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sobre la sociedad en la celestina
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LA OBRA COMO TRANSICIN ENTRE LA EDAD MEDIA Y EL RENACIMIENTO
M a r i n a T e r e s a G o n z l e z M a c i L i t e r a t u r a s H i s p n i c a s M e d i e v a l e s
G r a d o e n E s t u d i o s H i s p n i c o s C u r s o 2 0 1 1 - 2 0 1 2
U n i v e r s i d a d d e A l c a l d e H e n a r e s
La realidad social de La Celestina
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
1
NDICE 1. INTRODUCCIN ....................................................................................................... 2
2. CONSIDERACIONES GENERALES ...................................................................... 2
2.1 Contexto histrico general ................................................................................................... 2
2.2 Antecedentes literarios de la obra ........................................................................................ 3
3. SOCIEDAD EN LA CELESTINA .............................................................................. 4
3.1 Los personajes. Anlisis ...................................................................................................... 4
3.2 Los amos. La alta burguesa ................................................................................................ 6
3.3 Los criados ........................................................................................................................... 7
3.4 Las clases marginales .......................................................................................................... 8
4. IMPORTANCIA DE LA OBRA ................................................................................ 9
5. CONCLUSIN .......................................................................................................... 10
BIBLIOGRAFA ........................................................................................................... 11
APNDICE .................................................................................................................... 12
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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1. INTRODUCCIN La Celestina, o tragicomedia de Calisto y Melibea es una obra escrita por
Fernando de Rojas a finales del siglo XV. Aparece en varias ediciones con ligeros
cambios, desde el ao 1499 al 1526. Existe mucha polmica en torno a la autora de la
obra, ya que el propio Rojas afirma haber encontrado el primer acto y ser autor l del
resto.
Estamos ante una obra a caballo entre la Edad Media y el Renacimiento, y esto
ser el punto crucial de nuestro estudio. Es una poca en la que el humanismo ya est en
plena vigencia en gran parte de Europa, lo cual tambin influye en la obra de Fernando
de Rojas. La Celestina es anterior, y ms profunda, al Shakespeare de Romeo y Julieta,
porque la ruptura con lo medieval es mayor: el hecho de que sea una puta vieja y no un
monje quien ejerza de tercero nos aleja de la oscuridad medieval para entrar en la
luminosidad del renacimiento, del renacer de la humanidad. Un ejemplo de esto podra
ser la siguiente intervencin de Calisto: Melibeo soy. Podemos considerarla como el
principio del Renacimiento. Queda atrs la Edad Media teocntrica y se inicia el
humanismo. Lo humano, la posible adoracin de un cuerpo humano; y de ah toda la
literatura, la escultura, el arte que deja de ser recatado y religioso, para empezar a
destaparse laicamente.
Nos centraremos, como ya hemos dicho, en la concepcin de la obra como una
transicin entre estas dos pocas, y, sobre todo, en la visin social que nos ofrece el
libro, en el que observamos caractersticas an puramente medievales, y otras, sin
embargo, que apuntan ya a un incipiente Renacimiento. Para ello, haremos un anlisis
pormenorizado de los personajes, relacionndolos con los estamentos sociales propios
de la poca.
2. CONSIDERACIONES GENERALES 2.1 Contexto histrico general
El siglo XV se puede considerar de transicin entre la Edad Media y la Edad
Moderna; es una poca de cambios profundos en la que todava perduran elementos
medievales y nacen otros que anuncian el Renacimiento. La conciencia de crisis que se
vive en esta poca provoca un sentimiento general de inseguridad y pesimismo, ya que
se concibe el mundo como un caos regido por el azar, o por la diosa Fortuna la alegora
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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ms representativa de la poca-.
La sociedad europea de este siglo se caracteriza por el crecimiento de las
ciudades y el desarrollo comercial, que favorece el conocimiento de nuevas culturas y el
enriquecimiento de una burguesa que imita las maneras y los gustos de la nobleza1.
Tambin se extiende el prestigio de la cultura, protegida por una nueva nobleza.
