. Sólo una movilización general, una decisión multitudinaria,

una voluntad colectiva, en defensa del proceso, por la reconducción del

proceso, en defensa de la madre tierra y la Constitución, puede

cambiar el curso de los acontecimientos. Eventos empujados por el

gobierno a la restauración del Estado-nación y hacia la ampliación y

extensión del modelo extractivista colonial del capitalismo

dependiente; vía que conduce al desastre y a la muerte del proceso.

Sólo una movilización general puede revertir la tendencia política

dominante de claudicación, y lograr un punto de inflexión, recuperando

los objetivos caros de la descolonización y la transformación estructural

e institucional, puede lograr la profundización y la radicalización del

proceso.

Hay en la historia momentos decisivos, momentos de exigencia, de

convocatoria desde las profundidades mismas de la memoria colectiva

de las luchas, para decidir precisamente el decurso de la historia, para

construir historia desde el anhelo mismo emancipatorio, escapando de

los condicionamientos impuestos por las estructuras del poder y del

Estado. Este es uno de esos momentos. Que se acuda a esta

convocatoria depende de la conmoción profunda de nuestro ser, que

podamos comprender la peligrosidad del momento y por lo tanto de la

necesidad de la intervención de los movimientos sociales anti-

sistémicos, las masas, las multitudes, las naciones y pueblos indígenas,

el proletariado, los sectores populares, el pueblo boliviano. Se trata de

entender que el gobierno se ha dejado atrapar por relaciones y

estructuras de poder dominantes en el mundo, en la región y en el

país, que se ha convertido en un engranaje de estas relaciones de

poder, que ya no tiene voluntad propia, que su determinación responde

a lógicas de poder establecidas y efectivas, que no han sido

desmontadas. Que esta situación no puede ser una sorpresa, pues

forma parte de las contradicciones del proceso, de todo proceso, de los

desafíos políticos de las dramáticas y desgarradoras transiciones. Por

eso mismo los movimientos sociales deben estar preparados para

asumir los desafíos y responder a los mismos con la potencia social,

con los saberes colectivos, la voluntad general, las capacidades y

facultades multitudinarias, como inmanencia del ser social,

enfrentando al poder instituido.

Page 210: La guerra de la madre tierra

210

Ahora bien, no siempre las masas y las multitudes han podido

responder a estos desafíos; en las experiencias colectivas de las

revoluciones que no lo han hecho, cuando los pueblos no han sabido

responder a estos retos, las revoluciones en cuestión se han hundido

en le fragor de sus contradicciones, sin que los explotados, que se

insurreccionaron abriendo el proceso, puedan en el momento decisivo

responder. En estos casos, las multitudes se encuentran aisladas por

el propio Estado, por los gobernantes y por sus propios dirigentes

cooptados y conformistas; por lo tanto, en consecuencia, se

encuentran desplazadas de la decisión y de la incidencia, sin poder

quebrantar el curso de los acontecimientos, que se desembocan como

caballos enloquecidos a la muerte.

Estas consideraciones develan que es indispensable la difusión, el

compartir, la discusión, la reflexión y el análisis colectivos de estos

problemas. La construcción de saberes colectivos críticos, subversivos

e insurreccionales es un acontecimiento experimentado por vivencias

compuestas, combinadas e integradas, intensas y liberadoras. Esta

elucidación colectiva forma parte de la cohesión de las organizaciones

involucradas, de las organizaciones y coordinaciones que se formen en

el curso de las luchas. Forma parte del potenciamiento mismo de la

movilización constitutiva e instituyente del nuevo mapa de fuerzas

donde se sostendrán las nuevas relaciones y estructuras pluralistas.

Esta, la participación y asamblea colectivas y comunitarias, es

entonces la tarea inmediata de preparación de la IX marcha.

El mapa de fuerzas

En esta breve exploración de los acontecimientos coyunturales queda

un tema pendiente que discutir, el de otras fuerzas distribuidas en el

contexto del acoplamiento del momento. Ya no hablamos aquí de las

fuerzas propias, sino de las fuerzas ajenas, no de las fuerzas indígenas

y populares, sino de las fuerzas que han sido caracterizadas como

opuestas al proceso constituyente; una de estas fuerzas corresponde

a la derecha tradicional. En la VIII marcha se ha visto su interés de

apoyar, ciertamente con sus propios objetivos, intereses distintos, en

contra del gobierno. Esta derecha busca la oportunidad para reponerse

de la derrota contundente sufrida en Pando después de los

acontecimientos sangrientos del Porvenir, derrota rarificada en el claro

descalabro electoral de las elecciones de 2009, sin poder lograr ni

siguiera un tercio de la representación del Congreso. Esta derecha

Page 211: La guerra de la madre tierra

211

tradicional ha quedado hecha añicos. Es de esperar que esta derecha

también se encuentre ansiosa de volver a apoyar la novena marcha,

quizás intentando una mayor incidencia. Eso trató de hacerlo en la

VIII marcha, empero las organizaciones indígenas no le permitieron de

ninguna manera participar. Lo que hizo esta derecha es apoyar en

vituallas y alimentación, aunque no fue la parte ni la proporción

preponderante de la logística de la marcha. El apoyo

proporcionalmente importante de la marcha fueron las redes de apoyo

de las propias organizaciones indígenas, las ONGs de izquierda,

también las organizaciones humanitarias, así como las instituciones de

la cooperación internacional y de derechos humanos, además de los

múltiples grupos de activistas ecologistas, ambientalistas, feministas,

antisistémicos, y sus redes de comunicación; este apoyo fue

preponderante en el armado de la logística de la marcha.

