Llamando al centro de la Tierra

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Llamando al centro de la Tierra

• Dos espeleólogos instalan cable telefónico en una cueva de 1.589 metros.

• Han instalado la línea telefónica por la cavidad de la Torca del Cerro

• Este verano lograron otro récord, unir la octava sima de más de 1.000 m.

• Trabajan en el 'Kilómetro de Oro', único en el mundo con 11 cuevas tan hondas

Concluye con éxito la 'expedición' a lo alto del campanario de Forcall(Castellón) en la que han participado dos de los espeleólogos más experimentados de España.

No en vano, los 'expedicionistas' ostentan el récord de España de profundidad al alcanzar, en 1998, (conjuntamente con colegas franceses) el fondo de la Torca del Cerro del Cuevón (con 1.589 metros), una cavidad situada en el macizo central de los Picos de Europa (Asturias-León) considerada la cueva más honda de España y posicionada en el sexto puesto del ranking de las simas más profundas del mundo.

Álvaro Serrano Germes y José Antonio Estévez Izquierdo, pertenecientes al Interclub Espeleo Valenciano, son docentes de la Escuela Valenciana de Espeleología y pertenecen al grupo de voluntariado en espeleología de la Comunidad Valenciana.

Llevan una vida tranquila en el municipio castellonense de Forcall, donde trabajan como técnicos de los parques eólicos que se han creado en los últimos años en esta montañosa zona de Castellón.

En contraste con esta vida, su afición a la espeleología los lleva cada verano a practicar este deporte de riesgo y aventura en los Picos de Europa, donde "poseen a modo de alquiler" un pedacito del macizo, que cada año les autoriza la federación asturiana, y donde desarrollan sus campañas de exploraciones subterráneas en pleno centro de la Tierra.

Este verano no han vuelto de vacío a casa. Han conseguido un nuevo hito en el Sistema del Trave.

Según explica Álvaro Serrano, "cuando logramos alcanzar el fondo de la Torca del Cerro en 1998 llevábamos diez años de duras exploraciones porque hasta entonces era conocida como la sima más dura y retorcida del planeta", indica Serrano.

"En esta ocasión, lo que hemos conseguido en agosto tampoco se había logrado hasta ahora y nos ha costado ocho años de trabajo", comenta.

Su hazaña de este verano ha supuesto conectar desde el interior esta cavidad de la Torca del Cerro con el Sistema del Trave, que es como se conoce al pico más cercano.

Para comprender mejor la idea. Sólo existen en el mundo 88 cavidades con más de 1.000 metros de profundidad, lo que equivale a un pico 7.000 metros en altura.

De estas 88 simas en el mundo, 11 están en la cordillera de los Picos de Europa y los espeleólogos valencianos han conseguido conectar ocho, la última conexión, la de la Torca del Cerro se ha producido este verano.

"Llamamos a la zona en la que trabajamos el 'Kilómetro de Oro', porque es el único lugar del mundo con tantas cavidades juntas de más de 1.000 metros de profundidad.

A mucha distancia se encuentra la segunda cordillera del mundo, con no más de cinco cuevas tan hondas".

El punto más hondo del planeta, conocido como el Everest de la espeleología, sin embargo, se encuentra en la sima Krúbera-Voronya, en la República de Abkhazia(Cáucaso occidental), a 2.191 metros de profundidad.

La expedición, paso a paso

El campamento base del Interclub está situado a 2.100 metros sobre el nivel del mar, en las inmediaciones del Jou de los Cabrones.

Los espeleólogos montan además un campamento avanzado, a una hora y media del campamento base, y sirve de descanso para los que salen de la cueva después de varias jornadas agotadoras de exploración.

"El acceso a pie es bastante peligroso hasta la boca de la JA-19 (Sistema del Trave), por ser un terreno con mucha pendiente, por lo que optamos por montar una cuerda de aproximación", -comenta Serrano- y una vez en la boca, con el material estrictamente necesario, comienza el descenso que durará varios días.

