Cristologc3ada i-md-ii-mariol-i-ucab-2011-12

UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO FACULTAD DE TEOLOGÍA

INSTITUTO DE TEOLOGÍA PARA RELIGIOSOS

AGREGACIÓN A LA FACULTAD DE TEOLOGÍA DE LA U.P.S.

CRISTOLOGÍA I - MISTERIO DE DIOS II – MARIOLOGÍA I

(TRATADO SISTEMÁTICO)

Prof. Dr. Pedro Trigo s.j. - Prof. Dr. Rafael Luciani (Año académico 2011-2012)

Sistemática: Cristología I, Misterio de Dios II, Mariología I

SINOPSIS PROGRAMÁTICA I.- LA CUESTIÓN DEL MÉTODO 1. Introducción general al Tratado Sistemático 2. El Jesús histórico y el Cristo de la fe 3. Métodos: el punto de partida metodológico de la cristología II.- LA CENTRALIDAD DEL REINO DE DIOS 4. El bautismo: historia y misterio 5. El Reino: contexto y propuesta de Jesús 6. Las parábolas del Reino 7. Los signos del Reino 8. Los destinatarios del Reino 9. Los colaboradores en la proclamación del Reino: el Maestro y los discípulos III.- PROPUESTA Y DESTINO DE JESÚS 10. Jesús y la religión judía: la Ley 11. Jesús y la religión judía: el Templo. Reflexión sistemática sobre la autoridad de Jesús IV.- EL DIOS DE JESÚS 12. La fe de Jesús 13. El Dios de Jesús 14. Personalidad histórica de Jesús. Autoconciencia y pretensión de Jesús 15. La María de la historia en los evangelios V.- EL MISTERIO PASCUAL 16. La pasión: lectura histórica 17. La pasión: lectura teológica 18. La resurrección: problema hermenéutico 19. La resurrección: datos históricos 20. La resurrección: contenido teológico VI.- TÍTULOS CRISTOLÓGICOS 21. Títulos: el Mesías 22. Títulos: el Hijo de hombre 23. Títulos: el Señor 24. Títulos: el Hijo, el Hijo de Dios VII.- EL MISTERIO DE DIOS EN EL MISTERIO DE JESÚS DE NAZARETH 25. La divinidad de Jesús en el Nuevo Testamento 26. El don del Espíritu 27. María de la fe en el Nuevo Testamento 28. Trinidad e historia 29. Fórmulas trinitarias en el Nuevo Testamento VIII.- SÍNTESIS 30. Jesús, paradigma absoluto de humanidad


ORIENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA POR TEMAS

I.- LA CUESTIÓN DEL MÉTODO

1.- Introducción general al Tratado Sistemático

En esta introducción general presentamos las asignaturas que configuran el tratado sistemático: Cristología I, Misterio de Dios II y Mariología I. En la perspectiva de la Historia de la Salvación y de la Revelación, después de haber estudiado en el semestre pasado la Revelación del misterio de Dios y del hombre en la historia del pueblo judío (AT), ahora vamos a abordar el estudio de la plenitud de la Historia de la Salvación y de la Revelación en Jesús de Nazaret, el Cristo del Padre en el Espíritu Santo (NT).

A nivel personal, los objetivos del tratado sistemático pueden enunciarse así: § Hacer un estudio crítico, metódico y orante de la fe de la Iglesia en Jesús de Nazaret como el

Cristo del Padre en el Espíritu Santo. § Confrontar nuestra propia fe cristiana y teo-trinitaria con la fe de la Iglesia. § Confirmar nuestra fe cristiana para robustecer nuestro compromiso de seguimiento a Jesucristo

viviente en la construcción del Reino del Padre en el Espíritu desde nuestra ubicación concreta en nuestra Iglesia y sociedad.

En la introducción al Tratado vamos a proponer tres puntos: § Configuración de cada asignatura y la articulación sistemática entre ellas: las tres asignaturas,

junto con el estudio exegético del NT (especialmente el de los evangelios sinópticos), están íntimamente entrelazadas. La Cristología constituye el eje estructural de las tres.

§ Método didáctico que se seguirá en el curso: De acuerdo al método adoptado en el ITER para la Teología Sistemática, las clases tendrán tres momentos: (a) Diálogo sobre la materia propuesta y estudiada bajo la coordinación del profesor; (b) Enumeración y ordenamiento sistemático de los puntos más importantes. Esta síntesis es provisional. La debe hacer cada uno con la ayuda de los profesores; (c) Presentación de la materia de la clase siguiente por parte del profesor, de acuerdo a los guiones correspondientes.

§ El método de evaluaciones. Los profesores evaluarán continuamente las intervenciones en clase. Cada estudiante además presentará un examen parcial escrito, y el examen final oral.

2.- Del Jesús histórico al Cristo de la fe

Desde hace más de dos siglos se viene estudiando la relación que existe entre el Jesús histórico (JH) y el Cristo de la fe (CF), sin que todavía se haya llegado a una solución universal aceptada pacíficamente. Nosotros hemos escogido hacer el camino metodológico del JH al CF. Para adentramos más en la problemática vamos a estudiar los siguientes puntos: 3.1.- Jesús de Nazaret: el estudio de la cuestión histórica LUCIANI R., “El Jesús histórico como norma hermenéutica para la teología y criterio para ser testigos en el seguimiento” en ITER Teología 37-38 (2005) 17-116. AGUIRRE, “Estado actual de los estudios sobre el Jesús histórico después de Bultmann” en Estudios Bíblicos 54 (1996) 433-463. VARGAS-MACHUCA, “La investigación actual sobre el Jesús histórico” en Estudios Eclesiásticos 300 (2002) 3-71. MEIER J., Un judío marginal, Tomo I, Verbo Divino, Estella, 1998, 47-64. KLAUSNER, Jesús de Nazaret, Paidós, Buenos Aires, 1971, 68-118. MOINGT J., El hombre que venía de Dios, Desclée de Brouwer, Bilbao, 1995, I 161-179; II 9-15.


SOBRINO J., Jesucristo Liberador, Trotta, Madrid, 1991, 59-92. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 54-60. GONZALEZ FAUS J. I., La humanidad nueva, Sal Terrae, Santander, 1984,19-50. TRIGO P., “El Jesús histórico y el Cristo de la fe” en SIC 662 (marzo 2004) 80-83. PIKAZA X., “El Jesús histórico. Nota bibliográfica-temática” en Iglesia Viva 210 (2002) 85-90. WRIGHT N.T., El desafío de Jesús, Desclée, Bilbao, 2003,17-43. 3.2- Los métodos exegéticos La Historia de las Formas, la Tradición, y la Redacción necesitan criterios válidos de discernimiento de la “cuestión histórica”. Este punto es estudiado, especialmente, en las asignaturas de exégesis. En cristología nos serviremos de los resultados obtenidos por los exégetas. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 71-89. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 83-90. 3.3.- La relevancia cristológica del análisis histórico (“cuestión cristológica”) SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 61-66. SOBRINO J., Cristología desde América Latina, CRT, México, 1977, Introducción. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 72-82. GONZALEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, Sal Terrae, Santander, 1984, 33-50. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 27-30; 38-45. 3.4.- Los presupuestos Para orientarnos mejor en esta compleja problemática, es muy ilustrativo hacer un análisis de los presupuestos que descubre el interés general de un autor o movimiento cristológico. Cinco indicadores pueden servir de pista: ambiente teológico, ilustración, hermenéutica, aporía metafísica y concentración cristológica. SOBRINO J., Cristología desde América Latina, CRT, México, 1977,15-34. GONZALEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, Sal Terrae, Santander, 1984, 33-50 (47-50).

3.- Métodos: el punto de partida metodológico de la Cristología

Dada su importancia hermenéutica, el objetivo de este tema es examinar los diversos puntos de partida metodológicos que presentan las corrientes actuales en Cristología y escoger el que parezca más adecuado. Se trata del punto de partida objetivo –distinto del punto de partida subjetivo- para elaborar metódicamente la Cristología. El tema será tratado en dos momentos: 2.1.- El análisis de diversos puntos de partida SOBRINO J. Cristología desde América Latina, CRT, México, 1977, 1-13. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 59-71. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 27-30, 44-45. RAHNER K.- THÚSING W., Cristología, estudio teológico y exegético, Cristiandad, Madrid, 1975, 21-23. GONZÁLEZ DE CARDEDAL O., Cristología, BAC, Madrid, 2001, 5-32. GONZÁLEZ FAUS J.I., La Humanidad Nueva. Ensayo de Cristología, Sal Terrae, Santander, 1984, 15-17. MOINGT J., El hombre que venía de Dios I, Desclée de Brouwer, Bilbao, 1995, 7-16. PANNENBERG W., Fundamentos de Cristología, Sígueme, 1974, 43-50. 2.2.- El Jesús histórico como punto de partida hermenéutico para la cristología

Dentro de los diversos puntos de partida actuales, se escoge como punto de partida al Jesús histórico

y el movimiento que él inició. El Jesús histórico es “norma y criterio” de la interpretación de Jesús como el Cristo.


