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Filosofía política, Positivismo, Auguste Comte.
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Estado positivo: Ciencia, producción y transformación como superación de una visión
teleológica de la Historia, la Política y la Sociedad
Guillermo Bernabé Hernández
La política y la ética han sido temáticas que representan campos importantes dentro del
objeto de la especulación filosófica, ello no es extraño porque el hombre vive en sociedad,
crea instituciones y organismos sociales, ordena su sociedad de maneras distintas y
mantiene contacto directo con otros individuos y otros pueblos, no obstante, en términos de
política o ética es difícil poder establecer un sistema que sea válido y universal para todas
las sociedades en el mundo, es decir, hasta la fecha no hemos podido alcanzar un
conocimiento de cómo deben ser las cosas en estos ámbitos a un nivel universal.
Las discusiones filosóficas en torno al deber ser están sumamente alejadas de lo que
día a día podemos hallar no sólo en otros países sino en nuestra propia sociedad, las
problemáticas que nos aquejan actualmente parecen ser más graves mientras el tiempo
sigue su marcha. El filósofo a través de toda la historia cuestiona, critica, idealiza y propone
diferentes vías de solución a este tipo de problemáticas, sin embargo, en lo referente a este
tipo de dificultades no es clara la base de la que el filósofo parte para elaborar sus juicios y
propuestas. Dentro del problema ético, social y político considero que se encuentra una
visión general del hombre en tanto que dichos problemas son inherentes al ser humano. El
hombre es el único ser que problematiza, discute, propone y formula soluciones acerca del
deber ser mediante actividades propiamente humanas como la filosofía, la ciencia, la
política, etc.
A lo largo de la historia de la filosofía los hombres más eminentes se han preocupado
por los problemas de sus respectivas sociedades y han elaborado un buen número de
propuestas que indiscutiblemente han influido en la vida política y social en la que nos
encontramos inmersos hoy día. Entre estos hombres considero que Augusto Comte
representa la figura de un pensador que se preocupó por buscar un sólido fundamento para
el estudio de la sociedad y el desarrollo de una visión política que hundiera sus raíces en el
desarrollo de la ciencia, sus inquietudes lo llevaron también a determinar la dirección de un
1
espíritu que pretendía orientar a la humanidad hacia una visión positiva y progresista en
todos los ámbitos de la ciencia y la cultura.
El objetivo del presente ensayo consiste en mostrar una visión del hombre desde la
perspectiva del positivismo de Comte centrándome en los siguientes aspectos
fundamentales: 1) el hombre como sujeto que conoce, enlaza y establece relaciones en su
medio natural llegando a una noción de filosofía y ciencia positiva que abandona todo
objetivo de conocimiento absoluto, causal y trascendental, 2) el hombre que tiene como
tarea conocer y hacer ciencia positiva no sólo de los fenómenos naturales sino de los
fenómenos más inmediatos y complejos que atañen a la propia naturaleza humana
(fenómenos sociales y políticos) desde una perspectiva totalmente positivista, y finalmente,
3) el hombre que ha llegado a la noción de que su humanidad es parte de un proceso que
debe cumplir pasando por un estado teológico, metafísico y llegando finalmente a un estado
positivo, cuya perfección está dada por el hecho de que con base en el conocimiento
científico ha realizado un estudio positivo de la historia, ha considerado su posición en el
transcurso de la misma y pretende alcanzar un estatus que supere al actual para culminar en
el estado positivo.
Este análisis y exposición de los que considero algunos de los aspectos más
importantes de la filosofía de Augusto Comte serán desarrollados tomando como referencia
los textos: Plan de los trabajos científicos necesarios para reorganizar a la sociedad y
Curso de filosofía positiva. Es necesario tomar en cuenta el segundo texto porque en él se
encuentra una noción más completa de lo que nuestro autor entiende por filosofía positiva y
a partir de esta visión es posible entender aspectos como el desarrollo científico, el
progreso, la transición de los tres estados, el papel y justificación de la ciencia, la
posibilidad de una sociología y la formación de clases en el estado positivista. Al final
concluiré con una breve reflexión valorando la aportación de Comte y también dejando ver
algunos problemas que pudieron surgir a partir de su proyecto y que autores como Marx
criticaron fuertemente.
