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Id. Cendoj: 28079310012014100002
Organo: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Civil y Penal
Sede: Madrid
Sección: 1
Tipo de Resolución: Sentencia
Fecha de resolución: 15/09/2014
Nº Recurso: 29/2014
Ponente: SUSANA POLO GARCIA
Procedimiento: PENAL - JURADO
Idioma: Español
Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior
de Justicia de Madrid
Domicilio: C/ General Castaños, 1 - 28004
Teléfono: 914934848, 914934750
31053860
NIG: 28.079.00.1-2014/0012061
RFª RECURSO DE APELACIÓN PROCEDIMIENTO TRIBUNAL DE JURADO
N° 29/2014
Apelantes: 1º MINISTERIO FISCAL
2º Adriano
3º Daniela, Inmaculada Y Patricia
4º Cornelio Y Marí Trini
5° Geronimo
6º Lázaro, Pedro Y Tomás
7º Jesús María
8º Arsenio (apelante supeditado)
9° Domingo (apelante supeditado)
Apelados: 1º Adriano
2º Cornelio Y Marí Trini
3º Daniela, Inmaculada Y Patricia
4º Geronimo
5° MINISTERIO FISCAL
SENTENCIA Nº 17/2014
Excmo. Sr. Presidente:
Dn. Francisco Javier Vieira Morante
Ilmos/as. Sres/as. Magistrados/as:
Dña. Susana Polo García
Dn. Jesús María Santos Vijande
En Madrid, a quince de septiembre del dos mil catorce.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El Magistrado-Presidente del Tribunal del Jurado, Dn. Eduardo Cruz
Torres, designado en la Sección Décimo Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid,
dictó el 13 de enero de 2014 sentencia, aclarada por auto de 25 de marzo, en la que se
declararon probados los siguientes hechos:
"Los hechos declarados probados por el veredicto del Jurado son los siguientes:
APARTADO A
PRIMERO.- Que a Avelino "un conocido llamado Eulalio un día le comentó que había
un trabajo por hacer", "que se trataba de dar la vuelta a una persona" y que con
posterioridad Geronimo y él estuvieron hablando del tema y le comentó que era para un
abogado y que le haría llegar unos papeles donde aparecían fotografías.
Que el encargo que recibió Avelino consistía en asesinar a un abogado.
Con posterioridad se encontró en el domicilio del citado Avelino un dossier en el que
figuran fotografías de la víctima, de su pareja, de itinerarios y de la situación de su
domicilio y del lugar de su despacho.
SEGUNDO.- Que Avelino "días después de tener el dossier pasó dos o tres veces
por el domicilio del letrado", ¡que pasó una vez por la calle donde estaba el domicilio y
vio que había un consulado o una embajada y que había cámaras", así mismo existían
cámaras de seguridad cerca del domicilio del abogado.
Avelino manifestó en el acto del Juicio Oral que hizo el ofrecimiento del trabajo a
Octavio, el cual le manifestó que no le interesaba.
Avelino estuvo tres o cuatro meses vigilando a la víctima, algunas noches las pasaba
durmiendo frente al domicilio del abogado.
TERCERO.- Que Avelino se quedó con las llaves del Seat León y que las tema en su
domicilio.
CUARTO.- Que en día no señalado el citado Eulalio organizó una reunión en los
billares "Oscar" de Galapagar a la que acudió Avelino Y Geronimo.
QUINTO.- En días posteriores se realizó una reunión en el centro comercial
"Parquesur" a la que acudió Avelino, Domingo y Arsenio iban en un coche Seat León
de color amarillo propiedad de este último. A dicho vehículo le seguía Avelino en su
propio vehículo y le mostraron la dirección de una residencia o de una casa donde iban
a realizar el trabajo.
Que en fecha no determinada, se llevaron el vehículo Volkswagen Golf R32 que le
habían entregado a Avelino y dejó el Seat León amarillo, vehículos que en ningún
momento Avelino llegó a utilizar.
SEXTO.- Que Geronimo conocía a Lázaro de haber coincidido trabajando juntos en
una empresa de trasportes, contactó con el tal Lázaro encargándole realizar un trabajo,
en concreto la muerte del abogado.
SÉPTIMO.- Que en las cercanías del domicilio de Arsenio se realizó una reunión en
la que participaron el citado Arsenio, Lázaro, Domingo y Geronimo, que en dicha
reunión se manifestó que era para dar una vuelta y en la misma se concretó todo.
OCTAVO.- Que tras dicha reunión se efectuó al menos una nueva observación y
vigilancia en el domicilio de la víctima por parte de los acusados Domingo Y Arsenio.
NOVENO.- Que Lázaro propuso la participación a su hermano Pedro, a su padre
Tomás y a Jesús María, los cuales a cambio de precio no determinado participaron en
el encargo de dar muerte al abogado.
DÉCIMO.- Que Lázaro, Pedro, Tomás y Jesús María realizaron las siguientes
vigilancias, comprobaciones y comunicaciones entre ellos:
Vigilancias sobre el domicilio del objetivo y despacho profesional sito en la calle
Lagasca n° 68 de Madrid, efectuadas los días 28 de noviembre, 12, 15 y 16 de
diciembre de 2008; en concreto:
-la mañana del día 28 de noviembre de 2008 el acusado Jesús María efectuó
vigilancias al abogado, dirigiéndose a su domicilio y después a su despacho
profesional, comprobando la hora de salida del domicilio y de llegada a su lugar de
trabajo.
-la mañana del día 12 de diciembre de 2008 el acusado Jesús María efectuó
vigilancias al abogado dirigiéndose a su despacho profesional.
-la tarde del día 15 de diciembre de 2008 los acusados, Lázaro, Pedro, Jesús María y
Tomás efectuaron vigilancias al abogado en su domicilio y en su despacho profesional.
-la tarde del día 16 de diciembre de 2008 los acusados, Lázaro, Pedro y Jesús María
efectuaron vigilancias al abogado en su domicilio y en su despacho profesional hasta
aproximadamente las 22 horas coincidiendo con la hora de salida del abogado de su
despacho profesional.
El día 18 de diciembre de 2008 el imputado Tomás, Pedro y Jesús María, en
ejecución del plan, deciden dar muerte al abogado, coordinándose de forma telefónica
y efectuando como en días anteriores vigilancias en su domicilio y despacho, en
concreto:
-Los acusados Tomás y Lázaro sobre las 18.30 horas se encontraban en las
inmediaciones del domicilio de la víctima de la CALLE000 vigilando la hora de salida
del letrado de su domicilio.
-sobre las 19 horas acuden a las inmediaciones del despacho de la calle Lagasca a
donde se dirigió la víctima, continuando ambos la vigilancia hasta aproximadamente las
21.16 horas, momento, en que Rosendo se dirige en unión de su pareja Claudia al
aparcamiento de la calle Ayala n° 38 donde tenía estacionado su vehículo Mercedes
Benz matrícula ....-PJZ para regresar a su domicilio.
- Al mismo tiempo, sobre las 21,23 horas Lázaro se dirige en vehículo desde la zona
del despacho hasta el domicilio del abogado, coordinándose telefónicamente con Pedro
y Jesús María que se encontraban en las inmediaciones del domicilio de Rosendo, sito
en la CALLE000NUM000, esperando la llegada del vehículo en el que venía el
abogado, provisto uno de ellos con una pistola semiautomática del calibre 9 mm corto,
quienes se encontraban esperando a la víctima en las inmediaciones del domicilio para
ejecutar el hecho.
Aproximadamente, sobre las 21,30 horas del día 18 de diciembre de 2008, cuando el
vehículo entraba por la rampa del garaje del domicilio, sito en la CALLE000 n°
NUM000, los acusados Jesús María y Pedro, se acercan al vehículo por la parte
izquierda y de forma súbita e inopinada, sin darle oportunidad alguna de defenderse,
uno de ellos efectúa dos disparos con una pistola semiautomática, que impactan en la
cabeza de la víctima, ocasionándole la muerte a las 11.30 horas del día 19 de
diciembre de 2008 en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, por parada cario
respiratoria secundaria a la afectaciones de centros vitales.
DÉCIMO PRIMERO.- Que la existencia y posesión del arma para su utilización para
dar muerte a la víctima era conocida por Pedro, por Lázaro, Tomás y Jesús María.
La pistola automática con la que se efectuaron los disparos, que no ha sido
encontrada, era apta para el disparo y se encontraba en estado de funcionamiento.
Lázaro, Pedro, Tomás y Jesús María no tenían permiso ni licencia de armas.
DÉCIMO SEGUNDO.- Que Pedro y Jesús María fueron las personas que dispararon
a la víctima alcanzándole en la cabeza, disparos que le causaron la muerte.
