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Departamento de Investigación y Documentación Parlamentaria
Complejo LegislativoAv. Abancay 251 Of. 404.
Teléfono: 311 7777 anexos 7415
Abril 2018 http://www.congreso.gob.pe/Didp
INFORME DE INVESTIGACIÓN
LA ACUSACIÓN CONSTITUCIONAL EN EL PERÚ: UN ANÁLISIS HISTÓRICO, INTERPRETATIVO Y ESTADÍSTICO DE LOS PROCEDIMIENTOS DURANTE LOS PERIODOS 2006-2011, 2011-2016 Y 2016-2021.
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LA ACUSACIÓN CONSTITUCIONAL EN EL PERÚ: UN ANÁLISIS HISTÓRICO,
INTERPRETATIVO Y ESTADÍSTICO DE LOS PROCEDIMIENTOS DURANTE LOS PERIODOS
2006-2011, 2011-2016 Y 2016-20211
A partir de un análisis del origen de la acusación constitucional en la legislación peruana, y su evidencia funcional, este trabajo busca ofrecer información para la reflexión sobre su eficacia.
I. La acusación constitucional: una breve descripción de su origen y de sus inicios en el
Perú
La acusación constitucional tiene su origen en el impeachment, que, como lo indican
diversos autores, era un juicio político que nació en Inglaterra en el Siglo XIV como
un mecanismo para limitar las actuaciones del rey, así como para imputar
responsabilidad a altos funcionarios o inclusive a cualquier súbdito inglés2. La
acusación debía ser presentada por los Comunes (Cámara baja) ante la Cámara de
los Lores (Cámara Alta).
A través del impeachment, cualquier acción que se considere perjudicial a los
intereses de la población o que se pudiera entender como un abuso del poder o de
confianza otorgada por el monarca podía merecer una sanción. La falta política a
reprender sería, pues, aquella que, en un momento dado, la Cámara de los
Comunes y la Cámara de los Lores considerasen como tal.3
1 Hasta el mes de febrero de 2018. 2 García Chávarri, Abraham, en su obra “Acusación Constitucional, juicio político y antejuicio, desarrollo teórico y tratamiento jurisprudencial” señala que si bien fue utilizado para sancionar la conducta de ministros y otros altos funcionarios del Estado, también se utilizó el impeachment para condenar a ciudadanos cualquiera como sacerdotes, médicos o comerciales. Página 8. 3 García Chávarri página 7.
3
La imposición de las sanciones, a cargo de la Cámara Alta, dependía de la
discrecionalidad de sus miembros y estas podían ir desde la destitución del cargo,
inhabilitación para ejercer cargo público (para el caso de los altos funcionarios),
hasta multa, confiscación de bienes, prisión o destierro.
Lo resuelto por dicha cámara4 no era revisable por ninguna otra instancia o en la vía
judicial, ello debido a que en el procedimiento de acusación se sustentaba en
consideraciones de naturaleza política, ajenas a la jurídica.
Una figura similar, pero con propios ribetes, se desarrolló en la Francia
posrevolucionaria: el antejuicio político. Esta era una especie de antesala
parlamentaria a un proceso penal contra ministros, por acciones cometidas en el
ejercicio de sus funciones5.
La Constitución francesa de 1791 definió las conductas que serían pasibles de esta
acusación, entre las cuales se pueden mencionar: atentado contra la seguridad
nacional y la Constitución, contra la propiedad y las libertades individuales y
derroche de dinero público.
La finalidad era materializar la responsabilidad jurídica de los ministros por delitos
de función, y permitir que la judicatura ordinaria los procese. En este caso la
evaluación que realiza el Parlamento es, sobre todo, de carácter jurídico; lo que no
implica que esté exento de ribetes políticos en el ámbito de evaluación de los
hechos imputados y la intención de la denuncia6.
4 Esta cámara está situada en la cima del sistema de justicia y ejerce funciones jurisdiccionales. 5 García Chávarri, página 19. 6 Como señalaba Valentín Paniagua citado por García Chávarri, la calificación de la intención política o no de la denuncia constitucional permite que se persiga conductas punibles y las acusaciones maliciosas que pretenden desprestigiar al funcionario.
4
A diferencia del impeachment, al antejuicio político no implica la posibilidad de
sanción por parte del Parlamento hacia al acusado, sino simplemente puede
autorizar el inicio de un proceso penal a cargo de las instancias competentes para
tal fin.
Podría afirmarse entonces que el antejuicio político se asemeja, en sus efectos, al
proceso de levantamiento de inmunidad parlamentaria, toda vez que este puede
resultar en la posibilidad de que el Congreso autorice a la judicatura a iniciar o
continuar un proceso penal, aunque solo procede por actos considerados como
delito común y no de función, en cuyo caso corresponde al Parlamento evaluar si
existen indicios de la comisión de tal tipo de delito.
Otra diferencia importante se centra en la profundidad o límites de la evaluación o
investigación que realice el Parlamento, ya que en el caso del levantamiento de
inmunidad parlamentaria, el tipo de evaluación que se realiza está dirigida
únicamente a descartar la existencia de motivaciones políticas o de índole
discriminatorio; en cambio, en el caso del antejuicio político, el Congreso sí realiza
una evaluación cuasi jurisdiccional relacionada la responsabilidad penal del
acusado, que implica, inclusive, que ni el Ministerio Público —en la formalización de
la denuncia— ni el Poder Judicial —en el auto apertorio de instrucción— puedan
alterar los términos de la acusación.
Cabe hacer una mención a lo señalado por García Chávarri, haciendo referencia a lo
expresado por Valentín Paniagua, quien indica que en el antejuicio político, el
Congreso también realiza una evaluación de los matices políticos de la denuncia
constitucional, puesto que es su deber calificar la intención de la denuncia
5
constitucional, de manera que se persiga lo que legalmente es punible o no aquellas
acusaciones maliciosas tendientes a dañar al funcionario que pudiera ser
“incómodo” al denunciante.
Con relación a la evolución normativa de la acusación constitucional en la historia
constitucional peruana, García Chávarri7 comenta esta figura estuvo regulada de
manera genérica en la primera Constitución Política (1823) y establecida
definitivamente en la de 1828. Recuerda, además, que sólo en la Ley de 17 de junio
de 18348 se tipificaron las conductas pasibles de este proceso constitucional.