El gobierno, de manera infantil, ha tratado de desinformar al respecto,

acusando a los dirigentes de tener compromisos con la derecha o de

hacer la jugada a la derecha. Como si no fuera real el conflicto del

TIPNIS, como si no se tratara de una TCO protegida por la Constitución,

de un parque protegido por las leyes, como si no se hubieran

constitucionalizado los derechos indígenas; es decir, como si no

hubiera ningún problema. Este es el nudo del cuestión, este es el

referente de realidad, no la delirante imagen que tiene el gobierno de

lo que ocurre; imagen paranoica, sostenida en la tesis débil de la

conspiración. Esta propaganda lamentable le cerró los ojos al gobierno,

retraído en su propio laberinto, de tal forma que no pudo ver el mapa

de los hechos; tampoco lo hace ahora, no solamente debido a su propia

contradicción inherente, que a estas alturas ya no se les puede pedir

que comprendan, sino por la propia magnitud del problema. En estas

condiciones, obviamente no puede descifrar las razones del apoyo de

la ciudadanía al TIPNIS. En estas circunstancias de retraimiento

paranoico, no se les puede pedir a los del gobierno que reconozcan

públicamente sus compromisos con la burguesía recompuesta y los

nuevos ricos, menos sus compromisos con las empresas

trasnacionales, la empresa constructora OAS y el gobierno brasilero.

Los hechos muestran que, a estas alturas de la regresión de la dirección

del proceso, se trata de un gobierno que administra los intereses de la

burguesía recompuesta, de los terratenientes, de los banqueros, de los

nuevos ricos y de las empresas trasnacionales. En este sentido la

dilucidación de lo que es derecha ha cambiado; hay una nueva

derecha, una burguesía recompuesta, nuevos ricos, además del propio

gobierno que ha optado por el Estado-nación y el modelo extractivista.

Page 212: La guerra de la madre tierra

212

Esta nueva derecha es el termidor de la revolución plebeya e indígena,

quiere detener el proceso en su momento incierto, donde ha llegado

vadeando sus contradicciones, quiere acabar con el proceso ahí, en el

sitio indefinido y ambiguo del discurso, en la mera aprobación de la

Constitución, buscando que ésta no pueda aplicarse. Esta es la derecha

efectiva, peligrosa, con incidencia política, no la derecha tradicional,

que ciertamente nunca va a dejar de conspirar, pero que en el

momento no tiene fuerza como para reincidir.

El análisis de coyuntura, el análisis de contexto, el análisis de las

fuerzas involucradas, nunca va a poder ser reducido a la trivialidad del

esquema inocente de un dualismo simplón, de que sólo hay una

derecha, por un lado, y una izquierda, por otro lado. En el contexto, en

la cartografía espacial y temporal, hay más fuerzas, un mapa de

fuerzas, hay una variedad de posiciones, que deben ser analizadas y

evaluadas en el decurso mismo de las coyunturas y el proceso.

Concretamente, fuera de la derecha tradicional, correspondiente a las

oligarquías regionales, derecha que ahora se ha reducido a débiles

representaciones políticas, tanto en el congreso como en una

gobernación, ha aparecido en el mapa de fuerzas la distribución del

posicionamiento de una nueva derecha, de una nueva fuerza

conservadora efectiva. Esta nueva derecha puede ser interpretada, en

realidad, como una nueva alianza de fuerzas conservadoras, en la

perspectiva del proyecto extractivista. Esta alianza está compuesta

básicamente por la relación comprometida del gobierno con los

estratos de la burguesía; clase económicamente dominante que ha sido

la que más se ha beneficiado frugalmente en las dos gestiones de

gobierno popular. Componen esta burguesía renovada los

agroindustriales, los terratenientes, los comerciantes, los banqueros,

los nuevos ricos, los grandes contrabandistas y los grupos de los

tráficos lícitos e ilícitos. A este conglomerado o bloque conservador se

lo puede llamar nueva derecha; esta caracterización se debe a las

posiciones claramente evidentes contra la Constitución, contra las

transformaciones estructurales e institucionales y contra los caros

objetivos del proceso. Esta nueva derecha quiere limitar, delimitar y

detener el proceso en el lugar incierto donde ha llegado; servirse de

las imágenes mismas del proceso, investirse de ellas, suplantando a

los movimientos sociales, para satisfacer holgadamente con el

cumplimiento de los intereses mezquinos de los grupos dominantes.

Lastimosamente en este cuento han caído los dirigentes campesinos,

cooptados por el gobierno, perdiendo toda independencia de clase y de

organización. De esta manera, hoy por hoy, los campesinos se han

Page 213: La guerra de la madre tierra

213

convertido en la base social de legitimación reducida de la conducción

clientelar del gobierno.

Entre este bloque de poder, bloque de sustento del proyecto

extractivista, y el bloque indígena, nucleado básicamente en las dos

grandes organizaciones de tierras bajas y de tierras altas, la CIDOB y

el CONAMAQ, se encuentran una multiplicidad de fuerzas dispersas,

que no necesariamente actúan de manera conjunta y coordinada,

aunque lo hicieron en el apoyo a la defensa del TIPNIS. La COB es la

principal organización de los trabajadores y de los sindicatos obreros

urbanos y de los centros mineros. La COB tiene un pliego petitorio, que

comprende varios puntos, fuera de las reivindicaciones económicas;

uno de ellos es el reclamo por su incidencia y participación en el modelo

productivo; otro es el que tiene que ver con los derechos de los

trabajadores y la abrogación de lo que queda del decreto neoliberal

21060; y un tercero, de importancia, es la construcción de un

instrumento político de los trabajadores. En los escenarios abiertos por

las luchas sociales y movimientos sociales antisistémicos

contemporáneos, la COB no ha podido recuperar su protagonismo que

tuvo en a historia política desde la revolución de 1952 hasta la marcha

por la vida en defensa de sus puestos de trabajo, los centros mineros

(1986). Sin embargo, podría recuperar protagonismo político si atina a

una alianza duradera con las organizaciones indígenas y el pueblo

boliviano en la defensa de la Constitución y del proceso.

