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Índice
Índice de imágenes Pág. 5
Introducción Pág. 7
Objetivo Pág. 8
Justificativo Pág. 9
Aporte Pág. 10
Capítulo 1. Los guaraníes Pág. 11
1.1. Origen Pág. 11
1.2. Su vida Pág. 12
1.3. Su físico Pág. 13
1.4. La cultura guaraní Pág. 13
1.5. Organización político-social Pág. 14
1.6. La economía guaraní Pág. 15
1.7. La religión guaraní Pág. 16
Capítulo 2. Costumbres de la vida guaraní Pág. 18
2.1. Pueblo Nómade Pág. 18
2.2. Los sembrados Pág. 19
2.3. Su alimento Pág. 19
2.4. Vestimenta y adornos corporales Pág. 20
2.5. Las viviendas guaraníes Pág. 21
2.6. El baile Pág. 24
2.7. La música Pág. 24
Capítulo 3. Educación guaraní Pág. 27
3.1. La lengua guaraní Pág. 27
3.2. La capacidad de autodominio Pág. 27
3.3. La lengua guaraní Pág. 28
2
3.4. El alfabeto guaraní Pág. 28
3.5. Diccionario guaraní Pág. 29
Capítulo 4. Las actividades culturales Pág. 32
4.1. El trabajo Pág. 33
4.2. Profesionales y artesanos Pág. 34
4.3. Curtidores y tejedores Pág. 35
4.4. Trabajos en madera Pág. 36
4.5. Maestros Pág. 38
Capítulo 5. Artesanías Pág. 40
5.1. Artesanías utilitarias Pág. 40
5.2. Cerámica Pág. 40
5.3. Cestería Pág. 42
5.4. Tejido Pág. 44
5.5. Talla Pág. 45
5.6. Artesanías rituales Pág. 47
5.7. Arte plumario Pág. 47
5.8. Pintura corporal Pág. 48
5.9. Armas y útiles Pág. 48
5.10. Instrumentos musicales Pág. 50
Capítulo 6. Características de la zona. Pág. 52
6.1. La Arquitectura Pág. 52
6.2. Entorno natural. Especies utilizadas
en la industria maderera. Pág. 57
6.3. Clima. Pág. 65
6.4. Relieve Pág. 66
3
Capítulo 7. Aldea Fortín M´Bororé Pág. 68
7.1. Organización política de la aldea Pág. 70
7.2. Organización social de la aldea Pág. 71
7.3. El papel de la mujer Pág. 72
7.4. El papel de los ancianos Pág. 73
7.5. La religión en la aldea Pág. 74
7.6. La aldea por dentro Pág. 75
7.7. La economía en la aldea Pág. 77
7.8. La educación en la aldea Pág. 78
7.9. La vestimenta Pág. 80
7.10. Los guaraníes hoy Pág. 81
7.11. Desnutrición guaraní Pág. 82
7.12. Patrimonio Nacional Pág. 83
Capítulo 8. Proyecto. Pág. 85
8.1. Diseño existente. Pág. 87
8.1.1. Planta del Lugar. Pág. 87
8.1.2. Descripción de los locales
existentes. Pág. 87
8.2. Rediseño de la Casa de Misiones. Pág. 94
8.2.1. Planta de Rediseño. Pág. 94
8.2.2. Remodelación del Salón. Pág. 95
Conclusión. Pág. 103
Referencias Bibliográficas Pág. 105
Bibliografía. Pág. 106
4
Índice de imágenes.
Fig.1. San Ignacio Mini. Pág. 22
Fig.2. Palo de agua. Pág. 25
Fig.3. Puesto de artesanías. Pág. 32
Fig.4. La Aripuca. Pág. 37
Fig.5. Muebles tallados a mano. Pág. 38
Fig.6. Cerámica guaraní. Pág. 41
Fig.7. Cestería guaraní. Pág. 43
Fig.8. Tejidos guaraníes. Pág. 45
Fig.9. Animales tallados. Pág. 46
Fig.10. Arco y flechas. Pág. 49
Fig.11. Instrumentos musicales. Pág. 51
Fig.12. Vista aérea de la Aldea. Pág. 69
Fig.13. Tiro con arco y fleche. Pág. 76
Fig.14. Cultivo de la tierra. Pág. 81
Fig.15. Planta existente. Pág. 87
Fig.16.Fachada de la Casa de Misiones. Pág. 88
Fig.17.Recepción. Pág. 89
Fig.18. Representación Cataratas del Iguazú. Pág. 90
Fig.19. Salón. Casa de Misiones. Pág. 91
Fig.20. Planta de Rediseño. Pág. 94
Fig.21. Render Fachada. Pág. 95
Fig.22. Render Recepción. Pág. 96
Fig.23. Render sector exposición principal. Pág. 97
Fig.24. Render entrada Multiespacio. Pág. 99
Fig.25. Muebles tallados en madera. Pág. 100
5
Fig.26. Render Salón. Pág. 102
6
Introducción
De acuerdo a la visita de campo realizada en agosto del
2008, actualmente, en la provincia de Misiones están
registradas 78 comunidades aborígenes habitadas
aproximadamente por 758 personas, las que conformando cerca
de 147 familias.
En dicha provincia, cuna principal de la República de
los Guaraníes, y alrededor de las reducciones en ruinas
resucita hoy la historia de una aventura de la que
“blancos” e “indios”, por vías diferentes pero
convergentes, buscan apropiarse simbólicamente. Los
“blancos”, para encontrar en ella un mito unificador de una
identidad cultural compleja en vías de elaboración; los
“indios”, para descubrir la credencial de una identidad
etno-cultural llamada a sobrevivir como componente esencial
de la cultura provincial y regional que se está gestando.
Este intrincado conjunto de palabras, costumbres,
artesanías, creencias, tradiciones, además de la presencia
de comunidades indígenas, forma parte del patrimonio
cultural argentino. Ambas constituyeron la base y el punto
de partida del proceso de construcción de la sociedad que
más tarde formaría la República Argentina.
7
El deseo individual de progreso de los guaraníes viene
acompañado por la preocupación de ver a la comunidad seguir
el mismo curso, tratando de integrarse a la sociedad
argentina, pero sin perder su propia identidad. Así, por
ejemplo, en comunidades sin escuelas se crean aulas al aire
libre donde los indios más experimentados inician a los
niños en la lengua española, sin tener el auxilio de libros
o documentos.
Las ansias de progreso obedecen a una motivación
fundamental: la voluntad de integrarse a la sociedad
global, sin perder por eso la identidad guaraní. Todas las
comunidades comparten la misma idea: progresar; y para
lograr este objetivo deben asimilar el idioma español,
conservando, utilizando, y enseñando su propio lengua, sus
costumbres, su identidad.
Los habitantes de la aldea Fortín M´Bororé, Puerto
Iguazú, Misiones, expresan la necesidad de conservar sus
raíces, de ser aceptados con sus costumbres e ideales, para
darles a sus hijos y nietos una educación propia.
Objetivo
Partiendo de una investigación, se detectarán las
necesidades básicas reales de los habitantes de la Aldea
8
Fortín M´Bororé, y se mostrará la riqueza que la cultura
guaraní puede ofrecer como sociedad.
Se propone realizar la remodelación de las
instalaciones de la Casa Misiones, ubicada en la ciudad
autónoma de Buenos Aires, en la calle Santa Fé 980, para
poder exponer los distintos productos realizados por los
guaraníes de la aldea Fortín M´Bororé, fomentando la
difusión de los mismos y atrayendo al turismo. Se
realizará también la creación de un multiespacio apto para
el dictado de cursos en donde se pueda aprender a realizar
las distintas actividades que los guaraníes llevan a cabo,
pudiendo así interactuar ambas culturas.
También interesa dar a conocer los distintos materiales
que abundan en la zona de Misiones, la vegetación,
pudiendo generar en un lugar tan lejano las mismas
sensaciones.
Justificativo
Demostrar que el diseño de interiores no se limita a
las necesidades estéticas de determinada clase social, sino
que permite crear espacios que funcionen como lugares
reales de “integración” cultural.
9
Se intentará realizar un aporte desde lo profesional y
personal, para que mediante los conocimientos adquiridos a
lo largo de la carrera, intentar aportar algún tipo de
contribución para la conservación, el progreso, la
difusión, y la integración de la cultura guaraní.
Aporte
La formación en Diseño de Interiores será puesta en
práctica para realizar la remodelación de un espacio que
sirva tanto para la difusión e integración de culturas
diferentes pero que conviven en un mismo país.
10
Capítulo 1. Los guaraníes.
Los pueblos guaraníes se extendían, en forma
discontinua, por casi toda la parte sur del continente
americano, desde las Antillas hasta el Río de la Plata.
1.1. Origen.
Estos pueblos eran descendientes de los indios caraíves
o caribes, que vivían en el norte de América del Sur. En
el proceso de creación de nuevos pueblos, los guaraníes
fueron invadiendo territorios, siguiendo la red
hidrográfica, hasta encontrar el mejor lugar para poder
vivir y trabajar.
Todos estaban orientados hacia el sur, de donde venía
la fresca, en las inmediaciones de los ríos, para poder
navegar y realizar las actividades agrícolas.
De acuerdo a lo observado en carteles dentro de San
Ignacio Mini, el término guaraní significaba guerrero.
“Guerreros siempre apuestos en la tierra que el nombre
suena tanto como guerra”. (Cardiel, J.; sf.).
En sus migraciones, los guaraníes se fraccionaron en
grupos, debido a que cada reducción no podía estar formada
por más de 30 familias. Sostenían que comunidades más
grandes eran difíciles de controlar; entonces cuando las
11
comunidades superaban dicho número se dividían de común
acuerdo entre ellos pudiendo repartirse las tierras u
obtener nuevas.
Para distinguirse entre sí, en cada reducción adoptaban
el nombre de una característica del terreno o el de su
cacique principal.
Así por ejemplo, “carios” se llamaban los que vivían en
la región asunceña de Asunción, “xarajes” a los del Alto
Paraguay, “guaireños”, los que habitaban cerca de las
cataratas.
1.2. Su vida.
Si los aborígenes quedaron sorprendidos cuando vinieron
a los “hombres blancos” forrados de hierro, más asombrados
quedaron éstos ante los guaraníes vestidos de sol y aire,
gracias al clima cálido que les permitía una desnudez casi
total. “En días de conquista, el guaraní primitivo de esta
tierra, indiferente al gusto refinado, vivía en salvaje
libertad en fiera”. (Cardiel, J.; sf.).
Sin embargo, algunos usaban mantos de pieles de
animales hasta las rodillas, o un delantal de algodón
bordado con plumas y caracoles. Tanto hombres como mujeres
se adornaban con plumas. Las mujeres también utilizaban
12
collares y pulseras de uñas y dientes de mono, buscando
estar hermosas, que en guaraní es iponá.
Todos andaban descalzos. Sus pies eran insensibles al
calor de la tierra o de las piedras, ardientes bajo los
rayos del sol.