El grado de la evolución normativa de esta figura en el Perú puede ser observado
en el siguiente cuadro que presenta los artículos específicos que regulaban la
acusación constitucional:
Cuadro 1 Acusación Constitucional en las Constituciones Políticas del Perú
Constitución Política
Acusación Constitucional
1823 Artículo 90º.- Las atribuciones del Senado son: […] 5.- Decretar, tanto en los casos ordinarios como en los extraordinarios, que ha lugar a formación de causa contra el Magistrado que ejerciere el Poder Ejecutivo, sus Ministros, y en Supremo Tribunal de Justicia. […]. Artículo 91º.- El Senado no puede procesar ni por acusación, ni de oficio, sí solo poner en conocimiento del Supremo Tribunal de Justicia cualquiera ocurrencia relativa a la conducta de los Magistrados, sin perjuicio de la atribución 5ta. de este Capítulo
1826 Artículo. 51º.- Las atribuciones de la Cámara de Censores son: […] 2.- Acusar ante el Senado, las infracciones que el Ejército haga de la Constitución, las leyes, y los Tratados Públicos. […]
7 Página 23. 88 Ver la ley en http://www.leyes.congreso.gob.pe/Documentos/LeyesXIX/1834051.pdf
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Artículo 52º.- A la Cámara de Censores pertenece exclusivamente acusar de traición, concusión, o violación manifiesta de las leyes fundamentales del Estado. Art. 53º.- Si el Senado estimare fundada la acusación hecha por la Cámara de Censores, tendrá lugar e Juicio nacional; y si por el contrario el Senado estuviere por la negativa, pasará la acusación a la Cámara de Tribunos. Artículo 56º.- Luego que en juicio nacional se decrete que ha lugar a la formación de causa al Vicepresidente o a los Secretarios de Estado, quedarán ésos en el acto suspensos de sus funciones, y las Cámaras pasarán todos los antecedentes al Tribunal Supremo de Justicia, el cual conocerá exclusivamente de la causa; y el fallo fue pronunciare se ejecutará sin apelación
1828 Artículo 22º.- Tiene igualmente el deber de acusar ante el Senado al Presidente y Vicepresidente, a los miembros de ambas Cámaras, a los Ministros de Estado, y a los Vocales de la Corte Suprema de Justicia por delitos de traición, atentados contra la seguridad pública, concusión, infracciones de la Constitución; y en general por todo delito cometido en el ejercicio de sus funciones a que esté impuesta pena infamante.
1834 Artículo 23º.- Le corresponde también acusar de oficio, o a instancia de cualquier ciudadano ante el Senado, al Presidente de la República, a los miembros de ambas Cámaras, a los Ministros de Estado, a los del Consejo de Estado y a los Vocales de la corte Suprema, por delitos de traición, atentados contra la seguridad pública, concusión, infracciones de Constitución, y en general, por todo delito cometido en el ejercicio de sus funciones, a que esté impuesta pena infamante Artículo 32º.- A la Cámara de Senadores corresponde conocer si ha lugar a formación de causa en las acusaciones que haga la Cámara de Diputados; debiendo concurrir el voto unánime de los dos tercios de los Senadores presentes para formar sentencia. Artículo 33º.- La sentencia del Senado en el caso del artículo anterior no produce otro efecto que suspender del empleo al acusado; el que quedará sujeto a juicio según la ley
1839 Artículo 35º.- Corresponde también acusar ante el Senado al Presidente de la República durante el periodo de su mando, si atentare contra la independencia y unidad nacional; a los miembros de ambas Cámaras; a los Ministros de Estado; a los del Consejo de Estado, y a los Vocales de la Corte Suprema por delitos de traición, atentados contra la seguridad pública, concusión, y en general por todo delito cometido en el ejercicio de sus funciones, a que esté impuesta pena infamante. Artículo 42º.- También le pertenece conocer, si ha lugar a formación de causa, en las acusaciones que haga la Cámara de Diputados; debiendo concurrir el voto unánime de los dos tercios de los Senadores presentes para formar sentencia. Artículo 43º.- La sentencia del Senado en el caso del artículo anterior, no produce otro efecto, que suspender del empleo al acusado, el que quedará sujeto a juicio según la ley.
1856 Artículo 61º.- Corresponde a la Cámara de Diputados acusar ante el Senado al Presidente de la República, durante el período de su mandado, por infracciones directas de la Constitución; y a los miembros de ambas Cámaras, a los Ministros de Estado y a los Vocales de la Corte Suprema por las mismas infracciones, y por todo delito cometido en el ejercicio de sus funciones a que esté señalada pena corporal aflictiva. Artículo 62º.- Corresponde a la Cámara de Senadores declarar si ha lugar o no a formación de causa, sobre las acusaciones hechas por la otra Cámara; quedando el
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acusado, en el primer caso, suspenso del ejercicio de su empleo, y sujeto a juicio según la ley.
1860 Artículo 64.- Corresponde a la Cámara de Diputados, acusar ante el Senado al Presidente de la República, a los miembros de ambas Cámaras, a los Ministros de Estado, a los miembros de la Comisión Permanente del Cuerpo Legislativo y a los Vocales de la Corte Suprema por infracciones de la Constitución, y por todo delito cometido en el ejercicio de sus funciones, al que, según las leyes, deba imponerse pena corporal aflictiva Artículo 66.- Corresponde a la Cámara de Senadores: […] Declarar si hay o no lugar a formación de causa, a consecuencia de las acusaciones hechas por la Cámara de Diputados; quedando el acusado, en el primer caso, suspenso del ejercicio de su empleo, y sujeto a juicio según la ley […].
1867 Artículo 59o.-Son atribuciones del Congreso: […] 26o.-Hacer efectiva con arreglo a la ley la responsabilidad de los Ministros de Estado y de los Vocales de la Corte Suprema por infracciones de la Constitución, y por todo delito cometido en el ejercicio de sus funciones. […].
1920 Artículo 95º.- Corresponde a la Cámara de Diputados acusar ante el Senado al Presidente de la república, a los miembros de ambas Cámaras, a los Ministros de Estado y a los Vocales de la Corte Suprema por infracciones de la Constitución y por todo delito cometido en el ejercicio de sus funciones, que, según las leyes, deba penarse. Art. 97º.- Corresponde al Senado: 1º.- Declarar si ha o no lugar a formación de causa a consecuencia de las acusaciones hechas por la Cámara de Diputados; quedando el acusado, en el primer caso, suspenso en el ejercicio de su empleo y sujeto a juicio según la ley. […].