Desde el primer año de gobierno (2006), como a finales del mismo,

se manifiestan contradicciones complicadas entre los trabajadores

mineros, entre los obreros de las minas, dependientes de COMIBOL, y

los cooperativistas mineros. Un enfrentamiento en Huanuni deja más

de una docena de muertos. Los cooperativistas mineros, que suman

como uno ciento cincuenta mil, son un estrato de presión fuerte, en el

espacio social de los trabajadores. Quieren más concesiones mineras

del Estado, entrando en contradicción con los obreros de las minas,

que responden a la empresa estatal minera. Este sector, una vez

enterado del contenido del proyecto del código minero se movilizó a La

Paz exigiendo modificaciones sustanciales, en la perspectiva de la

preservación de sus intereses. A lo largo de los años de la primera

gestión de gobierno aparecieron otros grupos gremiales,

reivindicativos de intereses particulares, como los involucrados en la

compra venta de ropa usada, llamados los “ropavejeros”. En esta

tónica marginal también aparecieron otros grupos asociados, como los

compradores de autos usados, muchos de éstos internados al país por

Page 214: La guerra de la madre tierra

214

contrabando, otros por robo. Este grupo concretamente pide

nacionalización de los autos chutos. A este pedido primero accedió el

congreso y luego el gobierno, aprobando y promulgando una ley

conocida como la de los autos “chutos”. En otra tónica, también

subsisten, desde época neoliberal, grupos de asociados como los

jubilados, los beneficiarios de la renta de adultos mayores, los

desocupados, quienes piden fuentes de trabajo; también piden todos

ellos garantía institucional para sus jubilaciones, ampliación de la

renta, puestos laborales. Cambiando nuevamente de tónica, aparecen

los nuevos sujetos de derechos, respondiendo a la ampliación de

derechos de la Constitución, como los conocidos como discapacitados

o de capacidades especiales. Este grupo exige un bono apropiado y el

cumplimiento de a Constitución. En otro nivel, se dan también otras

asociaciones, aunque sean más bien coyunturales, como la de ciertas

comunidades campesinas que exigen la propiedad de minas en sus

territorios, minas que muchas veces fueron tomadas por los propios

comunarios. En contraste, también se asociaron los obreros mineros

de empresas privadas, quienes exigen al gobierno garantías para el

funcionamiento de sus centros trabajo y el respeto a la propiedad

empresarial. Como se puede ver, estamos ante una lista que se puede

ir ampliando, debido al estallido de conflictos locales y específicos,

pero, que en todo caso, expresa un mapa disperso de fuerzas

heterogéneas, que también se hallan puntualmente en conflicto con el

gobierno. Esta gama de reivindicaciones tiene que ser interpretada a

la luz misma de las contradicciones del proceso, no tanto así a partir

de las propias reivindicaciones particulares, pues no serían

comprensibles políticamente.

Empero vale la pena ampliar el mapa de fuerzas incorporando a

organizaciones cívicas de carácter regional y municipal, también a

ciertas poblaciones limítrofes que disputan el control fronterizo de

recursos naturales. En esta ampliación del mapa de fuerzas hay que

incorporar a un comité cívico regional que se hizo famoso por el tipo

de enfrentamiento que tuvo con el gobierno, el Comité Cívico de Potosí,

que planteó reivindicaciones regionales de carácter departamental en

el occidente boliviano. Este comité cívico se encuentra vinculado a

sectores populares y no así a sectores de las oligarquías regionales,

como era el caso de los comités cívicos de la llamada “media luna”.

Otra forma de asociación y de organización social, que también hizo

noticia, es la composición combinada entre sindicatos campesinos y

juntas de vecinos en la provincia de Caranvi; se conformó una especie

de coordinación de defensa de la provincia. Esta coordinadora hizo

Page 215: La guerra de la madre tierra

215

conocer su reclamo en torno a una planta de cítricos, entrando en

conflicto con la organización de colonizadores de Alto Beni.

Compartiendo problemáticas análogas, aunque no equivalentes, en la

frontera limítrofe departamental entre Oruro y Potosí también

aparecieron conflictos entre poblaciones y comunidades colindantes.

Primero, la disputa estalló por la ubicación del lugar de instalación de

la planta de cemento, también por la propiedad del cerro Porco, cerro

que contiene los yacimientos apropiados, en tanto materia prima, para

el funcionamiento de la planta; después, otro conflicto limítrofe se

generó por el conflicto concurrente en torno a los terrenos aptos para

el cultivo de la quinua. Así también debemos ampliar estos conflictos

limítrofes a la región del Chaco, donde las poblaciones colindantes

entre Tarija y Chuquisaca se disputan la participación de los

yacimientos del campo Margarita; esto sobre todo por las regalías en

cuestión y la distribución del Impuesto Directo a los Hidrocarburos.

Todos estos conflictos deben interpretarse a la luz de la condición

autonómica de la Constitución.

En el dibujo del mapa de fuerzas también tenemos que añadir a las

juntas de vecinos metidas en conflictos municipales de sus ciudades.

Por ejemplo, el caso de la ciudad de El Alto es sintomático; habiendo

sido la ciudad heroica en la guerra del gas (2003), ciudad clave por su

colindancia con la sede de gobierno, se siente ahora una ciudad

menospreciada por el gobierno debido al incumplimiento de mandatos

y compromisos. La mayoría de El Alto considera que el gobierno no ha

cumplido con la Agenda de Octubre, que comprende además de la

convocatoria a la Asamblea Constituyente, la nacionalización de los

hidrocarburos y la industrialización de los mismos, evitando su

exportación en condición de materias primas, además del compromiso

de instalación de gas domiciliario para consumo doméstico. Los alteños

consideran que ninguna de estas obligaciones ha cumplido el gobierno.