En cuanto a la sociedad espaola, durante los dos primeros tercios del siglo, en
Castilla se vivi un clima de inestabilidad, con guerras civiles, conflictos dinsticos,
rebeliones de la nobleza y revueltas campesinas. Este ambiente de crisis contrasta
sobremanera con el esplendor de las costumbres sociales aristocrticas. A partir del
ltimo tercio, los Reyes Catlicos2 sumaron los reinos de Castilla, Aragn y Navarra,
liquidaron los restos de feudalismo e impusieron una monarqua autoritaria y centralista
que domin a la nobleza y a la Iglesia; en 1492 acabaron la Reconquista (con la
conquista de Granada), expulsaron a los judos e instauraron la Inquisicin. Tambin en
este ao se produjo el descubrimiento de Amrica y se public la primera gramtica de
la lengua castellana, publicacin que propicia la irrupcin del humanismo en Espaa
Por todo ello se fija formalmente en esta fecha el comienzo de la transicin entre la
Edad Media y el Renacimiento3. A lo largo del siglo XV se agudizaron las tensiones
entre las distintas comunidades, y cobr mucha importancia ser cristiano viejo.
2.2 Antecedentes literarios de la obra Sabemos, por el inventario de los libros que posey, que Rojas era un gran
lector, as que no es de extraar las numerosas referencias a otras fuentes, clsicas4 o
ms cercanas al tiempo del autor, que encontramos en la obra.
Resulta fundamental la influencia del humanista Petrarca5, que es, con mucho, el
autor ms nombrado por Rojas. Tambin son importantes los ecos de Bocaccio y su
Fiammeta; o La Historia de duobus amantibus, de Eneas Silvio Piccolomini.
En cuanto a las fuentes hispnicas, la ms clara es El Libro de Buen Amor, de
1 Como veremos en la obra y en el anlisis posterior. 2 La Celestina se escribe durante su reinado (1469-1504). 2 La Celestina se escribe durante su reinado (1469-1504). 3 Es precisamente a finales del siglo XV cuando aparecen las primeras ediciones de la Comedia de Calisto y Melibea (1499). 4 Podemos ver, por ejemplo, la presencia en ciertos trozos del Acto I y Acto II de material de la tica y de otras obras de Aristteles, as como una nutrida influencia senequista, sobre todo en forma de citas de algunas Epstolas de Sneca. 5 La obra de Petrarca, como sabemos, ser crucial en gran parte de la produccin literaria del Renacimiento.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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Juan Ruiz. Resulta imposible no relacionar a los personajes de Trotaconventos y
Celestina, innovadores en la literatura universal. Pero esta influencia no es directa, sino
que ambas obras estuvieron influenciadas por el Pamphilus de Amore. Vemos tambin
una huella clara de una de las obras cumbre del Siglo de Oro valenciano, Tirant lo
Blanch6, de Joanot Martorell. En este caso hay muy pocos aos de diferencia entre la
publicacin de ambas obras, y las coincidencias son mayores que en el caso del Libro de
Buen Amor. Tambin aqu establecemos unos paralelismos entre los personajes de
Celestina y Plaerdemavida, entre otros. Hay que destacar tambin la influencia de los
cancioneros populares, que proporcionan modelos temticos y lingsticos relacionados
con el amor corts.
Por ltimo, y aunque no se trate de una fuente literaria, debemos recordar que
Fernando de Rojas haba estudiado leyes, y ste conocimiento se transluce en la obra.
3. SOCIEDAD EN LA CELESTINA 3.1 Los personajes. Anlisis Fernando de Rojas cre unos personajes nicos. Consigui dotarlos de vida, y
darles una profundidad psicolgica que los aleja de los modelos de la literatura
medieval. Son, como decimos, personajes realistas, y evolucionan a lo largo de la obra.
En conjunto parece que todos son arrastrados por las pasiones. Sin embargo, cada uno
de ellos muestra matices variados, como ocurre con las personas. Un rasgo renacentista
y novedoso es que los personajes comparten un fuerte individualismo y una visin del
mundo pagana y trgica. No se sienten culpables, sino vctimas de la Fortuna. Por ello
ofrecen una visin pesimista y desolada, pues presentan el mundo como un caos. Es
precisamente por sus personajes que La Celestina revolucion la literatura e influy en
toda la produccin posterior.
A grandes rasgos, las novedades que incluy en la creacin de los personajes son
las siguientes: su caracterizacin se hace a travs de los dilogos7, se entremezclan las
clases sociales entre los personajes y todos transgreden la moral catlica y social del
6 Publicado en 1490, es uno de los libros ms importantes de la literatura universal y obra cumbre de la literatura en cataln, siendo la primera novela caballeresca impresa en el mbito peninsular. 7 Como sabemos, esto se da as porque la obra es enteramente dialogada, pero se convertir en una tcnica muy utilizada en toda la literatura posterior y que sigue totalmente vigente, como ya decamos antes. Mediante ella los personajes adquieren personalidad y psicologa propia, una mayor humanidad, y por tanto, dejan de ser tipos.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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momento.
