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PROCESO EVANGELIZADOR Y

CATEQUESIS DE ADULTOS

“Una catequesis de adultos”

P. Ángel Mercado

“Lo que existía desde el principio, lo que

hemos oído, lo que hemos visto con

nuestros ojos, lo que contemplamos y

tocaron nuestras manos acerca de la

Palabra de vida, -pues la Vida se manifestó,

y nosotros la hemos visto y damos

testimonio y os anunciamos la Vida eterna,

que estaba vuelta hacia el Padre y que se

nos manifestó- lo que hemos visto y oído, os

lo anunciamos, para que también vosotros

estéis en comunión con nosotros. Y

nosotros estamos en comunión con el

Padre y con su Hijo Jesucristo”.

I Jn 1, 1-3

EL PROCESO EVANGELIZADOR Y SUS

ETAPAS

Transmisión de la fe según Evangelii Nuntiandi

(1975)

Renovación de

la humanidad

Adhesión de

corazón

Entrada en la

comunidad

Anuncio

explícito

Acogida de los

signos

(sacramentos)

testimonio

Iniciativas de

apostolado

Los ámbitos del proceso

evangelizador

La tarea de la Iglesia se

realiza concretamente en

algunas etapas que

marcan el dinamismo de

su actividad.

Son los distintos

momentos del “proceso

evangelizador”

El proceso evangelizador

Finalidad y objetivos de una

catequesis de adultos dentro del

proceso evangelizador

Finalidades y objetivos

Las finalidades indican las metas ideales hacia las cuales tiende una determinada actividad. Están expresadas en términos ideales.

Los objetivos son metas concretas, alcanzables. Son la expresión anticipada del resultado del proceso, expresada en términos de competencias finales de los participantes.

Finalidad: el creyente que

pensamos

El tipo de creyente que en las circunstancias actuales es necesario promover a través de la acción catequética.

Se trata de una operación urgente: suscitar adultos creyentes con fe “autónoma, responsable y crítica”.

Identidad religiosa personalizada y

libre

No cristiano sólo por tradición sino por opción personal.

Esta personalización de la fe implica la progresiva interiorización de actitudes.

Recuérdese la famosa expresión de Karl Rahner: “se ha podido decir que el cristiano del futuro o será un místico o no será”.

Fe “inculturada” en el mundo actual

La separación, entre fe y cultura es “el drama de nuestra época” (EN 20).

Reactivar el diálogo entre fe y cultura significa, abrirse con criterio evangélico a los valores de la modernidad.

También la ruptura o denuncia de todo lo que atenta contra la dignidad del hombre o los valores del Reino.

Un nuevo modo de pertenencia a la

Iglesia

El nuevo creyente deberá poseer sentido de pertenencia, amor e identificación con la Iglesia.

Es el paso de la “adherencia” a la “adhesión”.

El sentido de Iglesia no excluye el respeto de los rasgos propios del adulto: capacidad de discernimiento, sentido de relativa autonomía, espíritu crítico constructivo, etc.

Creyente con talante comunitario

Frente al individualismo dominante, necesitamos cristianos más comunitarios.

El creyente que imaginamos vivirá su vida cristiana de una forma más compartida, se sentirá más vinculado a la comunidad de pertenencia.

Será una vivencia enriquecedora y un signo de madurez.

Un nuevo modo de presencia en el

mundo

Capaz de establecer diálogo intergeneracional e interreligioso.

Pensamos en un creyente con un recio y equilibrado vigor moral.

Es el cristiano que demuestra ser tal en la familia y el trabajo, en la política y el tiempo libre, en la transformación de la sociedad.

Posee espíritu de colaboración, sensibilidad ética, espiritualidad de lo cotidiano, compromiso social y político, solidaridad con los pobres y con los marginados.

Objetivos en el ámbito individual

“Son muchos los sacramentalizados, pero pocos los evangelizados”.