Es más, la juntas de vecinos ven con alarma el comportamiento del

gobierno respecto a los candidatos avalados por el MAS, saltando a las

propias selecciones barriales. Se montó una escandalosa maniobra

para sacar a la dirigente carismática Fany, castigada por ser crítica;

incluso se llegó al extremo de atentar contra su vida. Sacándola de en

medio, primero se impuso a un dirigente cuestionado por las bases,

después a un candidato cuestionado por la ciudad, candidato que sale

elegido apenas, con una notoria disminución de votos para el MAS,

disputando esta posibilidad con una candidata joven de un partido de

minoría, caracterizado como de centro-derecha. Ahora el alcalde

elegido es cuestionado por movilizaciones populares, que piden su

Page 216: La guerra de la madre tierra

216

revocatoria de mandato. La ciudad de El Alto ha vuelto ha manifestarse

pidiendo seguridad ciudadana ante la ola de atracos y asesinatos de

los llamados “cogoteros”. En otras ciudades también aparecen

conflictos locales, incluso menores, por ejemplo, conflictos provocados

por reclamos de los vecinos en relación a la desatención municipal al

derrumbamiento de sus casas en la época de lluvias, protestando

contra la abandono de los gobiernos, tanto del gobierno central como

del gobierno autónomo municipal correspondiente. En la ciudad de

Santa Cruz también se han producido innumerables protestas, aunque

de carácter más grupal y barrial, más en el sentido de

pronunciamientos que de movilización, sobre todo en lo que respecta

a la seguridad ciudadana. Dicen que la policía, el gobierno municipal,

tampoco el gobierno central, las asambleas legislativas, la central y la

autónoma, no acuden a resolver la problemática situación de

vulnerabilidad de los ciudadanos debido a la expansión de la

delincuencia, atracos y asesinatos. En este marco de reclamos,

también se hacen conocer denuncias en relación al incumplimiento de

obras y acusaciones de corrupción.

Todo este conjunto de problemas son reales, no son inventos de la

conspiración de la derecha, como acostumbra decir el gobierno, como

acostumbra a desentenderse de los problemas. Este conjunto de

problemas civiles y sociales deben ser interpretados no sólo desde la

perspectiva puntual y descriptiva de los discursos y de los hechos, sino

que debe también ser analizados a partir de lo que podemos llamar y

comprender, en su integralidad, como crisis del proceso.

Page 217: La guerra de la madre tierra

217

Espesores histórico-políticos y económicos

Volvamos al tema del TIPNIS y también en consecuencia de la IX

marcha indígena. Ciertamente podemos ver que el conflicto del TIPNIS

además de ser un atentado contra un área protegida, protegida por

leyes ambientales, un atentado contra los derechos de las naciones y

pueblos indígenas originarios, constitucionalizados, por ser territorio

indígena, también se ha convertido en un conflicto de magnitud. Esto

debido a que el conflicto muestra las contradicciones más profundas

del proceso, desgarradores contradicciones que ponen en cuestión la

misma política implementada por el gobierno, que no se parece en

nada a los caminos propuestos por la Constitución. Todo lo contrario,

se parece a lo hecho por los gobiernos anteriores, sobre todo en lo que

respecta al modelo económico. No se trata de aseverar de que se trata

de un nuevo gobierno neoliberal; el problema no se reduce a la

continuidad del proyecto neoliberal. La lucha de los movimientos

sociales del 2000 al 2005 fue precisamente contra este modelo y las

políticas privatizadoras. El gobierno popular que se conforma después

de las elecciones del 2005 inicia un proceso de nacionalización y

convoca a través del congreso a la Asamblea Constituyente. No se

puede decir que se trata de un gobierno neoliberal cuando se abre un

camino de fortalecimiento del Estado, de intervención del Estado en la

economía, de apoyo a las empresas publicas, de formación de

empresas públicas, aunque estas empresas públicas no hayan dado los

resultados esperados. El problema no se reduce a la identificación de

cuánto del proyecto neoliberal ha quedado, como es el caso de la

presencia del decreto 21060, que inicia en 1985 la implementación del

modelo de libre mercado y de competitividad, de privatización y de

suspensión de los derechos sociales y de los trabajadores. Tampoco de

identificar la permanencia de la gravitación de las empresas

trasnacionales en las áreas estratégicas de los hidrocarburos y la

minería. La comprensión de la problemática de la dependencia exige la

visualización de condicionantes más profundas. El modelo apuesto al

neoliberalismo, el modelo nacionalista estatal, el modelo basado en las

nacionalizaciones y el control de los recursos naturales, si bien es de

alguna manera antagónico al proyecto neoliberal, no deja de ser

también un modelo liberal, pero sobre todo, no deja de ser también

una modulación del circulo vicioso de la dependencia. Esto se debe a

la relación que tienen ambos modelos contrapuestos con el paradigma

del extractivismo. En la medida que repiten esta relación con la

extracción y explotación de los recursos naturales, exportando

materias primas al mercado externo, lo hagan de una forma o de otra,

Page 218: La guerra de la madre tierra

218

reproducen las relaciones de subalternidad con el centro del sistema-

mundo capitalista, reproduciendo también la dependencia. En este

sentido se dice, que el gobierno popular hace lo mismo que los

gobiernos que le antecedieron, sean nacionalistas, liberales o

neoliberales, reproduce el modelo extractivista colonial del capitalismo

dependiente.

Este es el problema de fondo; ¿cómo escapar a la condena colonial del

extractivismo? ¿Cómo escapar al círculo vicioso de la dependencia?

