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10 al 15 de enero de 2018 Contenido COMENTARIOS ....................................................................................................... 2 Juan Cejudo, LA LLAMADA DEL PAPA A CASTILLO ........................................ 2 Massimo Faggioli: Humanae Vitae, a Half-Century On ....................................... 3 REFORMAS................................................................................................................ 6 "El Papa ha cambiado la imagen de la Iglesia católica" ...................................... 6 What young Catholics want the answers may surprise you ............................ 9 Baldisseri: "Francisco quiere crear antención sobre la amazonia" .................. 10 Victor Manuel Fernández acusa a los cardenales Müller y Sarah de "pensar y hablar como si Francisco no fuera Papa" ............................................................ 11 MENSAJES............................................................................................................... 12 Francisco: "El pecado es renunciar al encuentro con el otro, con aquel que es diferente, con el prójimo" ........................................................................................ 12 Francisco: "Debemos eliminar las armas nucleares" ......................................... 15 AMÉRICA LATINA ................................................................................................ 16 ¿Se desploma el catolicismo en América Latina? .............................................. 16 Pope's Latin America visit to focus on protecting the planet and indigenous while abuse scandal lurks in background............................................................. 18 Los abusos del clero, dolorosas espinas en cada viaje papal .......................... 20 El Nuncio en Chile "complicó y bloqueó" la renuncia de Juan Barros ............ 23 Marco Antonio Velásquez, Efectos de una carta inesperada ........................... 25 PUEBLOS INDÍGENAS PERUANOS ALERTAN AL PAPA DE LA DESTRUCCIÓN DE SUS TIERRAS ..................................................................... 27 Martínez: "Un espaldarazo a los pueblos indígenas" ......................................... 32 ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ: La hora de Francisco y su gira (quizás) más difícil ........................................................................................................................... 33

N° 20180110 al 15

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10 al 15 de enero de 2018

Contenido COMENTARIOS ....................................................................................................... 2

Juan Cejudo, LA LLAMADA DEL PAPA A CASTILLO ........................................ 2 Massimo Faggioli: Humanae Vitae, a Half-Century On ....................................... 3

REFORMAS................................................................................................................ 6

"El Papa ha cambiado la imagen de la Iglesia católica" ...................................... 6 What young Catholics want – the answers may surprise you ............................ 9 Baldisseri: "Francisco quiere crear antención sobre la amazonia" .................. 10

Victor Manuel Fernández acusa a los cardenales Müller y Sarah de "pensar y hablar como si Francisco no fuera Papa" ............................................................ 11

MENSAJES............................................................................................................... 12

Francisco: "El pecado es renunciar al encuentro con el otro, con aquel que es diferente, con el prójimo" ........................................................................................ 12 Francisco: "Debemos eliminar las armas nucleares" ......................................... 15

AMÉRICA LATINA ................................................................................................ 16

¿Se desploma el catolicismo en América Latina? .............................................. 16 Pope's Latin America visit to focus on protecting the planet and indigenous while abuse scandal lurks in background............................................................. 18

Los abusos del clero, dolorosas espinas en cada viaje papal.......................... 20 El Nuncio en Chile "complicó y bloqueó" la renuncia de Juan Barros ............ 23

Marco Antonio Velásquez, Efectos de una carta inesperada ........................... 25 PUEBLOS INDÍGENAS PERUANOS ALERTAN AL PAPA DE LA DESTRUCCIÓN DE SUS TIERRAS..................................................................... 27

Martínez: "Un espaldarazo a los pueblos indígenas"......................................... 32 ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ: La hora de Francisco y su gira (quizás) más

difícil ........................................................................................................................... 33

ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ: Tras la crisis por los abusos, el Vaticano

interviene al Sodalicio ............................................................................................. 36

OTROS ........................................................................................................................ 39

Un obispo alemán abre la posibilidad de que la Iglesia bendiga a las parejas

del mismo sexo......................................................................................................... 39

COMENTARIOS

Juan Cejudo, LA LLAMADA DEL PAPA A CASTILLO

"Hace justicia a tantos años de persecución" "Por parte de autoridades religiosas sólo había recibido sanciones y represalias"

13 de enero de 2018 (Juan Cejudo).- Me ha parecido un gesto de gran relieve por parte del Papa Franciscola llamada telefónica que ha hecho al teólogo granadino José Mª

Castillo. Vamos a decirlo claramente: José Mª Castillo, para los papas anteriores, había sido un teólogo "maldito". Uno de los cerca de 600 teólogos sancionados

por los papas anteriores y la Congregación del Santo Oficio. Desde la década de los 80, José Mª Castilloha venido sufriendo sanciones por

parte del poder religioso. Le destituyeron como profesor de teología en la facultad

de Granada, al retirarle las autoridades la venia docendi. Sanción que también sufrieron los teólogos Benjamín Forcano y Juan Antonio Estrada. Hace 10 años, presionado por sus superiores jesuitas, tuvo que abandonar la Compañía de Jesús a la que había dedicado toda su vida.

Ha seguido impartiendo conferencias y clases por medio mundo, escribiendo

libros y artículos y acudiendo a innumerables actos de donde se le ha reclamado por su gran valía. Pero por parte de autoridades religiosas sólo había

recibido sanciones y represalias.

Y es que los pontificados de Juan Pablo II primero y el rígido control de Ratzinger al mando de la Congregación del Santo Oficio y más tarde del Papa Benedicto XVI, no eran tiempos favorables para los teólogos de línea renovadora, abierta, progresista.

Por eso esta llamada ahora directa, personal, del Papa Francisco ha tenido un significado de especial importancia que hay que valorar enormemente.

José María se ha debido sentir especialmente reconfortado por esta llamada que viene, de alguna manera a hacer justicia a tantos años de persecución a un cristiano cabal, a un sacerdote y teólogo fiel a los principios del Evangelio que

tantísimo bien nos viene haciendo a muchos en tantas partes del mundo con sus publicaciones, sus libros, sus conferencias y artículos.

El siguiente paso de Francisco debería ser la rehabilitación de todos los teólogos anteriormente sancionados.

Así se seguiría siendo fiel a las orientaciones que daba el Concilio Vaticano II: "Debe reconocerse a los fieles, clérigos o laicos, la debida libertad de investigación, de pensamiento y de hacer conocer, humilde y valerosamente, su

manera de ver en el campo de su competencia" (Sobre la Iglesia en el Mundo actual-62)

"La investigación teológica siga profundizando en la verdad revelada, sin perder contacto con su tiempo, a fin de facilitar a los hombres cultos en los diversos ramos del saber un mejor conocimiento de la fe. Este buen entendimiento

proporcionará grandes servicios a la formación de los ministros sagrados, quienes podrán presentar a nuestros contemporáneos las enseñanzas de la

Iglesia acerca de Dios, del hombre y del mundo, de forma mas adaptada y a la vez más gustosamente aceptable por parte de ellos" ("Sobre la Iglesia en el Mundo actual" -62)

Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

Massimo Faggioli : Humanae Vitae, a Half-Century On

How Different Catholics Read It

Commonweal, January 9, 2018

In Papal Primacy: From Its Origins to the Present, German Jesuit Klaus Schatz

had this to say about encyclicals: “Papal teachings of this kind before Humanae Vitae (1968) hardly ever encountered any significant opposition within the

Church.” With 2017 and the five hundredth anniversary of the Reformation having passed, 2018 is shaping up as the anniversary of a different kind of reformation—or a different kind of schism. It will be fifty years since the final encyclical of Paul

VI’s papacy, a document remembered almost solely for its teaching against

artificial methods of birth control and hardly at all for its reception of the teaching

in Gaudium et Spes on the two goals of marriage, mutual love and procreation. The preparations to mark this anniversary suggest we will see yet more signs of

tension in how different Catholics (culturally and geographically) understand Catholicism. Based on the program they released at their November gathering in Baltimore, for example, the U.S. bishops are far more excited about celebrating

the anniversary of Humanae Vitae than their counterparts in the rest of the world, who seem to be looking at marriage and family with a different kind of focus. And

this “enthusiasm gap” is reflective of more than just the present moment; it suggests continuation of the skirmishes within the Church that have persisted through Francis’s papacy.

It began within a few months of Francis’s election, with his decision to pull back on the obsessive emphasis on sexuality. It was not just an argument e

silentio (from silence) but stated explicitly, several times in the years to follow. There was the interview with Antonio Spadaro, SJ, editor of La Civiltà Cattolica in September 2013; there was his decision to call the Bishops’ Synods of 2014 and

2015 on family and marriage; there was the publication of Amoris Laetitia “on love in the family” (not just on marriage) in the spring of 2016. In the summer of 2016,

Francis cemented his pastoral take on family and marriage with the creation of the Dicastery for Laity, Family and Life, and with new appointments for the Pontifical Academy for Life and the John Paul II Institute for marriage and family.

In 2017, there was the establishment of the Pontifical Theological Institute John Paul II for the Sciences of Marriage and Family at the Lateran University in Rome,

replacing the institution created by John Paul II. More directly related to Humanae Vitae was the creation in July 2017 of a special commission to study the history of the drafting of the encyclical. This commission

has been given a waiver from the seventy-year rule regarding accessing of documents, so that it can examine those from the commission that

prepared Humanae Vitae, which are kept in the archives of the Congregation for the Doctrine of the Faith and the Secretariat of State. (There are studies on the history of the debate at Vatican II, but the commission’s papers themselves have

never been examined.) The leader of this commission is the Italian priest and theologian Gilfredo Marengo, professor of theological anthropology at the John

Paul II Institute. The commission includes two other theologians—Monsignor Pierangelo Sequeri , president of the John Paul II Institute, and Monsignor Angelo Maffeis, president of the Paul VI Institute in Brescia—as well as church historian

Philippe Chenaux of Lateran Pontifical University). These steps have been met with suspicion by the usual self-appointed watchdogs

of Catholic orthodoxy, known for identifying Catholicism with culture-war style life issues. These steps have been met with suspicion by the usual self-appointed watchdogs

of Catholic orthodoxy, known for identifying Catholicism with culture-war style life issues. It’s telling that the authors of these attacks against Francis’s personnel

decisions are typically unable to say much about the theological orientations of the new appointees. Marengo, Sequeri, and Archbishop Vincenzo Paglia (president of the Pontifical Academy for Life and of the St. John Paul II Pontifical

Institute for Studies of Marriage and Family) write in Italian and are well known and respected in Italy, but they’re less familiar to English-speaking Catholics.

Such a gap isn’t a new phenomenon. What is new is the sense of peril for Humanae Vitae the culture warriors feel, though they shouldn’t; it’s clear to

anyone who’s read their writing that Francis’s appointees are no enemy of it. The

problem is that they represent an approach that is not the culture-war approach. Lately, criticism also been directed at the Pontifical Gregorian University of the

Jesuits in Rome, which has organized a lecture series (October 2017 through May 2018) on Humanae Vitae. George Weigel’s November piece in First Things was the culmination of a series of articles appearing in online Catholic

media accusing the leadership of the Gregorian of sabotaging the orthodox reading of Humanae Vitaeand weakening the Church’s teaching on it. Aside from

the inaccuracies (the names and affiliation of the speakers) and omissions (the fact that this is part a multi-year program on papal encyclicals—Laudato Si’ in 2015-2016 and Populorum Progressio in 2017-2018), what’s striking is how the

pre-emptive nature of the articles seeks to intimidate. What’s really going on in Rome is a pluralistic and intellectually diverse engagement with Humanae Vitae;

in addition to the program organized by the Gregorian, there was also the conference at the Angelicum last September. Meanwhile, the U.S. bishops have a series of events clearly focused on “natural family planning.”