LUCIANI R., “La práctica histórica de Jesús como norma normans, non normata” en ITER Teología 51 (2010) 13-30. LUCIANI R., “El Jesús histórico como norma hermenéutica para la teología y criterio para ser testigos en el seguimiento” en ITER Teología 37-38 (2005) 17-116. SCHILLEBEECKX, E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 37-53.

II.- LA CENTRALIDAD DEL REINO DE DIOS

4.- El Bautismo de Jesús

El Bautismo es el acto inaugural de la actividad de Jesús. Según el relato del Bautismo, Jesús es el nuevo Moisés poseído por el Espíritu para realizar un nuevo éxodo y una nueva creación. El Bautismo es a la vez un acontecimiento cristológico (primera acción profética de Jesús) y un acontecimiento trinitario (acción del Padre y el Espíritu sobre Jesús, el Hijo). Interesa responder a las siguientes cuestiones: (a) ¿cuál fue el contexto histórico del movimiento de Juan el Bautista?; (b) ¿qué semejanzas y diferencias encontramos entre Jesús y Juan?; (c) ¿en qué sentido el bautismo es una acción profética?; (d) ¿cómo aparece planteada la cuestión trinitaria? Textos Bíblicos: Mt 3,13-17; Mc 1,9-11; Lc 3,21-22; Jn 1,29-34 LUCIANI R., “Seguidores y discípulos del Reino en la praxis fraterna del Jesús histórico” en ITER Teología 42-43 (2007) 161-174. 4.1.- Los movimientos penitenciales de Israel SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 105-114. 4.2.- Mensaje y praxis de Juan y de Jesús. Semejanzas y diferencias MEIER J., Un judío marginal, Tomo II/1, Verbo Divino, Estella, 1998, 57-91. 99. BARRET C., El Espíritu Santo en la Tradición Sinóptica, Secret. Trinitario, Salamanca, 1978, 59-66. FLUSSER D., Jesús en sus palabras y en su tiempo, Cristiandad, Madrid, 1975, 40-55. GNILKA J., Jesús de Nazaret. Herder, Barcelona, 1993, 100-108. MOLTMANN J., Trinidad y Reino de Dios, Sígueme, Salamanca, 1983, 81-87. PIKAZA X., Los orígenes de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1976, 41-49. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 114-124. FABRIS, Jesús de Nazaret, Sígueme, Salamanca, 1985, 89-101. 4.3.- El bautismo como acción profética MEIER J., Un judío marginal, Tomo II/1, Verbo Divino, Estella, 1998, 139-159. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 124-127. MOLTMANN J., Trinidad y reino de Dios, Sígueme, Salamanca, 1986, 81-87. 4.4.- Jesús recibe el Espíritu MOINGT J., Un judío marginal, Tomo II/1, Verbo Divino, Estella, 1998, 245-251. BARRET C., El Espíritu Santo en la Tradición Sinóptica, Secret. Trinitario, Salamanca, 1978, 68-83. SCHULTE R., “Preparación de la revelación trinitaria” en FEINER J. – LÖHRER M. (ed.), Mysterium Salutis II, Madrid, 1980, 73ss.


5.- El Reino de Dios: contexto y propuesta de Jesús

En una cristología genética y bíblica es de capital importancia estudiar la concepción que Jesús tenía del Reino de Dios (RD). En la primera sesión dedicada al Reino de Dios, estudiaremos el planteamiento teológico latinoamericano, y en la siguiente sesión veremos el planteamiento europeo. Este estudio comparativo de la concepción del RD (en el marco de las diferencias teológicas en general) será otro modo de poner de manifiesto la importancia del tema. Ambas lecturas, la latinoamericana y la europea. Tienen que ser fieles al NT. Los datos históricos asegurados de la praxis del JH tienen que servir para encuadrar el mensaje neotestamentario y las actualizaciones en nuestro tiempo. Este tema no se puede reducir a la exégesis de unos textos del NT. Hay que tener en cuenta todo el NT en su conjunto.

El motivo central de la predicación y praxis de Jesús fue el Reino de Dios. Su misión mesiánica fue la construcción del Reino que viene de Dios. Este concepto engloba todo el mensaje evangélico, y tal vez por eso mismo no es de fácil comprensión. La materia de este tema podemos subdividirla en los siguientes puntos: 5.1.- Expectativas del RD en el AT y en tiempo de Jesús Estudiaremos las distintas expectativas existentes en torno al RD: (a) Salvíficas: el RD es salvación de Dios sin ulteriores especificaciones; (b) Mesiánicas: liberación político-religiosa, llevada a cabo por un mesías davídico, profético, sacerdotal; (c) Escatológicas: el RD es la oferta definitiva y última que viene de Dios, y será intrahistórica y/o metahistórica; (d) Apocalípticas: el RD será un cambio radical, violento, “catastrófico”, que sólo viene de Dios. SOBRINO J., Jesucristo liberador, 99-105. SOBRINO J., Cristología desde América Latina, 35-40. SCHILLEBEECKX E., Jesús…, 127-141. KASPER W., Jesús El Cristo. 128-130. 5.2.- Jesús predica el Reino de Dios (RD) como lo “último”

Después del bautismo, Jesús inicia la predicación y la construcción del RD en Galilea. Es importante

detenerse en el estudios de los textos: Lc 4,l4ss; Mc 1,14; Mt 4,23. Interesa analizar especialmente el texto de Lc. 4. MEIER J., Un judío marginal, Tomo II/1, 293-538. SOBRINO J., Jesucristo liberador, 96-99. FLUSSER D., Jesús en sus palabras y en su tiempo, Cristiandad, Madrid, 1975, 101-109. THEISSEN G., El Jesús histórico, Salamanca, 1999, 273-316. LEON-DUFOUR X., Los evangelios y la historia de Jesús, Cristiandad, Madrid, 1982, 374-393. GNILKA J., Jesús de Nazaret, Herder, Barcelona, 1993, 109-111; 134-144; 172-200; 250-259. SANDERS E.P., La figura histórica de Jesús, EVD, Estella, 2000, 191-227. AGUIRRE R., Ensayo sobre los orígenes del cristianismo, EVD, Estella, 2001, 11-41. KESSLER H., La resurrección de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1989, 62-76. A.A.V.V., Basileia en Diccionario Exegético del NT, Sígueme, Salamanca, 1996, Vol.1, 600-622. ZUBERO, “El reino predicado por Jesús ¿profecía incumplida o promesa por realizar?” en Iglesia Viva 210 (2002) 69-83. TRIGO P., “Decir hoy el reino de Dios” en SIC 623 (2000) 128-131. TRIGO P., “Jesús y el reino de Dios” en SIC 666 (jul 2004) 272-276. ZOLEZZI, “El Reino y su relación con la Iglesia en el concilio Vaticano II” en Anales de la Facultad de Teología PUC CL, Santiago de Chile, 2003. SCHNACKENBURG R., Reino y reinado de Dios, FAX, 1967. BLANCHARD y otros, Evangelio y reino de Dios, EVD, Estella, 1995. GONZÁLEZ-CARVAJAL, El reino de Dios y nuestra historia, Sal Terrae, Bilbao, 1986.


5.3.- La noción de Jesús sobre el RD El RD como gracia es iniciativa de salvación-liberación integral. Es don gratuito y libre de Dios. El RD supone un concepto cristiano de pecado, y exige perdonar y quitar el pecado tanto personal como estructural. El RD exige conversión continua (metanoia) para vivir con radicalidad las Bienaventuranzas. LUCIANI R., “Seguidores y discípulos del Reino en la praxis fraterna del Jesús histórico” en ITER Teología 42-43 (2007) 182-192. SOBRINO J., Cristología desde América Latina, 41-54. SOBRINO J.. Jesucristo Liberador, 105-110. SCHILLEBEECKX E., Jesús…, 127-141. FITZMYER J.A., Catecismo cristológico. Respuestas del Nuevo Testamento, Salamanca, 1984, 33-35. 5.4.- El RD en las cristologías actuales

SOBRINO J., Jesucristo Liberador, 143-177. 5.5.- Reflexión sistemática: ¿Qué es el RD?