Para iniciar es necesario tomar la definición que Comte da acerca de la filosofía
positiva ya que al parecer hay una distinción interesante entre su manera de filosofar y
aquello que antes de él y que durante toda la tradición se ha entendido por filosofía. Esto es
2
importante por que la ley de los tres estados que será desarrollada más adelante supone un
avance que está marcado por este carácter positivo de estudiar a la naturaleza, el hombre y
los fenómenos sociales. Nuestro autor define así a su filosofía: “… Uso la palabra filosofía
como la emplearon los antiguos, especialmente Aristóteles, en su significación de sistema
general de las concepciones humanas. Añadiendo la palabra positiva, anuncia esta manera
especial de filosofar, que consiste en ver las teorías, cualquiera sea su orden de ideas, como
dirigidas a la coordinación de los hechos observados, lo cual constituye el tercero y último
estado de la filosofía general, primitivamente teológico y después metafísico, según explico
desde la primera lección.1”
Es interesante la perspectiva que Comte tiene acerca de la filosofía, principalmente en
tomarla como un sistema general de las concepciones humanas, al tomarla como un
sistema entiendo que Comte supone que efectivamente existe un orden acerca de las cosas
que conocemos, pero este orden no obedece a una naturaleza trascendente o absoluta por
que tiene que ver con una serie de hechos observados y sistematizados por el hombre
mismo. El carácter del positivismo radica principalmente en el hecho de no suponer el
conocimiento y la ciencia como cuestiones cuyo sustento está dado por entidades o ideas
trascendentes o metafísicas, esto es una nota característica de los estados que se pretenden
superar, a saber, el estado teológico y el metafísico.
Vemos en nuestro autor un esfuerzo por romper con filosofías de corte idealista que
tienen como objetivo alcanzar lo verdadero en su sentido absoluto y trascendental. Dichas
teorías filosóficas constituyen para el positivista sólo una transición hacia una nueva
manera de estudiar el mundo. En esta aproximación, el hombre, lejos de tomar un papel
pasivo ha pasado a ocupar un lugar de mayor importancia en el ámbito científico, cultural y
político; bajo el punto de vista positivista es tiempo de que el hombre se deshaga de
pretensiones de hallar causas primeras o causas finales porque estas no le dicen nada del
mundo, son abstracciones e ideas inútiles que dada su naturaleza no son objeto de
comprobación ni estudio serio.
1 Comte A. Curso de filosofía positiva. en La filosofía positiva. Comp. Francisco Larroyo. México D.F. FCE. 2011. pp. 37
3
La naturaleza para nuestro autor debe ser estudiada en los siguientes términos:
“Vemos que el carácter fundamental de la filosofía positiva consiste en captar todos los
fenómenos como sujetos a leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento preciso y
reducción al menor número posible son la meta de todos nuestros esfuerzos, considerando
como absolutamente inaccesible para nosotros y vacía de sentido la búsqueda de lo que se
llaman causas, sean primeras, sean finales.2” Comte está consciente de que la investigación
de las causas es una tarea que sobrepasa al hombre dado su carácter temporal y limitado en
términos de facultades, la ciencia que en su desarrollo, afirma Comte, se ha ido haciendo
positiva progresivamente ha avanzado al mismo tiempo que ha dejado de tener objetivos
que la superan.
La ciencia a lo largo de su desarrollo ha alcanzado a explicar y entender mejor el
mundo conforme su pretensión de explicar causas primeras ha disminuido. Si la ciencia se
plantea objetivos que dada su naturaleza son imposibles de alcanzar su desarrollo se verá
estancado y será necesario ajustar sus objetivos de manera que sean asequibles al ser
humano y a sus capacidades, por esto, Comte respecto a su filosofía positiva dice: “En
nuestras explicaciones positivas, aún en las más perfectas, no tenemos en modo alguno la
pretensión de exponer las causas generadoras de los fenómenos, puesto que jamás haríamos
nada más sino retrasar la dificultad; queremos, por el contrario, examinar con exactitud las
circunstancias que la han producido, y enlazar las unas con las otras mediante relaciones
normales de sucesión y similitud.3
En términos generales, Comte pretende abandonar todo objetivo de conocimiento que
supere nuestras facultades y nuestras posibilidades de interactuar con el mundo por el solo
hecho de que representan una búsqueda estéril que no nos lleva a ningún resultado y que
sobre todo no tiene una aplicación o una utilidad en esta vida a nivel científico, social y
político. El hombre debe ocuparse de los asuntos que le conciernen en esta vida y que
pueden tener un efecto en estas esferas del conocimiento. El ser humano adquiere un papel
en donde su actividad debe consistir en ocuparse de tareas tales como: sistematizar,
categorizar, clasificar y acercarse mediante la ciencia al conocimiento de la naturaleza en
sentido positivo.