Mientras no se resuelva este problema, las diferencias entre el modelo

neoliberal y el modelo nacionalista estatal son importantes en lo que

respecta al control estatal y al impacto en los ingresos de una economía

rentista, pero estas diferencias no son lo suficientemente distintas en

relación al modelo extractivista. A la luz de esta vigencia colonial, de

la geopolítica del sistema-mundo capitalista, ambos modelos incluso

pueden intersectarse, mezclarse, con la consecuencia irremediable de

continuar la condena de la estructura de sometimiento, expiación de la

articulación extractivista con el mercado externo, que lleva

irremediablemente a la subalternidad de la dependencia. El proyecto

de Estado-nación del nacionalismo revolucionario no ha construido la

base de la industrialización, se ha limitado a recuperar para el Estado

los recursos mineralógicos, los yacimientos y centros mineros,

entregando en cambio los recursos hidrocarburíferos a una empresa

trasnacional norteamericana, la Gulf Oil. Los nacionalismos militares

han seguido la misma ruta con mayor o menor intensidad; el general

David Toro23 nacionaliza la Standard Oil en 1937 y funda Yacimientos

petrolíferos Fiscales Bolivianos; el general Ovando Candia24 nacionaliza

23 El gobierno del general David Toro presidió una junta cívico-militar, la junta estaba apoyada por los

sectores jóvenes del ejército, partidarios de cambios en el país. Una vez en la presidencia Toro realizó

cambios sociales significativos, inició reformas sociales; bajo su mandato, se comenzó a elaborar una

nueva Constitución, estructurada a partir de los principios del Constitucionalismo social. Se creó el

Ministerio de Trabajo y el de Previsión Social; se estableció la jornada de ocho horas, instituyendo la

obligatoriedad de sindicalizarse. Se fundó el Banco Minero para apoyar mediante créditos al principal

sector productivo, principalmente a los mineros pequeños. Se creó también el Ministerio de Minas y

Petróleo. La medida más importante de su gobierno indudablemente fue la reversión de todos los bienes

y concesiones que sobre los recursos naturales se habían hecho a la empresa petrolífera estadounidense

Standard Oil. Esta reversión se produjo por la Resolución Suprema que dictó el 13 de marzo de 1937, y

fundó Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, que se sería el nuevo organismo para la exploración y

explotación de los hidrocarburos dentro de todo el territorio nacional. Así se inicia la explotación

petrolífera a cargo del Estado.

24 En el segundo gobierno del general Alfredo Ovando Candia las medidas políticas más importantes fueron la nacionalización del petróleo, así como, en consecuencia, la expropiación a la Gulf Oil Co. Esta

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219

la Gulf Oil en 1969 y el general Juan José Torres25 nacionaliza la mina

Matilde en 1971. Aunque podríamos anotar una pequeña diferencia en

lo que respecta a ciertas medidas de la gestión de Ovando Candia, pues

en su gobierno se apuesta a un proyecto largamente anhelado, la

metalurgia, la fundición de estaño26, si bien este proyecto por sí solo

no basta para armar una base industrial de las materias primas

minerales, menos para convertirse en la plataforma de la revolución

industrial en Bolivia. En todo caso, en general, los nacionalismos no

pudieron salir del modelo extractivista. Ciertamente, como se ve,

distinguimos estos gobiernos militares nacionalistas de otros gobiernos

militares francamente entreguistas; no hablamos de gobiernos

militares supeditados a la geopolítica de la dominación estadounidense,

embarcados, como otros gobiernos latinoamericanos, en la lucha

contra el comunismo, respondiendo al marco condicionante de la

guerra fría, guerra inventada por las potencias vencedoras de la

segunda guerra mundial. Este es el caso de gobiernos militares como

los del general René Barrientos Ortuño27 y después del general Hugo

Nacionalización convirtió a Bolivia en propietaria de sus propios recursos naturales. Otra medida de trascendencia fue la instalación de la primera fundidora de estaño en el país.

25 El general Juan José Torres asumió el poder empujado por un levantamiento popular, con participación

de trabajadores, organizaciones campesinas, el movimiento universitario y un sector de los militares

leales. Este hecho aconteció el 7 de octubre de 1970; la huelga general indefinida declarada por la COB

tiene por objeto detener el golpe de estado en contra el gobierno del general Alfredo Ovando Candía.

Durante su breve gobierno se realizó la nacionalización de la Mina Matilde; también se decretó la

nacionalización de las Colas y Desmontes, la expulsión de los Cuerpos de Paz de los Estados Unidos, se

dispuso un aumento presupuestario significativo a las universidades bolivianas, la creación de

la Corporación de Desarrollo y el Banco del Estado, fuera de subir el salarial de los mineros.

26 Jorge Lema Patiño: Con la instalación de la Fundición de Estaño de Vinto por la empresa Klockner de

Alemania, se da inicio a la moderna metalurgia en el país, incorporando el horno Fuming y la electrólisis del estaño en base al cresol sulfónico. Esta Fundición fue construida (1970 al 1975) por etapas hasta alcanzar la capacidad actual de aprox. 48,000 toneladas anuales de concentrados de Alta Ley (45 – 55%Sn. Modernización de la Fundición de Estaño de Vinto. Documento presentado al Congreso Nacional de Metalurgia y Ciencia de Materiales. Julio 2006; Oruro – Bolivia.

27 El general René Barrientos Ortuño fue elegido en 1964 vicepresidente de la República acompañando

a Víctor Paz Estenssoro a la presidencia. En condición de vicepresidente conspiró un golpe de Estado, diseñado por la CIA, para acabar con lo último que quedaba de la revolución nacional de 1952. Después del golpe de Estado de noviembre de 1964, estuvo en su primera presidencia por aproximadamente siete meses. Su segunda presidencia duró aproximadamente lo mismo, compartiendo con el general Alfredo Ovando Candia el binomio miliar. Su tercera presidencia, esta vez elegido en las urnas, duró un poco menos de tres años, desde 6 de agosto de 1966 hasta el 27 de abril de 1969. Murió en lo que parece ser un accidente de helicóptero, en el que viajaba seguido, en constante campaña; empero hay voces que dicen que fue un atentado. Fue un presidente populachero, que hablaba quechua, se granjeó el apoyo de los campesinos del valle. En cambio se enfrentó desde su primera presidencia a los obreros y mineros, persiguiéndolos y disminuyendo sus salarios. Durante la guerrilla del Che intervino las minas y masacró a los mineros, acusándolos de apoyar a la guerrilla. Este hecho de sangre es conocido como la masacre de

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220

Banzer Suarez28. Estos gobiernos militares pro-imperialistas asumieron

una política entreguista y tempranamente de desnacionalización,

adjudicando las reservas fiscales de COMIBOL a la minería mediana,

como ocurrió durante el gobierno de Barrientos, y aprobando el Código

del Petróleo, que abre las compuertas de los recursos y las reservas

hidrocarburíferas a las empresas trasnacionales, como ocurrió durante

el gobierno de Banzer.