DÉCIMO TERCERO.- Que en cuanto al importe del dinero pagado por el hecho, no
se ha podido determinar la cuantía. Lázaro pagó 34.172,70 euros en efectivo para la
compra de un vehículo Nissan Navara ....HHH y de un remolque marca Williams HB
506 (27.000 euros que fueron abonados en efectivo el 31 de julio de 2009 por el Nissan
Navaar, y 7.112,70 euros que fueron abonados en efectivo el 27 de diciembre de 2010
por el remolque); sin que se haya intervenido cantidad alguna del precio percibido por
Jesús María.
Por auto de 25 de marzo de 2014, se aclara la sentencia y se añaden Hechos
Probados, con el siguiente tenor:
" SE ACUERDA:
PRIMERO.- ACLARAR el error observado en la Sentencia, de manera que en los
Hechos Probados apartado A) SÉPTIMO, donde dice "En las cercanías del domicilio de
Arsenio, se realizó una reunión en la que participaron el citado Arsenio, Lázaro,
Domingo y Geronimo, que en dicha reunión se manifestó que era para dar una vuelta y
en la misma se concretó todo".
Debe decir:
"En las cercanías del domicilio de Arsenio, se realizó una reunión en la que
participaron el citado Arsenio, Lázaro, Domingo y Geronimo, que en dicha reunión se
manifestó que era para dar una vuelta y en la misma se concretó todo y se trató de los
detalles acerca de la muerte del abogado."
SEGUNDO.- No ha lugar a lo solicitado de incluir en el Hecho Probado Segundo,
respecto al acusado Avelino, "Contactó con Celso, para que le proporcionara un arma
para la ejecución del encargo", debido a que el Jurado declaró como no probado este
hecho por unanimidad.
TERCERO.- En el Hecho Probado Segundo, debe de añadirse por declararse
probado por los miembros del Jurado:
"Recibió como garantía de la seriedad del encargo de matar al abogado, un vehículo
Wolkswagen Golf R32. Dicho vehículo fue sustituido con posterioridad por el Seat León
Amarillo matrícula ....-RPB, propiedad de Arsenio junto con sus llaves."
"Avelino fue detenido e ingresado en prisión el 27 de octubre de 2008,
encontrándose en su domicilio de la CALLE001 número NUM001 de Madrid, el dossier
de vigilancia."
CUARTO.- En el Hecho Probado Cuarto, donde dice:
"Que en día no señalado el citado Eulalio organizó una reunión en los billares
"Osear" de Galapagar a la que acudió Avelino y Geronimo". Debe añadirse: "Que en
día no señalado el citado Eulalio organizó una reunión en los billares "Osear" de
Galapagar a la que acudió Avelino y Geronimo, el cual facilitó los detalles de la
ejecución".
QUINTO.- Procede completar el inicio del Hecho Probado Quinto: "En días
posteriores a la reunión de los billares Geronimo les ofreció a Arsenio y a Domingo
participar en los hechos."
SEXTO.- En el Hecho Probado Décimo debe añadirse, resultando a tal efecto:
"-la mañana del día 28 de noviembre de 2008 el acusado Jesús María (utilizando el
teléfono NUM002) efectuó vigilancias al abogado (...)
"-la tarde del día 16 de diciembre de 2008 los acusados, Lázaro (teléfono NUM003),
Pedro (teléfono NUM004) y Jesús María (teléfono NUM002)efectuaron vigilancias al
abogado en su domicilio (...)"
El día 18 de diciembre de 2008 el imputado Tomás (teléfono NUM005), Pedro y
Jesús María, en ejecución del plan (...)"
Incorporando a su vez, al final del citado Hecho Probado: "Con posterioridad a tales
hechos los teléfonos no volvieron a posicionar ni en las inmediaciones del domicilio ni
en las del despacho de la víctima".
SEGUNDO.- La referida sentencia contiene el siguiente pronunciamiento en su parte
dispositiva:
"FALLO: Procede condenar a Avelino como autor responsable de un delito de
conspiración de asesinato mediante precio ya descrito, con la concurrencia de la
circunstancia atenuante ya referida, a la pena de 3 AÑOS Y 9 MESES DE PRISIÓN,
con la pena accesoria de inhabilitación para el derecho del sufragio pasivo durante el
tiempo de la condena impuesta, así como al pago de las costas procesales.
Procede condenar a Geronimo, Arsenio e Domingo como cómplices de un delito de
asesinato alevoso mediante precio a la pena de 12 AÑOS DE PRISIÓN, con la pena
accesoria de inhabilitación para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena impuesta, así como al pago de las costas procesales.
Procede condenar a Lázaro y Tomás como cooperadores necesarios de un delito de
asesinato alevoso mediante precio a la pena de 22 AÑOS DE PRISIÓN, con la pena
accesoria de inhabilitación para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena impuesta, así como al pago de las costas procesales.
Procede condenar a Pedro y Jesús María como autores responsables de un delito de
asesinato alevoso mediante precio, con la concurrencia de la circunstancia agravante
de disfraz, a la pena de 23 AÑOS DE PRISIÓN, con la pena accesoria de inhabilitación
para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena impuesta, así
como al pago de las costas procesales.
Procede condenar a Lázaro, Pedro y Jesús María como autores de un delito de
tenencia ilícita de armas, a la pena de 1 AÑO Y 6 MESES DE PRISIÓN, con la pena
accesoria de inhabilitación para el derecho del sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena impuesta, así como al pago de las costas procesales.
Los condenados indemnizarán de manera conjunta y solidaria en las siguientes
cantidades:
A Adriano la cantidad de 100.000 euros con el abono del interés legal establecido en
el artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil; a Marí Trini y a Cornelio la cantidad de
200.000 euros a cada uno de ellos con el abono del interés legal establecido en el
artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil; a Daniela, y a Patricia y Inmaculada la
cantidad de 250.000 euros a cada una de ellas con el abono del interés legal
establecido en el artículo 576 de la Ley de Enjuiciamiento Civil; y a Claudia en la
cantidad de 200.000 euros con el abono del interés legal establecido en el artículo 576
de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Procede el comiso del vehículo Nissan Navar matrícula ....HHH y del remolque con
número de chasis NUM006 adquirido por Lázaro mediante pago en efectivo.
No procede deducir testimonio de las declaraciones efectuadas por Joaquín ni de la
declaración y del Acta de manifestaciones ante Notario de Segundo interesadas por las
Acusaciones Particulares de Adriano y Daniela, Patricia y Inmaculada."
TERCERO.- Notificada la misma, interpusieron contra ella Recurso de Apelación las
representaciones procesales de Adriano, Daniela, Inmaculada Y Patricia, Cornelio Y
Marí Trini, Geronimo, Lázaro, Pedro Y Tomás, Jesús María, Arsenio (apelante
supeditado), Domingo (apelante supeditado), y EL MINISTERIO FISCAL.
CUARTO.- Admitidos los recursos en ambos efectos y tramitado de acuerdo con lo
dispuesto en el vigente artículo 846 bis d) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, se
elevaron las Actuaciones a esta Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid.
QUINTO.- Una vez recibidos los Autos en este Tribunal y personadas las partes, se
señaló para la vista del recurso el día 9 de septiembre de 2014, a las 10 horas, tras
cuya celebración quedaron los Autos vistos para Sentencia tras la correspondiente
deliberación y votación.
Es Ponente la Ilma. Sra. Dña. Susana Polo García, quien expresa el parecer
unánime del Tribunal.
HECHOS PROBADOS
No se entra a conocer sobre los hechos declarados probados en la sentencia
apelada.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO - Motivos de los recursos presentados por el Ministerio Fiscal y
Acusaciones Particulares.
1°.- El Ministerio Fiscal formula el recurso, en primer lugar, al amparo del artículo 846
bis c) apartado a ) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ya que ante la sucinta
motivación del Jurado, -lo que implicó la solicitud del Fiscal de devolución del
veredicto-, el Magistrado Presidente debería haber complementado en la sentencia la
misma, en virtud de lo dispuesto en el artículo 70.1 de la LOTJ y 120 de la CE, y
Jurisprudencia aplicable, citando en apoyo de su tesis la sentencia del Tribunal
Supremo de 17 de octubre de 2012, en concreto carecen de motivación suficiente,
según el recurrente, los Hechos Sexto y Séptimo con respecto a Geronimo, los Hechos
Séptimo y Octavo, en relación a Arsenio e Domingo, los Hechos Sexto y Séptimo en
relación a Lázaro, y los Hechos Noveno, Décimo, Undécimo, Duodécimo y Décimo
Tercero, pues la motivación es conjunta para los intervinientes en los mismos,
debiéndose complementar la motivación con la prueba practicada, tal y como analiza,
con respecto a Lázaro, Pedro, Tomás, y Jesús María; solicitando la nulidad de la
sentencia de fecha 13 de enero de 2014, para que el Magistrado Presidente motive
adecuadamente la sentencia, concretando la prueba de cargo en los supuestos citados
en los que no lo ha hecho.