1.3. Su físico.
Estos hombres eran bien proporcionados, robustos, de
mediana estatura y rostro redondo. Tenían ojos muy oscuros
y relucientes, el cabello tupido, negro y lacio, la piel
atezada y el cuerpo del color del tronco de lapacho, a
fuerza de sufrir vientos y soles. Eran un pueblo muy
sufrido, no exteriorizaban el dolor con quejas o gritos.
Individualmente, resultaban dóciles si recibían un buen
trato, y pacientes en la sumisión.
Se movían con elegancia, eran buenos conocedores de la
selva y capaces de afrontar al tigre y vencerlo en singular
lucha de rapidez y destreza.
1.4. La cultura guaraní.
Los guaraníes medían el tiempo por lunas que equivalían
a meses, y por inviernos que representaban años. Conocían
13
las estaciones y algunas estrellas, como la Cruz del Sur, y
las Siete Cabrillas.
Les gustaba el baile y la música y tenían conocimientos
de botánica, zoología, y medicina.
1.5. Organización político-social.
La “Nación” de los aborígenes estaba formada por un
número de tribus. Cada tribu constituía una aldea,
compuesta por 50 a 100 familias, con vida independiente,
gobierno propio, y una economía particular. La relación
entre las aldeas o pueblos solo era a través de un jefe
común, un cacique, cargo que únicamente se obtenía por
herencia.
La organización interna dentro de las comunidades se
estableció por relaciones de parentesco entre sus miembros
Antes de la llegada de los padres franciscanos, el
pueblo guaraní manifestaba una posición machista, ya que
practicaban la poligamia, por lo que los hombres podían
casarse las veces que desearan.
Ésta fue una de las cosas frente a la cual los padres
no tuvieron en cuenta las costumbres de los guaraníes,
modificándola de inmediato, debido a que la poligamia no
14
estaba permitida en el catolicismo y tampoco lo está hoy en
día.
Los demonios nos han traído a estos hombres, pues
quieren con nuevas doctrinas sacarnos del antiguo y
buen modo de vivir de nuestros antepasados, los cuales
tuvieron muchas mujeres, muchas criadas, y libertad de
escogerlas a su gusto, y ahora quieren que nos atemos a
una sola mujer. No es razón que esto pase adelante,
sino que los desterremos de nuestras tierras, o les
quitemos la vida. (Ruiz de Montoya, A.; 1982; p.37).
1.6. La economía guaraní.
Cada grupo poseía exclusividad sobre una extensa área
territorial, y cada familia poseía un lote de tierra. Cada
esposa poseía su huerta particular; el hombre hacía el
desmonte y la mujer plantaba, cosechaba y hacía los
alimentos. Se plantaban maíz, mandioca, zapallo y batata;
sustentos básicos de la alimentación de los guaraníes.
Los guaraníes se dedicaban mayormente al cultivo de la
tierra, siendo la caza, la pesca y la recolección,
actividades secundarias.
A pesar de que su economía se basaba en el cultivo,
nunca desarrollaron técnicas avanzadas, por lo que se los
denomina agricultores incipientes. Dentro de sus logros
15
más importantes referidos a la agricultura, los guaraníes
fueron capaces de domesticar la yerba mate, producto que
fue (y es) uno de los sustentos económicos más importante
de la zona.
La administración de los bienes producidos en cada
aldea estaba a cargo del cacique, bajo la fiscalización de
un consejo de ancianos. Esto se debía a que en la cultura
guaraní los ancianos tenían un papel fundamental, ya que
poseían la sabiduría de la experiencia vivida, por lo que
sus consejos y opiniones eran consideradas por todos.
1.7. La religión guaraní.
Los guaraníes fueron monoteístas, y su dios era Tupá,
“el dios bueno”, el ser supremo del universo, el que estaba
en la brisa, en el trueno, y en los ruidos de la selva.
Pero Tupá carecía de forma y expresión material.
El ser malo era Añá, quien anunció desdichas y
enfermedades.
Una de las creencias más difundida era la antropofagia,
ritual que consistía en la consumición de los restos de los
enemigos muertos, mientras se celebraban grandes fiestas.
El “Chamán” era el brujo de la tribu, y poseía un gran
poder, tanto espiritual como medicinal.
16
Estos pueblos creían en la vida después de la muerte,
por ello es que proveían a los muertos de todo lo necesario
para su viaje a la otra vida. Según sus creencias, la
muerte conducía a una vida mejor, pero antes de entrar en
ella los muertos debían recorrer el Inframundo.
Creían en la vida eterna en la tierra, creyendo que
ésta había sido una de las razones de la migración de los
guaraníes buscando: “la tierra sin mal”.
En los pueblos guaraníes la religión penetraba en toda
la vida social, y actualmente sus concepciones siguen
intactas.
17
Capítulo 2. Costumbres de la vida guaraní.
Las contiendas entre amigos o parientes se arreglaban a
golpes de puño; una especie de boxeo, sin el uso de armas.
Aparte tenían el orgullo de la raza. Los hombres se
ocupaban de la guerra y la caza. Los demás trabajos
quedaban a cargo de la mujer: sembrar, hilar, levantar las
viviendas. En caso de guerra convocaban a sus aliados con
señales de humo y fogatas cuyo sentido interpretaban sin
equivocarse jamás. Mantenían la fidelidad al cacique y eran
feroces en los enfrentamientos, valerosos infatigables en
la pelea.
Para orientarse, se dejaban guiar por la Cruz del Sur,
que en guaraní es Ñandú-Pisá.
Nadadores y remeros notables, tripulaban canoas hechas
con troncos del guabirobá (árbol característico de la zona)
y solían permanecer días enteros dedicados a la caza y a
la pesca.
2.1. Pueblo nómade.
Como todos los nómades, los guaraníes carecían de apego
a la propiedad y al suelo. Les faltaba el sentimiento de
patriotismo. Eran hijos de una selva rica en frutos, y
animales que les servían de alimento, por esta razón
resultaban indolentes y poco previsores en su fácil
18
bienestar. Vivían el momento, sin preocupación por el
futuro; y tampoco sentían temor o desconfianza frente al
extranjero.
Algunos se establecían cerca de los ríos y componían
grupos sedentarios. Pero no duraban mucho en el mismo
lugar. Andariegos por hábito, carecían de constancia para
todo.
2.2. Los sembrados.
Su vida dependía de los panales, los sembrados, la
caza, y la pesca. Para la siembra tomaban por guía las
estrellas: el curso de las Siete Cabrillas. Derribaban los
árboles y les prendían fuego en el mismo sitio. Después
esperaban la lluvia. Cuando ésta llegaba y humedecía la
tierra, utilizaban la semilla como abono.
2.3. Su alimento.
Los guaraníes contaban con una dieta completa a base de
proteínas y las vitaminas hoy conocidas. Su dieta estaba
basada principalmente en los alimentos que ellos mismos
cultivaban. Distribuían a la perfección las propiedades
alimenticias de los vegetales silvestres y de los cultivos.
Las comidas fuertes incluían algunas yemas frescas,
mandioca asada, pan de maíz, carnes rojas y blancas, y
19
pescados. Entre los animales que les servían de sustento
estaban: las comadrejas, monos, gatos salvajes, liebres,
perdices, ciervos, yacarés, y varias especies de peces.
Además comían en abundancia frutas nutritivas como la
chirimoya, la papaya, el guambé y el pindó. Tomaban en
jalea real, miel con agua fresca conservada en cántaros de
barro y de vez en cuanto bebían alcohol de maíz.
El alimento era entonces rico y variado, suficiente
para conservarlos en buen estado de salud.
2.4. Vestimenta y adornos corporales.
Los guaraníes utilizaban un rústico telar con el cual
fabricaban sus vestimentas.
Usualmente, los hombres andaban desnudos, y las mujeres
se cubrían con un taparrabo triangular llamado “tanga”.
Se pintaban los cuerpos, se adornaban con plumas, y
utilizaban brazaletes, collares y rodilleras.
Con la conquista se impuso el “tipoy”, una especie de
camisola sin mangas con dos aberturas laterales para pasar
los brazos, debido a que la desnudez que los guaraníes
20
mostraban con tanta naturalidad, no era bien vista por los
padres franciscanos.
2.5. Las viviendas guaraníes.
Mientras fueron pueblos nómades, los guaraníes
prefirieron para la instalación de sus aldeas, los
terrenos ubicados sobre las riberas de los grandes ríos,
arroyos y lagunas de la región; ya que éstos eran los
sitios más propicios para la pesca y la caza, para la
recolección de la arcilla para la cerámica, y
fundamentalmente para el aprovechamiento de la fértil capa
de humus en las labores agrícolas.
Al convertirse, con la llegada de los franciscanos, en
una cultura sedentaria, construyeron grandes casas
comunitarias hechas de troncos y hojas, y en ellas
habitaban varias familias relacionadas entre sí.
Los guaraníes conocían y visualizaban con claridad su
hábitat geográfico, se sentían parte de él. Las aldeas no
constituían un hecho poblacional aislado, sino que eran
parte de una amplísima red intercomunicada por caminos.
Todos los edificios rodeaban la gran plaza cuadrada,
destinada como centro de reuniones sociales y en cuyo
centro se levantaba una estatua de la Virgen, o del santo
21
patrono de la población; la iglesia; el colegio utilizado
también como vivienda de los sacerdotes, las viviendas
formando manzanas de una cuadra de frente, la cárcel, los
talleres y la hospedería donde se alojaban las visitas
importantes. (Ver fig. 1).
Fig. 1: San Ignacio Mini. Fuente: Rubini, C. (2008).
Archivo personal.
Cada cuadra comprendía varias casas. Las habitaciones
tenían chimeneas, y en las principales se añadían la
despensa y otras dependencias.
22
Las casas, por ambos lados, tenían un corredor o
galería, una ventana, una puerta al frente y otra al fondo,
ambas de madera de urunday.
Con el tiempo, las viviendas se hicieron de piedra
tucura, unida con barro y con pisos de baldosas. Todo el
esfuerzo de los indios, que levantaron también las rústicas
construcciones de las oficinas administrativas y militares,
acompañados siempre por la silueta amiga del pai jesuita,
como guía del trabajo.
El aspecto de los pueblos resultaba pintoresco por el
contraste de colores entre los techos rojos y el verde
metálico del naranjal. Casi todos eran iguales. Tenían
por centro la iglesia y, a uno y otro costado, el
cementerio y la casa de los misioneros, con las
dependencias públicas de oficinas y depósitos. Aparte, la
casa de los desamparados, de las viudas, de las personas
solas, de los huérfanos, y de los ancianos.
Cada aldea tenía sus centinelas, unas cinco cuadras
afuera, para vigilar los potreros, las atalayas, las
canteras, y las fuentes de agua. Más lejos todavía se
alzaban las trincheras, un muro para defensa contra los
indios salvajes y los paulistas.
23
En tales poblaciones llevaron los indios una vida
feliz, recibiendo de los misioneros cuanto necesitaban bajo
la obligación de trabajar alrededor de seis horas diarias.
2.6. El baile.
El indígena amaba el arte primitivo de la danza, que
practicaba desde los tiempos más remotos. Su baile tenía
poderes mágicos, y un significado religioso. Con él
ahuyentaban las pestes, la tormenta, al enemigo. Bailando
se vencía al mal.
