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Semana del 14 al 20 de Septiembre
2015
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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GRACIAS!!
[Canción 50][E. Libro] [Inicio]
[ 10 ][ 11 ][ 12 ][ 13 ][ 14 ][ 15 ][ 16 ][ 17 ][ 18 ]
cl cap. 30 párrs. 10-18 (30 min.)
10. ¿Cómo nos ayuda el amor a sostener la verdad
con nuestras palabras y acciones, aun cuando no
sea fácil hacerlo?
[ 10 ] [Textos] “El amor [...] se regocija con la
verdad.” O como dice cierta versión inglesa,
“gozosamente toma partido por la verdad”. Por
consiguiente, es una cualidad que nos mueve a
sostener la verdad y “habl[ar] verazmente unos con
otros” (Zacarías 8:16). Por ejemplo, si un ser querido
comete un pecado grave, el amor a Jehová —y
también al transgresor— nos ayudará a respaldar las
normas divinas, en vez de tratar de ocultar o excusar
su ofensa recurriendo incluso a la mentira. Es cierto
que la realidad quizás sea difícil de afrontar. Pero si
tenemos presente lo que más beneficiará al ser
querido, desearemos que reciba la amorosa disciplina
de Dios y actúe en consecuencia (Proverbios 3:11,
12). Además, el amor hace que los cristianos
queramos “comportarnos honradamente en todas las
cosas” (Hebreos 13:18).
11. Dado que “todas las cosas las soporta” el
amor, ¿qué debemos tratar de hacer con los
defectos de nuestros hermanos en la fe?
[ 11 ] [Textos] “Todas las cosas las soporta [el
amor].” Esta frase significa literalmente que “lo cubre
todo” (Magaña). Como señala 1 Pedro 4:8, “el amor
cubre una multitud de pecados”. De forma que el
cristiano que se rige por esta cualidad no está ansioso
por sacar a relucir las imperfecciones y defectos de
sus hermanos en la fe. En muchos casos, los errores
que cometen son de poca monta y pueden taparse
con el amor (Proverbios 10:12; 17:9).
12. ¿Cómo mostró Pablo que confiaba en las
intenciones de Filemón, y qué aprendemos del
ejemplo del apóstol?
[ 12 ] [Textos] “Todas las cosas [...] las cree [el
amor].” O, según otra versión, “cree todo,
interpretando todo en buen sentido” (Garofalo, nota).
Así pues, no andamos siempre sospechando de
nuestros hermanos en la fe, poniendo en duda sus
intenciones. El amor nos ayuda a ‘interpretar en buen
sentido’ lo que hacen y a fiarnos de ellos.* Nota:
Tomemos por ejemplo la carta de Pablo a Filemón. El
apóstol le escribió para exhortarlo a que recibiera de
vuelta amablemente a su esclavo fugitivo Onésimo,
que se había hecho cristiano. En vez de presionar a
Filemón, Pablo le rogó basándose en el amor. Ya que
contaba con que Filemón tomaría la decisión
correcta, le dijo: “Confiando en tu anuencia, te
escribo, pues sé que harás aún más de las cosas que
digo” (versículo 21). Cuando el amor nos mueve a
demostrar que estamos tan seguros de nuestros
hermanos, sacamos a flote sus mejores cualidades.
Nota: Claro está, el amor cristiano no es en modo alguno
crédulo. La Biblia nos exhorta a que “vigile[mos] a los que
causan divisiones y ocasiones de tropiezo” y “los
evite[mos]” (Romanos 16:17).
El amor nos mueve a confiar en nuestros hermanos
13. ¿Cómo demostramos que tenemos las mejores
expectativas sobre nuestros hermanos?
[ 13 ] [Textos] “Todas las cosas [...] las espera [el
amor].” En efecto, esta cualidad no solo alienta la
confianza, sino también la esperanza. Nos mueve a
tener las mejores expectativas sobre nuestros
hermanos. Por ejemplo, si uno de ellos da “algún paso
en falso antes que se dé cuenta”, esperamos que
responda a los amorosos esfuerzos que se hagan por
reajustarlo (Gálatas 6:1). También abrigamos el
deseo de que se recuperen los débiles en la fe. Somos
pacientes con ellos y hacemos lo posible para que se
fortalezcan (Romanos 15:1; 1 Tesalonicenses 5:14).
Hasta cuando se descarría un ser querido, no
perdemos las esperanzas de que un día recapacite y
regrese a Jehová, tal como el hijo pródigo de la
parábola de Jesús (Lucas 15:17, 18).
14. ¿De qué maneras pudiera ponerse a prueba
nuestro aguante en la congregación, y cómo nos
ayudará el amor a responder debidamente?
[ 14 ] [Textos] “Todas las cosas [...] las aguanta [el
amor].” El aguante, que nos permite mantenernos
firmes a pesar de las desilusiones y dificultades, no
solo se ve sometido a prueba por los de fuera de la
congregación, sino también por los de dentro. Como
estos son imperfectos, es probable que nos
decepcionen a veces. Quizás alguien nos lastime con
un comentario desconsiderado (Proverbios 12:18). O
tal vez no se atienda un asunto de la congregación
como nos parece oportuno. Es posible que nos
perturbe la conducta de un hermano respetado y que
nos preguntemos cómo puede actuar un cristiano de
esa manera. Ante tales situaciones, ¿nos apartaremos
de la congregación y dejaremos de servir a Jehová? Si
tenemos amor, no. Esta virtud impide que los
defectos de un hermano nos cieguen al grado de no
ver nada bueno en él o en los demás como
colectividad. Así, nos permite seguir siendo fieles a
Dios y respaldar a la congregación sin importar lo
que haga o diga una persona imperfecta como
nosotros (Salmo 119:165).
Qué no es el amor
15. ¿Qué son los celos, y cómo nos ayuda el amor a
vencer este sentimiento destructivo?
[ 15 ] [Textos] “El amor no es celoso.” Los celos se
definen como la envidia de lo que tienen los demás,
sean pertenencias, privilegios o habilidades. Si no lo
dominamos, este sentimiento egoísta y destructivo
podría perturbar la paz de la congregación. ¿Qué nos
ayudará a resistir la “tendencia hacia la envidia”?
(Santiago 4:5.) En una palabra, el amor. Gracias a esta
preciosa virtud, nos alegraremos con quienes quizás
tengan ventajas de las que carezcamos nosotros y no
tomaremos como afrentas personales los
reconocimientos que reciban los demás por sus
habilidades o logros excepcionales (Romanos 12:15).
16. ¿Por qué evitaremos presumir de nuestros
logros en el servicio de Jehová si de verdad
queremos a nuestros hermanos?
[ 16 ] [Textos] “El amor [...] no se vanagloria, no se
hincha.” Es decir, no nos permite alardear de
nuestros talentos o logros. Si de verdad queremos a
nuestros hermanos, ¿cómo vamos a andar
presumiendo siempre del éxito que tenemos en el
ministerio o de nuestros privilegios en la
congregación? Tal jactancia puede desanimar a los
demás y hacerlos sentir inferiores. Por lo tanto, el
amor impide que nos vanagloriemos de lo que Dios
nos concede efectuar en su servicio (1 Corintios 3:5-
9). Además, “no se hincha”, o, como dice la versión de
Gabriel Quijano, “no se [deja] arrastrar de la
vanidad”, lo que evita que abriguemos ideas muy
elevadas de nosotros mismos (Romanos 12:3).
17. Si tenemos amor, ¿qué consideración
tendremos por el prójimo y qué clase de
comportamiento evitaremos?
[ 17 ] [Textos] “El amor [...] no se porta
indecentemente.” La conducta indecente es impropia
u ofensiva. Es desamorada, pues no se preocupa lo
más mínimo por los sentimientos y el bienestar del
prójimo. Por otro lado, el amor conlleva una gentileza
que nos impulsa a ser considerados con nuestros
semejantes. Además, fomenta los buenos modales, la
conducta piadosa y el respeto por nuestros hermanos
en la fe. De este modo, no nos permite participar en
“comportamiento vergonzoso”, o sea, en acciones que
escandalicen u ofendan a otros cristianos (Efesios
5:3, 4).
18. ¿Por qué no exige la persona amorosa que
todo se haga a su manera?
[ 18 ] [Textos] “El amor [...] no busca sus propios
intereses.” Una versión en inglés traduce así la frase:
“El amor no insiste en salirse con la suya”. La persona
amorosa no exige que todo se haga a su manera,
como si sus opiniones fueran infalibles, ni tampoco
manipula a la gente, valiéndose de la persuasión para
lograr que se rindan quienes no piensan como ella.
Esa actitud terca revelaría un cierto orgullo, y la
Biblia dice: “El orgullo está antes de un ruidoso
estrellarse” (Proverbios 16:18). Si de verdad amamos
a nuestros hermanos, respetaremos sus opiniones y,
siempre que sea posible, mantendremos la
disposición a ceder, una disposición que está en
armonía con las siguientes palabras de Pablo: “Que
cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la
de la otra persona” (1 Corintios 10:24).
[E.M.T] [Inicio]
[P.S] [Nº1] [Nº2] [Nº3]
[P.S] Lectura de la Biblia: 2 Reyes 16 a 18 | Puntos
Sobresalientes
Respuestas a preguntas bíblicas:
18:19-21, 25. ¿Había entrado Ezequías en una alianza con Egipto? No. Las acusaciones que lanzó Rabsaqué eran falsas, al igual que la afirmación de que contaba con la “autorización de parte de Jehová”. El leal rey Ezequías confió únicamente en Jehová.