En segundo lugar, el Ministerio Fiscal al amparo del artículo 846 bis c) apartado b) de
la Ley de Enjuiciamiento Criminal, alega infracción del artículo 28 del Código Penal por
inaplicación del mismo, y aplicación indebida del artículo 29 del Código Penal, en
relación a la participación de los acusados Geronimo, Arsenio e Domingo, ya que en
base al tenor literal de los hechos declarados probados Sexto, Séptimo, Octavo,
Décimo, y Décimo Tercero, la participación de los mismos en los hechos enjuiciados es
de coautores, no de cómplices del delito de asesinato, por lo que solicita la revocación
de la sentencia recurrida y que los mismos sean condenados como autores de un delito
de asesinato del artículo 139.1 y 2 del Código Penal, a las penas interesadas en el
escrito de conclusiones definitivas.
En el acto de la vista celebrada, el Ministerio Fiscal, al amparo del artículo 25 de su
Estatuto, si bien mantuvo con carácter alternativo las anteriores pretensiones, alegó
como motivo principal del recurso, quebrantamiento de normas y garantías procesales
en base alartículo 846 bis c) apartado a) de la LECrim, interesando la consecuencia
legalmente prevista en el apartado f) del citado artículo, la nulidad del Juicio Oral
celebrado con retroacción de actuaciones, en base a la deficiente redacción del objeto
de veredicto y de la motivación del mismo, ya que se hacen constar Antecedentes que
no son objeto de votación y predeterminan el fallo, en el apartado A, en concreto en el
Hecho Segundo se pregunta a los Jurados lo mismo que en el Hecho Quinto, y la
motivación del Jurado es contradictoria, el Hecho Undécimo no contiene
individualización de conductas y participación de los acusados, hecho que se declara
probado pero entra en contradicción con el veredicto de no culpabilidad de dos de los
acusados, el Hecho Décimo Segundo contiene una defectuosa redacción en cuanto a
quien y cuantos fueron los disparos, el Hecho Décimo Tercero se encuentra mal
formulada la pregunta, pues no se pregunta al Jurado si hubo precio o no, sin que se
haga pregunta alguna a los Jurados sobre la alevosía. En relación al apartado B del
veredicto se alega que no contiene pregunta alguna sobre la participación de cada uno
de los acusados y grado de ejecución del hecho, se les pregunta a los Jurados si los
autores iban embozados cuando se da por sentado por el Magistrado Presidente en los
Antecedentes del veredicto, se utilizan en las preguntas conceptos jurídicos, tales como
"dilaciones indebidas extraordinarias" o si se ha lesionado la "tutela judicial efectiva",
sin que ninguna de las preguntas sobre tales circunstancias contengan motivación
alguna por parte del Jurado. Y, por último, con respecto al apartado C, no se subsana
la contradicción existente entre declarar probado el Hecho Undécimo y el veredicto de
no culpabilidad por el delito de tenencia ilícita de armas de dos de los acusados, con la
posterior consecuencia de condena de los mismos por el Magistrado Presidente.
2°.- Las representaciones procesales de Adriano, de Daniela, Inmaculada y Patricia,
y de Cornelio y Marí Trini, tras poner de relieve con carácter previo, la primera de las
citadas representaciones, que le asisten sobrados motivos para interponer recurso
fundado en varios motivos del apartado a) del art. 846 bis c) de la LECr, por
quebrantamiento de normas y garantías procesales, en lo que se refiere a la existencia
de defectos en el veredicto, que inútilmente fueron puestos una y otra vez de manifiesto
al Magistrado Presidente, en la medida que ello supondría la devolución a la Audiencia
para celebración de nuevo juicio, opta por interponer el recurso únicamente por
infracción legal en la sentencia, en cuanto a la calificación jurídica de los hechos al
amparo del artículo 846 bis c) apartado b) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ya que
dados los hechos declarados probados en la sentencia, la misma incurre en infracción
del artículo 28 del Código Penal por inaplicación del mismo, y aplicación indebida del
artículo 29 del Código Penal, en relación a la participación de los acusados Geronimo,
Arsenio e Domingo, distinguiendo en los tres motivos alegados la participación de cada
uno, solicitando la revocación de la sentencia y que se condene a los mismos como
autores o cooperadores necesarios de un delito de asesinato alevoso mediante precio,
a las penas de 22 años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la
condena y costas.
El motivo alegado por las representaciones procesales de Daniela, Inmaculada y
Patricia, y de Cornelio y Marí Trini, es idéntico al anteriormente analizado, al amparo
del artículo 846 bis c) apartado b) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, se solicita la
revocación de la sentencia y que se condene a Geronimo, Arsenio e Domingo como
autores o cooperadores necesarios de un delito de asesinato alevoso mediante precio,
a las penas de 22 años de prisión e inhabilitación absoluta durante el tiempo de la
condena y costas, para cada uno de ellos.
SEGUNDO.- Motivos de los recursos presentados por las defensas de los acusados.
1º.- La representación procesal de Geronimo, basa su recurso en diversos motivos,
que podemos resumir en los siguientes:
1.1 Infracción de garantías legales del artículo 24.1 y 2, de la CE, que garantiza el
derecho a la tutela judicial efectiva y a un proceso con todas las garantías, al amparo
del artículo 846 bis c) apartado a) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, al haber
ampliado el relato de hechos probados el Magistrado Presidente a través de un recurso
de aclaración, sin motivación, lo que genera indefensión porque los mismos no estaban
incluidos en la sentencia o en el objeto de veredicto, sobre los que no se ha
pronunciado el Jurado, utilizando los artículos 267 de la LOPJ y 161 de la LECr de
forma indebida, pues los mismos se refieren a la subsanación de defectos materiales,
no a la alteración de elementos de la resolución, lo que se lleva a cabo sin motivación
alguna, siendo el auto aclaratorio de fecha 25 de marzo de 2014, cuya nulidad se
postula, sustancialmente idéntico al anterior de 30 de enero que fue anulado.
1.2 Quebrantamiento de normas garantías procesales al amparo del artículo 846 bis
c) apartado a) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en este punto se alegan a su vez
tres causas: a) nulidad del veredicto, por haberse dictado la Sentencia tras haber
concurrido en la convicción del Tribunal del Jurado elementos espurios, literalmente
expresados por el portavoz del Tribunal en el momento de la lectura del veredicto, en
concreto en la sesión del día 19 de diciembre de 2013, lo que daría lugar a la nulidad
del Juicio celebrado; b) por concurrir motivos que hubieran dado lugar a la devolución
al Jurado del Acta del veredicto, al no encontrarse el mismo motivado, en concreto el
Hecho Sexto, devolución que fue denegada por el Magistrado Presidente, lo que era
procedente en base al artículo 63 de la LOTJ, ante lo que se formuló la oportuna
protesta, lo que implica la nulidad del Juicio celebrado; c) falta de motivación del
veredicto y de la sentencia dictada por el Magistrado Presidente, que no analiza la
prueba y en concreto la de descargo practicada, por lo que interesa la nulidad de la
sentencia dictada.
1.3 Infracción del principio de presunción de inocencia al amparo del artículo 846 bis
c) apartado e) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y 5.4 de la LOPJ.
1.4 Infracción de precepto legal al amparo del artículo 846 bis c) apartado b) de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, porque los hechos probados, con respecto a Geronimo,
no pueden ser constitutivos de un delito de asesinato del artículo 139.1 del Código
Penal, ni siquiera en grado de complicidad.
1.5 Infracción de precepto legal al amparo del artículo 846 bis c) apartado b) de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal, porque los hechos probados, con respecto a Geronimo,
no permiten la aplicación de la agravante del n° 2 del artículo 139 del Código Penal.
2°.- La representación procesal de Lázaro, Pedro y Tomás, alega los siguientes
motivos, que aunque expresamente no se mencione por la parte recurrente, se basan
en el artículo 846 bis c) apartados a), e) y b) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal:
2.1 Vulneración de la Tutela Judicial efectiva del artículo 24 de la CE, en el objeto del
veredicto y el veredicto emitido por el Jurado, por indefensión y falta de motivación
respectivamente, ya que el veredicto es nulo, por incluir el mismo solo hechos
desfavorables para los tres recurrentes, sin distribución de conductas individualizadas
de los mismos, asimismo por falta de motivación, en concreto el Hecho Noveno que
solo contiene referencia genérica a las pruebas, el Hecho Décimo y Undécimo, cuya
argumentación vaga y genérica, al igual que el Hecho Decimosegundo, ausencia de
motivación que afecta a la sentencia dictada la cual carece de lógica y dogmática
penal.
2.2. Infracción del derecho a la presunción de inocencia del artículo 24. CE, ya que
no existe prueba de cargo suficiente para enervar la misma, ante la existencia de "duda
razonable" acerca de la participación de los recurrentes.