Se forman dos equipos, un equipo de punta que es el que termina el recorrido y un equipo de avituallamiento, que nutre al otro de lo necesario y que baja hasta la instalación de un vivac.

"En esta ocasión el vivac lo instalamos a 400 metros de profundidad, por la dificultad de la cueva, pero a veces pueden bajar hasta los 800 metros", añade el técnico.

"El vivac, se utiliza para descansar ya que una entrada de exploración puede rondar las 70 horas.

La temperatura de la cueva suele estar entre los 3 y 4°C por lo que se duerme con dos forros polares, saco de dormir y con velas encendidas.

Además, el vivac está construido de mantas térmicas", aporta.

De hecho, por estas temperaturas, no pueden practicar el deporte en invierno, apenas les cunde la campaña de junio a septiembre y, aun así, 'conviven' con temperaturas extremas que van desde los 37 grados centígrados al mediodía y a poco más de uno o dos grados por la noche.

"Ha habido veranos que ha nevado por la noche", relata.

Pero su equipo es tan completo que incluso han llegado a instalar cable por las distintas cavidades para poder comunicarse vía telefónica con el exterior.

"Por peligro a violentas crecidas de agua que se generan en algunos puntos de la cueva, tenemos comunicación por línea telefónica al exterior, así nos pueden informar in situ del parte meteorológico y nosotros también podemos informar al equipo de cualquier incidente dentro de la cueva.

Para ello hemos tenido que instalar cable telefónico por toda la cavidad", añade Serrano.

Resultados y aportaciones

Al concluir cada campaña de trabajo, los espeleólogos redactan unas memorias, a modo de diario, sobre las metas conseguidas, los incidentes y los problemas con los que se han encontrado y las remiten tanto a la federación como a los responsables del parque natural.

"Desarrollamos expediciones muy punteras, a un alto nivel y los resultados de esos tres o cuatro días dentro de la cavidad suponen avances para el conocimiento de la zona“.

"Nuestra línea de trabajo se desarrolla con el objetivo de conocer mejor el sistema montañoso y que sea útil", asegura.

De hecho, Álvaro y José Antonio participan como voluntarios en equipos de rescate, junto con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.

"Normalmente cuando se requiere un rescate en una montaña o en una cueva, la mayoría de los efectivos son guardias civiles y guardias rurales pero que no están instruidos en espeleología, por lo que nos llaman a los voluntarios para explicar y guiar sobre el terreno".

Campamento base del Interclub, situado a 2.100 metros. | ELMUNDO.es

Comunicación desde el vivac con el campamento base. | ELMUNDO.es

Acceso con cuerda a la boca de la JA-19 (Sistema del Trave). | ELMUNDO.es

La estrecha boca de la JA-19 se abre en una pared. | ELMUNDO.es

Un espectacular pozo de 42 metros en aéreo. | ELMUNDO.es

Montan vivac en el interior ya que pasan hasta 70 horas. | ELMUNDO.es

Pozo de unos 24 metros, progresión por la cavidad. | ELMUNDO.es

Campamento avanzado para el descanso al salir de la cueva.| ELMUNDO.es

Interior de la Torca del Cerro. | ELMUNDO.es

Interior de la Torca del Cerro. | ELMUNDO.es

Interior de la Torca del Cerro. | ELMUNDO.es

Interior de la Torca del Cerro. | ELMUNDO.es

Interior de la Torca del Cerro. | ELMUNDO.es

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Dr. Juan Antonio Montaño Hirose

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"Dentro de veinte años, estarás más arrepentido por las cosas que dejaste de hacer que por las que hiciste. Así que olvídate de los límites. Navega lejos del puerto seguro. Aprovecha el viento en tus velas. Explora. Sueña. Descubre". --Mark Twain

Publicado el 3 de octubre de 2011en el foro internacional Iztaxochitla de espeleología en español.

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