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éxtasis de Santa Teresa Gian Lorenzo Bernini 1647 y 1651 Iglesia de Santa María de la Victoria, Roma. Encargada por la familia Corna

El éxtasis de Santa Teresa

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Descripción de la obra el éxtasis de Santa Teresa, de Gian Lorenzo Bernini, para el comentario PAU de Historia del Arte, Canarias.

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Page 1: El éxtasis de Santa Teresa

El éxtasis de Santa TeresaGian Lorenzo Bernini

1647 y 1651

Iglesia de Santa María de la Victoria, Roma.

Encargada por la familia Cornaro.

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• Grupo escultórico en bulto redondo.

• Dos figuras en retablo transparente

• Una levantada y otra recostada a sus pies.

• Se comunican a través de movimiento

Se trata de un ángel enviado

por Dios a Santa Teresa.

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• Encargo Cardenal Cornaro

• Brazo izquierdo transepto• Iglesia Santa María de la

Victoria, Roma.• Capilla funeraria familia• Iglesia Carmelitas.

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• El Éxtasis es una obra total, no sólo una escultura. La integra como un todo

• Logra crear un escenario en el que todos los elementos convergen.

• Algo evidente cuando se contempla in situ y se comprueba esa integración.

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Destacan dos figuras

• A la izquierda un ángel

• Sonríe pícaramente• Sostiene flecha que

ha clavado a Santa Teresa.

• Luce manto y dos alas.

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• A su lado Santa Teresa en pleno Éxtasis.

• Boca entreabierta, ojos cerrados.

• Rostro transmite sensación entre placer y dolor.

• Su cuerpo parece caerse, miembros flácidos.

• Su manto lleno de pliegues y sensación de muy pesado.

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Bajo las dos figuras encontramos un conjunto de vaporosas nubes que hacen

que la escena se nos muestre como flotando.

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La auténtica creación de Bernini es toda la capilla Una

auténtica explosión de mármol y metal, blancos y dorados que llenan la composición.

La combinación de materiales permite un juego de contrastes, muy propio del barroco.

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El mármol duro y pesado consigue la sorprendente sensación de ligereza por ese cerco de nubes en el que se eleva la santa.

También ayuda la combinación de rayos dorados que permiten la impresión de ascensión de las esculturas en un marco abierto.

El mismo contraste se puede vislumbrar entre la suavidad del cuerpo del ángel, con la dureza de pliegues quebrados de la santa que no se sabe si cae o se incorpora sobre la algodonosa y blanda nube.

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La cúpula tiene frescos con un cielo de trampantojo, repleto de querubines, y con la luz descendente del Espíritu Santo representado en forma de paloma.

La luz es otro de los efectos escenográficos buscado en esta composición. Hay una ventana en la parte superior (que ilumina de forma clara los rayos dorados consiguiendo un contraste de luces y sombras entre éstos y las dos figuras que quedan en una semioscuridad propiciada por la capilla.

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Estos contrastes resaltan el intenso momento que se vive. Bernini trata que los fieles que observan la obra participen de la pasión de la Santa. Por eso toda la obra se representa como una escena teatral, muy propia del Barroco, donde Teresa y el ángel son el acto principal y los miembros de la familia del cardenal Cornaro observan desde los simulados palcos como espectadores de lujo.

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• El punto de vista es único y frontal.

• Representa momento místico narrado por Santa Teresa.

• Bernini escoge el momento en el que el querubín saca la flecha del pecho de la santa.

• muestra el arrebato de sentimientos en la mujer que se debate entre el dolor y el placer según sus propias palabras.

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«Vi a un ángel junto a mí hacia el lado izquierdo en forma corporal… No era grande, sino pequeño, muy hermoso, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles más elevados, que parece todos se abrasan. Deben ser lo que llaman querubines… Veíale en las manos un dardo de oro largo, y al fin del hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me

llegaba a las entrañas.

Al sacarle, me parecía las llevaba consigo, y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios. El dolor era tan fuerte que me hacía lanzar gemidos, mas esta pena excesiva estaba tan sobrepasada por la dulzura que no deseaba que terminara. El alma no se contenta ahora con nada menos que con Dios. El dolor no es corporal sino espiritual, aunque el cuerpo tiene su parte en él. Es un intercambio amoroso tan dulce el que ahora tiene lugar entre el alma y Dios, que le pido a Dios en su bondad que haga experimentarlo a cualquiera que pueda pensar que miento.»

Capítulo XXIX de Vida de Santa Teresa

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Toda la obra destaca por su tensión dramática, la fuerza arrolladora de los personajes, el sobrecogedor sentimiento que envuelve la escena. Bernini consigue en ella complementar la arquitectura con la escultura en una sola. El conjunto escultórico y la capilla están unidos de tal forma que no puede apreciarse el arrebato de la santa sin contemplarlo en un todo.

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Bernini consigue resumir todos los elementos propios de la escultura barroca. Es el valor de lo sensorial sobre lo racional. Es el tiempo para un arte coherente y lúcido pero lleno de movimiento y creatividad. Es un tiempo para grandes artistas.

La propia composición de líneas cruzadas del Barroco marca el momento dramático entre una santa en la parte inferior de la composición y el ángel en la superior.

A través del movimiento de estas figuras, de los pliegues que se mueven angulosos y zigzaguentas, del rostro de la santa que se contorsiona en su arrebato religioso y en la propia acción del ángel de sacar el dardo del corazón,

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Pero la santa alcanza el paroxismo cuando a través de ella se contempla la vehemencia del momento. Con la boca entreabierta, los ojos entornados y la mano al corazón, el espectador es llevado de la mano de Bernini a participar en la emocionante escena.

La perfección técnica de la obra es incuestionable. Los rostros de los representados buscan el máximo del sentimentalismo en la acción.

El ángel mira a la santa con alegría y satisfacción.

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Bernini demostró su valía como retratista con el Busto de Constanza

Buonarelli donde destaca el naturalismo de la ejecución,

pero quizás la obra que más nos recuerda a ésta que nos interesa es la que Bernini realizó de la Beata Ludovica Albertoni que murió en arrebato místico en Roma.