En resumen, podríamos decir que el RD es la construcción gratuita y libre de la vida divina, a nivel

personal-comunitario, es decir, la filiación divina y la consiguiente fraternidad humana entre todos los hombres. El RD es escatológico: comienza en esta vida y se consuma en el más allá de la historia (metahistoria). BOFF L., Jesucristo el liberador, Vozes, Petrópolis, 1972, cap. 3-4. SOBRINO J., Cristología desde América Latina, CRT, México, 1977, cap. 3. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 95-108; 162-177. SOBRINO J., Jesús en América Latina, Sal Terrae, Santander, 1982, cap. 3.

6.- Las parábolas del Reino Textos bíblicos: (a) La fiesta de las bodas (Mt 22,1-10); (b) El tesoro y la perla (Mt 13,44-46); (c) El sembrador (Mt 13,1-9.18-23); (d) El Padre es todo corazón (Lc 15,11-32). MEIER J., Un judío marginal, Tomo II/1, 385-409, 515-521. JEREMIAS J., Las parábolas de Jesús, EVD, Estella, 1987. DODD C.H., Las parábolas del Reino, Madrid, 1974. HARNISCH, Las parábolas de Jesús. Salamanca 1989 GNILKA J., Jesús de Nazaret, Herder, Barcelona, 1993, 111-133. LEON-DUFOUR X., Estudios del evangelio, Cristiandad, Madrid, 1982, 245-327. KEMMER, Les hablaba en parábolas, Sal Terrae, Bilbao,1982. CONTRERAS, Un padre tenía dos hijos, EVD, Estella, 1999. BARTOLOMÉ, La alegría del padre, EVD, Estella, 2000. CASCIARO, La palabras de Jesús, Univ de Navarra, 1992, 128-157. CERFAUX, Mensaje de las parábolas, FAX, 1969. SIDER, Interpretación de las parábolas, San Pablo, 1997. THEISSEN G., El Jesús histórico, 355-387. SCHWEIZER E., Jesús, parábola de Dios, Sígueme, Salamanca, 2001, 37-63; 91-96. PÉREZ, “Parábolas” en Anales de la Facultad de Teología PUC, vol. XLII (1991) Santiago de Chile.


SCHILLEBEECKX E., La historia…, 141-162. LOPEZ-MELÚS, Las bienaventuranzas, Zaragoza, 1982. DUPOND, El mensaje de las bienaventuranzas, EVD, Estella, 1978. LAMBERT, Las bienaventuranzas y la cultura de hoy, Sígueme; Salamanca, 1987. SCHWEIZER, El sermón de la montaña, Sígueme, Salamanca, 1990, 16-36.

7.- Los signos del Reino

La presencia de Jesús entre los hombres, ayudándoles con sus acciones milagrosas, no sólo entre sus discípulos, sino entre la masa del pueblo y, sobre todo, entre los marginados, publicanos y pecadores, es una evidente invitación a entrar en comunión con Dios, una oferta de la salvación del Reino de Dios. Es un dato evidente que los evangelios recogen tradiciones sobre numerosas acciones maravillosas o extraordinarias de Jesús, que convencionalmente se han llamado “milagros”. Hasta la era moderna no se cuestionaba la historicidad de los milagros relatados en los evangelios. Además, los milagros, en la cristología, constituían uno de los argumentos apologéticos más importantes para probar la divinidad de Jesús. La credibilidad de los milagros, en su aspecto histórico, filosófico y teológico, constituye un verdadero problema para la mentalidad positivista moderna. Y esto exige una revisión del concepto “tradicional” de milagro, a todas luces cargado apologéticamente.

Por otra parte, la credulidad propia de la mentalidad religiosa popular respecto a los milagros plantea otra problemática. La mentalidad “milagrosa” propia de la religiosidad popular, se parece mucho al pensamiento proto-teológico presente en los evangelios. Los llamados “favores recibidos”, ¿son milagros o de carácter milagrosos? Estos elementos nos obligan a preguntarnos sobre la historicidad (autenticidad histórica), sobre la naturaleza y sobre el significado de los milagros tal como son presentados en los escritos del NT, especialmente en los evangelios sinópticos. Podemos tratar la materia en tres momentos:

7.1.- Examen crítico de la mentalidad moderna y de la religiosidad popular Partiremos del examen de la situación personal de cada uno de nosotros y de la gente del pueblo sobre este punto: KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 108-109. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 163-165. BENOIT A. DUMAS, Los milagros de Jesús, DDB, Bilbao, 1984. 7.2.- Examen crítico de las tradiciones evangélicas Constataremos las tradiciones sobre los milagros, los autores de los milagros, el vocabulario empleado, y la relación entre fe y milagros: MEIER J., Un judío marginal, Tomo II/2, 713-719; 1109-1113. LATOURELLE R., Milagros de Jesús y teología del milagro, Sígueme, Salamanca, 1990. LEON-DUFOUR X. (ed), Los milagros de Jesús, Cristiandad, Madrid, 1979. LEON-DUFOUR X., Estudios del evangelio, Cristiandad, Madrid, 1982, 122-220. FITZMYER J.A., Catecismo Cristológico, Sígueme, Salamanca, 1984, 41-45. THEISSEN G., El Jesús histórico, 317-353. GNILKA J., Jesús de Nazaret, Herder, Barcelona, 1993, 155-190. SANDERS E.P., La figura histórica de Jesús, EVD, Estella, 2000, 155-190. GONZÁLEZ FAUS J.I., Clamor del Reino, Sígueme, Salamanca, 1981. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 109-117. SHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 163-181. (especialmente lo referente a Q: 168-172; Mc: 173-176). EQUIPO CAHIERS EVANGILE, Los milagros del evangelio, EVD, Estella, 1978. KEE, Medicina, milagro y magia en tiempos del Nuevo Testamento, El Almendro, 1992. 7.3.- Significado cristológico (prepascual) de los milagros KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 117-121. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 164-181 SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 122-128.


8.- Los destinatarios del Reino

Dios quiere la salvación de todos los hombres, por tanto su Reino es ofrecido a todos. Sin embargo,

tiene destinatarios preferenciales. Existe una dialéctica histórica entre la particularidad de los pobres y la universalidad de todos los destinatarios.

Jesús optó por los marginados de su sociedad y adoptó una actitud original y consecuente en relación a la conflictividad y a la violencia de la historia de su tiempo. En América Latina, es de suma importancia cristológica y eclesiológica el tema de la opción preferencial por los pobres.

En primer lugar, hemos de preguntamos cuál fue la actuación de Jesús en su tiempo. Todas las cristologías modernas tratan del tema. El Magisterio, sobre todo en Puebla, ha desarrollado el tema de la opción preferencial por los pobres (OPP). Es de suma importancia también saber cuál fue la actuación de Jesús en relación a la violencia establecida en las estructuras de su sociedad y a la violencia revolucionaria. 8.1.- Jesús y los marginados

¿Quiénes eran los “marginados” de su tiempo? ¿Fue Jesús realmente pobre? ¿Cómo actúa Jesús por

los pobres? ¿Qué se entiende por opción preferencial? ¿Cómo justifica Jesús su predilección por los pobres? ¿Esta actuación de Jesús, tiene sentido cristológico? CASTILLO J.M., El reino de Dios, DDB, Bilbao, 1999, 35-53, 191-243. GONZALEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, 83-114. KUNG H., Ser Cristiano, Cristiandad, Madrid, 1980, 284-299, 333-349. PUEBLA 1134-1165. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 181-198. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 95-108, 110-120, 224-228. SOBRINO J., Jesús en América Latina, Sal Terrae, Santander, 1982, 223-234. MEIER J., Un judío marginal, Tomo II/1, 402-403, 459-461, Tomo III 45-62. 8.2.- Jesús y la violencia

Como planteamiento del problema, podemos tomar en consideración el Discurso Inaugural del Papa en Puebla: La verdad sobre Jesucristo (Puebla, I, 4, especialmente el parágrafo c). CULLMANN O., Jesús y los revolucionarios de su tiempo, Studium, Madrid, 1971. HENGEL M., Jesús y la violencia revolucionaria. KUNG H., Ser Cristiano, Cristiandad, Madrid, 1980, 228-240. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 270-280. 8.3.- La dialéctica entre la particularidad de los pobres y la universalidad de todos los destinatarios SOBRINO J., Jesucristo Liberador, 110-121. 8.4.- Matices del planteamiento teológico europeo

Al hacer el estudio del planteamiento europeo, hay que tener en cuenta las coincidencias y las diferencias con el planteamiento latinoamericano. Es importante ahondar en la “historicidad”, o relación del RD con la historia concreta en la que se va haciendo presente. En otras palabras, la escatología histórica. Vamos a analizar especialmente las presentaciones de SHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente; y de KASPER W., Jesús El Cristo.

