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La Montaña, 11 de julio de 2014. Mis queridas semillas, Están cayendo unas gotas de agua, están bonitas y sobre todo frescas como el rocío de la mañana, hay una rosa preciosa, roja, muy bonita con un perfume que despierta todos los sentido, ella se encuentra feliz, porque viene mucha gente a verla y todos quieren tocarla, quieren acercarse, olerla y no saben cómo hacer. Esta bella flor, podría ser también un lis blanco, pero es una rosa. Al acercarse la gente de nuevo se quedan mirando y la rosa se pregunta: “¿Por qué no se acercan, por qué no huelen mi perfume, por qué no me acarician? Me gustaría que se acercara la gente”. Y un día sin darse cuenta descubrió el por qué nadie se acercaba a ella, justo a sus pies había un sapo muy grande, muy feo, con una piel rugosa, horriiible; y ahí comprendió muy bien que no se acercaban porque tenían miedo de él, en seguida arregló el problema. “Tendrás que irte” -le dijo- “tu presencia impide que venga la gente, la veo toda, me admiran y soy feliz, pero no vienen más hacia mí, no se acercan, tendrás que irte, déjame sola”. El sapo le dijo: “Te arrepentirás si me echas de tu lado, pues siempre he estado a tu servicio” y la rosa se echó a reír y dijo; “¿No será lo contrario, que gracias a mi belleza, gracias mis colores y mis perfumes, se acerca la gente para admirarte? El sapo le contestó: “Ni siquiera he apreciado

La Montaña 11 julio 2014 - La rosa y el sapo

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La Montaña, 11 de julio de 2014.

Mis queridas semillas,

Están cayendo unas gotas de agua, están bonitas y sobre todo frescas como el rocío de la mañana, hay una rosa preciosa, roja, muy

bonita con un perfume que despierta todos los sentido, ella se encuentra feliz, porque viene mucha gente a verla y todos quieren tocarla, quieren acercarse, olerla y no saben cómo hacer.

Esta bella flor, podría ser también un lis blanco, pero es una rosa. Al acercarse la

gente de nuevo se quedan mirando y la rosa se pregunta: “¿Por qué no se acercan, por qué no huelen mi perfume, por qué no me acarician? Me gustaría que se acercara la gente”.

Y un día sin darse cuenta descubrió el por qué nadie se acercaba a ella, justo a sus pies había un sapo muy grande, muy feo, con una piel rugosa, horriiible; y ahí comprendió muy bien que no se acercaban porque tenían miedo de él, en seguida arregló el problema. “Tendrás que irte” -le dijo- “tu presencia impide que venga la gente, la veo toda, me admiran y soy feliz, pero no vienen más hacia mí, no se acercan, tendrás que irte, déjame sola”. El sapo le dijo: “Te arrepentirás si me echas de tu lado, pues siempre he estado a tu servicio” y la rosa se echó a reír y dijo; “¿No será lo contrario, que gracias a mi belleza, gracias mis colores y mis perfumes, se acerca la gente para admirarte? El sapo le contestó: “Ni siquiera he apreciado esos detalles que vienes de enumerar, pero siempre he sido fiel y amigo tuyo”, “Está bien, está bien” le contestó la rosa “Ahora ya te puedes ir, ¡Déjame!”.

El sapo muy triste se fue, saltó de rama en rama y tardó mucho tiempo en volver, pero un día quiso saber cómo estaba aquella bella rosa, al acercarse no vio nada y preguntó “¿Disculpar, habéis visto la bella flor?” lo miraron “¿De qué flor nos

hablas?”, “De aquel perfume, de esa belleza” “Nooo, hace tiempo que aquí no hay tal flor”, se fue acercando y dijo ¡No puede ser! Este lugar lo conozco”; y efectivamente encontró lo que quedaba de la rosa, estaba toda marchita, ya no tenía hojas y los pétalos todos mordidos, cuando la vio el sapo le dijo: “Bella flor, ¿Cómo se encuentra?” Y le contestó: “Amigo mío estoy muy mal, desde que usted se fue no han dejado de venir a picarme los mosquitos, las moscas, los bichos, los pulgones, las arañas, se han alimentado de mi vida”, el sapo le dijo: “¿Recuerda las palabras ‘le estoy dando servicio, soy un amigo y le estoy ayudando’? ¿Qué pensaba que hacía cuando estaba con usted? Era yo personalmente que me comía todos los mosquitos, a las moscas, a las hormigas, a los pulgones; por eso era la más bella de todo el valle, por eso era la más olorosa de toda la Montaña, por eso venían a contemplarla, porque nunca se atrevió a acercarse ningún insecto que lastimara sus pétalos, ni sus hojas, ni a toda esa flor tan hermosa”.

Mis queridas semillas, rosas siempre somos, efectivamente, ya que somos seres de Luz y Esencia Divina, miremos alrededor nuestro y veamos a aquellos que inconscientemente nos están ayudando, o bien que nos ayudan y nosotros no sabemos verlos, miremos antes de cerrar nuestra puerta, quién ha llamado y tengamos mucho cuidado con tanta gente que viene a admirar y sentir nuestro perfume o halagarnos porque tenemos unos vestidos, unas joyas o llevamos un buen perfume. Esas personas que tanto nos halagan, a veces pueden pensar que somos tontos, hasta puede pensar que soy estúpida o que no valgo nada, o que me pueden dar la vuelta. Cierto, si estoy sola, he aprendido que si estamos en equipo cada uno de nosotros tenemos unas virtudes muy hermosas para realizar, ayudar, prestar, la palabra exacta sería responsabilidades, tenemos miedo de esa palabra Responsabilidad, pero mi amigo el sapo me mostró que su responsabilidad era comer esos insectos para dejarme vivir en mi belleza y en mi plenitud y así poder dar a todos aquellos que necesitaban, ese momento de Felicidad.

Hoy, más que nunca necesitamos ayudarnos, comunicarnos y sobretodo los jóvenes, son los nuevos cerebros, son “máquinas”, genios extraordinarios, pero cuidado, que recuerden siempre que si no aceptan los sapos, ellos también caerán, hay muchos hackers en internet, muchos

virus y los sapos, somos aquellas personas que siempre damos nuestra opinión, nuestro consejo o el conocimiento.

¡Ánimo estrellas! ¡Ánimo corazones! Brillar como el Sol, perfumar como la rosa y seáis bellos como nuestra Madre la Tierra.

Qué esperanza más grande, hoy he encontrado una amiga, es nueva en La Enseñanza, yo diría que casi viene de nacer, fue un día de tormenta, le cayeron rayos, lluvia, pero gracias a Dios con buenos paraguas todo se repara y está seca, fuerte y preparada a luchar. Esa es mi alegría de hoy, mi amiga, una Gran Amiga.

Una vez más, si encontráis el sapito, hacerle una sonrisa, no vayáis por ahí dándole besitos a todos, si no, cuidado con la belleza, prefiero que deis un beso a alguien que lo necesita.

Servidora os da mil besos, os abraza, os ama y os quiere.

Con todo mi amor,La Jardinera