2 Óp. Cit. pp. 403 Óp. Cit. pp. 41
4
El método positivo ha delimitado los fenómenos que son objeto de su estudio y sin
lugar a dudas está inspirado en los grandes adelantos científicos de la modernidad, mismos
que de alguna manera han cambiado la manera de concebir al mundo, determinar causas,
seguir nuevos métodos de investigación, sin embargo, ello no quiere decir que el
positivismo aspire a una idea de ciencia unificada o de metodología universal para todas las
ciencias, es cierto que las distintas ciencias positivas están relacionadas pero cada una
requiere de tratamientos distintos, de metodologías y maneras de abordar los distintos
problemas que cada ciencia requiere.
En torno al método mediante el que la filosofía positiva pretende abordar sus
problemas, dice Comte: “Hay que considerarlo actuando: hay que estudiar las diversas y
grandiosas aplicaciones bien comprobadas que de él ha hecho el espíritu humano. En una
palabra, sólo es posible llegar a él mediante el examen filosófico de las ciencias. No es
posible estudiar el método aisladamente de las investigaciones en que se emplea, o resulta
un estudio muerto, incapaz de fecundar el espíritu que a él se dedique.4”
Esto nos da una muestra de que cada ciencia debe obedecer a ciertas reglas para ser
estudiada, no es posible, por ejemplo, utilizar el mismo método para los fenómenos físicos
que para los biológicos y por esta razón no es viable realizar consideraciones
metodológicas en abstracto. El método no puede considerase separado de la ciencia y el
objeto de estudio en el que se emplea. La tarea del hombre es construir una especie de
órgano que le permita clasificar las ciencias, estudiarlas, relacionarlas y obtener un
conocimiento de las mismas que no obedezca a relaciones de causalidad metafísica sino a
categorías que nos permitan la observación, la comparación y la experimentación de los
fenómenos que pretendemos estudiar.
Con el objetivo de no alargar de más este trabajo basta con mencionar (para culminar
el primer punto) la clasificación de las ciencias que según Comte se ha llevado a cabo
durante los últimos siglos hasta el momento en que escribió su obra. Nuestro autor ordena
los fenómenos desde los más generales y más susceptibles de volverse positivos debido a su
simplicidad y generalidad hasta los más específicos y cuyo objetivo es elaborar una ciencia
positiva de los mismos, a saber, los fenómenos sociales. A grandes rasgos la clasificación
4 Óp. Cit. pp. 46
5
es la siguiente: Astronomía, Física, Química, Biología y Física social (más tarde llamada
Sociología)5.
En esta parte del presente ensayo he mostrado algunas de las generalidades de la
filosofía positiva propuesta por Augusto Comte, en ella se deja entrever una nueva
perspectiva del hombre frente a la naturaleza y el mundo en general. La Filosofía como
producto de la actividad humana se propone alcanzar un conocimiento que pueda ser útil y
aplicable a las necesidades de la vida. La búsqueda de la verdad y el conocimiento en su
sentido trascendental ha sido desechada por representar una búsqueda infructuosa y que
excede las propias capacidades intelectuales del hombre. El ser humano obedece a una
naturaleza que debe cumplirse y a pesar de que Comte critica a las filosofías idealistas y
absolutas también cree en una especie de finalidad (el estado positivo), pero esta discusión
será retomada al final del ensayo.
Por ahora es conveniente pasar al segundo apartado del trabajo y para ello será
necesario retomar algunos aspectos en torno a la posibilidad de crear una ciencia que tome
por objeto a los fenómenos sociales y políticos con el objetivo de llevar a cabo un programa
de reorganización social basado en una perspectiva positivista.
Para nuestro autor las ciencias que estudian los fenómenos más generales son
aquellas que han alcanzado el grado de ciencias positivas, es decir, cuyos fenómenos son
observables, comparables y susceptibles de generalizaciones y experimentación, ejemplo de
ello son principalmente: la Astronomía y la Física aunque también nota grandes avances en
el terreno de la Química y la Biología cuyos procedimientos se encaminan hacia un enfoque
positivo.
