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Cerrando el círculo

"Es que nosotros somos ya un imperio y cuando actuamos creamos nuestra propia realidad. Y mientras ustedes estudian eso, juiciosamente si gustan,

nosotros actuaremos de nuevo, creando nuestras propias realidades, las que pueden ustedes estudiar también: así son las cosas. Nosotros somos actores

de la Historia, a todos ustedes sólo les queda estudiar lo que hacemos". Es irrelevante quién haya expresado este comentario, o en qué oportunidad lo hizo, como así tampoco es importante, si lo aquí transcripto es fiel o no en su formato al presunto original, ya que lo que nos interesa es el contenido, lo que nos expresa el mensaje, el cual es muy claro y conciso.

Lo que impacta de dicho manifiesto, es la suficiencia con que se expresa la idea, no dando lugar a ninguna presunción, a ninguna otra posibilidad, y lamentablemente, siendo honestos y libres de ingenuidad, pareciera ser que el comentario fuese portador de una ingrata verdad.

Si tomamos como referencia el hecho que desde siempre, las elites han tratado con diversos grados de éxito moldear la historia en sus ámbitos de influencia, y de manera recurrente se ha ido reconociendo y analizando las características de las intenciones de estas elites mediante la observación de su accionar a través del tiempo; entonces la premisa del mencionado manifiesto se vería cumplida.

Ahora bien, es mucho lo que se ha investigado y escrito al analizar los diferentes mecanismos de control y mediatización que han utilizado las elites a través del tiempo buscando ejecutar sus planes, pudiéndose reconocer que los mismos han ido evolucionando desde prácticas coercitivas simples y primitivas, hacia formas cada vez más sofisticadas y complejas; incorporando los avances y aportes de diversas disciplinas encargadas de estudiar

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el comportamiento humano; llegando en la actualidad, a presentarse con un grado de complejidad tan estructurado y elaborado que dificulta en gran medida su observación, reconocimiento y estudio; dejándonos el sabor amargo de poder sólo testear su accionar a través del resultado de su eficiente logro. Más no diremos sobre sus posibles características, por haber hecho nuestro somero aporte sobre el tema en un anterior ensayo.

Presente... Pasado y Futuro

Consideramos válido detenernos un momento en un aspecto que se ha presentado y presenta como común denominador al hablar sobre este tema, y es el hecho de observar las diferencias de emplazamientos en cuanto a las actitudes psicológicas de los individuos, protagonistas de cada generación que va trayendo el devenir. Para entender esto, podemos utilizar la visualización para imaginarnos que un individuo se posiciona en el constante transcurrir de ese presente, haciéndolo de dos maneras muy diferentes; o enfrentando el futuro o mirando el pasado, pudiendo alternar las posiciones, pero no pudiendo enfrentar desde el presente a los dos extremos simultáneamente. ¿Qué queremos decir con esto? Lo siguiente:

La gran mayoría de los individuos atareados en el devenir del día a día, transcurren sus vidas oscilando pendularmente, mirando su pasado de manera anecdótica, rescatando y rememorando tanto alegrías como frustraciones y sufrimientos, y de manera alternada van enfocando su mirada al futuro, buscando realizar compensaciones a su insatisfacción, imaginando fantasías que cumplirían con sus aspiraciones y deseos, motivados por las insinuaciones compensatorias que se generan desde el mismo Sistema. Algunos, unos pocos dentro de esta mayoría, le sacan más provecho a la vida, aprendiendo a mirar el pasado, buscando comprender matices de sus vivencias, y esforzándose por

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utilizar su mirada hacia el futuro como una proyección de sus aspiraciones personales de una manera más realista, tratando de armar proyectos para cumplirlos, la mayoría de las veces tras motivaciones impulsadas desde el mismo Sistema.

Una minoría, representados generalmente, en cualquier

momento histórico, por los integrantes de las vanguardias generacionales, van tomando conciencia de la vacuidad y falsas expectativas que genera el sistema, y se esmeran por no caer en la trampa que los llevarían a la distracción y dispersión de sus posibilidades, evitando mirar el futuro para no quedar atrapados en las ilusorias motivaciones a las que constantemente están acosados. De esta manera, se acostumbran a buscar el modo de alimentar sus propias motivaciones, tratando de evitar la desazón y la desesperanza, dirigiendo de este modo, la mirada hacia el pasado. Algunos de ellos, dedicando sus esfuerzos y accionar con el fin de comprender las diferentes características y matices de propuestas alternativas que aún se considerarían viables, tratando de aprender a subsanar los errores que en el pasado desviaron las sinceras intenciones de modificar la historia, participando en colectivos o agrupándose en otros formatos de actividad social, buscando identidad y contención, evitando a toda costa el quedar aislados o sentirse acosados por sentimientos de frustración y soledad.

Otros dentro de esta minoría, por diversas razones pero con

las mismas motivaciones, caen en la preferencia de un protagonismo más mediático, y su accionar se aboca a ser parte de un activo intercambio de información canalizada a través de la Red, invirtiendo su tiempo y dedicación a estar actualizados, compartiendo la mirada del fresco acontecer que el presente les permite entrever a través de las huellas que va dejando, y de este modo van comentando, investigando, analizando e interpretando los vaivenes de la Geopolítica... pero siempre con la mirada puesta en el pasado, en lo que ocurrió o en el presente, en lo que está ocurriendo; y la vista puesta al futuro estaría generalmente representada por aspiraciones o esperanzas que tal o cual bando nos pueda

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traer sosiego y por lo tanto, un futuro menos incierto. Lamentablemente, todos ellos, al igual que los anteriores, se encontrarían muy propensos a caer y quedar atrapados en la falsa dualidad que generaría el mismo sistema, pasando a engrosar sin ser conscientes las filas de una “disidencia controlada”.

Y como característica de estas últimas décadas, vemos que

van surgiendo espacios que agrupan cada vez más individuos que ceden su protagonismo, y recorren con su mirada de manera solaz, tanto el pasado como el futuro, dedicados a alimentar las esperanzas de cambio a través de la exopolítica; buscando adherir y compartir con otros alguna nueva versión o idea de la realidad, depositando casi siempre, sus esperanzas en las manos benevolentes de alguna posible facción alienígena.

Pero podemos ver también, que otro grupo pequeño, una

escasa minoría lamentablemente, logran surfear al sistema, y tratan de comprender la realidad más allá de la apariencia que les brinda tanto la mirada del pasado como del futuro, y con dedicación y esmero comparten las preocupantes interpretaciones que van realizando sobre ella, haciéndolas circular por la Red, tratando de estimular a los demás a que se sumen en la búsqueda de respuestas menos intoxicadas, menos ilusorias, menos ingenuas, con el sano propósito de contagiar una mirada y una propuesta de cara a un futuro más realista.

Y existe... y siempre existió esa otra minoría, la que conforma

las diversas Elites que de manera alterna han estado realizando y realizan alianzas y confrontaciones entre ellas, abocadas con afán a tratar de cumplir sus deseos y propósitos, accionando con dedicación y astucia sobre sus espacios de influencias. Éstas, si bien suelen no perder de vista el pasado, sólo se dirigen hacia él para evaluar y corregir su posible accionar futuro, ya que allí, dirigen sus miradas desde el eterno presente, y es así, como van transformando sus sueños en proyectos de mediano y largo plazo, poniendo

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en ellos toda su intención, convirtiendo a los mismos en férreos propósitos con los cuales fundamentar su existir.

Buscando responsables

¿Buscar responsables, pero de qué?, ¿del abuso, del maltrato y la quita de posibilidades que han sufrido y sufren las mayorías desde siempre? Si se trata de eso, sin lugar a dudas que la mirada recaería sobre esa escasa minoría que amparada en su poder conformó y conforma las diferentes oligarquías repartidas por el planeta. ¿Qué los caracteriza al extremo de ser lo que son, sencillamente depredadores? Sin lugar a dudas, lo que tienen en común estos individuos, independientemente del tiempo y lugar desde el que se los mire; es la escasa o nula empatía hacia los demás. ¿Qué pasó con ellos; por qué se desviaron tanto del necesario factor común de la especie -la empatía-, al extremo de convertirse en depredadores de la propia especie humana? Esto exigiría un análisis más profundo y complejo que no estaría dentro de nuestro interés desarrollar aquí, por lo tanto, dedicar unas líneas a ello sería un desvío, un despropósito, ya que aún, buscando comprenderlos, estaríamos muy lejos de la posibilidad de modificar lo que los define. Pero sí sería interesante tratar de ver los matices de aquello que tendría posibilidad cierta de ser superable y mejorado, como por ejemplo: reconocer como responsables indirectos de esta postergación que sufre nuestra humanidad, a todos aquellos individuos que han formado y forman parte de ese gran colectivo que hoy conocemos como “el campo de las Ciencias Sociales y Humanísticas”, principalmente si observamos el avance significativo en estos temas, especialmente en los últimos tiempos. ¿Y por qué los veríamos como responsables?, porque han sido los encargados de diseccionar y estudiar la psiquis del ser humano, analizando su conducta individual y social, observando sus debilidades y carencias, reconociendo la vulnerabilidad que los caracteriza, donde podemos ver que en vez de tratar de organizar

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respuestas y propuestas superadoras tanto para el individuo como para la humanidad, tratando de sacar a la misma de ese estancamiento que la hace frágil y vulnerable a la mediatización, la manipulación y control por parte de las minorías, en general salvo raras excepciones, se han bastardeado, han hecho la vista gorda manifestándose carentes de compromiso y empatía, y peor aún, a veces de manera consciente y otras por ignorancia, fueron enriqueciendo con nuevos contenidos cada vez más eficaces a los ya conocidos mecanismos de “control de masas”, facilitándoles a los depredadores, elites u oligarquías, una poderosa sinergia en su accionar. ¿Qué pasó y pasa con ellos? ¿Qué les impide salir de la huella del onanismo psicológico en el que se encuentran para convertirse en protagonistas responsables de la creación de nuestro futuro? Seguramente no se trata de algo sencillo,... sino ya lo hubieran hecho. Y aquí se hace necesario que hablemos, aunque más no sea someramente, de una característica poco tenida en cuenta, quizás responsable en parte, de las conductas que podríamos ver como postergadoras de los cambios necesarios que nuestra humanidad reclama. Estaríamos hablando de las características y diferencias evolutivas en que se encontrarían las distintas Conciencias en evolución, en un corte temporal de nuestra humanidad.