Era su danza simple y monótona. Se reducía a saltar
con los pies juntos, hacia un lado y hacia el otro,
formados en una línea. Delante se ubicaban los hombres y
por detrás de éstos las mujeres, mirando hacia el frente,
donde crepitaba una gran fogata. A su lado se paraba el
cacique, quien dirigía el baile.
2.7. La música.
La inclinación natural de los guaraníes hacia la
música, combinada con la convicción jesuítica del
aprovechamiento sistemático de dicha disciplina para la
evangelización dio como resultado un producto comunitario
original. Este arte se vio reflejado tanto en la
fabricación de instrumentos musicales, (Ver fig.2) tales
24
como maracas y palos de agua; como en la lectura, y la
interpretación de la música, y la organización de coros.
Fig.2: Palo de agua. Fuente: Rubini, C., (2008).
Archivo personal.
El gran desenvolvimiento y la regularidad de los
conjuntos vocales, junto a los instrumentos y danzas que
los guaraníes realizaban, fueron requeridos por los
colegios, transformándose en parte fundamental del sistema
educacional y cultural.
Les gustaba mucho cantar. Lo hacían en honor a Tupá,
para pedirle una vida larga, salud y felicidad.
25
Cantaban antes de salir de caza, como una especie de
ruego para encontrar muchas especies. Y también contra las
tormentas, para que Tupá las ahuyentara y para que el furor
del viento no derribara los árboles, donde las abejas
tenían sus colmenas con el tesoro de su miel.
Capítulo 3. Educación guaraní.
26
En la actualidad, fomentar la difusión de los productos
que ellos realizan, sustento principal de la economía del
guaraníes y una educación que incluya la lengua guaraní,
sus costumbres, su forma de vida y trabajo, los ayuda a
conservarse como guaraníes, dentro de una sociedad en la
cual parece no haber lugar para culturas diferentes.
3.1. La lengua guaraní.
Los guaraníes no sabían leer ni escribir. Sin embargo,
y pese a su civilización rudimentaria, su lengua era rica
en voces y giros armoniosos. Pudiendo decir entonces, que
uno de sus mayores patrimonios culturales era la lengua, de
la que se mostraban orgullosos.
El guaraní sostenía que su idioma hacía murmurar las
aguas y las selvas con sus onomatopeyas, porque había sido
forjado con la voz de las brisas.
Dentro de la aldea Fortín M´Bororé, hoy en día, los
guaraníes hablan su propio idioma, lo enseñan, y lo
conservan.
3.2. La capacidad de autodominio
Uno de los aspectos más destacables en la educación
guaraní, es el increíble desarrollo de la capacidad de
control sobre sí mismos. Esta capacidad de autocontrol es
27
insinuada por la comunidad y enseñada en familia, pero
nunca impuesta por la fuerza o a través de la violencia.
Esto último no existe ni en la educación ni en la
organización social guaraní.
3.3. La lengua guaraní.
Cuando no existía la tierra, en medio de la
oscuridad antigua, cuando nada se conocía, hizo que se
abriera como flor la palabra fundamental, que con El
se tornara divinamente cielo; esto hizo Ñamandu, el
padre verdadero, el primero.(Anónimo; sf.).
La lengua guaraní se graficó con la estructura
gramatical incipiente de la sociedad hispana, heredera del
latín y del griego. Según un fragmento observado en la
visita a San Ignacio Mini, “la palabra guaraní es más que
un medio de comunicación humana. Es un canal hacia la
divinidad. La palabra es el alma, y perderla es morir”.
(Mendieta, G.; sf.).
3.4. El alfabeto guaraní.
El alfabeto guaraní cuenta con 33 signos, los que a su
vez representan la misma cantidad de sonidos.
En guaraní, las palabras se dividen en orales y
nasales, siendo las “nasales” aquellas que están compuestas
28
por alguna vocal o consonante nasal, y las orales son
aquellas que no contienen vocales ni consonantes nasales.
Todas las consonantes se leen en guaraní agregándole la
letra “e”, lo que en español sería: ele, eme, ene; en
guaraní se lee le, me, ne. La consonante “h” suena como en
el inglés. La “j” suena como la “ye” española, pero no tan
arrastrada. La “k” sustituye a la “c” y a la “q” del
español. La “g” se lee como “gue” y conserva su sonido con
todas las vocales.
En guaraní ninguna palabra termina en consonante y casi
todas llevan acento en la última vocal, pero no se tilda
(acento prosódico). El acento gráfico se utiliza cuando la
vocal acentuada no es la final.
Las vocales son 12 y se clasifican en:
-5 orales
-5 nasales
-1 gutural
-1 gutonasal
Las consonantes son 21 y se clasifican en
-12 orales
-5 nasales
-4 naso-orales
29
3.5. Diccionario guaraní.
A tiempo: ha´etepe
Aborigen: ipicuera
Abuela: yarii
Abuelo: taitaguasú
Abril: yasidundi
Aceite: ñandú
Acero: cuarepotipiu
Agosto: yasirivitú
Agricultura: temity
Año: ro´i
Añorar: techaga´ú
Árbol: ibirá
Comunidad: te´eí
Cosecha: mono´ó
Cosechar: mit´ymono´ó
Diciembre: yasiracú
Domingo: tutí
Educación: mbo´ehara
Enero: yasiipi
Escuela: mbo´eró
Familia: armú
Febrero: yasimocoi
Hermana: teindi
Hermano: mú
Hijo: ta´i
Infancia: mitangihecohá
Jueves: arairundi
Julio: yasiro´ieté
Junio: yasiro´ivé
Lunes: arapetei
Madre: hai
Mayo: yasiro´i
Martes: aramocol
Marzo: yasimbohopi
Maíz: avatí
Mes: yasí
Noviembre: yaci patei
Octubre: yaci pa
30
Padre:túva/ru/itúva
Capítulo 4. Las actividades culturales.
31
Desde siempre, los guaraníes manifestaron un gran don
para la imitación y un gusto por la perfección. Algunos
eran capaces de realizaciones notables en las distintas
ramas del arte, en particular en la decoración, la
escultura, la música, y el canto.
32
Hoy, la venta de los productos creados mediante el uso
de diferentes técnicas, es una de las fuentes de ingreso
más importantes para los guaraníes de Fortín M´Bororé. (Ver
Fig.3).
33
Fig.3: Puesto de artesanías. Fuente: Rubini, C. (2008).
Archivo personal.
4.1. El trabajo.
Los jesuitas les proporcionaban todo lo necesario para
su subsistencia, y a cambio ellos dedicaban al trabajo seis
horas diarias de su vida, según los gustos y capacidad de
cada uno.
Se empezaba muy temprano con las tareas. Algunos iban
al taller, otros a la escuela, según la labor que
desempeñaran. El que no quería estudiar, debía trabajar en
el campo, en las canteras, o en las construcciones.
Desde los seis años, el niño guaraní tomaba parte en
la vida civil y religiosa de la aldea. Empezaban su
educación cristiana y escolar, y su instrucción musical y
coreográfica; o su aprendizaje en los talleres, si tenían
dotes artísticas. En caso contrario, iban a trabajar al
campo.
Las escuelas disponían de buenos maestros indios que
enseñaban a los niños a escribir, a leer, y los iniciaban
en la doctrina de dicha cultura.
34
Los menores ayudaban en algo fácil, que a su vez los
entretuviera: recogían la fruta madura, juntaban las hojas
secas, espantaban las langostas y los pájaros, aprendían a
manejar arcos y flechas.
Hoy, los habitantes de la aldea Fortín M´Bororé no
reciben ayuda alguna, por lo que ellos mismos deben
conseguir todo lo necesario para el cultivo de la tierra,
la fabricación de las artesanías, la cestería, y para su
subsistencia.
Con la difícil situación económica que los guaraníes
habitantes de dicha aldea sufren, la educación del niño
guaraní se hace cada vez más difícil. Éstos desde muy
pequeños, son llevados a los distintos puestos de venta,
dispersos por toda la ciudad de Misiones, como lo son Las
Cataratas, el centro de la cuidad, la Represa, para vender
las artesanías, fuente principal de ingreso de los
guaraníes hoy en día. Por tal motivo, los niños guaraníes,
en su mayoría, no concurren a las escuelas de Misiones. En
ellas no les enseñan las cosas que estos niños necesitan
aprender, desde la conservación de su cultura y su lengua,
hasta las tareas necesarias para ayudar a los suyos.
4.2. Profesionales y artesanos.
35
Antiguamente, los indios artesanos no cobraban sueldos.
Como recompensa por la ayuda prestada a la comunidad,
recibían buena ropa y no trabajaban en el campo ni en las
construcciones. Ser artesano, aunque fuera oficial, era
motivo de honra. Resultaban buenos porque aún los de
escaso entendimiento, poseían gran facilidad para imitar.
Hoy la realización de artesanías es una de las
actividades más importantes que se realizan dentro de la
aldea Fortín M´Bororé, ya que los productos obtenidos son
los que se venden luego en los puestos de venta turísticos.
4.3. Curtidores y tejedores.
Los guaraníes se destacaron además en curtiduría, y
había entre ellos buenos expertos que hacían arcas y
petacas, sillones y otros muebles con cuero vacuno, de gran
perfección.
También eran hábiles tejedores, profesión que se
trasmitía de padres a hijos. Trabajaban en algodón y la
lana y, en algunas ocasiones, se atrevían a tejer seda.
Los tejedores eran los únicos artesanos que cobraban sueldo
porque las piezas de género se vendían bien.
La venta de tejidos no es hoy una tarea que los
guaraníes desempeñen, debido al alto costo de las lanas o
36
los algodones. El trabajo que éstos realizan en los
telares es sumamente trabajoso y artesanal, les lleva
muchísimo tiempo, y el costo que los productos terminados
deberían tener sobrepasa a lo que el turista está a
dispuesto a pagar.
4.4. Trabajos en madera.
En estos puestos había estatuarios, escultores y
pintores que hacían imágenes policromadas en oro y plata.
De los talleres de carpintería surgieron obras que
decoraron todas las iglesias misioneras.
En la iglesia de San Francisco, en Buenos Aires, se
conserva una estatua del Señor de la Humildad y Paciencia
hecha por una guaraní, llamado Indio José. La escultura
fue hecha en 1780, y es la primera obra argentina en su
tipo, y con ella se inicia el arte nacional.
Realizaban las armas de caza y pesca, como el arco y la
flecha, con tallados originales, dentro de los que se puede
mencionar la talla de animales y figuras antropomorfas de
madera blanda, con decoraciones en líneas, puntos y
círculos pirograbados. Pequeños tucanes, tortugas, tatúes,
osos hormigueros, yaguaretés e inclusive una representación
del “natural” en un estado primitivo con arco y flecha, en
mano, era lo más común de ver.
37
Actualmente, estas imágenes serán bellos ejemplares que
servirán en la decoración o como recuerdo de algún viaje.
Más allá de la posibilidad de su venta, en este arte se
visualiza la representación de los hijos de la naturaleza,
logrando la delicadeza en los detalles como un
agradecimiento del nativo a su madre.