1933 Artículo 121.- Corresponde a la Cámara de Diputados acusar ante el Senado al Presidente de la República, a los miembros de ambas Cámaras, a los Ministros de Estado y a los miembros de la Corte Suprema de Justicia, por infracciones de la Constitución, y por todo delito que comentan en el ejercicio de sus funciones y que según la ley, deba penarse. Artículo 122.- Corresponde al Senado declarar si hay o no lugar a formación de causa por consecuencia de las acusaciones hechas por la Cámara de Diputados. En el primer caso, quedará el acusado suspenso en el ejercicio de su función y sujeto a juicio según la ley.
1979 Artículo 183.Corresponde a la Cámara de Diputados acusar ante el Senado al Presidente de la República, a los miembros de ambas Cámaras, a los Ministros de Estado, a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y del Tribunal de Garantías Constitucionales y a los altos funcionarios de la República que señala la ley, por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funciones, aunque hayan cesado en estas. Artículo 184.Corresponde al Senado declarar si hay o no lugar a formación de causa a consecuencia de la acusaciones hechas por la Cámara de Diputados. En el primer caso, queda el acusado en suspenso en el ejercicio de su función y sujeto a juicio según ley.
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1993 Artículo 99.- Corresponde a la Comisión Permanente acusar ante el Congreso: al Presidente de la República; a los representantes a Congreso; a los Ministros de Estado; a los miembros del Tribunal Constitucional; a los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura; a los vocales de la Corte Suprema; a los fiscales supremos; al Defensor del Pueblo y al Contralor General por infracción de la Constitución y por todo delito que cometan en el ejercicio de sus funciones y hasta cinco años después de que hayan cesado en éstas. Artículo 100.- Corresponde al Congreso, sin participación de la Comisión Permanente, suspender o no al funcionario acusado o inhabilitarlo para el ejercicio de la función pública hasta por diez años, o destituirlo de su función sin perjuicio de cualquiera otra responsabilidad. El acusado tiene derecho, en este trámite, a la defensa por sí mismo y con asistencia de abogado ante la Comisión Permanente y ante el Pleno del Congreso. En caso de resolución acusatoria de contenido penal, el Fiscal de la Nación formula denuncia ante la Corte Suprema en el plazo de cinco días. El Vocal Supremo Penal abre la instrucción correspondiente. La sentencia absolutoria de la Corte Suprema devuelve al acusado sus derechos políticos. Los términos de la denuncia fiscal y del auto apertorio de instrucción no pueden exceder ni reducir los términos de la acusación del Congreso.
Fuente: Archivo digital de la legislación del Perú9 Elaboración: Área de Servicios de Investigación
Como se puede observar, el procedimiento de acusación constitucional en el Perú,
hasta antes de la vigencia de la Constitución del año 1993, se asemejaba más al
antejuicio político, de origen francés, que al impeachment, puesto que si bien una
denuncia podía proceder por infracción a la Constitución o por actos delictivos, el
Congreso, a través del Senado, sólo podía resolver el pedido de acusación que
presentase la Cámara de Diputados, y de lograrse la votación necesaria para la
acusación, el acusado quedaba suspendido en el ejercicio de sus funciones como
consecuencia de la formación de causa y quedaba sujeto al juicio que
correspondiera de acuerdo a las leyes de aquel entonces.
Con relación a las conductas que podían ser tipificadas como infracciones a la
Constitución, García Chávarri señala que estas fueron determinadas en una sola
oportunidad, a través de la Ley de 17 de junio de 1834 y que como existían penas
9 http://www.leyes.congreso.gob.pe/constituciones.aspx
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muy severas para el Presidente de la República y los ministros, no se llegaron a
aplicar estar en la práctica.
El siguiente cuadro resume los sujetos que, conforme a la Ley del 17 de junio de
183410 —de corta vigencia—, podían ser acusados por infracción a Constitución, las
acciones que eran calificadas como infractoras y las penas a imponerse, según sujeto
y acción realizada.
Cuadro 2 Funcionarios sujetos a acusación constitucional, causales para ser denunciados y posibles
sanciones a aplicarse, según la Ley del 17 de junio de 1834
Sujetos pasibles de acusación
Motivo Pena
Presidente o ministros
Si se atentaba contra la independencia de la República, o por intentar disolver el Parlamento o por tratar de variar la forma de gobierno.
Pena de muerte si era cometido de manera directa o destierro, si era indirecta.
Si se atacaba la seguridad personal de algún ciudadano
Destitución de su empleo, pérdida de derechos de ciudadanía y, además, debían resarcir los daños causados. Si por el accionar moría el ofendido, además se sancionaba con pena de destierro perpetuo
Si se impedía las elecciones populares o el libre uso de la industria del ciudadano o la libertad de imprenta, o se viole el secreto de las cartas, entre otros.
Destitución de su empleo, pérdida de derechos de ciudadanía y debían, asimismo, resarcir los daños causados. Si por el accionar moría el ofendido, además se sancionaba con pena de destierro perpetuo.
Si cobraban una contribución no votada por el Congreso, o hacían gastos no señalados por el Congreso, o disponían un reclutamiento mayor al designado por ley para el ejército o la armada
Destitución de su empleo, pérdida de derechos de ciudadanía y debían resarcir los daños causados. Si por el accionar moría el ofendido, además se sancionaba con pena de destierro perpetuo
10 Ver la Ley en http://www.leyes.congreso.gob.pe/Documentos/LeyesXIX/1834051.pdf
10
Presidente, ministros, miembros de las Cámaras, Consejeros de Estado y vocales de la Corte Suprema
Si eran convencidos de crimen de concusión
Eran declarados infames, y debían restituir el premio de su venalidad y pagar una multa.
Fuente: Ley de 17 de junio de 1834 Elaboración: Área de Servicios de Investigación
Según esta ley cualquier peruano podía acusar ante la Cámara de Diputados al
Presidente de la República, al Presidente del Consejo de Estado encargado del
mando y a los ministros, por infracciones a la Constitución y demás actos ilegales de
su administración11. También podían ser acusados los Consejeros de Estado y
vocales de la Corte Suprema por los mismos delitos y por traición, concusión y
cualquier otro cometido en el ejercicio de sus funciones.
En caso se declare haber lugar a formación de causa, los acusados quedaban
suspendidos en sus empleos y se pasaba el expediente a la Corte Suprema.
