Estos deportes urbanos tratan de aprovechar y vencer los

obstáculos presentados por los elementos ambientales (en

este caso en lugar de entornos naturales son entornos urbanos

artificiales).

Los medios de comunicación y la sociedad de consumo recurren a

estos deportes para presentarlos como reclamo, utilizándolos como

símbolos que identifican a la juventud actual, poniéndolos de moda

y haciendo que día a día crezca el número de practicantes de estas

modalidades deportivas

Este es una variación del fútbol

normal, aunque la principal práctica

de este se hace en las calles, la

mayor particularidad es que las

canchas son de tamaños mucho mas

pequeños que las habituales,

además no hay juez para el

desarrollo de este, y por lo general

tampoco un tiempo determinado.

El Fútbol puede generar numerosas sensaciones y

reacciones. Sin embargo, la versión más inteligente del

deporte más popular del mundo es la que llega de la mano

del fútbol callejero, modalidad que año tras año se consolida

como una herramienta creativa y eficaz de inserción y

transformación social.

Luego de 13 años de historia -el fútbol callejero surgió en

Argentina en 1994, en el barrio Chaco Chico de Paso del Rey,

partido de Moreno- del 12 al 18 de febrero en Bariloche se

producirá otro hito con la realización del Primer Encuentro

Nacional de Fútbol Callejero. Participarán del mismo, 200

jóvenes de todo el país que jugarán y conocerán otras

realidades, convirtiéndose al mismo tiempo en protagonistas

de una cultura diferente que propone el disfrute del juego

antes que la lucha por el resultado.

Entre las particularidades de la modalidad del fútbol callejero

se destaca que son los mismos jugadores quienes acuerdan

las reglas antes del partido y quienes las deben hacer

respetar durante el juego ya que no hay árbitro. También

deben incluir cómo mínimo a una mujer en el equipo y al final

del partido se pueden sumar puntos por solidaridad,

cumplimiento de las reglas, y “juego bonito”, decisión que

deben tomar los propios jugadores de ambos equipos de

manera consensuada, y con el acompañamiento de un

mediador social.