* SCHILLEBEECKX E.: RD como soberanía de Dios. Tendencias sectarias sobre el RD y el ataque frontal de JN. Visión escatológica y/o apocalíptica del RD. Inminencia del RD. JN da rasgos propios al RD. RD y la revolución escatológica de las Bienaventuranzas. SHILLEBEECKX. E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 127-141. 162. * KASPER W.: RD como motivo fundamental de la acción de JN. Carácter escatológico del RD.


Carácter teológico del RD. Carácter soteriológico del RD. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 86-107. Bibliografía complementaria: KUNG H., Ser Cristiano, Cristiandad, Madrid, 1980, 268-283, 307-312. RAHNER K.- THÚSING W., Cristología, estudio teológico y exegético, Cristiandad, Madrid, 1975, 32-38. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 148-161.

9.- Los colaboradores en la proclamación del Reino: el maestro y los discípulos HENGEL, Seguimiento y carisma, 65-129. LEVINE, Un judío lee el NT, 167-207. BORNKAMM, Jesús de Nazaret, 151-159. GNILKA J., Jesús de Nazaret, 203-236. AGUIRRE, La mesa compartida, 89-133. SANDERS E.P., La figura histórica de Jesús, EVD, Estella, 2000, 140-150. SHILLEBEECKX E., Jesús…., 198-208. FORNARI-CARBONELL, La escucha del huésped, EVD, Estella, 1995. A.A.V.V., “Ser discípulo de Jesús” en Biblia y Fe 87 (sept-dic 2003) 289-433. TRIGO P., “La misión en los evangelios” en ITER Teología 15 (1997) 107-131.

III.- PROPUESTA Y DESTINO DE JESÚS

10.- Jesús y la Religión judía: la Ley

Son las actuaciones de Jesús, su práctica, las que mejor expresan la comprensión que Jesús tenía del Reino de Dios. Un primer terreno de esa práctica son las instituciones de la sociedad teocrática de su tiempo. Desde el punto de vista histórico, intentaremos reconstruir en lo posible la actitud de Jesús ante la Ley y el Templo. En este primer tema nos centraremos en la Ley. Reconstruidos los hechos históricos, ¿cómo pueden ser explicados? ¿como crítica del legalismo? ¿como sustitución de la Ley? ¿se propone Jesús como centro de la "Nueva Humanidad" o Reino de Dios?

FLUSSER D., El cristianismo, una religión judía, Ríopiedras, 1995. VERMES G., La religión de Jesús, el judío, Anaya, 1996, 232-245. VIDAL M., Un judío llamado Jesús, Grafite, 1999. VIDAL M., El judeo-cristianismo palestino en el siglo I, Trotta, Madrid, 1995. 10.1.- Actitud de Jesús ante la Ley (Torá) FLUSSER D., Jesús en sus palabras y en su tiempo, Cristiandad, Madrid, 1975, 56-89. FABRIS, Jesús de Nazaret, Sígueme, Salamanca, 1985, 297-305. THEISSEN G., El Jesús histórico, 389-448. GNILKA J., Jesús de Nazaret, 260-303. SANDERS E.P., La figura histórica de Jesús, 55-71, 229-259. AAVV, La ética de Jesús. Biblia y Fe 85 (en-ab 2003) 5-117 CASTILLO J.M., Símbolos de libertad, Sígueme, Salamanca, 1980, 52-59. GONZALEZ FAUS J. I., La humanidad nueva, 57-71. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 209-220. MALINA, El mundo del Nuevo Testamento, EVD, Estella, 1995, 181-219.


11.- Jesús y la Religión judía: el Templo

Reflexión sistemática sobre la autoridad de Jesús 11.1- Actitud de Jesús en el Templo

Conviene leer y comparar los textos de los cuatro evangelistas que se refieren a los hechos de: (a) la expulsión; (b) y la destrucción del templo (Mc 11,5-18; Mt 21,12-17; Lc 19.45-48; Jn 2,13-22). Profundizaremos las tres posibles explicaciones: ¿explicación zelota?, ¿abusos económicos y prácticos en el culto?, ¿rechazo a la teología judía del templo? CASTILLO J.M., Símbolos de libertad, 37-51. GONZALEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, 72-82. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 220-226.

IV.- EL DIOS DE JESÚS

12.- La fe de Jesús

La cuestión de la "fe de Jesús" es polémica. Hay autores que aceptan la expresión y hay quienes la rechazan. Esta polémica depende en gran parte de la noción bíblica de fe. Entre quienes aceptan que Jesús tuvo fe (es decir, que Jesús era un creyente) o lo rechazan, hay diversos intereses cristológicos que conducen a diversas consecuencias. Hay que reflexionar por qué la cristología tiene "interés" en este punto. El tema se puede subdividir en los siguientes puntos: 12.1.- Noción bíblica de fe en el AT y NT Exégesis de los textos neotestamentarios: Mc 9,23 y Heb 12,2; Cft. Mc 9,29 y 11,22. 12.2.- Compatibilidad de la "fe de Jesús" con su condición ontológica (ser y conciencia) de hijo de Dios 12.3.-¿Los datos de la Escritura, permiten hablar de la "historia de la fe de Jesús"? 12.4.- Examen de la "fe de Jesús" en relación con las tentaciones, la ignorancia y los errores de Jesús DUQUOC Ch, Mesianismo de Jesús y discreción de Dios, Cristiandad, 1985, 190-193. BALTHASAR H.U. von, “Fides Christi” en Escritos Teológicos: Sponsa Verbi, Madrid, 1964, 57-96. MOINGT J., Tomo II, 202-208. GONZÁLEZ DE CARDEDAL O., Cristología, 437-450. ALFARO J., Revelación cristiana, fe y teología, Sígueme, Salamanca, 1985, 89-107. BOFF L., Jesucristo el liberador, Vozes, Petrópolis, 1972, 142. GALOT J., "Gesù ha avuto la fede?" en: La Civiltá Cattolica 3174 (1982). GALOT J., ¡Cristo! ¿Tú quién eres?, Centro de Estudios de Teología Espiritual, Madrid, 1982, 382-385. GONZALEZ FAUS J.I., Acceso a Jesús, Sígueme, Salamanca, 1979, 69-74. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 136ss. MOLTMANN J., El Dios crucificado, Sígueme, Salamanca, 1983. RAHNER K.- THÚSING W., Cristología, estudio teológico y exegético, Cristiandad, Madrid, 1975, 211-226; 227-233. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 268-273. SOBRINO J., Cristología desde América Latina, CRT, México, 1977, 67-94. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 194-209. SOBRINO J., Jesús en América Latina, Sal Terrae, Santander, 1982, 31-32; 58-60; 82-90.


13.- El Dios de Jesús

Sólo Jesús responde adecuadamente a la pregunta de quién es Dios. La experiencia de Dios es el fundamento más profundo de la práctica liberadora de Jesús. Quién es Dios para Jesús lo sabemos fundamentalmente a través de su práctica.

La invocación de Dios como "Abbá" por parte de Jesús descubre un doble tipo de relación filial: (a) una funcional: Jesús es el hijo que confia en el Padre y le obedece; (b) otra esencial: Jesús es el Hijo que tiene un origen divino.