La tarea de despertar y favorecer la conversión distingue dos momentos complementarios: uno de renuncia y ruptura (“desestructuración”) y otro de adhesión positiva (“re-estructuración”).

Exige maduración en las actitudes de fe.

La profundización de los

conocimientos religiosos

Existe una urgente necesidad de puesta al día de algunos aspectos de la fe, como son “las actuales cuestiones religiosas y morales” (DGC 175), “los fundamentos racionales de la fe” (Ibid.), la respuesta a problemas controvertidos y actuales.

Es preciso redescubrir el núcleo esencial de la fe; adquirir una síntesis orgánica básica; saber interpretar la propia vida; poner en relación la fe y la vida,.

También iniciación en la lectura de la Biblia y el conocimiento de la tradición cristiana.

Objetivos en el ámbito

comunitario

Debe ser posible profundizar y vivir comunitariamente la propia fe.

La CA debe ser un factor importante de promoción de comunidades adultas en la fe.

La CA presupone una comunidad, constituye una experiencia de comunidad y construye comunidad.

Objetivos en el ámbito eclesial

La CA debe ser un

factor importante de

renovación y de

transformación de la

Iglesia.

La Iglesia de mañana

será en parte el reflejo

de la catequesis de

adultos de hoy.

Hacer Iglesia

La CA debe asegurar nuevos espacios de experiencia cristiana.

Debe permitir a los participantes una auténtica y estimulante experiencia de Iglesia que ayude a interiorizar el sentido de pertenencia y de comunión.

A este respecto, resulta decisiva la imagen de Iglesia que toda comunidad lleva consigo e intenta realizar.

Renovar la Iglesia

La Iglesia es esencialmente una fraternidad, una comunidad de personas iguales en dignidad (cf. LG 32), todas corresponsables y activas, todas participantes, aunque en diversas formas.

Una Iglesia toda ella proyectada hacia la causa del Reino, más apasionadamente preocupada por la suerte de la humanidad, más lanzada al servicio del mundo.

Fomentar la corresponsabilidad

El diálogo fe-cultura desde unas sólidas convicciones.

La CA debe apuntar al discernimiento de los servicios o ministerios de los creyentes.

La CA posee una valencia vocacional de gran alcance.

La CA no se identifica con la formación de los agentes pastorales, pero posee dimensiones que las asimilan.

Esquemas mentales y vitales

consolidados resistentes al cambio

Resultado de esfuerzo,

adaptación y síntesis

personal

Diferencias entre

hombres y mujeres

Sin hábito de introspección

ni de comunicación, pero

con “ganas” de

comunicación

Muchas vivencias, no

siempre elaboradas

Heterogeneidad: nivel

cultural, sensibilidad,

contexto social

Las crisis de la mitad de

la vida

Diferentes

recorridos

vitales

•Nada desde la infancia

•Los sacramentos como sustento continuado

•Vivencias infantiles y juveniles significativas, y

parón en la edad adulta

•De la fe sociológica a la increencia sociológica

•Abandono progresivo y no doloroso de la fe

•Cultivo adulto de la fe, vinculación a instituciones,

grupos o comunidades

Posibles factores

distorsionadores

•Experiencias negativas

•Distanciamiento de la moral de la

Iglesia

•Estereotipos sobre la fe o la Iglesia

•Subjetivismo

• Expresarse

• Compartir entre

iguales: a todos nos

pasa lo mismo

• Encontrar orientación y

recetas para la educación

de sus hijos

• acompañar la

preparación de sus hijos a

la Comunión

•“Ponerse al día” en materia de

religión

• Recuperar lo que se dejó

los límites...

Clara

Diferenciada

Dirigida más a la maduración en la fe

del adulto que a su tarea como

educador

Realista

Abierta a todo tipo de personas y

situaciones

No agresiva

5 principios de pedagogía catequética

EL ADULTO ES

CAPAZ DE

DIRIGIRSE ÉL

SOLO

PRIMER PRINCIPIO DE PEDAGOGÍA CATEQUÍSTICA

Para ayudar al adulto a realizar una experiencia significativa en el campo de la fe hay que dejarle la responsabilidad de su aprendizaje.