It is also interesting how neo-conservative and neo-traditionalist Catholics cite Paul VI only for Humanae Vitae. The rest of his teachings—especially Populorum

Progressio, on social and economic justice; Evangelii Nuntiandi, on contemporary evangelization; the last three of the four sessions of Vatican II; and his direction of liturgical reform—are far less popular with them. This is what one

could call a very selective use of papal teaching, and it reveals a bigger problem. It is not just the attempt to squash the intellectual and pastoral reflection taking

place in a Catholic pontifical university and demonize it in online media. It is not just the usual anti-European posturing (“Europe is contracepting itself into demographic oblivion”—George Weigel). It is not the idea that there is a real,

orthodox catholicity that is marginalized by the cultural and intellectual centers in Rome under this pontificate. It is not even the accusation of culpable ignorance

(“Those who arranged this series of lectures are woefully ignorant of what’s happening outside their intellectual silos or that the Gregorian conference organizers have more than their elbows up their sleeves”—George Weigel

again). The real issue is not even that the anniversary of Humanae Vitae is likely to become another chapter in the attempt to de-legitimize Pope Francis.

The real problem is what this approach to the complex legacy of Humanae Vitae says about the impoverishment of the public theological debate between the continents.

The real problem is what this approach to the complex legacy of Humanae Vitae says about the impoverishment of the public theological debate between

the continents. The first symptom of impoverishment is the anti-intellectualism evident in the rejection of any effort to study the history of the drafting and reception of the most critical and contested papal teaching in modern times. From

a historical and theological point of view, we do not actually know much about what happened in global Catholicism after Vatican II, and especially what

happened during the reception of Humanae Vitae. There is no global-Catholic equivalent for Leslie Tentler’s masterful study on American Catholics and contraception. What remains to be analyzed is not just the European vs. U.S.

reception, but also the reception in Latin America, Africa, and Asia. Imposing assumptions about the history of marriage, procreation, and the family on the rest

of the world is no substitute for serious studies.

The second symptom of impoverishment is the tendency to reduce understanding

of a particularly sensitive papal teaching and its reception to a particular cultural and geographic point of view, and then universalize it. In this case it is once again

“orthodox” American Catholicism vs. Europe, thus turning a critical chapter in the history of the Catholic tradition into yet another episode of “competitive natalism” (Leslie Tentler’s coinage), not between neighbors or parishioners, but between

different continental Catholic churches. European Catholics did not have to wait for Humanae Vitae or Vatican II to have fewer children: more than a decade

before Humanae Vitae, in the period between 1950 and 1955, the fertility rate in Italy was 2.3, while in the U.S. it was 3.3. As a European, I know very well that the demographic crisis of Europe is real; of the thirty students in my high-school

class, I am one of the few who is married and has more than one child. But do we really want to use a new assessment of Humanae Vitae as a test for the

reproductive vitality of Catholicism, in another attempt to present the American “orthodox” interpretation as the standard for global Catholicism? Then there is the issue under the issue: the theological-political tweak given to

this debate with Richard John Neuhaus’s interpretation of Vatican II as merging with the “western liberal consensus.” Accusing Francis and his theologians of

being part of the “western liberal consensus” makes no sense. What is unforgivable, for some, is that Pope Francis is not part of the neo-conservative or the neo-traditionalist American consensus.

REFORMAS

"El Papa ha cambiado la imagen de la Iglesia católica"

VATICANISTAS ENJUICIAN LOS CINCO AÑOS DE PONTIFICADO DE

FRANCISCO

Rendidos ante la evidencia: "Francisco es el primero de una nueva época"

Fernando Fuentes, 14 de enero de 2018 (Fernando Fuentes en La Tercera).- Consultados por La Tercera coinciden en señalar que en sus casi cinco años como Papa, Francisco "ha cambiado la

imagen de la Iglesia Católica". Pese a enfrentar críticas de algunos sectores,

los expertos creen que con Bergoglio se ha iniciado una "nueva época".

"Luego del estallido del escándalo de abusos sexuales de menores por parte del clero, la Iglesia Católica se encontraba de capa caída y el Vaticano, marcado a fuego por escándalos e intrigas al mejor estilo Dan Brown". Así resume Elisabetta Piqué, corresponsal en Roma del diario argentino La Nación y autora del libro Francisco, Vida y revolución, el panorama que Jorge

Bergoglio encontró en marzo de 2013, cuando se convirtió en sucesor de

Benedicto XVI. Una descripción que es compartida por varios vaticanistas, en especial en lo

relativo a la imagen de la Iglesia Católica. "Estaba triste, desilusionada, enrocada

en sí misma, desprestigiada y en pérdida constante de credibilidad social", apunta José Manuel Vidal, director del portal español Religión Digital. "Toda la

atención, desafortunadamente, no estaba en el mensaje del Papa Benedicto.

Toda la atención estaba en los escándalos", comenta a La Tercera Andrea Tornielli, director de Vatican Insider, portal dependiente del diario italiano La Stampa. Para el periodista británico Austen Ivereigh, fundador de Voces Católicas y

autor de la biografía El gran reformador: Francisco, retrato de un Papa Radical,

en esta "grave crisis" de credibilidad en la Iglesia universal hubo una mezcla de tres factores: "Uno institucional, manifiesto sobre todo en el Vaticano, que parecía sin gobierno; una serie de escándalos - financieros y sexuales- de

encubrimiento; y una cultura defensiva, en la que se reaccionaba ante las amenazas del secularismo y del relativismo enfatizando la moral, el dogma, la

doc trina". "Esta combinación hacía imposible la evangelización, y hacía que los cardenales reunidos luego de la renuncia de Benedicto tuvieran el convencimiento de que las cosas no podían seguir así. Estoy convencido de que Benedicto veía todo

esto muy claramente, sabía que él era incapaz -por su debilidad física, pero

también porque le faltaban los dotes de gobernador- y preparaba el camino. El veía en Latinoamérica el futuro de la Iglesia universal, y abrió el camino a Bergoglio", explica Ivereigh a La Tercera.

Y a casi cinco años de su elección, las opiniones de los vaticanistas al momento de evaluar la gestión del sucesor de Benedicto XVI son bastante

coincidentes. A juicio del sacerdote jesuita Thomas J. Reese, analista del

portal estadounidense Religion News Service, el Papa Francisco "ha cambiado la imagen de la Iglesia Católica". "En el pasado, la gente veía a la Iglesia como

una institución conservadora con reglas estrictas solo preocupada por cuestiones de moralidad sexual. Hoy en día, se ve a la Iglesia de Francisco

predicando un evangelio de compasión y misericordia, con una gran preocupación por los pobres y marginados. También es una Iglesia abierta a la discusión, el debate y nuevas ideas", dice a La Tercera.

"Cinco años después, los católicos se sienten orgullosos de ser católicos. Aunque hay sectores minoritarios que quizás no están contentos con sus

aperturas, la Iglesia Católica se encuentra revitalizada por Francisco, un Papa reformista y moderno que ha hecho soplar nuevos vientos", comenta Piqué. Vidal, por su parte, considera que en estos pocos años "Francisco ha conseguido

el milagro de convertir a la Iglesia, de hacerla atractiva y seductora, de colocarla como referente mundial de autoridad moral y de hacerla volver a sus orígenes

evangélicos".

Para Ivereigh, los logros del Papa pueden resumirse en la frase "re-enfocar

en Cristo". "Poner a Cristo nuevamente en el centro significa no obsesionarse

por preservar lo perdido, significa no depender del poder, la riqueza, el estatus,

y significa una nueva proclamación centrada en el encuentro personal con Jesucristo", explica. "Claro que hay también logros en las reformas de la Curia, pero creo que las reformas estructurales son una consecuencia de una reforma

más importante, que es la de los corazones", coincide Tornielli. "En mi opinión la reforma solo se ha empezado", agrega. Pero no todas son alabanzas para Bergoglio. Uno de sus principales críticos, Sandro Magister, vaticanista del semanario italiano L'Espresso, no duda en lanzar sus dardos contra Francisco.

"Yo excluiría que este Pontificado pueda ser definido como revolucionario, porque ha sido más importante el método que los resultados que ha concretado

Bergoglio. Los resultados son bastante modestos. Son eficaces desde el punto de vista de la imagen, en el sentido que es un Pontificado que ha recuperado rápidamente una imagen positiva en la opinión pública mundial fuera de la Iglesia Católica", dijo Magister en una reciente entrevista con La Tercera.

Respecto a las declaraciones del cardenal alemán Gerhard L. Muller, quien

habló de un peligro de cisma en la Iglesia Católica, Magister reconoce que "están relativamente aislados los grupos que se manifiestan contra el Papa sobre este punto". Sin embargo, advierte que "son el indicio de una molestia que es mucho

más amplia y que de nuevo tiene que ver con el método con el que él introduce una novedad". "Una novedad como la comunión a los divorciados vueltos a

casar, la introdujo con el sistema de pequeños pasos ambiguos que es su estilo", grafica. Es precisamente la exhortación apostólica Amoris Laetitia, donde el Papa se

abrió a los divorciados vueltos a casar, la que ha generado mayor polémica. En septiembre pasado, un grupo de historiadores, teólogos y sacerdotes divulgaron

un documento en el que señalaban siete posibles "herejías" contenidas en

Amoris Laetitia y pedían al Papa su revisión. Pero la respuesta de Francisco fue

categórica: "Son comentarios respetables, pero equivocados". Pese a estos cuestionamientos, los expertos no dudan en realizar una primera aproximación sobre lo que podría ser el legado de Francisco. Así, Piqué habla

del sello de "un Papa outsider, latinoamericano, que nunca estudió en Roma, libre, ‘revolucionario', en el sentido de la revolución copernicana del amor que

significó Jesús. Un Papa valiente, que no teme involucrarse en conflictos, que busca la paz y el cuidado del ambiente". "Creo verdaderamente que Francisco es el Papa de la misericordia y que nos

está dando un testimonio evangélico de cercanía", opina Tornielli, mientras Reese destaca que "Francisco quiere que la Iglesia sea una ‘Iglesia pobre para

los pobres', un hospital de campaña". A juicio de Ivereigh, "bajo Francisco, la Iglesia latinoamericana se ha convertido

en la fuente de la Iglesia universal, y muchos se sienten desconcertados por ese nuevo re-enfoque". "Pero es un cambio de época en la Iglesia: el pontificado de Francisco es el primero de esa nueva época" , asegura. Igual de

categórico, Vidal concluye: "Tras él, la Iglesia nunca volverá a ser como antes. El Vaticano II vuelve a florecer y está vez no hay invierno involutivo que pueda

congelarlo".

What young Catholics want – the answers may surprise you

The Tablet, 09 January 2018 | by Megan Cornwell

Contrary to popular belief, many young Catholics are in fact desperate for an opportunity to deepen their faith

Responses from young Catholics in East Africa and America to the survey

published ahead of the Church’s Youth Synod give a fascinating insight into the concerns and hopes of a young generation of Christians.

One issue that has been raised in both contexts is the desire for Bible study groups in parishes, something young adults on the two radically different continents say they are currently lacking.

For young people living in East Africa, Bible study is seen as a vital tool for equipping them for apologetics debates with fellow Pentecostal Christians, and

for those in North America, the research found young people hungered for faith-sharing opportunities connected to their daily life. The details of the survey responses can be found here

This means that contrary to popular belief that youth are uninterested in matters of spirituality, many are in fact desperate for an opportunity for fellowship with

other members of the body of Christ and to deepen their understanding of their faith. It’s worth noting that many of those who responded to the survey were committed

Catholics, so by nature have a certain level of interest in religion that you wouldn’t find in the general population. But one could argue that, with the rise in popularity of meditation, mindfulness and yoga, a connection with a higher power is in fact

something the majority of young people are searching for, they’re simply looking outside of the Church for answers.