Este es el problema de fondo, las condicionantes estructurales del

extractivismo, que genera el círculo vicioso de la dependencia. No es

fácil escapar a esta condena estructural de larga duración; no han

podido hacerlo los gobiernos nacionalistas. Este anclaje gravitante en

el extractivismo no sólo acontece en el país, es una característica

común en las periferias del sistema-mundo, acontece en Sud América;

incluso en un caso tan promisorio como la emergencia industrial de

Brasil, el problema del extractivismo parece irradiarse tanto en las

formas de su antigua condición como en la nueva, el neo-

extractivismo. Ha emergido una potencia regional en el contexto del

San Juan, por haberse perpetrado precisamente en la noche de San Juan, cuando los mineros de Siglo XX festejaban con fogatas en una de las noches más frías del año.

28 El general Hugo Banzer Suarez asumió el cargo de presidente en 1971, mediante un golpe cruento

contra el gobierno progresista del general Juan José Torres, gobierno en el que se instaló la Asamblea Popular. Este general de derecha, al servicio de la dominación estadounidense en la región y en el país, instauró una férrea dictadura, inicialmente apoyado en principio y en alianza con dos partidos políticamente enfrentados, el MNR, de concepción nacionalista, y la FSB, de inspiración fascista. Hugo

Banzer ya estuvo antes involucrado en las esferas de gobierno, durante el gobierno militar del general René Barrientos ocupó el cargo de ministro de Educación. Después de un breve tiempo en el gobierno, entre sus primeras medidas, ilegalizó a los partidos políticos, incluyendo sus aliados. Fue una dictadura en pleno sentido de la palabra. La dictador militar que presidió duró el lapso de siete años; en su recorrido dejó una huella de muerte, de asesinatos, encarcelados y exilados, ocasionando incontables denuncias de violaciones a los derechos humanos. Su gobierno participó en el Plan Cóndor; operativo de represión secreto y encubierto anti-comunista y anti-izquierdista, ensamblado por los gobiernos militares de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia, durante la década de los años 70. Una década que se puede nombrar como la de la guerra sucia. Durante este periodo Bolivia suministró, principalmente a Chile y a Argentina, información sobre el movimiento de los que las dictaduras militares consideraba subversivos, quienes se encontraban dentro del territorio del país; lo mismo hacían los otros gobiernos militares. La dictadura militar fue prácticamente derrotada en 1978 por una larga huelga de hambre de mujeres esposas de mineros; esta huelga de hambre se extendió por todas partes, en las ciudades capitales, apoyada por las múltiples organizaciones sociales del país y la COB. Después de la caída de las dictaduras militares y la convocatoria a elecciones, el Congreso Nacional de Bolivia intentó enjuiciar a Banzer por crímenes de lesa humanidad y otros delitos políticos ocurridos durante su dictadura; sin embargo, el juicio de responsabilidades no llegó a producirse por la complicidad de los partidos de derecha, entre los que se encontraba el MNR. El principal impulsor del juicio de responsabilidades fue Marcelo Quiroga Santa Cruz. El insigne líder socialista murió asesinado durante el golpe de Estado perpetrado por el general Luis García Meza en 1980. Este general, quien fue juzgado y condenado a prisión, declaró que quienes asesinaron a Quiroga Santa Cruz eran paramilitares que recibieron órdenes de Banzer.

Page 221: La guerra de la madre tierra

221

reacomodo de las estructuras dominantes del sistema-mundo

capitalista, básicamente por el desplazamiento de la metalurgia y la

industria pesada desde el centro del sistema-mundo hacia ciertos

lugares pujantes de la periferia, en un proceso caracterizado como de

desindustrialización del centro del sistema-mundo. Empero a pesar de

esta revolución industrial, acompañada por la revolución cibernética,

Brasil sigue reproduciendo las condiciones de la dependencia y de lo

que llama Francisco de Oliveira el neo-atraso brasilero. La situación de

este anclaje gravitante en el extractivismo es mil veces peor para

Bolivia, donde no se ha podido crear una plataforma metalúrgica y la

industrialización de los hidrocarburos. Tanto para Brasil como para

Bolivia los problemas relativos a la dependencia se hacen cada vez más

acuciantes en una coyuntura caracterizada por el agotamiento de la

energía fósil y definida por la crisis ecológica. El extractivismo, el neo-

estractivismo, la industrialización, la biotecnología de los transgénicos,

han puesto en peligro la vida en el planeta. ¿Qué hacer ante la

creciente demanda de las poblaciones? ¿Cuál la salida para afrontar el

atraso, el neo-atraso, sobre todo las condicionantes, las determinantes

y las consecuencias de la dependencia? No se puede renunciar a la

industrialización, pero tampoco se puede aceptarla a un costo ecológico

alto; aunque se tiene una certeza, se tiene que lograr acoplarse a la

revolución cibernética, pero sin destruir los saberes colectivos y las

tecnologías tradicionales. En el marco de estos dilemas, sin embargo,

hay dos postulados claros, romper con el modelo extractivista colonial

del capitalismo dependiente y encaminarse a la soberanía alimentaria.