El término "Abbá" alude directamente a la primera e indirectamente a la segunda. Interesa responder a las siguientes cuestiones: ¿qué continuidad y discontinuidad existe entre el Dios de Jesús y el Dios del AT? ¿Qué relación se puede establecer entre la filiación funcional y la filiación esencial? ¿Qué revela Jesús de Dios? Al revelar algo acerca de Dios, ¿qué revela Jesús de sí mismo? 13.1.- El Dios del Reino DUQUOC Ch., Dios diferente, Sígueme, Salamanca, 1978, c. 3: Jesús el no-teólogo, 39-51. MUÑOZ R., Dios de los cristianos, Paulinas, Madrid, 1986, 187-209. 13.2.- Dios como Abbá Dios como Padre en el AT: § Jesús designa e invoca a Dios como Padre § Peculiaridad de la relación Jesús-Padre SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 232-244 GEFFRE J., "Padre. nombre propio de Dios" en Concilium 163, 368-380. JEREMÍAS J., Abbá, el mensaje central del Nuevo Testamento, Sígueme, Salamanca, 1970, 19-73. PIKAZA X., Los origenes de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1976, c3/I: Jesús y la paternidad de Dios. ROVIRA BELLOSO J., Revelación de Dios. Salvación del hombre, Sec Trin, Salamanca, 1979, c. VIII. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 179-194. 13.3.- El Dios de la Vida GUTIERREZ G., El Dios de la vida, Universidad Católica del Perú, Lima, 1981. SOBRINO J., “Dios” en Conceptos fundamentales de Pastoral, 248-264. SOBRINO J., Jesús en América Latina. Ed. Sal Terrae, Santander 1982, 157-206. FERRANDO, “Dios Padre en el evangelio según san Juan” en Anales de la Facultad de Teología PUC XLVII (1996) Santiago de Chile.

14.- Personalidad histórica de Jesús. Autoconciencia y pretensión de Jesús

Tanto la predicación (RD) como la praxis (religión, marginados, milagros, etc...) de Jesús llevan a plantearse la pregunta acerca de ¿quién es en realidad este Jesús? Sus propios discípulos y la gente en general se plantearon esta pregunta. A esta pregunta de la gente se añade otra no menos importante: ¿Qué pensaba Jesús de sí mismo? ¿Cuál era su autocomprensión?

En la medida de lo posible la investigación histórica y exegética ha procurado encontrar las respuestas prepascuales. Se trata de descubrir lo que se llama "la cristología implícita" o prepascual. Esta cristología prepascual la podemos descubrir sólo a través de los escritos neotestamentarios (postpacuales) analizando los estractos de las tradiciones precanónicas. Más adelante estudiaremos la cristología postpascual (los llamados "títulos confesionales"). 14.1.- Revisión de la autocomprensión fundamental del sujeto RAHNER K.- THÜSING W., Cristología. Estudio teológico y exegético, Madrid, 1975. Tesis 16-23.


14.2.- Explicitación prepascual de la autocomprensión de Jesús Se trata de investigar el modo cómo se fue explicitando históricamente la autocomprensión de Jesús. Este proceso de explícitación se suele estudiar a través de los títulos crístológicos. Sin embargo, conviene plantearse: (a) la problemática en torno a la cristología de Títulos (cristología funcional); (b) las primeras identificaciones prepascuales de la personalidad de Jesús: ¿cómo se auto-comprendió Jesús? ¿cómo lo comprendieron sus contemporáneos? LUCIANI R., “Seguidores y discípulos del Reino en la praxis fraterna del Jesús histórico” en ITER Teología 42-43 (2007) 174-182;193-204. MOINGT J., El hombre que venía de Dios I, 20-51. MOLTMANN J., El camino de Jesús, 193-209. GONZÁLEZ DE CARDEDAL O., Jesús de Nazaret, BAC, 1993, 13-23; 361-398. BOFF L., Jesucristo el liberador, Vozes, Petrópolís, 1972, cap. VIII. FITZMYER J.A., Catecismo Cristológico, Sígueme, Salamanca, 1984, 90-97. FULLER R.H., Fundamentos de la cristología neotestamentaria, Cristiandad, Madrid, 1979, 115-146. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 128-137. RAHNER K.- THÚSING W., Cristología, estudio teológico y exegético, tesis 16, 31-55. SCHILLEBEECKX E., En torno al problema de Jesús. Claves de una cristología, Cristiandad, Madrid, 1983, 91-102. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 409-480 (Modelos judíos, Cf. 409-439; Opción cristiana, Cf. 439-480). PANNENBERG W., Fundamentos de Cristología, Sígueme, Salamanca, 1974, 67-82. SANDERS E.P., La figura histórica de Jesús, EVD, Estella, 2000, 261-271. 14.3.- La pretensión de Jesús DUQUOC Ch., Jesús hombre libre, 27-39. GONZALEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, 55-56. PANNENBERG W., Fundamentos de Cristología, 67-82. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 122-127. 14.4.- La autoridad de Jesús TRIGO P., “El poder de Jesús” en ITER Teología 30-31 (2003) 268-272. BALZ, Diccionario Exegético del NT, v1, 1446-1455. COENEN, Diccionario Teológico del NT (ver poder). GNILKA J., Jesús de Nazaret, 305-325. KASPER W., Jesús, el Cristo, 122-127. GONZÁLEZ DE CARDEDAL O., Jesús de Nazaret, 451-453. BARÓN, “El dogma cristológico y la crítica al poder” en Jesucristo en la historia y en la fe, 200-205.

15.- La María de la historia en los Evangelios

Los evangelios presentan a Jesús como hijo de María y a María en total referencia a Jesús. Desde la tradición de un pueblo de arraigada devoción mariana tratamos de acceder en lo posible a la historicidad de María en unos textos que, aunque no son biografías sino testimonios de fe, reflejan un núcleo histórico. Intentaríamos responder a las siguientes preguntas: (a) ¿cómo explicar la importancia de María en la religión popular latinoamericana?; (b) ¿Cuáles son los rasgos históricos de María?; (c) ¿En qué sentido Maria es creyente?; (d) ¿Qué significa que Maria es una mujer profética? BROWN R., María en el Nuevo Testamento, Sígueme, Salamanca, 1982, 59-71, 168-174, 178-193, 200-210. FORTE B., María, la mujer icono del misterio, Sígueme, Salamanca, 1993, 51-112. GEBARA I. – BINGEMER M.C., María, mujer profética, Paulinas, Madrid, 1988, 67-100. LÓPEZ, María de Nazaret. Sígueme, Salamanca 1999,103-155 NAVARRO M., María, la mujer, Publicaciones Claretianas, Madrid, 1987, 93-156.


AAVV., "Maria de Nazaret" en Nuevo Diccionario de Mariología, Paulinas, Madrid, 1985, 1244-1270. BAZARRA C., "Peregrina de la fe" en Nuevo Mundo 132 (1987) 275-283. BOFF L., El rostro materno de Dios, Paulinas, Madrid, 1980, 131-147, 219-255. GONZALEZ DORADO A., De María conquistadora a María liberadora, Sal Terrae, Santander, 1988, 63-80 (Cfr. Secorve 13, N° 2 y 4).

V.- EL MISTERIO PASCUAL

16.- La pasión de Jesús: lectura histórica Los relatos de la pasión de Jesús son los más extensos de los evangelios. Sin embargo la reconstrucción histórica de los hechos no es fácil porque los relatos contienen ya "teologizaciones" (o interpretaciones teológicas construidas desde la fe pascual) de los hechos. Vamos a tratar de reconstruir la pasión de Jesús desde su vida anterior, y no desde la fe pascual. Podríamos hacernos dos preguntas fundamentales: (a) ¿Previó Jesús su futura muerte violenta? ¿La aceptó libremente?; (b) ¿Cómo valoró Jesús su propia muerte: ¿como fracaso? ¿como salvación para el mundo (es decir, asignándole un valor escatológico y soteriológico)? BROWN R., La muerte del Mesías, EVD, Estella. Tomo I: 281-302,383-3389,515-521,729-7747,888-896,952-965,1022-1031; Tomo II: 1105-1109,1216-1221,1284-1292,1339-1342,1407-1412,1455-1462,1496-1505,1528-1543. LEGASSE, El proceso a Jesús I, DDB, 1995 ALEGRE, “Los responsables de la muerte de Jesús” en Revista Latinoamericana de Teología 41 (1997) 139-172. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 89-181. RAHNER K. – THÚSING W., Cristología, estudio teológico y exegético, 36-39 y 53. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 273-290. SOBRINO J., Cristología desde América Latina, CRT, México, 1977, cap. 6. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 253-272. Bibliografia complementaria: BOFF L., Pasión de Cristo, pasión del mundo, cap. 1-3. JEREMIAS J., Teología del NT, Sígueme, Salamanca, 1974, 321-331. FLUSSER D., Jesús en sus palabras y en su tiempo, Cristiandad, Madrid, 1975, 125-146. GNILKA J., Jesús de Nazaret, Herder, Barcelona, 1993, 327-388. SANDERS E.P., La figura histórica de Jesús, EVD, Estella, 2000, 273-318. GALOT J., Jesús, liberador, Centro de Estudios de Teología Espiritual, 1982, 127-164; esp. 136-155. GONZALEZ FAUS J.I., Acceso a Jesús, Sígueme, Salamanca, 1979, cap. 5. KASPER W., Jesús el Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 138-150.