2.3. Indebida aplicación del artículo 28, y vulneración del 29, ambos del Código
Penal, ya que en todo caso la conducta imputada constituiría una mera complicidad.
2.4. Indebida aplicación del artículo 564 del Código Penal, por errónea condena por
el citado delito, así como con respecto a su comunicabilidad.
3".- La representación procesal de Jesús María, alega como motivos de su recurso:
3.1. Vulneración del derecho a la presunción de inocencia proclamado en el artículo
24 de la CE (art. 846 bis c) e) LECrim), ya que ni del veredicto, ni de la motivación de la
sentencia se puede deducir la culpabilidad del mismo, sin que se hayan analizado los
indicios favorables al acusado, entre los que cita que el dato sobre el que gira la
culpabilidad, -la titularidad del móvil NUM002-, pues no se ha podido identificar la
titularidad del citado teléfono, analizando las testifícales y periciales practicadas.
3.2. Vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y del derecho a un proceso
con todas las garantías, en relación al derecho a la asistencia letrada, utilizando los
medios pertinentes para la defensa, ya que al letrado que asistía al Sr. Jesús María no
se le permitió personarse hasta que el mismo no estuvo en territorio español, después
de su extradición, tras un año privado de libertad en Brasil y mientras se practicaban
pruebas en las que no tuvo la oportunidad de participar, con vulneración del art. 118 de
la ley procesal y de la Directiva 2012/13/UE (art. 846 bis c) a) LECrim).
4°.- La representación procesal de Arsenio, alega como motivos de su recurso
supeditado:
4.1 Al amparo del artículo 846 bis c), apartado a) de la LECrim, por vulneración del
derecho a la tutela judicial efectiva respecto a la motivación de las resoluciones, en
concreto del deber de redacción del objeto del veredicto por el Magistrado Presidente
según el contenido del artículo 52 de la LOTJ, ya que en el mismo no se hizo constar ni
uno de los pronunciamientos "favorables" que la representación del acusado hizo en su
escrito de conclusiones, y una vez conocido el objeto de veredicto se solicitó al
Magistrado Presidente su rectificación, recibiendo del mismo "una parca y aun
ininteligible respuesta", que fue interpretada como desestimatoria, ante lo que se
formuló protesta, por lo que interesa que se decrete la nulidad del objeto de veredicto y
de la sentencia.
4.2. Al amparo del artículo 846 bis c), apartado b) de la LECrim, por infracción en la
calificación jurídica de los hechos, ya que el acusado ha sido condenado como
cómplice de asesinato alevoso mediante precio, calificación que no se corresponde con
los hechos declarados probados, pues no ha quedado acreditado que su forma de
actuar estuviera presidida por el conocimiento y esperanza de obtener un beneficio
económico.
4.3. Al amparo del artículo 846 bis c), apartado b) de la LECrim, por infracción en la
determinación de la pena y en su extensión, con infracción del art. 66.6 del Código
Penal, al no encontrarse la misma correctamente individualizada, ni suficientemente
motivada, haciéndolo el Magistrado Presidente en conjunto con los otros dos
condenados como cómplices, y con carácter genérico.
5°.- La representación procesal de Domingo, alega diversos motivos de su recurso
supeditado, que podemos sintetizar en los siguientes:
5.1. Al amparo del artículo 846 bis c), apartado a) de la LECrim: a) en primer término,
se adhiere al recurso del Ministerio Fiscal, por ausencia de motivación suficiente de la
sentencia, al no completar sucintamente el veredicto y no concretar prueba, con
infracción del artículo 70.2 de la LOTJ; b) en segundo lugar, se adhiere al recurso de
Geronimo en cuanto a que al haber ampliado el relato de hechos probados el
Magistrado Presidente a través de un recurso de aclaración, sin motivación, le genera
indefensión y vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva; y c) se invoca
quebrantamiento de garantías procesales por defectos en el objeto de veredicto, ya que
no se dio oportunidad a los Jurados para que se pronunciaran sobre el grado de
participación de cada acusado, no incluyéndose diversas preguntas en el objeto de
veredicto, en relación al Hecho Octavo, con respecto a la participación de los acusados
Domingo y Arsenio, las cuales transcribe, ante lo cual se formuló protesta, por lo que
interesa la nulidad del Juicio Oral, puesto que disuelto el Jurado, no se pueden reponer
las actuaciones al momento en que se cometió la infracción invocada.
5.2. Al amparo del artículo 846 bis c), apartado b) de la LECrim, por infracción en la
calificación jurídica, en concreto del artículo 141 del Código Penal por inaplicación, ya
que la sentencia no dice nada del motivo porque el que se califican los hechos como
asesinato, y no como conspiración para el mismo, haciendo una valoración de la
prueba, y oponiéndose expresamente a los recursos de las acusaciones, en cuanto a
que la participación del mismo es como autor o cooperador necesario, y no como
cómplice, solicitando por ello, con carácter alternativo a la anterior petición, que se
revoque la sentencia recurrida y se condene al mismo como autor de un delito de
conspiración para el asesinato.
Todas las defensas, en la vista del recurso de apelación, se adhirieron a la petición
de nulidad del objeto de veredicto por deficiencias del mismo y de motivación, y ende
del Juicio Oral celebrado, por las causas alegadas por el Ministerio Fiscal, interesando
la libertad de todos los acusados
TERCERO.- Análisis de las cuestiones previas planteadas por las Acusaciones
Particulares en relación a los motivos alegados por las defensas y el Ministerio Fiscal,
relativos al quebrantamiento de normas y garantías procesales que causen
indefensión, al amparo del artículo 846 bis c) a) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Con carácter previo, debemos poner de relieve que la Ley 50/81 de 30 de diciembre
que regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, en su artículo 25, último párrafo
dispone que "El Fiscal que reciba una orden o instrucción concerniente al servicio y al
ejercicio de sus funciones, referida a asuntos específicos, deberá atenerse a las
mismas en sus dictámenes pero podrá desenvolver libremente sus intervenciones
orales en lo que crea conveniente al bien de la justicia", en base al mismo el Ministerio
Fiscal en la vista del Juicio Oral y en defensa de la legalidad, si bien mantuvo el recurso
formulado a efectos formales, tras alegar diversas vulneraciones y quebrantamientos
de normas procesales en el objeto del veredicto y en su motivación, así como
contradicciones, interesó la nulidad del Juicio Oral.
Ante tal petición, las Acusaciones Particulares se opusieron a que fueran atendidas
las peticiones del Ministerio Fiscal, alegando que en la apelación no pueden resolverse
motivos que no hayan sido planteados en los recursos, tachando las alegaciones del
Ministerio Fiscal como extemporáneas en base a la Jurisprudencia del Tribunal
Supremo, citando a su vez el artículo 240.2 de la LOPJ, que impide que el Juez o
Tribunal decrete de oficio la nulidad de actuaciones.
En primer término, debemos de partir, de que lo alegado por el Ministerio fiscal no
solo es la existencia en este supuesto de un defectuoso objeto del veredicto sino
también una clara contradicción interna entre ese objeto de veredicto, los hechos que
se consideran probados, en relación con la insuficiencia de la motivación que el Jurado
incluye en orden a sus conclusiones y la absolución/condena finalmente producida, en
relación al Hecho Undécimo, relativa a los acusados Lázaro y Tomás afectando por ello
al derecho fundamental de defensa consagrado en el art.24.1, y por ende se trató de un
supuesto que excluye la necesidad de petición previa de subsanación o incluso de
protesta, como viene a establecer el apartado a) delart. 846 bis c) LECrim, ya que la
motivación a que alude el artículo 61.1 d) de la LOTJ es parte integrante c inseparable
de la contestación que el órgano jurisdiccional debe procurar al titular de la relación
jurídico procesal que, cumplidas las correspondientes cargas, tiene un derecho
subjetivo a obtener una respuesta fundada en el Derecho que decida las cuestiones
pendientes (SSTC. 169/2004 de 6.10 y 246/2004 de 20.12).
Y, si bien es cierto, que el Tribunal Supremo, ha establecido que en la vista del
recurso de apelación contra sentencia dictada por Tribunal del Jurado, las partes se
encuentran vinculadas a los motivos previamente consignados en el escrito de
formalización del recurso, que constituyen el marco procesal del debate del juicio oral,
también lo es que de manera excepcional cabe introducir en ese acto alegaciones o
motivos diferentes siempre que estos novedosos argumentos vengan referidos a la
violación, de derechos fundamentales que, no estando contemplados en el art. 846 bis
c) LECr., tuvieran relevancia para la resolución del proceso, en cuyo caso el Tribuna!
habrá de pronunciarse sobre los mismos. (STS 16-10-2000).