Cabe mencionar que también se realizaban las trampas
para la caza de los animales, las cuales se denominaban
“Aripuca”. (Ver fig.4).
Fig.4: La Aripuca. Fuente: Rubini, C. (2008). Archivo
personal.
38
Hoy los guaraníes continúan realizando trabajos en
madera. A los tallados de animales y figuras amorfas, se
ha agregado la fabricación de muebles artesanales,
realizados con las raíces y troncos de árboles caídos, y
restos que los aserraderos desechan. (Ver fig.5).
Fig.5: Muebles tallados a mano. Fuente: Rubini, C.
(2008). Archivo personal.
4.5. Maestros.
Los misioneros eran artesanos muy competentes en su
oficio o en su arte. Algunos habían entrado en la
congregación siendo arquitectos, ingenieros, o maestros de
obra. Otros hermanos legos eran geógrafos, botánicos,
médicos, hombres de renombre en su especialidad.
39
El que merece figurar en primer lugar como artista, es
el hermano José Brassanelli, arquitecto, escultor y pintor
que nació en Milán en 1659, y murió en Santa Ana en 1728.
Él enseñó a los indios a hacer estatuas, altares, y
púlpitos. ”Con paciencia de padres amorosos enseñaron las
artes y las ciencias, lazos de unión y paz entre las tribus
y fomentos de amor y grandeza”. (Brassanelli, J.; sf.).
En la actualidad, dentro de la aldea, son los guaraníes
adultos los encargados de enseñar a los niños el idioma,
las costumbres y todas las actividades que para ellos son
de suma importancia.
40
Capítulo 5. Artesanías.
Los guaraníes realizan hoy dos tipos de artesanías.
Una de ellas es la “artesanía utilitaria”, la cual consiste
en la confección de cerámicas, cesterías, tejidos; la otra
es la artesanía ritual, que consiste en el arte plumario y
la pintura corporal.
5.1. Artesanía utilitaria.
Como se mencionó anteriormente es aquella que consiste
en la confección de cerámica, cestería, tejidos, que en sus
orígenes fueron de provecho para la vida de las misiones.
5.2. Cerámica.
Las artesanías en cerámica eran hechas en la antigüedad
exclusivamente por las mujeres. Se fabricaban entre otras
cosas: ollas, platos, vasijas, pipas. Para ello utilizan
para la fabricación de los mismos la arcilla.
En la actualidad, como la venta de dichos utensilios es
una de las mayores fuentes de ingreso, siendo los mayores
compradores los turistas; la fabricación de las mismas ya
no está solo a cargo de las mujeres, sino que los hombres y
41
los niños también participan en dicha actividad, para
obtener mayor producción en menor tiempo. (Ver fig.6).
Fig. 6: Cerámica guaraní. Fuente: Enciclopedia Virtual
Paraguaya. Recuperado en el 2008 de:
http://images.google.com.ar/imgres?
imgurl=http://www.evp.edu.py/images/42-ar-
28.png&imgrefurl=http://www.evp.edu.py/index.php%3Ftitle
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42
Mucha de la cerámica guaraní hoy es utilizada como
elemento decorativo.
5.3. Cestería.
Se denomina “cestería” a la artesanía elaborada con
fibra vegetal. Para la confección de estos cestos se
usaban tiras de la caña tacuarembó y caña tacuapí; y
también tiras del güembé, especie que abundaba en la zona
de Misiones y era muy resistente.
La técnica era la del tejido trenzado, para lograr
mayor solidez; en el interior corrían unos listones de
tacuarembó anchos. La combinación del color natural de la
caña y el color oscuro de la epifita, permitía un
desarrollo decorativo interesante, formando paralelogramos
y combinaciones asimétricas. (Ver fig.7).
Se podrían observar cestos de distintos tamaño: los
pequeños cestos en forma redonda, a veces con tapa, según
la tradición, eran usados para guardar plumas para adornos,
granos de maíz, y hasta los propios huesos de las criaturas
muertas en espera de la reencarnación de sus almas.
A parte indudablemente los guaraníes adoptaron algunas
formas modernas de cestería, pero permanecieron siempre
fieles a sus técnicas, y su ornamentación.
43
Si antiguamente la cestería era hecha por los hombres
al igual que los elementos de artesanías en cerámica,
constituyen una gran fuente de ingreso para la comunidad y
es hoy una actividad realizada por todos los habitantes de
la
aldea. También fabrican sombreros y abanicos, que en la
actualidad son utilizados como elementos decorativos.
Fig.7: Cestería guaraní. Fuente: Enciclopedia Virtual
Paraguaya. Recuperado en el 2008 de:
http://images.google.com.ar/imgres?
imgurl=http://www.evp.edu.py/images/42-ar-
28.png&imgrefurl=http://www.evp.edu.py/index.php%3Ftitle
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44
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5.4. Tejidos.
La confección de dichos tejidos era realizada en hilo
de algodón, en telares manuales, y luego son bordados con
diferentes motivos y colores.
El ñandutí era uno de los tejidos más típicos, su
nombre significaba “tela de araña”, por su similitud con la
tela de dicho animal.
Actualmente se tejen diseños diferentes que simbolizan
a los animales y la vegetación autóctonas del lugar. Se
confeccionan chalecos, cuellos, servilletas, manteles,
matas, remeras. (Ver fig.8).
45
Fig.8: Tejidos guaraníes. Fuente: Enciclopedia Virtual
Paraguaya. Recuperado en el 2008 de:
http://images.google.com.ar/imgres?
imgurl=http://www.evp.edu.py/images/42-ar-
28.png&imgrefurl=http://www.evp.edu.py/index.php%3Ftitle
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5.5. Talla.
46
Estas obras eran confeccionadas en maderas de
diferentes especies, representando imágenes de diferentes
animales de la mitología popular, y algunas máscaras de
personajes sagrados. La belleza natural de las obras
depende hoy de las vetas propias de las maderas. (Ver
fig.9).
Fig.9: Animales tallados. Fuente: Enciclopedia Virtual
Paraguaya. Recuperado en el 2008 de:
http://images.google.com.ar/imgres?
imgurl=http://www.evp.edu.py/images/42-ar-
28.png&imgrefurl=http://www.evp.edu.py/index.php%3Ftitle
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47
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5.6. Artesanías rituales.
Son aquellas que incluyen el arte plumario y la pintura
corporal.
5.7. Arte plumario.
La identificación del indígena con este arte ritual fue
tan intensa que pronto entró a formar parte de la propia
imagen alegórica de los mismos.
Allá por 1539, dicho arte estaba destinado casi
exclusivamente a la creación de pequeños cuadros, en los
cuales se apreciaba un gran manejo de las diferentes
plumas, especialmente las del colibrí, como único elemento
de color y dibujo. Se recortaban todos los elementos que
configuraban la iconografía tradicional, sin omitir detalle
alguno, y se creaba un juego de volúmenes perfectos, al
utilizar las minúsculas plumas para la definición de
espacios en luz y sombra.
El oficio y el arte de labrar la pluma como algo
que parece exceder a todo ingenio humano…solían hacer
muchas cosas con plumas, incluso vestimentas, coronas.
Éstas plumas eran verdes, azules, amarillentas, pardas,
48
blancas, negras, tomadas de diferentes aves y no
teñidas por alguna industria humana sino naturales…
(Mendieta, G.; Sf.).
En la actualidad, el arte plumario es utilizado también
para la realización de collares, pulseras, y apliques en
remeras.
5.8. Pintura corporal.
Los guaraníes utilizaban la pintura corporal en
rituales, ceremonias, y fiestas; como así también en la
preparación de sus cuerpos para las cacerías.
Cuando iban a cazar, pintaban sus cuerpos con los
mismos colores que la vegetación que los rodeaba para poder
despistar a las presas, y cazarlas con mayor facilidad.
5.9. Armas y útiles.
En sus labores agrícolas, los guaraníes utilizaban
morteros de madera para moler el maíz; palos con puntas
agudas, hachas, y rudimentarias piedras de moler para el
cultivo, etc., todos elementos básicamente fabricados por
ellos mismos.
En su vida empleaban:
Para moler el maíz, morteros de madera cavados en
troncos de árboles.
49
Para el cultivo, palos de plantar o de sembrar con
puntas agudas, también usaban hachas y rudimentarias
piedras de moler.
Para el fuego, el taladro o aparato de producir fuego
por sistema de frotación.
Para armas principales, la masa, la macana, el arco y
la flecha, y la lanza.
Durante la estadía turística en la aldea Fortín M
´Bororé, una de las actividades de las que uno puede
disfrutar, es la de practicar tiro con arco y flecha. (Ver
fig.10).
Ambos utensilios se fabrican además para la venta a
modo de objetos de decoración.
50
Fig.10: Arco y flechas. Fuente: Rubini, C. (2008).
Archivo personal.
5.10. Instrumentos musicales.
Los instrumentos musicales eran considerados como una
forma de expresión divina, y la pasión de los guaraníes por
las artes rítmicas es de pública notoriedad hoy en día.
Entre otros instrumentos, utilizaban el compley o
flauta, la sonaja o maraca, el tambor de madera,
cascabeles, y silbatos.
51
La fabricación de éstos se utiliza hoy también para la
venta y para la demostración de rituales que se pueden
disfrutar durante la estadía en la aldea Fortín M´Bororé.
(Ver fig.11).
52
Fig.11: Instrumentos musicales. Fuente: Rubini, C.
(2008). Archivo personal.
Capítulo 6. Características de la Zona.
6.1. La arquitectura.
La evolución arquitectónica de las misiones jesuíticas
guaraníes acompañó, en general, las fases de su desarrollo
urbanístico; pudiéndose distinguir tres épocas de
arquitectura misionera:
1. La fundacional, desde 1609 hasta el repliegue y
reasentamiento de las reducciones al amparo del Uruguay y
el Paraná, con el fin de las malocas bandeirantes en 1641.
53
2. La época de consolidación en la segunda mitad del
siglo XVII.
3. El ciclo de la renovación urbana y de los grandes
arquitectos, desde fines del siglo XVII hasta la expulsión
en 1767/68.
A partir de 1609, la cultura guaraní cristianizada
vivió cambios en sus escalas de hábitat:
a. El agrupamiento de aldeas para formar una reducción
les significó integrar un grupo social más numeroso y, en
consecuencia, configurar una escala de asentamiento mayor
que la de su tradición.
b. Las familias poligámicas, compuestas por gran cantidad
de personas convivientes en una misma casa alargada, se
trasformaron en matrimonios monogámicos, con dos o tres
hijos cada uno, en habitaciones unifamiliares que
resultaron de la compartimentación de aquellas casas
alargadas en espacios internos más pequeños, que por fuera
conservaban su proporción habitual.
54
c. La construcción de iglesias, para reunir gran número
de fieles en un ámbito común, determinó que los guaraníes
ingresaran a espacios interiores de escala arquitectónica
monumental, desconocida para su cultura caracterizada por
rituales simples y al aire libre.
Los materiales de construcción, en toda la historia de
las misiones jesuíticas de los guaraníes, fueron los
vernáculos. Se comenzó con los de su tradición: troncos y
ramas de maderas nobles en las estructuras, barro crudo
amasado con fibras vegetales en los cerramientos, y paja en
los techos. Después se incorporaron los cerámicos:
ladrillos, tejas y baldosas; y por último las piedras de
sus canteras regionales.