Aunque Calisto y Melibea aparecen como protagonistas, es Celestina, el
personaje ms complejo y mejor logrado, la que en realidad preside la obra. La
alcahueta no se detiene ante nada ni le importan los medios para saciar su avaricia.
Sempronio y Prmeno son instrumentos de Celestina. Claro que ella es la criada de los
amos, pero para su beneficio, para su ganancia. Ella ser la mano invisible que mueva
los hilos de todos sus tteres, a veces hacindoles creer que es ella la que est a sus
rdenes.
Calisto es un personaje voluble e impresionable. Pasa de una emocin a otra con
gran facilidad, adelantndonos las figuras de los hroes romnticos que tanto se
inspiraron en la literatura medieval. Est totalmente enamorado de Melibea, el mejor
ejemplo de ello es la frase que citbamos en la introduccin8. Este amor tan profundo y
la idealizacin de la amada lo acercan a los esquematismos del amor corts9, y
precisamente esta caracterstica es una de las ms arraigadas en la tradicin del
medievo. Su pasin, su amor desenfrenado lo llevarn a un profundo egosmo. Nos
encontramos tambin, como decamos, con que es un personaje inseguro y voluble, y
esto har que se deje manipular por sus criados y Celestina sin advertirlo.
Con Melibea podra parecernos que estamos ante el ideal de mujer medieval,
pero, adentrndonos un poco ms en su psicologa vemos que se trata ya de un nuevo
tratamiento del personaje, mucho ms profundo. Mientras que, como acabamos de
comentar, Calisto an permanece en una concepcin ms platnica del amor, Melibea,
pese a sus reparos iniciales, se abandonar a un amor ms lujurioso, ms real.
Representa en la literatura espaola la incorporacin del individualismo del
Renacimiento, y por supuesto, no podemos olvidar ese egosmo, relacionado con el
individualismo, con el que Rojas dot a sus personajes.10
En cuanto a las figuras de los criados y las prostitutas, aunque como afirmamos
son instrumentos de Celestina - aun cuando Sempronio y Prmeno son en realidad
siervos de Calisto-, son personajes enteros, con una psicologa compleja y en la que 8 SEMPRONIO: T no eres cristiano? / CALISTO: Yo? Melibeo soy, y a Melibea adoro, y en Melibea creo, y a Melibea amo. . 9 En este punto vemos claras influencias de Dante y su idealizacin de Beatriz, que marco el Dolce stil nuovo y a autores posteriores como Garcilaso. O tambin de Petrarca con su veneracin por Laura. 10 Volviendo a la comparacin con Shakespeare, el personaje de Melibea lo podemos identificar claramente con el de Julieta, pues ambos comparten muchas caractersticas, como que se dejan arrastrar a las pasiones y son mucho ms individualistas que otras protagonistas femeninas de la poca.
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podemos ver un desarrollo. Su inclusin en la obra refleja la realidad social de la poca:
el auge de las ciudades hicieron que surgiera toda una nueva fauna propia. Sus intereses
y conflictos van parejos a los de los personajes de alto rango. En la tragedia clsica slo
intervenan reyes, hroes y dioses; sin embargo, en La Celestina el pueblo llano entra a
formar parte de la trama, lo que es una caracterstica de la comedia humanstica.
Fernando de Rojas capt a la perfeccin la crisis social del siglo XV, y la novedad del
tratamiento de estos personajes es que argumentalmente son tan importantes como los
socialmente ms elevados, cosa que no se dio ni en el teatro anterior ni en el
inmediatamente posterior, en el que el criado no es ms que una extremidad del seor.
Recordemos que esta caracterstica es una de las ms novedosas de la obra. En La
Celestina los criados son una pieza clave sin la cual es inconcebible la marcha de la
obra. Tienen su propio drama, paralelo al de sus amos, y su gran pasin: el inters y la
avaricia11. Todo cuanto hacen est motivado por el inters y el ansia de medrar. Los
criados de La Celestina son un reflejo de la crisis social de siglo XV que llev al criado
a cierto grado de rencor hacia el seor, y viceversa, como veremos ms adelante.