17.- La pasión de Jesús: lectura teológica Además de la lectura histórica de la Pasión de Jesús, la Iglesia primitiva hizo una lectura teológica de la misma, a la luz de la Pascua. Hoy estamos en grado de reconstruir (con diversos grados de certeza) el proceso de las formulaciones que reflejan la interpretación cristiana de la muerte de Jesús. BROWN R., La muerte del Mesías, EVD, Estella. Tomo I: 281-302,383-3389,515-521,729-7747,888-896,952-965,1022-1031; Tomo II: 1105-1109,1216-1221,1284-1292,1339-1342,1407-1412,1455-1462,1496-1505,1528-1543. MOLTMANN J., El camino de Jesús, 213-223, 239-270. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 89-131. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 248-268. LEGASSE, El proceso a Jesús II, DDB, Bilbao, 1996, 135-145, 289-295, 409-415, 539-547.


SCHÜRMANN, ¿Cómo entendió y vivió Jesús su muerte?, Sígueme, Salamanca, 1982, 19-104. SOBRINO J. Cristología desde América Latina, CRT, México, 1977, l56-170. BOFF L., Jesucristo el liberador, Vozes, Petrópolis, 1972, cap. 5-8. SOBRINO J., Jesucristo liberador, Trotta, Madrid, 1991, 281-302. SESBOÜÉ B., Jesucristo el único mediador, Secretariado Trinitario, Salamanca, 1990. BALTHASAR H.U. von, “El misterio pascual” en FEINER J. – LÖHRER M. (ed.), Mysterium Salutis III, Madrid, 1980, 666-760, 809-812. PANNENBERG W., Fundamentos de Cristología, Sígueme, Salamanca, 1974, 303-347. JEREMIAS J., Teología del NT, Sígueme, Salamanca, 1974, 332-346. DUQUOC Ch. y otros, Teología de la cruz, Sígueme, 1979. ALEIXANDRE, “El cuarto canto del Siervo. Un nuevo escenario de lectura” en Revista Latinoamericana de Teología 48 (1999) 377-291. SIVATTE, “Persecución y muerte violenta de los profetas de Israel” en Revista Latinoamericana de Teología 48 (1999) 257-276.

18.- La Resurrección: problema hermenéutico Después de haber verificado la existencia de la fe en la resurrección de Jesús en la Iglesia primitiva, ahora nos preguntamos cómo interpretaron los primeros cristianos ese "hecho metahistórico" de la resurrección de Jesús. Para eso procedemos a establecer la reseña de las principales interpretaciones actuales y los principios hermenéuticos. MOLTMANN J., El camino de Jesús, 311-334. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 25-48, 54-60. SOBRINO J., La fe en Jesucristo, Trotta, Madrid, 1999, 33-85. KESSLER H., La resurrección de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1989, 11-85. LEON-DUFOUR X., Resurrección de Jesús y mensaje pascual, Sígueme, Salamanca, 1974, 261-331. FITZMYER J.A., Catecismo Cristológico. Respuestas del Nuevo Testamento, Salamanca, 1984, 81ss.

KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 159-169. PANNENBERG W., Fundamentos de Cristología, Sígueme, Salamanca, 1974, 82-110, 132-142. LORENZEN, Resurrección y discipulado, Sal Terrae, Santander, 1999, 23-154, 251-307. RAHNER K., Curso fundamental sobre la fe, Herder, Barcelona, 1982, 311-334.

RAHNER K.- THÜSING W., Cristología, estudio teológico y exegético, 42-49. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 481-509, 598-609, esp. 604-609.

SOBRINO J., Cristología desde América Latina, 201-233. WILCKENS, La resurrección de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1981, 93-133, 149-158. SOLAGES, Cristo ha resucitado, Herder, Barcelona, 1979, 29-114. RAMSEY, La resurrección de Cristo, Mensajero, 1971, 13-49, 145-165. MUSSNER, La resurrección de Jesús, Sal Terrae, Santander, 1971, 27-56, 75-94, 127-177. MARXSEN, La resurrección de Jesús de Nazaret, Herder, Barcelona, 1974, 221-236. ALEGRE, “Un silencio elocuente o la paradoja del final de Marcos” en Revista Latinoamericana de Teología 58 (2003) 3-24; 59 (2003) 135-161.

19.- La Resurrección: datos históricos sobre la fe en la Resurrección Después de haber visto el hecho histórico de la muerte de Jesús y su significado cristológico, escatológico y salvífico, abordamos el tema de la fe en la resurrección. A través de las fuentes neotestamentarias queremos llegar a las primeras formulaciones de la fe de los discípulos en la resurrección de Jesús. Procederemos siguiendo este orden: (a) Examinamos la tradición del "sepulcro vacío", a través de la exégesis de los textos fundamentales: Mc 16,1-10; Mt 28,10; Lc 24,1-12; (b) Examinamos también la tradición apostólica oficial: 1Tes l,10 y 1Cor 15,3-8; (c) Examinaremos la controversia acerca de la naturaleza de la "experiencia pascual" de los discípulos; (d) Finalmente, ¿qué significan las "apariciones" y cuál es su realidad histórica?


KESSLER H., La resurrección de Jesús, 109-218. SOBRINO J., La fe en Jesucristo, Trotta, Madrid, 1999, 87-104. FITZMYER J.A., Catecismo Cristológico, 81-90. LEON-DUFOUR X., Resurrección de Jesús y mensaje pascual, Sígueme, Salamanca, 1974, 19-185. PANNENBERG W., Fundamentos de Cristología, Sígueme, Salamanca, 1974, 110-132. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 49-53, 61-80.

GONZALEZ FAUS J. I., Acceso a Jesús, 111-128. KASPER W., Jesús El Cristo, 151-159, 169-174.

RAHNER K.- THÚSING W., Cristología, estudio teológico y exegético, 41-57. SCHILLEBEECKX E., En torno al problema de Jesús. Claves de una cristología, Cristiandad, Madrid, 1983, 23-37, 103-129. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 293-367. JEREMIAS J., Teología del NT, Sígueme, Salamanca, 1974, 347-356. LORENZEN, Resurrección y discipulado, Sal Terrae, Santander, 1999, 155-247. WILCKENS, La resurrección de Jesús, Sígueme, Santander, 1981, 13-92, 135-149. SOLAGES, Cristo ha resucitado, Herder, Barcelona, 1979, 9-26, 117-214. RAMSEY, La resurrección de Cristo, Mensajero, 1971, 51-106. MUSSNER, La resurrección de Jesús, Sal Terrae, Santander, 1971, 57-74, 113-125. SCHLIER, De la resurrección de Jesucristo, DDB, Bilbao, 1970. BALTHASAR H.U. von, “El misterio pascual” en FEINER J. – LÖHRER M. (ed.), Mysterium Salutis

III, Madrid, 1980, 785-798. MARXSEN, La resurrección de Jesús de Nazaret, Herder, Barcelona, 1974, 47-168. DUNN J., Jesús y el Espíritu, Secretariado Trinitario, Salamanca, 1981, 163-222. LÜDERMANN/ÖZEN, La resurrección de Jesús, Trotta, Madrid, 2001.

20.- La Resurrección: contenido teológico

Aunque los autores no coinciden en el modo de tratar cada uno de los aspectos, podemos abordar ciertas temáticas que plantean el problema del contenido teológico de la resurrección de Jesús. Intentaremos precisar sucesivamente su contenido escatológico, soteriológico y cristológico. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 80-88. KESSLER H., La Resurrección de Jesús, 219-341. BALTHASAR H.U. von, “El misterio pascual” en FEINER J. – LÖHRER M. (ed.), Mysterium Salutis III, Madrid, 1980, 760-809, 812-814. LEON-DUFOUR X., Resurrección de Jesús y mensaje pascual, Sígueme, Salamanca, 1974, 189-260. SOBRINO J., La fe en Jesucristo, 123-166. GONZALEZ FAUS J.I., Acceso a Jesús, Sígueme, Salamanca, 1979, 111-141. KASPER W., Jesús El Cristo, Sígueme, Salamanca, 1979, 175-196. SHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad, Madrid, 1981, 498-509. SOBRINO J. Cristología desde América Latina, 221-233. JEREMIAS J., Teología del NT, Sígueme, Salamanca, 1974, 356-359. RAMSEY, La resurrección de Cristo, Mensajero, 1971, 107-127. MUSSNER, La resurrección de Jesús, Sal Terrae, Santander, 1971, 95-111, 179-189. SCHLIER, De la resurrección de Jesucristo, DDB, Bilbao, 1970. MARXSEN, La resurrección de Jesús de Nazaret, Herder, Barcelona, 1974, 169-220.


