En memoria eterna de aquellos sueños desterrados, por esos jóvenes sanos que como nosotros, soñaron un mundo distinto y sin violencias. Por aquellos que lucharon “sin fusiles y sin bombas” como dice la canción. Por quienes no están aquí ni están allá, por aquellos que no erraron los medios poniéndose a la altura del criminal, del cobarde verdugo. Por esas flores arrancadas, por las golondrinas violadas, por la verdad ultrajada y por la voz mortalmente silenciada. En fin… por la vida, por la dignidad, por las garantías de la justicia y la libertad, por todo ello hoy decimos NUNCA MÁS!!!

Romina Soledad Bada