Ahora bien, estos postulados qué significan con respecto a la relación

con el mercado interno y el mercado externo, qué significan con

relación a la industrialización y qué significan con relación a la frontera

agrícola y el equilibrio ecológico. Por lo menos desde una perspectiva

teórica se ha dicho que de lo que se trata es de fortalecer, expandirá y

dinamizar el mercado interno, cohesionando a la sociedad en relación

a sus circuitos endógenos; desconectarse del mercado externo,

independizarse de sus condicionamientos e imposiciones; optar por

una industrialización de tecnologías limpia, que favorezca las

demandas del mercado interno, no las exigencias del mercado externo;

no ampliar la frontera agrícola, pasar de una agricultura extensiva y

depredadora a una agricultura intensiva y ecológica; restablecer las

armonías con los ecosistemas y los nichos ecológicos.

Obviamente esta transición desde un modelo extractivista hacia un

modelo no-extractivista no es nada fácil, sobre todo cuando por lo

Page 222: La guerra de la madre tierra

222

menos las tres cuartas partes del ingreso y el 85% del valor de las

exportaciones dependen de la explotación extractiva. Empero, ante

este mapa condicionante que amarra la economía al modelo

extractivista, nunca hay que olvidar que no se trata de mantener esta

dependencia, de reproducir una economía rentista, y mucho menos se

trata de dejar que las empresas trasnacionales se lleven las materias

primas aprovechando este punto de partida de la acumulación de

capital, este control de las condiciones iniciales de la producción, para

beneficiarse de los efectos multiplicadores de la cadena productiva, de

la generación acumulativa de ganancias. Las empresas trasnacionales

son la estructura logística de la acumulación ampliada de capital que

controla el centro del sistema-mundo. La decisión de dejar el modelo

extractivista es ineludible, es de vida o muerte. Tiene que ver con la

salida del círculo vicioso de la dependencia y de un desarrollo que

genera subdesarrollo.

En una investigación del CEDLA sobre la economía boliviana,

concentrada en el análisis de coyuntura y en las características de la

estructura económica del momento, se llega a una conclusión

alarmante. Se dice que la política económica, aplicada en los últimos

años, en las dos gestiones del gobierno de Evo Morales, acentuó los

grandes problemas estructurales del país, con un Estado más rentista

y una economía cada vez más dependiente de las materias primas y

del capital transnacional29. En el cuaderno de coyuntura numero tres,

dedicado a una evaluación del gasolinazo, se sostiene que:

La actual política económica se orientó a profundizar el patrón primario

exportador, que tiene como consecuencia el debilitamiento y el abandono del sector interno de la economía, pues sigue siendo una

economía dominada por el capital monopólico que aprovecha los

recursos naturales nativos y la explotación de la fuerza de trabajo local, pero que realiza y acumula la plusvalía fuera de nuestras fronteras30.

De acuerdo al estudio, la actual economía boliviana se caracteriza por

un insuficiente y limitado crecimiento económico, una mayor y creciente dependencia de las materias primas, un peligroso aumento

de las importaciones, una crisis en los sectores productivos de la industria y el riesgo de una crisis energética que se expresa en

insuficiente producción de electricidad y de petróleo. Este cuadro es acompañado, además, por una precaria situación de las finanzas

29 CEDLA: Análisis de la política económica, fiscal y petrolera. Gasolinazo: Subvención popular al Estado y a las petroleras. Análisis económico. Cuadernos de Coyuntura 3. Plataforma energética. La Paz, septiembre de 2011. 30 Ibídem.

Page 223: La guerra de la madre tierra

223

públicas, creciente endeudamiento interno, aumento de la inflación y

del costo de vida para los más pobres y un deterioro en la calidad de vida de los trabajadores y asalariados31.

En el análisis se identifica siete grandes problemas del país. El primer problema tiene que ver con el limitado crecimiento económico; el

segundo problema tiene que ver con la creciente dependencia de las materias primas; el tercer problema, como consecuencia del anterior,

tiene que ver con la valorización de los precios de las materias primas reduciéndose, en cambio, la valorización de las exportaciones no-

tradicionales; el cuarto problema tiene que ver con un peligroso incremento de las importaciones; el quinto problema tiene que ver con

la precaria situación de las finanzas públicas, debido al aumento del crecimiento del gasto y disminución del crecimiento del ingreso; el

sexto problema tiene que ver con la inflación, sobre todo de los alimentos; y el séptimo problema tiene que ver con la crisis energética,

es decir, con la insuficiente producción de líquidos, con el estancamiento de la producción de gas y la reducción de las reservas32.

Puede preverse entonces el estallido una crisis económica a mediano plazo. Podemos interpretar esta situación como relativa a las crisis de

los ciclos medios de la economía, en este caso vinculados a los ciclos de las materias primas. En el marco de este modelo no hay una salida,

sino un círculo vicioso.

En este contexto es donde debemos situar el conflicto del TIPNIS. La carretera que atravesaría el territorio indígena y parque Isiboro-Sécure

es parte de este proyecto extractivista, mas bien su consecuencia desesperada. ¿Por qué una carretera que atraviese una región rica en

biodiversidad, que es territorio y parque? Porque se trata de ampliar la frontera agrícola, no se la va ampliar por el lado de dominio de los

colonizadores y hacendados, por el lado de Santa Cruz, tampoco por las áreas de ocupación de los colonizadores, por el lado del norte de La

Paz. Estas regiones están ocupadas; la ampliación de la frontera

agrícola es susceptible de hacerla a través de los territorios de contención de esta frontera, que son precisamente los territorios

indígenas y parques. ¿Por qué la ampliación de la frontera agrícola es complementaria de la economía extractivista? La forma de explotación

extractiva de las materias primas, de la minería y los hidrocarburos, destructiva, depredadora y contaminante, tiene como complemento a

una agricultura expansiva, depredadora, también destructiva, con tendencia a usar transgénicos y dedicarse al monocultivo rentable.