[Nº1] 2 Reyes 17:12-18
12 y continuaron sirviendo a ídolos estercolizos,
acerca de los cuales Jehová les había dicho: “Ustedes no deben hacer esta cosa”;
13 y Jehová siguió
advirtiendo a Israel y Judá por medio de todos sus profetas [y] todo hombre de visiones, diciendo: “Vuélvanse de sus malos caminos y guarden mis mandamientos, mis estatutos, conforme a toda la ley que mandé a sus antepasados y que he enviado a ustedes por medio de mis siervos los profetas”;
14 y ellos
no escucharon, sino que siguieron endureciendo la cerviz como la cerviz de sus antepasados que no habían ejercido fe en Jehová su Dios;
15 y continuaron
rechazando sus disposiciones reglamentarias y su pacto que él había celebrado con sus antepasados y sus recordatorios con que les había dado advertencia, y se pusieron a seguir vanos ídolos y se hicieron vanos ellos mismos, aun en imitación de las naciones que estaban todo en derredor de ellos, respecto de las cuales Jehová les había mandado que no hicieran lo mismo que ellas;
16 y siguieron dejando todos los mandamientos de
Jehová su Dios, y procedieron a hacerse estatuas fundidas, dos becerros, y a hacer un poste sagrado, y empezaron a inclinarse ante todo el ejército de los cielos y a servir a Baal;
17 y continuaron haciendo pasar a sus
hijos y a sus hijas por el fuego y practicando la adivinación y buscando agüeros, y siguieron vendiéndose a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová, para ofenderlo;
18 por lo tanto Jehová se enojó mucho contra Israel,
de modo que los quitó de su vista. No dejó que ninguno quedara, sino la tribu de Judá sola.
[Nº2] ¿Cómo aprovechar al máximo la lectura de la
Biblia? (igw pág. 32)
PREGUNTA 20 ¿Cómo aprovechar al máximo la lectura de la Biblia?
CUANDO LEA UN PASAJE DE LA BIBLIA, PREGÚNTESE:
¿Qué me enseña sobre Dios?
¿Qué relación tiene con el tema central de la Biblia?
¿Qué aprendo yo de esto?
¿Cómo puedo usar este pasaje para ayudar a otros?
“Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.”
(Salmo 119:105)
[Nº3] Ébed-mélec. Tema: Sea valiente y muestre
respeto a los siervos de Jehová (it-1 pág. 727)
ÉBED-MÉLEC
(Siervo del Rey).
Eunuco etíope de la casa del rey Sedequías que demostró por su proceder que estaba en total acuerdo con la obra de Jeremías, el profeta de Jehová. Cuando los príncipes de Judá acusaron falsamente a Jeremías de sedición, Sedequías entregó al profeta en sus manos. Entonces, estos príncipes tomaron a Jeremías y le arrojaron en la cisterna cenagosa de Malkiya, en el Patio de la Guardia, para que muriese allí sin alimento. (Jer 38:4-6.) Valerosamente, Ébed-mélec se dirigió en público al rey, que estaba sentado en la Puerta de Benjamín, para presentar una petición a favor de Jeremías, a pesar de lo peligroso que podía ser debido al profundo odio que se tenía a la figura del profeta y a su mensaje. Sedequías respondió de modo favorable. De modo que Ébed-mélec, por orden del rey, llevó 30 hombres a la cisterna y bajó sogas con trapos gastados y pedazos de tela para que Jeremías se los pusiese debajo de las axilas, con el fin de subirle de la cisterna. (Jer 38:7-13.) Es probable que Sedequías no mandase a Ébed-mélec tomar 30 hombres consigo porque todos fuesen necesarios para sacar a Jeremías de la cisterna, sino para que pudieran enfrentarse a cualquier posible interferencia de los príncipes o los sacerdotes. Debido a este acto justo hacia su profeta, Jehová le aseguró a Ébed-mélec por medio de Jeremías, que no perecería durante el sitio babilonio, sino que se le proveería escape. (Jer 39:15-18; véase EUNUCO.)
[R. Servicio] [Inicio]
Reunión de Servicio
Tema del mes: Demos “testimonio cabal de las
buenas nuevas” (Hechos 20:24).
Canción 23
10 min. Demos “testimonio cabal de las buenas
nuevas”. Discurso basado en el tema del mes y en el
capítulo 1, párrafos 1 a 11 del libro “Testimonio
cabal” (Hech. 20:24).
Capítulo 1
“Vayan [...] y hagan discípulos”
Examen general de Hechos de Apóstoles y su
relevancia para nosotros
1-6. Muestre con una experiencia que los Testigos
predican en circunstancias muy diversas.
REBECCA, joven Testigo de Ghana, ha adoptado la
escuela como campo de predicación. Por eso siempre
carga en la mochila publicaciones bíblicas y
aprovecha los recreos para dar testimonio de su fe.
De hecho, ya está impartiendo lecciones de la Biblia a
varias estudiantes.
2 En la isla de Madagascar, al este del continente
africano, un matrimonio de precursores camina 25
kilómetros (15 millas) bajo el sol tropical cada vez
que van a un pueblo apartado a dar varias clases
bíblicas.
3 A fin de llevar el mensaje a la población ribereña de
los ríos Paraguay y Paraná, un grupo de Testigos
paraguayos y de otras quince nacionalidades han
construido un barco con una capacidad de 127
metros cúbicos (4.500 pies cúbicos). Esta vivienda
flotante, que admite doce pasajeros, permite a los
fervorosos predicadores difundir las buenas nuevas
del Reino por regiones que antes quedaban fuera de
su alcance.
4 En torno al círculo polar ártico, los Testigos de
Alaska sacan buen partido a la temporada veraniega.
En los meses más cálidos, cuando llegan cruceros con
turistas de muchos países, se sitúan en los muelles
con exhibidores bien surtidos de atrayentes
publicaciones en diversos idiomas. En esa región, la
avioneta es un medio casi indispensable para
diseminar las buenas nuevas entre las etnias
aleutiana, atabascana, chimesiana y coluchana.
5 Larry es un texano que atiende un territorio muy
especial: la residencia de ancianos donde vive.
Aunque un accidente lo ha dejado reducido a una silla
de ruedas, no está ocioso. Habla con todos del
mensaje del Reino, lo que incluye su esperanza de
volver a caminar (Isa. 35:5, 6).
6 Un grupo de Testigos viajó tres días en
transbordador desde Mandalay para asistir a una
asamblea en el norte de Myanmar (antes Birmania).
Deseosos de predicar, llevaron consigo información
bíblica para ofrecérsela a los demás viajeros. Y cada
vez que el barco hacía escala, los celosos
evangelizadores bajaban a tierra y hacían un rápido
recorrido distribuyendo publicaciones. A su regreso
se encontraban con un territorio renovado, ya que
habían subido nuevos pasajeros.
7. ¿De qué formas proclaman el Reino los siervos
de Jehová, y qué objetivo persiguen?
7 Basta con estos ejemplos para constatar que los
dinámicos siervos de Jehová están “dando testimonio
cabal respecto al reino de Dios” por todo el mundo
(Hech. 28:23). Abordan a las personas de casa en
casa, en la calle y por teléfono. Y no pierden ocasión
de hablarles cuando viajan en autobús, caminan por
el parque o hacen una pausa en el trabajo. En fin,
emplean métodos muy diversos, pero siempre con el
mismo objetivo: anunciar las buenas nuevas
dondequiera que haya gente (Mat. 10:11).
8, 9. a) ¿Por qué es todo un milagro el avance
incontenible de la predicación del Reino? b) ¿Qué
pregunta tenemos que plantearnos, y qué
debemos hacer para contestarla?
8 ¿Qué puede decirse de usted, apreciado lector? ¿Es
uno de los millones de evangelizadores que realizan
su labor en más de 235 países? Si así es, está
aportando su granito de arena al fascinante
desarrollo de la predicación del Reino, una obra
internacional que es todo un milagro. Superando
proscripciones, persecuciones y otros terribles
obstáculos, los testigos de Jehová estamos
consiguiendo que personas de todas las naciones
reciban un “testimonio cabal”, sí, un testimonio
completo y exhaustivo acerca del Reino de Dios.
9 Al repasar el avance incontenible de la predicación,
es imposible no preguntarse: ¿por qué no logra
detenerla nadie, ni el mismo Diablo? Para responder
a esta pregunta, debemos remontarnos al siglo I de
nuestra era, pues los testigos de Jehová de la
actualidad no estamos haciendo más que proseguir
con una labor que dio comienzo entonces.
Una comisión de largo alcance
10. ¿A qué obra se entregó Jesús, y qué sabía
acerca de ella?
10 El Fundador de la congregación cristiana se
entregó a la difusión de las buenas nuevas por entero,
sin escatimar energías ni recursos. De hecho, señaló:
“Tengo que declarar las buenas nuevas del reino de
Dios, porque para esto fui enviado” (Luc. 4:43). Pero
Jesús sabía muy bien que él nunca acabaría la obra
que estaba iniciando, pues, como indicó poco antes de
morir, el mensaje debía propagarse por “todas las
naciones” (Mar. 13:10). Entonces, ¿quiénes se
encargarían de hacerlo, y de qué manera?
11. ¿Qué gran comisión dio Jesús a sus discípulos,
y qué apoyo les prometió?
