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Mauricio Molina A. Instituto de Historia Enfermedad e Higiene pública en el siglo XIX

Enfermedad E Higiene PúBlica En El Siglo Xix

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  • 1. Mauricio Molina A. Instituto de Historia Enfermedad e Higiene pblica en el siglo XIX

2.

  • La epidemia de clera y sus representaciones culturales.
  • Construccin de la idea de mal.
  • Medidas de higiene y forma de enfrentar la epidemia
  • La enfermedad del clera es un fenmeno que posee dos realidades paralelas:
  • El hecho patolgico muchas personas enferman por contagio, requieren de atencin mdica y en mayor o menor frecuencia moran en aquella poca.
  • El hecho social, en tanto perturbador de la normal convivencia de la ciudad, generando desajustes econmicos y poniendo de manifiesto las diferentes condiciones de vida y moral de la sociedad portea.

LA EPIDEMIA DE COLERA EN VALPARASO, 1886-1887. 3. MOVIMIENTOS DE ENFERMOS DEL LAZARETO DE VALPARASO EN 1886. Fuente:Fondo Ministerio del Interior, vol. 1409. Fuente: El Mercurio de Valparaso contribua a mostrar elcuadro de temor y ansiedad generado por el cleraal sealar en su crnica del da 1 de enero de 1887 que: Contaba este distinguido caballero (Carlos Vattier) que haba presenciado cuadros verdaderamente conmovedores y entre otros un saltimbanco, vestido de traje de payaso medio muerto en la calle. Los doctores tambin presenciaron escenas tristes como por ejemplo un hombre muerto en un rancho y un perro a sus pies que labraba a los que queran aproximarse al cadver. Por lo general, la epidemia ataca a las personas desvalidas y cuyos hbitos higinicos brillan por su ausencia Segn datos ms o menos autorizados se desprende que la epidemia ha sido introducida por un Sr. Gonzlez que atraves la Cordillera con todo su equipaje, se hacen esfuerzos por capturar a dicho seor. Entre los enfermos los doctores encontraron a muchos cuya enfermedad consista en el miedo y nada ms que el miedo .LA EPIDEMIA DE COLERA EN VALPARASO, 1886-1887. Representaciones culturales en una crisis. 18 200 185 395 386 9 Existencia de al 31 de diciembre de 1886 Fallecidos Dados de alta durante el ao 1886 Total Entrada de enfermos durante el ao 1886 Existencia de enfermos al 31 de diciembre de 1885 4. Fuente: El mismo diario sealaba quela preocupacin constante es el temor de que el flagelohaga en otra parte su temida aparicin.Hoy se ha comunicado esta mala noticia de dos puntos de hijuelas y la Calera. Asimismo, las medidas tomadas eran fuertemente criticadas al decir que, el cordn establecido era enteramente ineficiente, pues fue confiado a la guardia cvica y habido entre los mismos que la conformaban desordenes vergonzosos debido a la embriaguez uno de ellos se fugo y en su huida llego a usar su arma, haciendo fuego contra el comandante de polica. Se colocaron 3 cordones concntricos y se sometieron a estrictas cuarentenas y minuciosas fumigaciones a todo el que tenga que atravesarlo. [1]Idem Fuente: El Intendente le seala quecon el objeto deevitar las falsas alarmas y funestas consecuencias comercialesque puede producir en esta ciudad y en el extranjero la epidemia de clera que ha aparecido en una provincia cercana, creo conveniente poner en conocimiento de usted que esta Intendencia ha resuelto mostrar todos los telegramas oficiales que sobre el clera se reciben. Unicos que pueden ofrecer entero crdito y servir de base a los Sr. Cnsules para las medidas que deban tomar. Agradecera a Ud. rogar a los Srs. Cnsules pasar por mi oficina a conversar de la realidad de las cosas antes de tomar resolucin alguna y sobre todo en lo que se refiere a la transmisin de noticias a otros pases. 5. La epidemia como fantasma . El Dr. Puga explica que aquella inclinacin tan general a creer siempre lo que se desea es la que inspira esas reflexiones tranquilizadoras que todava no hay peligro,las precauciones son superfluas, la epidemia es un fantasma; esa misma es la que induce a engaarse sobre la naturaleza de los primeros casos de cleraque aparecen en cada pueblo, hacindolos tomar como enfermedades inocentes; finalmente, esa misma inclinacin es la que induce a disimular siempre los estragos de la epidemiaCrtica a las autoridades por minimizan los efectos de la epidemia , con ello advertimos que se intentabamantener el orden social , se buscaba no generar situaciones que alteraban la normal vida de la ciudad. Puga, continuaba su relato considerando que, ese sistema es el que trae consigo la indiferencia cuando el enemigo esta lejos, el anonadamiento cuando est encima. Si en nuestra poca el clera es algunas veces contenido, si se logra impedir que entre en un pueblo, si se logra que aborte as que ha penetrado, no se debe considerar tal resultado como una casualidad, sino como un triunfo de previsin humana, no como una salvacin a que tenamos derecho, sino como una derrota del enemigo a quien no se aguarda desarmado. 