Asociada a esta agricultura se encuentra la ganadería también expansiva y depredadora, que requiere grandes cantidades de espacio

para el ganado. En este mapa depredador debemos incluir a las

31 Ibídem. 32 Ibídem.

Page 224: La guerra de la madre tierra

224

empresas madereras desforestadoras y destructivas de bosques. Como

se puede ver, se trata de una misma lógica; en la explotación extractiva de materias primas y en la agricultura-ganadería-

desforestación, se desenvuelve la lógica del dominio y destrucción de

la naturaleza, la lógica de la transferencia de los costos a la naturaleza, costos que nunca son cubiertos ni contabilizados por la economía

capitalista.

La carretera Villa Tunari a San Ignacio de Moxos es una salida a la presión sobre la frontera agrícola del monocultivo de la coca, de las

empresas madereras, y quizás de los hacendados y terratenientes, dedicados también al monocultivo rentable. La carretera, al formar

parte de una red de comunicación y de transporte, red que amplia el mercado y los tráficos, que conecta mercados y moviliza recursos

como mercancías, vincularía en este caso espacios económicos de Brasil con los puertos del Pacífico, y por esta vía marítima con el gran

mercado del Asia. Los ganaderos de Rondonía están sumamente interesados con llevar carne de res al mercado de Asia. En este mapa

de intereses se puede ver la razón necesaria y suficiente de la

compulsión por la carretera; aquí, en esta distribución de intereses, se encuentra la causa de la construcción de la carretera, se encuentra la

razón del por qué la carretera en cuestión forma parte del modelo extractivista colonial del capitalismo dependiente. Esta es también la

razón por la que, la carretera, al formar parte del modelo extractivista, impulsa al gobierno a mover todos sus recursos para imponerla, incluso

la ocupación militar.

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225

“Geopolítica” extravagante

Uno de los argumentos más extraños que ha usado el gobierno para

justificar la construcción de la carreta es una supuesta estrategia

geopolítica. Si dice que se busca aislar a la oligarquía cruceña del control del espacio amazónico, concretamente de los departamentos

del Beni y Pando, vinculándola más bien con el Chapare y Cochabamba. Al escuchar y leer estos argumentos se nota que la geopolítica se ha

reducido a una caricatura, tomada en serio sin embargo por el propio vicepresidente. Este argumento incluso ha sido tomado gravemente

por una antropóloga, que ha hecho manifiesta sus inclinaciones tardías por la geopolítica. No solamente estamos ante aprendices de brujo sino

ante el mayor desprecio a la opinión, es decir al raciocinio de la gente, y a la opinión pública. ¿Puede hablarse de esta manera cuando la

oligarquía cruceña, los estratos agroindustriales de la burguesía, son los aliados del gobierno y sus políticas extractivistas? Esta es otra

coyuntura, ya no es la de la etapa de enfrentamiento con las oligarquías regionales; esta etapa acabó en el Porvenir y con el Estado

de sitio en Pando. Ahora el gobierno le ha regalado a la oligarquía

regional en la cumbre social la suspensión por cinco años del saneamiento de tierras, la suspensión por cinco años de la exigencia

de la función económica y social, la suspensión por cinco años de sanciones por delitos de desforestación ilegal.

La geopolítica no se reduce a una carretera. En todo caso, ¿por qué

una “geopolítica” se juega el todo por el todo en una carrera que atravesaría el núcleo del territorio indígena y parque Isiboro-Sécure,

donde no hay casi comunidades asentadas? ¿No puede pasar esa carretera “estratégica” por otro lado, por los bordes del parque? ¿Y qué

hay de las carreteras que conectan el departamento de La Paz con el departamento del Beni, carreteras desatendidas, accidentadas,

vulnerables y la mayor parte de tierra? ¿Por qué no se atiende estas conexiones entre los Yungas y los llanos del Beni? A estas preguntas

obviamente no responde el gobierno y sus agoreros.

El investigador Tristan Platt escribió un artículo sugerente donde

muestra que esta obsesión por la carretera que conectaría Cochabamba con Moxos data de los tiempos de la Colonia. El diseñador

y soñador de la misma era un militar español apellidado Flores, mandado a combatir la rebelión indígena encabezada por Tupac Katari,

oficial español que llevó presa a Bartolina Sisa. Tristan Platt encuentra sintomático que se empleen los mismos argumentos que en la época

de la colonia para construir la carretera, incluso el argumento geopolítico.

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Conclusiones

1. El proceso se ha acercado a una coyuntura decisiva para el

decurso mismo del proceso. En esta coyuntura se juega la

reconducción del proceso a sus causes iniciales o el definitivo desbarrancamiento del proceso, hundido en sus propias

profundas contradicciones insoslayables.

2. El mapa de fuerzas de la coyuntura es amplia y diferencial, es también dinámico; su dinamismo tiene que ver, además de con

las reivindicaciones particulares, con la crisis misma del proceso, crisis que hace estallar junto a las contradicciones principales,

las contradicciones secundarias. La IX marcha indígena tiene la tarea imprescindible de integrar un programa de movilización

que comprenda la reconducción del proceso e incorpore las reivindicaciones de todos los sectores populares afectados.

3. La coyuntura, por más puntual que sea, no puede interpretarse

sino a través de una mirada histórica, contiene espesores

histórico-políticos y económicos que deben apreciarse para leer el tejido de tendencias y el campo de posibilidades abierto.

4. En los marcos del teatro político y de los montajes escénicos del

gobierno, éste ha caído en la caricatura de la diatriba, interpreta como geopolítica un pedestre proyecto sostenido por los

intereses más mezquinos y depredadores, la carretera de San Ignacio de Moxos a Villa Tunari. Podemos llamar a esta parodia

política “geopolítica” de la extravagancia.

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