Las ciencias sociales representaban el mayor reto para el filósofo francés por el hecho
de que constituyen los fenómenos más particulares y propiamente humanos, sin embargo,
¿Cómo se puede desarrollar un enfoque cientificista que tome como objeto a los fenómenos
5 Cabe mencionar que esta es la clasificación general y solamente ha sido enlistada de esta manera por que los objetivos del trabajo no consisten en profundizar en dicha clasificación, pero a lo largo del Curso de filosofía positiva Comte muestra las subdivisiones existentes entre estas ciencias y las relaciones generales que existen entre ellas, constituyendo así una especie de órgano que representa la totalidad de los fenómenos que el hombre puede estudiar y acerca de los que puede obtener un conocimiento científico. Las matemáticas por su parte son susceptibles de relacionarse con estas ciencias y Comte las concibe como la ciencia mediante la que es posible relacionar a todas las demás en términos de magnitudes.
6
sociales? ¿Es posible establecer leyes que determinen cómo debe ser la organización social
y política?
Es necesario recordar que Comte concibe a las ciencias como un conjunto de
conocimientos no causales en sentido metafísico cuyo método se determina dependiendo de
la naturaleza del objeto a estudiar. Los fenómenos sociales desde su perspectiva no habían
tenido un gran desarrollo y ello es comprensible por el hecho de que las ciencias más
generales no habían alcanzado un estatus de ciencias positivas; cuando dichas ciencias
lograron alcanzar dicho estado fue necesario buscar la metodología que permitiera estudiar
los fenómenos sociales y políticos, esto, sin duda alguna anunciaba un cambio en la manera
de estudiar a la naturaleza y ello permitió a Comte formular su teoría de los tres estados
logrando ordenar la evolución mediante la que el ser humano había avanzado en el
conocimiento de sí mismo y de la naturaleza. Los fenómenos políticos y sociales fueron
susceptibles de observación, comparación y experimentación gracias a que en realidad
existían los datos positivos para un estudio semejante.
La Historia jugó un papel importante en el desarrollo de la Sociología como ciencia
porque ella era quien podía proveer los datos necesarios para el estudio de los fenómenos
sociales y políticos; se abrió un horizonte para elaborar una metodología y alcanzar un
conocimiento que lograra determinar las leyes que debían regir a la sociedad y a la política.
El método histórico es compatible con la observación, la experimentación y la comparación
positivas, por esta razón, Comte dice: “Una marcha gradual nos conduce a la apreciación
directa de esta ultima parte del método comparativo que debo distinguir, en sociología,
como el método histórico, propiamente dicho, en el que reside esencialmente, por la
naturaleza de tal ciencia, la única base fundamental en que realmente puede descansar el
sistema de la lógica positiva.6"
La tarea esencial del hombre consiste en desarrollar sus habilidades y sus
herramientas con el objetivo de alcanzar un conocimiento en las ciencias de mayor
complejidad tal y como son la Sociología y la Política. El impulso por alcanzar un
conocimiento en estas áreas no está dado por el cumplimiento de una finalidad
6 Comte A. Curso de filosofía positiva. en La filosofía positiva. Comp. Francisco Larroyo. México D.F. FCE. 2011 pp. 63
7
trascendental sino por una necesidad “vital” con esto me refiero a que es necesario en
términos prácticos hallar un orden en la sociedad. El positivismo desde la perspectiva de
nuestro autor es la vía que intenta dar una solución más efectiva al problema social y
político mismo que ha sido causa de las más funestas consecuencias tales como rebeliones,
guerras, desorden y desigualdad social.
La filosofía de Comte encuentra en la historia el material necesario para hacer de la
sociología una ciencia positiva y por esta razón justifica la necesidad de que la sociedad se
vuelque hacia la ciencia, organice y reparta las tareas de reorganización a las clases
adecuadas para llevar a cabo dicha empresa y con base en el conocimiento y la capacidad se
pueda llevar a cabo la reforma y la transformación que un proyecto político y social de esta
magnitud requiere.