Dicha ley, que desarrolló las conductas delictivas sujeta a acusación constitucional
por infracción a la Constitución y por demás actos ilegales del gobierno, incluían
acciones que en la actualidad, se encuentran estipuladas en la Constitución Política
—como el de impedir las elecciones populares—, así como otras tipificadas en el
Código Penal, que como cuerpo normativo codificado no existía en aquel
entonces.12
11 Artículo 1 de la ley. 12Cabe mencionar que en el artículo “Independencia y proceso de codificación del Perú del Siglo XIX” de Víctor Hugo Chanduví Cornejo, El Congreso de la República, por ley del 9 de octubre de 1845, autorizó al Presidente de la República para que preparara el Código Civil, el Penal y los procedimientos de estas materias y que el Primer Código Penal de 1862 fue promulgado por Ramón Castilla por ley del 23 de septiembre de 1862, que aprobó el Código Penal. En ese mismo año
11
Los antecedentes normativos evidencian, pues, que desde sus orígenes en el Perú,
la acusación constitucional se ha asemejado más a la figura del antejuicio político
que a la del juicio político.
Es recién en la Constitución del año 1993 que se añaden modificaciones13, que
alteran esta tradicional figura, desprendiéndose el juicio político propiamente dicho
del antejuicio político.
Por ello, García Chávarri señaló que la Constitución de 1993 no respetó la tradición
constitucional iniciada en 1823 y que introdujo en el procedimiento de acusación
constitucional elementos que son propios de un juicio político, al establecer la
posibilidad de que el Congreso pueda aplicar sanciones al acusado, con total
independencia de lo que pudiera resolver la judicatura ordinaria.14
II. Los artículos 99 y 100 de la Constitución Política de 1993 y su interpretación
constitucional
La acusación constitucional se encuentra regulada en los artículos 99 y 100 de la
Constitución Política. La primera, referida a la los sujetos pasibles de acusación
constitucional por el cargo que ostentan, así como el plazo de vigencia de tal
prerrogativa. La segunda, centrada en las sanciones aplicables en caso de resolución
acusatoria penal o no, así como el trámite a seguir en caso que esta sea de
contenido penal.
también refrendó el de enjuiciamientos en materia criminal. Páginas 143 y 145.Mayor información en: http://journal.upao.edu.pe/PuebloContinente/article/viewFile/619/580 13 Relacionadas con: los órganos competentes para la formulación de la acusación, la ampliación del listado de funcionarios sujetos a esta, y la ampliación de posibles sanciones que el Parlamento podía aplicar de ser el caso 14 Ob. Cit. Página 19.
12
Las “novedades” que trajo consigo la Constitución de 1993 a la figura de la
acusación constitucional son: la ampliación de la lista de funcionarios pasible de
acusación, la intervención de la Comisión Permanente como órgano acusador, el
plazo de vigencia de tal prerrogativa, las sanciones que podría imponer el Congreso,
así como el trámite a seguir en caso de acusación constitucional por delito de
función, relacionadas con la obligación del Ministerio Público, de formalizar la
denuncia, y del Poder Judicial, de abril instrucción, sin alterar los términos de la
denuncia parlamentaria.
Ciertamente, lo que hace que de la acusación constitucional tradicional —ligada a
entenderse como una antesala parlamentaria para el inicio de un proceso penal de
ciertos funcionarios públicos—se bifurquen dos tipos de denuncias que pueden
originar la activación de un procedimiento con consecuencias distintas, es el que el
constituyente haya decidido concederle al Parlamento la posibilidad de sancionar
de manera directa a los funcionarios que considere hayan incurrido en infracción a
la Constitución.
El doctor Víctor García Toma en su obra “La acusación constitucional”15 nos hace
recordar las expresiones del doctor Chirinos Soto sobre la necesidad de la existencia
del juicio político:
Hay infracciones de la Constitución que no están tipificadas en el Código Penal. Por eso, el Congreso puede suspender al alto funcionario o inhabilitarlo o destituirlo, sin deducir responsabilidad de tipo penal.
15 Publicado en la revista Advocatus 25. Universidad de Lima. Página 255. Ver todo el documento en https://revistas.ulima.edu.pe/index.php/Advocatus/article/viewFile/396/378
13
De la revisión hecha a los tomos sobre el debate constitucional de la Constitución
Política de 1993 del Pleno del Congreso16, se observa que el ex constituyente
Chirinos Soto propuso la existencia de un verdadero juicio político. En el debate
correspondiente el señaló
Yo, señor Presidente, propongo que el juicio político sea verdadero juicio político; o sea que no termine con una simple luz verde para el Poder Judicial, sino con el equivalente de una sentencia política17.
Luego de un intenso debate sobre este artículo —que en su momento estaba
ubicado con el número 184— y ante la pregunta del Presidente del Congreso sobre
la suspensión y destitución que se proponía en el texto, el doctor Chirinos Soto,
como Presidente de la Comisión de Reglamento, aclaró:
Sí, porque lo que quiero con la propuesta es que el juicio político sea el verdadero juicio, como acaba de pasar en Brasil. El señor Collor de Mello ha sido destituido por el Senado en sentencia condenatoria. Va a ser juzgado por la Corte Suprema. Si la Corte Suprema lo encuentra inocente, recupera todo. O sea, establecer el verdadero juicio político, que no hay en el Perú. En el Perú hay antejuicio; simplemente el Senado habilita la jurisdicción de los tribunales, pero no concluye con una sentencia. Es una mutación significativa...18
Como se puede observar, el espíritu de la “novedad” de facultar al Congreso a
sancionar al acusado se sustentaba en la necesidad de establecer al interior del
Parlamento un “verdadero juicio político”.