VI.- TÍTULOS CRISTOLÓGICOS

21.- Títulos cristológicos: el Mesías

Después de la introducción general a la cristología neotestamentaria postpascual, nos limitamos a estudiar algunos de los títulos cristológicos más importantes, siguiendo especialmente el texto de los sinópticos. La cristología joanea y paulina, especialmente la de los himnos cristológicos, constituirá el punto de partida de la Cristología sistemática que estudiaremos en el próximo semestre. Es bueno tener presente lo que se dijo en referencia a la personalidad histórica de Jesús, cuando se estudió el título de "profeta escatológico", como el titulo más antiguo (prepascual) dado a Jesús. Ahora nos limitaremos al estudio del título “el Mesías”. 21.1.- Bibliografía general FULLER R.H., Fundamentos de la cristología neotestamentaria, Cristiandad, Madrid, 1979, 131-138, 149-162, 250-251, 164-147, 191-195, 246-247. GONZALEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, 252 ss. SCHILLEBEECKX E., En torno al problema de Jesús, 171-175, 175-179, 195-196. Cfr. 124-125. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia de un viviente, 427-439, 372-392, 455-457, 516-523. Bibliografia complementaria: BOFF L., Jesucristo el liberador, Vozes, Petrópolis, 1972, cap. 8. FITZMYER J.A., Catecismo Cristológico, 92-97. KASPER W., Jesús, El Cristo, 199-280.

SOBRINO J., Cristología desde América Latina, 311-312. 21.2.- El Mesías BROWN R., Introducción a la cristología del NT, Sígueme, Salamanca, 2002, 173-180. BALZ, Diccionario Exegético del NT II, 2118-2142. MOWINCKEL, El que ha de venir. Mesianismo y Mesías, FAX, 1975. CAZELLES, El Mesías de la Biblia, Herder, Barcelona, 1981. SCHÜRER, Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús II, 631-713. SCHILLEBEECKX E., Jesús, la historia…, 414-480. DUPUY J., “El mesianismo” en Iniciación a la práctica de la teología, Cristiandad, 1984, Tomo II, 89-134. GONZÁLEZ FAUS J.I., La humanidad nueva,, 252-257. DUQUOC Ch., Cristología, 451-504, 563-571. DUQUOC Ch., Mesianismo de Jesús y discreción de Dios, Cristiandad, Madrid, 1985. SOBRINO J., La fe en Jesucristo, 207-223. BROWN R., Jesús, Dios y hombre, 110-120. DODD Ch. H., El fundador del cristianismo, 119-140. FULLER R.H., Fundamentos de cristología, 29-38, 68-71, 116-124. KASPER W., Jesús el Cristo, 128-132. FABRIS, Jesús de Nazaret, 183-188.

22.- Títulos cristológicos: El Hijo del hombre

El título Hijo del Hombre se puede estudiar como título prepascual o bien como titulo post-pascual.

BROWN R., Jesús, Dios y hombre, 104-114. MOWINCKEL, El que ha de venir. Mesianismo y Mesías, FAX, 1975, 376-490. BALZ, Diccionario Exegético del NT II, 1842-1853. GONZÁLEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, 231-250. SOBRINO J., La fe en Jesucristo, 255-258. KASPER W., Jesús el Cristo, 132-134, 241-256. JEREMIAS J., Teología del NT, 299-320. MATEOS J. – CAMACHO F., El Hijo del hombre, El Almendro, Córdoba, 1995. SCHNACKENBURG R., La persona de Jesucristo, Herder, Barcelona, 1998, 86-98, 373-389.


FULLER R.H., Fundamentos de la cristología neotestamentaria, 42-54, 131-138, 245-246. FLUSSER D., Jesús en sus palabras y en su tiempo, 118-124. DUQUOC Ch., Cristología, 156-176.

23.- Títulos cristológicos: El Señor

Merece especial atención el origen judeo-helenista y pagano de este título.

KESSLER H., La Resurrección de Jesús, 288-301. GONZÁLEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, 258-282. SOBRINO J., La fe en Jesucristo, 225-248.

24.- Títulos cristológicos: El Hijo, el Hijo de Dios

Como cuestión previa deben estudiarse las expresiones "palabra" e "hijo", en tanto títulos aplicados a Jesús.

BROWN R., Introducción a la cristología del NT, 95-104;133-142;159-169. BROWN R., La muerte del Mesías, Vol. I, 580-584. MARTÍNEZ F., Creer en Jesucristo, 245-255. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 210-294. GONZÁLEZ FAUS J.I., La humanidad nueva, 333-345. KASPER W., Jesús el Cristo, 199-212. SOBRINO J., La fe en Jesucristo, 249-276.

VII.- EL MISTERIO DE DIOS EN EL MISTERIO DE JESÚS DE NAZARETH

25.- La divinidad de Jesús en el Nuevo Testamento 25.1.- El contenido de la relación entre Jesús y el Padre

25.1.1.- Relación de origen y de misión respecto al Padre § Jesús tiene su origen en el Padre: Jn 8,14.23.24.28.42.58; 6,16.33; 13,3; 16,27.28.30;

17,5.8.15.16.24. Jesús procede de Dios, es "de arriba", no es del mundo. § El Padre ha enviado a Jesús al mundo (no menos de 30 veces): Jn 3,16.34; 5,37.43; 6,29.32.44.57;

7,16.28.29.33; 8,16.18.26.29.42; 10,36; 11,42; 12,44.45; 13,20; 14,24; 16,5; 17,3.8.18.21.23.25: 20, 21.

§ Jesús vuelve al Padre: Jn 6,62; 7,33; 8,14.21; 12,32; 13,1-3; 14,2.3.12.28; 16,5.10.16.17; 17,11.13. 25.1.2.- Relación de participación: el Padre se lo ha dado todo al Hijo (Explícitamente: Jn 3,35; 13,3; 16,15; 17,7.10; 18, 9: Implícitamente: Jn 6,27.37.39) § El Padre ha dado su palabra al Hijo: Jesús habla las palabras de Dios (Jn 3,34); la palabra de Jesús

no es suya sino del Padre (Jn 7,16; 14,24); habla lo que el Padre le ha enseñado, lo que ha oído o visto al Padre (Jn 8,26.27.28.38.40.47); Jesús guarda la palabra del Padre (Jn 8,54 en relación con 17,6.8; 14,23); Jesús habla por sí mismo. Su Padre se lo ha mandado (Jn 12,49.50; 14,10); Jesús da a los hombres las palabras que le ha dado el Padre (Jn 17,8.14).

§ El Padre ha dado a Jesús su actuar: sus obras, su poder. Lo que hace el Padre lo puede hacer el Hijo (Jn 5,17.20.30.36; 8,28; 9,3.4; 10,37; 14,12). Estas obras se convierten en "la obra", es decir en la misión que el Padre confia al Hijo. Esta "obra" consiste fundamentalmente en revelar al Padre, es decir, su Nombre (Jn 17,6.26) y en la donación de la vida eterna (Jn 12,50; 18, 9).

§ El Padre ha dado al Hijo su voluntad para que la realice: esta voluntad de amor consiste en que "nadie se pierda".

§ El Padre ha dado la Vida (divina y eterna) al Hijo para que sea él mismo la Vida y la pueda comunicar.


§ Le ha dado el poder de juzgar, el resplandor de su propia gloria y sus propias ovejas (los hombres) para que tengan vida y vida abundante (Jn 10,19; 17,2.6.24; 18, 9).

25.1.3.- Relación de conocimiento, amor y vida (comunicación) cuyo vértice es la gozosa identificación entre Jesús y el Padre, sin que la unidad plena diluya la distinción entre ambos § Relación de conocimiento (Jn 1,18; 5,19.20; 8,38.40.55; 10,14.15; 17,25). § Relación de amor mutuo: al Padre ama a Jesús, Jesús ama al Padre: Jesús nos ama como el Padre le

ha amado a él. § Relación de presencia mutua: Jesús nunca está sólo: el Padre está con él (Jn 8,16.29; 16,32); Jesús

permanece en el Padre o en su amor: mutua permanencia (Jn 10,38; 14,10.11.20-23; 15,10); Jesús y su amor permanece con nosotros y en nosotros.