Dentro de esa tradición, las iglesias guaraníes de
franciscanos y jesuitas diferían, netamente, de su patrón
de inserción urbana. Aquellas de origen europeo, eran de
perímetro libre, su atrio cubierto por la prolongación de
su techo a dos aguas, y las galerías laterales sobre
columnas que configuraban un plan que en las jesuíticas era
solo parcial. Las iglesias jesuíticas de guaraníes no
tenían perímetro libre por ser ejes del conjunto mayor,
dentro del plan claustral integrado con la casa de los
padres y el cabildo a un lado, y el camposanto y el
cotiguazú hacia el otro. El campanario de los templos
55
emergía del patio de la casa de los padres o colegio. El
atrio cubierto era otra constante en los templos de
tradición maderera y en algunos tenía doble fila de
columnas.
Las viviendas de los guaraníes tuvieron cambios
tipológicos a partir de las largas casonas colectivas de la
época poligámica.
Roque González de Santa Cruz, al regularizar en
1613 la traza de San Ignacio Guazú, construyó
habitaciones unifamiliares, y en 1627 demarcó Yapeyú en
cuadrícula “…para que cada uno tenga su casa con sus
límites determinados y su correspondiente área.
(Hernández, S.J.; sf.).
Pero las familias, de cuatro o cinco personas, al dejar
las casonas ancestrales donde convivían con un clan de
varias decenas, se sentían aisladas e inseguras; la
cuadrícula y su parcelario de cuatro solares cayeron en
desuso. Finalmente, al compartimentar las casonas largas
en habitaciones unifamiliares, cada una con su ventana y
puerta de calle, conciliaron vecindad y privacidad.
En la tradición maderera esos aposentos se hacían de
cinco varas en cuadro, con cuatro paredes de palos y cañas
56
amasadas con barro; y el techo se realizaba de paja sobre
cuatro horcones. Cada familia tenía una casa en el pueblo
y otra en su campo.
En el segundo tercio del siglo XVIII comenzaron a
renovarse en piedra, con tejado y siete varas de lado
(aproximadamente de 6X6 m.), y hacia el final del período
jesuítico empezaron a hacerles chimeneas en la línea de
cumbreras.
Solían dividir esas grandes habitaciones en tres o
cuatro ambientes, con tabiques o mamparas de caña o
mimbre entretejido; en los muros de piedra se solían
empotrar alacenas para la vajilla y demás enseres. El
equipamiento se completaba con una o dos mesas, sillas,
roperos y hamacas o camas colgantes. (Hernández, S.J.;
sf.).
Las galerías o aleros corridos, de dos metros y medio
de ancho, servían como virtual prolongación de las casas,
para estar y aún para dormir en noches calurosas.
Los locales sanitarios solían agruparse al extremo de
la fila de aposentos, y para la limpieza se hacían
acequias.
57
El agua era sabiamente administrada con tajamares,
albercas, y acequias de cantería para reserva, uso
personal, riego, higiene general, y lavado de ropa.
La renovación en piedra fue un complemento
arquitectónico de la nueva urbanización barroca, para
mejorar la calidad de vida de los guaraníes con casas más
cómodas y más seguras contra incendios, y con el desarrollo
artístico, tallando obras que enriquecían el patrimonio
colectivo.
La falta de cal u otro aglomerante limitaba la función
estructural de la cantería al simple cerramiento, y la
función portante recaía en postes de madera empotrados en
los muros. Tal composición de estructuras madereras y
cajas murarias de piedras caracterizó la edificación del
pueblo de San Ignacio Mini, cuya iglesia combina en gran
magnitud, ya que sus tres naves suman 24 metros de ancho y
el largo total supera los 70 metros.
También la arquitectura doméstica logró un alto
refinamiento artístico. Sus galerías ya no tenían postes
de madera, sino arquerías de piedra de medio punto, con
arcos de adobe de dos metros de luz, apoyados en fuertes
pilares y adornados con rosetas en bajorrelieve, talladas
asimismo sobre las puertas de las viviendas.
58
Frente a esto, en la aldea Fortín M´Bororé puede
apreciarse la gran precariedad de sus viviendas. Las
mismas poseen paredes de maderas y techos a dos aguas de
paja. Los sectores utilizados para la realización de las
actividades, al igual que el destinado para ser utilizado
como salón de clases, son también muy precarios. Son
estructuras sostenidas por cuatro palos de madera con los
laterales abiertos, y techo a dos aguas de paja.
6.2. Entorno Natural. Especies utilizadas en la industria
maderera.
La selva misionera abarca una extensión de 27.000
kilómetros cuadrados y constituye la extensión de la selva
brasileña paraguaya en Argentina. Las lluvias abundantes y
las elevadas temperaturas contribuyen a su desarrollo. Se
caracteriza por ser una selva cerrada, compacta de follaje
perenne, conformando verdaderas paredes vegetales que solo
pueden ser atravesadas con el uso de hachas y machetes. La
principal característica de una selva es la multiplicidad
de estratos de vegetación que ocupa prácticamente todo el
espacio entre el suelo y la copa de los mayores árboles.
59
La selva misionera está distribuida en varios estratos
ocupados por árboles (estrato superior), arbustos (estrato
medio) y hierbas (estrato inferior). Los árboles de más de
30 metros de altura pertenecen a unas 90 especies
distintas. Entre los árboles de menor porte, arbustos y
subarbustos que crecen por debajo de los árboles no existe
una especie dominante. El suelo en penumbra está cubierto
por una densa vegetación herbácea. La presencia de lianas,
epifitas, palmeras, helechos arborescentes y bambúes
dificulta aún más su acceso, haciendo que los distintos
estratos se fundan entre sí.
Si bien existen diferentes tonos de verde, por las
especies vegetales, la selva carece de flores de colores
vivos. No existen especies dominantes. Esta selva es
explotada por su riqueza maderera y por las vías de
comunicación que facilitan el transporte de grandes
cargamentos a través de los ríos.
Su flora incluye especies arbóreas de gran altura, que
se destacan por poseer troncos rectos de alrededor de un
metro de diámetro, que se ramifican a gran altura, en su
tercio superior, donde forman copas pequeñas. Son muy
apreciadas las siguientes especies en la industria maderera
60
por la calidad de la madera, entre las que se destacan las
siguientes:
• Guatambú: Puede superar los 30 metros. Su madera es
dura, blanca y pesada.
• Laurel Negro: su madera desprende un olor muy fuerte,
que limita su uso en mueblería.
• Peteribí: muy apreciado por su uso en mueblería fina,
su madera es liviana, verde pardusca, ligeramente jaspeada.
• Cedro Misionero: madera de alta calidad, casi ha
desaparecido de la selva misionera. Su madera muy valiosa,
su tronco alto, derecho y largo le hizo objeto de una
explotación intensiva. Es de crecimiento rápido, su madera
es rosada, fragante, veteada, fácil de trabajar y
estacionar.
• Pino Paraná o Pino de Misiones: es un árbol alto, de
hasta 50 metros de altura, con fuste maderable de 20 - 25
metros, de corteza pardo rosada, lisa y cuyo follaje solo
se halla en el ápice del tronco, en forma de sombrilla
abierta. Puede vivir varios siglos.
• Alecrín: sus hojas son perennes y se destaca por
poseer una característica muy difundida en la selva
amazónica, la de poseer raíces arbotantes, el tronco tiene
en su base refuerzos o costillas que se articulan con sus
raíces tabulares.
61
• Timbó o Pacará: también llamado “oreja de negro” por
la forma de su fruto, tiene una altura de hasta 30 metros y
su tronco puede alcanzar el grosor de 1,60 metros. Cuando
crece en ambientes abiertos se ramifica a corta altura en
gruesos brazos divergentes, mostrando un aspecto similar a
una gigantesca acacia con forma de paraguas. Sus flores son
blancas o rojas.
• Viraró: cuya madera es muy codiciada por la industria
forestal.
• Lapacho Negro: por su diámetro u altura es uno de los
gigantes de la selva. Su tronco puede medir 1,5 metros de
diámetro y 30 metros de altura, a fines del invierno, antes
de echar hojas, se cubre de flores quedando su copa
convertida en un ramillete rosado que atrae a miles de
picaflores.
• Pindó: es una palmera cuyo tronco esbelto y delgado
puede tener hasta 20 metros de altura, está coronado por un
plumero de hojas largas pinnadas.
Hay especies que tienen otro tipo de aplicaciones,
entre las que se encuentran:
• Incienso: cuya corteza exuda una sustancia aromática
similar a la mirra, que los jesuitas usaban en los templos
en lugar del verdadero incienso. Es un árbol de grandes
62
dimensiones, derecho, con largo fuste, su madera es dura,
fragante, suavemente veteada, de gran duración y
resistencia, utilizada en la elaboración de terciados.
• María Molle o carne de vaca: contiene resinas
aromáticas.
• Espina de Corona: contiene en sus frutos una goma
usada en cosmética, farmacia y golosinas.
En el estrato intermedio, se destacan los helechos
arborescentes, entre los que se destaca el chachí, que se
desarrolla en el sotobosque al amparo de los rayos solares
que, en exceso, le resultan perjudiciales. Alcanza una
altura de 4 a 5 metros, con un único tronco no ramificado
del que se desprende un penacho de grandes hojas de hasta 2
metros de largo, y constituye una reliquia vegetal, ya que
recuerda a los grandes helechos extinguidos que
constituyeron la vegetación arbórea dominante en el período
carbonífero, hace unos 250 millones de años. Su utilización
en decoración de interiores como soporte de orquídeas, ha
puesto a la especie en serio riesgo. En este estrato se
desarrolla la yerba mate, cuyas hojas secas y molidas son
utilizadas para hacer una infusión muy popular en
Sudamérica.
63
Por debajo, en un ambiente de penumbra, una multitud de
helechos y arbustos integran el estrato arbustivo. Entre
ellos se destaca la Ortiga Brava, con hojas de gran tamaño
y cuyo contacto es muy urticante.
El sotobosque está dominado en partes por los bambúes,
intricados cañaverales que forman cortinas impenetrables de
10 a 15 metros de altura. Se destacan el delgado
Tacuarembó, caña maciza de has 1,5 centímetros de diámetro,
el frágil tacuapí; la espinosa Yatevó; y el gigante de la
familia: el Tacuaruzú, que crece como mata de gran
densidad, con centenares de cañas erguidas y curvadas en
los extremos que alcanzan una altura de 30 metros. El
Tacuaruzú florece una sola vez en la vida, la floración se
produce cada 25 a 30 años, haciéndolo todas las tacuaras
simultáneamente, que mueren luego de la fructificación.
Sus semillas germinan rápidamente repoblándose la selva en
pocos meses con nuevos cañaverales.
El estrato herbáceo, constituye el nivel inferior
cubriendo el piso, abundando las gramíneas de hojas anchas,
helechos y hierbas no leñosas, entre las que se destacan
las begonias, difundidas como plantas ornamentales de
interior. Sobre el piso se acumula también abundante
64
materia orgánica en descomposición, dando lugar al
desarrollo de hongos, musgos y líquenes.