16 También hubieron debates sobre el tema en el seno de la Comisión de Constitución y Reglamento. Puede observarse ello, por ejemplo, en la sesión 72ª (matinal) del día 16 de junio de 1993, bajo la presidencia del señor Chirinos Soto. Ver toda esta parte del debate en http://www4.congreso.gob.pe/ccd/debates/104-1.htm . Como referencia al debate sobre el nacimiento del juicio político, se muestra la siguiente intervención del presidente de dicha comisión, quien respondiendo a un constituyente sobre la sanción de destitución del cargo en caso de juicio político, indicó:” Si, señor Matsuda, el problema está, esto es para concordar con el artículo de la acusación, al Presidente de la República y a estos altos funcionarios se les puede acusar por infracciones de la Constitución o por delitos de función; entonces, hay infracciones de la Constitución que no son delito, entonces cuál puede ser la consecuencia. 17 Página 848 del Tomo II del debate constitucional de la Constitución de 1993. Ver todo el texto en http://www4.congreso.gob.pe/dgp/constitucion/Const93DD/ComiConstRegla/TomoCompleto/TomoII.pdf 18 Página 890
14
En el debate parlamentario sobre las sanciones que podía imponer el Congreso, el
Presidente del Congreso, le consulta al doctor Chirinos Soto lo siguiente:
El texto original del artículo 184° propuesto está dirigido a suspender la condición especial que tiene un parlamentario para que se inicie el procedimiento. La suspensión tiene por propósito, precisamente, permitir el inicio de la investigación y otorgar la sentencia correspondiente. Presume, en consecuencia, que hay una posible falta o delito, y por eso la Constitución utiliza el término "suspender", porque está condicionado al resultado. Su propuesta dice "destituir", lo cual supondría que ya el Congreso toma una decisión definitiva
A lo que Chirinos Soto le responde: Sí […]
Luego en otro momento, el Presidente del Congreso, aclarando los términos en que
se estaba proponiendo el texto final, señaló lo siguiente:
Lo que estamos discutiendo es si se debe suspender al parlamentario; si, al decidirse una investigación, se le debe destituir; y luego, si gana el procedimiento, reponer.
Finalmente, este artículo es aprobado con el texto siguiente:
"Artículo 184.°.— Corresponde al Congreso, sin la participación de los miembros de la Comisión Permanente, suspender o no al funcionario acusado o inhabilitarlo para el ejercicio de la función pública hasta por diez años. El acusado, en el trámite parlamentario, tiene derecho a la defensa por sí mismo y con asistencia de abogado ante la Comisión Permanente y ante el Pleno del Congreso. En caso de resolución acusatoria, el Fiscal de la Nación denuncia ante la Corte Suprema en el plazo de cinco días. El Vocal Supremo Penal abre la instrucción correspondiente. La sentencia absolutoria de la Corte Suprema devuelve al acusado sus derechos políticos. Los términos de la denuncia fiscal y del auto apertorio de instrucción no pueden exceder ni reducir los términos de la acusación del Congreso."
Como se observa, el juicio político, consolidado en el Perú recién con la Constitución
Política de 1993, tenía como objetivo que el Congreso pueda ostentar facultades
sancionadoras no sólo contra sus pares, sino contra todo aquel funcionario público
sujeto a acusación constitucional.
15
Inclusive, esta posibilidad de aplicar sanciones para los casos de juicio político se
inspiró, como puede evidenciarse de los diarios de los debates de la Constitución
Política de 1993, en las actuaciones previamente realizadas por parlamentos vecinos
como el brasileño y el colombiano. Chirinos Soto, sustentando su propuesta, en
diversos debates, señaló:
“[…] porque lo que quiero con la propuesta es que el juicio político sea el verdadero juicio, como acaba de pasar en Brasil. El señor Collor de Mello ha sido destituido por el Senado en sentencia condenatoria. Va a ser juzgado por la Corte Suprema. Si la Corte Suprema lo encuentra inocente, recupera todo […] “Así acabamos de ver en Brasil. El señor Collor de Mello ha sido destituido e inhabilitado. Si lo juzgan o no, si lo mandan a la cárcel o no, desde luego no es función del Congreso, sino de la Corte Suprema de Brasil. […] Señor Presidente, en la Constitución de Colombia —no en la nueva, que casi no la conozco, sino en la anterior— también el juicio político concluía con una sentencia política. Tuve oportunidad de asistir al juicio político que se siguió contra el teniente general Gustavo Rojas Pinilla […]”.
Estos antecedentes tienen referencia con lo que resalta García Toma19 cuando hace
mención a que Germán Bidart Campos expone que con el juicio político no se
persiguen castigos sino separar del cargo, sin juzgar si el hecho es delictivo o no,
sino determinando si una situación de gobierno es inconveniente para el Estado y
por ende, necesaria la separación del funcionario del puesto que ocupa20.
Sobre el juicio político se presenta una importante polémica que se centra en que
no están delimitados los casos que serían considerados como infracción a la
Constitución Política, y que esta indefinición podría generar un posible abuso por
parte de los juzgadores, y aunque otros como Eguiguren Praeli21 indican que todos
19 Ob. Cit página 254 20 El último párrafo no lo dice literalmente el autor, es una inferencia de la investigación. 21 Citado en la publicación titulada “Laberintos y contradicciones. Límites constitucionalmente reconocidos a la prerrogativa de inviolabilidad de opinión”, de los autores Aldo Blume Rocha y otros. Publicado en la revista Derecho y Sociedad 31.
16
y cada uno de los artículos de la Constitución forman parte de un catálogo de
posibles contravenciones susceptibles de acusación por infracción a la Constitución;
lo cierto es que es casi improbable que ese riesgo advertido, entre otros, por
Valentín Paniagua, se presente, ya que para poder tomar la decisión de sancionar
se requiere de una alta votación que, como se verá más adelante, no permitiría el
abuso que se advierte22.
Es más, como se verá, lo que sí podría evidenciarse es que el pedirse una altísima
votación para sancionar, finalmente el acusado quede impune, al no lograrse la
votación requerida establecida por el Tribunal Constitucional en su sentencia que
pasaremos a explicar.
El Tribunal Constitucional, en su sentencia 0006-2003-AI/TC del 5 de diciembre de
200323 desarrolla algunos aspectos normativos de los artículos 99 y 100 de la
Constitución Política, entre los cuales podemos resumir los siguientes:
• Señala que en los casos de antejuicio político el Congreso sólo puede acusar y
levantar la prerrogativa funcional del funcionario, pero en ningún caso sancionar
hasta el que Poder Judicial haya sancionado al acusado, de ser el caso. El
Congreso sólo puede sancionar por delitos cometidos en el ejercicio de sus
funciones, siempre que dichos delitos hayan sido previamente declarados como
tales en una sentencia firma expedida por el Poder Judicial, quedando proscrita
toda interpretación contraria. Además, indica que en estos casos no es necesaria
Puede verse el texto en el siguiente enlace http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechoysociedad/article/viewFile/17403/17685 22 Salvo el supuesto casi improbable de que más de sus 2/3 de los parlamentarios de una sola fuerza política —sea grupo parlamentario o en alianza con otros— decidan unánimemente cometer abusos. 23 Otra sentencia que describe en antejuicio político la recaída en el expediente 0030-2010-HC. Verla en http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2010/00030-2010-HC.html
17
una votación calificada, bastando la mayoría simple para aplicar las sanciones
previstas en el primer párrafo del artículo 100 de la Constitución Política.