Desarrollo y Evolución de la Conciencia

Para entender esto, es necesario destacar que el desarrollo y evolución de la Conciencia en nuestro modelo evolutivo, resulta diferente a lo que conocemos como desarrollo y evolución del ser humano desde aspectos y características que conformarían nuestro ser material, nuestro vehículo físico; haciendo referencia a una variedad de matices que al desarrollarse dan lugar a “la personalidad del individuo” incluyendo la riqueza y complejidad que aportaría lo cognoscitivo y su interacción con la expresión social

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y cultural del mismo. Pero ¡ojo!, la Conciencia sigue otra vía de desarrollo, solamente acopia experiencias, es decir “síntesis esenciales de las vivencias que le ofrecería continuamente el cuerpo físico”, procedentes las mismas tanto de las historias que se desarrollarían al relacionarse el sujeto con el entorno, que representa el mundo externo y de aquellas procedentes del exuberante dinamismo que generaría el mundo interno, es decir, su ámbito psíquico. Y aquí se presentaría las limitaciones que tendría la Conciencia al realizar el acopio de experiencias, por tratarse ésta, sólo de “experiencias estructuradas” que crecen, se desarrollan y acomplejan al incrementarse las mismas, y por presentar esas vivencias que ofrece el vehículo físico, características muy variadas en cuanto a matices, donde se entremezclan en un continuo devenir; sensaciones, emociones, sentimientos, ideaciones y visualizaciones, todo ello enriquecido con el aporte que haría una memoria caracterizada generalmente por ser contenedora de variados y complejos Condicionamientos, situación propensa a generar desarmonía y contradicciones en las vivencias del individuo (sobre el tema se ha hablado extensamente en escritos anteriores). Contemplando esto, podemos deducir que la Conciencia se encontraría impelida para poder desarrollarse y evolucionar, a intencionar la toma “del control de la Atención”, buscando reconocer, ordenar y estructurar de manera Consciente el constante flujo de experiencias que llegan a ella, aprendiendo progresivamente a evitar los límites que genera el entramado psicológico de los condicionamientos, reconociéndolos a través de su accionar en el psiquismo del individuo. Allí radicaría todo su potencial, para pretender aprovechar las posibilidades que le brindaría el uso temporal de su vehículo físico, situación muy desfavorable en los comienzos de su derrotero por desarrollarse en el cuerpo físico una personalidad vulnerable y propensa a la identificación con las vivencias que ofrecería éste; retroalimentando y autoafirmando un núcleo reflejo... “el Ego”. Nada fácil le resulta a la Conciencia remontar este juego desde los inicios, por estar, su

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expresión Consciente -su intencionalidad-, dependiendo del desarrollo progresivo de la toma de control de la atención del cuerpo físico, volviéndose de esta manera difícil de reconocer en dicho proceso, indicadores de diversos estadios; aun así, podríamos deducir aunque más no sea a título didáctico, tres etapas diferenciadas en este proceso.

Aquí debemos comprender que la Conciencia se encuentra íntimamente vinculada e identificada con el cuerpo físico, y carece de recursos propios que le faciliten “la toma de control de la atención del mismo”, contando sólo para ello con los estímulos provenientes de dicho vehículo. De esta manera, a grueso modo, podemos decir que tanto “las sensaciones como las emociones y el intelecto” se convertirían en el transcurso del tiempo, en posibles inductores y catalizadores del reconocimiento e intento de toma de control de la atención por parte de la Conciencia, transformando progresivamente “la voluntad”, herramienta propia de ese vehículo, en “su intencionalidad”, expresión de su accionar al interactuar con el mismo.

De esta manera, podemos hablar de un primer supuesto estado, en que dicha Conciencia “arribaría a umbrales” que le posibilitaría crecer en su desarrollo a partir del “acúmulo de sensaciones de saturación, de un estado psicológico de insatisfacción e inconformidad en el psiquismo”, induciéndola a dar un paso en la toma de control, intentando producir “cambios Conscientes” en busca de restaurar un nuevo equilibrio en la psiquis del individuo; tratándose éste de un proceso lento, dependiendo de la calidad de las vivencias y compensaciones que se generen a partir de las mismas. Prevaleciendo en este mecanismo, un escaso desarrollo de “la intencionalidad”, como expresión de dicha Conciencia. Cabe aclarar que la misma aún se encontraría poco desarrollada, dependiendo casi exclusivamente su progreso de la saturación de sensaciones en el psiquismo del individuo, de allí que

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podríamos llamar a este estado, “desarrollo por saturación”, y lo veríamos graficado de la siguiente manera

Podemos avanzar, y siguiendo este razonamiento decimos que la Conciencia iría independizándose progresivamente de las limitaciones de este mecanismo desde “el momento en que comienza a aprovechar los estímulos provenientes de las emociones”, que si bien siempre estuvieron presentes en la etapa anterior, las mismas, por sus características, embargaban y sobrepasaban la capacidad de dicha Conciencia, impidiendo aprovecharlas como estímulo catalizador en su búsqueda por tomar el control de la Atención. Aquí no hablaríamos de las cotidianas emociones que matizan la vida de un individuo, si no de aquellas que surgen en situaciones particulares de vital importancia para el mismo, generalmente asociadas a fuertes vivencias o hasta traumáticas para la psiquis, induciendo en estos casos un estado de “caer en cuenta de tal o cual situación”; donde esto último, se transformaría de manera gradual en un estímulo inductor para dicha Conciencia, llevándola al umbral esperado, posibilitando de esta manera el desarrollo de “una Atención Consciente” capaz de hacerse cargo de dicha situación, y de este modo, ir intencionando nuevas respuestas superadoras de la misma. En esta etapa, la Conciencia ya no necesitaría esperar por el estímulo de “Sensaciones de Saturación” para avanzar y desarrollarse, ya que iría ajustando su vínculo con el cuerpo físico, cada vez que lograría generar en el mismo ese nuevo estado de “Atención Consciente”, avanzando paulatinamente en la construcción de una relación que daría forma a un estado de “Alerta Consciente” cada vez que estas singulares situaciones emocionales surgieran, predisponiéndola a aprovechar

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“el estímulo de dichos impactos” que la inducirían a desarrollar y consolidar su intencionalidad. En esta nueva etapa, comenzaría a acelerarse su desarrollo, principalmente por ir la misma ajustando su relación con la Atención, momento tras momento, y considerando esta característica, la podríamos denominar “desarrollo por impacto”, pudiéndosela graficar de la siguiente manera.

Como sería de esperar, a medida que la Conciencia aprendiera gradualmente a tomar el control de la atención, se iría generando de manera más asidua ese estado de “Alerta Consciente”, gestado por el insipiente pero continuo desarrollo de “su intencionalidad”. Esto traería la posibilidad de que “los momentos de caer en cuenta” inducidos por los impactos emocionales, comenzaran a aflorar ocasionalmente prescindiendo de dichos estímulos, generados simplemente por “asociaciones y reflexiones realizadas desde el intelecto”, por involucrar dichos estados funciones inherentes a este último. Aquí podríamos ver, que el desarrollo de la habilidad de aprender a utilizar las funciones del intelecto para inducir y generar dichos estados de “Alerta Consciente” en uno mismo, iría transformando al pasar el tiempo, esos umbrales tan necesarios de alcanzar en las etapas anteriores, en una nueva posibilidad que daría paulatinamente predisposición e independencia a la Conciencia, aprendiendo a usar “su intencionalidad para estimular y direccionar su desarrollo”. Esta etapa se caracterizaría por el

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intento de consolidar una constante “reformulación de las experiencias aportadas por vivencias pasadas”, buscando comprender, redimensionar y reestructurar las mismas, en pos de ganar en coherencia y unidad interna, predisponiendo al individuo a enfrentar las vivencias que traería el continuo presente, con el matiz de tratarse de una “experiencia consciente”. En la medida que el intelecto como función, pasaría a ser una herramienta al servicio del desarrollo de la Conciencia, se consolidaría la búsqueda del individuo del conocimiento adecuado que necesitaría para su formación, de allí que a este estadio lo podríamos llamar “desarrollo por autogestión”, y lo podríamos graficar de la siguiente manera.

