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Pastor Juan Rubio. Templo Getsemaní Las Asambleas de Dios, Chile. 13/02/11
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Un Nuevo
Ser Espiritual
“En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy
en mi Padre, y
vosotros en mí y yo en
vosotros”(San Juan 14:20)
Cuando entramos en esta relación con él, cambiamos
nuestra debilidad por su poder, nuestro pecado por su santidad
y victoria.
Cuando recibimos a Cristo,
poseemos de inmediato todo el
potencial para vivir la vida
sobrenatural, una vida de poder y victoria sobre el
pecado.
Entramos al reino o
Gobierno de Dios,
el cual, es establecido en nuestros corazones.
La obra del Espíritu Santo en la vida del creyente en el momento
que recibe a Jesucristo como su Señor y Salvador:
1. El Espíritu Santo nos regenera
La palabra regeneración se refiere al nacimiento espiritual del
creyente
“Nos salvó, no por obras
de justicia que nosotros hubiéramos
hecho, sino por
(Tito 3:5)
su misericordia, por el lavamiento
de la regeneración y por la renovación
en el Espíritu Santo”
“Le respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver elreino de Dios”(Juan 3:3)
2. El Espíritu Santo habita en nosotros
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual
habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros cuerpos?, pues habéis sido
comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu,
los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:19-20)
En el Antiguo Pacto el Espíritu Santo vino temporalmente a
ciertos hombres y mujeres de Dios con el propósito de que realizaran un servicio especial durante un tiempo determinado
por Dios
“Entonces el espíritu de
Jehová vino sobre
Sansón, quien despedazó al león
como quien despedaza un cabrito, sin tener
nada en sus manos. Él no contó ni a su padre ni a su madre lo que
había hecho”(Jueces 14:6)
En el Nuevo Testamento el Espíritu Santo habitaba en la
persona de Cristo.Y en Pentecostés el Espíritu
Santo es descrito habitando en el cuerpo del creyente.
3. El Espíritu Santo nos sella en Cristo
En el momento que recibimos a Cristo el Espíritu Santo coloca un sello en nosotros. Somos propiedad de él.También indica protección de Dios.
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa”(Efesios 1:13)
“Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados
para el día de la redención”(Efesios 4:30)
4. El Espíritu Santo garantiza nuestra herencia
“Pero el que nos hizo
para esto mismo es Dios,
quien nos ha dado
el Espíritu como garantía”
(2 Corintios 5:5)
5. El Espíritu Santo nos bautiza
“Porque por un solo Espíritu
fuimos todos bautizados en
un cuerpo, tanto judíos como
griegos, tanto esclavos como
libres; y a todos se nos dio de beber de un mismo Espíritu”
(1 Corintios 12:13)
6. El Espíritu Santo nos llena
“Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien
sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y
cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre
gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestros Señor Jesucristo”
(Efesios 5:17-20)
Conclusión:
El Espíritu Santo regenera, sella, garantiza, bautiza y llena al creyente.Esta obra da como resultado que el
creyente se convierta en un miembro del cuerpo de Cristo y un hijo de Dios
eternamente.