11 Una vez resucitado, Jesús se apareció a sus
discípulos y les entregó una gran comisión: “Vayan,
por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del
Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar
todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!,
estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión
del sistema de cosas” (Mat. 28:19, 20). Al decir “estoy
con ustedes”, Cristo indicó que ellos tendrían su
apoyo al predicar el Reino y hacer discípulos. Y sin
duda les haría falta, pues ya les había advertido que
iban a sentir el “odio de parte de todas las naciones”
(Mat. 24:9). Además, les explicó que contarían con un
refuerzo adicional. Justo antes de ascender al cielo,
prometió enviarles espíritu santo y darles así las
fuerzas necesarias para ser sus testigos “hasta la
parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8).
20 min. “Mejore sus habilidades en el ministerio: en
territorios de negocios.” Análisis con el auditorio.
Incluya dos demostraciones breves. En la primera, el
publicador no tiene mucho tacto al hablar con el
encargado del negocio. Sin embargo, en la segunda, el
publicador es prudente. Pregunte al auditorio por
qué la segunda manera es más eficaz.
Mejore sus habilidades en el ministerio: en
territorios de negocios
Por qué es importante. Como la mayoría de las
personas trabajan durante muchas horas cada día, lo
mejor es llevarles el mensaje del Reino a su lugar de
empleo. Predicar en territorios de negocios suele ser
ameno y productivo, pues siempre encontramos a las
personas y, además, quienes trabajan allí reciben
bien a los que ven como posibles clientes. Para que la
predicación en este tipo de territorios sea eficaz, los
publicadores deben ser prudentes y ejemplares en su
forma de vestir y arreglarse (2 Cor. 6:3). El
superintendente de servicio tiene que supervisar con
atención con cuánta frecuencia se predica en los
territorios de negocios y quién lo hace.
Cómo hacerlo:
Prepare una presentación breve. Si habla demasiado
tiempo con un trabajador, quizás esté cerrando la
puerta a futuras conversaciones con él.
Visite los negocios durante las horas de menos
trabajo, por ejemplo, al comienzo de la jornada
laboral.
Trate de hablar primero con el encargado y sea
amable. Podría decirle algo así: “Estamos visitando
brevemente a las personas en sus lugares de trabajo
porque es más fácil contactar con ellos así”. En unos
pocos minutos, presente un tratado, las revistas u
otra publicación. Es mejor no mencionar el sistema
de donaciones a menos que nos pregunten cómo se
financia nuestra obra, pues no queremos que nos
confundan con vendedores.
Si el encargado es amable, pídale permiso para hablar
de manera breve con los demás trabajadores. En
algunos lugares de empleo, quizás sea buena idea
preguntar si podemos dejar algunas publicaciones en
la sala de descanso.
Sea prudente y flexible. Por ejemplo, si alguien está
hablando con un cliente o está ocupado, es mejor que
esperemos a que esté libre antes de presentarnos.
Intente esto durante el mes:
En la Noche de Adoración en Familia, ensaye una
presentación que pudiera utilizar si predica en
territorio de negocios.
Canción 96 y oración
CANCION 63 [Atalaya] [Inicio]
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Sea leal al Reino de Dios
“Ellos no son parte del mundo.” (JUAN 17:16)
CANCION 129
¿SABE LA RESPUESTA? ¿Por qué no se mezclaba Jesús en los conflictos de este mundo? ¿Sobre qué tema sí debemos tener una preferencia clara los cristiano s? ¿Cómo podemos prepararnos para ser leales a Jehová y su Reino? 1, 2. a) ¿Por qué debemos ser leales a Dios, y por
qué es necesario ser neutrales para ser leales?
(Vea la ilustración del principio.) b) ¿A qué cosas
son leales muchas personas? c) ¿Qué problemas
suelen causar esas lealtades?
[ 1 ] [Textos] LOS cristianos debemos ser leales y
neutrales no solo en tiempos de guerra, sino también
en tiempos de paz. ¿Por qué? Porque al dedicarnos a
Dios le prometimos lealtad, amor y obediencia (1
Juan 5:3). Hemos de obedecer las justas normas de
Jehová sea cual sea nuestro país, nuestra crianza o
nuestra cultura. Tenemos que ser leales a Jehová y a
su Reino sobre todas las cosas, lo cual exige que
seamos neutrales, o sea, que no nos mezclemos en los
conflictos de este mundo (Mat. 6:33; Is. 2:4; lea Juan
17:11, 15, 16).
[ 2 ] [Textos] Muchas personas que no son testigos
de Jehová harían lo que fuera por su país, su región,
su raza y hasta por su equipo. Pero esa lealtad ha
causado rivalidades y, en algunos casos extremos,
matanzas y genocidios, lo cual nos afecta a nosotros y
a nuestras familias, pues no podemos salirnos de este
mundo. O a veces podríamos sentirnos indignados
por las malas decisiones que toman los gobiernos,
pues todos hemos nacido con un sentido de la justicia
(Gén. 1:27; Deut. 32:4). ¿Cómo reaccionamos en tales
circunstancias? Es muy fácil dejarnos atraer por esos
temas y ponernos a favor de unos o de otros.
3, 4. a) ¿Por qué no se mezclan los cristianos en
los conflictos de este mundo? b) ¿De qué tratará
este artículo?
[ 3 ] [Textos] Los gobiernos de hoy presionan a sus
ciudadanos para que los apoyen cuando surgen
conflictos, pero los cristianos no podemos ceder a la
presión. Nosotros no nos mezclamos en los conflictos
políticos de este mundo ni tomamos las armas (Mat.
26:52). Nos negamos a aceptar que unas partes del
mundo de Satanás sean mejores que otras (2 Cor.
2:11). Como no somos parte de este mundo, nos
mantenemos neutrales (lea Juan 15:18, 19).
[ 4 ] [Textos] Sin embargo, como somos imperfectos,
es posible que sigamos teniendo sentimientos
negativos hacia las personas que son distintas a
nosotros (Jer. 17:9; Efes. 4:22-24). Este artículo nos
ofrecerá sugerencias prácticas para ayudarnos a
superar esos sentimientos. También veremos cómo
educar nuestra mente y nuestra conciencia a fin de
ser leales al Reino de Dios cuando las circunstancias
lo exijan.
POR QUÉ NO NOS MEZCLAMOS EN LOS
CONFLICTOS DE ESTE MUNDO
5, 6. a) ¿Cómo sabemos que Jesús no se dejó
influenciar por la forma de pensar de su época?
b) ¿Por qué no se dejó influenciar Jesús?
[ 5 ] [Textos] Si no está seguro de cómo reaccionar
en determinada situación, pregúntese: “¿Qué haría
Jesús en mi lugar?”. El país en el que vivió Jesús
estaba formado por personas de diferentes regiones,
como Judea, Galilea y Samaria. Y la Biblia muestra que
había tensiones entre ellas (Juan 4:9). También había
tensiones entre los fariseos y los saduceos; entre la
gente y los recaudadores de impuestos, y entre los
que habían estudiado en las escuelas rabínicas y los
que no (Hech. 23:6-9; Mat. 9:11; Juan 7:49). Por si
fuera poco, los judíos estaban muy resentidos con los
dirigentes políticos, que eran romanos. Pero aunque
Jesús enseñaba la verdad y reconocía que Israel era
una nación especial para Jehová, nunca enseñó a sus
discípulos a creerse mejores ni a despreciar a las
personas (Juan 4:22). Al contrario, les mandó que las
vieran como su prójimo y que las amaran (Luc.
10:27).
[ 6 ] [Textos] ¿Por qué no se dejó influenciar Jesús
por la mentalidad de los judíos de su época? Porque
ni él ni su Padre están de acuerdo con las luchas de
este mundo. Cuando Jehová creó a Adán y a Eva, su
intención era que poblaran la Tierra (Gén. 1:27, 28).
Él hizo a los seres humanos con la capacidad de
producir todas las razas que existen hoy. Por eso no
tiene razas, países ni idiomas preferidos; y Jesús
tampoco (Hech. 10:34, 35; Rev. 7:9, 13, 14). Nosotros
debemos seguir su ejemplo (Mat. 5:43-48).
7, 8. a) ¿En qué tema debemos tener una
preferencia clara? b) ¿Qué sabemos los cristianos
sobre las dificultades que atraviesa este mundo?
[ 7 ] [Textos] Ahora bien, hay un tema en el que sí
debemos tener una preferencia clara: la cuestión de
la soberanía universal. Esa cuestión surgió en el
jardín de Edén cuando el Diablo dijo que Jehová no
tenía derecho a gobernar a la humanidad y que él
podía hacerlo mejor. Hoy día, cada uno de nosotros
debe decidir de parte de quién se pondrá: de parte de
Jehová o del Diablo. ¿Qué hay de usted? ¿Prefiere
ponerse del lado de Jehová y obedecer sus normas, o
prefiere hacer las cosas a su manera? ¿Está
convencido de que el Reino es la única solución a los
problemas de la humanidad, o cree que el hombre
será capaz de resolverlos? (Gén. 3:4, 5.)
[ 8 ] [Textos] Es importante que tenga clara la
respuesta a estas preguntas, pues alguien podría
pedirle su opinión sobre un problema social o
político, o sobre otro tema polémico. Hay políticos
que llevan años luchando por encontrar soluciones a
las dificultades que enfrenta la humanidad, y nadie
niega que sus intenciones sean buenas. Sin embargo,
los cristianos sabemos que el Reino de Dios es el
único gobierno capaz de poner remedio a esas
dificultades y garantizar justicia para todos. Debemos
confiar en él. Imagínese qué pasaría si cada uno de
nosotros ofreciera su propia solución. ¿Verdad que
las congregaciones terminarían divididas?