3.2 Los amos. La alta burguesa La Celestina nos muestra la sociedad del primer Renacimiento, en la que la clase
alta tendr una nueva forma. Ahora esta clase alta ser la alta burguesa, que gracias a
sus bienes materiales irn adquiriendo importancia y poder. La base de su status no
ser la nobleza tradicional, sino la riqueza12, se considerarn nobles aquellos que
tengan el suficiente dinero para que les permitan vivir sin trabajar, ya que otros trabajan
para ellos. Surgirn tambin nuevas formas de ocio: el torneo, la caza, y hasta el amor y
la cultura. El siglo XV es una gran poca de transformaciones en estos aspectos.
Las menciones a la nobleza de Melibea y Calixto [] son varias a lo largo de la obra y no dejan lugar a dudas sobre la pertenencia de los protagonistas y sus familias al rango de lo que solemos hoy denominar aristocracia o patriciado urbano. Calixto es de noble linaje... de linda crianza, de estado mediano, condicin esta ltima que reafirma su criado Sempronio al recordarle que, fortuna medianamente parti contigo lo suyo. En el auto cuarto leemos que es caballero mancebo, gentilhombre de clara sangre, y de Melibea se nos informa que es muy generosa, de alta y serensima sangre, sublimada en prspero estado, hija del noble y esforzado Pleberio, y se pondera la nobleza y antigedad de su linaje, el grandsimo patrimonio.... Al concluir la tragedia, Melibea misma se lamenta por haber cubierto de luto y jergas en este da casi la mayor
11 Volvemos a ver aqu el tema del egosmo, el individualismo. El hombre, el yo, como centro de todo, frente al teocentrismo medieval. 12 MARAVALL, Jos Antonio. (1968) El mundo social de La Celestina. Madrid: Gredos [Versin Web Biblioteca Cervantes Virtual] [http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-mundo-social-de-la-celestina--0/html/] Recuperado el 10 de noviembre de 2011.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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parte de la ciudadana caballera, precisamente por haber muerto uno de sus miembros, Calixto, bien conocido del mismo Pleberio, como asimismo sus padres y claro linaje.13
Estas citas ponen de relieve que Melibea es de una clase social ms alta que su
enamorado. Ella s est ms cercana a la nobleza tradicional. Pero esta divisin se
difumina, pues, como veamos antes, entramos ya en una nueva poca en la que se
acepta que la base de la nobleza no sea ya el linaje, sino la riqueza, lo que permite
acceder a esta clase alta a los burgueses que haban nacido con el resurgir de las
ciudades.14
Los orgenes mixtos del grupo le permiten estar abierto a hombres nuevos, siempre que tengan privilegios propios de la caballera y el suficiente nivel de riqueza para soportar un tren de vida propio del caso, pero, ya en el siglo xv, se observa una clara tendencia a la endogamia, a la consolidacin, en cada ciudad, de un ncleo dominante de familias15
3.3 Los criados Como sabemos, los seores no deban trabajar, y esto condicionaba su relacin
con sus criados, ya que les causaba alteraciones semejantes a las de los seores. Hay
comportamientos en los criados de La Celestina que derivan de la manera de conducirse
los seores y que se explican por razones similares, dependientes de actitudes ante las
normas sociales y la moral comunes en unos y otros. Es un fenmeno de contagio que
se produce en todo grupo social. Para analizar la posicin social de los criados los
consideraremos como una clase ociosa de segundo grado, ya que como sirvientes de los
grandes burgueses, tenan una vida mucho ms acomodada que otros de su misma
clase social. Originariamente, el criado no era un servidor contratado, sino un
miembro de la casa, con deberes morales entre l y el amo16. Hay ecos todava de estas
relaciones en La Celestina17. Pero stos criados poco a poco se dejan llevar a una
complicidad con el vicio y revelan atraccin por el placer y el egosmo18. Todos esos
cambios en la relacin de los criados respecto a sus amos estn condicionados por la