No obstante lo anterior, lo cierto es que podría ser discutible si el Tribunal debe
pronunciarse o no sobre lo alegado por el Ministerio Fiscal en el acto de la vista del
recurso de apelación, en el supuesto de que solo se hubieran producido la petición de
nulidad del juicio oral por quebrantamiento de normas o garantías procesales por el
Ministerio Fiscal, pero este no es el caso, ya que todas las defensas, a excepción de la
de Jesús María, alegan entre los motivos de sus respectivos recursos infracción de
normas y garantías procesales en base al artículo 846 bis c) apartado a) de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, e interesan, con mayor o menor acierto, la nulidad del Juicio
Oral celebrado, lo que, con independencia de cómo se formule la petición, trae tomo
consecuencia legal necesaria la devolución de la causa a la Audiencia Provincial para
la celebración de nuevo juicio, en virtud de lo dispuesto en el artículo 846 bis c)
apartado t) de la ley procesal; siendo indiferente que tal invocación del motivo se lleve a
cabo en un recurso principal o supeditado, así lo ha puesto de relieve el Tribunal
Supremo, entre otras, en la reciente sentencia de 22 de marzo de 2013 (Ponente D.
Luciano Varela) que dispone que: "Y bien podría pensarse que no falta razón a los
recurrentes si solamente hubiera mediado el recurso interpuesto por la acusación
particular. Pero, como la sentencia del Tribunal Superior de Justicia recuerda en sus
antecedentes, el Ministerio fiscal interpuso también apelación, por más que supeditada,
y en la misma pretendió expresamente la "anulación de la sentencia que trae causa del
veredicto y la repetición del juicio". Por ello cabe concluir que fue objeto de recurso la
falta de motivación del veredicto y la pretensión de nulidad de la sentencia dictada por
el Tribunal del Jurado. Y tal nulidad es el contenido de la decisión que resuelve la
apelación, y la arbitrariedad del veredicto la justificación de tal decisión. En
consecuencia, sin perjuicio de lo que proceda decidir en virtud de otros motivos, los que
acabamos de considerar, en cuanto denuncian indefensión por separación de la
sentencia de apelación respecto del objeto de tal recurso, deben ser desestimados."
CUARTO.- Análisis de los motivos alegados por las defensas y el Ministerio Fiscal,
relativos al quebrantamiento de normas y garantías procesales que causen
indefensión, al amparo del artículo 846 bis c) a) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Para el análisis de los motivos alegados, debemos partir de que la admisibilidad del
recurso de apelación, por el cauce del apartado a) del artículo 846 bis e) de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, se condiciona a la indefensión como consecuencia y a la
previa reclamación como medio de subsanación. Efectivamente dicha norma procesal,
después de excluir la necesidad de previa reclamación, cuando la apelación se funda
en la vulneración de un derecho fundamental, enuncia, entre los motivos que exigen
esa reclamación, por su dimensión de infracción de mera legalidad, la concurrencia de
motivos de los que debieran haber dado lugar a la devolución del acta del veredicto al
Jurado y los defectos de redacción del mismo, y según se establece en el último
párrafo de dicho precepto, que se efectúe la debida protesta.
Sobre el concepto de indefensión ha de traerse a colación la constante doctrina
constitucional que recuerda la STC 62/2009, según, la cual "la indefensión es una
noción material que se caracteriza por suponer una privación o minoración sustancial
del derecho de defensa; un menoscabo sensible de los principios de contradicción y de
igualdad de las partes que impide o dificulta gravemente a una de ellas la posibilidad de
alegar y acreditar en el proceso su propio derecho, o de replicar dialécticamente la
posición contrario en igualdad de condiciones con las demás partes procesales. Por
otro lado, para que la indefensión alcance la dimensión constitucional que le atribuye el,
art. 24 de la Constitución Española EDI 1978/3879 se requiere que los órganos
judiciales hayan impedido u obstaculizado en el proceso el derecho de las partes a
ejercitar su facultad de alegar y justificar sus pretensiones, esto es que la indefensión
sea causada por la incorrecta actuación del órgano jurisdiccional (SSTC 109/1985, de 8
de octubre, FJ 3 EDJ 1985/109; 116/1995 de 17 de julio. FJ 3 EDJ 1995/3564,
107/1999, de 14 de junio. FJ 5 EDJ 1999/11272, 114/2000 de 5 de mayo, FJ 2 EDJ
2000/8894; 237/2001 de 18 de diciembre, FJ 5 EDJ 2001/53329 entre otras muchas)"
(STC 62/2009, FJ 4).
Dentro de los motivos alegados por las defensas y el Ministerio Fiscal, en sus
respectivos recursos, relativos al apartado a) del citado artículo, para, un mejor análisis
de los mismos, podemos hacer cuatro distinciones: 1ª El motivo alegado
exclusivamente por la defensa del acusado Jesús María, por cuestiones previas al acto
del juicio oral, consistente en vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y del
derecho a un proceso con todas las garantías, en relación al derecho a la asistencia
letrada, utilizando los medios pertinentes para la defensa, ya que al letrado que asistía
al Sr. Jesús María no se le permitió personarse hasta que el mismo no estuvo en
territorio español, después de su extradición, tras un año privado de libertad en Brasil y
mientras se practicaban pruebas en las que no tuvo la oportunidad de participar; 2ª Los
relativos al objeto de veredicto, consistentes a su vez en: 2.1 deficiente redacción del
mismo, alegados por las representaciones procesales de Lázaro, Tomás y Pedro, de
Arsenio, y de Domingo, y por el Ministerio Fiscal en el acto de la vista de apelación 2.2
Falta de imparcialidad del Jurado, alegada por la representación de Geronimo, y 2.3 No
devolución del objeto de veredicto, ante la ausencia de motivación del mismo, alegada
por la representación procesal de Geronimo y de Lázaro, Tomás y Pedro, y por el
Ministerio Fiscal en la vista del Juicio oral, quien añadió a su vez contradicciones en el
mismo; 3ª Los relativos a la sentencia, ante la ausencia de motivación de la misma,
alegados por el Ministerio Fiscal, por las representaciones procesales de Geronimo, y
de Domingo, y por el Ministerio Fiscal; y 4ª Los relativos al auto aclaratorio de la
sentencia, alegados por la representaciones procesales de Geronimo y de Domingo.
En base a las citadas alegaciones se solicita la nulidad del auto aclaratorio, de la
sentencia y del objeto de veredicto, las cuales pasamos a analizar:
1º- Vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y del derecho a un proceso
con todas las garantías, en relación al derecho a la asistencia letrada, utilizando los
medios pertinentes para la defensa, ya que al letrado que asistía al Sr. Jesús María no
se le permitió personarse hasta que el mismo no estuvo en territorio español, después
de su extradición, tras un año privado de libertad en Brasil y mientras se practicaban
pruebas en las que no tuvo la oportunidad de participar.
El momento procesal de planteamiento de las cuestiones previas que regula el
artículo 36 de la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado, entre las que sin duda se
encuentra la vulneración de derechos fundamentales, es al tiempo de personarse las
partes ante la Audiencia Provincial momento en que la representación de acusado
Jesús María podía haber alegado la vulneración de un derecho fundamental que le
generaba indefensión (epígrafe b) del citado precepto) lo que se hubiera tramitado por
el procedimiento de los artículos 668 a 677 de la LECrim, y ante la resolución negativa
del Magistrado Presidente, podía haber recurrido en apelación ante esta Sala. En este
caso no se plantearon cuestiones previas, ni siquiera se alegó nada al respecto en el
turno de intervenciones previas al inicio del Juicio Oral al que se refiere el artículo 45 de
la LOTJ, por parte de la representación letrada de Jesús María; razones todas que
justifican la desestimación del motivo.
2ª Vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y del derecho a un proceso con
todas las garantías, por defectos en la redacción del objeto de veredicto, su motivación
y de la sentencia y auto aclaratorio de la misma. En primer término, debe recordarse,
que el objeto del veredicto, es probablemente la pieza más importante en el equilibrio
del procedimiento de Jurado, cuya confección se encarga al Magistrado Presidente, ha
de ceñirse a los aspectos que, habiendo sido objeto de contradicción en el juicio oral, y
desde luego habiendo sido alegados por alguna de las partes, tengan relevancia
jurídica, de tal modo que ya sea para la calificación de la conducta, como para la
apreciación de circunstancias modificativas o extintivas, como, finalmente, para la
determinación de la pena, no sea indiferente que sean declarados probados o no. Y ha
de hacerse de manera secuencial y diferenciada, según que se trate de hechos
susceptibles de ser o no probados, así como según que se trate de aspectos que
definen el hecho base de la acusación, por un lado, o las circunstancias modificativas y
en su caso extintivas de la responsabilidad, por otro lado. Bien estaría que en sus
escritos de calificaciones definitivas las partes (acusaciones y defensa) llevaran ya a
cabo esa debida discriminación entre unos aspectos y otros; pero si no lo han hecho
así, habrá de ser el Magistrado Presidente quien formule al Jurado las preguntas o
puntos objeto de votación por separado, conforme a una lógica secuencial que facilite
el razonamiento del Jurado y su ulterior motivación de lo decidido.