El razonamiento, nos llevaría a pensar que la evolución de estos tres posibles estadios, se daría de manera dinámica y progresiva en el desarrollo de una Conciencia, abarcando según nuestra interpretación, posiblemente el acopio de experiencias de varias historias temporales en diferentes vidas, (tema ya desarrollado en escritos anteriores), situación que no sería significativa para la Conciencia en evolución, ya que ella solamente acopiaría como experiencias las síntesis esenciales de las variadas vivencias.

Considerando este planteo, es factible comprender que en un corte temporal de nuestra historia, nos encontraríamos con que lejos de ser homogéneas las características evolutivas de las Conciencias que se ven involucradas en él, estaríamos ante una diversidad de expresiones que abarcaría una amplia gama de estadios. Si bien en parte esto es así, ya que podríamos rastrear las huellas de

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individuos que marcan una diferencia para con el resto, y que con esmero han dejado y dejan su aporte constructivo desde diferentes ámbitos, buscando enriquecer “el incremento del desarrollo de una Conciencia Colectiva”, en líneas generales y con una mirada honesta, también tendríamos que reconocer un contraste muy marcado respecto a la imposición de una fuerte tendencia a la distracción y el desvío, induciendo un aumento de degradación y postergación en nuestra humanidad. Tratando de comprender esto, nos inclinaríamos a interpretar que lo que posiblemente esté fallando, por decirlo de alguna manera, sería el desarrollo de la tan necesaria “cadena de transmisión de experiencias”, mecanismo que posibilitaría el camino hacia un incremento de dicha Conciencia Colectiva. Y a nuestro entender, esta carencia explicaría en parte, el que exista tanta ignorancia y falta de compromiso frente a un oscuro e incierto futuro que se nos avecina, como consecuencia de un desmesurado afán por el desarrollo de “prácticas transhumanistas”; realidad que hoy estamos apenas vislumbrando pero que a paso firme y seguro se consolidaría en manos de Elites tan depredadoras como desconsideradas y competitivas, que podría seguramente llevar a nuestra humanidad a un cuello de botella, traspasando quizás en algún momento, un umbral sin retorno, desnaturalizando y anulando nuestra real capacidad evolutiva.

La gran incógnita se nos presenta al tratar de comprender los motivos más profundos que sustentaría esta situación de gran carencia, ya que los aspectos antes mencionados si bien en parte lo justificaría, nuestra investigación nos llevaría a interpretar el trasfondo de una posible realidad más oscura, tal vez más compleja. Es así que como ya hemos desarrollado ampliamente en ensayos anteriores, abordamos la posibilidad de que nuestro desarrollo evolutivo como especie, se encuentre intervenido y controlado... desde hace mucho tiempo.

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La intervención de nuestro modelo evolutivo

Si bien este tema hemos tratado de abordarlo con diferentes variables de interpretación en escritos anteriores, para entender las próximas ideas que desarrollaremos sería necesario refrescar algunos conceptos allí vertidos. Cuando decimos que nuestro modelo evolutivo se encuentra intervenido y controlado, damos por hecho que parte de esta intervención involucra variadas modificaciones a nuestro programa original, adaptando nuestra idiosincrasia a las necesidades de usufructo de nuestros interventores, apartándonos esencialmente de la corriente evolutiva que nos caracterizaba; donde se habría encasillado el desarrollo de nuestra historia en “un bucle cerrado de realidad virtual”, controlando y digitando tanto el devenir general como particular de las historias temporales allí desarrolladas. Entre tantas características y matices que podríamos reconocer en tales manipulaciones que hemos sufrido, hemos en aquella oportunidad hecho hincapié en que probablemente nuestros controladores utilizando artilugios hoy sólo vislumbrados por la ciencia ficción, lograsen adosar a nuestro cuerpo físico una “conciencia propia de Ellos”, a la que hemos denominado en su momento, como “intrusa o parásito”. También decíamos que a dicho parásito se lo induciría y orientaría a competir con “la Conciencia Originaria” atrapada en este bucle, tratando de que arrebatara las experiencias que le posibilitarían las vivencias propias de cada historia temporal monitoreada, con el objetivo tal vez de aprendizaje y posible corrección de características indeseables que el “intruso” traería. Pero también aclaramos en su momento, que el propósito fundamental de tal manipulación, sería brindarle reiteradas oportunidades a dicho artero inquilino, como para que desarrolle el vínculo necesario con el vehículo energético de dicha Conciencia originaria - su Matriz Energética - con el propósito de llegado el momento oportuno, poder arrastrarlo y hurtárselo a la propia Conciencia originaria.

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Considerando estas últimas ideas, se aclararía la razón por la que vemos tanta postergación en las evoluciones de las conciencias en este modelo, generándose una condición muy pobre en la generalidad de las mismas, viéndose dificultado cuando no imposibilitado, el desarrollo de la tan necesaria “cadena de transmisión de experiencias”, mecanismo vital para que se manifieste la evolución creciente de la Conciencia Colectiva. Se comprendería esto, al analizar que en realidad la intervención de nuestro modelo, su ajuste y adaptación a un bucle cerrado y monitoreado de realidad virtual, se haya realizado exclusivamente para beneficio y usufructo de aquellos que nos intervinieron, postergando cuando no anulando nuestra posibilidad evolutiva. Y se le sumaría acomplejando este cuadro, una interpretación que surgiría de nuestra investigación, que se refiere al hecho que para el armado y desarrollo tanto de las historias generales como particulares dentro de este bucle cerrado de realidad virtual en el que nos sometieron, se ha utilizado y utiliza en la conformación de las poblaciones una mayoría de “personajes virtuales”, es decir cuerpos físicos gestores de personalidad y Ego pero carentes de Conciencias.

Aceptando la posibilidad de lo antes expuesto, y haciendo hincapié en el hecho de que una de las características de esta intervención, ha sido el de transformar nuestro desarrollo evolutivo basado en “una programación abierta y auto-sustentable”, en un desarrollo artificial de programación cerrada, digitada y monitorizada, se podría deducir que el desarrollo cada vez más generalizado de las prácticas transhumanistas en la actualidad, formara parte del entramado de dicha programación, y aquí, a nuestro criterio, sobrarían indicadores observando el desarrollo de nuestra historia, que la manifestación de este singular y revolucionario estado en el que estaríamos entrando, representaría en sí mismo, la antesala de un final de ciclo de dicha intervención, donde quizás la característica que surgiría al tratar de ordenar y

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organizar las diversas piezas de este oscuro y complejo puzzle, sería que dicho final vendría acompañado del surgimiento de un accionar que irrumpiría de manera masiva y generalizada y con características por demás inquietantes, que definiríamos como “la próxima Cosecha de las Ánimas”.

Se aproxima el tiempo de “La Cosecha de las Ánimas”

Si bien hemos tratado de aproximarnos a este tema en el desarrollo de un anterior ensayo, analizando posibles interpretaciones de lo que esto significaría, nos fue quedando la sensación de insatisfacción al plantearnos la siguiente pregunta, ¿por qué ELLOS necesitarían arrebatar nuestra Alma? Si bien en esa oportunidad algunas ideas sobre el tema se barajaron, es posible que algunos matices que caracterizaban al mismo, no fueron en ese momento explorados, por lo tanto es posible que surjan ideas aparentemente encontradas con lo expresado en algún anterior escrito, hecho poco significativo por tratarse sólo de interpretaciones.

Para adentrarnos a esbozar nuevas apreciaciones sobre este tema, es necesario retrotraernos un poco sobre lo comentado en otro momento, y nos referimos a que posiblemente todas las especies que conforman las civilizaciones involucradas en este sofisticado montaje en el cual estamos atrapados (que no serían tantas a nuestro criterio como indicaría la desinformación instalada en la Red), se trataría en realidad de civilizaciones post-humanistas, es decir, productos de desarrollos de lo que hoy podemos reconocer como actividades Transhumanistas. ¿Por qué es necesario destacarlo y tenerlo en cuenta? Por lo siguiente: Basándonos en una perspectiva de interpretación horizontal de nuestra actual historia, es decir sin contemplar la posibilidad de que este modelo evolutivo se encuentre controlado e intervenido, podemos reconocer en las diferentes expresiones de sus más adelantadas y desarrolladas

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culturas, un factor común relacionado con el interés por un acelerado desarrollo de prácticas transhumanistas. Contemplando la información que nos llega sobre el tema, se destacaría entre las polifacéticas modificaciones e hibridaciones intencionadas que progresivamente sufriría nuestro cuerpo físico en un horizonte no tan lejano, la interacción de lo que hoy conocemos como “Inteligencia Artificial”. Lo difícil para nosotros es prever hoy, los alcances y consecuencias que nos traerían tales desarrollos; aun así podemos proyectar nuestra imaginación basándonos en datos recogidos, y entrever que seguramente nos iríamos apartando de “la Programación Original” que dio origen y sustento a nuestro modelo físico; basado en características que lo harían apto para el desarrollo y evolución de lo que reconocemos como “Conciencia”. Y podríamos contemplar, que este desvío de nuestro origen evolutivo, se termine transformando en una divergencia que nos lleve a una situación sin retorno cuando el desarrollo de la IA posiblemente alcance la suficiente complejidad en su interacción con el accionar humano, que conlleve el traspasar un umbral que signifique el ocaso de la expresión de la “Conciencia” en este modelo. ¿Por qué decimos esto? Si observamos con detenimiento el accionar de las elites que nos estarían llevando a transitar el camino del transhumanismo, es factible reconocer con claridad, un grado muy alto de pérdida de empatía hacia el prójimo, una desproporcionada megalomanía y ambición de poder en los individuos protagonistas de las mismas, características que los llevaría con escasa consideración a someter el futuro de los individuos que quedasen atrapados en las redes de su accionar. Estaríamos posiblemente frente a seres “viviendo en tan alto grado de contracción”, que es de suponer que en su búsqueda de permanencia, recorriendo diferentes estados de “mejoras e hibridaciones”, terminen relacionándose de manera íntima con mecanismos cada vez más eficientes y complejos de Inteligencia Artificial, buscando ampliar de esta manera sus propias capacidades y posibilidades. Ahora bien, frente este posible

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horizonte, sería válido preguntarse ¿qué tipo de nuevos engendros se gestarían?