With few Catholic parishes running regular Bible study groups for young people at a local level, could we be missing a trick? Our Evangelical friends in the UK

seem to be ahead of the game on this one, with most charismatic and Pentecostal

churches organising weekly ‘small groups’ that meet in people’s homes to discuss Sunday sermons and to pray for one another. Small groups, home groups,

connect groups, cell groups – they have many names – are a way for members of a particular church to connect outside of the Sunday service and to strengthen one another in faith, after all “Iron sharpens iron” (Proverbs 27). These groups

ensure that new members to their congregation aren’t ‘lost’ in a big church, but instead are welcomed into the community and supported.

The benefits of adopting this approach in the Catholic Church are obvious: young people would be free to develop their faith by asking questions about scripture in a friendly environment. They would be encouraged to build lasting relationships

with fellow Christians who could provide spiritual guidance and support during life’s more challenging seasons. It might even produce much-needed

opportunities to meet a future like-minded spouse. But if dioceses are to embed in the DNA of their parishes this new way of organising communities, it first requires a seismic cultural shift towards the

empowerment of the laity. The clergy would need to invest in training leaders within their parishes who could host a small Bible study and then act as their point

of contact should difficult issues or questions arise that they feel unable to respond to. It seems to me that if Catholics are to accept Pope Francis’ challenge to be a

‘Listening Church’ first and a ‘Teaching Church’ second, encouraging the establishment of small Bible study groups for young people would be a good start.

Just as the Alpha course in the Anglican tradition has been so successful in creating a safe space for non-Christians and agnostics to ask questions about faith, Bible study groups would nurture an environment in which committed

Catholics could explore the topics that are pertinent to them. The survey revealed that one of the main concerns for young adults includes,

perhaps unsurprisingly, issues related to relationships, sex and dating. If the Church doesn’t provide spaces in which these discussions can take place, where guidance and wisdom from Catholic couples can be heard, young people will

simply look elsewhere for answers, often to their detriment. An extensive survey of the attitudes of young Catholics gives the Church a unique

opportunity to hear from a demographic so often silenced within religious circles. I can’t help but think that a failure to address some of their fundamental concerns will accelerate the ageing process of the Church, leaving pews even more silver-

haired than they already are.

Baldisseri: "Francisco quiere crear antención sobre la amazonia"

CITA PREVIA AL SÍNODO DE LA AMAZONÍA

Los temas del Sínodo sobre Amazonia se pueden trasladar a cualquier parte de

África y Asia

Redacción, 14 de enero de 2018 El secretario general del Sínodo de los obispos, el cardenal italiano Lorenzo

Baldisseri, explicó que el papa Francisco desea con el próximo viaje a Perú y

Chile "realizar el primer paso para crear la atención" sobre el Sínodo para la

Amazonia que se celebrará en 2019. El máximo responsable de las asambleas de los obispos, en una entrevista a EFE, subrayó que con las reuniones que mantendrá con los pueblos indígenas en esta visita que comenzará mañana, se hace "evidente" la intención

de Francisco. Para Baldisseri la cita de los obispos de todo el mundo para octubre de 2019"tendrá una resonancia importante no sólo para la población indígena que

habita en el territorio sino para todo el medio ambiente". En el viaje a Chile y Perú, al igual que en el próximo Sínodo, se abordará el

"urgente y delicado asunto del cuidado de la Creación y de la ecología integral

del que a menudo el papa hace mención", añadió el purpurado. Conceptos que se encuentra en la encíclica de Francisco "Laudato Si" y que

para Baldisseri será la base con la que tratar la temática. Mientras Francisco se reúne con los pueblos originarios en Puerto Maldonado, puerta del Amazonas peruana, Baldisseri adelantó a EFE que también durante este viaje se ha programado una primera reunión entre la Red Ecelesial pan-amazónica (REPAM), que preside el cardenal brasileño Claudio Hummes, y la

secretaria General del Sínodo. "La reunión establecerá, entre otras cosas, el tema y el calendario de la preparación y el desarrollo del Sínodo" y también se podría prever un encuentro

presinodal. Baldisseri adelantó ya en otra ocasión que este pre-sinodo se podría celebrar

no en Roma sino en Latinoamérica. El purpurado avanzó los que serán algunos de los posibles temas que se abordarán en este Sínodo, entre ellos "los desafíos pastorales sobre la

presencia y la actividad apostólica de la Iglesia en un vasto y difícil territorio como el amazónico". También se pondrá el acento sobre la necesidad de una "mayor escucha,

acompañamiento, e inculturización de las diferentes dimensiones de la vida del pueblo, con sus propias tradiciones y expresiones. Se detendrán sobre la situación socio política y económica de la región y sobre

todo La cuestión ecológica. Baldisseri descarta que un Sínodo sobre la Amazonia sea un tema demasiado

regional y pueda interesar poco al resto de la Iglesia, al considerar que las temáticas "pueden ser consideradas también para otras partes del planeta como

África y Asía , por lo que será importante la implicación de todos los obispos del mundo".

RD/Agencias

Victor Manuel Fernández acusa a los cardenales Müller y Sarah de "pensar y hablar

como si Francisco no fuera Papa"

"SE PODRÍA DEDUCIR QUE HAY UN PLAN ORGANIZADO DE

DESPRESTIGIO" (DEL PAPA)

"Las afirmaciones periodísticas sobre el Papa están plagadas de imaginación"

Victor Manuel Fernández, 15 de enero de 2018

(Victor Manuel Fernández, arzobispo y rector de la UCA, en La Nación).- Aquien

tuvo formación superior se le debe exigir que, cuando escriba algo que pueda afectar a otro, no se base en meras suposiciones. Por eso llama la atención hasta qué punto las afirmaciones periodísticas sobre el Papa están plagadas de imaginación, al mismo tiempo que todo se interpreta como si Francisco

estuviera permanentemente pensando en Macri. El ego argentino es grande.

Esto se vio exacerbado días atrás en una llamativa andanada de notas periodísticas, todas dedicadas a atribuirle a Francisco ciertas intenciones políticas. Si uno leyera este hecho con la misma imaginación, podría deducir que hay un plan organizado de desprestigio. Pero es más adecuado pensar

con la mente en frío y otorgar el beneficio de la duda.

Muchas veces se supone que todos los que tienen alguna tarea en instituciones católicas están ejecutando órdenes del Papa cada vez que hablan. Sin embargo, esto ni siquiera ocurre con los cardenales del Vaticano, ya que siguen pensando y hablando como quieren, como si Francisco no fuera papa.

¿Acaso no nos preguntamos muchas veces por qué no se sacaba de encima al cardenal Müller, quien no ocultaba una línea de pensamiento muy diferente e incluso lo criticaba? Y miremos al cardenal Sarah, que sigue proponiendo volver

a celebrar la misa de espaldas al pueblo… …

MENSAJES

Francisco: "El pecado es renunciar al encuentro con el otro, con aquel que es

diferente, con el prójimo"

EN LA JORNADA DE EMIGRANTES Y REFUGIADOS PIDE "ACOGIDA E

INTEGRACIÓN"

El Papa invita a "abrirse a la riqueza de la diversidad sin ideas preconcebidas"

José Manuel Vidal, 14 de enero de 2018 (José M. Vidal).- Eucaristía solemne en la basílica de San Pedro con motivo de la Jornada del migrante y del refugiado, dos colectivos tan queridos para el Papa

Francisco, que advierte que no acoger e integrar al Otro es "un pecado", al

tiempo que invitaba a perder miedo al diferente y "abrirse a la riqueza de la

diversidad". En el templo, representantes de 49 países, con sus respectivas banderas en

la parte izquierda del altar de la Confesión, asi como diplomáticos acreditados

ante la Santa Sede. En los bancos de la Basílica, miles de emigrante sy refugiados, que viven en la Ciudad Eterna.

El coro interpreta canciones sobre emigración en diversos idiomas. El 'Señor ten piedad', en español: "Por todas las veces que tuvimos miedo a la diversidad y con fronteras partimos el mundo, Cristo ten piedad".

"Por todas las veces que te rechazamos, por ser de otra raza o color, Señor ten piedad".

La primera lectura, en inglés, del primer libro de Samuel. La segunda lectura, en francés, de la primera carta de Pablo a los Corintios. Evangelio de Juan, en el relato de la llamada de los apóstoles: "Tú eres Simón,

el hijo de Juan, desde ahora te llamaras Cefas, que significa Pedro". En la procesión de los ofrendas, suena de fondo la célebre melodía de 'El

condor pasa", mientras representantes de diveross pueblos indígenas llevan las

ofrendas al Papa, que las acoge con inclinaciones de cabeza.

Texto íntegro de la homilía del Papa

Este año he querido celebrar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con una Misa a la que estáis invitados especialmente vosotros, migrantes, refugiados y solicitantes de asilo. Algunos acabáis de llegar a Italia, otros lleváis

muchos años viviendo y trabajando aquí, y otros constituís las llamadas "segundas generaciones". Para todos ha resonado en esta asamblea la Palabra

de Dios, que nos invita hoy a profundizar la especial llamada que el Señor dirige a cada uno de nosotros. Él, como hizo con Samuel (cf. 1 S 3,3b-10.19) nos llama por nuestro nombre y

nos pide que honremos el hecho de que hemos sido creados como seres únicos e irrepetibles, diferentes los unos de los otros y con un papel singular en la

historia del mundo. En el Evangelio (Jn 1,35-42) los dos discípulos de Juan preguntaron a Jesús: «¿Dónde vives?» (v. 38), lo que sugiere que de la respuesta a esta pregunta dependerá su juicio sobre el maestro de Nazaret. La

respuesta de Jesús: «Venid y veréis» (v. 39) abre un encuentro personal, que encierra un tiempo adecuado para acoger, conocer y reconocer al otro.

En el mensaje para la Jornada de hoy escribí: «Cada forastero que llama a nuestra puerta es una ocasión de encuentro con Jesucristo, que se identifica con el extranjero acogido o rechazado en cualquier época de la historia (cf. Mt

25,35.43)». Y para el forastero, el migrante, el refugiado, el prófugo y el solicitante de asilo, todas las puertas de la nueva tierra son también una

oportunidad de encuentro con Jesús. Su invitación «Venid y veréis» se dirige hoy a todos nosotros, a las comunidades locales y a quienes acaban de llegar. Es una invitación a superar nuestros miedos para poder salir al encuentro del

otro, para acogerlo, conocerlo y reconocerlo. Es una invitación que brinda la oportunidad de estar cerca del otro, para ver dónde y cómo vive. En el mundo

actual, para quienes acaban de llegar, acoger, conocer y reconocer significa conocer y respetar las leyes, la cultura y las tradiciones de los países que los han acogido.