13 LADERO QUESADA, Miguel ngel. (1990) Aristcratas y marginales: aspectos de la sociedad castellana en La Celestina. Espacio, tiempo y forma. Serie III, Historia medieval, 3, 95-120. P. 99 14 Vemos una referencia clara a esta difuminacin de la clase alta en el nombre del padre de Melibea, Pleberio, que viene de plebeyo. Es una manera de decir que esa "nobleza" con dinero viene de la plebe, es decir, de la burguesa - de los burgos comerciantes y artesanales, de gente con oficio, como incluso podramos considerar a Celestina. Un dato ms a favor de la igualdad que vemos en la obra entre clases sociales. 15 LADERO QUESADA, Miguel ngel. (Op. Cit.) P. 100 16 Recordemos las relaciones de vasallaje del feudalismo. 17 Amo a Calisto dice Prmeno porque le debo fidelidad, por crianza, por beneficios, por ser de l honrado y bien tratado. 18 Uno de los ejemplos ms claros es el de Prmeno.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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nueva relacin social entre el grupo de los ricos y el de los servidores. Precisamente,
mostrar las nefastas consecuencias de la ruptura de estos vnculos, es uno de los fines
moralizantes que persigue La Celestina.19 Y en La Celestina es el desarreglo de
Calisto el que motiva el drama de todos los personajes. Lo que haba sido una relacin
personal se convierte en una mera relacin econmica. Y al perder los deberes y
obligaciones que esa relacin casi familiar llevaba consigo, queda al descubierto la
inferioridad de clase del criado, irritante para este, porque desea la riqueza, y no
encuentra motivos para que otros la monopolicen. En una sociedad feudal no se
comprendera hablar mal de los criados como grupo o clase. En cambio, empezamos a
encontrar testimonios de ese tipo desde la poca en que se escribe La Celestina.20
3.4 Las clases marginales El mundo de los medianos y del comn de la ciudad que era el noventa por ciento de sus habitantes, el mundo del trabajo, de la cotidiana normalidad, est ausente de La Celestina, salvo por el empeo, delator de una frustracin o carencia, que prostitutas y rufianes tienen en presentar sus actividades equiparndolas a un oficio de los habitualmente admitidos y respetados por la sociedad. Proclama as Celestina en el deceno auto esta notable afirmacin: vivo de mi oficio, como cada oficial del suyo, muy limpiamente; y el rufin Centurio, en el decimoctavo: mndame t, seora, cosa que yo sepa hacer, cosa que sea de mi oficio. La prostitucin y la delincuencia, aun siendo por su propia condicin cosa de marginales en aquel sistema social, existan, y La Celestina se escribe en momentos de cambio y mayor control o represin de una y otra actividad, y tambin de ms, que apuntan en la obra, como son la hechicera femenina y otras artes ocultas atribuidas con frecuencia a mujeres de determinadas profesiones como costureras, parteras y perfumistas.21
El mundo de los marginales viene a ser una suerte de frontera interna en la sociedad urbana, que se teme, se controla, se condena, pero tambin se utiliza, y sus representantes en La Celestina se vengan de esta situacin, trasponiendo una y otra vez los conceptos y valores morales admitidos como honorables, para aplicarlos a la descripcin de sus propias actividades, que no lo son.22
Como decamos antes, la inclusin en la obra de estas clases bajas es una de esas
caractersticas innovadoras de las que venimos hablando. De hecho, no se volvi a dar
esa importancia a las clases marginales en el teatro23 hasta mucho despus.24
19 LADERO QUESADA, Miguel ngel. (Op. Cit.) P. 107 20 MARAVALL, Jos Antonio (Op. Cit.) 21 LADERO QUESADA, Miguel ngel. (Op. Cit.) P. 115-116 22 LADERO QUESADA, Miguel ngel. (Op. Cit.) P. 119 23 Ahora bien, existe polmica acerca de que La Celestina sea o no teatro. Nosotros optaremos por no considerarla como tal, aunque sea la opinin ms extendida, sino narrativa, aunque la forma parezca dramatrgica. No tiene acotaciones, slo dilogos. Y es demasiado extensa como para ser representada. 24 Recordemos, por nombrar alguna obra, el ejemplo que dbamos en la introduccin de este estudio: el Romeo y Julieta, de Shakespeare, obra en la que los criados permanecen siempre en un segundo plano.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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4. IMPORTANCIA DE LA OBRA Por su originalidad y calidad estamos ante una de las obras capitales de la
literatura castellana, y por supuesto, influy notablemente en toda la literatura posterior.
Bien por imitacin directa o, como decamos antes, por asumir tcnicas innovadoras,
como el tratamiento de los personajes. Fue reeditada continuamente a lo largo del siglo
XVI, traducida a todas las lenguas cultas y continuada por otros autores.