6. Planteamientos mdicos.Los mdicos plantearon a la autoridad y a la poblacinmedidas extremas de solucin . Segn esta idea la Facultad de Medicina de nuestra Universidad, despus de una deliberacin detenida, adopt por unanimidad, en sesin del 14 de diciembre de 1884, las siguientes proposiciones.No hay imposibilidad para que el clera penetre y se propague en Chile .El mejor preservativo de su introduccin es el aislamiento obtenido por la incomunicacin completa con todos los lugares infestados . establezca en toda la Repblica unservicio sanitario permanente . En las circunstancias actuales, con el clera incipiente en la Repblica Argentina, con elconocimiento del carcter invasorque han tomado sus epidemias todas, con la frecuencia creciente de comunicaciones entre nuestro pas y el extranjero y con la estacin en que ha nacido allende los Andes, la indiferencia o la confianza por parte de los chilenos seria peligrosa es posible y es probable que la Repblica Argentina nos comunique hoy el clera. Si nos lo comunica, ay! de nosotros. La ignorancia, la imprevisin y la desidia que caracterizan a la mayora de nuestra poblacin, lafalta de salubridad en las habitaciones , eldesprecio de los preceptos higinicos , lacarencia de un servicio de salud pblica , todos los caracteres de nuestro pueblo haran de l la ms fcil presa del clera 7. Intentos de negar la existencia del malcuando en una crnica se afirma en El Mercurio de Valparaso, a principios de enero, que no hay Clera en Valparaso.Decimos esto porque ltimamente se han echado a correr algunosrumores . A causa de haber temido cargar algunos casos por indigestin o colerina que han amenazado a los vecinos. Por otra parte, debe tenerse la seguridad de que todo est preparado para que el servicio mdico no deje que desear en caso de presentarse verdaderos casos de Clera, porque estn listos los telfonos para transmitir las noticias con la mayor brevedad posible y poder asistir con los recursos en el acto. Murillo. Contribuyendo con lasensacin de inseguridad y temor , llegaban telegramas de los cuales se enteraba la poblacin por elcomentario de la calle o de los peridicos.Estos mostraban elavance del cleradesde el interior de la regin, un ejemplo es untelegramadeSan Felipedel 7 de enero donde el Sr Oyarzn indica que en la zona deSanta Mara los casos nuevos son 49, 12 enviados al Lazareto y 8 muertos . Luego desde Quillota se dice anoche a las 7 de a maana muri el individuo que viva a 20 cuadros de esta, pero ningn caso nuevo. As suman y siguen ms de 30 telegramas de diversas zonas que van englobando al Puerto con la enfermedad. La informacin estadstica del 14 de enero, que a continuacin se presenta demuestra como es el avance del mal en direccin a Valparaso . 8. [1]MV , 8 de enero de 1887. MOVIMIENTO DE LAZARETOS DE DIVERSAS CIUDADES DE LA REGIN EN ENERO DE 1887 POR ENFERMEDAD DEL CLERA. Fuente:MV , 14 de enero de 1887 0% 36,3% 14,6% 21,3% 24,4% % de mortalidad 30 7 34 45 34 Existencia actual 0 0 1 3 3 Altas 0 4 6 13 12 Defunciones 2 0 17 17 13 Entradas 28 11 24 44 36 Existencia anterior Quilpu Aconcagua Panquehue Santa Mara San Felipe Aspectos 9. Medidas publicitadas para prevenir o controlar el Cleratienen toda la fuerza de la medicalizacin y la defensa del orden social en esta sociedad en crisis.- Aislar a los enfermos aplicando un criterio parecido a losaislamientosmedievales de lepra, las sugerencias de los mdicos sealaban que se deba enviar a todos los enfermos al lazareto especial , exceptuando a aquellos que para quedar en sus casas cumplan con esta dos condiciones, aislamiento completo a no ser con respecto a los cuidadores ycolocacin en la puerta de calle de un cartel que anuncie la enfermedad contagiosa . El permiso de curarse a domicilio debe ser concedido en los menos casos posibles pues que sin traer ningn provecho positivo para el paciente presenta inconvenientes para la ciudad entera y sobre todo para las familias que vengan a ocupar mas tarde la camaAsimismo, las sugerencias implicaban unrompimiento de la vida cotidianacuando se planteaba que se deban hacer cerrar durante seis semanas la pieza en que venga la enfermedaddespus de quemar en ellas a puerta, cierta cantidad de azufre o de sulfuro de carbono en la proporcin de 30 gramos por cada un metro cbico de capacidad. 