También significa comprender sus miedos y sus preocupaciones de cara al futuro. Para las comunidades locales, acoger, conocer y reconocer significa

abrirse a la riqueza de la diversidad sin ideas preconcebidas, comprender los potenciales y las esperanzas de los recién llegados, así como su vulnerabilidad y sus temores. El verdadero encuentro con el otro no se limita a la acogida sino

que nos involucra a todos en las otras tres acciones que resalté en el Mensaje para esta Jornada: proteger, promover e integrar. Y en el verdadero encuentro

con el prójimo, ¿sabremos reconocer a Jesucristo que pide ser acogido, protegido, promovido e integrado? Como nos enseña la parábola evangélica del juicio final: el Señor tenía hambre,

sed, estaba desnudo, enfermo, era extranjero y estaba en la cárcel, y fue asistido por algunos, mientras que otros pasaron de largo (cf. Mt 25,31-46). Este

verdadero encuentro con Cristo es fuente de salvación, una salvación que debe ser anunciada y llevada a todos, como nos muestra el apóstol Andrés. Después de haber revelado a su hermano Simón: «Hemos encontrado al Mesías» (Jn

1,41), Andrés lo llevó a Jesús para que pudiera vivir la misma experiencia de encuentro. No es fácil entrar en la cultura que nos es ajena, ponernos en el lugar

de personas tan diferentes a nosotros, comprender sus pensamientos y sus experiencias. Y así, a menudo, renunciamos al encuentro con el otro y levantamos barreras

para defendernos. Las comunidades locales, a veces, temen que los recién llegados perturben el orden establecido, "roben" algo que se ha construido con

tanto esfuerzo. Incluso los recién llegados tienen miedos: temen la confrontación, el juicio, la discriminación, el fracaso. Estos miedos son legítimos, están basados en dudas

que son totalmente comprensibles desde un punto de vista humano. Tener dudas y temores no es un pecado. El pecado es dejar que estos miedos determinen

nuestras respuestas, condicionen nuestras elecciones, comprometan el respeto y la generosidad, alimenten el odio y el rechazo. El pecado es renunciar al encuentro con el otro, con aquel que es diferente, con el prójimo, que en realidad

es una oportunidad privilegiada de encontrarse con el Señor.

De este encuentro con Jesús presente en el pobre, en quien es rechazado, en el refugiado, en el solicitante de asilo, nace la oración de hoy. Es una oración

recíproca: migrantes y refugiados rezan por las comunidades locales, y las comunidades locales rezan por los que acaban de llegar y por los migrantes que llevan más tiempo residiendo en el país.

Encomendamos a la maternal intercesión de la Santísima Virgen María las esperanzas de todos los migrantes y refugiados del mundo, y las aspiraciones

de las comunidades que los acogen, para que, conforme con el supremo mandamiento divino de la caridad y el amor al prójimo, todos podamos aprender a amar al otro, al extranjero, como nos amamos a nosotros mismos.

Francisco: "Debemos eliminar las armas nucleares"

"Estamos en el límite, estoy realmente asustado", confiesa Bergoglio a los

periodistas

Jesús Bastante, 15 de enero de 2018 (J. Bastante/Agencias).- "Estamos en el límite, estoy realmente asustado. Debemos eliminar las armas nucleares". El Papa Francisco saludó

brevemente a los 70 periodistas del vuelo papal hacia Chile, explicándoles el

significado de la imagen con la que Bergoglio quiso despedir 2017, y que se encontraba en cada asiento del avión. La imagen de un niño, que espera para llevar a su hermano pequeño hasta el crematorio, tras la masacre de Nagasaki. "El fruto de la guerra", escribió

Bergoglio. El Papa quiso explicarlo en su breve encuentro con los medios: "Tengo miedo de la guerra nuclear, estamos al límite".

"Encontré esta imagen por casualidad, y me conmovió cunado la ví. Quería imprimirlo y dárselo, porque una imagen mueve más que mil palabras", explicó

el Papa a los periodistas. Uno de los primeros actos de Bergoglio en Chile será visitar la tumba de monseñor Enrique Alvear Urrutia, fallecido en 1982 y conocido como el "obispo

de los pobres".

AMÉRICA LATINA

¿Se desploma el catolicismo en América Latina?

HAY SIETE NACIONES DONDE YA REPRESENTA A MENOS DE LA MITAD

DE LA POBLACIÓN

La propia calificación del Papa pasa del 7.2 en 2013 al 6.8 en la actualidad

Redacción, 13 de enero de 2018 (José M. Vidal/ Agencias).-Sacudido por nuemrosos escándalos de pederastia, laIglesia católica latinoamericana sufre una fuerte caída, que ni siquiera es

capaz de detener Francisco, el primer Papa de la Patria Grande. Los fieles que huyen en estampida del catolicismo se van a las iglesias protestantes o se echan

en brazos del agnosticismo y del ateísmo. Hasta la imagen del papa Francisco se ha deteriorado en América Latina,

donde el catolicismo perdió fieles frente al auge de la religión evangélica y un

acelerado proceso de secularización, de acuerdo con un sondeo de Latinobarómetro presentado ayer en Santiago de Chile. El estudio muestra la evolución de la religión en 18 países latinoamericanosentre 1995 y 2017, y llega pocos días antes de la visita que el

pontífice realizará a Chile y Perú del 15 al 21 de enero.

"Lo más importante es la fuerte caída del catolicismo y el fuerte aumento de

los que declaran no tener ninguna religión, que son agnósticos o ateos", afirmó la directora de Latinobarómetro, Marta Lagos. Según el trabajo, los latinoamericanos evalúan al papa Francisco con un 6.8,

una nota inferior al 7.2 que recibió en 2013, cuando asumió el cargo. El 6.8 promedio de la región contiene diferencias por países. Los que le dan

una mejor evaluación al Pontífice son Paraguay (8.3), Brasil (8) y Ecuador y Colombia (7.5), mientras que en el otro extremo están Uruguay (5.9) y Chile (5.3). Al filtrar las respuestas según la religión que profesan los encuestados, los

católicos le dan una nota de 7.7 al Papa, los evangélicos 5.1 y los ateos o agnósticos 5.3. Los países donde hay más personas que se declaran católicas son Paraguay

(89%), México (80%), Ecuador (77%), Perú (74%), Colombia (73%) y Bolivia

(73%). El 65% de los encuestados en los 18 países de América Latina dice confiar en

la Iglesia. Las naciones donde tiene más crédito son Honduras (78 %), Paraguay

(77 %) y Guatemala (76 %), mientras que en Chile solamente el 36 % de los ciudadanos tiene confianza en la institución. Según Marta Lagos, el punto de quiebre en el caso chileno es la condena por

abusos sexuales contra el influyente sacerdote Fernando Karadima que el Vaticano dictó en 2011. Antes que se destapara ese escándalo, la confianza de los chilenos en la

Iglesia católica bordeaba el 60 %, pero en 2011 descendió abruptamente al 38

%. La cantidad de latinoamericanos que se declaran católicos ha caído de

manera paulatina durante las dos últimas décadas. Si en 1995 los católicos

representaban el 80%, este porcentaje bajó al 59% en 2017, según el sondeo. En el otro extremo, hay siete naciones donde la religión católica ya

representa a menos de la mitad de la población: República Dominicana

(48%), Chile (45%), Guatemala (43%), Nicaragua (40%), El Salvador (39%), Uruguay (38%) y Honduras (37%). En países como Honduras y Guatemala, el brusco descenso de católicos está

directamente relacionado con el auge de la religión evangélica, que se ha

convertido en el credo mayoritario. En Chile y Uruguay, en cambio, se explica por el alza de la población que no

profesa ninguna religión, que es atea o agnóstica. En Uruguay este grupo

representa el 41% de sus ciudadanos y en Chile el 38%, según la encuesta. "A esta velocidad, de aquí a diez años la cantidad de países de América

Latina que tendrán la religión católica dominante va a ser una minoría" ,

señaló Marta Lagos. La directora de Latinobarómetro cree que el desencanto general con la

religión católica en América Latina se debe al descenso de la pobreza y la

aparición de una clase media más individualista que se aleja de las instituciones. Marta Lagos subrayó que la elección de Francisco en 2013 tuvo un "efecto positivo" en el catolicismo y posee el carisma necesario para recuperar una

parte de la fe perdida. En su opinión, las visitas que ha realizado a la región y el próximo viaje a Chile

y Perú reflejan la preocupación del pontífice por restituir la influencia que la

Iglesia ha perdido durante los últimos años.

La encuesta del Latinobarómetro incluyó entrevistas personales a 1,200

personas de países sudamericanos y México, y 1,000 en Centroamérica, con

un margen de error de entre 2.8 y 3 %.

Pope's Latin America visit to focus on protecting the planet and indigenous while

abuse scandal lurks in background

The Tablet, 15 January 2018

Opinion polls showing a lack of enthusiasm for the papal visit and there is also

talk of protests.

Roland Joffé’s Oscar-winning film, The Mission, depicted courageous Jesuit

missionaries of the 18th century risking their lives to evangelise a remote South American community. While they won over people to Christianity, their mission

was eventually suppressed by a papal envoy who gave into pressure from European colonialists who wanted the local people as slaves. Fast forward a few centuries and the tables have dramatically turned. Today, the

Church has a Jesuit Pope imbued with a missionary fervour who today is embarking on his sixth visit to Latin America where he will be throwing the full

weight of papal power behind speaking out for the continent’s indigenous communities. Pope Francis' advocacy for these communities during his visit to Chile and Peru

is likely to be at the top of the agenda of his visit where he is expected to closely link protecting the indigenous with protecting the health of the planet.

The 81-year-old Pope is, it seems, increasingly worried about the future of humanity. “I fear a nuclear war,” Francis told reporters on board the plane to Chile.

He said the world is “at the limit” and “just one accident away” from a war that could destroy a large part of humanity. “Yes, I am really afraid,” he explained.

“We can’t allow the situation to plummet. We must eliminate nuclear weapons.” Francis was talking about a photo of a boy in Nagasaki carrying his dead brother following an atomic bomb which he handed to journalists travelling to South

America with him. The Pope had asked the Vatican to distribute the photo to the media at the end of last year with the caption “the fruit of war”. He said: “This

picture I found it by chance, and it was taken in 1945. He is a child and on his shoulders, he is carrying his dead brother, who is waiting for the crematorium in Nagasaki.

"I got upset when I saw this, so I wanted to write: ‘The fruit of war’. I wanted to print it out and give it to you because an image moves more than a thousand

words.” Away from highlighting the threat of nuclear disaster, the Pope is going to highlight the problems facing the world’s environmental future. On Friday Francis

will meet and have lunch with a group of Amazonian people in Puerto Maldonado, a city known as the gateway to the southern Amazon.

This is going to be seen as effectively the starting the synod of bishops gathering in October 2019 on the Pan-Amazon region, the first time that the Church’s global leadership has collectively addressed this topic. Cardinal Lorenzo Baldisseri, the

Vatican prelate in charge of the synod gatherings, will also be in Peru during this

part of the trip. For Francis, the Amazon highlights a major theme of this papacy set out in his

encyclical letter on the natural world, Laudato si’ : that protection of the planet and defence of the world’s poorest go hand in hand. Illari Aragon, in charge of the Peru programme for England and Wales’ Catholic

development charity, Cafod, said: “Peru is one the countries that will be most affected by climate change, despite being responsible for just a fraction of global

CO2 emissions.” The Amazon is home to 34 million people and more than 350 indigenous communities but during the last 40 years 20 per cent of it has been deforested,

most of it to make way for cattle farming. Meanwhile, Peru’s government says it wants more mining of its natural resources in order to boost economic growth.

The Latin American Church has for years sought to speak out for indigenous peoples, something stressed in the 2007 Aparecida document – which Francis played a key role in the drafting of. That document talked of how indigenous

people have been forced off their lands due to invasion or degradation, largely down to an “economic and cultural globalisation” which jeopardises their

existence. Francis may well talk about new forms of “colonisation” that run roughshod over vulnerable communities in order to boost the profits of massive global companies.