Una de las características más notorias de la selva es
la proliferación de epifitas, plantas que han sacrificado
todo contacto con el suelo y sus nutrientes, en pro de un
lugar al sol, en la copa de los árboles mayores. Usan a
otras especies solo como apoyo, no son parásitas. Absorben
la humedad del aire mediante de raíces aéreas. Entre las
principales especies se encuentran las bromeliáceas,
familia que incluye el ananá y muchas ornamentales, cuyas
raíces sirven como agarre a troncos y ramas, con largas y
angostas hojas, acanaladas para hacer correr el agua de
lluvia hacia su centro; se desarrollan en roseta, con base
envainada formando un receptáculo para contenerla. Estos
estanques de altura tienen una fauna propia ya que son el
hábitat exclusivo de algunos invertebrados, como mosquitos
y hasta ranas cuyos renacuajos se desarrollan amparados de
los predadores acuáticos. A esta familia pertenecen los
Claveles de aire y los Caraguataes de flores amarillas,
rosadas y rojizas. Sus hojas son frecuentemente arrancadas
por los monos Caí, que comen sus partes tiernas.
Capuera: donde el fuego o la mano del hombre han
destruido la selva, se desarrolla rápidamente una
65
vegetación de hierbas, arbustos y árboles formando una
comunidad secundaria, a cuya sombra crecen las especies
umbrófilas que en algún momento sofocarán a las especies
mencionadas para recrear la selva. Las especies más
importantes son el Fumo Bravo, árbol de muy rápido
desarrollo, alcanza los 5 metros a los dos años. Sus bayas,
así como las de otras especies como el Palo Pólvora, la
Mandioca Brava, las Talas Trepadoras, la Casearia
Sylvestris, atraen a estos lugares a cantidad de aves y
mamíferos que se alimentan de dichos frutos. También es
típico de la capuera la Sangre de Drago, cuyo látex es muy
usado en medicina y cuyo follaje con hojas de colores verde
grisáceas, anaranjadas y rojizas que forman una copa
redondeada lo han convertido en planta ornamental. El
Ambay, morácea de tallo erecto que se ramifica a gran
altura del suelo formando una copa aparasolada con grandes
hojas verdes en su cara superior y blancas en el revés,
posee un tronco hueco, dividido en cámaras por tabiques
transversales habitado por hormigas del género Azteca,
pequeñas y rojizas y muy agresivas.
El Sector forestal se muestra como el sector económico
más dinámico de la provincia, abastece a las industrias de
aserrío y de transformación química de pasta celulósica y
papel. El constante aumento del consumo de madera a nivel
66
mundial provee un escenario adecuado para el desarrollo del
sector. La provincia posee condiciones naturales para el
crecimiento de determinadas especies que baja
sustancialmente el tiempo promedio necesario de crecimiento
de los árboles para la explotación.
6.3. Clima.
Es cálido subtropical húmedo sin estación seca, las
temperaturas oscilan alrededor de los 20 y 30 grados en los
meses más cálidos. Los veranos presentan temperaturas
constantemente elevadas, no cesan de ascender desde las
primeras horas del día para culminar luego del mediodía con
temperaturas superiores a los 30º C. Los inviernos son
suaves y benignos, existiendo una escasa oscilación anual
que se caracteriza por la falta de contrastes notables
entre las cuatro estaciones del año. El alto grado de
humedad del aire, que alcanza en Misiones uno de los
valores más elevados del país, ocasiona una escasa
oscilación diaria de la temperatura. Las lluvias anuales
promedian los 1.700 milímetros, mostrando máximos en otoño
y primavera y mínimos en verano e invierno. Las abundantes
precipitaciones determinan que disminuyan las amplitudes de
temperatura y aumente la nubosidad.
6.4. Relieve.
67
La región mesopotámica se caracteriza por el predominio
de la llanura, no obstante Misiones está comprendida en una
subregión amesetada, que se halla limitada por los ríos
Paraná y sus afluentes Iguazú y San Antonio, y el río
Uruguay y sus afluentes Pepirí Guazú y el Aguapié. El
relieve se caracteriza por ser rocoso, duro, compacto y
resistente. El color de la roca es rojo intenso y procede
de la descomposición de los meláfiros, que son rocas ricas
en hierro. Se los llama suelos lateríticos, cubren todo el
basamento, excepto los perfiles rocosos y acantilados
verticales de las márgenes de los ríos, y están a su vez
cubiertos de humus vegetal, cuyas características naturales
favorece el desarrollo de la exuberante selva misionera. La
meseta presenta forma abovedada, su mayor elevación se da
en el centro de la provincia, recibiendo el nombre de
Serranías del Imán, Misiones y de la Victoria, sierras que
dividen en dos secciones a Misiones, siendo el pico
culminante el cerro Rincón de 800 metros de altura. Es en
el eje central de la meseta donde se originan los numerosos
ríos que aportan sus aguas a los ríos Paraná y Uruguay. La
meseta asciende gradualmente hacia el Noreste para culminar
en las proximidades de la localidad de Bernardo de Irigoyen
con 821 metros de altura. El descenso del terreno desde los
520 metros en el centro de la provincia, se detiene junto a
los dos grandes ríos en forma de barrancas de 50 a 80
metros de altura. La sierra de la Victoria se encuentra en
68
el norte, tiene orientación Noroeste Sureste, y cuando
alcanza el río, forma las cataratas del Iguazú. Sus saltos
son de areniscas endurecidas y de mantos basálticos.
Capítulo 7. Aldea Fortín M´Bororé.
Dicha comunidad fue fundada 1982 por Luis Honorio
Rolón.
Luis Honorio Rolón, nació el 27 de julio de 1945 en
Puerto Iguazú, Misiones. Era médico, y en sus comienzos le
brindó al pueblo guaraní atención gratuita y medicamentos;
69
posteriormente, al ganar su confianza, fundó dicha
comunidad. Los agrupó para poder brindarles una mejor
atención y así poder realizar un mejor seguimiento de su
salud. Luego fundó también la sala de primeros auxilios.
La Aldea se encuentra a 5 km de la entrada a la cuidad
de Puerto Iguazú, sobre ruta N 12, y tiene 224 hectáreas de
tierra. (Ver fig.12).
70
Fig.12: Vista aérea Aldea. Fuente: Prosat ubica.
Google Earth. Recuperado en el 2008 de
http://prosat.gpscompany.net/Login.aspx?ReturnUrl=http
%3a%2f%2fprosat.gpscompany.net%2fReportes
%2fPosicionesHistoricas.aspx
El primer cacique de la aldea fue Isidro Fernández, el
segundo Ramón Fernández. El 10 de enero de 1991 asumió el
cargo Silvino Moriera, quien actualmente continúa en el
cargo.
Ramón Fernández, el segundo cacique que tuvo la aldea,
actualmente tiene 67 años y continúa viviendo en ella.
Cuenta que cuando llegó a esas tierras, el arroyo era
71
limpio, con aguas cristalinas, el monte era tupido y había
gran cantidad de animales. Relata además que ellos cazaban
y mataban, solo para comer, pero observaban como el blanco
mataba por deporte, y así él fue testigo de como de a poco
se fueron agotando todos los recursos. Hoy en día ya no
poseen animales. Sostiene que antes todo era más natural y
que ellos podían manejar su propia comunidad. Los blancos
les traían cosas por propia voluntad. Actualmente tienen
que salir a pedir y a vender sus artesanías para no pasar
necesidades. Cuenta además que hoy siguen cultivando como
medio de subsistencia.
7.1. Organización política de la aldea.
Los guaraníes de la Aldea Fortín M´Bororé se hayan
organizados jerárquicamente. En primer lugar, se halla el
cacique, que es jefe máximo de la comunidad. Junto a éste,
acompañándolo en sus funciones se encuentra el segundo
cacique; su función es la de mantener el control social de
toda la comunidad, y es el encargado de establecer las
penas en caso de delitos, realizar los casamientos, los
divorcios, dar consejos a la comunidad, etc. El cargo del
chamán puede ser trasmitido de padres a hijos.
72
Junto al segundo cacique se encuentra el chamán, que es
el guía espiritual de la aldea. El chamán cumple además la
función de médico.
Para ser elegidos en los cargos, no requieren de
ninguna característica física particular, sino que
requieren de características espirituales, basadas en su
fe, sus acciones, su comportamiento y su solidaridad.
Actualmente la aldea cuenta con seis guardias, un
cacique, un segundo cacique y ocho chamanes.
7.2. Organización social de la aldea.
Para la realización de los casamientos se reúne a toda
la comunidad a fin de comunicarles sobre la nueva pareja.
Esto se efectúa con el propósito de que la nueva pareja
sea respetada. En la reunión, el cacique junto al chamán,
le da consejos a la pareja generalmente acerca de la
responsabilidad que van a adquirir, el cuidado de los
hijos, etc. De ahí en más, la pareja se va junta, habiendo
adquirido así el matrimonio.
73
La edad para poder contraer matrimonio en la mujer es
después de su primer período y en los hombres a partir de
los 15 años.
En caso de tener problemas matrimoniales, los mismos
son presentados ante el cacique, quien convocará al chamán
para que los aconseje. Si los problemas no se solucionan,
pueden separarse.
Los miembros de la comunidad pueden contraer matrimonio
con los blancos, y a éstos se les permite vivir dentro de
la aldea si así lo desean.
Dentro de la comunidad no se lleva ningún registro
escrito ni de casamientos, defunciones, o bautismos, ya que
lo hacen en forma oral. Esto se debe a la creencia que
tienen en la palabra, que es lo único que para ellos
cuenta.
7.3. El papel de la mujer.
La función de la mujer dentro de la aldea siempre
estuvo limitada, ya que nunca ocupó cargos jerárquicos,
74
aunque sí puede votar para la elección de los mismos. Se
dedica al cuidado de la casa y los niños, a cultivar, a
elaborar, y a vender las artesanías.
7.4. El papel de los ancianos.
El anciano es un ser respetado y escuchado dentro de la
comunidad, como ocurrió en todos los tiempos dentro de las
diferentes comunidades guaraníes. Se encargan de trasmitir
en forma oral las tradiciones a los más jóvenes. Dicha
enseñanza se realiza en una reunión alrededor de un fogón,
que se lleva a cabo durante toda la noche, y en la cual
este trasmite sus conocimientos a los más jóvenes.
7.5. La religión en la aldea.
La Aldea Fortín M´Bororé es un pueblo profundamente
religioso, con un alto grado de espiritualidad, ya que
fundamentan el origen y existencia de los dioses, los
hombres y la naturaleza mediante mitos.
Sus mitos son producto del suelo que los albergaba:
dioses del rayo, del trueno, de la tormenta, de las
llanuras, de las aguas; y genios tropicales, diminutos a
pesar de la grandiosidad del medio geográfico: el Curupí,
75
genio del yerbal; el Caagui-porá, dueño de la selva; el
Chochí, pájaro brújula en la espesura del monte.
