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Catequesis PapalesAño de la Fe2012 - 2013
Resumen de la Catequesis del Papa Francisco, del miércoles
5 de junio , 2013
Martha Sialer Ch., Psicóloga
CUIDAR LA CREACIÓN ENTERA
Quiero centrarme en el tema del medio ambiente, hoy, Día Mundial del Medio Ambiente.
Mi pensamiento se dirige a las primeras páginas de la Biblia, al Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y la mujer
en la tierra para que la cultivaran y la cuidaran.
¿Qué significa cuidar y cultivar la tierra?
¿Realmente lo estamos haciendo o la estamos explotando y descuidando?
Quiero centrarme en el tema del medio ambiente, hoy, Día Mundial del Medio Ambiente.
Mi pensamiento se dirige a las primeras páginas de la Biblia, al Génesis, donde se afirma que Dios puso al hombre y la mujer
en la tierra para que la cultivaran y la cuidaran.
¿Qué significa cuidar y cultivar la tierra?
¿Realmente lo estamos haciendo o la estamos explotando y descuidando?
Cultivar y cuidar la tierra es una indicación de Dios no sólo al principio de la historia, sino a cada uno de nosotros.
Significa hacer crecer el mundo con responsabilidad, transformarlo para que sea un jardín, un lugar habitable para todos.
Benedicto XVI ha recordado que esta tarea que nos ha confiado Dios requiere que se capte el ritmo y la lógica de la creación.
Nosotros, en cambio, por la soberbia del dominio, del poseer, del manipular, de explotar, no custodiamos la creación, no la respetamos,
no la tomamos como un don gratuito que cuidar.
Estamos perdiendo la actitud de la admiración, de la contemplación, de la escucha de la creación.
¿Por qué sucede esto?
Porque pensamos y vivimos de una manera horizontal, nos hemos alejado de Dios, no leemos sus signos.
Y “cultivar y cuidar” incluye no sólo la relación entre nosotros y el medio ambiente, entre el hombre y la creación,
sino también las relaciones humanas.
Los Papas han hablado de la ecología humana, estrechamente vinculada a la ecología ambiental.
Estamos viviendo un momento de crisis. Lo vemos en el ambiente, pero sobre todo,
lo vemos en el ser humano. ¡La persona está en peligro!¡He aquí la urgencia de la ecología humana!
Y el peligro es grave porque la causa no es superficial, sino profunda.
No es sólo cuestión de economía, sino de ética y
de antropología.
Muchos dicen : sí es verdad, pero el sistema sigue como antes.
Dominan las dinámicas de una economía y de unas finanzas sin ética.Hoy no manda el hombre, manda el dinero.
Nuestro Padre Dios ha dado la tarea de custodiar la tierra, no el dinero.Tenemos el deber de cuidarnos unos a otros.
Hombres y mujeres son sacrificados a los ídolos de la ganancia y del consumo : es la “cultura del descarte”
La pobreza, las necesidades y los dramas de tantas personas acaban entrando en la “normalidad”.
¡Esto no puede ser!
Gente muriendo de hambre o de frío no es noticia.
Pero si las bolsas bajan diez puntos es una tragedia.
Las personas son descartables, nosotros, las personas, somos
descartables.
Esta “cultura del descarte” tiende a convertirse en mentalidad común, que contagia a todos.
La vida humana ya no se percibe como un valor primordial, respetado y protegido. Especialmente si es la vida de pobres o discapacitados, si aún no sirve (como el niño por nacer) o ya no es necesario (como el anciano).
Esa “cultura” nos ha hecho insensibles incluso a los desperdicios, a los residuos de alimentos, peor aún cuando en el mundo, personas y familias sufren hambre y desnutrición.
El consumismo nos ha habituado tanto a lo superfluo y al desperdicio de la comida que a veces ya no somos capaces de
darle su justo valor.
¡Recordemos bien, sin embargo, que la comida que se tira es como si fuera robada de la mesa de los pobres y de los
hambrientos!
¡Recordemos bien, sin embargo, que la comida que se tira es como si fuera robada de la mesa de los pobres y de los
hambrientos!
En la fiesta del Corpus Christi leímos la historia del milagro de los panes.
“Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas”.
¡Jesús pide a sus discípulos que no se pierda nada,que no haya desperdicio!
Cuando la comida se comparte de manera justa y solidaria, no se priva a nadie de lo necesario, y cada comunidad puede satisfacer las necesidades de los
más necesitados.
La ecología humana y la ecología ambiental caminan juntas.
Quisiera que tomásemos en serio el compromiso de respetar y proteger la
creación, de estar atentos con todas las personas, de contrarrestar la cultura de los desperdicios y del descarte, para promover
una cultura de la solidaridad y del encuentro.
Gracias.
¿Quiere leer el texto resumen de
la Catequesis, publicado por el Vaticano?
Le sugiero este enlace : AQUÍ
BARTHIMEUS, Instituto para el Progreso Humano
Hasta la próxima semanaHasta la próxima semana
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