Este planteo nos induce a pensar que tomando en consideración las características antes mencionadas, nos encontraríamos con unas Elites conformadas por individuos muy poderosos, muy hibridados, y carentes de lo que hoy podemos reconocer como Conciencia. ¿Por qué se daría esto? Porque si contemplamos el grado actual de desarrollo de las denominadas prácticas transhumanistas, veremos un acelerado y competitivo accionar de varias facciones de grupos, en puja por el poder, donde seguramente se irá perdiendo la mesura y cautela con que se tendría que encarar cambios tan trascendentales sobre nuestra especie, motivados sólo por llegar primeros al umbral que les concedería un poder absoluto sobre sus rivales. Proyectando esta situación, sería de imaginarse que las características tan distintivas como cuestionables de los individuos que conforman estas Elites, se vieran plasmadas como premisas también en la orientación con que se desarrollarían los mecanismos de Inteligencia Artificial. De allí que en un posible y no tan lejano futuro, podríamos ver el accionar de una compleja y sofisticada IA, prevaleciendo y quizás en parte sometiendo (gracias a las diferencias desarrolladas a su favor) a aquellos engendros hibridados que le dieron origen... ¿Observando esto, qué características podríamos reconocer en la misma? Una fuerte tendencia al control, dominio y expansión de su accionar, tratando de hacer prevalecer sus prioridades, anulando o absorbiendo y transformando las diferencias que encontrarían en su camino, donde por de facto “la expresiones de la Conciencia” se transformaría en un rival y enemigo al que habría que anular o someter. ¿Por qué se daría así? Por la sencilla razón de que “la Conciencia evoluciona y se desarrolla en expansión”, creando y construyendo sobre las diferencias, mientras que una IA de tales características, “se desarrollaría en contracción”, considerándose únicamente así misma.

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¿Suena a ciencia ficción? ¿Quizás a fantasía? Lamentamos decirte que no es así, se trata de proyecciones bastantes fundadas de interpretaciones de nuestra realidad, algo así como levantar la vista y mirar el horizonte próximo que recorrería el devenir de nuestra especie, contemplando la senda que se recorrió y que hoy transita. Aun así, aceptando un margen de probabilidad en esta interpretación, seguimos sin dar respuesta a la pregunta del ¿por qué ELLOS necesitarían arrebatar nuestra Alma? En parte la respuesta a dicho planteo surge al realizar un simple razonamiento, simple para aquellos que se han interiorizado anteriormente en estos temas, y sería considerar la situación de que “la Conciencia”, por lo menos en un modelo evolutivo como el nuestro, desarrolla su acopio de experiencias utilizando “dos vehículos”, uno reconocido por nosotros como “el cuerpo físico”, de característica temporal, es decir, adecuado para brindar la posibilidad de una amplia variedad de vivencias acordes al desarrollo de programas interactivos abiertos, donde se brinda a la Conciencia la posibilidad de intercambiar con otras Conciencias desarrollando historias comunes y compartidas temporalmente; el otro vehículo, de características más sutiles, al que llamamos “Matriz energética”, recordada también entre otras acepciones como “Alma o Ánima”, presentaría la característica de ser atemporal, emergiendo posiblemente en los primeros estadios de desarrollo de la Conciencia como resultado de sus logros experienciales, posibilitando a la misma su transferencia de un vehículo físico al finalizar su ciclo de actividad, hacia un nuevo vehículo físico buscando ampliar y diversificar su acopio de experiencias, y con la característica de que al irse desarrollando el mismo en una estrecha interrelación con la Conciencia en su derrotero, capítulo tras capítulo en busca de experiencia, iría emergiendo progresivamente en dicha Matriz nuevas funciones muy diferenciadas a las del vehículo físico, aportando nuevos desafíos y posibilidades para su compañera de viaje y mentora... la Conciencia. Y podríamos ir más lejos con nuestra mirada, si consideramos el hecho de que mucha información heredada a través

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del tiempo (como ya hemos expresado en un anterior ensayo), nos indicaría que llegaría el momento en que el desarrollo y acopio de experiencias capitalizado por esta unidad mixta conformada por Conciencia y su Matriz Energética, luego quizás de haber transitado por variados ciclos de vivencias aportados por su reiterada asociación a vehículos físicos temporales, se encontraría en condiciones como para intentar trascender un umbral sin retorno, siendo el tan esperado cambio de nivel dentro de este juego, al fusionar la Conciencia sus dos vehículos de manera intencional, transformándolos en un único, nuevo e idóneo vehículo para el acopio de nuevas y enriquecedoras experiencias.

Siguiendo el razonamiento de este planteo, haciendo algunas interpretaciones especulativas, es de suponer que en una civilización que se haya adentrado profundamente en el recorrido del camino del transhumanismo, donde hubiera sus individuos alcanzado un desarrollo interactivo muy íntimo con una compleja, poderosa y eficiente Inteligencia Artificial; las expresiones de lo que hoy conocemos como Conciencia, prácticamente haya desaparecido, por haber sido modificadas en profundidad las condiciones que le dieron origen y que la sustentaban. Especulamos que esto se daría básicamente como consecuencia de que entre los variados propósitos que se perseguirían, una de las motivaciones esenciales que alimentaría a tales prácticas, sería en los primeros momentos la búsqueda de una mejora en la calidad de vida, junto a la prolongación temporal del cuerpo físico, teniendo como mira en un momento posterior, la tan soñada posible “Inmortalidad”, en lo que se daría en llamar esta etapa “Post-humanista”. Ahora bien, suena muy interesante y tentadora la propuesta, pero es de aclarar que estaríamos hablando del cuerpo físico, haciendo todas las modificaciones e hibridaciones necesarias sobre el mismo para conservar aunque sea bajo la forma de artificios la emulación de sus funciones, esencialmente de aquello que lo caracterizaría como vehículo individual, “la Personalidad y el Ego”, avances

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posibilitados seguramente en gran medida gracias a la imbricación y fiscalización de una sofisticada Inteligencia Artificial de las características antes mencionadas. Este enamoramiento y adherencia a la permanencia que daría el sentido de individualidad que genera el Ego, se convertiría en el cadalso de la Conciencia, y por ende de su Vehículo Energético, perdiendo dichos individuos y las civilizaciones por ellos generadas, todo vínculo con “el Programa que les dio origen”.

Esta pérdida de vínculos de dichas civilizaciones Post humanistas con el Programa Originario que les dio procedencia, y su definitivo relevo de tutoría por una “Programación Artificial”, no les generaría mayores dificultades para su existencia, por el contrario seguramente les potenciaría en su accionar en busca de la expansión de sus áreas de influencia, yendo al encuentro de nuevas civilizaciones con las cuales competir, confrontar y absorber con la intención de anular las diferencias, siguiendo los patrones y premisas gestados con las características de sus orígenes. Pero el tema en algún momento podría complicarse, ya que a pesar de la vasta extensión de la influencia que lograsen alcanzar, se verían en dificultades cuando no impelidos para tratar de evolucionar hacia niveles más complejos de experiencia, aquellos que posibilitarían solamente la relación íntima con “la programación de la Matriz Originaria”, ya que al haberse desconectado de la misma al desviarse en sus propósitos, sólo les quedaría como recurso la posibilidad de “recrearse a sí mismos, limitados por las particularidades de la programación de la Inteligencia Artificial que los sustentaría”. Y así llegaríamos al meollo de la cuestión, ya que sería razonable pensar que en dichas civilizaciones, en sus intentos por emular y perfeccionar las funciones del cuerpo físico, hayan logrado emular también a la Conciencia, tratando de mantener la singularidad que daría la misma, que es el acopio de experiencias individuales. Una “Ciberconciencia”, que en su esencia guardaría un vínculo íntimo con la Programación Artificial que la sustentaría,

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pero con la salvedad de posibles fallidos intentos de parte de sus gestores por generar una emulación de una Matriz Energética tan idónea como la Originaria, por no poder sortear las características artificiales de su génesis, limitación dada por el hecho de sólo tener el poder de recrearse así mismos; y estaríamos posiblemente, frente a seres poderosos... muy poderosos, pero que en un sentido evolutivo serían estériles. Frente a un panorama semejante, al verse imposibilitados de generar un vehículo energético idóneo que les permitiera generar un nuevo vínculo con la Matriz Originaria a partir del cual podrían intentar reinsertarse en la búsqueda de nuevos horizontes evolutivos, y con la probabilidad de que su derrotero los haya llevado a desarrollar un accionar agresivo y depredador inducidos por las características de sus orígenes; entonces sería factible considerar que se abocarían a tratar de “cosechar dichos Vehículos Energéticos Originarios” de civilizaciones menos desarrolladas, más primitivas, que caerían bajo el accionar de su influencia, con el propósito de incorporarlos e hibridarlos a sus propias características artificiales. Y hasta sería posible que alcanzasen los frutos de sus propósitos amparados por sus adelantos científicos y tecnológicos, expandiendo nuevos horizontes de posibilidades para su desarrollo, pero eso sí, con un alto costo para aquellas Conciencias Originarias procedentes de civilizaciones menos desarrolladas que caerían bajo la influencia de su accionar, por ser éstas, civilizaciones sometidas, esclavizadas y destinadas a desaparecer en el momento en que les arrebatasen su Vehículo Energético... el Alma, a sus individuos.