• Explica que, en los casos de juicio político, el Congreso puede acusar a los
funcionarios descritos en el artículo 99 por infracción de la Constitución, porque
toda falta política cometida por estos compromete peligrosamente el adecuado
desarrollo del aparato estatal y, en esos casos, el despojo del cargo no tiene que
ver con la comisión de un delito sino por faltas que atentan la confianza
depositada en el funcionario. En estos casos los funcionarios pueden ser
procesado y sancionado por el Congreso solo por faltas políticas. La votación
para la imposición de sanciones previstas en el artículo 100, debiera ser no
menor a 2/3 del Congreso, sin participación de la Comisión Permanente.
Aquí cabe hacer una mención especial a algunas exhortaciones que el Tribunal
Constitucional hace al Parlamento, a fin de mejorar tanto en la Constitución
Política como en el Reglamento del Congreso, entre las que se pueden señalar
las siguientes24:
• Exhorta al Congreso de la República a estipular en su Reglamento la votación
necesaria para aprobar una acusación constitucional por infracción de la
Constitución (causas políticas), así como aquella necesaria para la aplicación
de las referidas sanciones.
• Exhorta al Congreso de la República a regular un procedimiento de
acusación constitucional para los casos de juicio político, conforme a las
características de dicha institución que se desprenden de la sentencia.
24 Todas las exhortaciones que se mencionadas han sido copiadas de la propia sentencia. http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2003/00006-2003-AI.pdf
18
• Exhorta a legislar un procedimiento y la necesidad de una votación calificada
para poder declarar la vacancia presidencial por la causal prevista en el inciso
2) del artículo 113° de la Constitución.
• Exhorta al Congreso de la República a reformar el artículo 99° de la
Constitución, para que sean incluidos dentro de la lista de funcionarios con
esta prerrogativa a los miembros del Jurado Nacional de Elecciones, al jefe
de la Oficina Nacional de Procesos Electorales y al jefe del Registro Nacional
de Identificación y Estado Civil.
Aunque el Tribunal Constitucional haya señalado que no se admite otro tipo de
interpretación cuando señala que la facultad sancionadora del Parlamento en los
casos de antejuicio político es posible únicamente luego de que el Poder Judicial
haya previamente sentenciado y sancionado al funcionario acusado por delito de
función; la evidencia histórica permite contradecir este desarrollo interpretativo.
A todas luces, y así lo muestra la normativa constitucional analizada en este trabajo,
sumado a los debates constitucionales de nuestros constituyentes; en ningún
momento el espíritu del artículo 100 de la Constitución Política fue facultar al
Congreso de la República a sancionar a aquellos acusados por delito de función,
sino únicamente por infracción a la Constitución; por lo que esta ampliación de
facultades sancionadoras al Parlamento otorgada por el Tribunal Constitucional, a
juicio de lo analizado aquí, deviene en inconstitucional.
19
III. El procedimiento de acusación constitucional en el Perú
Los artículos 99 y 100 de la Constitución Política establecen, como se indicó antes,
los funcionarios sujetos a esta prerrogativa funcional, la vigencia de la misma, así
como las sanciones que se les puede imponer y el trámite a seguir en caso de
acusación constitucional por delito de función.
El Reglamento del Congreso, en su artículo 89 desarrolla con mayor amplitud el
procedimiento de acusación constitucional, sea por infracción a la Constitución o
por delito de función.
En el primer párrafo, establece los sujetos autorizados para presentan la denuncia
constitucional contra cualquiera de los altos funcionarios del Estado comprendido
en el artículo 99 de la Constitución Política. En el siguiente cuadro se presentan los
sujetos activos y pasivos de este procedimiento parlamentario.
Cuadro 3 Titulares de la denuncia constitucional y funcionarios sujetos a una acusación constitucional
Sujetos que pueden denunciar Funcionarios sujetos a acusación
constitucional Los Congresistas, el Fiscal de la Nación o cualquier persona que se considere directamente agraviada pueden presentar denuncia constitucional contra los altos funcionarios del Estado comprendidos dentro de los alcances del artículo 99 de la Constitución Política
• Presidente de la República.• Representantes a Congreso.• Ministros de Estado.• Miembros del Tribunal Constitucional.• Miembros del Consejo Nacional de la
Magistratura.• Vocales de la Corte Suprema• Fiscales supremos.• Defensor del Pueblo• Contralor General
Fuente. Constitución Política del Perú y el Reglamento del Congreso Elaboración. Área de Servicios de Investigación
20
La denuncia se presenta por escrito y debe cumplir con los requisitos que establece
el Reglamento (datos del denunciante, fundamentos de hecho y derechos,
documentos sustentatorios de su denuncia, entre otros).
El siguiente gráfico muestra los pasos o etapas de un procedimiento de acusación
constitucional.
Gráfico 1 Procedimiento de acusación constitucional
Fuente: Reglamento del Congreso Elaboración. DIDP
IV. Denuncias constitucionales durante los periodos parlamentarios 2006-2011, 2011-
2016 y 2016-2021
21
Para los fines de este trabajo de investigación, se acopió los registros de todas las
denuncias constitucionales presentadas por los sujetos activos, de los periodos
parlamentarios 2006-2011, 20111-2016 y 2016-202125, alcanzados por el Área de
Trámite Documentario, a partir de los cuales se elaboró el siguiente cuadro que
resume la cantidad de denuncias constitucionales presentadas y el camino que
transitaron por cada una de las etapas del procedimiento de acusación
constitucional.