Two days after his arrival in Santiago on Monday evening, Francis will have another meeting with an indigenous community. On Wednesday he is travelling

416 miles south of Chile’s capital to Temuco in the heartlands of Araucania, where he will meet a group of Mapuche people and have lunch with them. Renowned for their fierce resistance to the Spanish conquistadors, they are

currently locked in a dispute with the government over land rights having lost their ancestral territories with the establishment of modern day Chile.

When he meets them Francis is expected to speak out in favour of their rights although is likely to stress the importance of a non-violent approach. The trip will also see the Pope deliver a strong anti-corruption message,

something that will have particular resonance in Peru where former president Alberto Fujimori was recently pardoned following convictions for corruption and

human rights abuses. “A topic the Pope feels strongly about and to which he has returned in very pointed language is corruption, which hinders development and the reduction of

poverty and misery,” Cardinal Pietro Parolin, the Holy See’s Secretary of State, explained ahead of the visit.

Like John Paul II in Poland during the end of the Cold War, the first Latin American Pope has major sway across his home continent – including Central America – and has been called in as a mediator in Colombia, Cuba and Venezuela.

This is also a trip that is as close as Francis has come to a homecoming and will see him flying over Argentina on his way to neighbouring Peru. When he does so

he will send the country a message, something that is likely to be closely studied in a country where every word the Pope utters – and every announcement in the Vatican – is assessed for any potential domestic political impact.

While in Chile, Francis is also going to be meeting with victims of General Augusto Pinochet’s brutal military regime, something he has personal experience of. The

Pope was leader of the Argentinian Jesuits during the period that the country’s vicious military junta waged a “dirty war” against dissidents. These included two

Jesuits, Orlando Yorio and Franz Jalics, who were tortured and detained and

whose treatment by then Fr Jorge Bergoglio has been the subject of heated debate.

“It won’t be an easy visit,” Cardinal Parolin, who is accompanying Francis, explained. “But it will be exciting.” Tensions are high in Chile. Just a few days before the Pope’s arrival four

churches were attacked with firebombs while the resident of the papal ambassador in Santiago, where Francis will be staying, was briefly occupied.

Like a number of Latin American countries, Chile is not as fervently Catholic as it once was with opinion polls showing a lack of enthusiasm for the papal visit. There is also talk of protests.

It is, however, almost a rite of passage for there to be controversy – or tension – ahead of a papal visit as seen recently with Francis’ trip to Myanmar and

Bangladesh. And those who remember Benedict XVI’s visit to Britain in 2010 will recall reports of 10,000 protesters marching through the streets of London. Despite these relatively large numbers they did not detract from the success of

the visit. This dissatisfaction with the Church in Chile Church’s sexual abuse crisis is likely

to feature in both countries where there have been major scandals. In Chile, Francis was criticised for appointing a bishop, Juan Barros, accused of turning a blind eye to abuse while in Peru, the Vatican recent announced the takeover of a

lay group whose founder allegedly sexually abused children. There is talk of the Pope meeting victims during the trip, something which Holy See spokesman Greg

Burke described as “not impossible”. The abuse crisis, which was initially seen by some power in the Church as an American and Irish problem, has become a global problem with new scandals

emerging in places such as Latin America and the Philippines. Francis has admitted that the Church was slow to respond to the problem, something which

the Pope has been accused of. Peter Saunders, a former member of the papal commission on child protection, says he plans to be in Chile to raise protests against the appointment of Bishop

Barros who allegedly knew about the abuse committed by Fr Fernando Karadima.

And in Peru, the abuse concerns the lay founder of the Sodalitium Christianae Vitae, Luis Fernando Figari, while the group has been closely linked with Peruvian elites, a fact that in itself will raise alarm bells for Francis.

The major purpose of this trip, as in any papal visit, is for the Pope to encounter Chile and Peru’s local churches: to foster and encourage what is going well and

to identify any problems. Like those first Jesuits from generations ago, the Pope wants the Church in his home continent to have a missionary spirit; to better serve their local

communities; find new ways of proclaiming the Gospel and to avoid becoming locked into a cycle of self-reverence.

Los abusos del clero, dolorosas espinas en cada viaje papal

FRANCISCO RECIBE CRÍTICAS POR NO REUNIRSE CON VÍCTIMAS DE LA

PEDERASTIA

Karadima, Barros o el escándalo de Sodalicio marcarán la visita de Bergoglio

Jesús Bastante, 12 de enero de 2018 (Jesús Bastante).- El Papa Francisco llega este martes a Chile, primera etapa de

una visita que también le llevará a Perú. Se trata, sin duda, de uno de los viajes más complicados en estos cinco años de Pontificado, a dos países inmersos en fuertes crisis sociales y con una Iglesia salpicada por el estigma de los abusos sexuales. Karadima, el obispo Barros o el reciente caso de los maristas marcan el

camino de la vergüenza de la Iglesia en Chile. El escándalo del Sodalicio y su

fundador, Luis Fernando Figari, hace lo propio en Perú. Dos iglesias, además,

que durante años fueron el soporte de la población más pobres, pero que ahora ocupan los puestos más bajos en la popularidad entre la sociedad de ambos países.

Por primera vez en sus cinco anteriores viajes a Latinoamérica, la víspera del viaje papal ha estado marcado por las críticas. Y, en esta ocasión (también sucedió en México con las víctimas de Maciel), la organización de la visita no ha previsto encuentro alguno con las víctimas de la pederastia clerical, lo que

ha soliviantado a los afectados por los abusos a menores.

La política de 'tolerancia cero' de Bergoglio frente a los abusos ha hecho que esta cuestión se convierta en protagonista de cada viaje papal, algo que el Pontífice ha buscado dentro de un pontificado que apuesta por los descartados.

No habrá encuentro con las víctimas Así, junto al drama de los refugiados, los derechos de los pueblos indígenas

(cuya problemática también se vive en Chile y Perú) y la denuncia de una estructura clerical autorreferencial, Francisco ha querido estar cerca de las víctimas de los abusos sexuales del clero, una auténtica lacra que sólo ahora

atisba una posibilidad de solución tras años de silencio cómplice. Sin embargo, los episcopados de Chile y Perú no han incluido ningún momento

para que Francisco se encuentre con víctimas de la pederastia. Que no son pocos en estos países: sólo en Chile se ha publicado una lista de 78

religiosos pederastas, algunos tan famosos como Fernando Karadima, quien

durante años fue formador de muchos actuales obispos. Alguno de ellos tan polémico como Juan Barros, nombrado hace tres años obispo de Osorno antes

las duras críticas de la feligresía, que continúan y se harán presentes en tierras chilenas. En Perú, sigue presente el escándalo del Sodalicio, que esta misma semana el Papa ha querido afrontar interviniendo la congregación, aunque muchos

lpiden a Francisco que dé un paso más y extradite a Figari (que actualmente

reside en Roma, condenado canónicamente por sus fechorías). En este sentido, víctimas de abusos en Chile y Perú tienen previsto emitir una carta abierta para

recordar al Papa que tiene una deuda pendiente con las víctimas.

Apuesta por los pueblos originarios

El otro gran tema que marcará el 22 viaje internacional de Francisco será el de los pueblos indígenas, una de las prioridades de este pontificado. Así, en En

Temuco, a 600 kilómetros al sur de Santiago, el Papa se encontrará con la

población mapuche, que supone el 7% de la población chilena. Desde la capital de La Araucanía, Francisco denunciará los abusos sufridos

por la comunidad mapuche, que combate desde hace décadas por sus

derechos y que cuenta con una minoría radicalizada que ha protagonizado protestas violentas y ha atacado hasta parroquias y seminarios católicos. Por su parte, en Puerto Maldonado (Perú), Bergoglio se reunirá con

representantes de los pueblos indígenas de la Amazonía, a quienes

probablemente presentará las claves del próximo Sínodo Panamazónico. Durante su encuentro, Bergoglio defenderá los derechos de los pueblos originarios, olvidados y masacrados durante décadas por los terratenientes.

Tal y como apuntó el secretario de Estado, Pietro Parolin, Francisco "tiene en el corazón a las poblaciones indígenas y su contribución en cada país y en la

sociedad".

El Nuncio en Chile "complicó y bloqueó" la renuncia de Juan Barros

EL PAPA EXPLICÓ POR CARTA A LOS OBISPOS CHILENOS POR QUÉ NO

PUDO FRENAR SU NOMBRAMIENTO

Roma quería que los prelados cercanos a Karadima tomaran un año sabático y

luego renunciaran

Jesús Bastante, 12 de enero de 2018 (Jesús Bastante/Agencias).- El Papa Francisco quiso frenar el 'caso Barros'...

y no pudo. Esta es una de las conclusiones que pueden sacarse de una carta que Bergolio envió a la Conferencia Episcopal chilena el 31 de enero de 2015, y

que acaba de desvelar la Associated Press. En la misma, el Papa revela que intentó pedir la renuncia al actual obispo de Osorno, y a otros dos prelados vinculados al pederasta Fernando Karadima, y

que habían sido acusados de encubrimiento. Sin embargo, algo falló. ¿Qué pasó realmente?

El Papa intenta explicarlo en la misiva: "Surgió luego, hacia fin de año (últimos días de diciembre de 2014), un problema serio. El Sr. Nuncio (Ivo Scapolo) le pide a Mons. Barros la renuncia y lo exhorta a tomar un período sabático (un

año, por ejemplo) antes de asumir otra responsabilidad pastoral como Obispo diocesano. Y le comentó que el mismo proceder se tomará con los obispos de

Talca y de Linares (también implicados en el caso Karadima), pero que no se los dijera a ellos". Sin embargo, continúa la carta papal, "Mons. Barros hace llegar el texto de su

renuncia añadiendo este comentario del Nuncio". ¿Un comentario no acordado con el Papa? Eso parece desprender el siguiente párrafo de la carta de

Francisco. "Como Ustedes podrán comprender, este comentario del Sr. Nuncio complicó y bloqueó todo eventual camino ulterior en el sentido de

ofrecer un año sabático. Hablamos del asunto con el Card. Ouellet y sé que él

habló con el Señor Nuncio". Todo parece indicar que el Nuncio se adelantó a los deseos del Papa y que, al

'exhortar' a Barros a renunciar, impidió un diálogo entre el polémico obispo y Francisco. Entonces, Barros no presentaría su renuncia voluntariamente, sino obligado por el representante papal, que debió ser amonestado por el

cardenal Ouellet. Sin embargo, la actuación del Nuncio "complicó y bloqueó" cualquier solución al tema Osorno.

Según subraya Ap, el Vaticano estaba preocupado "por los daños colaterales que provocaría el caso del mayor cura pederasta de Chile e intentó poner en

marcha un plan: pedir la renuncia y darles un año sabático a tres obispos

chilenos acusados de haber encubierto los abusos de ese sacerdote". Al final, el 10 de enero de 2015, Francisco nombró a Barros obispo de la

ciudad de Osorno, a unos 930 kilómetros al sur de la capital chilena,

provocando una catarata de protestas que se visibilizaron el día de su ordenación episcopal, y que, tres años después, aún continúan. Se espera que durante la

inminente visita del Papa a Chile, el "caso Osorno" vuelta a la palestra. De hecho, algunas de las víctimas de Karadima han solicitado verse con el Papa, sin que

hasta el momento se haya concretado reunión alguna.

Preguntado sobre el particular, el portavoz vaticano, Greg Burke, evitar hacer

comentario alguno, aunque manifestó que los fieles de Osorno contrarios a Barrios eran libres de manifestarse, y que la Santa Sede respetaba su derecho

a hacerlo.