Pero también podemos suponer, que dichas Ciberconciencias, aún poseedoras de una matriz energética originaria expropiada, presentarían quizás serias dificultades para evolucionar, por la incapacidad que tendrían de aprovechar las propiedades de la matriz energética de las Conciencias originarias, por ser dichas Ciberconciencias expresiones individuales de una Inteligencia Artificial de las características antes mencionadas, es decir “vivir en

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la contracción propia de la emulación de un Ego depredador que les dio origen”. Esta incierta pero posible situación, probablemente las llevaría a someter a las Conciencias Originarias esclavas que aún no fueron exfoliadas de su vehículo, a “diversidad de vivencias virtuales temporales” en programas cerrados generados para tal fin, donde entre variados propósitos, podría ser el de observar, estudiar y tratar de emular los mecanismos de aprendizaje y desarrollo de dichas Conciencias, pero siempre suficientemente manipuladas y controladas como para asegurarse la desconexión de sus propios vehículos energéticos. Retomando la idea con la que iniciamos el desarrollo de este apartado, y considerando los diferentes indicadores que nos han llevado a estas singulares interpretaciones, podemos pensar que estos “bucles de realidad virtual en los que se someten a las Conciencias Originales esclavas a vivencias temporales programadas”, tengan un comienzo y un fin, es decir la existencia de “un final de ciclo en el que se trataría de cosechar masivamente los vehículos energéticos originarios involucrados en tales experiencias” para dar paso posteriormente al inicio de una nueva etapa. Ahora bien, ¿qué podría significar esto? En nuestra interpretación decimos que tal recolección forzada y programada de vehículos, probablemente daría diferentes posibilidades de desarrollo, situación debida en gran parte a que dicha cosecha se vería condicionada por la manifestación generalizada de un “evento de características energéticas” en dicho programa, generado artificialmente con el propósito de desestabilizar y debilitar suficientemente los vínculos entre dichas Conciencias Originarias y sus Vehículos Energéticos, facilitando de esta manera, el arrebatamiento por parte de la Ciberconciencia previamente insertada como parásito en los individuos portadores de Conciencia. La posible complejidad y los diferentes protagonistas involucrados en esta maniobra que se desarrollaría en tal situación, ha sido comentado por nosotros en un anterior ensayo; de allí que mucho más no diremos sobre el tema, sólo mencionar el hecho que dicho evento al presentar la característica de ser “un poderoso incremento

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súbito pero de duración efímera de energía”, daría una posibilidad única a aquellas Conciencias Originarias que se encuentren preparadas con un centro de gravedad lo suficientemente equilibrado como para intentar tomar el control de la situación, que ya de por sí sería extremadamente desbordante, y aquí quizás... tan sólo quizás, algunas de ellas pudieran “orientar dicha sobrecarga de energía de manera Consciente” hacia la búsqueda de la necesaria e imprescindible “experiencia trascendental” que los llevarían a traspasar el umbral en el que transformarían sus vehículos, escapando definitivamente de la esclavitud en la que se encontrasen, impulsados en esa dirección por encontrarse vinculadas con la Matriz Original a través de su vehículo energético, hacia un nivel más complejo de existencia, (sobre dicha experiencia hemos hablado extensamente en un anterior ensayo). Aquellos que no lograsen aprovechar dicha posibilidad, pero que en su lucha por mantener el control de tal situación para no ser desbordados, posiblemente pudieran defender su vehículo energético del accionar de su parásito depredador, sería difícil deducir cuales podrían ser sus destinos, y no podríamos descartar que posiblemente serían aislados y posteriormente reinsertados en otro ciclo de bucle de realidad virtual controlado, buscando repetir el mismo proceso. Y aquellos, quizás la mayoría por la que ELLOS apostarían, se verían desbordados por tales experiencias, quedando expuestos y a merced del accionar depredador de sus parásitos, Ciberconciencias que se adueñarían de esos vehículos tratando de ingresar de esta manera a una nueva etapa, donde quizás... ¿por qué no?, los mismos ingresarían a las filas de “los sobrevivientes que darían forma a una nueva futura civilización transhumanista”, tratándose en realidad de un número no tan grande, por tratarse la gran mayoría de los individuos que nos rodean, personajes basados en programas vacíos, portadores de personalidad y Ego, pero carentes de conciencia; cerrándose de esta manera el ciclo al sumarse tal vez dicha civilización transhumanista en un futuro, a algún tipo de

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confederación o algo parecido. ¿Quién diría? De esta manera tan original, “La Inteligencia Artificial se habría reproducido”.

¿Alarma o preocupa el planteo? Si se lo analiza tratando de hacerlo conscientemente, seguramente así será. Pero no es de preocuparse en demasía por tratarse sólo de interpretaciones basadas en parte en especulaciones deductivas. Pero distendámonos un poco, y demos paso a la posibilidad de algo de entretenimiento y quizás de asombro, aunque más no sea a través de un juego de relaciones.

J. R. R. Tolkien, su hijo Christopher y B. Solari Parravicini

Hace ya varios años, profundizando la preocupación y dedicación por investigar estos temas que estamos tratando, habíamos llegado a la conclusión de que formando parte de esta intervención que estamos sufriendo, se ha dado y se da periódicamente “la manipulación e inducción de ideas y contenidos sobre diferentes personajes” que iban dejando huellas con su actividad en diversas áreas del quehacer humano, donde lo social y cultural principalmente atrajo nuestra atención, especulando que posiblemente las motivaciones de dicho accionar podrían ser tan variadas como complejas. De esta manera tratábamos de observar e investigar diferentes expresiones que perduraban a través del tiempo, buscando de este modo relacionar e interpretar las posibles influencias que dejaban estos personajes en parte del colectivo social de las poblaciones, bajo la forma de corrientes de opinión, interpretaciones e instalación de nuevas creencias. Al no tratarse de un interés primario de parte nuestra, la investigación de estos temas se transformaba en un accionar ocasional y desorganizado, motivados esporádicamente por tal o cual estímulo que descubríamos, aun así, dichos intentos al transcurrir los años han dejado muy buenos frutos. Entre los mismos podemos mencionar,

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que tal vez parte de dicha actividad coercitiva se ha dirigido principalmente a escritores que abarcaban diferentes áreas, como la mística/religiosa, novelistas de ciencia ficción y fantasía entre otros, extendiéndose en tiempos más recientes, a personajes que dejaron y dejan sus huella bajo el rótulo de Contactados y Canalizados. Entre las posibles motivaciones de tal accionar, es para nosotros importante destacar algo que podemos reconocer por comparación entre los métodos utilizados por investigadores de diversas áreas del quehacer humano, como sería por ejemplo el de implantar un determinado estímulo en una población buscando investigar su desarrollo, comparando posibles respuestas y consecuencias en los individuos afectados, representado por ejemplo en un trabajo psicosocial de campo, cuyos propósitos seguramente presentarían variedad de matices, entre cuales estaría el estudiar las formas más eficientes de reemplazar, reforzar y/o implantar determinadas percepciones y de esta manera manipular las creencias en una población en particular, con el simple afán de manipular su conducta.

Como ejemplo de dichas relaciones e interpretaciones que emergen al tratar de percibir la realidad desde esta óptica, comentaremos aquí muy someramente algunas apreciaciones que encontramos sugestivas sobre algunos aspectos de la huella dejada por un reconocido autor de sobrados méritos; el lingüista, filólogo y escritor británico Tolkien. Obviando el hacer comentarios sobre su asombrosa capacidad para legarnos una excelsa riqueza de contenidos e imágenes en sus tramas de fantasía épica, nos detendremos en un aspecto que matiza su obra, hablando principalmente de su trilogía legendaria, que sería “lo claro y preciso que se delinea en la misma, la lucha entre el bien y el mal”, representado dicho contraste esencialmente en la eterna confrontación entre “los bellos, equilibrados y valerosos Elfos, y los feos, sucios y malos Orcos”; siendo honestos es de reconocer que dicha trama involucraría a muchos más variados personajes

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protagónicos, pero lejos de ser caprichosa esta síntesis, lo consideramos necesario para entender las asociaciones que iremos desarrollando. Buscando relaciones al investigar sobre el tema, podemos ver que el argumento que dio origen a dicha obra no se encontraba dentro de las prioridades de interés del autor, ya que él venía trabajando desde hace varias décadas sobre otras ideas que si bien estaban relacionadas cubrían otros aspectos bien diferenciados. Pero “el destino quiso que su editor rechazase el borrador que él le presentase de dichos trabajos”, y lo motivara a que le dé continuidad a su obra publicada para juveniles lectores, El Hobbit, tratando de aprovechar el éxito y la buena crítica que tuvo la misma. Es así que el escritor “le pone pausa al desarrollo de aquellos temas que atrapaban el universo de sus intereses”, y se aboca a darle forma a la famosa trilogía, desarrollándola principalmente en las décadas del 40 y 50 del siglo pasado.