Cuadro 4 Denuncias constitucionales presentadas periodo 2006-2021, por etapa procesal
Fuente: Área de Trámite Documentario Elaboración: Área de Servicios de Investigación
Como se puede observar del cuadro, del total de las denuncias constitucionales
presentadas en los periodos 2006-2011 y 2011-2016, entre el 70% y el 90% de los casos
fueron archivadas; llegando a la última etapa del proceso en el Pleno del Congreso solo 7
25 Hasta el día 28 de febrero de 2018. 26 Por improcedente o inadmisible. 27 También se incluye uno que el Consejo Directivo declaró la caducidad de la prerrogativa. 28 Aún no hay fecha para debate y votación en el Pleno del Congreso
Denuncias
Perio
do
Parla
men
tario
ingr
esad
as
Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales
Comisión Permanente Pleno
Arc
hivo
26
Sin
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calif
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proc
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No
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taci
ón
calif
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a27
Ha
luga
r/
sanc
ión
2006-2011
250 183 27 40 19 13 1 0 7 3 4
2011-2016
269 252 0 17 10 0 2 0 5 2 3
2016-2017
181 79 90 12 1 0 0 9 228 -- --
Total 700 514 117 69 30 13 3 9 14 5 7
22
acusaciones de 250 denuncias en el periodo 2006-2011, y 5 de 269 en el periodo 2011-2016.
Durante el presente periodo parlamentario son 2 los casos que cuentan con el informe
acusatorio por parte de la Comisión Permanente pero aún no se ha fijado fecha para ser
visto y debatido por el Pleno.
Desarrollo especial merecen los casos de acusaciones que llegaron a la última etapa del
procedimiento, es decir, al Pleno del Congreso, estos casos fueron los siguientes:
• Periodo 2006-2011
1. La denuncia 20, de noviembre del año 2006, relacionada con la compra de uniformes
de la Policía Nacional del Perú, en la que se denunció al ex ministro Fernando
Rospigliosi, la Comisión Permanente aprobó el informe final de la Subcomisión de
Acusaciones Constitucionales y dispuso que la subcomisión acusadora acuse ante
el Pleno del Congreso en el año 2009. En el año 2010, el Consejo Directivo declaró
la caducidad de la prerrogativa.
2. La denuncia 52, de abril del año 2007, relacionada con la contratación como asesora
a una empleada del hogar, por parte de la ex congresista Elsa Canchaya Sánchez,
culminó con la aprobación de la Resolución Legislativa del Congreso 004-2006-2007-
CR, que declaró lugar a la formación de causa contra dichas personas, quedando en
suspenso sus derechos parlamentarios.
3. La denuncia 57, de mayo de 2007, se presentó con motivo de la contratación de una
persona por parte del ex congresista Pando Córdova, sin la contraprestación
efectiva laboral, y llegó a ser votada en el Pleno del Congreso sin que se alcance la
23
votación necesaria para su aprobación. Al respecto se emitió la Resolución
Legislativa del Congreso 012-2007-CR que declara no haber lugar a formación de
causa.
4. La denuncia 59, presentada en junio de 2007, debido a que un trabajador de
despacho congresal de la ex congresista Tula Benítez Vásquez recibía sueldo sin la
contraprestación laboral debida. Esta denuncia tuvo como resultado que el
Congreso apruebe la Resolución Legislativa del Congreso 011-2007-CR, por el que
se declaró haber lugar a formación de causa contra la ex congresista por comisión
de delitos penales, quedando suspendida en sus derechos parlamentarios en tanto
dure el proceso penal.
5. La denuncia 110, presentada en agosto del año 2008 contra la ex congresista Sucari
Cari está referida a cobro indebido de remuneración de un servidor para pagar a
otros servidores, El Pleno votó la acusación, pero no obtuvo la votación mínima
requerida, en consecuencia, fue rechazada, emitiéndose la Resolución Legislativa
del Congreso 002/2008-CR que declara no haber lugar a la formación de causa.
6. La denuncia 113, de agosto de 2008, efectuada contra el ex congresista Anaya
Oropeza, por haber presentado una falsa declaración en la declaración jurada de
rendición de cuenta y haber presentado boletas adulteradas, dio lugar a que el
Congreso apruebe la acusación constitucional por delito de función, emitiéndose la
Resolución Legislativa 001/2008-CR, que declara ha lugar la formación de causa29.
29 Ver las resoluciones legislativas del Congreso 1 y 2 en http://www2.congreso.gob.pe/Sicr/TraDocEstProc/TraDoc_condoc_2006.nsf/d99575da99ebfbe305256f2e006d1cf0/a45bb846534ce3e3052574da005f5575/$FILE/RLC002-2008-CR.pdf
24
7. La denuncia 123, de noviembre de 2008, fue presentada contra el ex congresista
Espinoza Soto, por divulgar un video que muestra al ex comandante de las FFAA
expresando declaraciones desafortunadas en contra de Chile, culminó en una
acusación constitucional por infracción a la Constitución, formalizada mediante la
Resolución Legislativa del Congreso 004/2009-CR, inhabilitando al ex congresista
para ejercer función pública por 2 años.
Como es posible observar, durante este periodo parlamentario, de 7 casos con informe
acusatorio por parte de la Comisión Permanente, el Congreso finalmente sólo resolvió
acusar en 4 casos: 3 por delito de función y 1 por infracción a la Constitución Política (ex
congresista Elsa Canchaya Sánchez ex congresista Tula Benítez Vásquez ex congresista
Anaya Oropeza y ex congresista Espinoza Soto; respectivamente).
De los otros 3 casos restantes, 2 no lograron la votación requerida para la acusación y
en el caso de la denuncia constitucional 20 del año 2006, el Consejo Directivo declaró
que la vigencia de la prerrogativa del funcionario acusado había caducado.
• Periodo 2011-2016
1. La denuncia 2130, presentada en octubre de 2011, contra el entonces ministro de
Energía y Minas, Sánchez Gamarra, por infracción a la Constitución, por
modificaciones legales que permitió finalmente la reducción de reservas de gas
natural, La Comisión Permanente acordó acusar ante el Pleno, el que rechazó la
acusación.
30 Actualizada por el Consejo Directivo.
25
2. La denuncia 2331, presentada en octubre de 2011 por infracción a la Constitución
contra el ex ministro de Sánchez Gamarra, al haber suscrito un acta de
entendimiento en el que se entrega el uso y aprovechamiento del suelo a una
empresa china, fue materia de acusación por parte de la Comisión Permanente
a través de la subcomisión acusadora; sin embargo, no se logró alcanzar la
votación necesaria. En este caso no se publicó resolución alguna.
3. La denuncia 166, de octubre de 2013, presentada contra el ex congresista
Urtecho Medina, fue motivada por el hecho de haber recortado sueldo a 4
empleados de despacho congresal y por haberse apropiado de más de 900 sillas
de ruedas donadas. Se acumuló con la denuncia 169, y ambas fueron pasibles
de debate y votación por parte del Pleno, sobre la viabilidad de la acusación
constitucional por delito de función. Se culminó con la decisión de declarar
haber lugar a formación de causa (Resolución Legislativa del Congreso 001-
2013-2014-CR).