10. Conflictos entre creencias mdicas y culturales.se planteaba trasladar los cadveres de colricos lo ms pronto posible a una casa mortuoria ,establecimiento donde se vigilarn para descubrir los casos de muerte aparentes tan comunes en esta enfermedad. Envolverlos inmediatamente despus de la muerte en sbanas empapadas de una disolucin desinfectante.Disponer la cremacin de los cadveres y cuando esto no sea practicable inhumarlos sobre un lecho de materia desinfectante . En este ltimo caso, el suelo en que sean sepultados los colricos se debe condenar a no ser cavado, ni removido, ni edificado jams. No reducir, el plazo legal de 24 horas que debe transcurrir antes de la inhumacin.Control social. Propuesta mdica de instituir comits de vigilancia a cargo de velar por el cumplimiento de la reglamentacin sanitaria denunciando las infracciones de la poblacin y cuidando la realizacin de las desinfecciones. S e sugera que estos comits pueden formarse con vecinos respetables, naturalmente interesados en la salubridad de su barrio, entre otros con los maestros y maestras de escuela cuyos servicios de tales habran sido suspendidos. 11. Control social. Dispersar las aglomeraciones de individuosque puedan constituir un medio de propagacin de la enfermedad en escuelas, grandes talleres, etc. Prohibir las grandes reuniones de personas, como las que se verifican en calles, teatros, iglesias; haceracampar fuera de la ciudad a todas las tropas que forman la guarnicin; preparar y distribuir gratuitamente materias desinfectantes; que lleven sobre el envase una indicacin sobre el modo de usarlas y establecer en lugares centrales hornos o estufas para fumigar y desinfectar con vapor de agua o cido sulfuroso vestidos, camas, etc., manchados .NMERO DE COLRICOS EN EL AO 1887.Fuente: Ministerio de Interior, vol. 1518, 1887 MORTALIDAD PRODUCIDA POR CLERA EN EL SECTOR PUERTODE VALPARASO, 1886-1890. Fuente: Registro Civil de Valparaso, Circunscripcin nmero uno urbana del Departamento de Valparaso 1886 1890. 2.074Salvados de la epidemia 1.168 Defunciones por clera 3.242 Enfermos de clera Poblacin Aspectos 575 1 0 354 220 0 N de casos Total 1890 1889 1888 1887 1886 Aos 12. La Junta Departamental de Salubridadconsideraba queel Clera estaba en retiraday que por ello el Lazareto de Playa Ancha quedar suprimido el 30 del mes en curso.Ms que la disminucin de enfermos por clera, que an entrado el ao 1890 presentaba algunos casos aislados, es elcambio de mentalidad donde la representacin del mal va cambiando en la perspectiva de la poblacin, autoridades y mdicos . La crisis termina para la poblacin y la sociedad volviendo a su aparente vida normal, an cuando otras enfermedades y problemas sociales siguen presentes e incluso se comienza a vivir un proceso de transicin de enfermedades infecciosas a degenerativas o sociales. El 20 de abril de 1887, porsolicitud de la sociedad porteaacord acceder a la solicitud de los dueos de hoteles, tiendas y posadas de no cerrar a las 10:00 PM. Deja sin efecto el decreto que deban pasar diariamente a supervisin los conventillos y establecimientos y permite la introduccin de venta de alimentos y bebidas. 13. Testimonio de la perspectiva higinicaen la poblacin es la editorial del Mercurio de Valparaso del 17 de enero de 1887 donde planteaba abiertamente la necesidad de avanzar en medidas cuando se seala que si la epidemia no ha avanzado con la rapidez que se esperaba su propagacin en el valle de Aconcagua y Quillota es por voluntad de las autoridades para combatirla, el peligro amenaza nuestras cabezas. Si alcordn sanitariose agregancuarentenas inspecciones mdicasydesinfeccinse puede tener la confianza de haber empleado los medios de precaucin. Es necesario resguardar a Valparaso por medio del ms denso cordn sanitario y la ms estricta vigilancia y severa inspeccin.Intendencia medidas preparativas Se mandcortar el servicio de desages de los cauces municipales , quedando limitados estos nicamente para las aguas lluvias. Este servicio era a mi juicio una de las causas principales de infeccin y una medida que vena reclamndose desde hace tiempo la tomada por la Intendencia por motivo de la epidemia en presencia de la cual el vecindario coadyuva a la autoridad para su pronta realizacin. No es esto todo. Como los cauces no se encontraban en el estado de aseo requerido por la carencia de lluvias aprovechando la buena disposicin del cuerpo de bomberos se procedi a su limpieza total empleando para ello parte del material de esta asociacin. 14.