§ Unidad total: "El Padre y yo somos uno" (Jn 10,30; 17,11.21.22). 25.2.- ¿El NT llama "Dios" a Jesús? 25.2.1.- Textos que parecen indicar que el término Dios no fue usado por Jesús: Mc 10,18; 15,34; Mt. 27,46; Ef 1,17, 2Cor 1,3; 1Pe 1,3. 25.2.2.- Pasajes que mediante la yuxtaposición parecen distinguir entre el único Dios y Jesucristo: Jn 17,3; 1Cor 8,6; Ef 4,4-6; 1Cor 12,4-6; 1Tim 2,5. 25.2.3.- Textos que parecen afirmar que Jesús es menor que Dios o que el Padre: Jn 14,28; Mc 13,32; Fil 2,5-10; 1Cor l5,26.28. 25.2.4.- Textos en que el uso de Dios por parte de Jesús es dudoso: Pasajes con variantes textuales: Gal 2,20; Demasiado inciertos: Hech 20,28; Muy probable: Jn 1,18; Pasajes en los que la oscuridad procede de la sintaxis: Col 2,2; 2Tim 1,12; Ti 2,13 (entre el año 60 y al final del siglo I); 1Jn 5,20 (probabilidad creciente de que Jesús haya sido llamado Dios); Rom 9,5; 2Pe 1,1. 25.2.5.- Textos en los que Jesús se le llama claramente Dios: Heb 1,8-9; Jn 1,1; 20,28 (la confesión de Tomás es el más claro ejemplo del NT del uso de Dios para Jesús. La escena está planeada para hacer de climax del Evangelio. Se aplica a Jesús el equivalente griego de dos términos aplicados al Dios del AT). BROWN R., Jesús Dios y hombre, Sal Terrae, Santander, 1973, 21-62. BROWN R., Introducción a la cristología del NT, 191-219. ROVIRA BELLOSO J., Revelación de Dios. Salvación del hombre, Secretariado Trinitario, Salamanca, 1979, cap.8.

26.- El don del Espíritu

Jesús no sólo recibe y posee el Espíritu, sino que nos dona el Espíritu. Ambas cosas nos descubren la peculiar relación entre Jesús y el Espíritu Santo. Jesús nos prepara para recibir el Espíritu y el Espíritu nos ayuda a continuar la obra de Jesús y a comprender y profundizar su Palabra. Se trata ahora de profundizar en la unión íntima que presenta el NT entre la misión de Jesús y la misión del Espíritu, y de responder a estas dos cuestiones: ¿El Espíritu en el NT es sólo una fuerza de Dios o es también una persona? ¿Se llama en el NT Dios al Espíritu? Para responder a tales preguntas, estudiaremos los siguientes tópicos: (a) El Espíritu en Pablo; (b) El Espíritu en Juan; (c) La personalidad del Espíritu; (d) La divinidad del Espíritu; (e) La experiencia del Espíritu en América Latina. DUNN J., Jesús y el Espíritu, Secretariado Trinitario, Salamanca, 1981, cap. II (81-121). KESSLER H., La Resurrección de Jesús, 301-310. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 247-251. SCHWEIZER, El Espíritu Santo, 79-163. COMBLIN J., El Espíritu Santo y la liberación, Paulinas, Madrid, 1987, 7-28, 36-51, 185-194. CONGAR Y., El Espíritu Santo, Herder, Barcelona, 1983, 55-89. ROVIRA BELLOSO J., Revelación de Dios. Salvación del hombre, cap. 9. WAINWRIGHT A., La Trinidad en el Nuevo Testamento, Sec Trinitario, Salamanca, 1986, cap 11.


27.- María de la fe en el Nuevo Testamento

Para el NT, María de Nazaret es la madre virginal de Jesús, el Cristo. La concepción virginal se afirma en Mateo y Lucas. Nos proponemos ahora la exégesis teológica de tos textos relevantes: 27.1.- Maternidad de María: Gal 4, 4-6; Mt 1,18-25; Lc 1, 35; 1,39-44.46; 1,43; Mc 3.31-35. 27.2.- Virginidad de María: Mt 1,16.18.20.23.25; Lc 1,34-35; Jn 1,13. AAVV., "Madre de Dios" y "Virgen" en Nuevo diccionario de Mariología, Paulinas, Madrid, 1985. BOFF L., El rostro materno de Dios, Paulinas, Madrid, 1980, cap. 8-9. BROWN R., María en el Nuevo Testamento, Sígueme, Salamanca, 1982, cap. 5, 6, 10. MOINGT J., El hombre que venía de Dios II, 264-277. POZO C., María en la historia de salvación, BAC, Madrid, 1974, 250-285. De la POTTERIE I., María en el misterio de la alianza, BAC, Madrid, 1993, 159-192. PIKAZA X., La madre de Jesús, Sígueme, Salamanca, 1989, 257-264. NAVARRO M., María, la mujer, 157-185. LAURENTIN R., Iniciación a la práctica de la Teología, Cristiandad, Madrid, 1985, Tomo II, 436-448.

28.- Trinidad e historia A partir del dato bíblico se da cuenta del paso de la afirmación trinitaria a las relaciones entre las personas. La preocupación del NT es la actuación de la Trinidad en la historia (lo que en la teología posterior se denominará "trinidad económica"), y no el ser mismo o esencial de la Trinidad (lo que luego se denominará "Trinidad inmanente"). Consideraremos los siguientes aspectos: 28.1.- Un cristianismo a-trinitario 28.2.- La cruz y la Resurrección como acontecimientos trinitarios 28.3.- El amor histórico de Dios 28.4.- La historia de la Trinidad FORTE B., La Trinidad como historia, Sígueme, Salamanca, 1988, 9-60, 141-211. * Otra bibliografía complementaria se indicará previamente.

29.- Fórmulas trinitarias en el Nuevo Testamento Una vez consideradas las tres Personas Divinas por separado, intentamos identificar los textos trinitarios en sentido estricto. Las preguntas a responder aquí serían las siguientes: ¿existe en el NT una fe trinitaria? ¿Esa fe es pospascual o también prepascual? 29.1.- De la fe a su explicación (diversidad de fórmulas): (a) Fórmulas unitarias: "Jesús es el Señor", "Jesús es el Hijo de Dios"; (b) Fórmulas binarias: "Dios Padre y NSJC" (Cf. 1Cor 8,6); (c) Fórmulas ternarias: Mt 28,19; 2Cor 13,14; 2Tes 2,13.14; 1Cor 12,46. 29.2.- Análisis de las fórmulas ternarias BOFF L., La Trinidad, la sociedad y la liberación, Paulinas, Madrid, 1985, 49-54. DUQUOC Ch., Dios diferente, Sígueme, Salamanca, 1978, 67-78. SEGUNDO J.L., Nuestra idea de Dios, Carlos Lohié, Buenos Aires, 1970, 70-75. WAINWRIGHT A., La Trinidad en el NT, Secretariado Trinitario, Salamanca, 1986, cap. 13 y 14. LADARIA L., El Dios vivo y verdadero, Sec Trinitario, Salamanca, 1998, cap. 3.

VIII.- SÍNTESIS

30.- Jesús, paradigma absoluto de humanidad * La bibliografía para este tema se indicará oportunamente.


BIBLIOGRAFÍA GENERAL

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CALENDARIO DEL SEMESTRE

SEMANA MES FECHA TEMA 1 Septiembre 2011 M27 1 V30 2 2 Octubre 2011 M4 3 V7 4 3 M11 5 V14 6 4 M18 7 V21 8 5 M25 9 V28 10 6 Noviembre M1 11 V4 12 7 M8 13 V11 14 8 M15 15 V18 16 9 M22 17 V25 18 M29

3:00 pm Examen escrito (1-14)

Entrega del trabajo escrito: tema 15 10 M29 19 Diciembre V2 20 11 M6 21 V9 22 M13 23 12 V16 24 13 Enero 2012 M10 25 V13 26 14 M17 27 V20 28 15 M31 29 Febrero V4 30 16 M8

7:30 am Examen oral (16-26 / 28-30)

Entrega del trabajo escrito: tema 27

Evaluaciones: Cristología I: 1 examen escrito 50% + 1 examen oral 50 % Misterio de Dios II: 1 examen escrito 50% + 1 examen oral 50 % Mariología I: 1 informe 50 % + 1 informe 50%

Spiritual

Cristologc3ada i-md-ii-mariol-i-ucab-2011-12