Con carácter general ha de recordarse que las reglas que la LOTJ contiene en el
artículo 52 para la formulación del objeto del veredicto, lejos de perseguir la
observancia de requisitos formales, pretenden que el Magistrado Presidente redacte el
objeto del veredicto con la necesaria claridad de manera que tienda a excluir la
confusión de los jurados, y de forma que éstos puedan pronunciarse adecuadamente
sobre los hechos que sustentan todas las cuestiones planteadas por las partes. Así, de
su redacción ha de resultar una relación secuencial, a la que no es ajeno un criterio
cronológico, que recoja los hechos sostenidos por las partes, respetando una
articulación lógica interna del conjunto de lo propuesto.
No podemos olvidar que dada la trascendencia del trámite que señala el objeto del
veredicto, el Legislador no ha excluido a las partes, muy al contrario, les ha otorgado
una importante intervención, haciéndoles igualmente responsables de su contenido, en
cuanto tiene conferido el derecho a participar en su redacción definitiva mediante la
oportuna audiencia. Así se plasma en el art. 53.1 LOTJ, pudiendo las partes solicitar las
inclusiones y exclusiones que estimen pertinentes y pudiendo formular protesta
respecto a las peticiones que les fueran rechazadas. La doctrina más autorizada
considera que la Ley, con muy buen criterio, parte de que los defectos que pueden
subsanarse en la instancia deben quedar subsanados en la misma y de que no puede
resultar favorecido por la nulidad, bien quien contribuyó a ella, bien quien pudo evitarla
y no lo hizo. La exigencia de protesta previa no es un mero requisito de forma del que
pueda decirse que cabe incurrir en formalismo, si se exige su aplicación con rigor
técnico, es un requisito que hace al correcto desarrollo del proceso, pretendiendo evitar
declaraciones de nulidad que hacen desmerecer en el concepto público la sentencia
(SSTS. 264/2005 EDJ 2005/37494, 1721/2002 EDJ 2002/46525 ATS. 10.12.2006)"
(STS, Sala 2ª, núm. 487/2008, de 17 de julio EDJ 2008/128902).
En cuanto a la deficiente redacción del veredicto, alegada por las representaciones
procesales de Lázaro, Tomás y Pedro, de Arsenio, y de Domingo, incluso por la
Acusación Particular en nombre de Adriano, en su escrito de recurso -ya que con
carácter previo a las alegaciones y peticiones del recurso, pone de relieve que le
asisten sobrados motivos para interponer recurso fundado en varios motivos del
apartado a) del art. 846 bis c) de la LECr, por quebrantamiento de normas y garantías
procesales, en lo que se refiere a la existencia de defectos en el veredicto, que
inútilmente fueron puestos una y otra vez de manifiesto al Magistrado Presidente-, así
como puestos de relieve por el Ministerio Fiscal en el acto de la vista del recurso,
estimamos que las alegaciones formuladas al respecto deben ser estimadas, por los
siguientes motivos:
1º Porque el objeto de veredicto contiene, lo que el Magistrado Presidente denomina
"Antecedentes", que no son objeto de votación por parte del Jurado, con el siguiente
tenor " En horas de la tarde noche del día 18 de diciembre de 2008 cuando Rosendo a
bordo de su vehículo... y acompañado de Claudia ...cuando entraba en el garaje de su
domicilio sito en la calle..., dos personas embozadas, de manera sorpresiva e
impidiendo cualquier tipo de defensa de la víctima y asegurando el resultado mortal sin
riesgo para ellos, se dirigieron a la parte izquierda del vehículo y una de ellas efectuó
dos disparos a la cabeza de Rosendo con el propósito de causarle la muerte...", todo
ello se trata de aspectos alegados por las partes que tiene una gran relevancia, tanto
para la calificación jurídica de los hechos (lesiones consumadas, homicidio o
asesinato), y circunstancias que afectan no solo a la calificación sino a la pena a
imponer (alevosía, disfraz etc), que se dan por acreditadas por el Magistrado, sin
necesidad de someter a votación del Jurado, e induciéndolos, con su redacción e
introducción previa, a las posteriores cuestiones en las que se hace nuevamente
mención a esos hechos, si bien referidos a personas concretas para determinar su
participación, lo que sin duda vulnera el derecho a la tutela judicial efectiva y, en la
medida que haya podido influir espuriamente en la libertad de juicio de los Jurados,
también infringe el derecho a un proceso con todas las garantías.
En este punto, no pueden ser atendibles las manifestaciones realizadas, al respecto,
por la Acusación Particular que representa al Sr. Rosendo, basadas en que la
consignación de Antecedentes que se establecen en el objeto de veredicto, no tiene
transcendencia alguna, pues se trata de hechos no discutidos por las partes, ya que,
por un lado, el artículo 52 de la LOTJ, sin hacer distinción alguna, establece en su
apartado 1. a), que deben ser consignados en el objeto de veredicto todos los hechos
alegados por las partes para su posterior votación, -en la forma que en el citado
precepto se describe-, ademas, tal y como hemos indicado, porque se incluyen en los
Antecedentes, -insistimos, no votados ni deliberados por los miembros del Jurado-,
todos los elementos del tipo y circunstancia del delito imputado, así como
determinantes de la responsabilidad civil, por lo que el motivo invocado debe ser
estimado.
2º Todas las partes en la comparecencia celebrada el día 16 de diciembre de 2013
pusieron de relieve que el objeto de veredicto no reunía los requisitos del art. 52 de la
LOTJ, interesando especialmente una narración individualizada para cada interviniente
y cronológica, además de la introducción de determinadas inclusiones y exclusiones, y
su adaptación a los escritos de acusación y defensa, suspendiéndose la
comparecencia para que el Magistrado Presidente llevara a cabo modificaciones del
objeto del veredicto, reanudándose la misma a las 17.26 horas del mismo día, donde
se reiteran las citadas modificaciones del objeto de veredicto, para adaptar el mismo a
los escritos de calificación, con participación individualizada, y con separación de las
circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, poniendo de relieve las
defensas la quiebra del principio acusatorio, la necesidad de que se eliminen conceptos
jurídicos, y que se incluyan hechos favorables alegados por las mismas, y que la
participación de cada acusado se lleve a cabo de forma individualizada, ello dio lugar a
una nueva suspensión de la comparecencia que se reanudó el día 17 de diciembre,
con la entrega del objeto de veredicto definitivo, ante el cual todas las partes
intervinientes, acusaciones y defensas, mostraron su disconformidad, reiterando las
peticiones del día anterior, y formulando la correspondiente protesta todos ellos; falta
de individualización de conductas que es puesta de relieve por todos las defensas en
sus recursos, a excepción de la de Jesús María.
Para el correcto análisis de la cuestión debemos partir de que el objeto del veredicto,
en el presente supuesto, está formado por los Antecedentes, redactados por el
Magistrado Presidente, que chocan frontalmente con las normas legales que regulan la
redacción del mismo, a los que anteriormente hemos hecho mención; así como por los
Apartados A, B, C y D.
En cuanto al apartado A, contiene a su vez trece hechos, sin que de los mismos se
desprendan conductas individualizadas de cada acusado, -no olvidemos que se trata
de ocho personas con distinta participación-, con clara infracción del artículo 52.1 f) de
la LOTJ, que exige redacción separada, mezclándose hechos atribuidos a un acusado,
por ejemplo en el segundo, relativo a hechos que se imputan a Avelino, se hace
mención expresa a que el hecho perjudica también a Arsenio, siendo la redacción de
todos los hechos confusa, sin determinación concreta en el tiempo, preguntando al
Jurado dos veces sobre el mismo hecho, como ocurre con los Hechos Segundo y
Quinto (que dio lugar a motivación contradictoria, como posteriormente analizaremos),
tal y como puso de relieve el Ministerio Fiscal.
También resulta ilógico y es inaceptable que en el hecho Décimo Tercero se haga
constar que "según las defensas de Lázaro, Pedro....dicha cantidad era propiedad de
Alejo", extremo que debe ser objeto de votación por el Jurado en el sentido de si la
cantidad intervenida en el domicilio familiar era propiedad o no de éste último o de otro
acusado, pero no si las defensas afirman que pertenecía a Alejo, además, no se
pregunta expresamente sobre la circunstancia alegada de precio, y en cambio sí se
declarada acreditada, y el Magistrado Presidente la aplica en su sentencia para la
graduación de la pena.
