9
Lección 10 para el 3 de diciembre de 2011

Los Dos Pactos

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Los Dos Pactos

Lección 10 para el 3 de diciembre de 2011

Page 2: Los Dos Pactos

Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia”

“Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?

Génesis 15:1-5

Page 3: Los Dos Pactos

Sara sugirió que Abram tomase a su sierva egipcia, Agar, y tuviese un hijo de ella (Génesis, 16). Como Agar era sierva de Sara, el hijo de ella se consideraría legalmente hijo de Sara.

El fruto de este intento de sustituir la promesa divina por el esfuerzo humano fue Ismael, el hijo de las obras (el esclavo)

Cuando, pasado el tiempo, la promesa de tener un hijo aún no se había cumplido, la fe comenzó a tambalear, y Abram y Sara quisieron “ayudar” a Dios.

Page 4: Los Dos Pactos

Trece años después, Dios dejó claro cuáles eran las condiciones del pacto: “Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él” (Génesis, 17: 19)

Éste era un pacto de fe. Creer lo que era imposible (Hebreos, 11: 11-12): que una mujer estéril y que ya no menstruaba pudiese dar a luz un hijo.

El fruto de este pacto, Isaac, era el hijo de la fe (el libre)

Page 5: Los Dos Pactos

“Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley? Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre. Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa. Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar. Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. Porque está escrito:

Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto;Porque más son los hijos de las desolada, que de la que tiene marido.

Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre”

Gálatas 4:21-31

Page 6: Los Dos Pactos

Pablo habla aquí a “los que queréis estar bajo la ley” (Gálatas, 4: 21)

Como vimos en las lecciones anteriores, los que querían estar bajo la ley eran aquellos que deseaban ganar su salvación por el estricto cumplimiento de la ley.

Ésta era la versión que los judaizantes hacían del pacto que Dios hizo con Israel en el monte Sinaí.

Page 7: Los Dos Pactos

Pablo no habla aquí del nuevo pacto sellado con la sangre de Jesús (Mateo, 26: 28) en comparación con el antiguo pacto (como lo hace en el libro de Hebreos)

Mientras el hombre dependa de las obras de la ley para salvarse, no podrá librarse de la esclavitud. A pesar de todo lo que pueda hacer para ganar la salvación, nunca podrá tener éxito.

Comprendiendo a quién se dirige Pablo, entendemos que cuando él habla aquí de Agar, de Ismael y del pacto del Sinaí, se refiere al intento del hombre por salvarse por sus propios méritos. Este pacto genera “hijos esclavos”.

Entonces, cuando habla de Sara, de Isaac y de la promesa, está diciendo que los que se adhieren al segundo pacto son aquellos que aceptan la salvación por la fe en Jesucristo (la promesa). Este pacto genera “hijos libres”.

Page 8: Los Dos Pactos

“Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre. De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre” (Gálatas, 4: 29-31)

La salvación por las obras y la salvación por la fe son completamente incompatibles. Tenemos que “echar fuera” uno de los dos métodos de salvación.

Aquellos que, como los judaizantes del tiempo de Pablo, quieren merecer de alguna manera su salvación no pueden aceptar a los que creen que sus obras nada tienen que ver con su salvación, sino que son fruto de ella.

Pablo nos invita, como lo hizo a los gálatas, a ser “hijos de la libre”, herederos de la promesa de Dios a través de la fe.

Page 9: Los Dos Pactos

Unos son esclavos de sus obras. Otros somos libres en Cristo Jesús, nuestro Salvador.

Unos confían en lo que pueden hacer en esta tierra. Otros confiamos en lo que el Cielo ha hecho por nosotros

Unos fijan su vista en el monte Sinaí buscando salvarse por sus obras. Otros fijamos nuestros ojos en Cristo y somos salvos por la fe.

Ismael era violento. Isaac era pacífico.

Agar era una esclava, regalo de Faraón para Sara. Sara era la esposa legítima de Abram.

“Todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente” (Génesis, 26: 4) ABRAM

AGAR

ISMAEL

MONTE SINAÍ

JERUSALÉN TERRENAL

ESCLAVOS

SARA

ISAAC

LA PROMESA

JERUSALÉN DE ARRIBA

LIBRES