Los guaraníes repiten leyendas sencillas, cuyos
personajes son el mono, el loro, el zorro, la tortuga…Y el
“mito” del peregrino blanco que cruzó las regiones para
enseñar el culto del maíz, transformado con el tiempo en la
leyenda cristiana del Paí-Zumé, o Santo Tomás.
Creen en la continuidad de la vida después de la
muerte, como consecuencia proveen a sus muertos de todo lo
necesario para que puedan realizar sin carencias el viaje a
la tierra sin males; un lugar que el nativo imagina como la
“tierra ideal”, en la que se realizan los deseos que en
este mundo no fueron satisfechos.
La costumbre los obliga a una práctica de culto
permanente a los antepasados, con una relación estrecha y
continua entre los vivos y los muertos, ya que su
cosmovisión está basada en la relación elemental cultura-
naturaleza.
En la medida en que los habitantes de la Aldea Fortín M
´Bororé se acercan al mundo de los blancos, van perdiendo
76
su propia cultura. Por lo que hoy en día, la conservación
de sus raíces integra la lucha de sus líderes.
7.6. La aldea por dentro.
Actualmente, los habitantes de la aldea Fortín M’Bororé
han establecido un programa de visita a su comunidad. Dicho
programa se ha iniciado en el 2003.
La comunidad M’Bororé se ha visto confinada a una
situación de pobreza, debido a la permanente destrucción
del medio ambiente natural y a la crudeza de la crisis
económica, por este motivo busca en el turismo una posible
alternativa económica.
Sus habitantes abren las puertas de su comunidad para
revelar los secretos de la selva, su medicina natural, su
cultura, cantos, danzas. Los visitantes son animados por
un guía guaraní que muestra las costumbres de su pueblo,
haciendo participar a los presentes en un certamen de tiro
al blanco donde se prueba la efectividad de los arcos y
flechas que ellos mismos construyen. (Ver fig.13).
77
Fig.13: Tiro con arco y flecha. Fuente: Rubini, C.,
(2008). Archivo personal.
También toman dicha iniciativa como una gran
posibilidad para vender las artesanías que ellos mismos
fabrican, como elementos de cestería, objetos autóctonos
como arcos y flechas, cerámicas, collares, etc.
Es una oportunidad única para descubrir con los
guaraníes el “espíritu de los árboles”; un paseo donde se
aprende a caminar por el interior de la selva y de su
cultura guiados por los expertos aborígenes.
78
Durante la estadía en la aldea uno puede ser partícipe,
por ejemplo, del ritual mediante el cual el chamán bendice
a los cazadores y a las nuevas parejas. También puede
apreciarse la buena predisposición que los guaraníes tienen
frente a la integración con el “hombre blanco”, pero a su
vez, se es testigo de la necesidad de mantener sus
costumbres y su idioma, que es lo que los lleva a retraerse
en su propia cultura.
La visita a la aldea culmina con el tradicional saludo
abuyebete: levantan las manos abiertas, con las palmas
hacia el frente y los visitantes respondemos de la misma
manera. Se complementa el paseo con una visita a la feria
artesanal.
7.7. La economía en la aldea.
Su economía es básicamente de subsistencia. Los que
viven en la aldea cultivan la tierra, son agricultores de
mandioca, maíz, batata, poroto, zapallo y maní; se dedican
a la caza y la pesca, como así también a la recolección de
frutos silvestres y de miel como lo hicieron sus
antecesores. Lograr esto dependerá de las fuerzas físicas,
del tiempo, la lluvia, las pestes y las sequías, todo lo
cual influirá en la fuente de provisión alimentaria.
79
La selva nos dio durante siglos recursos para
subsistir y desarrollarnos: maderas, frutos, carnes,
medicina, etc.; ahora está gravemente herida y a gritos
sus miles de seres vivientes nos piden que el hombre la
respete, la cuide y la maneje con sabiduría. De
nosotros depende que esta exuberancia no desaparezca.
Ayudemos a conservarla, Misiones, la tierra de los
árboles se los agradecerá… (Anónimo; sf.).
La venta de las artesanías que ellos mismos realizan es
en la actualidad la fuente de ingreso más importante para
todos los integrantes de la aldea.
7.8. La educación en la aldea.
Como se explicó anteriormente, es a través de la
tradición oral, en una reunión que se realiza durante toda
la noche alrededor de un fogón, donde las personas más
ancianas de la comunidad transmitían antiguamente sus
conocimientos a los más jóvenes.
En 1984, el Dr. Luis Honorio Rolón junto a la docente
Ángela Sánchez, fundó la escuela Nro. 807 de Puerto Iguazú.
En ésta, los chicos son educados tanto en su lengua guaraní
como en el español. Dicha escuela fue creada con el
80
propósito de rescatar la cultura del pueblo guaraní,
afirmando su identidad, y con el fin de brindarles nuevas
perspectivas de acción, pudiendo así crecer en su propia
forma de vida.
La escuela fue una donación de la Embajada Alemana.
El chamán de la Aldea Fortín M´Bororé, Silvino Moreira,
líder espiritual, curandero y cacique de la misma, exige la
creación de un espacio que funcione conjuntamente con la
escuela, en donde sus niños aprendan a realizar todas las
artesanías que hoy es su fuente de ingreso más importante.
Un lugar en donde puedan conservar su cultura y sus
costumbres. Un lugar donde aprendan el uso de nuevas
tecnologías, siempre y cuando estén ligadas a su actual
realidad.
Tener hoy un lugar apto para que los niños guaraníes
aprendan y conserven su cultura sería fundamental, para la
conservación de la Aldea y el crecimiento de su comunidad.
7.9. La vestimenta.
81
En la actualidad, las mujeres guaraníes siguen
utilizando los collares denominados “collares del bien”,
que les sirven de protección. Por su lado, los hombres
utilizan una tobillera para la suerte, hecha con semillas.
Los niños utilizan también tobilleras pero hechas con
huesitos, las mismas los protegen de enfermedades y los
ayudan a caminar más velozmente en el monte.
La pintura es considerada como otro amuleto. Ésta
sirve para librarlos de enfermedades y para esquivar las
flechas y cuchillos.
En la actualidad, utilizan plumas para adornarse solo
para realización de los rituales dentro de la Aldea, para
tener suerte y la aprobación de la gente.
7.10. Los guaraníes hoy.
82
Este pueblo es consciente de que hoy en día, las
tradiciones trasmitidas por sus antepasados ya no son
suficientes, y que ya no pueden vivir solo de la caza y del
cultivo. (Ver fig.14).
Fig.14: Cultivo de la tierra. Fuente: Fuente:
Enciclopedia Virtual Paraguaya. Recuperado en el 2008 de:
http://images.google.com.ar/imgres?
imgurl=http://www.evp.edu.py/images/42-ar-
28.png&imgrefurl=http://www.evp.edu.py/index.php%3Ftitle
%3DArtes7mo3UniIV&usg=__0Ta8AOmDf0QEkiRgr0WakPUOznk=&h=124&
w=142&sz=16&hl=es&start=12&tbnid=jBIXe4-
jLow7RM:&tbnh=82&tbnw=94&prev=/images%3Fq%3Dcultura
%2Bguarani%252Bubicacion%26gbv%3D2%26hl%3Des
Las tradiciones transmitidas por nuestros
antepasados nos han permitido vivir felices por largo
83
tiempo en la selva, hoy ya no son suficientes para
hacer felices a nuestros hijos y nietos. La selva ya
no es libre, no podemos vivir más de la caza, de la
pesca, y el cultivo del maíz. La selva retrocede, los
colonos desmontan, y para vivir, nos vemos obligados a
trabajar para ellos. Sólo te pido una cosa: una
escuela donde nuestros hijos aprendan su lengua, el
guaraní, pero también el idioma de los blancos, el
español, para que no se burlen más de ellos, y el
cálculo para que no los engañen cuando reclaman lo que
les es debido. (Martínez, A.; sf.).
7.11. La desnutrición guaraní.
Según los registros del Plan Nacional Médicos de
Cabecera, en la comunidad Fortín M’Bororé hay 229 chicos
guaraníes menores de seis años, de los cuales 38 padecen
desnutrición aguda y cinco se encuentran internados en un
hospital de El Dorado, unos 200 kilómetros al norte de la
capital misionera.
Los referentes indígenas y las organizaciones sociales
resaltaron que el problema de fondo es el despojo de
territorios, que impactó negativamente en las costumbres,
alimentación y salud de los pobladores originarios.
84
No es casual que empezamos a morir a partir de la
pérdida de territorios de la mano de las sojeras, las
madereras y papeleras. Si hay 30 familias sobreviviendo
amontonadas en 30 hectáreas, es obvio que no podrán
tener alimentos ni las medicinas naturales que hacen a
nuestra forma de vida… (Moreira, H.,
2005,http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-
75008-2006-10-23.html).
Los guaraníes aseguran que la pérdida de sus
territorios les implica el abandono de sus prácticas
culturales y productivas, y la modificación de su vida
comunitaria, lo que les provoca un brusco cambio de su
hábito alimentario tradicional, en gran parte sustituido
por asistenciales bolsones de comida.
7.12. Patrimonio nacional.
El patrimonio nacional es algo vivo, que identifica a
una nación o pueblo. Es lo que hace la diferencia frente a
otros, forma parte de la historia en la memoria colectiva.
El patrimonio nacional se clasifica en dos grandes
grupos:
85
•Lo tangible, visible y concreto.
•Lo intangible, lo que se vive y se siente, la manera
de relacionarse, comunicarse.
Tangible IntangibleArtesanía
nacional.
Idioma, dichos,
refranes.Ruinas
jesuíticas. Costumbres populares.Panteón de
héroes. Religión.Vestimenta. Música.Botánica. Danzas.Medicina. Mitos.Medio ambiente. Leyendas.Lugares
turísticos. Juegos.
Capítulo 8. Proyecto.
El presente proyecto consiste en la remodelación de la
Casa de Misiones. Mediante la implementación de recursos
de diseño e interiorismo se busca crear un espacio que
contribuya a fomentar el turismo de dicha región y que
86
paralelamente promueva la difusión y conservación de la
cultura guaraní.
Con dicho propósito se plantean:
- La creación de un multiespacio, que contenga la
biblioteca, y en dónde puedan realizarse distintas
actividades en pos de la interacción entre culturas, como
por ejemplo, la realización de cursos cortos y programados,
para enseñar a realizar diferentes artesanías; cursos de
perfeccionamiento y capacitación para docentes guaraníes;
muestra de videos para fomentar el turismo; visitas
educativas para diferentes escuelas...
- La incorporación de un estilo coherente de diseño de
interiores que permita mediante diferentes elementos la
integración de la pluralidad de riquezas que brinda la
región, focalizando la atención en elementos guaraníes,
como el mobiliario, las macetas, los tapices, con la
intención de despertar la curiosidad del turista.
- La modificación espacial del establecimiento, de
manera tal que permita albergar un lugar para la exposición
de diversos productos fabricados por los guaraníes de la
aldea Fortín M´Bororé: artesanías, armas, vestimenta,
instrumentos musicales, tejidos, cestería, tallados en
madera...
87
- La racionalización de los espacios con el propósito
de que tengan un fin útil a la Institución, buscando que
todos los sectores sean aprovechados.