4. La denuncia 172, del 28 de octubre de 2013, presentada contra el ex congresista
Urtecho Medina, por recortar indebidamente el sueldo a sus trabajadores que
laboraban en su despacho congresal culminó con una votación a favor de la
acusación constitucional por infracción a la Constitución, siendo sancionado con
inhabilitación para ejercer el cargo por 10 años y destitución (Resolución
Legislativa del Congreso 002-2013-2014-CR).
En este periodo parlamentario, de las 5 acusaciones constitucionales que llegaron
al Pleno del Congreso, en 2 de los casos no se logró la votación necesaria para la
31 Actualizada por el Consejo Directivo.
26
resolución acusatoria. Cabe indicar en los que no se logró la cantidad de votos para
la aprobación de la resolución acusatoria estaban referidas a infracción a la
Constitución.
Al igual que en el periodo 2006-2011, en 2 casos tampoco lograron obtener la
votación requerida para materializar la acusación constitucional. Aquí cabe hacer un
comentario especial ya que pese a que ambas eran acusaciones por delito de
función —es decir antejuicio y, por tanto, el número de votos necesarios para la
resolución acusatoria es menor que para votar una infracción a la Constitución—,
tampoco se logró obtener la votación mínima para su aprobación.
Esta data abona en la hipótesis expresada párrafos antes cuando se afirma que es
casi imposible o improbable la comisión de excesos o abusos en las acusaciones
constitucionales.
Aunque la observación de algunos juristas estaba centrada en aquellas por
infracción a la Constitución; la evidencia estadística muestra que si ni siquiera en los
casos de acusación constitucional por delito de función —donde se exige menos
cantidad de votos— se logra, a veces, la votación mínima requerida para proceder
con el desafuero del funcionario acusado; con mayor razón, sería mucho más difícil
“acordar la comisión de abusos” para la aprobación de una acusación por infracción
a la Constitución.
Las acusaciones constitucionales que han sido presentadas en el Parlamento
Nacional pueden ser analizadas desde distintos puntos de vista y abordando otros
datos de suma importancia para el mejor entendiendo de su funcionamiento que
27
invite a la reflexión sobre su grado de eficacia frente a los costos que implican a
activación de este tipo de procedimiento parlamentarios.
Estos otros datos a los que se hace referencia podrían considerar, por ejemplo, a los
titulares de la acción —los sujetos activos—, los funcionarios denunciados, los
motivos por lo que se presenta la denuncia, los fundamentos de la Subcomisión de
Acusaciones Constitucionales o de la Comisión Permanente para decidir si es
admisible o improcedente una denuncia, y en qué casos sí acordó aprobar un
informe acusatorio, entre otros.
Todos estos aspectos no pudieron ser incluidos en el presente trabajo de
investigación, debido a los límites temporales y de recursos a los que corresponde
ceñirse; sin embargo, este estudio intenta fomentar el ánimo de todos los
operadores del Parlamento Nacional, a compartir o descubrir nuevos conocimientos
a través de investigaciones o estudios, que definitivamente ayudarán a comprender
de mejor manera, la naturaleza y el espíritu de los procedimientos parlamentarios; y
de esta manera, poder mejorar el trabajo que desempeñamos en nuestra Institución.
28
CONCLUSIONES
• La acusación constitucional en el Perú procede ante dos tipos de denuncias: por
infracción a la Constitución Política o por delito de función. En el primer supuesto, el
Congreso es una instancia que resuelve y sanciona de manera autónoma e
independiente, puede acusar a los funcionarios sujetos a esta prerrogativa y
sancionarlos. En el segundo caso, el Congreso cumple una función de antesala al inicio
de un proceso judicial, puesto que sólo puede disponer que el funcionario acusado sea
denunciado por el Ministerio Público y procesado por el Poder Judicial.
• Aunque el Tribunal Constitucional haya señalado que el Congreso de la República
puede sancionar a un funcionario acusado por delito de función una vez que se haya
comprobado la responsabilidad penal en sede judicial; lo cierto es que la evidencia
histórica y la naturaleza del antejuicio político no permite aceptar esta interpretación.
• El Tribunal Constitucional ha realizado diversas exhortaciones al Parlamento Nacional
a fin de que se desarrolle de manera integral, tanto a nivel constitucional como
reglamentario, la normativa relacionada al procedimiento de acusación constitucional.
Esta aún sigue siendo una tarea pendiente de la Institución.
• La data estadística recopilada de los periodos parlamentarios 2006-2011y 2011-2016
evidencia que aquellos autorizados a presentar denuncias constitucionales sí utilizan
estos mecanismos parlamentarios; sin embargo, ha quedado demostrado que más de
90% de las denuncias presentadas son archivadas. Los motivos de este declive en la
carga procesal conforme avanzan las etapas de este procedimiento, debieran ser
materia de un estudio que ayude a comprender si es necesario racionalizar la activación
de este tipo de proceso parlamentario.
PATRICIA DURAND VÁSQUEZ Especialista Parlamentaria Área de Servicios de Investigación
30 Departamento de Investigación y
Documentación Parlamentaria Edificio Complejo Legislativo Av. Abancay 251 oficina 404
Teléfono 311-7777 anexo 7415
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
• García Chávarri, Abraham.
2008 Acusación Constitucional, juicio político y antejuicio, desarrollo teórico y
tratamiento jurisprudencial. Cuaderno de Trabajo N° 9, Departamento
Académico de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Diciembre 2008.
• García Toma, Víctor.
2011 La acusación constitucional. Publicado en la revista Advocatus 25, de la
Universidad de Lima, facultad de Derecho.
• Landa Arroyo, César.
2004 Antejuicio Político. Memoria del Congreso Internacional de Culturas y
Sistemas Jurídicos Comparados. Universidad Nacional Autónoma de México.
• Santistevan de Noriega, Jorge.
2012 Acusación constitucional y juicio constitucional político. Publicado en Gaceta
Constitucional N° 52.
• Reglamento del Congreso de la República
PORTALES WEB CONSULTADOS
• Archivo Digital de la Legislación en el Perú, del Congreso de la República.
Departamento de Investigación y Documentación Parlamentaria
Complejo LegislativoAv. Abancay 251 Of. 404.
Teléfono: 311 7777 anexos 7415
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