En torno a los problemas que Comte llegó a notar a lo largo de la historia cayó en
cuenta de que la humanidad pudo desarrollar dos fines de actividad posibles y que hasta su
tiempo habían regido el desarrollo de la humanidad, él mismo lo describe de la siguiente
manera: “No hay más que dos fines de actividad posibles lo mismo para una sociedad, por
numerosa que sea, que para un individuo aislado. Son la acción violenta sobre el resto de la
especie humana, o la conquista, y la acción sobre la naturaleza para modificarla a favor del
hombre, o la producción.7”
Comte evidentemente apuesta por la segunda opción y de ahí su interés por el
desarrollo no sólo de la ciencia natural y la tecnología que ella trae consigo sino también
por el cultivo y el desarrollo de la Sociología y la ciencia política. El hombre tiene la
posibilidad de crear y desarrollar los medios para cumplir sus fines; al tener la capacidad de
conocer y transformar la naturaleza desarrolla un conocimiento acerca de la misma y ello le
permite la posibilidad de coexistir en sociedad evitando las desigualdades, el conflicto y las
guerras que surgen como consecuencia del deseo de subsistir.
Los fenómenos naturales no dependen de la intervención del hombre pero los
fenómenos sociales y políticos son productos de su actividad y afectan directamente al
hombre mismo en tanto que representan la base de su vida y su convivencia con los demás
7 Comte A. Plan de los trabajos científicos necesarios para reorganizar a la sociedad. en La filosofía positiva. Comp. Francisco Larroyo. Porrúa. México D.F. 2011 pp. 12
8
individuos. Acceder a un conocimiento positivo de los factores que intervienen en el
desarrollo de dichos fenómenos no es solamente un impulso desinteresado por el
conocimiento sino una verdadera necesidad.
El desarrollo de la Sociología y la ciencia política no está dado ni determinado al azar
por cualquiera que sienta deseos por contribuir a su desarrollo, dicha tarea requiere de un
análisis más estricto; tal y como lo había mencionado con anterioridad la Historia nos
brinda los elementos necesarios para llevar a cabo la tarea de la reorganización social y la
fundamentación de la Sociología como ciencia positiva.
La estructura social que se había fundado en el pasado representaba el material sobre
el que se debía partir para fundamentar la reorganización social positiva que Comte
buscaba con tanto esmero. La tarea de nuestro autor no consistía en una negación o una
superación del pasado destruyéndolo sino en una superación del mismo aprovechando sus
fundamentos y superándolo con base en una conciencia de que el conocimiento
trascendente no es posible dadas nuestras facultades. El conocimiento y la ciencia que se
debía desarrollar tenían como tarea una necesidad efectiva que se hacia patente en las
necesidades sociales, políticas y económicas.
Nuestro autor, al tomar en cuenta los desarrollos científicos necesarios cayó en cuenta
de que la tarea de formular las bases para una sociedad requería de una organización cuya
tarea debía ser repartida entre clases de hombres capacitados para llevar a cabo sus
actividades, por esta razón, la parte más importante del carácter positivo en el desarrollo de
la sociología y política se centra en la distinción de las actividades a realizar. Dice Comte al
respecto: “Toda operación humana completa, desde la más sencilla hasta la más
complicada, ejecutada por un solo individuo o por un número cualquiera de ellos, se
compone inevitablemente de dos partes, o, en otras palabras, da lugar a dos clases de
consideraciones: una teórica, otra practica, una de concepción, otra de ejecución.8”
En la perspectiva positivista, la sociedad debe estar organizada de acuerdo a esta
división, la Sociología y la Política requieren de este orden para poderse constituir como
verdaderas ciencias y desde este punto de vista, el hombre no puede llevar a cabo la tarea
8 Óp. Cit. pp. 14
9
de la organización social de manera individual, requiere de actividad en conjunto y aquí es
precisamente donde surge una división de clases ya que no cualquier hombre puede llevar a
cabo una tarea semejante.
Evidentemente para Comte quienes están preparados para realizar la labor intelectual
de planeación y teorización son aquellos que responden a un enfoque positivista y que no
sólo se basan en la elocuencia o la especulación metafísica, por lo tanto, quienes están
capacitados para llevar a cabo estas actividades son descritos por nuestro autor de la
siguiente manera: “Siendo teóricos estos trabajos, está claro que los hombres que hacen
profesión de formar las combinaciones teóricas seguidas metódicamente, es decir, los
sabios ocupados en el estudio de las ciencias de observación, son los únicos que llenan las
condiciones necesarias por el género de capacidad y de cultura intelectual.9”
Los sabios entonces son aquellos que están llamados a dirigir las tareas de
reorganización y a fundamentar la Sociología y la Política como ciencias de observación,
esto posibilitado por su capacidad de análisis en sentido positivo. Ello implica que forman
una clase única y superior que debe llevar a cuestas la tarea de dirigir estas actividades. Una
de las consecuencias más importantes que surgen del enfoque de nuestro autor es la
formación de estas clases que podrían clasificarse en la de los intelectuales quienes tienen
la tarea de planeación y teorización respecto a los ámbitos sociales y políticos, la de los
industriales que son aquellos que llevan a cabo las tareas de ejecución y finalmente la masa
de la población quienes secundan las tareas de industriales e intelectuales.
