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chucho1943
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Lección 3
Texto Clave:
“Este pueblo de labios me honra;
mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran, enseñando
como doctrinas, mandamientos de
hombres” Mateo 15:8, 9
Mostrar que la tradición religiosa nunca puede reemplazar la Ley de Dios; para que
convencidos de la superioridad de ella sobre la tradición; permitamos que el Espíritu Santo
promueva la justicia que comienza en el corazón.
PROPÓSITO:
La TRADICIÓN puede ser muy antigua, muy generalizada, muy fuerte, muy agradable; pero, evitemos que ésta llegue a ser TRAICIÓN.
INTRODUCCIÓN:
Bosquejo:
JUAN WESLEY, EL FUNDADOR
DE LA IGLESIA METODISTA,
sugirió que cuatro factores
influyen sobre la teología de una
persona: la fe, la razón, las
Escrituras y la tradición. Sin
embargo, él no decía que todos
los factores tienen la misma
autoridad. Reconocía la Biblia
como fundacional; pero, también
reconocía que la fe individual, la
capacidad de razonar y la
tradición religiosa afectan la
manera en la que se interpreta la
Biblia. Si Wesley volviera hoy a la
vida, descubriría que muchos
teólogos modernos de tradición
wesleyana (y de otras) ahora
valoran la razón, la tradición o la
opinión personal por sobre la
Escritura.
Juan Wesley
Esta lección investiga las tradiciones religiosas sobre las que
los escribas y fariseos basaban muchas de sus enseñanzas.
Los rabínos que las escribieron respetaban las Escrituras, y
no tenían la intención de que aquellas se elevaran para
igualarse a la Palabra de Dios. Sin embargo, algunos de sus
discípulos confundieron el método con el mensaje; y al
hacerlo, cambiaron la revelación escrita de Dios por la
tradición humana.
¿Quiénes eran los fariseos?
“Secta o partido religioso
conservador del judaísmo en
tiempos intertestamentarios y
del NT. Se llamaban a sí mismos
los "compañeros" (heb jabêrîm)
o los "santos" (heb. qedôshîm)” (Diccionario Bíblico Adventista)
Los fariseos se negaron a
adquirir costumbres griegas
contrarias a la ley de Moisés.
Apoyaron la revolución
macabea contra los griegos, y
pronto se convirtieron en la
conciencia moral del pueblo.
Aunque se mencionan aparte de
los fariseos (Mt. 23:2), los
escribas eran fariseos con una
misión especial: interpretar
la ley.
Los escribas más famosos fueron
Hillel y Shammai (que vivieron
en tiempo de Herodes el
Grande), y Gamaliel (maestro
de Pablo)
Habitualmente, se les llamaba
“Rabí” (mi maestro)
Mientras “los escribas y los fariseos” parecían ser dos grupos separados
que se mencionaban juntos, los escribas probablemente eran un
subconjunto de los fariseos (ver Hech. 23:9). Estos últimos llegaron a ser un
grupo visible durante el tiempo del Imperio Griego. Se creían el remanente de
una piadosa secta judía, conocida como los Hasidim, que ayudaron a luchar
en la revolución macabea contra los griegos.
LA CÁTEDRA DE MOISÉS
El nombre fariseos deriva del hebreo páras, que significa “separar”. En una
época en la que muchos judíos habían sido muy influenciados por las culturas
paganas, los fariseos veían como su deber asegurarse de que a cada varón
judío se le enseñara la Ley. Para realizar esta tarea, establecieron el cargo de
rabí, que literalmente significa “mi grande” o “mi maestro”.
Al decir que “en la cátedra de Moisés se sientan los escribas
y los fariseos”, Jesús reconoció la posición de ellos como
maestros del pueblo (Mat. 23:2, 3). Después de todo, por lo
menos habían tomado la responsabilidad de garantizar que
se instruyera a la gente en los caminos de la Ley.
Lee Mateo 23:1 al 7. Según estos versículos,
¿cuál era uno de los problemas más grandes que tenía Jesús con los escribas y los fariseos?
La mayor parte de las
referencias a los escri-
bas y los fariseos en
los evangelios son ne-
gativas y, consideran-
do la complicidad que
muchos (aunque no
todos) tuvieron en la
muerte de Jesús y en la persecución de sus seguidores, se tenían bien
merecido ese concepto. Los miembros de estos grupos parecían estar
acechando por las esquinas y detrás de los árboles, esperando a que la
gente cometiera errores para poder aplicar la Ley contra ellos.