Siguiendo con el análisis del objeto del veredicto, en el Apartado B, relativo a los
hechos que determinan la agravación, exención total o parcial de responsabilidad, el
objeto de veredicto incurre en claras irregularidades que han generado indefensión, sin
numerar a efectos de votación, -aunque ello lo salva el Jurado votando por separado-
se hacen cinco preguntas al Jurado, del siguiente tenor "-¿Concurre en el acusado
Geronimo la atenuante de dilaciones indebidas extraordinarias...lo que ha
imposibilitado la investigación de las defensas? -¿Concurre en Arsenio la atenuante de
dilaciones indebidas extraordinarias debido a que la instrucción del procedimiento
terminó en septiembre de 2011? -¿Concurre en Arsenio la atenuante de vulneración de
la tutela judicial efectiva y del derecho a la defensa del mismo?". Las citadas preguntas
son totalmente incorrectas, pues contienen conceptos jurídicos, no hechos concretos,
sobre los que no le corresponde pronunciarse al Jurado, irregularidades que fueron
puestos de relieve por las partes en las distintas comparecencias celebradas al efecto.
3º Porque el objeto de veredicto, en general, no distingue grado de participación de
los acusados. Al respecto, la defensa de Domingo, pone de relieve en el recurso que
intentó introducir tres preguntas en el objeto de veredicto, sobre la participación de su
representado en los hechos, inclusión que le fue denegada por el Magistrado
Presidente, ante lo que formuló protesta, -veracidad de lo alegado que ha podido ser
comprobada por este Tribunal mediante el visionado del DVD de las comparecencias
del día 16 de diciembre de 2013-, en concreto referidas al Hecho Octavo y que son las
siguientes: "8°B: Estos hechos ¿fueron decisivos para la producción de la muerte de
Don Rosendo, de manera que, sin la realización de los mismos la muerte no se hubiera
producido?; 8°C: Domingo y Arsenio ¿tenían poder de decidir sobre la realización de la
muerte?; 8°D: Estos actos no fueron decisivos para la realización de la muerte; 8°E:
Domingo y Arsenio no tenían el poder de decidir sobre la realización de la muerte.".
Las anteriores preguntas, con mayor o menor acierto en su redacción, deberían
haber sido incluidas en el objeto de veredicto, ya que hay que tener en cuenta que uno
de los acusados ha sido condenado como autor de un delito de conspiración de
asesinato, otros tres, entre los que se encuentra el recurrente citado, como cómplices
de un delito de asesinato, otros dos como cooperadores necesarios y otros dos como
autores materiales de este último, y que la representación procesal de Domingo en el
trámite de conclusiones definitivas presentó nuevo escrito, en el que con carácter
alternativo a la petición absolutoria, solicitaba que el citado acusado fuera condenado
como autor de un delito de conspiración para el asesinato del artículo 141 del Código
Penal, por lo que era procedente la inclusión de las citadas preguntas en el objeto de
veredicto, por lo que la decisión del Magistrado Presidente lesionó el derecho de
defensa del mismo.
Lo mismo cabe decir con respecto al Hecho Undécimo, sobre el delito de tenencia
ilícita de armas, extremo que se hace constar en el recurso formulado por la
representación procesal de Lázaro, Pedro y Tomás, en el que no se hacen constar
hechos o circunstancias sobre la comunicabilidad o no del citado delito, con las
consecuencias que posteriormente analizaremos en relación con las contradicciones en
la motivación del objeto de veredicto y votación sobre la culpabilidad de los acusados,
lo que obviamente también lesiona el derecho de defensa.
4º Porque el objeto de veredicto en su integridad, que es lo que delimita el "factum",
implica una obvia confusión entre la valoración probatoria y el juicio de culpabilidad, ya
que no distingue entre hechos y pruebas practicadas, mezclándose ambos conceptos
en los distintos Hechos que forman parte del veredicto -sin duda determinado por el
farragoso escrito de acusación formulado por el Ministerio Fiscal, pero es al Magistrado
Presidente a quien corresponde la redacción de aquel-, y además, como hemos
indicado, sin distinguir la participación de cada acusado, lo que sin duda tiene una clara
repercusión en la votación llevada a cabo por los miembros del Jurado, que tal y como
ponen de relieve en el recurso las representaciones de Geronimo y también de
Domingo, y ha podido ser apreciada por éste Tribunal tras el visionado del DVD de la
sesión de juicio celebrada el día 19 de diciembre, que dio lugar a que el portavoz del
Jurado pusiera de relieve que "no se le ha preguntado sobre la titularidad de los
teléfonos imputados a los ciudadanos españoles" y sobre el apartado C, añaden que
"considera el Jurado que el grado de participación de los acusados no ha sido el mismo
y no se les ha dado deforma clara como motivarlo" "no se podía concretar con el
cuestionario" dando lugar a una respuesta incorrecta por parte del Magistrado
Presidente "que el grado de participación es cosa del Magistrado ", cuando el mismo,
en este tipo de procedimientos tiene que ser determinado por los Jurados,
correspondiendo al Magistrado solo la graduación de la pena en base a la participación
declarada probada.
Lo anterior se encuentra en íntima conexión con la no devolución del objeto de
veredicto, ante la ausencia de motivación del mismo, alegada en el recurso por la
representación procesal de Geronimo y de Lázaro, Tomás y Pedro, y la contradicción
que el Ministerio Fiscal puso de relieve en la vista de apelación celebraba con respecto
al Hecho Undécimo, alegaciones que también procede estimar por los siguientes
motivos:
1º Porque con relación al Hecho Undécimo, que es declarado probado, pese a ello el
colegio popular declara no culpables a los acusados Lázaro y y Tomás del delito de
tenencia ilícita de armas, lo que implica una contradicción que deriva de la defectuosa
forma de redacción del objeto de veredicto, el cual fue devuelto por el Magistrado
Presidente en una ocasión para solventar la contradicción, entre otras causas, a
instancia, entre otros, del Ministerio Fiscal, y una vez presentado como modificado el
mismo, así se desprende de lo que el Jurado denomina "Réplica a la devolución del
acta del objeto de veredicto", no se dice nada sobre el Hecho Undécimo en relación a
la citada no culpabilidad que se mantiene con respecto a Lázaro y Pedro, pese a
declarar probado el Hecho Undécimo (acta del día 19 de diciembre de 2013), -y a
mayor abundamiento con el veredicto de no culpabilidad, el Magistrado Presidente
condena a los mismos por el citado delito-, y ante la petición de devolución, solicitada
nuevamente por las partes, por falta de motivación, se formula protesta nuevamente
por las defensas segunda, tercera y quinta. Ello implica, una clara vulneración del
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva, que trae como consecuencia la
infracción denunciada prevista en el artículo 846 bis c) apartado a), sin necesidad de
petición expresa de subsanación.
2º La falta de motivación, con la consiguiente indefensión que ello conlleva, también
es patente en los hechos del apartado B "Hechos alegados por las partes que pueden
determinar una causa de agravación o de exención total o parcial de la responsabilidad
criminal", ya que los párrafos tercero, cuarto y quinto, circunstancias atenuatorias de la
responsabilidad criminal, se declara por el Jurado que no concurren (por unanimidad
los dos primeros, y el quinto por mayoría de 8-1) y los dos primero párrafos que sí
concurre (por mayoría de 7-2 la primera, agravante de disfraz, y por unanimidad la
segunda, atenuante de confesión) sin decir absolutamente nada sobre la prueba
practicada y tenida en cuenta para llegar a las citadas conclusiones, extremo que
también fue puesto de relieve por las defensas cuando solicitaron la devolución del acta
de veredicto, al menos con respecto a la atenuante de dilaciones indebidas, se interesó
por la "segunda defensa" que se motivara por el Jurado porque entendían que no
concurría la misma, y tras devolver el veredicto y ser entregado por los Jurados nada
se dijo al respecto, solicitando las partes nueva devolución, petición que no fue
atendida por el Magistrado Presidente.
3º Porque la motivación del Jurado, con respecto al Hecho Sexto, al que se refiere la
representación procesal de Geronimo en el recurso formulado, contiene expresiones
tales como que son hechos "no constatables" sino "deducibles", o posteriormente en la
llamada "replica a la devolución", como hechos "no constatables" sino "suficientemente
probado", haciendo referencia a que llegan a la citada conclusión como consecuencia a
las múltiples citas, sin decir cuales, relativas al ofrecimiento de "trabajo", lo que implica
contradicción y ausencia de motivación, lo que trae como consecuencia necesaria un
desamparo en el derecho a la tutela judicial efectiva de los acusados, al justificar no
solo de forma sucinta, sino con manifiesta insuficiencia la obligación impuesta a los
jurados por el art 61.1.d) de la L.O.P.J.