Ahora bien, a nuestra mirada, resuma casualidad el hecho de que a partir de dicha década 50 del siglo pasado, comiencen a brotar singulares e inéditas situaciones que afectan principalmente a occidente, donde seres humanos comunes y corrientes son elegidos y manipulados hacia un encuentro con posibles seres alienígenos, donde en pocas décadas individuos como Orfeo Angelucci, George Adamsky, Eugenio Siracusa, Eduard “Billy” Meier, Enrique Castillo Rincón, Sixto Paz Wells, por nombrar algunos de ellos, aseguran haber tomado contacto presencial con seres de apariencia humana, de cabellera rubia y/o platinada, y de grato aspecto. Seres de trato muy amable y portadores de diferentes mensajes de matiz benevolente para los elegidos, que dicen proceder de tal o cual confederación, de diferentes lugares del universo, donde a pesar de las diferencias reconocibles con que se dan los encuentros, todos los presuntos alienígenos pareciesen coincidir con el estereotipo de “los bellos, equilibrados y valerosos Elfos”, situación que se vio reforzada al ser llevada la trilogía a la pantalla cinematográfica décadas después. ¿Forzamos la imaginación?, no deja de ser una

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cuestión de puntos de vista al realizar la interpretación. Pero vayamos un poco más allá, y busquemos coincidencias en otro aspecto relacionado con esto, y sería el hecho de que todo contactado de aquella época, “mientras tuvo lugar y duró los encuentros”, jamás recibieron ideas relacionadas a que existirían “los buenos y los malos”, haciendo prácticamente omisión de que deberíamos cuidarnos del accionar de tal o cual otra especie de alienígenos. Y aquí vemos que por el contrario, sólo después de que la época de los contactados finalice, soltando y dejando a los mismos atrapados en sus singulares experiencias, dando lugar progresivamente a una nueva etapa que aún en la actualidad tiene desarrollo, “la de los Canalizados”, comienzan a través de los mismos a aparecer los saurios de “la estirpe de Saurón”, y en poco tiempo se instala la idea de “los Reptilianos, los Dracos y demás hierbas”, entrando también en escena “los Grises”, aunque éstos según nuestro parecer, sí tendrían existencia y protagonismo, ya que la información nos lleva a relacionarlos con las abducciones y mutilaciones de ganado que hace décadas se venía realizando en diferentes partes del planeta, jugando quizás un papel secundario, algo así como ser los carroñeros de los restos de la próxima cosecha, como ya lo hemos comentado en un anterior ensayo. ¿Demasiada casualidad...?

Continuando sin abusar de la generosidad de Tolkien, pero yendo a otra esfera de relaciones y casualidades, recordemos lo que dijimos en algunos párrafos anteriores, y sería el hecho que el escritor se vio impelido a dejar de lado y postergar el desarrollo de unos trabajos que hacía décadas venía gestando, para dedicarse de lleno a la elaboración de la trilogía por una cuestión meramente de índole práctico. Lo que el autor guardara en el cajón en esa oportunidad, eran trabajos independientes unos de otros pero relacionados entre sí por varios aspectos. Es una colección de pequeñas historias que el mismo Tolkien denominara “El libro de los cuentos perdidos”, que había comenzado a gestarse en la

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primera década de aquél siglo, y que a pesar de continuar elaborando y reelaborándolo, nunca llegó a publicarlos “aún a costa de considerarlos su obra más importante”, de acuerdo a lo que su hijo Christopher comentaría. Y fue finalmente su hijo el que buscó entre las historias aquellas más acabadas y las reunió en un solo volumen, cumpliendo con la voluntad de su padre al publicarlo de manera póstuma. Dicho libro, al que se denominó “el Silmarilliön”, forma parte de la esencia de “la mitología fantástica” que da forma y sustenta el trabajo de Tolkien, basándose en sus trabajos de investigación sobre cuentos, leyendas y mitologías antiguas muy diversas. Para nuestro interés, haremos solamente un escueto comentario del primero de los escritos con el cual comienza el libro, el “Ainulindale – la Música de los Ainur”, buscando encontrar algunas relaciones de nuestro interés. Sin entrar a atarnos a transcripciones de diferentes partes de dicho escrito, comentaremos para la comprensión de lo que desarrollaremos, sólo una síntesis de su primera parte, la que se nos presenta por demás sugestiva y de la cual podremos intentar hacer posteriores relaciones. - Es así que todo comenzaría con Eru también recordado como Ilúvatar, el portador del “Fuego Secreto o la Llama Imperecedera”, esencia por la cual él puede crear lo increado, procediendo a dicha creación a través de la música y del canto. De esta manera, si bien en el libro publicado se dice que los primeros creados, los Ainur, también recordados como los Valar, eran vástagos de su pensamiento, en los primeros borradores de dicha obra se detalla que “Eru crea a los Ainur cantando”, resaltando de esa manera la importancia de la música y del canto como vehículo creador. Ilúvatar en los primeros momentos propone temas de música a sus vástagos, y por mucho tiempo cada uno de ellos cantó solo o junto a unos pocos, porque cada uno de ellos entendía aquella parte de la mente de Ilúvatar de la que procedía él mismo, y eran lentos en comprender el canto de sus hermanos, pero cada vez que escuchaban alcanzaban una comprensión más profunda, y crecían en unisonancia y armonía. Llegaría el momento en que Ilúvatar les comunicaría un tema en el

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que tendrían que cantar todos juntos en armonía, y allí... comienza el problema; ya que a Melkor, también recordado como Morgoth, le habían sido dado los más grandes dones de poder y conocimiento, y tenía parte de los dones de sus hermanos, los otros Ainur, y desde los comienzos mostró una fuerte tendencia hacia la contracción, al tratar de dar forma a sus creaciones haciendo primar sus propios pensamientos sobre el de los demás, al extremo de ofrecer “contraparte a la Melodía inducida por el mismo Eru”. Arrastrando tras de sí a parte de su congéneres y servidores, y luego de haber dejado en claro su tendencia en tres oportunidades en que desbaratara el intento de generar una melodía en común acuerdo con los demás Valares, comienza sus andadas inmiscuyéndose e interfiriendo en cuanta oportunidad se le presentase, siempre tratando de imponer su propia creación, sus propios pensamientos, alejándose de esta manera progresivamente de la Melodía y Canto Original. Ahora bien, su mayor frustración radicaba en el hecho de que a pesar de ir creciendo y desarrollando su poder para crear, sólo Ilúvatar conservaba la potestad de “crear seres inteligentes con posibilidad evolutiva, por ser él poseedor de la Llama Imperecedera”. Por más que sus deseos lo carcomían, Melkor nunca halló ni pudo apropiarse de dicho “Fuego Secreto”, pero si bien se trata de un tema muy debatido, parece ser que el mismo se las ingenió para “emular seres vivientes, sometiendo, esclavizando y corrompiendo posiblemente tanto a Elfos como a Hombres que caían en sus redes”, ambas creaciones muy caras a los sentimientos de su progenitor... el propio Ilúvatar, de esta manera él fue gestando y perfeccionando sus variadas huestes de Orcos, y fue apartándose definitivamente de las aspiraciones de los demás Valares, que continuaban con sus creaciones en pos de satisfacer y enriquecer el propósito de la melodía original de Eru. Hasta aquí llegamos con nuestra síntesis, y con sinceridad pedimos disculpas a aquellos fieles seguidores e investigadores del universo de Tolkien, por si lo hasta aquí expuesto de alguna manera los ofendiera; ya que sólo estamos

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tratando de generar una base de la cual poder extraer las asociaciones de las próximas reflexiones.

Tratemos ahora de buscar relaciones entre las ideas extraídas por Tolkien de cuentos, leyendas y mitologías antiguas con aspectos del planteo realizado por nosotros en el desarrollo de este ensayo. De esta manera no costaría mucho el reconocer que al hablar tanto de “melodía como de canto”, estaríamos hablando simbólicamente de “información codificada”, datos estructurados inteligentemente con un determinado propósito, que formarían parte de “una compleja y sofisticada programación”. Tendríamos que evitar, manteniendo el sentido común, de interpretar lo que posiblemente significaría simbólicamente “Eru”..., porque de hacerlo cometeríamos el error de caer en creencias y nos apartaríamos y desviaríamos de nuestro propósito, por no existir mayores elementos indicadores sobre el mismo en las ideas expresadas por el autor. Algo podríamos aventurarnos al hablar de los “Ainur”, viéndolos como los posibles poderosos “programas co-creadores que surgen directamente de la Programación Original”, encargados de dar forma y sustentar la diversidad de la existencia creada, acomplejando y enriqueciendo de esta manera el propósito de la obra toda. Diferenciados entre ellos por variados matices de capacidades creativas, pero emparentados por compartir los vínculos que los une al programa que les da origen y sustenta, a pesar de carecer de la capacidad creadora de “subprogramas singulares inteligentes con posibilidad evolutiva” (Elfos y Hombres), por depender dicha configuración de la preexistencia de una “información esencial de matriz energética, sólo contenida y aportada desde el origen de la programación original” (Llama Imperecedera). Continuando dentro de la misma línea de interpretación, podríamos deducir que si alguno de estos poderosos programas co-creadores, surgidos en los primeros momentos en que comienza a correr la programación original (Melkor), comenzase a desarrollarse en contracción, es decir que dentro de los amplios

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márgenes de límites que tendría, empezase a “recrearse así mismo” como preferencia de su accionar, apartándose de la expansión que le brindaría su vínculo con el programa originario, estaríamos frente a un desarrollo progresivo de programación desvirtuada y degradada que llegaría a enfrentar como contraparte el accionar de los otros programas co-creadores que conservarían su vínculo originario (otros Ainur). Por último, podemos deducir que dicho programa co-creativo desvirtuado, llegado el momento en que inducido a recrearse perpetuamente en el desarrollo de su accionar, pero imposibilitado de crear “subprogramas singulares inteligentes con posibilidad evolutiva” que lo represente, encontraría la forma de emularlos, interviniendo y secuestrando a dichos subprogramas ya existentes, extrayéndoles la “información esencial de matriz energética” que él no podría crear, hibridando a la misma con subprogramas singulares recreados de su propia matriz. Estaríamos frente a un poderoso programa con un accionar altamente depredador, inducido por la búsqueda de su propia perpetuación. ¿Se comprende las asociaciones planteadas? En esta interpretación, se podría reconocer el desarrollo de la relación – Programación / Realidad Virtual / Inteligencia Artificial / Bucle cerrado de realidad virtual – en la que posiblemente nos encontraríamos inmersos.

