Upload
susana-pereira
View
24
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
Con frecuencia se observa, durante la niñez, algunas conductas que inexplicablemente no entendemos cuándo,
dónde y en qué momento fueron “aprendidas”.
Son destrezas o hábitos que para poder ser practicadas con tanta precisión, debieron ser repetidas una y otra vez,
además de habérseles dedicado mucho tiempo.
La respuesta se encuentra en la Ley de la Conservación de las Energías: “la energía al no crearse
ni destruirse, es eterna”.
Por lo tanto, toda persona lleva dentro de sí un conglomerado de energías que es lo que le da vida y
movimiento al cuerpo que habita.
Durante cada existencia, en dicha porción ocurren ciertos movimientos, alteraciones, transformaciones,
modificaciones y/o variaciones.
Cuando el alma decide “nacer”, es la configuración energética al momento de la “muerte” anterior,
la que señalará las características físicas del nuevo cuerpo que ocupará.
Esto sucederá, junto a ciertas circunstancias de vida que incluyen padres, familiares, amigos, maestros, parejas,
compañeros de trabajo, vecinos, gobernantes, comunidades, ciudades, país,…
Cada uno de estos caminos han sido “diseñados”, con la única finalidad: “Llevarnos de regreso a casa”.
Es ese cúmulo de energías tanto equilibradas, como tergiversadas, distorsionadas y subusadas, las que deciden la forma en que se ha de experimentar la nueva existencia.
Luego, cuando ya dicha porción no se acople ni compagine más con el cuerpo que ha venido ocupando, o cuando ya haya cumplido
con el cometido inicial o cuando se haya desviado del mismo, entonces ocurrirá un supuesto final: .la muerte.
Dicha porción o cúmulo energético, atraerá unos perfectos nuevos padres, que al momento de la fecundación, la nueva
semilla engendrada, recibirá las “ordenes” o impulsos que guiarán la nueva información genética.
Esta información es la que finalmente determinará las nuevas características físicas que
la ayudarán en su nueva “Misión”.
Junto con ello, también quedarán “escritas” las posibles condiciones en que se ha de vivir para nuevamente
experimentar otra existencia, que la seguirán ayudando en su proceso de reconocimiento como un ser perfecto.
Algunas veces dará pasos hacia adelante y evolucionará. Otras quizás no ocurra nada, se estancará.
Y otras, tal vez puede que lo lleven momentáneamente a una involución.
Las experiencias seguirán una y otra vez, quizás puede que desde la evolución, quizás desde la involución,
quizás desde nuevas dimensiones,…
Por tales razones, al irse aceptando la reencarnación como parte fundamental de la teoría sobre la existencia humana,
la comprensión y el dominio de este tema podrá servir de base para la transformación del accionar, al tratar de "repararse"
con ello, no tan sólo los errores que se pudieron haber cometido, sino también para evitar seguir cometiéndolos,
haciendo en consecuencia de este mundo, un Mundo Mejor.
Elizabeth Vârga Ramírez
Diseño de imágenes y dibujos EVRFotografías de la Web
Si deseas recibir estos mensajes, suscribe tu correo según la indicaciones de la página Web
www.humanismonuevaconciencia.com