Esta imagen de los fariseos es tan frecuente en las Escrituras que su
nombre a menudo se usa como sinónimo de legalista.
Al considerar más de cerca este pasaje, encontramos que el gran
problema de Jesús con los fariseos no era tanto que querían que otros
guardaran la ley de Moisés, sino que ellos mismos no la guardaban.
Eran hipócritas −decían una cosa, pero hacían otra− y, aun cuando hacían
lo recto, lo hacían por razones equivocadas.
Curiosamente, las virtudes de
los fariseos se convirtieron en
sus peores defectos.
“En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo…” (Mateo 23:2-3pp)
Eran celosos de la ley.
Estudiaban los preceptos de la ley para enseñarla al pueblo.Procuraban poner sus vidas en estrecha concordancia con la ley.
VIRTUD
“… mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” (Mateo 23:2-3up)
Eran hipócritas.
Con el tiempo, el celo por la ley se convirtió en algo meramente externo.Hacían manifestaciones externas solo para ser alabados por los hombres. Eran “sepulcros blanqueados” (Mt. 23:27)
DEFECTO
Curiosamente, las virtudes de
los fariseos se convirtieron en
sus peores defectos.
“En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo…” (Mateo 23:2-3pp)
Instruían al pueblo.
Mediante ejemplos prácticos, los rabís enseñaban a no transgredir las 613 leyes contenidas en la ley de Moisés.
VIRTUD
“… mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” (Mateo 23:2-3up)
Sustituyeron la ley de Moisés.
Estos ejemplos que ayudaban a cumplir las grandes leyes, se convirtieron en más importantes que las leyes mismas. Por ejemplo, la ley del “corbán” permitía dejar de honrar a los padres (Mt. 15:3-6)
DEFECTO
MANDAMIENTOS HUMANOS
Aunque los escribas y los
fariseos se sentaban “en
la cátedra de Moisés”, su fuente de autoridad para
la instrucción iba más allá
del Antiguo Testamento.
La ley que usaban los
fariseos consistía en
interpretaciones bíblicas
de los principales rabíes.
Estas interpretaciones no
tenían la intención de
reemplazar las Escrituras,
sino de complementarlas.
Al principio
circulaban oralmente;
más tarde, los
escribas comenzaron
a reunirlas en libros.
La primera publicación oficial de la ley rabínica apareció
recién a fines del siglo II d.C., cuando el rabí Yehuda Ha-Nasí
(Judá el Príncipe) publicó la Mishnáh. Las leyes registradas
en la Mishná reflejaban cuatro siglos de interpretaciones
rabínicas. Entre los rabíes que contribuyeron, hubo varios
que vivieron en el tiempo de Jesús; los más notables entre
ellos fueron Hillel y Shammai. También está Gamaliel, nieto
de Hillel y maestro de Saulo (Pablo).
Mishnáh
Lee Mateo 15:1 al 6
¿Cuál es el tema
controversial aquí?
¿Qué error procura
corregir Jesús?
En la primera lección, aprendimos que las leyes rabínicas fueron
llamadas halakáh, que significa “caminar”. Los rabíes creían que si
alguien podía andar en los caminos de las leyes menores guardaría
también las principales. Sin embargo, en algún momento, las leyes
menores comenzaron a tener el estatus de mayores, y más tarde
fue difícil distinguir las leyes tradicionales de las bíblicas.
No parece que Jesús tuviera
problemas con los fariseos
por guardar sus propias reglas.
Sin embargo, tenía problemas
porque elevaban esas normas
a la condición de “doctrinas”.
Ningún hombre posee autoridad para crear restricciones religiosas y
elevarlas al nivel de mandatos divinos.
Pero, esto no quiere decir que los creyentes tienen prohibido el crear
reglamentos que ayuden a gobernar la conducta de la comunidad.
La instrucción práctica puede ayudar a la gente a guardar la Ley.
Sin embargo, la instrucción nunca debe ocupar el lugar de la Ley
misma.
“¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque
no se lavan las manos cuando comen pan” (Mateo 15:2)
Aunque es bueno para la
salud lavarse las manos
antes de comer, ninguna ley
divina lo exigía.
El lavamiento aquí referido
era estrictamente ritual y no
higiénico. Creían que debían
purificarse, por si habían
tocado alguna cosa inmunda.Donde no se podía conseguir agua, se
permitía una ablución en seco, en la cual la
persona sencillamente hacía los
movimientos de lavarse las manos en la
forma prescrita.
Al confrontar la tradición, Jesús buscaba
suprimir las meras formas externas de la
religión y cultivar el verdadero espíritu de la
religión en el corazón.
“Sus reglamentos sobre la comida y la bebida eran tan
detallados que la gente debía exprimirse la mente para
discriminar exactamente lo que era limpio o no.
Toda el agua debía ser colada para evitar que el más pequeño
insecto la transformara en inmunda y por lo tanto inadecuada
para su uso.
Todos vivían con un constante temor de infringir las costumbres
y tradiciones enseñadas por ellos como si fueran parte de la ley,
lo que transformaba la vida en una verdadera carga.
Al establecer estas interminables formalidades, los fariseos
lograban que la gente se preocupara de las formas externas en
prejuicio de la religión verdadera.
Y al no conectar al Mesías con las ceremonias, dejaban de lado
la Fuente del agua de vida, y cavaban para sí cisternas rotas que
no retienen agua”
E.G.W. (Signs of the Times, 9 de junio de 1887)
“Les decía también: Bien invalidáis el
mandamiento de Dios para guardar vuestra
tradición” (Marcos 7:9)
Al ser confrontado respecto al
quebrantamiento de la tradición de los
ancianos, Jesús llamó la atención de los
fariseos respecto a las prioridades:
Primero, la ley divina; después, la tradición
de los ancianos.
Tradición: “Cualquiera que diga a su
padre o a su madre: Es mi ofrenda a
Dios todo aquello con que pudiera
ayudarte, ya no ha de honrar a su
padre o a su madre”
Ley divina: “Honra a tu padre y a tu
madre” (Éx. 20:12; 21:17)
“La ley de Dios requiere que un hijo honre a sus
padres, los cuide cuando son ancianos y supla sus
necesidades.
Pero estos falsos maestros enseñaban que era mucho
más importante consagrar su propiedad para el servicio
del templo.
onces, cuando los padres requirieran su ayuda, podían
decir: “Es Corbán; ya está dedicado a Dios”.
Y si los hijos deseaban anular su voto para ayudar a
sus padres, lo consideraban un sacrilegio y les
recordaban que lo que se habían prometido a Dios
debía cumplirse.
De esta manera, bajo la excusa de una acción piadosa,
estos maestros aprobaban que los jóvenes dejaran de
cumplir el quinto mandamiento”
E.G.W. (Signs of the Times 3 de enero de 1900)
“Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los
escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 5:20)
La estricta justicia farisaica se basaba
en el esfuerzo propio y en la conducta
externa. Se esforzaban en guardar la ley
al pie de la letra.
La justicia que Jesús requiere va más
allá del esfuerzo propio, la conducta
externa o la letra de la ley. Requiere un
cambio interno, una obediencia basada
en el amor.
“Pero este es el pacto que haré con la
casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y
la escribiré en su corazón; y yo seré a
ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo” (Jeremías 31:33)
“Una religión formalista
no basta para poner el
alma en armonía con
Dios. La ortodoxia rígida
e inflexible de los
fariseos, sin contrición,
ni ternura ni amor, no
era más que un tropiezo
para los pecadores.
E.G.W. (El discurso maestro de Jesucristo, pg. 49)
Se asemejaban ellos a sal que hubiera perdido su sabor; porque
su influencia no tenía poder para proteger al mundo contra la
corrupción. La única fe verdadera es la que “obra por el
amor” para purificar el alma. Es como una levadura que
transforma el carácter”
Nadie, en ningún momento, recibió de parte de Dios la autorización para cambiar la Ley de Dios.
Su Ley, tal como Él, es inmutable y no se la debe ni puede cambiar.
RESUMEN Y CONCLUSIÓN:
CRISTOYSU LEY
Te invito a bajar y estudiar cada una de las 13 lecciones que tratan sobre el tema:
ESTE SERVICIO
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