Es necesaria la parte teórica porque resulta indispensable que exista un espíritu que
guíe a la sociedad y una ideología que dirija las actividades a realizar. Los esfuerzos por
construir una ciencia política y una Sociología son llevados a cabo en estos términos. El
segundo apartado de este trabajo ha dejado ver que la búsqueda de una ciencia de este tipo
requiere de una reorganización de las tareas de la sociedad, ello conlleva a una división y
distinción entre clases que lleva al hombre a una necesaria especialización. La sociedad y la
política funcionan como un organismo y por esta razón el hombre debe trabajar en conjunto
llevando a cabo la función que le corresponde.
9 Óp. Cit. pp. 19
10
Para la filosofía positiva, dada la naturaleza de sus tareas, es necesaria la
especialización y el individuo inmerso en una determinada clase requiere del cumplimiento
de una función con el objetivo de que la sociedad y la política funcionen como un
organismo cuyas partes deben estar en orden y armonía.
La última sección de este ensayo pretende mostrar cómo con base en todo lo que se
ha dicho Comte justifica el avance hacia un estado positivo que, sin duda, se ha basado en
sus antecesores (el estado teológico y el metafísico) los ha superado llegando a una noción
de ciencia, sociedad y política completamente distinta, elaborando así una visión
progresista del desarrollo humano en contraposición con los datos aportados por la historia.
Comte concibe a la filosofía positiva como el resultado de un proceso que se ha
gestado a través de la historia, los cambios filosóficos, científicos, políticos y sociales así
como las instituciones generadas en ese periodo han servido de base para que haya una
transición desde el estado teológico, pasando por el metafísico hasta llegar al estado
positivo cuya culminación se verá coronada por el desarrollo de la Sociología y la Política
como auténticas ciencias positivas de observación.
Dicha noción es resultado de una visión general de la historia. Nuestro autor pudo
llegar a la concepción de que la humanidad debía seguir ese proceso y para ello utilizó los
datos históricos como datos positivos formulando la teoría de los tres estados10, este
proceso es descrito de la siguiente manera: “Estudiando el desarrollo total de la inteligencia
humana en las diversas esferas de su actividad, desde su primera y simple manifestación
hasta nuestros días, creo haber descubierto una gran ley fundamental, a la que se halla
sometido por una necesidad invariable, y que me parece poder determinar, sea sobre las
10 La teoría de los tres estados puede ser resumida de la siguiente manera: la humanidad ha pasado por tres clases distintas de estados en los que la ciencia, la política y el conocimiento se han tomado de manera distinta, dichos estados son el teológico, el metafísico y finalmente el positivo. En el estado teológico las ideas sobrenaturales explican y permean las observaciones de los fenómenos que los hombres advierten, todo es explicado a través de mitos y los fenómenos son entendidos a manera de causalidad sobrenatural. En el estado metafísico se vive una suerte de transición, los hechos son ligados mediante ideas que ya no representan entidades sobrenaturales pero que son abstracciones del espíritu que aún explican los fenómenos en términos de idealización abstracta sin abandonar totalmente la causalidad trascendental. Finalmente el estado positivo liga y estudia lo hechos de acuerdo con leyes generales que deben ser confirmadas por los hechos mismos, no existe una noción de causalidad final o última sino que el hombre ordena los hechos de manera general con el objetivo de establecer leyes y principios que expliquen los fenómenos, en dicho estado hay un gran desarrollo de la ciencia que es la que explica el mundo. Véase el apartado referente a la “Ley de los tres estados” en el Curso de filosofía positiva y el Plan de los trabajos científicos necesarios para reorganizar a la sociedad.