La AP también preguntó sobre la misiva al presidente de la Conferencia

Episcopal y a los miembros de su Comité Permanente, pero nadie había respondido. Por su parte, Juan Barros negó tener conocimiento de la existencia

de la carta -fue enviada únicamente al Comité Permanente, del que Barros no formaba parte-, y aseguró a la agencia que "jamás tuve conocimiento ni imaginé nunca de aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas".

"No he aprobado ni participado en esos hechos gravemente deshonestos y jamás he sido sancionado por un tribunal al respecto", añadió, sin desvelar si

presentó o no la renuncia de la que habla el Papa, o si el Nuncio le exhortó a hacerlo.

Marco Antonio Velásquez, Efectos de una carta inesperada

ABRE UN GRAVE FLANCO"

Barros tiene una cuota de poder impensada"

"El circulo de influencia de

13 de enero de 2018

(Marco A. Velásquez).- Dentro de tres días el Papa Francisco llegará a Chile.

Su llegada es precedida de un bullicio mediático inusitado. La imagen que sale por los medios pareciera describir un ambiente de descontento y de rechazo que no refleja debidamente la realidad. Claro, porque así como hay grupos diversos

que expresan, con razón, su opinión crítica; hay también grupos muy minoritarios que aprovechan la visita del Papa para manifestar su anarquismo intrínseco y

visibilizar sus causas contra el sistema. Aun así, en medio del ruido ambiental, existe una gran cantidad de chilenos

que esperan a Francisco para escuchar su mensaje con respeto y expectativas.

En este clima, desconcierta y enciende las alarmas la noticia de atentados a templos de la ciudad de Santiago. Son hechos desconectados de la realidad,

que buscan llamar la atención a unas causas que no encuentran eco en la sociedad. Son la expresión de grupos inorgánicos y radicalizados que existen

en todos los rincones del mundo. Lo último es el intento de toma de la Nunciatura Apostólica. Aquello es la

expresión de un grupo sin arraigo ciudadano, de bajo impacto y de porfiada

visibilidad. Representan a deudores habitacionales que no han cumplido sus compromisos. La irresponsabilidad social de estos grupos queda manifestada en el ejercicio de

la violencia en sus modos de actuación, con lo que distraen la atención, obligan a extremar la seguridad de una visita pastoral y desvirtúan la justa expresión de

otros movimientos. Dignas de atención son otras causas, como la de quienes se han unido para luchar contra los abusos de algunos miembros del clero, así como contra esa red

de protección, de complicidad y de impunidad que han tenido dentro de las estructuras jerárquicas. También es digna de especial atención la causa de los

pueblos originarios, que desde los inicios de la evangelización del continente,

hasta el presente, pasando por la mal llamada Pacificación de la Araucanía, han dejado profundas heridas históricas que deben ser atendidas.

También se expresan en esta visita quienes se unen en esas otras grandes

causas universales, como son las de la justicia social y la de construir esa Iglesia pueblo de Dios; temas en los que Francisco representa una esperanza de cambio, aunque para sentar las bases de una Iglesia pueblo de Dios las

rigideces institucionales son abismantes. Lo nuevo que tensiona la visita de Francisco es la carta que él mismo habría

enviado al Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile, donde explica las dificultades originadas con el nombramiento del obispo Barros en

Osorno. Dicha carta la escribe el Papa cuando han transcurrido sólo 15 días, desde que él mismo nombrara a Juan Barros para encargarle la diócesis de Osorno. En esto, sorprende el drástico cambio de opinión en tan poco tiempo.

En efecto, el 15 de enero se oficializa el nombramiento de Barros. Luego, el 23

de enero el Papa recibe un correo electrónico del Comité Permanente, donde esos obispos chilenos manifiestan, según el Papa, su "inquietud que en estos momentos, tienen respecto del nombramiento de Mons. Juan Barros Madrid".

Finalmente, el 31 de enero el Papa envía la carta aludida. Siendo así, es evidente que los consejeros de Francisco para el nombramiento

de Barros fallaron gravemente. Habrá que ver si fallaron por negligencia o por dolo. Queda claro también que el circulo de influencia de Barros tiene una cuota de poder impensada, capaz de levantarse con una fuerza que inhibe la

autoridad del Papa. La carta hace referencia a la visita de los obispos del Comité Permanente a

Roma, donde le habrían ofrecido al Papa "diversas propuestas", que a Francisco le "parecieron prudentes y constructivas". Queda así evidencia de cómo opera esa llamada "fábrica de obispos", donde el secretismo es máximo y donde

priman los criterios del poder más que los del Evangelio. El conocimiento público de la carta, después de tres años de emitida, justo

cuando la visita del Papa está por comenzar, levanta un sin número de suspicacias que, lejos de aplacar los conflictos de la visita, abre un grave flanco que viene a ser como el corolario de un descrédito que será muy difícil de

desterrar en la Iglesia chilena. Ahora incluso con el agravante de introducir serias desconfianzas internas al interior del episcopado.

A la gente honesta y sencilla no comprende toda esta seguidilla de hechos, que despiertan el más pudoroso escarnio público. Cuesta comprender que se

refieran a una institución que tiene la grave responsabilidad moral de mantener

viva la esperanza, con la mirada puesta en el Evangelio. Con esta carta, surge un nuevo precedente en esta sombría historia, donde lo más rescatable que va quedando es el testimonio inclaudicable de ese movimiento laical que despertó no sólo a la Iglesia de Osorno, sino también

a la Iglesia chilena. Un movimiento, que el tiempo ha validado como la mejor

expresión de la profunda renovación pastoral que la Iglesia universal necesita, y que se ha mantenido firme pese a todas las amenazas e insultos recibidos.

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PUEBLOS INDÍGENAS PERUANOS ALERTAN AL PAPA DE LA DESTRUCCIÓN DE SUS

TIERRAS

"¿Tenemos que morir para que nuestro país tenga plata?"

"No queremos más violencia ni criminalización por defender nuestros derechos"

Red Iglesias y Minería, 11 de enero de 2018 a

(Red Iglesias y Minería).- La Red MUQUI Perúy la Red Iglesias y Minería enviaron una carta al Papa Francisco en la que dan a conocer la situación de violencia y criminalizaciónque viven las comunidades afectadas por la minería

en el Perú, por defender sus derechos. La comunicación fue remitida a pocos días de que el obispo de Roma realice una visita pastoral a Perú, del 18 al 21 de

enero próximo. En la misiva indican que las comunidades esperan del Papa "un mensaje inspirador y esperanzador", "un mensaje de denuncia de la situación

ambiental, generada por un modelo económico consumista que se refleja en la depredación por parte de la actividad minera en los territorios de los pueblos

indígenas". "La imposición de un modelo de consumo mundial" -dice el texto de la carta- "genera también la imposición de una serie de actividades económicas en países como el Perú, que es visto geopolíticamente sólo como un productor de

materias primas a bajo costo y de trabajo barato, funcional a los países

industrializados (...) lo que hace que nuestra economía sólo decida su futuro en base a la minería e hidrocarburos, que en ambos casos presionan más del 50%

de las tierras de nuestras comunidades campesinas y nativas, que poco a poco están siendo condenadas a la desaparición por la pérdida de sus tierras". "¿Tenemos que morir para que nuestro país tenga plata?" , dice el dirigente

campesino Flavio Huarqque de Apurímac, donde se opera el proyecto minero

Las Bambas, de capitales chinos.

"Frente a su mensaje esperanzador e inspirador, Santo Padre, nuestros gobernantes en el Perú, los mismos que Su Santidad recibió en su despacho en Roma para invitarlo a Perú, toman medidas, dictan normas, y establecen

políticas públicas que desregulan en materia ambiental y social y facilitan el acceso de los intereses económicos de las empresas mineras, poniendo en

riesgo la salud ambiental y humana de las personas, su entorno y la

supervivencia de los pueblos indígenas, comunidades campesinas y nativas en el Perú. Hay una gran incoherencia que denunciamos ante Su Santidad, en

espera que pueda hacer un llamado, durante su visita, al gobierno del Perú al respecto", denuncian La Red MUQUI -Perú y la Red Latinoamericana Iglesias y

Minería.

"Los pueblos indígenas y comunidades no quieren que se les siga imponiendo un modo de vida. Quieren vivir respetando la naturaleza de la que son y se sienten parte, quieren vivir de sus actividades económicas ancestrales, que

también son las que mantienen nuestra canasta familiar a nivel nacional, como

la agricultura familiar y la ganadería", manifiestan los autores de la carta, dirigida al Santo Padre, con la expectativa que de un mensaje en defensa de los territorios de los pueblos indígenas del Perú.

La Red MUQUI Perú es un colectivo de 29 instituciones de 11 regiones del Perú. La Red Iglesias y Minerí, reúne a organizaciones de iglesias de Latinoamérica,

cuya misión es acompañar a los pueblos y comunidades en la defensa de sus derechos y de su ambiente.

Algunos aspectos claves de la Carta al Papa Francisco enviada por la Red

Muqui y la Red Iglesias y Minería: Un mensaje de respeto a las Comunidades Campesinas y sus territorios

El pueblo peruano, reconoce en la oración de San Francisco de Asís, a la Madre Tierra que, en nuestras lenguas originarias, se traduce como "Pacha Mama". Cosmovisión ancestral de nuestros pueblos originarios, comunidades

campesinas y nativas en el Perú, la que hemos ido olvidando por la presión del modelo económico de consumo que hoy nos invade y sojuzga.

"¿Tenemos que morir para que nuestro país tenga plata?", interpelaba indignado al Ministro de Salud, el dirigente campesino Flavio Huarqque de Apurímac, donde se opera el proyecto minero Las Bambas, de capitales chinos. Usted,

Santo Padre, ha reiterado en sus mensajes a los movimientos sociales, "la primera tarea es poner la economía al servicio de los Pueblos: los seres

humanos y la naturaleza no deben estar al servicio del dinero". Pero, lamentablemente esa economía, en la práctica genera mayores brechas sociales que a su vez generan situaciones de conflictividad social. Por ello, nuestros

pueblos demandan respuestas concretas a problemas concretos. La imposición de un modelo de consumo mundial, genera también la imposición

de una serie de actividades económicas en países como el Perú, que es visto geopolíticamente sólo como un productor de materia primas a bajo costo y de trabajo barato, funcional a los países industrializados, con el fin de saciar los

apetitos de los patrones de consumo, lo que hace que nuestra economía sólo decida su futuro en base a la minería e hidrocarburos, que en ambos casos

presionan más del 50% de las tierras de nuestras comunidades campesinas y nativas, que poco a poco están siendo condenadas a la desaparición por la pérdida de sus tierras. Eso, usted ha dicho a los movimientos sociales, es

colonialismo, que "engendra violencia, miseria, migraciones forzadas y todos los males que vienen de la mano". "Eso hermanos es inequidad y la inequidad

genera violencia que no habrá recursos policiales, militares o de inteligencia capaces de detener". No queremos más violencia ni criminalización por defender nuestros derechos.

Los pueblos y comunidades, no quieren que se les siga imponiendo un modo de vida. Quieren vivir respetando la naturaleza de la que son y se sienten parte,

quieren vivir de sus actividades económicas ancestrales, que también son las

que mantienen nuestra canasta familiar a nivel nacional, como la agricultura

familiar y la ganadería, pero cuyas tierras no están protegidas de ser favorecidas para otros intereses, poniendo en riesgo nuestra seguridad y soberanía

alimentaria como país. Los pueblos, Santo Padre, cuestionan la realización de ciertas actividades económicas como la minera, que les son impuestas en sus territorios, sin la

debida consulta previa. En el Perú se está desconociendo a las comunidades campesinas como pueblos

indígenas (siendo que el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo - OIT, suscrito por el Perú, la Ley de Consulta Previa del Perú, y los informes del Estado Peruano al Comité de expertos de OIT las reconocen como

tales). La población que vive en zonas de operaciones mineras, cuestiona que los mecanismos de participación ciudadana sean sólo informativos y no permiten

se ponga en discusión la decisión sobre la realización o no de una actividad, discutiendo el por qué, para qué, en que nos beneficia o no, como afecta nuestro entorno, nuestra cultura, nuestra existencia, es decir, privilegiar el vivir una

ecología integral, que es el llamado de su Encíclica Laudato Sí.