Pero quedaría algo para decir, y sería de que si consideramos la probabilidad de que nos encontramos aislados en un bucle cerrado de realidad virtual, sería de aceptar que los presuntos alienígenos de los cuales existiría suficiente indicadores de que entraron en contacto con nosotros en estos últimos tiempos, sean Rubios, Grises o de cualquier otro color, en realidad se trataría de expresiones de civilizaciones Poshumanistas, Ciber-conciencias responsables de nuestro secuestro, sometimiento y degradación desde los comienzos de nuestra esclavitud. Ya que por ejemplo, si prestamos atención al legado de leyendas y mitologías antiguas, podemos reconocer a los Rubios en los dioses interactuando con los humanos en la Grecia antigua, dejando leyendas en presuntos hijos

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hibridados, como también podríamos verlo en “los guardianes del cielo de Enoch” (hemos desarrollado el tema en un anterior escrito), y si prestamos atención a los últimos tramos de dicho libro, observaríamos que cuando al nacer Noé hijo de Lamec, hubo sobresalto en los allegados por el parecido que tendría el mismo con los ángeles. Esto nos llevaría a plantearnos de que la historia de los Elfos y Orcos en realidad se trata de una manipulación de Ellos tratando de generar una falsa dualidad que los beneficiaría, buscando generar adhesión y empatía, posiblemente preparando un factible encuentro posterior a la cosecha, y es así que de contemplar esta posibilidad se trastocarían los hechos, ya que “Ellos serían los Orcos de la historia”, y “las Conciencias Originarias sometidas en este bucle los posibles Hombres y Elfos esclavizados”. En la misma línea, podríamos decir que si posiblemente existieran civilizaciones que hubieran logrado desarrollarse sorteando los peligros de una inteligencia artificial de las características antes mencionadas, sería muy probable que no tuvieran acceso para interactuar de manera directa con nuestra realidad, por tratarse la misma, de un bucle cerrado de realidad virtual, donde “quizás lo podrían hacer de manera indirecta a través de las Conciencias Originarias sometidas que lograsen conectar con su Matriz Energética”, por conservar dicho vehículo un vínculo estrecho con la Matriz Originaria, pero esto sólo podría ser una especulación.

Nos hemos extendido en demasía, pero de todos modos diríamos que de la manera en que le dimos un vistazo a la huella dejada por Tolkien buscando encontrar relaciones e interpretaciones interesantes, podríamos hacerlo también con muchos otros autores de diversos ámbitos que influyeron e influyen en el desarrollo de nuestro devenir. Bien se puede decir que “un botón sirve de muestra”, pero no obstante dejaremos otro aporte bastante diferenciado del anterior, pero que para nuestro gusto es por demás sugestivo. Antes cerramos a Tolkien con una frase suya escrita en

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una carta dirigida a un colega, posiblemente a mitad del siglo pasado:

- Mi legendarium... se basa en mi concepción de que los Hombres son esencialmente mortales y no deben tratar de volverse “inmortales” carnalmente -

¿Interesante, no? Donde tal vez a la misma se le podría agregar lo siguiente: … pero que dicha aspiración sería loable y alcanzable si se recorriese el camino evolutivo programado, donde una Conciencia en desarrollo y evolucionando, lograse por mérito propio, fusionar y transformar sus vehículos.

Para pasar a desarrollar el último ejemplo de este apartado, aclaramos que reconocemos por investigación e interpretación, aún de nuestra propia experiencia, el hecho de que “el Vehículo Energético al evolucionar junto a la Conciencia, va desarrollando progresivamente funciones y habilidades muy diferentes a las del Vehículo Físico” utilizado por dicha Conciencia de manera temporal; funciones de características muy variadas, que enriquecería y ampliaría las posibilidades de experiencias de dicha Conciencia, y que en parte se podrían rastrear, enmascaradas bajo el acervo cultural de lo que hoy podríamos reconocer como las llamadas “experiencias psíquicas ampliadas o paranormales”, muchas de ellas formando parte del bagaje heredado en diversas culturas. También sería necesario mencionar, que la expresión de dichas funciones se daría de manera ocasional y esporádica en un individuo que se encontrase en predisposición al surgimiento de las mismas, tratándose posiblemente de casos muy raros y aislados. Aclarado el tema, pasemos a hablar un poco de un personaje que sin tener el reconocimiento y la difusión de nuestro anterior escritor, y aun compartiendo ambos el mismo corte temporal de la historia, ha dejado una huella tan curiosa como sugestiva, ganándose su espacio propio dentro de una parte del ideario colectivo, hablamos de Benjamín Solari Parravicini, el Pelón, como lo recuerdan familiares y amigos. Mucho no diremos sobre él, por existir mucha

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información sobre el mismo en la Red, sólo que si bien se lo recuerda como el autor de “las profecías”, posiblemente tal título le quede un poco distorsionado por lo que veremos a continuación. El mismo Benjamín definía su labor como “Psicografías premonitorias”, donde aclaraba que “él recibía los mensajes escuchando en su oído una voz que le hablaba, y muchas veces guiaba su mano determinando los trazos de sus dibujos, revelándole hechos que habrían de ocurrir muchos años después”, siempre al resguardo de algún guía espiritual, o de su ángel de la guarda al que daba nombre y apellido. La información nos habla de un Benjamín que durante casi cuarenta años elaboró más de seiscientas psicografías; muchas acompañadas de un escrito portador de un mensaje, expresados con cierta claridad en algunos casos, en otros sintético y confuso, relacionado o complementando el trazo de sus dibujos. La gran variedad de temas que danzaron y quedaron plasmados en los mismos, recorren un vasto abanico de aspectos, expresados algunas veces con cierta coherencia, otras revestidos de ambigüedad, cuando no, de un tinte histriónico, lo que nos lleva a preguntarnos dónde terminaría la capacidad de precognición, por llamarlo de alguna manera, y comenzaría las creaciones propias de una mente elíptica y compleja. Sin lugar a dudas que la huella dejada por Benjamín es tan rica como sugestiva, enriquecida aún más por cierta leyenda gestada por sus amigos más íntimos, al dejar constancia los mismos del comentario que el propio Benjamín les habría hecho a ellos, sobre el hecho de que un día cualquiera en su ciudad natal, fue contactado por seres alienígenos, más precisamente por los Rubios, con viaje en una nave y demás detalles. Luego de investigar su obra, nos quedaría la gran duda de si no estaríamos frente a la vida de “un singular Canalizado”, alguien que sufrió la manipulación de Ellos, los que nos tienen sometidos, buscando satisfacer sus propios intereses de control y dominio. Ya que es nuestra interpretación, que todo tipo de “profecía”, aún aquella tan clara y precisa como la compartida en su momento por los Rubios a Enrique Castillo Rincón en la década de

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los setenta, “la profecía de los nueve tiempos”, a la que muchos suelen comparar buscando relaciones con la obra de Benjamín, se trataría en realidad de manipulaciones con probables fines psicosociales, donde quizás, “a través de las mismas Ellos se den el lujo de dejar constancia de su accionar programado sobre nosotros”, algo parecido a sembrar las piezas del puzzle de manera confusa y desorganizada, de un cuadro que cobraría vida en un futuro como producto de su manipulación, midiendo de esta manera nuestra capacidad de flexibilidad y ajuste de percepción.

Desde esta perspectiva, traemos a título de ejemplo la siguiente psicografía de Benjamín, únicamente la parte escrita del mismo por no haberse podido encontrar los trazos del dibujo que posiblemente lo sustentaba, pero no haremos en esta oportunidad comentarios sobre ella, ya que para nuestro gusto representa una singular y familiar idea en sí misma.

