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UN SERVIVIO HECHO CULTO “Estuve enfermo y me visitaron” Cfr. Mt. 25, 34 – 40.

Un servicio hecho culto

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UN SERVIVIO HECHO CULTO

“Estuve enfermo y me

visitaron” Cfr. Mt. 25, 34 – 40.

1º ESTUVE ENFERMO

Criterios de sentencia en el Juicio:Se resumen de la manera siguiente: “en verdad

les digo que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos, más pequeños, a mí me lo

hicieron" (Mt 25, 40).

Por nuestra pastoral nos centramos en la relación que se

da entre Jesús y los enfermos.

RELACIONJESUS

ENFER

MO

Ora, cura y salva

VA MAS ALLA

ENFERMO

JESUS

Cristo mismo continúa su pasión

en cada hombre que sufre

El Papa Juan Pablo II: dice que cómo podría olvidar aquella "identificación moral" que Jesús establece entre El y los que sufren.

El Evangelio lo explica

e interpreta: el dolor es

participación directa en el

sacrificio redentor de

Cristo y como tal tiene una

función preciosa en la vida de la

Iglesia.

Es un tesoro misterioso y real a

un tiempo para todos los fieles en

virtud de la circulación de

gracia, que Cristo-Cabeza difunde en su Cuerpo místico y

los miembros de este Cuerpo.

En la Iglesia el enfermo y el que sufre:

“Está llamado a participar de aquel sufrimiento,

mediante el cual se ha cumplido la redención… En cuanto el hombre se

hace partícipe del sufrimiento de Cristo en cualquier lugar del mundo y

tiempo de la historia, por lo que quien sufre “encuentra una nueva

medida de su propia vida y vocación.”

Los enfermos son, en su cuerpo herido y doliente,

la expresión de Cristo crucificado, y una

prolongación de su pasión

Cristo los elige, los une y los asemeja a Sí con el medio insustituible, inefable del

sufrimiento, a través del cual imprime en ellos su imagen

doliente y continúa realizando la obra de la redención.

La enfermedad, para quien sabe aceptarla con fe

y llevarla con amor,tiene consigo

un bien precioso: ella nos une

místicamente al “Hombre de dolores.”

Esta unión a Cristo Redentor

nos hace personas de su predilección, y nos ofrece la respuesta a nuestros inquietantes problemas

conectados con el misterio del dolor físico y moral.

En el evangelio nosotros no vemos a Jesús como enfermo sobre la cama del dolor, sino que lo encontramos en el punto más alto del sufrimiento: testimoniando el amor.

Por lo que descubrir a Cristo en el enfermo nos llama a estar

atentos a su Palabra, a alimentarnos del pan de vida, a tener una actitud contemplativa

y orante.

Sin esta referencia al Señor y a su Palabra, nuestro trabajo con los

enfermos perdería su horizonte y su eficacia.

Estamos llamados a conjugar mística y

compromiso, contemplación y

acción.

2º Y ME VISITASTESiguiendo el ejemplo

de Jesús, es preciso

acercarnos al hombre que sufre como

"buenos samaritanos".

Es necesario saber ver con ojos solidarios los sufrimientos de los

propios hermanos, no "pasar de lado", sino hacerse "prójimo"

La pregunta ¿Quién es mi prójimo? se convierte en algo que no se puede predecir, sino que se

tiene que descubrir y al que se tiene que ayudar.

Arraigados en la caridad evangélica, que llega a descubrir en cada uno de los hermanos enfermos o necesitados la imagen de Cristo paciente.

Los agentes de pastoral de la salud estamos llamados

a ser presencia pascual al lado de los

que sufren.

Para que vivamos un servicio hecho culto, necesitamos ser personas contemplativas, de

silencio y oración

Esta convicción profunda es la que puede dar a nuestro servicio a favor de los enfermos una

dimensión de culto: es el sacramento de la presencia, es cuando el servicio se hace

contemplación.

Una relación profunda en el Señor que nos lleva

a “ver a Cristo en el enfermo

y ser Cristo para el enfermo”

LOS SANTOS LO ENTENDIERON Y VIVIERON

HICIERON DE SU SERVICIO UN CULTO, PUES DESCUBRIERON

QUE CRISTO ESTUVO ENFERMO Y LO VISITARON

SAN CAMILO DE LELIS

SAN JUAN DE DIOS

SAN VICENTE DE PAUL

SAN JOSE MOSCATIDoctor de los pobres

BEATA TERESA DE CALCUTA

PADRE DAMIANEl Padre de los leprosos

Y el próximo debes de ser TÚ

!MUCHAS GRACIAS!