  • En tal caso se desarrollo unacartilla de sugerenciasque consignaba entre sus aspectos ms relevantes unapreocupacin por la higiene individual y domsticaponiendo especial atencin en conservar completa calma de espritu y no tener miedo exagerado por las enfermedades ,
  • Evitar las fatigas,
  • El exceso de trabajo,
  • Las vigilias prolongadas, en una palabra, todas las causas de debilitamiento.
  • Usar regular abrigo para evitar resfriados,
  • Ser sobrio en las comidas,
  • En previsin de indigestin y diarreas,
  • Cuidarse que las aguas para la bebida sean de buena calidad.
  • Las aguas de pozo, acequias o canales suelen ser viciadas por infiltraciones del suelo.
  • Abstenerse de toda bebida alcohlica muy especialmente de los aguardientes de grano y los no rectificados, uso moderado del vino, cerveza y dems bebidas

15.

  • En unaactitud proactivapor parte de las autoridades se procedi como dictaban las propuestas de lasJuntas de Salubridad .
  • Se desarrollaronaseos a los cerros y quebradasinstalando un soldado en cada una de ellas a fin de exigirla a los vecinos el cumplimiento de las ordenanzas vigentes sobre aseo y salubridad generando con ello una accin de control higinico.
  • En el caso de lashabitacionesse realiz inspecciones en todos los conventillos posadas de carruajes, carretones, caballerizas y fbricas.
  • Partes por lasdeficientes condiciones de insalubridaden que estaban las habitaciones, caso especial es la situacin de los conventillos.
  • Cuando la enfermedad se desarroll se dispuso implementosdos carros destinados para la conduccin de cadveres de colricos y enfermos en dos sectores de la poblacin.
  • Uno comprendido desde el Puente chico (calle de la Victoria) hasta el socavn de los Mayos en una extensin de mar a cerro. Y el otro, desde el Puente Chico hasta Playa Ancha, tambin de mar a cerro, con dos carros para el servicio, uno de ellos para la conduccin de enfermos el otro para muertos.

16. 17. CUADRO N 7. MOVIMENTO DEMOGRFICO Y EPIDEMICO DE VALPARAISO. 1875-1895 * Porcentaje: Por cada 1000 habitantes. Porcentaje **: Por cada 100 habitantes. *** El Dr. Carvallo utiliz las cifras del ao anterior para tener una estimacin en porcentajes. Fuente: Carvallo, D., Memoria Anual presentada al consejo Superior de Higiene, 10 de Mayo de 1897 En: Archivos del Consejo de Higiene de Valparaso, N 2 1896-1897, Valparaso, La Patria, 1897, p.117. MOVIMENTO DEMOGRFICO Y EPIDEMICO DE VALPARAISO. 1875-1895 Coqueluche y difteria 4,4 52,49 6382 5982 121.577 1895 Difteria y viruela 5,2 54,52 6528 5315 119.730 1894 Difteria y viruela 5,4 54,00 6326 5528 Idem 1893 Difteria e influenza 5,4 54,00 6330 5337 117.144 1892 Viruela 6,0 59,91 6842 5161 Idem 1891 Escarlatina y viruela 5,4 54,00 6167 5364 114.192 1890 Alfombrilla 4,2 42,19 4631 5530 Idem 1889 Clera y Alfombrilla 7,3 73,22 8037 4715 Idem 1888 Clera5,9 58,81 6455 4491 109.760 1887 Viruela 4,9 48,97 5231 4581 Idem*** 1886 Alfombrilla 5,5 54,96 5871 2361 106.808 1885 Viruela 4,4 43,81 4275 4909 97.573 1875 Epidemias % ** % * Defun Nac. Pob. Ao 18. 19. MORTALIDAD PRODUCIDA POR CLERA EN EL SECTOR PUERTO DE VALPARASO, 1886-1890. Fuente: Registro Civil de Valparaso, Circunscripcin nmero uno urbana del Departamento de Valparaso 1886 1890. 575 1 0 354 220 0 N de casos Total 1890 1889 1888 1887 1886 Aos 20. DEFUNCIONES POR CLERA.Fuente: Diaz, Wenceslao, Memoria de la Comisin Directiva del Servicio del Clera, 1887-1889, Santiago, 1888, En: Gngora, Alvaro,La Epidemia de Clera en Santiago, 1886-1888 , Dimensin Histrica de Chile, N 10, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educacin, p. 115.236670 0,75 1790 1,46 3481 Santiago 115147 1,26 1451 0,54 628 Valparaso 48737 1,49 729 2,05 1002 Quillota 33691 0,17 57 3,62 1201 Los Andes 34314 0,33 115 3,29 1031 San Felipe % N % N Poblacin 2 perodo 1 perodo Localidad