9. a) ¿Qué problema hubo en la congregación de
Corinto? b) ¿Qué les aconsejó Pablo que hicieran
para remediar el problema?
[ 9 ] [Textos] Veamos qué hicieron los cristianos del
siglo primero cuando surgió un asunto que dividió a
la congregación. En Corinto, algunos hermanos
comenzaron a decir: “Yo pertenezco a Pablo”. Otros
decían: “Yo a Apolos”, o “yo a Cefas”, o “yo a Cristo”.
No sabemos por qué estaban diciendo eso, pero Pablo
no estaba nada contento: “El Cristo existe dividido”,
les escribió. ¿Qué hizo para ayudarlos a razonar? Les
dijo: “Los exhorto, hermanos, por el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, a que todos hablen de
acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino
que estén aptamente unidos en la misma mente y en
la misma forma de pensar”. Tampoco hoy día debe
haber divisiones entre nosotros (1 Cor. 1:10-13; lea
Romanos 16:17, 18).
10. ¿Qué ejemplo usó Pablo para explicar por qué
no debemos meternos en los conflictos de este
mundo?
[ 10 ] [Textos] Pablo les recordó a los cristianos
ungidos que ellos eran ciudadanos de los cielos, de
modo que no debían distraerse con “las cosas de la
tierra” (Filip. 3:17-20).* Nota: Eran embajadores de
Cristo, sus representantes en la Tierra, y los
embajadores no se meten en los asuntos internos de
los países a los que han sido enviados (2 Cor. 5:20).
En cuanto a los cristianos que vivirán en la Tierra,
ellos son súbditos del Reino de Dios, por lo que
tampoco deberían mezclarse en los conflictos de este
mundo.
Nota: Como Filipos era una colonia de Roma, puede que
algunos miembros de la congregación tuvieran la
ciudadanía romana y, por tanto, tenían más derechos que
los demás hermanos.
PREPÁRESE DESDE AHORA
11, 12. a) ¿Qué situaciones pueden hacer que sea
difícil mantenerse leal al Reino de Dios? b) ¿Qué
situación vivió Mirjeta? c) ¿Cómo superó sus
sentimientos negativos?
[ 11 ] [Textos] En la mayoría de los países, las
personas sienten una conexión especial con quienes
forman parte de su misma comunidad. Se sienten
muy orgullosas de su historia, su cultura y su idioma.
Pero nosotros no podemos contagiarnos de esa
actitud. Más bien debemos educar la mente y la
conciencia; así sabremos cómo actuar en el momento
en que se ponga a prueba nuestra neutralidad. ¿Cómo
podemos hacerlo?
[ 12 ] [Textos] Veamos el caso de Mirjeta.* A Mirjeta,
que es originaria de la antigua Yugoslavia, le
enseñaron desde niña a odiar a los serbios. Sin
embargo, aprendió que Jehová es imparcial y que el
Diablo es el verdadero culpable de los conflictos
étnicos; eso hizo que luchara para cambiar su manera
de pensar. Lamentablemente, cuando se desató una
guerra entre grupos étnicos donde ella vivía,
comenzó a sentir de nuevo aquel odio de la infancia,
lo cual le hacía muy difícil predicar a los serbios.
Mirjeta se dio cuenta de que los sentimientos
negativos no iban a desaparecer por sí solos, de modo
que le pidió ayuda a Jehová para superarlos y
también para hacerse precursora. “Descubrí que
ocupar la mente en el ministerio es el mejor remedio
—asegura—. Cuando predico a la gente, trato de
imitar la personalidad cariñosa de Jehová. Gracias a
ello, logré arrancar el odio de mi corazón.”
13. a) ¿Qué situación hacía sentir mal a Zoila? b)
¿Cómo reaccionó ella? c) ¿Qué nos recuerda la
experiencia de Zoila?
[ 13 ] [Textos] También está el caso de Zoila, quien
es de México y vive en Europa. Zoila recuerda que
algunos hermanos de su congregación que también
eran latinoamericanos hablaban con desprecio de su
país, de sus costumbres y hasta de su música.
Aquellos comentarios la hacían sentir muy mal, y es
comprensible. ¿Cómo hubiera reaccionado usted?
Ella le pidió a Jehová que la ayudara a no sentirse
ofendida. Hay que reconocer que a algunos cristianos
todavía les cuesta controlar sus emociones cuando
escuchan comentarios de ese tipo. Por otro lado, no
debemos hacer o decir nada que pudiera sonar
discriminatorio. Lo que menos queremos es causar
divisiones u ofender a alguien, sea o no nuestro
hermano (Rom. 14:19; 2 Cor. 6:3).
14. ¿Qué nos ayudará a ver a los demás como
Jehová los ve?
[ 14 ] [Textos] ¿Podría ser que su crianza o el
ambiente en el que creció hayan despertado en usted
sentimientos patrióticos? ¿No ha logrado eliminarlos
por completo? Ningún cristiano debería considerar
que su país, su región, su idioma o su raza son
superiores a los de los demás. Pero ¿qué tal si usted
se da cuenta de que sigue teniendo esos
sentimientos? Pues este es un buen momento para
meditar en lo que Jehová piensa del patriotismo y el
racismo. Aparte tiempo de su estudio personal o en
familia para analizar el tema y pídale a Jehová que lo
ayude a ver a los demás como él los ve (lea Romanos
12:2).
15, 16. a) ¿Cómo debemos esperar que nos trate
el mundo? b) ¿Cómo pueden ayudar los padres a
sus hijos a ser leales a Dios?
[ 15 ] [Textos] Tarde o temprano, todos los siervos
de Jehová vivirán situaciones en las que, debido a su
conciencia, tendrán que demostrar que son
diferentes a sus vecinos, sus parientes o sus
compañeros de trabajo o de clases (1 Ped. 2:19). No
debe sorprendernos que el mundo nos odie por
nuestra postura, pues Jesús ya nos había advertido.
Nuestros enemigos no entienden el valor de la
neutralidad cristiana, pero para nosotros es
importantísima.
[ 16 ] [Textos] Si queremos ser leales a Jehová, no
podemos acobardarnos cuando surjan las pruebas
(Dan. 3:16-18). El miedo al hombre puede dominar a
personas de cualquier edad, pero a los jóvenes puede
hacérseles especialmente difícil ir contra la corriente.
Padres, si sus hijos tienen que hacer frente a pruebas
como el saludo a la bandera o celebraciones
patrióticas, ayúdenlos. Aprovechen la Noche de
Adoración en Familia para explicarles por qué es tan
importante la neutralidad y cómo defender con
respeto sus creencias. Eso les dará el valor que
necesitan para superar cualquier prueba que se les
presente (Rom. 1:16). Pero no les dejen todo el
trabajo a ellos. Si lo ven necesario, vayan y hablen con
sus maestros y asegúrense de que entiendan su
posición.
APRECIEMOS LA VARIEDAD
17. a) ¿Qué mentalidad debemos evitar? b) ¿Por
qué?
[ 17 ] [Textos] No es malo sentir apego por la
cultura, el idioma y la comida del país en el que
nacimos. Sin embargo, tenemos que luchar contra la
mentalidad de “lo mío es lo mejor”. En la creación de
Jehová hay una gran variedad, lo cual nos causa
placer (Sal. 104:24; Rev. 4:11). ¿Por qué insistir en
que nuestra manera de hacer las cosas es la mejor?
18. ¿Qué bendiciones cosecharemos si pensamos
como piensa Jehová?
[ 18 ] [Textos] Dios quiere que personas de toda
clase tengan conocimiento exacto de la verdad y
vivan para siempre (Juan 3:16; 1 Tim. 2:3, 4). Tener
una actitud abierta y escuchar las ideas de los demás
hace nuestra vida más interesante y nos permite
estar unidos. Debido a que amamos a Jehová y
apoyamos su Reino, no nos mezclamos en los
conflictos de este mundo. Lo que es más, sentimos un
rechazo absoluto hacia el orgullo y el espíritu
competitivo de la sociedad actual. Agradecemos
mucho que Jehová nos haya enseñado a amar la paz.
Estamos totalmente de acuerdo con las palabras del
salmista: “¡Qué bueno y qué agradable es que los
hermanos moren juntos en unidad!” (Sal. 133:1).
Textos del Libro
Párrafo 10
(Zacarías 8:16) ”„Estas son las cosas que ustedes deben hacer: Hablen verazmente unos con otros. Con verdad y el juicio de la paz hagan su juzgar en sus puertas.
(Proverbios 3:11, 12) La disciplina de Jehová, oh hijo mío, no rechaces; y no aborrezcas su censura,
12 porque
Jehová censura al que ama, aun como lo hace un padre a un hijo en quien se complace.
(Hebreos 13:18) Ocúpense en orar por nosotros, porque confiamos en que tenemos una conciencia honrada, puesto que deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas.
Párrafo 11
(1 Pedro 4:8) Ante todo, tengan amor intenso unos para con otros, porque el amor cubre una multitud de pecados.
(Proverbios 10:12) El odio es lo que suscita contiendas, pero el amor cubre hasta todas las transgresiones.
(Proverbios 17:9) El que encubre la transgresión busca amor, y el que sigue hablando de un asunto separa a los que se han familiarizado entre sí.