Las imitaciones de La Celestina la llamada celestinesca o descendencia directa constituyen un campo de estudio bien delimitado por la historia literaria, que cuenta con aportaciones tan decisivas como las de Menndez Pelayo, Mara Rosa Lida de Malkiel, Marcel Bataillon o Fierre Heugas.25
El teatro castellano del siglo xvi es, en buena medida, una sucesin de tanteos y de ensayos en busca de una frmula dramtica, la cual ciertamente slo se ver alcanzada con la comedia de Lope de Vega y de su poca26. En esa bsqueda, La Celestina supuso siempre un formidable estmulo literario y un frecuentsimo punto de referencia.27
Pero La Celestina no slo influy en el teatro, ni siquiera tan slo en la
literatura, sino en toda la produccin artstica hasta nuestros das28 , formando y
moldeando el carcter y la personalidad del arte espaol.
Como hemos comentado en ms de una ocasin en el presente trabajo, una de
las caractersticas ms novedosas de esta obra es la inclusin, como personajes de
primer nivel, a las clases bajas, e incluso a las marginales. De hecho, es algo que no se
sigui en la literatura inmediatamente posterior, an tendra que pasar mucho tiempo
antes de volver a ver una obra en la que los criados, las prostitutas, una alcahueta, sean
los motores de la trama trgica como esta.
25 PREZ PRIEGO, Miguel ngel. (1991) La Celestina y el teatro del siglo XVI. Epos: Revista de filologa. n7. P. 291-311. P. 291 26 Hay muchos expertos que ven en La Dorotea, de Lope prcticamente un calco de la obra que nos ocupa, y no es de extraar, pues era el libro de cabecera de la poca y encontramos influencias de l incluso en el Quijote. 27 PREZ PRIEGO, Miguel ngel. (Op. Cit.) P.291 28 La imagen que hemos utilizado en la portada, por ejemplo, corresponde al cuadro de Pablo Picasso, La Celestina.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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5. CONCLUSIN Para centrarnos en los aspectos sociales de la obra, como hemos hecho en este
estudio29, era totalmente necesario analizar la relacin entre clases que se da en La
Celestina, y segn lo expuesto, podemos afirmar que, a grandes rasgos, la relacin entre
amos y criados en la obra se podra definir diciendo que los amos se sirven de sus
criados para satisfacer sus instintos, y stos a su vez, utilizan a los amos para sus
beneficios. Algo similar a lo que hace el Lazarillo con sus diferentes amos. De alguna
manera siguen siendo "pcaros" en el sentido tradicional del trmino, y hasta podramos
considerar la obra como una novela picaresca, algo que reafirmara lo que venimos
repitiendo, la gran novedad de que las clases bajas se conviertan en protagonistas.
Recordemos que estamos en una poca de crisis, que siempre implica cambios
profundos en la sociedad. En este caso fue el paso de la Edad Media, el Antiguo
Rgimen y el feudalismo, al Renacimiento, el principio de la Edad Moderna, que poco a
poco fue aboliendo los privilegios de los grandes seores feudales y dndole ms poder
al rey, que era apoyado por la alta burguesa. La Celestina muestra a la perfeccin a esta
sociedad en crisis, en la que las clases medias despertaron de un largo letargo y
empezaron a reclamar ser escuchados. Esta crisis desembocara en las revoluciones
sociales que pronto se dieron.
No podemos acabar el trabajo sin alabar una vez ms esta maravillosa creacin
de Fernando de Rojas, que, como ya hemos dicho, es una de las obras cumbres de la
literatura espaola. A pesar de habernos centrado en un solo aspecto de La Celestina, se
trata de una obra que tiene infinitos matices, y puede ser leda, entendida y estudiada
desde muchos puntos de vista. La Celestina tiene esa frescura, esa originalidad que hace
que cada vez que la leas descubras algo nuevo, una nueva visin de la que no te habas
percatado, un detalle que influye en el carcter de los personajes Esa magia que
cualquier obra maestra debe poseer.
29 Ver el apndice, que se corresponde con el prlogo a la primera edicin de la obra de Jos Antonio Maravall, que podramos aplicar perfectamente a nuestro estudio.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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BIBLIOGRAFA
DE ROJAS, Fernando. (1982) La Celestina. Edicin, prlogo y notas de Manuel
Criado de Val. Navarra: Biblioteca Bsica Salvat.
DE ROJAS, Fernando. (1987) La Celestina. Edicin de Dorothy S. Severin.