8.1. Diseño existente.
88
8.1.1. Planta del lugar.
Fig. 15: Planta existente. Fuente: Rubini, Carolina, C.
(2009). Archivo personal.
8.1.2. Descripción de los locales existentes:
89
El edificio en donde funciona la Casa de Misiones
cuenta con planta baja y primer piso.
En la planta baja del salón funcionan los sectores de:
-Fachada: la misma mantiene las características del
edificio en general. Solo un cartel indica cuál es la
actividad que en dicho establecimiento se realiza.
90
Fig. 16: Fachada Casa de Misiones. Fuente: Rubini,
Carolina, C. (2009). Archivo personal.
-Recepción: pequeño sector ubicado adelante y a la derecha
del salón delimitado por mobiliario. En la actualidad
dicho sector esta en desuso, debido a que la recepción
funciona junto con la atención turística.
Fig. 17: Recepción (Imagen 2). Fuente: Rubini, Carolina, C.
(2009). Archivo personal.
-Archivo: espacio de reducidas dimensiones seguido de
la recepción. Dicho sector está actualmente también en
91
desuso, debido a que los sectores de archivo se trasladaron
a la planta alta del edificio.
-Representación de las Cataratas de Iguazú: en la
vidriera del salón del lado izquierdo se encuentra una
estructura de piedra y troncos rodeada por columnas cual
escenografía que intenta simular las Cataratas del Iguazú.
Antiguamente contaba con una caída de agua que actualmente
no funciona.
Fig. 18: Representación Cataratas del Iguazú. (Imagen I).
Fuente: Rubini, Carolina, C. (2009). Archivo personal.
92
-Oficinas públicas: el establecimiento cuenta con dos
oficinas públicas, destinadas a la atención al turista.
Ambas se encuentran ubicadas a la derecha del salón.
-Exposición: en el medio del salón del lado izquierdo, se
encuentra el sector destinado a la exposición. Se pueden
observar dos pequeñas estanterías; en una de ellas se
aprecian las artesanías guaraníes y en la otra los libros
relacionados con el turismo. También hay varias sillas
dispersas por la zona a modo de sala de estar.
Fig. 19: Salón (Imagen 3). Fuente: Rubini, Carolina, C.
(2009). Archivo personal.
93
-Baños: el salón cuenta con dos baños para uso
prioritario del personal. Los mismos están situados en el
fondo del salón del lado izquierdo.
-Atención turística: en el medio del salón se
encuentra armado el sector de atención turística. El mismo
cuenta con un escritorio con capacidad para dos personas.
Dicho sector sirve como división entre los locales públicos
y los privados.
-Office: sector privado ubicado a continuación del
sector de atención turística. Cuenta con una cocina, una
pileta y un sector de apoyo.
-Depósito: destinado al guardado de Folletería y
papelería en general. Se conecta directamente con el
office.
-Sector de estar: sector de uso exclusivamente
privado.
-Oficina privada: ubicada en el fondo derecho del
salón. Actualmente dicha oficina está en desuso, ya que
94
todos los sectores administrativos se trasladaron a la
planta alta del edificio.
-Sala de conferencia: ubicada en el fondo del salón
destinada a reuniones internas.
En el primer piso funcionan los sectores de administración
y archivo.
Como resultado de la visita realizada a la Casa de
Misiones, se observó que el lugar en general está bastante
descuidado, que el sector de la vidriera, zona de
exposición principal, se encuentra exclusivamente destinado
a la difusión de las Cataratas del Iguazú y que no cuenta
con un sector para la exposición de artesanías, que el
sector destinado a la exposición de las artesanías en el
interior del salón es reducido y está escasamente
explotado, que existen en la planta baja del
establecimiento varios locales en desuso desaprovechando
gran parte del lugar.
Respecto del diseño de interiores, el establecimiento
no tiene un mismo estilo en todo el lugar. El mobiliario
con el que cuenta es un conjunto de muebles de oficina de
95
estilos diferentes dispersos en los distintos sectores
desaprovechando el espacio, sin ningún sentido estético ni
funcional.
8.2. Rediseño de la Casa de Misiones.
96
8.2.1. Planta de rediseño.
Fig. 20: Planta de rediseño. Fuente: Rubini, Carolina,
C. (2009). Archivo personal.
8.2.2. Remodelación del edificio.
97
Como primera medida para la remodelación del local se
modificó la fachada del establecimiento. Se utilizaron dos
materiales, madera y acero inoxidable. Con listones de
madera traídos de la provincia de Misiones, se revistió la
fachada en planta baja para darle la calidez característica
de la zona misionera. El cartel del frente del edificio,
fue reemplazado por letras corpóreas de acero inoxidable,
contrastante con la calidez de la madera.
La fachada del primer piso no se modifico, manteniendo
su estilo original.
Fig. 21: Render Fachada. Fuente: Rubini, Carolina, C.
(2009). Archivo personal.
98
Se despejaron las vidrieras, zona primaria de
exposición, quedando ambas destinadas para la exhibición
de las artesanías. En las vidrieras se colocaron muebles
exhibidores, de madera autóctona de la región, de color
oscuro, sin tapa de fondo, permitiendo de esta manera que
desde la vidriera se pueda observar el resto del mismo,
logrando ampliar la visión de atracción al público.
En el interior de la Casa de Misiones, se rediseño el
sector de la recepción.
99
Fig. 22: Render Recepción. Fuente: Rubini, Carolina, C.
(2009). Archivo personal.
De las oficinas existente solo se mantuvo una,
destinada a la atención turística, puesto que las demás no
se utilizaban.
Se replanteó la zona de exposición existente. Se
colocaron los mismos muebles que en la vidriera, buscando
una coherencia de estilo y ampliando el espacio para la
colocación de las distintas artesanías. También se
colocaron dos televisores para pasar videos
institucionales.
100
Fig. 23: Render Sector exposición principal. Fuente:
Rubini, Carolina, C. (2009). Archivo personal.
En el centro del salón se armaron dos sectores de
estar, en los cuales se colocaron alfombras tejidas por los
guaraníes, a modo de delimitación y como recurso para
demarcar el recorrido a través del salón.
Se remodelaron los baños, logrando ampliarlos en
capacidad para que sean funcionales respecto de las
reformas planteadas, que implican la concurrencia de un
mayor número de personas al establecimiento. Dicho
replanteo se logra cambiando la disposición y la entrada de
los mismos.
101
Se remodeló el office, reduciendo su tamaño, pero
conservando su funcionalidad.
En el fondo del local se diseño un multiespacio,
pensado como un salón de usos múltiples, de amplia
capacidad. El mismo puede albergar aproximadamente 36
personas durante la modalidad de realización de cursos y 80
personas durante las charlas. En la entrada del
multiespacio se colocó un sector de estar, respetando el
estilo de diseño propuesto.
En la entrada del Multiespacio se armó un sector de
estar, de iguales características a los sectores de estar
del centro del local.
102
Fig. 24: Render Entrada al Multiespacio. Fuente:
Rubini, Carolina, C. (2009). Archivo personal.
Se mantuvo en la totalidad del local la cerámica de
piso existente.
La totalidad del mobiliario utilizado es fabricado por
los mismos guaraníes con maderas de las raíces desechadas
por los aserraderos tal como se comenta y muestra en el
presente trabajo. (Ver Capitulo 4, Pág. 37). Se mantienen
todos los sectores respetando el estilo.
103
Fig. 25: Muebles tallados en madera. Fuente: Rubini,
Carolina, C. (2008). Archivo personal.
La fachada del edificio tendrá una iluminación puntual,
ascendente, destacando las letras corpóreas “Casa de
Misiones”.
En el interior del edificio, se utilizó una iluminación
general, uniforme, con artefactos tallados en maderas de la
región, respetando el entorno natural de la misma, tal como
fue trabajado en el Capitulo 6 de la presente exposición.
Distribuidas estratégicamente en diferentes sectores
del inmueble se encuentran macetas de cerámicas guaraníes
con plantas autóctonas de Misiones.
Se genera así un espacio cálido, amplio, en el cuál se
resaltan cualidades típicas de la cultura a preservar.
Inspirada en la belleza natural de la provincia, se utilizó
una paleta de colores tierra... marrones, naranjas, beiges
y verdes se amalgaman para transmitir algo de la magia del
lugar, viajando con la imaginación miles de kilómetros.
104
Fig. 26: Render Salón. Fuente: Rubini, Carolina, C. (2009).
Archivo personal.
El rediseño de la Casa de Misiones mantiene un estilo
uniforme que intenta dar espacio a la majestuosidad de la
riqueza que nos brinda la región, respetuoso de la
ecología, rescatando el valor de las especies y el cuidado
del entorno natural, busca lograr la integración entre la
belleza paisajística aportada por las Cataratas y por la
selva misionera, en su entrecruzamiento con la riqueza
cultural guaraní, en un intento de reivindicación de su
valor histórico actual.
105
Conclusión.
En mi opinión, el Diseño de Interiores no debe solo
incluir la incorporación de nuevas tecnologías aplicadas a
la construcción, tampoco reducirse a seguir con las
tendencias y combinaciones de estilos y objetos de moda;
sino que debe generar un espacio acorde al estilo, modo de
106
vida, costumbres, y actividades de la persona o lugar al
cuál esté destinado.
En la actualidad los indígenas se manifiestan
culturalmente pero también son víctimas de la
discriminación social y de la indiferencia de los gobiernos
que subestiman la cultura aborigen, que intento revalorizar
mediante el presente trabajo.
Lejos de una mirada superficial y clasista, el diseño
de interiores puede ser una herramienta de poder, poder,
muchas veces oculto, de mostrar, de sacar a la luz, de dar
a conocer aquello acallado...
Si para algunos el diseño es el arma que tiene una
clase pudiente para hacer confortable su hábitat, en otros
casos, el diseño puede presentarse como el camino para
lograr espacios más autóctonos, más reales, prácticos,
dinámicos, dónde el adentro y el afuera se integren, dónde
lo que está en el interior nos enseñe a respetar y cuidar
lo que está afuera, para vivir en armonía con el entorno
natural y con los demás seres vivos.
107
Referencias Bibliográficas.
Nota: la mayoría de las citas fueron extraídas de fragmentos que se
encuentran colocados en los lugares que se visitaron para realizado
dicho PG.
Autor Anónimo; Aldea Fortín M`Bororè; recuperado 2008
(Fragmento).
108
Autor Anónimo; La Aripuca; recuperado 2008 (Fragmento).
Brassanelli, J; Aldea Fortín M`Bororè; recuperado 2008
(Fragmento).
Cardiel, J; San Ignacio Mini; recuperado 2008 (Fragmento).
Cardiel, J; San Ignacio Mini; recuperado 2008 (Fragmento).
Hernández, S.J; Aldea Fortín M`Bororè; recuperado 2008
Hernández, S.J; Aldea Fortín M`Bororè; recuperado 2008
Martínez, A. (Chamàn); La Aripuca; recuperado 2008
Mendieta, G; San Ignacio Mini; recuperado 2008
(Fragmento).
Mendieta, G; San Ignacio Mini; recuperado 2008 (Fragmento).
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(Fragmento).
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