Párrafo 12
(Filemón 21) Confiando en tu anuencia, te escribo, pues
sé que harás aún más de las cosas que digo.
Párrafo 13
(Gálatas 6:1) Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado.
(Romanos 15:1) Nosotros, pues, los que somos fuertes, debemos soportar las debilidades de los que no son fuertes, y no estar agradándonos a nosotros mismos.
(1 Tesalonicenses 5:14) Por otra parte, los exhortamos, hermanos: amonesten a los desordenados, hablen confortadoramente a las almas abatidas, den su apoyo a los débiles, tengan gran paciencia para con todos.
(Lucas 15:17, 18) ”Cuando recobró el juicio, dijo: „¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan en abundancia, mientras yo aquí perezco de hambre!
18 Me
levantaré y haré el viaje a donde mi padre, y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Párrafo 14
(Proverbios 12:18) Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada, pero la lengua de los sabios es una curación.
(Salmo 119:165) Paz abundante pertenece a los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.
Párrafo 15
(Santiago 4:5) ¿O se figuran ustedes que la escritura dice en balde: “Es con tendencia hacia la envidia con lo que el espíritu que se ha domiciliado en nosotros sigue anhelando”?
(Romanos 12:15) Regocíjense con los que se regocijan; lloren con los que lloran.
Párrafo 16
(1 Corintios 3:5-9) Pues, ¿qué es Apolos? Sí, ¿qué es Pablo? Ministros mediante los cuales ustedes llegaron a ser creyentes, así como el Señor se lo concedió a cada uno.
6 Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió
haciéndo[lo] crecer; 7 de modo que ni el que planta es
algo, ni el que riega, sino Dios que [lo] hace crecer. 8 Ahora bien, el que planta y el que riega uno son, pero
cada [persona] recibirá su propio galardón según su propia labor.
9 Porque somos colaboradores de Dios.
Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.
(Romanos 12:3) Pues por la bondad inmerecida que se me ha dado digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar; sino que piense de tal modo que tenga juicio sano, cada uno según le haya distribuido Dios una medida de fe.
Párrafo 17
(Efesios 5:3, 4) Que la fornicación y la inmundicia de
toda clase, o la avidez, ni siquiera se mencionen entre
ustedes, tal como es propio de personas santas; 4 tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia,
ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino,
más bien, el dar gracias.
Párrafo 18
(Proverbios 16:18) El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo.
(1 Corintios 10:24) Que cada uno siga buscando, no su propia [ventaja], sino la de la otra persona.
Textos Atalaya
Párrafo 1
(1 Juan 5:3) 3 Pues esto es lo que el amor de Dios
significa: que observemos sus mandamientos; y, sin
embargo, sus mandamientos no son gravosos,
(Mateo 6:33) 33 ”Sigan, pues, buscando primero el
reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas
les serán añadidas.
(Isaías 2:4) 4 Y él ciertamente dictará el fallo entre las
naciones y enderezará los asuntos respecto a muchos
pueblos. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de
arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada
nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.
(Juan 17:11) 11 ”Además, yo ya no estoy en el mundo,
pero ellos están en el mundo y yo voy a ti. Padre santo,
vigílalos por causa de tu propio nombre que me has
dado, para que sean uno así como lo somos nosotros.
(Juan 17:15-16) 15 ”Te solicito, no que los saques del
mundo, sino que los vigiles a causa del inicuo. 16 Ellos
no son parte del mundo, así como yo no soy parte del
mundo.
Párrafo 2
(Génesis 1:27) 27 Y Dios procedió a crear al hombre a
su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra
los creó.
(Deuteronomio 32:4) 4 La Roca, perfecta es su
actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios
de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es
él.
Párrafo 3
(Mateo 26:52) 52 Entonces Jesús le dijo: “Vuelve tu
espada a su lugar, porque todos los que toman la
espada perecerán por la espada.
(2 Corintios 2:11) 11 para que no seamos alcanzados
por Satanás, porque no estamos en ignorancia de sus
designios.
(Juan 15:18-19) 18 Si el mundo los odia, saben que me
ha odiado a mí antes que los odiara a ustedes. 19 Si
ustedes fueran parte del mundo, el mundo le tendría
afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no
son parte del mundo, sino que yo los he escogido del
mundo, a causa de esto el mundo los odia.
Párrafo 4
(Jeremías 17:9) 9 ”El corazón es más traicionero que
cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede
conocerlo?
(Efesios 4:22-24) 22 que ustedes deben desechar la
vieja personalidad que se conforma a su manera de
proceder anterior y que va corrompiéndose conforme a
sus deseos engañosos; 23 pero que deben ser hechos
nuevos en la fuerza que impulsa su mente, 24 y deben
vestirse de la nueva personalidad que fue creada
conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y
lealtad.
Párrafo 5
(Juan 4:9) 9 Por lo tanto, la mujer, la samaritana, le
dijo: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides
de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Porque los
judíos no se tratan con los samaritanos.)
(Hechos 23:6-9) 6 Entonces, cuando Pablo notó que
una parte era de saduceos, pero la otra de fariseos,
procedió a clamar en el Sanedrín: “Varones, hermanos,
yo soy fariseo, hijo de fariseos. Respecto a la esperanza
de la resurrección de los muertos se me está juzgando”.
7 Porque dijo esto, se suscitó una disensión entre los
fariseos y los saduceos, y la multitud se dividió. 8
Porque los saduceos dicen que no hay ni resurrección,
ni ángel, ni espíritu, pero los fariseos los declaran todos
públicamente. 9 De modo que estalló una gran gritería,
y se levantaron algunos de los escribas del partido de
los fariseos y empezaron a contender ferozmente,
diciendo: “No hallamos nada malo en este hombre;
pero si un espíritu o un ángel le habló...”.
(Mateo 9:11) 11 Pero al ver esto, los fariseos se
pusieron a decir a sus discípulos: “¿Por qué come su
maestro con los recaudadores de impuestos y
pecadores?”.
(Juan 7:49) 49 Pero esta muchedumbre que no conoce
la Ley son unos malditos”.
(Juan 4:22) 22 Ustedes adoran lo que no conocen;
nosotros adoramos lo que conocemos, porque la
salvación se origina de los judíos.
(Lucas 10:27) 27 Contestando, este dijo: “‘Tienes que
amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente’, y, ‘a
tu prójimo como a ti mismo’”.
Párrafo 6
(Génesis 1:27-28) 27 Y Dios procedió a crear al hombre
a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y
hembra los creó. 28 Además, los bendijo Dios y les dijo
Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la
tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del
mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura
viviente que se mueve sobre la tierra”.
(Hechos 10:34-35) 34 Ante aquello, Pedro abrió la boca
y dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, 35
sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia
le es acepto.
(Revelación 7:9) 9 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!,
una gran muchedumbre, que ningún hombre podía
contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y
lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero,
vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de
palmera en sus manos.
(Revelación 7:13-14) 13 Y, en respuesta, uno de los
ancianos me dijo: “Estos que están vestidos de la larga
ropa blanca, ¿quiénes son, y de dónde vinieron?”. 14
De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú
eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de
la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las
han emblanquecido en la sangre del Cordero.
(Mateo 5:43-48) 43 ”Oyeron ustedes que se dijo:
‘Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo’. 44
Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus
enemigos y orando por los que los persiguen; 45 para
que demuestren ser hijos de su Padre que está en los
cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos
y hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si aman
a los que los aman, ¿qué galardón tienen? ¿No hacen
también la misma cosa los recaudadores de impuestos?
47 Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué cosa
extraordinaria hacen? ¿No hace la misma cosa también
la gente de las naciones? 48 Ustedes, en efecto, tienen
que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.
Párrafo 7
(Génesis 3:4-5) 4 Ante esto, la serpiente dijo a la mujer:
“Positivamente no morirán. 5 Porque Dios sabe que en
el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los
ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno
y lo malo”.
Párrafo 8
Párrafo 9
(1 Corintios 1:10-13) 10 Ahora los exhorto, hermanos,
por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que todos
hablen de acuerdo, y que no haya divisiones entre
ustedes, sino que estén aptamente unidos en la misma
mente y en la misma forma de pensar. 11 Porque se me
hizo saber acerca de ustedes, hermanos míos, por los de
[la casa de] Cloe, que existen disensiones entre ustedes.
12 Lo que quiero decir es esto, que cada uno de
ustedes dice: “Yo pertenezco a Pablo”. “Pero yo a
Apolos.” “Pero yo a Cefas.” “Pero yo a Cristo.” 13 El
Cristo existe dividido. Pablo no fue fijado en un madero
por ustedes, ¿verdad? ¿O fueron ustedes bautizados en
el nombre de Pablo?
(Romanos 16:17-18) 17 Ahora los exhorto, hermanos, a
que vigilen a los que causan divisiones y ocasiones de
tropiezo contrario a la enseñanza que ustedes han
aprendido, y que los eviten. 18 Porque hombres de esa
clase no son esclavos de nuestro Señor Cristo, sino de su
propio vientre; y con palabras melosas y habla lisonjera
seducen los corazones de los cándidos.