11
pruebas racionales suministradas por el conocimiento de nuestra organización, sea sobre las
verificaciones históricas resultantes de un examen atento del pasado.11”
La formulación de la ley de los tres estados es producto de un proceso de observación
mediante el que la marcha de la humanidad se ha configurado llegando a formar
determinados sistemas sociales y políticos que han ido cambiando y evolucionando al paso
de los siglos; un ejemplo claro es el punto que se tocó en la sección anterior del trabajo al
hacer énfasis en el aspecto de que en el estado positivo, el hombre, gracias al desarrollo de
la ciencia es capaz de transformar la naturaleza y producir para subsanar sus necesidades,
esto se contrapone a la conquista que era la característica principal de los estados anteriores
cuya manera de proceder era la fuerza.
En Comte encontramos una tendencia muy fuertemente marcada a asumir el progreso
de la humanidad (la noción de los tres estados) de que la humanidad ha seguido una marcha
que se dirige al estado positivo y cuya culminación es hallar una Sociología y una ciencia
política de corte observable y positivo. Estos datos nos dan la muestra de que la filosofía de
Comte y su noción de ciencia y política representan una superación en comparación con sus
antecesoras.
Un aspecto que es igualmente interesante es el abandono por la búsqueda de verdades
trascendentales o metafísicas. En la tradición filosófica esto puede verse como un retroceso
porque la filosofía a lo largo de la historia ha dirigido sus esfuerzos en esta dirección pero
Comte parece desdeñar estos objetivos basado en la idea de que esta búsqueda no tiene una
aplicabilidad y una utilidad para los problemas que amenazan a la sociedad. La Filosofía y
la ciencia deben estar al servicio de la humanidad y deben ser útiles a la misma para la
solución de sus problemas y dificultades en el plano terrenal.
Augusto Comte considera esta visión como un progreso en contraposición con el
estado teológico y metafísico. Es interesante ver su ruptura con filosofías de la tradición
como el idealismo, el racionalismo o el criticismo y más allá de una ruptura, Comte la
presenta como una superación; el inicio de la formación del estado positivo donde los
hechos que merecen estudiarse son los hechos observables y aquellos de los que pueden
11 Comte A. Curso de filosofía positiva. en La filosofía positiva. Comp. Francisco Larroyo. México D.F. FCE. 2011. pp. 38
12
derivarse leyes y principios, esto también sirve de base para pensar una filosofía de la
historia cuya culminación es el estado positivo.
El progreso para Comte es posible por el hecho de que la filosofía positiva consiste en
una visión lineal de la historia, el positivista sabe que tiene un plan que pretende desarrollar
y sabe que debe trabajar para ello, el filósofo en estos términos a diferencia de los filósofos
antiguos considera el papel de la historia y el objetivo que se ha planteado (el desarrollo de
todas las ciencias positivas); por esta razón Comte concibe así al progreso: “Observándolo
científicamente, se ve que la condición de continuidad constituye un elemento
indispensable de la noción definitiva del progreso de la humanidad, noción que resultaría
impotente para dirigir el conjunto racional de las especulaciones sociales, si representase al
progreso como limitado por naturaleza a un estado determinado, ya hace tiempo logrado.12”
El factor de la continuidad es interesante por el hecho de que no sitúa a la condición
humana como algo determinado, la fundación del estado positivo implica un programa a
realizar, no es producto de un proceso teleológico en el que la naturaleza dirija los actos
humanos hacia su fin, el hombre tiene un papel activo y posee las facultades y capacidades
necesarias para actuar y transformar la naturaleza con el objetivo de emplearla para cubrir
sus necesidades sociales y políticas. La perspectiva positivista del hombre sitúa a éste como
un sujeto activo que puede tener una influencia directa en su modo de vida no sólo a nivel
individual sino social basado en el conocimiento y el desarrollo de la ciencia independiente
de causas metafísicas, sobrenaturales o trascendentes..
El programa de reorganización social de Comte contempla no sólo el desarrollo de la
ciencia y la política sino que implica todo un nuevo modo de vida en torno a una
organización dirigida por los sabios que están preparados para llevar a cabo la dirección del
espíritu de su pueblo y orientarlo a una transformación total, cabe mencionar también que
la única clase que según Comte puede lograr una verdadera unidad mas allá de las fronteras
de cada pueblo es la de los sabios europeos, ellos son quienes están en condiciones de
llevar a cabo la planeación teórica de los programas sociales y políticos que la sociedad
europea requería en ese momento.
12 Óp. Cit. pp. 66
13
La distinción de clases se componen como ya antes se había mencionado de la parte
teórica compuesta por los científicos, la parte práctica representada por los industriales y el
pueblo cuyas labores están destinadas al trabajo y el sustento de toda la sociedad. El
programa implicaría un organismo que debe sustentarse con base en un adecuado
funcionamiento de todas sus partes.