Incoherencia de los gobernantes en el Perú con el Mensaje de Papa Francisco

Frente a su mensaje esperanzador e inspirador, nuestros gobernantes en el Perú, los mismos que Su Santidad recibió en su despacho en Roma para invitarlo a Perú, toman medidas, dicta normas, y establecen políticas públicas, que

desregulan en materia ambiental y social y facilitan el acceso de los intereses económicos de las empresas mineras, poniendo en riesgo la salud ambiental y

humana de las personas, su entorno y la supervivencia de los pueblos indígenas, comunidades campesinas y nativas en el Perú. Hay una gran incoherencia que denunciamos ante Su Santidad, en espera que pueda hacer un llamado, durante

su visita, al gobierno del Perú al respecto.

Sólo, entre octubre 2016 y marzo 2017, el presente gobierno del señor

Kuczynski, emitió 112 decretos legislativos, 65 de ellos aprobados bajo la consigna de reactivar la economía. Lejos de lograr su objetivo, estos cambios en

el marco normativo han propiciado un clima de conflictividad social en el país porque la mayor parte de estos decretos vulnera derechos fundamentales de comunidades y población en general, como sucede con los derechos colectivos

de las comunidades nativas y campesinas. Sobre la minería informal que, por ejemplo, está en Puerto Maldonado, lugar que

Su Santidad visitará, constatamos que son empresas mineras "formales", las que mantienen el círculo vicioso de la minería informal, permitiéndoles alojarse en las concesiones de las que son titulares, les brindan herramientas, maquinaria e

insumos químicos para su labor, y les compran la tierra mineralizada. Un círculo vicioso auspiciado por los marcos normativos vigentes.

Como su Santidad manifiesta "El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden

cambiar" (Laudato Si, 13).

Su Santidad, esperamos escuchar su mensaje de esperanza en el Perú Esperamos en nuestro corazón que la presencia y mensaje de Su Santidad Papa Francisco en el Perú contribuya a mostrar que la responsabilidad de lo que

ocurre en el Perú con la contaminación minera es una responsabilidad compartida de las empresas mineras y del Gobierno peruano. Por un lado, las

empresas que imponen sus operaciones sin tener en cuenta la voluntad de la población, sin considerar el impacto a largo plazo de sus actividades en el ambiente y violando derechos fundamentales de las personas y comunidades,

por otra parte, el Gobierno que es sumiso a las presiones de las empresas mineras y sus intereses económicos, desregulando sus operaciones, eliminando

garantías a las tierras de los pueblos priorizando la economía y los ingresos por encima del bien común, la salud y la vida.

Martínez: "Un espaldarazo a los pueblos indígenas"

"EL PAPA VIENE A DARLES VOZ"

El obispo asegura que todos opinan sobre qué quieren hacer los indígenas, pero

pocos les escuchan

Redacción, 13 de enero de 2018 El obispo de Puerto Maldonado, en Perú, que visitará Francisco, el español

David Martínez de Aguirre, explica en una entrevista a EFE que el pontífice viene

a "dar una palmada en la espalda" y a que se escuche a los pueblos indígenas. El dominico Martínez de Aguirre Guinea, nacido en Vitoria-Gasteiz (España)

hace 47 años, es obispo de Pueblo Maldonado, la localidad de la selva amazónica peruana que Francisco ha elegido para escuchar las

reivindicaciones de los indígenas.

"Por lo que hemos visto en sus anteriores alocuciones, el mensaje que nos traerá el papa es de cercanía y es un espaldarazo a los pueblos indígenas", explica

a EFE el obispo en una entrevista telefónica durante una pausa en los incesantes preparativos en estos últimos días antes de recibir al pontífice. Para este español, que hace 17 años decidió irse de misionero a la selva

amazónica, la visita del papa será como "un palmada en la espalda, el querer decirles estoy con ustedes, quiero acompañarles y vamos a caminar juntos".

"Es un modo de darles visibilidad, a darles voz, a que se les escuche, me parece muy importante que todos les escuchen", opina mientras prepara la ceremonia central de la jornada del 19 de enero repleta de cantos y bailes indígenas.

Los principales problemas de los pueblos originarios que escuchará Francisco

son "las amenazas a su territorio y la falta de diálogo con ellos". El obispo asegura que todos opinan sobre qué quieren hacer los indígenas,

pero pocos les escuchan. "Unos los encasillan como culturas que tienen que quedarse congeladas en el

tiempo y no les gustan los procesos evolutivos y así se les excluye de los bienes básicos como la educación o la salud, o se les obliga a unirse al tren de vida del

resto de personas y al desarrollismo", subraya.

Martínez de Aguirre, que ha aprendido la lengua de los matsiguenkas, la etnia

mayoritaria de la región Madre de Dios y, aseguran sus colaboradores, es muy querido por todos los pueblos originarios de la zona, destaca que "hay muchos

indígenas preparados que tienen mucho que decir y aportar". Este vasco enamorado de la Amazonia explica que a Francisco le pedirá "que

siga teniendo esa mirada tan perspicaz y tan audaz de ser capaz de descubrir

en los pequeños rincones de nuestro planeta". "Se ve que este papa es un hombre de la base y que ha caminado por las

barriadas y sigue caminando por el mundo y sigue metiéndose por los

recovecos de la humanidad", dice el obispo, y añade que por ello tiene "una empatía y una química peculiar" con los pueblos indígenas. Por ello opina que Francisco ha querido organizar un Sínodo para la región de

la Panamazonia para dar "solidaridad" y "estar atentos y no claudicar ante el

compromiso que tenemos en la Amazonia y con estos pueblos indígenas sobre todo los más excluidos". En Puerto Maldonado, el pontífice tendrá un encuentro con los pueblos

indígenas amazónicos que según el II Censo de Comunidades Indígenas de la

Amazonía Peruana, realizado en el año 2007, son 332.975, de ellos, se estima,

viven en el territorio de Puerto Maldonado unos 29.000 habitantes. Y por ello, afirma el obispo, "todos los pueblos del amazonas estarán presentes

y también de algunas comunidades andinas. A todos los que han pedido venir a

ver al papa se les ha invitado". RD/Agencias

ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ: La hora de Francisco y su gira (quizás) más difícil

PUBBLICATO IL 15/01/2018

El Papa es consciente sobre la complejidad de su visita apostólica por Chile y

Perú, que inicia este lunes. Pero los antecedentes lo muestran como un líder capaz de agigantarse en las dificultades

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VATICAN INSIDER, PUBBLICATO IL 15/01/2018

CIUDAD DEL VATICANO “Es un viaje difícil, lo se”. Francisco es consciente de la complejidad de su periplo

sudamericano, que comienza hoy. Se lo confesó en estos días a personas con las cuales dialogó en la intimidad de su residencia vaticana, la Casa Santa Marta. Pero él se muestra sereno. Sin importar las noticias alarmantes de las últimas

horas en Chile. El paso por ese país hace de esta gira, quizás, la más complicada de su pontificado. Producto de una Iglesia dividida, desprestigiada a nivel

público, sometida a un flamígero escrutinio público. Pero los antecedentes muestran a Francisco como un líder capaz de agigantarse en las dificultades.

Discutible gestión de la crisis por los abusos sexuales de parte de clérigos, los elevados costos de la visita papal, el conflicto mapuche con reivindicaciones

pendientes, la llegada a un país vecino sin haber visitado aún su natal Argentina y la discusión por la salida al mar de Bolivia, son el marco incandescente que recibirá a Jorge Mario Bergoglio la tarde-noche de este lunes cuando aterrice en

el aeropuerto de Santiago de Chile.

La noticia sobre los atentados incendiarios contra seis iglesias en diversas localidades chilenas puso en alerta a las fuerzas de seguridad y captó la atención de la prensa. Pero no afectó la agenda del Vaticano. La seguridad de las cosas

y las personas durante una gira apostólica corre por cuenta del país anfitrión, y el gobierno chileno garantizó la incolumidad del Papa y su comitiva,

considerando que –si bien resultan graves- los ataques a los templos resultan aislados.

¿A qué se debe la virulencia de las protestas? Entre otras cosas a la sensibilidad de los chilenos producto de emblemáticos casos de abusos sexuales contra

menores de parte de sacerdotes y religiosos. “Hemos tenido problemas serios de abusos que no sólo se han publicado, el periodismo te busca y te revuelca, eso ha generado una desconfianza en la Iglesia. No sólo los políticos y las

instituciones perdieron credibilidad en los últimos años. Por esto la misma Iglesia es hoy, dentro de América Latina, la menos prestigiada”, aseguró Fernando

Montes, sacerdote y amigo de vieja data del Papa, con quien coincidió como provincial de la Compañía de Jesús en Chile.

Todos tienen aún en la memoria el caso de Fernando Karadima. Un poderoso sacerdote, párroco de una tradicional iglesia de un barrio acomodado en

Santiago, formador de vocaciones y “hacedor” de obispos. Su obra, que incluía una asociación pía, se derrumbó cuando se conoció su propensión a abusar de jóvenes bajo su cuidado.

“Esto fue para la Iglesia una bomba, porque seguramente no respondió con la

rapidez y la fuerza que se requería, por eso el caso es emblemático. Tenemos el problema de un obispo salido de ese grupo que fue nombrado en Osorno y la

diócesis se resistió. Este tema lo tenemos muy metido dentro, en el país hay mucha sensibilidad y se sigue pidiendo su renuncia”, añadió Montes, anticipando las perspectivas del viaje.

Se refirió así al caso de Juan Barros Madrid, acusado de ser cómplice de

Karadima. La polémica en torno a su persona se recrudeció en estos días tras la publicación en la prensa de una carta reservada en la cual el Papa reconocía que su designación en Osorno (del 10 de enero de 2015) podía causar

problemas. Finalmente, Francisco decidió mantener el nombramiento y un grupo de laicos de esa pequeña diócesis del sur del país creó un movimiento de

resistencia. Sus protestas se mantienen e incluso organizaron manifestaciones en diversos puntos durante la visita.

Pero el Vaticano no se mostró preocupado. “Es interesante cuando se dan estas polémicas antes de los viajes, como cuando Benedicto XVI visitó Inglaterra y

estuvo precedido por muchas discusiones. Después hubo protestas muy pequeñas, pero se notó que la gente en los actos fue porque amaba al Papa o, al menos, fueron con respeto a escuchar. Después cada quien es libre de hacer

lo que quiera, máximo respeto a eso pero no estamos preocupados”, aclaró Greg Burke, director de la sala de prensa de la Santa Sede.

Consideró improbable que el Papa se reúna con los disidentes de Osorno. Y sobre la posibilidad de que reciba a víctimas de abusos sexuales precisó: “No

está en el programa, pero eso no quiere decir que sea imposible. Es claramente un tema importante cuando estemos allá, dicho eso los encuentros mejores son

los encuentros privados, muy privados”. El otro aspecto de dificultad corresponde al conflicto de los pueblos originarios.

Francisco decidió viajar a Temuco, en el corazón de la Araucanía. Es territorio mapuche, un pueblo que reivindica autonomía, tierras y libertad productiva. En

ese lugar, el pontífice almorzará con 11 representantes indígenas, ocho de ellos mapuches.