CONSECUENCIAS CATEQUÍSTICAS PRÁCTICAS

a) EL CATEQUISTA PRESTA A LOS ADULTOS UN SERVICIO MEJOR SI LES ASOCIA A LAS PRINCIPALES ETAPAS DE SU CATEQUESIS.

b) LA RELACIÓN QUE ENTABLA EL CATEQUISTA CON LOS ADULTOS PUEDE SER DEFINIDA COMO UNA “RELACIÓN DE AYUDA” RESPECTO A ADULTOS, QUE SON CAPACES DE DIRIGIRSE SOLOS.

EL ADULTO APRENDE A

PARTIR DE SU EXPERIENCIA

SEGUNDO PRINCIPIO DE PEDAGOGÍA CATEQUÍSTICA

Para ayudar a un adulto a realizar un progreso significativo en el campo de la fe, hay que hacer referencia a su experiencia.

CONSECUENCIAS CATEQUÍSTICAS PRÁCTICAS

a) EL CATEQUISTA ADOPTARÁ AQUELLAS ACTITUDES Y

AQUELLOS MEDIOS QUE MANIFIESTAN AL ADULTO QUE SU

EXPERIENCIA ES REALMENTE CONOCIDA Y VALORADA.

b) EL CATEQUISTA RECORDARÁ QUE LA EXPERIENCIA DE LOS

ADULTOS PUEDE INFLUIR DE DIVERSAS MANERAS EN EL

APRENDIZAJE RELIGIOSO.

EL ADULTO APRENDE A PARTIR DE

NECESIDADES

TERCER PRINCIPIO DE PEDAGOGÍA CATEQUÍSTICA

Para ayudar a un adulto a realizar un progreso significativo en el campo de la fe hay que tener en cuenta las necesidades y los intereses de orden religioso propios de una etapa particular de su vida o de las funciones que asume en ese momento.

CONSECUENCIAS CATEQUÍSTICAS PRÁCTICAS

a) CUANDO SE PROYECTA UNA ACTIVIDAD EDUCATIVA CON LOS ADULTOS, ES MÁS EFICAZ QUE PRIMEN LAS NECESIDADES Y LOS INTERESES LIGADOS A SUS FUNCIONES QUE NO LA LÓGICA DEL CONTENIDO O LAS NECESIDADES DE LA INSTITUCIÓN.

b) EL EDUCADOR DE LA FE SERÁ MÁS SENSIBLE A LAS NECESIDADES DE LOS ADULTOS SI ÉL MISMO ES CONSCIENTE DE LA EVOLUCIÓN DE SUS PROPIAS FUNCIONES Y DE LA FASE DE VIDA EN QUE SE ENCUENTRA.

EL ADULTO NECESITA PERCIBIR LA UTILIDAD DE LO

QUE HACE

CUARTO PRINCIPIO DE PEDAGOGÍA CATEQUÍSTICA

Para ayudar a un adulto a realizar un progreso significativo en el campo de la fe hay que respetar su deseo de percibir la utilidad de la propuesta de aprendizaje.

CONSECUENCIAS CATEQUÍSTICAS PRÁCTICAS

a) EL CATEQUISTA ES INVITADO A ORGANIZAR LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN EN FUNCIÓN DE LOS PROBLEMAS DE LOS ADULTOS.

b) HACER DE TAL MANERA QUE CADA ENCUENTRO COMPORTE ELEMENTOS NUEVOS QUE EL ADULTO PUEDA APRENDER

EL APRENDIZAJE DEL ADULTO ESTÁ

ESTRECHAMENTE LIGADO A SU

RELACIÓN CON EL TIEMPO.

QUINTO PRINCIPIO DE PEDAGOGÍA CATEQUÍSTICA

Para ayudar a un adulto a realizar un progreso significativo en el campo de la fe hay que respetar los límites de su tiempo y proponer una utilización óptima y concordada de este precioso recurso.