Párrafo 10
(Filipenses 3:17-20) 17 Unidamente háganse imitadores
de mí, hermanos, y fijen los ojos en los que andan de la
manera que concuerde con el ejemplo que ustedes
tienen en nosotros. 18 Porque hay muchos —solía
mencionarlos frecuentemente, pero ahora los
menciono también llorando— que andan como
enemigos del madero de tormento del Cristo, 19 y su
fin es la destrucción, y su dios es su vientre, y su gloria
consiste en su vergüenza, y tienen la mente puesta en
las cosas de la tierra. 20 En cuanto a nosotros, nuestra
ciudadanía existe en los cielos, lugar de donde también
aguardamos con intenso anhelo a un salvador, el Señor
Jesucristo,
(2 Corintios 5:20) 20 Somos, por lo tanto, embajadores
en sustitución de Cristo, como si Dios estuviera
suplicando mediante nosotros. Como sustitutos por
Cristo rogamos: “Reconcíliense con Dios”.
Párrafo 11
Párrafo 12
Párrafo 13
(Romanos 14:19) 19 Por eso, pues, sigamos tras las
cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven
para edificación mutua.
(2 Corintios 6:3) 3 De ninguna manera estamos dando
causa alguna para tropiezo, para que no se encuentre
falta en nuestro ministerio;
Párrafo 14
(Romanos 12:2) 2 Y cesen de amoldarse a este sistema
de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su
mente, para que prueben para ustedes mismos lo que
es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.
Párrafo 15
(1 Pedro 2:19) 19 Porque si alguno, por motivo de
conciencia para con Dios, sobrelleva cosas penosas y
sufre injustamente, esto es algo que agrada.
Párrafo 16
(Daniel 3:16-18) 16 Sadrac, Mesac y Abednego
respondieron, y decían al rey: “Oh Nabucodonosor,
respecto a esto no estamos bajo necesidad de
devolverte palabra. 17 Si ha de ser, nuestro Dios a
quien servimos puede rescatarnos. Del horno ardiente
de fuego y de tu mano, oh rey, [nos] rescatará. 18 Pero
si no, séate sabido, oh rey, que a tus dioses no servimos,
y la imagen de oro que has erigido ciertamente no
adoraremos”.
(Romanos 1:16) 16 Porque no me avergüenzo de las
buenas nuevas; son, en realidad, el poder de Dios para
salvación a todo el que tiene fe, al judío primero, y
también al griego;
Párrafo 17
(Salmos 104:24) 24 ¡Cuántas son tus obras, oh Jehová!
Con sabiduría las has hecho todas. La tierra está llena de
tus producciones.
(Revelación 4:11) 11 “Digno eres tú, Jehová, nuestro
Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder,
porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu
voluntad existieron y fueron creadas”.
Párrafo 18
(Juan 3:16) 16 ”Porque tanto amó Dios al mundo que
dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe
en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.
(1 Timoteo 2:3-4) 3 Esto es excelente y acepto a vista
de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que
hombres de toda clase se salven y lleguen a un
conocimiento exacto de la verdad.
(Salmos 133:1) 133 ¡Miren! ¡Qué bueno y qué
agradable es que los hermanos moren juntos en unidad!
Canción 50
Dios nos enseña a amar
Alternate presentation available
(1 Juan 4:19)
1. Jehová, nuestro Dios, nos puso el modelo
del amor,
del amor.
Es nuestro deber tratar de imitarlo
con atención,
con atención.
La senda de Dios sigamos a diario,
gran paz y unidad tendremos a cambio;
Jehová nos dará un justo salario.
Él es amor,
la fuente de amor.
2. Andando con Dios, serás un amigo
servicial
y leal.
La mano darás al necesitado
sin vacilar,
sin vacilar.
Sabrás perdonar a quienes te ofendan,
sin alimentar jamás la contienda;
así cumplirás con la ley perfecta
que Dios nos dio:
la ley del amor.
3. Servimos a Dios con alma sincera,
con fervor,
con ardor.
Nos causa placer seguir sus mandatos
de corazón,
de corazón.
A todo lugar las nuevas llevemos,
el nombre de Dios al mundo enseñemos,
que sepan quién es el Dios verdadero:
eso es amor,
auténtico amor.
(Véanse también Rom. 12:10; Efe. 4:3; 2 Ped. 1:7.)
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Canción 23
Jehová es mi fuerza
Alternate presentation available
(Isaías 12:2)
1. Oh Dios, tú eres mi fuerza y poder,
en ti confío con todo mi ser.
Fiel testimonio de ti quiero dar
aunque la gente no quiera escuchar.
(ESTRIBILLO)
¡Mi Roca, Jehová, mi fuerza y poder!
Tu ilustre nombre ensalzaré.
Omnipotente, glorioso Señor,
eres mi torre, mi Libertador.
2. Me regocijo en tu luz y verdad,
lumbre que guía mi paso al andar.
Tus mandamientos feliz cumpliré,
fiel a tu Reino por siempre seré.
(ESTRIBILLO)
¡Mi Roca, Jehová, mi fuerza y poder!
Tu ilustre nombre ensalzaré.
Omnipotente, glorioso Señor,
eres mi torre, mi Libertador.
3. Tu voluntad me complazco en hacer
pese a la lucha con el Diablo cruel.
Aun si la vida me llega a quitar,
mi integridad mantendré hasta el final.
(ESTRIBILLO)
¡Mi Roca, Jehová, mi fuerza y poder!
Tu ilustre nombre ensalzaré.
Omnipotente, glorioso Señor,
eres mi torre, mi Libertador.
(Véanse también 2 Sam. 22:3; Sal. 18:2; Isa. 43:12.)
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Canción 96
Busquen a los merecedores
Alternate presentation available
(Mateo 10:11-15)
1. Jesús enseñó cómo hay que anunciar
las nuevas del Reino de Dios:
“En cada ciudad busquen sin descansar
hasta hallar quién es merecedor.
Saluden la casa deseándole paz;
si es digna, la recibirá.
Si no, no se lleven ni el polvo al salir.
Otros hay que querrán escuchar”.
2. El que los recibe, recibe a Jesús,
y Dios le abrirá el corazón.
Su disposición noble y leal lo pondrá
en camino de la salvación.
Y no se preocupen por qué han de decir,
pues Jehová por su boca hablará.
Su contestación sazonada con sal
al humilde sabrá conquistar.
(Véanse también Hech. 13:48; 16:14; Col. 4:6.) volver
Canción 63
Siempre fieles
Alternate presentation available
(Salmo 18:25)
1. Siempre fieles a Jehová Dios,
quien merece nuestro amor,
cumpliremos sus mandatos
con lealtad y devoción.
Dios es fiel y verdadero,
es escudo, gloria y sol;
él nos guía, nos alumbra
y nos da su protección.
2. Siempre fieles al hermano
que necesitado está,
correremos en su ayuda
al instante, sin dudar.
Con bondad y con respeto
hemos siempre de tratar
a los grandes, a los chicos,
a la entera hermandad.
3. Siempre fieles a los hombres
que ha nombrado el Gran Pastor,
seguiremos obedientes
su amorosa dirección.
Dios concede mil favores
a quien muestra lealtad,
a quien sirve con Su pueblo
en completa unidad.
(Véanse también Sal. 149:1; 1 Tim. 2:8; Heb. 13:17.)
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Canción 129
Aferrémonos a nuestra esperanza
Alternate presentation available
(Hebreos 6:18, 19)
1. Los hombres son prisioneros del pecado,
a los problemas no encuentran solución.
Todos sus planes han sido un fracaso;
lejos están de la salvación.
(ESTRIBILLO)
¡Canta feliz, pues el Reino está aquí
y Cristo nos brinda un gran porvenir!
Ya no verás más dolor ni maldad;
sé fuerte y aférrate siempre a Jehová.
2. En la tormenta no has de perder la calma:
el nuevo mundo ya puedes divisar.
Esta esperanza es el ancla del alma,
que te protege de naufragar.
(ESTRIBILLO)
¡Canta feliz, pues el Reino está aquí
y Cristo nos brinda un gran porvenir!
Ya no verás más dolor ni maldad;
sé fuerte y aférrate siempre a Jehová.
(Véanse también Sal. 27:14; Joel 2:1; Hab. 1:2, 3; Rom.
8:22.) volver
2 Reyes 16 a 18
16 En el año diecisiete de Péqah hijo de Remalías, Acaz hijo de Jotán el rey de Judá llegó a ser rey. 2 Veinte años de edad tenía Acaz cuando empezó a
reinar, y por dieciséis años reinó en Jerusalén; y no hizo lo que era recto a los ojos de Jehová su Dios, como David su antepasado.
3 Y se puso a andar en el camino
de los reyes de Israel, e hizo pasar aun a su propio hijo por el fuego, conforme a las cosas detestables de las naciones que Jehová había expulsado a causa de los hijos de Israel.
4 Y siguió sacrificando y haciendo humo
de sacrificio en los lugares altos y sobre las colinas y debajo de todo árbol frondoso.
5 Fue entonces cuando Rezín el rey de Siria y Péqah
hijo de Remalías el rey de Israel procedieron a subir contra Jerusalén en guerra y le pusieron sitio a Acaz, pero no pudieron pelear.
6 En aquel tiempo Rezín el rey
de Siria restituyó Elat a Edom, después de lo cual eliminó de Elat a los judíos; y los edomitas, por su parte, entraron en Elat y siguieron morando allí hasta este día. 7 Por lo tanto, Acaz envió mensajeros a Tiglat-piléser el
rey de Asiria, a decir: “Soy tu siervo y tu hijo. Sube y sálvame de la palma de la mano del rey de Siria y de la palma de la mano del rey de Israel, que están levantándose contra mí”.