Madrid: Ctedra
LADERO QUESADA, Miguel ngel. (1990) Aristcratas y marginales:
aspectos de la sociedad castellana en La Celestina. Espacio, tiempo y forma. Serie III,
Historia medieval, 3, 95-120.
MARAVALL, Jos Antonio. (1968) El mundo social de La Celestina. Madrid:
Gredos [Versin Web Biblioteca Cervantes Virtual]
[http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-mundo-social-de-la-celestina--0/html/]
Recuperado el 10 de noviembre de 2011.
PREZ PRIEGO, Miguel ngel. (1991) La Celestina y el teatro del siglo XVI.
Epos: Revista de filologa. n7. P. 291-311.
La realidad social de La Celestina La obra como transicin entre la Edad Media y el Renacimiento
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APNDICE No es fcil hallar en el marco de la Historia cultural obras que con tanto relieve
literario como La Celestina nos ofrezcan un cuadro tan ajustado y tan vivo de la sociedad en que se producen. Por eso, creemos que las lneas de una interpretacin sociolgica de La Celestina o, por lo menos, de algunos de sus aspectos cardinales, se han de corresponder con las que nos representen la imagen de la sociedad espaola a fines del siglo XV; cuyos trazos, por otra parte, coinciden en gran medida con los de la evolucin general europea de la poca. El siglo XV es, en nuestra Historia, una de las fases de ms interesante sentido europeo, como pueda serlo ms tarde el siglo XVIII. Y siendo rico y variado lo que de propio y peculiar de la situacin cultural espaola se encuentra en aquel final del Medievo, hay, sin embargo, una estrecha correspondencia con lo que en otras partes de la comn cultura occidental se da. Podemos, por ello, suponer que la aplicacin de ciertas categoras historiogrficas a nuestras obras literarias, artsticas, polticas, etc., surgidas de ese primer brote de la poca moderna que es el siglo XV -ms los primeros aos del XVI-, ha de resultar siempre fecunda y esclarecedora.
No pretendemos que una consideracin de La Celestina, desde un parcial punto de vista histrico-sociolgico, nos permita descubrir el sentido total de la obra. Si nos colocamos en ese ngulo visual, no pretendemos negar licitud a los anlisis de otro tipo a que pueda someterse, y, efectivamente, haya sido sometida, la Tragicomedia de Rojas. Las interpretaciones de carcter esttico, estilstico, psicolgico, etc., de La Celestina darn siempre resultados valiosos, como lo demuestran los trabajos de Reischmann, de Gilman, de Samon, de M.a Rosa Lida de Malkiel, de Deyermond, de Castro Guisasola, obras cuyo nmero y calidad son una prueba del rico campo de investigaciones que la materia ofrece. Sobre esta, como sobre cualquiera otra, la variedad y articulacin de enfoques diferentes ser siempre recomendable. En el estudio de los hechos humanos cada vez se comprende ms la necesidad de un trabajo que, sirvindonos del neologismo hoy al uso, llamaremos interdisciplinario. Por eso, no podemos dejar de hacer dos observaciones: 1.a, que es absurdo pretender que un mero anlisis crtico-literario o esttico pueda resolver, por s solo, los principales problemas de La Celestina; y 2.a, que hay que caer en la cuenta de que sobre la base de criterios formales, de suyo limitados, se han acometido cuestiones que exigen ser contempladas desde otros lados o, por lo menos, completadas con otros enfoques, para llegar a obtener conclusiones mnimamente aceptables. El ensanchamiento del campo visual de una determinada disciplina por quienes se mueven en el campo especfico de sta, de manera que el especialista se extienda a considerar aspectos que se salen del estricto marco de su trabajo, es admisible y puede ser fecundo; a veces ha llevado a descubrimientos que son francamente de estimar. Pero en tales casos es necesario tener conciencia de que se est en campo ajeno y, en la medida de lo posible, atender a lo que en l es ley, laborando con el modesto sentimiento del que juzga su trabajo como una aportacin parcial y discutible.
Decimos todo esto, no para leccin de otros, sino para que ese flexible criterio de estimacin se aplique a las pginas que siguen, aceptando, por lo menos en sus lmites, esta intromisin del anlisis histrico-social en el mundo de una obra que, de no existir el Quijote, sera probablemente la primera de nuestra Literatura.30
30 MARAVALL, Jos Antonio (Op. Cit.) Prlogo a la primera edicin
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