4º Tal y como indicó el Ministerio Fiscal en la vista del recurso de apelación, existe
una contradicción y ausencia de motivación, en el Hecho Segundo en relación con el
Hecho Quinto, ya que en el primero de ellos, en concreto el Párrafo 5 (numeración que
lleva a cabo el Jurado ante la imposibilidad de votar en bloque las preguntas
formuladas) se declara probado que Avelino "recibió, como garantía de la seriedad del
encargo de matar al abogado, un vehículo Volkswagen Golf R32. Dicho vehículo fue
sustituido con posterioridad por el Seal León amarillo matrícula ....-RPB, propiedad de
Arsenio", conclusión a la que llegan los Jurados, según dice expresamente el veredicto,
por la "Declaración de Arsenio en el Juzgado n° 19 el día 2 de julio de 2010 en los
folios 3367-3368", mientras que en la motivación del Hecho Quinto, -en el que se
pregunta nuevamente sobre el tema de los vehículos- el Jurado dice expresamente que
se basan en "/a declaración de Arsenio en el Juzgado n° 19 el día 2 de julio de 2010,
en la que señala que tiene un seat león y como el otro coche era mas guapo se lo
cambiaban. Que el seat león no se lo entregó al tal Avelino en garantía, que sí se lo
entregó para prestárselo ". En consecuencia se declara probado el Hecho Segundo,
exclusivamente en base a una declaración -que solo se transcribe en la motivación del
Hecho Quinto- la de Arsenio en la que en ningún momento afirma que Avelino recibió,
como garantía de la seriedad del encargo de matar al abogado, un vehículo
Volkswagen Golf R32 y que dicho vehículo fuera sustituido con posterioridad por el
Seat León amarillo matrícula ....-RPB, propiedad de Arsenio.
No desconoce este Tribunal la Jurisprudencia existente en relación a la motivación
del veredicto por los Jurados, plasmada entre otras en la sentencia citada por el
Ministerio Fiscal de 17-10-2012 que dispone que "A tal efecto, hemos de recordar que
ya en nuestra STS 487/2008, 17 de julio EDJ 2008/128092, decíamos que, cuando se
trata de sentencias dictadas por el Tribunal de Jurado, no puede exigirse a los
ciudadanos que integran el Tribunal el mismo grado de razonamiento intelectual y
técnico que debe exigirse al Juez profesional y por ello la Ley Orgánica del Tribunal de
Jurado sólo requiere en el art. 61.1 d) que conste en el acta de votación la expresión de
los documentos de convicción y una sucinta explicación de las razones por las que han
declarado o rechazado declarar como probados unos determinados hechos. Con ello
se integra la motivación del veredicto que debe ser lo suficientemente explícita para
que el Magistrado Presidente pueda cumplir con la obligación de concretar la existencia
de prueba de cargo que le impone el art. 70.2 de la Ley, complementando aquellos
aspectos (SSTS 956/2000 de 24 de julio EDJ 2000/24216; 1240/2000 de 11 de
septiembre EDJ 2000/24412; 1096/2001 de 11 de junio EDJ 2001/26957). La STS
132/2004 de 4 de febrero EDJ2004/8310, nos dice que la motivación de la sentencia
del Tribunal del Jurado viene precedida del acta de votación, que constituye su base y
punto departida, en cuanto contiene la expresión de los elementos de convicción y una
sucinta explicación de las razones por las que los jurados han declarado o rechazado
declarar determinados hechos como probados. "
No obstante lo anterior, y tal y como continúa diciendo la sentencia citada "la
suficiencia de la motivación no puede ser apreciada apriorísticamente con criterios
generales, sino que requiere examinar el caso concreto para ver si, a la vista de las
circunstancias concurrentes, se ha cumplido o no este requisito...", y en este caso, tras
el examen de la motivación del veredicto llevada a cabo por el Tribunal del Jurado,
puesto en relación con las deficiencias del mismo, llegamos a la conclusión de que
queda patente la insuficiencia de la obligación impuesta a los jurados por la LOTJ. y
ello a pesar de mostrar benevolencia con el nivel de exigencia, ante personas legas en
derecho, pero que no colma la exigencia de motivación, ante la patente insuficiencia de
los razonamientos, en cuanto a las anteriores cuestiones analizadas (SSTS. 222/2000
de 21 de febrero EDJ 2000/2181, 384/2001 de 12 de marzo EDJ 2001/3125; 424/2001
de 19 de abril EDJ 2001/8322; 644/2002 de 22 de abril EDJ 2002/13156; etc.)..
El veredicto del Jurado en este supuesto es más un acto de voluntad de sus
miembros, que una decisión fruto de un proceso racional deliberativo, provocada por
las graves deficiencias en las que incurre el objeto de veredicto, y lo que se pide a los
tribunales de justicia en nuestro ordenamiento, también al Tribunal del Jurado, no es un
puro acto de voluntad, una decisión intuitiva, ligada a la propia percepción de la justicia
en el caso concreto; sino un proceso intelectual en el que mediante un discurso
racional y por tanto compartible y exteriorizable, se llega a una decisión, lo que no tiene
lugar en el presente caso, tal y como hemos analizado.
QUINTO.- Como consecuencia de todo lo anterior, -defectos del objeto de veredicto,
y falta de motivación del mismo, en íntima conexión-, procede declarar la nulidad de lo
actuado, y repetir el proceso, lo que en el ámbito del Jurado desemboca
ineludiblemente en la necesidad de constituir un nuevo jurado popular para repetir el
plenario. No escapa a este Tribunal que esa repetición puede acarrear repercusiones
negativas no solo en la agilidad del proceso, retrasos que todas las partes han de
padecer, sino también en la posición procesal de los acusados que ven borrado todo el
camino ya recorrido. Pero esos efectos son de esencia de toda declaración de nulidad
del juicio por vía de recurso. En el ámbito del jurado la composición del Tribunal
provoca que la nulidad habitualmente y salvo supuestos muy excepcionales haya de
extenderse a todo el juicio con la necesidad de constituir un nuevo Tribunal. (STS
28-11-2012).
La apreciación de las causas citadas, por quebrantamiento de normas y garantías
procesales en relación al objeto de veredicto - redacción y motivación del mismo-
hacen innecesario el análisis del resto de causas alegadas por los recurrentes, tanto
por infracción de precepto legal, tanto como por quebrantamiento de garantías, en lo
que respecta a la motivación de la sentencia, y la extralimitación del auto aclaratorio.
Las numerosas irregularidades apreciadas por este Tribunal, achacables
directamente al Magistrado Presidente que antes se mencionan, tanto en la redacción
del objeto del veredicto, como en la falta de devolución del veredicto interesada por
todas las partes personadas y su correlación con la redacción de la sentencia, podrían
integrar una infracción disciplinaria del art. 417 n° 14 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, por lo que debe remitirse al Promotor de la Acción Disciplinaria del Consejo
General del Poder Judicial testimonio de esta sentencia, del objeto de veredicto, del
acta del juicio oral donde constan los debates del objeto del veredicto, del veredicto y
las actas relativas a su presentación por el Tribunal del Jurado, de la sentencia del
Magistrado Presidente, de los escritos en solicitud de aclaración y de los autos de
aclaración dictados, así como de los escritos de interposición de los recursos de
apelación y de impugnación, y del auto de libertad de los acusados, a los efectos de
que valore, de conformidad con los artículos 607 y 608 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, la posible apertura de un expediente disciplinario contra dicho Magistrado.
SEXTO.- No se aprecian motivos para una especial imposición de las costas de los
recursos.
Vistos los artículos de aplicación,
FALLAMOS
ESTIMAMOS los recursos de apelación interpuestos en nombre y representación de
Geronimo, Lázaro, Pedro Y Tomás, Arsenio (apelante supeditado), e Domingo
(apelante supeditado), sin entrar a analizar el resto de motivos alegados por los demás
recurrentes, contra la sentencia dictada por el Magistrado-Presidente del Tribunal del
Jurado, Dn. Eduardo Cruz Torres, designado en la Sección Décimo Sexta de la
Audiencia Provincial de Madrid, sentencia de fecha 13 de enero de 2014, aclarada por
auto de 25 de marzo, y decretamos la NULIDAD de la misma y del juicio celebrado,
retrotrayendo las actuaciones al momento anterior a su celebración, debiéndose
celebrar otro juicio con nuevo Jurado Popular y nuevo Magistrado Presidente; sin
especial imposición de las costas de este recurso.
Notifíquese esta resolución a las partes, haciéndoles saber que contra la misma cabe
recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que puede ser
interpuesto, dentro del plazo de cinco días, mediante escrito autorizado por un
Abogado y suscrito por un Procurador.
Dedúzcase testimonio literal de su contenido, que se elevará al Promotor de la
Acción Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial, junto con los testimonios
de del objeto de veredicto, del acta del juicio oral donde constan los debates del objeto
del veredicto, del veredicto y las actas relativas a su presentación por el Tribunal del
Jurado, de la sentencia del Magistrado Presidente, de los escritos en solicitud de
aclaración y de los autos de aclaración dictados, así como de los escritos de
interposición de los recursos de apelación y de impugnación, y auto de libertad de los
acusados, a los oportunos efectos.
Lo acuerdan, mandan y firman los Sres/as. Magistrados/as que figuran al margen.
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