Hasta aquí concluye el tercer punto del ensayo y en este momento es posible deducir
que para el positivismo la especialización y la división de clases resulta necesaria dado que
el programa así lo exige, las tareas de reorganización científica, política y social deben
llevarse a cabo en este orden porque las diferentes habilidades de quienes están
especializados en estas áreas son necearías para que el estado positivo pueda ser llevado a
cabo. El hombre desde la perspectiva positivista es aquél que debe evolucionar hacia un
estado positivo sin dejar de aprovechar las herramientas que su historia le ha dado, en este
sentido, el hombre es producto de una evolución que se ha llevado a cabo a través de la
historia misma que no puede ignorar y que incluso representa las bases de su estado actual.
El hombre no es aquél que está determinado por un telos o una naturaleza que tenga
que obedecer sin que intervenga su voluntad o racionalidad. Por esta razón es importante la
historia, porque el hombre es producto de un proceso histórico y social en sentido positivo,
no es producto de un proceso metafísico que lo ha llevado a ser tal y como ahora es. El
progreso en este sentido puede concebirse como ese proceso lineal que marca la pauta para
que los avances de la sociedad sigan efectuándose.
Hasta aquí la exposición de mi trabajo, por mi parte restaría reflexionar en torno al
papel del progreso y la noción de los tres estados. Desde mi punto de vista considero que
Comte tiene muy claro el hecho de que el hombre no puede aspirar a un conocimiento
absoluto y trascendente y de que los problemas de la sociedad y la política no son producto
de un proceso ciego, sin embargo, creo que Comte en tanto que también es filósofo cae en
cierto idealismo (aunque no tan exagerado) al asumir que el desarrollo de la Sociología y la
Política positiva darán la pauta para efectuar las tareas de la reorganización social.
Al dividir las clases, Comte quizás muy ingenuamente no advirtió algunos problemas
que pudieran derivarse de las relaciones de poder después de todo parece ser que hoy día
14
quienes tienen el poder no son los científicos sino los industriales y por esta razón nuestra
situación no es tan favorable, pero ello no resta mérito a la propuesta de nuestro autor. La
división de clases tal y como lo mencioné al principio ha acarreado problemas que han sido
retomados por filósofos como Marx quien notó los problemas engendrados en la sociedad
de su tiempo tales como desigualdad social, pobreza, enajenación, desarrollo del
capitalismo, etc.
La especialización como producto de la división de trabajos de reorganización trajo
consigo que el estado se conciba como un gran sistema en el que todos sus componentes
son igualmente importantes, sin embargo, Comte no contempló el problema del control
económico, los industriales dada su condición serían quienes tomarían el poder a pesar de
no estar realmente preparados para ello y parece ser que en nuestra sociedad los científicos
actúan como subordinados en lugar de ser dirigentes.
Comte se ha considerado por la tradición filosófica como un hombre que vino a poner
en entredicho las tareas de dicha disciplina, pero, sin duda, su aportación es interesante al
tomar en cuenta la noción de que es posible llegar al conocimiento, sistematización y orden
de la sociedad basadas en el conocimiento científico. El hombre tiene la posibilidad de
transformar y producir con base en la ciencia, sin embargo, el hombre también tiene su lado
negativo y de la misma manera tiene la capacidad de destruir y provocar los daños más
funestos a su sociedad por medio de los productos del desarrollo científico.
Después de todo Comte quizás cae en cierto idealismo al suponer que es posible que
el hombre a través del conocimiento científico pueda llegar al establecimiento de una
Sociología y una ciencia política que pretenda alcanzar un conocimiento objetivo sobre
cómo deben ser las cosas en estos ámbitos. Habría también que contemplar los vicios
inherentes al ser humano que lo han llevado a cometer toda la serie de errores que ha
llevado a cabo basado en el conocimiento científico, no obstante, la filosofía de Comte
tiene un alto valor en tanto que sus ideales contemplan un mejor estado para el hombre en
el que pueda desenvolverse y vivir plenamente, sin duda alguna hay muchos factores que
nos permitirían afirmar que Comte tiene mucho que aportar a nuestra sociedad hoy en día.
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Referencias
Comte A. La filosofía positiva. Comp. Francisco Larroyo. México D.F. FCE. 2011
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