CONSECUENCIAS CATEQUÍSTICAS PRÁCTICAS

a) ANTES DE COMENZAR, DETERMINAR CLARAMENTE EL TIEMPO QUE SE VA A EMPLEAR EN LA FORMACIÓN

b) PROPONER ACTIVIDADES QUE PERMITAN A LOS PARTICIPANTES ENTREVER, CON LA MAYOR RAPIDEZ POSIBLE, LA UTILIDAD DE LO QUE HAN APRENDIDO.

c) NO SOBRECARGAR JAMÁS UN ENCUENTRO. EN LOS ENCUENTROS VESPERTINOS O DE FINES DE SEMANA, PARTICIPAN PERSONAS YA CANSADAS Y LLENAS DE COMPROMISOS, LABORALES O DE OTRO TIPO.

d) COMENZAR Y TERMINAR A LA HORA ESTABLECIDA

Un adulto que tenga o pueda llegar a tener credibilidad

Con formación suficiente como para enriquecer la visión

que los adultos tienen sobre los temas

Las actitudes básicas de acogida incondicional y de respeto

La claridad y la sencillez de lenguaje, evitando tecnicismos

El aspecto testimonial de sus intervenciones, utilizado con

humildad y discreción

La creación de un ambiente distendido y familiar

El ser aglutinante entre personas y situaciones heterogéneas

El seguimiento del funcionamiento de los grupos y el contacto

personal con los adultos

1. ACOGER

- Sería mejor salir.

- Acogemos no “sermoneamos”

- Acoger implica actitud: organizar horarios, personas,

información, dar respuesta, escuchar, entrar en su

mundo…

2.- Hoy como ayer… “no encontraron sitio en la posada” Lc

2,7.

- Quizá no encuentran su lugar en la Iglesia

- Refrescar la vida aterrizar en lo cotidiano

- Hacer un lugar al adulto: el terreno fundamental de la

evangelización es la existencia, la vida de todos los días.

3. ¿LES DAMOS LO QUE PIDEN? ¿EVANGELIZAMOS

LA DEMANDA?

- Constataciones

- Despertar el deseo de Dios, a veces es el “minimum

maximum”

4.- NUNCA ES TARDE… aprovechar toda ocasión… a

tiempo y a destiempo

- Diversidad de itinerarios

5.- ECHAR LAS REDES…

- Además de lo que estamos haciendo, aprender a “echar

las redes” en otras aguas o de otra manera.

- No todo es “marketing”, pero la buena presentación

también hace. Cuidar la invitación y solicitud personal.

6.- MÁS PROFUNDIDAD

- ¡Dadnos profundidad! La dimensión perdida.

- Dar respuestas a preguntas reales significatividad

- En relación a la fe: ir al corazón, a lo nuclear de la

experiencia cristiana iniciación por “inmersión”

- Razones para creer…esperar, amar

- Pasar el umbral: acompañar a tomar las riendas de la

vida… paso a paso

7.- BUSCAR Y DAR RESPUESTAS NOS CAMBIA

UNA OPORTUNIDAD… LO QUE ESTÁIS

HACIENDO… VELAD Y ORAD

NO APAGAR EL PÁBILO VACILANTE.

“todo es por Cristo oportuno”

•¿Qué podemos esperar?

un tiempo empleado en hablar “de lo que no solemos hablar”,

tocando las profundidades de la vida

un contacto gratificante con la fe y con la Iglesia

una forma nueva y enriquecedora de ver y de sentir la fe desde la

perspectiva adulta

un apetito por continuar con algo más

un enriquecimiento de la vida de fe

un testimonio

Y tú adulto: padre, madre,

trabajador…

¿Quién dices que soy yo?

Vive mirando con

gratitud el pasado,

poniendo pasión en

el presente,

sembrando

esperanza en el

futuro....

Porque en Él

vivimos, nos

movemos y

existimos

MUCHAS GRACIAS...

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