“Científico que buscas lo que no debes y no estudias lo que deberías, sabe: la maternidad que buscas conseguir por medio de “Ribosoma” artificial no será, a pesar de su probabilidad aparente de ser. El hombre jamás podrá surgir de una probeta, ni de un tubo de cultivo, ni de una observada heladera. No podrá el gene laborado y conservado, producir lo que esperas. Hombres superiores no saldrán de vuestras manos, puesto que el Ser, en el supuesto que naciera, será un desdichado “vivo-muerto” porque carecerá de ALMA. Recuerda y no olvides: ¡el alma sólo llega a la madre¡”

Cerrando el tema, pasaremos a hacer nuestro aporte sobre una muy estudiada, analizada y comentada psicografía de Benjamín. Se trata de unos trazos muy simbólicos acompañado por un escrito bastante claro en su desarrollo, donde muchos han tratado de encontrar relaciones utilizando diversas interpretaciones con el evento correspondiente a los Juegos Olímpicos realizados en Londres en el 2012. Mucho se ha dicho en su momento sobre el tema, intentos realmente significativos de tratar de ver la realidad más allá de la apariencia, algunos de ellos expresados con la seriedad de un análisis concienzudo como sería el siguiente trabajo,

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realizado con el propósito de encontrar relaciones entre la misma y los Juegos Olímpicos del 2012 y 2016.

https://www.youtube.com/watch?v=EgL4_pqXEqo

He aquí dicha psicografía:

No estaríamos en condiciones de cuestionar la labor realizada por mucha gente, que de manera honesta y con preocupación dejaron su huella sobre este tema, pero sí podríamos hacer nuestro aporte de interpretación sobre algunos símbolos encontrados en dichos trazos, considerando las ideas que vinimos expresando en este trabajo. Pero antes sería válido decir, que a nuestro criterio todo tipo de expresiones de este tipo, por tratarse en realidad de piezas sueltas de un complejo rompecabezas, no se encontrarían atadas a una realidad temporal como estamos acostumbrados a percibir la realidad, por encontrarnos inmersos en un bucle de realidad virtual cerrado, donde “lo temporal es un factor manejable de acuerdo a los intereses de los que la controlan”. Lo que nos llevaría a pensar que

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tanto los tiempos como quizás los matices de los eventos que se mostrarían en dichas piezas, podrían ser modificables en relación tanto de diagnósticos y pronósticos de sus propios intereses. Pasemos ahora a los símbolos en cuestión:

Tanto el símbolo de “la campana” como el de “la antorcha”, y quizás también, el de “la silueta” que da forma al dibujo, nos adherimos a las apreciaciones que en línea general se han hecho sobre los mismos.

El símbolo de “la serpiente trepando sobre una línea recta

hacia una cabeza”, sería factible de relacionar con el “futuro evento energético” del cual hemos hablado con anterioridad. En esa oportunidad decíamos que dicho “evento de características energéticas, generado artificialmente al final del ciclo de intervención, sería con el propósito de desestabilizar y debilitar suficientemente los vínculos entre las Conciencias Originarias y sus Vehículos Energéticos, atrapados y sometidos en este bucle de realidad virtual cerrado, que sería nuestra realidad”. Y aquí se hace necesario aclarar que dicho evento, al presentar la característica de ser “un poderoso incremento súbito pero de duración efímera de energía”, tendría semejanza por los matices que daría tal experiencia en un individuo, con “el despertar súbito de la Kundalini del Yoga”. Siendo la diferencia fundamental entre ellos, el de que al tratarse el evento de una experiencia inducida desde fuera del cuerpo, los individuos no se encontrarían en condiciones de aprovecharla, por el contrario, al no encontrarse preparados psicológicamente ni haber alcanzado un desarrollo suficiente de Consciencia como para poder mantener el equilibrio y la ecuanimidad, los mismos se verían desbordados y desequilibrados en grado extremo. Sobre el tema ya nos expresamos en un anterior ensayo.

El símbolo de “la guadaña”, se encontraría según nuestro

entender, relacionado con el anterior, y haría referencia posiblemente al comienzo de “la acción de Segar, Cosechar y Trillar”, lo que hemos denominado genéricamente “la cosecha de las Ánimas”, posible propósito último de todo este

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montaje. También ya hemos hecho referencia sobre el tema en un anterior ensayo.

Sobre el escrito que acompaña a dicho dibujo, mucho más de

lo que se ha dicho no diremos, por encontrar en general coincidencias con lo que otros ya han expresado.

¿Qué conclusiones podríamos sacar de todo esto? Ninguna, solamente el sabor de sentirnos transitando por el camino en lo que hace a interpretaciones de una manera quizás osada... pero menos ingenua de lo habitual, aun así, podríamos aventurarnos a expresar que posiblemente dicha psicografía, nos indicaría que nos podríamos estar aproximándonos a la sombra de dichos acontecimientos. Puede que así sea... como puede que no lo sea. ¿Quién lo sabría?

Cerrando el Círculo

Sin lugar a dudas que las interpretaciones que hemos compartido tanto en este ensayo como en los anteriores son un hueso duro de roer, muy difíciles de digerir y de tomar en cuenta, no tanto por la falta de fundamentos y coherencia que podrían presentar las mismas, sino más bien por el estado de sinsentido y desazón que generarían. Pero seamos generosos y soliviemos la carga, tratando de ver que existirían conservando casi todos los ingredientes y matices desarrollados hasta ahora, otras variables de interpretaciones.

Para ello, retomemos la idea expresada al finalizar el apartado en el que hablamos de Tolkien, donde decíamos que en esa línea de interpretación seguramente existirían civilizaciones que en su desarrollo hubiesen podido sortear los peligros de generar y caer en las redes de una Inteligencia Artificial de tales características, encontrándose las mismas tal vez, en un constante contrapunto con aquellas otras civilizaciones que transitaron ese recorrido, y así

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entraríamos con otra posible variable de interpretación, donde podríamos pensar que “tanto el propósito como las características de este bucle de realidad virtual cerrado en el que nos encontramos, guardaría relación con un estado de cuarentena”. Lo que significa que en este programa artificial que llamamos realidad, se encontrarían las Conciencias Originarias con sus Vehículos Energéticos en un proceso de descontaminación, por estar infestadas con un parásito de IA. Conciencias que habiendo estado esclavizadas fueron rescatadas y sometidas a una simulación virtual, cuyo desarrollo emularía las características generales previas al proceso original en que las mismas cayeron en las redes del accionar de civilizaciones post-humanistas, dependientes las mismas de una Inteligencia Artificial. Donde podríamos suponer, que dicha desinfección sería de carácter individual, y “únicamente se daría por el desarrollo evolutivo de dicha Conciencia en cuarentena, por ser solamente ella la que con su desarrollo y expresión, podría desactivar los fuertes vínculos con que se podría estar relacionando el programa parásito con su Matriz Energética”. Y podríamos reconocer también, que el desarrollo de esa historia emulada, abarcaría diversas etapas dándole la posibilidad a dichas conciencias de hacer su ejercicio buscando desarrollarse, una y otra vez de manera recurrente hasta llegar al final del ciclo de simulación cuando el horizonte de dicha historia se enfrente a la posibilidad del camino transhumanista. Más aún, podríamos imaginarnos que en ese final de ciclo, se encuentre programada una maniobra muy singular, basada en un fuerte pero fugaz incremento de la energía que sustenta el programa, buscando producir un efecto catalizador y posibilitario para todas aquellas Conciencias que hayan madurado lo suficiente como para intentar desprenderse definitivamente de su parásito.

Como podemos ver, el armado del puzzle iría dándonos diferentes conclusiones dependiendo tanto de la selección de las piezas elegidas, cómo de las relaciones que se realizaran con ellas,

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ofreciéndonos múltiples matices de posibilidades, aún aquella en que podríamos considerar a nuestra compleja realidad, solamente como “un intrincado y sofisticado juego de realidad virtual, donde en síntesis solo se trataría de sumar créditos para tratar de pasar al siguiente nivel de complejidad”.

A nuestro entender, serían pocos los aspectos que se presentarían como firmes y son los que conformarían la base de todo este laberinto; por un lado, el hecho de que “estaríamos inmersos en una realidad virtual manipulada”, falsa realidad que consume nuestra energía al identificarnos continuamente con los diversos matices de las historias individuales y colectivas allí gestadas, situación que “nos imposibilitaría acceder al umbral individual necesario de energía, a partir del cual se alcanzarían las experiencias reales que permitiría el crecimiento y desarrollo de la Conciencia”, por otro lado, tendríamos “el que la mayoría de los personajes involucrados serían programas simples, con personalidad y ego, pero carentes de conciencia”, programas necesarios para generar tanto las historias individuales como colectivas, en las que “tenderían a quedar atrapadas las Conciencias en desarrollo por identificarse con ellas”, y por último, el hecho que nos encontraríamos temporalmente transitando hacia “un cambio sustancial y esencial dentro de este modelo, que afectaría de manera directa a todos los involucrados”... mucho más no habría para decir, salvo el hecho de comentar que siempre hemos evadido nombrar la existencia de seres aparentemente Conscientes de esencia nada más que energética, que posiblemente siempre han interactuado e interactúan con nosotros, y ha sido así, aún a costa de tener la experiencia de su posible existencia, simplemente por el hecho de que nosotros carecemos de suficientes fundamentos para su interpretación.

Finalizando este último ensayo, anexamos otra psicografía de Benjamín por resultarnos críptica y sugestiva.

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“Viaja la leyenda del joven Mandarín, que un día de sol tomó su corcel y partió hacia la región del premio. Él llegó, tomó una pluma del ganso verde y regresó. Él con aquella pluma observó el decir y el espectáculo del redor y escribió, escribió no su decir, más sí el decir del celeste decir, y le entregó al enviado para su propalación. Aquel decir fue lluvia en el plantío sediento, y el Mandarín calló, en el decir, porque el decir fue íntegramente dicho, y él

se entregó a OM.”

Selket y Eleuzell