8 Por consiguiente, Acaz tomó
la plata y el oro que se hallaba en la casa de Jehová y en los tesoros de la casa del rey, y envió al rey de Asiria un soborno.
9 Ante eso, el rey de Asiria le escuchó, y el
rey de Asiria subió a Damasco y la tomó y llevó a [la gente] de esta al destierro a Quir, y dio muerte a Rezín.
10 Entonces el rey Acaz fue al encuentro de Tiglat-
piléser el rey de Asiria en Damasco, y llegó a ver el altar que había en Damasco. De manera que el rey Acaz envió a Uriya el sacerdote el diseño del altar y su modelo en cuanto a toda su hechura.
11 Y Uriya el
sacerdote procedió a construir el altar. Conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de Damasco, así lo hizo Uriya el sacerdote, en el intervalo de tiempo hasta que viniera el rey Acaz de Damasco.
12 Cuando el rey
vino de Damasco, el rey llegó a ver el altar; y el rey empezó a acercarse al altar y a hacer ofrendas sobre él. 13
Y continuó haciendo humear su ofrenda quemada y su ofrenda de grano y derramando su libación y rociando la sangre de los sacrificios de comunión que eran suyos sobre el altar.
14 Y el altar de cobre que
estaba delante de Jehová, él ahora lo acercó de enfrente de la casa, de entre su altar y la casa de Jehová, y lo puso al lado del norte de su altar.
15 Y el rey
Acaz pasó a mandar, aun a Uriya el sacerdote, y a decir: “Sobre el gran altar haz humear la ofrenda quemada de la mañana, también la ofrenda de grano de la tarde, y la ofrenda quemada del rey y su ofrenda de grano, y la ofrenda quemada de toda la gente de la tierra y su ofrenda de grano y sus libaciones; y toda la sangre de ofrenda quemada y toda la sangre de un sacrificio la debes rociar sobre él. En cuanto al altar de cobre, llegará a ser algo que yo tome en consideración”.
16 Y
Uriya el sacerdote se puso a hacer conforme a todo lo que había mandado el rey Acaz.
17 Además, el rey Acaz cortó en pedazos las paredes
laterales de las carretillas y quitó de sobre ellas las fuentes; y quitó el mar de sobre los toros de cobre que estaban debajo de él y entonces lo puso sobre un pavimento de piedra.
18 Y la estructura cubierta para el
sábado, que habían edificado en la casa, y el paso de entrada exterior del rey, él los cambió de la casa de Jehová por causa del rey de Asiria.
19 En cuanto al resto de los asuntos de Acaz, lo que
hizo, ¿no están escritos en el libro de los asuntos de los días de los reyes de Judá?
20 Por fin yació Acaz con sus
antepasados y fue enterrado con sus antepasados en la Ciudad de David; y Ezequías su hijo empezó a reinar en lugar de él.
17 En el año doce de Acaz el rey de Judá, Hosea hijo de Elah llegó a ser rey en Samaria, sobre Israel, por nueve años.
2 Y continuó haciendo lo que era malo a los
ojos de Jehová, solo que no como los reyes de Israel que lo antecedieron.
3 Fue contra él contra quien subió
Salmanasar el rey de Asiria, y Hosea llegó a ser su siervo y empezó a pagarle tributo.
4 Sin embargo, el rey
de Asiria llegó a hallar conspiración en el caso de Hosea, porque este había enviado mensajeros a So el rey de Egipto, y no hizo subir el tributo al rey de Asiria como en años anteriores. Por lo tanto, el rey de Asiria lo encerró y lo mantuvo atado en la casa de detención.
5 Y el rey de Asiria procedió a subir contra todo el
país y a subir a Samaria y tenerla sitiada por tres años. 6 En el año noveno de Hosea, el rey de Asiria tomó a
Samaria y entonces condujo a Israel al destierro, a
Asiria, y los tuvo morando en Halah y en Habor, junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos.
7 Ahora bien, esto aconteció porque los hijos de
Israel habían pecado contra Jehová su Dios, que los había hecho subir de la tierra de Egipto de debajo de la mano de Faraón el rey de Egipto, y habían empezado a temer a otros dioses;
8 y siguieron andando en los
estatutos de las naciones que Jehová había expulsado de delante de los hijos de Israel, y [en los estatutos de] los reyes de Israel que estos habían hecho;
9 y los hijos
de Israel se pusieron a escudriñar las cosas que no eran rectas para con Jehová su Dios y siguieron edificándose lugares altos en todas sus ciudades, desde la torre de los atalayas hasta la misma ciudad fortificada;
10 y
siguieron erigiéndose columnas sagradas y postes sagrados sobre toda colina alta y debajo de todo árbol frondoso;
11 y allí en todos los lugares altos continuaron
haciendo humo de sacrificio, lo mismo que las naciones que Jehová había llevado al destierro a causa de ellos, y siguieron haciendo cosas malas para ofender a Jehová;
12 y continuaron sirviendo a ídolos estercolizos,
acerca de los cuales Jehová les había dicho: “Ustedes no deben hacer esta cosa”;
13 y Jehová siguió
advirtiendo a Israel y Judá por medio de todos sus profetas [y] todo hombre de visiones, diciendo: “Vuélvanse de sus malos caminos y guarden mis mandamientos, mis estatutos, conforme a toda la ley que mandé a sus antepasados y que he enviado a ustedes por medio de mis siervos los profetas”;
14 y ellos
no escucharon, sino que siguieron endureciendo la cerviz como la cerviz de sus antepasados que no habían ejercido fe en Jehová su Dios;
15 y continuaron
rechazando sus disposiciones reglamentarias y su pacto que él había celebrado con sus antepasados y sus recordatorios con que les había dado advertencia, y se pusieron a seguir vanos ídolos y se hicieron vanos ellos mismos, aun en imitación de las naciones que estaban todo en derredor de ellos, respecto de las cuales Jehová les había mandado que no hicieran lo mismo que ellas;
16 y siguieron dejando todos los mandamientos de
Jehová su Dios, y procedieron a hacerse estatuas fundidas, dos becerros, y a hacer un poste sagrado, y empezaron a inclinarse ante todo el ejército de los cielos y a servir a Baal;
17 y continuaron haciendo pasar a sus
hijos y a sus hijas por el fuego y practicando la adivinación y buscando agüeros, y siguieron vendiéndose a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová, para ofenderlo;
18 por lo tanto Jehová se enojó mucho contra Israel,
de modo que los quitó de su vista. No dejó que ninguno quedara, sino la tribu de Judá sola.
19 Ni aun Judá mismo guardó los mandamientos de
Jehová su Dios, sino que se pusieron a andar en los estatutos de Israel, que ellos habían hecho.
20 En
consecuencia, Jehová rechazó a toda la descendencia de Israel y siguió afligiéndolos y dándolos en la mano de pilladores, hasta que los hubo echado de delante de sí. 21
Porque él arrancó a Israel de la casa de David, y ellos procedieron a hacer rey a Jeroboán hijo de Nebat; y Jeroboán procedió a separar a Israel de seguir a
Jehová, y los hizo pecar con un gran pecado. 22
Y los hijos de Israel se pusieron a andar en todos los pecados de Jeroboán que él había cometido. No se apartaron de ellos,
23 hasta que Jehová quitó a Israel de su vista, tal
como había hablado por medio de todos sus siervos los profetas. De manera que Israel se fue de su propio suelo al destierro en Asiria hasta el día de hoy.
24 Subsiguientemente, el rey de Asiria trajo [gente] de
Babilonia y de Cutá y de Avá y de Hamat y de Sefarvaim, y los hizo morar en las ciudades de Samaria en lugar de los hijos de Israel; y ellos empezaron a tomar posesión de Samaria y a morar en sus ciudades. 25
Y aconteció que, al comienzo de su morada allí, no temían a Jehová. Por lo tanto Jehová envió leones entre ellos, y estos llegaron a ser matadores entre ellos.
26 De
manera que ellos mandaron palabra al rey de Asiria, y dijeron: “Las naciones que has desterrado y entonces establecido en las ciudades de Samaria no han conocido la religión del Dios del país, de modo que él sigue enviando leones entre ellos; y, ¡mira!, les están dando muerte, puesto que no hay nadie que conozca la religión del Dios del país”.
27 Ante eso, el rey de Asiria dio orden, y dijo: “Hagan
ir allá a uno de los sacerdotes que ustedes condujeron al destierro de allí, para que vaya y more allí y les enseñe a ellos la religión del Dios del país”.
28 Por
consiguiente, uno de los sacerdotes que ellos habían conducido de Samaria al destierro vino y se puso a morar en Betel, y llegó a ser maestro de ellos respecto de cómo habían de temer a Jehová.
29 Sin embargo, cada nación diferente llegó a ser
hacedora de su propio dios, el cual entonces depositaron en la casa de los lugares altos que los samaritanos habían hecho, cada nación diferente, en sus ciudades donde estaban morando.
30 Y los hombres
de Babilonia, por su parte, hicieron a Sucot-benot, y los hombres de Cut, por su parte, hicieron a Nergal, y los hombres de Hamat, por su parte, hicieron a Asimá.
31 En
cuanto a los aveos, ellos hicieron a Nibhaz y a Tartaq; y los sefarvitas estaban quemando a sus hijos en el fuego a Adramélec y Anamélec, los dioses de Sefarvaim.