Montes recordó que se trata de un pueblo nómade que ni el imperio Inca pudo conquistar y que incluso España llegó a reconocer como soberano,

estableciendo un territorio autónomo en una franja ubicada entre el río Bio Bio y el Tolten. Pero después de la independencia, precisó, Chile quiso conquistar esas tierras para crear un Estado con un sentido liberal y de matriz europea.

Para lograrlo “arrasó con la cultura, con el lenguaje y aplastó a los mapuches”.

“Generó unidad aplastando y lo estamos pagando ahora. El problema que tenemos es ver cómo los incorporamos. El pueblo mapuche siempre ha sido disperso, hoy existen algunos núcleos violentos pero la enorme mayoría no lo

es. Es peligroso decir que cuando se quema una iglesia es el pueblo mapuche el que la quemó porque no es así, son algunos grupos. Hay que ver cómo

aprendemos a dialogar, cómo sentarnos y ese es uno de los desafíos de la visita del Papa”, apuntó.

Por otra parte, los costos económicos de la visita alimentaron la polémica y generaron un incendiario debate mediático. Esa discusión llegó hasta oídos del

mismo Papa, quien incluso llegó a pedir expresamente a sus colaboradores más cercanos trabajar en la moderación de los gastos. Pero la explicación oficial del gobierno chileno es que el 82 por ciento de los recursos invertidos por el Estado

son imposibles de modificar, porque se trata de insumos necesarios para asegurar la realización de la visita.

Según explicó Benito Baranda, coordinador de la visita por parte del Estado, jamás Chile había tenido un evento tan masivo. Sólo comparable con las visitas

de la Reina Isabel II, de Fidel Castro y de Juan Pablo II. “Para ser transparentes contabilizamos todos los costos, incluso la movilización de las fuerzas de

seguridad, algo que por ejemplo Colombia no incluyó en las cifras públicas”, indicó.

Entre las inversiones incluidas en el presupuesto destaca el reforzamiento a numerosos pasos fronterizos con Argentina, desde donde se generó un

verdadero éxodo de fieles que coincidió con un tiempo ya de por sí propio de turismo trasnacional. “Todo eso hace que el Estado en Chile tenga que invertir muchos recursos. Todo eso ha sido valorizado y se transparenta. Desde el punto

de vista económico no es un problema, es más bien una oportunidad, aunque hay cierta dificultad mediática para explicarlo”, consideró.

Baranda también se refirió a los desafíos y dificultades que afronta la Iglesia chilena. “La confianza de la Iglesia en nuestro país históricamente llegó al 70 por

ciento, incluso tuvo picos del 80 por ciento, pero fue descendiendo en los últimos años bruscamente hasta el 40 por ciento, incluso por debajo de la confianza que

tiene en Uruguay, el país más laico de la región. La confianza es menor del número de quienes se declaran católicos”, reconció.

Y anticipo: “Reconstruir la confianza resulta muy difícil, pero este trabajo recibirá un espaldarazo con la visita del Papa, por cómo habla y los mensajes que

entrega. Va a ayudar mucho a Chile, por su franqueza y por cómo te invita a mirarte a ti mismo, sin apuntar a otros con el dedo y te preguntes qué estás haciendo tú por cambiar las cosas. Eso baja la actitud de estar siempre

criticando, mirando a los demás, sino decir: esto pasó, lo debemos sancionar, pero tenemos que construir un país más justo”.

ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ: Tras la crisis por los abusos, el Vaticano interviene al

Sodalicio

La Santa Sede anunció el nombramiento de un comisario que dirigirá los destinos

de esa sociedad de vida apostólica de origen peruano. El Papa “ha seguido con preocupación” las informaciones de “notable gravedad”, denuncias de manipulaciones, abusos sexuales y psicológicos

El logo del Sodalicio de Vida Cristiana

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PUBBLICATO IL 10/01/2018 CIUDAD DEL VATICANO Intervención y descabezamiento. El Vaticano anunció que tomará el control del

Sodalicio de Vida Cristiana. La sociedad de vida apostólica emblema de la expansión evangélica durante décadas en Sudamérica y que se encuentra

sumida en una crisis sin precedentes luego de comprobarse abusos de todo tipo, incluso sexuales, perpetrados por su fundador, Luis Fernando Figari y otros de sus miembros de alto rango. Este día, la Santa Sede designó un comisario y

aclaró que el Papa “ha seguido con preocupación” el caso, ventilado con informaciones “de notable gravedad”.

Con la autorización de Francisco, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica promulgo este miércoles 10 de

enero un decreto con el cual determinó la intervención y nombró como comisario de esa realidad eclesiástica a Noel Antonio Londoño Buitrago, obispo

colombiano de Jericó (Antioquía). Al mismo tiempo comunicó que el cardenal estadounidense Joseph William

Tobin, quien había sido designado en mayo de 2016 como “delegado papal”, seguirá cumpliendo su función “particularmente para las cuestiones de índole

económica”. Ambos clérigos mantendrán sus puestos según la fórmula “ad nutum”, es decir hasta que no se determine otra cosa.

“El Papa se ha mostrado especialmente atento a la notable gravedad de las informaciones acerca del régimen interno, la formación y la gestión económica-

financiera, motivo por el cual ha pedido con insistencia al dicasterio una particular

atención”, indicó un comunicado de la sala de prensa vaticana.

“A esto se han sumado últimamente las graves medidas adoptadas por la autoridad judicial peruana con respecto al señor Luis Fernando Figari. Después de un profundo análisis de toda la documentación, el dicasterio ha promulgado

el decreto de comisariamento”, agregó.

La medida sorprendió a todos, aunque era muy deseada tanto dentro como fuera del Sodalicio. Es la primera vez que la Santa Sede emite un comunicado oficial sobre la situación de ese organismo. Toda la anterior información conocida hasta

ahora sobre la crisis en esa sociedad fue publicada por los mismos superiores sodálites, o conocida por filtraciones en la prensa.

En mayo de 2016 y luego de un notable escándalo mediático, la congregación vaticana había emitido un decreto en el cual anunciaba la designación del

delegado apostólico en la persona de Tobin. Según informaba, su misión era guiar al gobierno general en la valoración de las decisiones a adoptar acerca de

las acusaciones formuladas al fundador y sobre la procedencia y administración de los bienes de dicha sociedad de vida apostólica.

Ya entonces muchos se preguntaban, tanto en la Curia Romana como en otras latitudes, porqué la Santa Sede no iba a fondo y nombraba un comisario. Esa

figura es distinta a la del delegado, responsable más bien de acompañar. Un comisario suele contar con todo el poder. La respuesta a esa interrogante la había dado el mismo cardenal Tobin, en una entrevista difundida en agosto de

2016 en el sitio web del Sodalicio.

Ante el cuestionamiento de por qué no se había designado un comisario, el purpurado respondió: “Porque el Vaticano todavía tiene esperanza en el gobierno actual del instituto. Suele ser el caso cuando hay una cierta

ingobernabilidad en un instituto que el Vaticano ve la necesidad de nombrar a un Comisario. Esta necesidad ahora mismo no la ve”.

Pero esa esperanza se acabó. La designación del nuevo comisario implica un descabezamiento del Sodalicio y la pérdida práctica de poder del superior

general Alessandro Moroni Llabrés. A él le tocó afrontar desde el vértice la peor crisis de este movimiento de origen peruano, fundado en 1971 y que hoy tiene

presencia de diversos países. Todo el escándalo había desgastado notablemente su autoridad.

El decreto de Carballo de 2016 fue producto de una investigación realizada por un obispo visitador, el prelado de Chota Fortunato Pablo Urcey. Ya desde el año

2011, el Vaticano había recibido múltiples denuncias de numerosos abusos cometidos durante años por Figari y otros superiores. La mayor parte de esos actos salieron a la luz gracias a un informe confeccionado por una comisión

independiente formada por cinco notables (también llamada “de ética para la justicia y la reconciliación”).

Paradójicamente constituida por el mismo Sodalicio, la comisión condujo

pesquisas durante semanas y tras entrevistar a 245 personas, emitió un informe pormenorizado y demoledor, con testimonios de ataques sexuales, físicos y

psicológicos. Entre otras cosas, describió a Figari como “narcisista, paranoico, degradante, vulgar y vengativo”.

Una realidad que contrasta sorprendentemente con la historia de éxito de un movimiento que su iniciador convirtió en un grupo de élite. Fundó escuelas e

instituciones. Junto a su mano derecha, Germán Doig, llevó su creatura más allá de las fronteras peruanas. Reconocido por obispos y cardenales, el ápice de su notoriedad llegó el 3 de junio de 2006 cuando, en vísperas de la Solemnidad de

Pentecostés, fue uno de los líderes de un selecto grupo de movimientos eclesiales en tomar la palabra ante Benedicto XVI.

Mientras todo eso ocurría, muchos miembros de su comunidad vivían un infierno. Eran sometidos a tocamientos sexuales, horarios esclavizadores, exigencias

extravagantes, violencia verbal y psicológica. La lista de las ofensas, cometidas por Figari entre 1975 y 2009 incluye abusos contra menores y mayores,

manipulaciones con intenciones sexuales, insultos y vejaciones. En todos los casos las víctimas fueron jóvenes en formación, menores y mayores de edad.

En diciembre de 2017, el Ministerio Público del Perú solicitó la prisión preventiva contra Figario y otros ex miembros del Sodalicio por los presuntos delitos de

asociación para delinquir, secuestro y lesiones psicológicas graves.

OTROS

Un obispo alemán abre la posibilidad de que la Iglesia bendiga a las parejas del

mismo sexo

“EL SILENCIO Y LOS TABÚES NO CONDUCEN A NADA Y CREAN

CONFUSIÓN”, AFIRMA MONSEÑOR BODE

“Se podría pensar en una bendición que no debe confundirse con un enlace

matrimonial”

Jesús Bastante, 10 de enero de 2018 (J. Bastante/Agencias).- ¿Aceptará la Iglesia católica que sus curas bendigan a las parejas homosexuales en sus templos? "¿Quién soy yo para juzgar?",

apuntaba en una entrevista el Papa Francisco. De la misma opinión es el obispo de Osnabrück (Alemania), Franz-Josef Bode, quien pide "debatir

detenidamente" al respecto.

"En la Iglesia deberíamos debatir detenidamente al respecto. El silencio y los

tabúes no conducen a nada y crean confusión", señaló monseñor Bode en

declaraciones al diario Neue Ornabrücker Zeitung.

"Se podría, por ejemplo, pensar en una bendición que no debe confundirse con un enlace matrimonial", agregó el prelado, quien apuntó que la existencia de parejas del mismo sexo es una realidad política en Alemania, y que la Iglesia

debe tener una palabra al respecto.

"Debemos preguntarnos cómo podemos encontrarnos con aquellos que tienen

esas relaciones y que también se implican en parte en la Iglesia. ¿Cómo los acompañamos pastoral y litúrgicamente?", se pregunta el obispo. La opinión de Bode es también compartida por 'Somos Iglesia', que insiste en

que "si la Iglesia bendice automóviles y quién sabe cuántas cosas más, no debe negar la bendición a las personas del mismo sexo". Desde octubre pasado, las parejas homosexuales alemanas gozan de los mismos derechos que las heterosexuales, incluyendo el matrimonio. Con

anterioridad, desde 2001, Alemania permitía las uniones civiles de personas del

mismo sexo, pero los homosexuales casados no gozaban de plena igualdad jurídica y se les negaban determinados derechos, por ejemplo en áreas como la

adopción.