32 Y
llegaron a ser temedores de Jehová, y del pueblo en general se pusieron a hacer sacerdotes de los lugares altos, y estos llegaron a ser funcionarios para ellos en la casa de los lugares altos.
33 De Jehová se hicieron
temedores, pero de sus propios dioses resultaron ser adoradores, conforme a la religión de las naciones de entre las cuales los habían conducido al destierro.
34 Hasta el día de hoy están haciendo conforme a
sus religiones anteriores. No hubo quienes temieran a Jehová ni quienes hicieran conforme a sus estatutos y sus decisiones judiciales ni [según] la ley y el mandamiento que Jehová había mandado a los hijos de Jacob, cuyo nombre él hizo Israel;
35 cuando Jehová
celebró un pacto con ellos y les mandó, diciendo: “No deben temer a otros dioses, y no deben inclinarse ante ellos ni servirles ni hacerles sacrificios.
36 Antes bien, a
Jehová, que los hizo subir de la tierra de Egipto con gran poder y brazo extendido, a Ese es a quien deben temer, y ante quien deben inclinarse, y a él deben hacer
sacrificios. 37
Y las disposiciones reglamentarias y las decisiones judiciales y la ley y el mandamiento que él escribió para ustedes, deben cuidar de ponerlos por obra siempre; y no deben temer a otros dioses.
38 Y el
pacto que yo he celebrado con ustedes, no lo deben olvidar; y no deben temer a otros dioses.
39 Antes bien,
es a Jehová su Dios a quien ustedes deben temer, puesto que él es el que los librará de la mano de todos sus enemigos”.
40 Y no obedecieron; antes bien, era conforme a su
religión anterior que estaban haciendo. 41
Y estas naciones llegaron a ser temedoras de Jehová, pero fue a sus propias imágenes esculpidas a quienes resultaron estar sirviendo. En cuanto a sus hijos y también a sus nietos, tal como habían hecho sus antepasados ellos mismos están haciendo hasta el día de hoy.
18 Y en el tercer año de Hosea hijo de Elah el rey de Israel aconteció que Ezequías hijo de Acaz el rey de Judá llegó a ser rey.
2 Veinticinco años de edad tenía
cuando empezó a reinar, y por veintinueve años reinó en Jerusalén. Y el nombre de su madre era Abí hija de Zacarías.
3 Y él continuó haciendo lo que era recto a los
ojos de Jehová, conforme a todo lo que había hecho David su antepasado.
4 Él fue quien quitó los lugares
altos e hizo pedazos las columnas sagradas y cortó el poste sagrado y trituró la serpiente de cobre que Moisés había hecho; porque hasta aquellos días los hijos de Israel de continuo habían estado haciéndole humo de sacrificio, y solía llamársele el ídolo-serpiente de cobre. 5 En Jehová el Dios de Israel confió él; y después de él
resultó que no hubo nadie como él entre todos los reyes de Judá, aun los que habían sido antes de él.
6 Y él
siguió adhiriéndose a Jehová. No se desvió de seguirlo, sino que continuó guardando sus mandamientos que Jehová había mandado a Moisés.
7 Y Jehová resultó
estar con él. Adondequiera que salía actuaba prudentemente; y procedió a rebelarse contra el rey de Asiria y no le sirvió.
8 Fue él quien derribó a los filisteos
aun hasta Gaza, y también sus territorios, desde la torre de los atalayas aun hasta la ciudad fortificada.
9 Y en el año cuarto del rey Ezequías, es decir, el
año séptimo de Hosea hijo de Elah el rey de Israel, aconteció que Salmanasar el rey de Asiria subió contra Samaria y empezó a ponerle sitio.
10 Y lograron tomarla
al cabo de tres años; en el año sexto de Ezequías, es decir, el año noveno de Hosea el rey de Israel, fue tomada Samaria.
11 Después de aquello el rey de Asiria
se llevó a Israel al destierro en Asiria y los estableció en Halah y en Habor, junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos,
12 debido a que no habían escuchado la
voz de Jehová su Dios, sino que siguieron traspasando su pacto, aun todo lo que había mandado Moisés el siervo de Jehová. Ni escucharon ni ejecutaron.
13 Y en el año catorce del rey Ezequías, Senaquerib
el rey de Asiria subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá y procedió a apoderarse de ellas. 14
De manera que Ezequías el rey de Judá envió a decir al rey de Asiria en Lakís: “He pecado. Vuélvete de contra mí. Lo que me impongas llevaré”. Por lo tanto, el rey de Asiria impuso a Ezequías el rey de Judá
trescientos talentos de plata y treinta talentos de oro. 15
Por eso Ezequías dio toda la plata que se hallaba en la casa de Jehová y en los tesoros de la casa del rey. 16
En aquel tiempo Ezequías cortó las puertas del templo de Jehová y las jambas de puerta que Ezequías el rey de Judá había revestido, y entonces las dio al rey de Asiria.
17 Y el rey de Asiria procedió a enviar a Tartán y a
Rabsarís y a Rabsaqué desde Lakís al rey Ezequías con una pesada fuerza militar a Jerusalén, para que subieran y llegaran a Jerusalén. De manera que subieron y llegaron y se detuvieron junto al conducto del estanque superior, que está en la calzada del campo del lavandero.
18 Y se pusieron a llamar vigorosamente al
rey, pero salieron a ellos Eliaquim hijo de Hilquías, que estaba sobre la casa, y Sebnah el secretario, y Joah hijo de Asaf el registrador.
19 Por consiguiente, Rabsaqué les dijo: “Por favor,
digan a Ezequías: „Esto es lo que ha dicho el gran rey, el rey de Asiria: “¿Cuál es esta confianza en que has confiado?
20 Has dicho (pero es la palabra de labios):
„Hay consejo y poderío para la guerra‟. Ahora bien, ¿en quién has cifrado tu confianza, para que te hayas rebelado contra mí?
21 Ahora, ¡mira!, has cifrado tu
confianza en el sostén de esta caña quebrantada, Egipto, la cual, si un hombre se apoyara en ella, ciertamente entraría en la palma de su mano y la traspasaría. Así es Faraón el rey de Egipto para todos los que cifran su confianza en él.
22 Y en caso de que
me digan ustedes: „Es en Jehová nuestro Dios en quien hemos cifrado nuestra confianza‟, ¿no es este aquel cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado, mientras dice a Judá y Jerusalén: „Ante este altar deben ustedes inclinarse en Jerusalén‟?”‟.
23 Ahora, pues,
sírvete hacer una apuesta con mi señor el rey de Asiria, y déjame darte dos mil caballos [para ver] si puedes, por tu parte, poner jinetes sobre ellos.
24 ¿Cómo, pues,
podrías volver atrás el rostro de un solo gobernador de los siervos más pequeños de mi señor, mientras tú, por tu parte, cifras tu confianza en Egipto por carros y por hombres de a caballo?
25 Ahora bien, ¿será sin
autorización de parte de Jehová como he subido contra este lugar para arruinarlo? Jehová mismo me dijo: „Sube contra este país, y tienes que arruinarlo‟”.
26 Ante esto, Eliaquim hijo de Hilquías, y Sebnah y
Joah dijeron a Rabsaqué: “Sírvete hablar con tus siervos en el lenguaje siríaco, porque podemos escuchar; y no nos hables en el lenguaje de los judíos a oídos de la gente que está sobre el muro”.
27 Pero les dijo
Rabsaqué: “¿Acaso es a tu señor y a ti a quienes me ha enviado mi señor a hablar estas palabras? ¿No es a los hombres que se hallan sentados sobre el muro, para que ellos coman su propio excremento y beban sus propios orines con ustedes?”.
28 Y Rabsaqué continuó estando de pie y clamando
en alta voz en el lenguaje de los judíos; y pasó a hablar y decir: “Oigan la palabra del gran rey, el rey de Asiria. 29
Esto es lo que ha dicho el rey: „No los engañe Ezequías, porque él no puede librarlos de mi mano.
30 Y
no los haga confiar Ezequías en Jehová, diciendo: “Sin
falta Jehová nos librará, y esta ciudad no será dada en la mano del rey de Asiria”.
31 No escuchen a Ezequías;
porque esto es lo que ha dicho el rey de Asiria: “Háganme una capitulación, y salgan a mí, y coma cada cual de su propia vid y cada cual de su propia higuera, y beba cada cual el agua de su propia cisterna,
32 hasta
que yo venga y realmente los lleve a una tierra semejante a su propia tierra, una tierra de grano y vino nuevo, una tierra de pan y viñas, una tierra de olivos aceiteros y miel; y sigan viviendo para que no mueran. Y no escuchen a Ezequías, porque los ilusiona al decir: „Jehová mismo nos librará‟.
33 ¿Acaso los dioses de las
naciones han librado de manera alguna cada cual a su propio país de la mano del rey de Asiria?
34 ¿Dónde
están los dioses de Hamat y de Arpad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim, de Hená y de Ivá? ¿Han librado ellos a Samaria de mi mano?
35 ¿Quiénes hay
entre todos los dioses de los países que hayan librado su país de mi mano, para que Jehová libre a Jerusalén de mi mano?”‟”.
36 Y la gente se quedó callada y no le respondió
palabra, pues fue el mandamiento del rey, que dijo: “No deben contestarle”.
37 Pero Eliaquim hijo de Hilquías,
que estaba sobre la casa, y Sebnah el secretario, y Joah hijo de Asaf el registrador llegaron a donde Ezequías con sus prendas de vestir rasgadas, y le refirieron las palabras de Rabsaqué.
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